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Primer taller Guanahacabibes

Historia y patrimonio

Título: Guanahacabibes. Propuesta para la gestión


sostenible del desarrollo turístico

Autores: MSc. Aldo Luis Ramos Hernández


MSc Dianelys Fortún Rodríguez
MSc. Yenisey Camero Labrador
Lic. Mayra Blanco Remis

RESUMEN
Desde la introducción del turismo alternativo en Cuba, se ha evidenciado la práctica
tanto del turismo en espacios rurales naturales como en espacios rurales culturales.
Pinar del Río destaca por su marcada vocación por el turismo de naturaleza, donde el
ecoturismo, el turismo de aventura y el turismo científico han sido identificados como los
de mayor incidencia, por los valores naturales y el grado de conservación de sus
recursos naturales y la existencia de una red bien estructurada de áreas protegidas. Una
de las áreas protegidas más importantes de Cuba es el Parque Nacional
Guanahacabibes (PNG), por el escaso nivel de desarrollo económico, el elevado grado
de conservación de sus recursos naturales y alto endemismo en su flora y fauna. Con el
objetivo de elaborar una propuesta para el reordenamiento y la implementación de
prácticas de turismo de naturaleza, se hace una valoración de las actuales tendencias
de esta actividad. Como resultado más significativo se constató que la gestión turística
en el área es insuficiente, la concepción de la actividad se ha ido desvirtuando hacia una
práctica convencional, con predominio de las inversiones y los proyectos de desarrollo,
que implican aumentar la carga y la presión sobre los sistemas naturales, factores estos
que atentan contra los valores naturales y la vocación del territorio. Lejos de avanzar
hacia un turismo de naturaleza sostenible se han creado condiciones para mantener un
turismo convencional divorciado de las tendencias actuales.

Palabras claves: Ecoturismo, desarrollo sostenible, Parque Nacional Guanahacabibes,


turismo científico.

INTRODUCCIÓN
La actividad turística en el último decenio se ha incrementado extraordinariamente en
todo el mundo, al punto de ser el sector económico con mayores tasas de crecimiento a
nivel mundial. En la práctica, este impetuoso desarrollo conlleva el desplazamiento de
millones de personas hacia los polos turísticos en los que, potencialmente, pueden
generar fuertes impactos medioambientales en las áreas que visitan. Es por eso de vital
importancia lograr el desarrollo del turismo desde la óptica del desarrollo sostenible, lo
que implica la utilización de las potencialidades naturales y socioeconómicas, históricas
y culturales del entorno, teniendo en cuenta un manejo racional, su protección y la
garantía de preservación para el uso de las futuras generaciones atendiendo a las
características de la identidad cultural e histórica de las comunidades receptoras.

En la Tercera Cumbre de Gobernantes de la Asociación de Estados del Caribe


celebrada en la venezolana Isla Margarita en diciembre del año 2001 se acordó designar
al Gran Caribe como zona de turismo sostenible, la primera de su tipo reconocida en el
mundo. Este paso es vital para el área si se tiene en cuenta que los ingresos
económicos por concepto de la actividad turística representan entre el 30-40% del
producto bruto interno de estos países.

Cuba se inserta en este sistema como miembro de la AEC teniendo en cuenta dentro de
su política ambiental la definición clara de turismo sostenible enunciada en la Ley 81 de
1997 o Ley del Medio Ambiente de la República de Cuba. Esta ley refiere que el
turismo sostenible es aquel que se efectúa de modo tal que armonice el empleo eficaz
de las potencialidades estéticas, recreativas, científicas, culturales y de cualquier otra
índole de los recursos naturales que constituyen su base, con la protección de estos
recursos y la garantía de que puedan proporcionar iguales o superiores beneficios a las
generaciones futuras. Por otra parte, la Organización Mundial del Turismo establece la
siguiente definición: el turismo sostenible atiende a las necesidades de los turistas
actuales y de las regiones receptoras y al mismo tiempo, protege y fomenta las
oportunidades para el futuro. Se basa además en el respeto a la cultura nacional y sus
expresiones territoriales y en la integración de las poblaciones locales al desarrollo de
sus actividades, contribuyendo así a la elevación de la calidad de vida de los seres
humanos. La instrumentación del turismo sostenible en Cuba a partir del crecimiento
económico de la actividad se enfoca dentro de la práctica internacional sobre el tema desde dos
ideas esenciales:

1. Disminuir y mitigar los impactos no deseables, preservando en lo posible el


entorno para futuras generaciones. Esta cuestión, cuando se aplica al caso particular
de los escenarios insulares, adquiere una connotación particular por el hecho de que el
ámbito del mar Caribe, los territorios-islas que los constituyen tienen un conjunto de
peculiaridades comunes que las convierten en espacios geográficos muy frágiles.
Por ejemplo, la baja y a veces nula disponibilidad de recursos energéticos y otros
recursos vitales los hacen muy dependientes del comercio exterior. Este aspecto se
agudiza cuando una gran cantidad de insumos necesarios para el desarrollo de la
industria turística no son producidos en los países y tienen que ser importados en los
mercados internacionales con precios por lo general bastante elevados contribuyendo al
encarecimiento de la actividad. La estrategia de sostenibilidad para el desarrollo del
turismo en Cuba, por ende, está encaminada en primer lugar, a lograr la mayor
autosuficiencia energética posible mediante políticas estrictas de ahorro de energía en la
infraestructura relacionadas con una mayor eficiencia en la capacidad de generación de
energía en el país. Se incentiva el uso de fuentes alternativas de energía como el
desarrollo de la energía eólica que se encuentra en plena fase de experimentación en
regiones piloto tales como la Isla de la Juventud y el norte de la provincia de Ciego de
Ávila como premisa para su extensión a otras áreas donde las condiciones de velocidad
y estabilidad de la circulación de los vientos la hagan económica y ambientalmente
viables. Por otra parte la necesidad de la sustitución de importaciones mediante la
producción de insumos en el país dirigidos a la actividad turística es un elemento
impulsor del desarrollo de la economía bajo bases sustentables, elemento generador de
empleo y mediante la aplicación de tecnologías de punta y limpias permite lograr el
desarrollo local en las áreas en las cuales estas instalaciones productivas están
localizadas.

2. Incrementar el valor añadido que representa el creciente interés de los turistas


por visitar escenarios donde se concreten prácticas de turismo sostenible. Este
elemento se relaciona directamente con el desarrollo del llamado “ecoturismo” o “turismo
de naturaleza” aunque su incidencia no tiene que relacionarse por fuerza, únicamente
con los espacios naturales, sino que de hecho se vincula también a los urbanos teniendo
en cuenta que la sostenibilidad ambiental se relaciona con todo el espacio geográfico
como ámbito de socialización del espacio o como entorno de interrelación entre los
componentes naturales, socioeconómicos, históricos, culturales, folclóricos, etc., del
medio ambiente. Cuba ha sido históricamente un destino turístico comercializado
típicamente como turismo de las tres S (sun, sand and sea), o sea de playa en el trópico.

Los primeros pasos en el diseño de una política debe dirigirse a la identificación del
producto turístico que mejor se adapte a los requerimientos del mercado, de modo que
se optimicen económica y/o socialmente las inversiones a efectuar. En esencia, este
producto turístico consiste en el conjunto de recursos naturales y humanos con
capacidad de atracción que el área a planificar puede ofrecer, complementado por un
equipamiento de apoyo y promovido por una organización de venta (Ferrario, 1980)
La evaluación de los recursos turísticos tiene como objetivo fundamental: Valorar la
viabilidad de un determinado lugar para un desarrollo turístico, la selección de la
localización óptima entre diversas alternativas o la evaluación global de un área en
términos de su potencial turístico, en base a una serie de factores locacionales, cuya
presencia, ausencia y características determinará, en última instancia la potencialidad
turística del área considerada y, en consecuencia, su viabilidad como soporte para un
desarrollo de la actividad turística.
Existen todo un conjunto de factores a considerar en la selección de los lugares que
pueden ser acondicionados para fines turísticos, así como diversos estudios que
abordan la problemática. La Unión Internacional de Organismos Oficiales de Turismo
(U.I.O.O.T.) los agrupa en cinco categorías, ellas son:
• Las condiciones naturales.
• La infraestructura.
• Las condiciones socioeconómicas
• Los equipamientos de superficie.
• Los equipamientos culturales y de recreo

Es de vital importancia un turismo de naturaleza sostenible creando condiciones para


mantener un turismo convencional.
Los materiales y métodos utilizados son los siguientes:
 Revisión bibliográfica.
 Revisión del plan de manejo del área protegida
 Revisión del plan de ordenamiento turístico.
 La observación.
 Criterios de especialistas
DESARROLLO

El sector turístico se ha convertido en una de las principales fuentes de ingresos para


muchos países del Caribe. En el caso de Cuba, el turismo ha pasado a sustituir a la
industria azucarera como principal fuente de divisas, generando ingresos cuyos valores
sobrepasan los dos mil millones de dólares, y cada año representa más para la
economía cubana, pasando del 1,3% del PIB a principios de la década de los noventa, a
más del 12% en la actualidad.

La puesta en vigor de la Resolución 50/2014 del Ministerio del Turismo de Cuba


(MINTUR) con el objetivo de establecer los principios y procedimientos para la
aprobación de los productos turísticos naturaleza, aventura y rural en el país, así como
el acuerdo 7480 del Comité Ejecutivo del Consejo Ministros (CECM) para la creación de
la Comisión Nacional de Turismo, el Grupo Técnico de Turismo de Naturaleza, de
Aventura y Rural y sus similares a nivel de cada territorio, es un salto cualitativo con
respecto a su predecesora de 1999.

El alcance de sus artículos permite el perfeccionamiento de la gestión de dichas


modalidades turísticas al establecer procedimientos para la aprobación y registro de
actividades dentro de las mismas y de los guías especializados de estas modalidades;
así como la puesta en función de los principios para la capacitación y comercialización
de las ofertas turísticas.

Como modalidad genérica, el Turismo de Naturaleza ha ganado espacio dentro de la


práctica turística, pero como todo concepto moderno ha estado enfocado desde diversos
significados, lo cual ha introducido confusiones en el diseño y comercialización del
producto turístico; no obstante, los diferentes conceptos sobre Turismo de Naturaleza
presentan una constante, la relación del turista con los más diversos componentes de la
naturaleza, conservado o manejado responsablemente, donde se garantiza la seguridad
del turista sin degradar o agotar los recursos.

Para poder unificar los diferentes enfoques y conceptos sobre Turismo de Naturaleza, es
necesario tener en cuenta tres aspectos principales: a) el motivo por el cual se desplaza
el viajero, b) cuál es el destino que escoge para desarrollar las prácticas turísticas y c)
qué condiciones y actitudes debe el turista asumir al realizar dichas actividades.

Varios son los conceptos que se han emitido sobre Turismo de Naturaleza hasta la
actualidad, los autores reconocen la necesidad de realizar ciertos ajustes en función de
responder a la nomenclatura turística y al contenido del mismo. En este sentido se
considera al Turismo de Naturaleza: Modalidad Turística Genérica conformada por
modalidades específicas, cuya principal motivación es el estudio y admiración de los
valores naturales y componentes culturales asociados, así como la realización de
actividades recreativas, físicas y de riesgo que utilicen el medio natural, conservado o
manejado responsablemente, donde se garantiza la seguridad del turista, sin degradar o
agotar los recursos, en beneficio de la naturaleza y las comunidades locales.
La evolución de este concepto se muestra en el gráfico siguiente:

El Turismo de Naturaleza ha irrumpido en el mercado turístico en las últimas décadas


con una fuerza inusitada. La tradicional actitud pasiva de quienes gustaban solo de la
playa u otras modalidades genéricas del turismo convencional ha devenido en una
actitud activa relacionada con la naturaleza. El hombre moderno concentrado en
grandes urbes, rodeado de todo tipo de impactos sobre su salud y estado sicológico, ha
descubierto en los escenarios naturales el lugar donde lograr el equilibrio necesario para
darle continuidad a la vida. El turismo en estos sitios ha dejado de ser una simple
actividad vacacional para convertirse en un complemento de la existencia humana. Se
trata del “regreso al hombre natural” desde la modernidad, especie de paradoja espacio-
tiempo.

Esta tendencia turística lleva implícita la búsqueda de nuevas y únicas experiencias en


correspondencia con los nuevos gustos, necesidades y preferencias; experiencias tales
como las relaciones con comunidades rurales receptoras y los componentes de la
naturaleza, la práctica de actividades físicas y el disfrute de emociones significativas.

A cambio de su inserción directa en un espacio natural, los turistas asumen una actitud
responsable, en concordancia con los valores y particularidades naturales y
socioculturales de cada uno de los destinos seleccionados.

Desde la introducción del turismo alternativo en Cuba, se ha evidenciado la práctica


tanto del turismo en espacios rurales naturales como en espacios rurales culturales.

Nuestra provincia destaca por su marcada vocación para el turismo de naturaleza,


donde el ecoturismo, el turismo de aventura y el turismo científico han sido identificados
como los de mayor incidencia por los valores naturales que posee, el grado de
conservación de sus recursos naturales y la existencia de una red bien estructurada de
áreas protegidas.

Una de las áreas protegidas más reconocidas de Cuba, por el escaso nivel de desarrollo
económico, la buena conservación de sus recursos naturales y un alto endemismo en su
flora y fauna se encuentra en la región de Guanahacabibes. Geográficamente se ubica
en el extremo más occidental de la provincia de Pinar del Río, municipio Sandino; tiene
una extensión de 1 060 Km 2 y sus características especiales, de gran importancia
ambiental, la tipifican como una Reserva de la Biosfera con una extensión de 121 572 ha
que atesoran el Parque Nacional Guanahacabibes de 39 830 hectáreas, comprendido
dentro de la Región Cuba Occidental, en la Sub-región Penínsulas Cársicas, en el
Distrito Pinareño, Sub-Distrito de la Llanura Costera Meridional y Occidental, formando el
grupo de paisajes de la Llanura Cársica y Pantanosa de Guanahacabibes. Está
conformado por dos penínsulas: la del Cabo de San Antonio, que se extiende hacia el
oeste-suroeste hasta el punto más occidental del territorio cubano (Cabo de San
Antonio); y la de Corrientes, que se prolonga hacia el suroeste (Figura 1).

Figura 1. Mapa de la ubicación geográfica del Parque Nacional Guanahacabibes.

El Parque Nacional Guanahacabibes constituye la zona núcleo de la Reserva de la


Biosfera Península de Guanahacabibes. Incluye un área terrestre de 23 880 hectáreas y
un área marina de 15 950 hectáreas, para un total de 39 830 hectáreas. La parte
terrestre cuenta con tres zonas núcleo, las cuales se definen como: Cabo Corrientes, El
Veral, Cabo de San Antonio y una faja estrecha de la línea de costa. El área marina
abarca la porción Sur de la península, extendiéndose desde La Ceiba, al Este de Cabo
Corrientes, hasta Los Cayuelos.
El Área Protegida de Recursos Manejados Península de Guanahacabibes ocupa un área
total de 107 678 hectáreas, de ellas 76 782 terrestres y 30 896 marinas.
Geográficamente está comprendida dentro de la región Cuba Occidental, en la sub-
región Penínsulas Cársicas, en el Distrito Pinareño, Sub-Distrito de la Llanura Costera
Meridional y Occidental, formando el grupo de paisajes de la Llanura Cársica y
Pantanosa de la Península de Guanahacabibes, que a su vez está conformada por dos
sub penínsulas: la del Cabo de San Antonio, que se extiende hacia el Oeste hasta el
punto más occidental del territorio cubano (Cabo de San Antonio); y la de Corrientes,
que se prolonga hacia el Sur Oeste.
Por el Este limita con el vial que transcurre desde la localidad de La Fe hasta la localidad
de El Carril y luego la vereda hasta el mar. Por el Sur limita con el Mar Caribe occidental.
Por el Oeste limita con el Estrecho de Yucatán y por el Norte limita con el Golfo de
México.

La historia describe otros atractivos de la región, este territorio de costas inhóspitas y


con sorprendentes leyendas fue el último refugio de los aborígenes del occidente que
huían de los conquistadores. Antes de la llegada del hombre europeo, estuvo poblada
por los más primitivos y antiguos habitantes originales de Cuba, cuya actividad se
restringía a la recolección de alimentos, la pesca y caza.

El Faro Roncali, ubicado en el Cabo de San Antonio, testigo de naufragios, se hace


notar entre la belleza y la naturaleza que le acompaña desde el 15 de septiembre de
1850, fecha en la cual fue construido; es la única edificación realizada en el período
colonial en el extremo occidental de Cuba.

Esta porción más occidental fue refugio de piratas y corsarios y puerto de desembarque
de la infame trata de esclavos. Guanahacabibes por su aislamiento, fue también un
punto de embarque y llegada de expediciones y cargamentos de armas de los patriotas
durante la Guerra de Independencia, efectuada en Cuba entre 1896 y 1897. Por la
ensenada de María la Gorda, en la Bahía de Corrientes desembarcaron, entre otros, el
General puertorriqueño Juan Rius Rivera en el famoso Vapor Therre Friends en
Septiembre de 1896.

La extracción de madera y el carbón, conjuntamente con la ganadería extensiva y la


producción de cera y miel atrajeron a un mayor número de familias desde finales del
siglo XIX y surgieron así pequeños asentamientos humanos en el mayor de los
abandonos, hasta que la Revolución se encargó de transformar el nivel de vida de los
habitantes de la península.

Después del triunfo revolucionario de 1959 sus pobladores encuentran empleo seguro
en la Empresa Forestal Integral Guanahacabibes, o se dedican a proteger la flora y la
fauna y a fomentar la cría de puercos en estado salvaje en diferentes puntos de su
geografía, entre otras ocupaciones.

A partir de los años 90 se comienzan a introducir diversas modalidades turísticas en


Cuba, incorporando la región de Guanahacabibes luego de la implementación del
Programa de Ordenamiento Turístico, elaborado por la Dirección Provincial de
Planificación Física, conjuntamente con otras instituciones rectoradas por la Oficina de
Desarrollo Integral de Guanahacabibes.
Dicho programa hace énfasis en la construcción de instalaciones de alojamiento y
servicios, así como otras infraestructuras para la atención al turista, entre ellas el vial “La
Bajada - Morros de Piedra”, la “Marina Los Morros” y las ampliaciones sucesivas de las
capacidades de alojamiento del CIB “María la Gorda”.

Estas inversiones han estado encaminadas a la prestación de servicios para el Turismo


Convencional, alejado de la vocación del territorio que va encaminada a la prestación de
servicios para un turismo de naturaleza.

La gestión sostenible del turismo en el territorio de la Península de Guanahacabibes


debe seguir la premisa del concepto aceptado en la Conferencia de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) realizada en Río de Janeiro en 1992,
definió que el Desarrollo Sostenible: “Es el proceso que compatibiliza la satisfacción de
las necesidades, opciones y capacidades de las generaciones presentes y futuras,
garantizando la equidad social, preservando la integridad ecológica y cultural del
planeta, distribuyendo igualitariamente costos y beneficios, incorporando costos
ambientales a la economía y ampliando la participación de la base social, mediante el
uso de las políticas, económicas, sociales, ambientales y el concurso de los distintos
actores de la sociedad”

Con relación a la adecuación del concepto general al turismo, la Organización Mundial


del Turismo (OMT) refiere que: “El desarrollo del turismo sostenible satisface las
necesidades de los turistas y regiones anfitrionas presentes, al mismo tiempo que
protege y mejora las oportunidades del futuro. Está enfocado hacia la gestión de todos
los recursos de tal forma que se satisfagan todas las necesidades económicas, sociales
y estéticas al tiempo que respeta la integridad cultural, lo procesos ecológicos
esenciales, la diversidad biológica y los sistemas de apoyo la vida”.

El Parque se ha incorporado al diseño y explotación de opcionales de turismo de


naturaleza, mediante la comercialización de cuatro senderos ecoturísticos, donde se
realizan actividades concretas como: la observación de la vegetación y flora silvestre, de
fauna silvestre, de ecosistemas, de las características geológicas y de aves. Esta última
actividad ha devengado en un festival de Aves Migratorias que se celebra anualmente,
donde participa toda la comunidad y se incorporan los turistas.

Con independencia de que las acciones de monitoreo de la migración de Aves y la


anidación de las Tortugas Marinas forman parte de proyectos de investigación, resulta
prometedora su implementación como una actividad concreta dentro del turismo
científico.

Otras modalidades turísticas específicas desarrolladas en el parque son el Buceo (libre o


autónomo) y el espeleoturismo, como parte de un incipiente turismo de Aventuras.

Por otra parte en el área resulta interesante la reducida práctica de la modalidad de


turismo rural, mediante la visitación a sitios arqueológicos y el aprendizaje de la historia
local (Faro Roncali), con grandes potencialidades para su explotación a mayor escala en
el territorio.
A pesar de las características y potencialidades de la región, la gestión turística que se
realiza en el área es insuficiente, la concepción de la actividad se ha ido orientando
hacia una práctica convencional, con predominio de las inversiones y los proyectos de
desarrollo que implican aumentar la carga y la presión sobre los sistemas naturales,
factores estos que atentan contra los valores naturales y la vocación del territorio. Lejos
de avanzar hacia un Turismo de Naturaleza sostenible se han creado condiciones para
mantener un turismo convencional divorciado de las tendencias actuales.

Los ejemplos más representativos de esta disyuntiva se encuentran en la ampliación de


las capacidades de alojamiento del Centro Internacional de Buceo “María la Gorda”
(Figura 2), que presiona en sus límites y manejos el sector Cabo Corrientes del Parque
Nacional, donde es frecuente encontrar afectaciones a los bordes de las formaciones
vegetales, y el impacto negativo de los desechos generados en el complejo, por no
contar con los mecanismos necesarios para un manejo adecuado de los desechos
sólidos.

Otro ejemplo es el vial La Bajada-Los Morros, (Figura 3), que constituye una barrera
para algunos procesos biológicos como la migración de especies de la fauna silvestre
(ej. cangrejo rojo), afectando la estabilidad de las poblaciones y de la zona costera.

Figura 2. Ampliación CIB María la Gorda Figura 3. Vial La Bajada-Los Morros

La construcción de otras instalaciones que no se ajustan a la secuencia del paisaje


vegetal del área: la casa del leñador (Figura 4), la Villa Venezolana (Figura 5), y las
facilidades temporales de Los Cayuelos (Figura 6).

Figura 4. Casa del Leñador Figura 5. Villa Venezolana


Figura 6. Los Cayuelos.

A estas acciones se suma la reciente visitación de los cruceros a la península, la cual ha


generado además de grandes ingresos, impactos ambientales principalmente en los
fondos marinos. Esta modalidad no es compatible con la vocación, ni con las
características del área. La decisión del arribo de estas embarcaciones a la península
responde a criterios economicistas, no admisibles para un territorio con la fragilidad
ecológica de la península de Guanahacabibes, la cual no cuenta con una infraestructura
de atención al visitante, ni de atraco y calado para embarcaciones de dicha magnitud. El
crucerismo es una modalidad de turismo masivo que se contrapone a los criterios del
uso y manejo sostenible de la naturaleza.

Propuesta de Nuevas Prácticas

A modo de ver de los autores y por la experiencia acumulada en la materia, se considera


que no se ha realizado un estudio de mercado eficiente, que determine específicamente
hacia qué mercado se debe enfocar el producto Guanahacabibes, el cual debe ser
reestructurado, dirigiendo las miras hacia un enfoque integrador donde se combinen la
participación de todas las instituciones locales y la comunidad, que desde hace varios
años fue desplazada de su territorio de origen, excluyéndose, en gran medida, del
proceso de desarrollo.

Para lograr esto se debe crear un grupo de trabajo que realice el estudio de mercado y
un estudio de competencias para lanzar un producto exclusivo, resaltando sus valores.
La propuesta de estas actividades según las modalidades existentes se puede resumir
en la siguiente gráfica:
La peculiar estructura geomorfológica del paisaje de Guanahacabibes permite apreciar
fenómenos como la presencia de pantanos en la porción norte y la acumulación de
depósitos arenosos al sur, además de los farallones de 20 m sobre el nivel medio del
mar en la costa sur manifestados en terrazas labradas por el paso del tiempo, con
énfasis en Cabo Francés.

Se puede potenciar además el buceo, dada la existencia de fondos marinos con


atractivos singulares y ricas poblaciones de corales. Se puede analizar la posibilidad de
realizar buceo en cavernas submarinas. Además se han registrado más de 20 sitios
arqueológicos subacuáticos asociados a los naufragios ocurridos entre los siglos XVI y
XX. Entre ellos destacan el naufragio de la Urca holandesa ocurrido en 1698 en la
proximidad de Playa El Holandés y el del vapor Crown Prince, al que un huracán hizo
encallar en 1910. Este pecio se conserva parcialmente sumergido en la costa frente a
Playa La Majagua y resulta un atractivo singular en la zona de buceo.

Exploraciones subacuáticas han identificado la posición exacta de algunos de los pecios


y se han encontrado cañones, anclas, cascos, muestras de cerámica colonial,
bombardas, culebrinas, campanas, crucifijos y piedras de lastre.

El Espeleoturismo es otra actividad a potenciar. Durante muchos años cueva Perjuicio


y cueva La Barca fueron las dos espeluncas más importantes de la Península de
Guanahacabibes hasta que fue descubierta la cueva de Las Perlas, que las superó en
dimensiones. Perjuicio y La Barca son de gran importancia en el paisaje local, porque
poseen características propias por su morfología, historia y biología, que las singularizan
y las convierten en accidentes carsológicos que caracterizan la región. Cueva Perjuicio
es una de las tres cuevas con evidencias de arte rupestre de la zona (en una formación
secundaria una figura estilizada al parecer humanoide)
Como propuestas para el ecoturismo, se pueden mantener las opcionales que están
actualmente en explotación, no obstante se pueden cambiar algunos enfoques como la
incorporación, al terminar el sendero, de un rato de ocio en una de las 20 playas con que
cuenta la península, las cuales ocupan 15,3 Km de extensión (6% del total de costas).
Entre las de mayor atractivo, por sus blancas y finas arenas y la bondad de sus fondos,
resaltan Las Tumbas, El Perjuicio, El Holandés y María la Gorda.

Se pueden potenciar otras modalidades como el turismo rural, específicamente el


histórico arqueológico, ya que el área cuenta con la Cueva de la Pintura, el más
notable sitio arqueológico conservado de la Península de Guanahacabibes, situada a 1
km al norte de La Furnia y distante a 2 km del mar. El nombre de esta cavidad fue
otorgado en 1938, cuando el investigador García Castañeda, encontró en una columna
dentro del agua la posible existencia de un petroglifo. La espelunca tiene 48m de largo,
su entrada es una típica dolina de corrosión y desplome con una profundidad de 6m. Es
una cueva de origen freático-vadosa en fase destructiva. Presenta pocas formaciones
secundarias, entre estas: estalactitas, estalagmitas, columnas y lagos fósiles. Abunda el
guano de murciélago, la jaiba, cangrejos y diferentes especies de arañas. En su
superficie y dentro de la cueva es fácil observar los restos de gubias, percutores, piedras
molederas y vasijas de cobo, pertenecientes a los habitantes primigenios.

Por otra parte, la sala museo “Roncali” en la Península de Guanahacabibes hoy brinda
a los visitantes una mejor visión de la historia de esta zona geográfica. Recoge una
muestra de objetos pertenecientes a la construcción del “Faro Roncali”, su historia y la
vida de los torreros. También expone una secuencia fotográfica desde su fundación
hasta nuestros días, lo cual le permite a los visitantes apreciar las diferentes épocas por
las que ha pasado este monumento arquitectónico. Esta instalación se encuentra
enclavada en un lugar donde abundan sitios arqueológicos de gran riqueza; por esa
razón también se expone una muestra de la evidencia arqueológica perteneciente a las
etapas aborigen, colonial y neocolonial. Desde el 25 de septiembre del año 2000, fecha
de inauguración de la sala, hasta hoy, cientos de personas han podido ser partícipes de
las riquezas históricas de esta localidad.

Otra modalidad a fomentar es el agroturismo, que aun cuando existe una casa de la
miel y los campesinos conservan la tradición de extraer la miel, no se ha materializado
como un destino turístico. La flora de la península posee plantas carismáticas y
melíferas, que garantizan el proceso de la obtención de una miel ecológica con
excepcionales características, por la ausencia de productos contaminantes en el
territorio.
CONCLUSIONES

 La gestión de turismo que se realiza en Guanahacabibes aún no se ajusta a las


nuevas tendencias de desarrollo de turismo alternativo, especialmente del
Turismo de Naturaleza.
 Es indispensable realizar un reordenamiento del producto Guanahacabibes que
parta de un estudio de mercado y de competencias que permitan desarrollar
nuevas propuestas encaminadas a implementar un turismo sostenible, realzando
la exclusividad de los valores naturales de la región.
 Incorporar a las comunidades locales en los procesos de concepción y realización
de la propuesta de turismo de naturaleza.
 Se deben comercializar los diferentes atractivos turísticos como parte de un
producto más integrador, donde exista diversificación y especialización de la
oferta y por tanto un mayor alcance.
 Se deben repensar las características de las estructuras de apoyo y servicios
complementarios, encaminadas a un desarrollo sostenible más acorde con el
entorno.

REFERENCIAS

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ORDENAMIENTO TERRITORIAL DEL POLO TURÍSTICO. PENÍNSULA DE
GUANAHACABIBES. Dirección Provincial de Planificación Física. Pinar del Río. 2009.
 Marquez Llauger, L y Colectivo de autores. Plan de Manejo del Área Protegida de
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 Véliz Novales, W. Actualización del Plan General de Ordenamiento Territorial del Polo
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 Hernández E. y Colectivo de autores. Áreas Protegidas de Cuba. Centro Nacional de
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 Ramírez Pérez, JF e Iverilys Pérez Hernández. Taxonomía y Términos. Turismo de
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 Nello Andreu M. N. El turismo de naturaleza en Cuba. Potencialidades y perspectivas.
REVISTA DE GEOGRAFIA • 3 • 2004 / 117-131. Consultado (12/12/16), Disponible
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http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2004/01/04/hoy/negocios/1449117.html
 Leno Cerro. F. Los recursos turísticos en proceso de planificación: Inventario y
evaluación. 1992. Documento en PDF.

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