Está en la página 1de 15

El interés es un sentimiento o emoción que hace que la atención se centre en un objeto, un

acontecimiento o un proceso. En la psicología contemporánea de interés, el término se utiliza


como un concepto general que puede abarcar otros términos psicológicos más específicos, tales
como la curiosidad y, en un grado mucho menor, la sorpresa.

La emoción del interés tiene su propia expresión facial, de los cuales el componente más
destacado es tener las pupilas dilatadas.

Sensación. Proceso por el cual los órganos de los sentidos convierten estímulos del mundo exterior
en los datos elementales o materia prima de la experiencia.

Percepción. Función psíquica que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir y elaborar
las informaciones provenientes del exterior y convertirlas en totalidades organizadas y dotadas de
significado para el sujeto.

Atención. Capacidad para centrarse de manera persistente en un estímulo o actividad concretos.


Un trastorno de la atención puede manifestarse por distraibilidad fácil o por dificultad para
realizar tareas o concentrarse en el trabajo.

Aprendizaje. Es un cambio permanente de la conducta de la persona como resultado de la


experiencia. Se refiere al cambio en la conducta o al potencial de la conducta de un sujeto en una
situación dada, como producto de sus repetidas experiencias en dicha situación. Este cambio
conductual no puede explicarse en base a las tendencias de respuesta innatas del individuo, su
maduración, o estados temporales (como la fatiga, la intoxicación alcohólica, los impulsos, etc.).

Aprendizaje cognitivo. Proceso activo por el que el sujeto modifica su conducta, dándole un
carácter personal a lo aprendido.

Aprendizaje de evitación. Conducta por la que se intenta, mediante una acción preventiva, que
cese un estímulo desagradable o doloroso, anunciado por una señal.

Aprendizaje de huida. Conducta por la que un sujeto intenta, a través de una acción, que cese un
estímulo desagradable o doloroso.
Aprendizaje incidental. El aprendizaje incidental es el que se produce en forma no deliberada y sin
esfuerzo.

Aprendizaje latente. Modificación de la conducta que se produce sin que exista motivo aparente.
No se manifiesta en el acto, sino que se deduce por conductas posteriores.

Aprendizaje por observación. Aquel aprendizaje en el cual un organismo copia o imita la conducta
de otro. También se denomina modelamiento.

Aprendizaje verbal. Es el aprendizaje que se produce cuando el contenido adquirido por el sujeto
consiste en palabras, sílabas sin sentido o conceptos.

Memoria. Capacidad mental de conservar y evocar cuanto se ha vivido. Fenómeno psíquico muy
complejo en el que entran en juego el psiquismo elemental (rastros que las sensaciones dejan en
el tejido nervioso), la actividad nerviosa superior (creación de nuevas conexiones nerviosas por
repetición, es decir, reflejos condicionados) y el sistema conceptual o inteligencia propiamente
dicha. Actividad específicamente humana en cuanto comporta el reconocimiento de la imagen
pasada como pasada.

Pensamiento. Término genérico que indica un conjunto de actividades mentales tales como el
razonamiento, la abstracción, la generalización, etc. cuyas finalidades son, entre otras, la
resolución de problemas, la adopción de decisiones y la representación de la realidad externa.

Pensamiento mágico. Creencia errónea de que los propios pensamientos, palabras o actos
causarán o evitarán un hecho concreto de un modo que desafía las leyes de causa y efecto
comúnmente aceptadas. El pensamiento mágico puede formar parte del desarrollo normal del
niño.

Emoción. Estado afectivo, una reacción subjetiva al ambiente, acompañada de cambios orgánicos
(fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influida por la experiencia y que tiene la función
adaptativa. Se refieren a estados internos como el deseo o la necesidad que dirige al organismo.
Las categorías básicas de las emociones son: miedo, sorpresa, aversión, ira, tristeza y alegría.

Motivación. Conjunto de motivos que intervienen en un acto electivo, según su origen los motivos
pueden ser de carácter fisiológico e innatos (hambre, sueño) o sociales; estos últimos se adquieren
durante la socialización, formándose en función de las relaciones interpersonales, los valores, las
normas y las instituciones sociales.
Motivo. Un motivo es un estado interior presupuesto de un organismo, con el fin de explicar sus
elecciones y su conducta orientada hacia metas. Desde el punto de vista subjetivo, es un deseo o
anhelo.

Bibliografía:

Bruno, F. J. Diccionario de términos psicológicos fundamentales. (1997). Barcelona. Paidós Studio.

CIE 10, Trastornos mentales y del comportamiento. Descripciones clínicas y pautas para el
diagnóstico. (1992) Organización Mundial de la Salud. Madrid. Mediator.

DSM-IV, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. (1997) APA. Barcelona.
Masson.

Interés

El concepto de interés tiene diferentes sentidos en las diversas teorías psicológicas. Por ejemplo
para Piaget, interés es algo diferente a voluntad y evolutivamente anterior a ella, mientras que
para el psicoanálisis, interés está más vinculado con el egoísmo (interés del yo), en oposición al
altruísmo o 'interés' por el otro (libido objetal). Más allá de estas acepciones, interés en general
podemos definirlo como el comportamiento motivado por una meta apetecible. Si para un niño
saber más no es una meta apetecible, no tendrá interés en estudiar.

Concepto de interés

La palabra interés se origina en el vocablo latino “interesse”, de inter (entre) y “esse” (ser) y
significa lo que se halla entre las personas interesándolas o haciendo que les importe que incline
su ánimo o voluntad hacia ella.

Se dice que alguien es amigo de otro o novia de alguien por interés, cuando persigue un fin de
provecho personal y no el mero intercambio de afecto propio de esas relaciones.
Así algo despierta el interés de las personas cuando les puede causar un beneficio, un perjuicio, un
peligro, un placer, una curiosidad, un aprendizaje, o algún rédito. De lo que provoca el interés se
dice que es algo interesante. Una película, un discurso, un libro, son de interés si toca temas de
actualidad o que puedan influir en la vida individual o social. El interés muchas veces despierta la
motivación. Pueden ser intereses económicos, intelectuales, éticos, estéticos, etcétera.

Sentimientos

DEFINICIÓN DE

SENTIMIENTO

Un sentimiento es un estado del ánimo que se produce por causas que lo impresionan, y éstas
pueden ser alegres y felices, o dolorosas y tristes. El sentimiento surge como resultado de una
emoción que permite que el sujeto sea conciente de su estado anímico.

Sentimiento

Los sentimientos están vinculados a la dinámica cerebral y determinan cómo una persona
reacciona ante distintos eventos. Se trata de impulsos de la sensibilidad hacia aquello imaginado
como positivo o negativo.

En otras palabras, los sentimientos son emociones conceptualizadas que determinan el estado de
ánimo. Cuando éstos son sanos, es posible alcanzar la felicidad y conseguir que la dinámica
cerebral fluya con normalidad. En el caso contrario, se experimenta un desequilibrio emocional
que puede derivar en el surgimiento de trastornos tales como la depresión.
Los cambios en las cargas emocionales determinan las características de los sentimientos. Las
emociones pueden ser breves en el tiempo, pero generar sentimientos que subsistan a lo largo de
los años.

Básicamente, los sentimientos se clasifican en positivos (cuando promueven las buenas obras) y
negativos (si fomentan las malas acciones). Es común, asimismo, que se recomiende luchar contra
estos últimos para alcanzar la paz interior. Buenos o malos, sin embargo, ambos grupos comparten
la imposibilidad de ser transmitidos con precisión.

Sentimiento

Esta división de los sentimientos según parámetros de la moral y la ética resulta muy inestable, ya
que varía considerablemente dependiendo de los ojos que la miran. La lucha por entender el bien
y el mal es probablemente el legado más antiguo que acarreamos como especie; nadie en su sano
juicio se atrevería a admitir públicamente que hace el mal a los demás, así como muy pocas
personas se privarían de gritar a los cuatro vientos que ayuda a los desfavorecidos.

Pero, ¿cómo saber si un sentimiento es positivo o negativo? Basándonos en los ejemplos más
populares, podemos decir que desear la muerte a alguien es malo, mientras que alegrarnos por el
nacimiento de un bebé sano es bueno. Si aceptamos la veracidad de estas declaraciones, entonces
surge una grave contradicción entre dichos principios y algunas situaciones muy particulares, ésas
que nos obligan a cuestionarnos nuestros principios.

Cuando un niño es maltratado por un mayor, se crea en él un odio que, en muchos casos, lo lleva a
desear con todas sus fuerzas que su agresor muera. Claro está que no se trata de pensamientos
alegres o constructivos, y que siempre es preferible trabajar para canalizar la ira de manera sana,
pero sin duda resulta difícil calificar de la misma forma los sentimientos de una víctima hacia su
abusador que la envidia de alguien por el coche de su vecino.

Esto nos lleva a una clasificación más compleja, que intenta ahondar en las razones que dan origen
a los sentimientos, para determinar, de alguna forma, si son justificables. A pesar de todos los
estudios que puedan realizarse acerca de la sensibilidad humana, se trata de un terreno que
parece imposible de dominar, especialmente cuando entran en juego, por ejemplo, el amor, el
odio, la frustración y la pasión.

Con respecto a los sentimientos de la gente hacia la infancia, es difícil encontrar un par de ojos que
no se iluminen ante la noticia de un embarazo, o al ver la sonrisa inocente de un niño. Sin
embargo, esta alegría que la mayoría siente al pensar en un nacimiento no parece hacer caso a
ciertas problemáticas muy relacionadas con la procreación humana, tales como la sobrepoblación
y la pobreza, dependiendo del caso.

Entristecerse por ver a una mujer embarazada no necesariamente significa odiar la vida; al
contrario, si se trata de una persona sin recursos, o que sufre de una enfermedad terminal o bien
que fue víctima de una violación, la decepción ante tal cuadro podría ser la forma más positiva y
productiva de reaccionar, la más generosa para con la criatura que se gesta en su vientre.

Emoción

Del latín emotio, la emoción es la variación profunda pero efímera del ánimo, la cual puede ser
agradable o penosa y presentarse junto a cierta conmoción somática. Por otra parte, tal como
señala la Real Academia Española (RAE) en su diccionario, constituye un interés repleto de
expectativa con que se participa en algo que está sucediendo.
Según lo han demostrado diversos estudios, las emociones juegan un papel fundamental en los
procesos de salud de una persona. Tal es así que en muchos casos, sucede que una enfermedad se
desencadena por una determinada experiencia que genera una emoción particular, tal es el caso
de las fobias o de los trastornos mentales. También hay casos de epilepsia donde las emociones
son una causa imperante.

Las emociones están entendidas como fenómenos de raíz psico-fisiológica y, según los expertos,
reflejan formas eficaces de adaptación a diversos cambios ambientales. En el aspecto psicológico,
las emociones generan sobresaltos en el índice de atención y aumentan el rango de diversas
conductas en la jerarquía de respuestas del individuo que las experimenta. En cuanto a la
fisiología, las emociones permiten ordenar las respuestas de diversas estructuras biológicas,
incluyendo las expresiones faciales, la voz, los músculos y el sistema endocrino, con el objetivo de
definir un medio interno adecuado para el comportamiento más óptimo.

Las emociones le permiten a todo individuo establecer su posición respecto al entorno que lo
rodea, siendo impulsada hacia otras personas, objetos, acciones o ideas. Las emociones funcionan
también como una especie de depósito de influencias innatas y aprendidas.

Diversas corrientes de pensamiento

Uno de los problemas al intentar definir las emociones, se presenta al relacionarla con lo cognitivo.
Aquí se bifurcan los caminos del pensamiento, Por un lado aquellos que desligan los sentimientos
y la parte emocional de una persona de todo tipo de razonamiento o proceso cognitivo, y por el
otro que relaciona ambos procesos.
Para el psicólogo Jean Piaget, existen conductas emocionales que se encuentran asociadas con los
procesos de construcción de una mente individual inteligente. Los procesos de conocimiento del
entorno se incorporan mediante un mecanismo de evolución individual de la inteligencia, que
escoge estructuras internas vinculadas a la formación y las particularidades estructurales del
cerebro y los elementos del sistema nervioso, y las asocia con las percepciones del entorno. Esto
desencadena procedimientos mentales cada vez más complejos, que suponen la epigénesis de las
estructuras cognitivas.

La forma más aceptada de entender este concepto es desde una dimensión amplia, donde el
proceso afectivo y el cognitivo se rozan y complementan. En este desarrollo participan varios
elementos: concientización subjetiva (los sentimientos propiamente dichos), cambios fisiológicos
(determinadas reacciones corporales que son movidas por esos sentimientos, para predisponer al
organismo a enfrentarse a la nueva experiencia), estímulos motores internos (cambios internos
que provocan una actitud determinada) y dimensión cognitiva (proceso mental a través del cual la
persona entiende lo que le está ocurriendo). Por todo esto, nos es imposible analizar las
emociones completamente separadas del aspecto racional, ya que para conseguir comprenderlas
utilizamos los métodos cognitivos de los que disponemos.

Ejemplo para comprender el desarrollo de una emoción: El miedo es un sentimiento que puede
producir cambios fisiológicos como aumento de la frecuencia cardíaca, dilatación de las pupilas,
tensión en los músculos y segregación de adrenalina; a su vez produce una reacción interna que se
refleja en expresiones faciales, movimientos bruscos o específicos y cambio en la entonación. En lo
cognitivo, esas respuestas son analizadas en un contexto socio-cultural para poder comprenderlas
y ubicarlas en el lugar adecuado. “La expresión emocional cambia así como lo hace el desarrollo
ontogenético del individuo”. De igual modo, es el proceso cognitivo el que nos permite inhibir
ciertas emociones, cuando culturalmente no son consideradas como adecuadas. Por ejemplo,
cuando nos sentimos atraídos por una persona que no puede correspondernos (por hallarse
casada o simplemente no estar enamorada de nosotros) o cuando estamos frente a nuestro jefe y
sentimos deseos de matarlo (sabemos que dar rienda suelta a este sentimiento no podría traernos
más que problemas, y no sólo el de quedarnos sin trabajo).

Es necesario comentar que en las últimas teorías cognitivas que se han hecho sobre el proceso
emocional, se ha enfatizado de forma fundamentalista en lo cognitivo, objetando que el mundo no
es de una determinada forma, sino que depende de con qué ojos se mire; por eso una misma
experiencia para dos personas diferentes para una puede resultar traumática y para otra ser más
posible de enfrentar y resolver. De todas formas, si bien esta teoría tiene muchos adeptos, sobre
todo en las corrientes relativistas, muchos especialistas se niegan a aprobar esta manera tan
aleatoria de entender los sentimientos y el mundo en general.

Para terminar, deseo señalar algunos términos que se encuentran relacionados con el de emoción,
estos son: afecto (describe la cualidad de un sentimiento, es decir, si es positivo o negativo para
una persona), estados de ánimo (actitud que se instala en una persona luego de presenciar una
determinada experiencia), temperamento (características de una persona que la vuelven más o
menos propensa a reaccionar de tal o cual forma frente a un estímulo externo) y sentimiento (la
respuesta de una persona frente a una experiencia determinada).

Motivación

DEFINICIÓN DE

MOTIVACIÓN

La palabra motivación es resultado de la combinación de los vocablos latinos motus (traducido


como “movido”) y motio (que significa “movimiento”). A juzgar por el sentido que se le atribuye al
concepto desde el campo de la psicología y de la filosofía, una motivación se basa en aquellas
cosas que impulsan a un individuo a llevar a cabo ciertas acciones y a mantener firme su conducta
hasta lograr cumplir todos los objetivos planteados. La noción, además, está asociada a la voluntad
y al interés. En otras palabras, puede definirse a la motivación como la voluntad que estimula a
hacer un esfuerzo con el propósito de alcanzar ciertas metas.
Motivación

Muchos son los ejemplos que podríamos utilizar para expresar este significado de la palabra que
nos ocupa pero uno de ellos podría ser el siguiente: “Pedro encontró en los incentivos económicos
que le ofertó su empresa la motivación necesaria para recuperar sus ganas y esfuerzo en el
trabajo”.

Cabe resaltar que la motivación implica la existencia de alguna necesidad, ya sea absoluta, relativa,
de placer o de lujo. Cuando alguien está motivado, considera que aquello que lo entusiasma es
imprescindible o conveniente. Por lo tanto, la motivación es el lazo que hace posible una acción en
pos de satisfacer una necesidad.

En relación precisamente a cómo la necesidad influye en la motivación es interesante recalcar que


existe una teoría clásica, la de la jerarquía de necesidades de Maslow, que precisamente deja
patente cómo existe una estructura piramidal de aquellas que son las que contribuyen de la mejor
manera a motivar a una persona en cuestión.

De esta forma, en la cúspide de dicha pirámide estarían las necesidades llamadas de


autorrealización como pueden ser la independencia o la competencia. El segundo escalón estaría
copado por las de estima como pueden ser el prestigio o el reconocimiento. En la mitad de la
estructura estarían las sociales entre las que se hallan las de aceptación o pertenencia.
En la cuarta posición nos encontramos con las necesidades de seguridad que son las de seguridad
como pueden ser las de estabilidad o las de evitar daños de algún tipo. Y finalmente en el quinto y
último tramo de dicha pirámide se situarían las fisiológicas como son el alimento o el vestido.
Necesidades todas las citadas, establecidas por Maslow, que determinó que cualquiera de ellas
requiere que su escalón inferior esté cubierto para así poder activarse.

Eso supondría que a una persona sólo le motivarían las necesidades sociales si antes tiene ya
cubiertas las de seguridad y las fisiológicas.

Existen diversos motivos que impulsan la motivación: racionales, emocionales, egocéntricos,


altruistas, de atracción o de rechazo, entre otros.

Por otra parte, hay que decir que desmotivación es un término que abarca ideas contrarias a la
motivación. Se define como un sentimiento o sensación marcados por la ausencia de esperanzas o
angustia a la hora de resolver obstáculos, que genera insatisfacción y se evidencia con la
disminución de la energía y la incapacidad para experimentar entusiasmo.

La desmotivación es una consecuencia que se considera normal en las personas que ven limitados
o no realizados sus anhelos por distintas causas. De todas formas, sus efectos pueden ser
prevenidos.

La desmotivación se caracteriza por la existencia de pensamientos e ideas de perfil pesimista y por


un estado de desesperación al que se llega tras experimentar un intenso desánimo, que surgen a
raíz de la multiplicación de vivencias negativas (aún cuando se trata de experiencias enfrentadas
por otras personas), y por la sensación de no tener la capacidad necesaria para alcanzar objetivos.
Por lo tanto, la desmotivación puede generar daños importantes nociva cuando aparece de forma
recurrente y prolongada en la vida de una persona y puede, incluso, llegar a poner en riesgo su
salud.

Memoria

En la psicología se le llama memoria emocional a la capacidad de almacenar recuerdos a partir de


determinadas emociones. Este mecanismo funciona de forma unido a la memoria procedimental y
la declarativa y es el que nos permite etiquetar y conservar noción de determinados recuerdos
vinculados con las emociones. De tal modo que cuando relacionemos un hecho actual con uno
vinculado con nuestro pasado podamos conmovernos, reír o sentir placeres similares. Esta
memoria es la que nos permite recordar caras, aromas, sabores y saber si nos gustan o no

La memoria es un bien precioso pero sumamente expuesto a ser corrompido, tal es así que en la
tercera edad existe una decadencia en la capacidad cognoscitiva que afecta inevitablemente a la
memoria. Este problema no sería tan grave si no estuviera relacionado con una alteración en el
normal funcionamiento social y laboral del individuo, ya que la memoria es fundamental para
todos los aspectos de la vida cotidiana, desde recordar dónde guardamos las medias hasta qué
actividades debemos realizar.

El deterioro de la memoria asociado a la edad (DEMAE) es un trastorno que engloba las


consecuencias de la pérdida de memoria en la vejez y que se caracteriza por ser un estado clínico
donde disminuye la función mnésica sin una causa aparente. La pérdida de la memoria a su vez,
está relacionado con el desarrollo de enfermedades demenciales como trastornos depresivos o
alzheimer.

Pensamiento

DEFINICIÓN DE

PENSAMIENTO
Según la definición teórica, el pensamiento es aquello que se trae a la realidad por medio de la
actividad intelectual. Por eso, puede decirse que los pensamientos son productos elaborados por
la mente, que pueden aparecer por procesos racionales del intelecto o bien por abstracciones de
la imaginación.

Pensamiento

El pensamiento puede abarcar un conjunto de operaciones de la razón, como lo son el análisis, la


síntesis, la comparación, la generalización y la abstracción. Por otra parte, hay que tener en cuenta
que se manifiesta en el lenguaje e, incluso, lo determina.

Tipos de pensamiento

* Deductivo: ocurre cuando se toma una o varias proposiciones y de ellas se obtiene una
conclusión. Resulta la forma de pensamiento más común, la que utilizamos a diario para intentar
comprender los hechos que nos rodean, para analizar las historias que nos cuentan los demás,
etcétera.

* Inductivo: de forma opuesta a lo antes definido, este proceso se basa en una idea particular para
luego generalizarla, apoyado en que su veracidad en el caso aislado se mantendrá en situaciones
similares, aun sin poder comprobarlo.

* Analítico: parte la realidad en porciones para poder evaluarla a través de mecanismos lógicos.

* Creativo: la base del arte, ya que se basa en la libertad de modificar una idea, agregando o
quitando elementos sin restricciones impuestas por el marco de lo posible.

* Sistémico: propone un sistema orgánico que interrelaciona los conceptos de manera compleja.
* Crítico: analiza a la vez que evalúa las ideas, intentando obtener respuestas convincentes
relacionadas con la moral, la ética, los gustos, las tendencias; es el tipo de pensamiento que nos
ayuda a formar nuestra personalidad y a reforzar nuestras convicciones a través de la observación
activa de la realidad.

* Interrogativo: a la hora de tratar un tema en particular, este tipo de pensamiento nos permite
cuestionar distintos aspectos de nuestro interés, articulando así el proceso de aprendizaje.

Libertad de pensamiento

Uno de los derechos de todos los seres humanos, y sin embargo el que más suele amedrentarlos
con sus potenciales consecuencias nefastas es la libertad de pensamiento o expresión. En la
infancia, las personas solemos caracterizarnos por la espontaneidad y la sinceridad, sin
importarnos la repercusión de nuestros hechos o palabras. Es muy común que los niños hablen
solos y dejen volar su imaginación, ignorando a un grupo de adultos que los mira con ternura. El
mismo grado de despreocupación se percibe cuando dicen con absoluta sinceridad que no les
gusta un regalo o un plato de comida.

Con los años, las estructuras y los mandatos nos convierten poco a poco en seres limitados, que
parecen perder gradualmente el control sobre sus propias vidas. El problema principal reside en
que queremos creer que esto no es así, lo negamos, y aseguramos que vivimos libremente, que
escogemos a cada paso la dirección de nuestras vidas. Sin embargo, esas personas que un día se
mostraban sonrientes y que se asombraban de las pequeñas cosas, hoy corren contra el reloj para
completar las innumerables tareas de sus ajetreados días, se avergüenzan de sus cuerpos, temen
decir la verdad para no ofender a los demás, ocultan su sexualidad y sus ideas por miedo a los
ataques de quienes no soportan la diversidad.
Nuestra libertad de pensamiento se ve coartada por la sociedad en todos sus aspectos, y se
intenta que los ciudadanos aceptemos los límites con sutiles técnicas de manipulación y, cuando
éstas fallan, se aplica la represión. Es común encontrar diarios, revistas y noticieros donde no se
pueden mencionar ciertas palabras que no favorezcan al gobierno de turno, canales de televisión
que incitan a la violencia, la discriminación y el desprecio, así como decisiones por parte de la
Justicia que apoyan la agresión a los animales, como es el caso de las multas a quienes protestan
por las corridas de toros.

También podría gustarte