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1.

2 Energía y Potencia

Unidad 1. Introducción
Que es la energía?
La energía es la capacidad de los cuerpos para realizar un trabajo y producir
cambios en ellos mismos o en otros cuerpos. Es decir, el concepto de energía se
define como la capacidad de hacer funcionar las cosas.

La unidad de medida que


utilizamos para cuantificar la
energía es el joule (J), en honor al
físico inglés James Prescott Joule.
Que es potencia?

La potencia es la cantidad de trabajo que se realiza por unidad de tiempo.


Puede asociarse a la velocidad de un cambio de energía dentro de un
sistema, o al tiempo que demora la concreción de un trabajo. Por lo tanto,
es posible afirmar que la potencia resulta igual a la energía total dividida
por el tiempo.
Entonces cuál es su relación?
La potencia es el ritmo al que se usa o genera la energía y puede ser
medida en cualquier instante de tiempo ya que siempre tendrá el mismo
valor. Mientras que la energía es la capacidad de hacer funcionar las cosas
y debe ser medida durante un cierto período (un segundo, una hora, un
año…).
La potencia es la magnitud física que
relaciona la energía consumida en una
unidad de tiempo (un segundo, por
ejemplo)
En el Sistema Internacional (SI), la unidad de medición de la potencia es
el W (Watt o vatio). Cuando se habla de grandes potencias, la unidad de
medida utilizada es el kW (kilovatio ; kilowatts), que equivale a 1.000 W
(vatios).

Un vatio (watt) es la cantidad de potencia que un elemento puede


producir por unidad de tiempo. Y es el equivalente a un julio/segundo. 1
W (vatio) = 1 J/s (julio por segundo).

Normalmente, medimos la energía en kWh (kilovatios/hora) pero también


se expresa en Julio o en calorías.
Analiza y comparte

- Puedes entender tu recibo de consumo eléctrico?


- Puedes expresar la ley de conservación de la energía en tu casa?
- Cómo podrías detectar si un equipo incrementó su consumo?
- A qué factores le podrían atribuir ese incremento?
- Consideras que puedes hacer aplicaciones para el ahorro de
energía?

Comparte en clase con tus compañeros ...


1.3 Fuentes de Energía
Energías Renovables y No Renovables
Existen dos grandes tipos de energía: las energías renovables y
las no renovables.

Energías renovables

Energía no renovables.
Las energías renovables:

● Son recursos limpios y casi inagotables que nos proporciona la naturaleza.


● Por su carácter autóctono contribuyen a disminuir la dependencia de nuestro
país de los suministros externos.
● Favorecen el desarrollo tecnológico y la creación de empleo.
Se consideran energías de origen no renovable:

● El petróleo. Este líquido viscoso de color verde, amarillo, marrón o negro


está constituido por distintos hidrocarburos (compuestos formados por
átomos de carbono e hidrógeno en cantidades variables). La formación
del petróleo comenzó hace millones de años, cuando la Tierra era un
planeta cubierto de agua. Con el paso del tiempo, los procesos geológicos
y la acción bacteriana sobre la materia orgánica acumulada en el fondo
del mar dio lugar a esta mezcla de hidrocarburos.

● El gas natural. Esta fuente de energía fósil consiste


en una mezcla de hidrocarburos. Al igual que el
petróleo, su existencia se debe a la acción
bacteriana de miles de años bajo tierra.
Las energías no renovables:

● Son aquellas cuyas reservas son limitadas y, por tanto,


disminuyen a medida que se consumen.
● A medida que las reservas son menores, es más difícil su
extracción y aumenta su coste.
● Se consideran energías no renovables:
○ petróleo
○ carbón
○ gas natural
● El carbón. Roca formada por carbono y otras sustancias. En el año
1990 suministraba más del 27% de la energía comercial de todo el
mundo.

● La energía nuclear de fisión


se obtiene al bombardear, con
neutrones a gran velocidad,
los átomos de ciertas
sustancias. La sustancia más
usada es el uranio-235,
aunque también se usan el
uranio-233 y el plutonio-239.
Energías Renovables
● Energía solar. La radiación solar se puede
aprovechar para producir electricidad o calor. Se
trata de energía solar fotovoltaica cuando la
radiación solar que incide en unos módulos
diseñados para tal fin generan energía eléctrica
por efecto fotovoltaico. Se trata de energía solar
térmica cuando se utiliza la radiación solar directa
concentrada para el calentamiento de un fluido.
● Energía hidráulica. Si el agua retenida en embalses o pantanos a
gran altura se deja caer hasta un nivel inferior, esta energía se
convierte en energía cinética y, posteriormente, mediante una
central hidroeléctrica, se transforma en electricidad.
● Energía del mar. El mar también puede ser utilizado como fuente de
energía para producir electricidad. Cuando se aprovecha el
movimiento de las olas, se denomina energía undimotriz, cuando se
aprovechan las mareas es energía También se pueden aprovechar
las corrientes marinas, la térmica oceánica y de ósmosis para
generar energía.

● Energía eólica. Es la energía cinética


contenida en las masas de aire en la
atmósfera. A través de los ‘molinos de viento’
estratégicamente ubicados a lo largo de la
geografía española, es posible transformar
esta energía en electricidad.
● Biomasa. La materia orgánica también puede aprovecharse como
fuente de energía. Existen varias materias orgánicas que se
pueden aprovechar como biomasa, por lo que se trata de una
fuente de energía muy heterogénea.
● Geotermia. Bajo la superficie de la Tierra existe un gran volumen
de energía en forma de calor que puede aprovecharse tanto para
producir energía eléctrica (en yacimientos de alta temperatura,
superiores a 100-150 grados centígrados) o energía térmica.
1.4. Impacto medioambiental
asociado al empleo de la
energía.
Impacto ambiental de la energía
La producción y el consumo de energía generan efectos que
se manifiestan en forma de calentamiento global,
contaminación atmosférica, lluvia ácida, contaminación
radiactiva o vertidos de hidrocarburos, entre otros, dando
lugar a graves afecciones medioambientales.

Para evaluar el impacto de las


actividades relacionadas con la
energía debemos tener en
cuenta su ciclo completo y no
sólo sus etapas finales.
Efectos de la Contaminación

Como subproducto de las actividades de producción de


energía se generan contaminantes que afectan a la
atmósfera, la hidrosfera, el suelo y los seres vivos.

Estas emisiones contaminantes tienen una doble


naturaleza. Por un lado existe una contaminación
inherente a la operación normal de los sistemas de
producción y por otro una contaminación producida, en
situaciones catastróficas de carácter accidental. Ambas
deben ser valoradas y reducidas hasta niveles asumibles
en términos medioambientales y socioeconómicos.
Atmósfera
El mayor impacto, y el que más preocupa globalmente, es el causado
por la emisión a la atmósfera de los gases producidos en la
combustión, de la madera y sobre todo de los combustibles fósiles
(carbón, petróleo y gas).
Tomemos como ejemplo el carbón. Como resultado de su combustión
se generan fundamentalmente:
● Gases de efecto invernadero: dióxido de carbono (CO2).
● Monóxido de carbono: CO.
● Gases precursores de la lluvia ácida: dióxido de azufre (SO2) y
óxidos de nitrógeno (NOX)
● Vapor de agua.
● Partículas, incluyendo en ocasiones metales pesados.
● Compuestos orgánicos.
Contaminantes secundarios: la lluvia ácida y el
smog foto-químico.

Además de los contaminantes que podemos denominar primarios, se


producen reacciones químicas en la atmósfera que generan nuevos
agentes, contaminantes secundarios, que inciden muy negativamente
en el medio ambiente originando problemas como la lluvia ácida y el
smog foto-químico

. El proceso en esencia es el siguiente: los


óxidos de azufre y de nitrógeno reaccionan
en la atmósfera con el agua y el oxígeno para
producir ácido nítrico y sulfúrico, que se
disuelve en las gotas de lluvia o se absorbe
en las partículas presentes para terminar
precipitándose de esta forma en la tierra.
El análisis de la lluvia ácida pone de manifiesto la presencia de dos ácidos:
ácido sulfúrico (H2SO4) y ácido nítrico (HNO3), en una proporción de dos a
uno. Su origen está en la emisión en la atmósfera dióxido de azufre y óxidos de
nitrógeno. Estos óxidos se consideran los precursores de la lluvia ácida:
liberados en grandes cantidades en la troposfera pueden transportarse a
grandes distancias y originar en regiones distantes de la fuente, el fenómeno de
la lluvia ácida.

● Las aguas continentales, produciendo un descenso del PH, factor crítico en


la supervivencia de los animales acuáticos, incapaces de sobrevivir en
medios tan ácidos.
● Las masas forestales, especialmente las coníferas, que
sufren una defoliación y una mayor vulnerabilidad ante
las plagas que las hacen sucumbir finalmente.
● Las cosechas y los suelos agrícolas.
● Efectos en las construcciones humanas, sobre todo en
ciertos materiales como la piedra caliza.
El calentamiento global: sus causas y efectos.
El consumo de combustibles fósiles, que libera grandes cantidades de CO2
inmovilizadas en eras geológicas pasadas, es el principal responsable de que las
concentraciones de este gas hayan pasado de 280 a 360 ppm.
Aproximadamente un incremento del 23%, entre 1870 y 1991.

El CO2 es el gas con mayor


importancia en la contribución
antropogénica, no natural, al
calentamiento global. Se estima que es
responsable de un 60% del total. Le
sigue en importancia el metano, CH4,
que supone sobre un 20% y del que se
estima que la mitad de sus emisiones
son responsabilidad humana (ganado
vacuno, arrozales y emisiones de gas
natural)
El CO2 es el gas con mayor importancia en la contribución antropogénica, no
natural, al calentamiento global. Se estima que es responsable de un 60% del
total. Le sigue en importancia el metano, CH4, que supone sobre un 20% y
del que se estima que la mitad de sus emisiones son responsabilidad humana
(ganado vacuno, arrozales y emisiones de gas natural)

Estos incrementos en los


gases de efecto invernadero
son, en opinión ya
prácticamente unánime de la
comunidad científica, los
responsables de la elevación
de la temperatura media del
planeta experimentada en
las últimas décadas.
Según el informe de 2001 del IPCC, esta ha aumentado 0,6 ºC en los últimos
cien años. Las predicciones del IPCC para el año 2100 estiman que la
temperatura global ascenderá entre 1,4 ºC y 5,8 ºC, según los cálculos. Los
cinco años más calurosos que se han registrado desde 1860, fecha en que
comenzaron a realizarse medidas fiables, han tenido lugar en los últimos 10
años.
Como consecuencia de este aumento global de
las temperaturas se está empezando ya a
constatar una reducción en la superficie de los
glaciares de montaña y una disminución de los
casquetes polares (En el Ártico un 10% en
extensión y un 40% en grosor), lo que sin duda
acelerará el proceso de calentamiento al reducir
el efecto albedo producido por estos.
Como resultado el nivel del mar podría ascender entre 0,1 y 0,9 metros. Existen
otras estimaciones, como las de la NASA, que pronostican que la subida del nivel
del mar será de entre 0,4 y 0,65 metros. En cualquier caso estas subidas del nivel
del mar pueden ser potencialmente catastróficas al suponer la inmersión de los
espacios costeros donde se concentra un elevado porcentaje de la población
mundial.
También se cree que el calentamiento global no será homogéneo y que será
mayor en los polos que en el ecuador, con lo que se modificará la forma en que
fluye el calor entre estos y se alterarán los sistemas atmosféricos (borrascas,
anticiclones, etc.) lo que podría traducirse en importantes variaciones en el
régimen de precipitaciones de diversas áreas con la acentuación de sequías y
lluvias torrenciales. Todo ello es de esperar que tendrá un importante impacto, por
ahora difícil de estimar en los ecosistemas naturales y en las áreas cultivadas, así
como en el aumento de las catástrofes producidas por causas meteorológicas.
Los científicos estiman que los mecanismos que se han puesto en marcha al
alterar la composición atmosférica por la actividad antropogénica son muy
difíciles de detener y aunque se logre estabilizar la proporción de dióxido de
carbono en la atmósfera, dada la gran inercia del sistema climático la
temperatura del planeta seguirá aumentando y con ella el nivel del mar durante
siglos.
Lo único que se puede ser hacer es
influir en esta evolución y hacer
que los daños sean menores. Para
ello se han tratado de poner en
funcionamiento acuerdos
internacionales, como el
Protocolo de Kioto.
Con el fin de aminorar las emisiones de CO2 de origen antropogénico se
proponen distintas alternativas:
● Optar por otras alternativas no basadas en los combustibles
fósiles: renovables, energía nuclear.

● Mejorar la eficiencia energética.

● Implementar mecanismos para capturar las emisiones de CO2


a la atmósfera y confinarlas en el subsuelo

● Luchar contra la deforestación.


En la Hidrosfera

Aproximadamente el 74% de la superficie del


planeta Tierra está cubierto por agua, bien sea
que esté en estado líquido o sólido.
La hidrosfera está compuesta por: mares y
océanos, lagos de agua dulce, mares interiores y
lagos salados, ríos, marismas y humedales, aguas
subterráneas, glaciares y casquetes polares.
Estos últimos constituyen la llamada criosfera.
Los principales efectos contaminantes producidos por la producción de energía
en la hidrosfera se derivan de:
● Los vertidos accidentales o no de hidrocarburos ocurridos durante el
transporte en: Desastres marítimos, Averías en oleoductos , Vertidos
intencionados por limpieza de tanques, etc.
● Los efectos de la lluvia ácida sobre las aguas
continentales.
● Los efectos de la minería y otras actividades
extractivas.
● La contaminación térmica en las aguas
continentales producida por las centrales
productoras de energía (atómicas y
térmicas).
● Los vertidos de residuos nucleares en los
océanos.
En los suelos y la biosfera
El suelo no es como podría parecer a primera vista
un medio inerte, que se limita a ser mero soporte de
las actividades de los seres vivos. Constituye un
sistema complejo y dinámico integrado por tres
componentes: partículas minerales, detritus y
organismos que se alimentan de esos detritus.

En él se producen procesos biológicos y


geoquímicos fundamentales para el mantenimiento
de los ciclos de los nutrientes. De este modo el
suelo provee a las plantas de nutrientes, actuando
también como el medio en el que crecen. En
resumen, de su mantenimiento depende el
sostenimiento de los ecosistemas terrestres y
particularmente de los cultivos humanos.
Los agentes contaminantes en el suelo permanecen más que en la atmósfera
o la hidrosfera, por lo que con frecuencia son más difíciles de detectar, factor
que ha influido en la menor preocupación que la contaminación del suelo ha
generado tradicionalmente. Además las diferencias existentes en los diversos
tipos de suelo y su cubierta vegetal hacen más difícil cualquier intento de
generalización sobre el particular.
Entre los procesos de degradación de los suelos inducidos por las actividades
relacionadas con la producción de energía se encuentran:
● La acidificación.
● La contaminación por metales pesados y compuestos
orgánicos (hidrocarburos).
La acidificación, es consecuencia de la lluvia ácida que depende de dos factores: la
carga de contaminantes recibida y de la propia sensibilidad del suelo. Para evaluar
el impacto del depósito se ha creado el concepto de carga crítica, umbral por debajo
del cual no se registran efectos apreciables. Igualmente es aplicable al segundo tipo
de contaminación.

Finalmente existen otros impactos sobre el suelo relacionados con la energía que se
derivan de la minería del carbón, especialmente a cielo abierto, que suponen la
destrucción total de ecosistemas enteros y graves problemas que no siempre son
fáciles de subsanar con medidas correctoras.
Los efectos sobre la biosfera pueden clasificarse del siguiente modo:
● Sobre la cubierta vegetal.
● Sobre los animales y especialmente el hombre.
La interacción de los contaminantes y los animales, a nivel celular y molecular tienen
un especial interés. En lo que toca a los seres humanos son causantes de problemas
crónicos y agudos:
● Enfermedades respiratorias: bronquitis crónica, enfisema, asma, etc.
● Cáncer, al producirse una interacción entre los contaminantes y el material
genético, con el resultado de la producción de mutaciones. Aunque no está
claramente establecida, por la gran diversidad de los factores implicados, la
relación directa entre cáncer y contaminación atmosférica.
Hay que hacer notar los efectos corrosivos que los elementos contaminantes
tienen sobre los materiales que componen los bienes de los seres humanos:
metales, piedra y cemento, pinturas, papel, cerámicas, etc.

Los contaminantes más corrosivos son el dióxido de azufre, el ácido sulfúrico, el


ozono troposférico y el ácido nítrico.

Quizá la manifestación más dramática


de este problema sean sus efectos
sobre el patrimonio histórico y
artístico de la Humanidad, visible en
muchos cascos históricos y áreas
monumentales del mundo
industrializado.
Políticas públicas del Sector
Energético en Mexico
Cita la Secretaria de Energia del periodo
actual que:

La visión de la presente Administración, plasmada en los

documentos rectores del Sector Energía, traza el camino para

fortalecer el crecimiento económico y el desarrollo social del

país, mejorando las condiciones de vida de los ciudadanos, en

particular de los más necesitados


Secretaria de Energia

Tiene como propósito fundamental que el sector de la energía sirva como


palanca para el desarrollo del país y que a la par incorpore a todos los
mexicanos en los beneficios que derivan del acceso y consumo de la energía.

Como parte de este esfuerzo, la Secretaría de Energía, a través de la


Subsecretaría de Planeación y Transición Energética pone en sus manos las
siguientes fichas informativas con las principales acciones que se realizan para
cumplir con este compromiso.
Documentos rectores

● Plan Nacional de Desarrollo 2013 - 2018


● Programa Sectorial de Energía 2013 – 2018
● Estrategia Nacional de Energía 2013-2027
● Estrategia Nacional de Transición Energética y Aprovechamiento
Sustentable de la Energía
● Programa Nacional de Inversiones 2014-2018
Programas especiales

● Programa Especial para el Aprovechamiento de las Energías Renovables


2014 – 2018
● Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía
2014 - 2018

Planeación Participativa

● Consejo Nacional de Energía


● Consejo Consultivo para el Aprovechamiento de las Energías Renovables
● Consejo Consultivo para el Aprovechamiento Sustentable de la
Así mismo, para garantizar el cumplimiento de las políticas públicas planteadas
y en un ejercicio de transparencia, ponemos a su disposición los siguientes
informes:

● Informe de Ejecución del Plan Nacional de Desarrollo


● Informe de Gobierno
● Informes de Labores de la Secretaría de Energía
● Informe sobre la participación de las energías renovables en la generación
de electricidad en México

https://www.gob.mx/sener/articulos/politicas-publicas-del-sector-energetico
Programa Especial para el Aprovechamiento de
las Energías Renovables 2014-2018

Es el documento que establece las metas de participación que


México asume para el 2018 en lo que respecta a Energías
Renovables y su contexto, a través de 5 objetivos, 24
estrategias y 114 líneas de acción.
En cumplimiento al Art. 11 de la Ley para el Aprovechamiento de Energías
Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética, y en el seno del
Consejo Consultivo para las Energías Renovables, se elaboró el Programa
Especial para el Aprovechamiento de Energías Renovables 2014-2018
(PEAER),que fue publicado el 28 de abril de 2014.

Este Programa promueve la participación social, establece metas de


participación de las energías renovables en la generación de electricidad,
define objetivos y metas específicos para el aprovechamiento de energías
renovables y especifica las estrategias y acciones para alcanzarlas.

El Programa está compuesto por 5 Objetivos, 24 Estrategias, 114 Líneas de


acción y 10 Indicadores con metas específicas.
Se establecieron cinco objetivos:

Objetivo 1. Aumentar la capacidad instalada y la generación de electricidad a partir


de fuentes renovables de energía.

Objetivo 2. Incrementar la inversión pública y privada en la generación, así como


en la construcción y ampliación de la infraestructura para su interconexión.

Objetivo 3. Incrementar la participación de biocombustibles en la matriz


energética nacional.

Objetivo 4. Impulsar el desarrollo tecnológico, de talento y de cadenas de valor en


energías renovables.

Objetivo 5. Democratizar el acceso a las energías renovables mediante la


electrificación rural, el aprovechamiento térmico y la participación social.
Con ello se desarrollaron 24 estrategias y 118 líneas de acción y su seguimiento

se realizará mediante 10 indicadores. Destacan los siguientes elementos:

● En el indicador de generación de energías renovables y cogeneración


eficiente, la meta es alcanzar 24.9% en 2018 partiendo de una línea base
de 14.78% en 2012.
● El indicador de días trámites y cumplimiento de la Estrategia Digital
Nacional reflejará las futuras mejoras administrativas y regulatorias.
● El indicador de reservas probadas de geotermia reflejará los efectos de
inversión gracias a reformas legales en materia de geotermia.
● El índice de cadenas de valor reflejará la consolidación del sector
empresarial mexicana, como se propone gracias a la reforma energética.
Protocolo de Kioto sobre cambio
climático

Busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en


el planeta y promueve el crecimiento sustentable de los países
en desarrollo.

Aprobado en 1997
El Protocolo de Kioto fue creado para reducir las emisiones de gases de efecto
(GEI) invernadero que causan el calentamiento global. Es un instrumento para
poner en práctica lo acordado en la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático.

Los principales GEI en la atmósfera terrestre son las siguientes:

1. Vapor de agua
2. Dióxido de carbono
3. Metano
4. Óxido de nitrógeno
5. Ozono
Fue inicialmente adoptado el 11 de diciembre de 1997 en Kioto, Japón, pero
entró en vigor hasta 2005. La decimoctava Conferencia de las Partes sobre
cambio climático (COP18) ratificó el segundo periodo de vigencia del Protocolo
de Kioto desde enero de 2013 hasta diciembre de 2020.

El protocolo ha logrado:

1. Que los gobiernos suscribientes establezcan leyes y políticas para cumplir


sus compromisos ambientales.
2. Que las empresas tengan al medio ambiente en cuenta al tomar
decisiones de inversión.
3. Fomentar la creación del mercado del carbono, cuyo fin es lograr la
reducción de emisiones al menor costo.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático fue
firmada por el Gobierno de México en 1992 y ratificada ante la Organización de
las Naciones Unidas en 1993. El protocolo entró en vigor el 16 de febrero de 2005
para las naciones que lo ratificaron, entre ellas México, que lo hizo en el año
2000.

Además de los compromisos de mitigación de los países desarrollados, el


Protocolo de Kioto promueve el desarrollo sustentable de los países en
desarrollo. México tiene el quinto lugar a nivel mundial en desarrollo de
proyectos MDL (Mecanismo para Desarrollo Limpio) en las áreas de
recuperación de metano, energías renovables, eficiencia energética, procesos
industriales y manejo de desechos, entre otros.
Sin apoyo de EEUU

Quién no participa en el Protocolo es Estados Unidos que, motivado por sus


intereses económicos, decidió que prefería someterse a los criterios de la
rentabilidad inmediata que a los ecológicos, y se abstuvo de suscribir el tratado.

Los estadounidenses son responsables de casi un tercio de las emisiones de CO2.


Así, el trabajo de los europeos es muy importante, pero poco eficaz si el principal
contaminador, Estados Unidos, no reducirá sus emisiones.

Otra consecuencia negativa para la industria europea es que competirá con la


estadounidense, pero con el lastre económico que suponen las nuevas restricciones
ecológicas.
Bonos de Carbono
Son una operación bursátil para que las empresas de más de 40 países, entre
ellos México, cumplan el Protocolo de Kioto y ayuden a reducir la emisión de
gases de efecto invernadero.

Los bonos o créditos de carbono son un mecanismo internacional para reducir


las emisiones contaminantes al ambiente. Son uno de los tres mecanismos
propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes
del calentamiento global o efecto invernadero.

El sistema consiste en ofrecer incentivos económicos para que las empresas


privadas contribuyan a la calidad ambiental y se consiga regular la emisión
generada por sus procesos productivos, considerando el derecho a emitir
dióxido de carbono (CO2) como un bien canjeable y con un precio establecido
en el mercado.
Los créditos de carbono fueron una propuesta presentada en 1993 por la economista
argentina Graciela Chichilnisky, que fue aceptada el 11 de diciembre de 1997 cuando se
celebró el Protocolo de Kioto, una importante ciudad de Japón localizada en la parte
central de la isla Honshu. En ese cónclave, 37 países industriales y la Unión Europea se
comprometieron a estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero y a tomar
acciones para lograr ese objetivo.

La transacción de los créditos de carbono —un bono de carbono representa el derecho


a emitir una tonelada de CO2— permite mitigar la generación de gases de efecto
invernadero, beneficiando a las empresas que no emiten o disminuyen la emisión y
haciendo pagar a las que emiten más de lo permitido.

Las reducciones de emisiones contaminantes se miden en toneladas de CO2 y se


traducen en certificados de emisiones reducidas (CER), otorgados por el mecanismo de
desarrollo limpio (MDL) y equivalen a una tonelada de CO2, la cual se deja de emitir a la
atmósfera y pueden ser vendidos en el mercado de carbono a países industrializados,
de acuerdo con la nomenclatura del Protocolo de Kioto.
Los tipos de proyecto que pueden aplicar a una certificación son, por ejemplo, la
generación de energía renovable, el mejoramiento de eficiencia energética de
procesos, reforestación, limpieza de lagos y ríos, entre otros.

Los CER se comercializan en los más de 40 países signatarios del protocolo y


sus empresas, que financian proyectos de reducción de dióxido de carbono
(medido en toneladas equivalentes tCO2e) generado en su proceso industrial.

Otros países acuden a Bolsas de Clima, en las que ya están los proyectos
desarrollados y donde se venden a quienes necesiten reducir sus impactos
ambientales. Por ejemplo, si una compañía emite un millón de tCO2e, puede
neutralizar sus emisiones protegiendo un bosque que absorba ese millón de
tCO2e, o financiar el desarrollo de energías limpias y eficientes de países o
empresas en países en vías de desarrollo, con una reducción equivalente al
millón de toneladas de CO2e emitidas.
SIMILAR AL MERCADO BURSÁTIL

Actualmente, el Chicago Climate Exchange (CCX) es el escaparate voluntario


en el que se pueden negociar emisiones. Empezó en 2006 con 127 clientes
interesados en reducir sus emisiones a niveles inferiores a los de 2002, y
terminó el año con 237 empresas. Algunas de las empresas que figuran dentro
de la cartera de la CCX son Ford, Dupont, Kodak, Motorola, Sony, Bayer, IBM e
Intel, las cuales hacen evidente el tamaño y potencial del mercado de los bonos
de carbono.

En 2006 se negociaron 10.2 millones de tCO2e, lo que significó un incremento


de 700% con respecto al año anterior, e ingresos para los vendedores de
proyectos de 38.1 millones de dólares (mdd). El precio tuvo un comportamiento
igualmente positivo, empezando 2006 con 1.73 dólares por tonelada y
aumentando a 4.20 dólares en promedio a finales de año.
La dinámica es la de una bolsa de valores tradicional, en la que oferentes y
demandantes (privados y públicos) coinciden en el mercado para intercambiar
un bien o servicio. Solo que en este caso son permisos de emisión. En 2010 se
negociaron 400 millones de tCO2e en el mercado voluntario, que equivaldrían
entre 4,000 y 5,000 mdd, sin contar los 16,000 mdd que llegarían a
Latinoamérica como apoyo financiero a proyectos de desarrollo sustentable.
MÉXICO, 4° LUGAR MUNDIAL

En México el mercado de bonos de carbono se ha expandido y desde 2008


ocupa el 4° lugar mundial, con una participación del 3%. Ejemplo de bonos de
carbono en México es California, entidad estadunidense en la que se crearon de
forma independiente al mecanismo de desarrollo limpio (MDL) los bonos CRT
(Climate Reserve Tonnes) y se firmaron acuerdos con varios estados de la
frontera mexicana, para desarrollar métodos y protocolos de certificación.

California mantiene en México 32 proyectos con un volumen aproximado de 6


millones 713,353 toneladas de CO2 equivalentes, y hay una cartera de
proyectos calculada en más de 67.43 milones de tCO2e. Alemania, mediante el
MDL, planea comprar a la agroindustria tequilera mexicana 1.4 millones de
bonos de carbono.
La presencia en el mercado de agentes independientes no debe subestimarse,
ya que actualmente manejan volúmenes de tCO2e que pueden superar los
alcanzados por el MDL, por lo que su intervención puede ser decisiva para
cumplir las metas del Protocolo de Kioto. Finalmente, los bonos actualmente
transitan por una etapa de diversificación que provocará que en un futuro
próximo sean una opción accesible para mayor número de empresas.
Aunque algunas agencias multilaterales han establecido ciertos precios para los
proyectos de reducción de emisiones financiados por ellas mismas (por ejemplo, hasta
2005, el Banco Mundial emplea un precio de 5 dólares por tonelada de CO2
equivalente no emitida), el precio de la tonelada está sujeto a la oferta y demanda de
bonos de carbono en el mercado.

Dado que existen diferentes esquemas para el comercio de los bonos y diferentes
sitios del mundo donde se pueden comprar y vender, puede haber precios diferentes
por cada tonelada de CO2. Por ejemplo:

Chicago Climate Exchange: En operación desde diciembre del 2003; el precio ha


fluctuado desde 0.90 hasta 2.10 dólares por tonelada de CO2 (datos de 2005).

European Climate Exchange Carbon: Opera desde abril de 2005; el precio ha


fluctuado entre 6.40 y 19.70 euros por tonelada de CO2 (también datos de 2005,
obtenidos de la página oficial de la Semarnat).
COMPONENTE AMBIENTAL DE REFORMAS HACENDARIA Y
ENERGÉTICA

Ante representantes de más de 150 naciones reunidas en Cancún, Quintana


Roo, para la quinta asamblea del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF,
por sus siglas en inglés), del 28 al 30 de mayo pasado, el presidente Enrique
Peña Nieto expuso los novedosos instrumentos de política tributaria para
fortalecer el cuidado de la ecología, como la creación de un impuesto para los
energéticos que generen bióxido de carbono y contribuyen al calentamiento
global.

Mencionó también el nuevo gravamen a los plaguicidas de alta toxicidad, y para


alentar la generación de electricidad a partir de fuentes de energía más limpias,
dijo, se acordó la deducibilidad inmediata de las inversiones en esta industria y
de paso comprometió 20 millones de dólares para el GEF el resto de su sexenio.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, destacó en su momento que, de
1991 a 2014, México ha presentado 54 proyectos al GEF y ha recibido casi 451
millones de dólares, los cuales han servido como capital semilla para su
ejecución, ya que existe un cofinanciamiento que en ocasiones se paga en
especie, con apalancamiento bancario y aportaciones de los propios
beneficiarios que elevan esta suma a 2 mil 725 millones de dólares.

Naoko Ishii, directora ejecutiva del GEF, recordó que un ambiente limpio no es
solo responsabilidad del gobierno, sino que involucra a toda la sociedad. El GEF
cuenta con una bolsa de 4 mil 300 millones de dólares que se destinarán a
proyectos en diversos países, que en el pasado han mostrado la eficiencia en la
implementación de tecnología verde.
1.6. Perspectivas de futuro
México es uno de los países con más ecosistemas para explorar y generar la mayor
parte de las energías limpias que existen en el mundo. Debido a esto, nuestro país
cuenta con plantas de energía solar, hidroeléctrica eólica y de biomasa.
En la actualidad, hay 27 entidades en México que albergan 227 plantas de
energía generada a partir de fuentes renovables como el viento, el agua, desechos
orgánicos y el propio calor de la tierra, sin embargo, la mayoría de la energía que se
consume en el país todavía es generada a partir de combustibles fósiles.
Nuestro país tiene la meta de generar al menos 50% de energía a partir de recursos
renovables para 2050. Se espera que para 2021 la capacidad de generación de
energía limpia sea del 30%, para 2024 de 35% y llegar a la meta del 50% para 2050.
A la fecha, y de acuerdo con la Plataforma Renewable Energy Data Explorer –
México (RED-E México), nuestro país cuenta con las siguientes plantas de energía
renovable:
● 78 a partir de biomasa
● 38 eólicas
● 5 geotérmicas
● 96 hidráulicas
● 14 solares
● 1 planta nuclear en el estado de Veracruz

El futuro de las energías renovables en México y en el mundo es alentador, aunque


es imperativo reemplazar a mediano o largo plazo las plantas de generación de
energía que emiten grandes cantidades de gases contaminantes, como lo hacen las
plantas de ciclo combinado actuales, que queman gas natural, diésel y/o carbón, ya
que el cambio climático es algo progresivo.
Consulta Septiembre 2020.

https://www2.uned.es/biblioteca/energiarenovable3/impacto.htm#:~:text=En%20este%20se
ntido%20cabe%20se%C3%B1alar,lugar%20a%20graves%20afecciones%20medioambient
ales.

https://ambio.org.mx/bonos-de-carbono/

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