Está en la página 1de 6

DOSSIER CORNELIUS CASTORIADIS

Wiaz

78 / El Viejo Topo
DOSSIER CORNELIUS CASTORIADIS

Creación humana
y creación política

texto de Daniel Blanchard

C astoriadis desarrolla el tema de la creación en un campo muy amplio que engloba las
ciencias, la filosofía, la historia, la política... Blanchard, que nos dice que no es ni filó-
sofo, ni psicoanalista, ni economista, ni historiador, etc., asegura que sólo puede hablar
de Castoriadis en calidad de “camarada” suyo durante casi diez años en el grupo Socialismo o
Barbarie, por haberle acompañado, o más bien seguido, en aquella aventura política. Y se basa
en dicha experiencia para hablar de la creación en Castoriadis

I. Revolución, autonomía, creación partir del cual Castoriadis, Lefort y todos aquellos que les
El grupo Socialismo o Barbarie fue creado en 1948 a siguieron van a diverger no solamente del trotskismo,
partir de una escisión que se produjo en el seno de la IVª sino también del marxismo a secas. Las primeras mani-
internacional trotskista. Su creación fue impulsada por festaciones de dicha divergencia ya pueden leerse en el
dos jóvenes militantes, Castoriadis y Lefort, alias Chau- nº1 de la revista Socialismo o Barbarie.
lieu y Montal. La ex-Unión Soviética había salido victo- El editorial, escrito por Castoriadis pero firmado por la
riosa de la guerra y había comenzado a exportar su régi- totalidad del grupo, recoge en su título los términos del
men social y político a Europa Central y pronto a China. dilema planteado desde 1915 por Rosa Luxemburgo, pero
Según ellos, había que enfrentarse a la realidad: la ex- a decir verdad, si nos guiamos por la lógica, es la pers-
Unión Soviética ya no podía seguir siendo considerada pectiva de la barbarie la que parece más verosímil en este
como un Estado obrero degenerado, situado a medio ca- dilema, dada la fuerza de la mecánica determinista que
mino entre el capitalismo y el socialismo, sino más bien lo sostiene. Y esta mecánica se analiza en base a los tér-
como una sociedad capitalista de nuevo cuño, caracteri- minos del marxismo clásico: fatalidad de las crisis cícli-
zada por la concentración total de su capital y su fusión cas de sobreproducción, ineluctable disminución de la
orgánica con el Estado y por la formación de una nueva productividad del trabajo, concentración del capital y
clase –la burocracia– ejerciendo colectivamente el poder fuga hacia adelante de las clases dirigentes en una sobre-
sobre los medios de producción y el proletariado. explotación del proletariado que le condena a una cre-
No se trata de una discusión bizantina sobre el sexo de ciente miseria y a sobrevivir en un autoritarismo cada vez
los ángeles. Este punto teórico es el punto de partida a más brutal de los regímenes políticos. El desarrollo casi

El Viejo Topo / 79
DOSSIER CORNELIUS CASTORIADIS

fatal de este programa, por así decirlo “cargado” de ante- volucionarios; y la última pregunta consiste en saber
mano, iguala toda innovación histórica, todo aquello que cómo se adueñan y transforman su situación”. El prole-
se convirtió en acontecimiento en el siglo XX: las dos gue- tariado es el resultado, por lo tanto, de su propia crea-
rras mundiales, como guerras y no como momentos de ción. Y “de su propia teoría”, precisa Lefort.
concentración del capital, el totalitarismo, los campos de Ese es, en definitiva, el principio que apuntala el en-
concentración, el exterminio de los judíos... foque profundamente innovador que Castoriadis adopta
A este hundimiento en la barbarie, que una IIIª Guerra para elaborar lo que él llama el contenido del socialismo,
Mundial parece en aquella época estar en dos extensos artículos publicados
a punto de precipitar, sólo el proleta- con este título en los números 22 y 23 de
riado le puede poner obstáculos, a con- la revista. Mi e n t ras que, tra d i c i o n a l-
dición de que se percate de la verdade- mente, la crítica revolucionaria partía
ra naturaleza de la burocracia soviética La distinción pertinente, del análisis de la sociedad capitalista y
y de sus agentes, los dirigentes de las de clase, ya no se hace de sus taras para deducir lo que debería
organizaciones obreras occidentales. entre propietarios y y podría ser una sociedad socialista o
Pero, ¿dónde está este proletariado, proletarios, sino entre comunista, Castoriadis empieza descri-
si las organizaciones que él mismo ha biendo los órganos de funcionamiento
creado ya no les representan e incluso
dirigentes y ejecutantes. de la sociedad socialista, es decir, total-
se convierten, objetivamente, en sus mente autogestionada, tal y como pode-
enemigas? ¿Dónde reconocer en él a mos extrapolarlos a partir de las crea-
ese protagonista, ese creador de la his- ciones más avanzadas del proletariado
toria que el marxismo define? La respuesta que da este en sus luchas, y más en concreto de los Consejos obreros
mismo n°1 es: en la propia actividad productiva, esa acti- de la re volución húngara. De s p u é s, en un segundo
vidad propiamente creadora, no sólo de riqueza para la momento, este modelo positivo le sirve para sacar a la luz
sociedad, sino también de capacidades técnicas y de y analizar todo lo negativo de la sociedad existente. Así,
auto-organización, que al mismo tiempo permiten reali- las ideas que el revolucionario puede hacerse con respec-
zar la producción y resistir a la explotación, creadora, por to a la sociedad en la que vive y de aquella a la que aspi-
lo tanto, de una experiencia y por ello, potencialmente, ra, no las encontrará ni en la elucubración utópica ni en
de una conciencia. El nº1 inaugura la exploración con- la pretendida ciencia de la historia, sino en las creaciones
creta de esta experiencia proletaria con la publicación de del movimiento obrero. El proletariado es, por su prácti-
una primera entrega de un documento, El obrero ameri - ca, el inventor perpetuo de la teoría revolucionaria y al
cano de Paul Romano, que describe y analiza la actividad intelectual tan sólo le queda la tarea de sintetizar y siste-
de los obreros en una fábrica de automóviles de Detroit. matizar. Aquí ya vemos aparecer lo que en Castoriadis
Después, en la revista se publicaron varios textos de será el concepto de creación histórico-social: no ya una
naturaleza similar, en particular aquellos de D. Mothé a producción ex nihilo, que se despega radicalmente de las
partir de su experiencia como obrero en Renault. condiciones iniciales, de la determinación, sino una su-
Esta puesta al día de la experiencia proletaria fue teori- peración innovadora a través de la conciencia de uno
zada por Claude Lefort en un artículo publicado como mismo y del mundo.
editorial del nº11, precisamente con el título de La expe - Si volvemos al n°1 de la revista y a la caracterización de
riencia proletaria. Las condiciones de existencia del pro- la burocracia soviética como clase, hemos de constatar
letariado, escribe, “exigen de éste una lucha constante que, a pesar del vigoroso apuntalamiento marxista que
para ser transformadas y por lo tanto una constante libe- Castoriadis y sus compañeros dan a la demostración de
ración de su destino inmediato” y “el progreso de dicha esta tesis, ésta va a iniciar con respecto a la teoría y filoso-
lucha, la elaboración del contenido ideológico que per- fía marxistas una divergencia que no cesará de ahondar-
mite esta liberación, componen una experiencia a través se, pero también de enriquecer la potencia de la noción
de la cual la clase se constituye”. Y más adelante dice: “no de creación.
son las condiciones sino los hombres los que son re- Caracterizar la burocracia como clase al igual que la

80 / El Viejo Topo
DOSSIER CORNELIUS CASTORIADIS

burguesía exige que abandonemos el criterio de la apro- entre hombres y mujeres, padres e hijos, docentes y
piación privada de los medios de producción como crite- alumnos, etc. Es decir, lo que entonces llamábamos críti -
rio de la clase dominante en una sociedad capitalista. La ca de la vida cotidiana.
propiedad no es más que la forma jurídica, objeta A esta dominación (dado que en este caso no estamos
Chaulieu/Castoriadis en Las relaciones de producción en lejos de un cierto pensamiento anarquista), que significa
Rusia (n°2). Lo esencial es el ejercicio efectivo y exclusivo explotación, opresión, alienación… se opone, positiva-
de la gestión de los medios de producción, inclusive la mente, la autonomía. Es decir, la asunción por la misma
fuerza de trabajo. La distinción perti- gente, colectivamente, de sus luchas,
nente, de clase, ya no se hace entre pro- sus actividades, su vida. La autonomía,
pietarios y proletarios, sino entre diri- A partir de 1958, y por ende la creatividad humana que
gentes y ejecutantes. manifiesta, no es un regalo, es la apues-
Esta distinción, o más bien oposición
Castoriadis elabora una ta de un conflicto, un valor político.
entre dirigentes y ejecutantes, que se teoría de lo que llama el En definitiva, caracterizar a la ex
lee como una lucha de clases, no se cir- “capitalismo moderno” Unión Soviética como una sociedad
cunscribe, como la oposición entre pro- que rompe radicalmente capitalista implica dejar en un segundo
pietarios y proletarios, a la esfera de la plano el análisis del capitalismo en tér-
producción. Se refiere a todos los nive-
con el análisis marxista minos de mecanismos objetivos que se
les, a todas las manifestaciones del clásico. desprenden de las necesidades intrín-
hecho social. Se va a convertir en el ana- secas del capital y, con más razón, en
lizador crucial de todo aquello que términos de imposición a todos los
acontece en la sociedad capitalista, burocrática al este, intercambios de la forma mercancía. Lo que pasa a un
“liberal” al oeste, y poco a poco el grupo va a poner en primer plano, si queremos comprender tanto a las socie-
marcha una crítica, no solamente de las relaciones que se dades del este como del oeste, es la lucha entre dos blo-
entablan en la producción, y que conservan por supues- ques, cierto, pero más en concreto la lucha de clases.
to una importancia vital, sino también de las relaciones Hasta el inicio de los años 60, es decir hasta la ruptura

El Viejo Topo / 81
DOSSIER CORNELIUS CASTORIADIS

resumir aquí esta teoría, sino solamente seña-


lar algunos de los principales rasgos que con-
sagran la repudiación de cualquier objetivis-
mo. La “crisis” que mina el capitalismo ya no es
la que determinaría la dinámica objetiva del
capital, sino la de las relaciones entre hom-
bres. Como lo dirá más tarde Castoriadis, “el
problema, ya no es el capital en el sentido de
Marx, sino la burocracia”. O dicho de otro
modo, es el hecho de que, no solamente en la
actividad productiva, sino en un número cre-
ciente de ámbitos, la gente está excluida de la
dirección de su propia vida, mientras que al
mismo tiempo se les exige su participación. La
b u ro c ratización también significa borrar la
diferencia de clases: la sociedad ya no está for-
mada por una minoría de propietarios que do-
minan a una inmensa masa de trabajadores,
puros ejecutantes; incide en la forma de una
pirámide en la que, salvo para una estrecha
capa, arriba del todo, de capitalistas y burócra-
tas dirigentes, y abajo del todo, de una capa,
también fina, de puros ejecutantes, todos los
niveles intermedios, es decir, la inmensa
mayoría, están ocupados por individuos que
son, en una proporción variable, a la vez dirigi-
dos y dirigentes. “La única diferencia que tiene
una auténtica importancia práctica, escribe
Castoriadis ( n°35), es la que existe a casi todos
los niveles de la pirámide, salvo por supuesto
en las cimas, entre aquellos que aceptan el sis-
Foto Skopelitis tema y aquellos que, en la realidad cotidiana
de la producción, se enfrentan a él”.
La perspectiva revolucionaria, que Ca s t o-
categórica de Castoriadis con el marxismo, lo que el gru- riadis se dedica a redefinir en El movimiento revolucio -
po Socialismo o Barbarie retiene de Marx es sobre todo la nario bajo el capitalismo moderno (n°31, 32, 33), no tiene
idea de que la historia de las sociedades modernas es la otro fundamento que la actividad de los hombres: la con-
historia de la lucha de clases; dicho de otra manera, que quista de la autonomía y la liberación de su creatividad.
son los seres humanos los que construyen su propia his- Ahora bien, lo que Castoriadis constata al mismo tiempo,
toria y no los mecanismos objetivos que obedecen a leyes a partir de 1958, con motivo del golpe de Estado gaullis-
apremiantes como las de la naturaleza. ta, es que la clase obrera no reacciona ni a la intensifica-
ción de la guerra de Argelia ni a la amputación de su nivel
II. “Capitalismo moderno” y crisis de la creatividad. de vida. Esto lleva a Castoriadis a concluir lo que llama la
A partir de 1958, Castoriadis elabora una teoría de lo “privatización”: las masas, y en particular los trabajado-
que llama el “capitalismo moderno” que rompe radi- res, abandonan la esfera pública y se repliegan a la esfera
calmente con el análisis marxista clásico. No vamos a privada. Lo ve como la consecuencia de la burocratiza-

82 / El Viejo Topo
DOSSIER CORNELIUS CASTORIADIS

ción generalizada, que genera la irresponsabilidad y la “La potencia de una máquina que atrapa y destruye a K.
pasividad, y de la satisfacción de las necesidades ma- no es más que la seudo-necesidad que puede convertirse
teriales en el consumo. en real en virtud de la admiración que le manifiestan los
Este no es el lugar para discutir la validez de este mode- hombres. La máquina se pone en marcha porque consi-
lo de capitalismo moderno. Es cierto que da cuenta de deramos la necesidad como algo sublime y porque con-
manera bastante detallada de la situación durante los sideramos su automatismo, que sólo será interrumpido
años 60, y sobre todo del surgimiento, principalmente por lo arbitrario, por el símbolo de la necesidad”. Y para
entre la juventud, de una rebelión contra la dominación ilustrar este tema, por supuesto tendríamos que citar a
bajo todas sus formas. Lo único es que no incluye la con- Gunther Anders…
dición de posibilidad de lo que se ha producido después, En sus últimos años, Castoriadis publicó numerosos
a saber el retorno con fuerza, después de unos treinta escritos, entrevistas, etc., muy críticos con respecto a la
años, del capital “en el sentido de Marx”, sociedad actual, bastante pesimis-
el combate librado, no sin éxito, por el tas también, porque llega a pregun-
capitalismo contra su propia burocratiza- tarse si esta sociedad es aún capaz
ción, la sumisión al imperio de la necesi- La creación no es de producir al tipo antropológico
dad por parte de una gran parte de los que necesita para funcionar –y tam-
trabajadores, el desempleo y la pobreza
evidente, sino bién para contener aún la posibili-
de masas, la precarización de la existen- problemática, porque dad de un proyecto de autonomía.
cia... sólo se realiza en el Pero lo que me choca es que mani-
En cuanto a la privatización, podemos conflicto con las fuerzas fiesta en sus juicios más estupor,
dudar de que el corte que parecería mar- casi incrédulo, que pasión de eluci-
que tienden a negarla.
car con respecto al periodo anterior sea dación, e incluso una cierta superfi-
tan profundo como lo veía Castoriadis, y cialidad en sus diagnósticos: “con-
sobre todo no da debida cuenta de los formismo genera l i z a d o”, “ascenso
acontecimientos de 1968. de la insignificancia”, etc.
De cualquier modo, la reflexión política de Castoriadis Cabría hacerse entonces una pregunta: Castoriadis,
nos lleva a dos conclusiones fundamentales y especial- con su impaciencia a la hora de identificar la innovación
mente estimulantes. Por un lado, la creación es el motor histórica, y por consiguiente la creación, ¿acaso no ha-
de la historia –él dirá más tarde que el tiempo es crea- bría subestimado la capacidad que tienen algunas
ción. Pero por otro lado, al menos en las sociedades mo- estructuras para persistir y, por lo tanto, para oponerse a
dernas, la creación no es evidente, sino problemática, la creatividad humana y poner en marcha mecánicas
porque que no se efectúa ni se realiza más que en el con- radicalmente heteronómicas? ¿acaso no habría subesti-
flicto con las fuerzas que tienden a negarla. En ese senti- mado el nihilismo del capitalismo, cuyo motor, por así
do, es profundamente política y tiene una dimensión vin- decirlo, quema el vínculo social, precapitalista o incluso
culada a la lucha por la autonomía, que es precisamente anticapitalista, y lo destruye sin crear otra cosa (¿hablar
la liberación de la creatividad. Estas fuerzas no tienen de sociedad capitalista no sería una contradicción en los
nada de transcendentales, son enteramente humanas, y términos?). Y por último, ¿acaso no habría subestimado
hoy en día las vemos claramente en acción. Es la ofensi- el poder de la deshumanización de un sistema que gene-
va llamada neoliberal que somete toda la vida social a la ró Auschwitz y que aún no sabe responder a la devasta-
economía concebida como un mecanismo, un funciona- dora pregunta “se questo è un uomo”? ■
miento, que no es más que una repetición de los enlaces
causales preestablecidos. Es el esfuerzo malogrado de los Copyright©2006 Daniel Blanchard. Este artículo ha sido
individuos para someter su comportamiento físico (de- publicado bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-
NoComercial-SinObraDerivada 2.0.
portista, por ejemplo), sexual, afectivo, mental… al mo-
Eres libre de copiar, distribuir y comunicar públicamente este
delo maquínico. texto por cualquier medio, siempre que sea de forma literal
Hannah Arendt (La Tradición escondida, sobre Kafka): y sin fines comerciales.

El Viejo Topo / 83

También podría gustarte