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LA MISIÓN

Preámbulo
La misión se aprende, en la teoría y en la práctica, a partir del encuentro con Cristo resucitado. Es él
quien envía y comunica la misión. Su persona, sus gestos y su mensaje, han quedado descritos en los
documentos del Nuevo Testamento y en la tradición y vida de la Iglesia.

Pero ¿qué es la misión?


La «misión» es el acto de enviar o también el hecho de recibir un encargo. La «evangelización» indica
el objetivo de la misión, a modo de acción que hay que realizar. “Es la disposición de alguien, para dar
razón de la esperanza”. Los términos básicos de la misionología son «misión» y «evangelización»,
como términos análogos, cuyo significado refleja una complementariedad.

Dato histórico
El término «misión», como sustantivo, se usa con san Ignacio de Loyola (S. XVI) y a partir de la
fundación de la Congregación de «Propaganda Fide» (S. XV); en el siglo XX se usa en el contexto de
la reflexión teológica. El sustantivo «evangelización» es del siglo XIX y tiene origen en los teólogos de
la reforma (que, a veces, usan el término evangelismo); pero en los documentos magisteriales
conciliares (LG, AG) y postconciliares (EN, RMi) el término evangelización es ya de uso frecuente.

La Misión en Biblia
Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, la acción de «enviar» (cuando se trata de contexto religioso), se concentra
en alguna persona enviada con un encargo de parte de Dios. Pueden ser los mismos «ángeles»
(«enviados») o, de modo más específico, Moisés y los profetas (especialmente Samuel, Natán, Isaías,
Jeremías, Ezequiel, Ageo, etc.).

La acción de enviar (saliah) está relacionada frecuentemente con el anuncio o palabra (dabar), que es
don de Dios, y con la acción del Espíritu Santo (ruah). La misión reclama, por parte del enviado,
obediencia y servicio.

Este anuncio “DAVAR”, es la LOGOS, PALABRA. Esta palabra, es creativa, es sabiduría. También,
esta palabra tiene fuerza para “diseñar, construir, edificar, crear según el plan establecido” Gn 1,
Dios creador.
Quien desea ser misionero, tiene que asumir estas tres acciones: enviar, anunciar y Espíritu
Santo.

Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, el término «enviar» se expresa con los vocablos apostello, apostellein,
apostólos, pempo, pempein, que tienen un significado análogo, aunque con diversos matices
complementarios.

Jesús, que es ungido y enviado por el Espíritu (Lc 4,18), al leer en la sinagoga de Nazaret el texto de Is
61, deja entrever los tres aspectos de la misión «espiritual» del profeta: ha sido enviado con la fuerza (y
unción) del Espíritu, para anunciar la buena nueva a los pobres.

Es la misma misión que comunicará a los Apóstoles (cf. Jn 20,21-23), quienes también serán
acompañados con la fuerza del Espíritu para anunciar el evangelio (cf. Le 24,48-49; Hch 1,8). Esta
«fuerza» del Espíritu les urgirá a anunciar la Palabra de Dios de modo irresistible (cf. Hch 3,29; 4,8-
13.31).

Jesús resucitado comunica su misma «misión» o «envío» a los suyos. Toda la comunidad eclesial es
enviada, pero especialmente los colaboradores más estrechos de Jesús (los «apóstoles»). Pablo es el
«apóstol» por antonomasia, quien se describe frecuentemente con este título («apóstol de Jesucristo»),
unido al de «servidor», para anunciar el evangelio 15.

Iglesia y misión
El término «evangelizar» (euangelizomai) significa el «anuncio de la Buena Nueva». Se trata de
anunciar (angello) el gran gozo (eu) de que Cristo es el Salvador esperado. El «apóstol» es enviado
para anunciar este mensaje, es decir, para «evangelizar» (cf. Mt 2,5; Le 2,10; 7,22).

Los «evangelistas» (euangelizesthai) escribieron, inspirados por el Espíritu Santo, este mismo mensaje.
El término está íntimamente relacionado con el término «enviar» («misión»). Incluye el contenido que
se debe anunciar, la acción de anunciar y a veces a los evangelizadores (enviados para el anuncio) (cf.
Rom 10,25 citando Is 52,7; 1 Cor 1,17).

Nuestra misión en Concreto


5 programas en las diócesis
1. Programa Diocesano de Evangelización
2. Programa Diocesano de Catequesis
3. Programa Diocesano de Pastoral Social
4. Programa Diocesano de Liturgia
5. Programa Diocesano de Pastoral Juvenil

Tienen la perspectiva de alcanzar la Vida y Misión hacia una vida plena, 2060

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