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CAPÍTULO 6

Los diggers y la comunidad local.

REACCIONES ANTE LOS DIGGERS EN WALTON


Los ataques contra los diggers comenzaron casi
inmediatamente después de que comenzaran a trabajar en la
colina de Saint George. Según contaría luego Winstanley,
durante el primer asalto sufrido por los colonos “varios
cavadores” fueron llevados a la aldea de Walton y
encerrados en la iglesia, antes de ser liberados por un
juez de paz. En ocasión del segundo ataque, “cerca de un
centenar de individuos agresivos” forzaron a los diggers a
abandonar la colina y los empujaron hasta Walton, y luego
hasta Kingston, donde una vez más fueron puestos en
libertad por la justicia de paz; durante los asaltos
subsiguientes las casas de los cavadores fueron
derrumbadas, y sus instrumentos de labranza destrozados”. 1
En los primeros días del experimento, sólo la equivocada
creencia de que los diggers gozaban de la protección del
ejército evitó hechos de violencia; sin embargo, los
oficiales pronto se encargaron de “desengañar a los
habitantes de los pueblos vecinos”. 2 Para el 27 de abril de
1649, los reportes de noticias informaban de manera
confidencial que la “nueva plantación” estaba
“prácticamente acabada, destruida, y que los colonos habían
sido expulsados por los habitantes de la localidad”. 3
Tras la primera oleada de ataques, los diggers retornaron a
la colina en mayor número, por lo que en las semanas y
meses sucesivos fueron objetos de nuevos asaltos. 4 En la
última semana de mayo, un informe del Mercurius Republicus
afirmaba que a “los levellers de Cobham que cavan en la
colina de Saint George” se les ha impedido recoger leña, y
que han sido “emboscados por un grupo de mujeres y niños
que los han golpeado, y lastimado y matado a sus
caballos”.5 La noticia remite casi con seguridad al intento
de los diggers de recoger leña en el comunal de Stoke,
ocasión en la que sus carretas fueron destruidas, y sus
animales de tiro heridos.6 No mucho tiempo después
Winstanley acusó a los soldados acuartelados en la
localidad de atacar a un hombre y a un niño en la colina, y
de incendiar una cabaña digger.7 El 11 de junio, los
habitantes de la localidad se unieron para protagonizar una
típica protesta ritual contra los cavadores; “dos
freeholders montados a caballo” lideraron a un grupo de
hombres vestidos de mujer que portaban palos y mazas; según

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Winstanley, los cuatro colonos que se hallaban en la colina
preparando la tierra para la cosecha de invierno fueron
“seriamente lastimados” por los manifestantes. 8 Seis
semanas más tarde, los diggers presentaron un petición ante
el Parlamento en la que describían los “frecuentes ataques
padecidos” y los daños sufridos por sus cultivos,
“maliciosamente pisoteados” por los agresores. 9 Todo indica
que la disrupción de las actividades de los colonos
continuó hasta agosto de 1649, cuando bajo presión de las
acciones legales impulsadas por el tribunal de Kingston,
abandonaron St. George’s Hill y se trasladaron al baldío de
Little Heath, en Cobham.10
Son muchos los datos que podemos recoger de los escritos de
Winstanley respecto de la hostilidad que sus seguidores
sufrieron en la colina de Saint George. 11 En A New-Yeers
Gift for the Parliament and Army, el líder de los cavadores
presentó, adelantándose a una práctica que luego
popularizarían los cuáqueros, un listado de las agresiones
que su grupo venía padeciendo desde el 1º de abril. 12 Estos
escritos describían a los agresores como personas violentas
e irracionales, y contrastaba su accionar con la
mansedumbre con la que los diggers –como los cuáqueros más
adelante— enfrentaban a sus atacantes. 13 Los dos cavadores
atacados en junio por los soldados son descriptos como
“hombres pacíficos, campesinos que nada tienen que ver con
el negocio de la guerra”; los cuatro colonos agredidos por
hombres disfrazados de mujer eran, según la misma fuente,
personas tranquilas y pacientes, que en todo momento se
mostraron dispuestas “a entregar sus vidas a su Creador”;
sus atacantes, por el contrario, “no hablaban como hombres
sino como bestias brutas que carecen de comprensión;
cayeron sobre los cuatro colonos, los lanzaron al piso, les
quitaron sus ropas, los golpearon y les rompieron la
cabeza; uno de ellos está tan lastimado que me temo que no
saldrá con vida del asunto”.14
Las imágenes elegidas por Winstanley estaban claramente
diseñadas para generar en el lector simpatía por los
diggers, y para mostrar a sus oponentes bajo la peor luz
posible. Causa particular impacto el hecho de que los actos
de violencia ya no provenían solamente de la gentry y del
clero –blancos de la ira de Winstanley en The New Law of
Righteousnes— sino de los sectores medios y de los pobres
rurales. Los principales responsables de los primeros
asaltos son descriptos como “rude people” o “Countrey-
people”; la gentry no es siquiera mencionada.15 Otros
términos utilizados por Winstanley más adelante demuestran
que tenía una clara consciencia del rechazo que la colonia
de Saint George provocaba en los parroquianos pobres. 16
En abril de 1649, Henry Sanders expresa de manera vívida el
miedo que provocaban los cavadores: se decía que varios de
ellos habían amenazado a sus vecinos con cortar las patas
de los animales que invadieran los sembradíos de la
colonia.17 A comienzos de junio, Winstanley se vio obligado
a asegurar a Fairfax la falsedad de los rumores según los
cuales los cavadores se aprestaban a levantar murallas en

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torno al asentamiento para lanzar ataques contra sus
vecinos y robar sus bienes”. 18 El comportamiento
confrontativo de algunos diggers debió potenciar la alarma.
En abril, un cavador lanzó ramas de arbustos espinosos
contra el púlpito de la iglesia de Walton, con el objeto de
detener el sermón que el párroco estaba predicando. 19 El
responsable de este incidente probablemente haya sido
William Everard, que tenía reputación de excéntrico. 20 Los
diggers tuvieron que luchar también con los persistentes
rumores que los acusaban de favorecer prácticas licenciosas
y de practicar la comunidad de bienes. También se decía de
ellos que “no saben quién es Dios” y que no frecuentan la
iglesia.21
Pero aún cuando no hubieran existido estos rumores, la
presencia de los cavadores en los comunales hubiera bastado
para provocar una fuerte oposición popular. Para los
habitantes de Walton, los seguidores de Winstanley eran
outsiders, y aunque los comunales de la aldea eran
extensos, y el control de la corte manorial laxo, la
instalación de errantes y vagabundos siempre había sido
combatida por los parroquianos. Tanto en 1587 como en 1590,
los tenentes del manor de Walton accionaron legalmente
contra el ocupante de Apps Court, cuando intentó pastorear
su ganado en el baldío local. 22 En 1664, el astrólogo
William Lilly, por entonces guardián de la parroquia de
Walton, se vio involucrado en una disputa judicial con el
lord del manor de Esther, luego de que el señor introdujera
trescientas de sus ovejas en el prado colectivo. 23 Pero la
escala del proyecto roturador que los diggers intentaban
llevar adelante no tenía precedentes en la parroquia. Hasta
entonces, los enclosures ensayados en los comunales habían
sido de común acuerdo.24 La masiva ocupación de St.
George's Hill por parte de los diggers, y su llamado para
que nuevos colonos se unieran al emprendimiento, era algo
que los habitantes de Walton jamás habían visto con
anterioridad. A pesar de sus obvias afinidades con la
práctica del squatting, el experimento digger no debe
confundirse con la ocupación ilegal de tierras comunales
por parte de pequeños usurpadores, por largos años tolerada
por los vecinos de la comarca.25
La oposición más intensa a los diggers provino de los
residentes de Walton que vivían en las cercanías de la
colina de Saint George. Winstanley identificó a dos
individuos como líderes de la campaña local en su contra:
John Taylor y William Starr. Taylor lideró el centenar de
“hombres rudos” que atacaron la colonia en los primeros
días del asentamiento. En la ritualizada protesta del 11 de
junio de 1649, Taylor y Starr fueron los dos hombres a
caballo que guiaron a los manifestantes travestidos. 26 John
Taylor, un prominente vecino de Walton, había tenido un rol
activo durante la Guerra Civil como recaudador de fondos
para la causa parlamentaria; tres de sus hermanos lucharon
en el New Model Army.27 Taylor pertenecía a una familia de
trabajadores de la construcción y criadores de ovejas, y al
igual que su padre y muchos de sus parientes, tenía oficio

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de carpintero.28 La familia residía en Walton desde mediados
del siglo XVI.29 Es probable que los antepasados de Taylor
se instalaran en Walton en calidad de squatters.30 En tanto
pequeños propietarios y criadores de ovejas, los Taylor
dependían fuertemente de los comunales locales para
asegurar su subsistencia. Ello explicaría la violencia con
la que enfrentaron la ocupación del páramo comunal por
parte de los diggers.31
William Starr pertenecía a una familia de la yeomanry.32
Durante la Guerra Civil, compartió junto con otro vecino el
costo del reclutamiento de un soldado que debía tomar parte
del sitio de Basing.33 Starr ocupó en varias oportunidades
el cargo de condestable e integró diversos jurados en los
tribunales locales.34 Al igual que John Taylor, Starr era
criador de ovejas, por lo que compartía con aquél la misma
preocupación por el emprendimiento colonizador de los
diggers.35 Según Winstanley, Starr era el típico individuo
que sostenía que los comunales pertenecían a los pobres
pero que se sentía “molesto cada vez que los humildes
hacían uso del prado colectivo”. 36 Si Winstanley estaba en
lo cierto, este granjero encarnaba uno de los mayores
desafíos que los cavadores debían enfrentar: el de
convencer a los commoners pobres de que el éxito de la
colonia instalada en los comunales redundaría en beneficio
de todos los vecinos de la aldea.37 Se trataba de un
problema que los primeros informes sobre las actividades
digger no dejaron nunca de resaltar. Walter Blith sostuvo,
por ejemplo, que “aunque los pobres tienen derecho a sacar
ventaja de los comunales, ello no significa que cualquier
individuo pueda ingresar en cualquier baldío colectivo del
reino”.38
La hostilidad de Starr hacia los cavadores puede haber
debido mucho a su propia experiencia personal. Su padre,
James Starr, mantuvo por años una agria y violenta disputa
con el padre del digger Henry Bickerstaffe. Entre 1611 y
1621, Robert Bickerstaffe presentó en los tribunales varias
demandas contra James Starr; según este último, “los
constantes litigios generados por su acaudalado vecino lo
habían dejado decaído y empobrecido en su pequeña finca”. 39
Bickerstaffe fue también acusado de bloquear caminos
abiertos a la fuerza en terreno propiedad de Starr, y de
ordenar a sus sirvientes la poda de arbustos pertenecientes
a éste último.40 En una ocasión, Starr fue molido a golpes
por los sirvientes de Bickerstaffe. Las golpizas descriptas
por Winstanley tenían mucho en común con estos incidentes
ocurridos treinta años antes. Uno de los testigos de la
violenta paliza sufrida por James Starr fue su propio hijo
William, el futuro adversario de los cavadores. 41 Episodios
violentos como los que describimos no eran nada
infrecuentes en las disputas por tierras durante el siglo
XVII. Es por ello que la actitud de William Starr hacia los
cavadores puede haberse visto influenciada por los
recuerdos de la disputa que su padre había mantenido con
Bickerstaffe, y por la humillación pública que aquél había

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sufrido a manos del progenitor de uno de los líderes digger
más encumbrados.42
A raíz de la creciente oposición local. Winstanley intentó
defender el accionar de los diggers por medio de una serie
de panfletos que envió al Lord General, al Council of War,
a la Cámara de los Comunes y a la ciudad de Londres. 43 En
los textos dirigidos al ejército y al Parlamento, puso
énfasis en la utilidad pública del proceso colonizador, y
se esforzó por minimizar las complicaciones que los
cavadores provocaban a sus vecinos. Su propósito era, como
informó a Fairfax en A Letter to the Lord Fairfax and his
Councell of War, “mostrar con claridad nuestro negocio,
tanto como se pueda, para que nadie se vea asaltado por
dudosas fantasías, y para que todos queden satisfechos con
la sinceridad y justicia universal de nuestro trabajo”. 44
Winstanley insistía en recordar a Fairfax –y por extensión
a sus lectores— que los diggers habían sido tratados con
cordialidad por el Lord General en ocasión de su visita a
la colina de Saint George. 45 Winstanley esperaba poder
demostrar que la causa de los cavadores era de importancia
nacional y no un asunto que involucraba únicamente a
quienes habitaban en las inmediaciones de la colonia. Si
los adversarios locales de los diggers se convencían de que
el oído de Fairfax prestaba atención a sus argumentos,
probablemente en el futuro lo pensarían dos veces antes de
volver a atacarlos.
En este pedido oficial de tolerancia dirigido al ejército y
al Parlamento, Winstanley insistía una vez más en que los
diggers no tenían intenciones de invadir o expropiar
propiedad privada, al tiempo que silenciaba su anterior
llamamiento al retiro masivo de asalariados del mercado
laboral.46 Aunque seguía pensando que el Espíritu haría su
trabajo en el alma de los ricos, induciéndolos a compartir
sus bienes con la comunidad, ahora ponía mayor énfasis en
la posible coexistencia pacífica de dos sistemas diferentes
de propiedad del suelo.47 Como declaró en An Appeal to the
House of the Commons: “dejemos que la gentry tenga sus
enclosures, libres de cualquier limitación; y dejemos que
la gente común explote los comunales y baldíos libres del
yugo de los lords of the manors; para que así el hermano
menor y el hermano mayor vivan libremente en esta tierra,
uno junto al otro, sin molestarse mutuamente”. 48 En A
Letter to the Lord Fairfax, Winstanley reproducía la
respuesta que había dado a una pregunta realizada por el
Lord General durante su visita a la colina de Saint George:
“le hemos dicho (a raíz de una pregunta que usted nos
formulara) que nosotros no estamos en contra de que nos
gobiernen los magistrados y la leyes, pues así es como se
gobiernan las naciones del mundo; pero que en lo que
respecta a nosotros no tendremos necesidad de dichas
instituciones, pues en nuestra colonia la tierra es
propiedad común, al igual que nuestro ganado, nuestro grano
y los frutos del trabajo; estos bienes no se compran ni se
venden entre nosotros, sino que se reparten para asegurar
nuestra subsistencia y la de nuestros hijos, sin los

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engaños que suelen producirse durante las compras y las
ventas; es por eso que nunca necesitaremos castigar a
ningún miembro de nuestra comunidad”. 49 La nación obtendrá
grandes beneficios del trabajo que los cavadores llevaban
adelante. La ocupación de los comunales “tranquilizará los
corazones de los pobres y oprimidos que gimen bajo el peso
del yugo que los aplasta”.50
Winstanley utilizó estos panfletos para desarrollar su
propia interpretación particular de la teoría del yugo
normando. Para el líder digger, los lords of the manors
eran los sucesores de los “coroneles y oficiales superiores
del ejército de Guillermo el Conquistador”; pero la
ejecución del rey Carlos, la abolición de la monarquía y la
creación de un Commonwealth libre, habían invalidado las
leyes introducidas por los conquistadores y habían
restaurado el derecho legal de la gente común a usufructuar
los baldíos colectivos del reino.51 Estos argumentos iban de
la mano de aquellos otros que enfatizaban las obligaciones
contractuales que el Parlamento victorioso debía honrar. La
victoria sobre el rey no se hubiera nunca conseguido sin la
ayuda de la gente común.52 Quienes cavan en la colina de St.
George, le recuerda Winstanley a Fairfax, “han sido siempre
amigos del Parlamento”.53 El Parlamento y el pueblo han
subscripto una alianza (Covenant) para “llevar adelante una
reforma de acuerdo con la Palabra de Dios”: “esta Reforma
debe restaurar en la Tierra la libertad primitiva, que se
disfrutaba cuando el mundo fue creado y repartido entre los
hijos del hombre, convertido en un tesoro común a todas las
personas, sin trabajo asalariado, sin el pago de rentas o
tributos; esta es la Reforma que restablecerá el estado del
hombre anterior a la Caída, aquel tiempo en que no existían
diferencias entre las personas”.54 La gentry y el Parlamento
traicionarían dicha alianza si se apropiaran para sí de los
despojos de la victoria, cerrando las puertas a la gente
común sin cuyo apoyo nunca hubieran derrotado al rey.55
Si bien resultaba relativamente fácil defender los derechos
que los pobres tenían a las tierras comunales, Winstanley
tuvo mayores dificultades para explicar la vehemente
oposición popular que los diggers tuvieron que enfrentar en
la colina de Saint George. Winstanley dirigió su ira contra
los “freeholders”, a quienes calificó de “ignorantes y
ambiciosos”. Su estrategia pasaba por separar a esta “gente
violenta y amarga” del resto de la población local. Para el
líder de los cavadores, el lugar que los freeholders
ocupaban en la jerarquía social también derivaba de la
conquista normanda.56 Cuando Fairfax visitó St. George’s
Hill, Winstanley le confirmó que “muchos de los
parroquianos que en un principio se sintieron molestos con
nosotros, han comenzado a moderar su actitud, y encontrar
justicia en nuestro trabajo, a excepción de uno o dos
freeholders ambiciosos que pretenden tener los comunales
para ellos solos, manteniendo sobre nosotros el pesado yugo
de la tiranía normanda”.57 En A Declaration from the Poor
Oppressed, los “freeholders ricos” y la gentry fueron
acusados de “obtener los mayores beneficios de la

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explotación de los comunales, sobrecargándolos con sus
vacas y ovejas; mientras que los pobres, que son quienes
verdaderamente tienen derechos sobre ellos, se quedan con
la peor parte”.58 El egoísmo y la sinrazón de los
freeholders se encarnaban claramente en el accionar de
individuos como William Starr y John Taylor, esos “furiosos
demonios cuyos ataques contra nosotros demuestran que las
tierras que explotan han sido obtenidas mediante
asesinatos, violencia y robos, los mismos delitos a los que
ahora recurren para conservarlas en su poder”. 59 En el
modelo social de Winstanley, los freeholders son descriptos
como los descendientes de los oficiales inferiores y de los
soldados de Guillermo el Conquistador, así como los lords
of the manors son considerados sucesores de los coroneles y
de los oficiales superiores. 60 Se trataba de un análisis
clasista simple pero efectivo, que reflejaba la realidad de
la estructura social rural, en la cual los intereses de los
sectores medios eran vistos como complementarios de los de
la gentry.61 Pero esta interpretación poco hace para
explicar el manifiesto apoyo popular que aquellos
freeholders locales consiguieron en su lucha contra los
diggers.
La antipatía que Winstanley demostraba a los yeomen de
Walton ponía de manifiesto los límites de la estrategia de
moderación ensayada en los panfletos de la colina de Saint
George. Su lucha por mantener en estos escritos un tono
conciliador se puede observar también en la actitud ambigua
que tenía respecto del ejército y de la Cámara de los
Comunes. Si bien confiaba en la moderación y en la amistad
de Fairfax y del Consejo de Guerra, también se sintió
obligado a recordarles que si los ataques de los soldados y
de los freeholders continuaban, “ni ustedes ni ellos
tendrán excusas el Día del Juicio Final, porque nuestras
intenciones les han sido explicadas con claridad
suficiente”.62 Se esperaba que el Parlamento hiciera avanzar
la causa de los diggers. Los parlamentarios tampoco
“tendrían excusa” si permitían que los pobres continuaran
siendo aplastados por sus opresores y sus leyes antiguas y
tiránicas”.63 Winstanley también estaba preocupado por no
otorgar demasiado peso al argumento del yugo normando. En
el postfacio de A Letter to the Lord Fairfax,
presumiblemente añadido después de enviar la misiva al jefe
del ejército, intentó dejar en claro que el objetivo del
movimiento no era simplemente restaurar las leyes
anteriores a la conquista normanda: “la reforma que
impulsamos es de acuerdo con la Palabra de Dios, y lo que
pretende es restaurar el estado de justicia anterior a la
Caída”.64 Resulta evidente que Winstanley permaneció fiel a
su programa radical de restauración, expuesto en The New
Law of Righteousnes y en The True Levellers Standard
Advanced, y que deseaba que sus intentos de conciliación
con el Parlamento, el ejército y los adversarios locales de
los diggers, no comprometieran dicho radicalismo.
Los intentos de los cavadores por superar la hostilidad
local, y extender sus actividades en la colina de St.

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George, sufrieron un duro revés cuando sus enemigos
cambiaron de táctica en junio de 1649. El 23 de junio
varias demandas por violación de propiedad ajena fueron
presentadas contra Winstanley, Henry Bickerstaffe, Henry
Barton y otros cinco cavadores de Kingston. 65 La acción era
impulsada por Francis Drake, arrendatario del manor de
Walton.66 No sabemos si Drake actuaba para proteger sus
propios derechos de propiedad, para defender los intereses
de sus tenentes, o para poner fin a los desordenes que la
presencia de los cavadores venía provocando en la
parroquia. También la religión puede haber condicionado la
decisión de expulsar a los colonos del manor. Francis Drake
era un hombre de firmes convicciones religiosas, como lo
demuestra su posterior intervención parlamentaria en
ocasión del proceso del cuáquero James Naylor. En los
debates de diciembre de 1656, Taylor fue uno de los
parlamentarios que insistió en que Naylor era culpable de
horribles blasfemias por las que merecía la muerte. 67 La
familia Drake estaba relacionada con varios de los
principales clérigos del período Estuardo temprano. Francis
Drake era hijo de Joan Drake, una mujer que se hizo célebre
porque estaba convencida de que formaba parte del grupo de
los réprobos, de los predestinados por Dios a la eterna
perdición; durante muchos años, las puertas de la
residencia familiar estuvieron abiertas a una sucesión de
ministros que intentaron convencerla de lo contrario 68 El
padre de Drake mencionó a varios piadosos clérigos
puritanos en su testamento.69 La familia también tenía
amistad con John White, líder de la facción puritana que
dominaba la ciudad de Dorchester.70
La estrategia legal de Drake se extendió por muchos meses,
en parte porque los diggers se negaron a designar un
abogado.71 El 28 de julio, el tribunal condenó a Winstanley
y a Bickerstaffe al pago de 10 libras en concepto de daños
y perjuicios; a otro colono se le impuso una multa de tres
libras.72 El tribunal ordenó al arresto de Bickerstaffe –
aunque poco después Drake se mostró de acuerdo con su
liberación— y dio órdenes para que los bienes personales de
Winstanley fueran embargados.73 Los magistrados se llevaron
cuatro vacas de su vivienda, aunque finalmente los animales
no fueron incautados porque “varios extraños” los
rescataron y los sacaron de la parroquia. 74 Winstanley
insistía en que las vacas no le pertenecían; tampoco eran
suyos los siete terneros y el toro que requisaron de sus
establos quince días más tarde. Aparentemente algunos de
los animales pertenecían a vecinos a quienes Winstanley les
había arrendado parte de sus derechos de pastura; pero la
mayoría de aquel ganado era propiedad de sus suegros. 75
Cuando más adelante escribió que “los bienes incautados a
los cavadores por lo general pertenecían a otras personas”,
debió estar refiriéndose al incidente que comentamos. 76
Tampoco pertenecía a Winstanley el grano que se estropeó
cuando desconocidos introdujeron en su sembradío cerdos
salvajes y ganado común, que consumieron parte de la
cosecha que aún no había sido levantada.77

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La mayor parte de lo que sabemos sobre las acciones legales
emprendidas contra Winstanley, proviene de su A Watch-Word
to the City of London and the Armie, fechado el 26 de
agosto de 1649.78 Éste es uno de los trabajos más potentes
del período digger de Winstanley.79 Resulta particularmente
llamativa la vívida descripción del embargo de sus vacas, y
del sufrimiento padecido por los animales –los oficiales de
justicia “las golpearon con sus palos, dejando sus cabezas
en un estado que resultaba penoso de ver”. 80 En panfletos
anteriores Winstanley ya había enfatizado la brutalidad
irracional de los adversarios de los cavadores.81
La decisión de los magistrados de no permitir que
Winstanley ejerciera su propia defensa durante el proceso
que le iniciaron, le dio la excusa para desarrollar varias
argumentaciones legales en sus panfletos. Por ello incluyó
en A Watch-Word una copia del documento que había
presentado ante la corte para justificar la roturación del
suelo de la colina y para condenar los ilegales
procedimientos del tribunal.82 Invocaba el covenant para
demostrar que “las leyes destructivas y tiránicas del viejo
yugo normando” aún no habían sido abrogadas. 83 Repetía el
argumento según el cual las actividades de los cavadores
estaban legitimadas por la ley del contrato: “todas las
clases de personas, pobres y ricas, tenentes y
terratenientes, han pagado impuestos o arriesgado sus vidas
para expulsar al Rey de su cargo, de lo cual se sigue que
en esta tierra todos los hombres deben ser libres ahora que
el cargo de rey ya no existe”.84
A pesar de su tono confiado, A Watch-Word mostraba mucha de
la ambigüedad de los dos panfletos de Winstanley
inmediatamente anteriores. Insistía en que los diggers no
pretendían avasallar los derechos de otras personas, y que
los freeholders no debían tener miedo de perder sus fincas
cercadas. Sin embargo, cuando resumía los objetivos de su
movimiento volvía a utilizar el lenguaje militante
característico de sus primeros escritos. 85 Mientras que la
conquista normanda era responsabilizada por la expropiación
de la gente común, en el resto del trabajo Winstanley
repetía su antigua tesis: la codicia, instalada en el mundo
a raíz de la Caída, era el origen de la propiedad privada y
de la miseria que oprimía a los pobres; ambos fenómenos, de
hecho, no eran más que dos caras de la misma moneda. 86
En muchos aspectos, A Watch-Word era un texto más agresivo
que A Letter to the Lord Fairfax y An Appeal to the House
of Commons. Al centrarse en los juicios incoados por la
corte de Kingston, Winstanley lograba dar rienda suelta a
su frustración por la lentitud con que avanzaban los
cambios prometidos por la revolución parlamentaria. La
determinación del Parlamento de mantener las leyes
existentes había incentivado a los letrados a iniciar
demandas en su contra, y a los jueces a negarle el derecho
a defenderse a sí mismo sin intervención de abogado. Muchos
parlamentarios “están jugando con esta pobre Nación”. De
hecho, si bien el cargo de rey había sido abolido, el poder
monárquico todavía subsistía.87 En los trabajos previos,

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Winstanley no había hecho ninguna distinción entre el cargo
de rey y el poder real. 88 Pero ahora comenzaba a tratar al
concepto de poder real de una manera similar a como lo
habían hecho los autores de More Light Shining in
Buckinghamshire: como una fuerza que existía
independientemente del rey, y a la que se le había
permitido sobrevivir a pesar de la proclamación de la
república.89 El poder real, que A Watch-Word equiparaba con
la codicia, podía estar “en manos de una o de varias
personas”; su continuidad era un recordatorio de la
fragilidad de las nuevas libertades conquistadas por los
ingleses.90
Con su énfasis en la vigencia del poder real, A Watch-Word
mostraba alguna afinidad con el discurso de otros
reformadores. La campaña en pos de una reforma general de
la legislación tuvo escasa repercusión en el verano de
1649, lo que permitió que la agitación extra-parlamentaria
se desarrollara de manera notable. 91 El 24 de agosto, dos
días antes de la finalización de A Watch-Word, se presentó
en los Comunes una petición “de los oprimidos del condado
de Surrey”, influenciada por el espíritu leveller. El texto
expresaba la frustración de los radicales por la lentitud
del proceso de reforma tras la finalización de la guerra, y
reclamaba, entre otras cosas, la supresión de los diezmos,
el empleo de la lengua inglesa en los documentos legales,
el aceleramiento de los tiempos judiciales, la prohibición
de que los parlamentarias ejercieran la abogacía, y el
derecho de cualquier particular a “presentar su caso ante
la corte sin asesoramiento de letrado”.92 Este texto sólo se
diferenciaba del ataque al sistema jurídico realizado por
Winstanley por la defensa que hacía del sistema de jurados.
La experiencia de los juicios de Kingston había demostrado
al líder digger que los jurados podían ser tan corruptos
como el tribunal al cual servían.93
Las amenazas a la libertad eran un tema recurrente en A
Watch-Word.94 Ninguna libertad que no respete “a los pobres
tanto como a los ricos” podrá establecerse nunca en
Inglaterra; sin embargo, “por lo general los ricos son
enemigos de la verdadera libertad”. 95 Las batallas que
Inglaterra debía enfrentar por entonces eran “puramente
espirituales”. “El Dragón en contra del Cordero, el poder
del amor en contra el poder de la codicia”; los enemigos de
los diggers buscaban destruir su proyecto para asegurarse
de que “el nombre de la comunidad y de la libertad, que es
Cristo, no se conozca en la Tierra”. 96 Una vez más se
enfatizaba la importancia que la agencia tenía en el avance
de la libertad, “pues la acción es vida, y aquel que no
actúa no consigue nada”.97 “Todos hablan de libertad”, se
quejaba Winstanley, “pero pocos son los que luchan por
ella, pues en general los actores de la libertad son
oprimidos por los declamadores y profesores verbales de la
libertad”.98 Las libertades que se han conseguido luchando
ahora están en peligro de perderse por falta de lucha. 99
Como el propio Winstanley sostenía en la comunicación
dirigida a la Ciudad de Londres: “todos los hombres hemos

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luchado por la libertad, ayunado y orado, dado gracias por
las victorias y presentado peticiones; pero ahora que el
enemigo común ya no está, somos hombres en la niebla,
buscando una libertad que no sabemos dónde se encuentra ni
en qué consiste; aquellos de entre los ricos que logran ver
la libertad se sienten avergonzados y temerosos de
poseerla, porque llega vestida con ropas de payaso,
escarnecida con las peores palabras de burla que Ismael
podría imaginar, con las más infames murmuraciones que
Rebeca podría difundir, atacada con una furia y un odio que
ni Faraón se atrevería a emplear; libre será el hombre
capaz de trastornar el mundo (that will turn the world
upside down)”.100 Hacia el final de A Watch-Word, Winstanley
llamaba la atención sobre las conexiones que este panfleto
tenía con sus dos inmediatos predecesores. “Les he hablado
de manera llana”, recuerda a sus lectores. “No he adulado
al Parlamento, al Ejército, a la Ciudad o al País, sino
simplemente transmitido la luz de verdad que la palabra del
Señor me ha revelado”.101 Sin embargo, también existen
diferencias importantes entre los tres textos –en
particular, el contraste entre el tono respetuoso y
constructivo de A Letter to the Lord Fairfax , y el tono
combativo de A Watch-Word. Estas diferencias revelan la
rapidez con la que los diggers llegaron a darse cuenta de
lo difícil que resultaba convencer a otros de la utilidad
de la tarea que estaban desarrollando en la colina de St.
George.
A Watch-Word contiene mucha información valiosa sobre la
persecución que los diggers sufrieron en la colina. Sin
embargo, también tiene muchas lagunas. El panfleto no
explica los motivos por los cuales Drake liberó a Henry
Bickerstaffe después de sólo tres días de arresto. 102
Tampoco se dice nada sobre la naturaleza precisa del
incidente durante el cual “cerdos salvajes y ganado común”
ingresaron en el sembradío de Winstanley y consumieron el
grano que allí se encontraba.103 ¿Fue éste, como Winstanley
quiere dar a entender, otra ejemplo de violencia irracional
contra los diggers? ¿O fue algo quizás más complejo, un
intento simbólico de tomar al pie de la letra los dichos de
Winstanley, habilitando sus propios sembradíos para el uso
colectivo del resto de la comunidad? Si este fuera el caso,
y si otros sembradíos digger sufrieron el mismo destino,
estaríamos en presencia del ataque más serio lanzado contra
la supervivencia de la colonia. Ayudaría a explicar por qué
Henry Bickerstaffe, que durante los últimos ocho años había
estado a cargo del mantenimiento de las fincas de su
hermano en Walton y en Cobham, por entonces dio por
concluida su participación activa en el movimiento digger y
volvió a establecerse con su familia. 104 El incidente puede
tener relación con el otro evento inexplicado al que
Winstanley sólo alude brevemente en A Watch-Word: el
abandono de la colonia de St. George’s Hill por parte de
los cavadores, y su traslado a la parroquia de Cobham,
donde intentaron fundar un nuevo establecimiento en el
baldío de Little Heath.

Gurney, Brave Community 11 traducción Campagne


LOS DIGGERS EN COBHAM
El trabajo del cavador continúa siempre, y no halla
descanso
Las vacas se fueron, pero retornaron, y ahora todos
descansamos
No se paga ni se pagará dinero a los abogados ni a sus
hombres
para que defiendan nuestra causa, pues nosotros mismos lo
haremos lo mejor podamos
En Cobham, en el Little Heath, continuamos cavando
Allí nuestros amigos viven en un mundo de amor, como si de
una sola persona se tratara.105

Se desconoce la fecha exacta del traslado de los diggers de


la colina de St. George al baldío de Little Heath, en
Cobham. La nueva plantación, sin embargo, ya estaba lista
para el 24 de agosto, cuando un grupo de “caballeros,
terratenientes y freeholders ricos de Cobham se reunieron
“para deliberar juntos qué medidas tomar respecto de los
cavadores”.106 A pesar de esta reunión, y de la contratación
de un conferencista para que combatiera la propaganda
digger, todo indica que los colonos pudieron iniciar su
trabajo sin ninguna interrupción violenta. 107 Winstanley no
publicó nada entre agosto y fines de diciembre de 1649, ni
volvió a hacer referencia al tipo de hostilidad popular que
sus seguidores habían sufrido en St. George’s Hill. Las
pocas hectáreas del baldío de Little Heath que los
cavadores sembraron con trigo y avena no sufrieron agresión
alguna hasta fin de año.108 El comunal de Little Heath
estaba ubicado al este de la parroquia de Cobham, en una
región relativamente aislada, alejada de los principales
asentamientos del terruño. Si la intención de los cavadores
era evitar cualquier provocación contra la comunidad local,
dicho páramo parecía una elección bastante apropiada.
Al mudarse a Cobham, Winstanley y sus compañeros regresaban
a la parroquia donde las ideas digger habían nacido, la
región de la cual eran originarios muchos de los cavadores.
No puede sorprendernos, pues, que en Cobham fueron mucho
mejor recibidos que en St. George. Los diggers siempre
fueron forasteros en Walton. La hostilidad popular era
mucho menos evidente en el nuevo emplazamiento, y las
agresiones se vieron contenidas por los complejos lazos de
parentesco y vecindad que unían a muchos cavadores con la
comunidad local. Tres cuartas partes de los cavadores que
se trasladaron a Little Heath residían en Cobham o en las
parroquias vecinas.109 En los meses sucesivos, otros
parroquianos de la localidad se convirtieron en seguidores
de Winstanley.110 La mayoría de los cavadores asociados con
la colonia de Saint George se habían dispersado durante la
primavera y a comienzos del verano.111 Henry Bickerstaffe
fue uno de los pocos vecinos de Cobham que abandonaron el
movimiento en el momento en que se estaba fundando la
colonia de Little Heath.112

Gurney, Brave Community 12 traducción Campagne


Las acciones en contra de los diggers no comenzaron hasta
la segunda semana de octubre de 1649, cuando el Consejo de
Estado fue informado de “una gran cantidad de personas
congregadas en torno a Cobham de una manera tumultuosa y
desordenada”.113 Se instruyó a los jueces de paz de Surrey
para que investigaran el hecho, y se pidió una vez más la
asistencia de Fairfax.114 Los reportes de noticias
informaron que al menos cincuenta hombres recibieron de la
justicia la orden de dispersarse, pero es posible que el
número de cavadores resulte exagerado.115 Varios diggers
fueron arrestados, pero tras la presentación de un habeas
corpus se los liberó bajo fianza.116 Es probable que éstos
sean los cavadores que según Winstanley estuvieron presos
cerca de un mes en la cárcel del condado, en Southwark. 117
Presentaciones judiciales adicionales contra Winstanley
ingresaron por entonces en la corte de Kingston.118
Las presiones contra la pequeña comunidad del baldío de
Little Heath se volvieron más intensas en la última semana
de noviembre, cuando varios soldados y campesinos
derrumbaron las viviendas de dos de los colonos y se
llevaron los materiales de construcción. 119 El incidente
provocó la protesta de Winstanley, pues Fairfax había
prometido que sus soldados no se involucrarían en nuevas
acciones contra los cavadores. Los colonos enviaron dos
cartas el General en Jefe, una firmada por Winstanley, y
otra por siete dirigentes digger.120 Una versión ligeramente
corregida de la primera carta fue enviada al Consejo de
Estado.121 Se desprende de estos documentos, y del relato
más detallado que Winstanley incluye a fines de noviembre
en A New-Yeers Gift for the Parliament and Army, que los
cavadores eran conscientes de que la oposición que
comenzaban a encontrar en Cobham era muy distinta de la que
habían experimentado en Walton. En Cobham, la campaña local
estaba férreamente organizada, liderada por la gentry local
y apoyada por los jueces de paz, el sheriff del condado y
un destacamento de soldados; aquí estuvo virtualmente
ausente el tipo de oposición popular autónoma que hemos
visto actuando en la colina de St. George. Uno de los
principales nuevos adversarios de los diggers era John
Platt, rector de la parroquia de West Horsley y lord of the
manor de Cobham por su matrimonio con la difunta Margaret
Gavell. En la figura de Platt los cavadores hallaron a un
oponente articulado, aparentemente preparado para debatir
con Winstanley sobre la cuestión de la puesta en producción
de los comunales, y que compartía la táctica del líder
digger de tratar de involucrar a las autoridades centrales
en el conflicto.122 Según Winstanley, Platt fue quien
persuadió a Fairfax de la necesidad de enviar soldados para
asistir al sheriff en la desarticulación de la plantación
de Little Heath. Los cavadores tuvieron que defenderse
entonces de acusaciones que los describían como “personas
rebeldes”, que se “apoderan por la fuerza de las viviendas
de las personas”, que “andan armados y borrachos”, y que

Gurney, Brave Community 13 traducción Campagne


conspiran para traer al Príncipe* de regreso a
123
Inglaterra.
Aún cuando estas acusaciones carecían de fundamento,
existía una conexión demostrable entre los cavadores y la
bebida.124 Algunos diggers también tenían vínculos con los
realistas.125 Tal era el caso de Henry Bickerstaffe. 126 Uno
de sus primos fue un conspicuo activista monárquico en el
condado de Surrey durante la década de 1650. 127 Algunos de
los letrados que apoyaron a los diggers durante los
procesos judiciales que les iniciara la corte de Kingston
también eran simpatizantes de la causa realista.128 En abril
de 1650, el mismo mes en que la colonia digger fue
finalmente destruida, uno de dichos letrados fue
formalmente acusado de conspirar contra el Parlamento.129 El
hermano mayor de Henry Bickerstaffe apoyaba la causa
presbiteriana en la ciudad de Londres, y por ello mismo
resultaba sospechoso a los ojos de los dirigentes
parlamentarios.130 En 1645 y 1647, este mismo personaje
había firmado varios petitorios en apoyo a los
desmovilizados soldados del ejército real. 131 Sus amistades
con reconocidos conspiradores afectos a la causa de los
Estuardo continuaron durante toda la década de 1650.132
Los diggers reaccionaron contra estas acusaciones
calificando a sus oponentes de enemigos del Commonwealth.
“Muchos de los caballeros que os apoyan”, informaron a
Fairfax, “no lo hacen por amor a vuestra causa sino en
función de sus propios intereses”. Esta referencia parece
aludir claramente a la persona de Sir Anthony Vincent. 133
Algunos de los adversarios locales de los diggers estaban
emparentados con conocidos realistas.134 Pero muchos otros,
como John Platt, eran fieles partidarios del Parlamento. 135
Si los cavadores querían desprestigiar a este último, era
más sencillo aludir a su doble condición de clérigo y señor
feudal. Por ello se esforzaron en describirlo como un
vicario hipócrita y poco caritativo, más preocupado por
oprimir a sus tenentes y acosar a los diggers que por
predicar la palabra divina. En A New-Yeers Gift, Winstanley
describe vívidamente el ataque que Mr. Platt en persona
lanzó contra la colonia de Little Heath, montado a caballo
mientras ordenaba a sus tenentes demoler las precarias
cabañas.136 Los potentados locales advirtieron a sus
arrendatarios que no debían proporcionar alojamiento ni
vituallas a los cavadores expulsados. Los tenentes que
manifestaron en público su simpatía por la causa digger
fueron amenazados con el desahucio.137
Winstanley tenía buenas razones para subrayar las tensiones
existentes entre terratenientes y tenentes de Cobham. Aún
cuando su relato puede haber exagerado el conflicto, no
caben dudas de que algunos vecinos de la parroquia apoyaban
a los colonos. Muchos de los cavadores instalados en Little
Heath estaban ligados por lazos de familiaridad y vecindad
con los habitantes del terruño. Cualquier campaña violenta

*
Se refiere al exiliado Príncipe de Gales, hijo del ejecutado rey
Carlos I y futuro monarca con el nombre de Carlos II ( nota del
traductor)

Gurney, Brave Community 14 traducción Campagne


contra los seguidores de Winstanley siempre iba a provocar
divisiones en la parroquia de Cobham, sobre todo si la
iniciativa corría por cuenta de los grandes propietarios y
no de la población local. A diferencia de lo sucedido en
Walton, en Cobham los ataques fueron organizados por
latifundistas ansiosos de defender recursos manoriales cuya
propiedad reclamaban para sí. Se dijo, incluso, que Platt
estaba dispuesto a considerar la posibilidad de que los
diggers continuaran en Little Heath siempre y cuando se
comprometieran a no cortar nuevos árboles en el bosque
comunal.138 Resulta obvio que muchos pequeños productores
locales debieron acompañar con renuencia una campaña anti-
digger destinada a defender meramente los intereses
materiales de la gentry.
También resulta posible que muchos habitantes de Cobham
estuvieran dispuestos a tolerar el experimento de los
cavadores en función del empleo que los colonos podían
llegar a ofrecer a los pobres de la parroquia. 139 En
Wellingborough, Northamptonshire, donde una colonia digger
se estableció en 1650, los sectores medios parecen haber
apoyado el emprendimiento por este motivo. 140 También en
Cobham los habitantes locales debieron sentirse incómodos
ante la perspectiva de demoler las viviendas de familias
pobres, y de privarlas de su sustento poco antes del
comienzo del invierno. En A New-Yeers Gift, Winstanley
explotó de manera consistente la actitud poco cristiana del
vicario Platt, que ordenó destruir las cabañas de varios
pobres ancianos durante una tarde fría y desapacible. 141 Una
vez que los cavadores fueron finalmente expulsados de
Little Heath, no puede sorprendernos que muchos vecinos de
Cobham recogieran a los niños pequeños hasta que sus padres
hallaran un nuevo lugar donde residir.142
En sus cartas y panfletos de noviembre y diciembre de 1649,
los diggers explotaron los elementos de su programa que
mayor punto de contacto tenían con el tradicional lenguaje
de la economía moral y de la reciprocidad campesinas. Se
trataba de los argumentos que más atractivos podían
resultar a la población local.143 La apertura de los
comunales a todas las personas “aliviará el problema de la
pobreza que afecta a muchos necesitados”, afirmaba
Winstanley en una de sus cartas a Lord Fairfax y al Consejo
de Estado.144 Los mismos argumentos eran repetidos en A New-
Yeers Gift.145 Los diggers eran “gente pobre que no habían
parado de sufrir desde que comenzaron a juntarse”; la
pobreza era su máxima carga.146 Proclamas de esta clase
pueden haber conseguido para los cavadores un apoyo popular
que dificilmente hubieran logrado los restantes puntos de
su programa. Para el momento en que los cavadores
decidieron asentarse en Cobham ya no parecían tan
amenazantes como cuando se instalaron la colina de St.
George. Inicialmente muchos creyeron que miles de personas
se unirían al experimento, provocando el estallido de una
insurrección de carácter masivo. 147 Sin embargo, cualquiera
que entraba en contacto con los colonos de Little Heath
pronto se convencía del espíritu pacifista del grupo, de

Gurney, Brave Community 15 traducción Campagne


que eran pocos en número, y de que estaban decididos a
restringir sus actividades a la sección de los comunales
que ya habían ocupado.
Lo que sabemos sobre aquellos que se unieron a Platt en las
campañas de fines de 1649 y comienzos de 1650 abona la
tesis de que la comunidad local estaba dividida en torno a
la cuestión de los cavadores, y de que los ataques en
realidad estuvieron liderados por los propietarios locales,
sus dependientes y sus asalariados.148 En An Humble Request,
el panfleto en el que Winstanley describirá el asalto final
a la colonia en abril de 1650, vuelve a mencionar a John
Platt y a Sir Anthony Vincent como los dos principales
enemigos de su movimiento.149 Podemos conocer los nombres de
otros agresores gracias a los documentos legales
relacionados con el ataque a la colonia. 150 En la Court of
Assize celebrada en Croydon en julio de 1650, un grupo de
cavadores o de simpatizantes de los diggers presentaron una
serie de demandas contra los atacantes, que luego fueron
desestimadas por el jurado.151 Varios de los firmantes de
dichas demandas era reconocidos cavadores. Otros, sin
embargo, no aparecen apoyando ninguno de los manifiestos
diggers conocidos, por lo que es probable que se tratara de
meros simpatizantes del movimiento, otra prueba más del
apoyo local que los seguidores de Winstanley obtuvieron en
la parroquia de Cobham.152
De la lectura del listado de individuos acusados de haber
atacado la colonia de Little Heath lo primero que sorprende
es el hecho de que la mayoría no provenían de Cobham. 153 Un
cuarto de los acusados eran de Stoke d’Abernon. 154 Un tal
William Davey es descripto en An Humble Request como
sirviente de Sir Anthony Vincent.155 Otros eran parroquianos
de Platt, en West Horsley.156 Algunos parecen haber sido
asalariados pobres, a juzgar por la información contenida
en los rollos fiscales locales.157 Varios habían apoyado al
Parlamento durante la Guerra Civil.158 No resulta posible
determinar la parroquia de origen de varios de los
agresores;159 aunque uno de ellos parece haber sido
residente de la aldea de Esther.160
La mayoría del resto de los acusados –menos de la mitad del
total—161 tenían conexiones con la parroquia de Cobham. 162
Encabezaba la lista John Platt, seguido por Thomas y Edward
Sutton.163 Thomas Sutton había tenido conflictos con
Winstanley antes de que éste iniciara su actividad como
dirigente digger.164 Robert Melsham había nacido en Esther,
pero residía en Cobham para 1650.165 William Honyard era
otro residente local, lo que explica que entre 1662 y 1668
lo encontremos en el listado de los pobres que recibían
ayuda de la parroquia.166 Thomas Parrish se desempeñó como
jurado del tribunal señorial;167 más adelante fue elegido
condestable de la parroquia de Cobham. 168 En 1646, su hijo
fue el primer niño bautizado en la iglesia local. 169
John Goose provenía de una familia de tejedores y pequeños
copyholders que se habían establecido en Cobham a mediados
del siglo XVI.170 Otros parroquianos del mismo nombre se
encuentran en varios documentos de mediados del siglo

Gurney, Brave Community 16 traducción Campagne


XVII,171 por lo que resulta imposible saber si este John
Goose es el mismo que luchó en el ejército del rey durante
la Guerra Civil, y que luego recibió una pensión durante la
Restauración.172 Entre 1662 y 1664 John Gosse recibió ayuda
de la parroquia,173 y quedó exento del pago de impuestos.174
De los habitantes de Cobham acusados de atacar la colonia
digger, sólo cuatro eran tenentes manoriales en el momento
en que se produjo la incursión: Thomas Sutton 175, Edward
Sutton176, Thomas Pardar177 y John Goose. Quienes están
notoriamente ausentes, tanto de las actas de acusación como
en los escritos de Winstanley, son aquellos tenentes que
con más frecuencia aparecen en los documentos manoriales.
Parece claro, pues, que aunque varios representantes de la
gentry y del campesinado pobre participaron de las
agresiones contra los cavadores, un grupo importante de
prominentes figuras locales se mantuvo al margen del
conflicto. Muchos de los que se involucraron de manera
directa en los asaltos eran figuras marginales en la
parroquia; varios, de hecho, llegaron a Cobham como
sirvientes y enfiteutas de John Platt y otros gentlemen
locales. La cantidad de agresores originarios de las
parroquias de Stoke d’Abernon y West Horley sugiere que los
enemigos de los diggers no contaron con suficiente apoyo en
Cobham, y que por ello debieron reclutar hombres en los
terruños vecinos. He aquí otro indicio de que los planes de
destruir la colonia de Little Heath no contaban con un
amplio consenso en la aldea.
Si buscamos más evidencias de que los diggers no estaban
por completo aislados de la comunidad local, no tenemos más
que dirigir la mirada hacia un incidente que tuvo lugar en
la iglesia parroquial de Cobham, en marzo de 1650. Fue
probablemente por entonces que Winstanley escribió Englands
Spirit Unfoulded, un panfleto que apoyaba la obligatoriedad
del juramento público en apoyo de un sistema político sin
rey y sin Cámara de los Lores.178 A partir de enero de 1650,
todos los varones ingleses mayores de 18 años debieron
prestar un juramento con estas características. 179 La
decisión de extender el juramento a todos los varones
adultos fue una respuesta a la posibilidad de que se
produjeran nuevos levantamientos realistas; al defender
públicamente la necesidad del juramento, Winstanley volvía
a refrendar su apoyo a los cambios políticos que venían
produciéndose desde diciembre de 1648. El pacto que
generaría la imposición de dicho juramento serviría para
justificar la causa nacional de regeneración defendida por
los cavadores, y aislaría a quienes aún continuaban
apoyando la causa del rey y se negaban a permitir que los
pobres ocuparan los comunales.180 También facilitaría la
regeneración interior, pues proporcionaría a quienes
resistían el cambio –realistas o lords of the manors— el
incentivo para extirpar el sentimiento monárquico de su
interior. De esta forma, no sólo estarían liberándose a sí
mismos sino también a aquellos a quienes hasta entonces
habían oprimido –pues “estos que esclavizan a otros son
ellos mismos esclavos, esclavos del Poder del Rey que anida

Gurney, Brave Community 17 traducción Campagne


en su interior”.181 El panfleto está atravesado por la
convicción de que la elección de nuevos parlamentarios
resultaba inminente, y que el sufragio permitiría al pueblo
ejercer presión sobre sus representantes para asegurar el
triunfo de la comunidad verdadera ( true commonwealth) sobre
el poder monárquico.182
Los varones adultos de Stoke d’Abernon prestaron el
juramento el 9 de marzo de 1650, y los de Walton-on-Thames
y Cobham lo hicieron el domingo 17 de marzo. La lista de
Cobham es una de las más completas de la región. Pero lo
que sorprende de ella no es tanto la cantidad de adherentes
cuando el orden de los mismos. La lista estaba encabezada
por John Fuller, un reconocido yeomen de la parroquia, y
detrás suyo se encolumnaban John Coulton, Gerrard
Winstanley y Thomas Starr. Otro cuatro diggers prestaron
juramento dicho día, y sus nombres figuran más abajo en el
listado.185 Los nombres de John Platt y Sir Anthony Vincent
no figuran en ningún listado de varones adultos que
prestaron juramento en las parroquias de Walton, Stoke
d’Abernan o Cobham. No podemos descartar la posibilidad de
que Platt prestara juramento junto a sus parroquianos de
West Horsley, pero si tanto él como Vincent se contaban
entre las personas renuentes a aceptar el compromiso,
resulta sencillo entender los motivos por los que
Winstanley se apresuró a manifestar públicamente su
adhesión a la causa parlamentaria: como una estrategia
eficaz de diferenciarse de los dos potentados locales que
con más saña perseguían a los colonos de Little Heath.187
Englands Spirit Unfoulded fue redactado en lo que para
Winstanley era el inusual género del diálogo dramático. En
el panfleto, dos amigos discuten los méritos del juramento.
Este texto fue uno más de los varios experimentos
literarios que los diggers ensayaron en el invierno de
1649-60 para difundir su mensaje y conseguir mayores
apoyos. Por aquel entonces también fueron publicados The
Diggers Christmas-Caroll y The Diggers Mirth, a los que
debe sumarse una Digger Song inédita.188 Resulta imposible
determinar si Winstanley fue el autor de todos estos
textos, pues por entonces otros diggers habían comenzado a
producir escritos. En diciembre de 1649, por ejemplo, el
cavador Robert Coster publicó A Mite Cast Into the Common
Treasury.190 Este trabajo desarrolla una crítica feroz a los
patrones de deferencia impuestos por las diferencias de
riqueza y poder. El proyecto digger liberaría a los pobres
de la obligación de quitarse el sombrero y de flexionar las
rodillas ante un gentleman o un granjero acomodado. El
panfleto repetía una de las tesis clásicas de Winstanley:
si los pobres se negaban a emplearse a cambio de un
salario, los propietarios de tierras ya no podrían poner a
producir sus parcelas, y se verían privados de “las grandes
bolsas de dinero que producen para ellos sus tenentes, que
en todo menos en el nombre viven y trabajan como esclavos;
hemos visto como, sombrero en mano y rodillas flexionadas,
los tenentes tienen que arrastrarse ante su Señor (Tirano,
cabría mejor decir), mientras éste recorre la habitación

Gurney, Brave Community 18 traducción Campagne


con mirada orgullosa, y con palabras hirientes lo interroga
acerca de sus bienes y de sus ocupaciones”. Si los “ Lords
of the Mannors and other gentlemen ” se veían privados de su
ingreso, “el señorío de sus espíritus caería a tierra, y
entonces los pobres podrían dirigirles la palabra de igual
a igual; quedaría entonces claro que todos somos criaturas
de Dios”.191
En los versos finales del panfleto, Coster daba rienda
suelta a las esperanzas milenaristas que yacían en el
corazón mismo del programa digger: pronto emergería
“aquella comunidad/que durará por siempre”, en la cual “los
ricos y los pobres/se amarán unos a otros/y desaparecerán
las diferencias entre las personas”:

“El estado glorioso


que describo,
inenarrable alegría nos traerá.
El grano será verde
y los flores abundantes.
Nuestros graneros estarán repletos.
Las aves se regocijarán
con alegre canto.
Todo lo que existe dará dulces frutos.
Podremos entonces cantar
y alegrarnos en nuestro Rey,
que pone fin a todas las penas”192

Con su combinación de dura crítica social y expresiones de


confianza en la inminente regeneración de la humanidad, el
panfleto de Coster contiene ecos de The New Law of
Righteousnes y The True Levellers Standard Advanced.
También Winstanley retornó en sus panfletos del invierno de
1649-1650 a los temas que lo preocupaban en sus primeros
trabajos. Gran parte del discurso contenido en A New Yeers
Gift criticaba con dureza al partido monárquico, a los
clérigos, a los abogados y a los titulares de los manors,
pero estos ataques se expresaban en un lenguaje
apocalíptico típico de los panfletos del período pre-
digger.193 Cristo se estaba levantando. “Su poder de
justicia cubrirá el mundo de este a oeste, de norte a sur”,
y arrojará “el poder de los reyes a las tinieblas”. Los
conflictos que perturbaban a la humanidad y afligían a cada
individuo tenían su origen en el combate que libraban amor
y codicia, afecto particular y afecto universal, la luz y
la oscuridad.194 La imaginación alimentaba la codicia, la
que su vez alimentaba el miedo; de aquí surgía “la
hipocresía, la envidia, la dureza de corazón, que induce a
los hombres a romper todas las promesas y los acuerdos,
buscando arruinar a otros para salvarse a sí mismos,
eliminando u oprimiendo a todo aquél que no piense como
ellos o no haga las cosas que hacen ellos”. 195 El amor
universal se equiparaba con la comunidad, y el amor propio
con la codicia, con la desigualdad y con la opresión. El
poder de la oscuridad es “la caída del hombre, o la noche
de la humanidad”: “sin embargo, el Amor Universal ha

Gurney, Brave Community 19 traducción Campagne


declarado que pronto se levantará nuevamente, y Él, que es
la Semilla misma, aplastará la cabeza de la serpiente, y
reconciliará a la Humanidad consigo misma, retornándola a
la era de paz e inocencia anterior a la Caída. Cuando este
Hijo se levante con más fuerza, y todos descubran en él al
Salvador, la humanidad será un solo corazón y una sola
mente. Él transformará a la tierra en un tesoro común,
aunque por el momento solo veamos oscuridad y confusión en
el mundo, en la humanidad”.196
Cristo es el “gran nivelador” (“the great Leveller”), y con
su irrupción “se cumplirá de manera real y material” la
vieja profecía según la cual los pobres heredarán la
tierra.197 Todos serán salvados, y la restauración de la
creación traerá “la verdadera nivelación que Cristo
provocará con su gloriosa epifanía”; porque “Jesucristo, el
Salvador de todos los hombres, es el más grande, el
verdadero, el primer Leveller de este mundo”.198
Es posible que la detallada exposición de su punto de vista
religioso en A New-Yeers Gift, refleje el deseo de
Winstanley de iniciar un debate teológico con John Platt y
otros clérigos, y de rebatir las acusaciones de impiedad
lanzada contra los cavadores. La disputa con Platt,
simultáneamente vicario y lord of the manor, explicaría el
marcado tono anticlerical del panfleto. 199 Sin embargo, el
tono religioso no estaba confinado a este único texto. De
hecho, no caben dudas de que desde finales de 1649
Winstanley estaba preocupado por reafirmar el sustento
religioso del programa digger. El 20 de diciembre, pocos
días antes de la publicación de A New-Yeers Gift,
Winstanley dio a conocer sus Several Pieces Gathered into
one Volume, una compilación que reunía sus primeras cinco
publicaciones más The New Law of Righteousnes , textos
escritos con anterioridad al comienzo del experimento en la
colina de St. George. El prefacio que Winstanley escribió
para la ocasión subrayaba las continuidades que existían
entre los escritos pre-digger y digger, pues insistía en
que todo lo que escribía emanaba del mismo espíritu
interior, “de la luz que existe en mí”.200
Fire in the Bush es un trabajo abiertamente apocalíptico,
descripto por Gerald Aylmer como “el más oscuro y el más
importante de los escritos tardíos de Winstanley”. 201 Tan
sólo en 1969 se conoció la fecha exacta de su publicación,
marzo de 1650, gracias a que Keith Thomas descubriera una
copia perdida del panfleto. Aún cuando muchos especialistas
asumían que se trataba de uno de los primeros trabajos de
Winstanley, sus argumentos son similares a los
desarrollados en A New-Yeers Gift.202 Una vez más Cristo es
descripto como “the true and faithfull Leveller”.204
Fire in the Bush estaba dedicado a las iglesias
–“Presbiteriana, Independiente, o cualquier otra”— cuya
inminente destrucción predecía.205 El gobierno civil
respondía al misterio de la iniquidad, por lo que ahora se
convertía en el nuevo blanco de las diatribas de
Winstanley.206 El tono de Fire in the Bush tiene puntos de
contacto con el milenarismo y con los ataques a la

Gurney, Brave Community 20 traducción Campagne


propiedad privada característicos de The New Law of
Righteousnes. La ley de la propiedad es “la vergonzosa
desnudez de la Humanidad, y está tan alejada de la Ley de
Cristo como la oscuridad lo está de la luz”; cuando Cristo
arranque “la codicia del corazón de los hombres, de la
misma manera la propiedad será desterrada de la Tierra”. 207
Los “más grandes pecados del mundo han sido los que
encerraron bajo llave los tesoros de la tierra, dejándolos
oxidarse, mientras otros morían de hambre por no poder
acceder a ellos, aunque en realidad pertenecían a todos”.208
La era presente era el tiempo final del reinado de la
Bestia; el combate entre Miguel y el Dragón “se vuelve más
caliente que antes”, pues pronto “el Cordero arrojará al
Dragón al abismo, y nos traerá la paz a todos”. 209 Una vez
más, el énfasis estaba puesto en un combate que tendría
lugar en el interior de cada individuo.
Las denuncias que en Fire in the Bush Winstanley lanza
contra los gobiernos que se basaban en el poder de la
espada, y que equiparaban “el estado de naturaleza con el
poder del hombre que provoca divisiones y guerras”, fueron
vistas como posibles alusiones a Hobbes, cuyo Leviathan
vería la luz un año más tarde.211 Es más que probable, sin
embargo, que Winstanley estuviera pensando en un texto de
Anthony Ascham, titulado Of the Confusions and Revolutions
of Government. Publicado en noviembre de 1649, este texto
contenía una detallada, aunque respetuosa, refutación de
los argumentos de los diggers.212 En pos de defender los
poderes de facto del régimen republicano, Ascham exploraba
en detalle la génesis y los fines de los gobiernos y
contrastaba las virtudes del gobierno civil con la ausencia
de ley característica del estado de naturaleza. 214 Para
Ascham, “the state of nature” había sido un estado de
comunidad en el cual los bienes se disfrutaban en común,
hasta que a causa de la anarquía reinante los más débiles
terminaron siendo sometidos por los más fuertes, y “la
desigualdad dio paso a la dominación y a la propiedad”; el
gobierno civil fue la consecuencia necesaria de esta
evolución, pues el miedo impulsó “acuerdos de carácter
general y creó las condiciones que dieron lugar a una
comunidad más segura, aunque también más desigual, pues los
bienes distribuidos de manera inequitativa quedaron en
manos de quienes ya los poseían”. 215 Ascham parecía creer
que los diggers no sólo rechazaban la propiedad privada
sino también toda forma de magistratura civil, propugnando
el retorno a un estado de naturaleza que equivocadamente
caracterizaban como un tiempo de “simplicidad y caridad”. 216
En la perspectiva de Ascham, la violencia era una
característica inevitable del estado de naturaleza, pues no
podía existir paz sin gobierno: “quienes quieren vivir como
animales en mera Naturaleza, no han tomado en consideración
que al rechazar la Ley, vivirán en un estado de guerra
perpetua”.217
Aunque Winstanley podía haber respondido a estos argumentos
insistiendo en que los cavadores no estaban en contra de
todo gobierno civil, decidió en cambio discutir la

Gurney, Brave Community 21 traducción Campagne


equiparación entre “oscuridad” y estado de naturaleza
propuesta por Ascham, enfatizando la bondad natural que
caracterizaba a la Humanidad antes de ser corrompida por
objetos externos. Éste es el contexto de la muy citada
referencia de Winstanley a la inocencia intrínseca de los
niños: “observen a los niños recién nacidos, que por muchos
años seguirán siendo criaturas inocentes, inofensivas,
humildes, pacientes, gentiles, fáciles de tratar, carentes
de envidia. Cada uno de estos niños es Adán, o la humanidad
en su estado de inocencia; y seguirán en dicho estado hasta
que los objetos exteriores los inciten a buscar el placer o
a la felicidad en ellos. Una vez que consienten y comienzan
a padecer la codicia imaginaria que crece en su interior,
experimentan en sí mismos la Caída, se convierten en
cautivos, y comienzan a descender cada vez más y más”.218
Tomados en conjunto, A New-Yeers Gift, Several Pieces y
Fire in the Bush, ofrecen una visión completa de la
filosofía política y de la teología de Winstanley, en una
escala que nunca hubiera podido conseguirse en ningún
panfleto digger individualmente considerado. En estos
trabajos Winstanley pudo responder a las críticas que le
dirigía el clero, explicar su visión a los lectores poco
familiarizados con sus escritos pre- digger, y enfrentar los
nuevos desafíos que le lanzaban otros radicales del poblado
universo sectario del momento. La afirmación de que los
cavadores “son la palabra de la Tierra entera”, que
Winstanley hace en junio de 1649, no debe tomarse como una
exageración, pues es más que evidente el impacto que el
experimento digger tuvo sobre la inmensa mayoría de los
grupos radicales.219
Muchos de los escritores anti-formalistas y espiritualistas
contemporáneos al experimento digger sufrieron la
influencia de Winstanley o se sintieron constreñidos a
diferenciarse de su movimiento. Abiezer Coppe, cuyo A Fiery
Flying Roll acababa de aparecer en diciembre de 1649, negó
toda conexión con el programa “cavador-nivelador”, aunque
sostuvo que compartía con Winstanley el odio hacia la
codicia y la creencia en que “la verdadera comunión entre
los hombres consiste en poseer todas las cosas en común, y
en no considerar como propio nada de lo que se posea”. 222
The Sounding of the Last Trumpet , publicado por George
Foster en 1650, muestra una inocultable influencia de
Winstanley.223 Al igual que el líder de los cavadores,
Foster pronosticaba la destrucción de las formas existentes
y corruptas de gobierno civil y eclesiástico, y la
inminente irrupción de una comunidad de “paz y libertad
universal”.224 Más tarde durante la misma década, Fox y los
primeros cuáqueros organizarán un movimiento que en su
activismo, su milenarismo espiritual y sus impactantes
imágenes y vocabulario, tendrá muchas semejanzas con la
teología y los escritos de Winstanley, aunque no
reconocerán ninguna deuda con él.226
No caben dudas de que los diggers del condado de Surrey
recibieron muchas visitas de simpatizantes y curiosos,
alguno de los cuales residieron por un tiempo en St.

Gurney, Brave Community 22 traducción Campagne


George’s Hill y en Little Heath. No debemos presumir que
todos los visitantes se sintieron plenamente inspirados por
el emprendimiento comunitario, o que ninguno de ellos
formuló críticas al programa de los cavadores. Algunos
pueden haber aplaudido las acciones de los diggers y
rechazado al mismo tiempo el dominio intelectual que
Winstanley ejercía sobre el movimiento, resentimiento que
bien pudo emerger en el seno mismo de la colonia. Un
individuo que pudo haber entrado en contacto con los
diggers fue Laurence Clarkson, el incansable viajero seeker
que ganó para sí el mote de “Capitán de los Ranters”, y que
por entonces comenzaba a adoptar puntos de vista
antinomistas apartados del pensamiento de Winstanley. 227 Tal
como son enunciadas en A Single Eye, de 1650, las opiniones
de Clarkson suponen un desafío directo a la tesis del
combate interior entre oscuridad y luz, amor y codicia,
descripto por el líder digger. Mientras que Winstanley no
perdía la esperanza de que la luz y el amor pudieran alguna
vez triunfar en el seno de los individuos gracias a la
adopción de conductas religiosas activas, Clarkson insistía
en que la oscuridad y la luz significaban lo mismo para
Dios, como todas las demás potencias emanadas de Él; la
oscuridad y los actos pecaminosos eran tales sólo en la
imaginación del hombre caído; para el hombre puro, todas
las cosas debían ser puras: “no existe ningún acto que sea
impuro en Dios, pecaminoso ante Dios”. 228 La imagen del
“single eye” era muy común en los círculos místicos
radicales, pero en la formulación de Clarkson se la
asociaba con una indiferencia hacia la conducta externa de
los hombres, que contrastaba fuertemente con la convicción
que tenía Winstanley (y Coppe) de que la manera en que los
hombres se trataban unos a otros era un tema de central
importancia.
Cuando Clarkson afirmaba que “hasta que no cometí eso que
se llama pecado, no pude predominar sobre el pecado”,
parecía fundamentar la equiparación entre antinomismo y
libertinismo realizada por muchos de sus adversarios. 239
Fueron justamente esta clase de expresiones extremas de
doctrina antinomista, combinadas con comportamientos
provocativos e impactantes, las que a fines de 1650
indujeron a las autoridades a tomar medidas contra lo que
se percibía como “una creciente amenaza ranter”.230 Los
historiadores han puesto en duda la voluntad de Clarkson de
llevar a la práctica lo que predicaba. Sin embargo, su
propio testimonio tardío sugiere lo contrario: “nadie
estará libre del pecado hasta que lo cometa con espíritu de
pureza, como si no fuera pecado”. El pecado elegido por
Clarkson parece haber sido el adulterio, pues todo indica
que prefería “la lujuria” al pecado de blasfemia elegido
por Coppe y sus seguidores.231
No resulta claro qué clase de contactos existieron entre
Clarkson y los diggers, pero ciertos indicios prueban que
en algún momento existió una confrontación efectiva entre
él y Winstanley. El propio Laurence Clarkson reconoce en A
Lost Sheep Found que acusó públicamente al líder cavador de

Gurney, Brave Community 23 traducción Campagne


“abrigar amor propio y vanagloria en su corazón”, y de
pretender aumentar el número de sus seguidores “para
convertirse en una persona importante de esta Nación”.232 Es
muy probable que este conflicto guardara relación con la
súbita aparición de una serie de referencias condenatorias
a los ranters en los escritos de Winstanley de comienzos de
1650. En la visión del dirigente digger, los ranters
aparecían claramente asociados al libertinismo sexual
públicamente defendido –y tal vez practicado— por Clarkson.
Es probable que Winstanley temiera que este “ranting power”
comenzara a provocar disidencias dentro de su propio
movimiento, o al menos entre aquellos a quienes tenía
esperanza de atraer a su causa.
En The New Law of Righteousnes, Winstanley buscó responder
la vieja acusación que sostenía que la comunidad de bienes
indefectiblemente llevaba a la comunidad de esposas. Su
sensibilidad ante esta clase de difamaciones se percibe a
lo largo de todo el período digger.233 En A Vindication of
Those, Whose Endeavors is Only to Make the Earth a Common
Treasury, Called Diggers, un panfleto dedicado por entero a
analizar la amenaza ranter, Winstanley buscaba no sólo
defender a los cavadores de la calumnia que los equiparaba
con los antinomistas, sino que también advertía sobre las
consecuencias que traería seguir dicho camino.234
En A New-Yeers Gift, trató de contrarrestar las acusaciones
que sostenían que “nosotros, los diggers, tenemos nuestras
mujeres en común, y vivimos como bestias”, aunque también
reconocía que entre sus seguidores existían personas que
habían provocado escándalo.236 Englands Spirit Unfoulded
contenía una admonición para las mujeres que podían
sentirse tentadas de seguir “al grupo ranter”, y una
amenaza para el resto de sus seguidores: “si un digger cae
en las prácticas de los ranters, se aleja de nuestros
principios”.237 En Fire in the Bush, Winstanley volvía a
condenar la “lujuria de la carne” como “un grado excesivo e
inmoderado de codicia”.238 No podemos estar seguros de que
estos escritos respondieran al disruptivo accionar de
Clarkson, pues existe evidencia de que Winstanley empleaba
el término ranter de manera poco específica. El ex digger
William Everard fue descripto como “Ranting Everard”,
cuando fue encarcelado en Bridewell en diciembre del mismo
año.239 En algunos pasajes de Fire in the Bush, sin embargo,
no caben dudas de que el autor discute argumentos que
parecen extraídos de las obras de Clarkson. Como era usual
en el pensamiento de Winstanley, las pretensiones de pureza
debían ser juzgadas a partir de las conductas individuales
y de la manera en que los hombres se trataban entre sí.240

EL FIN DE LA COLONIA DIGGER


A Vindication es un texto en el que hallamos más pruebas
sobre la existencia de divisiones dentro de la comunidad
digger. Un apéndice del panfleto llama la atención sobre la

Gurney, Brave Community 24 traducción Campagne


intención de algunos colonos de organizar colectas para
recaudar fondos entre “los amigos de los cavadores”.
Winstanley insistía en que la colecta no había sido
autorizada por él, y negaba haber firmado la nota que
dichos colonos presentaban cada vez que solicitaban ayuda
pecuniaria.241 Si nos guiamos por el contexto en que fue
escrito este panfleto, queda claro que dicha colecta fue
organizada por antiguos diggers o simpatizantes del
movimiento que ya no tenían relación alguna con los
cavadores que permanecían en Little Heath. Fue en respuesta
a estas actividades no autorizadas que los colonos de
Cobham despacharon emisarios solicitando que toda ayuda
fuera enviada directamente a Little Heath “en manos de
algún amigo confiable”. La carta, publicada en A Perfect
Diurnal luego de que el 4 de abril sus portadores fueran
arrestados en Wellingborough, condado de Northampton,
ofrece una descripción detallada del estado de la causa
digger a finales del invierno de 1649-1650. La misiva
confirmaba que el trabajo realizado durante el último
verano se había perdido a causa de los constantes ataques
sufridos por la colonia. A pesar de ello, los cavadores
habían logrado sembrar “varios acres de grano y construido
cuatro casas nuevas”; “en el presente seguimos cavando para
plantar todo lo que podamos; pero en virtud de la pobreza
que nos aflige tememos que nuestro trabajo quede en la
nada”. Hacía falta dinero para comprar vituallas y
semillas, y para “mantener vivo este principio de libertad
en nuestra tierra, que de otra manera morirá por falta de
ayuda”. La carta estaba firmada por Winstanley y por otro
24 cavadores varones. Antes de ser arrestados, los dos
emisarios habían recorrido los condados de Buckingham,
Middlesex, Hertford, Bedford, Berkshire, Huntingdon y
Northampton, y se habían detenido en más de treinta y tres
pueblos y aldeas.242 En muchos de estos lugares, los
embajadores de Winstanley hallaron comprensión y simpatía.
Debe haber sido la evidencia de este apoyo creciente lo que
selló la suerte de la colonia de Cobham. Para el momento en
que los diggers publicaban An Appeale to all Englishmen ,
emprendimientos similares al de la colina de St. George
estaban surgiendo en Wellingborough (Northamptonshire) y
muy probablemente en Cox Hall, en el condado de Kent. 246
Otra comunidad de cavadores se fundó poco después en Iver,
condado de Buckingham. El 1 de mayo, los fundadores de esta
plantación afirmaron que varios grupos digger habían
comenzado a cavar en lugares no especificados de los
condados de Buckingham, Gloucester y Nottingham. 247 A
excepción de las comunidades de Iver y Wellingborough, que
publicaron manifiestos, se conoce muy poco sobre los
restantes emprendimientos ubicados más allá de las
fronteras de Surrey. El sitio de la colonia fundada en
Kent, por ejemplo, no ha podido ser identificado con
certeza, porque ningún lugar con el nombre de Cox Hall
parece haber existido en dicho condado. Christopher Hill ha
sugerido que el sitio del emplazamiento deber haber sido
Cox Heath, cerca del pueblo de Linton. 249 La misma

Gurney, Brave Community 25 traducción Campagne


incertidumbre rodea la identidad de Bosworth, en
Northampton. Keith Thomas parece tener razón cuando
sostiene que los diggers de Iver deben haberse referido a
Husbands Bosworth, aunque a falta de mayores pruebas la
identificación resulta altamente hipotética.251 Motines a
causa de enclosures estallaron en junio de 1650 en dos
parroquias de Gloucester, pero nada indica que dichos
movimientos tengan que relacionarse necesariamente con el
accionar de cavadores en dichos terruños.252
Existe bastante información sobre las colonias digger de
Iver y Wellingborough. Iver, ubicada en la frontera entre
los condados de Buckingham y Middlesex, era una extensa
parroquia con una población de entre 600 y 700 habitantes a
mediados del siglo XVII.261 La mayor parte de la sección
norte del terruño estaba ocupada por el Iver Heath, el
lugar más probable para que los cavadores locales llevaran
a cabo su experimento colonizador. Los lazos eran estrechos
entre esta región y el condado de Surrey. El manor de Iver
era parte de un grupo contiguo de señoríos, algunos de los
cuales mantenían una relación particularmente conflictiva
con sus tenentes y arrendatarios. Estas tensiones locales
se perciben claramente en la declaración que los cavadores
de Iver publicaron en 1650. Los autores del texto subrayan
el estado de necesidad que los aqueja, la falta de acceso a
los recursos que pertenecen a toda la Creación, y lo
inadecuado de la ayuda que la parroquia local entregaba a
los pobres: “no vemos esperanza, ni apoyo ni compasión en
ninguno de los que tienen autoridad en esta parroquia,
quienes dicen que sólo harán algo si se los obliga a
ello”.269 Al igual que los diggers de Cobham, sostenían que
la única forma por la cual los pobres podían obtener un
sustento digno y no languidecer de manera miserable era
permitiendo la roturación de los terrenos baldíos.270
Conocemos los nombres de diez de los cavadores de Iver.
Keith Thomas, que sacó esta caso a la luz, demostró de
manera concluyente que los mismos tenían fuertes conexiones
con la comunidad local.271 Un patrón similar se descubre en
Wellingborough, donde nueve individuos estamparon su firma
en un declaración publicada en marzo de 1650.
La declaración de Wellingborough expresaba la misma
sensación de urgencia que el manifiesto de Iver. Una vez
más, los autores ponían gran énfasis en la alta incidencia
que la pobreza tenía en la parroquia, y en la falta de
respuestas adecuadas por parte de las autoridades.
Los manifiestos de Iver y Wellingborough se hacían eco de
las preocupaciones clásicas de las rebeliones rurales, pero
también incluían exigencias específicas que reflejaban
necesidades y preocupaciones locales. Los cavadores de
Iver, por ejemplo, presentaron demandas relacionadas con la
regulación de la pesca, con el pago de los sueldos
atrasados de los soldados, con la actividad de los
acaparadores de tierra (engrossers), y con el trabajo de
los administradores de los bienes parroquiales.277 Ambas
declaraciones, sin embargo, pertenecen claramente al canon
digger, pues contienen la misma potente combinación de

Gurney, Brave Community 26 traducción Campagne


radicalismo religioso y estado de necesidad socioeconómico
que hallamos en los escritos de Winstanley. La tierra ha
sido creada para beneficio de todos, pero la humanidad se
ha visto privada de sus frutos; las Escrituras, sin
embargo, han prometido el fin de la opresión y la
restauración de la vieja creación. Los diggers de
Wellingborough dejaban en claro que esta restauración
tendría lugar en “los últimos días”.278 Ambos grupos seguían
a Winstanley en la importancia que le daban a la abolición
de la monarquía. También se cuidaban de aclarar que su
intención no era invadir la propiedad de sus vecinos –al
menos hasta que ellos, en palabras de los cavadores de
Wellingborough, “acepten entregárnosla libremente”.279 Como
antes habían hecho los colonos de St. George, ambos grupos
invitaban a otros a unirse a su trabajo y a colaborar con
ellos hasta que sus sembradíos dieran frutos. 280 Los de
Wellingborough seguían a Winstanley cuando afirmaban que
los comunales pertenecían a los pobres, y que “el derecho
que tenemos a esas tierras proviene de la Ley, la Razón y
las Escrituras.281 Los cavadores de Iver hicieron suya la
critica radical que Winstanley dirigía a la costumbre, e
incluso tomaron prestada una frase de Fire in the Bush.282
Al menos ocho de los nueve signatarios del manifiesto de
Wellingborough pueden ser rastreados en los archivos
locales. La evidencia sugiere que el carácter y el perfil
social de esta comunidad cavadora era similar al de las
colonias de Iver y Surrey, pues en los tres emprendimientos
hallamos la misma combinación de radicalismo religioso,
igualitarismo, y preocupación por las necesidades de los
pobres.
Al parecer, los cavadores de Wellingborough sólo
consiguieron ocupar los comunales por un breve lapso de
tiempo antes de que sus proyectos fueran impedidos por el
juez de paz Thomas Pentlow. En una carta del 15 de abril de
1650, el Consejo de Estado daba su apoyo a Pentlow en
relación con las medidas que estaba adoptando con “los
levellers de dicha región”, dándole instrucciones para que
los infractores fueran procesados en el próximo turno de
assizes. El Consejo señalaba que existían leyes aplicables
a quienes “ingresan en la propiedad de otras personas” y a
quienes “organizan asambleas tumultuosas y sediciosas”.
Bastará con aplicar estas disposiciones para que se
restablezca la paz pública “afectada por las intenciones de
esta clase de gente”.292 Una referencia a sus colegas de
Wellinborough en el manifiesto de los diggers de Iver,
sugiere que nueve de ellos fueron procesados en las quarter
sessions del condado de Northamtpon celebradas el 16 y 1l
17 de abril, y encarcelados a pesar de que haber sido
absueltos.293 La respuesta del Consejo de Estado al asunto
de los diggers de Wellingborough demuestra que el gobierno
del Commonwealth prefería que las elites propietarias
tomaran la iniciativa a la hora de enfrentar estallidos de
desorden local, aunque no por ello retaceaba ayuda material
en caso de ser necesario. La misma táctica se adoptó en
abril y octubre de 1649, cuando el Consejo respondió a los

Gurney, Brave Community 27 traducción Campagne


pedidos de ayuda para lidiar con los cavadores de Surrey,
ordenando a Fairfax prestar asistencia a los jueces de paz
locales y al sheriff para dispersar a los colonos. En aquel
entonces, sin embargo, la estrategia había fracasado porque
el ejército se mostró renuente a emplear la fuerza contra
los seguidores de Winstanley. Pero para 1650 todo indica
que el Consejo de Estado estaba mucho más decidido a tomar
medidas efectivas que acabaran con los desórdenes rurales,
mientras que el ejército tenía mayores motivos para
proporcionar la ayuda necesaria. Si en abril de 1649 el
capital Gladman había subestimado el asunto de los diggers
describiéndolos como excéntricos inofensivos, si Fairfax se
había sentido feliz de visitar la colina de St. George para
discutir con Winstanley la filosofía subyacente al
experimento colonizador, para fines de 1649 las actividades
de los cavadores parecían representar una amenaza efectiva
para los intereses del estado y del ejército. A medida que
iban surgiendo nuevas comunidades digger en las parroquias
del sur de Inglaterra y de las Midlands, el gobierno
comenzaba a equiparar el accionar de los cavadores con las
típicas actividades ilegales de los habitantes del mundo
rural, que sin embargo no guardaban relación alguna con las
comunidades de colonos. El Consejo de Estado y el ejército
también tenían interés en que la venta de tierras de la
corona avanzara rápidamente, para reunir fondos con los que
pagar los salarios atrasados de los soldados. Por ello, la
presencia de diggers en regiones donde las propiedades
reales abundaban era un motivo más para poner fin a sus
emprendimientos.
En A New-Yeers Gift, Winstanley había relativizado el
derecho del estado a vender las tierras de la corona y de
la iglesia, argumentando que “si había que dar un destino a
los despojos obtenidos gracias a la confiscación de los
cotos de caza, las tierras del rey y las propiedades de los
deanes y obispos, los beneficiarios debían ser los pobres
del común”: “Nosotros, los pobres del común, que pagamos
impuestos y acuartelamos gratuitamente a los soldados,
tenemos el mismo derecho que cualquiera a las tierras de la
corona; no os damos entonces consentimiento para que
vosotros compréis y vendáis nuestras tierras reales y
nuestros baldíos, pues se trata de una herencia que ya
hemos comprado con nuestra opresión”. 294 Winstanley sugería
que estas tierras tenían que ser divididas “entre los que
permanecen en sus hogares y los que van a la guerra; pues
la victoria pertenece a la Nación toda”. 295 Para el momento
en que Winstanley escribía estas palabras, el manor de Ham
Court (del cual él era tenente o subtenente), acababa de
ser vendido a su arrendatario, Sir George Ayscue. Aunque
Ayscue estaba ausente cuando la propiedad salió a la venta
en agosto de 1649, Cromwell intervino exitosamente en su
nombre para detener la operación hasta que el principal
interesado retornara. Ayscue pudo concretar la compra del
antiguo manor real el 13 de noviembre.296 Desde febrero de
1650, el Consejo de Estado estaba relevando las tierras de
la corona existentes en los alrededores de la colina de St.

Gurney, Brave Community 28 traducción Campagne


George y en la parroquia de Cobhan. 297 En Oatlands Park, las
propiedades del rey sufrieron deterioros que los agentes
del Consejo trataron de atribuir a las actividades de
Winstanley y sus seguidores, aún cuando las pruebas no
resultaban suficientes para responsabilizarlos. En
diciembre de 1649, por ejemplo, varios habitantes locales
cortaron árboles reservados para uso de la marina.298 De los
doce arrestados, sólo uno podría considerarse seguidor de
los diggers, aunque en este caso las pruebas tampoco
resultan concluyentes. El 23 de febrero, sin embargo, el
Consejo de Estado escribió a Fairfax informándole –el
párrafo parece una alusión directa a los cavadores— que
“los árboles y la madera propiedad del Commonwealth en el
condado de Surrey están sufriendo grandes daños y
perjuicios”. Las autoridades centrales le recordaban al
General en Jefe que tales acciones “envalentonaban a dicha
clase de revoltosos, instándolos a cometer actos cada vez
más audaces en contra de los designios del Commonwealth, a
causa de la impunidad de que gozan hasta el momento”. 299 Los
jueces de paz de Surrey también parecen tener en mente a
los diggers cuando en enero de 1650 ordenan extirpar la
caza ilegal del condado, que provocaba “gran daño y
perjuicio de la gentry de calidad y de los Lords of the
Manors”.300
El 26 de marzo, cuando ya resultaba claro que las
actividades de los cavadores se habían extendido más allá
de Surrey, los diggers de Little Heath dieron a conocer el
panfleto más confrontativo publicado hasta entonces. Al
igual que los manifiestos de Wellingborough e Iver, An
Appeale to All Englishmen fue editado en forma de
fascículo.301 Aún cuando todo indica que Winstanley
participó de la redacción, cuestiones de estilo sugieren
que no fue el único autor. An Appeale repetía los remanidos
reclamos digger: “el Parlamento y el Ejército han acabado
con el poder del rey y de los lores, por lo que ahora los
pobres son libres de edificar y de sembrar en los
comunales.302 Pero en este contexto los autores iban más
allá, pues afirmaban explícitamente que los enfiteutas
(copyholders) “ya no debían obediencia a sus lords of
mannors, ni estaban obligados a comparecer ante sus
tribunales señoriales, integrar sus jurados, prestarles
juramento de fidelidad, pagar laudemios, ni rendirles
homenaje de ninguna otra clase, como sucedía antes cuando
el Rey y los Lores estaban en el poder”; si los tenentes
“se ponen de pie en defensa de su Libertad, y enfrentan el
poder opresor de sus señores, no estarán violando norma
alguna, pues están protegidos por la Ley y los Acuerdos de
esta tierra”.303
La publicación de este panfleto puede haberse debido al
inminente comienzo de las sesiones de las cortes
manoriales, que en Cobham, como en la mayoría de los
condados meridionales, tenían lugar en marzo y abril. 304 Es
probable que las demandas por asentamiento ilegal
presentadas en las cortes señoriales hayan sido utilizadas
como medio para expulsar a los diggers de los comunales.

Gurney, Brave Community 29 traducción Campagne


Ello explicaría los motivos por los cuales los autores de
An Appeale to All Englishmen trataban de convencer a los
tenentes de no asistir a las cortes manoriales ni de
prestar juramento de fidelidad a los señores. De allí la
audaz afirmación digger de que la presencia en los
tribunales del manor ya no resultaba obligatoria para los
enfiteutas.305
Una vez más, los autores recurrían a las formas
tradicionales del discurso de protesta popular,
combinándolas con la teoría del yugo normando y con
argumentos extraídos de las Escrituras. Volvían a condenar
las iniquidades del sistema legal que llenaba las prisiones
de manera innecesaria, y que montaba el “lamentable
espectáculo durante el cual muchos son ahorcados cuando
sesionan los tribunales”; también se exaltaban las bondades
del plan que proponía compartir con los pobres los despojos
de la victoria militar parlamentaria. Si los pobres no son
recompensados en la victoria –“de forma que no se los
considere hijos sino esclavos”— no habrá que sorprenderse
después que muchos deserten del ejército o eviten prestarle
ayuda en tiempo de necesidad.306 La tierra que durante los
últimos seiscientos años ha estado en manos del “poder
normando” ahora ha sido recuperada gracias a la ley. Si los
ingleses se convencen de la necesidad de transformar la
tierra en un tesoro común, estarán imitando a los
israelitas, “que repartieron porciones equivalentes de la
tierra de Canaan entre las diferentes tribus”.307
Poco después de la aparición de An Appeale to All
Englishmen, la campaña contra los diggers de Surrey ingresó
en su fase final. Cuatro cavadores, que no cumplían con el
requisito consuetudinario de poseer al menos cuatro acres
de tierra en el open-field, fueron procesados por erigir
cabañas en el baldío en forma ilegal. 308 En la Court of
Assize reunida en Southwark el 1 de abril, quince cavadores
fueron condenados por el crimen de motín, reunión
tumultuosa, e ingreso y cultivo ilegal en los comunales en
perjuicio de los habitantes de las aldeas de Walton y
Weybridge.309 Estas sentencias se referían a la ocupación
original de la colina de St. George en 1649; por este
motivo, muchos de los condenados ya no formaban parte del
movimiento.310 El asalto final a la colonia de Little Heath
tuvo lugar el viernes 19 de abril de 1650, la semana
posterior a la Pascua. La organización de la acción sugiere
que el plan fue trazado en la corte manorial de Cobham.
Conocemos la fecha exacta del ataque gracias a la demanda
judicial que varios cavadores presentarían más tarde contra
sus agresores.311 Winstanley nos proporciona más detalles
sobre lo acontecido.
En su versión de los hechos, John Platt y Thomas Sutton se
hicieron presentes en Little Heath en la semana previa a la
Pascua, acompañados de muchos hombres contratados para la
ocasión, quienes recibieron la orden de “derrumbar las
casas que aquellas pobres personas habían erigido en los
comunales”. Una de las ocupantes de dichas cabañas fue
“pateada y maltratada”, por lo que perdió “su embarazo, y a

Gurney, Brave Community 30 traducción Campagne


raíz de los golpes y abusos recibidos debió guardar cama
durante una semana”.313 Tras estos primeros desmanes,
Winstanley mantuvo varios diálogos con Platt, que en todo
momento empleó “expresiones amables, moderadas, tiernas y
razonables”.314 Platt prometió que dejaría tranquilos a los
cavadores si dejaban de talar los árboles de los comunales,
y se comprometió a leer el manuscrito del texto que
Winstanley acababa de escribir (que luego formaría parte
del último panfleto digger conocido, An Humble Request).315
En este trabajo final, Winstanley repetía los argumentos
extraídos de las Escrituras y de la historia reciente. La
Biblia “otorgaba todas las garantías a las personas pobres
para que edificaran sus casas y sembraran grano en los
baldíos y en las tierras vírgenes”. 316 Quienes se oponen a
esta verdad, niegan a Dios, a Cristo y a las Escrituras, e
ignoran a la religión pura y verdadera”; “no sólo la gentry
sino también el clero se oponen a nuestro proyecto”. 317
Según Winstanley, Platt había prometido leer el panfleto y
enviarle sus comentarios.318
La segunda parte de An Humble Request estaba dedicada a lo
que Winstanley veía como la respuesta de Platt: la
destrucción por el fuego de las 6 viviendas digger
restantes. Este ataque final tuvo lugar el 19 de abril de
1650, y fue acompañado por medidas para evitar que los
cavadores intentaran reconstruir la colonia. Platt, Sutton
y Sir Anthony Vincent se hicieron acompañar por 50 hombres,
algunos de ellos especialmente contratados para el asalto.
La decisión de recurrir al fuego tenía evidentemente como
objetivo inutilizar los materiales para futuros
emprendimientos.319 Tras la destrucción de las viviendas,
los “hombres contratados” recibieron órdenes de “tirar
abajo cualquier nueva tienda o asentamiento que los diggers
intentaran erigir en el lugar”; los once acres de grano
sembrados por los cavadores fueron abandonados y destinados
a la alimentación del ganado local. Se prohibió a los
tenentes y a los restantes vecinos de la aldea alojar en
sus casas a los colonos y venderles vituallas. 320 Como ya
había hecho en otras oportunidades, Winstanley contrastaba
la pasividad de sus seguidores con la rabia y la furia de
sus asaltantes.321 Enfatizaba también el origen local de los
colonos de Little Heath: “al comando de este párroco Platt
[los agresores] prendieron fuego a seis casas, hasta
destruirlas, y de la misma manera incendiaron diversos
enseres domésticos, ropa de vestir, y desparramaron camas y
ollas por todo el comunal, sin inmutarse por los gritos de
las muchas criaturas presentes y de sus aterrorizadas
madres, que son mujeres nacidas en la Parroquia. La mayoría
de los hombres contratados por Platt, por el contrario, no
vivían en la parroquia: eran extranjeros embrujados por
este codicioso clérigo para cumplir una misión digna de
turcos y paganos”.322 Sabemos que dos de los propietarios de
las casas quemadas eran residentes de la parroquia;
algunos, incluso, ya habían sido sancionados por intentar
erigir ilegalmente cottages en el baldío colectivo. Al
igual que en diciembre, Winstanley volvió a sostener que

Gurney, Brave Community 31 traducción Campagne


los habitantes de la parroquia que habían acompañado a
Platt y a Vincent lo habían hecho bajo presión: “muchos de
los que participaron [del hecho] fueron amenazados por
Vincent, el hombre principal de la localidad. Les dijo que
los privaría de sus medios de vida si no prestaban su
colaboración, por lo que muchos tenentes que participaron
de este ataque no prestaron libremente su consentimiento;
fue por ello que los gentlemen tuvieron que reclutar a más
personas”.325
Parece que Winstanley terminó An Humble Request
inmediatamente después del ataque del 19 de abril. Sin
embargo, una lectura atenta del texto sugiere que su autor
se había convencido de la inviabilidad de la colonia aún
antes de su destrucción definitiva. Tras el incendio ya no
quedaban esperanzas de que la plantación pudiera
reconstruirse en el corto plazo. Winstanley fue forzado a
reconocer que los diggers habían sido derrotados. Le
quedaba al menos el consuelo de la victoria moral: “ahora
exclaman en voz alta que los cavadores han sido
dispersados, y las campanas repican como señal de alegría;
sin embargo, escuchen, caballeros, ustedes son los
vencidos, pues han perdido a su Rey y a su corona, mientras
que los pobres diggers nos hemos ganado la Corona de la
gloria”.326 Los enemigos de los diggers consiguieron su
victoria gracias al uso de la violencia y “al poder de la
Bestia”, mientras que los cavadores “conservamos en
nuestros corazones la paciencia, la tranquilidad, la
alegría y la dulzura; la disputa final entre “libertad y
esclavitud” aún no estaba concluida.327
Sería un error considerar la destrucción de la colonia de
Little Heath como el fin de las esperanzas de los digger.
Aún cuando la colonia de Wellingborough ya había sido
suprimida para el 19 de abril, y sus miembros procesados
por los tribunales de Northampton, todavía persistía el
asentamiento de Iver. Otras colonias más pequeñas, de las
cuales se conoce muy poco, parecen haber continuado sus
actividades más allá del mes de abril. En An Humble
Request, Winstanley se esforzaba por mostrar la destrucción
de la colonia de Cobham como una derrota temporaria; “sólo
por el momento” los enemigos de los diggers “han pisoteado
nuestra débil carne”.328 Nada en el panfleto sugiere que los
cavadores no fueran a realizar nuevos intentos en el
futuro, en Cobham o en cualquier otro lugar. Los argumentos
desplegados en los párrafos finales no eran más pesimistas
que los que cierran A New-Yeers Gift. Ya en este último
texto Winstanley había reconocido la necesidad de ir más
allá de la mera fundación de colonias si se deseaba
impulsar aún más la causa de la justicia. A New-Yeers Gift
contiene también un párrafo que ha sido visto como el
epitafio de la causa digger: “Aquí termino. He empleado mi
brazo hasta donde mi fuerza me lo permitió para impulsar la
causa de la justicia: He escrito, he actuado, tengo paz:
ahora debo esperar a que el Espíritu haga su trabajo en los
corazones de los demás, para saber si Inglaterra o algún
otro país será el primero en que la Verdad erigirá

Gurney, Brave Community 32 traducción Campagne


triunfante su Trono”.329 A New-Yeers Gift fue publicado más
de tres meses y medio antes del incendio de Little Heath;
fue escrito incluso antes de Fire in the Bush, Englands
Spirit Unfoulded y An Appeale to All Englishmen, textos en
los que el autor aún mostraba esperanzas en el triunfo
final de los cavadores. Este mismo optimismo se percibe
incluso en An Humble Request, donde reitera su confianza en
la inminente destrucción de la Bestia: “aunque el Diablo ha
sido liberado para combatirnos (…) su tiempo se acaba;
pronto volverá a ser encadenado: cuando ello suceda, se nos
ha asegurado que el justo trabajo de las comunidades
terrenales resucitará gloriosamente de sus cenizas”. 330
Es sólo con el beneficio del paso del tiempo que nosotros
podemos fechar el fin del movimiento digger en la primavera
de 1650. Sin embargo, Winstanley y sus compañeros no
estaban tan seguros por entonces. La causa de los cavadores
suele caracterizarse como una revolución fracasada –una
revolución radical abortada, bastante diferente de la
exitosa revolución política de 1648-1649; un movimiento
extremista derrotado por un proyecto parlamentario con
objetivos más moderados. Desde este perspectiva, la
destrucción de Little Heath puede verse como el hecho que
puso fin a la revolución digger. Ello permitiría explicar
las carreras y los escritos posteriores de los cavadores
como una reacción ante la derrota sufrida. Sin embargo, si
adoptamos esta postura corremos el riesgo de abstraer a los
cavadores de las experiencias que los moldearon y de los
eventos en los cuales tomaron parte. Corremos el riesgo de
perder de vista el espíritu de excitación y esperanza
milenarista que caracterizaban su pensamiento. 331 Winstanley
y sus seguidores se identificaban con los profundos cambios
políticos que habían tenido lugar en Inglaterra,
transformaciones que además los habían inspirado e
impulsado a actuar; los diggers no eran meros espectadores
de un proceso político con el cual no tenían ninguna
afinidad. En abril de 1650 los cavadores deben haber
seguido considerando al gobierno del Commonwealth como la
mejor garantía de que las esperanzas de cambio futuro aún
no habían muerto –a pesar de la desilusión que les produjo
ver a soldados participando de las acciones en su contra.
Para la mayoría de los diggers, el gobierno parlamentario
no tenía la culpa de que la codicia y el poder monárquico
habitaran en el corazón de aquella gentry que tanto daño
les había hecho. El poder del rey no había triunfado
todavía; simplemente se había pospuesto su derrota. La
esperanza de una restauración radical continuaba en pie en
abril de 1650.

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NOTAS

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