CUANDO LA SAL PIERDE SU SABOR.

Por lo tanto:
 La sal pierde su sabor cuando algo no hace aquello para lo que fue diseñado.
 La sal pierde su sabor cuando alguien no hace lo cual fue llamado.
 La sal pierde su sabor cuando la iglesia ya no discípula ni enseña a guardar la ley de Dios.
 Cuando la iglesia deja de predicar y discipular, la sal ha perdido su sabor.
 Cuando el cristianismo no levanta su voz de inconformidad por el pecado del mundo, la sal
ha perdido su sabor.
 Cuando el cristianismo no es modelo para el mundo, sino que busca en el mundo modelos
para seguir, la sal ha perdido su sabor.
 Cuando el creyente se olvida de su tarea, la sal ha perdido su sabor.
 Cuando el creyente deja de servir, la sal ha perdido su sabor.
 La sal pierde su sabor cuando se ha perdido el compromiso con la obra del Señor.
 La sal pierde su sabor:
 Cuando un joven es arrastrado por el mundo
 Cuando el culto ya no es para rendir la honra a Dios, sino para satisfacer las emociones del
hombre
 Cuando la adoración a Dios se convierte en un espectáculo público.
 Cuando la predicación ya no es para confrontar y edificar, sino para ilusionar y encantar.
 Cuando el ministerio no es para servir a Dios, sino para resolver problemas laborales o para
conseguir posición social.