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Riesgos y medidas

preventivas
en diversas
actividades
productivas
PID_00263728

Jaume Abat Dinarès

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 8 horas


© FUOC • PID_00263728 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

Jaume Abat Dinarès

Técnico superior en prevención de


riesgos laborales.
Licenciado en Ciencias Empresaria-
les.
Ingeniero técnico industrial.
Profesor consultor de la Universitat
Oberta de Catalunya.

Primera edición: febrero 2019


© Jaume Abat Dinarès
Todos los derechos reservados
© de esta edición, FUOC, 2019
Av. Tibidabo, 39-43, 08035 Barcelona
Diseño: Manel Andreu
Realización editorial: Oberta UOC Publishing, SL

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de los titulares del copyright.
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Índice

1. Introducción........................................................................................ 5

2. Agricultura y ganadería.................................................................. 8
2.1. Caracterización del sector ........................................................... 8
2.2. Identificación y gestión de los riesgos ........................................ 10
2.2.1. Peligros, riesgos y deficiencias más significativas .......... 10
2.2.2. Medidas preventivas ...................................................... 12

3. Explotaciones forestales................................................................... 27
3.1. Características generales del sector ............................................. 27
3.2. Identificación y gestión de los riesgos ........................................ 28
3.2.1. Espacios de trabajo en actividades forestales ................. 28
3.2.2. Utilización de herramientas manuales .......................... 30
3.2.3. Máquinas portátiles: motosierra y motodesbrozadora .. 31
3.2.4. Maquinaria forestal ........................................................ 37
3.2.5. Manipulación de sustancias químicas: productos
fitosanitarios y fertilizantes ........................................... 43
3.2.6. Actividades del sector forestal ....................................... 46

4. Sector sanitario hospitalario.......................................................... 48


4.1. Caracterización del sector ........................................................... 48
4.2. Identificación y gestión de los riesgos ........................................ 49
4.2.1. Exposición a contaminantes biológicos ........................ 50
4.2.2. Exposición a contaminantes químicos .......................... 55
4.2.3. Carga mental del trabajo y de situaciones de estrés ...... 58
4.2.4. Sobreesfuerzo ................................................................. 60
4.2.5. Caída al mismo nivel .................................................... 62
4.2.6. Agresiones externas ....................................................... 63
4.2.7. Ambiente físico .............................................................. 64

5. Establecimientos residenciales....................................................... 66
5.1. Características generales del sector ............................................. 66
5.2. Identificación y gestión de los riesgos ........................................ 68
5.2.1. Peligros, riesgos y deficiencias más significativas .......... 68
5.2.2. Medidas preventivas ...................................................... 69

6. Talleres de reparación de vehículos.............................................. 73


6.1. Características generales del sector ............................................. 73
6.2. Identificación y gestión de los riesgos ........................................ 73
6.2.1. Peligros, riesgos y deficiencias más significativas .......... 73
6.2.2. Medidas preventivas ...................................................... 75
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7. Carpinterías......................................................................................... 82
7.1. Caracterización del sector ........................................................... 82
7.2. Identificación y gestión de los riesgos ........................................ 83
7.2.1. Riesgos y medidas preventivas generales ....................... 83
7.2.2. Riesgos y medidas preventivas relativas a la
maquinaria utilizada ...................................................... 84
7.2.3. Riesgos y medidas preventivas relativas a la
inhalación del polvo de madera .................................... 94
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1. Introducción

En este tercer módulo se tratan otros sectores de la actividad económica, puede


ser que no tan significativos como los dos anteriores, pero no menos impor-
tantes, tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista
de la seguridad y salud en el trabajo.

Los sectores o actividades que se exponen son:

• Agricultura y ganadería.
• Explotaciones forestales.
• Sector sanitario hospitalario.
• Establecimientos residenciales de la tercera edad.
• Talleres de reparación de vehículos.
• Carpinterías.

El sector agrario destaca por el elevado porcentaje de empresarios que no tie-


nen trabajadores asalariados a su cargo, pero sin embargo la siniestralidad es
superior a la media nacional y muy próxima a la del sector industrial. La causa
que provoca los accidentes, en su mayor parte, es los movimientos del cuerpo,
seguida por caídas de personas y pérdida del control de máquinas, herramien-
tas, objetos o animales.

Las explotaciones forestales, como subgrupo del agrario, presenta como él un


común de características: trabajo al aire libre, mecanización de los trabajos,
rotación de personal, alejamiento y dispersión de las explotaciones. Pero estas
características se ven agravadas por el trabajo al aire libre que se realiza, en la
mayoría de las situaciones, en terrenos con pendiente y no uniformes, por la
maquinaria forestal utilizada, que trabaja en estos terrenos irregulares y por la
maquinaria portátil utilizada que es muy peligrosa y que debe ser manejada
con sumo cuidado.

El tercer sector analizado es el sanitario hospitalario, que es muy amplio y


complejo. En un sector que incluye un gran número de peligros y riesgos, así
como problemas complejos de gestión de seguridad y salud en el trabajo. Des-
de el año 2000 la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
ha prestado una atención especial a este sector en sus proyectos para reducir
los riesgos tradicionales del sector, que son la causa de la mayoría de los acci-
dentes de trabajo, el sobreesfuerzo debido al movimiento de pacientes y los
relacionados con contaminantes biológicos.
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La actividad realizada en los establecimientos residenciales, dentro del grupo


de actividades sanitarias y de servicios sociales, presenta una situación similar
a la del sector sanitario hospitalario, pero con el agravante de que en este los
riesgos derivados de la movilización de pacientes son mucho más elevados.

La actividad realizada en los talleres de reparación de vehículos es una acti-


vidad muy extendida, con una amplia variedad de tipo de locales, aparatos
y trabajadores. Hoy en día predominan los pequeños talleres, donde, en un
solo habitáculo, se realizan muchas funciones, aunque esta situación va cam-
biando a grandes talleres completamente organizados. Por consiguiente, los
riesgos derivados de la utilización de la distinta maquinaria y equipos se ven
agravados en los pequeños talleres, por la falta de espacio y la acumulación de
máquinas, equipos y vehículos.

La última actividad analizada es la de carpintería, también muy extendida y


realizada en pequeños locales. No incluye la fabricación de muebles, que nor-
malmente se realiza en grandes empresas muy automatizadas. La carpintería
utiliza máquinas, como son la sierra de cinta, la sierra de disco y la tupi, que,
por su funcionamiento normal, son muy peligrosas; de hecho, provocan un
elevado número de accidentes por la proximidad de las manos del operario a
las herramientas de corete, en casi toda la duración de la fase de trabajo.

Como medidas preventivas a adoptar, en general, aplicables a las actividades


citadas, hay que recordar las contenidas en la parte general del máster, entre
otras:

• Real�Decreto�485/1997,�de�14�de�abril, sobre disposiciones mínimas en


materia de señalización de seguridad y salud en el trabajo.
• Real�Decreto�486/1997,�de�14�de�abril, por el que se establecen las dis-
posiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
• Real�Decreto�487/1997,�de�14�de�abril, sobre disposiciones mínimas de
seguridad y salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe
riesgos, en particular, dorsolumbares, para los trabajadores.
• Real�Decreto�773/1997,�de�30�de�mayo, sobre disposiciones mínimas de
seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos
de protección individual.
• Real�Decreto�1215/1997,�de�18�de�julio, por el que se establecen las dis-
posiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los traba-
jadores de los equipos de trabajo.
• Real�Decreto�614/2001,�de�8�de�junio, sobre disposiciones mínimas para
la protección de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo
eléctrico.
• Real�Decreto�681/2003,�de�12�de�junio, sobre la protección de la salud
y la seguridad de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de at-
mósferas explosivas en el lugar de trabajo.
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• Real�Decreto�1311/2005,�de�4�de�noviembre, sobre protección de la sa-


lud y la seguridad de los trabajadores frente a los riesgos derivados o que
puedan derivarse de la exposición a vibraciones mecánicas.
• Real�Decreto�286/2006,�de�10�de�marzo, sobre la protección de la segu-
ridad y la salud de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la
exposición al ruido.
• Real�Decreto�299/2016,�de�22�de�julio, sobre la protección de la salud
y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la
exposición a campos electromagnéticos.
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2. Agricultura y ganadería

2.1. Caracterización del sector

En primer lugar, un aspecto importante es determinar con exactitud qué in-


cluye el denominado sector agrario recogido en el grupo A de la CNAE 2009,
que aglutina «Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca».

• 01 - Agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con las mismas


• 02 - Silvicultura y explotación forestal
• 03 - Pesca y acuicultura

Ello supone que se trata de muchas actividades con características muy dife-
rentes y cuyos riesgos no son comunes ni mucho menos.

En el presente módulo, nos centraremos en la agricultura y la ganadería.

Para profundizar en la caracterización de este sector, es aconsejable leer el in- Enlace recomendado
forme que sobre el mismo realizó el INSST con la denominación «Diagnósti-
En el siguiente enlace en-
co de situación del sector agrario: Estudio de las condiciones de trabajo en el contraréis el citado infor-
sector a partir del análisis de la siniestralidad». me: http://www.insht.es/
InshtWeb/Contenidos/Docu-
mentacion/FICHAS%20DE
%20PUBLICACIONES/EN
Del citado informe cabe destacar su resumen, que brevemente se expone a
%20CATALOGO/AGRICUL-
continuación: TURA/Diagnostico%20de
%20situacion%20del%20sec-
tor%20agrario.pdf.
• En vista de los datos aportados por la EPA, es un sector en el que predo-
minan de forma importante los trabajadores de sexo masculino, con por-
centajes superiores al 70 % en todas las actividades agrarias y ganaderas,
superando incluso el 90 % en silvicultura.
• La presencia de trabajadores extranjeros es diferente en función de las ac-
tividades. Si en la población total de trabajadores el porcentaje de extran-
jeros es del 10 %, en producción combinada es prácticamente la mitad
que la media, mientras que, por el otro extremo, se encuentra agricultura,
donde casi uno de cada cuatro trabajadores es de otra nacionalidad.
• El nivel de formación de los trabajadores del sector está claramente por
debajo de la media en todas las actividades analizadas, sobre todo en las
actividades agrarias y ganaderas, donde más del 70 % de los trabajadores
solo han alcanzado hasta la primera etapa de educación secundaria (frente
a un porcentaje superior al 30 % en el total de actividades).
• El sector agrario destaca por el elevado porcentaje de empresarios en la
mayor parte de las actividades, especialmente en las ganaderas. De nuevo,
la única excepción es la silvicultura. Los datos de la EPA indican también
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que la mayor parte de estos empresarios no tienen trabajadores asalariados


a su cargo.
• Existe un elevado índice de temporalidad en la contratación, especialmen-
te en las actividades agrícolas, aunque también en silvicultura, mientras
que las actividades ganaderas tienen porcentajes más cercanos a la media.
Es también significativa la diferencia en los contratos discontinuos entre
los asalariados con contrato indefinido, superior al total de actividades en
las actividades del sector (excepto en producción ganadera), pero especial-
mente dispar en el caso de agricultura, donde llega a ser hasta diez veces
superior.
• La siniestralidad en las actividades agropecuarias es superior a la media y
próxima a la del sector industrial, pero en silvicultura el índice de inciden-
cia de accidentes de trabajo quintuplica al del total de actividades.
• Los accidentes en el sector son también más graves que en el total de acti-
vidades. Así, la suma de accidentes graves y mortales en el total de activi-
dades no llega al 1 %, mientras que en producción ganadera y silvicultura
es superior al 2 %, y en producción combinada alcanza el 4 %.
• Si se centra el análisis en los accidentes mortales, los datos siguen siendo
muy negativos. Los índices mortales son entre 1,5 y dos veces superiores
en las actividades agropecuarias en relación con el total de actividades. Y
en el caso de silvicultura, el mejor de los años de la serie, el índice fue
cuatro veces superior, pero otros años ha llegado a ser hasta quince veces
superior.
• Además, el análisis de la tendencia de la siniestralidad muestra un empeo-
ramiento en este sector al compararlo con el total de las actividades, ya
que, mientras que en el total de actividades la tendencia es descendente,
en agricultura, por el contrario, muestra una línea ascendente.
• El análisis de la siniestralidad por tipo de contratación revela datos intere-
santes, como el hecho de la desproporción entre los porcentajes de asala-
riados y autónomos y la siniestralidad. Es un hecho generalizado que los
porcentajes de accidentes notificados por asalariados son superiores a los
notificados entre los autónomos.
• Con respecto a la modalidad preventiva, resalta un mayor porcentaje de
accidentes en los casos en que el propio empresario asume la gestión pre-
ventiva, especialmente en producción ganadera y combinada.
• El análisis de los accidentes muestra que, en su mayor parte, se producen
en las propias labores agrícolas, forestales y con animales, seguidos de otras
tareas secundarias de tratamiento, almacenamiento, etc.
• La actividad física que realizaba el trabajador en el momento del accidente
coincide con el resto de actividades; las más frecuentes son: movimientos
del trabajador, manipulación de objetos, transporte manual y trabajos con
herramientas, aunque con algunos datos diferenciales. Así, los accidentes
por trabajos con herramientas manuales son especialmente elevados en
agricultura, apoyo agrícola y ganadero y silvicultura, mientras que en pro-
ducción ganadera y combinada destacan los accidentes por movimiento.
• El hecho anormal que provoca el accidente es en su mayor parte movi-
mientos del cuerpo, seguido por caída de personas y pérdida de control
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de máquinas, herramientas, objetos o animales. Concretamente, en este


sector cabe resaltar la caída de personas en silvicultura y en producción
ganadera y combinada, a la que hay que añadir, como desviación frecuen-
te, sorpresa, miedo, violencia, agresión o amenaza (derivado del trabajo
con animales, fundamentalmente).
• La principal forma de contacto es el sobreesfuerzo físico, así como el cho-
que entre trabajador y objeto cuando uno de los dos está en movimiento,
así como el contacto con agentes cortantes.
• En lo que respecta a los agentes materiales asociados tanto a la actividad
que se estaba realizando como a la desviación y al propio agente causante
de la lesión, sin contar con los evidentes como árboles, plantas y cultivos y
animales domésticos y de cría, son de resaltar los elevados porcentajes de
accidentes en los que el agente material es una herramienta manual (con
o sin motor), máquinas portátiles o móviles, y en las actividades agrícolas
también dispositivos de elevación, transporte, embalaje y almacenamien-
to, tanto fijos como móviles.
• En relación con las enfermedades profesionales, el primer dato que llama
la atención es el hecho de que del total de partes notificados en el periodo
analizado, solo el 1,15 % son de trabajadores del sector agrario (excluyendo
pesca). Aunque se observa una cierta tendencia al alza, al final de la serie
se estabiliza.
• Respecto a la distribución entre los distintos grupos de EE PP, prácticamen-
te una de cada cuatro partes se debe a agentes físicos, y estos, en su mayo-
ría, son trastornos musculoesqueléticos, de manera que con el 73 % de los
partes cerrados son TME, de forma predominante de extremidad superior,
y entre los que cabe destacar epicondilitis y epitrocleitis y tendinitis de
mano y muñeca y síndrome del túnel carpiano. Le siguen en importancia
las EE PP por agentes biológicos y las producidas por inhalación de sus-
tancias.

La importancia de este sector, en lo que se refiere a la seguridad y salud laboral, Enlace recomendado
ha provocado que el INSST haya incluido en su página web un portal temático
En el siguiente enlace encon-
dedicado exclusivamente al sector agrícola. traréis el citado portal, que es
aconsejable visitar para poder
profundizar en dicho sector:
2.2. Identificación y gestión de los riesgos http://www.insht.es/portal/
site/SectorAgrario/.

2.2.1. Peligros, riesgos y deficiencias más significativas

La experiencia y la constatación que se obtienen de los datos de siniestralidad


en periodos largos indican que las principales fuentes de daño o peligros son de
tipo mecánico o físico (atrapamientos, caídas de altura, aplastamientos, cortes)
y, también, enfermedades por transmisión de bacterias o virus del ganado. En
concreto, los riesgos básicos en los trabajos agrícolas serían:
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1) Caídas de altura y a nivel de las personas desde tractores, remolques, es-


caleras de mano, suelos pavimentados de pasadizos en granjas o muelles de
descarga.

2) Atrapamientos del cuerpo o de partes del cuerpo por contacto con transmi-
siones, en especial, los árboles de toma de fuerza del tractor o de equipos que
están conectados, como las cisternas de esparcir purín, abonadoras, equipos
de riego y, también, en caso de vuelco del tractor.

3) Atropellos o choques con vehículos en situaciones de desplazamiento o bien


en maniobras y tareas de conexión o acoplamiento de remolques o equipos
similares a la zona posterior del tractor.

4) Contactos con herramientas manuales –hachas, cortadoras, tijeras de po-


dar–; también son una fuente de daño, aunque no tengan, en general, un ca-
rácter grave o irreversible.

5) Contactos eléctricos directos e indirectos con líneas de alta y baja tensión:


también hay que considerarlos en cuanto a la gravedad de las lesiones.

6) Asimismo, hay que tener presentes los contactos con productos químicos
(sosa, ácido sulfúrico), plaguicidas (clorados, fosforados, piretroides) o desin-
fectantes de tierras, abonos químicos, bases o ácidos, de alta o baja concentra-
ción, con resultados agudos o a medio y largo plazo.

7) Los riesgos derivados del manejo de animales en explotaciones ganaderas:

En cualquier explotación ganadera existen dos tipos de riesgos importantes


generados por el ganado:

• Contacto�físico. Se refiere a la posibilidad de ser lastimado por el animal,


ya sea por embestida, cornada, mordedura, pisotón, coz o cualquier otro
tipo de lesión directa, intencionada o no.
• Transmisión�de�enfermedades�(zoonosis). Las enfermedades transmiti-
das por los animales a las personas se pueden contagiar a través de las si-
guientes vías:
– Vía�dérmica. Por contacto físico con el animal o con sus excrementos,
órganos, vísceras o restos.
– Vía�parenteral. Por penetración a través de heridas en la piel.
– Vía�digestiva. Por la ingesta de alimentos contaminados por la enfer-
medad, o por la bebida de agua u otros líquidos contaminados (leche,
etc.).
– Vía�respiratoria. Contagio a través de los pulmones, por respiración
de una atmósfera contaminada.
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Existen también otros riesgos secundarios que surgen de la necesidad de utili-


zar medicamentos veterinarios, desinfectantes para el ganado o insecticidas.

2.2.2. Medidas preventivas

Relativas al riesgo de caída a distinto y mismo nivel de personas

Legalmente, hay que proteger cualquier riesgo de caída a partir de los 2 m (Real
Decreto 486/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad
y salud en los lugares de trabajo), pero hay que considerar que los lugares de
trabajo, en este sector, no tienen en muchos casos ningún tipo de delimitación
y, en realidad, es la persona quien los crea con el trabajo que realiza. Por lo
tanto, el entorno es bastante cambiante, ya sea en exteriores o en interiores.
Pensemos en un campesino y en la diversidad de trabajos y lugares donde
trabaja al cabo del día. Tanto los tipos del suelo como las alturas por donde
tiene que circular o estar son muy variados y eso hace que solo se pueda actuar
en dos direcciones:

• Haciendo prevención en los equipos de trabajo que inevitablemente se


tengan que usar: escaleras fijas y manuales, máquinas con plataformas
abiertas, techos donde hay que acceder o remolques, entre otros.
• Llevando a cabo una tarea de información y formación continuas sobre
estos riesgos y los daños que pueden ocasionar. Hay situaciones en las que
se podrá proteger a las personas con barandillas rígidas y reducir el riesgo
de manera considerable. En otras situaciones, hará falta la ayuda de los
operarios en el uso de cinturones y sujeciones estables en zonas elevadas,
como techos, tejados, pilas de almacenaje o silos verticales y, en otras oca-
siones, se tendrá que usar una metodología de trabajo segura.

En cuanto a las caídas a nivel, hay que tener presente los tipos del suelo an-
tideslizantes y el uso de calzado con estas características en zonas de tráfico
normal, en especial en dependencias de ganado, muelles de carga o rampas
de acceso.

Hay elementos del entorno físico como la intensidad de la iluminación que Enlaces recomendados
son significativos para que haya o no caídas. En las zonas de tráfico el Real De-
En los siguientes enlaces
creto 486/1997, ya citado, fija en el anexo IV un nivel mínimo de iluminación encontraréis el Real De-
de 100 lux en locales o áreas de uso habitual. También, en todo lo que delimite creto 486/1997, de 14 de
abril, y la Guía Técnica del
zonas abiertas y sin obstáculos, la limpieza, el mantenimiento y el orden, así INSST: https://www.boe.es/
buscar/act.php?id=BOE-
como la señalización de las zonas, ayudará a reducir el riesgo de caída.
A-1997-8669.
http://www.insht.es/Insht-
Relativas al riesgo de atrapamiento por transmisiones o en caso Web/Contenidos/Normati-
de vuelco del tractor va/GuiasTecnicas/Ficheros/
lugares.pdf.

Estos tipos de accidentes son bastante frecuentes, ya que una gran parte de
las máquinas agrícolas dispone de árboles, brazos o ejes de transmisión que
quedan al alcance directo de las personas. Se trata, pues, de proteger todos
estos mecanismos, la mayoría de los cuales se conectan a la toma de fuerza del
© FUOC • PID_00263728 13 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

tractor a través de un eje longitudinal con juntas de cardán que giran sobre él
mismo. En el mercado hay dispositivos para proteger de manera íntegra toda
la largura del árbol. El protector tiene que ser robusto, de acero si es posible,
y no tiene que girar nunca de manera solidaria con el brazo, el eje o la barra
de giro a la que rodea y protege. Muy a menudo, el protector está fijado con
cadenas en la carcasa del tractor y del arreo para garantizar esta necesidad.
Otro punto básico es que el protector no sea fácilmente desmontable.

Los protectores fijos de transmisiones tipo polea, correas o engranajes son to-
davía más fáciles de instalar. Deben cubrir toda la zona de peligro, ser de alma
llena y resistir mecánicamente los esfuerzos normales del trabajo. Tampoco
hay que olvidarse de fijarlos en caso de avería o mantenimiento. Otra norma
que se tiene que seguir es la desconexión segura del sistema de alimentación
si se tiene que trabajar directamente en proximidad a la transmisión.

Resguardo en
la toma de fuerza

Resguardo del eje


Horquilla
de transmisión
Resguardo de protección
Cadena de sujeción en el árbol receptor

Fuente: http://javiertrullas.wordpress.com/

Hay elementos como las barras de segar, los discos de cortar o los rotocultores
de los rotovatores que en primer lugar hay que conocer de manera detallada
para poder actuar de acuerdo con las protecciones que llevan. Muy a menudo,
estos elementos quedan trabados y al sacar el impedimento se ponen en mo-
vimiento directamente, lo que ha ocasionado accidentes graves. Por lo tanto,
se tiene que estar informado sobre los mecanismos de accionamiento y dete-
nerlos cuando se tenga que maniobrar en estos dispositivos.

Finalmente, se tiene que considerar el caso del vuelco del tractor, forma de
accidente clásica en este equipo de trabajo con consecuencias muy graves y
a menudo mortales. Por normativa, todos los tractores tienen que disponer
de una estructura, cerrada o no, que sea no deformable en caso de vuelco y
que disponga de la correspondiente certificación de resistencia. El pórtico o
cabina de seguridad no evita en ningún caso el accidente de vuelco, lo que
hace es garantizar la integridad del conductor si este se mantiene en la zona
de conducción por medio de un cinturón de seguridad que lo fija al asiento.
© FUOC • PID_00263728 14 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

La normativa de referencia en este caso es el Real Decreto 1215/ 1997 sobre Enlaces recomendados
disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por parte de los
En los siguientes enlaces en-
trabajadores de los equipos de trabajo. contraréis el Real Decreto
12151997, de 18 de julio y
la Guía Técnica del INSST
A continuación, se exponen las medidas preventivas más significativas de las para su aplicación: https://
www.boe.es/buscar/act.php?
diferentes máquinas utilizadas:
id=BOE-A-1997-17824.
http://www.insht.es/Insht-
1)�Arados: Web/Contenidos/Normati-
va/GuiasTecnicas/Ficheros/
equipo1.pdf.

• Debe llevar un dispositivo que le permita desacoplarse automáticamente


para evitar que, al encontrar una fuerte resistencia en el terreno, el tractor
se encabrite.
• Es muy importante mantener siempre bien engrasados estos dispositivos
de seguridad.
• Al acoplar el arado al tractor, existe un gran riesgo de quedar aprisionado.
• Para regular el arado debe pararse el tractor y, una vez verificada la opera-
ción, ponerlo en marcha nuevamente.
© FUOC • PID_00263728 15 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Es extremadamente peligroso situarse debajo del arado, suspendido por el


sistema hidráulico, para realizar ajustes.

2)�Rotovator

• Las azadas giratorias del rotovator deben estar protegidas por un resguardo
metálico que impida las proyecciones de piedras, así como la posibilidad
de que alguien pueda introducir un pie o una mano.
• Cuando se tenga que retirar maleza o raíces, deberá detenerse el tractor y
pararse el motor, para evitar que la máquina pueda ponerse en movimien-
to por descuido y ocasione atrapamientos.

3)�Rastrillo
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• Para aumentar la presión del rastrillo sobre el terreno, deben utilizarse ob-
jetos pesados, jamás personas, ya que el riesgo de accidente por caída es
evidente.
• Para transportar los rastrillos de un lugar a otro, debe conducirse a poca
velocidad y señalar las partes salientes con trapos rojos de día y con luces
rojas de noche.
• Poner especial cuidado en los giros, para que la cadena de arrastre de la
grada no quede atrapada por una de las ruedas traseras, que la levantaría
hasta golpear la espalda del conductor.

4)�Distribuidora�de�estiércol

• Las partes móviles del transportador de estiércol y del espaciador, que so-
bresalgan de los lados de la caja, deben estar protegidas por una pantalla
que impida la acumulación de estiércol.
• No se debe cargar en exceso, ya que se pueden producir apelmazamientos
que originan accidentes muy graves cuando se intenta deshacerlos empu-
jando. Si esto ocurriera, se debe parar el tractor totalmente y empujar con
un mango de madera o un gancho de alambre fuerte.

5)�Abonadora

• Para el manejo de abonos orgánicos, deben utilizarse guantes de neopreno


al objeto de evitar quemaduras en las manos producidas por estos produc-
tos. Al efectuar la carga del abono, deben emplearse gafas de seguridad.
• No se debe regular la dosificación del abono con la máquina en marcha,
ya que pueden producirse atrapamientos imprevistos.
• No desatascar nunca en marcha el distribuidor de una abonadora centrí-
fuga.
• Antes de poner en marcha una abonadora, hay que comprobar que todos
los protectores de sus órganos móviles están en su lugar.
• Nunca se debe abonar con el viento de espalda; si es posible, hacerlo con
el viento de frente.

6)�Sembradora
© FUOC • PID_00263728 17 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• La mayoría de los accidentes con este tipo de máquinas se producen al in-


troducir los dedos en las tolvas de distribución de semillas para remover-
las, y al vaciar los sacos. Por ello, debe protegerse la tolva con una parrilla
o rejilla que impida que los dedos entren en contacto con los elementos
distribuidores.
• El ayudante que vaya en la sembradora debe disponer de un pescante se-
guro y asideros adecuados.

7)�Guadañadora

• Las cuchillas de estas máquinas deben llevar barras o resguardos de pro-


tección.
© FUOC • PID_00263728 18 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Deben contar con un dispositivo que desconecte la barra de corte cuando


tropiece con algún obstáculo.
• No se deben realizar ajustes cerca de las partes en movimiento de la má-
quina.
• Durante el traslado de la guadañadora de un lugar a otro, la barra de cor-
te debe ir en posición vertical y sostenida por un cerrojo que la asegure
firmemente a esta posición.
• Jamás debe intentarse limpiar o despejar la cuchilla estando esta en fun-
cionamiento, porque el riesgo de accidente es extremo. Incluso con la cu-
chilla parada existe el riesgo de cortes.

8)�Volteadora,�acondicionadoras�e�hiladoras

• Cuando una apiladora se transporte por carretera, deben cubrirse adecua-


damente las púas.
• Las horquillas y recogedores deben manejarse con cuidado, dado el peligro
que presentan las púas y dientes agudos.

9)�Empacadora
© FUOC • PID_00263728 19 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Cualquier operación de ajuste, reparación o engrase debe hacerse con la


máquina parada.
• En caso de atasco de un recogedor o sinfín, se desconectará la toma de
fuerza, antes de proceder a su limpieza.
• Debe evitarse trabajar con ropas holgadas o flojas, ya que pueden ser atra-
padas por los órganos móviles.
• No limpiar nunca el mecanismo atador con la mano cuando la máquina
esté trabajando, ya que existe el riesgo de que se produzcan lesiones graves
en los dedos.

10)�Cosechadora�de�forraje

• Hay que evitar entrar en contacto con las cuchillas del cilindro picador,
al intentar desatascarlo.
• Para realizar cualquier intervención en la máquina, deberá pararse antes.

11)�Cosechadora�de�cereales
© FUOC • PID_00263728 20 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Las correas, poleas, ejes sobresalientes y otros elementos móviles deben


estar protegidos por cubiertas, ya sean fijas o abatibles.
• Hay que evitar acercarse al molinete en movimiento.
• Cuando se levante el molinete para efectuar alguna inspección o ajuste,
ha de asegurarse el elevador hidráulico con un tope de seguridad que lo
mantenga firme en la posición elevada, para que no pueda caer sobre el
operador.
• Igualmente podría ocurrir que las cuchillas de la barra de corte se pongan
en movimiento imprevisiblemente. Por este motivo, se recomienda parar
siempre el motor, antes de realizar cualquier intervención en la máquina.
• Dadas las condiciones de calor en que suelen trabajar las cosechadoras,
el riesgo de incendio es elevado. Debe evitarse que los tubos de escape
desemboquen cerca del suelo y, además, se les dotará de dispositivos apa-
gachispas. Asimismo, es muy aconsejable llevar en la cosechadora un ex-
tintor de incendio de polvo antibrasa polivalente.
• Hay que vigilar escrupulosamente la puesta a punto de la bomba de in-
yección. Un exceso de combustible provoca la aparición de hollines que
pueden ser despedidos por el tubo de escape, en estado incandescente, y
producir un incendio que se propagará rápidamente.
• Cuando se trabaja en laderas, cuesta abajo, existe el peligro de vuelco, ya
que la máquina llevará la mayor parte de su peso delante. En este caso,
deben colocarse contrapesos sobre el eje trasero de la cosechadora, al ob-
jeto de aumentar su estabilidad.
© FUOC • PID_00263728 21 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

Relativas al riesgo de atropellos o choques con vehículos

• El conductor tiene que tener una experiencia y habilidad demostradas en Enlaces recomendados
la conducción. Debe poder utilizar todos los elementos que le faciliten la
En los enlaces siguientes en-
visión del exterior al 100 % desde el lugar de conducción (anchura del pa- contraréis el RD 485/1997
rabrisas, situación y altura del asiento, retrovisores con un campo amplio citado y la Guía Técnica del
INSST para su aplicación:
en los dos lados del vehículo, señales acústicas o lumínicas); muchos ac- https://www.boe.es/bus-
cidentes se producen porque no se ha inspeccionado previamente el en- car/act.php?id=BOE-
A-1997-8668.
torno donde se tiene que mover el vehículo. La señalización y delimita-
http://www.insht.es/Insht-
ción de los espacios es importante. Hay que retener que la combinación de Web/Contenidos/Normati-
va/GuiasTecnicas/Ficheros/
colores que la vista humana percibe mejor es la del negro y el amarillo. En senal.pdf.
caso de aviso con imagen o grafía (Real Decreto 485/1997, de 14 de abril,
sobre disposiciones mínimas en materia de señalización de seguridad y
salud en el trabajo), el fondo será amarillo y el destacado negro. También
hay que incluir todos los avisos de tipo lumínico o sonoro para avisar de
un próximo desplazamiento a terceros.
• En caso de trayectos en zonas de muelles de carga, hay que vigilar que
haya zonas protegidas para las personas situadas al mismo nivel. También
es preciso vigilar la anchura de la zona de circulación en proximidad a
desniveles (muelles, finales de parcelas con márgenes del suelo blando)
porque existe riesgo de vuelco.
• Hoy en día, todavía hay accidentes de vuelco de tractor por razones de ma-
quinaria antigua que no dispone de protectores, o bien porque el conduc-
tor no es una persona experta y expone el tractor a unos esfuerzos de tiro
no adecuados en pendientes o rampas, hechos que ocasionan los vuelcos
a los que nos hemos referido.
• Es necesario también un trabajo de información y promoción de los há-
bitos seguros en la conducción y el manejo de los equipos en el ámbito
específico de la agricultura.

Relativas al riesgo de cortes y pinchazos por contactos con herra-


mientas de mano

Muchos de los accidentes ocasionados por herramientas de corte manual se


producen por los motivos siguientes:

• Porque no se llevan enfundadas.


• Porque no se utilizan guantes de protección específicos que puedan pro-
teger mecánicamente la acción de pinchazos o cortes.

Esto se explica, en parte, porque los protectores de que se dispone no son mí-
nimamente adecuados o soportables. También existen razones de tipo forma-
tivo y educacional.
© FUOC • PID_00263728 22 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

En estos momentos se dispone en el mercado de guantes, protectores de brazo, Ved también


pecho y abdomen lo bastante resistentes y llevables para la mayoría de perso-
Para completar la información
nas. Solo hace falta que se tome conciencia de ello. sobre las herramientas manua-
les, se aconseja repasar la do-
cumentación obrante en la
Relativas al riesgo de contactos eléctricos directos e indirectos parte troncal del máster sobre
con líneas y partes en tensión en alta y baja tensión este tipo de herramientas.

Todos los equipos alimentados eléctricamente tienen que disponer de elemen-


tos de protección contra contactos eléctricos directos e indirectos que impidan
el paso de corriente por el cuerpo de la persona en caso de contacto. Desde
una bomba hasta una sierra o una luz portátil tienen que estar dotadas de
protecciones de clase A (se caracterizan por hacer casi imposible el paso de la
corriente a través de la persona) o de clase B (se caracterizan por el hecho de
que disponen de una toma de tierra).

Con respecto a las líneas de alta tensión, hay que vigilar la altura en caso de que
se hagan transportes por debajo (por ejemplo, tubos o conducciones de riego
por aspersión) para evitar cualquier contacto directo, que siempre implicaría
consecuencias muy graves.

La distancia más baja a la que puede llegar una línea de alta tensión (U>1.000
V) es de 6 metros (Reglamento electrotécnico de alta tensión). Hay casos en los
que la línea eléctrica cumple el Reglamento de alta o baja tensión en cuanto a
distancias, pero es accesible con cañerías (de riego o de los camiones dispen-
sadores de piensos). En estos casos, se pueden adoptar medidas de protección
fijas, como por ejemplo pórticos de estructura resistente que por interposición
impidan cualquier contacto con la línea.

Relativas al riesgo de contactos con productos químicos

En el manejo de plaguicidas hay un elemento primordial, que es la informa-


ción sobre productos y sobre los efectos que pueden comportar en determina-
das concentraciones, también sobre cómo hay que aplicarlos y cómo conviene
protegerse de sus efectos.

Hay que llevar a cabo las acciones siguientes:

• Identificar el producto, la dosis que hay que aplicar, la manera de hacerlo


y las concentraciones adecuadas. Toda esta información está indicada en
el etiquetado, donde se advierte de la peligrosidad del producto y de las
medidas que hay que adoptar antes, durante y después de la aplicación.
• Disponer de un local cerrado y ventilado adecuadamente para estos pro-
ductos.
• Realizar las mezclas y llenar los recipientes o botas con las protecciones
adecuadas al producto en cuanto a las posibles vías de entrada (dérmicas,
de inhalación y de ingestión).
• Realizar el tratamiento con los equipos de protección individual (EPI) que
estén prescritos para el producto.
© FUOC • PID_00263728 23 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Tener cuidado con la ropa de tratamiento. Esta no tiene que entrar en nin-
gún caso en contacto con el resto de pertenencias de las personas para así
evitar cualquier contacto y contaminación, y tiene que quedar protegida
en locales aparte donde se lavará y se utilizará.

Asimismo, se tiene que disponer de una buena información para trabajar con
productos que muy a menudo son de alto riesgo, tanto a corto plazo (intoxi-
caciones agudas) como a largo plazo (efectos cancerígenos).

La aplicación de pesticidas puede realizarse con las siguientes máquinas:

• Pulverizadora: se logran partículas de pequeño tamaño gracias al impulso


con presión elevada por conductos abiertos de pequeña sección (las bo-
quillas). Nunca desatascarlas con la boca.
• Atomizadora: al esquema anterior se le añade un ventilador que realiza
un proceso de pulverización neumática.
• Nebulizadora: emplean como agente de transporte de la sustancia gas o
vapor caliente, provocando una niebla.
• Pulverizadora�centrífuga: la aplicación se obtiene a partir de una disper-
sión de producto mediante la fuerza centrífuga de un disco giratorio.
• Espolvoreadora: se emplea cuando el producto se presenta bajo una for-
mulación en polvo. Consiste en un depósito con un soplante y una tobera
de salida.
• Aparato�de�mochila: aparato de aplicación que es directamente transpor-
tado a hombros del operario. Puede ir provisto de motor o ser manual.
Existen modelos para espolvoreo, pero lo más frecuente es que se trate de
pulverizadores.

Las normas de seguridad son:

• Operador. El operador del pulverizador debe ser siempre el conductor. El


equipo debe ser utilizado siempre por el conductor-operador sin ayuda de
otras personas.
• Estabilidad. Para el caso de modelos suspendidos, el pulverizador aislado
no debe bascular sobre suelo firme, con independencia de su nivel de lle-
nado, en un plano inclinado del 8,5 %.
• Depósito. La capacidad máxima del depósito debe ser como mínimo un
5 % superior a la capacidad nominal. El diámetro del orificio de llenado
debe corresponder a las dimensiones fijadas por la norma ISO 9357 para
diferentes capacidades del depósito.
• Indicador�de�presión. El pulverizador debe estar equipado con un indica-
dor de presión cuya lectura pueda efectuarse sin dificultad desde el puesto
de conducción.
• Regulación�de�altura. Las barras para pulverización en cultivos bajos de
ajuste manual deben poder ser reguladas por el operador sin ayuda de he-
rramientas u otras personas.
© FUOC • PID_00263728 24 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Ventiladores. Deben situarse protecciones, tanto a la entrada como en


la salida de aire, que impidan el contacto involuntario del operador con
elementos giratorios.
• Depósito�de�agua�limpia. Debe instalarse en un punto del pulverizador
de fácil acceso un depósito auxiliar de agua limpia, con una capacidad
mínima de 15 litros.
• Manual�de�utilización. En el momento de la compra de cualquier equi-
po de tratamiento deberá hacerse entrega del correspondiente manual de
utilización.
• Identificación. Sobre el pulverizador se situará una placa bien visible con
el nombre del fabricante y el año de construcción. La bomba principal
también dispondrá de una placa identificativa con el contenido siguiente:
año de construcción, caudal máximo, presión máxima, caudal máximo a
la presión máxima y velocidad nominal de rotación para su accionamien-
to.

Relativas al riesgo derivado del manejo de animales en explota-


ciones ganaderas

El manejo de animales en explotaciones ganaderas conlleva en muchos casos,


por muy mecanizado que pudiera estar el proceso de producción, un contacto
físico con los animales que implica un determinado riesgo de accidente si no
se tienen en cuenta algunas cuestiones básicas como las reacciones del animal,
el estado de las instalaciones o las protecciones existentes en los establos, cua-
dras, granjas o apriscos para evitar contactos no deseados con el ganado.

Con carácter general, pueden realizarse una serie de recomendaciones para


prevenir este tipo de accidentes, referidas tanto al manejo del ganado como
a las características de las instalaciones en las que se alojan los animales y se
realizan determinadas labores:

• Acercarse al animal con cuidado.


• Separar el ganado con cuidado.
• El método para el marcado del ganado debe prever y contemplar la rapi-
dez de la actuación y sistemas que eviten el sufrimiento innecesario del
animal.
• Mantener una iluminación homogénea.
• Mantener el área de trabajo limpia y libre de obstáculos.
• Asegurarse de que todos los cerrojos y palancas no pueden abrirse fácil-
mente.

Estas medidas generales deberán completarse con medidas preventivas espe-


cíficas en:

• Instalaciones de ordeño.
• Explotaciones de ganado vacuno y equino.
• Explotaciones de ganado porcino.
© FUOC • PID_00263728 25 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Explotaciones de ganado ovino y caprino.


• Explotaciones cunícolas y avícolas.
• Explotaciones apícolas.

Las enfermedades infecciosas de los animales que se transmiten a la persona


(zoonosis) son:

• Brucelosis�o�fiebres�de�malta: enfermedad frecuente en medios rurales


producida por una bacteria que se encuentra en vacas, ovejas, cabras, co-
nejos y cerdos.
• Tuberculosis�bovina: la provoca un bacilo y su entrada en el organismo
se produce a partir del ganado vacuno.
• Hidatidosis�o�quiste�hidatídico: enfermedad producida por un gusano
parásito, la tenia, que se encuentra en el intestino de los perros.
• Tétanos: enfermedad producida por un bacilo que se encuentra en el in-
testino de los mulos, asnos, caballos, etc.
• Rabia: enfermedad infecciosa y contagiosa, propia de los mamíferos en
general, pero en particular de los cánidos (pero, zorro, etc.).
• Triquinosis: es una enfermedad producida por el gusano triquina, que se
encuentra en los músculos de algunos mamíferos y se contrae exclusiva-
mente por vía digestiva al ingerir carne de cerdo o de jabalí infectados.
• Carbunco�o�ántrax: es una enfermedad producida por un bacilo y la fuen-
te de transmisión principal es a través del ganado vacuno y ovino, por
lo que las personas más expuestas son los ganaderos, pastores, matarifes,
curtidores de pieles, triperos, etc.
• Toxoplasmosis: enfermedad producida por un protozoo unicelular pará-
sito que se transmite a través de los gatos, conejos, perros y palomas.
• Tularemia (peste de los conejos): es una enfermedad provocada por un
microorganismo. Es una enfermedad febril, infecciosa, aguda, granuloma-
tosa y moderadamente grave. La contraen fundamentalmente los conejos
y las liebres y se transmite por una serie de ectoparásitos.

Las recomendaciones básicas que deben adoptarse para evitar contagio de en-
fermedades son:

• Evaluar los riesgos para la salud de las zoonosis y elegir las medidas nece-
sarias para evitar o controlar la exposición.
• Minimizar el riesgo de infección manteniendo el ganado sano.
• Vacunar a los animales cuando corresponda o cuando se avecine una epi-
demia.
• Practicar una adecuada higiene personal. Lavar bien cualquier corte o que-
madura con agua y jabón y aplicar algún protector impermeable (tiritas,
fundas de plástico, etc.). Lavarse bien antes de comer, beber o fumar.
• Utilizar ropa de protección adecuada cuando se vaya a manejar animales,
especialmente si están enfermos.
• Utilizar guantes y un delantal impermeable si se va a manejar material
infectado.
© FUOC • PID_00263728 26 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Asegurarse de que las personas que tienen contacto con los animales están
vacunadas contra el tétanos.
• Comunicar al servicio de prevención (personal sanitario) si se está enfer-
mo, en relación con el trabajo con animales.
• Comunicar a los visitantes los riesgos, en especial a aquellos que no están
familiarizados con el campo y los animales de granja, como por ejemplo,
los grupos de escolares.
• Utilizar, siempre que se asista a las hembras en sus partos, guantes de goma,
y lavarse bien al finalizar el trabajo.
• No tomar productos lácteos (leche, quesos, etc.) que antes no hayan sido
hervidos.
• Desinfectar periódicamente los establos, vaquerías, etc. con objeto de con-
trolar las moscas, garrapatas, insectos, etc., transmisores de enfermedades.
• Someter a los animales a las inspecciones veterinarias.
• Lavar y desinfectar inmediatamente cualquier herida producida.
• Utilizar equipos de protección individual contra riesgos biológicos (guan-
tes de goma, mascarillas, etc.), cuando se manipulen animales muertos o
enfermos.
• Eliminar los cadáveres de los animales de acuerdo a las normas oficiales
establecidas.

Para completar las medidas preventivas que deben adoptarse, hay que tener en Enlaces recomendados
cuenta todas las disposiciones que establece el Real Decreto 664/1997, de 12
En los enlaces siguientes
de mayo, sobre protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados encontraréis el citado RD
con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo. 664/1997 y la Guía Técnica
del INSST para su aplicación:
https://www.boe.es/bus-
car/act.php?id=BOE-
A-1997-11144.
http://www.insht.es/Insht-
Web/Contenidos/Normati-
va/GuiasTecnicas/Ficheros/
agen_bio.pdf.
© FUOC • PID_00263728 27 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

3. Explotaciones forestales

3.1. Características generales del sector

El aprovechamiento y la explotación de los bosques son tan antiguos como el


ser humano. En un principio, los fines de la explotación de los bosques eran
casi exclusivamente de subsistencia, es decir, alimentos, leña y materiales de
construcción, si bien con el paso del tiempo la explotación ha pasado a ser
una actividad forestal que, aunque importante, no es bien conocida por la
sociedad.

Aunque los bosques pueden ser naturales o plantaciones de árboles, las activi-
dades necesarias para su explotación en ambos casos comprenden: establecer,
repoblar, gestionar y proteger los bosques, y aprovechar sus productos. Todas
estas actividades se engloban en tres partes diferenciadas: plantación, mante-
nimiento y aprovechamiento.

Como subsector agrario presenta con el resto del sector características comu-
nes, tales como: el trabajo al aire libre, la mecanización de los trabajos, la sub-
contratación, la rotación del personal, el alejamiento y dispersión general de
las explotaciones.

La superficie forestal o de montes, en España, se define como todo terreno en


el que vegetan especies forestales, arbóreas, arbustivas de matorral o herbáceas,
o lo que es lo mismo, es monte todo aquel terreno que no está dedicado al cul-
tivo agrícola, no es urbano o ha sido excluido por la comunidad autónoma en
su normativa forestal y urbana (Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de montes).

El sector forestal es, después del sector de la construcción, el que presenta un


mayor índice de siniestros laborales y de enfermedades profesionales.

Los accidentes que se producen en el sector forestal responden, generalmente,


a varias causas que tienen relación con los siguientes aspectos:

• Seguridad pasiva:
– Los elementos de seguridad de la máquina.
– Los equipos de protección individual (EPI).

• Seguridad activa:
– La organización y las técnicas de trabajo seguro.
– El mantenimiento de los equipos.
© FUOC • PID_00263728 28 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• La formación y el nivel de experiencia del trabajador.

Un análisis detallado de las principales fuentes de accidentes en los trabajos


forestales revela que la fase de explotación forestal y, más concretamente, las
labores de apeo, desramado y tronzado con motosierra es la actividad forestal
que presenta mayor índice de accidentes.

Así, el empleo de la motosierra, que es una herramienta ampliamente exten-


dida en el medio rural, origina el 18 % de los accidentes.

3.2. Identificación y gestión de los riesgos

3.2.1. Espacios de trabajo en actividades forestales

Según el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, «los lugares de trabajo son las
áreas del centro de trabajo, edificadas o no, en las que los trabajadores deberán
permanecer o a las que puedan acceder en razón de su trabajo». Esta definición
no es aplicable a «los campos de cultivo, bosques y terrenos que formen parte
de una empresa o centro de trabajo agrícola o forestal pero que están situados
fuera de la zona edificada de los mismos».

La explotación forestal se desarrolla al aire libre, sin instalaciones fijas y en


lugares aislados, a diferencia de otras actividades productivas. Por tanto, los
trabajadores forestales están expuestos a factores de riesgo característicos rela-
cionados con el medio natural, y que se clasifican de la siguiente forma:

• Riesgos derivados de los factores climáticos:


– Riesgos de estrés térmico por frío.
– Riesgos de estrés térmico por calor.
– Riesgos de estrés térmico por fuerte viento, tormenta eléctrica y lluvia.

• Riesgos derivados de las condiciones del terreno:


– Pendientes elevadas y terrenos abruptos.
– Pistas forestales en deficiente estado.
– Carencia de limpieza en el lugar de trabajo.

• Riesgos derivados del transporte de los trabajadores.

Las medidas preventivas a adoptar, para evitar o reducir las consecuencias, de


los riesgos citados son:

• Riesgos�de�estrés�térmico�por�frío: protección de extremidades (utilizar


dos pares de calcetines de algodón + lana); proteger la cabeza utilizando
gorro o pasamontañas; seleccionar la vestimenta; establecer regímenes de
trabajo-recuperación; beber líquidos calientes y dulces, nunca alcohol; li-
mitar el consumo de café como diurético y modificador de la circulación
© FUOC • PID_00263728 29 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

sanguínea; utilizar ropa cortaviento; sustituir la ropa humedecida; dismi-


nuir el tiempo de permanencia en ambientes fríos; y controlar el ritmo
de trabajo.
• Riesgos�de�estrés�térmico�por�calor: protección de extremidades; protec-
ción de la cabeza con casco (cuando se realicen tareas que así lo exijan)
o gorra; seleccionar la vestimenta (procede señalar que las camisetas de
algodón corriente no protegen suficientemente contra las radiaciones ul-
travioletas); establecer regímenes de trabajo-recuperación (descansos cada
dos horas), en resguardos a la sombra; evitar realizar las faenas en las ho-
ras centrales del día; beber líquidos, preferentemente con un poco de sal,
o agua (hasta un litro por hora y entre 10-15º); no beber nunca alcohol;
limitar el consumo de café como diurético y modificador de la circulación
sanguínea; sustituir la ropa humedecida; mantener la piel limpia de sudor;
y disminuir el tiempo de permanencia en ambientes calurosos.
• Riesgos�de�estrés�térmico�por�fuerte�viento,�tormenta�eléctrica�y�lluvia:
tener preparado algún cobijo, preferiblemente con puertas y ventanas con
posibilidad de cierre, en épocas de lluvia y tormentas o incluso suspender
el trabajo hasta que las condiciones ambientales no impliquen un riesgo;
no circular en vehículos en caso de tormenta eléctrica; nunca situarse de-
bajo o cerca de árboles, postes y sobre todo de tendidos eléctricos para
evitar el riesgo de electrocución en el caso de rayos o de aplastamiento
en el caso de fuertes vientos; nunca cobijarse debajo de árboles aislados;
buscar masas densas de arbolado; no permanecer en lugares elevados (por
ejemplo, cerros); y evitar estar cerca de lugares con agua o humedad que
puedan atraer electricidad (ríos, cuevas, charcos, etc.).
• Riesgos� derivados� de� las� condiciones� del� terreno: las condiciones del
terreno en los trabajos forestales son un factor muy importante a tener
en cuenta debido a los accidentes que producen; suelen ser accidentes de
carácter leve, pero con un largo período de baja laboral. De forma general,
es recomendable limpiar el área de trabajo antes de comenzar otras activi-
dades; al caminar por veredas o caminos, se prestará especial atención a
terraplenes y caídas; y disponer de calzado y material adecuado al entorno
de trabajo.
• Riesgos�derivados�del�transporte�de�los�trabajadores: los trabajos fores-
tales se realizan en zonas aisladas que implican el desplazamiento del per-
sonal por distintos medios (por carretera, por pistas forestales y a pie). Res-
petar en todo momento las normas de circulación, y poseer carné adecua-
do al vehículo que se conduce; no consumir bebidas alcohólicas ni drogas;
utilizar los cinturones de seguridad; disminuir la velocidad en las pistas
forestales; utilizar, cuando se circula en vehículos, sistemas de manos libres
para teléfono móvil; disponer de calzado y material adecuado al entorno
de trabajo; mantener en todo momento la comunicación con la base de
trabajo, o con los medios oportunos de evacuación y rescate; vigilar las
zonas de aparcamiento, para evitar que se origine un incendio por piezas
calientes del vehículo en contacto con pastos o ramas (tubos de escape,
catalizadores, etc.); establecer vías de evacuación efectivas; llevar en todo
momento un mantenimiento preventivo de los vehículos, especialmente
© FUOC • PID_00263728 30 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

del motor y los neumáticos; al caminar por veredas o caminos, se prestará


especial atención a terraplenes y caídas.

3.2.2. Utilización de herramientas manuales

En el pasado, el empleo de herramientas manuales estaba extendido a todas las


actividades forestales, pero hoy en día muchas de las operaciones se realizan
con máquinas y herramientas a motor. No obstante, el empleo de herramien-
tas no ha desaparecido y se siguen usando para muy diversas operaciones de
las explotaciones forestales.

Las herramientas manuales más utilizadas son: hoz y podón; laya o pala rec-
ta; plantamón; azada; barrilla de plantación o «pincho»; tijera de una mano;
tijeras de mango largo y dos manos; cizalla podadora; serrucho cola de zorro;
sierra de arco de una mano; hacha; sierra; palín; rastrillo McLeod; y bate fuego.

Los factores de riesgo y causas de accidentes más frecuentes son:

• Cortes�y�pinchazos�por�objetos�móviles�por: transporte defectuoso de las


herramientas; uso inapropiado de la herramienta; empleo de herramientas
no adecuadas para el trabajo a realizar.
• Golpes�y�caídas�por: herramientas en malas condiciones; materiales (ma-
dera) con nudos, clavos, etc. que aumentan el riesgo de accidentes; y uso
inadecuado de la herramienta.
• Proyección�de�partículas�volantes�por: falta de protección en el operario
cuando maneja la herramienta.
• Sobreesfuerzos�por: uso de herramienta inapropiada; y técnicas de trabajo
inadecuadas.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Elegir las herramientas adecuadas al trabajo a realizar. Deberán tener mar-


cado CE.
• La empuñadura o el mango debe adaptarse individualmente a la anatomía
de la mano, para conseguir un agarre seguro y eficaz.
• No utilizar herramientas en mal estado, con fisuras o astilladas.
• Comprobar que la fijación entre la herramienta y el mango sea segura. En
su caso, comunicar los defectos a superior inmediato para su sustitución
o reparación.
• Agarrar los útiles de forma adecuada para evitar fatigas y para un mejor
manejo.
• Poner atención al medio donde se trabaja y especialmente a los obstáculos
con los que puede tropezar la herramienta y que, muchas veces, pueden
devolver o desviar los golpes.
• Respetar las zonas peligrosas y las distancias de seguridad.
• Al avanzar en grupo por el monte, guardar una distancia mínima de 3
metros entre personas.
© FUOC • PID_00263728 31 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Al caminar por el monte, coger la herramienta por el mango y con el filo


hacia abajo.
• Adoptar una posición estable y ergonómica, sin tensiones innecesarias.
Prestar atención a la postura de piernas y espalda.
• No golpear con una herramienta en la dirección del cuerpo. Con hachas,
extremar las precauciones con los miembros inferiores (pierna adelantada
y mano opuesta a la que trabaja).
• Trabajar con concentración. Aplicar golpes o movimientos rítmicos evi-
tando los vacilantes y tensos.
• Entregar las herramientas en la mano en vez de arrojarlas a otro compa-
ñero.
• Utilizar siempre un equipo de protección individual.
• En trabajos en altura (poda alta), portar las herramientas en cinturones al
efecto.
• Utilizar fundas protectoras para el transporte y el almacenamiento de los
útiles.
• Mantener de manera correcta y periódica las herramientas.
• Al terminar el trabajo y en los descansos, dejar la herramienta en lugar
seguro y visible con los filos hacia abajo.
• Usar guantes y gafas de seguridad en el afilado de las herramientas.
• Lavar y secar las herramientas después de cada uso.
• Comprobar que los filos no están mellados.
• Revisar los astiles o mangos y comprobar que no tienen roturas y que están
bien ajustados a la cabeza de la herramienta.
• Mantener los filos con limas y piedras de afilar.
• Aplicar anticorrosivos.
• Colocar protectores de filo.
• Pintar la sección metálica y barnizar los mangos (estos no se deben pintar,
pues se ocultan defectos).
• Almacenar ordenadamente en sección vertical.

3.2.3. Máquinas portátiles: motosierra y motodesbrozadora

El uso de la motosierra y de la motodesbrozadora se ha implantado plena-


mente en las labores de explotación forestal. Ambas máquinas no solo son
empleadas por profesionales, sino que su uso se ha extendido a agricultores,
selvicultores y a pequeños propietarios del medio rural, que en muchos casos
carecen de la formación adecuada, sobre todo en materia de prevención de
riesgos laborales.

Motosierra

La motosierra es una máquina ligera provista de motor, cuyo movimiento se


transmite a una cadena cortante que se desliza por una guía o espada de lon-
gitud variable.
© FUOC • PID_00263728 32 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

La elección de la máquina constituye un factor importante de seguridad. Es


necesario ajustar la máquina al tipo de trabajo que se va a desarrollar para
reducir las situaciones de riesgo durante su manejo.

La seguridad en el manejo de la motosierra exige el conocimiento y empleo


de los dispositivos de seguridad que toda máquina bien equipada debe poseer.

Es básico completar los componentes de seguridad de la motosierra con un


equipo de seguridad personal que disminuya o evite las consecuencias de los
accidentes que se puedan producir en caso de accidente.

Todas las motosierras tienen un diseño muy similar, independientemente del


fabricante. Una motosierra posee elementos importantes para el funciona-
miento y mantenimiento y otros componentes que son importantes para la
seguridad. Por ello, es de vital importancia que antes de comenzar a manejar
la máquina se conozcan su funcionamiento, sus sistemas y elementos de se-
guridad a la perfección.

Toda motosierra debe contar con los siguientes dispositivos de seguridad: cap-
tador de cadena; bloqueador o retén del acelerador; placa protectora de la em-
puñadura trasera; silenciador; freno de cadena; elemento amortiguador de vi-
braciones; mando de paro STOP; cadena de seguridad; piñón de reenvío; y
punta de barra-guía.

A continuación, se relacionan los factores de riesgo y medidas de prevención


en el manejo de la motosierra.

1)�Golpe�de�rebote. Es el encabritamiento de la motosierra con un movimien-


to curvo brusco hacia el operario y que se produce por:

• Contacto entre el sector superior de la punta de la espada y algún objeto


duro como troncos, ramas, etc.
• Cierre de la madera sobre la cadena, presionándola en el corte.
• Utilización de la parte superior de la barra-guía (cadena empujando).
• Defectos en el mantenimiento de la máquina.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Sostener firmemente la motosierra con ambas manos.


• Comprobar los sistemas de seguridad de la máquina (freno de cadena).
• Utilizar espadas cortas.
• Aserrar a plena aceleración.
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• No cortar con la punta de la espada y procurar que el cuadrante superior


de la punta de la espada no entre en contacto con objetos duros.
• Cortar preferentemente con la parte inferior de la espada.
• Emplear una cadena de seguridad y mantenerla afilada de forma correcta.
• Usar siempre el calibrador de profundidad para afilar el talón o «andarín»
del diente.

2)�Golpe�de�retroceso�y�tirones. Es el movimiento brusco de la cadena hacia


atrás (retroceso) o hacia delante (tirón) causados por el atascamiento de la ca-
dena cuando se corta, respectivamente, con la parte superior (cadena empu-
jando) o inferior (cadena tirando) de la barra-guía, sobre todo en la fase de
tronzado, que se produce por el cierre de la madera sobre la cadena, presio-
nándola en el corteo por defectos en el mantenimiento de la máquina.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Sostener firmemente la motosierra con ambas manos.


• Comprobar los sistemas de seguridad de la máquina (freno de cadena).
• Aserrar a plena aceleración.
• Utilizar las garras de la motosierra para sujetarla al tronco.
• Emplear una cadena de seguridad y mantenerla afilada de forma correcta.

3)�Rotura�de�la�cadena. Riesgo muy grave, derivado de la gran velocidad (más


de 20 m/s) de la cadena que, al romperse, actúa a modo de «latigazo», afectan-
do sobre todo a las manos, aunque también a otras partes del cuerpo como,
por ejemplo, cuando se desprenden eslabones aislados.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Verificar que los remaches están libres de grietas u otros defectos antes del
manejo.
• Afilar correctamente la cadena y mantenerla lubricada y con la tensión
correcta.
• Usar un calibrador de profundidad cuando se afilen los dientes andarines,
con el fin de asegurar la altura correcta. (Los andarines que se hacen muy
bajos crean esfuerzos innecesarios a la cadena sin que se aumente aprecia-
blemente la velocidad de corte).
• Emplear motosierras con placa protectora de la mano derecha y captador
de cadena.

4)�Vibraciones�por�movimiento�oscilatorio�reiterado a causa del motor de


dos tiempos y por un afilado inadecuado de la cadena.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Emplear motosierras equipadas con amortiguadores de vibración ubicados


entre la manija y el bloque motor de la motosierra.
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• Abrigar las manos y muñecas durante el trabajo.


• Mantener la cadena de la motosierra correctamente afilada.
• Mantener el sistema antivibratorio.
• Emplear una máquina con nivel de vibraciones inferior a los 20 m/s.

5)� Ruido� provocado� por� el� movimiento� oscilatorio� reiterado a causa del
motor de dos tiempos.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Proteger los oídos con protectores o tapones para los oídos.


• Las almohadillas de los protectores deben ser suaves y estar libres de defec-
tos. Si se estropean y endurecen deben ser reemplazadas, ya que no pro-
porcionan un ajuste satisfactorio alrededor de los oídos.
• La motosierra no debe exceder los 103 decibelios dB (A) a plena carga y
los 105 dB (A) a todo gas sin carga.

6)�Cortes. Cuando se realiza el apeo, es muy fácil olvidar la motosierra en el


momento de la caída del árbol y la cadena de esta puede estar en marcha a una
velocidad suficiente como para causar daño. Las piernas están principalmente
expuesta a sufrir alguna lesión. La mayoría de los accidentes se producen por
resbaladuras y tropiezos.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Usar siempre pantalones protectores anticorte.


• Evitar que la cadena corte en vacío.
• Usar botas con suelas antideslizantes y con puntera reforzada.
• Conservar ambas manos en la motosierra hasta que la cadena esté parada.
• Arrancar preferiblemente la motosierra en el suelo.
• Realizar el mantenimiento con la máquina apagada.
• Transportar la máquina por el monte con la espada protegida.

Todas estas medidas se completarán con la utilización de equipos de protec-


ción individual y vestimenta con colores vivos para facilitar la localización del
operario.

Un equipo de protección individual de motoserrista consta de los siguientes


elementos:

• Casco de seguridad: equipado con protectores de oído y pantalla de segu-


ridad que proteja los ojos contra las astillas o partículas que pudieran salir
disparadas.
• Guantes o manoplas.
• Pantalones de protección.
• Chaqueta de color vivo.
• Botas de seguridad.
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• Cinturón de herramientas: con fundas que sujeten bien las herramientas


(gancho, cinta métrica, cuña, lima, etc.).
• Equipo de primeros auxilios.

Motodesbrozadora portátil

La motodesbrozadora es una máquina portátil con funciones de desbroce por


corte de vegetación más o menos consistente, gracias a un accesorio cortante
accionado por un motor de dos tiempos.

La desbrozadora portátil se maneja por un solo operario que la lleva o bien


suspendida con un arnés y apoyada en la cadera (modelo más común), o bien
portando el conjunto motor en su espalda (modelo de mochila).

El uso de la motodesbrozadora portátil ha ido en aumento en los últimos años


debido a la amplitud de su campo de aplicación. Esto es así porque se trata
de una máquina ligera, transportable y con una gran variedad de accesorios
cortantes, cada uno de los cuales está pensado para un tipo de trabajo deter-
minado.

A continuación, se relacionan los factores de riesgo y medidas de prevención


en el manejo de la motodesbrozadora portátil.

1)�Proyección�de�objetos. Durante el trabajo se pueden producir proyecciones


sobre todo de piedras, astillas y restos vegetales que, por su extrema velocidad,
pueden ser causa de contusiones o heridas.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Utilizar siempre el protector del accesorio cortante.


• Evitar el golpe de rebote y el contacto de la sierra o cuchilla con piedras.
• No moverse por el monte con la máquina en marcha.
• Comprobar diariamente el estado de la hoja o cuchilla. No soldar un disco
dañado.
• Desechar la brida de apoyo de la hoja si tiene alguna grieta o la tuerca de
ajuste si se pasa de rosca.
• En el arranque, asegurarse de que la hoja no está en contacto con el suelo.
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• No poner en funcionamiento la máquina a menos de 10 m de otras per-


sonas.
• Utilizar el equipo de protección individual, compuesto de pantalones an-
ticorte y casco con pantalla de protección.

2)�Vibraciones. Las vibraciones producidas por este tipo de máquinas superan


a menudo el nivel permitido de los 120 dB (A).

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Limitar el tiempo de manejo de la máquina si el nivel de vibraciones supera


el límite permitido. Si la motodesbrozadora no supera los 120 dB no es
necesario tomar esta medida.
• Controlar periódicamente el sistema antivibración.
• Adaptar el útil de corte a cada tipo de trabajo. No emplear cuchillas más
grandes de las previstas por el fabricante.
• Utilizar guantes.

3)�Golpes�y�cortes. El motor de dos tiempos de la motodesbrozadora mueve


a grandes revoluciones el accesorio cortante y puede ocasionar cortes y golpe.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• La motodesbrozadora deberá estar suspendida siempre del arnés durante


el trabajo.
• Detener el trabajo cuando se introducen ramillas entre la cuchilla y el pro-
tector.
• Guardar una distancia prudencial de seguridad con otros trabajadores.
• Seguir las instrucciones del fabricante para el cambio del accesorio cortan-
te.
• Usar guantes para el cambio y afilado de las cuchillas.
• No tocar la cuchilla con el motor en marcha.
• Prestar atención al movimiento y caída de troncos cuando se les dan los
cortes de apeo.
• Utilizar pantalones anticorte y calzado de seguridad.

4)� Contacto� térmico. La motodesbrozadora es accionada por un motor de


explosión que puede provocar quemaduras si no se toman precauciones.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Dejar enfriar la máquina antes de hacer cualquier ajuste en ella.


• No tocar la rejilla de salida de humos.
• Usar siempre guantes.

5)�Caídas�al�mismo�y�distinto�nivel
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Las medidas preventivas a adoptar son:

• Trabajar con los pies bien asentados en el suelo.


• Pisar sobre suelo seguro.
• No correr con la máquina.
• Usar botas o zapatos de seguridad con suela antideslizante.

6)�Trastornos�musculoesqueléticos. El peso de un motodesbrozadora oscila


entre los 4 kg para los modelos tipo «hobby» y los 10 kg de las máquinas
puramente forestales. Como es lógico, el uso profesional, prolongado y en
condiciones de trabajo adversas provoca, en no pocos casos, sobreesfuerzos
que dan lugar a lesiones musculoesqueléticas.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Abrocharse y ajustarse adecuadamente el arnés. Las correas del arnés deben


ser anchas y almohadilladas.
• No tirar bruscamente de la máquina cuando se produzca un atasco.
• Mantener un ritmo de trabajo constante adaptado a las condiciones indi-
viduales del trabajador.
• Trabajar en posición cómoda, flexionando las piernas y manteniendo
siempre la espalda recta.

Todas estas medidas deben completarse con el equipo de protección individual


adecuado, que estará compuesto de:

• Casco. Con pantalla de protección ocular.


• Protectores para oídos. Para lograr la mejor protección reemplazar las al-
mohadillas regularmente.
• Guantes ceñibles a la muñeca.
• Botas o zapatos de seguridad de caña alta y antideslizantes.
• Caja de primeros auxilios.

3.2.4. Maquinaria forestal

El empleo de máquinas y vehículos motorizados en los trabajos forestales está


totalmente implantado. En las últimas décadas, las máquinas han ido sustitu-
yendo a los sistemas de trabajo tradicionales, hasta conseguir una gran espe-
cialización de las distintas labores que se desarrollan en el monte.

La maquinaria más utilizada en las explotaciones forestales es la siguiente:


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1)�Tractor�agrícola. Se trata del tractor típico de ruedas neumáticas emplea-


do para realizar labores agrícolas. Dotados de los aperos apropiados pueden
realizar las labores de desbroce, preparación del suelo, siembra y plantación.
También son muy empleados en las labores de aprovechamiento forestal con
las adaptaciones técnicas industriales oportunas.

2)�Tractor�de�cadenas. Son los tractores que utilizan cadenas (orugas) en vez


de neumáticos para desplazarse y tienen en la parte delantera una pala empu-
jadora del tipo bulldozer, angledozer o tilldozer. Las labores que realizan están
relacionadas con la preparación del terreno, como el subsolado, el ahoyado
o la construcción de banquetas y fajas subsoladas. También se utilizan para
obras de defensa y acceso (cortafuegos y pistas acceso y saca).

3)�Retroexcavadoras�y�retroarañas. Son máquinas autopropulsadas de neu-


máticos o de cadenas, dotadas de un cazo de volumen variable para movi-
miento de tierras que es accionado por una pluma hidráulica. Se suelen em-
plear para ahoyados superficiales o para ahoyados en plantaciones a raíz pro-
funda (hasta llegar al nivel freático). También para obras de mejora y creación
de infraestructuras.
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4)�Tractor�forestal�de�arrastre�o�skidders. Es el genuino tractor forestal articu-


lado para el desembosque de madera. Suele sacar la madera de grandes dimen-
siones (árboles o fustes completos) por arrastre, enganchando las piezas por la
testa y en semisuspensión. En caso de madera corta y que haya sido reunida
previamente, el desembosque de las trozas se realiza totalmente suspendido.

5)�Autocargador�forestal. Es un tractor forestal que realiza el desembosque o


retirada de la madera, transportándola en suspensión o semisuspensión sobre
el semichasis trasero. Para ello, disponen de una grúa que carga la madera y
de una caja de transporte con o sin grapa.
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6)�Máquinas�procesadoras. Son máquinas combinadas que desraman y tro-


cean el árbol después de apearlo, pudiendo realizar alguna otra función como
puede ser la clasificación y el apilado. Nunca realizan el desembosque de la
madera.

Las procesadoras pueden ser de varios tipos según las funciones que realizan:

• Cortadoras-apiladoras.
• Desramadoras-tronzadoras.
• Desramadoras-tronzadoras-cortadoras.
• Desramadoras-transportadoras.

A continuación, se exponen las medidas preventivas a adoptar en el manejo


de la maquinaria forestal, en función del riesgo existente.

1)�Vuelcos�(laterales�y�por�encabritamiento)

• La medida más eficaz de protección pasiva es instalar en la máquina un


bastidor o cabina de seguridad.
• Todos los tractores y máquinas autopropulsadas de al menos dos ejes de-
ben ir provistos de protección a prueba de aplastamiento para el conduc-
tor, siempre que tengan un peso sin carga de al menos 500 kg.
• Como complemento de la cabina o bastidor, es necesario el empleo de
cinturones de seguridad.
• Los tractores y la maquinaria autopropulsada cuyo peso supere las 7 tone-
ladas no requieren protección para el conductor, ya que el riesgo de vuelco
es muy bajo.
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• Inspeccionar el terreno y evitar zonas con exceso de pendiente.


• Evitar excesos de velocidad y no utilizar pistas mal acondicionadas.
• En parcelas a distinto nivel, dejar entre la máquina tractora y el límite de
la parcela una distancia suficiente para no volcar al ceder el terreno.
• En terrenos con pendientes elevadas, girar lentamente y con el apero le-
vantado.
• El acceso a parcelas a distinto nivel se hará por caminos construidos a tal
fin.
• No utilizar la máquina tractora para remolcar máquinas o vehículos cuan-
do se desciende por una pendiente.
• En caso de atascamiento, no arrancar cuando el tractor tenga debajo de las
ruedas cuñas o tacos, pues es fácil que se encabrite y vuelque hacia atrás.
• No embragar violentamente al arrancar.
• Los pedales de los frenos deberán tener un cerrojo de bloqueo para que la
acción del frenado sea igual en ambas ruedas.
• Los remolques se deben enganchar en el punto más bajo del tractor, sobre
todo los de un eje.
• Colocar contrapesos en la parte delantera, para evitar el encabritamiento.
• Se debe trabajar o circular, siempre que sea posible, con la máxima sepa-
ración entre las ruedas y con los neumáticos más anchos.
• Utilizar gatos hidráulicos en las operaciones de carga con grúas.
• Cruzar las zanjas en ángulo de 45º. Nunca perpendicularmente.

2)�Caída�a�distinto�nivel�desde�máquina�tractora

• Las máquinas tractoras estarán provistas de un peldaño o estribo para po-


der subir con seguridad al puesto de conducción.
• Los vehículos deberán poseer suelo antideslizante.

3)�Choques,�debidos�a�excesos�de�velocidad, escasa iluminación o impru-


dencia del trabajador.

• Planificar el trabajo adecuadamente.


• Facilitar la visibilidad en el lugar de trabajo.
• Evitar el solapamiento de las labores y actividades.
• Al entrar en una carretera, se debe comprobar si se acerca algún vehículo.
• Las luces, la señalización, el buen estado de los frenos y el mantenimiento
correcto contribuyen a la prevención de accidentes.
• Moderar la velocidad.

4)�Atropellos.

• Conservar en estado óptimo los elementos de señalización de la máquina.


• Conocer las señales acústicas y sonoras.
• Adecuar la velocidad a la zona en la que se trabaja.
• Evitar la presencia de personas en el radio de acción de la maquinaria.
• Evitar el transporte de personas en lugares impropios de la máquina.
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• Circular y estacionar la máquina en zonas adecuadas.

5)�Atrapamiento, principalmente en la toma de fuerza.

• Las tomas de fuerza de los tractores deben estar provistas de una cubierta
rígida de protección lo suficientemente amplia para permitir que los ani-
llos protectores del eje de transmisión se muevan libremente en su interior.
• El árbol receptor debe estar provisto de una cubierta rígida de protección
para cubrir el limitador de par, el acoplamiento de fricción y la rueda libre.
Debe extenderse por lo menos 20 mm más allá de la junta más cercana.
• El eje de transmisión debe instalarse dentro de una cubierta cilíndrica de
protección con dos anillos para proteger las juntas cardán en todos los
extremos del eje de transmisión y una cubierta telescópica de protección
de forma cilíndrica entre los anillos.
• El acoplamiento de fricción y la rueda libre deben estar siempre situados
del lado de la máquina receptora.
• Debe preverse un mecanismo para soportar el peso de la línea de transmi-
sión de la toma de fuerza cuando se desengancha de la máquina tractora.

6)�Incendios debidos a las máquinas que emplean combustibles inflamables.

• Instalar un matachispas en el tubo de escape.


• Llevar un extintor.
• Evitar los cortocircuitos revisando periódicamente el equipo eléctrico.
• Mantener limpio el motor, el tubo de escape y algunas zonas que pudieran
tener materias inflamables.
• Repostar combustible con el motor parado.

7)�Ruido�y�vibraciones

• Uso de protectores auditivos.


• Limitar el tiempo de funcionamiento.
• El asiento del conductor debe poseer buena amortiguación.

8)�Riesgos�derivados�de�la�utilización�de�los�aperos: vuelco de la máquina


tractora debido a la posición del enganche; golpes, cortes y atrapamientos al
enganchar o desenganchar; caídas al subir a los aperos; proyección de objetos;
y lesiones causadas por cables o grúas de arrastre y carga.

• Informarse sobre el funcionamiento correcto del apero.


• Antes de poner en funcionamiento, cerciorarse de que no existen personas
en el área de trabajo.
• Cuando el apero sea arrastrado, se enganchará en el punto más bajo del
tractor.
• Los operarios no se deben subir a los aperos.
• Se debe parar el motor para reparar cualquier defecto.
• Los conductores deben estar protegidos contra la proyección de piedras.
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• Respetar durante el funcionamiento una distancia mínima de seguridad


en función del tipo de apero.

Todas estas medidas se completarán con la utilización de equipos de protec-


ción individual que estará compuesto, de forma general, por los siguientes
elementos:

• Casco protector con ventilación adecuada para su empleo dentro o fuera


del habitáculo de la máquina tractora.
• Protectores auditivos que protejan al mismo tiempo del ruido y de la pro-
yección de objetos.
• Guantes de seguridad resistentes, con puño largo y ceñibles por encima
de la muñeca.
• Botas de seguridad impermeables, antideslizantes y con puntera reforzada.
• Gafas o pantalla de protección ocular, si fuera necesario.

Cabe recordar que la normativa básica que regula los equipos de trabajo está Enlaces recomendados
contenida en el Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se estable-
A continuación, encontra-
cen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los réis los enlaces del Real De-
trabajadores de los equipos de trabajo. creto 1215/1997, ya citado,
y la Guía Técnica del INSST
para su aplicación: https://
www.boe.es/buscar/act.php?
3.2.5. Manipulación de sustancias químicas: productos
id=BOE-A-1997-17824.
fitosanitarios y fertilizantes http://www.insht.es/Insht-
Web/Contenidos/Normati-
va/GuiasTecnicas/Ficheros/
La utilización de sustancias químicas en las labores agrícolas y forestales está equipo1.pdf.
cada vez más generalizada.

Esto conlleva un aumento de la productividad de las explotaciones, pero tam-


bién un incremento del riesgo profesional si no se toman las debidas precau-
ciones.

Los productos fitosanitarios y fertilizantes pueden producir efectos locales


cuando entran en contacto con el cuerpo, o efectos generales más extendidos
después de que hayan penetrado en él.

Los productos químicos pueden entrar en el cuerpo por tres vías: a través de
la piel, por ingestión y por inhalación.

Se deben evitar cuidadosamente estos tres caminos de entrada para impedir


que se puedan producir intoxicaciones.

Las medidas generales de prevención que deben adoptarse son:

• Tener cuidado con los contactos cutáneos.


• Evitar en lo posible la contaminación de la piel.
• Lavar la piel expuesta si se produce una contaminación.
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• Eliminar los riesgos de ingestión de pesticidas, con un almacenamiento


adecuado de los envases originales.
• No cambiar los fitosanitarios desde sus envases originales a recipientes sin
etiquetar.
• No comer, ni beber, ni fumar cuando se estén manipulando pesticidas.
• No contaminar alimentos o bebidas con pesticidas.
• No guardar pesticidas en envases de alimentos o bebidas.
• Mantener a los niños alejados de los depósitos de almacenaje y de las áreas
de trabajo.

La utilización de productos fitosanitarios (pesticidas) debe respetar las siguien-


tes medidas:

• Normas de respeto de la fauna silvestre:


– No deben emplearse productos de categoría C (productos muy peligro-
sos para la fauna) para la fauna silvestre terrestre en ciertos cultivos ex-
tensivos como viñedo, olivar, cereal y leguminosas, en áreas forestales,
en zonas húmedas y en espacios naturales, refugios o reservas de caza.
– No se deben emplear productos de categoría C para la fauna acuícola
en zonas húmedas como marismas, pantanos, aguas rasas, ni en los
márgenes de las mismas, ni en tierras limítrofes con el fin de evitar la
contaminación de las aguas.
– Se deben mantener también las debidas precauciones en otras zonas
donde los restos de productos fitosanitarios puedan ser arrastrados ha-
cia zonas húmedas o cursos fluviales.
– Debe extremarse la precaución con el uso de los productos de categoría
C para la fauna acuícola, sobre todo en aplicaciones primaverales para
prevenir posibles arrastres por escorrentía.

• Normas para el almacenamiento:


– Almacenar en lugares frescos, al abrigo de heladas o de la exposición
directa del sol.
– Los locales deben estar ventilados y sin humedades.
– Los almacenes deben estar separados por pared de obra de zonas habi-
tadas y cerrados con llave para evitar el mal uso por niños o adultos
mal informados.
– No acumular los productos fitosanitarios y prever las necesidades.
– Separar los productos según su clasificación toxicológica y uso, man-
teniendo los envases y etiquetas originales.

• Normas para el transporte:


– Acomodar los envases al medio de transporte de forma que queden
bien sujetos. Si se produjera algún vertido, cuidar de que no resulte
peligroso para el transportista, para el resto de la mercancía o para el
medio ambiente.
– No llevar en el mismo compartimento productos alimentarios.
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• Normas de manejo antes de su aplicación:


– Elegir el producto adecuado a la plaga o enfermedad que se va a com-
batir y que además sea menos tóxico para el hombre. Consultar con
un técnico especialista.
– Manejar el producto de acuerdo con las instrucciones suministradas
por el fabricante.
– No emplear productos caducados. Se evitarán los productos no auto-
rizados, poco conocidos o piratas.
– Extremar las precauciones al preparar las mezclas: utilizar prendas de
protección adecuadas y trabajar en un lugar ventilado.
– Se recomienda enjuagar los envases enérgicamente tres veces o me-
diante un dispositivo de presión.
– Respetar las dosis recomendadas.
– Comprobar los equipos de aplicación y prendas de protección para
asegurarse de que están preparados para su uso.
– Hacer la aplicación en la época adecuada y a los intervalos necesarios.

• Normas de manejo durante la aplicación:


– Utilizar las prendas o equipos de protección individual adecuadas al
producto empleado.
– No comer, beber ni fumar durante la aplicación. No ingerir bebidas
alcohólicas.
– Lavarse las manos y quitarse la ropa utilizada antes de comer.
– No limpiar las boquillas de los pulverizadores soplando.
– Evitar tratar con altas temperaturas, viento o lluvia.
– Tratar a favor del viento para que el producto no nos alcance.
– Evitar la deriva a cultivos colindantes.

• Normas para después de la aplicación:


– Quitarse la ropa de trabajo y lavarse en el campo para no prolongar la
exposición al producto fitosanitario, poniéndose ropa limpia.
– Si esto no fuera posible, lavarse las manos, cara y partes del cuerpo no
protegidas durante el tratamiento y proceder a ducharse y cambiarse
de ropa lo antes posible.
– Limpiar los equipos de aplicación, las probetas, cubos y no utilizarlos
para otros usos.
– No mezclar ropa limpia con la ropa de trabajo usada.
– La ropa usada se pondrá aparte y se enunciará para su lavado rotulando
«ropa contaminada por plaguicidas».
– No dejar abandonados ni quemar los envases de plástico.
– Respetar los plazos de seguridad para la cosecha de los productos.

Por último, cabe hacer mención a los fertilizantes comerciales ordinarios que
no están clasificados como sustancias peligrosas, por lo que se les aplican las
normas habituales para sustancias y materias químicas.
© FUOC • PID_00263728 46 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

No obstante, los fertilizantes nitrogenados y especialmente los NPK pueden


emitir gases nocivos en condiciones de calor intenso, como óxido nítrico y
cloro.

También, en caso de incendio, pueden emanar humos nitrosos especialmen-


te peligrosos. Una persona puede inhalar sin darse cuenta concentraciones
peligrosas. Los síntomas de asfixia no aparecen hasta algunas horas después,
cuando ya se ha destruido el tejido pulmonar (edema).

En condiciones normales los fertilizantes no entrañan riesgo alguno. Sin em-


bargo, se recomiendan las siguientes precauciones:

• Alejar el fertilizante de otras sustancias inflamables.


• Almacenar en lugares frescos y alejados de fuentes de calor (motores eléc-
tricos, cables, etc.).
• No fumar en el lugar de almacenamiento.
• Emplear elementos de protección individual como: mascarillas si se pro-
ducen elevados niveles de polvo durante el trabajo; guantes para evitar el
contacto con la piel; gafas para evitar contacto con conjuntivas; y ropa
protectora para evitar contaminación.

3.2.6. Actividades del sector forestal

Las actividades básicas del sector forestal son:

• Apeo�de�árboles. Consiste en la corta de árboles por su base y derribarlos.


Existen los riesgos siguientes:
– Caídas al mismo nivel. Tropiezos con vegetación, rocas, herramientas
dispersas.
– Caídas a distinto nivel. Descenso inapropiado de los vehículos de
transporte.
– Contusiones y cortes. Manejo inadecuado de la herramienta.
– Estrés térmico por calor. Altas temperaturas en la zona de trabajo. Ropa
inadecuada.
– Accidente in itinere. El lugar de trabajo se encuentra alejado y en zonas
de difícil acceso. Todos los trabajadores del sector forestal sufren este
riesgo a causa de la desobediencia de las normas de circulación, el mal
estado de las vías de acceso o el mal mantenimiento del vehículo.
– Incendio forestal en las inmediaciones de la zona.
– Exposición a ruido por la elevada sonoridad de la motosierra.
– Exposición a vibraciones producidas por la motosierra.
– Explosión causada por fumar al repostar, arrancar la máquina donde
se ha repostado o sin limpiar los residuos del combustible.
– Sobreesfuerzos.
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• Apilado. Manejo y transporte de ramas con el fin de colocarlas en un lugar


oportuno para facilitar su recogida para posterior traslado o eliminación.
Existen los riesgos siguientes:
– Sobreesfuerzos por un manejo manual de cargas inadecuado.
– Caídas al mismo nivel. Tropiezos con ramas, raíces rocas y herramienta
dispersa.
– Atrapamientos por tronzas que al estar mal apiladas pueden rodar.
– Estrés térmico por calor debido a una ropa inadecuada.
– Cortes y contusiones por herramientas mal guardadas o con manteni-
miento insuficiente.

• Derribo�de�árboles�enganchados. Los árboles enganchados o colgados en


otro tras su corte suponen una situación muy peligrosa y deben derribar-
se inmediatamente con un método adecuado. En dicha actividad, nunca
debe hacerse lo siguiente:
– Trabajar debajo del árbol enganchado.
– Cortar el árbol que lo sujete.
– Trepar por el árbol enganchado.
– Cortar el árbol que se apoye en él.

• Corta�de�conversión. Proceso de desramado y troceado de un árbol pre-


viamente talado.
• Desbrozado. Operación de corte y limpieza de vegetación herbácea y ma-
torral mediante el empleo de herramientas mecánicas (motodesbrozado-
ra) o manuales.
• Plantación. Consiste en la apertura en el terreno de un hoyo para la pos-
terior colocación de un árbol con cepellón o a raíz desnuda y el posterior
aporcado. Según distintos factores, puede realizarse manualmente o me-
diante maquinaria.
• Poda� en� altura. Consiste en cortar o quitar las ramas superfluas de los
árboles ascendiendo a su copa.
• Quema�controlada. Operación de limpieza consistente en la eliminación
del matorral y material herbáceo seco por medio del fuego.

Las medidas preventivas a adoptar están en función de las herramientas y ma-


quinaria utilizadas, a las cuales se ha hecho referencia anteriormente en los
apartados pertinentes de este módulo.
© FUOC • PID_00263728 48 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

4. Sector sanitario hospitalario

4.1. Caracterización del sector

El sector sanitario es un sector amplio y complejo. Probablemente, sea el sector


que más personas emplea en Europa, en el que se efectúa una amplia gama de
tareas y trabajos sumamente diferentes. Por ello incluye un gran número de
peligros y riesgos, así como problemas complejos de gestión de la seguridad
y la salud en el trabajo.

Aproximadamente, el 10 % de los trabajadores de la Unión Europea trabaja en


el sector de la asistencia sanitaria y social, con una considerable proporción
trabajando en hospitales. Eso convierte al sector de la atención sanitaria en
uno de los mayores de Europa, que abarca una amplia gama de empleos dife-
rentes. Las mujeres representan alrededor del 77 % de la mano de obra y, de
acuerdo con los datos de estadísticas comunitarias, la tasa de accidentes en el
sector es un 34 % más elevada que la media de la UE. Además, el sector tiene el
segundo índice de incidencia más elevado de trastornos musculoesqueléticos
(TME), después de la construcción.

Los estados miembros de la UE, a título individual, han manifestado en más


de una ocasión el interés en que la Agencia Europea para la Seguridad y la
Salud en el Trabajo preste una especial atención al sector en sus proyectos, ya
que ha sido identificado como un sector de alto riesgo. Y, por otra parte, los
riesgos en el sector son comunes para toda Europa, según el estudio que llevó
a cabo la citada Agencia sobre el Estado de la Seguridad y la Salud en el Trabajo
en el año 2000.

Por todo ello, la estrategia comunitaria de salud y seguridad 2002-2006, hecha


pública por la Comisión Europea, abogaba por la necesidad de imponer una
vigilancia constante para reducir los riesgos tradicionales del sector, que pue-
den ser los que causan la mayoría de los accidentes de trabajo.

Sin embargo, la estrategia también mencionaba que la frecuencia de las enfer-


medades consideradas emergentes, como el estrés, la depresión o la ansiedad,
así como la violencia en el trabajo, el acoso y la intimidación es dos veces su-
perior en el sector de la salud y los servicios sociales, por lo que urgía también
desarrollar estrategias de prevención frente a estos nuevos riesgos psicosocia-
les. Riesgos y situaciones que siguen plenamente vigentes hoy en día.
© FUOC • PID_00263728 49 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

Las instalaciones sanitarias son lugares en los que los trabajadores se ven ex-
puestos a una gran cantidad y variedad de riesgos para la salud. Pocos lugares
de trabajo presentan la complejidad de un hospital. No solo se atiende a las
necesidades de la población, sino que con frecuencia son centros de docencia
e investigación también.

Todos los grupos profesionales del sector están expuestos a riesgos: los traba-
jadores de mantenimiento, el personal de lavandería, el personal de limpieza,
el personal de cocina, el personal de administración y el personal sanitario.

A pesar de todos estos riesgos potenciales para la salud de los trabajadores de


los centros sanitarios, hasta hace relativamente poco tiempo se consideraba
que este tipo de instituciones eran lugares de menor riesgo para la salud de
sus trabajadores comparado con otro tipo de trabajos. Si bien siempre se han
reconocido de forma casi exclusiva como riesgo las enfermedades infecciosas
y las lesiones físicas, el énfasis de la atención se ha puesto tradicionalmente
sobre la salud de los usuarios/pacientes y siempre se ha dado una importancia
menor a la salud laboral en este tipo de centros. A ello han contribuido tam-
bién los hechos siguientes:

• Se considera a los trabajadores sanitarios como profesionales de la salud


capaces de mantener su propia salud sin ayuda.
• La facilidad de realizar consultas informales con el personal médico del
centro reduce la utilización de los servicios de salud laboral.
• La filosofía de los hospitales es más la del tratamiento de la enfermedad
que la del mantenimiento de la salud.

Otro elemento importante que se debe tener en cuenta, cuando se analizan


los riesgos en un centro hospitalario, es la necesidad de disponer de un plan
de emergencias realmente operativo de acuerdo con el riesgo de incendio, ele-
mento que en este sector tiene una dimensión completamente diferente en
cuanto al tipo de limitaciones de toda clase que presentan los usuarios de un
hospital, y la importancia que tienen el diseño constructivo de los espacios,
los sectores de protección, el tiempo de detección, la situación y la facilidad de
acceso a los equipos de extinción, así como la especialización del personal para
llevar a cabo estas tareas. Por lo tanto, en cualquier hospital, la organización
de un plan de emergencia, su eficacia y la prevención y protección respecto a
esta cuestión son factores prioritarios.

4.2. Identificación y gestión de los riesgos

A continuación, se exponen los peligros, riesgos y deficiencias más significa-


tivas y las medidas de prevención a adoptar para eliminar o reducir las conse-
cuencias de estos riesgos.
© FUOC • PID_00263728 50 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

Sin olvidar que existen otros a los cuales también hay que prestar atención,
como son los que se citan a continuación. Las medidas preventivas a adoptar
son las generales, por lo que no se mencionan en este apartado.

• Riesgo de caída de objetos por desplome o manipulación.


• Riesgo de choques y golpes contra objetos inmóviles.
• Riesgo de contacto eléctrico.
• Riesgo por exposición a radiaciones ionizantes y no ionizantes.
• Riesgo de fatiga visual por trabajos en PVD.

4.2.1. Exposición a contaminantes biológicos

El riesgo biológico viene condicionado por la exposición a los agentes biológi-


cos: bacterias (riquetsias, clamidias, legionellas, klebsiellas, micobacterias…),
hongos (aspergillus, cándidas, penicillium…), virus (hepatitis B, C, D, E o G,
fiebre amarilla, sarampión, paperas, VIH, dengue…), parásitos (leishmania, te-
nia, echinococcus, toxoplasma…), esporas, productos de recombinación, cul-
tivos celulares humanos o de animales y los agentes biológicos potencialmen-
te infecciosos que estas células puedan contener, como priones, además de
varios tipos de toxinas.

Los agentes biológicos se clasifican según el Real Decreto 664/1997, de 12 de


mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados
con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo en:

1)�Agente�biológico�del�grupo�1: aquel que resulta poco probable que cause


una enfermedad en el hombre.

2)�Agente�biológico�del�grupo�2: aquel que puede causar una enfermedad en


el hombre y puede suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco pro-
bable que se propague a la colectividad y existiendo generalmente profilaxis
o tratamiento eficaz.

3)�Agente�biológico�del�grupo�3: aquel que puede causar una enfermedad


grave en el hombre y presenta un serio peligro para los trabajadores, con riesgo
de que se propague a la colectividad y existiendo generalmente una profilaxis
o tratamiento eficaz.

4)�Agente�biológico�del�grupo�4: aquel que causando una enfermedad grave


en el hombre supone un seno peligro para los trabajadores, con muchas pro-
babilidades de que se propague a la colectividad y sin que exista generalmente
una profilaxis o un tratamiento eficaz.

Estos agentes pueden penetrar en nuestro organismo a través de diferentes


vías:
© FUOC • PID_00263728 51 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Respiratoria: los organismos que están en el ambiente entran en nuestro


cuerpo cuando respiramos, hablamos, tosemos, etc.
• Digestiva: pueden entrar en contacto al comer, beber o por ingestión ac-
cidental pasando a la boca, esófago, estómago e intestinos.
• Dérmica: por contacto con la piel, aumentando la posibilidad de que ac-
cedan cuando presenta heridas o está mal conservada.
• Parenteral: por medio de la sangre o las mucosas: contacto con ojos o
boca, pinchazos, cortes…

Las acciones u operaciones que pueden dar lugar a la infección son, de manera
general, las siguientes:

• Realizar trabajos fuera del protocolo de trabajo establecido, a menudo en


situaciones repentinas y no previstas.
• Reencapsulación de material punzante para desechar (como agujas).
• Eliminación del material citado antes directamente en bolsas de plástico.
• Uso de contenedores inadecuados para esterilizar o incinerar directamen-
te.
• El vaciado manual de los contenedores por contacto directo con los ma-
teriales infectados.
• Por el transporte inadecuado de las muestras biológicas (en las manos,
bolsillos o contenedores permeables).
• En acciones donde no se utilizan los EPI (ropa, guantes, máscaras) que
están prescritos.
• Cuando el trabajador hospitalario no se cambia de ropa ni dentro ni fuera
del recinto contaminado.
• Cuando hay situaciones de falta de información para actuar de manera
correcta y evitar el riesgo o protegerse de él.
• Por falta de salas, habitáculos especialmente acondicionados para personas
con enfermedades infecciosas.
• Por defectos en los sistemas de ventilación general del edificio, cuando el
mantenimiento y la supervisión de la extracción del recinto (filtros) no se
realiza de forma adecuada o en los plazos en los que se tendría que hacer.
• Por falta de normas escritas y difundidas a todo el personal afectado donde
se indique cómo se debe efectuar la eliminación segura de los residuos,
bien sea por desinfección, incineración o descontaminación.

Las medidas preventivas que deben adoptarse son:

Como en todas las enfermedades infecciosas, se deben aplicar las medidas de


prevención en todos los puntos de la cadena epidemiológica: fuente de infec-
ción, vía de transmisión e individuo receptivo. La fuente de infección en este
caso son más los portadores del virus que los enfermos declarados.
© FUOC • PID_00263728 52 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

1)�Precauciones�universales. Constituyen la estrategia fundamental para la


prevención del riesgo laboral frente a todos los microorganismos vehiculiza-
dos por la sangre. Son precauciones universales:

• La vacunación.
• Normas de higiene personal:
– Cubrir con apósito impermeable las heridas y lesiones de las manos al
iniciar la actividad laboral. Evitar la exposición directa cuando existan
lesiones que no se puedan cubrir.
– No utilizar anillos, pulseras, cadenas ni otras joyas.
– El lavado de manos debe realizarse al comenzar y al terminar la jorna-
da, y después de realizar cualquier técnica que pueda implicar el con-
tacto con material infeccioso. Dicho lavado se realizará con agua y ja-
bón líquido, salvo en situaciones especiales en las que se emplearán
sustancias antimicrobianas. Tras el lavado de las manos, estas se seca-
rán con toallas de papel desechables o corriente de aire.
– No comer, beber, ni maquillarse.
– No realizar pipeteo con la boca.

• Utilización de equipos de protección individual: guantes, mascarillas, ropa


de trabajo y protección.
• Extremar la precaución con los objetos cortantes o punzantes.
• Esterilización y desinfección correcta de instrumentales y superficies.
• Eliminación de los residuos adecuadamente.
• Comunicación de los accidentes lo antes posible y siguiendo el protocolo
correspondiente.

2)�Medidas�preventivas�de�lesiones producidas por instrumentos cortantes


y punzantes.

Las disposiciones para la prevención de lesiones causadas por instrumentos Enlace recomendado
cortantes y punzantes, en el sector sanitario y hospitalario, se encuentran re-
En el siguiente enlace en-
cogidas en la Orden ESS/145/2013, de 29 de julio, que debe ser objeto de es- contraréis la citada Orden
tudio detallado. ESS/145/2013, de 29 de ju-
lio: https://www.boe.es/
diario_boe/txt.php?id=BOE-
A-2013-8381.
3)�Actuación�ante�exposición�accidental�al�riesgo�biológico

Los puestos de trabajo sanitarios son los de mayor posibilidad de exposición


accidental (enfermería, auxiliares, facultativos), pero se dan casos también en-
tre los no sanitarios (personal del servicio de limpieza, lavandería y celadores),
siendo importante aplicar las siguientes medidas preventivas:

• Tras una exposición percutánea (punción o corte):


– Retirar el objeto causante.
– Permitir que la herida sangre libremente e incluso inducir el sangrado.
– No exprimir ni frotar la zona lesionada.
– Limpiar la herida con agua o suero fisiológico.
© FUOC • PID_00263728 53 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

– Lavar la zona inmediatamente, utilizando jabón o una solución suave


que no irrite la piel.
– Si no se dispone de agua corriente, limpiar la zona con un gel o una
solución para la limpieza de manos.
– No utilizar soluciones fuertes, como lejía o yodo o productos cuya base
sea el alcohol, ya que pueden irritar la herida y empeorarla.
– Desinfectar la herida con antisépticos.
– En caso necesario, cubrir la herida con un apósito impermeable.

• Tras una salpicadura de sangre o líquidos corporales en piel intacta:


– Lavar la zona inmediatamente con agua corriente.
– Si no se dispone de agua corriente, limpiar la zona con un gel o una
solución para la limpieza de manos.
– No utilizar desinfectantes fuertes como los productos cuya base sea el
alcohol.

• Salpicadura en los ojos o membranas mucosas:


– En todos los casos, se deberá contactar inmediatamente con un profe-
sional sanitario.
– Ojos: enjuagar inmediatamente el ojo expuesto con agua o suero fi-
siológico, durante 10 minutos; sentarse en una silla, inclinar la cabeza
hacia atrás y pedir a una persona que vierta agua o suero fisiológico
delicadamente en el ojo, levantando y bajando los parpados con sua-
vidad para asegurarse de que el ojo se limpia a fondo; si se llevan lentes
de contacto, dejarlas puestas mientras se realice el enjuague, ya que
forman una barrera sobre el ojo y ayudarán a protegerlo; una vez que
se haya limpiado el ojo, retirar las lentes de contacto y limpiarlas de la
forma habitual; no utilizar jabón o desinfectante en el ojo.
– Boca: escupir inmediatamente; y enjuagar la boca a fondo utilizando
agua o suero fisiológico y volver a escupir. Repetir este proceso varias
veces.

• Salpicaduras o derrames de material infeccioso:


– Utilizar guantes resistentes, así como toda la ropa protectora y los equi-
pos de protección individual que fueran necesarios (protección ocular,
facial…).
– Evacuar la zona si hay alto riesgo de infección.
– Verter un desinfectante apropiado sobre la zona contaminada.
– Cubrir el derrame con paños o toallas desechables.
– Retirar todos los materiales, teniendo especial precaución en caso de
haber vidrios rotos u objetos punzantes y colocar el material contami-
nado en un recipiente adecuado.
– Tras la limpieza, quitarse los guantes y la ropa de trabajo y lavarse
adecuadamente.
© FUOC • PID_00263728 54 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

El trabajador afectado debe acudir inmediatamente al servicio de prevención


de riesgos laborales, donde deben realizar una evaluación médica del accidente
biológico, proporcionándole asistencia sanitaria, registrando el accidente de
trabajo en su historia clínico-laboral e incluyéndole en el programa de control
y seguimiento de accidentes biológicos.

4)�Medidas�preventivas�específicas

• Todos los centros sanitarios y hospitales deben disponer de procedimien-


tos de trabajo y medidas técnicas que eviten o minimicen la liberación
de agentes biológicos, y reduzcan el número de personas expuestas a los
mismos y tener en cuenta los grupos de riesgo como trabajadoras embara-
zadas o en período de lactancia.
• Cada área hospitalaria debe cumplir con los requisitos de aislamiento ne-
cesarios y disponer de la señalización correspondiente. Se dispondrá, ade-
más, de los medios de esterilización y desinfección que sean necesarios en
cada caso (lavabos, salas de ducha, etc.), tanto para personas como para
instrumentales y superficies.
• Las superficies y los equipos de trabajo se descontaminarán por lo menos
una vez al día y siempre que se produzca un derrame. Un procedimiento
interno o protocolo especificará el modo de empleo de desinfectantes, así
como la naturaleza y concentración de uso de los mismos.
• Al manipular sangre, fluidos biológicos, mucosas, heridas, muestras y otros
objetos o superficies contaminadas, utilizar EPI con marcado CE, así como
ropa de trabajo, batas, delantales, etc. adecuados para su uso.
– Con relación al uso de guantes de un solo uso.
– Nunca tocar con las manos enguantadas los ojos, nariz, mucosas o la
piel.
– No abandonar el puesto de trabajo ni circular fuera de las zonas de
riesgo con los guantes puestos.
– Lavarse las manos nada más quitarte los guantes.
– Evitar el sobreuso de los guantes.
– Desechar los guantes contaminados.

• Cada centro sanitario deberá disponer de un plan de emergencia frente a


exposiciones a agentes biológicos adaptado a las circunstancias.
• El tratamiento y eliminación de los residuos se realizará de acuerdo con
la normativa vigente y los procedimientos marcados por la empresa. El
transporte de estos residuos hacia el almacén se realizará cumpliendo los
períodos de recogida y normas que eviten la rotura de las bolsas o recipien-
tes de transporte. El almacenamiento se realizará en locales aislados bien
ventilados, señalizados y que permitan una fácil limpieza y desinfección.
© FUOC • PID_00263728 55 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

Para completar la formación sobre las medidas preventivas a adoptar por la Enlaces recomendados
exposición a agentes biológicos, debe estudiarse el Real Decreto 664/1997, de
En los enlaces siguientes
12 mayo, ya citado, así como la Guía Técnica del INSST para su aplicación. encontraréis el real decre-
to citado, así como la Guía
Técnica del INSST: https://
4.2.2. Exposición a contaminantes químicos www.boe.es/buscar/act.php?
id=BOE-A-1997-11144.
http://www.insht.es/Insht-
Dentro del sector sanitario, el riesgo de exposición de forma continuada a Web/Contenidos/Normati-
contaminantes químicos viene dado por los diversos productos o sustancias va/GuiasTecnicas/Ficheros/
agen_bio.pdf.
utilizados durante los trabajos de los diferentes departamentos y especialida-
des médicas:

• Exposición a anestésicos durante su aplicación en forma de gas (óxido de


dinitrógeno) o líquidos que se aplican por vaporización (metoxifluorano,
enfluorano, halonato, isofluorano, desfluorano, etc.), ya que una parte es
asimilada por el enfermo, pero el resto puede ir a parar al ambiente o re-
tornar al respirador. Las zonas afectadas suelen ser generalmente quirófa-
nos y salas adyacentes a estos.
• Exposición a citostáticos durante las operaciones de preparación y admi-
nistración de ciertos medicamentos, por ejemplo, en los tratamientos de
quimioterapia.
Los compuestos citostáticos pueden producir consecuencias leves, aunque
algunos compuestos citostáticos pueden producir, además, consecuencias
graves como alteraciones mutagénicas, carcinogénicas o teratogénicas.
• Exposición a desinfectantes (formaldehído utilizado como conservante y
fijador en laboratorios de anatomía patológica y salas de autopsia, cloro,
yodo, ácido paracético, betapropiolactona, bromuro de metilo o el gluta-
raldehído usado para la desinfección de cabinas de seguridad biológica e
instrumental, etc.).
• Exposición a gases esterilizantes como el óxido de etileno utilizado como
agente esterilizante y el peróxido de hidrógeno, etc.
• Exposición a resinas. En las áreas de traumatología se utilizan materiales
como yesos, cementos, etc. El riesgo en estas actividades se genera durante
la elaboración y aplicación de resinas como el metacrilato de metilo usado
en intervenciones quirúrgicas como cemento acrílico para la fijación de
prótesis aplicadas a los huesos. También se da durante las etapas de mez-
clado y colocación del cemento. En estas operaciones se generan además
vapores tóxicos con monómeros liberados al aire.
• Existe además riesgo de exposición a compuestos como el látex (guan-
tes, etc.) o disolventes (acetona, alcohol metílico, benceno, fenol, hexano,
mercurio metálico, tolueno, xileno, etc.) usados en laboratorios y trabajos
de mantenimiento y limpieza, etc.
• En las instalaciones de radiodiagnóstico se utilizan líquidos de revelado
que, junto con los vapores emanados de los mismos, suponen un riesgo
para la salud de los trabajadores expuestos, pudiendo producir lesiones en
piel y la inhalación de sus vapores, cefaleas e incluso lesiones respiratorias.
© FUOC • PID_00263728 56 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

Las medidas preventivas que deben adoptarse son:

• Se recomienda, en los casos de exposición a anestésicos, el uso de circuitos


cerrados, previa depuración y aporte de oxígeno y anestésicos. Son efecti-
vos también los sistemas de eliminación de gases residuales (scavenger);
si no es posible el uso de estos sistemas, deberá disponerse de sistemas de
ventilación por extracción localizada cerca de los focos de emisión.
En aquellos casos en los que no sea posible conectar el sistema de elimi-
nación de gases anestésicos que lleva la máquina de anestesia (quirófanos
de pediatría y ORL), deberán utilizarse mascarillas de doble capa y otros
sistemas alternativos de extracción localizada.
Es imprescindible establecer un plan de mantenimiento preventivo e in-
cluir el control periódico de las instalaciones en el plan de mantenimiento
preventivo del hospital.
• El trabajo con compuestos citostáticos y otros fármacos se realizará si-
guiendo los protocolos de trabajo, rotación de puestos, actuación en casos
de emergencia, etc. Estos protocolos deben tener en cuenta la legislación
existente, el número de tratamientos, el colectivo implicado, su experien-
cia y grado de formación e información, el lugar y las instalaciones de tra-
bajo, el tratamiento y eliminación de residuos, etc.
• Utilizar cabinas de flujo laminar vertical para el preparado de compuestos
citostáticos y otros fármacos. La abertura de la ventana frontal de las mis-
mas debe situarse algo por encima del codo del trabajador, de manera que
se cree una barrera física entre el área de trabajo y su rostro manteniendo
una visión correcta de los materiales.
Las superficies de trabajo pueden ser lisas o constituir placas perforadas. En
el primer caso, las rejillas de circulación de aire estarán situadas en el frente
y en el fondo de la cabina. En el segundo caso, debe evitar colocar sobre
las placas, bandejas y otros materiales que provoquen perturbaciones de
aire y generen escapes al ambiente del local.
Extremar las precauciones en la limpieza y desinfección del instrumental
que no sea de un solo uso y seguir todas las recomendaciones sobre las
medidas de tipo higiénico, además de utilizar los EPI adecuados.
• En la aplicación de medicamentos en forma de aerosol (ribavirina, pen-
tamidina, etc.) se recomienda el uso de aplicadores suministrados por el
fabricante, o bien, realizar la aplicación en salas de aislamiento dotadas de
ventilación independiente, filtros HEPA. El dispositivo de puesta en mar-
cha del sistema será por mando a distancia y se evitará entrar en la sala
de aplicación hasta pasados cinco minutos después del tratamiento. Debe
disponerse en todas las salas de aplicación de información para el personal
expuesto y para familiares de los enfermos tratados.
Recoger al final de la aplicación el aerosol depositado en las superficies evi-
tando que pase al aire y lavarse las manos para eliminar los restos de pro-
ducto. Cuando no se disponga de un equipo aplicador, utilizar proteccio-
nes individuales dérmicas y respiratorias homologadas con marcado CE.
En estos casos, se recomienda evitar la exposición de mujeres embarazadas
o en edad de procrear.
© FUOC • PID_00263728 57 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Para la desinfección de equipo o instrumental:


– No utilizar soluciones antiguas ni usar un desinfectante como un es-
terilizante.
– No mezclar desinfectantes ni añadir detergentes sin conocer sus carac-
terísticas.
– Utilizar recipientes limpios y secos.
– Colocar la cantidad de material adecuado a la solución desinfectante.
– Eliminar la suciedad del material antes de utilizar el desinfectante ya
que la materia orgánica (sangre, pus, vómitos, orina, heces, etc.) des-
activa la acción de desinfección de este.
– Desechar la solución al finalizar el trabajo.

La desinfección de salas debe ser realizada por personal especializado si-


guiendo procedimientos que incluyan las zonas de acceso prohibido y la
señalización del riesgo. Respetar los períodos de seguridad por utilización
de plaguicidas después de la desinfección de una sala.
• Si se realizan trabajos de desinsectación o desratización, se debe recurrir a
empresas especializadas registradas. Es recomendable el uso de productos
que llevan la indicación específica de «apto para uso hospitalario».
• En cuanto al proceso de esterilización, se recomienda reducir el uso del
óxido de etileno en la esterilización de materiales que no pueden realizarse
mediante autoclave de vapor.
Los equipos de esterilización se instalarán en salas independientes, garan-
tizando la estanqueidad durante el proceso y la eliminación del gas al fina-
lizar el ciclo de trabajo del esterilizador. Deberán sustituirse aquellos equi-
pos que no garanticen dicha estanqueidad.
Deben establecerse programas de mantenimiento y control del equipo de
esterilización y las instalaciones auxiliares (compresores, sistemas de ex-
tracción, etc.). Este programa debe contemplar las revisiones necesarias y
su periodicidad, así como listados de piezas de recambio, un calendario de
reposición de las mismas, etc.
• En casos de reacciones alérgicas al látex, lo más recomendable es sustituir-
los por otro tipo de guantes que no tengan látex. Actualmente, existen
guantes quirúrgicos sin látex con una resistencia y seguridad comparables
a los del látex; son guantes de vinilo, neopreno o de copolímetros. Se reco-
mienda no utilizar cremas o lociones de base grasa que puedan deteriorar
los guantes; por otro lado, es de suma importancia lavarse las manos des-
pués del uso de los guantes con jabón neutro y secarlas cuidadosamente.
• En las operaciones de preparado de yesos o cemento acrílico, en quirófanos
o traumatología, se recomienda el uso de pequeñas cabinas dotadas de
extracción y uso de guantes impermeables al metacrilato. Otro sistema
eficaz es el uso de preparaciones de metacrilato acrílico al vacío listas para
su uso.
• Debe instalarse un sistema de extracción/ventilación forzada del cuarto
oscuro de revelado, que evite la acumulación de los vapores emanados por
los líquidos de la procesadora y en su deficiencia reduzca al mínimo los
tiempos de exposición en dicho cuarto.
© FUOC • PID_00263728 58 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• En general, en todos los centros sanitarios debe establecerse un plan de


gestión de residuos químicos peligrosos con normas y procedimientos de
trabajo diferenciados en función del tipo de residuo (residuos citostáti-
cos, formaldehído, líquidos de revelado radiográfico, disolventes, mercu-
rio, medicamentos caducados, etc.).

4.2.3. Carga mental del trabajo y de situaciones de estrés

Se entiende que este tipo de riesgo deriva del hecho de que el trabajador está
expuesto a un grado de exigencia mental superior a su capacidad de respuesta
a causa de los factores siguientes:

• Sobrecarga de trabajo y reiteración de las tareas que lleva a cabo.


• Exceso de responsabilidad sin poder contrastar la opinión con otras per-
sonas.
• Incertidumbre general en el trabajo y acumulación de situaciones deciso-
rias.
• Tratos con pacientes o familiares con derivaciones o manifestaciones de
frustración y agresión verbal.
• Horarios incompatibles para personas que tienen a su cargo otras personas
dependientes (disminuidos físicos o psíquicos, personas enfermas).
• Elevada variabilidad de turnos causada por una plantilla insuficiente.
• Ritmo de trabajo no previsible y donde no hay expectativas de planificar
mínimamente las ocupaciones, el tiempo de ocio.
• Relaciones jerárquicas difíciles o inexistentes.
• Disminución en la cantidad/calidad de las pausas o descansos.
• Carencia de tiempo de recuperación con la pérdida de eficacia y rendi-
miento, cosa que es un factor de riesgo para el personal y para los pacientes.
• Grado de autonomía limitado o inexistente. Preeminencia de la incerti-
dumbre.

Las medidas preventivas que deben adoptarse son:

• Valorar la percepción que cada individuo tiene de una situación que causa
estrés y los recursos que cada persona puede aportar para afrontar estas
situaciones.
• Vigilar los indicadores de la presencia de estrés. Algunos de los posibles
indicadores de la presencia de estrés son los cambios de comportamiento,
el insomnio, los conflictos interpersonales, el absentismo laboral o la pér-
dida de autoestima. Asimismo, hay que tener en cuenta los cambios de há-
bitos con resultados agudos: anorexia, bulimia, alcoholismo, tabaquismo,
consumo excesivo de medicamentos o situaciones de respuesta parecidas.
• Vigilar los síntomas personales. Los síntomas personales más generales se-
rían: dolor de cabeza, tensión muscular, palpitaciones, impotencia, dismi-
nución de la actividad psicomotora, trastornos del aparato digestivo (úlce-
ras, colitis), trastornos cardiovasculares (infartos, hipertensión), dificultad
de concentración y pérdida de memoria. Bajo la forma de enfermedades
© FUOC • PID_00263728 59 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

psicosomáticas, tenemos: sensación de asfixia (asma), depresión, ansiedad,


fobias o neurosis, erupciones cutáneas no vinculantes a agentes somáticos.
• Para corregir situaciones de sobrecarga mental o de estrés en el trabajo,
hay que llevar una vigilancia de la salud de los trabajadores para elaborar
un diagnóstico precoz. Así pues, habrá que incluir en las revisiones de
los trabajadores pruebas que exploren esta cuestión desde un punto de
vista somático (ritmo cardíaco, presión de la sangre, entre otros) o desde
el punto de vista psicológico (como entrevistas o cuestionarios). Hay que
tener conocimiento de la frecuencia de los achaques para poder valorar la
gravedad relativa del caso.
• Es bastante importante mantener consultas individuales de apoyo a las
personas, especialmente cuando haya cambios en el trabajo, tanto si son
positivos como si no lo son.
• Con respecto al puesto de trabajo, resultaría útil tener en cuenta los puntos
siguientes:
– El contenido del puesto de trabajo tendrá que ser racionalmente exi-
gente con relación a las necesidades psicológicas y ofrecer una cierta
variación.
– Tiene que ser posible aprender este contenido del puesto de trabajo y
continuar aprendiéndolo.
– Tiene que haber determinadas áreas de toma de decisiones que se pue-
dan considerar como propias, es decir, una cierta autonomía por parte
del trabajador.
– Tiene que haber un mínimo de apoyo y reconocimiento de los méritos
en el puesto de trabajo, lo que se llama feedback o retroalimentación
de un hecho o conducta positivo que se explicita de manera directa
a la persona que lo ha realizado: una felicitación, una conversación
distendida, un agradecimiento sencillo a un subordinado.
– Conviene que exista la creencia de que todo lo que se hace es siempre
importante y significativo.
– También debe existir la creencia de que el puesto de trabajo ofrece un
futuro deseable.

• Eliminar o reducir, en su caso, el trabajo repetitivo y monótono, hito que


la tecnología permite conseguir.
• También se tendría que democratizar la organización del trabajo. Se debe
desterrar el estilo autoritario que solo crea inhibición, frustración e inco-
municación en una organización que pierde, así, el potencial que pueden
incorporar sus trabajadores de una manera espontánea en un clima labo-
ral favorable. Algunos elementos de progreso en este aspecto serían los si-
guientes:
– Transparencia en la información. Debe ser sincera y, si no lo puede ser,
es preferible no tenerla.
– Objetividad cuando se definen los criterios de promoción e incentivos.
– Igualdad de oportunidades en la formación.
© FUOC • PID_00263728 60 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

– Participación de los trabajadores en la definición de objetivos e incen-


tivos.

En general, se trata de establecer una organización más abierta y flexible, hecha


a medida según la capacidad de las personas que trabajan y bajo el concepto de
que la motivación y el bienestar de los trabajadores solo sirven para favorecer
los objetivos de toda la organización.

4.2.4. Sobreesfuerzo

El sobreesfuerzo puede ser ocasionado por:

• Manipulación de enfermos que hay que mover de forma continua a lo


largo de la jornada laboral.
• El levantamiento de pesos.
• Una carga dinámica alta en los desplazamientos.
• Inexistencia de pausas para la recuperación muscular.
• Ausencia de medios de ayuda para el movimiento de pacientes.

Las medidas preventivas que hay que adoptar son:

• Informar a las personas expuestas sobre los factores de riesgo ergonómicos


que comportan sus tareas, así como de las consecuencias que se pueden
derivar y de las medidas para prevenir los riesgos.
• Tener en cuenta las quejas individuales y colectivas, aunque, en principio,
no tengan una base palpable.
• Estudiar y adaptar la cantidad y el ritmo de trabajo a la capacidad física y
mental de los trabajadores expuestos.
• Las condiciones ambientales bajo las cuales se hará este tipo de trabajo se-
rán las adecuadas (temperatura, humedad, corrientes de aire, iluminación,
ruido, entre otros).
• Establecer un programa de ejercicios que enseñe a los trabajadores expues-
tos cómo realizar la manipulación correcta de la carga física para alcanzar
los objetivos siguientes:
– reforzar la musculatura,
– adquirir conductas posturales adecuadas,
– relajar los grupos musculares fatigados.

• Establecer un programa de reconocimientos médicos específicos para de-


tectar riesgos de lesiones musculoesqueléticas, así como estados de estrés.
Estas revisiones se llevarán a cabo antes de que una persona empiece a
trabajar en un lugar que comporte una carga de trabajo importante, tanto
si se trata de una nueva contratación como de un cambio de puesto de
trabajo. También se harán revisiones a los trabajadores que hayan causado
baja o que hayan sufrido un accidente, así como al resto de trabajadores
© FUOC • PID_00263728 61 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

que están expuestos a tareas parecidas. Finalmente, las revisiones también


se harán de forma periódica, según lo que establezca el servicio médico.
• Con respecto a las tareas de levantar enfermos o cargas, en general, se
actuará de la manera siguiente:
– La manipulación manual de pesos se evitará o se aliviará con la ayuda
de algún utensilio mecánico.
– Se habilitará un espacio suficiente para poder mover y desplazar tan-
to a los enfermos como los equipos. Como mínimo, el trabajador dis-
pondrá de 10 m³ libres.
– Pasadizos de paso para desplazar los equipos con una anchura mínima
igual a la anchura máxima de los equipos más 0,5 metros libres a cada
lado del pasadizo.
– Los trabajadores estarán formados e informados de manera suficiente
para conocer el funcionamiento, el mantenimiento y las limitaciones
de los equipos.
– Las operaciones de levantar o depositar pesos se tienen que hacer de
pie.
– Los pesos manipulados por una sola persona y con las dos manos no
tendrían que superar los valores siguientes: 25�kilogramos, en gene-
ral; 15�kilogramos si se trata de mujeres, trabajadores menores o ma-
yores o si se quiere garantizar la salud del 95 % de la población; 40
kilogramos si se trata de levantamientos esporádicos hechos por tra-
bajadores entrenados.

• La duración de las manipulaciones abarcará menos de 2 horas de la jornada


laboral total. En caso de que la manipulación sea de larga duración, es
decir, entre 2 y 8 horas, el número de levantamientos por minuto será
inferior a 2.
• Con respecto a tareas de tirar o empujar cargas se tiene que tener en cuen-
ta que, para una duración máxima de 30 minutos, la relación entre la dis-
tancia de los recorridos de los desplazamientos y su frecuencia será de:
– 8 desplazamientos/minuto para una distancia de 2 metros.
– 5 desplazamientos/minuto para una distancia de 4 metros.
– 1,5 desplazamientos/minuto para una distancia de 10 metros.

• Los equipos de desplazamiento de enfermos tienen que cumplir las con-


diciones siguientes:
– Su peso tiene que ser inferior a 25 kilogramos en caso de iniciar el des-
plazamiento y a 10 kilogramos, en caso de mantener el movimiento.
– Los mangos para tirar o empujar tienen que permitir que los brazos
mantengan ángulos de entre 150º y 180º; eso se puede conseguir si las
manos pueden apoyarse de forma simétrica y si el mango se encuen-
tra situado entre la altura de los puños y la de los hombros (90-150
centímetros).

• Con respecto a las tareas de llevar cargas (bandejas o material, en general):


© FUOC • PID_00263728 62 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

– Si los desplazamientos totales son inferiores a 10 metros, el peso total


de la carga llevada durante la jornada será de menos de 10.000 kilo-
gramos.
– Si los desplazamientos totales son superiores a 10 metros, el peso total
de la carga llevada durante la jornada será de menos de 6.000 kilogra-
mos.
– Se recomienda que las distancias recorridas llevando cargas sean supe-
riores a 1 metro.
– La altura con respecto al suelo a la que se tendrá que llevar la carga
será próxima al nivel de los codos.

No hay ninguna duda de que la movilización de pacientes no autónomos y Enlace recomendado


las posturas forzadas que en ocasiones se adoptan en la señalada movilización
En el siguiente enlace encon-
son unas de las causas de accidentes más importantes en el sector sanitario. traréis el citado documen-
Para profundizar en el tema se pueden observar distintos documentos, entre to, que debe�ser�objeto�de
estudio�detallado: https://
los cuales destacamos el E-FACTS 28 de la Agencia Europea para la Seguridad osha.europa.eu/es/tools-and-
publications/publications/e-
y la Salud en el Trabajo.
facts/efact28/view.

4.2.5. Caída al mismo nivel

Este riesgo se puede presentar durante los desplazamientos a lo largo de la


jornada, debido al mal estado del suelo (baldosas sueltas, moqueta levantada
o irregular, suelo resbaladizo, etc.), por utilizar calzado inadecuado, por falta
de iluminación, por la presencia de objetos que interrumpen el paso (cables
eléctricos, juguetes, etc.), por falta de orden y limpieza, etc.

Los daños que pueden producirse son lesiones leves como heridas, contusio-
nes, rozaduras, torceduras, luxaciones, esguinces, etc., o bien, lesiones graves
como fracturas, etc., en función del tipo de caída.

Las medidas preventivas que hay que adoptar son:

• Mantener un buen nivel de orden y limpieza, dejando los pasillos y áreas


de trabajo libres de obstáculos.
• Utilizar calzado sujeto al pie, con suela antideslizante y homologado con
marcaje CE.
• Limpiar inmediatamente cualquier producto derramado accidentalmente.
Prestar atención especial cuando el suelo haya sido tratado con productos
deslizantes.
• El suelo debe ser un conjunto homogéneo, fijo y estable, de pavimento no
resbaladizo, y correctamente iluminado. Ante cualquier deficiencia, cabe
extremar las precauciones e informar al personal de mantenimiento.
• Los cables deben distribuirse de forma que queden fuera de las zonas de
paso. En caso contrario, deberán protegerse y/o fijar los cables en el suelo
con tal de evitar tropiezos.
© FUOC • PID_00263728 63 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

4.2.6. Agresiones externas

En el colectivo sanitario pueden derivarse riesgos de agresión por pacientes


o familiares, principalmente, en las unidades más problemáticas como urgen-
cias, psiquiatría, centros para discapacitados psíquicos, geriátricos, trabajos en
ambulancias, lugares solitarios o trabajos aislados, etc.

Las consecuencias pueden ser las propias de la agresión: leves, graves o incluso
mortales en función de la situación, pudiendo darse golpes, cortes por arma
blanca, heridas por arma de fuego y/o síntomas de estrés agudo postraumático.

Las medidas preventivas que hay que adoptar son:

• El trabajo debe desarrollarse en un sistema de trabajo seguro que integre


diferentes elementos de vigilancia asistencial, protección, organización de
la seguridad y de situaciones de emergencias.
Respetar los procedimientos de control de acceso: registro de entrada o de
acreditación de las personas.
• Las medidas de tipo organizativo son las más eficaces para prevenir las
conductas agresivas de los pacientes y familiares. Por ejemplo, la reduc-
ción de los tiempos de espera, la comunicación fluida entre el personal
y los pacientes y familiares, las salas de espera confortables, la existencia
de intercomunicadores o teléfonos para casos de emergencia, pulsadores
o timbres de emergencia, etc.
• Analizar y estudiar el origen de la agresividad y cuáles pueden ser las causas
básicas o circunstancias donde se puede dar una amenaza (lugares abiertos,
de fácil acceso y huida, localizaciones que posibiliten encontrar «sorpre-
sas», puntos difíciles para comunicar emergencias, inexistencia de disposi-
tivos técnicos de seguridad, etc.). Se recomienda disponer de información
de las acciones agresivas potenciales y conocer los actos que se produjeron
con anterioridad y las actuaciones que se pusieron en marcha.
• Mantener una comprensión tolerante con los sentimientos de la otra per-
sona, y rehuir discusiones sobre todo referentes a opiniones; centrarse en
los hechos ocurridos (reflejan acciones reales).
• Mostrarse asertivo, seguro y tener confianza en uno mismo. No angustiar-
se, no ser impulsivo ni decir más de lo estrictamente necesario.
• Durante una situación conflictiva, conviene hablar pausadamente, man-
tener la calma, emplear frases cortas que faciliten una respiración contro-
lada. Después del conflicto hay que concederse una pausa para calmarse,
aflojar la tensión y relajarse.
• En resumen, establecer un procedimiento de prevención de riesgos labo-
rales, sobre este tema, que incluirá: las posibles causas de las agresiones, la
forma de organizar el trabajo, la manera de tratar a los pacientes y fami-
liares, la forma de actuar delante de una amenaza de agresión, etc.
© FUOC • PID_00263728 64 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

4.2.7. Ambiente físico

Dentro de un hospital, los contaminantes físicos, como por ejemplo una tem-
peratura elevada, afectan de una manera especial a la actividad de los emplea-
dos (lavandería, cocinas, locales estériles, hornos de incineración), el nivel de
tensión física o según la ropa que llevan o el tipo de horario.

El grado de humedad, la ventilación y los espacios disponibles son elementos


que configuran riesgos concretos del medio físico y del clima interno. La ma-
nifestación puede darse en forma de caídas a nivel, tropiezos con objetos o
situaciones, en general, de falta de confort o fatiga que disminuyen la capaci-
dad de atención y de trabajo de los afectados y que a largo plazo pueden tener
un papel importante en la generación de enfermedades profesionales. Por lo
tanto, es necesaria una acción preventiva sobre factores como:

• temperatura ambiental,
• grado de humedad,
• velocidad de renovación del aire y su calidad,
• nivel de ruido,
• grado de iluminación de cada zona de trabajo,
• características de los espacios de trabajo con relación a los trabajos que se
deben desarrollar.

Las medidas preventivas que hay que adoptar son:

La organización del espacio y la calidad del aire interior son el elemento base
sobre el que podrán aplicarse el resto de medidas de prevención. Por lo tanto,
se tendrán que fijar los puntos siguientes:

• La temperatura estará relacionada con el grado de actividad y el tipo de


ropa del personal (valor de referencia de confort 22º C).
• El nivel de ruido ambiental que hay que reducir en el lugar mismo de la
emisión: en ningún caso se deberían superar los 60 dB (A). Muy a menudo,
las señales sonoras pueden ser sustituidas por señales de luz o bien dismi-
nuir o cambiar el tipo de tono.
• La distribución del mobiliario en el espacio, que tiene que permitir el paso
de personas y equipos, camillas, personas en sillas de ruedas, situaciones
de ocupación alta en días de visita. El criterio de la ergonomía, es decir,
las medidas de las personas y sus necesidades, debe tenerse presente en
cuanto a todos los espacios y volúmenes: la altura, la profundidad y los
brazos de reposo en sillas, camas, pasamanos, mostradores, muebles, sa-
nitarios, duchas, cerraduras, pomos, entre otros. Todo el mobiliario y los
accesorios tienen que estar de acuerdo con las medidas de las manos, del
tronco, de las piernas de los usuarios, así como con su capacidad física.
Los puestos de trabajo se tendrían que situar pensando en la reducción de
los desplazamientos.
© FUOC • PID_00263728 65 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• La iluminación tendrá que establecerse según los diversos niveles de exi-


gencia de cada caso, desde la necesidad de distinción muy alta, cuando
hace falta leer o identificar letras, números o señales en un aparato (> 1.000
luxes) hasta zonas de paso donde solo hará falta un nivel de 100 luxes. El
Real Decreto 485/1997, de 14 de abril, que regula las condiciones mínimas
de seguridad y salud en los lugares de trabajo, fija los diferentes niveles de
iluminación para casos concretos.
• Se tendrá que verificar periódicamente la ventilación y el acondiciona-
miento del aire y tener como referencia el dato de 30 a 50 m³/hora/traba-
jador de renovación en puestos de trabajo.
• Asimismo, hay que tener en cuenta la percepción de los trabajadores con
respecto a lo que estamos comentando, ya que puede ser un buen indica-
dor del mantenimiento realizado, de posibles averías o del hecho de que
la organización del trabajo no es la adecuada.
• La ropa de trabajo se puede mejorar según el material de que se componga.
Debería ser una camisa ancha y unos pantalones también holgados con
un calzado pensado para un recorrido que será de 7 a 8 kilómetros por
jornada de trabajo.
© FUOC • PID_00263728 66 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

5. Establecimientos residenciales

5.1. Características generales del sector

La importancia de este sector, desde el punto de vista de prevención de riesgos


laborales, queda claramente expuesta en el informe «2016, Siniestralidad en
la actividad de asistencia en establecimientos residenciales», elaborado por el
INSST, al señalar que

«… la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2015-2020 señala la necesi-


dad de que las políticas públicas en materia de seguridad y salud en el trabajo incidan en
la reducción de la siniestralidad laboral de aquellos sectores y actividades más vulnera-
bles, es decir, que cuenten con mayor número de accidentes de trabajo y mayor población
de trabajadores expuestos. La combinación de dichas variables pone de manifiesto, según
datos facilitados por el Observatorio Estatal de Condiciones de Trabajo, que la “asistencia
en establecimientos residenciales” es una de las ramas de actividad prioritarias, siendo la
primera del sector terciario. Esta preponderancia no ha sido un hecho puntual ya que la
siniestralidad del sector viene ocupando este puesto en los últimos años, presentando,
adicionalmente, cifras, progresivamente crecientes. A la elevada tasa de siniestralidad de
esta actividad económica debemos añadirle el previsible crecimiento de la misma, dada
la importancia que están adquiriendo las actividades relacionadas con el cuidado de las
personas en una población cada vez más envejecida. En España, la rama de actividad de
servicios sociales es una de las pocas que ha conseguido mantener un crecimiento posi-
tivo del empleo desde que se desencadenó la crisis de 2008, demostrando el importante
potencial de generación de empleo que tiene la atención a la dependencia».

Según el DIRCE (Directorio Central de Empresas) 2016, en España habría un


total de 5.216 empresas pertenecientes al CNAE 87 «asistencia en estableci-
mientos residenciales». De ellas, un 63 % pertenece a la actividad 87.3 de «asis-
tencia en establecimientos residenciales para personas mayores y con discapa-
cidad física», y un 25 % al 87.1 de «asistencia en establecimientos residenciales
con cuidados sanitarios».

CNAE�2009

Grupo�Q�–�Actividades�sanitarias�y�de�servicios�sociales

871.- Asistencia en establecimientos residenciales con cuidados sanitarios.

872.- Asistencia en establecimientos residenciales para personas con discapacidad inte-


lectual, enfermedad mental y drogodependencia.

873.- Asistencia en establecimientos residenciales para personas mayores y con discapa-


cidad física.

8731.- Asistencia en establecimientos residenciales para personas mayores.

8732.- Asistencia en establecimientos residenciales para personas con discapacidad física.


© FUOC • PID_00263728 67 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

879.- Otras actividades de asistencia en establecimientos residenciales.

Aunque en relación con el tamaño de las empresas, predomina la pequeña


empresa entre 20 y 49 trabajadores (un 32 %), una de cada cuatro empresas
tendría plantillas de menos de 10 trabajadores.

En relación con trabajadores ocupados del sector, la EPA sitúa en la actividad


a 280.200 trabajadores; la «asistencia en establecimientos residenciales para
personas mayores y con discapacidad física» es la más representada, con el 79
% de los trabajadores de la actividad. Por su parte, las actividades 87.1, 87.2 y
87.9 representan un 4 %, un 9 % y un 8 %, respectivamente.

Esta población es fundamentalmente femenina; su peso porcentual es del 87


% para el total del sector. Por otra parte, aunque predominan los trabajadores
del sector privado (80 %), un 18 % de los ocupados pertenecen al sector pú-
blico. Este dato es aún más llamativo para la actividad 87.1 de «asistencia en
establecimientos residenciales con cuidados sanitarios», donde el porcentaje
de trabajadores del sector público asciende al 28 %.

Respecto a la edad, se trata de una actividad envejecida donde el 33 % de los


ocupados tendrían más de 49 años. De las cuatro actividades que componen
el sector, la 87.3 es la más envejecida. En ella, hasta el 36 % de los trabajadores
tendrían más de 49 años.

El perfil de ocupaciones muestra que las más representadas son: los auxiliares
de enfermería y asimilados (42,5 %), seguido por personal de limpieza (7,1
%), profesionales en ciencias sociales (7,1 %) y técnicos auxiliares relacionados
con el cuidado de personas (5,6 %).

Los datos sobre accidentes de trabajo con baja ocurridos en el sector, en 2016,
durante la jornada laboral contabilizaron un total de 13.910 accidentes. Un
38,6 % de estos ocurrieron en la actividad 87.1 de «asistencia en estableci-
mientos residenciales con cuidados sanitarios», un 37 % en la 87.3 de «asis-
tencia en establecimientos residenciales para personas mayores y con disca-
pacidad física» y un 16,4% en la 87.2 de “asistencia en establecimientos re-
sidenciales para personas con discapacidad intelectual, enfermedad mental y
drogodependencia».

Analizando esta siniestralidad se observa que:

• La variable «forma de contacto» que describe el modo en que la víctima ha


resultado lesionada por el agente material que ha provocado dicha lesión
pone de manifiesto que los sobresfuerzos físicos son los más representados;
alcanzan el 61 % en la actividad 87.3 de «asistencia en establecimientos
residenciales para personas mayores y con discapacidad física» y un 60 %
en la 87.1 de «asistencia en establecimientos residenciales con cuidados
sanitarios».
© FUOC • PID_00263728 68 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• La variable «agente material causante de la lesión» que describe el objeto,


instrumento o agente con el cual la víctima se produjo la lesión, aproxi-
madamente, en la mitad de los accidentes producidos, figuran «personas»
como el agente productor de la lesión. Es decir, aquellos sujetos que ro-
dean al accidentado como son: los propios internos, clientes, pacientes,
compañeros o visitantes.
• La variable «desviación» que describe el suceso anormal que ha interferido
negativamente en el proceso de ejecución del trabajo y que ha dado lugar
a que se produzca u origine el accidente, aproximadamente, en la mitad de
los accidentes producidos, figuran «movimientos del cuerpo con esfuerzo
físico», seguidos en frecuencia por «movimientos del cuerpo sin esfuerzo»
y por la «caída de personas».

5.2. Identificación y gestión de los riesgos

5.2.1. Peligros, riesgos y deficiencias más significativas

Con independencia de los riesgos generales derivados de situaciones que se


producen en cualquier actividad industrial, como son:

• Derivados de la falta de orden y limpieza en los lugares de trabajo:


– Caídas por tropiezos y resbalones debidos a la presencia de cables eléc-
tricos o de camas y camillas en zonas de paso, así como por la existen-
cia de suelos húmedos o resbaladizos por derrames de líquidos.
– Golpes contra cajones o armarios abiertos, equipos de traslado de los
residentes (sillas de ruedas, grúas, camas…) o con materiales apilados,
tanto en pasillos como alrededor de los puestos de trabajo.

• Contactaos eléctricos directos e indirectos.


• Derivados de la utilización de herramientas manuales:
– Golpes y cortes durante su uso.
– Proyección de fragmentos y partículas al realizar cortes o al emplear
inadecuadamente las herramientas.
– Quemaduras debidas a sobrecalentamientos o a la utilización de he-
rramientas en mal estado.
– Fatiga y lesiones musculares por la elección de una herramienta inade-
cuada, la adopción de posturas incorrectas de forma continuada, etc.
– Traumatismos por movimientos repetitivos.
– Caída de herramientas durante su manipulación.

• Derivados de la utilización de los equipos de trabajo.


• Derivados de la manipulación de productos químicos.
• Derivados del trabajo con PVD.

Los riesgos específicos de este tipo de actividad son los siguientes:


© FUOC • PID_00263728 69 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Riesgos por exposición a agentes biológicos.


• Riesgos derivados de posturas forzadas y movilización de usuarios no au-
tónomos.
• Sobreesfuerzos por manipulación manual de cargas.
• Riesgos por agresiones externas.
• Derivados de los trabajos a turnos y nocturno.
• Estrés y síndrome de burnout.
• Derivados de los trabajos de cocina.

5.2.2. Medidas preventivas

Las medidas preventivas que cabe adoptar para eliminar o reducir los riesgos
específicos enunciados en el apartado anterior son las mismas que las señala-
das para el sector sanitario hospitalario, por lo que no cabe repetirlas.

No obstante, al analizar el sector sanitario hospitalario, no se ha hecho refe-


rencia a los tres últimos grupos de riesgos de los anunciados en el apartado an-
terior, por lo que las medidas preventivas se exponen a continuación, teniendo
en cuenta que también son aplicables al citado sector sanitario hospitalario.

En trabajos a turno y nocturno

El trabajo a turno y el trabajo nocturno pueden producir:

• Alteraciones digestivas, del sueño y de las relaciones sociales.


• Aumento de la fatiga mental y vulnerabilidad a los accidentes.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Durante el trabajo nocturno, intentar realizar pequeñas pausas para evitar


los efectos perjudiciales de la fatiga y mantener la atención. Tener en cuen-
ta que el rendimiento disminuye en mayor medida durante el turno de
noche, si se realizan tareas monótonas o repetitivas, si hay falta de sueño
o si el tiempo de trabajo efectivo se incrementa. Siempre que sea posible,
ingerir a lo largo de la noche algún alimento caliente.
• Tomar comida caliente entre las dos y tres horas después de levantarse,
antes de comenzar el turno nocturno. Asimismo, intentar no realizar co-
midas abundantes una vez terminado el mismo. De esta forma se garantiza
un sueño y reposo adecuado.
• Para evitar las consecuencias negativas del trabajo a turnos y nocturno
sobre la vida social y familiar, tratar de compaginar la vida laboral con la
personal. Por ello, realizar alguna de las comidas principales en familia,
procurando mantener una continuidad en los horarios de las mismas. Del
mismo modo, mantener contacto con otros compañeros de turno ayuda
a disminuir los efectos negativos del trabajo aislado.
• Planificar los periodos de sueño de forma que se garantice el poder des-
cansar en las mejores condiciones posibles (apagar el teléfono, desactivar
© FUOC • PID_00263728 70 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

el timbre, evitar la luz en la habitación, utilizar tapones para los oídos si


existe mucho ruido...). Además, descansar al menos durante 6 horas dia-
rias, aunque no se pueda conciliar el sueño y, siempre que sea posible,
añadir a este descanso una pequeña siesta al comienzo de la tarde.
• Realizar ejercicio moderado con frecuencia. Mantenerse físicamente acti-
vo ayuda a conciliar el sueño y a evitar las consecuencias nocivas del se-
dentarismo y de la fatiga mental.

Estrés y síndrome de burnout

El síndrome de burnout es consecuencia del estrés laboral crónico caracterizado


por un agotamiento emocional, baja realización profesional y despersonaliza-
ción hacia los residentes con los que se trabaja.

Las medidas preventivas a adoptar son:

• Procurar proporcionar un trato profesional y empático, evitando sobreim-


plicarse en los problemas personales de los usuarios. En ocasiones, es ne-
cesario poner límites.
• Permanecer atento a las posibles señales de alerta que el cuerpo emite,
como la incapacidad para desconectar del trabajo en casa, etc. Aprender a
identificar los problemas es el primer paso para poder poner solución.
• Tratar de compartir con alguien tus preocupaciones y pedir opinión cuan-
do uno se sienta desbordado. Todo el mundo necesita ayuda de vez en
cuando y tener algún amigo o familiar en quien apoyarse es imprescindi-
ble. Evitar el aislamiento.
• Buscar pequeños momentos de satisfacción y procurar encontrar alguna
actividad gratificante que ayude a contrarrestar las contrariedades del día
a día, por ejemplo, dedicando unos minutos a alguna afición.
• En momentos de elevada tensión, realizar ejercicios respiratorios de rela-
jación.
• Procurar mantenerse en buen estado físico general, ya que puede suponer
un buen amortiguador del estrés.
• En caso de no poder afrontar la situación adecuadamente, acudir a un
especialista.

Trabajos en cocinas

Las medidas preventivas a adoptar en las cocinas son las siguientes en función
del riesgo de que se trata:

1) Incendio y/o explosión por acumulación de gas debido a: obstrucción de


las rejillas de ventilación o de los quemadores; uso indebido o el encendido
incorrecto de calentadores y hornos a gas; vertidos sobre los quemadores du-
rante la cocción de alimentos.
© FUOC • PID_00263728 71 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

Medidas preventivas:

• Revisar periódicamente el estado de los mandos de apertura, evitando que


se queden a medio cerrar.
• Mantener alejadas las botellas de gases de las fuentes de calor.
• Cuando se cuecen alimentos que puedan derramarse al hervir, no aban-
donar la cocina y vigilar los recipientes.
• Si se percibe olor a gas: cerrar todas las llaves de paso; ventilar el local; no
producir llamas; y evitar accionar los interruptores eléctricos, incluidos los
de la campana extractora.
• Verificar al final de la jornada que todas las válvulas de paso de gas están
cerradas.

2) Cortes por la utilización de útiles de corte (cuchillos, tijeras, etc.) y equipos


de trabajo (picadora, amasadora, fileteadora, etc.)

Medidas preventivas:

• Seleccionar el cuchillo adecuado para el trabajo a realizar (deshuesado,


fileteado, pelado, troceado, etc.). Tener en cuenta el material a cortar y las
características del corte.
• Antes de realizar tareas de corte, asegurarse de disponer de espacio sufi-
ciente y de superficies lisas y sin astillas.
• Utilizar el cuchillo de forma que el recorrido de corte se realice en direc-
ción contraria al cuerpo y solo en aquellas tareas para las que fue diseñado
(nunca como destornillador, abrelatas o para picar hielo).
• Revisar los cuchillos periódicamente, desechando aquellos que se encuen-
tran en mal estado (hojas deterioradas o melladas, mangos astillados, ra-
jados, holguras excesivas en la zona del tornillo de unión…).
• Comprobar que las máquinas que se usan mantienen los medios de pro-
tección adecuados y son utilizados en los finales de piezas.
• No dejar los útiles de corte debajo de papeles de desecho, trapos o en la pila
de fregar. Asimismo, cuando se trasladen, evitar hacerlo en los bolsillos o
entre la mantelería. Emplear fundas o estuches para ello.
• Nunca limpiar los cuchillos o tijeras con el delantal u otra prenda. Hacerlo
con una toalla o trapo, manteniendo siempre el filo de corte girado hacia
fuera de la mano que los limpia.
• Al acabar las tareas con los utensilios, colocarlos en el lugar establecido
para ello (cajones, portacuchillos, etc.).
• Emplear siempre el empujador de las picadoras y los resguardos en las cor-
tadoras.
• En determinadas operaciones como el deshuesado, el fileteado y el trocea-
do de piezas de gran volumen o el manejo de útiles de corte de gran ta-
maño, utilizar guantes y mandiles de malla metálica, así como manguitos
para el antebrazo.
© FUOC • PID_00263728 72 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Con objeto de evitar o minimizar las lesiones producidas por los útiles de
corte y en concreto con los cuchillos, usar guantes y delantales de malla
metálica, defensas de la muñeca y del antebrazo (operaciones de despiece).
• Utilizar gafas de protección en las actividades de deshuesado y en la pre-
paración y corte con hachas, a fin de evitar la entrada de cuerpos extraños
en los ojos.

3) Quemaduras por contacto con llamas o superficies calientes y por salpica-


duras de aceite u otros líquidos a alta temperatura.

Medidas preventivas:

• Habilitar zonas específicas para depositar los recipientes calientes. No dejar


platos u objetos a altas temperaturas en zonas no previstas al efecto; otro
compañero puede sufrir quemaduras.
• Evitar dejar caer los alimentos para freír sobre el aceite caliente. Deposi-
tarlos en el cestillo y después sumergirlos despacio.
• Utilizar guantes térmicos para abrir la puerta de un horno o mover un
recipiente caliente, así como un mandil que aísle térmicamente.

4) Hipotermia por trabajos en el interior de cámaras frigoríficas.

Medidas preventivas:

• Verificar que los dispositivos de seguridad, tales como el sistema de aper- Enlace recomendado
tura desde el interior, se encuentran en buen estado de conservación.
En el enlace siguiente en-
• Respetar los tiempos de descanso de recuperación en función de la tempe- contraréis el Real Decreto
ratura de la cámara, de conformidad con lo establecido en el artículo 31 1561/1995 citado: https://
www.boe.es/buscar/act.php?
del Real Decreto 1561/1995, de 21 de septiembre, sobre jornadas especia- id=BOE-A-1995-21346.
les de trabajo.
• Las cámaras de congelación con temperatura inferior a 0º, además, deberán
contar con una señal luminosa de presencia de personas en el interior, una
alarma óptica y acústica y un hacha tipo bombero.
• Utilizar la ropa de protección frente al frío (chaquetón, guantes…), aunque
la permanencia en la cámara sea corta.
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6. Talleres de reparación de vehículos

6.1. Características generales del sector

La actividad de talleres de reparación de vehículos es una actividad muy exten-


dida con una amplia variedad de tipo de locales, aparatos y trabajadores, pero
en general predominan los pequeños talleres situados en un solo habitáculo
donde se llevan a cabo todas las operaciones, incluso las administrativas, con
una fuerte incidencia del trabajo manual. Esta singularidad está cambiando
cada vez más a grandes talleres completamente organizados por secciones y
especialidades.

Dentro de esta actividad se distinguen tres subactividades diferenciadas, que


son las de mecánica, electricidad y planchistería, las cuales, aunque estén en
grandes talleres, se pueden encontrar de forma conjunta. Es habitual que la
planchistería esté diferenciada de las otras dos y que haya talleres especiali-
zados en cada actividad, lo que se explica por los diferentes equipos, conoci-
mientos y habilidades que exige cada una.

El equipamiento básico son plataformas hidráulicas, máquinas herramienta y


luces portátiles, equipos de soldadura (eléctrica y autógena), servicio de aire
comprimido, un foso de inspección y una sección de carga de baterías.

Los trabajadores se ocupan de reparar, prestar servicios de mantenimiento y


revisar automóviles y otros vehículos de motor afines; los examinan para com-
probar la naturaleza, la extensión y la localización de los defectos existentes;
planifican su actividad; desmontan motores, sistemas de transmisión, diferen-
ciales y otros componentes que requieran su atención; reparan o sustituyen
piezas como pistones, bielas, engranajes, válvulas, rodamientos, interruptores
o juntas y accesorios, como bujías; sustituyen el forro de las zapatas y ajustan
los frenos, sueldan fugas del radiador, cambian los bujes del mecanismo de
dirección y llevan a cabo otras reparaciones; ponen a punto el motor mediante
el ajuste de la ignición, el carburador, las válvulas y el mecanismo de distribu-
ción, y ponen a prueba los vehículos reparados en el taller o en carretera.

6.2. Identificación y gestión de los riesgos

6.2.1. Peligros, riesgos y deficiencias más significativas

Como se ha indicado anteriormente, cualquiera de las tres subactividades im-


plica una actuación directa de los trabajadores sobre el vehículo, ya sea direc-
tamente con las manos, utilizando herramientas como clavos fijos, destorni-
© FUOC • PID_00263728 74 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

lladores o palancas o manipulando máquinas herramientas portátiles (eléctri-


cas o neumáticas), lo que obliga al operario a adoptar posturas forzadas y a
realizar un nivel de esfuerzo físico elevado que comporta el riesgo de sobrees-
fuerzos/malos gestos.

Generalmente estas acciones (sobre todo en mecánica y electricidad) se llevan


a cabo en un espacio muy reducido (situación del motor) en el que los movi-
mientos de las manos están muy limitados y el operario se ve rodeado de todo
tipo de material (cables eléctricos, tubos, piezas del motor y demás), con la
cual cosa los golpes y cortes con objetos y herramientas son uno de los riesgos
más habituales.

Con el uso de máquinas portátiles como la afiladora, la taladradora o la má-


quina de atornillar, se puede actualizar el riesgo de golpes y cortes, bien por
contacto con los elementos móviles o bien por movimientos repentinos o in-
controlados de las máquinas al quedar el elemento móvil detenido por verse
trabado.

En caso de disponer de un foso, estará el riesgo de caída a distinto nivel y en


general existe el de caídas a nivel por la presencia de residuos de aceite, líquido
refrigerante y otros elementos deslizantes.

El contacto eléctrico directo e indirecto también es un riesgo habitual en estas


actividades por la utilización de alumbrado y máquinas portátiles que, a causa
del uso, se estropean y pierden las características de aislamiento.

A menudo, se utilizan sistemas hidráulicos (como gatos, grúas o polipastos)


para levantar los automóviles o ciertas partes de estos (motor) hasta una altura
que permita acceder a la zona requerida (parte inferior) y trabajar. El riesgo de
caída de objetos por desplome puede estar presente según las características
de estos elevadores.

En la reparación de tipo mecánico y de plancha existe el riesgo de quemaduras


por contacto con objetos candentes, así como el de exposición a radiaciones
provenientes de la soldadura eléctrica o autógena.

El contacto con sustancias químicas (gasolina, pinturas, disolventes, ácidos o


detergentes, entre otros) también es muy habitual en esta actividad, de manera
que origina afecciones en la piel (dermatitis). Muchas de estas sustancias son
altamente inflamables y, junto con la presencia del foco de ignición (chispas,
cigarrillos e instalación eléctrica, entre otros), hacen que el riesgo de incendio
y el de explosión estén siempre presentes.
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Inherente a la actividad de mecánica, pero igualmente presente en las otras


dos, existe un riesgo especial, como el de intoxicación por inhalación de hu-
mos y monóxido de carbono, CO, originado por la combustión de la gasolina
o el gasóleo durante el funcionamiento de los motores.

En la actividad de plancha, se producen más especialmente los riesgos de trau-


ma sonoro y la proyección de partículas en la reparación de la carrocería y el
de inhalación de vapores de disolventes durante el proceso de pintura.

6.2.2. Medidas preventivas

Generales

Cada una de las actividades citadas tiene unos riesgos específicos derivados de
los equipos de trabajo y de los productos químicos que se utilizan. Sin embar-
go, existen unas normas básicas que ayudarán a que el trabajo se realice con
mayor seguridad y salud laboral:

• Evitar la acumulación de suciedad, polvo o restos metálicos, especialmente


en los alrededores de las máquinas con órganos móviles. Al finalizar las
tareas, debe destinarse un tiempo a ordenar, recoger y limpiar la zona de
trabajo.
• Las zonas de paso deben estar libres de obstáculos.
• Disponer de zonas adecuadas en las que se puedan guardar las herramien-
tas y equipos de trabajo.
• Los suelos deben permanecer limpios y libres de vertidos para evitar res-
balones. Si se produce un derrame, debe recogerse inmediatamente y de-
positar los residuos en el contendor adecuado.
• Establecer un programa de limpieza y mantenimiento de los equipos de
trabajo. Deben anotarse por escrito las operaciones realizadas, así como la
temporalización de las mismas.
• Todas las máquinas deben disponer de un manual de instrucciones en cas-
tellano que tiene que estar a disposición de los trabajadores.
• En caso de que haya estanterías en la sección, se recomienda anclarlas para
evitar su vuelco. No se deberán sobrecargar.
• Los extintores, BIES y todos aquellos elementos de lucha contra incendios
deben permanecer accesibles. Evitar poner cajas, contendores etc. que pue-
dan bloquearlos o dificultar su utilización.
• El empresario deberá realizar evaluación específica de riesgo de atmósferas
explosivas.
• Efectuar un mantenimiento preventivo adecuado de las máquinas. Es
aconsejable dejar constancia por escrito.
• En caso de avería de una máquina o equipo de trabajo, deberá retirarse
o, en caso de que esto no sea posible, señalizar que la máquina está fuera
de uso por avería, con el fin de evitar que pueda ser utilizada en malas
condiciones.
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• La iluminación de la zona de reparación no debe ser nunca inferior a 500


lux; se recomienda la utilización de luz natural o artificial mediante tubos
fluorescentes del tipo luz día. La iluminación de la zona de preparación de
superficies no debe ser inferior a 500 lux y la iluminación de la zona de
aplicación de pinturas de acabado no debe ser inferior a 1.000 lux.

Relativas al riesgo de sobreesfuerzos/malos gestos y de golpes y


cortes con objetos y herramientas

• Disponer y usar la herramienta adecuada para cada tipo de tarea y rechazar


la utilización de herramientas de tipo universal (llaves inglesas).
• Disponer de elevadores que permitan mover los vehículos en altura de ma-
nera que se eviten al máximo las posturas forzadas (tumbado en el suelo,
de rodillas, agachado, en cuclillas).

Relativas al riesgo de golpes y cortes por contacto con elementos


móviles

• Las partes de las máquinas portátiles no operativas se tendrán que proteger


mediante resguardos. Asimismo, habrá que hacer caso de las instrucciones
siguientes:
– Instalar limitadores automáticos de presión en las máquinas portátiles
neumáticas.
– Utilizar los EPI (guantes, gafas, pantallas faciales) adecuados durante
el uso de las máquinas portátiles.

• En las máquinas de desmontar neumáticos y equilibrado de ruedas:


– No desmotar ningún tipo de protección de la máquina.
– Utilizar el equipo únicamente para los usos y condiciones previstas en
el manual de la máquina.
– Tener a disposición de los trabajadores el manual de utilización.
– Su utilización deberá efectuarse solo por trabajadores autorizados al
uso de la máquina y con la formación e información adecuada.
– Efectuar mantenimiento preventivo de la máquina.
– No se deberá retirar la rueda hasta que el sistema esté completamente
parado.
– No se intentará frenar el neumático con la mano.

• Las muelas de esmeril:


– Deberán disponer de protecciones antiproyección de partículas.
– Los operarios utilizarán gafas de protección.

Relativos al riesgo de caída a distinto y mismo nivel

• Los suelos tendrán que estar limpios y libres de aceites, grasas y líquidos.
También habrá que establecer un programa de limpieza periódica.
• En los fosos:
© FUOC • PID_00263728 77 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

– Emplazar una escalera con peldaños antideslizantes en cada extremo


para facilitar el acceso y la salida.
– Colocar una barrera desmontable alrededor del foso, cuando no se esté
utilizando.
– Rodear el foso de un zócalo que impida la caída de herramientas y
objetos diversos a su interior.
– Utilizar casco de seguridad, siempre que se trabaje en su interior.
– Mantener en buen estado la instalación eléctrica, que debe ser resis-
tente a golpes, al agua y a los hidrocarburos. El alumbrado deberá estar
protegido por vidrio esmerilado.
– Al realizar el reglaje del motor, debe conectarse un dispositivo de cap-
tación de gases en el tubo de escape del vehículo.
– Debe asegurarse de que la posición del vehículo sobre el foso no obs-
taculiza la salida de su interior.
– Instalar un extintor en cada uno de los extremos del foso.

Relativas al riesgo de contacto eléctrico directo e indirecto

• El alumbrado portátil estará alimentado a 24 voltios con transformador


separador de circuitos.
• La toma de tierra tendrá que llegar a todas las máquinas eléctricas con
carcasa metálica.
• Asegurarse del buen estado del equipo antes de su utilización: enchufes,
cables, etc.
• Comprobar periódicamente el buen funcionamiento de los diferenciales,
así como de la toma de tierra.

Relativas al riesgo de caída de objetos por desplome

• Todos los sistemas hidráulicos tendrán que disponer de un sistema auto-


mático de bloqueo y de finales de carrera. No se podrán utilizar con pesos
superiores a los autorizados.
• Realizar el mantenimiento adecuado de los equipos según las instrucciones
del fabricante.
• Los gatos y apoyos solo se utilizarán en superficies limpias, firmes y sin
desniveles
• En los elevadores de vehículos:
– Las maniobras y el control deben realizarlo únicamente personal for-
mado y designado para esa tarea por el responsable.
– La zona del suelo afectada por el movimiento del elevador debe estar
perfectamente delimitada y se mantendrá siempre despejada.
– El puente dispondrá de los adecuados dispositivos que impidan todo
descenso no deseado.
– Como cualquier otro dispositivo mecánico, debe revisarse periódica-
mente. En especial, deben controlarse los órganos de suspensión y los
niveles de líquido de los cilindros.
© FUOC • PID_00263728 78 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

– El puente dispondrá de un dispositivo eficaz para fijar el vehículo, tan-


to en el ascenso como en la bajada.
– Es conveniente utilizar casco de seguridad para trabajar debajo de los
elevadores, en previsión de posibles golpes en la cabeza.

• Los puentes elevadores con dos columnas:


– Deben estar provistos de un dispositivo de enclavamiento de los bra-
zos móviles que impida la modificación del ángulo que forman por la
acción de cualquier esfuerzo lateral, una vez que se han fijado los pun-
tos de amarre del chasis. Este enclavamiento debe ser automático y la
liberación puede ser manual. Los operarios deben ser avisados sobre el
riesgo de caída del vehículo, sobre todo cuando se extrae un elemento
importante y pesado como es el motor.
– Hay que parar inmediatamente cualquier puente elevador que presen-
te una anomalía de funcionamiento y sobre todo si sube a tirones, si
sube o baja más lentamente de lo habitual o si se ha producido una
fuga de aceite.

Relativas al riesgo de quemaduras por contacto con objetos can-


dentes

• Aislar térmicamente las superficies calientes.


• Utilizar equipos de protección individual.

Relativas a la utilización de los equipos de soldadura y oxicorte

• Cubrir todas las partes del cuerpo antes de realizar los trabajos de solda-
dura.
• Utilizar pantallas o cortinas de soldadura para limitar el riesgo derivado de
la proyección de partículas incandescentes.
• Utilización de vestimenta adecuada de algodón ignífugo y libre de elemen-
tos metálicos.
• Antes del comienzo de los trabajos, delimitar la zona, en la vertical del
puesto, donde puedan caer chispas y material incandescente.
• Previamente al comienzo de los mismos, comprobar que no hay personas
en el entorno de la vertical del puesto de trabajo.
• Señalizar las piezas calientes para evitar que puedan ser tocadas de manera
imprevista.
• No tocar las piezas recientemente soldadas o cortadas.

Relativas al riesgo de exposición a radiaciones no ionizantes

• Los puestos de trabajo donde se lleven a cabo operaciones de soldadura


se tendrán que aislar del resto mediante el uso de cortinas, mamparas u
otros elementos.
• Los operarios soldadores utilizarán los EPI adecuados.
© FUOC • PID_00263728 79 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

Relativas al riesgo de contacto con sustancias químicas

• Tanto como se pueda, se cambiarán los productos químicos usados por


otros que sean menos peligrosos.
• Se tendrá que disponer de las fichas de seguridad de los productos utiliza-
dos.
• Habrá que utilizar los equipos de protección individual CE adecuados para
cada tipo de sustancia.
• Reducir el stock de sustancias químicas a lo mínimo posible.
• Aislar o confinar ciertos productos.

Relativas al riesgo de incendio y explosión

• La instalación eléctrica del foso y aquellas zonas incluidas en el volumen


peligroso deberán cumplir lo que ordena la ITC BT 05 sobre verificaciones
e inspecciones periódicas del Reglamento electrotécnico de baja tensión.
• Los productos inflamables se tendrán que guardar en lugares específicos
que cumplirán la instrucción MIE APQ 001 según la cantidad y tipología.
• La zona de carga de baterías estará ventilada permanentemente para evitar
la acumulación del hidrógeno procedente de las baterías.
• Se procurará mantener el orden y la limpieza, y evitar la acumulación de
materiales de desperdicio inflamables.
• En la proximidad de la zona donde se vayan a realizar operaciones de sol-
dadura, se instalará un extintor de polvo polivalente.
• No se soldará o cortará sobre recipientes cerrados o que hayan contenido
materias inflamables.
• Las chispas producidas por la soldadura serán controladas en el origen.
• Si es preciso realizar estos trabajos en lugares donde estén presentes mate-
riales que puedan arder, se protegerán con lonas o mantas ignífugas.
• Una vez terminada la tarea, se debe revisar el lugar de trabajo y los alrede-
dores por si quedasen proyecciones incandescentes que pudiesen provocar
un incendio posterior.
• En las zonas que se realicen tareas de soldadura, generación de gases, pol-
vo, o en las que se generen partículas en suspensión, debería hacerse una
evaluación específica del riesgo de atmósferas explosivas (ATEX).

Relativas a la utilización de una instalación de aire comprimido

El aire comprimido presenta numerosas aplicaciones en los talleres de repara-


ción de vehículos, entre las que cabe señalar: inflado de neumáticos, alimen-
tación de ciertas herramientas, distribución de grasas y aceites, y pintado ae-
rográfico.

Los principales riesgos a los que pueden estar expuestos los trabajadores que
utilicen esta instalación son: incendio y explosión, ruido y proyección de par-
tículas.
© FUOC • PID_00263728 80 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

El elemento esencial de una instalación de aire comprimido es el compresor,


cuyo depósito está sometido a la reglamentación que afecta a los recipientes
a presión.

Por lo que concierne a las boquillas soplantes utilizadas con bastante frecuen-
cia, pueden resultar peligrosas por su capacidad de dispersar las partículas de
polvo y los líquidos en forma de aerosoles. Como medidas generales de pro-
tección, se recomienda:

• Alimentarlas con una presión inferior a 2,5 bar, y emplear un reductor si


la presión de entrada fuera mayor.
• Utilizar modelos provistos de difusor, con el fin de reducir la proyección
de materias sólidas.

En cualquiera de los casos, debe utilizarse protección ocular adecuada, y si el


nivel de ruido generado es superior a 85 dB (A), se utilizará también protección
auditiva.

Debe prohibirse el uso de boquillas soplantes en los siguientes casos:

• Secado de piezas después de una operación de desengrasado con disolven-


tes. El secado debe realizarse bajo una campana de aspiración.
• Limpieza de elementos y piezas con alto contenido de polvo, ya que se
produce la dispersión de las partículas por la atmósfera del taller.
• Secado o soplado de la ropa de trabajo.

Relativas al riesgo de inhalación de humos, vapores, aerosoles y


gases tóxicos

• Siempre que sea posible, como protección colectiva, se evacuarán los con-
taminantes bien por sistemas de extracción localizada o por ventilación
general.
• Estas operaciones se realizarán en lugares bien ventilados.
• En el caso de que los trabajos se realicen en taller, este tendrá ventilación
directa y constante.
• Se tendrá especial cuidado cuando se tengan que soldar o cortar materiales
pintados o recubiertos de metales tales como cromo, plomo, cadmio, etc.
• En recintos confinados se instalará extracción localizada o se utilizará equi-
po de respiración autónomo y siempre existirá otro operario en el exterior,
preparado para intervenir en caso de necesidad.
• Utilización de un buen sistema de aspiración de polvo en la zona en la que
se realice la tarea de lijado del vehículo.
• Utilizar equipos de lijado dotados con sistemas de aspiración de polvo.
• Utilizar platos blandos en los equipos de lijado cuando se realicen trabajos
sobre superficies redondeadas para facilitar la absorción del polvo.
• Utilizar equipos de lijado adecuados al trabajo.
• Mantener las pistolas en buen estado de funcionamiento.
© FUOC • PID_00263728 81 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Aplicar los productos a su correcta presión y dilución.


• Utilizar pistolas aerográficas HVLP (alto volumen, baja presión) para redu-
cir las nieblas de la pulverización.
• La cabina de pintado deberá tener sistema de aireación convenientemente
filtrado, desde la parte superior hacia la parte inferior, para la extracción
de las pulverizaciones de pintura.
• La sala de mezclas debe estar convenientemente ventilada, ya sea median-
te una ventilación natural a través de ventanas o por medio de una venti-
lación forzada con sistemas de extracción de vapores.
• Utilización de mascarilla o máscara para proteger las vías respiratorias del
polvo y los vapores o neblinas procedentes de la tarea de pintado.
• Como equipo de protección individual, las mascarillas deben disponer de
un etiquetado con el marcaje CE.
• Los guantes de vinilo, nitrilo o látex deben ser impermeables para evitar
el contacto directo con la piel y proteger las manos del polvo procedente
del lijado o de las sustancias peligrosas provenientes de los productos de
pintura.

Relativas al trabajo con baterías

• Evitar la presencia de llamas abiertas, fuentes de ignición o chispas, así


como operaciones de soldadura, en las proximidades de almacenamientos
de baterías, así como en las áreas de carga.
• Las zonas de carga deben ser independientes del taller y estar adecuada-
mente ventiladas. Además, deben disponer de un alumbrado antidefla-
grante.
• Aflojar los tapones de los vasos para facilitar así la evacuación de los gases,
y evitar sobrepresiones que puedan conducir a reventones.
• Trabajar con herramientas totalmente aislantes, evitar depositar encima
de la batería elementos metálicos que puedan originar cortocircuitos.
• Desconectarlas comenzando por el polo negativo.
• Cuando sea necesario arrancar un vehículo que tiene la batería descargada,
utilizando la batería de otro, deberán usarse dos cables de distinto color,
conectando los polos del mismo signo. Al realizar la operación, se estable-
cerá primero la conexión en la batería cargada y, posteriormente, se hará
contacto en la otra batería.
• Los equipos de protección individual para el manejo de este producto son:
gafas o pantalla para manejo de productos químicos, guantes antiácido y
botas.
• El empresario deberá realizar una evaluación específica para valorar el ries-
go de atmósferas explosivas (ATEX) en aquellas zonas en las que se pueda
producir acumulación de gases inflamables.
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7. Carpinterías

7.1. Caracterización del sector

La madera ha sido uno de los elementos naturales que más ha servido al hom-
bre ya desde la antigüedad, desde su utilización como combustible para calen-
tarse hasta ser la materia básica en la construcción de utensilios de caza, de
transporte o de muebles. Estos diferentes usos han dado lugar al nacimiento
de varias actividades productivas con la madera como materia prima, entre las
cuales destacamos la de carpintería de obra, la de la industria del envasado y
embalaje y la del mueble.

Dejando a un lado la fabricación de muebles como actividad especializada con


maquinaria y procesos propios, en una carpintería tipo de las que se pueden
encontrar en cualquier municipio, por pequeño que sea, es habitual encontrar,
como mínimo, las máquinas siguientes:

• Sierra de cinta.
• Sierra circular.
• Cepilladora.
• Tupí.
• Regruesadora.

Cada una de estas máquinas tiene una utilización y una función definidas,
pero todas tienen en común el hecho de un elemento móvil que entra en
contacto con la pieza de madera y la somete al proceso de mecanización.

Es un sector con un nivel de siniestralidad importante, debido fundamental-


mente a los siguientes aspectos:

• Prácticamente todas las máquinas que se utilizan en la conformación de


la madera disponen de herramientas de corte con un alto grado de afilado
y que giran a un elevado número de revoluciones.
• Proximidad de las manos del operario en casi toda la duración de las fases
de trabajo a las herramientas de corte.
• Reducido número de dispositivos de seguridad homologados, no siendo
utilizados los existentes porque el montaje y reglaje de la protección en
innumerables ocasiones requiere más tiempo que el empleado en elaborar
la pieza.
• Inadecuada utilización de los medios de protección personal, tanto perso-
nales como colectivos.
© FUOC • PID_00263728 83 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Bajo nivel de formación en materia de seguridad en los diferentes niveles


de la empresa.

La accidentabilidad se caracteriza por la gravedad de las lesiones producidas


por el contacto con las herramientas de corte; la lesión grave más frecuente la
constituyen las amputaciones de los dedos de la mano. Por lo que respecta a
máquinas, la tupí y la cepilladora son las máquinas más peligrosas; de forma
general, podemos decir que aproximadamente el 60 % de las lesiones graves
que se producen en la actividad de la madera se producen por contacto con
herramientas móviles. Las amputaciones presentan un porcentaje de aproxi-
madamente un 32 % de los accidentes graves que se producen en este sector;
es por tanto necesario centrar todos los esfuerzos en proteger las máquinas de
mayor riesgo.

Al margen del contacto directo con la herramienta, se presenta como accidente


típico el retroceso de las piezas que se trabajan que pueden provocar acciden-
tes dobles: el producido por el impacto de la pieza sobre el operario y, como
consecuencia de este retroceso, el contacto de las manos con la herramienta
de corte al perder el contacto con la pieza que se está mecanizando.

En esta actividad, los sobresfuerzos son la forma de accidente que comporta


el mayor número de accidentes con baja, seguidos de los contactos con un
agente material cortante o punzante.

7.2. Identificación y gestión de los riesgos

7.2.1. Riesgos y medidas preventivas generales

En esta actividad, como en la mayoría de las actividades industriales, están


presentes los riesgos siguientes:

• Caída de personas, golpes con objetos y equipos de trabajo, heridas por


cortes o pinchazos con material residual diverso y caída de objetos por
falta de orden y limpieza.
• Caída de objetos en la manipulación manual de cargas.
• Golpes y cortes durante el manejo de los materiales.
• Golpes y cortes durante el uso de las herramientas manuales.
• Contactos eléctricos directos e indirectos.
• Proyección de partículas o fragmentos al realizar cortes o por el empleo de
las herramientas manuales o de potencia.
• Trastornos musculoesqueléticos en la manipulación manual de cargas.
• Traumatismos por movimientos repetitivos.
• Fatiga y lesiones musculares por la adopción de posturas incorrectas du-
rante el uso de las herramientas.
• Incendio y explosión.
• Quemaduras por contacto o salpicaduras de productos químicos.
© FUOC • PID_00263728 84 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Inhalación de gases o vapores procedentes de los productos químicos.


• Exposición a ruidos y vibraciones.

Las medidas preventivas a adoptar son las generales, ya ampliamente comen-


tadas en apartados anteriores, por lo que no se exponen en el presente apar-
tado.

7.2.2. Riesgos y medidas preventivas relativas a la maquinaria


utilizada

Ante todo, hay que recordar que toda la maquinaria debe cumplir con lo esti-
pulado en el Real Decreto 1215/1997, de 18 de julo, por el que se establecen
las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los tra-
bajadores de los equipos de trabajo.

Asimismo, es necesario tener presenta la Guía Técnica del INSST para la eva-
luación y prevención de los riesgos relativos a la utilización de los equipos de
trabajo.

Veamos, a continuación, las máquinas más significativas de esta actividad in-


dustrial.

Sierra de cinta

La sierra de cinta vertical se utiliza para el corte de madera y materiales asimi-


lados por medio de una cinta flexible y continua (sinfín) con el filo de corte en
forma de dientes a lo largo de uno de los bordes de la cinta y que es soportada
en dos o más volantes de cinta.

Dispone de una mesa fija o inclinada que sujeta y posiciona la pieza a cortar,
la cual se alimenta de forma manual o automática hacia la cinta de la sierra.

El avance manual se realiza con ayuda de un brazo de palanca o palo de empuje


accionado por el operario.
© FUOC • PID_00263728 85 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

Los principales riesgos específicos son:

• Cortes por la herramienta.


• Atrapamientos por o entre objetos. Atrapamientos de los dedos entre los
elementos móviles de transmisión, y atrapamientos de los dedos en el ama-
rre de la pieza.
• Proyección de fragmentos o partículas provenientes de las piezas que se
trabajan y/o de la propia máquina.

Las medidas preventivas específicas a adoptar son:

• Fijar correctamente del material a serrar. Prestar especial atención a la su-


jeción de las piezas que se van a serrar, y a los posibles atrapamientos de los
dedos cuando la mesa de corte sea motorizada. Cualquier desplazamiento
del material durante el corte, incluso el del trozo cortado, puede provocar
la rotura de la sierra cinta. Por tanto, el material debe estar apoyado sobre
un soporte durante toda la operación de corte.
• Proteger las poleas, volantes y correas de transmisión con cubiertas.
• Proteger con cubiertas soldadas o fijadas con tornillos o elementos de fi-
jación las ruedas dentadas, correas de transmisión, acoplamiento e inclu-
so los ejes lisos. No retirar ni manipular dichas cubiertas con la máquina
en movimiento. Estas cubiertas solo deben ser retiradas por personal espe-
cializado para realizar el mantenimiento de la máquina. Si los resguardos
fueran móviles, deberían llevar enclavamiento.
• No manipular ni anular los interruptores que impiden la puesta en mar-
cha de la sierra cuando las carcasas de protección de algunos elementos
móviles de la sierra no estén cerradas.
• Realizar las comprobaciones, mediciones, correcciones, sustitución de pie-
zas, herramientas, etc. con la sierra de cinta completamente parada.
• Parar la sierra para retirar una pieza, eliminar las virutas, comprobar me-
didas, etc.
• Mantener las manos alejadas de la hoja de la sierra durante el corte.
• No sujetar nunca con la mano la pieza a trabajar. Cualquiera que sea la
pieza a trabajar debe sujetarse mecánicamente o mediante empujadores.
• Detener el proceso de corte si la sierra se calienta en exceso, y esperar a
que se enfríe para evitar roturas de la misma.
• Evitar utilizar sierras con más de una soldadura, podrían no ser seguras.
• Detener, ante cualquier anomalía técnica o de seguridad, el equipo me-
diante la pulsación de la parada de emergencia, desconectar de la fuente
de energía y colocar un cartel de aviso.
• Realizar todas las operaciones de comprobación y ajuste con la sierra de
cinta parada.
• Parar la sierra, siempre que se tenga que abandonar, desconectando la co-
rriente.
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Sierra circular

La sierra circular se utiliza, principalmente, para el corte de madera y otros


materiales similares por medio de una hoja de sierra dentada rotativa que so-
bresale a través de una ranura en una mesa que soporta y posiciona la pieza
de trabajo.

La pieza se alimenta a mano hacia el disco de sierra, por lo que se utilizan


accesorios de empuje.

En la parte inferior de la mesa de trabajo se ubica el motor y el conjunto de


transmisión. La transmisión puede ser por correa, en cuyo caso la altura del
disco sobre el tablero es regulable a voluntad, o directamente del motor al
disco, siendo entonces este fijo.

En algunos casos, las sierras circulares disponen de guías de corte, paralelas o


de corte transversal, para el guiado de las piezas durante la operación de corte.

Los principales riesgos específicos son:

• Cortes por la herramienta.


• Atrapamientos por o entre objetos. Atrapamientos de los dedos entre los
elementos móviles de transmisión, y atrapamientos de los dedos en el ama-
rre de la pieza en caso de existir).
• Proyección de fragmentos o partículas provenientes de las piezas que se
trabajan y/o de la propia máquina.

Las medidas preventivas específicas a adoptar son:

• Utilizar el empujador para manejar la madera a cortar.


• Retirarse de la máquina, si esta inesperadamente se detiene, y avisar para
que sea reparada. No intentar realizar ni ajustes ni reparaciones. Desco-
nectar la toma de corriente.
• Girar el disco a mano, con la máquina desconectada de la energía eléctrica,
antes de iniciar el corte. Sustituirlo si está fisurado, rajado o le falta algún
diente.
• Extraer previamente todos los clavos o partes metálicas hincadas en la ma-
dera que se desee cortar.
© FUOC • PID_00263728 87 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Efectuar el corte a ser posible a la intemperie, en una zona con buena


ventilación o bajo un sistema de aspiración y siempre protegido con una
mascarilla de filtro mecánico recambiable.
• Proteger las poleas y correas de transmisión de las sierras con cubiertas.
• Proteger con cubiertas soldadas o fijadas con tornillos o elementos de fija-
ción las ruedas dentadas, correas de transmisión, acoplamientos e incluso
los ejes lisos. No retirar ni manipular dichas cubiertas con la máquina en
movimiento. Estas cubiertas solo deben ser retiradas por personal especia-
lizado para realizar el mantenimiento de la máquina.
• No manipular ni anular los interruptores que impiden la puesta en mar-
cha de la sierra cuando las carcasas de protección de algunos elementos
móviles de la sierra no estén cerradas.
• Realizar las comprobaciones, mediciones, correcciones, sustitución de pie-
zas, herramientas, etc. con la sierra completamente parada.
• Parar la sierra para retirar una pieza, eliminar las virutas, comprobar me-
didas, etc.
• Comprobar, antes de utilizar la sierra circular, que:
– La tuerca de amarre del disco está fuertemente apretada.
– El resguardo inferior está fijo en su posición.
– El protector de disco está apoyado en la mesa por su propio peso.
– El sentido de giro del disco es el correcto (se indica en el propio disco).
– La distancia horizontal del cuchillo divisor al disco no excede de 10
mm.
– La distancia vertical entre la parte superior del disco y el cuchillo divi-
sor no es mayor de 5 mm.
– La instalación eléctrica en la que se conecta la máquina está provista de
interruptor magnetotérmico y disyuntor diferencial en perfecto uso.
– Los grados de protección mínimos de las mangueras y de las tomas de
corriente son IP45 e IK08.
– Las masas metálicas han de estar conectadas a una toma de tierra.

• Mantener las manos alejadas del disco de sierra durante el corte.


• No sujetar nunca con la mano la pieza a trabajar. Cualquiera que sea la
pieza a trabajar debe sujetarse mecánicamente o mediante empujadores.
• Detener el proceso de corte si la sierra se calienta en exceso, y esperar a
que se enfríe para evitar roturas de la misma.
• Detener, ante cualquier anomalía técnica o de seguridad, el equipo me-
diante la pulsación de la parada de emergencia, desconectar de la fuente
de energía y colocar un cartel de aviso.
• Parar la sierra, siempre que se tenga que abandonar, desconectando la co-
rriente.
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Tupí

La tupí se utiliza para modificar perfiles de madera, por creación de ranuras,


galces, molduras, etc., mediante la acción de un útil generalmente circular que
gira solidariamente sobre un eje vertical.

La tupí es una de las máquinas para trabajar la madera más peligrosa por la
gravedad de los accidentes que conlleva la amputación total o parcial de los
dedos.

Trabajos más usuales:

• Trabajos�con�guía: son aquellos trabajos en los que la pieza a trabajar se


coloca sobre la mesa apoyándola contra la guía.
• Trabajos�al�árbol: son aquellos trabajos en los que, por la forma de la pieza
a trabajar o por cualquier otro condicionante, es preciso prescindir de las
semirreglas de guía.
• Otros: con plantilla, ranurados, con molduras, etc.

Los principales riesgos específicos son:

• Golpes/cortes por objetos o herramientas, ocasionadas por el retroceso im-


previsto y violento de la pieza que se trabaja o por la propia herramienta.
• Proyección de fragmentos o partículas provenientes de las piezas que se
trabajan y/o de la propia máquina.

Las medidas preventivas específicas se basan en la utilización de equipamien-


tos de trabajo independiente que incrementan la seguridad del equipo, dismi-
nuyendo el riesgo asociado a algunas de las tareas que se realizan en la tupí.
Aunque algunas de estas medidas no excluyen el uso de otras complementa-
rias para evitar el riesgo de accidente, por ejemplo, el uso de útiles antirretro-
ceso no impide la utilización de topes que eviten el rechazo de la pieza.

Algunos de los equipamientos a tener en cuenta son:


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• Fresas�antirrechazo. La seguridad se basa en emplear para la alimentación


manual de la pieza, fresas y portaútiles de limitación continúa del paso de
trabajo, de manera que la madera encuentre un apoyo continuo entre dos
dientes consecutivos del útil. Se deberán respetar las velocidades de giro
del útil marcadas en el mismo.
• Distómetro� (calibrador� de� reglaje). Permite conocer con gran rigor la
altura de la fresa respecto a la mesa y su resalte con respecto a la guía,
ofreciendo un reglaje preciso de la operación. Puede medir también las
profundidades de la ranura y del perfil y entalladuras en piezas de trabajo,
pudiendo ser analógico o digital.
• Carro�de�alimentación�para�«operaciones�corridas». Sistema tractor por
rodillos que evita el contacto manual con el útil de corte, el retroceso de
la pieza y que la proyección del útil o fragmentos, en el caso de romperse,
alcancen al operario. Este puede ser de alimentación automática o manual.
• Mesas�auxiliares�topes�antirretroceso. Estas mesas son imprescindibles
para realizar operaciones en que la longitud de la pieza a mecanizar sobre-
pasa la de la mesa de apoyo de la máquina, asegurando la estabilidad de
la pieza durante el proceso de trabajo.
La función principal de los topes es la de encajar la pieza mecanizada evi-
tando el retroceso en el momento de contacto con la fresa.
• Guías�continuas. Contraplaca de madera dura que se adosa a las semirre-
glas-guía con el fin de garantizar la continuidad en el apoyo lateral de la
pieza, no dejando más espacio libre que el trozo de herramienta necesario
para el corte.
• Plantillas�de�sujeción�y�alimentación. La pieza se sujeta a esta y aleja las
manos del punto de operación.
• Topes�de�inicio�y�final�de�ataque. De uso preceptivo para la realización
de operaciones ciegas o semiciegas. En estos se encaja la parte posterior y
anterior de la pieza que se mecaniza.
• Empujadores�para�fin�de�pasada/varas�de�empuje. Su utilización garan-
tiza el alejamiento de las manos del operario de la zona de peligro, sobre
todo para la alimentación del último tramo de la pieza y para piezas pe-
queñas. Se usarán siempre como medida complementaria de las protec-
ciones existentes.
• Dispositivos�de�sujeción�de�la�pieza. Tienen la finalidad de garantizar la
presencia de la pieza en la zona de operación evitando la posibilidad de
acceso a la herramienta de corte.
• Resguardo�regulable. «Guardamanos» para impedir el acceso a la herra-
mienta durante el trabajo al árbol.

Regruesadora

La regruesadora es una máquina diseñada para rebajar el grosor de una ma-


dera o de un material similar, mediante una herramienta rotativa horizontal,
dejando su superficie lisa.
© FUOC • PID_00263728 90 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

La madera se apoya sobre una mesa y un rodillo de alimentación la empuja ha-


cia el interior de la máquina, donde un rodillo horizontal con las herramientas
(árbol portaherramientas) rebaja el grosor de la madera al pasar por debajo.

El árbol portaherramientas gira en sentido contrario al del avance de la pieza.

La mesa donde se apoya la madera se puede regular verticalmente, ajustándola


al grueso de la madera y al grosor que se quiere rebajar.

Los principales riesgos específicos son:

• Cortes, golpes y abrasiones por objetos o herramientas ocasionados por las


piezas con las que se está trabajando o por la propia herramienta.
• Proyección de fragmentos o partículas provenientes de las piezas que se
trabajan y/o de la propia máquina.

Las medidas preventivas específicas a adoptar son:

• Asegurarse de que la máquina está fijada al suelo mediante tornillos o es-


párragos.
• Cerciorarse de que los mandos de marcha y paro de la máquina estén si-
tuados en el lado de la mesa por donde entra el material y sean fácilmente
accesibles.
• Verificar que la función de subida-bajada de la mesa sea mediante un man-
do manual (volante) o mediante un mando eléctrico de tipo sensitivo. En
este caso, la velocidad de desplazamiento de la mesa será inferior a 10 mm/
s.
• Instalar un paro de emergencia de tipo «seta» o de cable en la zona de
salida de la pieza.
© FUOC • PID_00263728 91 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Proteger, mediante protecciones fijas o móviles enclavadas, todos los ele-


mentos móviles de la transmisión del motor al árbol portaherramientas y
a los rodillos de arrastre.
• Enclavar mediante detectores de seguridad de enclavamiento y bloqueo o,
alternativamente, conseguir que el tiempo de retirada de los tornillos sea
superior al tiempo de parada de los elementos móviles (por ejemplo, alar-
gando los tornillos), las protecciones fijas que, al ser desmontadas, permi-
tan acceder a elementos que todavía se encuentren en movimiento.
• Verificar que el árbol portaherramientas sea de sección circular.
• Asegurarse de que la máquina disponga de un sistema de frenado automá-
tico del portaherramientas.
• Asegurarse de que el frenado del árbol portaherramientas comporte tam-
bién el frenado de los rodillos de arrastre.
• Proteger mediante una protección móvil envolvente, enclavada con de-
tector de seguridad, la parte superior del árbol portaherramientas, que no
trabaja.
• Si la protección es fija (con tornillos), también debería ir equipada con un
detector. Si el tiempo de frenado es superior a 10 s, el detector de seguridad
será de enclavamiento y bloqueo, siendo el tiempo de bloqueo superior al
tiempo de frenado.
• Colocar en la boca de entrada de la pieza de madera unos balancines an-
tirretroceso para evitar que la madera salga despedida hacia el operario
cuando entra en contacto con el árbol portaherramientas.
• Asegurarse de que este mecanismo antirretroceso cubre todo el ancho del
árbol portaherramientas.
• Equipar la regruesadora con una boca de aspiración de polvo y virutas
conectada al sistema de extracción general del taller.

Cepilladora

La cepilladora es una máquina diseñada para rebajar la superficie de una ma-


dera o de un material similar mediante una herramienta rotativa horizontal
situada entre dos mesas que se utilizan para apoyar la pieza que se va a trabajar.

El cepillado se produce al pasar la madera por encima de la herramienta rota-


tiva que sobresale de la mesa según el grosor que se va a rebajar.
© FUOC • PID_00263728 92 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

Los principales riesgos específicos son:

• Cortes, golpes y abrasiones por objetos o herramientas ocasionados por las


piezas con las que se está trabajando o por la propia herramienta.
• Proyección de fragmentos o partículas provenientes de las piezas que se
trabajan y/o de la propia máquina.

Las medidas preventivas específicas a adoptar son:

• Asegurarse de que la máquina está fijada al suelo mediante tornillos o es-


párragos.
• Verificar que la máquina disponga de un sistema de frenado de tipo mecá-
nico o por inversión de corriente. En este último caso, no debe ser posible
invertir el sentido de rotación de la herramienta.
• Cerciorarse de que el tiempo de parada con el freno es inferior a 10 s.
• Cerciorarse de que los mandos de marcha y paro de la máquina estén si-
tuados en el lado de la mesa por donde entra el material y colocados por
debajo de esta.
• Verificar que la cepilladora está provista de una guía sujeta a la máquina
ajustable lateralmente sin necesidad de utilizar una herramienta.
• Proteger el portaherramientas mediante dos protecciones distintas:
– Una protección que cubra la zona de la herramienta que queda al des-
cubierto, por detrás de la guía. Esta protección será solidaria a la guía
o a su soporte. Se desplazará con la guía, y cubrirá toda la longitud del
portaherramientas.
– Una protección regulable que cubra la parte superior del portaherra-
mientas. Esta protección debe poder regularse sin necesidad de utili-
zar herramientas y deberá cubrir toda la longitud del portaherramien-
tas. Su cara superior será convexa (tipo puente) o plana, de modo que
se pueda pasar la mano por encima, manteniendo el contacto con la
pieza que se cepilla. Su anchura será de 100-120 mm. Esta protección
(tipo puente) se ajustará de modo que el borde del lado de entrada de
© FUOC • PID_00263728 93 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

la pieza debe estar como máximo a 3 mm de la superficie superior de


la pieza a cepillar. Limitar a 10 mm el grueso del rebaje con el fin de
reducir los riesgos de rechazo de la pieza.

• Impedir el acceso a los motores y elementos de transmisión, incluida la


transmisión del movimiento del portaherramientas, mediante proteccio-
nes fijas que requieran el uso de una herramienta para ser desmontadas.

Pistola clavadora

La pistola clavadora es una máquina neumática portátil que se utiliza para


clavar elementos de unión sobre las maderas. Los elementos que se proyectan
pueden ser grapas o clavos de distintos tipos.

En este apartado nos referimos a las pistolas clavadoras, de accionamiento


manual y alimentadas con aire a presión.

Estas máquinas han sido diseñadas para clavar elementos en maderas y pro-
ductos derivados.

Los principales riesgos son:

• Proyección de elementos de fijación al disparar la pistola.


• Proyección de fragmentos o partículas ocasionados por partículas prove-
nientes de la madera o de la propia herramienta.
• Trastornos musculoesqueléticos derivados de la adopción de posturas for-
zadas o sobreesfuerzos.
• Exposición al ruido producido por el disparo de la pistola.

Las medidas preventivas específicas a adoptar son:

• Utilizar los elementos de fijación indicados por el fabricante de la pistola


clavadora.
© FUOC • PID_00263728 94 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

• Prestar especial atención a la presión de trabajo de la pistola clavadora fa-


cilitada por el fabricante de la misma, con el fin de evitar posibles rotu-
ras/proyecciones de partes de la máquina.
• Verificar que la conexión de la pistola clavadora a la manguera de aire a
presión no provoque el disparo del elemento de fijación.
• Proteger el mando de accionamiento de la pistola (gatillo), de modo que se
eviten los posibles accionamientos involuntarios (por ejemplo, mediante
una pieza metálica semicircular o el propio cargador de clavos).
• Verificar que, al accionar el gatillo de la máquina, solo se produce la pro-
yección de un elemento de fijación, aunque el gatillo siga presionado.
• Asegurarse de que la pistola clavadora solo puede proyectar el elemento de
fijación si la boca por la que sale proyectado dicho elemento se encuentra
apoyada sobre la madera.

7.2.3. Riesgos y medidas preventivas relativas a la inhalación del


polvo de madera

El Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabaja-


dores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes canceríge-
nos durante el trabajo (modificado en su redacción inicial por el Real Decreto
1124/2000, de 16 de junio, y el Real Decreto 349/2003, de 21 de marzo, inclu-
ye como agente cancerígeno los trabajos que supongan exposición a polvo de
maderas duras (anexo 1), estableciendo un valor límite de referencia (anexo 3).

Por su parte, la Guía Técnica del INSST para la evaluación y prevención de los
riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos o mutágenos
durante el trabajo, conforme a lo indicado en la Disposición final primera del
Real Decreto 665/1997, incluyen unas listas indicativas de maderas duras y
blandas, con su nombre científico y común.

La Guía Técnica expone lo siguiente:

«Los términos madera blanda y madera dura proceden del inglés “softwoods” y “hard-
woods”. Las maderas blandas son de coníferas (pinos, abetos, cedros, etc.) y las maderas
duras son de árboles de hoja caduca (haya, roble, castaño, nogal, etc.) y de otras especies
tropicales (caoba, teca, palisandro, etc.). Esta distinción es botánica y hace referencia al
sistema de reproducción de las plantas, correspondiendo las maderas blandas a las gim-
nospermas y las maderas duras a las angiospermas. Las características físicas tales como
la densidad y la dureza de los dos tipos de maderas no son elementos distintivos, ya que
se superponen en buena medida.

El Real Decreto 665/1997 es de aplicación a «trabajos que supongan exposición a polvo de


maderas duras», como se especifica en su anexo I. El nivel de los conocimientos actuales
respecto a los efectos de la exposición al polvo de madera, tanto procedente de maderas
duras como de maderas blandas, ha evolucionado considerablemente desde la fecha en
que fue aprobada la Directiva 1999/38/CE. El principal organismo técnico de reconocido
prestigio internacional en carcinógenos, la Agencia Internacional de la Investigación so-
bre el Cáncer (IARC), indica, en su revisión más reciente sobre este tema, que existe fuerte
evidencia en la asociación entre exposición al polvo de madera y el desarrollo de cánceres
nasales. Si bien la evidencia ha demostrado claramente la carcinogenicidad del polvo de
maderas duras, es preciso añadir que hay pocos estudios que evalúen específicamente los
efectos según las especies de árbol. Existe, por tanto, cierta dificultad para aclarar si estos
efectos son atribuibles de forma exclusiva al polvo de maderas duras o si son el resultado
de la exposición al polvo de ambos tipos de madera.
© FUOC • PID_00263728 95 Riesgos y medidas preventivas en diversas actividades productivas

El Real Decreto 665/1997 también es de aplicación a las mezclas de polvos, entre los cuales
esté presente algún tipo de madera dura. Un caso frecuente y de especial dificultad para el
reconocimiento del tipo de madera utilizada lo constituyen los tableros de aglomerados,
dado que pueden estar compuestos por varios tipos de maderas, virutas e incluso restos
procedentes de los embalajes. Generalmente, su composición resulta desconocida para
el usuario. En estos casos, será preciso solicitar la composición de los aglomerados al
fabricante o suministrador de los mismos, de acuerdo con el artículo 41 de la LPRL y del
artículo 3.1a del RD 374/2001».

Por consiguiente, siempre que se empleen maderas duras, habrá que tener en Enlaces recomendados
cuenta el Real Decreto 665/1997, ya citado.
En los enlaces siguientes en-
contraréis el Real Decreto
Y por consiguiente, en primer lugar, todas las máquinas que durante su fun- 665/1997 y la Guía Técnica
del INSST, para su aplicación,
cionamiento puedan producir polvo (sierras, taladros, tupís, lijadoras, etc.) de- que deben�ser�objeto�de�es-
tudio: https://www.boe.es/
ben disponer de un sistema de aspiración localizada de polvo que impida que
buscar/act.php?id=BOE-
este se acumule en la atmósfera y el suelo del taller. A-1997-11145.
http://www.insht.es/Insht-
Web/Contenidos/Normati-
El polvo captado debe ser dirigido, utilizando conducciones herméticas, a un va/GuiasTecnicas/Ficheros/
Agentes_cancerigenos.pdf.
sistema de depuración que impida la contaminación del aire exterior.

Si se observa polvo en el suelo del taller, ello indica que los sistemas de cap-
tación no funcionan adecuadamente. Muy a menudo, ello se debe a que los
sistemas de captación no reciben un mantenimiento adecuado, lo que repre-
senta además un serio riesgo de incendio.

En segundo lugar, debe evaluarse el riesgo por inhalación de polvo, para lo


cual, salvo que fuese evidente que no es necesario, el servicio de prevención
debe verificar que se respetan las concentraciones máximas permitidas me-
diante una toma de muestras ambientales realizada siguiendo lo dispuesto en
el Real Decreto 374/2001 sobre la protección de la salud y seguridad de los
trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante
el trabajo.

Finalmente, si no es posible controlar el riesgo de otra forma, podría ser nece-


sario utilizar equipos de protección individual respiratoria.

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