Está en la página 1de 2

PRIMERA GUERRA CARLISTA

A los pocos días de morir Fernando VII (1833), daba comienzo la


guerra civil que iba a durar seis años (1833-1839), desarrollándose
íntegramente durante la regencia de Mª Cristina de Borbón.
Don Carlos V desde Portugal envió un manifiesto (Abrantes. Octubre
de 1833) en el que entre otras cosas prometía recompensar a los que abrazaran
su causa . Los generales en jefe fueron : por el bando cristino, isabelino o
liberal, el General Baldomero Espartero. Por el bando carlista : el General
Tomás de Zumalacárregui.
Otros protagonistas fueron :
- Isabelinos : Mina, Narváez, O’ Donnell y el general Córdova.
- Carlistas : Cabrera “Tigre del Maestrazgo”, Maroto, González
Moreno (verdugo de Málaga y represor durante la década absolutista de
los liberales, ejecutando a Torrijos y Mariana Pineda).
La guerra se desarrolla principalmente en Vascongadas, Navarra,
Cataluña y el Maestrazgo, con inclusiones esporádicas a Andalucía y Madrid.
Para los carlistas es una guerra de guerrillas por los escasos efectivos con los
que cuentan las tropas de Don Carlos. Los isabelinos, por el contrario, tienen
no sólo un ejército más numeroso y preparado sino también los recursos
económicos de la nación y el apoyo o ayuda internacional de Gran Bretaña,
Francia y el Vaticano.

ESTRATEGIA

Don Carlos desea ocupar Bilbao para obtener ayuda extranjera (Gran
Bretaña). Zumalacárregui prefiere tomar la ciudad de Madrid. El General
carlista muere en el sitio de Bilbao a causa de una gangrena. El sitio fue
levantado por la llegada de Espartero.
Por su parte, Cabrera derrota a los isabelinos en Cataluña y Valencia e
incluso llega hasta Andalucía para más tarde ser perseguido por Espatero y
Narváez. Un segundo y un tercer sitio a Bilbao ponen a los liberales en la
necesidad de terminar con esta situación. Espartero acude y derrota a los
carlistas definitivamente en el puente de Luchana (es nombrado por la reina
regente generalísimo y Duque de la Victoria).
En 1838 Don Carlos llega a Madrid con unas cuantas tropas y el
general Zariategui toma la ciudad de Segovia para distraer a los isabelinos.
Las tropas carlistas llegaron hasta Arganda (Madrid). Ante la indiferencia de
la capital se retiraron a Vizcaya.
Desde la muerte de Zumalacárregui, la causa carlista está perdida. Los
Generales no son estrategas y las diferencias entre ellos son continuas.
Maroto asume el mando, pero se ve obstaculizado por un grupo de don Carlos
con poca aptitud para la guerra. Ordena el fusilamiento de estos generales y se
reúne con Espatero para concertar la paz : “Convenio de Oñate”. Confirmado
en Vergara (26 agosto 1839) donde se abrazan ambos generales dando fin a la
primera Guerra Carlista. La regente se comprometía a respetar los grados y
condecoraciones del ejército carlista, así como readmitir a aquellos militares
que quisieran volver al ejército nacional.

También podría gustarte