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La danza de los Diablicos se originó en el siglo XVII como una estratagema de los españoles para someter a los indígenas al culto católico, disfrazándose de diablos para aterrorizarlos. Con el tiempo, la representación se convirtió en una danza dramática del folclore tucumano para expresar la visión del mundo bajo el coloniaje. Actualmente es patrocinada por una hermandad religiosa y se presenta en la iglesia y las pirámides durante fiestas, con danzantes que participan
La danza de los Diablicos se originó en el siglo XVII como una estratagema de los españoles para someter a los indígenas al culto católico, disfrazándose de diablos para aterrorizarlos. Con el tiempo, la representación se convirtió en una danza dramática del folclore tucumano para expresar la visión del mundo bajo el coloniaje. Actualmente es patrocinada por una hermandad religiosa y se presenta en la iglesia y las pirámides durante fiestas, con danzantes que participan
La danza de los Diablicos se originó en el siglo XVII como una estratagema de los españoles para someter a los indígenas al culto católico, disfrazándose de diablos para aterrorizarlos. Con el tiempo, la representación se convirtió en una danza dramática del folclore tucumano para expresar la visión del mundo bajo el coloniaje. Actualmente es patrocinada por una hermandad religiosa y se presenta en la iglesia y las pirámides durante fiestas, con danzantes que participan
diecisiete, pero la dramatización entra al archivo histórico en la década de 1780. Según los lugareños la representación comenzó con una treta para someter a los indígenas al culto católico. De noche, los españoles, disfrazados de diablos con máscaras pavorosas, emergían de las entrañas de las pirámides en un carretón y recorrían las calles para aterrorizar a los nativos y obligarlos a aceptar a la Virgen. Con el tiempo los diablos bajaron del carretón y empezaron a bailar. Esa artimaña se convirtió en danza dramática del fólklore tucumano para expresar su visión del mundo bajo el coloniaje. Patrocinada hoy día por la Hermandad de la Purísima Concepción (un grupo de dignatarios, obreros y labradores locales), "Los Diablicos" es montada en el atrio de la iglesia para la fiesta patronal y en las pirámides en otras ocasiones; ambos son espacios sagrados. Los danzantes suelen participarpor siete años; siempre por devoción, a menudo para cumplir una promesa. Básicamente, la obra se compone de tres partes: los demonios entran bailando y construyen un cabrito. El Angel ataca a los danzantes, vence a Luzbel, y convierte el cabrito en cordero y a los paganos en cristianos. El Angel invita a todos a celebrar la victoria. Veamos esta estructura en más detalle para penetrar sus elementos mestizos. La entrada de los 40 y pico de danzantes en dos columnas paralelas deriva de la coreografía prehispánica documentada por el Inca Gracilaso de la Vega y otros cronistas nativos y europeos. Acompañados por un tambor y una chimiría (una flauta andina) los demonios se mueven en rotaciones horizontales y verticales dando salitos al compás del ritmo musical. Alumno: Guillermo Adrián Vallejos Maradiegue.