I- Dios puede prosperarnos material y económicamente, aunque desea
que lo manejemos con sabiduría, Proverbios 30:7-9; Daniel 4:28-37. II-Dios puede prosperarnos físicamente, aunque a veces usa las enfermedades para protegernos del orgullo. 2ª Corintios 12:1-9. III- Dios puede prosperarnos intelectualmente, no para enorgullecernos, sino, para enseñar y servir mejor. IV- Dios puede prosperarnos espiritualmente, para agradar a Dios y por ende a los demás.