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A pesar del ajuste fiscal, la econom ía no cayó en recesión debido al aum ento del
gasto privado como consecuencia de la dism inución del impuesto inflacionario
a la par de una estabilización de los salarios reales, así como a las altas tasas de
interés que dieron ingresos adicionales a los ahorradores privados. Por lo tanto,
el pib real aum entó apenas 1.4% en 1988, pero no se colapso. Desde luego, el
aum ento del producto en general y del gasto privado en particular, que contra
rrestó la contracción del sector público, tuvo un efecto im portante sobre las im
portaciones, de tal suerte que el superávit comercial de 8788 millones de dólares
en 1987 disminuyó a sólo 2610 un año más tarde, a pesar de un ligero aum ento
de las exportaciones, que además sufrieron una dism inución de los térm inos de
intercam bio de 9.7%. El saldo en la cuenta corriente se tornó negativo,—2375
millones de dólares, lo que aunado a “errores y omisiones” y a la cuenta de ca
pital negativas arrojó una reducción de la reserva bruta del Banco de M éxico por
7 127 millones de dólares.
Finalmente, el desabasto que norm alm ente ocurría en programas hetero
doxos fue m uy inferior en M éxico al que ocurrió en Argentina y Brasil.91Y con
base en este logro, que m ucho se le atribuyó al equipo entrante en el gobierno
encabezado por Carlos Salinas, el sector privado comenzó a cambiar su actitud
ante el gobierno. N o obstante, la crisis económica había sido tan profunda que el
descontento generalizado llevó a una contienda electoral m uy reñida y que pro
vocó la “caída del sistema” en 1988. El pan consiguió 17% de la votación con
M anuel Clouthier como candidato presidencial, mientras que Cuauhtém oc Cár
denas, el candidato del edn , como se comentó, puso en entredicho el triunfo del
R evolucionario Institucional. Hasta la fecha, una parte im portante de la pobla
ción sigue considerando que hubo fraude electoral.
1 Se refiere al remiso para dar a conocer los resultados de la elección presidencial por parte de la Se
cretaría de Gobernación, presumiblemente porque el pri estaba perdiendo las elecciones. De acuerdo con
el testimonio del presidente Miguel de la Madrid, ello se debió a que los primeros resultados provenían
de la Ciudad de México y favorecían al candidato opositor Cuauhtémoc Cárdenas, cuando se esperaba
que en el resto del país los resultados favorecerían a Carlos Salinas de Gortari, El hecho creó enormes
suspicacias entre la población, que persisten al día de hoy, Miguel de k Madrid Hurtado, Cambio de rumbo.
Testimonios de una presidencia, 1982-1988, Fondo de Cultura .Económica, México, 2004, pp. 814-827.
2 Unos meses antes, la Quina había sido considerado por el prestigiado Wall StreetJournal como el
hombre más poderoso de México. También se comentaba que el sindicato petrolero había apoyado
financieramente la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas.
699
700 C AMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 19890995
3 Véase José Angel Cuma, “La política de deuda esterna de México, 1982-1990”, en Carlos Baz
áresela, Nísso Bucay Soledad Loaeza y Nora Lustig (comps.), México. Auge, crisis y ajuste. II. Macroecono-
tnía y deuda externa, 1982-1989, Fondo de Cultura Económica, México, 1992.
CAMBIO ESTRUCTURAL,CR1SISY RESCATE, 19890995 701
* Para una detallada cronología sobre este proceso definitivo de la renegociación de la deuda, véase
Federico Rubli, “Cronología de la renegociación de la deuda externa pública de México 1989-1990”,
en Federico Riibli y Benito Solís (comps,), México hacia laghbalización, Editorial Diana, México, 1992.
3 Gustavo A. Del Angel Mobarak, El crédito público en la historia hacendaría de México. Sus protagonis
tas y su entorno, SHCP,Trilce Ediciones, México, 2012, pp.161-179.
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del Banco de México, Informe anual Í994, México, í 995, Anexo estadístico.
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CAMBIO ESTRUCTURAL, CRÍSISY RESCATE, 1989-1995 703
térm inos reales. D e esta form a, el sector público liberaba recursos prestables
para el sector privado, cuya inversión creció 9.5% en térm inos reales, al poder
obtener más recursos crediticios y aprovechar las nuevas oportunidades de in
versión que se presentaban. Esta reactivación de la inversión continuó provocan
do presiones sobre la balanza comercial, que todavía logró registrar un pequeño
superávit de 1 405 millones de dólares, que contrarrestó el déficit de la balanza
de servicios. Sin embargo, ya en 1989 empezó a fluir nuevamente la inversión
extranjera y el regreso de capitales reflejado en la cuenta de “errores y omisio
nes” . Estos dos rubros compensaron el déficit en la cuenta corriente, de m odo
que las reservas apenas aum entaron 272 millones de dólares en 1989,
Mientras M éxico y América Latina habían estado inmersos en el problema
de la deuda, los países más prominentes estaban inmersos en un proceso de re
forma profundo. Los cambios políticos y económicos en la U nión Soviética li
derados por Mijaíl Gorbachov, el reformismo en el R eino U nido impulsado por
M argaretT hatcher,y el regreso de los republicanos con R onald R eagan en los
Estados Unidos, marcaron una época de cambio profundo hacia la liberación
económ ica. El proceso de unificación europea tam bién fue acelerado en esos
años. Pero sin duda el m om ento más paradigm ático fue la caída del M uro de
Berlín a fines de 1989 y el desm em bram iento del bloque soviético y de la mis
ma U R S S en los años que siguieron (la U R SS desapareció a inicios de 1992).
El fracaso del m odelo centralm ente planificado parecía no dejar opciones a los
países en vías de desarrollo más que la preem inencia del mercado y la liberaliza-
ción económica. Ello coincidía con el fin de una década de estancamiento eco
nómico y problemas crómeos de inflación y devaluaciones monetarias en muchos
países de América Latina. La respuesta fue el llamado Consenso de W ashington,
que llamaba, entre otros elementos, a la liberalízación de los mercados, el acota
m iento de las actividades del Estado, el libre comercio de bienes y de capitales, la
eliminación del déficit público y de los subsidios excesivos, y 1a. formación de ca
pital a largo plazo.6 Dentro de este proceso de transformación a nivel internacio
nal se enmarcó el reformismo económ ico de Carlos Salinas de Gortari.
C on enorm e astucia, Salinas supo leer rápidamente el signo de los tiempos.
Desde la reunión del Foro E conóm ico M undial en Davos al inicio de 1990, y
tras las conversaciones con líderes europeos que le hicieron ver que el aliado
natural para M éxico eran los Estados Unidos, el gobierno m exicano em prendió
10 Una excepción notable de México con respecto a los lincamientos del Consenso era la política
cambiaría, pues éste recomendaba tener una paridad flotante.
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CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989*1995 707
Liberalizacián comercial
Sin duda la política pública que marcó el reformismo de Carlos Salinas, y que
mayores repercusiones tuvo en el largo plazo fue la firma del Tratado de Libre
Com ercio de América del N orte (tlcan). La estructura económ ica de M éxico
consolidó su transformación a partir de la firma del tratado, y la forma com o el
m undo veía al país tam bién se modificó a partir de entonces. M éxico se atrevía
por prim era vez a enfrentar una competencia que se antojaba imposible y a de -
safiar los peligros que significaba la apertura comercial a una nación en vías de
desarrollo. La apertura comercial vino a revertir el esquema proteccionista de
los 40 años anteriores.
En realidad el cambio se había iniciado a partir de los años ochenta. El a im
ponente central del esquema proteccionista era la necesidad de obtener perm i
sos o licencias para im portar cualquier mercancía, vigente todavía en los inicios
de la década de los años ochenta. A partir del inicio de la extensión de estas li
cencias al liberar su im portación, que se dio gradualm ente a partir de 1.983, el
porcentaje de importaciones sujetas todavía a esos permisos continuó decrecí en
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 709
do, de tal suerte que para 1988 sólo 21.2% de las importaciones estaban sujetas
a este requisito. Para 1990, el porcentaje disminuyó a 13.7% y, un año más tarde, a
9.1%. D e la misma forma, los aranceles fueron reduciéndose, al igual que su dis
persión, por lo que para 1990 el arancel promedio fue de 10.4% (aunque un ano
después subió a 13.1%), cuando menos de diez años antes era de 27%. Para 1993,
sólo quedaban 101 fracciones arancelarias sujetas a permiso previo, que represen
taban 5% de las importaciones.
A la apertura comercial le acompañaron varios cambios institucionales que
vinieron a reforzar los ya iniciados en los años previos, en particular la adhesión
al gatt, lo cual ayudó a aum entar la posibilidad de perm anencia de estas m edi
das en el largo plazo. Así, se suscribieron acuerdos de libre comercio con varios
países, el prim ero de ellos con Chile, que se signó en septiembre de 1991. Des
de luego el de mayor trascendencia fue el tlcan con Canadá y los Estados U ni
dos, por el volumen de comercio que se desarrolla con la región, y que entró en
vigor en enero de 1994.11
La tradición de firma de tratados de libre comercio por parte de los Estados
U nidos apenas se había iniciado unos años antes. Desilusionado por el poco
avance del m ui tila teralismo de la R o n d a U ruguay del gatt, Estados U nidos
firmó u n acuerdo con Israel en 1985, y un año más tarde inició negociaciones
con Canadá. El cusfta (Cañada US Free Trade A greem ent o Tratado de Libre
Com ercio de Canadá y Estados Unidos) entró en vigor en 1989 con el propó
sito canadiense de asegurar el acceso al mercado estadunidense y evitar la dis-
crecionalidad de la im posición de barreras no arancelarias. Por su parte, Estados
Unidos buscaba disminuir tarifas en algunos sectores canadienses altamente pro
tegidos y abrir el comercio para servicios e inversión. El tratado fue exitoso des
de el principio para ambos países, pues abrió el acceso a contratos gubernam en
tales y estableció ciertas maneras, menos discrecionales, de resolver conflictos
comerciales, además de increm entar el volum en de com ercio.52
Sólo un ano más tarde de la entrada en vigor del c u seta, en ju n io de 1990,
el gobierno m exicano le propuso form alm ente al estadounidense, después
de contactos iniciados en Davos en febrero, establecer un tratado de libre co
m ercio con ese país, lo que Canadá vio con recelo, y se negó inícialm ente a
establecer un tratado trilátera!. N o obstante, ante la resolución m exicana y el
hecho de que ya desde 1989 había abierto la inversión extranjera a nuevos
11 También se firmaron acuerdos de libre comercio con Colombia y Venezuela, y con Costa Rica,
que entraron en vigor en enero de 1995.
52 Gustavo Vega Cánovas y Gustavo del Castillo, 'The Poliúcs of Free..., op. cit.
710 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISISY RESCATE, 1989-1995
13Para un análisis detallado de la historia de las negociaciones del tlcan , véase Gustavo Vega Cáno
vas, El Tratado de Libre Comercio en América del Norte. Visión retrospectiva y retos a futuro, El Colegio de
México, México, 2010.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 711
54 Algunos analistas han sostenido que el propósito fundamental del tlcan era promover un creci
miento económico impulsado por el sector exportador, y no tanto promover la competid vi dad inter
na del aparato productivo: Juan C. Moreno Brid y Jaime Ros Bosch, Desarrollo y crecimiento en la econo
mía mexicana. Una perspectiva histórica, Fondo de Cultura Económica, México, 2010, capítulo vix.
13 La importancia de este tema se verá más adelante.
712 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISISY RESCATE, 1989-1995
16 Nora Lustig, México. The Remaking oj an Economy, Btookings Institution Press,Washington, 1992.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 713
Privatizaciones
U na reforma estructural de gran im portancia fue el proceso de desincorpora
ción de entidades del sector público, ya sea vendiéndolas al sector privado, fu
sionándolas con otras o incluso cerrándolas. Si bien M iguel de la M adrid había
iniciado la reprivatización de enddades públicas, fue Carlos Salinas quien real
m ente transformó una parte im portante del entonces sector paraestatal. La en
cargada sería la Secretaría de H acienda, a cargo de Pedro Aspe, a través de una
U nidad de Desincorporación creada expresamente con ese propósito y que fue
dirigida por jacques R ogozinski.17 El objetivo general del gobierno al reprivati-
zar era canjear activos en poder del Estado, como eran las empresas públicas, por
deuda pública. Si bien los objetivos particulares detrás de esta política eran dife
rentes en cada caso, por lo general se podían resumir en dos. Por un lado, reducir
el déficit del sector público a través de la contracción del gasto público en for
ma perm anente y la carga burocrática implícita en ello, y por el otro, perm itir la
57La versión oficial del proceso se encuentra en jacques Rogozinski Schtulman, La privatización en
México: razones e impactos, Fondo de Cultura Económica, México, 1994.Véase también, Nora Lustig,
México. The Rem aking,op. oí.,y juditliTeichman, Privatization and Potitical...t op, cit.
714 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995
Pro cesos d e p r iv a t iz a c ió n
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L P r iv a t iz a c io n e s 6 1 4 3 1 .4
B ancos ■ 38961.4
T e lm e x 17 5 5 3 .4
E m p resas 4 9 1 6 .6
II. I n t e r e s e s generados
POR EL FONDO 2 0 1 9 .3
B ) A m o r t iz a c ió n d e la d e u d a p ú b l ic a 5 7 6 7 9 .4
V alores g u b e rn a m e n ta le s 5 4 4 1 4 .1
F o n d o d e P ro te c c ió n al A h o rro
y re v a lu a c ió n d e activos 2 3 7 2 .8
D e u d a d e E m p resas P riv ad as 8 9 2 .5
Sa l d o p a r c ia l (A~B) 5 7 7 1 .3
Fuente: Secretaría, de Hacienda y Crédito Público, Desincorporadón de entidades paraestatales, Infortiwtion basica de ios
procesos del i de diciembre de 1988 al 31 de diciembre de 1993, sucp-sccp-Fondo de Cultura Económica, México, 1994.
La reprimtización bancaria
El caso de la reprivatización bancaria m erece atención particular por su tama
ño, relevancia y sus consecuencias, y form ó parte de la ola privatizadora y de
cambio estructural de la econom ía m exicana de los años noventa. En particu
lar, resultaba impensable firmar un acuerdo de libre com ercio con Estados
Unidos y Canadá y estimular la liberación de los mercados con una banca en
manos del Estado.Y evidentem ente su privatización form ó parte integral de la
negociación misma del Tratado de Libre C om ercio de Am érica del N orte.20
Internam ente, la privatización bancaria volvió a transformar al sistema finan
ciero del país, que había dado lugar a la llamada “banca paralela” que había
surgido a su vez a partir de la estatización de la banca, y la fusión de numerosas
entidades financieras a lo largo de los años ochenta.21 Había entonces menos
bancos mientras que las casas de bolsa habían crecido, en buena m edida porque
las nuevas reglas financieras tras la estatización les habían dado el m anejo de las
mesas de dinero, que antes se encontraban en los bancos.Varios de los accionis
tas de esta banca paralela fueron precisamente m uchos de los compradores de
los bancos estatizados. O tros representaban a grupos industriales de diversas
regiones del país.
22 Nunca se dijo abiertamente que los antiguos dueños no podran comprar el mismo banco que
habían dirigido. Manuel Espinosa Yglesias buscó readquirir Bancomer, pero no se le permitió. Incluso
hizo una oferta por el banco, la más baja de todas las que se presentaron para comprar Bancomer:
Manuel EspinosaYglesias, Bancomer. Logro y destrucción de un ideal, ceey, México, 2007, capítulo 11. En el
caso de Agustín Legorreta, el propio presidente Salinas se lo comunicó personalmente en su momen
to, y ya no pujó por Banamex: Agustín Legorreta, “De la expropiación al rescate bancario: una historia
de intentos fallidos”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización bancaria., op. cit.,
pp, 21-22.
23 Carlos Elizondo Mayer-S err a, “ Por qué chicos tan listos priva tizaron tan mal? El caso de la ven
ta de los bancos en México entre 1990 y 1992”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Pri
vatización bancaria. ..,op. cit., tomo iv, pp. 257-282.
u Carlos Salinas de Gortari,“La privatización de la banca”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárde
nas (eds.), Privatización bancaria.. op. cit., tomo i,p. 28.
25 Pedro Aspe, “La privatización bancaria en México” , en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas
(eds.),Privatización bancaria..., op. dt., tomo i,pp. 46-48.
26 Gustavo Vega Cánovas, ElTratado de Libre Comercio..., op. cit., pp. 207-209.
27 El reporte oficial fue publicado por Guillermo Ortiz, La reforma financiera y la desincorporación
bancaria, Fondo de Cultura Económica, México, 1994.
718 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISISY RESCATE, 1989-1995
3ii Véase el testimonio de Sandot Vaíner, representante de First Boston Bank en México en aquel
entonces: Sandor Valner, “El proceso de privatización bancada en México en retrospectiva”, en Ampa
ro Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización bancaria. . op, cit., tomo iv, pp. 67-76.
31 Esta institución fue fundada por el Premio Nobel de Economía Lawrence R . Klein, y los traba
jos sobre México siempre los realizaba Abel Beltrán del Río. wí;í-a ha estado sujeta, desde su funda
ción, a una serie de fusiones y adquisiciones para convertirse, con otro nombre, en una empresa pro
veedora de información estratégica a nivel mundial.
32 En su momento, tanto especialistas como la opinión pública en general no cuestionaron este
procedimiento, con la excepción (conocida) de Aristóbulo de Juan, un supervisor español reconocido
que fue invitado por el Comité a dar su opinión, quien cuestionó la falta de especialidad de ios vaina-
dores contratados en asuntos de esa índole, entre otras cosas. Aristóbulo de Juan, “La reprivatización,
crisis y rescate bancario en México.Testimonio de un supervisor internado nal”, en Amparo Espi
nosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización bancaria..., op. cit., tomo iv, pp. 110-113.
33 Pedro Aspe,“La privatización bancaria... ”, op. ni., pp. 43-60.
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CAMBIO ESTRUCTURAL, CR1SISY RESCATE, 1989-1995 721
identidad que le da razón a su existencia, pero que al mismo tiem po está desti
nado a fracasar dada la enorm e velocidad de crecim iento de la población y la
consecuente creación de minifundios incapaces de sostener la población cre
ciente. Ello ha llevado a la reproducción de la pobreza en el m edio rural, a la
m igración de campesinos del campo a la d u d ad y al extranjero, y a la creación
de cinturones de miseria en las zonas urbanas, que demandan más servicios pú
blicos sin tener una fuente clara de financiamiento.
Sí bien este tema era un verdadero tabú ideológico desde la Revolución
mexicana, del cual no se podía ni hablar, la reforma al sistema de tenencia de la
tierra era una condición necesaria, aunque no suficiente, para m ejorar la pro
ductividad del campo en forma significativa. La reforma al Artículo 27 de la
Constitución, realizada en febrero de 1992 y que fue acompañada o precedida
de apoyos adicionales al campo, liberalizó totalm ente la forma de tenencia de la
tierra, incluso m anteniendo la figura ejidal si así lo decidían los propios ejidata-
rios. La reforma perm itía la venta de tierras ejidales y la aparcería abierta, lo cual
pretendía liberalizar el 50% de la tierra cultivable en el país que estaba en esa
forma de tenencia de la tierra. U n corolario de la reforma es que de hecho se
daba fin al llamado “reparto agrario” consagrado en la Constitución y que en su
m om ento, y por los siguientes 7 decenios, constituyó la principal victoria del
m ovim iento revolucionario de 1910 y puntal del apoyo campesino al pri. C on
la reforma constitucional, los pequeños propietarios adquirían mayor seguridad
sobre la propiedad de su tierra, se podrían realizar todo tipo de contratos entre
ejidatarios y terceras personas que antes estaban prohibidos, los ejidatarios ga
narían el dom inio sobre su tierra si así lo decidían, etcétera.
El resultado de la reforma, sin embargo, no dio los resultados esperados.36
Más aún, si bien en el m om ento de su discusión no se escucharon grandes vo
ces de oposición, es factible que, en parte, el m ovim iento armado de Chiapas de
enero de 1994, al menos en su inicio, haya tenido com o pu n to de aglutina-,
m iento de los campesinos su oposición a la reform a, y en particular al fin del
reparto agrario. Las tierras ejidales que entraron en producción con el sector
privado han sido, hasta la fecha, muy limitadas en relación con el total de ejidos
en el país. D e éstas, una buena parte de las tierras ejidales que circundaban las
ciudades han sido vendidas para su urbanización.37 Los resultados que se espera-
Guíüermo Zepeda, Transformación agraria. Los derechos de propiedad en el campo mexicano bajo el nuc~
no marco institucional, c id a c , México, 2000.
37 Gareth A Jones y Peter M.Ward, Privatizing t.he Commons: Reformmg ihe Ejido and Urban Devclop-
ment in México, Blackweli Pubííshers, Oxford, Í998.
CAMBfO ESTRUCTURAL,CRISISY RESCATE, 1989-1995 723
han de esta reforma, al m enos hasta ahora, han resultado muy por debajo de las
expectativas que se tuvieron en un inicio.
bía una contradicción perm anente dado el altísimo porcentaje de población que
declaraba tener una religión y el hecho de que el Estado no lo reconociera. Esto
aunado a visitas por parte del presidente al Estado Vaticano (desde el sexenio de
Echeverría) o de recurrentes visitas papales a M éxico (a partir del sexenio de 1 q-
pez Portillo). Nuevam ente, esta reforma era un signo irrefutable de modernidad-
y de una nueva relación entre el Estado y la sociedad y sus representantes. Des
pués de todo, en casi todas las encuestas se declaraba que la Iglesia y los sacer
dotes gozaban de la mayor confianza entre grupos económicos e instituciones.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el Vaticano fue el punto
culm inante de esta reforma.
En el ám bito político, tam bién parecía haber una apertura y creciente m o
dernidad, aunque todavía con muchas limitaciones. Para esos años la oposición
ya tenía varias gubernaturas, alcaldías de capitales de estados y ciudades im por
tantes en entidades com o Chihuahua, Baja California y Guanajuato, lo que ge
neró un ambiente de mayor pluralidad política y la sensación en el sector privado
de que se empezaban a crear contrapesos ante la todavía hegemonía casi abso
luta del p r i en el poder. N o obstante, m uchos de estos triunfos de la oposición
sólo fueron posibles tras fuertes conflictos electorales y lo que se llegó a llamar
“concertacesiones” entre el gobierno y los partidos opositores.
38 Por ejemplo, entre los bienes no comerciables se encuentran servicios como la mano de obra o in
dustrias como la construcción o k energía eléctrica que es costoso exportar a menos que se encuentre
cerca de la frontera. El caso de los bienes comerciables se puede ejemplificar con productos textiles, auto
móviles, computadoras, etc., siempre que no haya prohibiciones u otro tipo de restricciones al comercio,
39 Este mecanismo en que los precios de los bienes comerciables tienden a moverse con el tipo de
cambio y por lo tanto a aumentar poco por la política cambiaría de usar el tipo de cambio como ancla
nominal, fue utilizado conscientemente por las autoridades en el programa de estabilización de 1988
en adelante, y en ese sentido fue exitoso. Pedro Aspe, El camino mexicano de la transformación económica,
México, 1993, pp. 46-67.
726 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995
entre las tasas de interés nacionales y las extranjeras, de tal suerte que una em
presa que tiene que pagar tasas de interés más altas que sus com petidores del
extranjero se vuelve menos competitiva y pierde mercado. Finalmente, la sobre
valuación del tipo de cambio también afecta el mercado de las empresas, pues
los consumidores preferirán bienes importados, que se vuelven más baratos que
los nacionales debido a que el dólar está barato.
Por tanto, la planta productiva dom éstica tiende a debilitarse si enfrenta
fuertes distorsiones de precios como los descritos, entre bienes no comerciables
y comerciables, por los diferenciales en las tasas de interés, y por la sobrevalua
ción del tipo de cambio. Por consiguiente, lo que podía haber sido una bendi
ción por la entrada de flujos de capital se convierte de hecho en una calamidad,
que al final term ina por debilitar el aparato productivo interno hasta quizás ha
cerlo quebrar. Por esta razón, a este fenóm eno se le llama “enferm edad”. Si a este
fenóm eno se le agrega el impacto que la apertura comercial estaba infligiendo a
las empresas por la entrada de productos del mercado internacional, no resulta
nada sorprendente que las empresas estuvieran cada vez más en una situación:
de penuria. Es decir, las empresas estaban, recibiendo un triple golpe: la mayor;
competencia provocada por la apertura comercial, los estragos de la “enferm e
dad holandesa” por las entradas de capital, y la sobrevaluación del tipo de cam
bio que encauzaba la demanda hacia productos importados, porque resultaban
más baratos que los producidos internam ente.
La desaceleración de la economía a partir del segundo semestre de 1991 y:
la recesión de 1992 parece tener que ver con la “ enferm edad holandesa” y la
contracción fiscal. El estancamiento de 1993 se debió — además de a los pro
blemas de la misma “enferm edad”— a la política m acroeconóm ica de contrac
ción de la demanda agregada para reducir el déficit en la cuenta corriente de la
balanza de pagos, en lugar de apresurar el deslizamiento del tipo de cambio, lo
cual hubiera alimentado la inflación.40 En efecto ya se anotó el enorm e m onto
de las entradas de capital que ocurrieron entre 1991 y 1993. A pesar de ciertos
esfuerzos del Banco de M éxico por esterilizar parte de estos recursos, aproxi
m adam ente 40% de ellos, el efecto sobre los ingresos de la gente se com enzó a:
sentir inmediatamente, en la forma de un tipo de cambio barato y condiciones
de crédito aceptables para embarcarse en compras de bienes duraderos, incluso
autos, habitación, etcétera.
Fuente; Enrique Cárdenas, La política económica en México, 1950-1994, Fondo de Cultura Económica,
México, 1996, p. 176.
41 En esta ocasión también se redujo el impuesto al valor agregado, de 15 a 10% con el objeto de
presionar los precios hacía abajo.
42 Precisamente se habla del tipo de cambio como el ancla nominal del programa de estabilización,
porque tuvo el papel de detener una parte importante de los precios, aquellos de los bienes que pue
den ser comerciados, a través de mantenerse casi fijo o con una depreciación nominal menor.
728 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995
43 Valuados a precios constantes, Presidencia de la República, Sexto informe de gobierno, op. dt., p. 30.
44Por ejemplo, las remuneraciones a los trabajadores aumentaron en términos reales en este perio
do; si se valúan en dólares, el incremento es todavía mayor.
45 Carlos Ibarra,“México’s Slow Growth Paradox”, Cepal Revíew, núra. 95,2008, pp. 83-102.
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CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISÍSY RESCATE, 1989-1995
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Fuente: Ambas gráficas Enrique Cárdenas, La política económica..., op. c it, p. 177.
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CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISISY RESCATE, 1989-1995 733
ción de que las estrellas se habían alineado para el despegue de México. Pero 1994
tam bién inició con el levantamiento zapatista en Chiapas, que fue un balde de
agua fría para el gobierno y una buena parte de la sociedad. A unque el moví-*-,
m iento armado fue efímero, poco sangriento y m uy localizado, y no generó sali
das de capital de ninguna significación, sí conm ocionó la conciencia colectiva,
que cuestionaba hasta qué punto las reformas alcanzaban a toda la sociedad, y
distrajo la atención del presidente Salinas en los demás asuntos que demandaba
el país. El m ovim iento chocaba con la idea internacional que se había creado en
torno a la figura presidencial y a los cambios ejemplares que M éxico había rea
lizado en su estructura económica. Los hechos políticos, inéditos, que siguieron
a lo largo de 1994 deterioraron gravemente el ambiente político y aum entó aún
más la vulnerabilidad económica.
Si bien es posible afirmar que el origen de la crisis económica de 1994-1995
se rem onta a años atrás y tuvo varias causas, las dos fundamentales fueron la de
bilidad del sistema bancario a raíz de su reprivatizacíón, acompañada de una fuer
te liberalización financiera, y la política m acroeconóm ica caracterizada p o r la
lucha a ultranza contra la inflación, el m antenim iento del tipo de cambio y ef
consecuente deterioro de la balanza de pagos. Al estallar la crisis, el sistema ban
cario prácticamente se colapso.50
diciembre de 2010.
51 En 2011 se publicó un libro en cinco tomos que recuperaron los testimonios firmados de una
gran cantidad de actores que participaron directamente en la reprivatización de la banca, la crisis y el
rescate del sistema financiero. El libro también incluye análisis de especialistas e información estadísti
ca e histórica. Muchos de estos testimonios están incorporados en esta historia. Amparo Espinosa y
Enrique Cárdenas (eds.), Privatización bancaria..., op. cit., 5 tomos, 2011.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989 -1995 735
52 Varios testigos cercanos de los hechos así lo corroboran: Vicente Corta, “La privatización y el
rescate bancarios.Un testimonio”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización banca-
ría..., op. di. , tomo n,pp. 9-11; Joaquín Avila Carees, “Privatización, crisis, rescate bancario. MÍ visión
como testigo informado de los hechos”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización
bancaria..., op. cit., tomo m, p. 192; Agustín Legorreta,"De la expropiación...”, op. cit., pp. 30-31, y
Manuel EspinosaYglesias, Bancomer.. op. rifo pp. 84-85.
53 Uno de los encargados del proceso, Roberto Newell, expone este proceso: Roberto Newell,“La
privatización bancaria desde la óptica de los valuadores externos”, en Amparo Espinosa y Enrique
Cárdenas (eds.), Privatización bancaria..., op. cit., tomo IV,pp. 81-82.
54 Enrique Castillo Sánchez Mejorada, “La privatización y rescates bancarios. Procesos amañados y
discrecionales”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Primtizadón boticaria. ..,op. cit., tomo ni,
pp. 116-117.
55 Stephen Haber demuestra estadísticamente que el factor más importante en la determinación
del precio a ofrecer fue el número de la ronda en que se participó. Cuanto más avanzaba el proceso,
había una tendencia a ofrecer un precio mayor por los bancos: Stephen H. Elaber, “México s Ex-
períments wíth Bank Privatization and Iiberalization, 1991-2003”,Journal of Banking and Finance,
vol. 29,2005.
736 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995
56 Luis Robles Miaja, “La privatización y el rescate banearios vistos desde la perspectiva del repre
sentante legal de los bancos”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.). Privatización bancaria...,
op. cit., tomo in, pp. 205-206: Antonio deíValle R uiz,“La privatización bancaria desde la perspec
tiva de un banquero”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds,), Privatización bancaria..., op. cít,,
tomo ni, pp. 71 y 73.
37 Hubo mucha variabilidad en los ajustes. Por ejemplo, Banca Cremi tuvo el ajuste más alto de
todos (24%), al cual le siguieron el Banco Unión (8.54%) y Bancen (8.51%). En el otro extremo, Ba-
namex ajustó el 2.92%, Bancomer 1.87% y Banorte 0.84%; Lízzeth Moreno Islas, “De ia privatiza
ción. . op. cit., tomo v, cuadro 1.
38 Existen muchos testimonios al respecto. Por ejemplo, Ricardo Guajardo lonché, “La privatiza
ción de Bancomer y el rescate”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds,), Privatización banca
ria..., op. cit., tomo tu, pp, 55-56; Antonio del Valle Ruiz,“La privatización bancaria.. op. cit., p. 73, y
Enrique Castillo Sánchez Mejorada,“La privatización y r e s c a t e s , op. oí., pp. 120-122.
CAMBIO ESTRUCTURAL. CRISÍSY RESCATE. 1989-1995 737
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A tlá n tic o 5 3 8 .6 a 3 6 6 .6 a 9 0 5 .2
59 Para una discusión más detallada sobre este tema, véase Enrique Cárdenas, “Realidades y mitos
de la reprivatización., op. cit., tomo i,pp. xxvi-xxvm.
60Agustín Legorreta, “De la expropiación., op. cit., pp. 30-31, y Antonio del Valle R uiz,“La pri
vatización bancaria...”, op. cit.,p. 79.También puede deducirse, con menor contundencia, de ios testi
monios sobre las intervenciones decretadas en contra del Grupo Financiero Arrendadora Pragma, que
tenía grandes adeudos con Nacional Financiera; Manuel Espinosa de los Monteros y Francisco Javier
Vega Rodríguez, “Las singulares complejidades del rescate bancario. Una visión crítica desde la inter
vención bancaria en México”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización banca
ria..., op. cit., tomo o, p. 176. Eduardo Fernández también habla de las intervenciones en 1994 de “al
gunos intermediarios financieros” que tenían grandes adeudos con Nafmsa: Eduardo Fernández
García, “La crisis económica y el rescate bancario” , en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.),
Privatización bancaria,.., op. cit., tomo í,p .250,pero no se puede deducir de ahí que hayan tenido cré
ditos de Nacional Financiera para su adquisición o recapitalización.
61 Véase el testimonio de Patricia Armendáriz, “Privatización, crisis y rescate bancarios. Desde la
perspectiva de la supervisión”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización banca
ria..., op. cit,, tomo i, pp. 265 y siguientes, y de Aristóbulo de Juan, “La reprivatización...” , op. cít.,
p. 112 y siguientes, que apuntan esta debilidad inicial.
738 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, í 989-1995
E n la le g is la c ió n v ig e n te a n te s d e la c risis, lo s b a n c o s e ra n tr a ta d o s s im p le m e n te
c o m o c u a lq u ie r e m p re s a m e r c a n til e n c u a n to a in s o lv e n c ia s se r e f i e r e .,. p r á c ti
c a m e n te n o h a b ía n a d a q u e p u d ie s e s u s te n ta r a c c io n e s c o rre c tiv a s . La c n b era:
m u y v u ln e ra b le a q u e se c u e stio n a ra n sus acto s. C u a lq u ie r p ro c e s o q u e se e m p r e n -
(>2Eduardo Fernández inició un fuerte proceso de reforma al interior de la Comisión, que mejoró
la supervisión y avanzó en la regulación bancaria, no obstante que no estaba entonces vinculada con:
la Comisión Nacional de Valores ( c n v ) v por lo tanto no podía tener un panorama más completo.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-] 995 739
d ie r a era le n to y c o s t o s o ... C u a lq u ie r a c c io n is ta p o d ía d e m a n d a r a la c n b p o r
e x p r o p ia c ió n , p o r q u e la i n t e r v e n c i ó n s im p le m e n te n o e sta b a c o n s id e ra d a e n la
ley. L a fig u ra d el in te r v e n to r , d e h e c h o , n o e x istía . L e r e p o r ta b a a la c n b p o r q u e
la p ro p ia C o m is ió n lo h a b ía n o m b r a d o . D ig a m o s q u e te n ía u n a o b lig a c ió n m o
ral d e h a c e rlo , p e ro n o le g a l.63
T o ta l 4 5 .7 6 3 .7 8 3 .5 1 0 9 .9 9 3 .8
fl3Patricia Armendáriz, “Privatización, crisis...”, op. ni., p. 273. Francisco Gil Díaz argumenta en
forma semejante, en “Tipo de cambio, crisis financiera y el rescate bancario”, en Amparo Espinosa y
Enrique Cárdenas (eds.), Privatización bancana.op. rit., tomo i, p. 238.
740 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISISY RESCATE, í 989-1995
Fausto Hernández señala las similitudes entre la crisis chilena y la mexicana subrayando la libera-
lización financiera sin contar con regulación ni supervisión adecuadas: Fausto Hernández Trillo, “La
banca en México: otra visita más: 1990-2008“, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Priva
tización bancada. di., tomo ív, pp. 321-324.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CIUSISY RESCATE, 1989U995 74Í
años, que la población tenía acceso a crédito para adquirir todo tipo de bienes,
y especialmente durables. C om o ya se m encionó antes, ello ocurrió en una épo
ca en que la cnb no supervisaba adecuadamente a los bancos,65 y a que los depo
sitantes tenían garantizados sus depósitos por el Fondo Bancario de Protección
al A horro (Fobaproa), fideicomiso establecido en 1990 en el Banco de M éxico
con aportaciones de los bancos comerciales.
También había impericia en la gestión bancaria, pues en general se había
perdido la capacidad de valuar riesgos. M uchos de los funcionarios bancarios se
trasladaron poco a poco a otros interm ediarios financieros después de la expro
piación de 1982. Por otra parte, la euforia general y el deseo de colocar el m a
yor m onto de crédito posible para recuperar la inversión realizada en la adquisi
“ Este comportam iento no es generalizado a todos ios bancos. Algunos, como Banamex y Banco-
mer, redujeron su expansión de créditos con alto riesgo en los primeros años posteriores a la repriva-
tización, por lo que sus montos de cartera vencida fueron mucho más controlados: Lizzeth M orena
islas,“D e la privatizació n ../’, op, cít., cuadro 2.
67 Eduardo Fernández García,“La crisis e c o n ó m i c a . op, cit.,p. 247.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 743
68 Estas son pérdidas financieras para el sector público debido a las actividades deficitarias de Ja
banca de desarrollo: Centro de Estudios Espinosa Y glesias, Análisis comparado..., op. cit.
69 Estas cifiras incluyen el saldo positivo de las maquiladoras. Si éstas se excluyen, el déficit de la ba
lanza comercial en 1991 fue de 20676 millones de dólares,y de IB 891 millones en 1992.
744 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995
Banco de México, Informe Anual 1991, Banco de México, México, 1992, pp. 51-54,
7! En 1988 el canciller del Exchequer (secretario de Hacienda) del gobierno de Margaret Thatcher,
Nigel Lawson, argumentó en un discurso ante las R euniones Anuales del f m i y el Banco Mundial la::
noción de que un desequilibrio en las cuentas externas no era relevante en tanto las finanzas públicas
fueran sanas, por lo que esta postura (posteriormente repetida por el Banco de México) es conocida:
como “D octrina Lawson” .
72 Claudio Loser, “La crisis mexicana de 1994-1995. U na visión desde el f m i ” , en Amparo Espino
sa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización banmria. .. , op, cit., tom o iv,pp. 46-47.
CAMBIO ESTRUCTURAL. CRISISY RESCATE, 1989-1995 745
yor. El riesgo era claro. Si en cualquier m om ento se detenían los flujos de ca
pital provenientes del exterior, la balanza de pagos estaría en una situación tan
deficitaria que el tipo de cambio tendría que devaluarse y la actividad econó
mica podría contraerse aún más. Por tanto, si se perseveraba en el intento de
reducir la inflación a niveles de los países más avanzados y si los flujos de capi
tal continuaban, los aum entos de productividad esperados, y un aum ento li
gero a las bandas cambiarías que llevaría a una depreciación gradual del tipo
de cambio, podrían al cabo de algunos años corregir el déficit en la cuenta co
rriente de la balanza de pagos. La otra alternativa, m enos riesgosa, era aceptar
que la inflación regresara a niveles de alrededor de 20% al depreciar el tipo de
cambio y m antener la disciplina fiscal ya alcanzada, lo cual debería elim inar
los sesgos antiexportadores de la sobre valuación del tipo de cambio (y los pro
blemas de la “enferm edad holandesa”) y dism inuir el déficit com ercial.73 El
riesgo de esta opción era un pánico generalizado y la pérdida de credibilidad
en el gobierno y en su política económ ica com o consecuencia de la deprecia
ción más rápida del peso, y renunciar a una inflación semejante a la de Estados
Unidos por un tiem po más.
Para entonces, la inflación estaba en m enos de 10% y resultaba poco atracti
vo políticam ente ceder, después de tanto esfuerzo para bajar la inflación. Las
autoridades tom aron el riesgo de la prim era opción al m antener el objetivo de
disminuir la inflación a alrededor de 6% para 1994.74 Además iniciarían discre
tam ente una ampliación de la banda de flotación del peso para reducir gradual
m ente la sobrevaluación del tipo de cam bio.75 Esa decisión suponía que los
flujos de capital continuarían en cantidades suficientes para financiar el déficit
de la cuenta corriente.76 En efecto, el peso se depreció alrededor de 8% entre
febrero y marzo de 1994 pero el asesinato el 23 de marzo de 1994 del candidato
n Esta última propuesta concreta la hizo el profesor R udiger Dornhusch, que después se publicó
con toda una argumentación en- R udiger Dornbusch y Alejandro Wermer, “México: Stabilization,
R efortn and N o Growth”, Smokings Papen on EamomicAcüvity, vol. 1,1994, pp. 253-315.
'4 Para una revisión detallada de lo ocurrido durante 1994, véase Sydney Weintraub, 7o Bet a Na-
tion. Financial Decisión-Making in México, Pittsburgh University Press, Pittsburgh, 2000.
75 Este deslizamiento afectó exclusivamente el tipo de cambio de compra, por lo que en realidad
no beneficiaba a los exportadores.
,£í Sin embargo, ya para 1993 el jefe de la Oficina de la Presidencia, José Córdoba, públicamente
comentó que las entradas de capital de portafolio eran temporales y que no podrían durar mucho
tiempo más: José Córdoba, “Los retos del mercado de valores en los años noventa” , Convención Anual
de la Bolsa Mexicana de Valores, 1993, citado por Jonathan E, Heath, lite Demhiation of the Mexiain
Peso in 1994. Economic Poíicy and Institutions, C enter for Strategic & International Studies, University
o f California, 2008, p. 3.
746 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISISY RESCATE, 1989-1995
del Píti a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, provocó gran incertidum bre y la
fuerte salida de reservas del Banco de M éxico, de casi 11 000 millones de dóla
res en los siguientes 30 días del crim en. Las autoridades detuvieron la política
de depreciación del peso77 (gráfica xn.8).
Quienes prim ero sacaron sus fondos fueron los inversionistas nacionales y
les siguieron los fondos de inversión internacionales. A partir de entonces, ante
la desconfianza que ello generó, la tasa de interés interbancaria aum entó del
10.9 a 21,1%, al tiem po que el gobierno aceptó aum entar la emisión de tesobo-
nos, bonos de Tesorería valuados en dólares,78 y ser canjeados por certificados
de Tesorería (cetes) en pesos. Así se les garantizaba a los inversionistas una co
bertura cambiaría y se defendía el valor del peso (gráfica xn.9).
Pero al hacerlo se caía en una trampa: que depreciar el tipo de cambio ele
varía enorm em ente el costo de la deuda pública (y naturalm ente tam bién de
la deuda privada). Por tanto, se había decretado, im plícitam ente, una lucha a
ultranza por defender la estabilidad del peso frente a ataques especulativos re
currentes m ediante la sustitución de cetes por tesobonos. Por otra parte, la emi
sión de tesobonos tam bién evitó que las reservas internacionales disminuyeran
Fuente:Sanco d e México, Informe anual 1994, op. d t , Informe anual 1995, México, 1996,
pp. 192-199.
77 Es interesante hacer notar que mientras la reducción de pasivos en moneda extranjera del Banco
de México después del asesinato de Colosio se debió en alrededor de un 80% a retiros de mexicanos^
los extranjeros no comenzaron a retirar sus fondos hasta agosto, probablemente en respuesta a la dis
minución del diferencial de tasas de interés en México y en los Estados Unidos: jonathan E. Heath,
The Devduation of the Mexican.... op. di,, p. 13.
7SEran bonos gubernamentales en dólares a corto plazo, redimibles a la fecha de su vencimiento al
tipo de cambio del día y que pagaban una tasa de interés muy superior a la del mercado.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 747
Fu e n t e ; Elaboración deí autor con datos del Banco de México, Informe Anual 1995, op. d t.
aún más: el público inversionista veía com o alternativa rentable, antes de sacar
su dinero del país, comprar tesobonos. Por tanto, si no hubiera habido emisión
de tesobonos la reducción de tenencias de cetes se hubiera traducido inm edia
tam ente en una reducción de las reservas internacionales, en la misma propor
ción. Así, de no haber habido em isión de tesobonos, entonces las reservas del
Banco de M éxico hubieran llegado a m enos de 10000 millones de dólares des
de abril y su nivel hubiera sido apenas de 2 401 millones el 30 de ju n io de 1994,
unos días antes de las elecciones presidenciales. Es decir, de no haber habido emi
sión de tesobonos, el m onto de reservas hubiera sido tan pequeño que habría
obligado a realizar una devaluación antes de las elecciones (cuadro xn.9).B ajo
esa perspectiva, al gobierno salmista no le quedaba más que sostener el tipo de
cambio em itiendo tesobonos.
Ernesto Zedillo fue electo presidente el 21 de agosto de 1994. Las eleccio
nes habían transcurrido en form a pacífica y el candidato del pri ganó con am
plia ventaja y sin cuestionam ientos. N o obstante, el deterioro m a ero eco n ó
m ico continuaba y el déficit de las transacciones con el exterior m ostraba un
deterioro creciente.Ya eran tres años con un déficit en la cuenta co rrien te de
más del 5% del p i b . U na vez ganadas las elecciones era el m om ento político
más propicio para flotar el tipo de cambio, aunque la deuda externa por el can
je de cetes por tesobonos había llegado a 18673 millones de dólares al finalizar
el mes de julio. Sin embargo no ocurrió. El m antenim iento de la política cam
biaría y el asesinato del dirigente nacional del PRgJosé Francisco R u iz Massieu,
un mes más tarde, el 28 de septiembre, agravó el am biente de íncertidum bre en
748 CAMBEO ESTRUCTURAL, CR ISIS Y RESCATE, 1989-1995
79Julia Preston y Samuel Dillon proveen una descripción muy detallada de las dos reuniones que
ocurrieron ese día en casa del presidente Salinas, en Coyoacán, Ahí se decidió, sin que hubiera real
mente u n acuerdo entre Salinas y Zedillo, que no se llevaría a cabo ninguna devaluación del peso du
rante el gobierno saliente. Véase Julia P res ton y Samuel Dillon, El despertar de México. Episodios de una
búsqueda de la democracia, Océano, México, 2004, pp. 148-150. La versión original en inglés es Opening
México :The Making of a Detnocracy, Farrar, Straus and Giroux, Nueva York, 2004.
750 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISíSY RESCATE, 1989-1995
SüEsta explicación se acerca a la mencionada por Julia Preston y Samuel Dillon en su libro referido
anteriormente. En su relato de la reunión del 20 de noviembre de 1994, los autores afirman que iní-
dalm ente Salinas y Zedillo habían llegado al acuerdo de que era necesario depreciar el peso de inme
diato. N o obstante, cuando Pedro Aspe supo de esa decisión, la rechazó y señaló que presentaría su
renuncia antes de acceder a ello. Después señalan que Salinas ofreció nombrar en ese m om ento a Se
rra Puche como secretario de Hacienda para que él realizara la devaluación, a lo que se opusieron él y
Ernesto Zedillo, argumentando la turbulencia que generaría: Julia Preston y Samuel Dillon, El desper
tar de México.... on. di,, pp. 149-150.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 751
sar en forma colegiada en el seno del gabinete, tal com o se habían tom ado otras
decisiones im portantes a lo largo del sexenio.81 El hecho fue que el gobierno
saliente no depreció el peso.
En su mensaje de toma de posesión, Ernesto Zedillo subrayó temas políti
cos relacionados con el conflicto de Chiapas y su reforma al Poder Judicial de la
Federación, mientras que en lo económ ico no se m encionaron cambios sustan
tivos a la tendencia que se vivía. D e acuerdo con Jaime Serra, el nuevo gobierno
consideraba que había tiem po para concertar con el presidente de Estados U n i
dos,William Clinton, un fondo de estabilización de N orteam érica y el tránsito a
una política de tipo de cambio flexible, de tal m odo que toda la región tuviera
un mismo régim en cambiario de flotación sin una devaluación traumática del
peso.82 El 9 de diciembre, el secretario de Hacienda Jaime Serra Puche dio a co
nocer los “Criterios Generales de Política Económ ica”, que incluían los pronós
ticos oficiales para 1995, En ellos se reflejaba que la política económ ica seguiría
fundamentalmente sin cambios, lo que para muchos analistas parecía difícil y para
los inversionistas no resultaba factible. Entonces inició una vorágine contra el
peso. Las reservas disminuyeron ligeramente pero la emisión de tesobonos creció
casi 6 000 millones de dólares en las primeras dos semanas de diciembre, del 30 de
noviembre al 15 de diciembre.83 Los acontecimientos se aceleraron y se perdió la
oportunidad para crear el fondo de estabilización de N orteam érica. La falta de
divisas obligó al gobierno a llamar a una reunión del Pacto el lunes 19 de diciem
bre en la noche, en la que se decidió ampliar la banda de flotación, lo que equiva
lía a depreciar el peso.84 El nivel de las reservas internacionales había alcanzado
solamente 10457 millones de dólares, un m onto que se acercaba a los 10000
millones que Miguel Mancera, com o gobernador del Banco de M éxico, había
señalado como el límite para ampliar la banda de flotación del tipo de cambio.85
8f’ Véase el detalle de estos hechos en el testimonio de Jaime Serra Puche, “Reflexiones sobre la
crisis..,”, op. cit., pp, 194-195,
87 Para una descripción detallada del apoyo y de sus vicisitudes durante la negociación, véase R o
b e n E. R ubia, “La crisis de México de 1994-1995 y sus lecciones”, en Amparo Espinosa y Enrique
Cárdenas (eds.), Privatización banearía.. . , op, cit., tom o IV , pp. 6-9, y Amparo Espinosa y Enrique Cárde
nas (eds.), “Entrevista a Michel Camdessus relativa a la crisis mexicana de 1994-1995” , en Amparo
Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización hancaria. ..,ap. cit., tom o IV , pp. 17-33.
88 Claudio Lo ser, recién nombrado Director del Hemisferio Occidental, que tenía a su cargo todo
el C ontinente Americano, encabezó la misión.Véase su testimonio de la crisis mexicana en Claudio
Loser,“La crisis mexicana.. . op. oí., pp. 35-66.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 753
definiciones importantes que culm inaron varias semanas más tarde en un pa
quete de apoyo financiero internacional de casi 50000 millones de dólares y en
un program a de ajuste m acroeconóm ico. En cuanto a lo prim ero, el gobierno
del presidente Zedillo buscó el apoyo del gobierno estadunidense, que reco
noció de inmediato la gravedad de la crisis y sus efectos potenciales de contagio
a otros países, así como las repercusiones sobre los Estados Unidos. Sin embargo,
la decisión para apoyar a M éxico del presidente C linton y del D irector Gerente
del f m i , M ichel Camdessus, se enfrentaron con la oposición del Congreso de los
Estados Unidos, por un lado, y de los representantes de los países europeos en el
Consejo del Fondo, por el otro. El presidente William Clinton, en un gesto in
usual, utilizó su autoridad ejecutiva para otorgar el apoyo por alrededor de 20 000
millones de dólares, a los que se sumaron otros tantos fundam entalm ente del
Fondo M onetario Internacional,89 del Banco M undial, del Banco de Pagos in
ternacionales y otros más. D e esa manera se enfrentó la amenaza de lo que fue
la prim era crisis financiera que tenía el potencial de convertirse en crisis sisté-
mica. El acceso a esta enorm e línea de crédito calmó a los inversionistas, los teso-
bonos fueron redimidos en poco más de un año, y el gobierno m exicano pagó
su deuda antes del plazo pactado m ediante la reestructuración de sus adeudos.
Se había abortado el peligro de una grave crisis financiera en M éxico.
Internam ente, el gobierno mexicano respondió con una serie de medidas
contracdonistas (reducción del gasto, aum ento del iv a de 10 a 15% y fortísima
elevación de las tasas de interés) para aliviar el problema de la balanza de pagos,
atraer nuevamente los capitales y ajustar la demanda interna. La caída del p i b en
1995 fue de 6.2% — cifra aún mayor a la experimentada durante la Gran D epre
sión de 1929— y se desató la inflación. El déficit público se redujo de alrededor
del 3% del p i b en 1994 a 0.7% en 1995.90 El déficit en cuenta corriente pasó de
29662 millones de dólares en 1994 (6.4% del p i b ) a 1 577 millones de dólares en
1995. La tasa de interés de corto plazo pasó de 13.7% en noviembre de 1994 a
74.8% en abril de 1995, y se mantuvo alta el resto del año (48.6% en diciembre
de 1995). Fue demoledora en su impacto contraccionista. Evidentemente, uno de
los sectores más afectados por las altas tasas de interés fue la construcción, que cayó
89 El apoyo del fmi también fue muy inusual. Era el paquete más grande del Fondo hasta ese m om en
to, y los países europeos se abstuvieron en la votación del Consejo de Directores para su aprobación.
Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.),“Entrevista a M ichel Camdessus., op. cit., pp. 22-23.
90 La cifra de 1994 incluye la llamada interm ediación financiera, subsidio por diferenciales de tasas
de interés de ,1a banca de desarrollo, que fue de 3.6% del pib. Banco de México. Informe Anual 1994,
op.cit., p. 78.
754 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, i 9890 995
E n fe b re ro o m a rz o d e 1 9 9 5 , e n u n a d e las m ú ltip le s ju n ta s q u e te n ía m o s c ad a d ía
c o n G u ille rm o O r ti z -—ya titu la r d e H a c ie n d a — fu e c u a n d o se d e fin ie ro n . O r tiz
fu e claro; d ijo q u e se n e c e sita b a n p rin c ip io s re c to re s. Esas reglas se c re a ro n an te s de
e m p e z a r a trabajar, n o d e fo r m a p o s te r io r e im p ro v isa d a , c o m o c re e n m u c h o s h asta
el d ía d e hoy.
E l p rim e r p rin c ip io fu e q u e los m e rc a d o s v ieran d e te rm in a c ió n y trabajo. E sto es,
q u e n o se p e rc ib ie ra pasividad p o r p a rte d e las a u to rid a d e s. E d u a rd o F e rn á n d e z fu e el
p rin c ip a l im p u ls o r d e este p rin c ip io . A rg u m e n tó q u e el g o b ie r n o te n ía q u e ser v isto
c o m o d u ro y n o a c o m o d a tic io c o n los b an co s. Q u e r ía ev itar q u e se cayera e n el e rr o r
del ja p ó n , cu y o g o b ie rn o m o stró g ran flexibilidad c o n los ban co s, re h u sán d o se m u c h a s
veces a e n fre n ta r lo e v id e n te . N o só lo el c o s to fu e m a y o r d e b id o a la p a siv id a d , sin o
q u e el p ro b le m a d e te n e r u n sistem a fin an ciero d éb il p ersistió p o r m u c h o s años. E l se
g u n d o p rin c ip io re c to r d e O r tiz fu e q u e n o se ib a a n a c io n a liz a r la b a n c a o tra v e z .92
91 Manuel Espinosa de los Monteros y Francisco Javier Vega Rodríguez, “Las singulares complejida
des.. op. df.,p. 197.
tJ~ Patricia Armendáriz, “Privatización, crisis.. op. cit., pp. 280-281.
756 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995
1,3Para mayor detalle sobre este programa y qué bancos participaron, véase Manuel Espinosa de los
Monteros y Francisco JavierVega Rodríguez,“Las singulares complejidades...”, op. dí.,pp. 198 y ss.v
94 Los bancos participantes fueron Banco de Oriente, Confía, Serfín, Inverlat, del Centro,Atlántico ^
e Internacional.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y R ESCATE, 1989-1995 757
Fu e n t e : Ambas gráficas, elaboración del autor con datos del Banco de México,
raron que el préstamo a M éxico iba a fracasar, pues no lograba disminuir el ni
vel de las tasas de interés.95 Por tanto, las carteras de los bancos continuaron su
deterioro. Créditos que eran buenos, con garantías aceptables y con perspectivas
de repago casi seguro, se volvieron créditos en problemas por el alto nivel de las
Robert Rubín y Jacob Weisberg, In an Uncertain World: Tough Chotees from Wall Street to Washing
ton, Wemdom Home, Nueva York, 2003, capítulo 1.
758 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995
tasas de interés. Los bancos necesitaban más y más capital, en unas circunstancias
en que era difícil encontrarlo.
Fue entonces cuando surgió el Programa de Capitalización y Com pra de
Cartera (pccc ).Y surgió en parte por las circunstancias. Para llegar a un acuerdo
con bbv para que adquiriera el Banco M ercantil Probursa inyectándole capital
fresco suficiente (del cual ya b bv era accionista m inoritario), se acordó que el
Fobaproa limpiara una parte de la cartera mala. Así se llegó al acuerdo de 2 pe
sos de com pra de cartera por uno de inyección de capital fresco.96 Esa regla se
siguió con los demás bancos que participaron en este programa, que fueron prác
ticamente todos. El prim er tramo del pccc empezó en 1995.
La com pra de la cartera en problemas, al no poder los bancos venderla por
la legislación vigente entonces,97 tuvo que hacerse m ediante la compra de los
flujos de efectivo que debía generar la cartera. Este mecanismo lo desarrolló Ja
vier Arrigunaga, director del Fobaproa. A cambio de esos flujos, el gobierno le
entregaba al banco un pagaré emitido por el Fobaproa y avalado por el gobier
no federal, con la firma del subsecretario de FLacienda y el tesorero de la Fede
ración, a 10 años. N o se entregaba dinero fresco.También se establecieron reglas
para com partir pérdidas en caso de que el pago del préstamo no se recuperara,
com o un incentivo para que los bancos hicieran el máximo esfuerzo posible en
el proceso de recuperación de cartera. Es decir, los bancos quedaron a cargo de
esta tarea, dada la insuficiencia de recursos hum anos en el mismo Fobaproa y
por el hecho de que se asumía que eran los mismos bancos quienes m ejor co
nocían a sus clientes. N o obstante, por omisión no necesariamente dolosa, no se
consideró en el esquema la forma de com partir ganancias en el caso de que a los
bancos les fuera m uy bien.98 Esto se convirtió en un problema político con ban
cos que fueron apoyados por el Fobaproa, que sobrevivieron y que luego fue
ron vendidos al capital extranjero a u n buen precio: el gobierno no participó de
las utilidades posibles que se hayan podido generar en esa transacción.
w Patricia Armendáriz,“Privatización, crisis.. op. oí., pp. 284-285, y Luis Robles Miaja,“La pri
vatización. .. ”, op. oí., pp, 210-213.
91 La ley indicaba que el deudor debía aceptar la venta expresamente.
CJSPara muchas autoridades este fue un error serio, pero no definitivo, del programa de rescate.Véase
Vicente Corta,“La p riv a tiz a c ió n .op. of,,pp. 22-23, y Alfredo Vara Alonso,“La privatización y el rescate
bancaríos. Una visión financiera”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización boticaria..
op. cit.f tomo .tí, p. 279. Por su parte, Guillermo Güémez lo explica en términos de que había dificultad
legal para hacerlo y que incluso en algunos casos el gobierno sí ganó una parte cuando hubo éxito: Gui
llermo Güémez García,“El rescate bancario, indispensable para evitar que se frenara la economía nacio
nal”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización bancaria. ,.,op. dt., tomo i, pp. 313-314.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 759
B B V A -B a n c o m e r 3 1 3 9 1 .8 3 .5
B anam ex 2 3 9 7 6 .0 2 .7
H S B C (Bital) 1 0 5 0 8 .7 1.2
B a n o rte 4 2 4 8 .7 0 .5
S erfín 1 2 2 2 3 0 .5 1 3 .7
In v erlat (M u ltib a n c o C o m e rm e x ) 8 8 4 0 3 .2 9 .9
B anpaís 6 6 4 9 8 .6 7 .4
C o n fía 4 3 1 2 3 .5 4 .8
Som ex 4 2 5 6 8 .6 4 .8
B arreen 23 8 3 4 .6 2 .7
B B V -M é x ic o (P robursa) 10 6 4 6 .6 1.2
U n ió n 1 4 0 9 5 3 .9 1 5 .8
C re m i 65 5 6 1 .9 7 .3
O r ie n t e 2 4 0 2 1 .9 2 .7
B a n c re c e r 1 3 2 7 3 9 .2 1 4 .8
A tlá n tic o 3 6 8 2 8 .2 4.1
P ro m e x 2 6 6 3 7 .6 3 .0
T otal 8 9 4 1 7 3 .5 1 0 0 .0
Notas: Ei total que aquí se presenta fue calculado con base en el Informe Estadístico del ipab 1999-2009 y única
mente incluye los bancos privatizados entre 1991 y 1992. El costo total del programa a precios de 2004 fue
1 079 751 millones de pesos.
,
Futínte; ipab 10 años: Informe Estadístico 1999-2009, p. 57.
En el cuadro x n .it puede observarse que el costo fiscal del rescate bancario
de los apoyos a los ahorradores, o sea a la solvencia de los bancos, que llevó a
cabo el Fobaproa fue de 894200 millones de pesos del 31 de diciembre de
2004. Ahí se puede observar que el costo del rescate estuvo m uy concentrado:
sólo seis bancos reprivatizados (una tercera parte de los bancos y ni siquiera
eran los más grandes) - —Serfín, Inverlat, Banpaís, U nión, Cremi y Bancrecer—
absorbieron el 68.9% del costo fiscal del programa de apoyo a los ahorradores, y
alrededor del 60% del costo total del rescate bancario." El costo fiscal de los
Pedro Aspe reconoce que uno de los errores de la privatización fue que se les ‘'colaron” algunas
personas que no tuvieron la solvencia moral.Véase Pedro Aspe,“La privatización b a n c a r i a . . op. di.,
p. 60. Por su parte, Antonio del Valle en su participación en el Seminario del C e e y de febrero de 2010
760 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISISY RESCATE, 1989-1995
(véase el documental: La decisión del Presidente. Privatización ex post) menciona que ello fue garrafal,
pues sólo esos tres bancos (Cremi-Unión, Banpaís y Bancrecer) absorbieron el 45.3% del costo fiscal.
En el otro caso cuyo principal accionista fue perseguido por la justicia, Jorge Lankenau Rocha, de
Confía, en mi opinión su proceso se debió a otras razones y no porque fuera alguien sin solvencia mo
ral desde un inicio.
Rescatar a los cuatro bancos sobrevivientes (Banamex, Bancomer, Banorte y Bital), en conjunto,
costó menos que lo que costaron, individualmente, Unión, ínverlat, Bancrecer y Serfín, y casi lo mis
ino que Cremi y Banpaís. Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), “información estadística del
costo fiscal del rescate bancario”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.). Privatización hemia
ria. .., op. cit., torno v, 2011, cuadro II.6.
Í01 Patricia Armendáriz, “Privatización, crisis... op. cií., p. 285.
102Estas cifras incluyen a Banamex, Bancomer, Banorte, Bital, Serfín, Bancrecer, Banoro, BBV
Prona ex, Atlántico, Mexicano y Confía. Los demás bancos ya no están incluidos pues su caso se estaba
resolviendo de otra manera. Esos bancos fueron Cremí-Unión, Banpaís, Inverlat, Oriente y Baneen.
Ibid., cuadro 2.
UMPatricia Armendáriz, “Privatización, crisis... op. cit., p. 285.
104 Para un análisis detallado y crítico de las intervenciones, véase Manuel Espinosa de los Monteros
y Francisco Javier Vega Rodríguez, “Las singulares complejidades.. op. cit.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 761
105 Manuel Espinosa de ios Monteros y Francisco Vega Rodríguez detallan algunos de los problemas
prácticos para liquidar Banpaís, por ejemplo, pero señalan que en otros casos sí hubo tardanza excesi
va. Ibid. Este mismo argumento lo señalan Adalberto Palma y Bernardo González Aréchiga. Véanse
Adalberto Palma,“Yo ahí estuve. El rescate bancario”, en Amparo .Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.),
Privatización bancaria,op. di., tomo n, pp. 287-313, y Bernardo González Aréchiga,“Las lecciones del
rescate bancario. Necesidades de estrategia financiera, transparencia, control e imparcialidad”, en Am
paro Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización bancaria. ,.,op. cit., tomo n, pp. 315-346.
10(1Manuel Espinosa de los Monteros y Francisco Javier Vega Rodríguez, “Las singulares com
plejidades...”, op. dí,,pp. 228-229, 231 y siguientes.
51,7Véase una reseña de la evolución de cada banco en Lizzeth Moreno Islas,“De la privatización.
op. dt.
762 CAMBIO ESTRUCTURAL. CRJSISY RESCATE, 1989-1995
P ro g ra m a d e A p o y o a D e u d o r e s 1 1 6 8 .3 12.7
P ro g ra m a d e A p o y o a A h o rra d o re s 2 1 0 7 9 .8 8 1 .4
S a n e a m ie n to F in a n c ie ro e I n te rv e n c ió n 3 9 6 8 .7
P ro g ra m a d e C a p ita liz a c ió n
y C o m p ra d e C a rte r a (p c c c )4 111.1
C o s to fiscal d el rescate 1248. í 94.1
C o s to a b so rb id o p o r los b a n c o s 7 7 .9 5 .9
1 Este programa se dividió a su vez en seis: Programa de Beneficios Adicionales a la Planta Productiva; Programa:
de Apoyo Crediticio a Estados y Municipios; Programa de Apoyo para Deudores de Créditos de Vivienda;
Acuerdo de Apoyo inmediato a los Deudores de la Banca; Acuerdo para el Krmnciamiento del Sector Agrope
cuario y Pesquero; Acuerdo de Apoyo Financiero y Fomento a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa.
3 Este prngrma se dividió a su vez en cinco: Programas de Saneamiento y Banca intervenida; Programa de Capi
talización y Compra de Cartera; Programa de Capitalización Temporal; y Ventanilla de Liquidez en dólares. Los
últimos dos no se presentan aquí debido a que no son significativos en el total.
J Los bancos fueron intervenidos por la Comisión Bancaria Nacional y posteriormente liquidados.
4Actualmente Nuevo Programa.
F uente: Informe integral sobre la Fiscalización del Rescate Bancarío de 1995-2004, Auditoría Superior de la Federa
ción, p. 237.
H)S Véase A m paro Espinosa y E nrique Cárdenas (eds.),“ Inform ación estadística.. op. di., cuadro i.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 763
!(WAsí lo considera Guillermo Barnes, quien entonces era diputado federal y vicepresidente de la
Comisión de Hacienda: Guillermo Barnes García, “La transición de la banca mexicana y el rescate
bancario”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización bancaria..., op. c i t tomo I,
pp. 152-154. También Vicente Corta, primer presidente ejecutivo del i p a b así lo considera: Vicente
Corta, “La privatización...”, op. cít., pp. 21-22. Para la justificación jurídica de que era deuda contin
gente, véase jorge Gaxioía,“El rescate bancario. Testimonio de un abogado de los bancos”, en Amparo
Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización bancaria..., op. cit., tomo m ,pp.246-247.
510Tomado de Ricardo Solís Rosales,“El Fobaproa como seguro de depósitos y vehículo para el res
cate bancario”, en Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.), Privatización bancaria..., op. cit., tomo iv,
pp. 180-181.
1Í1 La constitución del i p a b básicamente fusionó las actividades previstas para la Corebi y el Fogade.
764 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995
1Í2 Véase el documental Privatización ex post, donde aparecen Michael Mackey, Margarita de la Ca-
bada y Ricardo Solís diciéndolo. También debe consultarse Patricia Armendáriz, “Privatización, cri
sis. . op. di., pp. 290-291, con una visión contraria.
113Una condición para otorgar este apoyo fue que ni Guillermo Ortiz, como gobernador del Ban
co de México, ni Eduardo Fernández, como presidente de la c n b v , pudieran formar parte de la Junta
de Gobierno del t pa b . El p r o siempre se mantuvo en contra. El Partido Verde estuvo en contra al ini
cio (su representante era Marcelo Ebrard) pero al final apoyó al pri cuando su representante fue susti
tuido por la diputada Gloria Lavara.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 765
1!4La ley era clara, pero no cubrió todos los aspectos que con el tiempo fueron emergiendo. Por
ejemplo, hubo discusiones sobre si el ípab debía revisar también las decisiones del Comité Técnico del
Fobaproa, o más bien tomarlo como un hecho y culminar el rescate.
U5 De acuerdo con el testimonio de Guillermo Güémez, miembro del Comité Técnico del Foba
proa, dentro de los créditos reportables habían créditos del pira , una entidad relacionada con el Banco
de México, que se consideraron reportables por el solo hecho de ser una institución financiera de se
gundo piso: Guillermo Güémez Garda,“El rescate bancario...”, op. cit.,p. 315.
116Los créditos relacionados son aquellos otorgados a las empresas de accionistas o fimcionaríos del
mismo banco, o a ellos en lo personal. Los llamados créditos relacionados no eran ilegales.
C uadro Transacciones reportables
x i i .13.
(millones de pesos)
G rupo A G rupo A
Banco (*)' (b)2 Grupo B 3 G rupo C 4 Total Porcentaje
U n ió n 1 3 0 6 3 .0 3 9 5 7 .0 1 7 0 2 0 .0 23.1
T o ta l 2 4 7 7 8 .2 7 1 6 .4 4 2 2 4 0 .0 6 0 3 9 .0 7 3 7 7 3 .6
P o r c e n t a je 3 3 .ó 1.0 5 7 .3 8 .2
! Categorías de créditos que no cumplieron con las calificaciones originales establecidas por el Fobaproa, pero
que fueron después aceptadas.
2 Créditos que fueron adquiridos por el Fobaproa y que no cumplían con los criterios pero que, al parecer, no:
fueron identificados como tales por la c n b v ,el Fobaproa u otros auditores designados.
1Transacciones con partes relacionadas, es decir, {mandamientos a partes con Las que los bancos tenían alguna
relación o afiliación.
+Transacciones ilegales.
F uente: Informe Integral sobre la Fiscalización del Rescate Bancarío de 1995-2004, México, Auditoría Superior de la
Federación, 2006, pp. 173-175.
CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989U995 767
517Algunos de los vocales independientes, como Adalberto Palma y Bernardo González Aréchiga,
cuestionaron algunas decisiones de k junta de Gobierno en términos de que no se estaba alcanzando
minimizar el costo fiscal del rescate, que se actuaba con cierto nivel de discrecíonalidad y falta de
transparencia. Véase Adalberto Palma, “Yo ahí estuve...”, op, dt., y Bernardo González Aréchiga, “Las
lecciones del rescate.. op, dt.
m Véase el testimonio del entonces auditor superior de la Federación, Arturo González de Aragón,
“La Auditoría Superior de la Federación en el rescate bancario”, en Amparo Espinosa y Enrique Cár
denas (eds.), Privatización bancada,.,, op. dt., tomo n,pp. 83-114.
m Véase Guillermo Güémez “El rescate bancario...”, op. cit., p. 315, y Margarita de la Cabada,“El
canje de los pagarés del i p a b y la reducción del rescate bancario”, en Amparo Espinosa y Enrique
Cárdenas (eds.), Primtización bancada. ..,op. dt., tomo n, p. 437.
C uadro x n . 14 . R e s u m e n fin a n c ie ro de ¡os bancos
Crecimiento promedio Crecimiento promedio C¡ww Participación de
de la cartera total 1992-1994 .... ...... de la cartera vencida Í992-199 4 ______ Deterioro fiscal mercado 1991
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n.d.: no disponible.
Criterios: Bajo y moderado: 0-30%; Alto: 31 -60%; Muy alto: 61-100%; Altísimo: mayor a 100%.
Fuente;Lizzeth Moreno Islas,“De la privatización.. . op. rií., pp. 37-38,
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CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISIS Y RESCATE, 1989-1995 769
llones de pesos por diversas ilegalidades y 117.7 millones de pesos por revisión
de la a s e 120 Así se cerró jurídicam ente el rescate de la banca en México,
Si bien el rescate bancario fue exitoso en cuanto que la banca no detuvo sus
operaciones y los millones de depositantes no perdieron su dinero, accionistas y
miles de deudores de los bancos perdieron sus activos y otros tantos se declara
ron en moratoria. También quedó claro que los bancos actuaron en form a dife
renciada, con consecuencias distintas. Aquellos bancos que experim entaron m uy
alto crecimiento de su cartera en los años previos a la crisis, o bien de su cartera
vencida y registraron deterioros importantes hasta 1994, generaron u n mayor
costo fiscal en proporción a su participación en el m ercado121 (cuadro x n .14).
O currió un grave problema de riesgo moral que encareció el costo del rescate,
pues la expectativa de que los deudores serían rescatados alentó a que muchas
personas se declararan en quiebra, ellos o sus negocios, a pesar de poder hacer
frente a sus obligaciones.También lo encareció la falta de legislación adecuada y
de prácticas obsoletas de supervisión. Pero el resultado final fue que se mantuvo
el sistema de pagos funcionando, sin sobresaltos excesivos, y se contuvo el dete
rioro de la economía. La comparación con lo ocurrido en Argentina tras la im
ple m entación deT T orralito”, en que los depositantes solamente podían retirar
una pequeña parte de sus ahorros, es elocuente.Y comparando ésta con la crisis
mexicana de 1982, sus consecuencias económicas fueron m ucho menos graves.
Pero el proceso de rescate fue caracterizado por falta de transparencia, cier
ta discrecionalidad y ciertos problem as de o rig e n .122 La com unicación de lo
que se hacía y por qué se hacía fue pésima. La incom prensión pública sobre la
form a com o se llevó a cabo el rescate bancario, así como la dificultad misma
que conlleva un proceso de esta naturaleza — tal como quedó de manifiesto en
el rescate del sistema bancario estadunidense de 2009— , resultó en un descon
tento social que no term inó con el fin legal del proceso.123Todavía años más tar-
1,20Auditoría Superior de la Federación, Informe integral., op. di., pp, 109-110.
121 La excepción fue Banorte, cuyo costo fiscal fue muy bajo en relación con su participación en el
mercado.
122.En cuanto a la crítica de discrecionalidad, Eduardo Fernández subraya que en el caso del pccc las
condiciones fueron las mismas para todos los bancos. Con respecto a los programas de saneamiento,
considera que tenían que ser diferentes, sobre todo en ausencia de mecanismos y reglas claras estable
cidas en la legislación, las cuales no existían. Guillermo Güémez, por su parte, da ejemplos de por qué
se tenía que ser distinto en ese tratamiento: Eduardo Fernández García,“La crisis económ ica...” ,
op. di., pp. 259-260 y Guillermo Güémez,“El rescate bancario... ”, op. di., pp. 312-313.
123 Para una discusión sobre los mitos y realidades de los temas más importantes sobre el rescate
bancario, como si se salvó a los accionistas o a los bancos, véase Enrique Cárdenas,“Realidades y mi
tos.. op. di.,pp. Ixxiv-xcvi.
770 CAMBIO ESTRUCTURAL, CRISISY RESCATE, 1989*1995
124 Francisco Suárez 19a v ila , La reprivatízatión bamaría fracasada. Tragedia nacional en tres actos, c e e y ,
México, 2010.
125Tomado de Manuel Espinosa de los Monteros y Francisco Javier Vega Rodríguez, “Las singulares:;
complejidades... ”, op. tit., cuadro 7. El dato del m b proviene del i n e g i .
CAMBÍO ESTRUCTURAL, CRISISY RESCATE, 1989-1995 771
Fobaproa y vendió el ípab, un 15.8% más ha provenido de las cuotas de los ban
cos al ípab, y el 60.6% restante ha sido cubierto por impuestos. A lo largo de
estos años, el saldo de la deuda del rescate bancario ha disminuido significativa
m ente y se ubicó en 5.7% del pib en 2011.126
La mayor parte del daño ya estaba hecho para diciembre de 1994, con las
intervenciones iniciales, y la crisis se encargó del deterioro subsecuente. El m on
to de casi 11 000 millones de pesos recuperados a partir del cuestionam iento
público y la politización del rescate en 1998, disputas que continuaron hasta
2005, representó alrededor del 1% del costo total del rescate bancario.127 Es de
cir, para cuando se inició la revisión detallada del Fobaproa ya estaba consuma
do el daño fiscal incurrido por la crisis bancaría y macroeconómica. Lo que si
guió, fue un ejercicio dem ocrático y de rendición de cuentas que dejó ver las
debilidades institucionales, deterioró gravemente la imagen del gobierno y ahon
dó la polarización política. Pero no tuvo mayor efecto en cuanto a reducción de
la deuda pública generada por el rescate bancario.
126 Amparo Espinosa y Enrique Cárdenas (eds.)}“Información estadística.. op. át., cuadros 11.17 y
II. 18, pp. 266-267.
127 Para una discusión detallada de este tema, véase Enrique Cárdenas,“Realidades y mitos.,.”, op.
cit., pp. lxxxvi-xciii.