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EL AGUA EN EL SUBSUELO.

INTRODUCCIÓN

El recurso hídrico, a nivel nacional, está siendo altamente afectado por la


presión humana, agravando cada vez más su disponibilidad (cantidad y
calidad). Estos factores de presión son fundamentalmente la sobreexplotación
de acuíferos, el vertimiento de sustancias contaminantes a los cuerpos de
agua, los cambios en el uso del suelo tales como la deforestación, las prácticas
agrícolas inadecuadas, el incremento de urbanizaciones en zonas de
producción hídrica, entre otros. Este decrecimiento en la disponibilidad hídrica
aunando a un alto índice de crecimiento poblacional, generan conflictos los
cuales están incrementando y que tienden a agravarse; si no se toman las
medidas necesarias, como la regulación del uso del agua a través de
mecanismos de planificación normativas y leyes que permitan su protección y
su distribución en forma racional, que se refleja también en la sobreexplotación
del recurso agua del subsuelo. En ese sentido, es necesario conocer cómo es
que se genera el agua subterránea en el subsuelo; porque es tan importante
como reserva de agua dulce; si existe algún misterio en su origen magmático o
profundo; o si es considerado más que una fase o etapa del ciclo del agua. A
veces se olvida esta obviedad y se explotan las aguas de una región como si
nada tuvieran que ver con las precipitaciones o la escorrentía superficial con
resultados indeseables. La GWP - Perú, con el apoyo de algunas de sus
instituciones miembros presentan este documento técnico con información
básica referente a las aguas subterráneas y los acuíferos; y algunos aspectos
que se contemplan dentro de la hidrología subterránea.
El agua subterránea: es la que se encuentra bajo la superficie terrestre y
ocupa los poros y las fisuras de las rocas más sólidas. En general, mantiene
una temperatura muy similar al promedio anual en la zona, por ello, en las
regiones árticas, puede helarse.

El agua subterránea más profunda puede permanecer oculta durante miles o


millones de años. No obstante, la mayor parte de los yacimientos están a poca
profundidad y desempeñan un papel discreto pero constante dentro del ciclo
hidrológico.

A nivel global, el agua subterránea representa unas veinte veces más que el
total de las aguas superficiales de todos los continentes e islas, de ahí la
importancia de esta agua como reserva y como recurso de agua dulce.
Además, tiene un importante papel en la naturaleza. El efecto de la gran
reserva de agua respecto al flujo anual, es esencial para mantener el caudal de
base de muchos ríos y la humedad del suelo en las riberas y áreas bajas.

El agua subterránea es de esencial importancia para nuestra civilización


porque supone la mayor reserva de agua potable en las regiones habitadas por
los seres humanos. Puede aparecer en la superficie en forma de manantiales,
o puede ser extraída mediante pozos. En tiempos de sequía, puede servir para
mantener el flujo de agua superficial, pero incluso cuando no hay escasez, es
preferible utilizar agua subterránea porque no tiende a estar contaminada por
residuos o microorganismos. Aunque el agua subterránea está menos
contaminada que la superficial, la contaminación de este recurso también se ha
convertido en una preocupación en los países industrializados.

La movilidad del agua subterránea depende del tipo de rocas subterráneas en


cada lugar. Las capas permeables saturadas capaces de aportar un suministro
útil de agua son conocidas como acuíferos, y suelen estar formadas por
arenas, gravas, calizas o basaltos. Otras capas, como las arcillas, pizarras,
morrenas glaciares y limos tienden a reducir el flujo del agua subterránea. Las
rocas impermeables son llamadas acuífugas o rocas basamentarias.
En zonas permeables, la capa superficial del área de saturación de agua se
llama nivel freático. Cuando en lugares muy poblados o zonas áridas muy
irrigadas se extrae agua del subsuelo en demasía, el nivel freático puede
descender con gran rapidez, haciendo que sea imposible acceder a él, aun
recurriendo a pozos muy profundos.

Esquema que analiza la presencia de agua en subsuelo.

 Ciclo Hidrológico

El ciclo hidrológico (Figura 1) es la sucesión de etapas que atraviesa el agua al


pasar de la tierra a la atmósfera y volver a la tierra: evaporación desde el suelo,
mar o aguas continentales, condensación de nubes, precipitación, acumulación
en el suelo o masas de agua y reevaporación.

Figura 1. Representación del Ciclo Hidrológico Fuente: Musy, André,


2001

El ciclo hidrológico involucra un proceso de transporte recirculatorio e indefinido


o permanente, este movimiento permanente del ciclo se debe
fundamentalmente a dos causas: la primera, el sol que proporciona la energía
para elevar el agua (evaporación); la segunda, la gravedad terrestre, que hace
que el agua condensada descienda (precipitación y escurrimiento).
Chereque, 1989, se entiende como el conjunto de cambios que experimenta el
agua en la naturaleza, tanto en su estado (sólido, líquido y gaseoso) como en
su forma (superficial, sub-superficial, subterránea, etc.).

Estratos acuíferos.

Acuífero

Un acuífero es un volumen subterráneo de roca y arena que contiene agua. El


agua subterránea que se halla almacenada en los acuíferos es una parte
importante del ciclo hidrológico. Se han realizado estudios que permiten
calcular que aproximadamente el 30 por ciento del caudal de superficie
proviene de fuentes de agua subterránea (Figura 2).

Figura 4. Acuífero
Fuente: www.oldsaybrookct.org/Pages/OldSaybrookCT_APA/index

Los acuíferos los podemos clasificar en:

Acuíferos libres. Son aquellos en los que el nivel de agua se encuentra por
debajo del techo de la formación permeable. Liberan agua por desaturación, es
decir, el agua que ceden es la procedente del drenaje de sus poros. (Figura 5)
Acuíferos confinados. Son aquellos cubiertos por una capa impermea- ble
confinante. El nivel de agua en los acuíferos cautivos está por enci- ma del
techo de la formación acuífera. El agua que ceden procede de la expansión del
agua y de la descompresión de la estructura permeable vertical, cuando se
produce la depresión en el acuífero. También se les denomina acuíferos
cautivos. (Figura 5)

Acuíferos semiconfinados. Se pueden considerar un caso particular de los


acuíferos cautivos, en los que muro, techo o ambos no son totalmente
impermeables, sino que permiten una circulación vertical del agua.

Conductividad hidráulica “k”

A la constante k, se la conoce como la conductividad hidráulica. Esta es usada


como un parámetro para evaluar la resistencia que ofrecida el suelo al flujo de
agua. La conductividad hidráulica depende en gran manera de la estructura del
suelo, las propiedades que influyen en la conductividad hidráulica son:

·         El tamaño de partículas.


·         La gradación del suelo.
·         El índice de vacíos del suelo.
·         La textura y rugosidad de las partículas.
·         Temperatura.
·         Viscosidad del fluido.

Claro está, que en la mayoría de los casos el agua nunca está completamente
limpia, contiene pequeñas cantidades de otras sustancias que pueden producir
pequeñas variaciones en la viscosidad y densidad, aun así estas dos últimas
no definen el valor de la conductividad hidráulica por lo que son descartadas.
La conductividad hidráulica es medida en unidades similares a la velocidad, su
intervalo de variación para el suelo es muy amplio. Se extiende desde un valor
insignificante de 10-7 cm/s para el caso de arcillas, hasta un máximo de 100
cm/s para el caso de algunas gravas. En la Tabla 4.3, se presenta rangos de
valores para la conductividad hidráulica en algunos tipos de suelo.

Según al valor de la conductividad hidráulica, puede evaluarse el grado de


permeabilidad de un suelo. La Tabla 4.4, muestra una orientación del grado de
permeabilidad del suelo según a su conductividad hidráulica.
Existen diversas maneras para determinar la conductividad hidráulica de un
suelo, las formas más comunes son mediante:

·        Ensayos en laboratorio.
·        Métodos empíricos.
·        Ensayos en campo.
LEY DE DARCY

El ingeniero Henry Darcy trabajó muchos años en el abastecimiento de agua a


la ciudad francesa de Dijon1 . Se interesó en el flujo del agua a través de los
medios porosos porque se utilizaban filtros de arena para depurar el agua y por
la observación de pozos que contribuían al abastecimiento de la ciudad. En
1856 presentó un voluminoso informe sobre el tema, que incluía un pequeño
apéndice describiendo sus experimentos y la obtención de la ley. Ese pequeño
anexo puede considerarse el nacimiento de la hidrogeología como ciencia, ha
sido la base de todos los estudios físico-matemáticos posteriores sobre el flujo
del agua subterránea. En los laboratorios actuales disponemos de aparatos
muy similares al que utilizó Darcy, y que se denominan permeámetros de carga
constante2 (Figura 3)
Básicamente un permeámetro es un recipiente de sección constante por el que
se hace circular agua conectando a uno de sus extremos un depósito elevado
de nivel constante. En el otro extremo se regula el caudal de salida mediante
un grifo que en cada experimento mantiene el caudal también constante.
Finalmente, se mide la altura de la columna de agua en varios puntos (como
mínimo en dos, como en la Figura 3). Darcy repitió el experimento de la figura 1
con varios materiales porosos y cambiando las variables, y dedujo que el
caudal que atravesaba el permeámetro era linealmente proporcional a la
sección y al gradiente hidráulico. Y que la constante de proporcionalidad era
característica de cada arena o material que llenaba el permeámetro.

Es decir: variando el caudal con un grifo y/o moviendo el depósito elevado, los
niveles del agua en los tubos varían. Podemos probar también con
permeámetros de distintos diámetros y midiendo la altura de la columna de
agua en puntos más o menos próximos (diferentes l). Pues bien: cambiando
todas la variables, siempre que utilicemos la misma arena, se cumple que:

Y el valor de K permanece constante siempre que utilicemos la misma arena.


(Ver la figura 1 para el significado de las otras variables) Si utilizamos otra
arena (más gruesa o fina, o mezcla de gruesa y fina, etc.) y jugando de nuevo
con todas las variables, se vuelve a cumplir la ecuación anterior, pero la
constante de proporcionalidad K es otra distinta. Darcy concluyó, por tanto, que
esa constante era propia y característica de cada arena. Esta constante se
llamó permeabilidad (K) aunque su denominación correcta actual es
conductividad hidráulica. Como las unidades del caudal Q son L3 /T , la sección
es L2, e h e l son longitudes, se comprueba que las unidades de la
permeabilidad (K) son las de una velocidad ( L/T ). La expresión correcta de la
Ley de Darcy es la siguiente:

Características de los acuíferos.

La propiedad de los acuíferos de contener agua, está gobernada por varios


factores: Porosidad, Permeabilidad, Transmisibilidad Especifica y Coeficiente
de Almacenamiento.

Conocer estas características permite evaluar la magnitud del recurso y su


aprovechamiento racional sin peligro a agotarlo (Arocha, 1980).

Porosidad (n)

Como las rocas no son completamente sólidas (poseen grietas o espacios


intergranulares), y al conjunto de estas aberturas o intersticios se le llama
porosidad. La porosidad no define la existencia del acuífero, sino que además
se requiere de estos estén interconectados; característica que se ve afectada
por los factores siguientes:

Grado de comparación del material, forma y arreglo de las partícula y su


gradación, las cuales son independientes del tamaño de las mismas. El valor
de “n”, varía de 0 a 50%, dependiendo de los factores mencionados.
Permeabilidad (K)

Es la propiedad de las rocas de permitir o no el flujo del agua; es decir, un


estrato geológico siendo poroso puede contener agua, pero si los espacios
vacíos no se interconectan, el agua no circula.

Esta libertad de movimiento depende de: Tamaño y forma de las partícu- las,
gradación del material y viscosidad del agua. El coeficiente de per- meabilidad
de un material, se define como el volumen de agua que asa por unidad de
tiempo, a través de una sección de acuífero de área unitaria (1 m2), cuando el
gradiente hidráulico es unitario y la temperatura este en promedio de 15°C.

La Permeabilidad tiene dimensiones de velocidad m/día ó m3/día/m2(Arocha,


1980).

Transmisibilidad o Transmisividad (T)

Es una medida de la capacidad de un acuífero para conducir agua o transmitir


agua, definiéndose como el volumen de agua que pasa por unidad de tiempo, a
través de una franja vertical de acuífero de ancho unitario, extendida en todo el
espesor saturado, cuando el gradiente hi- dráulico es unitario y a una
temperatura de 15°C (Arocha 1980).

La transmisividad es el producto de la conductividad hidráulica y el espesor


saturado del acuífero:

T =b∗K

Donde:

T —> Transmisividad (L2/T),

b —> Espesor saturado del


acuífero (L)

K —> Conductividad hidráulica


(L/T).

Para un acuífero compuesto de muchos estratos la transmisividad total es la


suma de las transmisividades de cada estrato:

T =Σ TI

Donde:

n —> Número total de estratos y Ti —> Transmisividad del estrato


i.

La transmisividad de un acuífero es un concepto que asume que flujo a través


de él es horizontal. En algunos casos este supuesto es válido, pero en otros no.
También nos indica la posibilidad que ofrece un acuífero de cara a su
explotación.

Su determinación, a veces puede hallarse mediante prueba de bombeo; así


como también, deducirla conociendo los valores de b y K (Figura 10).

Coeficiente de Almacenamiento (S)

Es adimensional. Se refiere al volumen que es capaz de liberar el acuífero al


descender en una unidad el nivel piezométrico ( o la presión) Se define como el
volumen de agua que puede ser liberado por un prisma vertical del acuífero, de
sección igual a la unidad y altura la del espesor saturado, si se produce un
descenso unidad del nivel piezométrico.

En acuíferos confinados los valores típicos se encuentran entre 0.00005 y


0.005, mucho menores que la porosidad eficaz de un acuífero libre (ver abajo).
Esto se debe a que en un acuífero confinado el agua no es liberada por el
drenaje de los intersticios sino por la compresión del acuífero, en particular de
las capas de arcillas y limos intercaladas, (por eso también denominado
coeficiente de almacenamiento elástico), y todo el material acuífero permanece
saturado.

En un acuífero libre: S = 0'05 - 0'03

En acuíferos confinados: S = 10 -3 - 10 -5
Determinar “k” para un estrato permeable.

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