ACCIÓN ÉTICA DICE NO A LA ALTERNANCIA

Los docentes cifrábamos todas nuestras esperanzas, en que en este 2021, la pandemia
cediera fuerza o que las autoridades adoptaran y materializaran, todas las medidas
necesarias para hacer de las escuelas espacios seguros.

Sin embargo, hoy constatamos que poco o nada se hizo para no amenazar y colocar en
peligro nuestras vidas como en efecto acontecería con un retorno improvisado e
irresponsable a las aulas. Desde la experiencia de Barranquilla, que seguramente no es
excepcional y se replica en otros entes territoriales, constatamos luego de más de 10
meses de cierre de los espacios escolares que:

1. Ni el MEN ni la SED se prepararon debidamente frente al tema de la alternancia. Se

dilapidaron 9 meses de 2020, en los que no hubo presencialidad, lapso suficiente para
hacer lo necesario en procura de crear condiciones para un eventual retorno seguro a
las aulas.

2. No se generaron espacios de concertación con los actores del proceso educativo

para facilitar la participación informada y directa de todos los docentes (democracia
participativa) en un asunto que a todos atañe como el de la alternancia. Al no cumplirse
por tanto lo dispuesto en el Artículo 2 Constitucional en lo relativo a “facilitar la
participación de todos en las decisiones que los afectan” es inaceptable cualquier tipo
de imposición por parte de los superiores jerárquicos de maestros y maestras.

Quien imparta orden de asistencia a escuelas bajo condiciones de pandemia debe

proceder a hacerlo, en todo caso, por escrito a efectos de que frente a la ocurrencia de
cualquier eventualidad pueda determinarse quien responde penal, civil y
disciplinariamente. Además, aun existiendo orden, ningún educador está “obligado a
actuar contra su conciencia” (Artículo 18 C.N.) Los docentes no somos ni menores de
edad ni súbditos para obedecer ciegamente órdenes que se imparten sin motivación
jurídica y sin criterios mínimos de racionalidad.

3. Tampoco se transparentó, ni existe la intención de hacerlo, información sobre

afectación del cuerpo docente durante el primer año de pandemia. Contra el principio
de hacer público lo público, hasta hoy se oculta, bajo la excusa de protección al
derecho a la intimidad, información sobre colegas que perecieron y cuyos nombres
merecen ser conocidos y exaltados o ser objeto de un reconocimiento u homenaje
público que permita honrar su sacrificio y preservar su memoria.

4. Desde una visión errada y/o de subestimación de los efectos de la pandemia,

fundamentada en cifrar expectativas y esperanzas en la creencia de ocurrencia de una
inmunidad de rebaño por contagio, descartada y revaluada por la ciencia y la evidencia
fáctica en Manaos (Brasil), no se racionalizó y sistematizó la experiencia con fines de
prever y adoptar medidas en 2021.
Correo: accionetica2018@gmail.com Twitter: @accion-etica WhatsApp 300-6680674
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5. En consecuencia no existió por parte de la administración ni del concejo, la previsión,
provisión y apropiación en el presupuesto de 2021, de partidas excepcionales y
específicas destinadas a afrontar los eventuales efectos de la prolongación de la
pandemia sobre el sector educativo desde una concepción necesaria de afrontar la
situación como una auténtica emergencia educativa. Circunstancias excepcionales
ameritaban medidas excepcionales y preparación diligente para afrontar
adecuadamente hechos, no de normalidad, sino de gravedad evidente.

No obstante, y como se anunció, si aprobaron 55 mil millones a 6.720 niños (8.1

millones por niño) que se benefician de contratos de concesión del servicio educativo.
No se fue igualmente generoso con los niños de estratos 1 y 2 de las instituciones
oficiales que carecen de herramientas tecnológicas y conectividad. Con 55 mil millones
se han podido y debido comprar más de 150 mil tabletas a los niños sin conectividad
del sector público.

6. El Distrito y el Concejo jamás debieron confiarse con la baja de las cifras de

incidencia de la pandemia en nuestro territorio en el último trimestre de 2020 y antes
han debido establecer un PLAN A (para la continuación bajo condiciones de virtualidad)
y un PLAN B (para adecuación de los espacios físicos que posibilitaran la alternancia),
con aseguramiento de recursos para garantizar en una u otra circunstancia los
derechos constitucionales y fundamentales a la vida, a la salud y a la educación.

7. Resulta por ejemplo lamentable verificar, que con el presupuesto de la vigencia 2020
y los excedentes generados a partir del no funcionamiento presencial de las
Instituciones no se hayan masiva, y no excepcionalmente, efectuado inversiones e
intervención en la totalidad de las instituciones educativas. Las autoridades están en
mora de rendir cuentas sobre ejecución presupuestal y criterios de priorización del
presupuesto y del gasto público social tanto de la vigencia anterior como de aquellas
donde se anunciaron con bombos y platillos multimillonarias inversiones, que salvo uno
u otro colegio no se reflejan en todas las plantas físicas.

Los hechos nos muestran que se dilapidó el tiempo de no presencialidad para acometer
obras civiles en las escuelas que nunca accedieron al privilegio (debería ser derecho)
de la intervención en infraestructura. De las autoridades los ciudadanos esperaríamos
no omisiones sino todas las acciones pertinentes y necesarias para, en cumplimiento
del mandato constitucional, salvaguardar la vida de los asociados.

COLECTIVO MAGISTERIAL ACCIÓN ÉTICA DOCENTE

Barranquilla, Enero 24 de 2021

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