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La redención de Noé

DEVOCIONAL VIERNES 2 7 DE AGOSTO DE 2020 | POR R.C. SPROUL

Reflexión
Lectura Bíblica: Génesis 6-9 (Capítulos completos)
Si gusta escuchar el audio de esta reflexión entrar a https://www.youtube.com/watch?v=yyTXZFOtI6I

Creo que todos nosotros tenemos una cosa en común, y es que sin importar cuánto disfrutemos
nuestro trabajo y labores (nuestras vocaciones) también disfrutamos de algunas formas de recreación.
No sé lo que te guste hacer para recrearte, pero a mí me gusta tocar música, me gusta jugar golf, y hay
algunas actividades que disfruto como recreación.
Pero ¿qué quiero decir con “recreación”? y ¿Por qué la “recreación” es llamada “recreación”? Es la
palabra “recreación” y el prefijo “re” ¿qué significa? “Otra vez” o “Nuevo”. Y la raíz de la palabra
“creación” tiene que ver con que el mundo fue creado y formado por Dios.
Génesis uno nos habla acerca de la obra de creación de Dios, pero también hay una especie de
recreación que, en primera instancia, se refiere bíblicamente al fin del tiempo del plan de redención de
Dios cuando renovará este universo caído. Recuerda cómo Pablo nos dice en Romanos que toda la
creación gime a una con dolores de parto, esperando por la redención de los hijos de los hombres.
Esto quiere decir que nosotros hemos llevado a toda la naturaleza a la ruina. Aun los animales y las
plantas están, en su propia forma, anhelando la perfecta renovación, la restauración del cosmos—
incluso todo el reino animal cayó mientras caíamos bajo él. Me es interesante que cuando la maldición
es pronunciada sobre Adán y Eva, y cómo aparece la enemistad que existe no solo entre el ser humano
y Satanás, sino también entre humanos y otros humanos y también entre los humanos y la naturaleza y
también entre la persona consigo misma.
Pero la mayor enemistad es entre nosotros y Dios. Pero la ruptura de la camaradería entre nosotros
y Dios también distorsionó y arruinó nuestras relaciones interpersonales. Una vez que el pecado entra
en los seres humanos, afecta las relaciones. Obviamente afecta tu relación con Dios. Afecta tus
relaciones con otras personas y las de otras personas contigo.
También afecta tu relación contigo mismo. Existe ese concepto de auto distanciamiento. No estamos
en paz ni aun con nosotros mismos. Pero más allá de eso, las Escrituras hablan de un distanciamiento, o
una alienación, entre nosotros mismos como pecadores y todo el reino animal, del cual se suponía que
íbamos a tener dominio y debíamos cuidar con amor y nutrir.
Le hemos hecho daño a su experiencia de vida diseñada bajo la agencia creativa de Dios. Y así, toda
la creación espera con ansias el día final de la recreación final, el descanso final, la renovación y una
nueva página. Pero aun la idea de redención, del redimir no solo a la gente, sino a todo el cosmos, de la
creación es anunciada muy temprano en el libro del Génesis, y se encuentra en la historia del diluvio
donde, como sabemos, Dios visitó con juicio sobre la tierra.
Pero Él salva pares de criaturas de la tierra que son puestas a salvo en el arca, y bajo la familia de
Noé. Y después de que las lluvias cesan y las inundaciones retroceden, Noé envía una paloma que
regresa, y vemos que la tierra se está secando, y los habitantes de arca desembarcan sobre el monte
Ararat en tierra seca. Ahora, Dios renueva su pacto con los seres humanos, y llamamos a ese nuevo pacto
que Dios hace en ese momento como Pacto Noénico—esto es el pacto que Dios hace con Noé.

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En un sentido muy real, Noé está repitiendo a Adán. Él es la nueva cabeza de la raza humana porque
todo el resto de la raza humana ha sido aniquilada por su maldad. Y así Dios reinstaura y reinstituye su
pacto de creación. Y éste es importante porque los términos de tal pacto de creación que Dios hace con
Noé han de ser vistos como parte de las ordenanzas de la creación.
Ahora, veamos algunas de las cosas que aprendemos cuando Dios le dice a Noé en el capítulo ocho,
“Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo. Todos los animales que están
contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás
contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra”.
¿Puedes notar la repetición del mandamiento original de ser fructífero, multiplicarse y poblar la
tierra? Aquí está otra vez. “Entonces salió Noé, y sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos con él.
Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies,
salieron del arca.
Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció
holocausto en el altar”. ¿Lo ves? Inmediatamente después de la redención de Noé, él adoró a Dios. Él
ofreció sacrifico de alabanza en honor a Dios. Un sacrificio de acción de gracias. “… Y dijo Jehová en su
corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del
hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
Y mientras la tierra permanezca, no cesarán la cementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el
invierno, el día y la noche”. ¿No es increíble? Dios dijo que no iba a destruir a la creación más, y mientras
su creación perdura, va a haber estaciones. Va a haber tiempo para plantar y tiempo para cosechar. Voy
a gobernar este mundo a través de mi providencia y voy a asegurarme que esta tierra es preservada y
que la tierra dé su fruto para ti. “Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y
llenad la tierra”.
Ahora escuchen esto, “El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre
toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar…”
De esto es lo que estaba hablando hace un minuto—como nos temían los animales, aunque muy
pocos son domados. Animales salvajes huyen ante la aparición de seres humanos. “… en vuestra mano
son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y
plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. Porque
ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano
del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre”.
Y ahora tenemos esta ley de la creación: “El que derramare sangre de hombre, por el hombre su
sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. Mas vosotros fructificad y
multiplicaos…” Aquí tenemos la institución bíblica de la pena capital por asesinato. Recuerdo cuando el
estado de Pensilvania en Estados Unidos estaba discutiendo el tema de la pena capital. El gobernador
de Pensilvania tenía que lidiar con un proyecto de ley que había pasado por el legislativo que restauraba
la pena capital en el estado de Pensilvania, y el gobernador vetó la ley.
Él habló públicamente sobre eso diciendo: “No tenemos pena capital en este estado. Estoy vetando
esta ley porque Dios dijo, No Matarás”. Y yo pensé que era extraño porque cuando Dios dijo, “no matarás”
hizo la provisión para con aquellos que quebrantan este mandamiento, para aquellos que matan, en
donde Dios requería que el asesino sea ejecutado.
¿Por qué? Lo dice aquí, “El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será
derramada”. Esta no es una profecía. No está diciendo, “Aquellos que vivan por la espada, morirán por
la espada”. Ese no es el punto aquí. El punto en este texto es que Dios está promulgando un
mandamiento. ¿Por qué? Porque el ser humano ha sido creado a imagen de Dios; y el más grande asalto
contra la dignidad humana es tomar con maldad una vida humana—asesinar.

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No estamos hablando de homicidio involuntario. Estamos hablando de premeditación maliciosa,
asesinato de primer grado, y Dios ve el asesinato no solo como un ataque contra una criatura que tiene
la imagen de Dios, sino que Él considera esto como un ataque contra Dios mismo porque Dios está
diciendo que puso su imagen en cada ser humano y la vida humana es tan sagrada que no tolerará el
asesinato. Por eso es que era tan interesante para mí el escuchar los debates sobre la pena capital
porque aquellos que se oponían a la pena capital tendían a hacerlo sobre la base de que la pena capital
denigraba la santidad de la vida humana.
Estaban diciendo que la vida humana es tan sagrada que nunca debiéramos tomarla
intencionalmente, como en una ejecución o un asesinato. Aun la vida de una asesina es sagrada. Aun la
vida de un asesino es valiosa; y estoy de acuerdo con que la vida del asesino es valiosa. Pero el punto en
el debate es cual punto de vista tiene una visión más alta de la vida.
Si el motivo para la pena capital es la venganza o la revancha, entonces Dios lo odia; pero la
justificación moral para la pena capital que Dios da aquí en el texto es porque Dios dice que la vida
humana es tan importante, tan sagrada, que si alguien más, voluntariamente, con malicia va y asesina a
otro ser humano, él o ella pierden su derecho a vivir. Y no es solo que ellos podrían ser ejecutados. Es
un mandamiento de Dios en la creación de que sean ejecutados.
Ahora, yo no conozco nada en ningún lugar de la Biblia que posteriormente lo haya abolido. Podemos
hablar de las leyes de Moisés, donde algunas de esas han sido anuladas, pero las ordenanzas de la
creación son aquellas ordenanzas que Dios da a la raza humana que se levantan en la creación. Eso
debería ser parte de nuestro entendimiento de la igualdad general.
“Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros,
y con vuestros descendientes después de vosotros; y con todo ser viviente…” Y luego dice, “… y no
exterminaré ya más toda carne con aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra”.
¿Te das cuenta de que Dios está haciendo un pacto con Noé y con los descendientes de Noé—una
vez más con la raza humana—y que ese pacto incluye una promesa una sagrada? Y tal promesa es luego
representada por una señal exterior—por un sacramento, si lo quieres, en el Antiguo Testamento.
Y tal señal que Dios establece es la señal del arcoíris. Y lo que Dios está diciendo es que toma las
cosas ordinarias, como en la Cena del Señor donde toma el pan y el vino y les da un significado especial
en la celebración del sacramento. En el bautismo, Él toma el agua—un líquido ordinario—y le conecta
con un significado especial en términos de ser una señal de la promesa de Dios.
Bueno, aquí es donde vemos esto, donde el Señor toma el arcoíris y Dios dijo: “Mi arco he puesto en
las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra… y me acordaré del pacto mío…y no habrá
más diluvio de aguas para destruir toda carne”. Entonces, cada vez que llueve y miramos hacia el cielo,
vemos literalmente la escritura de Dios en el cielo.
Vemos una señal visible, tangible y concreta de la promesa del Dios invisible. Y cada vez que veamos
el arcoíris, deberemos recordar la promesa de Dios de preservar ese mundo en que Él está
dramáticamente involucrado en su redención. Cuando has estado leyendo la Biblia, ¿alguna vez te has
preguntado acerca de los mandamientos que se encuentran en las Escrituras y te has preguntado, ¿ellos
se aplican hoy?
Todos nos damos cuenta de que hay ciertos mandamientos que están escritos en las Escrituras que
no podrían realmente tener ninguna aplicación significativa para el día de hoy. Por ejemplo, cuando
Jesús envía a los 70 y les dice que no tomen sandalias para sus pies, ¿significa que es una regla para
todos los ministros y todos los predicadores que ellos deben predicar descalzos? Obviamente, no.
Vemos que hay ciertas cosas que están relacionadas con la cultura y las costumbres—estilos de
vestimenta, tipos de dinero. Por ejemplo, no tenemos que dar nuestros diezmos con denarios, usamos

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nuestra moneda local. Ustedes saben, el medio o la moneda precisa es un tema de costumbres. Lo
principal se mantiene, pero lo relacionado con las costumbres cambia de cultura a cultura.
Bueno, hay un gran peligro, por supuesto, de imponer leyes sobre cada cultura que no tuvieron la
intención de estar en cada cultura. Pero el otro lado es aún más peligroso. Cuando tomamos un
mandamiento de Dios y decimos, “Bueno, esto está solo para ser aplicado en ese tiempo. No tiene
relevancia para nosotros hoy”. Eso es peligroso.
La carga de la prueba siempre tiene que estar sobre aquellos que reducen una ley de Dios a una
costumbre en lugar de volverla un mandato principal. Pero sin ir más allá, déjenme decirles esto: Que
cuando estás leyendo la Biblia, y te encuentras con una de estas cosas de las que no estás seguro, toma
nota que, si hay en ellos una apelación en el texto a la creación, puedes estar seguro de que no es
cultural porque las leyes que Dios da en la creación se aplican en cualquier lugar en que la creación
está presente.
Mantén eso en mente cuando estás estudiando la Palabra de Dios.

Motivos de oración
• Oramos por los niños de la iglesia
• Oramos por el pastor de la iglesia
• Oramos por los ancianos y diáconos de la iglesia
• Oramos por los necesitados de la iglesia

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