¿QUÍEN ES ELLA?

Hace muchos años Dios me dio una gran lección, y me dijo; Escogí entre las
profundidades el mejor material, saqué el residuo que tenía, y dejé solo el oro puro.
Sometí a grandes temperatura para templar y purificar el oro. Y he creado para ti una
Corona de Oro, escogida y forjada con mi mano. Y también me dijo; este será tu regalo.

Al momento no entendí muy bien lo que él me estaba diciendo y entregando en mis

manos. Solo sabía que era una Corona de Oro.

Pasado el tiempo Dios me enseñaba practicar lo que era el Amor, el Respeto, Paciencia,
Bondad, Misericordioso. Pero seguía presente ese regalo; La Corona de Oro. Hasta que
Dios, en su tiempo me dio el significado de la Corona, y lo encontré en el libro de
Cantares. Y esto es una de las cosas más hermosa que Dios pudo darme.

Lo que Dios me mostro; He escogido de lo más vil a un mujer, y he tenido que sacar
todo el residuo que tenía, y la he puesto a altas temperaturas para purificar y templar su
alma. Y he creado con mi poder una Corona de Oro, ese será tu regalo. Fue así que
entendí que esa mujer la había forjado Dios, que tenía toda una vida en el cual fue
procesada para llegar ser esa Corona de Oro.

Pensé que había entendido el significado de esa Corona, hasta que Dios continuo
diciéndome; Te he dado la corona de oro puro. Depende de ti, si le incrusta estas
piedras; Jade, Perla, Ópalo, Topacio y Diamante. Claramente entendí que a esa corona
debía incrustarle estas piedras; Amor, el Respeto, Paciencia, Bondad, Misericordioso,
por medio de la enseñanza.

Me di cuenta que había trabajo por construir, hasta pensé; ¿será que Dios hizo el trabajo
incompleto? Pues, no. Tenía una de las cosas más hermosa que Dios me estaba dando
en aquel entonces; La Revelación de la Corona de Oro. Y me dijo; Esa corona va sobre
tu cabeza. Y depende de ti qué tipo de piedras le pondrás. Y cuando salgas al mundo, la
gente va a mirar lo que hay sobre tu cabeza. Tienes el poder de construir una gran
mujer, pero también tienes el poder de construir lo peor de una mujer.

Después me pregunté; ¿Quién es Ella? Dios me respondió; Ella es lo que te representa;

un Príncipe.