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ARQUITECTURA DE MADERA EN LAS
MISIONES JESUÍTICAS DE CHIQUITOS
(BOLIVIA) DEL SIGLO XVIII Y SUS
ORÍGENES PREHISPÁNICOS Y EUROPEOS
I

A mis padres y a mis hermanas


II
III

Quiero agradecer al Dr. Jaume Avellaneda, director y tutor de mi


tesis, por su apoyo incondicional en el desarrollo del trabajo y la
confianza que tuvo para que a pesar de todo, ánimos y
desánimos, este trabajo llegue a su fin.

Me siento agradecido también con el Institut Catalá de la Fusta,


lugar donde actualmente trabajo, por darme tiempo y espacio
para la tesis dentro de mis obligaciones laborales, en la fase
final y la más decisiva. Agradezco el aval del presidente de la
fundación Josep Ramón Mora, el respaldo del director Jordi
Gené y el aliento de los compañeros Anna Borràs, Eduard
Correal, Marcel Vilche y Ester Caballol.

Mis sinceros agradecimientos a Eckart Kühne, doctor arquitecto


y experto en el tema de las Iglesias de Chiquitos, por su
desinteresada colaboración al ponerme a disposición los
volúmenes de su valiosa biblioteca personal, sus apuntes de los
levantamientos y trabajos en las rehabilitaciones de las iglesias,
y finalmente por las fructíferas conversaciones que hemos
tenido durante estos años discutiendo el porqué de las cosas en
Chiquitos Misional.

Agradezco al Dr. Ramón Sastre, por su colaboración y


disposición en guiarme en el comportamiento de las estructuras
de madera mediante el uso del programa para ordenadores
Wineva.

Mi más sincero agradecimiento para todas las personas de aquí


y de allí que me han dado una mano de alguna manera para
poder realizar este trabajo. A Vincent Falaux, por acompañarme
en el estudio de campo por las iglesias, graneros y mercados
diseminados por Francia y ayudarme en la maquetación del
texto, a Martín Oliu por los didácticos 3d, a Carmen Sonia
Lorent, Vivian Luizaga y Carmen Zelaya por los continuos
envíos de material bibliográficos desde Bolivia y a Juan Carlos
Ortíz por acompañarme en el estudio de campo de las iglesias
por los cientos de kilómetros que las separan en las
encantadoras tierras chiquitanas.

También no puedo olvidar el apoyo moral y afectivo de mi grupo


de amigos en Barcelona, la querida Familia Latina, nacida
espontáneamente con doctorandos venidos de fuera, que
IV

durante estos años de lejanía familiar, en cierta manera


suplieron el calor hogareño y fueron un impulso decisivo para
que el camino de la investigación no se desvíe en el trayecto.

Para no dejar olvidado a nadie, mis agradecimientos a todas las


demás personas que no he nombrado, pero que en el
transcurso de la investigación me dieron su granito de arena, me
apoyaron y les doy las gracias correspondientes.

Por último mi reconocimiento a las instituciones públicas en


Europa y Sudamérica que he visitado, como universidades,
bibliotecas, archivos históricos, centros de documentación
patrimonial y registros de ayuntamientos, por ser los guardianes
del gran tesoro que tiene la humanidad, el conocimiento
documentado.
V

Resumen
Las actuales poblaciones de Concepción, San José, San Javier,
San Miguel, Santa Ana y San Rafael, seis de las diez antiguas reducciones
de las Misiones Jesuíticas de Chiquitos (Bolivia), fundadas a principios del
siglo XVIII, representan el mejor ejemplo de pueblos vivos, por la
conservación de su patrimonio tangible, como el conjunto religioso e
intangible como sus tradiciones y costumbres adoptadas desde el periodo
misional. Por este motivo fueron declaradas el año 1990, Patrimonio
Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Los conjuntos religiosos son producto de la simbiosis creada


entre la técnica constructiva nativa y el estilo barroco de procedencia
europea. Así entre otras expresiones de riqueza artísticas en estos
templos, destaca un sistema constructivo original basado en la estructura
portante de pórticos de madera, que trabajan independientemente de los
cerramientos y sostienen la cubierta monolítica a dos vertientes.

Esta investigación averigua los orígenes de las estructuras de


madera de las iglesias de Chiquitos y define tipologías constructivas y
estructurales en América y Europa que pudieron servir de modelo al
sistema constructivo jesuítico boliviano. Para conseguir estos objetivos se
ha realizado una metodología cuantitativa de análisis de construcciones
similares o análogas al sistema de Chiquitos, con la característica en
común de ser edificios con planta rectangular dividida en tres o más naves
por pilares de madera. Delimitado por un contexto histórico, periodo que va
desde el siglo XII al XVIII; y un contexto geográfico, edificios ubicados en
Europa occidental, lugar de procedencia de los misioneros jesuitas; y
edificios construidos en Sudamérica, en otras misiones jesuitas, en pueblos
coloniales o en asentamientos de indígenas.

El estudio se divide en capítulos según el contexto geográfico,


donde se analizan diferentes características de los edificios, como las
arquitectónicas, el sistema técnico constructivo y el funcionamiento
estructural. El trabajo es histórico constructivo basado en fuentes primarias
publicadas, en documentos de archivos históricos y en estudios de campo
a los edificios seleccionados para la investigación. Por otra parte, se ha
realizado una interpretación acerca de las sucesivas intervenciones
realizadas a las iglesias de Chiquitos.

Del análisis realizado se concluye que las estructuras de pórticos


de madera utilizadas como elemento principal en las iglesias de Chiquitos,
fue una técnica constructiva conocida por los indígenas prehispánicos para
VI

edificar sus grandes viviendas comunales. Los misioneros utilizaron la


técnica por la familiaridad que tenían los nativos con la madera y la fueron
perfeccionando, primero en las más antiguas Misiones Guaraníes o del
Paraguay y después en las Misiones de Chiquitos. Introdujeron al sistema
constructivo nativo, técnicas de ensambles europeas en los entramados
pesados, armaduras de cubiertas de tijeras con correas de origen hispano,
entalladuras profusas en los fustes de las columnas, uso de tejas de
cerámica y el uso de adobe para los muros perimetrales donde quedaban
embebidos los pilares de madera. Sin embargo los pilares de madera en
las Misiones americanas continuaron clavados en el suelo técnica que
había sido superada en las construcciones de madera de Europa desde el
siglo XI.

Además de aportar al conocimiento técnico constructivo de estos


edificios patrimoniales, esta investigación proporciona un documento de
referencia para posteriores trabajos de rehabilitación, restauración o
conservación de las estructuras de madera de Chiquitos y de otros edificios
similares.

Palabras claves
Arquitectura y urbanismo de las Misiones Jesuitas en Sudamérica, siglo
XVII - XVIII
Estructuras de madera en base a pórticos de pilares y vigas
Armaduras de cubierta del siglo XII al XVIII
Sistemas de uniones y ensambles en madera - s.XVII-s.XVIII – Sudamérica
y Europa
VII

INDICE
VIII

INTRODUCCIÓN 1

1. ESTADO DE LA CUESTIÓN 3

2. OBJETIVOS Y VIABILIDAD 8

3. METODOLOGÍA 8

4. ESTRUCTURA DE LA INVESTIGACIÓN 9

CAPITULO PRIMERO

LAS MISIONES JESUITICAS DE AM ÉRICA

DEL SUR 13

1. INTRODUCCIÓN 14

2. BREVE DESCRIPCIÓN DE LAS MISIONES JESUÍTICAS EN

AMÉRICA 17

3. LA COMPAÑÍA DE JESÚS Y SU PROYECTO MISIONERO 22

4. LAS REDUCCIONES JESUÍTICAS 24

5. LA ORGANIZACIÓN MISIONERA 27

6. MODELO URBANO DE LAS MISIONES 29

6.1 El trazado urbano 29

6.2 El conjunto religioso 31

6.3 Los elementos urbanos 32

7. ARQUITECTURA EN LAS MISIONES 34

7.1 Misiones Jesuíticas Guaraníes 34

7.2 Misiones Jesuíticas de Maynas 40

7.3 Misiones Jesuíticas de Moxos 42

7.4 Misiones Jesuíticas del Casanare, Meta y Orinoco 44

7.5 Misiones Jesuíticas de Chiloé 46

8. OTROS EJEMPLOS DE IGLESIAS DE TRES NAVES DIVIDIDAS

POR PILARES DE MADERA EN HISPANOAMÉRICA DEL SIGLO XVI

AL XVIII 48

8.1 Iglesias postjesuíticas y franciscanas en Paraguay 49

8.2 Iglesias en Centroamérica, Colombia y Venezuela 50

9. IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN CÓRDOBA,

ARGENTINA 54
IX

10. CONCLUSIONES PARCIALES 56

CAPITULO SEGUNDO

LAS MISIONES JESUITICAS DE CHIQUITOS 61

1. INTRODUCCIÓN 62

2. ARMADURAS DE CUBIERTA EN LA AUDIENCIA DE CHARCAS

(ACTUAL BOLIVIA) HASTA FINES DEL SIGLO XVII 64

3. FORMACIÓN DE LOS PUEBLOS DE LAS MISIONES JESUÍTICAS

DE CHIQUITOS 67

3.1 Contexto histórico geográfico 67

3.2 Fundaciones de Pueblos Misionales 69

3.3 Urbanismo 70

3.4 Evolución de las construcciones en Chiquitos misional 73

4. CARACTERÍSTICAS ARQUITECTÓNICAS 77

4.1 Plantas y secciones 79

4.2 Proporciones geométricas 83

4.3 Estilos 84

4.4 Decoración y ornamentos 91

5. CARACTERÍSTICAS CONSTRUCTIVAS 94

5.1 Materiales y herramientas 96

5.2 Tipología de columnas, arcos y capiteles 98

5.3 Tipología de uniones: ensambles y empalmes 101

5.4 Proceso de construcción 105

6. FUNCIONAMIENTO ESTRUCTURAL 109

6.1 Metodología de cálculo 111

6.2 Momentos Flectores 113

6.3 Cortantes 115

6.5 Consideraciones finales 118

7. CONCLUSIONES PARCIALES 121


X

CAPITULO TERCERO

LA CONSTRUCCIÓN PREHISPÁNÍCA EN M ADER A

EN CHIQUITOS Y EN SU ENTORNO AM AZÓNICO,

ANDINO Y CHAQUEÑO 125

1. INTRODUCCIÓN 126

2. TIPOLOGÍA DE ASENTAMIENTOS HUMANOS Y ARQUITECTURA

EN CULTURAS ANDINAS PREHISPÁNICAS 129

3. TIPOLOGÍA DE ASENTAMIENTOS HUMANOS Y ARQUITECTURA

EN CULTURAS AMAZÓNICAS ANCESTRALES 138

4. TIPOLOGÍA DE ASENTAMIENTOS HUMANOS Y ARQUITECTURA

EN CULTURAS DEL CHACO PREHISPÁNICAS 148

5. CONTEXTO GEOGRÁFICO Y ETNOGRAFÍA EN CHIQUITOS 150

6. LA SOCIEDAD Y LOS ASENTAMIENTOS PREHISPÁNICOS EN

CHIQUITOS 155

7. SISTEMAS ESPACIALES EN CHIQUITOS 158

8. SISTEMAS CONSTRUCTIVOS EN CHIQUITOS 162

8.1 Materiales y herramientas 163

8.2 Proceso de erección 164

9. CONCLUSIONES PARCIALES 165

CAPITULO CUARTO

CONSTRUCCIÓN CON PIL ARES DE MADER A EN

EUROPA HASTA EL SIGLO XVIII 169

1. INTRODUCCIÓN 170

2. EVOLUCIÓN DE EDIFICIOS DE PILARES DE MADERA 173

2.1 Origen de los esqueletos de madera en Europa 173

2. 2 Influencia y desarrollo de las armaduras románicas en edificios

de naves con pilares de madera 177

3. USOS DE LOS EDIFICIOS DE PILARES DEL S. XI AL XVII 187

3.1 Viviendas 187

3.2 Graneros y Mercados 188

3.3 Salones 192


XI

3.4 Iglesias 194

4. CARACTERÍSTICAS ARQUITECTÓNICAS 201

4.1 Plantas y secciones 201

4.2 Proporciones geométricas 204

4.3 Estilos 205

4.4 Decoración y ornamentos 206

5. SISTEMAS CONSTRUCTIVOS 207

5.1 Materiales y herramientas 209

5.2 Tipología de pilares, arcos y capiteles de madera 213

5.3 Tipología de uniones: ensambles y empalmes 216

5.4 Proceso de construcción 219

6. FUNCIONAMIENTO ESTRUCTURAL 221

6.1 Metodología de cálculo 228

6.2 Momentos flectores 229

6.3 Cortantes 233

6.4 Deformaciones 235

6.5 Consideraciones finales 237

CAPITULO QUINTO

TRADICIÓN E INNOVACIÓN CONST RUCT IVA EN

CHIQUITOS 247

1. INTRODUCCIÓN 248

2. EL CONTEXTO Y LA CONCEPCIÓN URBANÍSTICA PREVIA Y

POSTERIOR A CHIQUITOS MISIONAL 249

3. ANÁLISIS DE LOS SISTEMAS ESPACIALES 253

3.1 Análisis de tipologías arquitectónicas 253

3.2 Proporciones geométricas 256

3.3 Decoración y ornamentos 257

4. ANÁLISIS COMPARATIVO DE LOS SISTEMAS CONSTRUCTIVOS

259

4.1 Características del material y las herramientas 260

4.2 Análisis de tipologías de armaduras 261


XII

4.3 Tipologías de esqueletos de madera 264

4.4 Proceso constructivo 266

5. ANÁLISIS DEL FUNCIONAMIENTO ESTRUCTURAL 267

5.1 Estabilidad de las estructuras en madera 267

5.2 Análisis de la madera y su uso como estructura portante 270

6. APUNTES SOBRE LAS RESTAURACIONES PREVIAS 271

7. RECOMENDACIONES PARA FUTURAS INTERVENCIONES

278

CAPITULO SEXTO

CONCLUSIONES 279

1. CONCLUSIONES 280

2. REFLEXIONES PERSONALES 287

3. LINEAS FUTURAS DE INVESTIGACIÓN 289

BIBLIOGRAFIA 291

ANEXOS 307
INTRODUCCIÓN

1
Las actuales poblaciones de Concepción, San José, San Javier, San

Miguel, Santa Ana y San Rafael, seis de las diez antiguas reducciones de

las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, representan el mejor ejemplo de

pueblos vivos, por la conservación de su patrimonio tangible, como el

conjunto religioso e intangible como sus tradiciones y costumbres

adoptadas desde el periodo misional. Por este motivo fueron declaradas el

año 1990 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Los conjuntos religiosos, máxima expresión de la religiosidad de estas ex

reducciones, continúan en pie y siguen siendo utilizados con el fin por el

que fueron erigidas. La identificación y el sentido de pertenencia de la

población local con sus templos ha sido fundamental en la conservación,

mantenimiento y la rehabilitación de sus templos en el transcurso de estos

tres siglos, a pesar del abandono por parte de las autoridades, la lejanía de

las ciudades importantes y la escasez de recursos económicos.

Esta apropiación iconográfica local de la iglesia por parte de sus habitantes,

reside en la adaptabilidad de la construcción inicial al contexto y a las

posibilidades tecnológicas del medio. De esta manera, los materiales y el

sistema constructivo, como la estructura independiente de madera, los

cerramientos de adobe y la cubierta de tejas a dos aguas utilizados en las

Misiones, han continuado a ser utilizados por la población local en sus

viviendas.

En este sentido, esta investigación tiene como principal interés investigar

los orígenes del sistema lignario portante jesuítico misional. Encontrar el

motivo de adoptar este sistema constructivo en el cual la madera es el

elemento principal, construidas por los misioneros jesuitas y los habitantes

nativos de las misiones.

El trabajo de investigación que presentamos ha sido posible en gran

medida a los estudios previos realizados en varias disciplinas, desde la

historia, etnografía, arte, urbanismo y arquitectura. A continuación

presentamos los autores y obras más relevantes que hemos tomado en

cuenta, para poder encuadrar el trabajo en un contexto histórico, en el

2
ámbito geográfico y en el técnico constructivo.

1. ESTADO DE LA CUESTIÓN

La historia de la construcción de las misiones jesuíticas de Chiquitos, la

podemos dividir en tres periodos:

a. Las crónicas, relatos y cartas de los primeros misioneros que vivieron

entre los Chiquitos y de aquellos que participaron activamente en su

construcción. Estas fuentes primarias pueden ser manuscritas e impresas,

estas últimas son la base inicial de nuestra investigación.

b. Los informes, los relatos y gráficos dejados por gobernadores, obispos y

viajeros en la región después de la expulsión de los jesuitas.

c. Los libros, artículos, estudios publicados de diferentes autores del siglo

XX que han realizado investigaciones sobre el conjunto religioso de manera

sistemática y según corrientes historicistas dominantes en cada

determinado periodo vivido.

Empezando por las fuentes primarias impresas, podemos citar el libro

publicado por el padre Juan Patricio Fernández “Relación historial de las

Misiones de Indios que llaman Chiquitos”. Fernández fundó el 1699 la

reducción de San Juan junto al padre Juan Bautista de Zea. En su libro

contiene relatos sobre la formación de las seis primeras reducciones de

Chiquitos y utiliza descripciones de otros precursores como el padre José

de Arce y Lucas Caballero. La primera publicación es del año 1726, la que

utilizamos en esta investigación es una edición publicada en Madrid del

1895.

De este periodo también son las cartas de Martín Schmid escritas entre el

1744-1761, es el constructor de las iglesias de Concepción, San Rafael y

San Javier. En una carta enviada a su hermano el año 1761 describe

detalladamente la construcción de la iglesia de San Rafael (Hoffmann,

1981:149).

Otra publicación de gran valor como fuente primaria es el relato del padre

Julian Knogler, escrito entre los años 1767-1772. Knogler fue fundador de

3
la reducción de Santa Ana donde vivió hasta la expulsión de los jesuitas el

1767. Hemos tomado como estudio la edición realizada por Hoffmann en

1979.

Otras fuentes primarias escritas sobre las misiones Guaraníes pero de

interés en esta investigación son las escritas por Francois Charlevoix con el

título “Historia del Paraguay” del año 1756; la obra “Paraguay Católico” de

José Sánchez Labrador del año 1770; José Cardiel quien escribió sobre el

proceso constructivo en las misiones en el 1747 “Carta y Relación de las

misiones de la Provincia del Paraguay”.

En relación a las fuentes impresas después de la expulsión de los jesuitas

encontramos el informe realizado por el gobernador Francisco de Viedma el

1788, “Descripción geográfica y estadística de la provincia de Santa Cruz

de la Sierra”; también el publicado por Gabriel René Moreno, “Catálogo del

Archivo de Moxos y Chiquitos” el 1888. Entre los estudios escritos hemos

utilizado el publicado el 1835 por Alcides D’Orbigny “Viaje a la América

Meridional” en el que además de describir las misiones de Chiquitos y

Moxos, dibuja el plano urbanístico de Concepción de Moxos y San José de

Chiquitos.

Los estudios sobre las construcciones de las iglesias de las Misiones

Jesuíticas de Chiquitos en casi todo el siglo XX están ligados a las

investigaciones realizadas sobre la Misiones Guaraníes, recién en el último

tercio del siglo se realizan estudios propios y sistemáticos de varios

autores.

Por esta razón nuestra investigación en este periodo se encuentra ligada a

los estudios de las Misiones Guaraníes, iniciándose algunos trabajos en los

años ’40 dentro de la tradición historiográfica, sin reconocer el rol

desempeñado por los indígenas. Más adelante destaca la obra “Arquitectos

argentinos durante la dominación hispana” publicado el 1946 por Guillermo

Furlong, quien abarca el tema de las obras jesuíticas de manera inédita y

será la base para las futuras investigaciones. También de Furlong es el

libro “Misiones y sus Pueblos Guaraníes”, del 1962 en el que resume sus

investigaciones sobre el tema. Sin pretender hacer una clasificación

4
sistemática de las fases constructivas experimentadas en los pueblos de

las misiones, Furlong describe las iglesias iníciales, de materiales vegetales

con barro; luego las formadas por tres naves, crucero, cúpula de media

naranja, presbiterio, cubierta de madera forrada en tabla en medio y fabrica

de muros de piedra, destacando el arquitecto José Brasanelli; y por último

el periodo en el que destaca Juan Bautista Primoli, constructor de las

iglesias “al estilo europeo” de las iglesias de San Miguel, Trinidad y

Concepción en las misiones guaraníes.

Otro historiador de este periodo es Vicente Nadal Mora, publica el año 1946

el libro “Estética de la Arquitectura Colonial y post colonial Argentina” y el

1955 “Monumentos históricos de Misiones San Ignacio Miní”, en ellos

describe una serie de dibujos divididos por afinidades estilísticas,

constructivas o históricas, clasifica la arquitectura de las Misiones de

acuerdo a su función y al contexto de su localización.

Los estudios de Mario Buschiazzo cambian el enfoque teórico y

metodológico de la arquitectura misional. En sus trabajos se observa un

análisis formal de las obras y una revisión crítica de las fuentes escritas,

sobre todo la necesidad de que la investigación marque una postura

avalada por la documentación. Es primer autor que considera que la

estructura portante en madera fue una característica común en la

arquitectura de las misiones de las tierras bajas de Sudamérica.. La

publicación de los capítulos sobres las Misiones de Paraguay y Chiquitos,

en el libro “Historia del arte hispanoamericano” editado por Angulo el 1956,

nos ha servido de base inicial del estudio crítico sobre las iglesias de

Chiquitos.

El libro “La Arquitectura de las Misiones Jesuíticas Guaraníes” del 1955 de

Hernán Busaniche, continúa con el objetivo de describir y analizar la

arquitectura de las Misiones de una manera integral, su mayor aporte es

dividir en tres etapas la arquitectura de las misiones. Las primeras de

carácter provisorio, luego las iglesias de varias naves con elemento

estructural de madera y por último las iglesias de muros de piedra portantes

con cubiertas de bóveda de cañón más cercanas al estilo más europeo.

5
Marcando otro periodo en la investigación de las Misiones en el siglo XX,

encontramos una serie de trabajos y libros publicados desde los años ‘70

de Ramón Gutiérrez, quién inicia la revisión del análisis realizado por

investigadores anteriores de postura eurocéntrica, y comienza a plantear un

análisis formal de acuerdo al contexto en el que se realizaron las obras. Su

teoría conceptual está basada en el pragmatismo de las construcciones de

las Misiones, delimitada por las condicionantes geográficas y los medios

técnicos disponibles En sus estudios sobre el urbanismo emplea el término

de espacialidad barroca y analiza la concepción espacial que regía ese

trazado. Los elementos utilizados por Gutiérrez mas descriptivos, de cómo

recrea el urbanismo jesuítico son los conceptos de persuasión y

participación.

Otro autor que aportará una nueva teoría de interpretación de las iglesias

de madera misionales es Ricardo Jesse Alexander, quién a través del

estudio de Yaguarón sostiene que su arquitectura no coincide con ningún

templo barroco europeo, por lo que la define como una construcción

exclusivamente americana.

Ingresando en los autores contemporáneos que han publicado estudios

sobre Chiquitos hemos tomado en cuenta el libro “Las Misiones Jesuíticas

entre los Chiquitanos” de Werner Hoffman. Los primeros trabajos

publicados de las iglesias de Chiquitos en base a levantamientos y

descripciones fueron publicadas en “Misiones Jesuíticas: experiencias de

un estudio urbano arquitectónico” por Virgilio Suárez y Aquino Ibáñez, el

1978.

El libro monográfico editado por Pedro Querejazu, publicado el año 1995,

hace una compilación, de varios autores expertos en el tema ente ellos,

arquitectos, historiadores, urbanistas, músicos, restauradores; así se

convierte en un libro de referencia para el estudio de las Misiones de

Chiquitos y Moxos.

Las iglesias fueron restauradas por Hans Roth, arquitecto suizo, que llegó a

la región en los años setenta y por el espacio de casi 30 se dedicó a la

restauración, prácticamente hasta su fallecimiento. Dejó documentado

6
archivos sobre el sistema de restauración empleado, como fotografías,

bocetos, planos de la restauración, cartas, escritos, todo se encuentra

inventariado en el Vicariato Ñuflo de Chávez, Concepción.

Debido a la importancia que ha adquirido el conjunto de pueblos misionales

de Chiquitos, a partir de las restauraciones y con la designación como

Patrimonio por UNESCO, han surgido numerosos ensayos, monografías y

libros sobre el tema. La mayoría de ellos hablan sobre la cultura misional, el

arte sacro, la música, las artesanías, la vida social de los comunitarios y por

supuesto los complejos religiosos misionales.

Stefan Fellner el año 1993, después de colaborar en los levamientos

previos a la restauración de la iglesia de San Javier, defiende la tesis

doctoral “Numerus sonorus, Musikalische Proportionen und Zahlenasthetik

in der Architektur der Jesuitenmissionen Paraguays, am Beispiel der

Chiquitos-Kirchen des P. Martin Schmid (1694-1772)”, en la Universidad

Técnica de Berlín, que trata sobre la proporcionalidad musical en la

arquitectura de Chiquitos.

Eckart Kühne, a finales del 2008 defiende su tesis doctoral en el Instituto

Tecnológico Federal de Zurich (ETHZ), con el título “Die Missionskirchen

von Chiquitos im Tiefland von Bolivien: Bau und Restaurierung der Kirchen

von Martin Schmid (1694-1772).” (“Las iglesias misionales de Chiquitos en

el Oriente Boliviano: Construcción y restauración de las iglesias de Martín

Schmid”). Debido la rigurosidad en su investigación y al ser considerado un

experto en el tema por haber participado en diferentes periodos de las

restauraciones de las iglesias de Chiquitos, su trabajo es un valioso

documento, sobresale entre otras cosas, por el análisis mediante

fotografías comparativas el estado de las iglesias previas y posteriores a

las restauraciones. Este documento ha servido como última referencia para

cerrar el presente trabajo.

7
2. OBJETIVOS Y VIABILIDAD

Los objetivos buscados en esta investigación son los siguientes:

Objetivos principales

1. Averiguar los orígenes prehispánico, europeo y de otras misiones

sudaméricanas, de las estructuras de madera en las iglesias

misionales de Chiquitos.

2. Definir tipologías constructivas y estructurales en madera,

americanas y europeas que pudieron haber servido de modelo al

sistema técnico constructivo empleado en Chiquitos.

Objetivos secundarios relacionados con el campo de estudio

a. Caracterizar de manera descriptiva y analítica los sistemas constructivos

en madera en Chiquitos y en otros lugares con similares sistemas.

b. Conocer el funcionamiento estructural de los componentes de las

estructuras en madera portantes

c. Profundizar en el conocimiento técnico constructivo para poder conocer

mejor la arquitectura de las iglesias de Chiquitos.

d. Aportar criterios de interpretación de los sistemas constructivos que

ayuden a la conservación y posteriores rehabilitaciones.

e. Conocer y analizar las diferentes tipologías constructivas de estructuras

portantes de madera en Europa y Sudamérica hasta el siglo XVIII.

3. METODOLOGÍA

El trabajo sigue una metodología relacionada con dos áreas de enfoque,

una genérica, basada en un planteamiento histórico-crítico, enmarcado en

el contexto en el que se construyeron las iglesias, el espacio urbano y su

relación con los medios técnicos disponibles. La otra área más específica,

está enmarcada en el estudio de los edificios y las características

arquitectónicas, constructivas, estructurales y las relaciones entre las

diferentes tipologías estudiadas.

8
El estudio sigue una investigación analítica por medio de las siguientes

fases:

1. Investigación documental

2. Delimitación y selección de ejemplos

3. Estudio de campo

4. Análisis y proceso de la información

5. Conclusiones

Para realizar el proyecto se han considerado necesario consultar los

siguientes tipos de fuentes y recopilación de datos.

a. Fuentes primarias publicadas

b. Fuentes de archivos no publicadas

c. Estudios publicados

d. Trabajo de campo en las iglesias de Chiquitos y en edificios similares en

Europa

El método de investigación busca conocer el origen de los sistemas

portantes de madera adoptado en las Iglesias de las misiones de Chiquitos.

Para ello se inicia la descomposición de los objetivos de inicio de la

investigación, en búsqueda del origen del sistema constructivo lignario en

Chiquitos. Luego se analizan los funcionamientos constructivos y

estructurales de las tipologías similares delimitadas por un marco temporal-

espacial, con el fin de establecer parámetros de relaciones y por último se

recompone el sistema para establecer las deducciones y las conclusiones

finales.

4. ESTRUCTURA DE LA INVESTIGACIÓN

El documento final se ha dividido en cinco capítulos.

En el capítulo primero, se analiza la ideología misionera jesuita empleada

en América, el modelo urbano y arquitectónico empleado en sus misiones.

Mas adelante realizamos un análisis de las construcciones en las misiones

de Moxos, Maynas, Casanare y Guaraní. Y por último describimos algunas

9
iglesias de madera de tres naves divididas por pilares de madera en Centro

América y Sudamérica hasta el siglo XVIII.

En el capitulo segundo, se empieza con una breve descripción de

armaduras con artesonados de estilo mudéjar en las ciudades más

importantes de Bolivia, a manera de analizar el nivel alcanzado de la

carpintería en las ciudades de Metrópoli contemporáneas a Chiquitos

misional. En cuanto al análisis realizado se ha dividido en cuatro

subcapítulos, el primero analiza el contexto histórico y la implantación

urbana de las iglesias; en el segundo se estudia las tipologías del espacio

arquitectónico de las iglesias, las proporciones, estilos y ornamentos; en el

tercer subcapítulo se estudia el sistema constructivo, las uniones y el

proceso de erección. Para terminar se realiza un análisis estructural de la

estructura de madera, con el fin analizar el funcionamiento de las tres

tipologías más importantes de Chiquitos.

El capítulo tercero, está relacionado con las construcciones prehispánicas

en Chiquitos. Para ello en primer lugar hemos analizado las construcciones

en culturas vecinas, la Amazónica, Chaco y Andina Luego nos

introducimos en el contexto social de Chiquitos, sus sistemas espaciales y

constructivos.

El capítulo cuarto está relacionado con las construcciones edificios de tres

naves divididos por pilares de madera, desde el siglo XII hasta el siglo

XVIII. También aquí realizamos un análisis arquitectónico, otro técnico

constructivo y por último una comprobación del funcionamiento estructural.

En capítulo quinto, hacemos un análisis comparativo de las tipologías de

edificios de los anteriores capítulos, siguiendo la misma estructura de

estudio.

En el capitulo sexto se realizan las conclusiones finales, las aportaciones

del trabajo y propuestas de futuros estudios.

Ámbito de estudio

El tema central de este estudio es situar los orígenes del sistema

constructivo de las iglesias misionales de Chiquitos, formados por

10
esqueletos de madera o entramados pesados de pórticos, de pilares y

vigas.

En este sentido y dado su carácter histórico constructivo del conjunto

patrimonial, hemos contextualizado el estudio al ámbito donde se

construyeron y al período histórico en el cual se erigieron.

El análisis de esta tesis, no solo es arquitectónico-constructivo sino es

transversal a estudios de diferentes disciplinas como arqueología,

antropología, historia, arte y urbanismo.

El estudio se inicia con una descripción sobre los jesuitas y su proyecto

misionero. Se realiza un análisis de la implantación urbana, la concepción

del conjunto religiosos y todos los elementos que recreaban estos

particulares asentamientos.

En el caso de Chiquitos se ha analizado el entorno inmediato los elementos

constructivos estudio histórico constructivo, se ha contextualizado en el

tiempo y en el medio.

Ámbito geográfico

La región de Chiquitos lugar donde se encuentran las iglesias de maderas

que estudiamos, es un área de aproximadamente 500 km de radio, en el

centro de Sudamérica. Por esta razón está próxima a diferentes sistemas

geográficos, al norte la cuenca amazónica, al oeste la cordillera andina y al

sur-oeste la cuenca del Río Paraguay. Este nos motivó a estudiar de

manera general los sistemas constructivos de edificios de varias naves que

utilizan pilares de madera en el período prehispánico y colonial.

En relación a la hipótesis del origen del sistema constructivo de Chiquitos

misional y su relación con sistemas similares en Europa, en un principio

nos centramos en buscar su génesis en construcciones en España, por la

conexión histórica y países centroeuropeos de lengua germánica, como

Suiza, por el origen del principal constructor de las iglesias. Sin embargo a

medida que el estudio no encontraba elementos que nos confirmen la

hipótesis inicial, ampliamos el estudio a países como Francia, Inglaterra y

Alemania

11
Las analogías con Chiquitos encontradas en las estructuras de madera

medievales en estos países nos hicieron profundizar el estudio

comparativo.

Límites temporales

Las iglesias de Chiquitos fueron construidas a mediados del siglo XVIII, por

lo que hemos considerado analizar y estudiar tipologías similares en

Hispanoamérica y Europa anteriores a esta fecha.

En relación a los estudios prehispánicos en Chiquitos y su entorno, el

estudio se basa en crónicas, informes y relatos de finales del siglo XVII de

los primeros misioneros que tuvieron contacto con las distintas poblaciones

nativas. En cuanto al análisis de sistemas constructivos de las culturas del

entorno de Chiquitos, los límites temporales varían de acuerdo a los

estudios arqueológicos, antropológicos e históricos que hemos tenido en

cuenta. En el caso de las culturas amazónicas, el análisis se realiza en

base a estudios de culturas ancestrales que aún perviven aisladas del

mundo contemporáneo, mientras que en las culturas Andinas hemos

analizado crónicas de los primeros conquistadores y restos arqueológicos

encontrados del período prehispánico.

En cuanto a la construcción en madera europea el estudio se enfoca en el

periodo de mayor uso de este material que va desde el siglo XI al XVI, con

algunos trabajos anteriores sobre todo en búsqueda del origen del sistema

y otros posteriores, pero siempre limitados hasta el siglo XVIII.

12
CAPITULO PRIMERO

LAS MISIONES JESUITICAS


DE AMÉRICA DEL SUR
13
1. INTRODUCCIÓN

La Compañía de Jesús, orden religiosa de la Iglesia Católica, cuyos

miembros se los conoce como jesuitas, fue fundadora y regidora de las

reducciones de las Misiones de Chiquitos. Dirigió similares proyectos de

asentamientos en zonas de frontera de la colonia española en América del

Sur, con el fin de cristianizar y reducir a los indígenas en poblados alejados

del contacto de las ciudades coloniales. El proyecto iniciado a principios del

siglo XVII buscó desarrollar dentro de estos territorios un sistema teocrático

de autogobierno, en el orden político, social y económico, respaldado por

las Ordenanzas de Felipe II del año 1573 hasta su finalización en el 1767,

por la expulsión de la Compañía de las colonias, con un modelo de estado.

Las misiones jesuíticas en América del Sur, fueron coordinadas desde las

sedes principales de varias Provincias Jesuíticas, en el norte desde Bogotá

de la Provincia de Nueva Granada se dirigió las Misiones del Casanare,

Meta y Orinoco; desde Quito sede la Provincia de Quito, las Misiones de

Maynas; desde Lima sede de la Provincia del Perú las Misiones de Moxos

o Moxos; y desde Córdoba sede de la Provincia del Paraguay las Misiones

Guaraníes o del Paraguay y las de Chiquitos. Todas las Misiones tenían un

contexto geográfico similar, se encontraban en zonas de selva espesa, ríos

o lagos caudalosos y clima cálido en gran parte del año. Otra característica,

de orden geopolítico en las Misiones, al margen de sus intenciones

religiosas y civiles, era el de servir como zonas de escudo al avance de

colonos portugueses, en la frontera hispano-lusitana.

Prescindiendo de las particularidades de cada Misión, las Reducciones, es

decir los poblados de las Misiones, siguieron un semejante proceso de

desarrollo, enmarcado siempre en la filosofía jesuítica basada en la

practicidad. Los espacios urbanos seguían un modelo dividido en dos

zonas: la sacral o de Dios y la del hombre, conectados por un estado

crosal, la plaza, que cumplía funciones de todo género.

El conjunto religioso, y sobre todo el templo, siguió una evolución

constructiva acorde con la consolidación de la reducción. Debido a varios

14
factores, unos de orden tecnológico y logístico; otros de identificación e

impacto en la población. Los primeros factores citados, fueron superados

en la primera etapa utilizando la tecnología local para construir las iglesias

e intervenir o reconstruirlas siguiendo técnicas constructivas basadas en

fábrica conforme la Reducción se consolidaba. Los segundos factores,

buscaban que los nuevos edificios se identifiquen con la población reducida

y se apropien de la imagen en la cosmovisión que tenían.

En la mayoría de las Reducciones, predominó el uso de la madera como

estructura portante, formando entramados pesados, de pórticos que

dividían la planta rectangular en tres naves interiores; corredores porticados

exteriores, cerramientos de adobe y armadura de tijeras con cubierta de

palma o teja según las posibilidades.

Las estructuras de madera y sus orígenes en las iglesias de las Misiones

de Chiquitos, es el objetivo final de este estudio. Fueron construidas por los

jesuitas y son parte de todo el contexto histórico descrito anteriormente. Por

lo tanto los objetivos para este capítulo son:

- Describir la filosofía de la Compañía de Jesús y analizar la

implantación del modelo urbano y arquitectónico en las Misiones

Jesuíticas en América del Sur.

- Caracterizar de manera descriptiva y analítica las construcciones

en las diferentes Misiones.

- Definir y describir otros ejemplos de iglesias con pilares de madera

en Hispanoamérica del siglo XVI al XVIII

Para este capítulo se ha utilizado una metodología descriptiva y

documental. Esta basada en el análisis de documentación contenida en

textos históricos, en publicaciones de crónicas de viajes, cartas publicadas

de misioneros, etc. Además se ha tenido en cuenta estudios sobre el tema

realizado por otros autores, como las aportaciones encontradas en libros,

artículos y revistas indexadas que están relacionadas con el tema de este

trabajo. Se ha analizado los sistemas constructivos de diferentes iglesias

con estructura de madera portante en todas las Misiones.

15
El capítulo I está estructurado en 10 subcapítulos. Los 6 primeros están

relacionados con la filosofía de la Compañía de Jesús y la implantación del

modelo urbano y arquitectónico en las Misiones. En el subcapítulo 7, se ha

caracterizado las construcciones más relevantes de las Misiones

estudiadas; en el caso del Paraguay se ha estudiado las iglesias de las

reducciones iníciales, con el fin de encontrar elementos que ayuden a

identificar el origen del sistema constructivo en Chiquitos. Con este mismo

fin en el subcapítulo 8, se ha incluido una descripción general de iglesias de

tres naves divididas por pilares de madera en la Hispanoamérica colonial,

que no pertenecen a ninguna Reducción jesuítica y actualmente se

encuentran en pie.

16
2. BREVE DESCRIPCIÓN DE LAS MISIONES JESUÍTICAS EN

AMÉRICA

En el presente apartado realizaremos una descripción deductiva del

proceso de instauración de las misiones de los jesuitas en América.

Sin embargo, resulta importante realizar una breve descripción de la

premisa básica de la fundación de los jesuitas como Orden religiosa, tarea

que realizaremos en el presente párrafo.

Según Valdés (1985), la compañía de Jesús nació en la coyuntura

turbulenta y apasionada de las guerras entre Francia y el Imperio y de la

creciente popularidad de la Reforma de la Iglesia. Fue en buena parte la


1.1 Grabado de la
fachada del Gesú en
columna que sostuvo al Papado y al Clero que se hallaban al extremo de la
Roma (It); Mario
Cartaro después del
corrupción; sus teólogos fueron los principales actores del Concilio de original de Vignola

Trento donde se renovó la iglesia. Por otra parte, los jesuitas se dedicaron

con gran éxito a ubicarse al lado de los príncipes y poderosos como

confesores.

En cuanto a las características de los misioneros, en palabras del P. Diego

de Boroa, podemos mencionar que eran cuidadosamente seleccionados,

generalmente pertenecían a familias de la alta aristocracia europea.

Hablaban cuatro idiomas, el materno y tres más.

Autores como Eguía (1953) y Maeder (1990) coinciden en que el

pensamiento capital de los jesuitas, es decir, las ideas que llenaban la

existencia expresadas en principio por su fundador Ignacio de Loyola,


1
eran : reconquistar al pueblo cristiano para Cristo, renovando la vida

1
Según Valdes (1985) en el año de Gracia del Señor de 1521 un joven militar de la casa de
Loyola, que había sido paje en la corte de Fernando e Isabel, los reyes católicos, recibía una
grave herida en una pierna durante el sitio de Pamplona por los franceses. Dos años de
postración en una cama le hcieron pensar acerca de todas aquellas cosas importantes que un
hombre puede meditar y leyó vidas de santos y novelas de caballería. Una vez respuesto,
abandonó la carrera militar y viajó hasta el santuario de la virgen de Montserrat. Allí, cual
caballero andante veló sus armas ante la imagen de la Virgen. Se declaró su caballero e hizo
voto de castidad. Luego colgó su espada en un pilar y cambió su armadura de guerrero pur un
burdo saco. Mendigando y acogiéndose a la inmensidad de lo divino, Ignacio llegó a Roma,
besó los pies de Adriano VI y se embarcó en Venecia hacia los Sagrados Lugares. En
Palestina, lleno de celo y fervor religioso se dedicó a predicar a los infieles pero los
franciscanos, temerosos de excitar la animosidad de los turcos le hicieron tomar preso y
mandar de vuelta por donde había venido. De Venecia pasó a Barcelona donde se afanó en
estudiar latín y filosofía. Predicaba con tal fervor que la Inquisición le encerró por algún tiempo.
Una vez en libertad, Ignacio se dirigió a París para continuar sus estudios de teología en la
Sorbone. Corría el año de 1528. Allí se le agregaron los primeros compañeros. Dos de ellos,
que luego tendrían una destacada actuación en el Concilio de Trento, los licienciados Diego
Laínez y Alfonso Salmerón también obtuvieron sus títulos de Magister en Filosofía y Teología.

17
espiritual en Europa, debilitada por la herejía, pero sin abandonar lo más

mínimo su idea primitiva, que pudiéramos llamar jerosolimitana, de

convertir a los infieles y a los que España iba descubriendo en las Indias

Occidentales.

Este hecho conllevó la organización social, económica y cultural de una

inmensidad de tierras descubiertas, factor que demarcó la santa ambición

de Ignacio -su fundador- en las constituciones.

Su número se acrecentó rápidamente, así a la muerte de su fundador eran

1000 compañeros. La fama que adquirieron por la calidad de educación

que implantaban hizo que se multiplicarán las peticiones de sus allegados

alrededor de pueblos y ciudades en Europa. A la vez nacieron de ellos

muchos emprendedores que cruzaron océanos y mares por lugares

desconocidos para los cristianos como China, India y Japón; donde


desconocidos

tuvieron la habilidad y practicidad de ser recibidos en audiencia por reyes y

emperadores.

En América llegaron los primeros Jesuitas el año 1566 a la ciudad de Lima

(Millé, 1968). Siguiendo su política,


política, fundaron el colegio San Marco, que con

el tiempo se convirtió en el seno de la élite educativa del Virreinato (Fig.

1.2). Poco a poco, crecieron por todas las principales ciudades virreinales,

como México, Guatemala, Bogotá y Córdoba (Fig. 1.3).


1.2 Grabado de la antigua
Iglesia San Pablo, Según Mateos (1954),
(1954), el virrey Francisco de Toledo del Perú los invitó
Lima (Pe); 1638
dedicarse a ser doctrineros de indios y así sentar soberanía en zonas

Al pequeño grupo capitaneado por Ignacio de Loyola lo animaba un auténtico espíritu religoso
y decidieron peregrinar a Tierra Santa. Mientras esperaban inútilmente un navío que les
condujera a los Sagrados Lugares Palestinos, Paulo III los utilizó en la enseñanza religiosa y
en la inspección de los monasterios largamente aquejados por décadas y décadas de
relajamiento (1537).La estrecha colaboración entre Ignacio y sus compañeros y su particular
modo de renovar su espíritu religioso a través de los conocidos “Ejércitos Espirituales”,
aglutinaron en su torno a los mejores y más combativos elementos humanos. En estrecha
relación con el Papa, Ignacio y sus compañeros entregaron a Paulo III un documento
denominado “Fórmula Institutiva” (1539) que contenía las reglas de la futura Compañía de
Jesús. Dieciséis meses más tarde, por Bula “Regimini Ecclesiae”, la nueva orden religiosa
adquirió estatus independiente. El nombre no fue escogido al azar. La unidad de combate de
los ejércitos de la época era una compañía. Las Compañías tenían un capitán y era por el
nombre de su capitán que se refería a la unidad militar. Compañía de Jesús; para marchar
bajo las banderas de tal capitán se exigía una disciplina de corte militar, una intensa
preparación teológica y psicológica y un dinamismo a toda prueba. Sesenta hombre integraron
el primer catálogo de la Compañía de Jesús. Requisito previo para todo jesuita era, sino ser
noble, al menos provenir de los más altos estratos sociales y militares. Con un solemne voto
de obediencia estricta al Papa y a sus superiores dentro de la Orden, la estrategia delineada
por los primeros jesuitas consistió en una intensa acción misional destinada a frenar la
creciente popularidad de la Reforma. A los soldados de la Compañía de Jesús se les
1.3 Iglesia de la Compañía encomendó la difícil tarea de reformar los monasterios y ganar a los príncipes para la causa de
Córdoba (Ar);1674 Roma.

18
fronterizas de la corona. Estuvieron en la reducción de Juli a partir del

1576, que anteriormente había estado a cargo de los franciscanos y fue el

experimento inicial para lo que en posterior harían en las zonas de los

guaraníes, es decir Paraguay (Fig. 1.4).

2
Los Jesuitas se instalaron en la primera Misión del Paraguay el 1604 ,
1.4 Misión de Juli (Pe) a
llegaron a ser 30 pueblos de guaraníes, 27 de Moxos y 10 de Chiquitos que fines del s. XVII.
Querejazu, 1995
se estructuraron sobre la misma propuesta; tenían una estructura y

organización política y económica interna basada en agricultura, ganadería,

industria (tejidos, cueros, etc.) y comercio de los bienes obtenidos mediante

el trabajo. La importancia y la singularidad que adquirieron nace del total

auto gobierno que obtuvieron a través de la Ordenanza de Felipe II de

1573, en la que limitaba el ingreso de los colonos, militares y forasteros a

estas regiones, y en las que el doctrinero tenía todos los poderes de

gestión de gobierno. Sujetos a la Corona española y como principal objetivo

evangelizar a los neófitos, crearon una suerte de “república” dentro del

Imperio, ya que Leyes de Indias regidas en toda la Colonia no eran

ejecutadas, gracias a una patente de Felipe II conseguida por los mismos


3
misioneros .

Este recurso fue necesario para evitar la entrada de colonos de los

poblados hispanos que cazaban indígenas para convertirlos en esclavos,

así como de los bandeirantes o colonos portugueses que arremetían sobre

estos, para llevarlos a trabajar a sus plantaciones de caña de azúcar.

Siguiendo a Oliveira de Oliveira la compañía de Jesús en la zona de las

Misiones del Paraguay puede ser vista bajo cuatro períodos bien marcados:

• 1600- 1750: el período de los fundamentos y expansión.

• 1750- 1773: época de solidez hasta alcanzar la ascensión y la

estabilidad.

2
El territorio paraguayo comprendía en esta época las naciones de Paraguay, Argentina,
Uruguay, algunas regiones del Brasil y Bolivia

19
• 1773 – 1814: período de descrédito incluido el drama de la

supresión; durante 41 años quedará en el olvido, produciéndose un

largo vació en la historia.

• 1814-1940: años de restablecimiento. A partir de entonces la

compañía ocupará un lugar más bien neutral, con períodos de

bajas en sus filas y constantes esfuerzos de recuperación.

Si bien, existieron otras órdenes religiosas a las que se confió la labor


4
misionera en Latinoamérica –entre ellos los dominicos, franciscanos - los

jesuitas fueron los que tuvieron mayores logros de dominio y poder, entre

las poblaciones selváticas.

Al principio fueron admitidos los antiguos frailes mendicantes de las

órdenes franciscana (1562) y dominica (1509), luego también la orden

mercedaria (1514) y la de los agustinos (1553). La compañía de Jesús

pudo empezar su oficio cuando el Papa la reconoció como orden (1540).

Su principal tarea era la educación escolar y universitaria en los colegios

jesuíticos de Europa, y en ultramar, promover además de los colegios, la

evangelización misionera.

Resulta importante mencionar que la construcción arquitectónica conllevó

una serie de factores que condicionaron una conquista intelectual y

marcaron una fuerte influencia en el pensamiento de los pobladores. La

estrategia jesuita fue dirigida con sentido práctico en cuanto a la elección

de técnicas y de materiales, y siempre adaptada a las peculiaridades del

contexto geográfico y cultural donde se implantó (Gutiérrez, 1995: 251). Los

complejos religiosos fueron los lugares donde más se volcó la inspiración


1.5 Retablo de San Miguel
Chiquitos (Bo) jesuítica, la diversidad de nacionalidades de los religiosos sirvió de fuente

para cánones estéticos, la imaginería desplegada en la decoración de los

templos y la orientación artística en general es un rasgo distintivo de cada

lugar (Fig. 1.5 y Fig. 1.6). En las Iglesias y Colegios se dio rienda suelta a la

4
Según Valdes (1980), la primera reforma de la iglesia, tuvo como contrapartida una
renovación de la institución a través del nacimiento de dos nuevas órdenes religiosas: los
franciscanos, quienes rescataban la pobreza, la humildad y la piedad en un retorno hacia la
enseñanza de Jesucristo, y la de los Dominicos que encuzaron su acción hacia la purga
1.6 Ángel de madera en teológica en materias de Moral y Dogmática en el ánimo de hacer frente a los “herejes” y
púlpito de San Rafael, sostener a una institución que se resquebrajaba por el mal ejemplo de sus más altos
Chiquitos (Bo) dignatarios.

20
imaginación, alimentada en las diferentes casas de oración europea que se

adaptaron al nuevo contexto americano (Millé, 1968).

En cuanto a los cánones arquitectónicos y de distribución espacial, las

misiones tenían un estilo de organización de estructura modular, con una

amplia plaza en torno a la cual se concentraban la iglesia, el cementerio,


1.7 Pintura mural en fachada.
las escuelas, talleres y viviendas. Ese esquema fue repetido, con sus Concepción, Chiquitos (Bo)

consecuentes variaciones, en los demás misiones jesuíticas.

El resultado fue grandioso, no sólo en las construcciones religiosas, sino en

todo el arte (Fig. 1.7) que generaron: retablos, estatuas, imágenes, platería,

instrumentos y obras musicales.

De esta manera siguiendo su proyecto misional, planificaron la construcción

de los pueblos, zonificados en dos grandes sectores: el sacral (religioso) y

el terrenal (civil), entre ambos, la plaza, lugar de actividad religiosa, cívica y

recreativa (Fig. 1.8). A lo largo del eje sacral se concentraba el templo, el

colegio y el cementerio, por tanto el conjunto religioso. En el sector civil, se

situaban las viviendas o cuarteles en donde vivían varias familias

separadas por muros divisorios dentro de un sólido módulo.

1.8 Análisis de los elementos urbanos de una misión jesuítica


Basado en dibujo de Suárez, V., 1995

21
En la misión todo estaba programado, giraba en torno a la incorporación de

los indígenas a una nueva realidad: tanto en el aspecto religioso, como en

muchos otros aspectos de la cultura occidental ya en lo técnico como

artístico, en este sentido mencionamos que se trató de una conquista

intelectual. En la construcción, como mencionamos anteriormente, los

jesuitas se guiaron por la practicidad adaptando el saber local y las

limitaciones técnicas de la zona, a sus conocimientos, disciplina y precisión

(Eguia, 1953).

De aquí nace una nueva cultura mestiza, que se ha podido preservar en los

habitantes nativos herederos de las Misiones de Chiquitos, con el espíritu

inicial, en cuanto a las tradiciones religiosas, la música, la escultura y

arquitectura; por tal motivo son denominados Pueblos Vivos.

Se podría decir que gracias a la marginalidad, al abandono y pobreza,

estos pueblos no sufrieron el embate de la modernidad; pero no hay que

desmerecer que el legado dejado en las Reducciones marcó el inicio de

una nueva cultura apropiada por los lugareños (Valdés, 1985).

De los aspectos descritos podemos concluir que ha existido un importante

aporte de los Jesuitas en la arquitectura mestiza, sin embargo el

mencionado aporte tuvo un alto costo que redujo las posibilidades de

expansión de la cultura indígena.

3. LA COMPAÑÍA DE JESÚS Y SU PROYECTO MISIONERO

Los supuestos filosóficos, legales y prácticos en que se basó el desempeño

de los jesuitas en América tienen sus experiencias desarrolladas por los

eclesiásticos durante todo el período que precedió al arribo de los religiosos

de la Compañía.

Por su parte Tomichá (2002), menciona que el envío de misioneros al

“Nuevo Mundo” representaba en la mentalidad de los monarcas españoles

ante todo un asunto de interés jurídico derivado del Patronato Regio

concedido por los Papas de la Corona española. Por esta razón los Reyes

no se limitaron simplemente a permitir, vigilar o respaldar las misiones

22
indianas, sino que se hicieron responsables en primera persona de las

mismas hasta el punto de considerarlas como “un cometido de ineludible

incumbencia”. Esta obligación de enviar misioneros al Nuevo Mundo

comportaba para la Corona española, entre otros aspectos, asumir parte de

los gastos de los misioneros.

Como menciona Melià (1988), la aportación misionera de la orden religiosa

se refleja en la evangelización americana, se esforzaban por la conversión

de los grupos indígenas. Estos planteamientos unidos al trabajo prioritario

en los colegios y a la misma consolidación interna de la Orden, requerían

con urgencia la ayuda de personal europeo. Además el escaso número de

religiosos criollos y el deceso de muchos impedían a la Compañía en

América abastecerse de suficiente personal misionero. Los aspectos más

importantes exigidos por la Santa Sede a los misioneros del Nuevo Mundo

se menciona:

• Probidad religiosa

• Instrucción intelectual

• Experiencia de vida

Continuando con Tomichá (2002) podemos mencionar que desde el propio

contexto misional americano, los religiosos que trabajaban en la conversión

de los indígenas expresaron de igual manera los requisitos que debían

reunir los futuros evangelizadores. Durante el siglo XVI los primeros

evangelizadores americanos coincidían en exigir la ejemplaridad de vida

como requisito fundamental para la misión entre los indígenas.

Al igual que los misioneros, también diversos tratadistas de la época

expresaron sus opiniones teológicas sobre las exigencias de idoneidad

requerida para todo misionero americano.

Las exigencias propias de la Compañía de Jesús se pueden apreciar, por

una parte, en las fuentes oficiales de las normativas, sobre todo las

constituciones de la Orden y las Instrucciones de los Generales y

Provinciales, que muchas veces reproducen textos de diversas bulas

pontificias sobre las misiones que en modo sistemático consideraron el

problema de la misionología americana. Por parte de cada religioso la

23
disponibilidad a las misiones, se expresaba especialmente en el cuarto voto

de obediencia al Papa.

Asimismo la ciencia era considerada tan necesaria como la vocación, pues

en palabras de Acosta “el sacerdote ha de ser maestro de los otros que ha

recibido a su cuidado”. En este sentido se planteaba la necesidad de que

los conocimientos deban estar en relación con la capacidad del puesto que

ocupaban los evangelizadores en Latinoamérica.

Otro aspecto importante que era considerado era el aprendizaje del idioma

nativo, el cual debía de ser la primera e incansable preocupación de los

misioneros debido al supuesto de que la lengua era la única puerta para la

predicación asidua de la palabra de Dios en modo eficaz y acomodada a la

cultura indígena.

A partir de la descripción realizada podemos mencionar que el proyecto

misionero de los jesuitas incluía:

• La evangelización

• Aporte a la ciencia y las artes, implicando a la arquitectura

Además de esta característica, Tomichá nos explica (2002), que los

jesuitas enviados a Chiquitos eran seleccionados de acuerdo a “su virtud y

ciencia”, así, menciona a las palabras de Fernández:

“juzgo que los que deben venir acá han de ser mozos santos y

hábiles, porque de otra suerte, nunca harán nada”.

Es decir que además de los aspectos espirituales e intelectuales

señalados, los misioneros enviados a Chiquitos añadían una robusta

constitución física capaz de enfrentar los fatigosos trabajos en todos los

oficios, implicando claramente aquellos como la construcción.

4. LAS REDUCCIONES JESUÍTICAS

Las reducciones de indios fueron pueblos creados para reasentar a

indígenas separados de las ciudades de los españoles en América. Nacen

24
como una medida de reorganización territorial forzada por motivos político-

económicos, demográficos y religiosos (Gutiérrez, 1995: 304).

El sistema reduccional afirma Gutiérrez (1995: 304) implicaría la situación

más dramática que vivieron los pueblos indígenas desde la Conquista, por

el abandono de sus tierras, la pérdida de relación con su sitio y la

desintegración de lazos de reciprocidad con otros núcleos de parentesco.

En Sudamérica fueron parte de un sistema político adoptada para sentar

soberanía en zonas de frontera donde la presencia de la Metrópoli era

ambigua y no se tenía el control de la población nativa en todos los

aspectos. Este proyecto planteaba utilizar a las ordenes religiosas, primero

los franciscanos y luego los jesuitas, para que a través del discurso

religioso se convenza a la población indígena a dejar sus antiguos

asentamientos y se concentre en nuevos asentamientos, donde se tenía el

control fiscal y el adoctrinamiento religioso.

En este sentido es elocuente la figura 1.9 al mostrar la ubicación de las

misiones jesuíticas en Sudamérica, todas ubicadas, a excepción de Chiloé,

en la frontera política de las Corona portuguesa y española del siglo XVII.

Las misiones de Casanare, Meta y Orinoco al norte en la cuenca del río

Orinoco y Maynas en la cabecera del río Amazonas buscaban reducir a los

indígenas belicosos que no habían podido ser dominados por los españoles

(Gutiérrez, 1995: 303). En Moxos y Chiquitos en los llanos orientales del

Alto Perú; y las Guaraní entre los ríos Paraguay y Paraná, además de

reducir a los indígenas se buscaba hacer de escudo frente al avance

portugués. Sin embargo esto fue muy difícil, los primeros asentamientos en

Itatin y el Guayrá, sufrieron ataques esclavistas de los mamelucos venidos

de San Pablo y tuvieron que ser trasladados hacia al sur de los ríos, hasta

consolidase en 30 pueblos.

El sistema jesuítico aplicado primero con los guaranís y luego en Moxos y

Chiquitos se diferenció de otros por la adaptación del proyecto a las

circunstancias del contexto donde se planteaba. Los jesuitas se

involucraban no sólo en aspecto religioso si no también en las demás

25
tareas administrativas, perfeccionando el modelo en un proceso de ensayo-

error-corrección (Gutiérrez, 1995).

1.9 Ubicación de las Misiones Jesuíticas en América del Sur entre los siglos XVII y XVIII

26
Los pueblos misionales llegaron a tener en ocasiones entre mil a cinco mil

habitantes con indígenas, en la mayoría de los casos convencidos por

regalos y traídos a vivir desde sus antiguos asentamientos.

Las características que prevalecieron en las misiones fueron:

• El aislamiento por la prohibición de entrada a los españoles, o a lo

sumo la limitada residencia temporal.

• La prohibición del comercio de los españoles con los indígenas


5
La eliminación del sistema de encomiendas y de mita para las

misiones

• El uso y la enseñanza del idioma nativo. En Chiquitos se utilizó la

lengua mas hablada el chiquito, mientras que en los Misiones

Guaraníes, el idioma guaraní.

• El arte fue promovido entorno al tema religioso, en música, canto,

escultura, imaginería y pintura mural

5. LA ORGANIZACIÓN MISIONERA

En el presente apartado presentaremos una descripción de la organización

administrativa que tenían los misioneros, en relación a la sujeción que

tenían a las autoridades de la Corona y las religiosas.

Para poder comprender en su justa dimensión el tipo de vida que se

desarrolló en las reducciones jesuíticas no hay que perder de vista el

aislacionismo al que estuvieron sometidas, tanto por la acción de las leyes

que las protegían de contactos externos como por la lejanía de los centros

urbanos coloniales, eran como anteriormente se mencionó tierras de

frontera.

5
La encomienda consistía en la explotación de la mano de obra indígena por parte de los
colonos, llamados encomenderos, quienes se repartían los indígenas del territorio que
ocupaban. En Paraguay y el oriente de Bolivia se dio la encomienda Originaria y la
encomienda Mitaya. En la Originaria los indígenas trabajaban y vivían permanentemente en
las casas de los españoles, la Mitaya, era un reclutamiento forzoso por turnos para el trabajo
(Krekeler, 1993: 102)

27
Organización política-administrativa

Según Duviols (1991), las reducciones eran enclaves completamente

cerrados que vivían en total autarquía.

Esta situación fue posible por la cantidad de disposiciones reales que en el

transcurso de los años se fue formando a favor de las Misiones. Sin lugar a

dudas, el resultado fue un conjunto de leyes que daba a las misiones

jesuíticas en América una posición muy especial dentro de la sociedad

colonial. Situación que iba en contra de los intereses de explotación

económica de los colonos.

De acuerdo con Duviols (1991), la autoridad religiosa comprendía a su vez

dos estratos: El primero, inscrito en la instancia de la organización eclesial,

hacía depender las parroquias misioneras de un obispo, jefe de una

jurisdicción. La segunda red jerárquica estaba muy bien estructurada: era la

de la Compañía. Todos los misioneros dependían de la autoridad del

Provincial y del General, con sede en la Metrópoli.

Estructura externa

Desde el punto de vista político las reducciones dependían de la autoridad

del Virrey y en forma más inmediata de la Gobernación; mientras que en lo

eclesiástico dependían del Obispo. Sin embargo, la lejanía en la que se

encontraban de las ciudades administrativas y algunas prerrogativas –que

los indios no pudiesen ser encomendados y se les exceptuase de todo

servicio personal, y, por tanto, estaban sujetos directamente a la Corona-,

hicieron que la vida misionera aunque sujeta a las leyes vigentes

transcurriera con cierta independencia tanto en lo civil como en lo

eclesiástico.

Estructura interna

El conjunto de reducciones fundadas estaban bajo la dirección de un

superior que dependía de la Provincia Jesuítica. Por ejemplo las Misiones

de Chiquitos y Guaraníes dependía de la Provincia del Paraguay, mientras

que Moxos dependía de la Provincia Jesuítica del Perú. Cada una de las

28
reducciones, siempre que así lo permitieran las circunstancias, era atendida

por dos misioneros:

• Uno encargado de lo espiritual, es decir, lo concerniente a la

enseñanza de la Doctrina Cristiana y al cumplimiento de los

deberes religiosos:

• Otro encargado de lo temporal, es decir de todo el manejo

administrativo así como del buen funcionamiento de talleres,

cultivos, estancias, etc.

Al analizar el nacimiento y la evolución de la organización misionera,

llegamos a la conclusión que de los religiosos construyeron su proyecto

atendiéndose a un cuadro de la política y la legislación a su favor.

Hasta aquí hemos realizado una descripción analítica de la estructura de

los jesuitas en Latinoamérica. Ahora bien pasaremos a analizar el modelo

urbano de las misiones, contexto que nos ayudará a situarnos en el estudio

de las construcciones desarrolladas por estos misioneros.

6. MODELO URBANO DE LAS MISIONES

En el presente apartado presentaremos una descripción de los diferentes

elementos que componen en el modelo urbano de las misiones. Así,

estudiaremos el trazado urbano, el conjunto religioso y los elementos

urbanos.

6.1 El trazado urbano

En su trazado se vincularía claramente el alcance metafórico de la

propuesta arquitectónica (Carbonell, 2003):

“el esquema seguiría con algunas variantes los enunciados filipinos

en cuanto al tratamiento de las proporciones al delineado de las

calles que partirían de ella; al mismo tiempo recuperaría la misma

capacidad de fusionar a la comunidad – a través de la “fiesta

29
barroca” – que tenían los espacios centrales de las aldeas

indígenas”.

En el grafico 1.10 podemos observar los modelos urbanos de diferentes

misiones jesuíticas.

Siguiendo a Armani (1988) el esquema urbanístico de los pobladores

comprendía también un sistema de servicios públicos: molino y horno de

panificación, cocinas populares, graneros y depósitos de alimentos,

almacenes varios, hornos de ladrillo, fundiciones de metales y, en algunas

reducciones, tipografías. Existía además un sistema para la conducción del

agua corriente, con cisternas y fuentes públicas. En efecto, se tenía

cuidado de ubicar los poblados al costado de las colinas, sobre un plano

inclinado. En la parte alta, detrás de la iglesia, se excavaba una o más

cisternas para el agua potable, que un sistema de canalizaciones

subterráneas conducía hasta las fuentes, lavanderías, baños y gabinetes

públicos. Desde estos últimos, algunas cloacas conducían los desechos de

las reducciones hasta el curso del agua más próximo. Los jesuitas

prestaban mucha atención a la situación higiénica de las Reducciones. Los

provinciales y superiores insistían a los párrocos para que el sistema

hídrico fuese mantenido siempre con la mayor eficiencia.

1.10 Planos urbanos de misiones jesuíticas en Sudamérica con sus ejes principales

30
6.2 El conjunto religioso

El conjunto religioso inicialmente estaba formado por la iglesia y el colegio,

alrededor de un claustro. En el colegio se situaban las oficinas y en la zona

más privada la residencia de los curas. Una vez la misión crecía se

ampliaba la construcción formando un segundo patio donde se encontraban

los talleres artesanales, aulas de enseñanza, depósitos, almacenes del

pueblo y los telares de hilandería (Fig. 1.11). También hacían parte del

conjunto el cementerio ubicado al lado de la iglesia, el huerto en la parte

posterior y en algunas misiones guaraníes existió la casa de las viudas o

Cotiguazú.

Según Armani (1988), en las primeras reducciones el primer patio o patio

doméstico debió ser el único, es el caso de Chiquitos y Moxos. Mientras

que en las misiones guaraníes se dio el caso de tener dos patios.

Las iglesias eran la principal expresión de la arquitectura de las

reducciones, mucho más grandes como consecuencia del aumento del

número de fieles.

1.11 Plano aproximado del conjunto religioso de San Cosme y San Damián.
Probable proyecto original.
Amaral, B. ; Durán, M. , 1994 31
La iglesia contribuía a delimitar el patio doméstico que le servía como

expansión para continuar con la predicación una vez terminado el oficio.

De acuerdo con Armani (1988) las formas exteriores de las iglesias eran

complejas, con un amplio elemento decorativo, además fueron

enriquecidas con altares solemnes, estatuas policromadas, pinturas, obras

de artesanos y artistas indígenas que revelaron en este campo un

notabilísimo talento.

Los templos de estructura lignaria fueron la tipología predominante en

Chiquitos y en las misiones Guaraníes sobre todo en la segunda fase

previa a los edificios de piedra y ladrillo. Las características de estos

edificios eran los siguientes:

a. Planta de forma rectangular, con espacio interior amplio, dividido en nave

principal y dos laterales por delgadas columnas de madera. Cubierta a dos

vertientes integrando las tres naves, con el techo interior siguiendo la

inclinación de la cubierta. La techumbre se prolongaba en los pórticos

perimetrales que protegían las paredes de adobe de la lluvia.

b. La base de los horcones o columnas de madera estaban enterradas en

el suelo, lo que le daba estabilidad al edificio, pero reducía su durabilidad

por el peligro de pudrimiento de la madera a nivel del suelo.

c. Sistema constructivo en el que primero se levantaba el techo a dos

aguas, sobre un esqueleto de postes de madera y después se colocaban

los muros no portantes de bahareque, de adobe o de base de piedras con

muros de barro.

d. Gran pórtico en la fachada principal protegía los muros de las lluvias y

servían también como espacios para celebraciones y fiestas religiosas.

6.3 Los elementos urbanos

Siguiendo a Carbonell (2003), el verdadero centro de gravedad de la

actividad misional era el conjunto edilicio integrado por la iglesia y el colegio

le otorgaría un profundo carácter religioso. La presencia dominante de la

32
“casa de Dios” tendría la particularidad de limitar el crecimiento urbano;

ninguna construcción podría ubicarse más allá de su posición en el plano.

Como menciona Armani (1988), posteriormente en la parte perpendicular

de la iglesia se encontraba el colegio, en los cuales se extendía los locales

de enseñanza, además de las enseñanzas artísticas y el depósito de sus

implementos, para música y danza, algunos recintos especiales como la

botica. Se complementaba el equipamiento con la torre-campanario y el

reloj solar.

Si bien el esquema que vincularía a la iglesia con el colegio procedía de

tipologías implementadas en los establecimientos europeos de la

Compañía de Jesús, en los pueblos misionales el conjunto incorporaría

otros elementos.

Según Carbonell (2003), la relación atrio-plaza cobraría la importancia de la

celebración de actos al aire libre, más pertinentes de las culturas

americanas. Por su ubicación en la parte más alta de la población y por ser

el edificio de mayor altura la imagen de la iglesia acompañaría a los

indígenas casi hasta el sitio donde desarrollaban sus tareas diarias.

La plaza era un gran espacio abierto con visuales prolongadas, calles

anchas, cubierta de un manto de pasto verde sin construcciones. En su

centro se colocaba una gran cruz rodeada de cuatro palmeras. La intención

de los jesuitas del trazado abierto era evitar romper con el medio natural en

los poblados jesuitas (Viñuales, 2007). Esto llevó a tener una plaza grande

y apta para la concentración de toda la población en todos los

acontecimientos religiosos que se solían tener.

Debido al carácter de asentamiento teocrático, los elementos religiosos

hacían parte del entorno urbano. En cada esquina de la plaza se

encontraban pequeñas cabañas temporales, las capillas posas y al ingreso

de la reducción otra capilla de característica similar se denominaba betanía.

Formaban parte del circuito de procesiones que se realizaban en las fiestas

religiosas como Corpus Christi o Pascua.

Hasta aquí hemos realizado una visión general del modelo urbano de las

misiones, ahora bien nos centraremos en el análisis de lo que nosotros

33
hemos denominado las misiones jesuitas de las zonas selváticas de

América del Sur. En este sentido presentamos un breve análisis de las

misiones Guaraníes, Maynas, Moxos, y Maynas. Resulta interesante

mencionar algunos aspectos esenciales del urbanismo de las misiones

jesuíticas tanto del Paraguay (Guaraní) como en Moxos y Chiquitos por su

carácter alternativo frente al modelo urbano español.

7. ARQUITECTURA EN LAS MISIONES

El análisis de las misiones jesuíticas en Sudamérica busca sobre todo

reconocer el sistema constructivo lignario que predominó. En el caso de las

misiones Guaraníes, se pierde en el último período reemplazado con muros

de fábrica, sin embargo los anteriores períodos y en las demás misiones

prevaleció el sentido práctico de utilizar la madera, producto abúndate en la

zona, como estructura portante.

7.1 Misiones Jesuíticas Guaraníes

Las misiones guaraníes o del Paraguay, fueron las primeras misiones

dirigidas por los jesuitas, después de la experiencia en la reducción de Juli

que se inició el año 1536. Sin embargo el trazado urbano y las

construcciones guaraníes no tienen ningún parentesco con Juli.

Por el número de habitantes y asentamientos fueron las más importantes,

pero también las que tuvieron los conflictos más difíciles de convivencia por

el contexto geográfico en el que se encontraron. Tuvieron que sobrevivir al

acecho de los traficantes de esclavos que venían ya sea del territorio

portugués o de los poblados españoles.

Al iniciarse el asentamiento la primera construcción era una choza o

cabaña. Conforme la misión se consolidaba se volvía a construir otra, mas

grande, similar a las casas comunales indígenas, pero todavía provisional,

posiblemente construida con cañas y pajas, siguiendo algunas técnicas de

tejido como está documentado en el Caaró y en el Iguazú (Serventi, 2002:

34
281). Cuando la Misión tenía elegido el terreno apropiado para el conjunto

religioso, los medios humanos y el acopio de madera, se comenzaba a

construir una iglesia siguiendo ciertos patrones religiosos aunque con un

sistema constructivo predominantemente local.

Desde las primeras misiones hubo intervenciones y modificaciones a la

manera de vivir de los indígenas, así Roque González de Santa Cruz

misionero en San Ignacio del Paraná, citado en una carta anua del 1614,

cambia la traza del asentamiento y el tamaño de la casa larga guaraní,


6
acortándola para que cada familia viviese en un lance , dejando la vivienda

original más grande y mejor posicionada para la iglesia. Según como se

presentaba la situación en la misión, la participación en la construcción de

la iglesia podía ser total o parcial de los indígenas, mientras que el proceso

constructivo primaba la practicidad de las técnicas y herramientas con las

que se contaban en cada caso. En la tabla 1.1 hacemos un resumen de las

primeras iglesias en el Guairá y Paraná.

Tabla 1.1 Iglesias iníciales en las Misiones Guaraníes

Iglesias iníciales en el Paraná

Sistema constructivo
Iglesia Constructor Año cons.
Estructura
Muros Armadura Cubierta
portante
San Ignacio Indígenas, Postes y vigas
1614 Tapia Vigueria Paja
de Paraná misioneros de cedro
Encarnación
Misioneros 1623 s/d Tapia s/d s/d
de Itapúa
San María Indígenas Tapia, testero
1626 Postes y vigas Vigueria Paja
del Iguazú otra misión blanqueado

Iglesias iniciales en el Guayrá

San Ignacio 3 naves con Vigueria de


Indígenas 1616 Tapia Paja
del Guayrá postes cedro
Loreto del 3 naves con Vigueria de
Indígenas 1616 Tapia Paja
Guayrá postes cedro
Encarnación
Misioneros 1753 Postes y vigas Tapia Par y nudillo Paja
en Nuatingui
Indígenas,
San Ignacio 1761 Postes y vigas Tapia Vigueria Paja
misioneros
Fuente: Elaboración propia con datos de Serventi, 2002
6
El lance o tramo era la distancia que existía entre dos pórticos de madera en las
construcciones, esta medida estaba condicionada por la longitud de la madera que haría de
travesaño. Con el tiempo reemplazó las medidas de pie y varas que utilizaban los misioneros.
Según las necesidades se podía añadir a una edificación existente los lances que fuesen
necesarios.

35
Una vez pasado el período de improvisación, del enramado para celebrar

misas, se comenzaba la construcción de la iglesia, símbolo del

asentamiento reduccional. Los misioneros intentaron respetar el espacio

construido guaraní y se limitaron introducir cambios de una manera

progresiva, de esta manera los indígenas no se sentían extraños a las

nuevas construcciones y más bien se unían al trabajo. De acuerdo a la

tabla 1.1 en San Ignacio y Nuestra. Sra. de Loreto del Guayrá, son los

indígenas que construyen, aunque con algunos cambios su construcción

tradicional, como el uso del barro en los cerramientos. En otros casos es

posible que no hubiese habido participación nativa como en Encarnación

de Itapúa. De todas maneras la construcción en conjunto entre indígenas y

curas fue más común. Los primeros conocedores del sistema constructivo y

los segundos con su aporte en la decoración y la distribución espacial en el

interior de la de la iglesia de acuerdo al rito católico. Es posible que en

alguna oportunidad llegasen carpinteros españoles y que introdujesen

nuevos sistemas constructivos, es el caso del par y nudillo en Encarnación

de Guayrá.

En estas misiones, de acuerdo a los procesos de consolidación de cada

una de las misiones se dan tres fases de construcción. A continuación las

explicamos brevemente:

• Primera fase: fueron construcciones precarias, construidas

después de las primeras cabañas improvisadas, las sedes de las

reducciones eran todavía inestables y no definidas, a causa de las

equivocadas elecciones iníciales y de las correrías de las tribus no

pacificadas. Un ejemplo de esto fue San Ignacio Guazú, la primera

reducción que se fundó, trasladada por primera vez en 1609, por segunda

vez el 1627 no lejos y nuevamente cambiada de lugar en 1667, cuando se

asentó en la que fue luego su sede definitiva.

Los materiales de construcción utilizados para los primeros edificios fueron

troncos de árbol y encañado con barro. A veces ladrillo crudos, raras veces

se utilizaban piedras. Los techos de los edificios estaban cubiertos por paja.

36
Rudimentarios saledizos, también recubiertos de paja, circundaban las

distintas construcciones.

De todas maneras dentro de este período también existieron ejemplos de

construcciones que alcanzaron notoriedad por las propuestas de soluciones

constructivas realizadas con materiales y herramientas básicas. En estos


1. 13 Iglesia de San Juan
edificios las maderas fueron tratadas y trabajadas dándole mayor Bautista.
Levinton, 1988
importancia que el tronco apenas desbrozado. Se empezaron a trabajar

con armaduras ensambladas (Fig. 1.13). Serventi (2002: 282) cita el

asombro de los indígenas ante la construcción realizada por Pedro de

Espinoza, de una armadura de par y nudillo en la misión de Encarnación en

el Guayrá el año 1625.

La figura 1.14 (Buschiazzo, 1956), nos muestra el interior del templo de

San Ignacio Guazú, destruido a inicios del siglo XX, es uno de los pocos

documentos existentes de lo que fue la arquitectura de este período en

Paraguay misional.

1. 14 Interior de San Ignacio Guazú


Busaniche, 1955

37
Fue construido el 1684, planta rectangular, tres naves divididas por postes

rústicos de madera revestidos con tablas para darles la forma cuadrada y

también para realizar los capiteles y las entalladuras decorativas. Existían

arcos entre cada tramo de pilares, construidos con tablas unidos a los

estribos con sentido ornamental (Gutiérrez, 1995). La armadura de cubierta

era de par y nudillo con tirante, el almizate y toda la superficie del techo

interior siguiendo la inclinación de la cubierta estaba revestido con un

artesonado de diseños ortogonales.

Otro caso de este período es la iglesia provisional de San Cosme y San

Damián (Fig. 1.15), en un principio fue proyectada para ser salas del

Colegio (Fig. 1.11), al no construirse la iglesia, se utilizó para este fin.

1. 15 Cosme iglesia destechada. Amaral, 1994

La planta rectangular, es de tres naves, dividida con pilares de madera

cuadrados ensanchados en su cabecera para recibir la zapata. La

armadura es sencilla en base a tijeras trianguladas de pares y tirantes. La

correa cumbrera apoyada sobre los pares soporta los cabrios que forman la

inclinación de la cubierta a dos vertientes. Las uniones de los pares se

resuelven con un ensamble de caja en cruz de San Andrés para dar el

asiento a la correa cumbrera, mientras que con el tirante, los pares se

ensamblan con caja y espiga inclinada. Los estribos están empalmados a

38
un tercio de madera entre ellos y el tirante en cada pilar, reforzados por

clavijas. Los cabrios tienen un rebaje en la superficie de apoyo para evitar

su deslizamiento y reforzado con el encañado con barro en el que se

colocan las tejas.

• Segunda fase: se empezó a adoptar un aspecto urbanístico más

definido. Este hecho se debió a que las reducciones comenzaron a

concentrarse territorialmente y a adoptar un aspecto urbanístico más

definido. Las precarias estructuras edilicias, comenzaron a ser sustituidas

por construcciones permanentes. Los techos de los edificios fueron

cubiertos de tejas, las paredes pasaron de la tierra y del barro al ladrillo y

los bloques de piedra.

La iglesia de San Luis, podría ser otro ejemplo de este período. Buschiazzo

(1956: 696), clasifica su fachada como de período intermedio, al

anteponerse a la existente de barro una fachada de piedra, cubierta con el

pórtico inicial. Otro dato interesante sobre este templo es la existencia de

columnas salomónicas torneadas, con grandes zapatas haciendo las veces

de capitel.

Las iglesias principal expresión de la arquitectura de las reducciones,

mucho más grandes como consecuencia el aumento del número de los

fieles empezaron a ser decoradas. Agradables motivos ornamentales

sustituyeron gradualmente a la simplicidad y severidad inicial de los lugares

de culto. Hermanos coadjutores arquitectos buscaron agrandar las

superficies, dar movimiento a la planta, alzar frontones y campaniles;

artesanos indígenas embellecieron portales y ventanas con una técnica

decorativa original, primitiva pero no carente de gusto y valor.

• Tercera fase: se desarrolló una definitiva fase de la evolución

urbanística y arquitectónica, en la cual las Reducciones tuvieron nuevos

avances. Fue introducido un estilo barroco de matriz europea y los edificios

perdieron un poco de su originalidad, pero en cambio, ganaron en

monumentalidad. La influencia italiana incidió notablemente en la

39
orientación del estilo arquitectónico de las Reducciones: entre los más

importantes arquitectos
arquitectos que prestaron su colaboración se cuentan Andrea

Bianchi y Juan Bautista Primoli , constructor este último de la iglesia de San

Miguel (Fig. 1.16a) , cuya fachada adornada con columnas y estatuas, fue

1. 16a Misión de San Miguel probablemente la más bella realización de la arquitectura


arquitectura colonial y uno de
(Br). Foto Pacini G.
los más significativos ejemplares, en términos absolutos, del arte barroco-

colonial. Menos notorios, pero no por ello menos importantes para el

progreso arquitectónico de las Reducciones, fueron los jesuitas Angelo

Camillo Petragrassa y Giuseppe Bressanelli (o Brasanelli).

Los templos eran de planta rectangular y de tres naves. Según Busaniche

(1955: 54) las dimensiones interiores de algunos de ellos eran las

1. 16b Misión de San Ignacio siguientes: San Ignacio Mini (Fig. 1.16b) 25m x 74m, Loreto 20m x 60m,
Mini, (Ar).
Foto Bridgewater, P. Jesús (Fig. 1.16c) 24m x 58m y el de Corpus 22m x 62m.

7.2 Misiones Jesuíticas de Maynas

Los jesuitas empezaron su proyecto misionero en el alto Amazonas a partir

del 1638, donde habitaban entre otros, la nación de los Maynas. Fueron

consolidadas políticamente por las Cédulas Reales de 1682 y 1683. Desde

un principio estas misiones tuvieron problemas


problemas para establecerse, en este

territorio, entre las causas podemos citar:

a. El problema de dominar
dominar un territorio de selva virgen con ríos caudalosos,

desconocidos y lejanos de las poblaciones principales virreinales

españolas.

b. Como sucedió en otras misiones ubicadas en la frontera de las coronas

hispano-portuguesas en Sudamérica, en Maynas varias misiones tuvieron

que ser abandonadas ante el ataque de soldados


soldados portugueses, quienes

utilizaban el río Amazonas para sentar soberanía y buscar esclavos.

1. 16c Misión de Jesús de c. La población nativa estaba dispersa en el territorio, la mayoría grupos
Tavarangue (Ar)
Foto Uy, H. nómadas no habituados a la vida sedentaria.

40
d. Los jesuitas no estaban preparados para trabajar en un territorio de estas

características, eran pocos misioneros para poder abarcar el trabajo en un

amplio territorio, con las reducciones muy distantes.

Según Negro (2007: 94) las misiones a mediados del siglo XVIII estaban

formadas en cuatro grandes zonas:

1. La misión alta del Marañon, con cabecera San Francisco Borja con otras

27 reducciones.

2. La misión baja del Marañón, cuya sede era San Joaquín Omaguas y 52

reducciones.

3. La reducción del Pastaza con 6 reducciones

4. La misión de Napo con 21 reducciones.

A la salida de los misioneros el 1768 se contaban con 41 reducciones

atendidas por 28 misioneros.

La implantación urbanística estaba basada en un trazado formada por ejes

de calles que se interceptaban en forma de cruz, con el brazo más corto de

dicha cruz, dispuesto en forma paralela al curso del río. La traza debía

contar con dos calles que se interceptaban en forma de cruz. El cuerpo

principal del poblado debía edificarse alineado con la calle perpendicular al

río y al centro, siempre se dejaba el espacio para una plaza de forma

cuadrangular, alrededor de la cual se situaban la iglesia y otros edificios de

carácter público (Fig. 1.10b).

La iglesia era planta rectangular, el exterior porticado, ornamentada

generalmente con columnas, entablamentos, ventanas y óculos, todos

profusamente pintados. Finalmente existía una espadaña con dos o más

campanas. En ninguna reducción, por pequeña que ésta fuese, faltaban las

campanas.

Si la arquitectura de las iglesias fue espacialmente elemental, el diseño de

los retablos y portadas, no sugiere una simple improvisación, sino el

conocimiento de maestros en el arte de diseñar y proponer soluciones

adaptadas plenamente al medio. Las fuentes primarias nos informan del

uso de columnas salomónicas, de púlpitos tallados y sillerías corales

labradas (Negro, 2000).

41
7.3 Misiones Jesuíticas de Moxos

Los intentos iniciales de las entradas a Moxos se realizaron entre 1668 y

1669 por los Padres Bernardo y Aller y el Hermano Juan de Soto. Sin

embargo la consolidación del inicio de esta empresa la dirigió el misionero

Pedro Marbán y el coadjutor José del Castillo. En total se llegaron a

establecer 27 reducciones, siguiendo la experiencia en Paraguay que

llevaba ya 80 años.

Debido a la destrucción de todos los templos jesuíticos, la documentación

histórica y los escasos registros iconográficos nos permiten comprender un

poco más el valiosísimo patrimonio cultural y arquitectónico que tuvieron las

misiones de Moxos.

El modelo adoptado en el conjunto religios, esta formado por un templo con

Colegio y Residencia alrededor de un claustro. La iglesia de nave

rectangular, tenía tres naves, con pórticos perimetrales de madera. La

estructura portante es un esqueleto de madera, con muros de adobe y

cubierta de palma o teja en algunos casos. En la siguiente tabla resumimos

las características constructivas de algunos templos.

Tabla 1.2 Características de iglesias en las Misiones de Moxos

Iglesias en las reducciones de Moxos

Medidas Sistema constructivo


Año planta
Iglesia
construcc. en Estructura
metros Muros Armadura Cubierta
portante
3 naves
Fines s.
Loreto 16x50 postes, Adobe Viguería Palma
XVII
vigas
3 naves
Fines s.
Trinidad s/d postes, Adobe Viguería Palma
XVII
vigas
3 naves
Fines s. Palma
S. Ignacio s/d postes, Adobe Viguería
XVII tumbadillo
vigas
3 naves
Palma
San Javier s/d s/d postes, Adobe Viguería
tumbadillo
vigas
Postes y
San José 1695 10x40 Adobe Tijera Palma
vigas
Mediados Postes y
Concepción s/d Adobe Viguería Teja
s. XVIII vigas
Mediados Atrio Postes y
Exaltación Adobe Viguería Teja
s. XVIII doble vigas
Fuente: Elaboración propia en base a datos de Gutiérrez, 1995

42
De acuerdo a la tabla 1.2 es evidente el uso de un esqueleto de madera y

cerramientos de adobe. En San José de Moxos se aprecia el uso de tijera

en la armadura. En cuanto al material de cubierta la mayoría eran de palma

con encañado, tumbadillo, en algunas como Concepción y Exaltación de

teja.

Es importante destacar la presencia de algunos constructores que

contribuyeron a la arquitectura jesuítica en Moxos, en la tabla siguiente

resumimos, los más destacados:

Tabla 1.3 Constructores destacados en las Misiones de Moxos

Actuó en la construcción de templos en la primera


José del Castillo, fase de las misiones de Moxos y que falleció en
hermano coadjutor 1688 buscando el camino desde las misiones a
Cochabamba.

Nació en 1663 en Malowitz en la Bohemia y que


Francisco Borinie, ingresó a la Compañía de Jesús en 1680. Según
misionero dicen los cronistas “levantó templos e inició la
enseñanza de la música entre indios”.

En esta primera fase de Moxos, Borinie “edificó


Estandislao Arlet,
iglesias hermosas” e introdujo las artes y oficios en
misionero
los talleres misioneros”.

Fue el que construyó los templos de tres naves en


Francisco Javier Dirrhaim,
adobe en Moxos (entre ellos el de Santa Ana) y
misionero
que falleciera allí en 1743.
Fue el más destacado de los jesuitas escultores y
Adalberto Marterer, arquitectos que actuaron en Moxos, sabemos que
misionero realizó obras en Desposorios especialmente en
San Pedro desde 1717.

Fuente: Elaboración propia en base a varios autores

La presencia de misioneros centroeuropeos conocedores de varios oficios

no fue casual, de hecho el año 1698, recién fundadas las primeras

misiones, el Superior en Roma recibe una nota desde Lima en la que se le

solicita para Moxos “nos conceda benignamente dos ebanistas, dos

carpinteros de Alemania y una pintor de Italia” (Gutiérrez, 1995: 345).

Tenemos que tener en cuenta que estos misioneros artesanos calificados,

rotaban de un pueblo a otro ayudando en lo que estaba a su alcance para

asegurar el avance de las obras.

La decoración policromada fue abundante en la fachada de las iglesias, en

Exaltación, Concepción (Fig. 1.17a), Magdalena existían pilastras y pintura

43
mural. En otras fachadas el tratamiento era más sencillo como el caso de

Trinidad (Fig. 1.17b).

a. Iglesias de Concepción de Baures b. Iglesias de Trinidad

1. 17 Iglesias de las Misiones de Moxos

La iglesia postjesuítica de San Ramón sigue las características

constructivas misionales aunque presenta un particular doble pórtico en el

atrio.

Los conflictos, mala administración y el abandono en el período

postjesuítico llevaron a la decadencia de los templos hasta la completa

desaparición de las construcciones jesuíticas.

7.4 Misiones Jesuíticas del Casanare, Meta y Orinoco

Entre el siglo XVII y XVIII los jesuitas establecieron 15 reducciones entre

los ríos Casanare, Meta y Orinoco.

La iglesia ocupaba el mejor sitio dentro de la Reducción y en ella tenía que

caber toda la población. La planta de forma rectangular, de tres naves

dividida por pilares de madera hincados. El edificio formaba un gran

contenedor cubierto a dos aguas. Cuando existía campanario estaba

exento del volumen de la iglesia como el caso de San Miguel de Macuco. El

atrio porticado en la iglesia existió como en otras misiones jesuíticas, a

veces cercado con un muro bajo en tapia o vegetal. Este es el caso de las

iglesias de Tame, Macaguane y Macuco (González, 2007: 37).

44
La tabla 1.4 nos muestra algunas de las iglesias en pie al momento de

expulsión de los jesuitas el 1767.

Tabla 1.4 Iglesias iníciales en las Misiones del Casanare

Iglesias en las reducciones del Casanare

Medidas Sistema constructivo


planta
Iglesia
en Estructura
metros Muros Armadura Cubierta
portante
18 postes y
Surinema 13 x 46 Bahareque Viguería Paja
vigas
18 postes y
Casimena 11 x 53 Bahareque Viguería Palma
vigas
Postes y Piedra,
Macuco s/d Viguería Teja
vigas tapia

Iglesias en las reducciones del Casanare

Postes y Piedra,
Pauto 8 x 26 Viguería Teja
vigas ladrillo
Postes y Bahareque
Tame s/d Viguería Teja
vigas piedra
Postes y Bahareque
Macaguane s/d Viguería Teja
vigas piedra
Postes y
Betoyes s/d Bahareque Viguería Palma
vigas
Postes y
San Salvador s/d Tapia Viguería Palma
vigas

Fuente: González, 2007

La fachada sin decoración ni ornamentación, se limitaba a una puerta

principal y una ventana encima de esta. En el caso de Casimena (Fig.

1.18), existieron puertas laterales además de la principal.

1. 18 Planta y sección de reducción Casimena, 1767. Interpretación gráfica.


González, 2007

45
Existieron tres clases de sacristía, las colaterales o fragmentadas que se

encontraban a los lados de presbiterio; la transversal que ocupaba toda la

superficie posterior del presbiterio, podía tener una división interior; y por

último la sacristía compuesta, la suma de las dos tipologías anteriores.

El coro se encontraba en un altillo encima al acceso principal con ventana a

la fachada principal, contaba con barandilla y escalera balaustrada.

Las construcciones utilizaron materiales locales. Los muros eran de

bahareque o encañados con barro, cubiertas de palma; en algunos casos

tapiales, piedra, teja, etc. Los documentos hablan de presencia de arcos,

pilares en determinados casos (González, 2007: 34).

Según la interpretación de González de los documentos jesuitas de esta

época, (2007: 44) la estructura portante de madera y la armadura de

cubierta no tenían ningún tipo de ensamble, las uniones eran en base al

amarrado de sus miembros. El proceso constructivo se iniciaba con el

hincado de los postes de madera al suelo, previo quemado de su base,

para luego dintelarlos formando pórticos, el central de mayor altura que los

laterales. La colocación de varias filas de pórticos conformaba los tramos

en sentido longitudinal de la iglesia, encima de ellos se amarraban los

estribos, también de madera rollizo, que unían cada tramo de pórticos.

Sobre los estribos perimetrales se apoyaban los pares que daban la

inclinación de la cubierta y encima se colocaba la viga cumbrera. Para la

formación del techo sujetaba un encañado que cubría toda la superficie

para luego apoyar las hojas de palma.

7.5 Misiones Jesuíticas de Chiloé

Se iniciaron en el siglo XVIII y sus mejores ejemplos fueron construidos a

fines del siglo XIX. La particularidad de estas iglesias ha sido la corta vida

de cada edificio, la mayoría de ellos tienen un promedio de 40 años y muy

pocos pasan de 100 años. El proceso de sustitución y renovación continuo

ha ayudado a perfeccionar el sistema pero también con el peligro de

distorsionar el tipo tradicional.

46
Las construcciones están realizadas con maderas nativas de gruesas

escuadrías. Se han utilizado Ulmo (Eucryphia cordifolia) y Luma

(Amomyrtus luma) en las estructuras; Mañio (Podocarpus nubigena) y

Canelo (Drimys winteri) y Laurel (Laurelia sempevivens) en revestimientos

interiores; Alerce (Fitzroya cupressoide) en revestimientos exteriores;

Ciprés (Cupressus) en revestimientos y estructura (Berg, 2007: 129).

a. Interior iglesia de Achao (Ch);


S. XVIII

b. Exterior de la Iglesia de Achao (Ch);


S. XVIII

c. Exterior de la Iglesia de Dalcahue (Ch); d. Interior de la Iglesia de Dalcahue (Ch);


Fin s. XIX Fin s. XIX

1. 19 Iglesias de madera en Chiloé, Chile

La estructura de madera está apoyada al suelo sobre bases de piedra. La

estructura de la torre es independiente de la nave. El interior se caracteriza

por sus bóvedas colgadas de la nave central como navío invertido (Fig.

1.19). El exterior está revestido por una diversidad de diseños de tejuelas.

Las uniones son a base de ensambles con clavija y en menor medida el

uso de clavos o conectores metálicos.

47
8. OTROS EJEMPLOS DE IGLESIAS DE TRES NAVES DIVIDIDAS POR

PILARES DE MADERA EN HISPANOAMÉRICA DEL SIGLO XVI AL XVIII

La arquitectura de madera en Hispanoamérica, de iglesias de tres naves

divididas con pilares de madera fue común en las zonas donde era fácil

aprovisionarse de grandes troncos de madera para formar las columnas.

Existen actualmente varios ejemplos en Centroamérica, Venezuela y

Colombia. En todos los ejemplos estudiados no hemos encontrado el

sistema de pilares hincados en el suelo o embebidos en muros de adobe

perimetrales. Es decir que en esos lugares no se dio el esqueleto de

madera portante típico en las misiones jesuíticas en Paraguay, Moxos,

Chiquitos y Casanare. Este es un sistema mixto de muros portantes

perimetrales con pilares interiores que ayudan a soportar la carga de la

cubierta y acortar la luz total a cubrir.

Según la armadura de cubierta las clasificamos en:

1. Par y nudillo

2. Tijeras

El sistema par y nudillo, traído desde España, fue utilizado cuando existía

un carpintero o alarife conocedor del sistema. Una serie de pares provistos

de nudillos dispuestos a corta distancia trasmiten las cargas gravitatorias

de manera uniforme a los muros. Los pilares de la nave central son de

sección cuadrada con capitel para recibir primero al estribo y en un

segundo orden al tirante. Los tirantes son decorados con elementos de

lacería, mientras que los nudillos son visibles exentos de almizates. El

techo interior continúa la pendiente de la cubierta y en algunos casos

presenta diseños policromados. En general la estructura de madera

formada por pilares, vigas tirantes, pares, nudillos y cabrios es visible.

Las tijeras fueron utilizadas en pequeñas iglesias o en lugares alejados de

los centros más poblados. La estructura portante se diferencia del par y

nudillo en que las cargas verticales son absorbidas en cada tramo

coincidiendo con las tijeras.

48
8.1 Iglesias postjesuíticas y franciscanas en Paraguay

La Iglesia de Yaguarón construida entre 1752-1772, es un ejemplo del

sistema de par y nudillo en la arquitectura lignaria postjesuítica del

Paraguay (Fig. 1.20 a y b).

1. 20a Yaguarón interior 1. 20b Yaguarón capitel


Allen, 1992

1. 20 Iglesia franciscana de Yaguarón, Paraguay; 1752-1772

Los pilares, están enchapados en tablones de madera pintados en sus

cuatro caras con listas en forma diagonal, como una helicoide quebrada,

solución decorativa común, antes mencionada en el templo jesuítico de San

Ignacio Guazú. Encima recibe un capitel decorado y pintado.

El sistema estructural es un esqueleto de madera portante formado por

pilares de madera hincados en el suelo y armadura de par y nudillo. A

diferencia de los templos venezolanos de similar armadura, en Yaguarón

existe tirante simple y un sólo orden de estribo.

Las tablas del revestimiento del interior del techo es policromado. Según

Alexander (1984: 185) es un templo que no tiene parentesco arquitectónico

con las iglesias barrocas europeas (Fig. 1.20 b).

Otra iglesias de pequeños pueblos, construidas después del periodo post

jesuítico en Paraguay, desde mediados del siglo XVIII hasta mediados del

s. XIX, continúan la tradición de erigir templos de tres naves divididos por

pilares de madera. Algunos con armadura de par y nudillo como en

Capiatá, del 1769 (Fig. 1.21 a); otros con tijeras trianguladas reforzadas

49
con nudillo como en Piribebuy, construida entre el año 1753-1760 (Fig. 1.21

b) y Valenzuela, del año 1783 (Fig. 1.21 c). En la Emboscada, edificada el

1774 (Fig. 1.21 d) se observa en la armadura de cubierta del atrio una

solución de tijeras con pendolón.

1.21a Iglesia Capiatá; 1761-1769


Bayón, 1989
1.21b Iglesia de Piribebuy; 1753
Buschiazzo 1956

1.21c Iglesia de Valenzuela; 1783 1.21d Iglesia de Emboscada; 1774


Gutiérrez, 1983 Gutiérrez 1983

8.2 Iglesias en Centroamérica, Colombia y Venezuela

La capilla de Santo Domingo de Porta Coeli, en San Germán Puerto Rico,

de finales del siglo XVII es la construcción más antigua que aún permanece

en pie (Fig. 1.22 a).

La iglesia de Santiago Apóstol en Natá (Panamá), es de la segunda mitad

del siglo XVIII, de planta rectangular mide 24 x 48 metros. Tiene cinco

naves, divididas por cuatro filas de esbeltas columnas de madera

cuadradas rematadas en capiteles que reciben las correas, sobre ellos y

dispuestos de acuerdo con las columnas, se sitúan un par de delgados

tirantes separados sin ninguna ornamentación. La estructura de cubierta

esta formada por pares equidistantes y de igual escuadría (Fig. 1.22 f).

Según Tejeira (1997:191) su configuración de estructura lignaria de cinco

naves es poco usual en la


la arquitectura colonial hispanoamericana.

50
Otras iglesias similares en Colombia se encuentran la iglesia de San

Francisco de Rio Negro (1759), en Antioquía; la Iglesia de San Pedro

Apóstol Guadalajara de Buga, (1781); San Agustín en Mompox, (S. XVII).

1.22 Iglesias actualmente en pie de varias naves con pilares de madera en


América construidas entre los siglos XVII y XVIII 51
Mientras que en León, Nicaragua se encuentra la Iglesia de San Juan

Bautista de Subtiava (1710) (Fig. 1.22 d).

Las iglesias de Trujillo y Obispos son otros dos ejemplos de iglesias de tres

naves divididas con pilares de madera (Fig. 1.23).

1.23 Interior y plantas de la catedral de Trujillo, Edo. Trujillo Venezuela. Siglo XVI
Interior y plantas de la Iglesia de San Nicolás de Bari en Obispos, Venezuela. S.
XVII

En Trujillo la planta es rectangular, con presbiterio coincidiendo con la nave

central y flanqueado por sacristías. La nave central tiene una luz de 7.5m,

las laterales de 4 m y los tramos en sentido longitudinal de la iglesia tienen

6.5 m de distancia.
distancia. La armadura de cubierta es de par y nudillo con doble

tirante coincidiendo con los pilares, sobre ellos se empalman a media

madera los estribos y encima otro orden de estribos cajeados para recibir a

52
los doble tirante (Fig. 1.24). Los pares en su garganta son recibidos por los

estribos del segundo orden. Las vigas de las naves laterales apoyan en los

estribos de la nave central y en la solera perimetral (Fig. 1.25).

1.24 Detalles del estribado en los templos con las tres naves separadas por pilares
de madera. Gasparini, 1964

1.25 Detalle del encuentro del par, solera y canecillos, en muros perimetrales
Gasparini, 1964

En Obispos, la planta rectangular está dividida en tres naves por dos filas

de 11 pilares, separados 6 m en la nave central y en sentido longitudinal

3.5 m; la armadura de par y nudillo es similar a la de Trujillo.

53
9. IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN CÓRDOBA, ARGENTINA

El interés por incluir en el estudio la excepcional cubierta de esta iglesia

recae en que Córdoba, reside por haber sido sede de la Provincia Jesuítica

del Paraguay, asentamiento del Colegio Máximo y Noviciado. Las Misiones

Jesuíticas de Chiquitos eran parte de la Provincia del Paraguay por lo que

la mayoría de los misioneros que fueron a Chiquitos tuvieron que haber

pasado por esta sede.

La iglesia se construyó entre 1650 al 1674, planta de cruz latina, la nave

mayor (Fig. 1.26) tiene 10 metros de ancho y 50 metros de longitud

mientras que la nave menor incluyendo el crucero, tiene 24m de longitud y

de madera ligera en base a la sucesión de tablas de pequeñas escuadrías

y longitud, siguiendo el sistema creado por De L’Orme (Fig. 1.27).

1.27 Axonométrica de la Iglesia de la Compañía 1.26 Nave mayor de la Iglesia de la Compañía, Córdoba
Gómez

La bóveda formada por la sucesión de arcos,


arcos, como las cuadernas de un

navío están colocadas cada 0,79 m. a poca distancia una de otras,

formadas por pares de tablas de cedro de segmento de arco de sección 7 x

30cm y de longitud 2.90m, unidas constituyen el medio punto. Las

cuadernas están arriostradas


arriostradas transversalmente por tablas de 4.5x13.5 cm

separadas entre sí cada 35cm y unidas con empalmes mediante clavijas,

dando rigidez al conjunto y colaborando el cierre del intradós que da la

forma definitiva al cañón (Fig. 1.28).

54
La armazón está sujeta y equilibrada por 3.000 clavijas de madera,

mientras las tablas cedro están clavadas a los listones con clavos de hierro

forjado (Fig. 1.29).

La formación de la cubierta a dos aguas en la nave está resuelta con pares

de sección 16x30cm y pendolón unidos a los arcos y apoyados a la solera


1.29 Detalle de la bóveda
perimetral que descansa en el muro. La cubierta en las naves es de tejas y Foto Scerbo, H.

en el crucero de ladrillos.

La cubierta en la cúpula está formada por una pirámide de vigas de madera

de base cuadrada e independiente de la cúpula de madera, fijada sobre la

solera perimetral estribada con cuadrales en las esquinas y apoyada en los

muros de ladrillo.

1.28 Detalle constructivo de la Iglesia de la Compañía, Córdoba.


Dibujo Pablos Hary. Furlong, 1946

El constructor de toda la obra fue el hermano coadjutor Felipe Lemaire, de

origen francés, quien antes de llegar a América había trabajado en

construcciones navales, conocía el sistema diseñado por De L’Orme, tenía

una copia de su libro en Córdoba y el proyecto desde un principio fue

pensado realizarlo siguiendo este procedimiento.

55
10. CONCLUSIONES PARCIALES

Los jesuitas, cuya principal labor era la educación escolar y universitaria,

comenzaron su labor de doctrineros de indios por iniciativa del Virrey del

Perú, Francisco Toledo, para sentar soberanía en las zonas fronterizas de

la corona española en América del Sur. Iniciaron esta labor en Juli el año

1576, cerca al lago Titicaca, la cual anteriormente había estado a cargo de

los franciscanos, con esta experiencia se instalaron las primeras

reducciones de las Misiones del Paraguay el año 1604.

La estrategia jesuita siguió un sentido práctico en cuanto a la adaptación

de las condiciones geográficas del lugar para la elección del asentamiento,

reflejada también en manera de atraer a los nativos hacia las reducciones,

y por supuesto, también en relación a las técnicas y materiales utilizados en

la construcción del complejo religioso y de las viviendas.

El sentido práctico utilizado por los jesuitas significó corregir el sistema de

implantación urbanística y arquitectónica conforme se aprendían de los

obstáculos y errores pasados. Con el transcurrir del tiempo, se llegó a

perfeccionar un modelo urbano en el que claramente se dividía la

reducción en dos partes, una conformada por el conjunto religioso, donde

se encontraban la iglesia, el colegio o residencia de los misioneros, los

talleres, la capilla mortuoria y el cementerio. Y la otra parte, formada por las

viviendas de los reducidos, edificios alargados separadas por calles y

divididos en celdas para cada familia. Ambos sectores confluían en una

plaza de grandes dimensiones y en las que se celebraban todas las fiestas

religiosas de la comunidad. La implantación urbana siguiendo elementos

barrocos, determinaba una escenografía formada por el conjunto religioso,

visible desde cualquier lugar. Existían ejes de circulación que marcaban los

circuitos de procesiones religiosas marcadas por pequeñas capillas.

Las construcciones de las primeras iglesias en las Misiones del

Paraguay al inicio del siglo XVII, eran provisionales y seguían las técnicas

constructivas de los nativos, en base a postes de madera como estructura

principal, cerramientos de tejidos y cubiertas vegetales. Cuando se

56
consolidaba la Reducción, la cabaña provisional se iba modificando de

manera progresiva según los medios humanos y técnicos disponibles,

hasta llegar a tener un edificio estable y de mayor duración.

La tecnología constructiva era mejorada con la introducción del adobe o

tierra apisonada para los cerramientos; para la cubierta se favorecía con

una armadura en base a tijerales ensamblados y tejas de barro cocido.

Cuando la reducción disponía para los trabajos de un carpintero coadjutor o

traído de alguna ciudad colonial, la armadura era de par y nudillo, trabajada

según los cánones del oficio, es el caso de la iglesia de San Ignacio Iguazú

del 1684. Una foto de inicios del siglo XX del interior de la iglesia, muestra

un sistema de par y nudillo con tirantes y artesonado de diseños

ortogonales (Fig. 1.14). La siguiente fase de evolución tecnológica y

estilística, estuvo basada en un barroco más cercano al europeo, en el que

se dejó de emplear el sistema estructural lignario, por fábricas de ladrillo y

piedra. Sin embargo, los entramados pesados de madera, fueron las

estructuras portantes más utilizadas en las Reducciones guaraníes.

Las Misiones de Maynas comenzaron el año 1638 con un proceso de

contacto inicial similar al empleado por los jesuitas con los guaraníes

aunque no llegaron a consolidarse, debido a varios factores como el

contexto geográfico, de selva espesa con ríos caudalosos; población nativa

nómada, dispersa en el territorio; y porque las reducciones estaban

asentadas en lugares muy distantes uno de otros. Las construcciones de

las iglesias en un principio fueron las cabañas más grandes de los nativos,

para luego ser mejoradas con materiales más perennes, estructura de

postes de madera y cerramientos de barro. Existió interés de los misioneros

de trasmitir el mensaje cristiano a través de la decoración y la

ornamentación de estilo barroco, presente en los retablos, púlpitos y

sillerías labradas; el exterior porticado ornamentado con columnas,

entablamentos, ventanas y óculos profusamente pintados.

Las Misiones de Moxos, creadas a finales del siglo XVII, tuvieron

características similares a las jesuíticas guaraníes, aunque dependían de la

Provincia del Perú. Al no existir ejemplos en pie de esa época, son los

57
documentos, pinturas y dibujos los que ilustran características de las

iglesias. Las formas estilísticas y tecnológicas utilizadas en las iglesias

fueron similares a las predominantes en Paraguay, formada por plantas

rectangulares de tres naves, divididas por pórticos de madera, cerramientos

de adobe protegidos por soportales en los corredores laterales y en el atrio;

armadura de cubierta de tijeras y tejas de cerámica cocida. Como

característica singular el atrio de la iglesia de San Ramón, estaba formado

por un doble pórtico. También se utilizó policromía para el decorado mural y

de pilastras en las fachadas.

Las Misiones del Casanare, Meta y Orinoco establecidas en el siglo XVII,

no llegaron a formar asentamientos consolidados. De esta manera las

construcciones de las iglesias fueron temporales, basadas en materiales

locales. Tenían una estructura portante de postes de madera hincados en

el suelo, muros de bahareque, estructura de cubierta formada por pares

amarrados sobre vigas y cubierta de tejas o de hojas de palma.

Las Misiones de Chiloé, empezaron en el siglo XVIII, con los jesuitas pero

con una metodología diferente a las anteriormente citadas. Tanto la

implantación urbanística como la tecnología constructiva empleada en las

iglesias responden a un contexto geográfico y social distinto. Actualmente

existen en esta zona iglesias de madera en uso construidas en el siglo XIX,

pero la mayoría tienen un promedio de 40 años, fruto de un proceso de

sustitución y renovación del sistema constructivo.

Los pilares de madera que dividían en tres naves las iglesias, no sólo

estuvieron presentes en las construcciones de las diferentes misiones

jesuíticas. Otras iglesias construidas entre el siglo XVI al XVIII, situadas en

pueblos coloniales en Centroamérica y Sudamérica, cercanas a

lugares de abundancia de madera, tenían estructura mixta, muros portantes

de ladrillo o piedra en el perímetro y pilares de madera en el interior para

sostener la armadura principal de la cubierta conservando la amplitud y el

espacio diáfano de todo el espacio, de esa manera se evitaba la

construcción de muros o columnas de fábricas de mayor espesor.

58
Actualmente existen en pie varias de estas iglesias, en Colombia,

Venezuela, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico y Paraguay.

Los pilares de madera, son de secciones cuadradas o rectangulares

apoyados sobre bases de piedra, algunos pintados, otros entallados y en

ciertos casos revestidos con tablas de madera para uniformizar los detalles.

Las armaduras de cubierta dependiendo del constructor o carpintero que

las realizó, seguían con poco o ningún rigor las reglas del oficio con las que

se solía trabajar en la Metrópoli. Sin embargo se pueden distinguir dos

tipologías claras, las armaduras formadas por par con nudillo y las tijeras

con correas.

Existieron otras tipologías de armaduras de cubierta, sin estar apoyadas a

pilares de madera, como la bóveda de la iglesia de la Compañía en

Córdoba, Argentina, formada por sucesión de arcos de pares de tablas

clavadas arriostradas en el otro sentido por otras tablas formando un

armazón estable con clavijas de madera. El interés en esta singular obra,

se debe por ser la sede provincial desde donde salían los misioneros hacia

las Misiones guaraníes y de Chiquitos.

59
60
CAPITULO SEGUNDO

LAS MISIONES JESUITICAS


DE CHIQUITOS

61
1. INTRODUCCIÓN

Las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, ubicadas en el centro de Sudamérica

(Fig. 2.1), fueron asentamientos que además de cristianizar a los nativos

buscaban consolidar la presencia de la Corona en tierras de frontera. De

las diez misiones que llegaron a existir, en la actualidad seis iglesias

permanecen en pie San Rafael, San Miguel, Santa Ana, Concepción, San

Javier y San José. Otras misiones desaparecieron, en el caso de Sagrado

Corazón y Santiago; o su conjunto misional fue reconstruido siguiendo

otros estilos arquitectónicos como el caso de San Ignacio.

2.1 Ubicación Chiquitos en Las seis iglesias misionales al encontrarse en tierras selváticas de difícil
América
comunicación, de escasa población y movimiento económico, estuvieron

por mucho tiempo olvidadas. Otros factores como la pobreza, el abandono

de las autoridades del gobierno central y la lejanía a los centros poblados

más importantes en Bolivia, hizo que estas edificaciones conserven la

estructura original. Cuando fue necesario realizar trabajos de rehabilitación

sobre todo en la cubierta a causa de las goteras después de las épocas de

lluvia o en la reposición de nuevos pilares de madera a cambio de los

podridos por la humedad, recibieron mantenimiento dirigida por los

religiosos de turno con ayuda de los comunitarios. En algunos casos, como

en la iglesia de Concepción o de San Javier cuando llegó algún periodo de

alivio económico sufrieron cambios o caprichos estilísticos, situación que se

pudo subsanar en posteriores intervenciones.

Su revalorización, se inició hace treinta años cuando las instituciones

eclesiales sin ayuda del Estado comenzaron un plan de restauración

dirigido por Hans Roth, arquitecto suizo que vino en un primer momento

sólo por dos años para la primera restauración y luego permaneció todo el

resto de su vida dedicado íntegramente a la restauración de las mismas. El

proyecto inicial dirigido por la diócesis del lugar y apoyado por diócesis y

organismos extranjeras, posibilitó que mas adelante exista el apoyo del

Estado y por otro lado despertar ante la comunidad en general el interés

por conocer, aprehender y estudiar estas joyas en plena selva amazónica.

62
Prueba de este cometido fue el hecho de que en el 1990 las Misiones de

Chiquitos, fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la

UNESCO, título que no sólo abarcó las iglesias, sino también a la parte

central de los pueblos, las plazas, los templos y casas, el conjunto urbano

como expresión de un pueblo vivo, que trasmite en su existencia parte de

una tradición del pasado (Roth 1995:512).

En el siguiente capítulo se busca como objetivo analizar los sistemas

constructivos en madera inicial de las iglesias, con el fin de poder definir el

origen de dicho estructura.

Para poder estudiarlas ha sido necesario primeramente definir el área

geográfica, el contexto histórico que se vivía, la formación y consolidación

de los asentamientos para luego entrar a analizar las iglesias en sí.

En las iglesias se ha analizado cualitativamente tres soluciones distintas de

construcción en madera.

El capitulo está estructurado en 6 subcapítulos. El primer subcapítulo, tiene

como objetivo identificar la arquitectura en madera en iglesias de las

ciudades hispanas más cercanas a Chiquitos y en periodos previos al

proyecto misional. Para ello se han identificado iglesias estilos mudéjar del

siglo XVII en Potosí y Sucre, lugares donde existieron carpinteros

conocedores del oficio, por la alta calidad de trabajo alcanzado. En el

segundo subcapítulo, se estudia el contexto geográfico, histórico

urbanístico y de evolución arquitectónica de las Misiones de Chiquitos. El

tercer subcapítulo se profundiza mediante un análisis específico de las

variables arquitectónicas de las iglesias que existieron, como las medidas

espaciales, las proporciones geométricas, los estilos arquitectónicos, la

decoración y ornamentos. En el cuarto subcapítulo se analizan el sistema

constructivo, los materiales y las herramientas utilizadas, tipologías de

pilares, arcos y capiteles; tipología de uniones y ensambles; y por último el

proceso de erección. En el quinto subcapítulo se hace un análisis de la

estructura lignaria mediante el cálculo estructural de tres iglesias de

Chiquitos. Y por último el subcapítulo sexto las conclusiones parciales de

todo el capítulo.

63
2. ARMADURAS DE CUBIERTA EN LA AUDIENCIA DE CHARCAS

(ACTUAL BOLIVIA) HASTA FINES DEL SIGLO XVII

La nación de los Chiquitos, estaba en la jurisdicción de la gobernación de

Santa Cruz, parte de la Audiencia de Charcas y a su vez todo el territorio

pertenecía al Virreinato del Perú.

Las ciudades más importantes de la región en esta época fueron Charcas,

sede de la Audiencia y Potosí, por su actividad económica gracias a las

ingentes riquezas minerales en sus cercanías (Fig. 2.2).

2.2 Ubicación de las principales ciudades de la Audiencia de Charcas a


Chiquitos

Este contexto posibilitó la construcción de importantes edificios públicos en

ambas ciudades y contar con arquitectos, constructores, maestros y

oficiales que conocían el arte de construir armaduras. Venían de la

Metrópoli, de otras importantes ciudades del Virreinato y también los

habían formados en la Audiencia. Esto ayudó a que se construyesen varias

64
iglesias con magníficas armaduras de cubierta de par y nudillo, algunas con

artesonados de lacería.

Si bien estas construcciones no están dividas en naves por pilares de

madera, el interés de incluirlas en este apartado reside en reconocer que el

entorno cercano de Chiquitos se llegó a trabajar la madera en la cubierta de

acuerdo a los cánones traídos por carpinteros conocedores del oficio y de

las reglas de la carpintería de armar. Por otro lado hay que resaltar el

interés de trabajar con madera, siguiendo el estilo mudéjar en lugares

donde los bosques eran más bien escasos. A continuación describimos

algunas de ellas.

La iglesia de San Miguel en Sucre, construida por los jesuitas, planta de

cruz latina tiene armadura de cubierta con artesonado de lacería mudéjar,

policromado en rojo y oro. Las armaduras del presbiterio, crucero y brazos

de transepto tienen artesonados octogonales. Aunque fue construida a

inicios del siglo XVII, según su arquitectura responde a la tipología del siglo

anterior (Fig. 2.3 a) (Mesa-Gisbert, 2002: 191).

La iglesia de San Francisco en Sucre, concluida en su parte principal el

1580, tenía una nave, crucero y capillas laterales. Posteriormente se

añadieron capillas laterales en el lado de la Epístola. El 1618 se realizó el

artesonado del crucero (Fig. 2.3 d y e) en la que participaron Martín de

Oviedo y el alférez Diego de Carvajal. La armadura de la nave está

decorada con octógonos, dispuestos regularmente. La techumbre con

policromía roja azul y gris.

La nave principal de la iglesia de la Merced en Potosí, está cubierta con

armadura de par y nudillo, decorada con laceria de estrella de ocho en el

almizate y los faldones (Fig. 2.3 b). La iglesia se construyó entre el 1570 y

1620, aunque después se le hicieron continuas mejoras. En una capilla

lateral dentro de la iglesia participó en el artesonado Lázaro de San Román

el 1629 y terminada por Alonso de Góngora.

La Iglesia de Santo Domingo en Potosí, se empezó a construir el 1581,

destaca por su artesonado en las capillas. En 1625 es contratado Lázaro

San Román para cubrir la capilla “Dulce Nombre de Jesús” con artesonado

65
de lacería, con lazos y estrellas de ocho. Mientras que la capilla Mayor es

cubierta pocos meses después por Juan de Andrada y alargada entre el

1715 y 1733. Mesa. Gisbert (2002: 127) afirman que tanto el artesonado de

la nave y del presbiterio son de la misma época por ser semejantes, muy

sencillos en comparación con las capillas que hizo San Román.

La iglesia de Copacabana en Potosí, pertenecientes a los agustinos, se

concluyó el 1685. La planta tiene una sola nave, un crucero cubierto con

una cúpula de madera decorada con casetones inspirados en los dibujos

del tratadista Serlio. Las cubiertas del presbiterio y brazos del crucero están

doradas y policromadas. Toda la obra de la cubierta fue realizada por el

potosino Lucas Hernández.

2.3 Iglesias con armaduras mudéjar en la Audiencia de Charcas


66
Otras iglesias con armadura de par y nudillo encontramos en la Iglesia de

Jerusalén (1702-1708) en Potosí; la iglesia de San Lázaro (1544) que

conserva su cubierta original en Sucre. Otras edificaciones con artesonado

de laceria podemos encontrar en la nave derecha de la iglesia de la Merced

que junto con el de San Francisco son los más antiguos de la Audiencia

(Mesa; Gisbert 2002:187), también destaca la nave de la Iglesia del pueblo

de Sacaca.

3. FORMACIÓN DE LOS PUEBLOS DE LAS MISIONES JESUÍTICAS DE

CHIQUITOS

Los asentamientos de las misiones de Chiquitos comenzaron a principios

del siglo XVIII, siguieron la misma estrategia sociopolítica experimentada

en las Misiones Jesuíticas del Paraguay de un siglo antes. A continuación

explicamos el contexto histórico de este hecho, la construcción de los

pueblos y las edificaciones que se realizaron.

3.1 Contexto histórico geográfico

El primer contacto de los nativos con los españoles en el oriente de Bolivia

pudo haber ocurrido hacia el 1548, durante una expedición originada en

Asunción del Paraguay dirigida por Domingo Martínez de Irala en búsqueda

de los tesoros de la leyenda del Dorado (Sanabria 1973: 15-16).

Santa Cruz, fundada el 1561 y trasladada dos veces, fue el asentamiento

español más importante en tierras de los Chiquitos. Desde el 1587 tenía

presencia de los Jesuitas, dedicados al trabajo pastoral religioso urbano y

algún intento de contacto con los Chiquitos (Parejas, 1995: 267).

Debido a los inevitables contactos con los colonos durante cuarenta años,

los Chiquitos se volvieron dependientes de las herramientas de hierro de

los españoles, por lo que se habían convertido en una continua amenaza

para la seguridad de la gobernación, atacaban continuamente los

asentamientos de los colonos en búsqueda de más herramientas de hierro

67
(Bösl, 1988: 25; Fernández, 1996: 45). En represalia eran atacados por los

colonos y traficantes de personas, que luego los vendían en los poblados

españoles, por otro lado existía la amenaza de los mamelucos

comerciantes de esclavos del Brasil (Freyer, 2000: 21). En la figura 2.4 se

observa el área de las Misiones de Chiquitos y su cercanía a las colonias

portuguesas

2.4 Chiquitos relación con otros asentamientos

El gobernador de Santa Cruz pidió al jesuita José de Arce, empezar la

evangelización y creación de reducciones con las naciones de lengua

Chiquita, en vez de hacerlo con los Chiriguanos, grupo de la familia

lingüística Tupi-guaraní, como en un principio habían planificado y de

quienes se temía mas sus ataques. Esta decisión fue más de tipo

geopolítico, el interés era asegurar y consolidar la frontera con los

portugueses (Krekeler, 1995: 72), el papel de las Misiones debía ser

además de religiosa, militar. Ayudo empezar esta empresa, el que grupos

de Pacaràs, Zumiquies, Cozos y Piñocas ofrecieron paz al gobernador el

68
1690, debido al diezmo de su población que estaban sufriendo por la

esclavización y las nuevas enfermedades (Fernández, 1895: 71).

Las naciones de lengua Chiquita ocupaban el este de la gobernación,

región fronteriza con la colonia portuguesa mientras los Chiriguanos

estaban al oeste en las estribaciones de la cordillera y dentro de la colonia

española.

Otro factor importante de remarcar es la adscripción de las Misiones de

Chiquitos a la provincia jesuítica del Paraguay y no a la del Perú, como

Moxos, por la intención desde un principio de encontrar una vía de

comunicación directa entre Chiquitos y Paraguay (Plattner, 1944: 62),

proyecto difícil de cumplir, debido a los ataques de los portugueses como

de los nativos Payaguá que vivían en las riberas del río Paraguay.

Los Jesuitas aplicaron el método de evangelización o “cazas espirituales” a

los nativos, consistían en ir a la selva a buscar algún grupo, siempre

ayudado por algún nativo interprete, se dejaban regalos como herramientas

de hierros y se intentaba convencer al grupo de volver con ellos.

3.2 Fundaciones de Pueblos Misionales

Los misioneros jesuitas, fundaron diez “reducciones” entre el 1692 y 1760

en Chiquitos, siguiendo la experiencia obtenida anteriormente en el

Paraguay y Moxos. La primera misión establecida fue la de San Francisco

Javier en el año 1692, San Rafael 1696, San José en 1698, San Juan

Bautista en 1699, Concepción en 1709, San Miguel en 1721 y San Ignacio

en 1748, Santiago 1754, Santa Ana en 1755 y Santo Corazón de Jesús en

1760.

La ubicación del asentamiento tenía que ser un lugar elevado para evitar

inundaciones, de fácil acceso, defendible, provisto de agua y cercano a

lugares donde conseguir materiales para las edificaciones.

Los jesuitas consiguieron que se prohibiese la entrada de los españoles de

Santa Cruz a las Misiones de Chiquitos, quienes buscaban indígenas para

someterlos a trabajos forzados. Pero estos continuaron haciéndolo

69
clandestinamente tal como lo hacían los portugueses, robándose indígenas

cristianizados de las misiones (Gutiérrez, 1995: 307).

El sistema económico de las Misiones en Chiquitos estaba basado en la

propiedad mixta, tanto individual como comunitaria (Parejas, 1995: 278).

Este sistema sostuvo los pueblos y potenció la actividad productiva de los

naturales. Los jesuitas aplicaron las modalidades que tanto éxito les habían

dado en el caso de las misiones del Paraguay controlando, por una parte,

el comercio con los españoles y liberando a los indígenas del sistema de

encomiendas. El punto de contacto con los comerciantes españoles y

criollos de Santa Cruz de la Sierra, era San Javier, el lugar más próximo a

esta ciudad española.

Chiquitos se caracterizó por su marcado aislamiento y la condición

periférica en que vivieron sus pueblos en comparación a la presión que

sufrían los pueblos de las Misiones del Paraguay, ya sea de los colonos

como de los mamelucos portugueses. Su evolución fue más equilibrada

regida por factores internos. En las reducciones solían existir dificultades,

como disputas entre los grupos de diferentes lenguas o naciones,

diferencia principal con las del Paraguay, donde todos eran de lengua

guaraní (Parejas, 1995: 283). También hubo problemas de alcoholismo

(Fernández 1996: 38-39) y enfermedades nuevas que terminaron con una

gran parte de la población.

La población en cada una de las reducciones según el historiador Parejas

(1992: 135-144) era de 1.000 a 3.000 habitantes, cifra basada en los

registros bautismales. Knogler quién fundó Santa Ana, consideraba que la

población total en las reducciones era de 37.000 personas, y sólo el 60%

estaba registrado en los libros bautismales. Este dato demuestra que la

población de cada reducción rondó los 4.000 habitantes (Freyer, 2000: 25).

3.3 Urbanismo

La Compañía de Jesús trajo a tierras chiquitanas la experiencia de casi un

siglo de funcionamiento de las misiones de guaraníes, con óptimos

70
resultados. La organización de Chiquitos, por tanto, siguió en términos

generales lo sancionado por una larga y fructífera experiencia anterior, su

urbanismo presenta un carácter alternativo frente al modelo urbano de los

poblados españoles en América.

En la formación de las misiones de guaraníes hacia el año 1609, Diego

Torres, el jesuita impulsor de estas reducciones, daba instrucciones de

formar el asentamiento con cuadras y calles además de una parcela para

cada indígena, ordenanza que no prospero, pues los religiosos encontraron

parcialidades indígenas que vivían en casas comunales y debieron utilizar

similares tipologías para construir viviendas alargadas divididas en

habitaciones para cada familia.

El elemento ordenador era la plaza, a un lado se ubicaba los edificios

públicos el templo, el colegio, la residencia y el cementerio, configurando

un núcleo esencial del sistema y al otro lado las viviendas en hilera de los

indígenas (Fig. 2.5).

2.5 Plano urbano de la Misión de San José de Chiquitos


Según D’Orbigny (Querejazú, 1995)

En Chiquitos todos los pueblos misionales siguen esta composición urbana.

Knogler (Bösl, 1988: 20), quién fundó Santa Ana, describe la formación del

asentamiento, iniciándose con la tala y quema del monte en una superficie

71
grande, luego la limpieza del terreno y el trazado de la plaza cuadrangular

de 100 m de lado; por último la construcción en uno de sus lados del

conjunto religioso y en los otros tres lados las viviendas indígenas. Las que

rodeaban la plaza eran para los caciques (Feller, 2000: 51), detrás de ellas

se alineaban las viviendas de los indios.

Desde que se consolida el modelo de las misiones jesuíticas en el

Paraguay durante el siglo XVII es evidente que los 30 pueblos de

guaraníes, los 27 de Moxos y los 10 de Chiquitos se estructuraron sobre la

misma propuesta.

Hay una convergencia de experiencias y de decisiones que nacen de la

misma actitud de valoración cultural del mundo indígena.

El urbanismo expresa además de su alternativa al del proyecto de ciudad

hispana en América, la incorporación de ideas y manifestaciones del

espíritu barroco. Esta propuesta estuvo regida por un sistema teocrático,

con un manejo inducido del espacio exterior a través de los componentes

urbanos como las capillas poza ubicadas en las esquinas de la plaza; la

gran cruz al centro de la plaza; el sentido axial del acceso; la

monumentalidad del conjunto religioso en relación al resto del

asentamiento; la torre-campanario que servía de hito, en Moxos y Chiquitos

eran de adobe o ladrillo ya en el período jesuítico, no de madera como en

el Paraguay en su primera etapa (Fig. 2.6).

En San José se encuentra otro elemento importante, la capilla de miserere

o de difuntos que aquí se ha colocado alineada en el mismo frente que la

iglesia, torre y colegio.

a Concepción b Santa Ana c San Miguel d San José


2.6 Tipología de torres de campanarios en las iglesias de las Misiones de Chiquitos
72
En las misiones guaraníes el eje del pueblo generalmente coincidía con el

eje de la iglesia, de modo que una calle se dirigía directamente a la iglesia,

mientras que en Chiquitos el eje del pueblo y de la plaza generalmente

coincidía con la línea entre el portal y el centro del patio de la parroquia.

(Kühne, 1995: 557)(Fig. 1.10a y 1.10b).

Los jesuitas no fueron rígidos sino que mantuvieron un criterio flexible y

pragmático para cambiar cuando esta propuesta no fuera adecuada. Por

ejemplo formaron ranchos individuales diseminados con el fin de evitar

incendios colectivos, práctica utilizada por los indios cuando dejaban un

lugar.

3.4 Evolución de las construcciones en Chiquitos misional

Las iglesias realizadas en Chiquitos misional tuvieron varias etapas de

evolución constructiva (Fig. 2.7). En la primera fase, cuando la iglesia era

provisoria, se utilizaban las técnicas constructivas de los indígenas,

paredes de encañado, barro y techo de paja.

2.7 Evolución de las iglesias en Chiquitos misional

73
Conforme la Reducción lograba consolidarse las edificaciones se

construían de materiales más perennes.

La segunda fase los edificios religiosos con estructura portante de madera,

cerramientos de adobe y cubierta de teja de cerámica cocida, sistema

adoptado en todas las misiones.

Una tercera fase tecnológica constructiva inconclusa y probablemente

postjesuítica existe en el conjunto religioso de San José, con muros de cal

y ladrillo, fachada de piedra en todo el frontispicio, bóvedas de ladrillo en el

Colegio y corredores porticados con arcos de piedra.

Cada misión disponía de un sacerdote y un hermano coadjutor, quienes en

un primer momento debieron asumir la tarea de dirigir la construcción de

toda la infraestructura en la nueva Misión. El primero además de dedicarse

a su función religiosa asumió el papel de artesano en los oficios necesarios

mientras que el hermano coadjutor administraba la Misión y en general

tenía una formación técnica. Fue frecuente que solicitaran hermanos

coadjutores capacitados en arquitectura, carpintería, escultura y pintura.

Los jesuitas, ya sean el religioso o el administrador, rotaban de un pueblo a

otro ayudando en lo que estaba a su alcance para asegurar el avance de

las obras y capacitar en el oficio que eran expertos.

En las Misiones de Chiquitos el más destacable es el suizo Martín Schmid,

quién debido a la necesidad, se convierte en arquitecto, constructor,

fabricante de instrumentos musicales y realizador de retablos entre otros

oficios. El mérito de este religioso, es el resultado excepcional de las tres

iglesias que construye, San Rafael, Concepción y San Javier, que parecen

imitadas en otras iglesias posteriores, aunque sin llegar a la precisión y

proporción obtenida por él.

Schmid utilizaría similar sistema constructivo que se aplicó en los poblados

de indios y misiones del Paraguay, sin embargo obtiene respuestas de

enorme singularidad. Existen elementos claves en su propuesta de

arquitectónica como el uso masivo de la pintura mural, la utilización de las

grandes columnas salomónicas, los óculos ovalados del frontis de los

74
templos y el manejo escenográfico-arquitectónico del trabajo en los muros
7
internos y de cabecera .(Fig. 2.8).

2.8 Detalle de la fachada-atrio de la iglesia de Concepción


Foto Rodríguez, 2004

Sin duda que en cada poblado tanto en Chiquitos como en Moxos existía al

menos un edificio destinado al Cabildo o Ayuntamiento local. Estos edificios

administrados por los curacas indígenas, probablemente eran muy

similares a las viviendas, pero estarían colocados en torno a la plaza

principal.

El edificio público más importante fue el Colegio de los jesuitas. En

Chiquitos constaba de un solo claustro, y no de dos como en Paraguay, la

7
Schmidt describe la construcción de la iglesia de San Rafael en una carta escrita el año 1761
(Hoffman, 1981:149). “Tiene 80 varas de largo, 24 de ancho, 15 de alto. Tiene dos órdenes de
columnas, ocho a cada lado. Estas columnas son gruesas, de árboles grandes y largos, bien
trabajadas, como las salomónicas. Las paredes tienen también sus propias columnas,
capiteles, pedestales, coreisos (cornisas), etc. Son de adobe, pero parecen bellas, porque
están pintadas de varios colores, así como toda la iglesia y los altares y éstos tienen hermosos
cuadros, que los hicimos traer de lejos. El suelo esta revestido de ladrillo, y el techo de tejas
que hicimos por primera vez para esta iglesia y luego para toda la casa, y las cocimos. Hasta
entonces, nuestros tejados se cubrían sólo con grama o paja. Las paredes de la iglesia están
echas de adobes sin cocer, pero no sufren de las lluvias, porque tienen un alero ancho y largo
sostenido por columnas”

75
zona privada era la destinada a la residencia de los religiosos, adyacente al

templo.

En Chiquitos, el colegio juega un papel similar al que señalamos en Moxos

y también constaban generalmente de un solo claustro. D’Orbigny señala 4

patios lo que evidentemente desconcierta.

En los Colegios que era la casa de los curas, también comprendía espacios

para oficinas de carpintería y herrería, telares, trapiches para moler caña,

tendales para el beneficio de la cera, despensas, almacenes y todas las

viviendas correspondientes además de los espacios huertos. Eran de

adobe y estaban techados con teja e incluían junto a las habitaciones de

los padres un refectorio, una cocina y la despensa.

En Chiquitos y Moxos no hay constancia de la existencia de los cotiguazú

(residencia de viudas), hospitales, posadas, cárcel, etc.; aunque sin duda,

éstas debían existir pero probablemente mimetizadas con las viviendas y

no como tipologías arquitectónicas específicas.

Así, la fachada retablo del templo con su balcón-capilla abierta que tiende a

sacralizar el espacio externo y proyectar a los ámbitos públicos las

modalidades litúrgicas. La sacralización de este espacio externo recupera

los valores de articulación entre hombres y paisaje y el sentido re-

identificación de los dioses con la naturaleza.

En cuanto a las viviendas de los indígenas misionales, eran construidas en

hileras paralelas, con corredores a ambos lados, pero sin patios privados.

Cada familia ocupaba una habitación del mismo tipo dentro de las casas

largas, tres familias compartían cada casa. Este planteamiento creo

poblados de gran densidad, en los que convivían nativos de diversas

parcialidades (Roth, 1995: 515).

La vivienda misional sigue el concepto espacial de la gran casa indígena

alargada o maloca de interior diáfano, de la que se hablará en el siguiente

capítulo, con la diferencia que en las Misiones se crean compartimentos

para crear una cierta independencia entre cada familia. Y en el aspecto

constructivo al entramado de encañado en los cerramientos se agrega

76
barro con pasto para formar las paredes verticales, llamado en la región

tabique y en otros lugares de Sudamérica bahareque.

4. CARACTERÍSTICAS ARQUITECTÓNICAS

La iglesia misional sigue el arquetipo de la iglesia basilical de planta

rectangular con peristilo exterior y conectado por un lado con el cementerio

y por el otro con primer patio interno del conjunto religioso. En el interior

dos filas de columnas de madera dividen el espacio en tres naves. La nave

central mas amplia y prolongada hasta el presbiterio mientras que las

laterales mas angostas. El pórtico en el atrio principal, repite la estructura

de madera interior y esconde la fachada (Fig. 2.9).

2.9 Planta tipo de la iglesia misional en Chiquitos

A pesar que las filas de columnas dividen en naves el templo, la fuerza

dominante es la cubierta que unifica el espacio. Según Gutiérrez

(1995:347) no es una hallenkirche, iglesia-salón, que se dio en el ámbito

germánico, de naves de igual altura, sino que es una techumbre a dos

aguas con diversas alturas en la nave central y las laterales. Roth (1995:

508) afirma más bien que sigue en cierta forma la tradición de las

hallenkirchen de las órdenes medievales mendicantes y de predicadores,

77
semejantes a las lonjas hispanas. Fellner (1995: 536) las define como

iglesias del tipo scheunemkirchen.

En cuanto a estas afirmaciones considero que existe una conexión con el

estilo arquitectónico tradicional de las iglesias rurales hispanas, de planta

rectangular, tres naves divididas por pilares, armaduras de tijeras, cubierta

a dos aguas con tejas de cerámica. Sin embargo la estructura portante y la

técnica constructiva difieren; en Chiquitos es un esqueleto de madera con

muros de adobe, mientras que las hispanas son de estructura portante de

piedra, incluido los pilares interiores (Fig. 2.10). De todas maneras en el

capítulo relativo a la construcción en madera en Europa se ampliará más

sobre estas afirmaciones y sobre sistemas constructivos en madera

empleados en edificaciones.

2.10 Análisis comparativo de la sección tipo en Chiquitos misional con Iglesia española del siglo XV

Roth, restaurador de las iglesias de Chiquitos, afirma que de acuerdo a los

trabajos que se hicieron para la restauración, las tres iglesias de Schmid

fueron bien niveladas y erigidas con gran exactitud de ángulos rectos,

situación que no se observa en las demás iglesias misionales. La unidad de

medidas mas común era la vara castellana (83.59 cm), formada por 3 pies

(27.86 cm) o cuatro palmos (20.89 cm).

La iglesia de Concepción tiene como medidas 24 varas de ancho en

intramuros (20,16m), 60 varas de longitud de la nave (50,40m) y de altura

15 varas (12,60m) (Fig. 2.11.c). La nave con el presbiterio hace 72 varas

78
(60,50m), medida ideada por una secuencia de 24 varas por 3, variaba por

una vara en el levantamiento realizado previo a la restauración, mientras

que las demás coincidían exactamente (Roth, 1984: 33).

Tabla 2.1 Medidas espaciales de las Iglesias de Chiquitos

Medidas en metros
Supeficie Orientación
Año Naves Corredor cubierta Altura
Iglesia Atrio Prebisterio Fachada
cons interiores lat. max
Iglesia principal
Ancho Long. Ancho Long. Ancho Long. Ancho
San Rafael 1749 19,23 6,27 17,56 46,40 8,08 10,87 3,76 1923,36 10,45 Sur
San Javier 1752 20,34 6,27 17,87 47,65 8,36 10,87 3,76 1940,65 11,15 Este

Concepción 1756 22,29 6,69 20,06 50,16 9,41 11,50 3,90 2264,42 12,54 Oeste

San Miguel 1753 20,34 6,27 18,39 45,98 8,71 10,87 4,04 1996,05 11,70 Este

Fuente: San Javier, Concepción, San Miguel, San Rafael (Fellner:1993); Santa Ana y
San José (Kühne)

En la iglesia de San Rafael, se utilizó como unidad de medida una vara de

72 centímetros. Schmidt (Hoffman, 1981: 147) describe que tiene 80 varas

de largo, 24 de ancho y 15 de lado. La verificación confirma medidas

exactas en varas. La nave incluida el presbiterio tiene de dimensiones de

57,60 m de largo, 17,30 m de ancho y 10,80 m de alto (Fig. 2.11a) (Roth,

1984: 33) .

La iglesia desaparecida de San Ignacio, tenía como medidas 20m de frente

y casi 11m altura a su punto más alto. Las medidas interiores 19,80m x

63,75m. hasta el fondo del templo. La nave principal 9,10m de luz,18

columnas de soto de 10.15m altura de 75cm de diámetro (Molina, 1995:

242).

4.1 Plantas y secciones

Unido a la utilización de las técnicas locales, los jesuitas comenzaron a

experimentar otros sistemas para cubrir grandes espacios mediante el

recuso de utilizar grandes árboles para las columnas y el clásico esquema

del tijeral para sostener la cubierta.

En Chiquitos no existe ninguna preferencia en cuanto a la orientación, pero

sí se constata la precisa posición de las fachadas y los ejes de los templos

79
en las direcciones de los puntos cardinales. Según Roth existe una

conexión con la veneración de los chiquitanos a la luna y el sol (Roth 1995:

508). Las fachadas de Concepción y San José miran hacia el oeste, por lo

que el sol del atardecer resalta más los detalles de la fachada así como el

sol naciente en el presbiterio simboliza el paraíso, acorde con la tradición

cristiana. San Rafael y Santa Ana miran al sur, el sol cruza la cumbrera e

ilumina el interior de diversas maneras. San Miguel, San Javier y Santiago

miran al este (Fig. 2.11 y 2.12).

La iluminación natural fue estudiada para recrear la escenografía de las

iglesias. Las construidas por Schmidt tenían lucernarios a ambos lados de

la cubierta en la zona de presbiterio, en San Miguel existe a un lado. Otro

detalle eran las ventanas detrás de los retablos para crear efectos

lumínicos en las imágenes según la hora del día.

Las iglesias construidas por Schmidt (Fig. 2.11) de mayor precisión de

ejecución, son ordenadas, moduladas con 8 pórticos de columnas de

madera interiores, uno exterior y 5 embebidos en los muros de adobe. San

Rafael y San Javier tienen ubicado el baptisterio en el lado izquierdo a la

altura del segundo tramo de pilares, mientras que Concepción lo tuvo en el

otro sentido. El transepto mas angosto, coincide en las tres iglesias con los

pilares de la nave central, tienen arcos de adobe en las aberturas que

conectan con la sacristía. En los atrios o punillas abiertos de estas iglesias

los muros laterales se prolongan, otorgando un espacio delimitado. Los

corredores porticados rodean todo el exterior, aunque son cortados por el

baptisterio y la sacristía que se prolongan hacia el ala de Colegio que

delimita el claustro adyacente. Las 3 iglesias tienen similar armaduras de

tijeras, arcos en las naves laterales e inclinación 2:1 en la cubierta,.

La planta de la iglesia de San José (Fig. 2.12 a) tiene 9 pórticos interiores,

los corredores porticados son de piedra el interior y de madera el lateral

exterior y el posterior. La planta de la iglesia de San Miguel (Fig. 2.12 b) no

tiene ángulos rectos y la inclinación del techo es de 30º, el atrio elevado no

tiene muros laterales. La planta de la iglesia de Santa Ana, tiene 7 filas de

pórticos interiores, el atrio y el baptisterio abiertos, sin muros laterales.

80
81
82
4.2 Proporciones geométricas

Algunos de los ejemplos fueron realizados después de la expulsión de los

jesuitas, y los templos jesuitas sufrieron intervenciones y modificaciones.

De todas maneras lo esencial es la permanencia de la tipología generada

por una manera sabia de construir en madera, utilizando las dimensiones

modulares que permite el material y calificando los espacios o “lances” que

determinan las posibilidades de flexibilidad y crecimiento de las estructuras.

Conceptualmente se parte del cuadrado. En Concepción se utilizó una

escala básica de proporción de 12x12 varas, medida verificable entre los

ejes de los pilares de la nave central con el tirante. En las naves laterales el

cuadrado tiene la mitad, de 6x6 varas. En los corredores la proporción

sigue siendo 6x6, aunque la fila de columnas está recorrida 1 1/3 varas

hacia adentro. En sentido longitudinal los tramos de las columnas tienen

una distancia de 6 2/3, resultado de dividir las 60 varas de la nave en 9

partes, formando sólo en los corredores una figura cuadrada entre dos

columnas, el suelo y la solera. Roth (Bösl,1988: 33) explica el uso de de los

números 3, 4, 5, 6, para multiplicarlos entre sí y de esta manera obtener

todas las medidas de la iglesia, siendo las más usadas de 15, 24, 60 y 72

varas (Fig. 2.13).

Las proporciones entre convento, iglesia y patio interior en Concepción son

de uno al doble o el triple, en varas 16 2/3 : 33 1/3 : 50, medidas en metro

aproximadamente dan 14 : 28 : 42. Mientras que la distancia del frontis de

todo el conjunto religioso entre ejes de columnas daba 100 varas exactas

(Bösl, 1988: 34).

En cuanto a la inclinación de la cubierta se utilizó una proporción de base 2

y altura 1, correspondiente a un ángulo de 26º 30’. En el levantamiento

previo a la restauración se verificaron leves variaciones de inclinación

respecto a la proporción inicial de 1:2 (Bösl, 1988: 34). Otra proporción

utilizada en pendiente de cubierta fue 4:3, utilizada en las casas de los

indígenas.

El nudillo está colocado a media altura de la inclinación de los pares.

83
4.3 Estilos

Las iglesias de las Misiones de Chiquitos, tienen características formales

del estilo barroco mestizo (Querejazu, 1995: 651). Estas características se

observan en las elevaciones, órdenes de pilares, detalles de friso, dibujo de

altares pero no sobre las plantas que tienen concepción distinta y en la

solución constructiva, en el caso de Chiquitos de estructura de madera con

pilares hincados al suelo y cerramientos en adobe.

Roth sostiene que el porticado perimetral o peristilo de las iglesias

misionales, aparte de ser un solución constructiva para proteger los muros

de adobe de las inclemencias del tiempo, son una respuesta formal basada

en dibujos de los tratados de arquitectura del Renacimiento y Barroco que

mostraban templos romanos y griegos con peristilo, situación que pudo

84
8
darse por la existencia de ejemplares de tratados entre los misioneros .

Schmidt tenía libros de arquitectura y los interpretó a su manera, de

acuerdo con las posibilidades técnicas y materiales que le ofrecía el lugar.

El aspecto formal mas sostenido por Roth (1995: 499) es la influencia en

Chiquitos del proyecto de Giacomo Barozzi da Vignola (1597-73) para Il

Gesú de Roma. Compara las proporciones similares de las naves de la

iglesia de San Rafael (Fig. 2.14) construida por Schmid, con la nave central

de Il Gesú, es evidente la diferencia de altura entre ambos edificios y la

composición general de la fachada, aunque existen elementos singulares

similares, más propios del estilo barroco que de la iglesia en sí.

2.14 Estado actual de fachada e interior de la iglesia de San Rafael, Chiquitos (Bolivia)
Fotos Rodríguez, 2004

8
Según Roth existe una copia del libro de Pozzo Andrés SJ, Perspectiva (2da parte) escrita
en latín y alemán. Edición Georg Conrad Bodeneer, Augsburg 1719, en el colegio de los
Jesuitas de La Paz. Al parecer del hno. Adalberto Martereer de la Misión de San Pedro de
Moxos, por una nota manuscrita que aparece en la tapa del libro

85
En el caso de la fachada de Concepción (Fig. 2.15), hay un segundo nivel

de pilastras acanaladas traspasando el tímpano, en parte siguiendo las

iglesias de Roma.

2.15 Estado actual de fachada e interior de la iglesia de Concepción, Chiquitos (Bolivia)


Fotos Rodríguez, 2004

La fachada de San José (Fig. 2.17), de piedra y ladrillo, sin atrio cubierto,

aparenta más su origen vignolesco, divida en tres cuerpos por pilastras que

marcan las naves; el central mas alto partido en dos por un entablamento.

Las curvas a ambos lados del frontón terminan al igual que la nave central

terminan en conos coronados por una bola.

El nuevo templo de San Javier (Fig. 2.16) construido por Schmid de

acuerdo al mismo relato que él cuenta, tres naves, cuatro arcos de ladrillo

en el presbiterio, 16 columnas de madera, este caso pintadas, un púlpito

86
dorado, 3 confesionarios tallados y 15 ventanas todas con claraboyas de

vidrio.

2.16 Estado actual de fachada e interior de la iglesia de San Javier, Chiquitos (Bolivia)
Foto Fachada: Cisneros, 1998; foto interior: Rodríguez, 2004

La iglesia de San José (Fig. 2.17) se atribuye al Hermano Bernabé

Domínguez la construcción a principios del siglo XVIII con sus 50 varas de

largo y 12 de ancho con dos capilla en el crucero y realizada en adobes y

madera.

La iglesia de San Miguel (Fig. 2.18) se realizó a mediados del siglo XVIII

con una tipología similar a la que utilizaría Schmid en otros pueblos: 3

naves y 16 columnas que en este caso también tenían arcos de madera

aparte de los de ladrillo del presbiterio. Las ventanas del templo tenían

vidrios y en el interior había un altar mayor “de escultura, bien labrado” que

87
había realizado el Padre Schmid entre los años 1756 y 1766. La iglesia a

pesar de la decadencia del pueblo en el siglo XIX, siguió en pie, y quizás

como ninguna otra, nos indica la tipología de los templos anteriores a las

obras de Schmid.

2.17 Estado actual de fachada de la iglesia de San José, Chiquitos (Bolivia)


Foto Cisneros, 1998

Se estima que la obra es de Juan Mesner, por lo que los lineamientos

generales ya venían dados, incluyendo la utilización abundante de la

pintura mural en el templo y el colegio, el uso de la madera policromada en

el techo interior de la sacristía y los pavimentos cerámicos formando

dibujos geométricos.

Después de una primera iglesia provisional, el 1753 Martin Schmid

comenzó la construcción del templo siguiendo el esquema tradicional de 3

naves de 9 lances desde la entrada a la capilla mayor. El primer tramo era

ocupado en la parte superior por el coro con sus dos tribunas para los

órganos. Fue la tercera iglesia de Schmid, después de San Rafael y San

Javier. El retablo mayor y los laterales los realizó durante su vuelta a

88
Concepción entre el 1759 y 1760. Tenía un altar mayor, bien labrado y

dorado. Tenía dos altares colaterales y un retablo labrado en la sacristía y

un púlpito dorado.

2.18 Estado actual de fachada e interior de la iglesia de San Miguel, Chiquitos (Bolivia)
Fotos Rodríguez, 2004

El templo de San Ignacio se comenzó enseguida de su traslación el 1745

pero se terminó el 1761. Según cartas de Lardín, padre jesuita era la más

hermosa de las misiones. El retablo debió al menos iniciarlo Schmid.

89
La iglesia de San Ignacio era la más grande de los pueblos, pues tenía 18

columnas de madera, es decir un tramo más que las realizadas por

Schmid. Las columnas de madera “labradas a lo salomonico” estaban

“pintadas con colores ordinarios”. Tenía los consabidos cuatro arcos de

ladrillo en el presbiterio y 14 ventanas de las cuales sólo 4 tenían vidrios y

el resto postigones de madera. Otra característica era el balcón sobre la

puerta de entrada a continuación del coro y bajo el techo del atrio.

Castelnau en 1845 señala la amplitud del templo y dice que está

ornamentado, como el de Santa Ana “con placas de mica sobre los muros”

El templo de Santa Ana (Fig. 2.19) fue obra de la administración española,

bien que sobre los planos, estudios y datos dejados por los jesuitas.

2.19 Estado actual de fachada e interior de la iglesia de Santa Ana, Chiquitos (Bolivia)

90
Sin embargo, con excepción del cambio de cubierta de paja por teja y la

renovación de columnas de madera (durante todo el siglo XIX y hasta hoy)

no creemos que este templo sea del período postjesuitico. Existieron

modificaciones como el balcón prolongado sobre todo el frente, que

también existió en San Ignacio.

En Chiquitos como en Moxos, los artesanos se esforzaron en trabajar el

fuste de las columnas con un torneado para formar un diseño helicoidal

salomónico. En general las dimensiones de la sección de estas columnas

del Oriente boliviano son mayores que las utilizadas en el Paraguay y su 2.20 Arco triunfal en presbiterio
iglesia de San Ignacio,
Chiquitos (Bolivia)
trabajo más delicado y refinado.

4.4 Decoración y ornamentos

Las iglesias de las Misiones de Chiquitos, son de estilo barroco mestizo en

la decoración y ornamentación. Según el decorado se podrían dividir en las

iglesias construidas por Schmidt, sobrias de estricto control de las

proporciones clásicas; por otro lado las iglesias de San Miguel y de la

desaparecida San Ignacio, de barroco ostentoso; las sencillas con mínima

ornamentación y entallado en la madera como la de San José y por último

las que en cierta manera tuvieron mayor influencia mestiza como Santa

Ana.

Otros elementos que se dieron en las iglesias San Ignacio y San Miguel es

el arco triunfal en la entrada del presbiterio y la cornisa pronunciada en los

muros laterales (Fig.2.20).

Como decoración mural hay pinturas de enjutas, dentículos, balaustres y

ornamentación floral. Las paredes laterales interiores de la iglesia de

Concepción tienen pilastras cajeadas jónicas con arcos coincidiendo con

los tramos estructurales de madera. Tanto en Concepción como en San

Rafael las molduras que acompañan a las pilastras están pintadas en forma

de columna salomónica, siguiendo el motivo de la iglesia de San Ignacio de

Roma. (Roth, 1995: 506).

91
Existió pintura mural de buena calidad realizada por los indígenas en las

iglesias y en los colegios de Chiquitos, en estos últimos no se da en

Paraguay ni en Moxos.

El interior de la cubierta las iglesias suelen tener pinturas con motivos

vegetales en diferentes colores. Acerca de esta característica Knogler

(Hoffman, 1979) habla que la cubierta no es una bóveda pero está puesta

de tal manera que no daña los ojos al mirarla.

La utilización de la mica como elemento decorativo es una peculiaridad que

se dio en Chiquitos y de la cual no hay antecedentes en los poblados

misioneros del Paraguay (Gutiérrez, 1995: 306). La mica también fue

utilizada en los retablos de San Rafael y San Ignacio después de la

expulsión de los jesuitas. Los demás retablos son de madera tallada,

dorada y policromada, se utilizó imprimaciones y pigmentos.

En cuanto a las imágenes y cuadro de pinturas, la mayoría provienen de la

región de Cuzco y Potosí, a diferencia de Paraguay donde se llego al

autoabastecimiento.

Recién a mediados del siglo XVIII los jesuitas Marterer y Schmid parecen

haber obtenido una producción eficiente, esto si no fue motivo para que no

se siguieran solicitando imágenes al Cuzco (Gutiérrez, 1995:). Se observa

el arte mestizo en las pinturas murales, los altares tallados las estatus de

santos y las piezas de cerámica

De acuerdo a Roth (1995: 508) la ubicación central del púlpito sigue la línea

tradicional de la iglesia Il Gesú de la Compañía en Roma, situación que

existe en las iglesias reformadas protestante y en algunas de la tradición de

los primeros siglos de la cristiandad (Coptos, Ravena, Sant Gal).

Los retablos siguen los modelos clásicos. Los retablos mayores de

Chiquitos son de dos cuerpos y tres calles El de San Javier es el más

sencillo mientras que el de San Miguel mas complejo y rico, al igual que el

de San Rafael tienen columnas salomónicas de helicoides contrapuestas y

divergentes (Fig. 2.21) (Querejazu, 1995: 651). La coronación puede ser un

frontón que abarca todas las calles como el de San Rafael o curvo con

92
roleos como el de San Miguel. El de San José sencillo y poco claro y el de

San Ignacio mas excepcional al parecer postjesuítico.

Todas las iglesias misionales de Chiquitos cuentan con retablos en la

cabecera de las naves laterales próximas al prebisterio. Existen dos tipos

de retablos laterales, los de factura simple y planos como en San Javier,

San Rafael y Santa Ana; y los complejos, en San Miguel, Concepción y San

Ignacio, que según Roth habrían sido diseñados por Schmid (1995: 653).

Los retablos laterales de Concepción tienen diseño y estructura coincidente

con los de la Iglesia de San Ignacio de Roma (Roth, 1995: 506).

2.21 Retablo de San Javier y San Miguel, Chiquitos (Bolivia)

Es necesario remarcar la importancia que alcanzaron las manifestaciones

musicales y la fabricación de instrumentos en los pueblos misionales de

Chiquitos y Moxos, situación que tuvo aparentemente menos relevancia en

Paraguay.

93
5. CARACTERÍSTICAS CONSTRUCTIVAS

La construcción en Chiquitos misional tuvo sentido práctico y funcional,

experiencia adquirida previamente en las Misiones Jesuíticas del Paraguay,

de similar clima, vegetación y procesos evolutivos de sus asentamientos.

Las primeras construcciones eran temporales, naves rectangulares con

cubiertas a dos vertientes formada por una estructura de madera, cubierta

de paja y cerramientos de encañado y barro. Eran improvisadas y se las

construía cuando se establecía la reducción, la primera iglesia de San

Javier fue una cabaña de postes de madera y se terminó en dos semanas,

dirigida por el misionero Arce y los nativos Piñocas (Fernández, 1895: 88).

Una vez consolidado el pueblo, el misionero, los indígenas asentados y

algún técnico, hermano coadjutor de la misión o de otro lugar, empezaban

a construir el complejo de edificios públicos, como la iglesia, el colegio, las

capillas y los talleres, utilizando materiales más duraderos.

La construcción utilizaba materiales que podían ser de fácil acceso y

producción. Los principales maderas duras de la zona, cañas, lianas,

adobes, barro y tejas cocidas entre otros. Se utilizó muy poco el hierro, de

hecho se encontraron un puñado de clavos de hierro en los trabajos de

restauración de la iglesia de Concepción (Bösl, 1988: 36).

La estructura portante consistía en un esqueleto de madera formada por

pilares, tirantes, estribos, cuchillos y cabrios. Los pilares tenían la

particularidad de estar hincados al suelo, solución con el tiempo daría

problemas de pudrición en la base, debido a humedades. El empotramiento

de los pilares ayudaba a la estabilidad de la estructura, se evitaba hacer

triangulaciones con riostras o tornapuntas. Los arcos formados por tablas

de madera en cada tramo de las naves laterales tenía según Roth

(Bösl,1988: 36) función decorativa por sus frágiles ensambles. De todas

maneras consideramos que al servir de apoyo a la correas su papel

también era estructural, el arco trabajaba a compresión trasmitiendo los

esfuerzos producidos por las cargas de las correas a las columnas.

94
Con la estructura erigida, se procedía al techado con tejas cocidas ligadas

con barro sobre una base de caña guapaz. La construcción de la gran

techumbre aseguraba a la vez la posibilidad de continuar las obras de los

cerramientos en adobe, protegidos de las potenciales lluvias que se podían

dar. Este método en la actualidad se continúa realizando en las viviendas

tradicionales de la región (Bösl, 1988: 36).

Como anteriormente hemos mencionada la técnica constructiva y la

estructura portante en el conjunto misional de San José se realizó de una

manera diferente al sistema empleado en la construcción de las iglesias de

las otras reducciones. Posterior al período jesuítico en San José, comenzó

a utilizarse muros de cal y piedra, bóvedas de ladrillo en la torre, el

frontispicio de la iglesia, la capilla mortuoria, una ala del convento y un

corredor de la iglesia, mientras que el resto continuó como siempre en

madera y adobe.

El tabique o bahareque

La tecnología de la construcción de las casas fue más lento que las

iglesias. Fueron realizadas de materiales temporales que aún perviven en

el área rural de Chiquitos (Roth 1995: 512). Los cerramientos se realizaron

en tabique o bahareque y la cubierta de paja con barro, sobre un sistema

de vigas inclinadas, en la mayoría de los casos prolongadas al exterior para

formar un corredor porticado en ambos lados de la vivienda, con el fin de

proteger el muro de la lluvia.

El bahareque, conocido en la región por tabique, está formado por un

esqueleto portante de horcones o postes de madera enterrados, vigas

apoyadas sobre las horcas de los postes y por cerramientos constituidos

por un entramado de ramas y troncos dispuestos en dos direcciones

vertical y horizontal, cubiertos con barro y otros aditivos para estabilizar la

mezcla.

El proceso de construcción del tabique comienza con el acopio de los

materiales, corte de madera y el amasado del barro. La obra prosigue con

el hincado de los postes de madera, los horcones, llamados así porque su

remate tiene la forma de horquilla, colocados en las esquinas y al centro de

95
la vivienda. Luego se sitúan los puntales o postes intermedios que

reforzaran a los horcones como elementos portantes de la carga de la

cubierta y a la vez servirán de apoyo al entramado de caña o palma. En las

horcas de los postes verticales se colocan horizontalmente las vigas

perimetrales y la viga cumbrera. A continuación se comienza a montar el

entramado de cañas o palmas, que serán el bastidor de los muros,

amarrados con cuerdas y asentado directamente al suelo. (García, 2000:

344).

Los huecos de las puertas y las ventanas pequeñas en Chiquitos, eran

reforzados por vigas perimetrales que sostenían el marco de alguno de

estos elementos.

El entramado de caña se rellena con barro amasado con los pies,

compuestos de aditivos naturales, como cenizas o excrementos de

animales, para evitar grietas producidas por procesos de retracción del

barro (García, 2000: 344).

5.1 Materiales y herramientas

Las herramientas utilizadas en los pueblos de las misiones eran hachas,

hachuelas, palancas, cinceles, sierras y cepillos carpintero, con hierro

procedente de Potosí, a 200 leguas de allí. En las reducciones los

indígenas que trabajaban en las construcciones empezaron a fabricarse

sus propias herramientas (Krekeler, 1992: 160).

La gran mayoría de los jesuitas no estaban preparados para los oficios en

la construcción y se contaron con pocos hermanos coadjutores

especialistas en algún oficio. Esta situación hizo que los misioneros con

formación humanística y no técnica, en la primera fase tuviesen que

aprender a utilizar herramientas como el compás, la escuadra, hacha,

azuela escoplo, cepillo y gubia entre otros; para luego enseñar a los

indígenas.

96
Los árboles que se utilizaban en la construcción eran de madera dura, a

continuación mostramos en la siguiente tabla las principales maderas en

Chiquitos con sus propiedades físicas y mecánicas.

Tabla 2.1 Propiedades físicas y mecánicas de las maderas en Chiquitos

Propiedades
Propiedades Mecánicas
Nombre Nombre físicas
Común científico Módulo de Modulo de Compresión Densidad
elasticidad rotura paralela kg/cm2 Kg/m3
Astronium
Cuchi 152 x 1000 1355 644 990
urundeuva
Tabebuia
Tajibo 130 x 1000 1371 719 1050
impetiginosa
Schinopsis
Soto 160 x 1000 1516 833 1039
brasiliensis
Cinnamomum
Laurel 106 x 1000 737 532 480
porphyria
Cedrela
Cedro 74 x 1000 511 400 380
odorata L.

Fuente: Cámara Forestal de Bolivia

La posibilidad de obtener en bosques cercanos a las reducciones hizo que

se utilizasen excelentes maderas. En la tabla 2.2 mostramos un resumen

de las maderas y sus usos.

Tabla 2.2 Maderas de Chiquitos y sus usos

Uso Nombre Común


Columnas Cuchi, quiche, tacumori, tajibo, soto
Cabrios Tajibo
Tirantes Laurel
Muebles, retablos e
Cedro, mara, copaibo, caoba, jacaranda, cocobolo, curupao
instrumentos
negro, guayabo grande
musicales

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Querejazu, 1995

Para la construcción de una iglesia se necesitaban talar unos 2.000

árboles, de cada tronco se sacaba una viga.

La eficiencia y el deseo de hacer trabajos con mayor precisión, hicieron que

los jesuitas adoptasen elementos auxiliares para las herramientas, así

97
Knogler mejoró el corte de la madera con un marco de sierra en Santa
9
Ana .

En la construcción de la iglesia de Concepción el encargado del acopio del

material fue Ignacio Chomé, (1696-1768) procedente de Douai (Flandres)

quien ejercía por esos años como coadjutor o auxiliar de la misión. Se

utilizaron 2.000 árboles, de cada tronco se extraía una sola viga, tenían

alrededor de 12 metros de largo y 8 a 10 toneladas de peso, era madera

dura y pesada, que se transportaba con 25 a 30 yuntas de bueyes.

Para la cubierta se utilizaron tejas cocidas y para el pavimento ladrillos, en

total unas 50.000 piezas cocidas. La cara interior del techo estaba revestida

con varas de guapá, de 3 metros de largo, se necesitaron 40.000 varas,

éstas estaban solidamente amarradas a las tijeras con hebras de guembé,

lianas que debieron desprenderse de los árboles y mondarles la médula.

Las paredes eran de adobe, medían 20x10x42 cm., es decir media vara, y

cada pieza pesaba una arroba, es decir 11,5kg.

5.2 Tipología de columnas, arcos y capiteles

Es importante destacar los trabajos de entalladura realizados en todo el

maderamen de la estructura.

Columnas

Las columnas en las iglesias construidas por Schmidt son similares, se

diferencian simplemente por pequeñas variaciones en sus dimensiones. El

fuste es el helicoidal tipo salomónico, con anillos que lo remarcan; tramos

estriados y husillos de ramos de hojas en el testero. En su vértice albergan

9
Knogler misionero en Santa Ana relata” cortar la madera en tablas –tarea muy importante- fue
durante mucho tiempo un asunto fastidioso y se arruinaban muchas sierras. Nuestros indios
colocaban la madera encima de un foso profundo en el cual había dos hombres que tiraban la
sierra hacia abajo, otros dos se encontraban arriba sobre el bloque de madera tirando hacia
arriba. De esta manera su rendimiento diario no pasaba de una vara y no salían nunca rectas.
Para evitar estos fallos y apresurar el procedimiento ajusté la sierra a un marco la hice subir y
bajar en dos columnas derechos, del marco colgaba un pesado bloque y si se movía este
bloque de la misma manera que se mueve el péndulo de un reloj, la sierra se levantaba y
bajaba muy bien. De este modo pude conseguir que se cortaran por día dos o tres tablas
bastante largas y rectas sin perjudicar las herramientas”.1979 (Hoffman, 1979: 152).

98
figuras de madera, volutas sueltas y delfines que, a su vez, son el apoyo

del maderamen de cubierta (Fellner 1995: 536) (Fig. 2.22 a).

En San Miguel las columnas también son salomónicas, se diferencian con

las de Schmidt en la decoración al inicio del fuste y la longitud del estriado.

En San Ignacio, por las fotos que nos quedan de testimonio, no eran

salomónicas más bien de fuste liso, acanaladas ligeramente en la testa y el

tambor; en la base del fuste decoraciones con temas vegetales. En Santa

Ana construida con mayor participación de los nativos, el fuste está

trabajado con dos a tres niveles de figuras romboides divididas por anillos.

Se denota proporciones diferentes a las clásicas y nuevos elementos de

diseño, a pesar de continuar con el sistema constructivo característico

misional (Fig. 2.22 b). En Santiago se hace un intento de formar columnas

salomónicas aunque con un discreto resultado (Fig. 2.22 c).

a. Concepción b. Santa Ana c. Santiago

2.22 Tipología de pilares según Suárez, V.


Parejas; Suárez 1992: 123

Capiteles

Los capiteles de las iglesias de Schmidt forman tres niveles de capas de

semicírculos de diferente tamaño intercalados. Constructivamente son dos

piezas de madera ensambladas a media madera y reforzadas con una

99
clavija que une ambos elementos con la columna y el tirante por un orificio

central (Fig. 2.23 d). En San Miguel y San Ignacio los capiteles son más

monumentales, sus dos piezas cruzadas tienen volutas y decoraciones con

motivos vegetales (Fig. 2.23 c). En Santa Ana tiene figuras de ángeles.

2.23 Tipología de capiteles en las Iglesias de las Misiones de Chiquitos

Arcos

Como sucedió en algunos templos del Paraguay en Chiquitos se utilizaron

arcos de madera que además de funcionar como tornapuntas para

absorber los esfuerzos flectores en los cabrios, marcaban los tramos de las

naves laterales con profusas decoraciones. Las iglesias de San Miguel y en

San Ignacio, de autores desconocidos, sobresalieron por esta decoración

(Fig. 2.24 a, b y c).

2.24 Tipología de arcos de madera en las iglesias de las misiones de Chiquitos previa
restauración y comparación con San Ignacio Guazú en el Paraguay
100
Destaca la doble voluta en la clave del arco sobre la que se apoya la correa

intermedia, en San Miguel tenía cabeza de ángel. En San Ignacio el arco

en su parte inferior tenían una talla dentada, repetida también en los muros

laterales. También aquí existieron arcos de similar decoración, en los

tramos en sentido longitudinal de ambas filas de columnas. Los ornamentos

descuelgan por todas partes en estas dos iglesias, como los machones con

motivos vegetales que decoran el ensamble entre los arcos y la columna en

el caso de San Ignacio y los machones cónicos en San Miguel.

5.3 Tipología de uniones: ensambles y empalmes

La tijera triangulada es la armadura de cubierta de la nave central

coincidente con cada pórtico utilizada en las iglesias de Chiquito Misional.

Sobre ella descansa un segundo orden formado por correas y la viga

cumbrera. Está formada por los pares, el tirante y el nudillo, a excepción de

la armadura de Santa Ana que prescinde del nudillo por tener menor luz a

cubrir.

Bajo la acción de cargas gravitatorias los pares se comportan como

pórticos triarticulados trabajando a flexión y compresión, el tirante a tracción

y el nudillo, siendo una barra biarticulada, a compresión. Si se considera la

acción del viento, dependiendo de su dirección (succión o presión) el

comportamiento de las barras puede variar, así el esfuerzo axil en el nudillo

es de tracción. Para el encuentro de las piezas se realizan diferentes

ensambles descritos a continuación.

Ensambles de pares en los testeros

Los pares se unen en los testeros con un cajeado en cruz de San Andrés,

que se realiza en ambas piezas reduciendo la mitad de la sección y

reforzados con una espiga. En los cogotes de los pares se apoya la viga

cumbrera (Fig. 2.25 a).

101
2.25 Tipos de ensambles en la estructura de madera de las iglesias de las Misiones
de Chiquito

102
Ensambles de pares con nudillo

El nudillo se ensambla con los pares a una altura intermedia mediante um

cajeado de doble entalladura (Fig. 2.25 b). La utilidad del nudillo es la de

conseguir un punto de apoyo intermedio en el vano de los pares que

permite la reducción de la flexión bajo la acción de las cargas gravitatorias.

Ensamble entre tirante y par

El nudo de encuentro entre el par y el tirante se realiza con un ensamble de

caja y espiga por arista. La trasmisión de los esfuerzos horizontales del par

al tirante se realiza a través de tensiones tangenciales de cortadura en el

plano horizontal del cogote, es decir la parte que queda del tirante después

de terminarse el par (Fig. 2.25 c)

Empalmes de vigas

Las vigas estribos que unen cada tramo de pórticos, se unen con un

empalme a un tercio de madera apoyadas sobre el otro tercio cajeado en el

tirante (Fig. 2.25 d). A su vez el tirante se apoya sobre las dos piezas que

forman el capitel y éstas a la columna. Para afianzar la unión de todas las

piezas se recurre a una clavija que las conecta en la zona central y permite

cierta capacidad de trasmisión de esfuerzos axiles (Fig. 2.26).

Empalmes de vigas curvas en naves laterales

En todas las iglesias de Chiquitos Misional a excepción de Santa Ana y San

José, los pórticos en las naves laterales están resueltos con un arco

formado por tres vigas curvas empalmadas a media madera y reforzadas

con clavijas. Las piezas de los extremos están ensambladas con caja y

espiga al pilar mientras que al otro lado están empotradas en el muro de

adobe.

Ensamble capitel

El capitel está formado por dos piezas talladas en tres niveles escalonados

de apariencia semicircular. Se ensamblan mediante encajes a media

103
madera en ambas piezas y con una clavija que las fija con el pilar y el

tirante (Fig. 2.38 a)

2.26 Despiece de la estructura de madera en Chiquitos


Roth, 1995
104
5.4 Proceso de construcción

Existe un importante documento que describe todo el proceso de

construcción de la estructura de madera de las iglesias misionales, el autor

es el jesuita José Cardiel (1704-1781). Tomándolo como fuente primaria y

con el aporte de autores más reciente, se analiza detenidamente el sistema


10
el cual se ha dividido en las siguientes fases de construcción :

a. Replanteo y nivelación del terreno. Se limpiaba y regulaba el terreno

a utilizar. Luego se replanteaba a cordel el trazado del plano mediante

triángulos de Pitágoras para controlar los ángulos rectos. Se utilizaban dos

cuerdas estiradas paralelas en línea recta separadas una de la otra 4

palmos (83.59cm) con el fin de facilitar la introducción posterior de las

columnas principales (Fellner, 1995: pg). En las columnas más delgadas de

las paredes y de los corredores la distancia entre las cuerdas era de 22/3

palmos (55.72cm). Fellner considera que de esta manera se conseguía

precisión en los ángulos rectos y proporciones pitagóricas verificables en

las iglesias de Schmidt.

b. Hincado de columnas. Una vez replanteado el terreno, se cavaban


11
huecos de 9 pies (2.50m) de profundidad y 12 a 14 pies de diámetro . Se

10
La carta-relación del Padre José Cardiel del 1747(Furlong,1953) describe cómo se
construían los templos en las Misiones Jesuíticas del Paraguay en su primera fase “Todos los
edificios se hacen de diversos modos que en Europa, porque primero se hace el tejado, y
después las paredes. Clávense en tierra grandes troncos de madera, labrados a azuela.
Encima de ellos se ponen los tirantes y soleras; y encima de estas las tijeras, llaves, latas y
tejado; después se ponen los cimientos de piedra, y 2 o 3 palmos hasta encima de la tierra, y
de ahí arriba es la pared de adobes, quedando los troncos o pilares, que aquí llama horcones,
en el centro de la pared, cargando todo el tejado sobre la pared. Esto se hace por no haberse
hallado cal en todo este territorio, pues aunque hay piedra en todas partes, toda es arenisca o
de ferro, inútil para cal..”, “Las iglesias como casas de Dios, son la fábrica principal en todos
los pueblos, Son todas muy capaces, como catedrales de Europa, porque como no hay más
que una en cada pueblo, es preciso que sea capaz de tantos millares de personas que los
días de fiesta entran por lista a sermón y misa. Son de tres naves y dos hay de cinco. El modo
de fabricarlas es éste. Córtanse en las menguantes de invierno unos árboles muy altos y
gruesos llamados Tajibos, u otros llamados urundey, más fuertes que el roble de Europa, para
pilares u horcones; y otros de cedro y sus especies y de laurel, para tijeras y latas y tablas.
Secos ya, se traen al pueblo cada horcón con 25 o 30 pares de bueyes. Hácense en las naves
de en medio y en donde ha de ser la pared, unos hoyos de 9 pies de profundo y 12 o 14 de
círculo. Enlósanse bien, y con máquinas de arquitectura meten dentro los horcones labrados
ya en forma de columna, o cuadrados para después aforralos con tablas de cedro pintadas y
doradas. Los 9 pies que queda dentro están sin labrar y aún con parte de las raíces del árbol
para mayor fortaleza y se quema esa parte para más resista a la humedad
11
El documento de Cardiel habla de 12 a 14 pies de diámetro en el hoyo, medida demasiado
grande en comparación con su altura, por lo que se considera una errata.

105
colocaban losas de piedra en el fondo del hoyo y con la ayuda de guinches

con poleas se hincaban las columnas, previamente labradas o sin labrar en

el caso de las embebidos en el muro. La parte


parte de la columna enterrada no

estaba labrada conservaba parte de las costillas finales del tronco y

quemados para resistir a la humedad, situación encontrada en la

restauración de San Rafael (Roth, 1988: 35) (Fig. 2.27).

Cardiel en su descripción habla de columnas cuadradas que luego eran

forradas con tablas de cedro pintadas y doradas, esta solución se dio en


2.27 Esquema como se
colocaban las
columnas sobre piedras Paraguay, visible actualmente en Yaguarón y no en las iglesias de
Roth, 1995
Chiquitos.

Schmidt citado por Peramás escribe a un colega explicando el haber

encontrado un modo más simple de levantar las columnas mediante varios

cabrestantes y fuerzas adicionales en la construcción de la iglesia de

Concepción (Roth 1984:35) (Fig. 2.28).

2.28 Sistema para levantar y estabilizar los pilares de madera durante el proceso de restauración.
Probablemente usaron el mismo los jesuitas según Roth
Querejazu, 1995: 378

En la iglesia de San José, el proceso de construcción es similar, sólo que

en un segundo periodo se intentó reformar el edificio utilizando piedra y

ladrillo en vez de madera y adobe. Sin embargo el proyecto quedó

inconcluso y sólo se termino la fachada de todo el complejo religioso, el

Colegio y el pórtico exterior de


de la iglesia adyacente al patio.

106
c. Ensamble de capiteles y tirantes. Las columnas enderezadas en el

hoyo en ángulo recto por medio de los triángulos de Pitágoras descritos

anteriormente, eran fijados mediante relleno de tierra y piedra en el hueco.

Luego se colocaba el capitel formado por dos piezas lobuladas y

ensambladas por encaje de doble entalladura, fijadas con clavija a la

columna. Se unían las columnas centrales con tirantes cepillados y

cajeados.

d. Empalme de estribos. Unían en sentido longitudinal las columnas de

madera de la nave central. Los estribos tenían el largo de cada tramo, se

empalmaban a media madera sobre el cajeado del tirante. Todo el nudo

tenía que coincidir en un orificio central por donde pasaba la clavija de la

columna y capitel. En las filas de columnas de las naves laterales el

empalme de los estribos era a media madera apoyados directamente sobre

el pilar en el caso de los pilares que irían embebidos en los muros y sobre

una zapata o capitel en los corredores externos.

e Colocación de tijera. En todas las iglesias de Chiquitos actualmente en

pie a excepción de Santa Ana, el tijeral de la nave central está compuesto

por dos pares y un nudillo que junto al tirante conformaban un cuchillo

triangular indeformable ante las cargas gravitatorias de la cubierta. Los

pares y el nudillo se ensamblaban por encajes de doble entalladura rectos

reforzados por clavijas o tarugos de madera y ataduras de güembé

(Philodendron bipinnatifidum) (Roth, 1984: 36). En Santa Ana el nudillo era

prescindible por tener menor luz de la nave central.

El conjunto de las tijeras era elevado por los cabrestantes con poleas y

encajado al tirante mediante ensamble de caja y espiga por arista.

f. Colocación correas. Por la escuadría de los pares una vez colocados

sobre el tirante la armadura se mantenía en pie sin embargo se considera

que los constructores con el fin de evitar problemas de giro colocaban

tijeras y correas por tramos.

107
En las naves laterales se colocaron arcos, que servirían de apoyo a las

correas, estaban formados por tres maderas arqueadas empalmadas a

media madera y aseguradas con clavijas. Se ensamblaban mediante caja y

espiga por arista a las columnas.

En la iglesia de San José una viga reemplaza el arco para soportar las

correas de las naves laterales.

El cambio de la estabilidad del conjunto con el pasar del tiempo trajo

consigo que los arcos o vigas que absorbían las cargas de las correas

produzcan empujes horizontales en los muros, ocasionando la inclinación

de los mismos. Esta situación no se produjo en la pequeña iglesia de Santa

Ana, donde no existieron arcos en las naves laterales ni correas.

g. Montaje de la cubierta. Los cabrios estaban asentados sobre las

correas en sentido transversal de la nave, su longitud coincidía con los

apoyos verticales. Por la inclinación de la cubierta la fijación era mínima, un

simple empotramiento al muro que se construiría después (Bösl, 1988: 36).

2.29 Esquema constructivo de cubierta según Roth.


Formada por viga de madera, caña guapaz, barro y teja cocida.
(Querejazu, 1995: 469)

Sobre los cabrios se colocaba esteras de caña guapaz de tres metros de

largo amarrada por lianas de güembe a los cabrios. Por último se

colocaban las tejas cocidas ligadas con barro (Fig. 2.29).

108
6. FUNCIONAMIENTO ESTRUCTURAL

De acuerdo al análisis que estamos realizando sobre las iglesias misionales

de Chiquitos, es de nuestro interés estudiar el funcionamiento estático de la

estructura portante de madera. Nuestro enfoque de este estudio se centra

en los siguientes puntos:

a. Cómo funciona el conjunto de elementos que componen la estructura de

madera.

b. Cuál son las barras más solicitadas y si estas cumplirían los coeficientes

de seguridad actuales.

c. Cómo funciona la estabilidad de los pilares y como se contrarrestan las

fuerzas horizontales de viento.

d. Conocer los momentos flectores, cortantes y deformaciones de la

estructura.

Para el análisis hemos escogido las tres tipologías que se dan en

Chiquitos, Santa Ana, San José y Concepción. A continuación las

describimos:

a. Santa Ana

La estructura portante está compuesta por seis filas de columnas formando

5 pórticos en todo el ancho del edificio y en sentido longitudinal 9 tramos

separados cada 6.60m. En la nave central, con una luz a cubrir de 7.10m,

se ubica la tijera triangulada, apoyada sobre los pilares más grandes,

formada por dos pares y un tirante. La viga cumbrera y los estribos unen

cada tramo de pórticos.

La estabilidad de la estructura se consigue por el empotramiento de los

pilares y los cerramientos de adobe.

En la figura 2.30 (a) están representados los esfuerzos solicitados en las

barras que componen la armadura. En la tijera triangulada los pares

trabajan a compresión mientras que el tirante trabaja a tracción. Cada tijera

trasmite las cargas de la cubierta directamente a los pilares de la nave

central y de los laterales.

109
b. San José

Esta estructura de cinco naves es mixta, todos los pilares son de madera

excepto el que está en el patio interior formado por arcos de ladrillo

portantes. En este sentido para el cálculo hemos considerado al arco de

ladrillo como simple apoyos de las barras, prescindiendo de participar en el

cálculo.

La nave central tiene una luz de 7.69m. las laterales de 4.32 y las

exteriores 2.72m, los tramos entre pórticos tienen 5.00m. La armadura de

cubierta es un cuchillo compuesto por pares, tirante y nudillo, encima de

ella se ubica la viga cumbrera. En las naves laterales coincidiendo con

cada tramo existen vigas sobre las que apoyan las correas.

En la figura 2.30 (b) están representados los esfuerzos solicitados en las

barras que componen la estructura. Los pares y nudillo en las tijeras

trabajan a compresión mientras que el tirante a tracción. Las vigas laterales

lo hacen a flexocompresión ya que reciben cargas en su punto central de

las correas.

c. Concepción

La estructura de cinco naves es la más grande de las iglesias de Chiquitos.

La luz que cubre la nave central es de 10.31m., las laterales 5.57 y las

exteriores de 3.48m. Toda la estructura tiene 13 tramos, siendo la

separación más frecuente 5.57m.

La armadura principal es una tijera triangulada con nudillo colocado a ½

distancia entre el tirante y la cumbrera. Los pares son cuadrados de

sección 27.86cm (1/3 de vara), el tirante también cuadrado de 31.35cm (3/8

de vara). Las correas de las naves laterales están apoyadas sobre arcos de

madera formados por una serie de tablas empalmadas.

En la figura 2.30 (c) se puede observar igual que en los dos ejemplos

anteriores como las barras trabajan a compresión a excepción del tirante

que está traccionado, aunque por la longitud que tiene existen esfuerzos de

flexión producidos por su propio peso.

110
2.30 Representación esquemática de los esfuerzos solicitados en las barras que componen la estructura de madera

111
6.1 Metodología de cálculo

Para realizar el cálculo se han considerado las acciones exigidas por el

Eurocodigo I: bases de proyecto y acciones en Estructuras. Cargas de

viento. (Parte 2-4). Se han utilizado los coeficientes de forma para la

presión por el viento según el mapa eólico de Bolivia y de acuerdo al lugar

donde se encuentran estas estructuras.

La madera utilizada en este tipo de estructura es frondosa. La mayoría de

las barras son de madera cuchi (Astronium urundeuva) y de tajibo

(Tabebuia impetiginosa), según las propiedades que describimos en la

tabla 2.2, hemos adoptado asignar la clase de resistencia D60 según la

norma UNE EN 338.

En cuanto a las hipótesis de cargas manejadas para el cálculo, se han

realizado las siguientes formulas:

Hipotesis 1: Carga cubierta + peso propio

Hipótesis 2: Viento

Combinación 1: Carga cubierta + peso propio+viento

La combinación 1 es la más desfavorable, por consiguiente sus resultados

nos servirán de análisis a través de las figuras 2.31, 2.32 y 2.33 en los

cuales mostramos los momentos de flexión, cortante y deformaciones.

Los cálculos previos de las acciones, así como los resultados de las demás

combinaciones se encuentran en el anexo de este documento.

En relación a los valores de cálculo y coeficientes de fluencia, se ha

determinado para las 3 estructuras estudiadas, la clase de servicio 1, por

estar en ambientes cerrados; en cuanto a la clase de duración de la carga

(Kmod), se ha escogido dos variables, permanente y otra de corta duración

(viento). En la tabla 2.3 están expresadas todas las resistencias de cálculo

y coeficientes en función del tiempo de duración de las cargas.

Tabla 2.3 Resistencia de cálculo y coeficientes de fluencia

Duración de
Eo,med fm,k ϒM Kmod fm,d fv,k fv,d Kdef
Carga
0,60 26,67 2,36 0,60 permanente
17000 60 1,35 5,3
0,90 40,00 3,53 0,25 corta

112
6.2 Momentos Flectores

2.31 Gráficos de momentos de flexión en las estructuras de madera de Chiquitos expresadas en kN,m.

113
a. Santa Ana

Los mayores momentos se producen en las barras verticales del exterior y

en el encuentro con el empotramiento, esto por las solicitaciones

producidas por las cargas horizontales del viento, el máximo momento de

26,06 kN.m se da en la barra 3. En las barras del otro extremo se producen

también esfuerzos importantes por succión del viento.

En la tabla 2.4 figuran las cargas máximas producidas en la barra 3, la

permanente (C.P), la variable (C.V.) que incluye viento y las hipótesis de

cálculo. En la tabla 2.5 se comprueba que el índice de resistencia a flexión

(Im) en ambas hipótesis es menor a 1, por lo que hacen válida la sección.

Tabla 2.4 Cargas e hipótesis de cálculo (kN.m) Tabla 2.5 Índice de flexión

MOMENTOS
C.P. C.V.
σm,d Im

Cargas características 0,31 20,06 Md/W σm,d/fm,d


COMB. 1 1.35CP 0,42 COMB. 1 0,0314 0,0118

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 30,51 COMB. 2 2,2882 0,8580

b. San José

El momento máximo es 3,31kN.m y la comprobación (Im) es menor a 1.

Tabla 2.6 Cargas e hipótesis de cálculo (kN.m) Tabla 2.7 Índice de flexión

MOMENTOS
C.P. C.V.
σm,d Im
Cargas características 0,31 3,31 Md/W σm,d/fm,d
COMB. 1 1.35CP 0,42 COMB. 1 0,0314 0,0118

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 5,38 COMB. 2 0,4038 0,1514

c. Concepción

El momento máximo es -53,92kN.m y la comprobación (Im) es menor a 1.

Tabla 2.8 Cargas e hipótesis de cálculo (kN.m) Tabla 2.9 Índice de flexión

MOMENTOS
C.P. C.V.
σm,d Im
Cargas características 14,73 53,92 Md/W σm,d/fm,d
COMB. 1 1.35CP 19,89 COMB. 1 0,0828 0,0311

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 100,77 COMB. 2 0,4197 0,1574

114
6.3 Cortantes

2.32 Gráficos de cortantes en las estructuras de madera de Chiquitos expresadas en kN,m.

115
La figura 2.32 muestra los gráficos de cortantes con el valor máximo que se

ha obtenido en el cálculo prévio. A continuación el resumen de cargas

características (permanente y variable) y los índices de cortante en las tres

estructuras estudiadas.

a. Santa Ana

El cortante máximo es de 12,44kN (barra 3) y la comprobación del índice

de cortante (Im) es menor a 1, por lo que hacen valida la sección.

Tabla 2.10 Cargas e hipótesis de cálculo (kN) Tabla 2.11 Índice cortante

CORTANTES
C.P. C.V.
ζ,d Iv

Cargas características 0,18 12,44 1,5Qd/F ζ,d/fv,d


COMB. 1 1.35CP 0,24 COMB. 1 0,0009 0,0039

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 18,90 COMB. 2 0,0709 0,3003

b. San José

El cortante máximo es de -4,70kN (barra 3) y la comprobación del índice de

cortante (Im) es menor a 1, por lo que hacen valida la sección.

Tabla 2.12 Cargas e hipótesis de cálculo (kN) Tabla 2.13 Índice cortante

CORTANTES
ζ,d Iv
C.P. C.V.
Cargas características 0,18 4,70 1,5Qd/F ζ,d/fv,d
COMB. 1 1.35CP 0,24 COMB. 1 0,0009 0,0039

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 7,29 COMB. 2 0,0273 0,1158

c. Concepción

El cortante máximo es de -28,24kN (barra 24) y la comprobación del índice

de cortante (Im) es menor a 1, por lo que hacen valida la sección.

Tabla 2.14 Cargas e hipótesis de cálculo (kN) Tabla 2.15 Índice cortante

CORTANTES
ζ,d Iv
C.P. C.V.
Cargas características 5,51 28,24 1,5Qd/F ζ,d/fv,d
COMB. 1 1.35CP 7,44 COMB. 1 0,0039 0,0167

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 49,80 COMB. 2 0,0100 0,0425

116
6.4 Deformaciones

2.31 Gráficos de deformaciones en las estructuras de madera de Chiquitos expresadas en mm.

117
En las tablas siguientes se muestran las deformaciones instantáneas y

diferidas por cargas permanentes (C.P.) y variables (C.V.), como la

deformación total, unet,fin, suma de todas ellas, como los valores admisibles.

a. Santa Ana

Tabla 2.16 Flechas instantáneas y diferidas

C.P. C.V. CP+CV


Inst. Dif. Total Ins. Dif. Total Final

Flechas (cm) 0,02 0,02.0,6 0,012 0,65 0,25.0,65 0,813 0,82

% Vano l/735 l/580

% Admisible l/300 l/200

b. San José

Tabla 2.17 Flechas instantáneas y diferidas

C.P. C.V. CP+CV


Inst. Dif. Total Ins. Dif. Total Final
Flechas (cm) 0,01 0,01.0,6 0,016 0,38 0,38.0,65 0,475 0,491

% Vano l/821 l/635

% Admisible l/300 l/200

c. Concepción

Tabla 2.18 Flechas instantáneas y diferidas

C.P. C.V. CP+CV


Inst. Dif. Total Ins. Dif. Total Final
Flechas (cm) 1,16 1,16.0,6 1,856 1,16 1,16.0,65 1,45 3,306

% Vano l/896 l/314

% Admisible l/300 l/200

6.5 Consideraciones finales

Una vez realizado el cálculo estructural y verificado mediante los

coeficientes de seguridad y factores de modificación según la duración de

la carga y el contenido de humedad exigidos en el Eurocódigo 5, como en

el DB-SE-Madera del Código Técnico de la Edificación, se puede observar

que las tres estructuras estudiadas cumplen con todas las exigencias de

estas normativas.

118
119
120
7. CONCLUSIONES PARCIALES

La región de Chiquitos, lugar donde se fundaron diez reducciones por los

jesuitas, estaba ubicado en zona de frontera de la corona española, alejada

de los principales centros hispanos, de la Audiencia de Charcas,

jurisdicción a la que pertenecía este territorio marginal. La ciudad minera de

Potosí y también la sede de la Audiencia, Charcas hoy Sucre, eran los

principales centros económicos, esto motivo a que en estas ciudades, se

construyeran iglesias durante todo el siglo XVII con notables ejemplos de

armaduras de cubierta estilo mudéjar, trabajadas por carpinteros

conocedores del oficio. La ciudad colonial más cercana a Chiquitos, Santa

Cruz, era sede de la Gobernación del mismo nombre y desde donde

partieron las primeras expediciones de los misioneros a Chiquitos. Era un

pequeño asentamiento de frontera sin ningún interés económico y político,

por lo que no existieron edificios notables en ese periodo.

La población de las naciones en la región de Chiquitos al entrar en

contacto con los españoles fue diezmada por las nuevas enfermedades,

como consecuencias sus aldeas se convirtieron en pequeños rancheríos de

pocas familias.

El proceso de aculturación que empezó con los primeros contactos con los

misioneros hasta la consolidación de los pueblos de las Misiones duró 200

años, fue superficial y aparente, en el fondo se conserva la cultura indígena

aunque claro distinta a la de los tiempos precolombinos.

En resumen se pueden establecer tres periodos de contacto entre los

nativos con los colonos hasta la expulsión de los jesuitas. El inicial va

desde las primeras expediciones a la Chiquitania, conquista y subyugación

de los indígenas (1542-1620); el segundo de cacería de indígenas para

someterlos a la encomienda originaria o el servicio personal de los

indígenas a los colonos, una relación similar a la esclavitud (1620-1692); y

por último el período de cristianización y consolidación de las misiones

jesuíticas (1692-1767), en el que se observa un tutelaje y un cierto

paternalismo de los misioneros respecto a los nativos reducidos.

121
Las diez reducciones fundadas hasta la mitad del siglo XVIII, continuaron

con la implantación urbana probada y revisada anteriormente en las

Misiones Guaraníes. Esta constaba de dos partes, por un lado el conjunto

religioso y por otro las viviendas de los indígenas, con la plaza como

elemento ordenador. La estructura urbana estaba diseñada para persuadir

a sus habitantes a continuar los preceptos de la vida cristiana, reflejados en

los componentes urbanos, como las capillas procesionales, los ejes de

acceso, la gran plaza y el atrio de la iglesia para actos religiosos

celebrados al aire libre. Estos amplios espacios abiertos, controlados con la

vegetación, se integraban con el entorno inmediato, elemento que ayudaba

a los recién reducidos a sentirse en cierta manera en similar contexto del

lugar de donde venían.

Como sucedió en todos los procesos iniciales de contacto con los

indígenas en las otras experiencias misionales, las primeras construcciones

de las iglesias fueron precarias, en base a materiales y técnicas

constructivas nativas, el único aporte nuevo fue el uso del barro sobre

encañado indígena para formar cerramientos mas protegidos.

Una vez consolidada la reducción se construía con la tecnología indígena

mejorada, formada por entramados pesados de postes hincados en el

suelo y cerramientos de adobe, el conjunto religioso y las viviendas de los

reducidos. El conjunto religioso estaba formado por la iglesia, el colegio y

los talleres alrededor de un claustro. Al otro lado de la iglesia estaba el

cementerio, a veces acompañado de una capilla mortuoria. La iglesia era

un edificio de forma rectangular, con corredores y atrio con soportales,

cubierta a dos aguas conectado a través de la sacristía al colegio.

Las iglesias de San Miguel, Concepción y San Javier construidas por

Martín Schmid, misionero de origen suizo, son las más destacables por

obtener excelentes resultados utilizando los mismos materiales y técnicas

constructivas empleadas en las iglesias de las Misiones de Guaraníes y de

Moxos. Sus logros se observan en la precisión de las proporciones,

comprobadas en la fase previa a las restauraciones realizadas; en las

esbeltas columnas salomónicas de los pórticos interiores y de los

122
soportales exteriores; y en la escenografía creada por medio de pinturas

murales en la fachada principal como en los muros interiores.

El sistema estructural de las iglesias estaba formado por la secuencia de

tramos de pórticos de madera, denominados lances, que determinaban la

flexibilidad y el crecimiento de la estructura. Los lances respondían a una

unidad básica de proporción medida en varas. La distancia entre los ejes

del pórtico central era el doble que los laterales, el doble de los lances y de

los corredores exteriores. La altura del pórtico central y los laterales

formaban un cuadrado. Este sistema proporcional medido en varas

castellanas verificado con exactitud en las construcciones de Schmidt, no

sólo en las iglesias sino también en todo el conjunto religioso, usa los

números 3, 4, 5 y 6 para multiplicarlos entre sí y así obtener todas las

medidas.

Las iglesias de Chiquitos son de estilo barroco mestizo, manifestada en la

decoración, la pintura policromada, entalladura de retablos y de púlpitos.

Las iglesias de Schmidt siguen un estricto control de las proporciones

clásicas mientras que otras, como San Miguel o San Ignacio eran más

ostentosas y recargadas. Una característica propia en Chiquitos es el uso

de mica como elemento decorativo.

Los pilares de madera eran de sección circular de 30 a 45 cm. diámetro,

labrados con azuelas para formar en la mayoría de los casos figuras

helicoidales tipo salomónico con anillos que lo remarcaban, tramos

estriados y usillos de ramos de hojas en el testero. El tramo del pilar que

iba enterrado simplemente se quemaba para poder resistir mejor a la

humedad y los agentes xilófagos. La armadura de cubierta estaba formada

por una estructura central de pares triangulados con el tirante de cada

pórtico formando tijeras o cuchillos y reforzadas con un nudillo a media

altura. Todas las barras de la tijera eran de sección cuadrada, los pares de

1/3 de vara (27,86cm), el tirante de 3/8 de vara (31.35). Sobre las tijeras se

apoyaban la viga cumbrera y dos correas, mientras que en las naves

laterales las correas se apoyaban en arcos de madera formados por tablas

de madera clavadas. La estructura de cubierta se completaba con cabrios

123
apoyados en las correas y encima de ellos un encañado con barro sostenía

las tejas de cerámica cocida.

Para la construcción se utilizaron maderas frondosas de la región, para las

columnas sobre todo el cuchi (Astronium urundeuva), en la armadura de

cubierta, entre otras el tajibo (Tabebuia impetiginosa), ambas con valores

característicos similares D60 (especies frondosas), de la tabla de clases

resistentes de madera aserrada en la norma UNE EN 1912.

Para la unión de las maderas se utilizó ensambles de caja en cruz de San

Andrés entre los testeros de los pares; el nudillo con los pares un ensamble

de doble entalladura; el par y el tirante se empleó un ensamble de caja y

espiga por arista; mientras que los estribos se encajaban con el tirante a un

tercio de madera. Todos los ensambles tenían clavijas para reforzar la

unión.

Se analizó el sistema estructural de las iglesias de Concepción, por ser la

más grande, la de Santa Ana por tener la estructura simplificada y San

José porque tuvo modificaciones posteriores al esqueleto de madera inicial

con la adición de un soportal en piedra.

El análisis de las barras nos muestra estructuras estables. Los pórticos de

pilares empotrados absorben sin problemas las cargas verticales de la

cubierta, mientras que las cargas horizontales solicitadas son absorbidas

por el empotramiento del pórtico ayudado por los muros de adobe del

cerramiento. Las tijeras trianguladas, estructuras donde los pares trabajan

a flexo compresión, los nudillos a compresión y los tirantes a flexo tracción,

absorben las cargas de la cubierta trasmitidas por las correas. La

deformación mayor es en el tirante de la iglesia de Concepción, debido a su

propio peso por su longitud de 10,30m.

124
CAPITULO SEGUNDO

LAS MISIONES JESUITICAS


DE CHIQUITOS

61
1. INTRODUCCIÓN

Las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, ubicadas en el centro de Sudamérica

(Fig. 2.1), fueron asentamientos que además de cristianizar a los nativos

buscaban consolidar la presencia de la Corona en tierras de frontera. De

las diez misiones que llegaron a existir, en la actualidad seis iglesias

permanecen en pie San Rafael, San Miguel, Santa Ana, Concepción, San

Javier y San José. Otras misiones desaparecieron, en el caso de Sagrado

Corazón y Santiago; o su conjunto misional fue reconstruido siguiendo

otros estilos arquitectónicos como el caso de San Ignacio.

2.1 Ubicación Chiquitos en Las seis iglesias misionales al encontrarse en tierras selváticas de difícil
América
comunicación, de escasa población y movimiento económico, estuvieron

por mucho tiempo olvidadas. Otros factores como la pobreza, el abandono

de las autoridades del gobierno central y la lejanía a los centros poblados

más importantes en Bolivia, hizo que estas edificaciones conserven la

estructura original. Cuando fue necesario realizar trabajos de rehabilitación

sobre todo en la cubierta a causa de las goteras después de las épocas de

lluvia o en la reposición de nuevos pilares de madera a cambio de los

podridos por la humedad, recibieron mantenimiento dirigida por los

religiosos de turno con ayuda de los comunitarios. En algunos casos, como

en la iglesia de Concepción o de San Javier cuando llegó algún periodo de

alivio económico sufrieron cambios o caprichos estilísticos, situación que se

pudo subsanar en posteriores intervenciones.

Su revalorización, se inició hace treinta años cuando las instituciones

eclesiales sin ayuda del Estado comenzaron un plan de restauración

dirigido por Hans Roth, arquitecto suizo que vino en un primer momento

sólo por dos años para la primera restauración y luego permaneció todo el

resto de su vida dedicado íntegramente a la restauración de las mismas. El

proyecto inicial dirigido por la diócesis del lugar y apoyado por diócesis y

organismos extranjeras, posibilitó que mas adelante exista el apoyo del

Estado y por otro lado despertar ante la comunidad en general el interés

por conocer, aprehender y estudiar estas joyas en plena selva amazónica.

62
Prueba de este cometido fue el hecho de que en el 1990 las Misiones de

Chiquitos, fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la

UNESCO, título que no sólo abarcó las iglesias, sino también a la parte

central de los pueblos, las plazas, los templos y casas, el conjunto urbano

como expresión de un pueblo vivo, que trasmite en su existencia parte de

una tradición del pasado (Roth 1995:512).

En el siguiente capítulo se busca como objetivo analizar los sistemas

constructivos en madera inicial de las iglesias, con el fin de poder definir el

origen de dicho estructura.

Para poder estudiarlas ha sido necesario primeramente definir el área

geográfica, el contexto histórico que se vivía, la formación y consolidación

de los asentamientos para luego entrar a analizar las iglesias en sí.

En las iglesias se ha analizado cualitativamente tres soluciones distintas de

construcción en madera.

El capitulo está estructurado en 6 subcapítulos. El primer subcapítulo, tiene

como objetivo identificar la arquitectura en madera en iglesias de las

ciudades hispanas más cercanas a Chiquitos y en periodos previos al

proyecto misional. Para ello se han identificado iglesias estilos mudéjar del

siglo XVII en Potosí y Sucre, lugares donde existieron carpinteros

conocedores del oficio, por la alta calidad de trabajo alcanzado. En el

segundo subcapítulo, se estudia el contexto geográfico, histórico

urbanístico y de evolución arquitectónica de las Misiones de Chiquitos. El

tercer subcapítulo se profundiza mediante un análisis específico de las

variables arquitectónicas de las iglesias que existieron, como las medidas

espaciales, las proporciones geométricas, los estilos arquitectónicos, la

decoración y ornamentos. En el cuarto subcapítulo se analizan el sistema

constructivo, los materiales y las herramientas utilizadas, tipologías de

pilares, arcos y capiteles; tipología de uniones y ensambles; y por último el

proceso de erección. En el quinto subcapítulo se hace un análisis de la

estructura lignaria mediante el cálculo estructural de tres iglesias de

Chiquitos. Y por último el subcapítulo sexto las conclusiones parciales de

todo el capítulo.

63
2. ARMADURAS DE CUBIERTA EN LA AUDIENCIA DE CHARCAS

(ACTUAL BOLIVIA) HASTA FINES DEL SIGLO XVII

La nación de los Chiquitos, estaba en la jurisdicción de la gobernación de

Santa Cruz, parte de la Audiencia de Charcas y a su vez todo el territorio

pertenecía al Virreinato del Perú.

Las ciudades más importantes de la región en esta época fueron Charcas,

sede de la Audiencia y Potosí, por su actividad económica gracias a las

ingentes riquezas minerales en sus cercanías (Fig. 2.2).

2.2 Ubicación de las principales ciudades de la Audiencia de Charcas a


Chiquitos

Este contexto posibilitó la construcción de importantes edificios públicos en

ambas ciudades y contar con arquitectos, constructores, maestros y

oficiales que conocían el arte de construir armaduras. Venían de la

Metrópoli, de otras importantes ciudades del Virreinato y también los

habían formados en la Audiencia. Esto ayudó a que se construyesen varias

64
iglesias con magníficas armaduras de cubierta de par y nudillo, algunas con

artesonados de lacería.

Si bien estas construcciones no están dividas en naves por pilares de

madera, el interés de incluirlas en este apartado reside en reconocer que el

entorno cercano de Chiquitos se llegó a trabajar la madera en la cubierta de

acuerdo a los cánones traídos por carpinteros conocedores del oficio y de

las reglas de la carpintería de armar. Por otro lado hay que resaltar el

interés de trabajar con madera, siguiendo el estilo mudéjar en lugares

donde los bosques eran más bien escasos. A continuación describimos

algunas de ellas.

La iglesia de San Miguel en Sucre, construida por los jesuitas, planta de

cruz latina tiene armadura de cubierta con artesonado de lacería mudéjar,

policromado en rojo y oro. Las armaduras del presbiterio, crucero y brazos

de transepto tienen artesonados octogonales. Aunque fue construida a

inicios del siglo XVII, según su arquitectura responde a la tipología del siglo

anterior (Fig. 2.3 a) (Mesa-Gisbert, 2002: 191).

La iglesia de San Francisco en Sucre, concluida en su parte principal el

1580, tenía una nave, crucero y capillas laterales. Posteriormente se

añadieron capillas laterales en el lado de la Epístola. El 1618 se realizó el

artesonado del crucero (Fig. 2.3 d y e) en la que participaron Martín de

Oviedo y el alférez Diego de Carvajal. La armadura de la nave está

decorada con octógonos, dispuestos regularmente. La techumbre con

policromía roja azul y gris.

La nave principal de la iglesia de la Merced en Potosí, está cubierta con

armadura de par y nudillo, decorada con laceria de estrella de ocho en el

almizate y los faldones (Fig. 2.3 b). La iglesia se construyó entre el 1570 y

1620, aunque después se le hicieron continuas mejoras. En una capilla

lateral dentro de la iglesia participó en el artesonado Lázaro de San Román

el 1629 y terminada por Alonso de Góngora.

La Iglesia de Santo Domingo en Potosí, se empezó a construir el 1581,

destaca por su artesonado en las capillas. En 1625 es contratado Lázaro

San Román para cubrir la capilla “Dulce Nombre de Jesús” con artesonado

65
de lacería, con lazos y estrellas de ocho. Mientras que la capilla Mayor es

cubierta pocos meses después por Juan de Andrada y alargada entre el

1715 y 1733. Mesa. Gisbert (2002: 127) afirman que tanto el artesonado de

la nave y del presbiterio son de la misma época por ser semejantes, muy

sencillos en comparación con las capillas que hizo San Román.

La iglesia de Copacabana en Potosí, pertenecientes a los agustinos, se

concluyó el 1685. La planta tiene una sola nave, un crucero cubierto con

una cúpula de madera decorada con casetones inspirados en los dibujos

del tratadista Serlio. Las cubiertas del presbiterio y brazos del crucero están

doradas y policromadas. Toda la obra de la cubierta fue realizada por el

potosino Lucas Hernández.

2.3 Iglesias con armaduras mudéjar en la Audiencia de Charcas


66
Otras iglesias con armadura de par y nudillo encontramos en la Iglesia de

Jerusalén (1702-1708) en Potosí; la iglesia de San Lázaro (1544) que

conserva su cubierta original en Sucre. Otras edificaciones con artesonado

de laceria podemos encontrar en la nave derecha de la iglesia de la Merced

que junto con el de San Francisco son los más antiguos de la Audiencia

(Mesa; Gisbert 2002:187), también destaca la nave de la Iglesia del pueblo

de Sacaca.

3. FORMACIÓN DE LOS PUEBLOS DE LAS MISIONES JESUÍTICAS DE

CHIQUITOS

Los asentamientos de las misiones de Chiquitos comenzaron a principios

del siglo XVIII, siguieron la misma estrategia sociopolítica experimentada

en las Misiones Jesuíticas del Paraguay de un siglo antes. A continuación

explicamos el contexto histórico de este hecho, la construcción de los

pueblos y las edificaciones que se realizaron.

3.1 Contexto histórico geográfico

El primer contacto de los nativos con los españoles en el oriente de Bolivia

pudo haber ocurrido hacia el 1548, durante una expedición originada en

Asunción del Paraguay dirigida por Domingo Martínez de Irala en búsqueda

de los tesoros de la leyenda del Dorado (Sanabria 1973: 15-16).

Santa Cruz, fundada el 1561 y trasladada dos veces, fue el asentamiento

español más importante en tierras de los Chiquitos. Desde el 1587 tenía

presencia de los Jesuitas, dedicados al trabajo pastoral religioso urbano y

algún intento de contacto con los Chiquitos (Parejas, 1995: 267).

Debido a los inevitables contactos con los colonos durante cuarenta años,

los Chiquitos se volvieron dependientes de las herramientas de hierro de

los españoles, por lo que se habían convertido en una continua amenaza

para la seguridad de la gobernación, atacaban continuamente los

asentamientos de los colonos en búsqueda de más herramientas de hierro

67
(Bösl, 1988: 25; Fernández, 1996: 45). En represalia eran atacados por los

colonos y traficantes de personas, que luego los vendían en los poblados

españoles, por otro lado existía la amenaza de los mamelucos

comerciantes de esclavos del Brasil (Freyer, 2000: 21). En la figura 2.4 se

observa el área de las Misiones de Chiquitos y su cercanía a las colonias

portuguesas

2.4 Chiquitos relación con otros asentamientos

El gobernador de Santa Cruz pidió al jesuita José de Arce, empezar la

evangelización y creación de reducciones con las naciones de lengua

Chiquita, en vez de hacerlo con los Chiriguanos, grupo de la familia

lingüística Tupi-guaraní, como en un principio habían planificado y de

quienes se temía mas sus ataques. Esta decisión fue más de tipo

geopolítico, el interés era asegurar y consolidar la frontera con los

portugueses (Krekeler, 1995: 72), el papel de las Misiones debía ser

además de religiosa, militar. Ayudo empezar esta empresa, el que grupos

de Pacaràs, Zumiquies, Cozos y Piñocas ofrecieron paz al gobernador el

68
1690, debido al diezmo de su población que estaban sufriendo por la

esclavización y las nuevas enfermedades (Fernández, 1895: 71).

Las naciones de lengua Chiquita ocupaban el este de la gobernación,

región fronteriza con la colonia portuguesa mientras los Chiriguanos

estaban al oeste en las estribaciones de la cordillera y dentro de la colonia

española.

Otro factor importante de remarcar es la adscripción de las Misiones de

Chiquitos a la provincia jesuítica del Paraguay y no a la del Perú, como

Moxos, por la intención desde un principio de encontrar una vía de

comunicación directa entre Chiquitos y Paraguay (Plattner, 1944: 62),

proyecto difícil de cumplir, debido a los ataques de los portugueses como

de los nativos Payaguá que vivían en las riberas del río Paraguay.

Los Jesuitas aplicaron el método de evangelización o “cazas espirituales” a

los nativos, consistían en ir a la selva a buscar algún grupo, siempre

ayudado por algún nativo interprete, se dejaban regalos como herramientas

de hierros y se intentaba convencer al grupo de volver con ellos.

3.2 Fundaciones de Pueblos Misionales

Los misioneros jesuitas, fundaron diez “reducciones” entre el 1692 y 1760

en Chiquitos, siguiendo la experiencia obtenida anteriormente en el

Paraguay y Moxos. La primera misión establecida fue la de San Francisco

Javier en el año 1692, San Rafael 1696, San José en 1698, San Juan

Bautista en 1699, Concepción en 1709, San Miguel en 1721 y San Ignacio

en 1748, Santiago 1754, Santa Ana en 1755 y Santo Corazón de Jesús en

1760.

La ubicación del asentamiento tenía que ser un lugar elevado para evitar

inundaciones, de fácil acceso, defendible, provisto de agua y cercano a

lugares donde conseguir materiales para las edificaciones.

Los jesuitas consiguieron que se prohibiese la entrada de los españoles de

Santa Cruz a las Misiones de Chiquitos, quienes buscaban indígenas para

someterlos a trabajos forzados. Pero estos continuaron haciéndolo

69
clandestinamente tal como lo hacían los portugueses, robándose indígenas

cristianizados de las misiones (Gutiérrez, 1995: 307).

El sistema económico de las Misiones en Chiquitos estaba basado en la

propiedad mixta, tanto individual como comunitaria (Parejas, 1995: 278).

Este sistema sostuvo los pueblos y potenció la actividad productiva de los

naturales. Los jesuitas aplicaron las modalidades que tanto éxito les habían

dado en el caso de las misiones del Paraguay controlando, por una parte,

el comercio con los españoles y liberando a los indígenas del sistema de

encomiendas. El punto de contacto con los comerciantes españoles y

criollos de Santa Cruz de la Sierra, era San Javier, el lugar más próximo a

esta ciudad española.

Chiquitos se caracterizó por su marcado aislamiento y la condición

periférica en que vivieron sus pueblos en comparación a la presión que

sufrían los pueblos de las Misiones del Paraguay, ya sea de los colonos

como de los mamelucos portugueses. Su evolución fue más equilibrada

regida por factores internos. En las reducciones solían existir dificultades,

como disputas entre los grupos de diferentes lenguas o naciones,

diferencia principal con las del Paraguay, donde todos eran de lengua

guaraní (Parejas, 1995: 283). También hubo problemas de alcoholismo

(Fernández 1996: 38-39) y enfermedades nuevas que terminaron con una

gran parte de la población.

La población en cada una de las reducciones según el historiador Parejas

(1992: 135-144) era de 1.000 a 3.000 habitantes, cifra basada en los

registros bautismales. Knogler quién fundó Santa Ana, consideraba que la

población total en las reducciones era de 37.000 personas, y sólo el 60%

estaba registrado en los libros bautismales. Este dato demuestra que la

población de cada reducción rondó los 4.000 habitantes (Freyer, 2000: 25).

3.3 Urbanismo

La Compañía de Jesús trajo a tierras chiquitanas la experiencia de casi un

siglo de funcionamiento de las misiones de guaraníes, con óptimos

70
resultados. La organización de Chiquitos, por tanto, siguió en términos

generales lo sancionado por una larga y fructífera experiencia anterior, su

urbanismo presenta un carácter alternativo frente al modelo urbano de los

poblados españoles en América.

En la formación de las misiones de guaraníes hacia el año 1609, Diego

Torres, el jesuita impulsor de estas reducciones, daba instrucciones de

formar el asentamiento con cuadras y calles además de una parcela para

cada indígena, ordenanza que no prospero, pues los religiosos encontraron

parcialidades indígenas que vivían en casas comunales y debieron utilizar

similares tipologías para construir viviendas alargadas divididas en

habitaciones para cada familia.

El elemento ordenador era la plaza, a un lado se ubicaba los edificios

públicos el templo, el colegio, la residencia y el cementerio, configurando

un núcleo esencial del sistema y al otro lado las viviendas en hilera de los

indígenas (Fig. 2.5).

2.5 Plano urbano de la Misión de San José de Chiquitos


Según D’Orbigny (Querejazú, 1995)

En Chiquitos todos los pueblos misionales siguen esta composición urbana.

Knogler (Bösl, 1988: 20), quién fundó Santa Ana, describe la formación del

asentamiento, iniciándose con la tala y quema del monte en una superficie

71
grande, luego la limpieza del terreno y el trazado de la plaza cuadrangular

de 100 m de lado; por último la construcción en uno de sus lados del

conjunto religioso y en los otros tres lados las viviendas indígenas. Las que

rodeaban la plaza eran para los caciques (Feller, 2000: 51), detrás de ellas

se alineaban las viviendas de los indios.

Desde que se consolida el modelo de las misiones jesuíticas en el

Paraguay durante el siglo XVII es evidente que los 30 pueblos de

guaraníes, los 27 de Moxos y los 10 de Chiquitos se estructuraron sobre la

misma propuesta.

Hay una convergencia de experiencias y de decisiones que nacen de la

misma actitud de valoración cultural del mundo indígena.

El urbanismo expresa además de su alternativa al del proyecto de ciudad

hispana en América, la incorporación de ideas y manifestaciones del

espíritu barroco. Esta propuesta estuvo regida por un sistema teocrático,

con un manejo inducido del espacio exterior a través de los componentes

urbanos como las capillas poza ubicadas en las esquinas de la plaza; la

gran cruz al centro de la plaza; el sentido axial del acceso; la

monumentalidad del conjunto religioso en relación al resto del

asentamiento; la torre-campanario que servía de hito, en Moxos y Chiquitos

eran de adobe o ladrillo ya en el período jesuítico, no de madera como en

el Paraguay en su primera etapa (Fig. 2.6).

En San José se encuentra otro elemento importante, la capilla de miserere

o de difuntos que aquí se ha colocado alineada en el mismo frente que la

iglesia, torre y colegio.

a Concepción b Santa Ana c San Miguel d San José


2.6 Tipología de torres de campanarios en las iglesias de las Misiones de Chiquitos
72
En las misiones guaraníes el eje del pueblo generalmente coincidía con el

eje de la iglesia, de modo que una calle se dirigía directamente a la iglesia,

mientras que en Chiquitos el eje del pueblo y de la plaza generalmente

coincidía con la línea entre el portal y el centro del patio de la parroquia.

(Kühne, 1995: 557)(Fig. 1.10a y 1.10b).

Los jesuitas no fueron rígidos sino que mantuvieron un criterio flexible y

pragmático para cambiar cuando esta propuesta no fuera adecuada. Por

ejemplo formaron ranchos individuales diseminados con el fin de evitar

incendios colectivos, práctica utilizada por los indios cuando dejaban un

lugar.

3.4 Evolución de las construcciones en Chiquitos misional

Las iglesias realizadas en Chiquitos misional tuvieron varias etapas de

evolución constructiva (Fig. 2.7). En la primera fase, cuando la iglesia era

provisoria, se utilizaban las técnicas constructivas de los indígenas,

paredes de encañado, barro y techo de paja.

2.7 Evolución de las iglesias en Chiquitos misional

73
Conforme la Reducción lograba consolidarse las edificaciones se

construían de materiales más perennes.

La segunda fase los edificios religiosos con estructura portante de madera,

cerramientos de adobe y cubierta de teja de cerámica cocida, sistema

adoptado en todas las misiones.

Una tercera fase tecnológica constructiva inconclusa y probablemente

postjesuítica existe en el conjunto religioso de San José, con muros de cal

y ladrillo, fachada de piedra en todo el frontispicio, bóvedas de ladrillo en el

Colegio y corredores porticados con arcos de piedra.

Cada misión disponía de un sacerdote y un hermano coadjutor, quienes en

un primer momento debieron asumir la tarea de dirigir la construcción de

toda la infraestructura en la nueva Misión. El primero además de dedicarse

a su función religiosa asumió el papel de artesano en los oficios necesarios

mientras que el hermano coadjutor administraba la Misión y en general

tenía una formación técnica. Fue frecuente que solicitaran hermanos

coadjutores capacitados en arquitectura, carpintería, escultura y pintura.

Los jesuitas, ya sean el religioso o el administrador, rotaban de un pueblo a

otro ayudando en lo que estaba a su alcance para asegurar el avance de

las obras y capacitar en el oficio que eran expertos.

En las Misiones de Chiquitos el más destacable es el suizo Martín Schmid,

quién debido a la necesidad, se convierte en arquitecto, constructor,

fabricante de instrumentos musicales y realizador de retablos entre otros

oficios. El mérito de este religioso, es el resultado excepcional de las tres

iglesias que construye, San Rafael, Concepción y San Javier, que parecen

imitadas en otras iglesias posteriores, aunque sin llegar a la precisión y

proporción obtenida por él.

Schmid utilizaría similar sistema constructivo que se aplicó en los poblados

de indios y misiones del Paraguay, sin embargo obtiene respuestas de

enorme singularidad. Existen elementos claves en su propuesta de

arquitectónica como el uso masivo de la pintura mural, la utilización de las

grandes columnas salomónicas, los óculos ovalados del frontis de los

74
templos y el manejo escenográfico-arquitectónico del trabajo en los muros
7
internos y de cabecera .(Fig. 2.8).

2.8 Detalle de la fachada-atrio de la iglesia de Concepción


Foto Rodríguez, 2004

Sin duda que en cada poblado tanto en Chiquitos como en Moxos existía al

menos un edificio destinado al Cabildo o Ayuntamiento local. Estos edificios

administrados por los curacas indígenas, probablemente eran muy

similares a las viviendas, pero estarían colocados en torno a la plaza

principal.

El edificio público más importante fue el Colegio de los jesuitas. En

Chiquitos constaba de un solo claustro, y no de dos como en Paraguay, la

7
Schmidt describe la construcción de la iglesia de San Rafael en una carta escrita el año 1761
(Hoffman, 1981:149). “Tiene 80 varas de largo, 24 de ancho, 15 de alto. Tiene dos órdenes de
columnas, ocho a cada lado. Estas columnas son gruesas, de árboles grandes y largos, bien
trabajadas, como las salomónicas. Las paredes tienen también sus propias columnas,
capiteles, pedestales, coreisos (cornisas), etc. Son de adobe, pero parecen bellas, porque
están pintadas de varios colores, así como toda la iglesia y los altares y éstos tienen hermosos
cuadros, que los hicimos traer de lejos. El suelo esta revestido de ladrillo, y el techo de tejas
que hicimos por primera vez para esta iglesia y luego para toda la casa, y las cocimos. Hasta
entonces, nuestros tejados se cubrían sólo con grama o paja. Las paredes de la iglesia están
echas de adobes sin cocer, pero no sufren de las lluvias, porque tienen un alero ancho y largo
sostenido por columnas”

75
zona privada era la destinada a la residencia de los religiosos, adyacente al

templo.

En Chiquitos, el colegio juega un papel similar al que señalamos en Moxos

y también constaban generalmente de un solo claustro. D’Orbigny señala 4

patios lo que evidentemente desconcierta.

En los Colegios que era la casa de los curas, también comprendía espacios

para oficinas de carpintería y herrería, telares, trapiches para moler caña,

tendales para el beneficio de la cera, despensas, almacenes y todas las

viviendas correspondientes además de los espacios huertos. Eran de

adobe y estaban techados con teja e incluían junto a las habitaciones de

los padres un refectorio, una cocina y la despensa.

En Chiquitos y Moxos no hay constancia de la existencia de los cotiguazú

(residencia de viudas), hospitales, posadas, cárcel, etc.; aunque sin duda,

éstas debían existir pero probablemente mimetizadas con las viviendas y

no como tipologías arquitectónicas específicas.

Así, la fachada retablo del templo con su balcón-capilla abierta que tiende a

sacralizar el espacio externo y proyectar a los ámbitos públicos las

modalidades litúrgicas. La sacralización de este espacio externo recupera

los valores de articulación entre hombres y paisaje y el sentido re-

identificación de los dioses con la naturaleza.

En cuanto a las viviendas de los indígenas misionales, eran construidas en

hileras paralelas, con corredores a ambos lados, pero sin patios privados.

Cada familia ocupaba una habitación del mismo tipo dentro de las casas

largas, tres familias compartían cada casa. Este planteamiento creo

poblados de gran densidad, en los que convivían nativos de diversas

parcialidades (Roth, 1995: 515).

La vivienda misional sigue el concepto espacial de la gran casa indígena

alargada o maloca de interior diáfano, de la que se hablará en el siguiente

capítulo, con la diferencia que en las Misiones se crean compartimentos

para crear una cierta independencia entre cada familia. Y en el aspecto

constructivo al entramado de encañado en los cerramientos se agrega

76
barro con pasto para formar las paredes verticales, llamado en la región

tabique y en otros lugares de Sudamérica bahareque.

4. CARACTERÍSTICAS ARQUITECTÓNICAS

La iglesia misional sigue el arquetipo de la iglesia basilical de planta

rectangular con peristilo exterior y conectado por un lado con el cementerio

y por el otro con primer patio interno del conjunto religioso. En el interior

dos filas de columnas de madera dividen el espacio en tres naves. La nave

central mas amplia y prolongada hasta el presbiterio mientras que las

laterales mas angostas. El pórtico en el atrio principal, repite la estructura

de madera interior y esconde la fachada (Fig. 2.9).

2.9 Planta tipo de la iglesia misional en Chiquitos

A pesar que las filas de columnas dividen en naves el templo, la fuerza

dominante es la cubierta que unifica el espacio. Según Gutiérrez

(1995:347) no es una hallenkirche, iglesia-salón, que se dio en el ámbito

germánico, de naves de igual altura, sino que es una techumbre a dos

aguas con diversas alturas en la nave central y las laterales. Roth (1995:

508) afirma más bien que sigue en cierta forma la tradición de las

hallenkirchen de las órdenes medievales mendicantes y de predicadores,

77
semejantes a las lonjas hispanas. Fellner (1995: 536) las define como

iglesias del tipo scheunemkirchen.

En cuanto a estas afirmaciones considero que existe una conexión con el

estilo arquitectónico tradicional de las iglesias rurales hispanas, de planta

rectangular, tres naves divididas por pilares, armaduras de tijeras, cubierta

a dos aguas con tejas de cerámica. Sin embargo la estructura portante y la

técnica constructiva difieren; en Chiquitos es un esqueleto de madera con

muros de adobe, mientras que las hispanas son de estructura portante de

piedra, incluido los pilares interiores (Fig. 2.10). De todas maneras en el

capítulo relativo a la construcción en madera en Europa se ampliará más

sobre estas afirmaciones y sobre sistemas constructivos en madera

empleados en edificaciones.

2.10 Análisis comparativo de la sección tipo en Chiquitos misional con Iglesia española del siglo XV

Roth, restaurador de las iglesias de Chiquitos, afirma que de acuerdo a los

trabajos que se hicieron para la restauración, las tres iglesias de Schmid

fueron bien niveladas y erigidas con gran exactitud de ángulos rectos,

situación que no se observa en las demás iglesias misionales. La unidad de

medidas mas común era la vara castellana (83.59 cm), formada por 3 pies

(27.86 cm) o cuatro palmos (20.89 cm).

La iglesia de Concepción tiene como medidas 24 varas de ancho en

intramuros (20,16m), 60 varas de longitud de la nave (50,40m) y de altura

15 varas (12,60m) (Fig. 2.11.c). La nave con el presbiterio hace 72 varas

78
(60,50m), medida ideada por una secuencia de 24 varas por 3, variaba por

una vara en el levantamiento realizado previo a la restauración, mientras

que las demás coincidían exactamente (Roth, 1984: 33).

Tabla 2.1 Medidas espaciales de las Iglesias de Chiquitos

Medidas en metros
Supeficie Orientación
Año Naves Corredor cubierta Altura
Iglesia Atrio Prebisterio Fachada
cons interiores lat. max
Iglesia principal
Ancho Long. Ancho Long. Ancho Long. Ancho
San Rafael 1749 19,23 6,27 17,56 46,40 8,08 10,87 3,76 1923,36 10,45 Sur
San Javier 1752 20,34 6,27 17,87 47,65 8,36 10,87 3,76 1940,65 11,15 Este

Concepción 1756 22,29 6,69 20,06 50,16 9,41 11,50 3,90 2264,42 12,54 Oeste

San Miguel 1753 20,34 6,27 18,39 45,98 8,71 10,87 4,04 1996,05 11,70 Este

Fuente: San Javier, Concepción, San Miguel, San Rafael (Fellner:1993); Santa Ana y
San José (Kühne)

En la iglesia de San Rafael, se utilizó como unidad de medida una vara de

72 centímetros. Schmidt (Hoffman, 1981: 147) describe que tiene 80 varas

de largo, 24 de ancho y 15 de lado. La verificación confirma medidas

exactas en varas. La nave incluida el presbiterio tiene de dimensiones de

57,60 m de largo, 17,30 m de ancho y 10,80 m de alto (Fig. 2.11a) (Roth,

1984: 33) .

La iglesia desaparecida de San Ignacio, tenía como medidas 20m de frente

y casi 11m altura a su punto más alto. Las medidas interiores 19,80m x

63,75m. hasta el fondo del templo. La nave principal 9,10m de luz,18

columnas de soto de 10.15m altura de 75cm de diámetro (Molina, 1995:

242).

4.1 Plantas y secciones

Unido a la utilización de las técnicas locales, los jesuitas comenzaron a

experimentar otros sistemas para cubrir grandes espacios mediante el

recuso de utilizar grandes árboles para las columnas y el clásico esquema

del tijeral para sostener la cubierta.

En Chiquitos no existe ninguna preferencia en cuanto a la orientación, pero

sí se constata la precisa posición de las fachadas y los ejes de los templos

79
en las direcciones de los puntos cardinales. Según Roth existe una

conexión con la veneración de los chiquitanos a la luna y el sol (Roth 1995:

508). Las fachadas de Concepción y San José miran hacia el oeste, por lo

que el sol del atardecer resalta más los detalles de la fachada así como el

sol naciente en el presbiterio simboliza el paraíso, acorde con la tradición

cristiana. San Rafael y Santa Ana miran al sur, el sol cruza la cumbrera e

ilumina el interior de diversas maneras. San Miguel, San Javier y Santiago

miran al este (Fig. 2.11 y 2.12).

La iluminación natural fue estudiada para recrear la escenografía de las

iglesias. Las construidas por Schmidt tenían lucernarios a ambos lados de

la cubierta en la zona de presbiterio, en San Miguel existe a un lado. Otro

detalle eran las ventanas detrás de los retablos para crear efectos

lumínicos en las imágenes según la hora del día.

Las iglesias construidas por Schmidt (Fig. 2.11) de mayor precisión de

ejecución, son ordenadas, moduladas con 8 pórticos de columnas de

madera interiores, uno exterior y 5 embebidos en los muros de adobe. San

Rafael y San Javier tienen ubicado el baptisterio en el lado izquierdo a la

altura del segundo tramo de pilares, mientras que Concepción lo tuvo en el

otro sentido. El transepto mas angosto, coincide en las tres iglesias con los

pilares de la nave central, tienen arcos de adobe en las aberturas que

conectan con la sacristía. En los atrios o punillas abiertos de estas iglesias

los muros laterales se prolongan, otorgando un espacio delimitado. Los

corredores porticados rodean todo el exterior, aunque son cortados por el

baptisterio y la sacristía que se prolongan hacia el ala de Colegio que

delimita el claustro adyacente. Las 3 iglesias tienen similar armaduras de

tijeras, arcos en las naves laterales e inclinación 2:1 en la cubierta,.

La planta de la iglesia de San José (Fig. 2.12 a) tiene 9 pórticos interiores,

los corredores porticados son de piedra el interior y de madera el lateral

exterior y el posterior. La planta de la iglesia de San Miguel (Fig. 2.12 b) no

tiene ángulos rectos y la inclinación del techo es de 30º, el atrio elevado no

tiene muros laterales. La planta de la iglesia de Santa Ana, tiene 7 filas de

pórticos interiores, el atrio y el baptisterio abiertos, sin muros laterales.

80
4.2 Proporciones geométricas

Algunos de los ejemplos fueron realizados después de la expulsión de los

jesuitas, y los templos jesuitas sufrieron intervenciones y modificaciones.

De todas maneras lo esencial es la permanencia de la tipología generada

por una manera sabia de construir en madera, utilizando las dimensiones

modulares que permite el material y calificando los espacios o “lances” que

determinan las posibilidades de flexibilidad y crecimiento de las estructuras.

Conceptualmente se parte del cuadrado. En Concepción se utilizó una

escala básica de proporción de 12x12 varas, medida verificable entre los

ejes de los pilares de la nave central con el tirante. En las naves laterales el

cuadrado tiene la mitad, de 6x6 varas. En los corredores la proporción

sigue siendo 6x6, aunque la fila de columnas está recorrida 1 1/3 varas

hacia adentro. En sentido longitudinal los tramos de las columnas tienen

una distancia de 6 2/3, resultado de dividir las 60 varas de la nave en 9

partes, formando sólo en los corredores una figura cuadrada entre dos

columnas, el suelo y la solera. Roth (Bösl,1988: 33) explica el uso de de los

números 3, 4, 5, 6, para multiplicarlos entre sí y de esta manera obtener

todas las medidas de la iglesia, siendo las más usadas de 15, 24, 60 y 72

varas (Fig. 2.13).

Las proporciones entre convento, iglesia y patio interior en Concepción son

de uno al doble o el triple, en varas 16 2/3 : 33 1/3 : 50, medidas en metro

aproximadamente dan 14 : 28 : 42. Mientras que la distancia del frontis de

todo el conjunto religioso entre ejes de columnas daba 100 varas exactas

(Bösl, 1988: 34).

En cuanto a la inclinación de la cubierta se utilizó una proporción de base 2

y altura 1, correspondiente a un ángulo de 26º 30’. En el levantamiento

previo a la restauración se verificaron leves variaciones de inclinación

respecto a la proporción inicial de 1:2 (Bösl, 1988: 34). Otra proporción

utilizada en pendiente de cubierta fue 4:3, utilizada en las casas de los

indígenas.

El nudillo está colocado a media altura de la inclinación de los pares.

83
4.3 Estilos

Las iglesias de las Misiones de Chiquitos, tienen características formales

del estilo barroco mestizo (Querejazu, 1995: 651). Estas características se

observan en las elevaciones, órdenes de pilares, detalles de friso, dibujo de

altares pero no sobre las plantas que tienen concepción distinta y en la

solución constructiva, en el caso de Chiquitos de estructura de madera con

pilares hincados al suelo y cerramientos en adobe.

Roth sostiene que el porticado perimetral o peristilo de las iglesias

misionales, aparte de ser un solución constructiva para proteger los muros

de adobe de las inclemencias del tiempo, son una respuesta formal basada

en dibujos de los tratados de arquitectura del Renacimiento y Barroco que

mostraban templos romanos y griegos con peristilo, situación que pudo

84
8
darse por la existencia de ejemplares de tratados entre los misioneros .

Schmidt tenía libros de arquitectura y los interpretó a su manera, de

acuerdo con las posibilidades técnicas y materiales que le ofrecía el lugar.

El aspecto formal mas sostenido por Roth (1995: 499) es la influencia en

Chiquitos del proyecto de Giacomo Barozzi da Vignola (1597-73) para Il

Gesú de Roma. Compara las proporciones similares de las naves de la

iglesia de San Rafael (Fig. 2.14) construida por Schmid, con la nave central

de Il Gesú, es evidente la diferencia de altura entre ambos edificios y la

composición general de la fachada, aunque existen elementos singulares

similares, más propios del estilo barroco que de la iglesia en sí.

2.14 Estado actual de fachada e interior de la iglesia de San Rafael, Chiquitos (Bolivia)
Fotos Rodríguez, 2004

8
Según Roth existe una copia del libro de Pozzo Andrés SJ, Perspectiva (2da parte) escrita
en latín y alemán. Edición Georg Conrad Bodeneer, Augsburg 1719, en el colegio de los
Jesuitas de La Paz. Al parecer del hno. Adalberto Martereer de la Misión de San Pedro de
Moxos, por una nota manuscrita que aparece en la tapa del libro

85
En el caso de la fachada de Concepción (Fig. 2.15), hay un segundo nivel

de pilastras acanaladas traspasando el tímpano, en parte siguiendo las

iglesias de Roma.

2.15 Estado actual de fachada e interior de la iglesia de Concepción, Chiquitos (Bolivia)


Fotos Rodríguez, 2004

La fachada de San José (Fig. 2.17), de piedra y ladrillo, sin atrio cubierto,

aparenta más su origen vignolesco, divida en tres cuerpos por pilastras que

marcan las naves; el central mas alto partido en dos por un entablamento.

Las curvas a ambos lados del frontón terminan al igual que la nave central

terminan en conos coronados por una bola.

El nuevo templo de San Javier (Fig. 2.16) construido por Schmid de

acuerdo al mismo relato que él cuenta, tres naves, cuatro arcos de ladrillo

en el presbiterio, 16 columnas de madera, este caso pintadas, un púlpito

86
dorado, 3 confesionarios tallados y 15 ventanas todas con claraboyas de

vidrio.

2.16 Estado actual de fachada e interior de la iglesia de San Javier, Chiquitos (Bolivia)
Foto Fachada: Cisneros, 1998; foto interior: Rodríguez, 2004

La iglesia de San José (Fig. 2.17) se atribuye al Hermano Bernabé

Domínguez la construcción a principios del siglo XVIII con sus 50 varas de

largo y 12 de ancho con dos capilla en el crucero y realizada en adobes y

madera.

La iglesia de San Miguel (Fig. 2.18) se realizó a mediados del siglo XVIII

con una tipología similar a la que utilizaría Schmid en otros pueblos: 3

naves y 16 columnas que en este caso también tenían arcos de madera

aparte de los de ladrillo del presbiterio. Las ventanas del templo tenían

vidrios y en el interior había un altar mayor “de escultura, bien labrado” que

87
había realizado el Padre Schmid entre los años 1756 y 1766. La iglesia a

pesar de la decadencia del pueblo en el siglo XIX, siguió en pie, y quizás

como ninguna otra, nos indica la tipología de los templos anteriores a las

obras de Schmid.

2.17 Estado actual de fachada de la iglesia de San José, Chiquitos (Bolivia)


Foto Cisneros, 1998

Se estima que la obra es de Juan Mesner, por lo que los lineamientos

generales ya venían dados, incluyendo la utilización abundante de la

pintura mural en el templo y el colegio, el uso de la madera policromada en

el techo interior de la sacristía y los pavimentos cerámicos formando

dibujos geométricos.

Después de una primera iglesia provisional, el 1753 Martin Schmid

comenzó la construcción del templo siguiendo el esquema tradicional de 3

naves de 9 lances desde la entrada a la capilla mayor. El primer tramo era

ocupado en la parte superior por el coro con sus dos tribunas para los

órganos. Fue la tercera iglesia de Schmid, después de San Rafael y San

Javier. El retablo mayor y los laterales los realizó durante su vuelta a

88
Concepción entre el 1759 y 1760. Tenía un altar mayor, bien labrado y

dorado. Tenía dos altares colaterales y un retablo labrado en la sacristía y

un púlpito dorado.

2.18 Estado actual de fachada e interior de la iglesia de San Miguel, Chiquitos (Bolivia)
Fotos Rodríguez, 2004

El templo de San Ignacio se comenzó enseguida de su traslación el 1745

pero se terminó el 1761. Según cartas de Lardín, padre jesuita era la más

hermosa de las misiones. El retablo debió al menos iniciarlo Schmid.

89
La iglesia de San Ignacio era la más grande de los pueblos, pues tenía 18

columnas de madera, es decir un tramo más que las realizadas por

Schmid. Las columnas de madera “labradas a lo salomonico” estaban

“pintadas con colores ordinarios”. Tenía los consabidos cuatro arcos de

ladrillo en el presbiterio y 14 ventanas de las cuales sólo 4 tenían vidrios y

el resto postigones de madera. Otra característica era el balcón sobre la

puerta de entrada a continuación del coro y bajo el techo del atrio.

Castelnau en 1845 señala la amplitud del templo y dice que está

ornamentado, como el de Santa Ana “con placas de mica sobre los muros”

El templo de Santa Ana (Fig. 2.19) fue obra de la administración española,

bien que sobre los planos, estudios y datos dejados por los jesuitas.

2.19 Estado actual de fachada e interior de la iglesia de Santa Ana, Chiquitos (Bolivia)

90
Sin embargo, con excepción del cambio de cubierta de paja por teja y la

renovación de columnas de madera (durante todo el siglo XIX y hasta hoy)

no creemos que este templo sea del período postjesuitico. Existieron

modificaciones como el balcón prolongado sobre todo el frente, que

también existió en San Ignacio.

En Chiquitos como en Moxos, los artesanos se esforzaron en trabajar el

fuste de las columnas con un torneado para formar un diseño helicoidal

salomónico. En general las dimensiones de la sección de estas columnas

del Oriente boliviano son mayores que las utilizadas en el Paraguay y su 2.20 Arco triunfal en presbiterio
iglesia de San Ignacio,
Chiquitos (Bolivia)
trabajo más delicado y refinado.

4.4 Decoración y ornamentos

Las iglesias de las Misiones de Chiquitos, son de estilo barroco mestizo en

la decoración y ornamentación. Según el decorado se podrían dividir en las

iglesias construidas por Schmidt, sobrias de estricto control de las

proporciones clásicas; por otro lado las iglesias de San Miguel y de la

desaparecida San Ignacio, de barroco ostentoso; las sencillas con mínima

ornamentación y entallado en la madera como la de San José y por último

las que en cierta manera tuvieron mayor influencia mestiza como Santa

Ana.

Otros elementos que se dieron en las iglesias San Ignacio y San Miguel es

el arco triunfal en la entrada del presbiterio y la cornisa pronunciada en los

muros laterales (Fig.2.20).

Como decoración mural hay pinturas de enjutas, dentículos, balaustres y

ornamentación floral. Las paredes laterales interiores de la iglesia de

Concepción tienen pilastras cajeadas jónicas con arcos coincidiendo con

los tramos estructurales de madera. Tanto en Concepción como en San

Rafael las molduras que acompañan a las pilastras están pintadas en forma

de columna salomónica, siguiendo el motivo de la iglesia de San Ignacio de

Roma. (Roth, 1995: 506).

91
Existió pintura mural de buena calidad realizada por los indígenas en las

iglesias y en los colegios de Chiquitos, en estos últimos no se da en

Paraguay ni en Moxos.

El interior de la cubierta las iglesias suelen tener pinturas con motivos

vegetales en diferentes colores. Acerca de esta característica Knogler

(Hoffman, 1979) habla que la cubierta no es una bóveda pero está puesta

de tal manera que no daña los ojos al mirarla.

La utilización de la mica como elemento decorativo es una peculiaridad que

se dio en Chiquitos y de la cual no hay antecedentes en los poblados

misioneros del Paraguay (Gutiérrez, 1995: 306). La mica también fue

utilizada en los retablos de San Rafael y San Ignacio después de la

expulsión de los jesuitas. Los demás retablos son de madera tallada,

dorada y policromada, se utilizó imprimaciones y pigmentos.

En cuanto a las imágenes y cuadro de pinturas, la mayoría provienen de la

región de Cuzco y Potosí, a diferencia de Paraguay donde se llego al

autoabastecimiento.

Recién a mediados del siglo XVIII los jesuitas Marterer y Schmid parecen

haber obtenido una producción eficiente, esto si no fue motivo para que no

se siguieran solicitando imágenes al Cuzco (Gutiérrez, 1995:). Se observa

el arte mestizo en las pinturas murales, los altares tallados las estatus de

santos y las piezas de cerámica

De acuerdo a Roth (1995: 508) la ubicación central del púlpito sigue la línea

tradicional de la iglesia Il Gesú de la Compañía en Roma, situación que

existe en las iglesias reformadas protestante y en algunas de la tradición de

los primeros siglos de la cristiandad (Coptos, Ravena, Sant Gal).

Los retablos siguen los modelos clásicos. Los retablos mayores de

Chiquitos son de dos cuerpos y tres calles El de San Javier es el más

sencillo mientras que el de San Miguel mas complejo y rico, al igual que el

de San Rafael tienen columnas salomónicas de helicoides contrapuestas y

divergentes (Fig. 2.21) (Querejazu, 1995: 651). La coronación puede ser un

frontón que abarca todas las calles como el de San Rafael o curvo con

92
roleos como el de San Miguel. El de San José sencillo y poco claro y el de

San Ignacio mas excepcional al parecer postjesuítico.

Todas las iglesias misionales de Chiquitos cuentan con retablos en la

cabecera de las naves laterales próximas al prebisterio. Existen dos tipos

de retablos laterales, los de factura simple y planos como en San Javier,

San Rafael y Santa Ana; y los complejos, en San Miguel, Concepción y San

Ignacio, que según Roth habrían sido diseñados por Schmid (1995: 653).

Los retablos laterales de Concepción tienen diseño y estructura coincidente

con los de la Iglesia de San Ignacio de Roma (Roth, 1995: 506).

2.21 Retablo de San Javier y San Miguel, Chiquitos (Bolivia)

Es necesario remarcar la importancia que alcanzaron las manifestaciones

musicales y la fabricación de instrumentos en los pueblos misionales de

Chiquitos y Moxos, situación que tuvo aparentemente menos relevancia en

Paraguay.

93
5. CARACTERÍSTICAS CONSTRUCTIVAS

La construcción en Chiquitos misional tuvo sentido práctico y funcional,

experiencia adquirida previamente en las Misiones Jesuíticas del Paraguay,

de similar clima, vegetación y procesos evolutivos de sus asentamientos.

Las primeras construcciones eran temporales, naves rectangulares con

cubiertas a dos vertientes formada por una estructura de madera, cubierta

de paja y cerramientos de encañado y barro. Eran improvisadas y se las

construía cuando se establecía la reducción, la primera iglesia de San

Javier fue una cabaña de postes de madera y se terminó en dos semanas,

dirigida por el misionero Arce y los nativos Piñocas (Fernández, 1895: 88).

Una vez consolidado el pueblo, el misionero, los indígenas asentados y

algún técnico, hermano coadjutor de la misión o de otro lugar, empezaban

a construir el complejo de edificios públicos, como la iglesia, el colegio, las

capillas y los talleres, utilizando materiales más duraderos.

La construcción utilizaba materiales que podían ser de fácil acceso y

producción. Los principales maderas duras de la zona, cañas, lianas,

adobes, barro y tejas cocidas entre otros. Se utilizó muy poco el hierro, de

hecho se encontraron un puñado de clavos de hierro en los trabajos de

restauración de la iglesia de Concepción (Bösl, 1988: 36).

La estructura portante consistía en un esqueleto de madera formada por

pilares, tirantes, estribos, cuchillos y cabrios. Los pilares tenían la

particularidad de estar hincados al suelo, solución con el tiempo daría

problemas de pudrición en la base, debido a humedades. El empotramiento

de los pilares ayudaba a la estabilidad de la estructura, se evitaba hacer

triangulaciones con riostras o tornapuntas. Los arcos formados por tablas

de madera en cada tramo de las naves laterales tenía según Roth

(Bösl,1988: 36) función decorativa por sus frágiles ensambles. De todas

maneras consideramos que al servir de apoyo a la correas su papel

también era estructural, el arco trabajaba a compresión trasmitiendo los

esfuerzos producidos por las cargas de las correas a las columnas.

94
Con la estructura erigida, se procedía al techado con tejas cocidas ligadas

con barro sobre una base de caña guapaz. La construcción de la gran

techumbre aseguraba a la vez la posibilidad de continuar las obras de los

cerramientos en adobe, protegidos de las potenciales lluvias que se podían

dar. Este método en la actualidad se continúa realizando en las viviendas

tradicionales de la región (Bösl, 1988: 36).

Como anteriormente hemos mencionada la técnica constructiva y la

estructura portante en el conjunto misional de San José se realizó de una

manera diferente al sistema empleado en la construcción de las iglesias de

las otras reducciones. Posterior al período jesuítico en San José, comenzó

a utilizarse muros de cal y piedra, bóvedas de ladrillo en la torre, el

frontispicio de la iglesia, la capilla mortuoria, una ala del convento y un

corredor de la iglesia, mientras que el resto continuó como siempre en

madera y adobe.

El tabique o bahareque

La tecnología de la construcción de las casas fue más lento que las

iglesias. Fueron realizadas de materiales temporales que aún perviven en

el área rural de Chiquitos (Roth 1995: 512). Los cerramientos se realizaron

en tabique o bahareque y la cubierta de paja con barro, sobre un sistema

de vigas inclinadas, en la mayoría de los casos prolongadas al exterior para

formar un corredor porticado en ambos lados de la vivienda, con el fin de

proteger el muro de la lluvia.

El bahareque, conocido en la región por tabique, está formado por un

esqueleto portante de horcones o postes de madera enterrados, vigas

apoyadas sobre las horcas de los postes y por cerramientos constituidos

por un entramado de ramas y troncos dispuestos en dos direcciones

vertical y horizontal, cubiertos con barro y otros aditivos para estabilizar la

mezcla.

El proceso de construcción del tabique comienza con el acopio de los

materiales, corte de madera y el amasado del barro. La obra prosigue con

el hincado de los postes de madera, los horcones, llamados así porque su

remate tiene la forma de horquilla, colocados en las esquinas y al centro de

95
la vivienda. Luego se sitúan los puntales o postes intermedios que

reforzaran a los horcones como elementos portantes de la carga de la

cubierta y a la vez servirán de apoyo al entramado de caña o palma. En las

horcas de los postes verticales se colocan horizontalmente las vigas

perimetrales y la viga cumbrera. A continuación se comienza a montar el

entramado de cañas o palmas, que serán el bastidor de los muros,

amarrados con cuerdas y asentado directamente al suelo. (García, 2000:

344).

Los huecos de las puertas y las ventanas pequeñas en Chiquitos, eran

reforzados por vigas perimetrales que sostenían el marco de alguno de

estos elementos.

El entramado de caña se rellena con barro amasado con los pies,

compuestos de aditivos naturales, como cenizas o excrementos de

animales, para evitar grietas producidas por procesos de retracción del

barro (García, 2000: 344).

5.1 Materiales y herramientas

Las herramientas utilizadas en los pueblos de las misiones eran hachas,

hachuelas, palancas, cinceles, sierras y cepillos carpintero, con hierro

procedente de Potosí, a 200 leguas de allí. En las reducciones los

indígenas que trabajaban en las construcciones empezaron a fabricarse

sus propias herramientas (Krekeler, 1992: 160).

La gran mayoría de los jesuitas no estaban preparados para los oficios en

la construcción y se contaron con pocos hermanos coadjutores

especialistas en algún oficio. Esta situación hizo que los misioneros con

formación humanística y no técnica, en la primera fase tuviesen que

aprender a utilizar herramientas como el compás, la escuadra, hacha,

azuela escoplo, cepillo y gubia entre otros; para luego enseñar a los

indígenas.

96
Los árboles que se utilizaban en la construcción eran de madera dura, a

continuación mostramos en la siguiente tabla las principales maderas en

Chiquitos con sus propiedades físicas y mecánicas.

Tabla 2.1 Propiedades físicas y mecánicas de las maderas en Chiquitos

Propiedades
Propiedades Mecánicas
Nombre Nombre físicas
Común científico Módulo de Modulo de Compresión Densidad
elasticidad rotura paralela kg/cm2 Kg/m3
Astronium
Cuchi 152 x 1000 1355 644 990
urundeuva
Tabebuia
Tajibo 130 x 1000 1371 719 1050
impetiginosa
Schinopsis
Soto 160 x 1000 1516 833 1039
brasiliensis
Cinnamomum
Laurel 106 x 1000 737 532 480
porphyria
Cedrela
Cedro 74 x 1000 511 400 380
odorata L.

Fuente: Cámara Forestal de Bolivia

La posibilidad de obtener en bosques cercanos a las reducciones hizo que

se utilizasen excelentes maderas. En la tabla 2.2 mostramos un resumen

de las maderas y sus usos.

Tabla 2.2 Maderas de Chiquitos y sus usos

Uso Nombre Común


Columnas Cuchi, quiche, tacumori, tajibo, soto
Cabrios Tajibo
Tirantes Laurel
Muebles, retablos e
Cedro, mara, copaibo, caoba, jacaranda, cocobolo, curupao
instrumentos
negro, guayabo grande
musicales

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Querejazu, 1995

Para la construcción de una iglesia se necesitaban talar unos 2.000

árboles, de cada tronco se sacaba una viga.

La eficiencia y el deseo de hacer trabajos con mayor precisión, hicieron que

los jesuitas adoptasen elementos auxiliares para las herramientas, así

97
Knogler mejoró el corte de la madera con un marco de sierra en Santa
9
Ana .

En la construcción de la iglesia de Concepción el encargado del acopio del

material fue Ignacio Chomé, (1696-1768) procedente de Douai (Flandres)

quien ejercía por esos años como coadjutor o auxiliar de la misión. Se

utilizaron 2.000 árboles, de cada tronco se extraía una sola viga, tenían

alrededor de 12 metros de largo y 8 a 10 toneladas de peso, era madera

dura y pesada, que se transportaba con 25 a 30 yuntas de bueyes.

Para la cubierta se utilizaron tejas cocidas y para el pavimento ladrillos, en

total unas 50.000 piezas cocidas. La cara interior del techo estaba revestida

con varas de guapá, de 3 metros de largo, se necesitaron 40.000 varas,

éstas estaban solidamente amarradas a las tijeras con hebras de guembé,

lianas que debieron desprenderse de los árboles y mondarles la médula.

Las paredes eran de adobe, medían 20x10x42 cm., es decir media vara, y

cada pieza pesaba una arroba, es decir 11,5kg.

5.2 Tipología de columnas, arcos y capiteles

Es importante destacar los trabajos de entalladura realizados en todo el

maderamen de la estructura.

Columnas

Las columnas en las iglesias construidas por Schmidt son similares, se

diferencian simplemente por pequeñas variaciones en sus dimensiones. El

fuste es el helicoidal tipo salomónico, con anillos que lo remarcan; tramos

estriados y husillos de ramos de hojas en el testero. En su vértice albergan

9
Knogler misionero en Santa Ana relata” cortar la madera en tablas –tarea muy importante- fue
durante mucho tiempo un asunto fastidioso y se arruinaban muchas sierras. Nuestros indios
colocaban la madera encima de un foso profundo en el cual había dos hombres que tiraban la
sierra hacia abajo, otros dos se encontraban arriba sobre el bloque de madera tirando hacia
arriba. De esta manera su rendimiento diario no pasaba de una vara y no salían nunca rectas.
Para evitar estos fallos y apresurar el procedimiento ajusté la sierra a un marco la hice subir y
bajar en dos columnas derechos, del marco colgaba un pesado bloque y si se movía este
bloque de la misma manera que se mueve el péndulo de un reloj, la sierra se levantaba y
bajaba muy bien. De este modo pude conseguir que se cortaran por día dos o tres tablas
bastante largas y rectas sin perjudicar las herramientas”.1979 (Hoffman, 1979: 152).

98
figuras de madera, volutas sueltas y delfines que, a su vez, son el apoyo

del maderamen de cubierta (Fellner 1995: 536) (Fig. 2.22 a).

En San Miguel las columnas también son salomónicas, se diferencian con

las de Schmidt en la decoración al inicio del fuste y la longitud del estriado.

En San Ignacio, por las fotos que nos quedan de testimonio, no eran

salomónicas más bien de fuste liso, acanaladas ligeramente en la testa y el

tambor; en la base del fuste decoraciones con temas vegetales. En Santa

Ana construida con mayor participación de los nativos, el fuste está

trabajado con dos a tres niveles de figuras romboides divididas por anillos.

Se denota proporciones diferentes a las clásicas y nuevos elementos de

diseño, a pesar de continuar con el sistema constructivo característico

misional (Fig. 2.22 b). En Santiago se hace un intento de formar columnas

salomónicas aunque con un discreto resultado (Fig. 2.22 c).

a. Concepción b. Santa Ana c. Santiago

2.22 Tipología de pilares según Suárez, V.


Parejas; Suárez 1992: 123

Capiteles

Los capiteles de las iglesias de Schmidt forman tres niveles de capas de

semicírculos de diferente tamaño intercalados. Constructivamente son dos

piezas de madera ensambladas a media madera y reforzadas con una

99
clavija que une ambos elementos con la columna y el tirante por un orificio

central (Fig. 2.23 d). En San Miguel y San Ignacio los capiteles son más

monumentales, sus dos piezas cruzadas tienen volutas y decoraciones con

motivos vegetales (Fig. 2.23 c). En Santa Ana tiene figuras de ángeles.

2.23 Tipología de capiteles en las Iglesias de las Misiones de Chiquitos

Arcos

Como sucedió en algunos templos del Paraguay en Chiquitos se utilizaron

arcos de madera que además de funcionar como tornapuntas para

absorber los esfuerzos flectores en los cabrios, marcaban los tramos de las

naves laterales con profusas decoraciones. Las iglesias de San Miguel y en

San Ignacio, de autores desconocidos, sobresalieron por esta decoración

(Fig. 2.24 a, b y c).

2.24 Tipología de arcos de madera en las iglesias de las misiones de Chiquitos previa
restauración y comparación con San Ignacio Guazú en el Paraguay
100
Destaca la doble voluta en la clave del arco sobre la que se apoya la correa

intermedia, en San Miguel tenía cabeza de ángel. En San Ignacio el arco

en su parte inferior tenían una talla dentada, repetida también en los muros

laterales. También aquí existieron arcos de similar decoración, en los

tramos en sentido longitudinal de ambas filas de columnas. Los ornamentos

descuelgan por todas partes en estas dos iglesias, como los machones con

motivos vegetales que decoran el ensamble entre los arcos y la columna en

el caso de San Ignacio y los machones cónicos en San Miguel.

5.3 Tipología de uniones: ensambles y empalmes

La tijera triangulada es la armadura de cubierta de la nave central

coincidente con cada pórtico utilizada en las iglesias de Chiquito Misional.

Sobre ella descansa un segundo orden formado por correas y la viga

cumbrera. Está formada por los pares, el tirante y el nudillo, a excepción de

la armadura de Santa Ana que prescinde del nudillo por tener menor luz a

cubrir.

Bajo la acción de cargas gravitatorias los pares se comportan como

pórticos triarticulados trabajando a flexión y compresión, el tirante a tracción

y el nudillo, siendo una barra biarticulada, a compresión. Si se considera la

acción del viento, dependiendo de su dirección (succión o presión) el

comportamiento de las barras puede variar, así el esfuerzo axil en el nudillo

es de tracción. Para el encuentro de las piezas se realizan diferentes

ensambles descritos a continuación.

Ensambles de pares en los testeros

Los pares se unen en los testeros con un cajeado en cruz de San Andrés,

que se realiza en ambas piezas reduciendo la mitad de la sección y

reforzados con una espiga. En los cogotes de los pares se apoya la viga

cumbrera (Fig. 2.25 a).

101
2.25 Tipos de ensambles en la estructura de madera de las iglesias de las Misiones
de Chiquito

102
Ensambles de pares con nudillo

El nudillo se ensambla con los pares a una altura intermedia mediante um

cajeado de doble entalladura (Fig. 2.25 b). La utilidad del nudillo es la de

conseguir un punto de apoyo intermedio en el vano de los pares que

permite la reducción de la flexión bajo la acción de las cargas gravitatorias.

Ensamble entre tirante y par

El nudo de encuentro entre el par y el tirante se realiza con un ensamble de

caja y espiga por arista. La trasmisión de los esfuerzos horizontales del par

al tirante se realiza a través de tensiones tangenciales de cortadura en el

plano horizontal del cogote, es decir la parte que queda del tirante después

de terminarse el par (Fig. 2.25 c)

Empalmes de vigas

Las vigas estribos que unen cada tramo de pórticos, se unen con un

empalme a un tercio de madera apoyadas sobre el otro tercio cajeado en el

tirante (Fig. 2.25 d). A su vez el tirante se apoya sobre las dos piezas que

forman el capitel y éstas a la columna. Para afianzar la unión de todas las

piezas se recurre a una clavija que las conecta en la zona central y permite

cierta capacidad de trasmisión de esfuerzos axiles (Fig. 2.26).

Empalmes de vigas curvas en naves laterales

En todas las iglesias de Chiquitos Misional a excepción de Santa Ana y San

José, los pórticos en las naves laterales están resueltos con un arco

formado por tres vigas curvas empalmadas a media madera y reforzadas

con clavijas. Las piezas de los extremos están ensambladas con caja y

espiga al pilar mientras que al otro lado están empotradas en el muro de

adobe.

Ensamble capitel

El capitel está formado por dos piezas talladas en tres niveles escalonados

de apariencia semicircular. Se ensamblan mediante encajes a media

103
madera en ambas piezas y con una clavija que las fija con el pilar y el

tirante (Fig. 2.38 a)

2.26 Despiece de la estructura de madera en Chiquitos


Roth, 1995
104
5.4 Proceso de construcción

Existe un importante documento que describe todo el proceso de

construcción de la estructura de madera de las iglesias misionales, el autor

es el jesuita José Cardiel (1704-1781). Tomándolo como fuente primaria y

con el aporte de autores más reciente, se analiza detenidamente el sistema


10
el cual se ha dividido en las siguientes fases de construcción :

a. Replanteo y nivelación del terreno. Se limpiaba y regulaba el terreno

a utilizar. Luego se replanteaba a cordel el trazado del plano mediante

triángulos de Pitágoras para controlar los ángulos rectos. Se utilizaban dos

cuerdas estiradas paralelas en línea recta separadas una de la otra 4

palmos (83.59cm) con el fin de facilitar la introducción posterior de las

columnas principales (Fellner, 1995: pg). En las columnas más delgadas de

las paredes y de los corredores la distancia entre las cuerdas era de 22/3

palmos (55.72cm). Fellner considera que de esta manera se conseguía

precisión en los ángulos rectos y proporciones pitagóricas verificables en

las iglesias de Schmidt.

b. Hincado de columnas. Una vez replanteado el terreno, se cavaban


11
huecos de 9 pies (2.50m) de profundidad y 12 a 14 pies de diámetro . Se

10
La carta-relación del Padre José Cardiel del 1747(Furlong,1953) describe cómo se
construían los templos en las Misiones Jesuíticas del Paraguay en su primera fase “Todos los
edificios se hacen de diversos modos que en Europa, porque primero se hace el tejado, y
después las paredes. Clávense en tierra grandes troncos de madera, labrados a azuela.
Encima de ellos se ponen los tirantes y soleras; y encima de estas las tijeras, llaves, latas y
tejado; después se ponen los cimientos de piedra, y 2 o 3 palmos hasta encima de la tierra, y
de ahí arriba es la pared de adobes, quedando los troncos o pilares, que aquí llama horcones,
en el centro de la pared, cargando todo el tejado sobre la pared. Esto se hace por no haberse
hallado cal en todo este territorio, pues aunque hay piedra en todas partes, toda es arenisca o
de ferro, inútil para cal..”, “Las iglesias como casas de Dios, son la fábrica principal en todos
los pueblos, Son todas muy capaces, como catedrales de Europa, porque como no hay más
que una en cada pueblo, es preciso que sea capaz de tantos millares de personas que los
días de fiesta entran por lista a sermón y misa. Son de tres naves y dos hay de cinco. El modo
de fabricarlas es éste. Córtanse en las menguantes de invierno unos árboles muy altos y
gruesos llamados Tajibos, u otros llamados urundey, más fuertes que el roble de Europa, para
pilares u horcones; y otros de cedro y sus especies y de laurel, para tijeras y latas y tablas.
Secos ya, se traen al pueblo cada horcón con 25 o 30 pares de bueyes. Hácense en las naves
de en medio y en donde ha de ser la pared, unos hoyos de 9 pies de profundo y 12 o 14 de
círculo. Enlósanse bien, y con máquinas de arquitectura meten dentro los horcones labrados
ya en forma de columna, o cuadrados para después aforralos con tablas de cedro pintadas y
doradas. Los 9 pies que queda dentro están sin labrar y aún con parte de las raíces del árbol
para mayor fortaleza y se quema esa parte para más resista a la humedad
11
El documento de Cardiel habla de 12 a 14 pies de diámetro en el hoyo, medida demasiado
grande en comparación con su altura, por lo que se considera una errata.

105
colocaban losas de piedra en el fondo del hoyo y con la ayuda de guinches

con poleas se hincaban las columnas, previamente labradas o sin labrar en

el caso de las embebidos en el muro. La parte


parte de la columna enterrada no

estaba labrada conservaba parte de las costillas finales del tronco y

quemados para resistir a la humedad, situación encontrada en la

restauración de San Rafael (Roth, 1988: 35) (Fig. 2.27).

Cardiel en su descripción habla de columnas cuadradas que luego eran

forradas con tablas de cedro pintadas y doradas, esta solución se dio en


2.27 Esquema como se
colocaban las
columnas sobre piedras Paraguay, visible actualmente en Yaguarón y no en las iglesias de
Roth, 1995
Chiquitos.

Schmidt citado por Peramás escribe a un colega explicando el haber

encontrado un modo más simple de levantar las columnas mediante varios

cabrestantes y fuerzas adicionales en la construcción de la iglesia de

Concepción (Roth 1984:35) (Fig. 2.28).

2.28 Sistema para levantar y estabilizar los pilares de madera durante el proceso de restauración.
Probablemente usaron el mismo los jesuitas según Roth
Querejazu, 1995: 378

En la iglesia de San José, el proceso de construcción es similar, sólo que

en un segundo periodo se intentó reformar el edificio utilizando piedra y

ladrillo en vez de madera y adobe. Sin embargo el proyecto quedó

inconcluso y sólo se termino la fachada de todo el complejo religioso, el

Colegio y el pórtico exterior de


de la iglesia adyacente al patio.

106
c. Ensamble de capiteles y tirantes. Las columnas enderezadas en el

hoyo en ángulo recto por medio de los triángulos de Pitágoras descritos

anteriormente, eran fijados mediante relleno de tierra y piedra en el hueco.

Luego se colocaba el capitel formado por dos piezas lobuladas y

ensambladas por encaje de doble entalladura, fijadas con clavija a la

columna. Se unían las columnas centrales con tirantes cepillados y

cajeados.

d. Empalme de estribos. Unían en sentido longitudinal las columnas de

madera de la nave central. Los estribos tenían el largo de cada tramo, se

empalmaban a media madera sobre el cajeado del tirante. Todo el nudo

tenía que coincidir en un orificio central por donde pasaba la clavija de la

columna y capitel. En las filas de columnas de las naves laterales el

empalme de los estribos era a media madera apoyados directamente sobre

el pilar en el caso de los pilares que irían embebidos en los muros y sobre

una zapata o capitel en los corredores externos.

e Colocación de tijera. En todas las iglesias de Chiquitos actualmente en

pie a excepción de Santa Ana, el tijeral de la nave central está compuesto

por dos pares y un nudillo que junto al tirante conformaban un cuchillo

triangular indeformable ante las cargas gravitatorias de la cubierta. Los

pares y el nudillo se ensamblaban por encajes de doble entalladura rectos

reforzados por clavijas o tarugos de madera y ataduras de güembé

(Philodendron bipinnatifidum) (Roth, 1984: 36). En Santa Ana el nudillo era

prescindible por tener menor luz de la nave central.

El conjunto de las tijeras era elevado por los cabrestantes con poleas y

encajado al tirante mediante ensamble de caja y espiga por arista.

f. Colocación correas. Por la escuadría de los pares una vez colocados

sobre el tirante la armadura se mantenía en pie sin embargo se considera

que los constructores con el fin de evitar problemas de giro colocaban

tijeras y correas por tramos.

107
En las naves laterales se colocaron arcos, que servirían de apoyo a las

correas, estaban formados por tres maderas arqueadas empalmadas a

media madera y aseguradas con clavijas. Se ensamblaban mediante caja y

espiga por arista a las columnas.

En la iglesia de San José una viga reemplaza el arco para soportar las

correas de las naves laterales.

El cambio de la estabilidad del conjunto con el pasar del tiempo trajo

consigo que los arcos o vigas que absorbían las cargas de las correas

produzcan empujes horizontales en los muros, ocasionando la inclinación

de los mismos. Esta situación no se produjo en la pequeña iglesia de Santa

Ana, donde no existieron arcos en las naves laterales ni correas.

g. Montaje de la cubierta. Los cabrios estaban asentados sobre las

correas en sentido transversal de la nave, su longitud coincidía con los

apoyos verticales. Por la inclinación de la cubierta la fijación era mínima, un

simple empotramiento al muro que se construiría después (Bösl, 1988: 36).

2.29 Esquema constructivo de cubierta según Roth.


Formada por viga de madera, caña guapaz, barro y teja cocida.
(Querejazu, 1995: 469)

Sobre los cabrios se colocaba esteras de caña guapaz de tres metros de

largo amarrada por lianas de güembe a los cabrios. Por último se

colocaban las tejas cocidas ligadas con barro (Fig. 2.29).

108
6. FUNCIONAMIENTO ESTRUCTURAL

De acuerdo al análisis que estamos realizando sobre las iglesias misionales

de Chiquitos, es de nuestro interés estudiar el funcionamiento estático de la

estructura portante de madera. Nuestro enfoque de este estudio se centra

en los siguientes puntos:

a. Cómo funciona el conjunto de elementos que componen la estructura de

madera.

b. Cuál son las barras más solicitadas y si estas cumplirían los coeficientes

de seguridad actuales.

c. Cómo funciona la estabilidad de los pilares y como se contrarrestan las

fuerzas horizontales de viento.

d. Conocer los momentos flectores, cortantes y deformaciones de la

estructura.

Para el análisis hemos escogido las tres tipologías que se dan en

Chiquitos, Santa Ana, San José y Concepción. A continuación las

describimos:

a. Santa Ana

La estructura portante está compuesta por seis filas de columnas formando

5 pórticos en todo el ancho del edificio y en sentido longitudinal 9 tramos

separados cada 6.60m. En la nave central, con una luz a cubrir de 7.10m,

se ubica la tijera triangulada, apoyada sobre los pilares más grandes,

formada por dos pares y un tirante. La viga cumbrera y los estribos unen

cada tramo de pórticos.

La estabilidad de la estructura se consigue por el empotramiento de los

pilares y los cerramientos de adobe.

En la figura 2.30 (a) están representados los esfuerzos solicitados en las

barras que componen la armadura. En la tijera triangulada los pares

trabajan a compresión mientras que el tirante trabaja a tracción. Cada tijera

trasmite las cargas de la cubierta directamente a los pilares de la nave

central y de los laterales.

109
b. San José

Esta estructura de cinco naves es mixta, todos los pilares son de madera

excepto el que está en el patio interior formado por arcos de ladrillo

portantes. En este sentido para el cálculo hemos considerado al arco de

ladrillo como simple apoyos de las barras, prescindiendo de participar en el

cálculo.

La nave central tiene una luz de 7.69m. las laterales de 4.32 y las

exteriores 2.72m, los tramos entre pórticos tienen 5.00m. La armadura de

cubierta es un cuchillo compuesto por pares, tirante y nudillo, encima de

ella se ubica la viga cumbrera. En las naves laterales coincidiendo con

cada tramo existen vigas sobre las que apoyan las correas.

En la figura 2.30 (b) están representados los esfuerzos solicitados en las

barras que componen la estructura. Los pares y nudillo en las tijeras

trabajan a compresión mientras que el tirante a tracción. Las vigas laterales

lo hacen a flexocompresión ya que reciben cargas en su punto central de

las correas.

c. Concepción

La estructura de cinco naves es la más grande de las iglesias de Chiquitos.

La luz que cubre la nave central es de 10.31m., las laterales 5.57 y las

exteriores de 3.48m. Toda la estructura tiene 13 tramos, siendo la

separación más frecuente 5.57m.

La armadura principal es una tijera triangulada con nudillo colocado a ½

distancia entre el tirante y la cumbrera. Los pares son cuadrados de

sección 27.86cm (1/3 de vara), el tirante también cuadrado de 31.35cm (3/8

de vara). Las correas de las naves laterales están apoyadas sobre arcos de

madera formados por una serie de tablas empalmadas.

En la figura 2.30 (c) se puede observar igual que en los dos ejemplos

anteriores como las barras trabajan a compresión a excepción del tirante

que está traccionado, aunque por la longitud que tiene existen esfuerzos de

flexión producidos por su propio peso.

110
2.30 Representación esquemática de los esfuerzos solicitados en las barras que componen la estructura de madera

111
6.1 Metodología de cálculo

Para realizar el cálculo se han considerado las acciones exigidas por el

Eurocodigo I: bases de proyecto y acciones en Estructuras. Cargas de

viento. (Parte 2-4). Se han utilizado los coeficientes de forma para la

presión por el viento según el mapa eólico de Bolivia y de acuerdo al lugar

donde se encuentran estas estructuras.

La madera utilizada en este tipo de estructura es frondosa. La mayoría de

las barras son de madera cuchi (Astronium urundeuva) y de tajibo

(Tabebuia impetiginosa), según las propiedades que describimos en la

tabla 2.2, hemos adoptado asignar la clase de resistencia D60 según la

norma UNE EN 338.

En cuanto a las hipótesis de cargas manejadas para el cálculo, se han

realizado las siguientes formulas:

Hipotesis 1: Carga cubierta + peso propio

Hipótesis 2: Viento

Combinación 1: Carga cubierta + peso propio+viento

La combinación 1 es la más desfavorable, por consiguiente sus resultados

nos servirán de análisis a través de las figuras 2.31, 2.32 y 2.33 en los

cuales mostramos los momentos de flexión, cortante y deformaciones.

Los cálculos previos de las acciones, así como los resultados de las demás

combinaciones se encuentran en el anexo de este documento.

En relación a los valores de cálculo y coeficientes de fluencia, se ha

determinado para las 3 estructuras estudiadas, la clase de servicio 1, por

estar en ambientes cerrados; en cuanto a la clase de duración de la carga

(Kmod), se ha escogido dos variables, permanente y otra de corta duración

(viento). En la tabla 2.3 están expresadas todas las resistencias de cálculo

y coeficientes en función del tiempo de duración de las cargas.

Tabla 2.3 Resistencia de cálculo y coeficientes de fluencia

Duración de
Eo,med fm,k ϒM Kmod fm,d fv,k fv,d Kdef
Carga
0,60 26,67 2,36 0,60 permanente
17000 60 1,35 5,3
0,90 40,00 3,53 0,25 corta

112
6.2 Momentos Flectores

2.31 Gráficos de momentos de flexión en las estructuras de madera de Chiquitos expresadas en kN,m.

113
a. Santa Ana

Los mayores momentos se producen en las barras verticales del exterior y

en el encuentro con el empotramiento, esto por las solicitaciones

producidas por las cargas horizontales del viento, el máximo momento de

26,06 kN.m se da en la barra 3. En las barras del otro extremo se producen

también esfuerzos importantes por succión del viento.

En la tabla 2.4 figuran las cargas máximas producidas en la barra 3, la

permanente (C.P), la variable (C.V.) que incluye viento y las hipótesis de

cálculo. En la tabla 2.5 se comprueba que el índice de resistencia a flexión

(Im) en ambas hipótesis es menor a 1, por lo que hacen válida la sección.

Tabla 2.4 Cargas e hipótesis de cálculo (kN.m) Tabla 2.5 Índice de flexión

MOMENTOS
C.P. C.V.
σm,d Im

Cargas características 0,31 20,06 Md/W σm,d/fm,d


COMB. 1 1.35CP 0,42 COMB. 1 0,0314 0,0118

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 30,51 COMB. 2 2,2882 0,8580

b. San José

El momento máximo es 3,31kN.m y la comprobación (Im) es menor a 1.

Tabla 2.6 Cargas e hipótesis de cálculo (kN.m) Tabla 2.7 Índice de flexión

MOMENTOS
C.P. C.V.
σm,d Im
Cargas características 0,31 3,31 Md/W σm,d/fm,d
COMB. 1 1.35CP 0,42 COMB. 1 0,0314 0,0118

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 5,38 COMB. 2 0,4038 0,1514

c. Concepción

El momento máximo es -53,92kN.m y la comprobación (Im) es menor a 1.

Tabla 2.8 Cargas e hipótesis de cálculo (kN.m) Tabla 2.9 Índice de flexión

MOMENTOS
C.P. C.V.
σm,d Im
Cargas características 14,73 53,92 Md/W σm,d/fm,d
COMB. 1 1.35CP 19,89 COMB. 1 0,0828 0,0311

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 100,77 COMB. 2 0,4197 0,1574

114
6.3 Cortantes

2.32 Gráficos de cortantes en las estructuras de madera de Chiquitos expresadas en kN,m.

115
La figura 2.32 muestra los gráficos de cortantes con el valor máximo que se

ha obtenido en el cálculo prévio. A continuación el resumen de cargas

características (permanente y variable) y los índices de cortante en las tres

estructuras estudiadas.

a. Santa Ana

El cortante máximo es de 12,44kN (barra 3) y la comprobación del índice

de cortante (Im) es menor a 1, por lo que hacen valida la sección.

Tabla 2.10 Cargas e hipótesis de cálculo (kN) Tabla 2.11 Índice cortante

CORTANTES
C.P. C.V.
ζ,d Iv

Cargas características 0,18 12,44 1,5Qd/F ζ,d/fv,d


COMB. 1 1.35CP 0,24 COMB. 1 0,0009 0,0039

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 18,90 COMB. 2 0,0709 0,3003

b. San José

El cortante máximo es de -4,70kN (barra 3) y la comprobación del índice de

cortante (Im) es menor a 1, por lo que hacen valida la sección.

Tabla 2.12 Cargas e hipótesis de cálculo (kN) Tabla 2.13 Índice cortante

CORTANTES
ζ,d Iv
C.P. C.V.
Cargas características 0,18 4,70 1,5Qd/F ζ,d/fv,d
COMB. 1 1.35CP 0,24 COMB. 1 0,0009 0,0039

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 7,29 COMB. 2 0,0273 0,1158

c. Concepción

El cortante máximo es de -28,24kN (barra 24) y la comprobación del índice

de cortante (Im) es menor a 1, por lo que hacen valida la sección.

Tabla 2.14 Cargas e hipótesis de cálculo (kN) Tabla 2.15 Índice cortante

CORTANTES
ζ,d Iv
C.P. C.V.
Cargas características 5,51 28,24 1,5Qd/F ζ,d/fv,d
COMB. 1 1.35CP 7,44 COMB. 1 0,0039 0,0167

COMB. 2 1.35CP+1.5CV 49,80 COMB. 2 0,0100 0,0425

116
6.4 Deformaciones

2.31 Gráficos de deformaciones en las estructuras de madera de Chiquitos expresadas en mm.

117
En las tablas siguientes se muestran las deformaciones instantáneas y

diferidas por cargas permanentes (C.P.) y variables (C.V.), como la

deformación total, unet,fin, suma de todas ellas, como los valores admisibles.

a. Santa Ana

Tabla 2.16 Flechas instantáneas y diferidas

C.P. C.V. CP+CV


Inst. Dif. Total Ins. Dif. Total Final

Flechas (cm) 0,02 0,02.0,6 0,012 0,65 0,25.0,65 0,813 0,82

% Vano l/735 l/580

% Admisible l/300 l/200

b. San José

Tabla 2.17 Flechas instantáneas y diferidas

C.P. C.V. CP+CV


Inst. Dif. Total Ins. Dif. Total Final
Flechas (cm) 0,01 0,01.0,6 0,016 0,38 0,38.0,65 0,475 0,491

% Vano l/821 l/635

% Admisible l/300 l/200

c. Concepción

Tabla 2.18 Flechas instantáneas y diferidas

C.P. C.V. CP+CV


Inst. Dif. Total Ins. Dif. Total Final
Flechas (cm) 1,16 1,16.0,6 1,856 1,16 1,16.0,65 1,45 3,306

% Vano l/896 l/314

% Admisible l/300 l/200

6.5 Consideraciones finales

Una vez realizado el cálculo estructural y verificado mediante los

coeficientes de seguridad y factores de modificación según la duración de

la carga y el contenido de humedad exigidos en el Eurocódigo 5, como en

el DB-SE-Madera del Código Técnico de la Edificación, se puede observar

que las tres estructuras estudiadas cumplen con todas las exigencias de

estas normativas.

118
En cuanto a las uniones de las barras, el cálculo se reduce a la

comprobación de las tensiones de compresión y las tensiones tangenciales

en los cogotes de las piezas, según la función de trasmitir los esfuerzos

(Arriaga, F. et al, 239: 2000).

El ensamble que hemos comprobado es el nudo entre el par y tirante,


a. Santa Ana

donde la solicitación del tirante será una fuerza axil de tracción Nt,d y en el

par un axil de compresión, Np,d y un cortante Qp,d. (Fig. 2.32). El equilibrio

del nudo supone que las componentes Np,d y Qp,d se equilibren con el axil

del tirante Nt,d y que las componentes verticales se igualen a la reacción en

el apoyo Rd (Arriaga, F. et al, 240: 2000).


b. San José
Se ha realizado una comprobación simplificada del ensamble de caja y

espiga entre el par y el tirante, siendo las tres estructuras clase resistente

D60, las mismas condiciones de duración de carga permanente y clase de

servicio 1.

c. Concepción
Santa Ana
2.34 Comprobación
Las resistencias de cálculo a compresión paralela (fc,o,d,) a compresión simplificada de
fuerzas
perpendicular (fc,90,d) y a cortante (fv,d) son:
2
fc,o,d= kmod·Fc,o,k /ϒM = 0,60·32/1.35 = 14,22N/mm
2
fc,90,d= kmod·Fc,90,k/ϒM = 0,60·10,5/1.35 = 4,6N/mm
2
fv,d= kmod·Fv,k /ϒM = 0,60· 5,3/1.35 = 2,35N/mm

Aplicando las ecuaciones de tensiones (σ) con los datos de la fig. 2.34a
2 2
σc,o,d= Nt,d/b·e = 24110/140·60 = 2,87N/mm < 14,22N/mm
2 2
σc,90,d= Rd/a·b = 53370/160·140 = 2,38N/mm < 4,60N/mm
2 2
Ƭd = Nt,d/L·b = 24110/370·140 = 0,46N/mm < 2,35N/mm

Todas las comprobaciones de tensiones de compresión y las tensiones

tangenciales del cogote resultan inferiores a las resistencias de cálculo.

Por otra parte, al no coincidir en la misma dirección las componentes

verticales (Np,d, Q p,d) con la reacción de apoyo (Rd), esta distancia de 9 cm.
2
produce un momento de 540,47kN.cm y a su vez tensiones de compresión
2
sobre el tirante de 1,2N/mm , inferior a la resistencia de cálculo
2
perpendicular a la fibra Fc,90,d,4,6N/mm .

119
San José

Las resistencias de cálculo son iguales a la estructura interior: a


2
compresión paralela (fc,o,d,) 14,22N/mm ; a compresión perpendicular (fc,90,d)
2 2
4,6N/mm y a cortante (fv,d) de 2,35N/mm :

Aplicando las ecuaciones de tensiones (σ) con los datos de la fig. 2.34b
2 2
σc,o,d= Nt,d/b·e = 20440/100·60 = 3,41N/mm < 14,22N/mm
2 2
σc,90,d= Rd/a·b = 32210/160·100 = 2,01N/mm < 4,60N/mm
2 2
Ƭd = Nt,d/L·b = 20440/310·100 = 0,65N/mm < 2,35N/mm

Todas las comprobaciones resultan inferiores a las resistencias de cálculo.

Por otra parte, al no coincidir en la misma dirección las componentes

verticales (Np,d, Q p,d) con la reacción de apoyo (Rd), esta distancia de 10


2
cm. produce un momento de 402,625kN.cm y a su vez tensiones de
2
compresión sobre el tirante de 3,02N/mm , inferior a la resistencia de
2
cálculo perpendicular a la fibra Fc,90,d,4,6N/mm .

Concepción

Las resistencias de cálculo son iguales a la estructura interior: a


2
compresión paralela (fc,o,d,) 14,22N/mm ; a compresión perpendicular (fc,90,d)
2 2
4,6N/mm y a cortante (fv,d) de 2,35N/mm :

Aplicando las ecuaciones de tensiones (σ) con los datos de la fig. 2.34c
2 2
σc,o,d= Nt,d/b·e = 56470/140·170= 2,37N/mm < 14,22N/mm
2 2
σc,90,d= Rd/a·b = 105080/420·140 = 1,78N/mm < 4,60N/mm
2 2
Ƭd = Nt,d/L·b = 56470/280·140 = 1,44N/mm < 2,35N/mm

Todas las comprobaciones resultan inferiores a las resistencias de cálculo.

Por otra parte, al no coincidir en la misma dirección las componentes

verticales (Np,d, Q p,d) con la reacción de apoyo (Rd), esta distancia de 19


2
cm. produce un momento de 4741,73kN.cm y a su vez tensiones de
2
compresión sobre el tirante de 13,14N/mm , superior a la resistencia de
2
cálculo perpendicular a la fibra Fc,90,d,4,6N/mm . En este caso la superficie

del capitel ayuda a absorber las tensiones que se generan en el tirante.

120
7. CONCLUSIONES PARCIALES

La región de Chiquitos, lugar donde se fundaron diez reducciones por los

jesuitas, estaba ubicado en zona de frontera de la corona española, alejada

de los principales centros hispanos, de la Audiencia de Charcas,

jurisdicción a la que pertenecía este territorio marginal. La ciudad minera de

Potosí y también la sede de la Audiencia, Charcas hoy Sucre, eran los

principales centros económicos, esto motivo a que en estas ciudades, se

construyeran iglesias durante todo el siglo XVII con notables ejemplos de

armaduras de cubierta estilo mudéjar, trabajadas por carpinteros

conocedores del oficio. La ciudad colonial más cercana a Chiquitos, Santa

Cruz, era sede de la Gobernación del mismo nombre y desde donde

partieron las primeras expediciones de los misioneros a Chiquitos. Era un

pequeño asentamiento de frontera sin ningún interés económico y político,

por lo que no existieron edificios notables en ese periodo.

La población de las naciones en la región de Chiquitos al entrar en

contacto con los españoles fue diezmada por las nuevas enfermedades,

como consecuencias sus aldeas se convirtieron en pequeños rancheríos de

pocas familias.

El proceso de aculturación que empezó con los primeros contactos con los

misioneros hasta la consolidación de los pueblos de las Misiones duró 200

años, fue superficial y aparente, en el fondo se conserva la cultura indígena

aunque claro distinta a la de los tiempos precolombinos.

En resumen se pueden establecer tres periodos de contacto entre los

nativos con los colonos hasta la expulsión de los jesuitas. El inicial va

desde las primeras expediciones a la Chiquitania, conquista y subyugación

de los indígenas (1542-1620); el segundo de cacería de indígenas para

someterlos a la encomienda originaria o el servicio personal de los

indígenas a los colonos, una relación similar a la esclavitud (1620-1692); y

por último el período de cristianización y consolidación de las misiones

jesuíticas (1692-1767), en el que se observa un tutelaje y un cierto

paternalismo de los misioneros respecto a los nativos reducidos.

121
Las diez reducciones fundadas hasta la mitad del siglo XVIII, continuaron

con la implantación urbana probada y revisada anteriormente en las

Misiones Guaraníes. Esta constaba de dos partes, por un lado el conjunto

religioso y por otro las viviendas de los indígenas, con la plaza como

elemento ordenador. La estructura urbana estaba diseñada para persuadir

a sus habitantes a continuar los preceptos de la vida cristiana, reflejados en

los componentes urbanos, como las capillas procesionales, los ejes de

acceso, la gran plaza y el atrio de la iglesia para actos religiosos

celebrados al aire libre. Estos amplios espacios abiertos, controlados con la

vegetación, se integraban con el entorno inmediato, elemento que ayudaba

a los recién reducidos a sentirse en cierta manera en similar contexto del

lugar de donde venían.

Como sucedió en todos los procesos iniciales de contacto con los

indígenas en las otras experiencias misionales, las primeras construcciones

de las iglesias fueron precarias, en base a materiales y técnicas

constructivas nativas, el único aporte nuevo fue el uso del barro sobre

encañado indígena para formar cerramientos mas protegidos.

Una vez consolidada la reducción se construía con la tecnología indígena

mejorada, formada por entramados pesados de postes hincados en el

suelo y cerramientos de adobe, el conjunto religioso y las viviendas de los

reducidos. El conjunto religioso estaba formado por la iglesia, el colegio y

los talleres alrededor de un claustro. Al otro lado de la iglesia estaba el

cementerio, a veces acompañado de una capilla mortuoria. La iglesia era

un edificio de forma rectangular, con corredores y atrio con soportales,

cubierta a dos aguas conectado a través de la sacristía al colegio.

Las iglesias de San Miguel, Concepción y San Javier construidas por

Martín Schmid, misionero de origen suizo, son las más destacables por

obtener excelentes resultados utilizando los mismos materiales y técnicas

constructivas empleadas en las iglesias de las Misiones de Guaraníes y de

Moxos. Sus logros se observan en la precisión de las proporciones,

comprobadas en la fase previa a las restauraciones realizadas; en las

esbeltas columnas salomónicas de los pórticos interiores y de los

122
soportales exteriores; y en la escenografía creada por medio de pinturas

murales en la fachada principal como en los muros interiores.

El sistema estructural de las iglesias estaba formado por la secuencia de

tramos de pórticos de madera, denominados lances, que determinaban la

flexibilidad y el crecimiento de la estructura. Los lances respondían a una

unidad básica de proporción medida en varas. La distancia entre los ejes

del pórtico central era el doble que los laterales, el doble de los lances y de

los corredores exteriores. La altura del pórtico central y los laterales

formaban un cuadrado. Este sistema proporcional medido en varas

castellanas verificado con exactitud en las construcciones de Schmidt, no

sólo en las iglesias sino también en todo el conjunto religioso, usa los

números 3, 4, 5 y 6 para multiplicarlos entre sí y así obtener todas las

medidas.

Las iglesias de Chiquitos son de estilo barroco mestizo, manifestada en la

decoración, la pintura policromada, entalladura de retablos y de púlpitos.

Las iglesias de Schmidt siguen un estricto control de las proporciones

clásicas mientras que otras, como San Miguel o San Ignacio eran más

ostentosas y recargadas. Una característica propia en Chiquitos es el uso

de mica como elemento decorativo.

Los pilares de madera eran de sección circular de 30 a 45 cm. diámetro,

labrados con azuelas para formar en la mayoría de los casos figuras

helicoidales tipo salomónico con anillos que lo remarcaban, tramos

estriados y usillos de ramos de hojas en el testero. El tramo del pilar que

iba enterrado simplemente se quemaba para poder resistir mejor a la

humedad y los agentes xilófagos. La armadura de cubierta estaba formada

por una estructura central de pares triangulados con el tirante de cada

pórtico formando tijeras o cuchillos y reforzadas con un nudillo a media

altura. Todas las barras de la tijera eran de sección cuadrada, los pares de

1/3 de vara (27,86cm), el tirante de 3/8 de vara (31.35). Sobre las tijeras se

apoyaban la viga cumbrera y dos correas, mientras que en las naves

laterales las correas se apoyaban en arcos de madera formados por tablas

de madera clavadas. La estructura de cubierta se completaba con cabrios

123
apoyados en las correas y encima de ellos un encañado con barro sostenía

las tejas de cerámica cocida.

Para la construcción se utilizaron maderas frondosas de la región, para las

columnas sobre todo el cuchi (Astronium urundeuva), en la armadura de

cubierta, entre otras el tajibo (Tabebuia impetiginosa), ambas con valores

característicos similares D60 (especies frondosas), de la tabla de clases

resistentes de madera aserrada en la norma UNE EN 1912.

Para la unión de las maderas se utilizó ensambles de caja en cruz de San

Andrés entre los testeros de los pares; el nudillo con los pares un ensamble

de doble entalladura; el par y el tirante se empleó un ensamble de caja y

espiga por arista; mientras que los estribos se encajaban con el tirante a un

tercio de madera. Todos los ensambles tenían clavijas para reforzar la

unión.

Se analizó el sistema estructural de las iglesias de Concepción, por ser la

más grande, la de Santa Ana por tener la estructura simplificada y San

José porque tuvo modificaciones posteriores al esqueleto de madera inicial

con la adición de un soportal en piedra.

El análisis de las barras nos muestra estructuras estables. Los pórticos de

pilares empotrados absorben sin problemas las cargas verticales de la

cubierta, mientras que las cargas horizontales solicitadas son absorbidas

por el empotramiento del pórtico ayudado por los muros de adobe del

cerramiento. Las tijeras trianguladas, estructuras donde los pares trabajan

a flexo compresión, los nudillos a compresión y los tirantes a flexo tracción,

absorben las cargas de la cubierta trasmitidas por las correas. La

deformación mayor es en el tirante de la iglesia de Concepción, debido a su

propio peso por su longitud de 10,30m.

124

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