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F S mu..M

. ~~ ~ ~-t- ~
 ACt:RCA DE l.A OBRA
El propósito del señor Hoke Smith ha sido ofrecer
en forma escrita, aunque muy condensada, la"sustancia
de las conferencias dictadas con la esperanza de que
sirvan para una mayor comprensión de lo que el apóstol
Pabl . escribió. El creyente que se empapa de su con-
tenido será mejor discípulo de Jesucristo , y .llegará a
un entend í _ sute ID profundo del significado de la
vida v de la ni uerte.

OBRAS AFINES

CBP 04333.
 FILIPENSES:
EL GOZO DE LA VIDA
EN CRISTO .

Por

Hoke Smith, (h.)

DIGITALIZADO POR
IMERMERA

CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES

CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES
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ARGENTINA:
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CHILE:
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Arimón 22
Barcelona-6 EL GOZO DE
ESTADOS UNIDOS:
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LA VIDA
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EN CRISTO
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MEJOCO:
Vizcaínas No. 16, México 1, D. F. Hoke Smith, (h.)
PARAGUAY:
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URUGUAY:
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VENEZUELA:
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DIGITALIZADO POR
Primera edición: 1971 IMERMERA
Clasiffquese: Estudio Bíblico - N. T.
5 M 1071

-2-
 PALABRAS PRELIMINARES
El Dr. Hoke Smith, hijo, ya promovido a un más CONTENIDO
alto servicio en la presencia del Señor, nos ha deja-
do en esta obra el fruto maduro de su profunda y Prefacio. . 7
arrobadora experiencia cristiana. Bosquejo de Filipenses 8
La epístola a los filipenses, tan rebosante de ri- Pablo y Filipos 9
cas enseñanzas, cobra en la inspirada pluma del Dr. Salutación 13
Smith, una nueva e insospechada dimensión. Acción de Gracias 15
En forma clara y sencilla el autor hace la exégesis Petición 18
del texto de la epístola y destaca la indestructible
unión del creyente con Cristo. N os lleva como por la 1. Los Efectos de Su Prisión en la Predicación
mano a gozarnos en la vida que el Señor nos da; del Evangelio 20
tanto en su realidad presente como en las promesas
que se proyectan a la vida futura reservada al cris- II. Su Confianza Victoriosa Frente a la Vida o
tiano en la eternidad. la Muerte 24
La Casa Bautista de Publicaciones se complace III. Exhortación a Una Vida Digna del Evange-
de poder ofrecer al público de habla española la pre- lio 31
sente obra, porque estamos seguros de que será por-
tadora de grandes bendiciones para sus lectores. IV. Cartas de Recomendación 49
Es este un substancioso comentario que el Dr.
Smith ha dejado impregnado de su personalidad, pues, V. Advertencia Contra los Judaizantes y la
Confianza en la Carne . 52
además de conocimientos, hay en él reverencia y un
suave sentimiento de adoración a Dios por la gracia -VI. Su Deseo de Ganar a Cristo y Ser Hallado
de su inefable palabra. en El... 60
Extendemos a la señora Wanda de Smith nues- 65
tro caluroso agradecimiento por su gentileza al otor- VII. La Verdadera Madurez Cristiana .
garnos el permiso para esta publicación, y auguramos VIII. Exhortación a Experimentar la Unidad de
a esta obra una larga vida de muchas ediciones, por- la Vida en Cristo 73
que lleva en sus páginas el precioso mensaje de vida
intensa y abundante en Cristo Jesús. IX. Cratítud por la Ofrenda y el Secreto del
-Los Editores. Contentamiento 80
Saludos y Bendición 86
DIGITALIZADO POR
IMERMERA
-5-
 PREFACIO
La exposición aquí presentada es el resultado de
la enseñanza de la carta a los filipenses ante iglesias y
grupos de pastores y misioneros. Mi. propósito ha sido
ofrecer en forma escrita, aunque muy condensada, la
sustancia de las conferencias dictadas, con la esperan-
za de que sirvan para una mayor comprensión de lo
que el apóstol Pablo escribió. Repetidos estudios de
esta carta me han demostrado que es fuente inagota-
ble de riquezas para la inspiración y bendición del lec-
tor. El creyente que se empapa de su contenido será
mejor discípulo de Jesucristo, y llegará a un entendi-
miento más profundo del significado de la vida y de la
muerte.
La deuda que tengo para con otros hermanos
quienes han comentado la carta a los filipenses es in-
calculable. He procurado reconocerles en parte en la
bibliografía que acompaña a esta obra. Sin embargo,
PARA WANDA conviene aquí indicar que la obra que ha sido para mí
de más valor es la de J. Hugh Michael. Aunque no com-
parto su opinión de que la carta fue escrita en Efeso,
hallo que su comentario es el más completo y satisfac-
torio de los que he consultado.
Quisiera agradecerle a la señora Aune de Garaño
su dedicada labor en preparar el manuscrito con má-
quina. Sus palabras de aliento me han sido de bendi-
ción, lo mismo que su espíritu tan agradable y cristiano.
Mi oración por aquellos que se dedican al estudio
de esta preciosa carta es: "que vuestro amor abunde
aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para
que aprobéis lo mejor" (Filipenses 1:9, 10).
Buenos Aires
Junio de 1968
Hoke Smith, Ir.

-7-

BOSQUEJO DE FILIPENSES
Salutación 1:1, 2
Acción de Gracias 1: 3-8
Petición 1: 9-11
I. Los efectos de su prisión en la predicación del
evangelio 1: 12-18
n. Su confianza victoriosa frente a la vida o la
muerte 1: 19-26
11I. Exhortación a una vida digna del evangelio 1:
27-2:18
l. Que estén firmes en la persecución 1:27-30
Que vivan en unidad 2:1-11
(1 ) El camino de la unidad: la humildad
2:1-4 . acuerdo de que Dios les llamaba para anunciar el
(2) El ejemplo de la humildad: Cristo
2:12-18
IV. Cartas de recomendación 2: 19-30
1. Timoteo 2:19-24
2. Epafrodito 2:25-30
V. Advertencia contra los judaizantes y la con-
fianza en la carne 3:1-7
VI. Su deseo de ganar a Cristo y ser hallado en él
3:8-11
VII. La verdadera madurez cristiana 3:12-4:1
1. Prosiguiendo hacia la meta 3: 12-16
2. Ejemplos buenos y malos 3:17-19
3. La meta final 3:20-4:1
VIII. Exhortación a experimentar la unidad de la
vida en Cristo 4:2-9
IX. Gratitud por la ofrenda y el secreto del con-
tentamiento 4: 10-20
Saludos y bendición 4:21-23
-8-
•
LA VIDA EN CRISTO 9
PABLO Y FILIPOS
La primera relación del apóstol Pablo con la ciu-
dad de Filipos se relata en Hechos 16:6-40. En su se-
gundo viaje misionero, Pablo y sus compañeros quísie-
ron seguir desde la provincia romana de Galacia, rum-
bo al occidente, hasta la provincia de Asia, para predi-
car en la ciudad de Efeso. Pero el Espíritu Santo no les
permitió hacerlo. Entonces intentaron ir hacia el nor-
te, hasta Bitinia, pero el Espíritu de Jesús tampoco se
lo permitió. Por lo tanto, fueron al puerto de Troas,
donde Pablo tUYO una visión de noche. Vio a un hom-
bre de la provincia de Macedonia, al otro lado del mar
Egeo, quien le rogaba pasar a Macedonia y ayudarles.
A la mañana siguiente, Pablo consultó con sus compa-
ñeros, Silas, Lucas y Timoteo, y llegaron al mutuo
evangelio en aquella región. Cruzando el mar, llegaron
finalmente a Filipos que, aun cuando no era capital de
la provincia (honor correspondiente a Tesalónica) ,
era la ciudad más importante de Macedonia. Era una
colonia romana, lo cual no significa que era un pueblo
fronterizo y primitivo, sino que muchos de sus habi-
tantes gozaban de la ciudadanía romana. Por ]0 tanto,
era una Roma pequeña. En cuanto a sus costumbres,
leyes, política, economía y vestidura reflejaba la vida
de la capital imperial.
La práctica de Pablo en sus viajes misioneros, era
ir primero a la sinagoga judía a anunciar el evangelio.
Esto lo hacía no solamente por razones prácticas sino
teológicas, puesto que entendía que el evangelio era
poder de salvación «al judío primeramente, y también
al griego" (Rom. 1: 16 y. Según los reglamentos judíos,
/para organizar una sinagoga en determinado lugar, era
necesari<:iteñerpor lómenos diez hombres. Aparente-
mente no había sinagoga en Filipos, y Pablo y sus com-
pañeros salieron al río, donde algunas mujeres, seguí-
 10
EL GOZO DE
claras del judaísmo, se habían reunido para el culto.
Mientras Pablo anunciaba el evangelio, el Señor abrió
el corazón de una de las mujeres, llamada Lidia, y se
entregó al Señor Jesús. Lidia era una mujer adinera-
da que, como soltera (o quizás viuda), tenía un nego-
cio floreciente de fabricación y venta de telas para ha-
cer las togas romanas de color púrpura, que tanto se
usaban en la colonia. ~spués de su bautismo, Lidia
insistió en que Pablo y sus compañeros hicieran de su
casa su centro de operaciones misioneras durante su
estadía en Filipos. Seguramente para Pablo era una
grata experiencia, después de haber sufrido necesidad
en tantas ocasiones por amor de su obra misionera, po-
der gozar ahora de las comodidades de la casa de
Lidia y la abundancia de su mesa.
Un día Pablo sanó a una muchaC'ha que tenía un
espíritu de adivinación. Puesto que la recuperación de
su salud arruinó el negocio de la adivinación, los amos
de la muchacha denunciaron a Pablo y Silas, acusán-
doles de haber violado la ley romana contra el prose-
litismo. El resultado fue que los dos misioneros, des-
pués de haber sido cruelmente azotados, fueron echa-
dos en la cárcel. A media noche oraban y cantaban
himnos a Dios cuando sobrevino un gran terremoto que
abrió las puertas de la prisión. El carcelero, ante la des-
gracia de la supuesta fuga de los prisioneros, estaba a
punto de suicidarse cuando Pablo intervino. Fue en-
tonces que el carcelero preguntó: "¿Qué debo hacer
para ser salvo?" Pablo y Sílas le explicaron el camino
de la salvación, el cual se resume en esta sentencia:
"Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa."
El carcelero y todos los suyos creyeron en Cristo y fue-
ron bautizados. A la mañana siguiente, cuando las au-
toridades mandaron que los misioneros fueran libra-
dos, Pablo se valió de su ciudadanía romana e insistió
en que se le hiciera una despedida formal. Por lo tan-
LA VIDA EN CRISTO 11
to vinieron los alguaciles a rogarles sa~r de la ci~dad,
p~tición a la cual accedieron Pablo y Sllas de¿1?¡es de
haber visitado a los hermanos en la casa de 1 la.
La congregación en Filipos no se olvidó de Pa~lo
después de su salida. Por lo menos dosbveces ,¡,e eT71~­
ron una ofrenda para ayudarle en su ~
C a y también le ayudaron cuand o es a a epn
b en ~~ri~~~
d 1
'
durante .
dieciocho meses (2 Co r 11·8
. . ,9). asa os Paa-
gunos cinco anos - d espues' d e su
. salida('Hparece
h 20que'1-6 )-
blo volvió a Fílípos, quizás ~os veces . ,ec c~~ Filipos'
Diez años después de su pnmera re laCIOn ~
Pablo se encontraba bajo arresto casdero ~n ~omÑ~~:~=s
randa ser enjuiciado por el empe~a or .e~on. . _
de su condición llegaron a la iglesia ~~ Fl1ipos~1 :-:~_
diatamente revivió su deseo de partl~lpar en d
terio de.su am~~o apósdtol. Se ~yap~~o oudfáco:~~~ d~. l~
Epafrodito quizas uno e los o 1 S , .
iglesia, ofr~ció llevársel3;a Pablo, y no so~ eso, sm~ ¿::r~
también se comprometía a quedarse ~n ?ma par , o
vil' a Pablo en su prisión. Podemos 1magmarn~s com
Epafrodito después de haberse ajustadda deb~t dd la
túnica el cinturón de tela con las mane as CaSI as. en;
ro em rendió el viaje de siete semanas.a Roma. ¡~?e
t , h Pb, ntido Pablo al ver al quendo Epafro Ita
gozo a ra se f dit . t con
entrar en la casa! La presen.cia dedEpa rOl 1i~~~~ ~o se
el dinero, era prueba ~e~:lacIente e que a t">
había olvidado del misionero. .
Por un tiempo Epafrodito se quedó ;on Pabio, m~-
. ndo a sus necesidades. Pero un día se en ermo¡
n~::ás con la temida "fiebre romana", y s~ em1?eoro
~asta estar al borde de la muerte. Pablo or? a DlOS, y
la vida de Epafrodito se salvó. Pero despues .de dqut
II ex eriencia tan angustiosa, y dándose cuenta e
n~stal~ia de Epafrodito, Pablo insistió en q'de regref~:i
ra a Filipos. Aprovechándose del regrdeso. 1 e. su \a
amigo, Pablo dictó una carta a su ama a 19 esia, en

12 EL GOZO DE
cual avisó a los hermanos de su condición en la prisión,
les exhortó a ser cristianos unánimes, victoriosos v go-
zosos, y les agradeció la ofrenda que le habían enviado.
Seguramente la llegada de Epafrodito a Filipos
causó gran expectativa en la iglesia. Corrió la voz
de que hahía vuelto de Roma y que traía no solamente
noticias de Pablo, sino también una carta de él dirigi-
da a la iglesia. Es fácil imaginarnos cómo fue la reu-
nión especial que se citó en casa de Lidia. Muchos lle-
garían temprano aquella noche ubicándose en su lu-
gar en al patio bien iluminado por antorchas, para no
perder ni una palabra de lo que iba a informar Epafro-
díto, Mirando a la congregación, podemos reconocer
al carcelero de Filipos con su esposa y los hijos. Están
junto a él varios de aquellos que habiendo escuchado
su testimonio acerca de los extraños acontecimientos
aquella noche en la cárcel, también creyeron en el Se-
ñor Jesucristo. En otro lugar del patio vemos a una mu-
jer, hermosa por cierto, cuva vida fue transformada
cuando diez años antes Pablo reprendió al demonio
que la tenía esclavizada. Y también están presentes
Evodia y Síntique, que habían luchado juntamente con
Pablo en su obra evangélica. Todos éstos, y muchos
más, guardan silencio cuando uno de los obispos se le-
vanta a dar comienzo a la reunión. Poco tiempo des-
pués, Epafrodito entrega el rollo al lector, quién, en voz
alta y clara comienza a leer la carta que Pablo había
dirigido a la iglesia. Todos los hermanos escuchan
atentamente para apreciar cada sílaba de su amado
Apóstol, porque saben que al escuchar las palabras de
Pablo, sus corazones serán extrañamente conmovidos,
redargüidos y fortalecidos. Así fue con las otras car-
tas de Pablo, copias de las cuales se habían leído en la
congregación; seguramente será así con esta carta, di-
rigida especialmente a ellos.
Gracias a la providencia de nuestro Dios, una co-
13
LA VIDA EN CRISTO
pia de aquella misma carta cuya lectura, hace mil no-
vecientos años, los hermanos de Filipos se. preparab~n
a escuchar, está en nuestras manos. TraducIda del gne-
go al castellano, podemos leerla y, como ellos; ser con-
movidos, redargüidos y f~rtale~~dos. Que aSI sea d¡t-
rante el estudio que a contínuacion haremos de la eplS-
tola del apóstol Pablo a los Filipenses.
SALUTACION Filipenses 1:1,2
Pablo y Timoteo, siervos, de Jesu.c!isto, a todos los. santos
en Cristo Jesús que estan en FI1tpOS, ~on los obispos y
diáconos: Gracia y paz a vosotros, de DIOS nuestro Padre
y del Señor Jesucristo.
Las cartas griegas siempre comenzaban con el
nombre del destinatario, y un saludo. Pablo toma la for-
ma ordinaria v la aumenta y amplifica, agregando pa-
labras en cuanto a sí mismo 1 sus lectores, de~eando
bendiciones sobre ellos. Aquí Pablo se une a Tímoteo
para saludar a los filipenses, no porque Timo.teo sea co-
autor de la carta, sino porque es muy conocld? p~r la
iglesia, habiendo estado con Pablo cuando la Igl~sIa se
fundó, y quedándose con ella cuando Pablo y Sílas sa-
lieron de Filipos (Hechos 16:1-3). .
Pablo v Timoteo se identifican como sieroos de
Jesucristo. La traducción siervos no es adec~ada para
expresar el concepto de Pablo. La palabra griega (dou-
loi) es propiamente esclavo, y aquí da a ent.~naer que,
como tales, Pablo y Timoteo (1) son ~oseslOn a?sol~­
ta de Jesucristo y (2) deben a Je~ucnsto obedíencía
absoluta. Es notable que en esta epIst~la Pablo no adu-
ce, como en otras, su autorid~~ de a~o~ol, lo cu~l l?ro-
bablemente se debe a la relación tan íntima que el Sien-
te para con la iglesia en Filipos. .
Los destinatarios son todos los santos en Cristo
Jesús. Los santos son los que han sido. separados para
Dios el nuevo pueblo verdadero de DIOS, herederos ,de
las p~omesas a Israel. Son los que han sido dedicados o
 14 EL GOZO DE
consagrados como instrumentos de su propósito reden-
tor en el mundo. La frase en Cristo nos introduce desde
el.c~mienzo ;tI principio fun~amental de la experiencia
cristiana se~n Pablo: la union con Cristo. Muchos han
creído que la nota clave de Pablo es la justificación por
la fe, y, por cierto, cuando uno lee las cartas de Pablo
encuentra que no muy debajo de la superficie corr~
constanten:e.nte est~ gran doctrina. Pero esto que sube
a .l~ superficie en Cálatas y Romanos (como también en
~I1wenses 3:9), no constituye necesariamente el prin-
CIpIO fundamental de Pablo, por importante que sea.
Otros creen que la "reconciliación" o la "salvación" son
los términos ?ásicos para Pablo. Pero a mi parecer, no
hay nada mas fundamental que la unión con Cristo.
Mas de 164 veces el Apóstol emplea las palabras "en
Cristo", "en el Señor", "Cristo en mí" etcétera las cua-
les indican la relación que existe en'tre el cristo vivo
y los creyentes. Estas frases hablan de la relación del
indi:iduo con el c,uerpo de Cristo, su iglesia. Como es
el .arre para el pájaro y el agua para el pez, así es
~nst.o p'ara e! creyente: no puede existir, no puede vi-
VIr sin el. Cnsto es su vida, es su ambiente. ¡En sola-
mente los primeros dos versículos Cristo es mencio-
nado tres vecesl . .
~os obipsos y ~iáconos, oficiales de la iglesia, son
menClOna~os espeCIalmente: Los obispos (episkopoi)
son los mISm?S q~e los ancianos (presbuteroi), dando
esta p~labra énfasis a su carácter, aquella a su función.
S~ entiende que ~'pastor" y "obispo" son también tér-
mmos que se refieren al mismo funcionario. Queda
claro que había pluralidad de obispos. o pastores en
las iglesias primitivas, Esto se debía probablemente al
hecho de que la iglesia se componía de varias eongre-
gaciones que se reunían en diferentes partes de la ciu-
dad. Las reuniones eran siempre caseras dado que no
existieron templos cristianos sino hasta ~l tercer siglo.
LA VIDA EN CRISTO 15
El dirigente de la congregación casera era un "sobre-
veedor" u obispo. Vale notar que la "iglesia" de Filipos
probablemente se compusiera de varias congregacio-
nes caseras. Los diáconos, que se traduce literalmente
"siervos" o "ministros", probablemente eran ayudan-
tes de los obispos en servicio de la congregación en
asuntos prácticos y financieros, como la distribución de
alimentos a los pobres. Los requisitos para obispos y
diáconos se encuentran en 1 Timoteo 3:1-13.
La bendición apostólica es Gracia y paz a vos-
otros. "Gracia" es el amor inmerecido de Dios para
con los hombres. "Paz" es el resultado de la obra de la
gracia en nosotros, una paz dinámica que nos estabili-
za aun en medio de la tempestad. Los hombres buscan
con afán semejante paz, pero desconocen la gracia de
Dios y, por lo tanto, no encuentran ni la una ni la otra.
Ambas vienen de Dios nuestro Padre y del Señor Jesu-
cristo. Fíjese en cómo Pablo une a Dios y Cristo: nues-
tro conocimiento y experiencia de Dios dependen de
Jesucristo, quien nos enseñó que Dios es realmente
nuestro "Padre".
AceZON DE GRACIAS 1:3-8
Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de voso-
tros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo
por todos vosotros, por vuestra comunión en el evange-
lio, desde el primer día hasta ahora; estando persuadido
de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra,
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; como me es
justo sentir esto de vosotros, por cuanto os tengo en el
corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirma-
ción del evangelio, todos vosotros sois participantes con-
migo de la gracia. Porque Dios me es testigo de cómo os
amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesu-
cristo.
Cada vez que Pablo piensa en los filipenses, surge
de su corazón gratitud a Dios. ¡Qué bueno es vivir de
tal manera que cuando otros piensan en nosotros se lle-
nen de gratitud ante Diosl La intercesión a favor de
16 EL GOZO DE
los filipenses no era motivo de tristeza sino de gozo.
Esta es la primera aparición de la palabra clave de
esta epístola: gozo. En toda la carta el substantivo apa-
rece cinco veces, y el verbo «gozarse" once veces. El
gozo que aquí expresa el Apóstol es por vuestra comu-
11i6n en el evangelio, desde el primer día hasta ahora.
«Comunión" ( koinonia ) puede traducirse «participa-
ción" y seguramente es una referencia no solamente al
apoyo moral y espiritual que los filipenses habían dado
a Pablo en su obra misionera, sino también a la avuda
material y económica que había recibido de ellos desde
su llegada a Filipos. Lidia había ofrecido su casa des-
de el principio, y más tarde habían enviado ofrendas
a Tesalónica, Corinto y ahora Roma. Su comunión en
el evangelio no fue abstracta, sino muy concreta, evi-
denciada en sus ofrendas.
Todo esto confirma en Pablo la certeza de que
Dios está obrando eficazmente en los filipenses, y que
el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfec-
cionará hasta el día de Jesucristo. Estas palabras ha-
blan del propósito definido que Dios tiene para los su-
yos, el cual es «que fuesen hechos conformes a la ima-
gen de su Hijo" (Romanos 8:29). Dios está obrando
en su pueblo la semejanza a Jesucristo. Es el «creci-
miento en la gracia" que llegará a su consumación en
el día de Jesucristo. Este «día" se refiere a la parusía,
o segunda venida de Cristo, cuando los muertos resu-
citarán y los que son de Cristo tendrán cuerpo seme-
¡
'ante al del Cristo resucitado. Es interesante notar que
as palabras comenzó y perfeccionará eran usadas en
el día de Pablo como términos técnicos para el comien-
zo y la terminación de los sacrificios; ]0 cual nos puede
sugerir que toda la. vida es un sacrificio que Dios está
preparando para. que sea aceptable delante de él en
el último día. Hasta el día de Jesucristo nos da a en-
tender que hay desarrollo para la vida del creyente
aun después de la. muerte.
LA VIDA EN CRISTO 17
Pablo se siente justificado en pensar en el seguro
desarrollo de los filipenses: me es justo sentir esto de
todos vosotros. ¿Por qué? Porque hay comunión en el
evangelio (v, 7) entre ellos. Son ca-partícipes de la gra-
cia de Dios en la obra misionera. Si Pablo está experi-
mentando la gracia de Dios operando en su vida, en-
tonces los filipenses la están experimentando también.
Pablo los tiene constantemente en el corazón, pensan-
do en ellos como ca-partícipes con él, sea en la prisión
(en mis prisiones) o ante el tribunal de Nerón (en la
defensa y confirmación del evangelio).
Es muy cierto que por medio del amor, la oración
y la ofrenda, los creyentes pueden participar en_la vida
y obra de misioneros en otras partes. Hace anos dos
hermanos en Cuba, llamados Pedro y Nemesio García,
sintieron el llamamiento de Di~s ~ predicar el eva~~e­
lio. Por falta de recursos economrcos, no era posible
que ambos fueran al Semina~.io a prepararse para el
ministerio, Entonces Pedro dijo a su hermano: Neme-
sio, tú irás al seminario, y yo me que~ar~, en casa tra-
bajando ra,ra sostenerte en tus estudios .. Pero N~m~­
sio protesto, diciendo que Pedro era quien debla Ir
mientras él se quedara a trabajar. Después de presen-
tarlo a Dios en oración, concluyeron que era la volun-
tad del Señor que Nemesio fuera al seminario. Y así su-
cedió. Muchos años después, el doctor Courts Redford
estaba en Cuba durante la Convención Bautista Anual,
V se encontró con los dos hermanos. Nemesio ya era un
poderoso predicador y Pedro era un fiel laico, sirvien-
do eficazmente al Señor. El doctor Redford preguntó a
Pedro: "¿Sientes haber hecho aquella decisión? ¿Si pu-
dieras volver a considerarla, qué harías?" Respondió
Pedro: «No, doctor Redford, no lo siento; tomaría exac-
tamente la misma decisión, porque siempre he pensa-
do así: Yo me quedo en casa trabajando para que Ne-
mesio salga a predicar y ganar almas; pero algún día,
 18 EL GOZO DE
cuando los dos estemos a los pies del Señor Jesús en los
cielos, [vamos a dividir entre nosotros igualmente to-
das las ganancias!" Así será con Pablo y los filipenses:
son compañeros de gracia.
Pablo ama profundamente a los filipenses. Si hu-
biera alguna duda de ello, el Apóstol llama a Dios
como su testigo. Consciente de su unión tan Íntima con
Cristo, dice que les ama con el entrañable amor de Je-
sucristo, es decir, con el mismo corazón palpitante del
Salvador.
PETIC ION 1:9-11
y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun
más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que
aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e Irrepren-
sibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia
que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza
de Dios.
Pa?lo pi?e por sus lectores ~s S~,i Frintero,~
amGf discemiente. No es que a los filipenses les falta el
amor, sino que deben abundar en el amor. Y este amor
debe ser enriquecido en ciencia y en todo conocimien-
to, o, según la traducción más exacta de la Versión La-
tinoamericana, "en conocimiento y en todo discerni-
miento". La primera de estas dos palabras se refiere a
la comprensión de los principios fundamentales que
deben guiar la conducta, y la segunda se refiere a la
capacidad de aplicar estos principios en determinados
~ y situaciones. El propósito es~a (¡fTe lfpfOlifi§
oJ!2....1l'!§l1!!'.. es decir, poder distinguir entre lo'budnéf y lo
malo, o entre ]0 bueno y lo mejor. Moffatt entiende la
frase así: "para que tengáis un sentido de lo que es vi-
tal". Es tan fácil pasar la vida cristiana en cosas que no
son malas, pero que realmente no tienen importancia.
Todos conocemos a personas que gastan sus energías en
cosas secundarias. [Cuánta falta nos hace la capaci-
dad de discernir lo mejor! Aun cuando sabemos lo que
LA VIDA EN CRISTO 19
el amor demanda, en sentido general, muchas veces no
sabemos qué hacer en una situación concreta. Sola-
mente Dios nos puede guiar bien, y por eso nos es pre-
ciso pedir lo mismo que Pablo pide en estos versículos.
En segundo lugar, Pablo pide por sus lectores el
carácter sano: a fin de que s~áis sinceros e irreprensi-
bles para el día de Cristo. Lapalabrahaducida "síricé-
ros probablemente quiera decir "probados por la luz
del sol". Hace algunos años cuando volví a los Esta-
dos Unidos entré en una tienda a comprar un traje azul
oscuro, no sabiendo que con el cambio de la moda era
prácticamente imposible encontrar ese color. Cuando
pregunté al vendedor si el traje que me mostraba era
realmente azul, porque a mí me parecía negro, res-
pondió: "SÍ, señor, es azul de media noche." Contento,
compré el traje y lo llevé a casa. Pero cuando el do-
mingo siguiente me lo puse para ir al culto, y salí a la
luz del sol, quedó muy evidente que era negro, [puro
negro! A la luz artificial de la tienda parecía una cosa,
pero a la luz de Dios fue manifestada su verdadera
naturaleza. Así será con nosotros en el día de Jesucris-
too En aquel gran día final del juiciode los hombres, se-
remos revelados por lo que somos, y lo que parecemos
ser. El Apóstol quiere que los filipenses sean ahora lo
que deben ser en aquel día ~se~9~ e impr~!~~jJ¡JL?s.
Esta última palabra probablemente quiera deCIr, no
siendo tropiezo". Deben vivir de tal manera que allle-
gar al día final, no lleven la culpa de haber sido la cau-
sa de que por su vida y sus actos otras personas hubie-
ran tropezado y caído.
Pablo pide, en tercer lugar, que los filipenses sean
llenos de frutos de justicia. Se entiende aquí que la jus-
ticia es interna y los frutos externos, siendo éstos la
manifestación de aquél. Ambas cosas vienen por medio
de Jesucristo y no por la suficiencia humana. El Após-
tol no dice cuáles sean estos frutos, pero indudable-
 20 EL GOZO DE
mente son los mismos descritos como "el fruto del Es-
píritu" en Gálatas 5:22, 23: "amor zozo paz pacien-
ci~,' benignidad, bondad, fe, man~eaumbre, templan-
za . Estos frutos deben caracterizar las relaciones de
los hermanos entre sí mismos y con el prójimo en ge-
neral,. todo para gloria y alabanza de Dios. La gloria
~e DIOS es la manifestación de su carácter y persona-
lidad verdaderas; la alabanza es el reconocimiento de
parte d~ ~os hombres del verdadero carácter de Dios.
El propósito de los frutos de justicia que Cristo produ-
ce en la vida de los creyentes no es la alabanza de ellos
sino la revelación al mundo entero de la naturaleza ver~
da~era del Dios que los cristianos sirven y adoran.
(Vease Mateo 5:16).
1. LOS EFECTOS DE SU PRISION EN LA
PREDICACION DEL EVANGELIO 1:12-18
Quier? que sepáis, hermanos, que las cosas que me han
sucedld?, han redundado mas bien para el progreso del
evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho
pa~entes en Crist? en todo el pretorio, y a todos los de-
mas. y la mayorra de los hermanos, cobrando ánimo en
el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a
h!lblar la palabra sin temor. Algunos, a la verdad pre-
dican a Cristo por envidia y contienda; pero otr~s de
b~ena voluntad, Los unos anuncian a Cristo por conten-
CJ,?D;, no smceramente, pensando añadir aflicción a mis
prrsrones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy
puesto para la defensa del evangelio. ¿Qué, pues? Que
no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por ver-
dad/ Crfsto es anunciado; y en esto me gozo, y me go-
zare aun.
Sería muy fácil para los filipenses dar una ínter-
pretacíón equivocada de la prisión de Pablo. Quizás va-
nos hermanos hubieran lamentado la pérdida de su li-
bert,ad, pensando que la obra misionera del Apóstol se
habla acabado, o a lo menos severamente limitado.
Pero Pablo no lo comprende así; les informa que las co-
sas que me han sucedido han redundado más bien
para el progreso del evangelio. Así como Dios hizo en
LA VIDA EN CRISTO 21
el caso de José y sus hermanos (Génesis 45:8), así aho-
ra del mal ha producido el bien. La prisión de Pablo
ha tenido dos efectos benéficos. Primero, mis prisiones
se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y
a todos los demás. El "pretorio" es probablemente una
referencia a la guardia selecta que servía en Roma
como una especie de "guardaespaldas" para el empe-
rador. Originalmente se componía de algunos diez mil
soldados. Pablo, bajo arresto casero, está atado con
una cadena liviana a un soldado, el cual pertenece a la
guardia pretoriana. La guardia se cambia cada seis
horas, y probablemente el Apóstol nunca estuvo con
el mismo soldado más de una vez. Día y noche Pablo
está en la presencia de un soldado; no duerme, no
come, no se baña, no ora, no hace nada sin aquel sol-
dado extraño. Para muchos esto hubiera sido una mo-
lestia intolerable, pero para Pablo era una oportunidad
inigualable. Centenares de estos hombres han estado
en la presencia de Pablo desde su primer día en Roma,
y ya todos conocen la razón de su prisión: Cristo. No
está bajo arresto por algún crimen; está allí porque ha
obedecido al Cristo resucitado, aquel con quien se en-
contró por primera vez en el camino a Damasco, y en
quien ha vivido desde aquel momento. Ya todo el pre-
torio ha oído de este Cristo, y todos los demás, es decir
otros que, no perteneciendo a la guardia, han tenido
relación con Pablo o sus guardias.
El segundo efecto de la prisión de Pablo es que
la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Se-
ñor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar
la palabra sin temor. La fidelidad del Apóstol a Cristo,
aun en la prisión, ha sido un estímulo para que los her-
manos, reconociendo que su propia vida está en el Se-
ñor, se animen a predicar con más denuedo. Las pala-
bras se atreven dan a entender que hay peligro en ha-
blar abiertamente, pero esto es lo que hacen. Fíjese

22 EL GOZO DE
bi~n que dice la mayoría de los hermanos, lo cual ím-
p~c~ q~e hablar la palabra no es responsabilidad y
privilegio de unos pocos, como de un ministerio oficial,
sino ,de .t~~os los .c~eJ:entes. Se recuerda que cuando
Jos.ue pIdIO a Moisés Impedir a otros que estaban pro-
fetizando,' Moisés le respondió: "Oja!á todo el pueblo
de Jehova fuese profeta, y que Jehova pusiera su espíri-
tu sobre ellos" (Números 11:29). Este deseo llegó a ser
realidad en la experiencia de los ciento veinte discípu-
los e?- el día de Pentecostés (Hechos 2: 1-4) . Estaban
reum.~os hombres y mujeres, y el Espíritu Santo des-
cendió no sobre algunos sino sobre todos. Comenzaron
a hablar en otras, len~as las maravillas de Dios, y este
don de la profecía VInO a todos ellos indistintamente
no solamente a los doce apóstoles. Así es en nuestro dí~
también. Todos tenemos el privilegio y el deber de
hablar de Cristo a todo el mundo.
~unqu~ Pablo se goza en el hecho de que muchos
han SIdo ammados a hablar la palabra, tiene que reco-
nocer que no todos lo hacen con buenos motivos. Algu-
n,0s, a la verdad, predican a Cristo por envidia 1/ con-
tienda ... y anuncian a Cristo por contención, no sin-
ceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones.
Parece que estos son hombres que tienen celos perso-
nales. ~e Pablo a causa de su posición de influencia y
pre~tigIO. Ellos ven en la prisión del Apóstol una opor-
tumdad de superarlo y ensalzarse a sí mismos como
pre~c~dores y dirigentes. Piensan que ya que no pue-
de VIaJar y estar en .las iglesias, pueden ellos aprove-
charse de su ausencia para promover sus propios ínte-
r~ses egoísta.s, y partida~~s. Y parece que en todo esto
tienen también el propósito de molestarle, de pertur-
barle en su prisión. Sin duda llevan alguna enemistad
con el Apóstol, y piensan que su aumentada actividad
evangelística será para él causa de angustia. Pero es
todo lo contrario; Pablo se goza en su actividad.
23
LA VIDA EN CRISTO
¿Qué pues? Que 1W obstante, de todas maneras, o por
pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto
me gozo, y me gozaré aún., Aunque trabajan ~ajo pre-
texto, aparentando una razo~ por su predicaclOn cu~n­
do realmente tienen otra razon, Pablo no se va a dejar
amargar por su insinceridad. Mientras proclaman la
sana palabra de Cristo, y los hombres se salvan, se go-
,
zara.
Este espíritu magnánimo del Apóstol no debe en-
tenderse equivocadamente como evidencia de que los
motivos del obrero no tienen importancia siempre que
su mensaje sea correcto. Es cierto que Dios puede ben-
decir y usar aun la pre~icación insinc~ra e hip?crita,
pero esto no quiere decir que el pred1cador ser~ ben-
decido por semejante predicación. Si no trabaja mo-
tivado por el amor y la buena voluntad, toda su obra
será para él causa del juicio de Dios en su vida. Pa~l?
mismo dice, "Si yo hablase lenguas humanas y ange~­
cas ... si tuviese profecía. .. si repartiese t~~os mIS
bienes. . . v no tengo amor, de nada me sirve (1 Co-
rintios 13:Í-3). Según el Señor Jesucristo, "Muchos me
dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizam?s en
tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demomos, y
en tu nombre hicimos muchos milagros? y entonces les
declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedo-
res de maldad" (Mateo 7:22, 23). Si usamos el nombre
de Jesús para ensalzar nuestro propio nombre, ~legare­
mas a la ruina. Los que realmente son bendecidos en
su obra son aquellos que, según el Apóstol, lo hacen de
buena voluntad . . . por amor . . . por verdad. La buena
voluntad aquí. mencionada seguramente es para con
Pablo pero también se entiende que incluye a los de-
más. :EI amor es agape, el amor que se sacrifica a sí
mismo por el prójimo. La verdad se.,refiere. a que los
motivos aparentes de la proclamacIOn se ajustan a los
motivos reales.

EL GOZO DE
n. su CONFIANZA VICTORIOSA ANTE
LA VIDA O LA MUERTE 1:19-26
Porque sé que por vuestra oración y la suministración
del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi libera-
ción, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada
seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como
siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi
cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir
.es Cristo, y el morir es ganancia."Mas"OSi tI 'Vivir en""l:
carne resulta para mi en beneficio de la obra, no sé
entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy pues-
to en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo,
lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es
más necesario por causa de vosotros. Y confiado en esto,
sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros,
para vuestro provecho y gozo de la fe, para que abunde
vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia
otra vez entre vosotros.
, Este pasaje es uno de los más preciosos en las car-
tas de Pablo, por cuanto nos revela sus pensamientos
más íntimos y personales referentes a su actitud ante
la vida y la muerte. Las palabras esto resultará en mi li-
beración han llevado a muchos a creer que el Apóstol
está convencido de que no morirá, sino que saldrá de la
prisión con vida. Pero esto no es lo que Pablo quiere
decir, Estas cinco palabras (que también son cinco en
el griego original) representan una cita de Job 13:16
en la versión griega del Antiguo Testamento, llamada
la Versión de los Setenta (LXX). Probablemente Pa-
blo en su prisión romana haya estado leyendo Job en
sus actos devocionales, y haya encontrado inspiración-
y ayuda al comparar su propia experiencia con la del
patriarca. Job, a pesar de su sufrimiento y la crítica de
sus consejeros, tenía conciencia de haber actuado
debidamente y confiaba en que al fin seria vindicado.
Así también Pablo considera que ha tenido razón en
todo lo que le ha traído a su prisión, y que será vindi-
cado,
Pero la vindicación que él espera no es necesaria-
LA VIDA EN CRISTO 25
mente la liberación de su prisión y del verdugo. La pa-
labra traducida liberación es sotería que muchas veces
se traduce "salvación". Esta palabra significaba, para
la mente hebrea el "bienestar totar- Pablo" c?n~~a en
que todo 10 que le sucede resultara en su bien", sea
en esta vida o en la vida más allá de la muerte. L~ meta
1
de la salvación es la semejanza exacta a esucristo, y
el Apóstol comprende que to~o lo que esta expenmen-
tanda puede ser usado por DIOS para obrar esta seme-
janza en él (Romanos 8:28). Por lo tanto, su pro~un~o
deseo es comportarse de tal modo que no ,ten,ga mngun
acto, pensamiento o palabra que, por ser IDcl!gno de su
Señor, le causaría vergüenza: conforme a mt anhelo y
esperanza de que e~ nada seré .avergonzado; antes
bien con toda confwnza, como 8t~mpre, ahora ta.m-
bién será magnificado Cristo en mi cuerpo; o for ctda
o por muerte. Es aparente que para el Aposta s~ pro-
pia vida o muerte no tienen importancia; sólo.le Imp~r­
ta Cristo y lo que el mundo puede ver de Cnsto en el.
Su dese~ más profundo (mi anh~lo y esperanza) es
que Cristo siga siendo engrandecido en su cuerpo..
Esta palabra cuerpo (griego soma) no es ,una referen-
cia a sólo la parte física de Pablo, SIDO, ,segunel concep-
to hebraico a la totalidad de su ser, BIen "{lademos tra-
ducirla "pe~sona". El Apóstol ~esea que la grand.eza
de Cristo resplandezca a traves de su persona. SI ~e
toca vivir, glorificará a Cristo por su maner~ de se~u~r
sirviéndole bajo sufrimiento; si le toca monr, le glOn-
ficará por su manera de enfrentarse con el verdugo.
Pablo confía en que así será por dos razones
(v. 19): por vuestra oración y la ,suministra~?n del
Espíritu de [esucristo. La intercesion de los ñlípenses
a su favor será eficaz y, como r~sultad?, el Apóstol g~­
zará del pleno poder, de Jesucnsto ,mIsmo en ~?- ,pn-
.síón mediante el Espírítu Santo. As! lo prometió: He
aqui yo estoy con vosotros" (Mateo 28:20). Con la pre-
 26 EL GOZO DE
sencia de Jesucristo para sostenerle y fortalecerle, pue-
de en confianza victoriosa encarar la vida o la muerte.
Entonces el Apóstol define lo que significan para
él la vida y la muerte: Porque para mí el vivir es Cris-
to, y el morir es ganancia. Desde que Pablo se encontró
con el Señor en el camino a Damasco, la vida ha tenido
un solo sígnífícado.. Cristo. En aquel momento entró
en unión íntima y personal con él, de tal manera que
puede decir "ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí"
(Gálatas 2:20). La vida equivale a Cristo. Sin Cristo
no queda nada. Eles el origen y la meta, el motivo y el
propósito de la vida. Con Cristo, hay vida aun en la :
muerte: el morir es ganancia. Es ganancia porque sig-
nífica la continuación de la gloriosa vida en Cristo,
. pero sin las limitaciones de la vida en la carne.
Aunque Pablo anhela aquella comunión directa
y plena que vendrá en la muerte, también reconoce el
desafío y la satisfacción de la obra misionera en esta
vídg. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en be-
neficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Estas pa-
labras representan un esfuerzo de traducir un pasaje
muy difícil en el griego. Entendemos que el Apóstol
está diciendo lo siguiente: "Mas si el resultado de mi
juicio es vivir en la carne, entonces esto me dará la
oportunidad de seguir trabajando y cosechando, y dada
esta alternativa, no puedo decir lo que escogeré." Pa-
blo sabe que, sea lo que fuere el fallo de Nerón, segui-
rá viviendo. Si el fallo es la muerte, vivirá fuera de la
carne. Si el fallo esvida, vivirá en la carne. Pero si vive
en la carne, entonces podrá continuar su obra misione-
ra. Las palabras en beneficio de la obra se traducen
literalmente "cosecha de obra", y significan "la cose-
cha que resulta del trabajo". Con la perspectiva de esta
cosecha, Pablo se encuentra en un dilema: Porque de
ambas cosas estoy puesto en estrecho) teniendO deseo
de partir y estar con Cristo, lo cual es mucMsimo me-
LA VIDA EN CRISTO
ior; pero quedar en la carne es más necesario por ?au-
sa de vosotros. Las posibilidades. son dos, y e~ Apostol
siente la presión de ambas. La pnmera es pariu' y estar
con Cristo. La palabra griega traducida partir se usa
en escritos extra-bíblicos de un ejército que ~evanta el
campamento v de un barco que zarpa. Es fígura her-
mosa para la' muerte. Cuando el cristiano pa~e de est~
vida entra en la presencia inmediata de Cristo. Aquí
no hay ningún "sueño del alma" que según algunos
precede a la resurrección del cuerpo. La espe.ranza de
Pablo es pasar de esta vid~ ,en la ca~e a la Vida fuera
del cuerpo, la cual es también consciente, e~ la pres~n­
cía del Señor (2 Corintios 5:8). Esto es, segun el Apos-
tal, muchísimo mejor que la vida en la carne.
La segunda posibilidad es quedar en la c~rne. La
palabra carne en este pasaje no lleva un ~entido des-
pectivo referente al carácter moral de la Vida como en
?:
otros pasajes (por ejemplo, Gálatas ~9) .. Sola~ente
se refiere a la vida terrenal con sus Iímitacíones Inhe-
rentes. Fuera de la carne Pablo no puede se~ traba-
jando y cosechando en Filip,os, y, reconOCiendo que
hay mucho que hacer todavía, concluye que quedar
en la carne es más necesario por causa de vosotro~.
Este es su juicio humano. Se da cuenta de que la deci-
sión no es suya, y ya recorro.ció (1:2~) que el resultado
de su juicio es todavía mdetermmado. Su futuro
está en las manos de Dios, verdad que expresa en 1:22
con las palabras no sé entonces q1.f.é escoger, las c?-ales
probablemente deben traducirse no puedo. ~eclT ~o
que escogeré". No corresponde a ~ablo decidir p~rtlT
o quedarse; esto lo determmara DIOS. Pero el ,Apostol
tiene el presentimiento de que, dada la necesidad de
los filipenses, Dios le va a restaurar a ellos.
y confiado en esto, sé que quedaré, que aún per-
maneceré con todos vosotros para vuestro provecho y
gozo de la fe. Las dos palabras quedaré y permaneceré
 EL GOZO DE
representan un juego de palabras en el griego: meno y
parameno. La primera significa simplemente «quedar"
o "permanecer", mientras que la segunda quiere decir
«quedar alIado para ayudar". Es concebible que Pablo
siguiera viviendo en la carne pero sin contribuir a la vi-
da de los filipenses. Por lo tanto, agrega la segunda pa-
labra para afirmar que el único propósito en vivir sería
servir y al,'Udar a ellos. Será para vuestro provecho (o
"progreso', la misma palabra que en 1:12) y gozo de la
fe. La fe se refiere a la experiencia de constante con-
fianza y entrega a Dios en Jesucristo. Mientras más uno
se entrega a Cristo para cumplir su voluntad, más
gozo experimenta. Pablo quiere esta experiencia para
sus lectores, y espera que esto será el resultado de su
ministerio entre ellos: para que abunde vuestra gloria
de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre
vosotros.
Lo que es tan maravilloso en todo este pasaje (1:
19-26) es la confianza victoriosa con que el Apóstol se
. enfrenta con la vida. Tan profunda es esta confianza
que puede con perfecta calma y aun expectación gozo-
sa contemplar la muerte. El secreto de tal confianza es
Cristo, quien es para Pablo la vida. ¿Es posible en nues-
tro día que hombres y mujeres contemplen la muerte
con igual tranquilidad? La experiencia contesta que sí.
En el año 1953, mi esposa y yo estuvimos en San José,
Costa Rica, estudiando el castellano en la Escuela de
Idiomas, preparándonos para el servicio misionero en
Colombia. Tuvimos como compañeros de clase a Mel
y Evelyn Hatcher, que se preparaban para trabajar en
la Argentina. En 1965, nuestras sendas se cruzaron de
nuevo en Buenos Aires, donde invitamos a Mel y Eve-
lyn a cenar en nuestra casa. Estaban en camino a su
campo misionero en la provincia de Jujuy después de
un año de licencia en los Estados Unidos; tenían con
ellos a sus dos hijos adoptivos. Pocas semanas después
LA VIDA EN CRISTO 29
de su llegada a Jujuy, Evelyn sintió un dolor profundo
en el abdomen, y los médicos díagnostícaron un cán-
cer inoperable. Volvieron a los Estados Unidos, donde
los médicos le dijeron que le quedaban pocos meses de
vida. Se pusieron a esperar el fin. Unas semanas antes
de su muerte, Evelyn escribió lo que llamó "Pensamien-
tos Acerca de Mi Viaje a Casa" en el cual dijo lo si-
guiente:
"[Sí, voy a casa! ¡Qué gloríosol ¡Qué excitante! Nunca
han cantado los pájaros como esta mañana en la madruga-
da. Es como si fueran mensajeros invitándome a cantar
con ellos sus alabanzas al Creador. Rayos brillantes de sol
tocan a los árboles. Brisas celestiales entran suavemente
por la ventana abierta del dormitorio. Aquí me encuentro
acostada, preparada para el viaje más maravilloso que haya
hecho. Voy a casa a ver a mis seres queridos.
"Al acercarse el momento, la expectación se aumenta.
¿Cuándo llegaré? ¿Me estarán esperando? Claro que sí.
Puedo verles ahora -Tia Maria fue a su hogar celestial
cuando yo tenía quince años. Es extraño -ella también se
fue con el cáncer. Ha estado re~ocijándose durante años
rodeada de las hermosas flores, pájaros y plantas que
amaba.
"y aIli está Nírma, ~acias a Dios. Uno de nuestros pri~e;
ros convertidos en Argentina. En marzo de 1961 le nure
entrar en aquel bendito descanso celestial. Y pensar que
tan pronto estaremos juntas de nuevo. A.su lado está D?ña
Barba, como Marcia la llamaba; era rm madre ar~entin~.
Pasamos horas juntas, leyendo la Palabra, or~d~, regoei-
[ándonos en las victorias y llorando por los Indiferentes.
Había orado durante años que Dios enviara misioneros a
Calílegua. Nosotros éramos la respuesta de Dios a sus
oraciones. En el hospital de Jujuy silenciosamente entró
en su palacio celestial. ¡Apenas el año pasado su esposo
fue a estar con ella para nunca jamás separarse! .
"Hay otros también - Julia Guzmán de Bananal qUle~
durmió en Jesús unas pocas semanas después que le lleve
al Señor sentadas en aquel viejo banco sin pintar. Alli
está Ma;ia, de quince años, de Calilegua, quien murió
unas horas después de que anduvimos a casa de la escuela
dominical en una tarde calurosa en Urundel, cantando
"Tengo un Hogar en la Gloria". Y dulce Josefa, una se-
30 EL GOZO DE
ñoríta tan atractiva; cuán gozosa era al recibir a .Tesús,c~mo
su Señor. El Señor la llev6 a casa durante nuestro ultimo
año de licencia. También veré a las dos criaturas de Se-
gura y Francisca, y a tantos otros seres queridos de los
Estados Unidos.
"He aquí' las glorias son demasiado maravillosas para con-
templarla~; la hermosura y la esplendidez de todo ello, la
fragancia. [Mí Salvador y Señor es creador ?ce todo! , Gra-
cias, oh Señor, por salvarme cuando ~r~ joven. T~ .has
sido tan bueno conmigo. Un hogar erístíano, magníficos
padres, un hermano mayor y dos he.t;ro~as amantes: El
privilegio de servirte en la Escuela Blbhca; de .vacaclOn~s
y en la obra con la juventud en aquella IgleSia pequena
en el campo, días emocionantes .en. 18; l;lniversidad, ense-
ñando la Biblia por dos años en Vírgínía, y entonces los
planes para ir corno misionera al .Tap6n.
"Entonces tú obraste un gran milagro y enviaste a Mel a
mi vida ouando ya se había abandonado toda esperanza
del matrimonio, toda la alegría y las bendiciones de ser tus
servidores en la Argentina. ¡Cuánto amamos a aquel pue-
blo! Entonoes el gran clímax de darnos dos preciosos hijos:
Marcia y David. De veras, Señor, tú has sido tan bu~no
conmigo. I Gracias! Estoy encantad~ d.e estar e~ oammo
a casa a verte a ti; a tener oompanensmo eontígo para
siempre. Tómame oh Señor, en aquellos eternos brazos de
amor. "
Al final de la carta en que Evelyn expresó estos
pensamientos está una nota de Mel que dice: "Evelyn
se fue tranquilamente a la presencia del Señor el día
miércoles, 25 de Agosto de 1965:' Evelyn, como Pablo,
experimentó una confianza victoriosa ante la muerte.
y tal era esa confianza que sus preocupaciones no eran
por sí misma, sino por otros. Varios meses antes de su
muerte escribió una carta a la mujer que ella pensó
pudiera ser en la. providencia de Dios la futura esposa
de Mel y madre de sus hijos, en la cual expresó su gozo
ante la posibilidad de que se casara con él. Evelyn
entregó la carta a Mel con el pedido. de que. si en el
futuro parecía que así lo quería el Señor, se la entregara
a ella. Para. semejante persona, ciertamente el vivir es
Cristo y el morir es ganancia.
LA VIDA EN CRISTO 31
IlI. EXHORTACION A UNA VIDA DIGNA DEL
EVANGELIO 1:27-2:18
1. Que estén firmes en la persecución
Solamente que os comportéis como es digno del evange-
lio de Cristo, para que o sea que Y!iya. a veros, o que. este
ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mlsf!10
espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,
y en nada intimidad;os P?r los que. s~ , oponen, que para
ellos ciertamente es Indicio de perdición, mas para voso-
tros de salvación, y esto d~ Dios. P~rque a voso~os os ~s
concedido a causa de Cristo, no solo que crears en el,
sino también que padezcáis por él, teniendo el mismo
conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay
en mí.
Cualquiera que sea su suerte, el Apóstol tiene un solo
deseo para los filipenses: que se conduzca~. como es
diano del evangelio. Aunque no llegue a visitarlos de
m~vo, quiere recibir noticias de que están unidos aI~te
las demandas de su fidelidad a Cristo. La palabra gne-
ga traduci~a· qu,e.os compo~~éí:S. es signifi~ativa, qu~,­
riendo decir ongmalmente VIVIr como ciudadanos .
Con el uso de este término, Pablo está sugiriendo a sus
lectores que tienen el deber,de condu~irse dia~amen­
te a la altura de su ciudadama en el remo de DIOS. En
el pasaje de 1:27 a 2:18, .Pablo l~s ~xhorta a la uni~ad
de compañerismo que es imprescindible para la realiza-
ción de la misión que les ha sido confenda; a saber, la
comunicación de las buenas nuevas de Cnsto.
Las palabras de 1:27-30 ?~S recuerd~ ~ue la fide-
lidad al evangelio era nada fácil para los fílípenses, de-
bido a que se estaban enfrentando con la oposición.
Así que el ~póstolles in~ta a que / e~tén firmes en un
mismo eepuitu, combatiendo unammes por la fe del
evangelio. Deben vivir y actuar como una sola perso-
na, con un solo espíritu y alma. C omb~tiendo traduce
una palabr,a que se usaba .con referencía a. las compe-
tencias atleticas y de gladiadores, y da la Ide~ ?e una
actividad intensa y agotadora. Los creyentes filipenses
32 EL GOZO DE
son como un grupo en la arena rodeados de fieros con-
trincantes, y si esperan vencer, deben unir sus fuer-
zas para la lucha. Están siendo atacados por la fe del
evangelio, o sea, la nueva vida de fe que ha sido produ-
cida en ellos por la predicaci6n del evangelio. Cuando
uno ordena su vida diaria según esta fe o confianza, es
inevitable que se encuentre con la oposici6n del mundo.
Los que se oponen en Filipos pueden ser judíos que ob-
jetan al mensaje acerca de Jesús, pero más probable-
mente son opositores paganos, cuya vida ha sido re-
prendida por el modo de vivir de los cristianos.
La reacci6n valiente de Jos creyentes en nada in-
timidados, constituye una señal de parte de Dios para
los perseguidores. La falta de temor en los cristianos
tiene un efecto tremendo sobre sus enemigos quienes
tienen que reconocer que semejante valor s6lo puede
provenir de fuentes sobrehumanas. Y si están oponién-
dose al poder de Dios, entonces reconocen que esto no
puede terminar sino en su propia destrucci6n. Sin
duda la manera en que Esteban acept6 la muerte a
mano de sus enemigos era, para Saulo de Tarso, un pa-
tente indicio de su propia perdici6n y de la salvaci6n
de Esteban. Dios toma el sufrimiento victorioso del
cristiano y lo convierte en instrumento para la realiza-
ci6n de su prop6sito redentor.
Sufrir por amor de Cristo no es, por lo tanto, ac-
cidental. Mas bien, Pablo dice a los filipenses, Porque
a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo
que creáis en él, sino ta,mbién que padezcáis por él. Es
decir que Dios en su gracia .ha dado al cristiano dos
dones inseparables: el don de la fe en Cristo (Le. la
nueva vida en él) Y el don de sufrir por amor de Cris-
to. El uno necesariamente implica el otro. El creyente
acepta el sufrimiento en nombre de Cristo como un
privilegio otorgado por Dios, y lo dedica a Dios como
medio de dar testimonio al mundo de su amor y gracia.
LA VIDA EN CRISTO 33
Así fue en el caso de Pablo cuando primero llegó a Fi-
lipos (Hechos 16:19-34), y mediante su castigo y en-
carcelamiento, el carcelero y su familia llegaron a creer
en Cristo. Y así es ahora en su prisi6n en Roma, con
todo el pretorio escuchando su testimonio a Cristo
( 1: 13 ). Entonces lo que sobreviene a los filipenses no
es nada extraño al Ap6stol; les recuerda que es el
mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que
hay en mí.
2. Que vivan en unidad 2:1-11
(1) El camino de la unidad: la humildad 2:1-4
Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún
consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si
algún afecto entrañable, si alguna misericordia, comple-
tad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor,
unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por
contienda o por vanagloria; antes bien con humildad
estimando cada uno a los demás como superiores a él
mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino
cada cual también por lo de los otros.
Estas palabras nos dan a entender que el compa-
ñerismo en la iglesia de Filipos está en peligro, Pablo
quiere evitar que la divisi6n llegue a ser reaf, y, por lo
tanto, les exhorta a la unidad, sin la cual la iglesia no
puede vivir dignamente del evangelio de Cristo. En el
versículo 1 presenta cuatro consideraciones poderosas,
las cuales deben predisponer a los lectores no s6lo a
atender su exhortaci6n sino también a vivir en armonía
Jos unos con los otros. Consolación en Cristo puede
traducirse "estímulo de la vida común en Cristo". El
hecho de' que los cristianos todos comparten la misma
vida de Cristo, de que forman el cuerpo de Cristo, es
tremendo estímulo a la unidad. Consuelo de amor se
traduce "incentivo del amor" (VLA). El amor cristia-
no tiene poder tremendo para conmover el corazón, y
el que lo experimenta no puede seguir en desuni6n
con su prójimo, Comunión del Espíritu quiere decir el
34 EL GOZO DE
"compañerismo del Espíritu". Los cristianos todos
comparten del mismo Espíritu Santo, el cual les une a
Dios y por ende a todos los hijos de Dios. Afecto entra-
ñable . .. misericordia también se traduce "ternura y
compasión" (VHA). Debe existir en la iglesia una pie-
dad afectuosa que obra eficazmente para enlazar a los
miembros y hacer imposible la discordia. Cada creyen-
te ha recibido de Dios el estímulo de la vida común en
Cristo, el incentivo del amor de Cristo, el compañeris-
mo del Espíritu y la ternura y compasión. Ahora, cada
creyente debe trasmitir a su hermano esto mismo que
ha recibido de Dios.
Si los filipenses permiten que estos poderosos fac-
tores operen entre ellos, su unidad será una realidad
y el gozo de Pablo quedará completo. Completad mi
gozo da la idea de "colmar", como si Pablo dijera "ha-
ced rebosar mi copa de gozo". Pablo siente profundo
gozo por sus convertidos, lo cual se aumentará cuan-
do sepa que están sintiendo lo mismo, teniendo el mis-
mo amor, unánimes sintiendo una misma cosa. Así ex-
perimentarán unidad de afecto y unidad en el sentir.
Esto no quiere decir la uniformidad rígida de opinión
y creencia -no tienen siempre que mantener el voto
unánime- sino que debe mantenerse la unidad de es-
píritu y de propósito aun cuando haya divergencia de
opiniones. El Apóstol sigue su exhortación señalando
aquello que destruye la unidad: Nada hagáis por con-
tienda o por vanagloria. Nácar-Colunga traduce acer-
tadamente así: "No hagáis nada por espíritu de com-
petencia, nada por vanagloria." Los filipenses nunca
deben ser motivados por un espíritu partidario o por el
deseo de prestigio personal. Dwight MoodJ decía que
la contienda es tratar de tumbara los demas y la vana-
gloria es ensalzarse a sí mismo. La respuesta a la con-
tienda y la vanagloria es la humildad: antes bien con
humildad, estimando cada uno a 'los demás como su-
LA VIDA EN CRISTO 35
periores a él mismo. "'Humildad' traduce una palabra
griega no usada con aprecio antes del Nuevo Testa-
mento. Los moralistas griegos tenían en poco la humil-
dad. Fue Cristo quien la hizo marca del carácter más
noble" (Hunter). Aprendemos la humildad a los pies
de Cristo quien no vino a ser servido, sino a servir y
quien lavó los pies de sus discípulos. El cristiano que es
llevado de la humildad estima a los demás como supe-
riores a él mismo. Es decir que, consciente de sus pro-
pias faltas, y reconociendo los valores positivos en el
hermano, está dispuesto a aprender de él. Esto es muy
contrario al espíritu ambicioso del que quiere ascender
la escalera del prestigio personal en la iglesia usando
a los demás miembros como peldaños. Donde cada uno
busca 10 suyo, no puede haber otra cosa que el conflic-
to y la desunión.
Así que Pablo amonesta: No mirando cada uno
por lo suyo propio, sino cada cual por lo de los otros.
Cada miembro en particular y sin excepción debe
abandonar su ensimismamiento para interesarse en la
vida y los problemas de sus hermanos. Sólo así podrá
escapar del egoísmo, que es la esencia del pecado, La
gloria de la iglesia de Cristo es que en ella los hombres
aman a su prójimo como Cristo les amó. Una antigua
historia ,cuenta de un hombre que soñó con que estaba
en el infierno. Vio el infierno como un gran salón de
fiestas con mesas repletas de alimentos deliciosos,
manjares y bebidas abundantes. Pero los festejantes
que se sentaban a .las mesas con alimentos en la mano
eran flacos, y estaban hambrientos, y, prácticamente,
moribundos. "¿Cómo será esto?", se preguntaba el so-
ñador. Entonces vio la razón: todos los festejantes te-
nían los brazos tiesos de tal modo que no podían do-
blar el codo para .hacer llegar la comida a la boca. Y
su castigo infernal era precisamente eso, pasar la eter-
nidad can una. hambre tremenda en presencia. de
36 EL GOZO DE
abundantes alimentos y sin poder ingerirlos. De repen-
te cambió la escena y el hombre se encontró en el cielo.
Vio e~ ci~lo como ~n gran salón d~ fiestas, igual que
~n el mfIe;no. Se dIO cue~ta tambien de que los feste-
]~ntes teman los brazos tiesos como aquellos del in-
fiemo. Pero en cambio estaban bien alimentados y sa-
l~da?,les" gozán~ose p!~namente d~l banquete celes-
tíal. ¿Como sera esto? se pregunto. Entonces vio la
ra~ón: aunque los festejantes no podían hacer que el
alimento llegara a su boca, iestaba cada uno alimen-
tando al que estaba frente a él en la mesa! De ese modo
todos quedaron contentos y satisfechos en la vida ce-
lestial, no mirando cada uno por lo suyo propio, sino
cada cual por 10 de los otros.
(2) El Ejemplo de la Humildad: Cristo 2:5-11
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en
Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó
el ser i~l:U a pio~ como cosa a que aferrarse, sino que
se despOJO a SI mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres; y estando en la condición de
hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios tamo
bién le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se
~oble toda ro~illa de I~s que están en los cielos y en la
tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Pablo está rogando a los filipenses que dejen a un
lado .s~s propias ambiciones egoístas y sus deseos de
prestígío personal para vivir una vida de servicio mu-
tuo en amor Y: armo;na. Sólo así p.~ede la 'iglesia desha-
cerse de la discordia y la desumon y cumplir su mi-
sión redentora. La respuesta a su or~ullo dice él
está en Jesús yen su ejemplo de la hWnild~d. Pah1~
nunca escribió nada más sublime en cuanto a Jesús
que este pasaje (2:5-11). La verdad es que estos ver-
sículos han servido durante los siglos como texto prin-
cipal para los teólogos en su esfuerzo por definir la doc-
LA VIDA EN CRISTO 37
trina de la persona de Cristo. Pero aun con todo su in-
terés teolózíco, no debemos nunca olvidamos de que
el propósitg d~l Apóstol en estas líneas no es teórico
sino netamente práctico. El quiere que la vida de los
filipenses sea como la vida de Jesucristo.
El versículo 5 es dificil de traducir: Haya, pues,
en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Je-
sús. El problema es que en el griego no aparece el ver-
bo hubo, y los traductores necesariamente tienen que
suplir un verbo para dejar una oración completa. La
Versión Latinoamericana lo presenta en esta forma:
"Haya entre vosotros este sentir que tenéis en Cristo
Jesús", lo cual me parece más acertado. Según esta
traducción Pablo está diciendo que los filipenses de-
ben experimentar en sus relaciones mutuas como cris-
tianos el mismo espíritu que es engendrado en ellos
por su comunión con Jesucristo. Así que, a mi juicio,
el Apóstol está diciendo lo siguiente: "Cuando el cre-
yente está ante Jesucristo en adoración y ~labanza,
tiene un solo deseo: el de amar y servir a su Senor; aho-
ra bien, cuando el creyente está ante sus hermanos en
la ízlesia debe tener el mismo deseo, es decir, de amar
y s~vir ~ ellos." Entonces en los versículos 6 al 11, Pa-
blo presenta el ejemplo de Jesús quien, ante la huma-
nidad necesitada, se humilló a sí mismo en su deseo de
amarla v servirla. '
Es rnuy probable que en 2:6-11 tengamos las pala-
bras de un himno acerca de Cristo cantado con fre-
cuencia en la iglesia primitiva. Quizás P~blo , 10 escu-
, chara por primera vez en Damasco o Antíoquía, y aho-
ra, guiado por el Espíritu Santo, lo incorpora en .su
carta a los filipenses. Cuando se contempla ~n el gn.e-
go original, tiene todos los aspectos de un himno:1 rit-
mo, cláusulas equilibradas, paralelismo, estrofas. Fá-
- 1 Véase las evidencias presentadas por A. M. Hunter, Paul and ñi. ere-
e M Press, 1961) págs. 39-44.
decessors, (London: S
 38
EL GOZO DE
cilmente se divide en seis estrofas de tres líneas cada
una, en esta forma: >
l. El cual, siendo en forma de Dios
No estimó el ser igual a Dios '
e.omo cosa a qué aferrarse,
lI. Sino que se despojó a sí mismo
Tomando forma de siervo
Heoho semejante a los hombres;
IlI. y estando en la condición de hombre
Se humilló a sí mismo, ,
Haciéndose obediente hasta la muerte
(y muerte de cruz).
IV. Por lo cual Dios también le exaltó hasta 10 sumo
y le dio un nombre
Que es sobre todo nombre
V. Para que en el nombre de jesús
Se doble toda rodilla
De los que están en los cielos, y en la tierra, y
debajo de la t i e r r a ; >
VI. y toda lengua confiese
Que Jesucristo es el Señor,
Para gloria de Dios Padre.
Alc?nsiderar las estrofas, veremos que varias de ellas
ref~eJan .el cuadro del Siervo sufriente presentado por
Isalas (45;~3; 52;13~53;12). ~ambién hay reflexiones
de la creaeíon y la calda de Adán en Génesis (1:26, 27
Y 3:5). En este caso, como en otros, pasajes del Anti-
gU? Testamento si,rvieron para presentar el mensaje de
Cnsto en forma hímníca,
"El tema ~el hir~mo", dice A. M. Hunter, "es Jesús
el segundo Adan quien, venciendo la tentación en la
cual. cayó el primer Adán, eligió el papel del Siervo
sufnente, y por su obediencia hasta la muerte fue exal-
tad~ por Dios y hecho Señor de todas las cosas crea-
das . Es, muy importante ver el contraste entre el pri-
mer Adan y el segundo Adán, el cual es tan evidente
en todo el himno. Adán fue creado a la imagen de
LA VIDA EN CRISTO 39
Dios, pero no contento con su posición de inferioridad
quiso ensalzarse para ser igual a Dios, y así dirigir su
propio destino. En cambio, Jesucristo, quien siempre
había existido, en su estado preencarnado, en plano de
igualdad con Dios, se humilló a sí mis~o, haciéndose
obediente a la voluntad de su Padre. ASI que por su
obediencia, el Segundo Adán rectificó la desobedien-
cia del Primer Adán, y le fue restaurado el dominio
universal que se había prometido a éste.
Ciertas expresiones en el himno son de interés es-
pecial, y merecen atención. Siendo no viene del ver-
bo comúnmente usado para "ser" sino de otro que quíe- .
' re decir "existiendo originalmente". Forma es de una
palabra griega que significa "la expresión plena y ver-
dadera" del ser en cuestión. Así que, siendo en forma
de Dios quiere decir que Jesucristo siempre había exis-
tido en su estado preencamado como la representa-
ción visible de Dios mismo. Es una afirmación clara de
la deidad de Jesús.
Se despojó a sí mismo se refiere a la encarnación de
Cristo, e incluye su vida y su muerte. Toda su experien-
cia en los días de su carne fue un derramamiento de sí
mismo por amor de otros (véase Isaías 53:12, "derra-
mó su vida hasta la muerte"). Se despojó es del verbo
griego kenoo, de donde viene la expresión "teorías ke-
nóticas". Estas teorías son esfuerzos para explicar el
misterio de la encarnación, a saber, lo que el Cristo pre-
encarnado tuvo que abandonar cuando se hizo hom-
bre. Las explicaciones son muy variadas. Un extremo
mantiene que Cristo dejó de ser divino para poder ser
humano. Otro extremo, deseoso de defender la divini-
dad del Cristo encarnado, afirma que no dejó nada al
hacerse hombre. Claro está que no podemos compren-
der el misterio que es la unión de Dios con el hombre.
Solamente podemos hacer tres declaraciones: (1) Je-
sucristo es Dios; (2) Jesucristo es hombre; (3) Jesu-

40 EL GOZO DE
cristo es una sola persona. En él hay la perfecta unión
de la divinidad y la humanidad. Si deseamos alguna
descripción del "kenosis", quizás no podamos mejo-
rar aquella que viene (en su esencia) de A. H. Strong:
En su encarnación Cristo rindió el eiercicio indepen-
diente de los atributos divinos. Cada palabra es impor-
tante. Cristo no rindió su divinidad, ni los atributos di-
vinos. Tampoco rindió el ejercicio de los atributos di-
vinos, como los evangelios claramente demuestran. Lo
que rindió fue el ejercicio independiente de los atributos
divinos. Es decir, que él se hizo dependiente del Padre
en todo lo que experimentó en los días de su carne.
Todo lo que hizo, 10 hizo en obediencia al Padre, con-
fiando en él lo mismo que nosotros los demás seres hu-
manos debemos hacer. Esto explica las tentaciones de
Jesús, que no eran fingidas, sino reales, v sus oraciones
como en el caso de la resurrección de Lázaro. El poder
de sus milagros no era suyo, sino del Padre quien ac-
tuaba por medio de él. Jesús habló y actuó como hom-
bre, con el poder de Dios obrando en él.
Tomando forma de siervo es evidentemente una
referencia al Siervo del Señor según lo presenta Isaías.
F arma es de la misma palabra griega que forma en el
versículo 6. ¡El, cuya verdadera naturaleza es divina,
ahora toma la verdadera naturaleza de un siervo! La
palabra traducida siervo es la común para "esclavo" y
señala cuán completa era la sumisión de Cristo a la vo-
luntad de Dios.
Hecho semejante a los' hombres puede traducirse
más exactamente "llegando a ser semejante a los hom-
bres", y debe compararse con siendo en forma de Dios·
(v. 5). Cristo Jesús siempre había existido como la ex-
presión verdadera de la naturaleza de Dios, pero "lle-
gó a ser" en determinado momento, semejante a los
hombres. Y estando en la condici6n de hombre da én-
fasis al hecho de que nada en su apariencia terrenal le
LA VIDA EN CRISTO
41
distinguía de un hombre. Así sus contemporáneos .le
encontraron, de veras un ~er huma~o como cualqmer
otro. Nos recuerda de Isaías 53:2, ~o hay p~recer en
él ni hermosura; le veremos, mas SIn atractivo para
, "
que le deseemos.
Se humilló a sí mismo ilustra las palabras del
Apóstol en el versículo 3, antes bien con T:u,lmild~d, ~s­
timando cada uno a los demás como supenores. ~ ,elm'lS-
mo. La humillación de Cristo se ve en la SUIDlSIon p~r­
fecta de su voluntad a la voluntad de su Padre. Se hIZO
obediente hasta la muerte. Obediente es la palabra
clave del himno. Antes de Jesús, Dios nunca había YIS-
to a un hombre perfectamente obediente. La obedien-
cia en sí es para él humillación, porque antes de su en-
carnación no obedecía a nadie. Pero ahor~, es~an?o. en
condición de hombre, tiene una obediencia sin límite,
que no se detiene aun ante la muerte. Y muert.e de cru!,
parecen ser palabras parentéticas de P~blo, Introd~cI­
das al himno en forma exclamativa. Jesus fue obedIe~­
te no sólo hasta la muerte, sino hasta la ~uert~ más VI~,
que se reservaba para esclavos, revol~lcI~~anos? y en-
minales. Murió en la cruz de Barrabas. Maldito por
Dios es el colgado" (Deut. 21:23).
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo.
La obediencia es seguida por la gloria. Esta es la .l,ey
divina que la autohumillación resulta en la exaltaclOn.
Isaias '52:13 dice: "He aquí que 'mi sierv~ será prospe-
rado, será engrandecido y exaltado, y ser~ puesto muy
en alto." Así que, Jesucristo a cons~cuencIa ~e su obe-
diencia, fue levantado a una posicion de glona y honor
que es aun más alta que la que ocupaba antes de su e~­
carnación. Porque volvió al cielo no sólo ,como ,el HIJO
eterno de Dios, sino como el hC?mbre Jesus. AsI como
no abandonó su deidad al vemr al I~lUndo, tampoco
abandonó su humanidad al volver al CIelo. Como hom-
bre es exaltado hasta lo sumo. y Dios le dio un nombre
 42
EL GOZO DE
que es sobre todo nombre. El griego se traduce más
exactamente "el:' nombre que es sobre todo nombre.
Es un nombre específico y especial que le ha sido dado
¿cuál es? El versículo 11 nos 10 dice: Señ01'.
Cuando Moisés preguntó a Dios su nombre, Dios
contestó "Yo soy el que soy. y dijo: Así dirás a los hijos
de Israel: Yo soy me envió a vosotros" (Exodo 3:14).
Y~ soy es;'p0r supuesto.una traducción del nombre que
DIOS nablo en aquella cIrcunstancia, el cual se relaciona
con el verbo hebreo hayah, ser. Los textos hebreos
no tenían signos vocales, puesto que la escritura hebrea
es consonantal. Para pronunciar las palabras escritas
es necesario agregar los sonidos vocales correspondien-
tes. Las consonantes del nombre para Dios son YHWH,
10 que se ha llamado "~l divino tetragrammaton". No
sabemos exactamente como se pronunciaba aquel nom-
bre, puesto que los hebreos no conservaron su pronun-
cia?~ón. Pa~a ellos el nombre era tan sagrado que no
quisieron 111 hablarlo, Por 10 tanto, al encontrar el nom-
bre en el texto bíblico consonantal, pronunciaban en su
lugar otro nombre para Dios, Adonaí. Y cuando sízlos
después, lo~ eruditos mas~retas editaron el texto he~'eo
de la Bíblía agregando SIgnos vocales, se conformaron
con agregar a YHWH las vocales de la palabra Adonaí.
De allí viene nuestra palabra "Jehová", que es sólo
un compuesto de las consonantes de una palabra y las
vocales de otra, La erudición de hoy cree que original-
mente el nombre divino era Yahweh, pero no podemos
estar seguros. . de Dios por amor del hermano.
Ahora bien, cuando se hizo la traducción del An-
tiguo~~stamento del hebreo al griego, la cual se llama
la Versión deJos Setenta, los traductores tradujeron el
nombre ~e DIO~ YHWH, con la palabra griega Kuríos.
o sea, Señor. Yesta es la palabra que se usa en este him-
no, El nombre que es sobre todo nombre es el nombre
inefable Señor. y este es el nombre que Dios ha confe-
LA VIDA EN CRISTO 43
rido al hombre Jesús, a consecuencia de ~u obediencia.
Dios lo hizo para que en el nombre de Jesus se doble to-
da rodilla de los que están en los cielo~, 11 en la tierra,. y
debajo de la tierra, 11 toda lengua coniiese que ~esucris-
to es el Señor, para gloria de Dios ~ad~e. Aq~~ e11,con-
tramos el primer credo cristiano kurios iesous, Jesus es
el Señor", que aparece también en Romano~ 10:9 ~ 1
Corintios 12:3. El hombre de Nazaret, Jesus, ya rema
sobre el universo y es dueño de el nombre. To~os los se-
res en todas partes han ,de recon?cer su au~ondad. Va-
liéndose de la cosmología de su epoca, el ~I~.no decla-
ra que todos los habitantes de las tres dn'~slOnes ~el
universo, cielos, tierra y las partes subterraneas,. nn-
den culto a Jesús. El es el hombre supremo del umver-
so En las grandes cuestiones internacionales con que
n~estro mundo se enfrenta hoy en día, el hombre m~s
importante no .está en :vas.hingto~, Londr~s, Pans,
Moscú o el Vaticano. Mas bien esta en los CIelos, sen-
tado sobre el trono del universo, reinando hasta que
todos sus enemigos sean subyugados a él, y se haya
cumplido el propósito eterno de Dios Padre (1 Conn-
tios 15:24-28; Isaías 45:23). .
Como ya hemos notado, no debemos ~erdern?s en
especulaciones teológicas sobre este. sublime ,hImno.
Más bien debemos recordar el propósito del Apóstol en
citarlo: que sus l:ctores sigan el elem~lo de su Señor,
humillándose a SI mismos en obedíencía a la voluntad
3. Que lleven a cabo su salvación, 2: 12-18
Por tanto, amados míos, como siempre h:-béis obedecid?,
no como en mi presencia solamente, sino muc!t? mas
ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con
temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros pro-
duce así el querer como el ~acer, por su. buena voluntad.
Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que
seáis irreprensibles y sen~i.n0s, hi}os de Dios sin mancha
en medio de una generaeion maligna y perversa, en me-
dio de la cual resplandecéis como luminares en el mun-
44 EL GOZO DE
do; asidos de la palabra de vida, para que en el día de
Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano,
ni en vano he trabajado. Y aunque sea derramado en
libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me
gozo y regocijo con todos vosotros. Y asimismo gozaos
y regocijaos también vosotros conmigo.
La preocupación principal de Pablo es por la uni-
dad de la iglesia en Filipos, cosa que se mantendrá sólo
mediante la humildad de cada miembro (2: 1-4). El
ejemplo de humildad lo tienen en Cristo (2:5-11).
Ahora en el pasaje que está ante nosotros) el Apóstol
basa su exhortación a la unidad sobre el concepto cla-
ve del "himno de Cristo", o sea la obediencia a Dios.
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obede-
cido, no como en mi presencia solamente, sino mucho
más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salva-
ción con temor y temblor. En un tiempo los filipenses
habían tenido la presencia de Pablo para animarles en
su obediencia a Dios. Pero ya que el Apóstol está lejos
de ellos, y no pueden aprovecharse de su diario ejem-
plo y de su constante inspiración, deben seguir igual
el camino de la obediencia. Y lo que Dios manda es
ocupaos en vuestra salvación. Es fácil tomar estas pa-
labras como evidencia de que la salvación eterna del
hombre se alcanza por medio de los esfuerzos huma-
nos. Parece que así ]0 entiende Ia versión Nácar-Colun-
ga cuando traduce "trabajad por vuestra salud". Pero
.no se puede entender lo que piensa el Apóstol sin pres-
tar atención cuidadosa a las palabras que usa. Salva-
ción representa la palabra griega sotería. Esta palabra,
juntamente con su forma verbal, se usa en el Nuevo
Testamento para designar las tres fases de la salvación,
a sabe.r, ~9t? d~fi~i~v?):el_'p!oces¡Y\.~on.~inuo, y 1~
~gnsuma_ClOn 1iñaI. La inunaci6n de la VIda cristiana es
el' énfasiscllaIlaoPablo dice, "Porgue en esperanza fui-
mos salvos" (Romanos 8:24). El desarrollo de la vida
cristiana se contempla en 1 Corintios 15:2 cuando dice)
LA VIDA EN CRISTO 45
"Sois salvos, si no creísteis en vano." Y la consumacián
de la vida cristiana se ve en Romanos 5:9 donde dice)
"Seremos salvos de la ira." Según Pablo, e.t~13'ye~tt3h~
sido salvado) está siendo salvado v será ._~f)1vado. AsI
qüe hí. ·;iáf~~ación es üñevento ·pasádé),-lnia experiencia
presente) y una esperanza futura.
Ahora bien, cuando Pablo escribe a los filipenses
ocupaos en vuestra salvación, se está refiriendo no al
comienzo de su vida cristiana, sino al desarrollo de ella.
La palabra ocupaos puede traducirse, como en la Ver-
sión Moderna, "llevad a cabo", que expresa bien la
fuerza del verbo griego. Cuando el escultor recibe un
bloque de mármol, apenas comienza su trabajo. Le
toca llevar a cabo la imagen que tiene en mente. Así es
con .los creyentes. Su salvación ya es una realidad pero
la imagen que Dios ha propuesto para ellos todavía no
ha sido debidamente formada. Y aquella imagen es la
de su Hijo (Romanos 8:29). Deben de llevar a cabo su
salvación con temor y temblor. Esta frase puede tradu-
círse "con humildad y respeto", y me parece que se
refiere no tanto a la actitud del creyente ante su Dios
como a su actitud ante sus hermanos en Cristo. Puesto
que la salvación que se está llevando a cabo es mutua
(véase abajo), es de suma importancia que se manten-
ga el espíritu correcto en el comportamiento de cada
miembro de la iglesia con sus compañeros, (véase
Míchael). Pablo ya habló de este espíritu cuando es-
cribió "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo
también en Cristo Jesús" (2:5 VLA).
En el versículo siguiente (2: 13 ), el Apóstol expli-
ca que la obra del hombre en el desenvolvimiento de la
salvación es producto de la iniciativa y operación di-
vinas. Porque Dios es el que en vosotros produce así el
querer como el hacer, por su buena voluntad. Aquí ve-
mos que no es el esfuerzo humano que lleva a cabo la
salvación, sino Dios quien obra en los creyentes tanto
 EL GOZO DE
el deseo ?omo el poder para re~lizar su propósito. Pa-
blo mantiene en perfecta relacion la soberanía de Dios
y el ,libre albedrío del hombre. La actividad de Dios
~o .es el en~~igo de la libertad, humana, ni tampoco
h.mIta la actIv~dad del hombre. No paraliza al hombre,
S1110 que le libra del pecado y egoísmo para poder
p.erdonar, amar y servir al prójimo. La actividad de Dios
tIene, e~ efecto ~e activar al hombre para realizar los
propósitos de DIOS y, en este caso, el propósito de Dios
es la buena voluntad. Entendemos que el griego debe
tomarse en este sentido, que Dios está obrando en la
iglesia de Filipos para promover la buena voluntad en-
tre los hermanos.
, Es impor~ante observar que la "salvación" a que el
Apostol.s: refiere en e.s~e pasaje es la salvación mutua
de los filipenses, S~_q.!!1.g~. ,~" la., c()ngregación entera
cuando exhorta, qpupaosen vuestra salvación. Se inte-
resa por el bienesiar'OeTosJilipenses' coinó un cuerpo
y no sólo en la salvación personal de los miembros in~
dividuales. La imagen de Cristo debe ser formada en
l~iglesiat,al1to.. 9.oíIl~-en·los iiüJ}viduos. Claro está que
la una cosa depende de la otra. La vida cristiana no se
desarrolla en un vacío. Los creyentes necesitan el uno
del otro en el desenvolvimiento de la ímazen de Cris-
to er: ellos. La ;;alvación tendrá que desarr011arse en co-
múriídad. Aquí vemos la necesidad imprescindible del
compañerismo cristiano en la realización de la meta de
la salvación, que es la semajanza a Cristo en la vida
de los creyentes.
La l~njclad, de" !a,Jg!~~ia enFílipos está el1 peligro,
y el Apostol teme que la fa,lta,C1E). amor "enfré los
hen:~anQ.~.g.§curezcaJ~_~_JE,a,g~n ,?e Cristo',qúe lacongí'e-
gacIOn debe presentar ante el mundo. Por eso dice:
Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que
seáis irreprensibles y sencdlos, hijos de Dios sin man-
cha en medio de una generación maligna y perversa,
LA VIDA EN CRISTO 41
en medio de la cual resplandecéis como luminares en
el mundo. La luz que alumbra este mundo de tinieblas
e~ aquella que se emite cuando los discípulos de Cristo
VIVen en amor, perdonando y sirviendo los unos a los
otros. No es fácil vivir sin riñas y peleas en la iglesia
pero vivir así es la única manera de manifestara Crist~
~nte el ~undo. Cuando los creyentes se comportan
írreprensíblemente, ,llevando una vida sana entonces
se identifican como hijos de Dios que comparten de su
na~uraleza. En un mundo lleno de odio, la iglesia de
Cnsto es donde se debe encontrar el amor verdadero
que, como la luz de las estrellas, ilumina el mundo en
la. noche moral en que se encuentra, y lo guía hacia
DIOS.
Además, el Apóstol les exhorta a estar asidos de la
palabra de vida, para que en el día de, Cristo yo pueda
gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he
trabajado. Deben retener la verdad del mensaje que él
les predicó, la cual les trajo vida, y vivir según ella. De
otro modo puede ser extinguida la luz de su influen-
cia, y echada a perder toda la labor del Apóstol entre
ellos. El día de Cristo es cuando Cristo regresa en su
"parousía", y se realiza el juicio final. Toda la obra de
Pablo se hace con miras a aquel gran día. Su deseo es
que su obra sea aprobada, y que pueda alezrarse de un
trabajo bien hecho. Quizás el Apóstol esté ~omparando
su obra misionera entre los filipenses con el trabajo' de
un tejedor de carpas, que era su oficio. Si no trabaja
bien, entonces la tela será rechazada por ser mal teji-
da, y toda la labor del obrero ha sido en vano.
Pablo está dispuesto, a hacer cualquier sacrificio
a.favor de la fide~dadde los filipenses a la palabra de
VIda. Este pensamiento le lleva a contemplar la posibi-
lidad de su condenación bajo César, en cuyo caso pre-
sentará su muerte a Dios como un sacrificio. Y aunque
sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio
 EL GOZO DE
de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.
Aquí el Apóstol usa la terminología del culto sacríficial
del templo. La fe de los filipenses requiere la presenta-
ción de un sacrificio a Dios, el cual es su vida de ser-
vicio obediente a él. La libación era una ofrenda lí-
quida que se derramaba sobre y alrededor del altar, y
que tenía el efecto de "cerrar con broche de oro" la
presentación del sacrificio. Pablo entiende que si tie-
ne que morir, será por amor de los filipenses, para com-
pletar lo que están presentando a Dios. Así que el Após-
tol exhorta a los filipenses, y asimismo goza os y regoci-
jaos también vosotros conmigo. El concepto de la
muerte como un sacrificio a Dios la enrioblece y la llena
de significado. A cada creyente le corresponde el pri-
vilegio de ofrecer su muerte como un sacrificio sacer-
dotal al Señor.
El misionero Santiago Crane relata que uno de los
primeros creyentes que él conoció al llegar a México
fue María Morales, de Tuxpan, Jalisco. María Morales
había sido una cantinera. Su conversión fue, en mayor
parte, el resultado de haber leído un relato católícorro-
mano de los sufrimientos físicos de Cristo en la Vía Do-
lorosa y en la cruz. Según el relato, los "escribas v sa-
cerdotes" desempeñaron un gran papel en la condena-
ción y muerte del Salvador. Los únicos sacerdotes que
ella conocía eran los católicos romanos, y así le entró
la duda acerca de su religión. Comenzó una búsqueda
de más conocimiento acerca del Salvador y no mucho
tiempo después conoció a Cristo personalmente y rom-
pió con el pecado y con Roma. A pesar de la notable
transformación de su vida, fue sometida a persecución
vigorosa, y durante muchos años era la única creyente
en Tuxpan. Pero paulatinamente se fue formando a su
derredor un pequeño grupo de creyentes quienes al fin
fueron organizados en una iglesia bautista. Ya de avan-
zada edad, se enfermó gravemente y fue llevada a
LA VIDA EN CRISTO 49
Guadalajara para recibir atención médica. Cuan10 los
médicos le dijeron que no podían hacer nada mas por
ella, respondió: "Entonces llévenme de regreso a Tux-
pan. Quiero que mi pueblo vea cómo muere una per-
sona cristiana." [María Morales quiso presentar su
muerte como un sacrificio a Dios! Y, en efecto, así fue.
Su modo de comportarse en sus últimos días, y la for-
ma en que se enfrentó con la muerte, trajo gloria a Cris-
to en Tuxpan.
IV. CARTAS DE RECOMENDACION 2:19-30
1. Timoteo 2: 19-24
Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para
que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro
estado; pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que
tan sinceramente se interese por vosotros. Porque todos
buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Pero
ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha
servido conmigo en el evangelio. Así que a éste espero
enviaros luego que yo vea cómo van mis asuntos; y con-
fío en eÍ Señor, que yo también iré pronto a vosotros. ~
Ahora el Apóstol escribe de sus planes de enviar a
Timoteo como su mensajero a la iglesia de FiIipos.
Quiere saber la condición actual de la iglesia, y puesto
que no puede ir personalmente, desea que otro vaya
para luego traerle noticias. Evidentemente Pablo había
querido enviar a otro, dejando a Timoteo en Roma,
para acompañarle y ~yudarle en, su prisión; Pero pare~e
que ningún otro habla estado dispuesto a hacer e~ VIa-
je, teniendo otras ocupaciones que atender. La ínter-
pretación del Apóstol es que todos buscan lo suyo pro-
pio, no lo que es de Cristo Jesús. Quizás esto nos parez-
ca alero severo, pero cuando consideramos la entera
dedi¿~ción de Pablo a la obra de Cristo, podemos en-
tender su sorpresa cuando otros no están dispuestos a
cualquier sacrificio. En todo caso, no hubiera podido
encontrar mejor representante que Timoteo, que es del
mismo ánimo que Pablo, y que se interesa profunda-
50 EL GOZO DE
mente en los filipenses. Timoteo estaba con Pablo en su
segundo viaje misionero cuando se fundó la iglesia e~
Filipos, y los filipenses conocen personalmente los me-
ritas de él. La palabra griega aquí traducida méritos se
usa de la prueba de metales. Es como si Pablo dijera:
"Tímoteo ha pasado la prueba y vosotros sabéis que es
genuino." La prueba es su servicio fiel con Pablo en la
obra misionera, como hijo a padre. Timoteo será en-
viado, dice el Apóstol, luego que yo vea c6mo van mis
asuntos. Todavía no está seguro del resultado de su
juicio en Roma. Sin embargo, tiene esperanza de visi-
tarles personalmente en un tiempo no muy lejano:
confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros.
Fíjese en cómo toda la experiencia de Pablo está en
unión con Cristo: espero en el Señor Jesús (v, 19) y
confío en el Señor (v. 24). [De veras para el Apóstol el
vivir es Cristo (1 :21) I
2. Epafrodito 2:25-30
Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi her-
mano y •colaborador y compañero de milicia, vuestro
mensajero, y ministrador de mis necesidades; porque él
tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente
se angustió porque habíais oído que había enfermado.
Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero
Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino
también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre
tristeza. Así que le envío con mayor solicitud, para que
al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza.
Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en
estima a los que son como él; porque por la obra de
Cristo estuvo próximo. a la muerte, exponiendo su vida
para suplir 10 que faltaba en vuestro servicio por mí.
Epafrodito había venido a Roma como emisario
de la iglesia para entregar una ofrenda de dinero a Pa-
blo v para quedarse a atender al Apóstol en sus nece-
sidades, v había hecho un buen trabajo. Pero de pronto
se enfermó, quizás con la temida "fiebre romana", y
durante un tiempo estuvo próximo a la muerte. Noticias
de su enfermedad habían llegado a Filípos, y los
LA VIDA EN CRISTO 51
hermanos se pusieron tristes. Su tristeza fue comunica-
da de algún modo a EpafI:odito, Y, esto le ca~só angus-
tia. Seguramente Epafrodíto sufna nostalgia por su
querida iglesia, a la que servía quizás como diácono ?
aun pastor. La enfermedad de su fiel amigo fue moti-
vo de aflicción para el Apóstol, y su muerte le habría
sido un !!olpe tremendo. Pero Dios le salvó de esta dura
prueba ';'1 restaurarle a Epafrodito su salud. Pablo,
sensible a la nostalgia de su amigo, determinó enviar-
lo a Filipos. Es probable que Epafrodito protestara la
decisión de Pablo, insistiendo en que su deber era que-
darse a servirle de parte de la iglesia. ¿Qué pensarán
los hermanos si él vuelve ahora? Seguramente algunos
creerán que ha abandonado su responsabilidad, y le
darán una recepción fría. "Yo me cuidaré de eso' , di-
ría el Apóstol, "cuando escriba la carta que tú llevarás
a la iglesia". Y en efecto, en éste pasaje P~blo con mu-
cha solicitud explica el regreso de Epafrodíto y exhorta
a que sea recibido dignamente.
Noten bien los términos elevados con que se refie-
re a Epafrodito: mi hermano y colaborador y compa-
ñero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de
mis necesidades. Es hermano porque ha compartido
con Pablo la comunión más íntima de cristianos. Es co-
laborador porque ha trabajado hombro a hombro con
él. Es compañero de milicía porque en el servicio mi-
sionero ha sido un verdadero luchador. La palabra
mensajero representa la expresión griega que se tradu-
ce "Apóstol" en otros lugares del Nuevo Testamento.
Ministrador es del griego leitQurgos, que era también
un título de honor conferido por el Emperador a un
ciudadano que había hecho algún gran servicio a favor
del imperio. Al tal se llamaba "Benefactor". Si el Após-
tol se refiere a Epafrodito con tales terminas, entonces
la iglesia no puede dudar de la lealtad de su emisario.
y Pablo agrega que por la obra de Cristo estuvo próximo
52 EL GOZO DE
lf la muerte, exponiendo su vida. Fue por su dedicación
Incansable que Epafrodito trabajó más allá de sus
fuerzas y se expuso a la enfermedad. La palabra expo-
niendo traduce una palabra griega (paraboleusame-
nos) que se usa en referencia a los jugadores. Epafro-
dito había "jugado con su vida" en su servicio a Cris-
to. De esta misma palabra viene el nombre dado a cier-
tos en la iglesia primitiva que arriesgaban su vida para
atender a personas enfermas con la peste v la fiebre.
A estos enfermeros se les llamaba "ParaboÍani" o "ju-
gadores". En 252 D. de J.c., la peste arrasó a la ciu-
dad de Cartago. Los paganos huyeron dejando a los
enfermos sin atención y a los muertos sin sepultura.
Entonces el obispo, Cipriano, reunió a su congre-
&ación y comenzaron a enterrar los cadáveres y aten-
der a los enfermos. Así pudieron salvar a la ciudad de
desolación. Estos eran los verdaderos "parabolaní",
porque estaban,dispuestos a [ugar con su vida para
servir a los demas en nombre de Cristo. Los tales son
di~os sucesores de Epafrodito. Recibidle, pues, en el
Seno1', con todo gozo, dice el Apóstol, y tened en esti-
ma a los que son como él. Merece una recepción cris-
tiana y honrosa.
V. ADVERTENCIA CONTRA LOS
JUDAIZANTES Y LA CONFIANZA
EN LA CARNE, 3:1-7
Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me
es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros
es seguro. Guardaos de los perros, guardaos de los malos
obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. Porque
nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu serví-
mos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo
conf~anza en la carne•.Aunque y? tengo también de qué
confiar en la carne. SI alguno piensa que tiene de qué
confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día
del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo d~
hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo
perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que e~
LA VIDA EN CRISTO 53
en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para
mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de
Cristo.
Las primeras palabras de este capítulo: Por lo de-
más hermanos, gozaos en el Señor, bien pueden enten-
derse como parte de la sección anterior. Pablo, habién-
dose referido al espíritu de sacrificio de parte de Epa-
frodito, piensa en el gozo que da sufrir por causa de
Cristo. Así que repite la expresión de regocijo que ca-
racteriza esta carta.
Entonces el Apóstol advierte a los filipenses en
cuanto a un peligro muy real. Antes él les había escri-
to sobre este peligro (quizás en una carta ya perdida
para nosotros). Pero de igual modo repite su adver-
tencia, observando que a mí no me es molesto el escri-
biros las mismas cosas, y para vosotros es seguro. La
advertencia tiene que ver con los judaizantes. No se
identifican con este nombre, pero no hay duda de que
es a ellos que el Apóstol hace referencia. Los judaizan-
tes eran cristianos judíos que insistían en que era ne-
cesario ser judío para poder beneficiarse de la salva-
ción que Dios ofrece en Cristo. Si uno no nació judío,
pero quiere ser cristiano, entonces debe convertirse tam-
bién al judaísmo, llegando a ser prosélito mediante la
ci;clIDc,isión y la adopción de las leyes religiosas judías.
Solo aSI, decían, puede uno pertenecer al pueblo elegi-
do de Dios. Según ellos la salvación es el resultado 'de
la obediencia a la ley mosaica, y el papel de Cristo es
ayudar al creyente a cumplir con aquella ley. Pablo re-
sistió fuertemente esta interpretación, insistiendo en que
la salvación es enteramente de la gracia de Dios, me-
diante la fe en Cristo Jesús, y completamente aparte de
la ley mosaica. Obligar al gentil a hacerse judío para
ser salvo era para Pablo una perversión completa del
evangelio. Buscar la salvación mediante el cumplimien-
to de la leyera confiar en el esfuerzo humano en vez de
54 EL GOZO DE
la gracia de Dios. El resultado sería que la salvación no
fuera don de Dios, sino producto del hombre.
Ahora, Pablo había atacado la interpretación judai-
zante en el concilio de Jerusalén (Hechos 15), y el
acuerdo tomado allá fue que no se debía demandar a
los gentiles la aceptación del judaísmo mediante la cir-
cuncisión. Pero los judaizantes no se dieron por venci-
dos, y siguieron difundiendo su interpretación en las
iglesias, tratando de convencer a los gentiles de la
necesidad de la circuncisión. Para contrarrestar esta
influencia perniciosa, el Apóstol escribió su carta a los
Gálatas, en la cual expuso en términos muy claros los
errores de los judaizantes y la naturaleza del evangelio
genuino. Pero el peligro persiste, aun algunos diez años
después, y Pablo encuentra necesario en esta carta
advertir a los filipenses en contra de los que amenazan
su congregación.
Guardaos de los perros, guardaos de los malos
obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. Se
puede sentir la emoción del Apóstol en estas palabras.
Tres veces repite guardaos. Su experiencia con los judai-
zantes le ha enseñado que es necesario mantener la
vigilancia constante contra ellos. Entonces los describe
en tres expresiones muy fuertes. Primero, son perros.
Este es el término que el judío siempre usaba en sus re-
ferencias despectivas a los gentiles. Para nosotros hoy
en día el perro puede ser un animal querido, que vive
en la casa con uno, que acompaña a la familia como
amigo, y que es objeto de cariño. Pero no fue así en el
mundo antiguo oriental. Los perros eran despreciados
y odiados. Andaban por las calles de la ciudad en jau-
rías, comiendo basura y despojos. Eran feos sucios y
salvajes. Por lo tanto, perros era el término indicado
para expresar el tremendo odio del judío contra el
gentil. Ahora, Pablo toma este mismo término y lo vuel-
ca contra los judaizantes. ¡Estos son realmente .los
LA VIDA EN CRISTO 55
perros! Segundo, son malos obreros. Los judaizantes
realmente trabajan, son fanáticos en su actividad, pero
su obra es maligna. Tercero, son mutiladores del cuer-
po. Esta expresión representa una sola palabra en el
griego, que puede traducirse "cortamíento" o "muti-
lación". Es un juego de palabras que Pablo emplea
aquí. No puede con justicia llamarlos "la circunci-
cíón" porque han mutilado el significado original de
la ordenanza, haciéndola esencial a la salvación. Por lo
tanto, les llama "la mutilación". Cuando Dios dio a
Abraham el rito de la circuncisión, era como señal del
pacto entre ellos (Génesis 17:11 ). Todo varón había
de ser circuncidado para identificarlo como integrante
del pueblo del pacto. Así que los hebreos fueron lla-
mados "la circuncisión". Pero con el trancurso del tiem-
po, la señal llegó a tomar el lugar de la realidad que re-
-presentaba, o sea el pacto, de tal modo que los judíos
pensaban que el mero acto físico de la circuncisión
efectuaba la salvación. Y los cristianos judaizantes per-
sistían en este error. El rito en que insisten no puede
llamarse "circuncisión" en el sentido verdadero y ori-
ginal, sólo puede denominarse "mutilación". Y los que
se someten a él no son realmente el pueblo de Dios.
Entonces Pablo identifica a los que son realmen-
te la circuncisión, o sea, el verdadero pueblo de Dios:
Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espí-
ritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no
teniendo confianza en la carne. Hay tres característi-
cas. Primero, en espíritu servimos a Dios. Aunque el
griego lo deja indeterminado, es probable que espíritu
es aquí una referencia al Espíritu Santo, y debe escri-
birse con E mayúscula. La palabra servimos también
significa "adoramos". Pablo afirma que la adoración
del cristiano auténtico no encuentra su inspiración en
la esfera de los ritos externos, sino que está impulsado
por el Espíritu del Dios vivo. Segundo, nos gloriamos
56 EL GOZO DE
en Cristo Jesús. Los cristianos auténticos encuentran
su gozo en su unión con Cristo, y no en otra cosa fuera
de él. La Versión Popular lo traduce así: «nos alegramos
de ser de Cristo Jesús". Tercero, no teniendo confian-
za en la carne. La palabra carne se usa en varios senti-
dos en las cartas de Pablo. Fundamentalmente quiere
decir el lado material del ser humano. En este sentido
"la carne" no es mala y no debe identificarse con el pe-
cado. Es parte de la buena creación de Dios. Pero tam-
bién Pablo usa "la carne" para describir al hombre en
su flaqueza moral. El pecado, que es el verdadero ene-
migo del hombre, se vale de la condición material del
hombre, y hace de la carne su base de operaciones. En-
tonces la carne, dominada por el pecado, se convierte
en enemigo de Dios ysus propósitos. (Véase Romanos
8:1-13 para este uso de «carne"). Debemos tener cuida-
do en no confundir este uso de la palabra «carne" con
"cuerpo", haciendo así una antítesis falsa entre el cuer-
po y el espíritu del hombre. Más bien «la carne" se re-
fiere a la naturaleza íntegra del hombre en su enemis-
tad con Dios. Por ejemplo, según Romanos 8:7 uno pue-
de tener una «mente carnal". Entendemos entonces que
la carne es algo muy adentro del ser del hombre, algo
en que el hombre participa como miembro de una raza
caída, y que le lleva a buscar lo suyo en lugar de hacer
la voluntad de Dios. Ahora bien, cuando el Apóstol es-
cribe no teniendo confianza en la carne, quiere decir
que el cristiano auténtico no confía en nada de lo que
tiene o puede hacer como ser humano para lograr la
aceptación con Dios. De los versículos siguientes enten-
demos que en este pasaje la referencia de la palabra .
carne es a la herencia religiosa, la nacionalidad, y los
ritos externos, sobre todo la circuncisión. Los judíos (y
los judaizantes) dependían de la circuncisión carnal y
de la descendencia de Abraham como prueba y segu-
ridad de que eran el pueblo elegido de Dios. Pero Pa-
LA VIDA EN CRISTO
blo afirma que el verdadero pueblo de Dios no confía
en estas cosas, que pertenecen a la carne. .
El Apóstol no quiere que los que escuchan su car-
ta piensen que él tiene en poco las ventajas religiosas
carnales solamente porque no las posee. Ningún judai-
zante podría superar a Pablo en este sentido: Aunque
yo tengo también de qu! con~iar en la carne. Si algur;o
piensa que tiene de. que confiar en la carne, yo mas.
y entonces numera los prívilegios que han sido suyos,
debido a su herencia judía. Circuncidado al octa~o dui,
así como la ley prescribe para uno que nace judío-s
sus padres no eran paganos. Del linaje de Israel, es de-
cir descendiente directo del original pueblo del pae-
to~ sus padres no eran prosélitos. De la tribu de Ben-
jamín, una tribu sobresaliente. Benjamín era el único
hijo de Jacob que naci,ó en Palesti~a: Su ~ribu dio el
primer rey, a Israel, Sau~, y fue .l~ ~~llca tribu que f,ne
fiel a Juda cuando el remo se dividió. No todos los JU-
dios del tiempo de Pablo sabían a qué tribu pertene-
cían, pero Pablo sí. Hebreo de los hebreos quiere decir,
según la Versión Hispanoamericana ''hebreo descen-
diente de hebreos". Significa que sus padres no eran
[udíos helenistas que hablaban sólo el griego, sino [u-
dios hebreos que seguian usando también el hebreo (o
arameo), aunque vivían fuera de Palestina, en Tarso de
Cilicia. Esto nos dice mucho acerca del hogar de la ni-
ñez de Pablo. Si sus padres conservaban el idioma del
pueblo hebreo, entonces conservaban las costumbres
también. Así que Pablo hablaba el arameo que era la
forma contemporánea del hebreo, y había sido instruido
en las costumbres de su pueblo desde una edad tierna.
Hasta aquí Pablo ha mencionado privilegios que le
vinieron por herencia; ahora se refiere a 10 que alcanzó
mediante sus propios esfuerzos. En cuanto a la ley, fa-
riseo. Entre los judíos había dos sectas prominentes
de que leemos mucho en el Nuevo Testamento: los es-

EL GOZO DE
cribas y los fariseos. Los escribas eran intérpretes oficia-
les de la ley mosaica. Su deber era aplicar la ley a la
vida diaria, para que el pueblo pudiera saber cómo vi-
vir sin violar los mandamientos. En sus interpretacio-
nes de los Diez Mandamientos, los escribas habían de-
ducido 613 preceptos. Si el judío obedecía todos los
613 preceptos, podía estar seguro de que no estaba vio-
lando los Diez Mandamientos. Podemos tomar por
ejemplo la ley sobre el sábado. Según esta ley, no se
debe hacer obra alguna en el séptimo día. ¿Pero qué
constituye trabajo u obra? Los escribas contestaron
esta pregunta, dando instrucciones minuciosas. Por
ejemplo, si uno está caminando en la calle y comienza
a llover, debe cambiarse la ropa mojada lo antes posi-
ble, porque el peso del agua en la ropa empapada es
una carga y no se debe llevar una carga el día sábado.
Tampoco se debe escribir una carta en el sábado por-
que el peso de la tinta en la punta de la pluma es una
carga; y estaba prohibido viajar más que un kilómetro
en el sábado- pasar un kilómetro sería pecar. Y era
prohibido comer un huevo si el huevo había sido puesto
en el sábado, a menos que la gallina estuviera desti-
nada para la mesa, en cuyo caso se permitía comer
el huevo. ¡También era prohibido llevar dientes pos-
tizos en el día sábadol
Con sólo estos ejemplos anteriores podemos darnos
cuenta de lo muy difícil que era cumplir con todos los
613 preceptos. La verdad es que la gran mayoría ]0 en-
contró prácticamente imposible, si tenían que vivir una
vida normal y atender sus responsabilidades. El re-
sultado es que muchos del pueblo común se dieron por
vencidos, y no hicieron el esfuerzo, ganándose así el
nombre de "pecadores". Pero surgió una secta llamada
los "fariseos", que se apartaron de la vida común, con
la intención de dedicarse a nada más que el cumpli-
miento minucioso de la ley según la interpretación' de
LA VIDA EN CRISTO
59
los escribas. Su nombre, "fariseos". sign!fi~a ~os "apa~'­
tados" o "separados". En toda la hIst01;a ludia, ~os f~­
riseos nunca llegaron a contar con m~s ,de seis míl
hombres en cualquier momento. Consbtman ~a flor y
nata del judaísmo. Ahora bien, Pablo perten~c~~ a este
grupo selecto el más estricto de toda su religión, cosa
que le daba ~rgul1o y satisfacción.
El Apóstol sigue enumerando lo que había alcan-
zado mediante su propio esfuerzo: en cuanto a dcelo,
perseguidor de la iglesia. Esto comp;ueba que su eyo-
ción a la fe de sus padres no era fría y .camada, smo
que era ardiente. Seguramente es con tnsteza que Pa-
blo recuerda su persecución del verdadero pueblo . de
Dios (compárese 1 Corintios 15:9). En cuanto a la?".y-
ticia que es en la ley, irreprensible. Pablo cump ta
todos los 613 preceptos ~e la ley. Nadie p,odía l~vantar
el dedo para señalar algun punto en que el había falla-
do. Su cumplimiento era perfecto.
Ahora en el versículo siete, el Apóstol e~cribe de
una experiencia que cambió totalmente ,su slste~a de
valores. Pero cuantas cosas eran para m-¡, &anancw, las
he estimado como pérdida por amor de C?nsto. Laspa~
labras he estimado traducen el verbo gnego que ~sta
. en tiempo perfecto, tiempo que expresa una expenen-
cia definida en el pasado con resultado~ permanen-
tes. Señalan un momento definido en la v~da de Pab~o
cuando vio que todo aquello en que confiaba era sin
valor ante Dios y cuando renunció a todo por amor de
Cristo. ¿Qué momento fue ese? Seguramen~e fue cuan-
do Pablo se encontró con el Cristo resucItado. en ~}
camino a Damasco. En aquel momento Pablo entendió
que lo que él antes consideraba de, sumo valor" era
realmente, peor que nada, un obstaculo entre el y
Dios.
 EL GOZO DE
VI. SU DESEO DE GANAR A CRISTO Y SER
HALLADO EN EL, 3:8-11
y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida
por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi
Señor, por amor del cnal lo he perdido todo, y lo tengo
por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no
teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que
es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la
fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y
la participación de sus padecimientos, llegando a ser
semejantes a él en su muerte, si en alguna manera lle-
gase a la resurrección de entre los muertos.
En el versículo 8, Pablo declara con aun más én-
fasis su renuncia de todo. Y ciertamente aun represen-
ta cinco partículas en el griego. Así se expresa la fuerza
y pasión de la convicción de Pablo. Estimo está en el
tiempo presente, mientras en el versículo anterior este
verbo aparece en el tiempo perfecto. Veinticinco años
han pasado desde que Pablo se encontró con Cristo en
el camino a Damasco. En aquel entonces estimó que lo
que para él era ganancia ya quedaba sin valor en com-
paración con Cristo y, todavía, un cuarto de siglo des-
pués sigue estimándolo así. Y no le son pérdida sola-
mente las cosas enumeradas en los versículos cinco y
seis, sino todas las cosas. Nada puede compararse a
la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús. La pa-
labra conocimiento quiere decir mucho más que la
simple comprensión intelectual; quiere decir el conoci-
miento que es mediante la experiencia personal. La
fuerza de este concepto para la mentalidad hebrea se
encuentra en Génesis 4:1 donde dice: "Conoció Adán a
su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín."
También se ve en Mateo 1:25 donde dice de José y
Maria, "pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo
primogénito'. Este conocimiento, lejos de ser abstrac-
to e intelectual, era por medio de la unión más intima
y f.rofunda entre dos seres. Es conocimiento experimen-
ta . Pablo entiende que nada vale en esta vida sino la
LA VIDA EN CRISTO
unión íntima y la identificación personal con Jesucristo
a quien él conoce como mi Señor. "Por amor de este Se-
ñor no solo he estimado todo lo demás como pérdida,
sino que en verdad lo he perdido." Ya es para él ba-
sura, despojos que se echan a los perros (¿los judaí-
zantes?). .
El propósito de la vida de Pablo es ahora ganar a
Cristo y ser hallado en él. Esto significa identificarse
con Jesucristo de la manera más completa. Pablo quie-
re que la vida de Cristo sea la vida suya, de tal modo
que sus actos, sus pensamientos, sus sentimientos, sus
palabras y, finalmente, aun su cuerpo, sean como los
de Cristo. Quiere, en el momento de su muerte y en el
día del juicio final, ser hallado en él. La justicia de
Cristo, que él demostró en los días de su carne, era real
y viva. Era una justicia que provenía de Dios mismo y
que se demostraba en el amor para con el prójimo. Era
una justicia que se revelaba en el interés profundo por
el semejante en todas sus necesidades, y que se entre-
gaba a si mismo para que esas necesidades fueran satis-
fechas. La verdadera justicia, la única que Dios acepta
es aquella que Jesús Vivió y que está registrada para
nosotros en los cuatro Evangelios. Esta justicia nada tie-
ne que ver con la justicia que Pablo antes buscaba me-
diante sus propios esfuerzos. Aquella, que Pablo llama
mi propia justicia, era la que alcanzó mediante la obe-
diencia a las prescripciones de la ley de Moisés. Era una
justicia legal, basada en el cumplimiento de ceremo-
nias formales V obras meritorias, observando los 613
la
preceptos de ley. Dios no quiere, ni acepta semejan-
te justicia que es por la ley. Sólo acepta la que es por
la fe de Cristo, o sea la que resulta por la entrega de la
vida de Cristo. Cuando el hombre entrega su vida a
Cristo, entra en unión con Cristo. El Cristo resucitado
y ex.altado, mediante el Espíritu Santo, entra en el hom-
bre, y comienza a vivir en él. Desde ese momento,·
62 EL GOZO DE
Cristo mismo inspira en él amor para con el prójimo,
el deseo de ayudarlo y el foder para ser,:irlo. Valiéndose
de la vida entregada de creyente, Cristo alcanza al
necesitado para socorrerlo. A')Í que la vid~ del creyen- .
te se convierte en una just~cia re~l y gen~llna, n? l~g~l
y ficticia. Y pU,esto que DIOS est.a en Cns~o, la jUS~CIa
producida por el en el creyente tiene su ongen en DIOS;
es de Dios por la fe. Dios acepta la justicia que él mis-
mo ofrece al hombre en Cristo Jesús. Mediante l~ acep-
tación de Cristo, la cual es la fe, el hombre recibe de
Dios la justicia que Dios demanda'. Cuap?o .Pablo
muere, quiere estar tan plenament~ IdentlflCa~o con
Cristo que al presentarse ante el tribunal de DIOS no
se puede ver sino la justicia de Cristo en su vida.
La pasión de Pablo es el conocimiento experime~­
tal de la vida de Cristo. Anhela tener en su propia
vida la experiencia de su Señor, para que conozca el Po."
der de su resurrección, y la participación de sus pa~e,cz,­
mientos. ¿Por qué quiere el poder de su resurreccwn,?
Porque requiere poder sobrehumano para cumplir
la misión que Dios le ha encomendado. Llevar una
vida de justicia, negarse a sí mismo por amor de los
demás demanda poder, mucho poder. Que los hom-
bres que andan en la muerte reciban la vida req?iere
una enerzía transformadora. Pablo sabe que semejante
poder noMestá en su propia persona. Pero aquel poder
vivificador está en el Cristo resucitado y glorificado, y
está disponible mediante la presencia de Cristo en el
hombre. Pablo se ha encontrado con este tremendo po-
der de resurrección, y quiere experimentarlo plena-
mente en su ministerio al identificarse más perfecta-
mente con Cristo. Pero para experimentar el poder de
la resurrección es necesario morir; no hay .resurreccíón
sin muerte. Así que el Apóstol declara que quiere la
participación de sus padecimientos, llegando a ser se-
mejante a él en su muerte. Lo que Pablo anhela no es
LA VIDA EN CRISTO 63
el sufrimiento v muerte física (el martirio) sino la ex-
periencia interior de la negación del egoísmo que per-
mitirá que Cristo reine libremente en su vida. Es cier-
to que cuando Pablo se encontró con Cristo en el cami-
no a Damasco, murió a su vida vieja y resucitó para
una vida nueva. Pero eso fue el comienzo del proceso
constante de muerte v resurrección. Jesús lo había ex-
plicado a sus discípulos cuando dijo, "Si alguno quie-
re venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su
cruz cada día, y sígame" (Lucas 9:23). No se puede
conocer el poder de resurrección cada día si no se ex-
perimenta la muerte cada día. Aunque el poder del
hombre viejo ha sido quebrantado, persiste en el es-
fuerzo de dominamos de nuevo. El doctor W. T.Con-
ner solía decir, "Se puede matar al gato siete veces y
queda muerto; pero se puede matar al yo mil veces
y a la mañana siguiente se levanta muy vivo:' Y así es
en la vida cristiana; el hombre viejo ha de crucificarse
cada día. Es notable que la estructura griega de este
pasaje demuestra que el conocer a Cristo en el poder
de su resurrección y. el conocerle en la participación
de sus padecimientos no son dos experiencias separa-
das, sino dos aspectos de la misma experiencia. Así
que el orden de las dos cosas es sin Importancia; son
experiencias concurrentes. La constante muerte al
"yo" y la constante resurrección a nuevo poder se ex-
perimentan a la vez.
Se cuenta que un joven metodista recién salido del
seminario, fue nombrado como pastor de una iglesia en
un pueblo pequeño. No estaba contento con su nuevo
pastorado, porque pensaba que sus capacidades y do-
nes merecían una responsabilidad mayor y que no
eran debidamente apreciados por los miembros senci-
llos de su pequeña congregación. Pero se conformó
con pasar un año allí en espera de que en la próxima
reunión de la conferencia anual sería trasladado a una
64 EL GOZO DE
posición más de acuerdo con sus talentos. Lle~ó. la
Conferencia, y grande fue su desilusión cuando ayo que
había sido nombrado a seguir otro año en el mismo
pueblo. Al cien-e de la sesión se encontró con un pastor
anciano y le dijo: "No puedo volver allá. No me apre-
cian. A la verdad, [me están crucífícandol" Con gran
sabiduría el anciano pastor le miró fijamente y le dijo:
"Sí, joven, yo sé. Le están crucificando. Pero el proble-
ma suyo es que usted todavía no ha muerto." Estas pa-
labras penetraron el corazón del joven pastor como
una flecha. Se fue a meditar, y recordó las palabras de
Jesús: "Niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígame." En ese instante murió para consigo mismo,
volvió a su pueblo en un nuevo poder y se dice que en
el año siguiente casi cien personas entregaron su vida
a Jesucristo por el ministerio de aquel joven.
En el versículo 11, el Apóstol señala la meta final
de la identificación con Cristo: si en alguna manera
llegase. ala resurrecciotide entre los muertos. Aquí la
referencia es a la resurrección del cuerpo. Pablo quiere
experimentar el poder de la resurrección de Cristo
cada día en su vida misionera, pero también mira ha-
cia adelante, a la éonsumación final y la resurreceíón
de los muertos, cuando recibirá un cuerpo semejante
al cuerpo del Cristo resucitado. Entonces la identifica-
ción de Pablo con Cristo quedará completa: su deseo
de ser hallado en él se habrá cumplido finalmente. Las
palabras si .en alguna manera llegase no expresan duda
en cuanto a la salvación final, sino que son una expre-
sión de humildad. El pensamiento que ' él será como
Cristocorporall1lente es para Pablo tan glorioso que le
es casi increíble. Pero por la gracia de Dios, así será.
LA VIDA EN CRISTO 65
VII. LA VERDADERA MADUREZ CRISTIANA
3:12-21
1. Prosiguiendo a la Meta, 3:12-16
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto;
sino que prosigo por ver si logro asir aquello para lo
cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo
mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa
hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y ex-
tendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Así que, todos Ios que somos perfectos, esto mismo sin-
tamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará
Dios. Pero. en aquello a que hemos llegado, sigamos una
misma regla, sintamos una misma cosa.
En estos versículos Pablo emplea la figura de la
carrera para describir el progreso en la vida cristiana.
La meta, como nos dijo en los versículos anteriores, es
la semejanza exacta. a Cristo, que tiene su culminación
en el día de la resurrección final. Mientras dure esta
vida terrenal, Pablo tiene una sola ambición, un solo
ideal: asemejarse a Cristo en su manera de vivir y de
servir a Dios y al prójimo. Prosigo, dice, por ver si lo-
gro asir aquello para lo cual fui también asido por
Cristo. Su ambición de alcanzar la semejanza a Cristo
data desde aquel día cuando en el camino a Damasco
Cristo extendió su mano, le detuvo, le dio media vuel-
ta y le ordenó proseguir a la nueva meta: Aunqueveín-
ticinco años han pasado desde aquella experiencia, y
aunque su vida está acercándose a su fin, el Apóstol no
cree que ha alcanzado lo que le correspondía en aquel
lapso. Hubiera podido avanzar mucho más en esta
vida. N o que haya alcanzado ya, ni que ya sea perfec-
to . . . no pretendo haberlo ya alcanzado. La palabra
perfecto quiere .decir "maduro". Pablo está en camino
a realizar la completa madurez de Cristo, pero aún no
la ha logrado, y está consciente de que le falta mucho.
Pero alcanzar este ideal de Cristo es para él la única
cosa que vale la pena en esta vida: una cosa hago. No
66 EL GOZO DE
permitirá que nada le distraiga de esto, ni aun el pro-
greso realizado en el pasado. Olvidando ciertamente
lo que queda atrás, y extendiédome a lo que está de-
lante, pI'osigo a la meta. Lo que Pablo olvida del pasa-
do son sus éxitos espirituales, es decir, la parte de la
carrera cristiana ya corrida. No es que Pablo tenga
vergüenza de ella, sino que no le permitirá adormecer-
le con un espíritu de satisfacción. Aprendí cuando era
atleta en la universidad que mirar atrás en una carrera
podía ser fatal. Mirar atras causa que se pierda en algo
el ritmo, y aunque sea una pérdida mínima, puede ser.
suficiente para que otro le alcance. ¡Sería una locura de-
tenerse a mirar la distancia que ha cubierto para en-
tonces aplaudirse a sí mismo! Más bien hay que contar
la distancia que queda por delante y proseguir. De igual
modo el cristiano no puede vivir comparando su esta-
do actual con lo que era en el pasado. Debe más bien
comparar su condición presente con la madurez de
Cristo y entregarse a alcanzar aquel ideal lejano. La
palabra extendiéndome nos pinta el cuadro del corre-
dor en pleno esfuerzo con el pecho sacado para llegar
a la cinta. Cristo es la meta para Pablo, y la semejanza
a él en su vida y en su obra es el premio que anhela. Lo
llama el premio supremo llamamiento de Dios en Cris-
to Jesús. Desde el día de su conversión Dios está lla-
mando al Apóstol hacia arriba a la vida de lo alto, es
decir, la vida en plena unión con Cristo, y el premio
que Dios ofrece al fin del camino es precisamente eso:
la vida en plena y perfecta unión con su Hijo. ¿Qué
más puede damos? ¿Qué otro premio sería mayor?
Está claro que Pablo no anhela otra cosa. Y tampoco
debemos nosotros. Este es el llamamiento de Dios a
todo creyente: que suba a la vida sublime en Cristo.
El Apóstol considera que su actitud hacia la per-
fección cristiana es correcta y que todo creyente ma-
duro debe de compartirla. Así que, todos los que somos
LA VIDA EN CRISTO 67
perfectos, esto mismo sintamos. Es decir, los cristia-
nos perfectos, o sea "maduros", van a reconocer que no
han alcanzado la madurez que les corresponde. Mien-
tras más se acercan a Cristo más se darán cuenta de la
gran distancia que queda entre él y ellos. El que cree
que ha llegado a la meta y que no le corresponde más
progreso en esta vida, demuestra por su actitud tilla
falta de madurez. La única madurez verdadera para
el cristiano es siempre estar esforzándose hacia la ma-
durez, Probablemente Pablo esté preocupado por cier-
tos miembros en la iglesia en Filipos que tienen una
idea perfeccionista de que ya han llegado. Por lo tan-
to escribe; si otra cosa sentís esto también os lo revela-
rá Dios. Es decir, si no reconocen su falta de perfec-
ción, tiene confianza de que Dios mismo de alguna
manera les va a corregir para que vuelvan ala reali-
dad. Entonces exhorta: Pero en aquello a que hemos
llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma
cosa. En otras palabras, el creyente maduro ha de avan-
zar desde donde ha llegado en su vida cristiana. El
punto de partida es siempre el lugar en que estamos
hoy, y no ayer. El progreso concreto en la semejanza a
Cristo depende de la fidelidad al nivel de vida que ya
hemos alcanzado. No podemos permitimos volver a
una experiencia inferior. Bien se podría traducir estas
palabras según la Nueva Biblia inglesa: "Sólo que
nuestra conducta sea consistente con la altura que ya
hemos alcanzado."
2. Ejemplos buenos y malos 3:17-19
Hermanos, sed imitadores de mí, Y' mirad a los que así se
conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. Por-
que por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas
veces, y ahora lo digo llorando, que son enemigos de la
cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo
dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza, que
sólo piensan en lo terrenal.
Al leer las palabras sed imitadores de mí, podemos
68 EL GOZO DE
recibir la impresión de que Pablo se siente demasiado
orgulloso de su propia perfección. Pero sería erróneo
pensar así, porque Pablo no está exhortando a los fili-
penses a tomar su vida como ejemplo de perfección,
sino como ejemplo de la dedicación completa a la
prosecución de la madurez de Cristo. Sus palabras son
como las del capitán que llama a sus tropas a seguirle
en la batalla, y es el primero que sale de las trincheras.
La verdad es que todos necesitamos de una norma
visible para nuestra vida. Cristo es nuestra meta pero
puesto que está invisible ahora, nos hace falta una
norma secundaria. Y nosotros hemos conocido a cristia-
nos que en diferentes épocas de nuestra vida han ser-
vido como ejemplos para nosotros. Pablo fue eso para
los filipenses, y, lo q\leramos o no, nosotros lo somos
para otros que nos están mirando ahora; En cierto
sentido, Pablo no puede decir otra cosa que sed imi-
tadores de mí. También hay otros que merecen ser imi-
tados. Dice el Apóstol: y mirad a los que así se con-
ducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. Pablo,
Timoteo y Epafrodito han puesto el ejemplo, y hay
ciertos líderes no identificados en Filipos que están si-
guiendo aquel ejemplo. Los demás hermanos en Fili-
pos pueden tomar a estos líderes como su norma visi-
ble para la vida cristiana.
Pero hay otros en la iglesia a quienes no se debe
imitar. Porque por ahí andan muchos, de los cuales os
dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que
son enemigos de la cruz de Cristo. Hablar de ellos cau-
sa a Pablo una tremenda tristeza v le conmueve a las
lágrimas y el llanto. Pero le es ne~esario repetir la ad-
vertencia, porque son enemigos de la cruz de C1'ÍStO.
Es decir, son personas que aparentan ser cristianos y
participan en la vida de la iglesia, pero no viven segúñ
su profesión. Por su manera de vivir están negando el
poder de la cruz para transformar la vida, y están ne- '
LA VIDA EN CRISTO 69
gando el principio de la vida sacrificial que es simboli-
zado en la cruz. ¿Quiénes serán? Pablo no los identifi-
ca con precisión, pero son probablemente gentiles que
han tomado la enseñanza de Pablo acerca de la liber-
tad del cristiano quien anda no bajo la ley sino guiado
por el Espíritu, y la han tergiversado en licencia. Así
que se están permitiendo ,la satisfacción de los deseos
.de la carne, y seguramente se sienten superiores a los
demás cristianos quienes no han alcanzado su nivel de
comprensión. No comprenden ellos que están violando
el poder, la gloria y el mensaje de la cruz de Cristo. Pa-
blo dice que sólo piensan en lo terrenal. Es decir, son
materialistas en su manera de pensar, y muy apegados
a este mundo en vez de a las cosas de arriba. Su dios es
su vientre. Son devotos de las pasiones bajas de la
vida, buscando la satisfacción de la naturaleza carnal.
y el Apóstol dice que su gloria es su vergüenza, lo cual
significa que se jactan en aquello que debe avergon-
zarles. Son orgullosos de su "libertad cristiana" para
participar en lo que para otros hermanos más "senci-
llos" sería pecado, no reconociendo que su llamada "li-
bertad" se ha convertido en un libertinaje vergonzoso.
Es evidente que si persisten en este camino, el fin ...
será perdición. No puede haber otro destino sino la rui-
na y la destrucción para aquellos que son enemigos de
la gloriosa cruz de Cristo que es' el único medio de la
salvación. Estas palabras del Apóstol quedan como
una advertencia para todo el que lleva el nombre de
Cristo. Debemos reconocer cuán fácil es confundir la
voluntad de Dios con nuestros propios deseos persona-
les y egoístas. ¡Qué triste sería despertarnos algún día
a la realidad de que hemos vivido para nosotros mis-
mos y no para la gloria de Cristo, que hemos buscado
el camino fácil y cómodo para evitar la cruz que nos
corresponde! [Cuánto más terrible será el juicio de
aquellos que han confesado a Cristo como su Señor,
 70
EL GOZO DE
que se h~n presentado como ejemplo para otros, pero
han servido a sus propios intereses en vez de los de
Cristal
3. La meta final, 3:20-4:1
l\!~s nuestra ciudadanía está en 108 cielos, de donde tam-
bíén esper~os al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual
transformara el cuerpo de la humillación nuestra para
que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por 'el po-
der con el cual puede también sujetar a sí mismo todas
las cosas. Así que, hermanos míos amados y deseados
gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados~
Los enemigos de la cruz de Cristo sólo piensan en
lo terren::l, pero así no puede ser con los que son fie-
les al Señor. Recuerdan siempre que su ciudadanía está
en los cielos, y aunque están lejos de su patria celestial,
van ~ s~r. leales a ell~: Las palabras del Apóstol tenían
un sIgmfI~ado especial para los filipenses. Filipos era
una colonia romana, donde se conservaban las mismas
costumbres y los derechos de la capital imperial. Mu-
chos de los habi~antes eI~a~ ciudadanos romanos, y
gozaban de los mismos privilegíos como si estuvieran
en Roma. Filipos era, en efecto, "una pequeña Roma".
El doctor Moffatt traduce las palabras de esta
manera: "Somos una colonia del cielo"; y esto expresa
ex~ctamente ~a idea de Pablo en cuanto a la iglesia de
Cnsto en la tierra. [Cuán fácil es olvidarnos de nuestra
ciudadanía celestial y vivir según la manera del rnun-
~o que nos rodea! Como una colonia de Roma, Fílipos
siempre aguardaba una posible visita del Emperador,
la. ct;al sería u~, honor inolvid:::.ble. Pablo dice que los
cristianos también esperan la llegada de su Señor des-
de los cielos. El griego de este versículo dice literal-
mente "a un Salvador", no al Salvador. Sabemos de
antiguas inscripciones que el Emperador romano se
llamaba "el Salvador" (soter). El Apóstol afirma que
los cristianos también esperan a "un Salvador" o sea al
Señor Jesucristo, más glorioso que cualquier potentado
LA VIDA EN CRISTO 71
terrenal. La palabra esperan es muy expresiva ,~n el
griego, y tiene más fuerza que nuestra palabra espe-
rar" en castellano. Expresa el anhelo y la gran ~xpecta­
tiva del que espera. Hace unas semanas llegue tard~
de uno de mis frecuentes viajes. Al entrar en casa mi
esposa me preguntó sobre la demora, y me dijo: "Todo
el día Parker (nuestro hijo de seis años) estuvo pregu~­
tándome: '¿Cuándo viene papá?', y cada vez que Ola
un auto frente a la casa corría a mirar si llegabas." Así
es la espera del cristiano mientras aguarda la venida
de su Señor.
Cuando llegue nuestro Salvador, el resultado en
nosotros será maravilloso. Al fin habremos llegado a la
meta de nuestra salvación, que es la semejanza íntegra
a nuestro Señor Jesucristo. Porque cuando él venga,
transformará el cuerra de la humíllaci<!n nuestra: para
que sea semejante a cuerpo de la glona suya. DIOS ha
prometido redimir al hombre completo, no sólo su es-
píritu sino su cuerpo también. Aquella promesa queda
sin cumplimiento perfecto hasta el día en que nuestro
cuerpo sea también redimido mediante la resurrección.
Ahora nuestro cuerpo se caracteriza por la humillación.
Esto no quiere decir que el cuerpo es malo y vil, sino
que es flaco y débil, expuesto a enfermedades y muer-
te, sensible a la tentación y el pecado. Pero en la re-
surrección este mismo cuerpo será transformado para
ser semejante al cuerpo de Cristo después de su re-
surrección. Sabemos por los Evangelios que el cuerpo
.resurrecto de Cristo no estaba limitado al tiempo y al
espacio, y, sin embargo, era un cuerpo visible y tangible.
Era un cuerpo adaptado no ya a la vida terrenal sino la
la: celestial. Y así será el cuerpo del creyente en el.día
de la resurrección final. Será adaptado a las necesida-
des de su espíritu redi~ido. Vale notar que el conc~pto
de Pablo de la vida mas allá no concuerda con la Idea
griega de que el cuerpo se deshace para siempre y que
 72
EL GOZO DE
el espíritu queda solo como inmortal. Tampoco con-
cuerda con la doctrina de los fariseos que enseñaban la
restauración de la misma carne que murió. Más bien el
c:le~po que resucita será un "cuerpo espiritual" (1 Co-
ríntíos 15:44). No nos es posible describir este cuerpo
con exactitud, pero nos basta saber que será semejan-
te al cuerpo de la gloria suya.
. Está cla.ro que efectuar semejante transformación
va a requenr. un poder inconcebible a los hombres.
. La palabra gnega que Pablo usa para poder se usa en
el Nuevo Test~ment~ ~ni?ame~te del poder sobrehu-.
mano. Es una e~~rgIa. dlspon!ble a Jesucristo, con el
cual puede también. suietar a S't mismo todas las cosas.
La f~ de Pabl? es que todo el universo quedará sujeto
aCrísto ~E~~slos 1:9, 10). El mismo poder que efectua-
ra e~a SUjeCIOn es el que destruirá la muerte y transfor-
mara el cuerpo del cristiano .(1 Corintios 15:25, 26).
Cal} una esperanza tan gloriosa, los filipenses tie-
n~n razon de estar firmes en Cristo a pesar de las aflic-
ciones y persecuc~ones que ahora tengan que sufrir. Así
q~e, her".wnos mt~s amados. tI deseados, gozo y corona
mui, escn~~ el Apóstol, estad así firmes en el Señor,
amados. Fíjese en los terminas que emplea para expre-
sar. su amor para con ellos. Son hermanos amados a
quienes desea ver cara a cara. Son su gozo porque cada
ve~ ~ue piensa .en ellos u ora por ellos se llena de gozo
(Filipenses 1:3, 4). Son su corona porque Son su re-
compensa y la prenda de Su victoria. Pablo está pen-
sando en la ?OfOna de laurel que se entregaba al ven-
cedor en los Juegos griegos. Los filipenses quedan ahora
C?~o recom~ensa de su obra misionera, y lo serán tam-
~l;n en el DIa del Se,ñor. Se ha dicho que esta expre-
SIOll gozo y corona trua se entiende únicamente de los
que tienen hijos en la fe.
LA VIDA EN CRISTO 73
VIII. EXHORTACION A EXPERIMENTAR
LA UNIDAD DE LA VIDA EN CRISTO,
4:2-9
Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo
sentir en el Señor. Asimismo te ruego también a ti, com-
pañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron junta-
mente conmigo en el evangelio, con Clemente también y
los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el .
libro de la vida. Regocijaos en el Señor siempre. Otra
vez digo: jRegocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de
todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis
afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante
de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias. Y
la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guaro.
dará vuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo
lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que apren-
disteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced,
y el Dios de paz estará con vosotros.
Pablo vuelve ahora al problema que amenaza el
compañerismo de la iglesia en Filipos (compárese 2:
1-4). Dos mujeres, Evodia y Síntique, están enemista-·
das, y el Apóstol les exhorta a resolver sus diferencias.
Es muy probable que el mismo Epafrodito haya infor-
mado a Pablo acerca del distanciamiento entre ellas,
pero· también es posible que haya recibido la informa-
ción en una carta de la iglesia. Puede ser que estas dos
mujeres fueran "cabecillas" de facciones opuestas en
la iglesia, y de allí la gravedad de la situación, que in-
cita a Pablo a amonestarles públicamente mediante la
carta. Debemos recordar que esta carta fue leída ante
toda la congregación en Filipos reunida quizás en el
patio de la casa de Lidia. Podemos imaginarnos a estas
dos mujeres escuchando la carta en aquella noche me-
morable. Evodia estaría sentada a un lado del pa-
tio, y Síntique al otro lado. El nombre griego Evodia
puede traducirse "Fragancia", y Síntique puede signi-
ficar "Felicidad". Pero desgraciadamente, hay poca
74 EL GOZO DE
fragancia y felicidad en sus relaciones mutuas. No sa-
bemos la causa del problema entre ellas. Puede haber
originado en un suceso sin importancia. El doctor A. T.
Robertson cuenta de una mujer que estaba caminando
y se encontró con una hermana de la iglesia quien es-
taba al otro lado de la calle. Cuando aquella hermana
no le saludó, quedó muy ofendida y decidió no hablar
más con ella. Y así siguió durante varias semanas,
amargada y resentida, hasta que supo la razón por la
cual la hermana no la había saludado: ¡había dejado
los lentes en casa y no pudo reconocer a su amiga al
otro lado de la calle! Con sucesos tan insignificantes
han comenzado dificultades que van en aumento, aun
hasta dividir el compañerismo de una iglesia.
Lo triste es que F;vodia y Síntique habían sido fie-
les siervas del Señor. Pablo se refiere a ellas como és-
tas que combatieron juntamente conmigo en el evange-
lio. Habían luchado alIado de Pablo cuando el evange-
lio recién había llegado a Filipos y la iglesia era nueva.
¡Qué triste que estas mujeres tan útiles al Señor ten-
gan que ser recordadas como dos personas que no pu-
dieron seguir viviendo en amor y unidad! Pero Pablo
busca la reconciliación entre ellas y por eso escribe:
Ruego a Evadía y a Síntique, que sean de un mismo
sentir en el Señor. Vale notar que en el griego el verbo
ruego aparece con cada nombre: "Buego a Evodia y
ruego a Síntique." El Apóstol se dirige a ellas en igua-
les términos, revelando así que hay culpa en ambas
partes y que ambas deben dedicarse a la resolución
de la dificultad. Que sean de un mismo sentir se tradu-
ce literalmente "que piensen lo mismo", pero el verbo
quiere decir más que una simple coincidencia de opi-
niones. A la verdad, dos creyentes pueden votar con-
trariamente en una sesión administrativa de la iglesia
y todavía tener un mismo sentir. Se trata de la armo-
nía profunda que emana de la experiencia mutua de
LA VIDA EN CRISTO 75
la unión con Cristo. Donde hay una coincidencia de
lealtades y de propósito en el §eñor, hay p_or .10 tanto
una base sólida que mantendrá el companensmo en
medio de diversas opiniones, y a pesar .de los ro:es que
siempre suceden entre personas que SIrven actIvamen-
te al Señor.
Pablo pide que uno en la iglesia sirva de m~~ia~or
entre las dos mujeres para ayudar a Ja rec?nclhaclOn.
Se identifica solamente como campanero ftel. Seg~ra­
mente fue lID líder que sería reconocido de inmediato
por toda la iglesia. Algunos han pe?-,sado que fuera el
mismo Epafrodito. Otra in~erp~etaclOn es que la p.,ala-
bra compañero, que sígnífíca hteralm~nte compan~ro
de vugo", es en realidad el n~mbre ~n~go de la peIso-
na 'v no debe traducirse. ASI saldría Synzygos. De
cuaíquier modo, debe ser una persona que goza de l.a,
confianza de ambas Evodia y Síntique, y puede servir
de "pacificador" en este caso Alguie~ ha not~d.o; con
espíritu humorístico, que. Pabloi pedía muchísimo a
este hombre, quien tendría que tener mU,cho valor para
meterse entre dos mujeres que peleaban.
En el versículo tres, el Apóstol mencion~ a otros
además de Evodia y Síntique que lucharon Junta,men-
te con él en el evanzelío: Clemente . . . y los demas co-
laboradores míos, dlyos nombres están en el libro de
la vida. No podemos identificar ~ este Clemente, nos
queda sólo su nombre. Los demas colabo:ad?:es del
Apóstol ni están nombrados, Pero esto no sl~mfica qu~
se han olvidado. Más bien sus nombres estan en el lt-
bro de la vida, o sea el registro celestial del pueblo ~e
Dios. Esto puede significar que Clemente y los demas
ya están muertos, habiendo entrega~o su VIda por cau-
sa del evangelio. Hay en nu~stros días co~o en t~os
los siglos fieles siervos de Cnstoque trabajan y muelen
en el anonimato. Pero cada uno es precroso para el Se-
ñor, y aunque sus nombres nunca aparezcan en la pro-
 76 EL GOZO DE
paganda, están escritos en el registro de Dios. Dios los
tiene ~n ~ue~t~ y nunca les olvidará. y después de
todo, dqu~ mas Importa? Este pensamiento, de que la
obra del Siervo del Señor nunca es en vano, a pesar de
la muerte y del olvido de los hombres conmueve al
Ap~stol a sen~~ de nuevo su ~?zO en Cristo. Así que
exhorta a los filipenses: RegoCtlaos en el Señor siempre.
Vale notar que el gozo que Pablo siente emana del re-
conocimiento de la victoria que Cristo ha ganado por
su muerte y resurrección. La muerte y el pecado fueron
derrotad~s en la cr~lz, y el Cristo resucitado ya reina
como Senor del universo. La consumación de su victo-
ria ya está asegurada, v Pablo por su unión con Cristo
p~ede participa~' ~e ella ahora. En todo 10 que viniere
a ~l, aun el sufrimIento y la muerte, Pablo se considera
más que vencedor por-medio de aquel que le amó (Ro-
manos 8:37). Por 10 tanto puede gozarse en toda cir-
cunstancia. y el Apóstol consideraría que cualquier
f~lta de regocijo en el Señor indica un concepto defí-
eíente de lo que el Cristo vencedor significa para nos-
otros. El no regocijarse es, por 10 tanto, un síntoma de
pe~gro en la vida del creyente, cosa que puede ser tan
peligrosa como cualquier herejía, quitándole el ánimo
y ~l ;alor en su lucha diaria. Quizás los filipenses de-
primídos por los problemas en el compañerismo de la
igle,sia, tienen dificultad en recordar esto. Así que el
.;\postol vuelve a exhortarles: Otra vez os digo jRegoci-
1aoS!
. Muchos, comentaristas creen que con el versículo
cinco el Apostol cambia de tema, dejando su exhorta-
ción a que la iglesia resuelva las diferencias que amena-
zan su unidad para volver al problema de la persecu-
ción de parte de los paganos. Otros piensan que los ver-
sículos cinco a nueve comprenden varias exhortaciones
que no tienen relación entre s1. Pero a mí me parece
posible descubrir tilla relación contextua! con los ver-
LA VIDA EN CRISTO 77
sículos dos a cuatro. Lo que ocupa a Pablo es la divi-
sión que amenaza la iglesia a causa del distanciamien-
to entre Evodia y Síntíque y sus respectivos bandos.
Hasta ahora, el Apóstol ha indicado una cosa que con-
tribuirá a la solución: los servicios de un pacificador,
el compañero fiel (v. 3). Hay una segunda cosa, que
también ayudará, y es que todos los miembros se ha-
gan conocer por su espíritu apacible y perdonador:
Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres
(v, 5). La palabra griega aquí traducida gentileza
aparece también en 2 Corintios 10:1 donde se traduce
"ternura", refiriéndose a Cristo. Si los filipenses no de-
muestran el espíritu del Señor en sus relaciones mutuas,
el problema del compañerismo se agravará.
Una tercera cosa que corresponde al caso es la
oración de parte de la iglesia. El problema con todos
sus detalles debe presentarse a Dios con la confianza
de que él está cerca y es poderoso para contestar. El Se-
fior está cerca son palabras que probablemente. refle-
jan el Salmo 145:18: "Cercano está Jehová a todos los
que le invocan." En lu~ar de ser una referencia a la
Segunda Venida, es mas bien un motivo poderoso para
la oración. Por nada estéis afanosos, dice Pablo. Nada
puede causar el afán como un disgusto entre los miem-
bros de la iglesia. Cualquier que haya pasado por un
conflicto divisorio en una congregación conoce la tre-
menda angustia que puede causar. La respuesta a la
parálisis y a la congoja en semejante caso es la oración.
Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias. Aquí Pa-
blo especifica la manera de la oración. Oración indica
nuestro acercamiento a Dios en general, mientras
ruego representa el clamor de la necesidad personal
(Hunter ). En la oración corresponden dos cosas: pe-
ticiones . . . con acción de gracias. "El espíritu de gra-
titud es un elemento necesario en la oración que es el
 78 EL GOZO DE
antídoto a la ansiedad" (Michael). Si los filipenses pre-
sentan sus problemas a Dios en esta forma entonces
d~ce. Pablo, la paz de Dios que sobrepasa t~do enten~
dimiento, guardará ouestros corazones y pensamien-
tos en Cristo Iesús. Mediante la oración' Dios obrará
en la iglesia para que reine la paz entre'los miembros.
~s la p~z de D,ios, porque es don de Dios, y no se con-
sIgue smo de el. Semejante paz sobrepasa todo enten-
dimiento. La mente del hombre no la puede compren-
der, porque es una paz que prevalece aun cuando se-
gún lo~ cálculos humanos no puede existir. Aquella paz
maravillosa guardará vuestros corazones y pensamien-
tos en Cristo !esús. Es por medio' de la oración que los
creyentes realizan con mayor eficacia los beneficios de
su ~mión con. Cristo. Sus corazones y sus pensamientos
seran protegidos de cualquier sentimiento o idea que
pue~a resultar en un compañerismo defectuoso en la
IgleSIa. La palabra traducida guardará se usa en el
griego de tina guarnición que vigila a una ciudad para
defenderla. La Versión Hispanoamericana traduce
«la pa~ ,de Dios '.:.' ser~ la zuardía". Si la iglesia ora, l~
confu~IOn y la rma seran alejadas por la poderosa paz
de DIOS.
Una cuarta cosa que contribuirá a la resolución
del pro~lema en el compañerismo de la iglesia es. que
cada miembro tenga en cuenta el bien que hay en sus
her11.1anos. En el yersículo ocho, el Apóstol enumera
cualIdades de caracter que el creyente debe buscar en
su hermano. A~gunos comentaristas, observando que.
las palabras gnegas que Pablo usa son características
de la moralidad filosófica griega, han pensado que
aquí el Apóstol está indicando a los creyentes 10 que
debe ser su actitud hacia los ideales morales de los pa-
ganos. Según ellos, Pablo les aconseja que tengan en
cuenta el bien dondequiera que se encuentre. Pero a mí
me parece que -aunque los términos usados por Pablo
LA VIDA EN CRISTO 79
y los moralistas griegos son los mismos, esto no limita
las virtudes mencionadas a los paganos. El interés de
Pablo en este pasaje no es la vida moral y ética de los
paganos, sino de los cristianos. El Apóstol está exhor-
tando a los filipenses a que en sus relaciones con otros
hermanos en la congregación, tengan en cuenta no sus
defectos, sino sus virtudes. Es muy fácil encontrar los
defectos en otros creyentes. Cristo mismo nos advirtió
de ese peligro cuando preguntó «¿Y por qué miras la
paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de
ver la viga que está en tu propio ojo?" (Mateo 7:3). A
la verdad, si uno busca defectos, los encontrará en .to-
dos, aun los mejores. Pero el proceder para mantener el
amor y la comunión en la iglesia es otro: hay que bus-
car lo bueno en el hermano. Y si uno realmente lo bus-
ca, lo encontrará aun en el hermano que más defectos
tenga. En cada creyente hay algo verdadero, hones-
to, justo, puro, amable, y de buen nombre. En todo cris-
tiano se puede encontrar alguna virtud, algo digno de
alabanza. Y en esto pensad, exhorta Pablo. La palabra
griega traducida pensad, se usa en los papiros como un
término de la contabilidad y se puede traducir «tener
en cuenta". Es como si el Apóstol estuviera diciendo:
"Al hacer el inventario de la vida de su hermano, hay
que darle crédito por los bienes que posee:' Un profe-
sor me contó de una señorita que él conoció en la es-
cuela secundaria que siempre llevaba una libreta de
pastas negras que llamaba su "Libreta de Venganzas".
Cuando algún compañero en la clase le decía o le ha-
cía alguna cosa fea o desagradable, lo apuntaba en
su libreta diciendo: "¡Algún día me lo va a pagar!" Pa-
blo dice al cristiano que debe destruir su «Libreta de
Venganzas" y sustituirla con una "Libreta de Virtu-
des." Sólo así puede el amor y la unidad prevalecer en
la iglesia.
Hay una cosa más que pueden los filipenses hacer
80 EL GOZO DE
para asegurar la buena voluntad y el compañerismo en
la iglesia: practicar las enseñanzas y el ejemplo de Pa-
blo. Lo que aprendisteis y recibisteis y oisteis y ois-
teis en mí, esto haced. Pablo es un buen maestro: prac-
tica lo que enseña. Y si los filipenses reflexionan so-
bre sus palabras y su vida, tendrán ejemplo digno de
cómo debe relacionarse el creyente con su prójimo.
Haced se traduce más exactamente "practicad" (Ver-
sión Hispanoamericana). Al llevar a la constante prác-
tica la enseñanza apostólica iluminada por la vida del
Apóstol, los 'filipenses encontrarán que el Dios de paz
estará con ellos, Esta promesa del versículo ges aun
más maravillosa que la del 7, porque se declara que es-
tará con ellos, no sólo la paz de Dios, sino el Dios de
paz, el Dios quien es el autor y fuente de la paz en to-
das sus formas. • ñor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuulado de
Podemos entonces resumir los elementos necesa-
rios para restaurar y mantener la paz y el compañeris-
mo en la iglesia: (1) un pacificador que media entre
hermanos distanciados (v. 3), (2) un espíritu apacible
(v. 5), (3) la oración (v. 6), (4) reconocímiento del
bien en los hermanos, (v, 8), y (5) la emulación del
dechado apostólico (v. 9). En la iglesia donde estas co-
sas se realizan, Dios mismo dará su paz.
IX. GRATITUD POR LA OFRENDA .
Y EL SECRETO DEL CONTENTAMIENTO
4:10-20
En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin
habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual tam-
bién estabais solicitos, pero os faltaba la oportunidad. No
lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a con-
tentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir hu-
mildemente,y sé tener abundancia; en todo y por todo
estoy enseñado, así para estar saciado como para tener
hambre, así para tener abundancia como para padecer
necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin
embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tri-
bulación. Y sabéis también vosotros, oh flUpenses, que al
LA VIDA EN CRISTO 81
principio de la predicac!ón ~el eva.n~e!i0' cUll:ndo partí
de Macedonia, ninguna iglesia parficipó conmigo en ra-
zón de dar y recibir sino vosotros solos; pue~ aun a .Te-
salónica me enviasteis una y otra vez para mIS necesida-
des. No es que busque dádivas, sino que busco fr.u~o que
abunde en vuestra cuenta. Pero !odo lo h~ .recIbIdo, y
tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recI~~d? de Epa-
frodito lo que enviasteis~ olor fragante.. ~acrülcIo acepto,
. agradable a Dios. Mi DIOS, pues, supbra todo .10 que fls
falta conforme a sus riquezas en .gloria en CrIsto Jesús.
Al Dios y Padre nuestro sea glorfa por los SIglos de los
siglos. Amén.
Ahora el Apóstol expresa su gratitud por la ofren-
da que los filipenses le habían envi~do por ma~o de
Epafrodíto. Con mucho tacto y delicadeza escnbe, y
este pasaje n~s presenta con ~o .que algu]1os ha~ llama-
do la expresion de agradecllll1ento mas ,sublIme de
toda la literatura. En gran manera me goce e~ el Se-
mí Su gozo al recibir la ofrenda era un gozo en el Se-
ño~, o sea de acuerdo con su relación íntima ~on Cris.to.
Siente este croza no sencilllamente por el dinero, smo
por el cuid~do revivido, ~el cual. e.l dine~o es un.a ~vi­
dencía. La palabra traducida 1'ev~mda quiere dec~r re-
florecer", como en el caso de un. arbol que despues ?el
invierno produce su nuevo follaje: .Para no de]ar}a un-
presión de 9ue él piensa que los filipenses se hablan ol-
vidado de el, agrega de lo cual, tambi~n estaba}s solí-
citos, pero. asfaltaba la oportuntda~. SI no h~blan en-
viado una ofrenda durante mucho tiempo, sena porque
no sabían dónde estaba, a np tenían mensajero, o les
faltaban recursos,
Ahora en los versículos 11 a 13 el Apóstol expresa
su independencia de las circunstancias que le ro~ean.
N o lo digo porque tenga escasez, ~es. he O;1!rendido a
contentarme, cualquiera que sea mf Sft~wn. La lar-
ga experiencia de Pablo en la obra de Cnst? le ha ense-
ñado una bendita lección que él ha aprendido, y es en-
contrar dentro de sí una suficiencia que no depende
 EL GOZO DE
de la presencia o ausencia de los bienes materiales.
La palabra contentarme en el griego .es autarkes, que
puede traducirse "autosufícíente", Era lID término ca-
racterístico de los estoicos, que enseñaban que el
hombre debe resignarse a cualquiera circunstancia, en-
contrando recursos para la vida dentro de sí mismo.
P.ero veremos en el versículo 13 que aunque la suficien-
CIa de Pablo es interna, no es propia, sino de Cristo
q?fen vive en Pablo. Pablo ha pasado hambre, y tam~
bíén ha gozado de sus banquetes, y para él es lo mismo.
En todo y por todo estoy enseñado, así para estar sa-
ciado como para tener hambre, así para tener abun-
dancia como para padecer necesidad. Las palabras es-
toy enseñado- traducen una palabra griega que se usa-
ba de los ritos de iniciación para nuevos adeptos de las
religiones de misterio del paganismo, y puede tradu-
cirse estoy iniciado en el secreto. Pablo toma esta me-
táfora de los misterios para indicar que él ha pasado
p~r el proceso por el cual el cristiano aprende a vivir y
tnunfar con lo que le venga. En su primera visita a Fi-
lípos Pablo dio constancia de que ya conocía el secreto.
Después de la conversión de Lidia Pablo gozaba de la
comodidad de su casa como su centro de operaciones
misioneras en Filipos. Seguramente el Apóstol podía
disfrutar con gratitud de la mesa tan abundante de
Lidia, del servicio de los esclavos de la casa, y quizás
aun de su propia pieza privada con cama confortable.
¡Pablo tenía abundancia! Pero después de haber sana-
do a la mujer con el espíritu de adivinación, Pablo fue
acusado ante los magistrados, azotado y echado en la
cárcel, en el calabozo de más adentro. De un momen-
to a otro ha cambiado radicalmente su situación. En
lugar de la abundancia de la mesa de Lidia ahora pasa
hambre en el frío y la oscuridad de una celda fétida,
con la espalda inflamada por el azote. ¿Y qué hace?
¿Lamenta con Silas la mala suerte que les ha caído?
LA VIDA EN CRISTO 83
¡No! Más bien canta himnos y alaba a su Dios. ¿Por
qué? Porque aunque las circunstancias exteriores han
cambiado hay un factor constante en la vida de Pablo,
sea en casa de Lidia o en la cárcel- y ese factor es la
presencia del Cristo vivo y victorioso. El mismo Cristo
que acompañaba a Pablo el día antes de su encarcela-
miento sízue
("')
izual
M
con él en la cárcel v- Pablo no puede
hacer otra cosa que alabar a Dios. Este es su secreto:
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Pablo y
Cristo viven en tan íntima comunión que. el poder de
resurrección que pertenece a Cristo se infunde en la
vida de Pablo. Y este poder le capacita para enfrentar-
se con cualquiera situación de la vida, buena o mala, y
seguir adelante victoriosamente. Según A. T.
Róbertson, Cristo es "el dínamo de Pablo".
Aunque Pablo ha declarado su independencia de
las circunstancias externas, no quiere que los filipenses
crean que por eso no aprecia su atención. Les dice, Si~
embargo, bien hicisteis en participar conmigo en ~~
tribulación. Han participado con él no sólo por med~o
de la ofrenda que enviaron, sino también por medío
del servicio de Epafrodito. Y esta no es la primera vez
que le han ayudado. Y sabéis también vosotros, oh fi-
lipenses, que al principio de la predicación del evange-
lio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia parti-
cipó conmigo en razón de dar y recibir sino vosotros
solos. Pablo en su segundo viaje misionero, predicó el
evangelio por primera vez en la provincia de Macedo-
nia, en las ciudades de Fílípos, Tesalónica y Berea.
Entonces pasó a Grecia, predicando en Atenas y Co-
rinto. Mientras estaba en Grecia, recibió ayuda finan-
ciera solamente de Filipos (véase 2 Corintios 11:8 ). La
frase en razón de dar y recibir viene de la co~tabili­
dad, y Pablo lo usa de las transacciones entre el y la
iglesia. El Apóstol había dado las cosas del Espíritu a
l~s filipenses, y recibió de ellos sus ofrendas de dinero.
84 EL GOZO DE
y aun antes de su salida de Macedonia, mientras esta-
ba aun predicando en Tesalónica, Pablo recibió, en no
menos que dos ocasiones, dinero de ellos (v. 16).
Para, evitar cualquiera impresión de que es el di-
nero en SI lo que ha causado su gozo al recibir la ofren-
da, Pablo afirma a los filipenses, No es que busque dá-
divas, sino que busco fruto que abunde en vuestra
cuenta. La palabra fruto aquí quiere decir "intereses".
La verdadera satisfacción que Pablo siente en todo
esto viene del reconocimiento de que la generosidad
de sus amigos es una inversión la cual producirá inte-
reses que se suman a su cuenta en el cielo. El sabe que
en el día del juicio final, cuando cada uno dará cuen-
ta de sí, recibirán sus intereses.
Cualquiera que Juera la deuda de los filipenses para
con el Apóstol, él la considera pagada, y más que pa-
gada. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia;
-estoq lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que
enviasteis. La expresión he recibido es un término téc-
nico que se usaba en el día de Pablo en el mundo grie-
go para la preparación de recibos en el comercio. Es
como si el Apóstol estuviera dando a los filipenses un
recibo en constancia de que su cuenta para con él ha-
bía s.ido cancelad~. Estoy lleno" dice Pablo. No le que- ,
da nmguna nec~sldad que ~o haya si~o cubierta por la '
ofrenda que trajo Epafrodíto. Y no solo eso sino que
Dios también está contento con lo que han hecho. Para
él es olor fragante, sacrificio acepto, agradable. [La
o~renda de di~~r? para la obra del misionero es por
CIerto un sacrifício a nuestro Dios! Es como el incienso
que el sacerdote quema sobre el altar en el santuario
del templo. ¡El perfume sube a las narices de Dios, y le
es agradable! y Dios no se olvidará de los que la presen-
taron. Pablo les promete que Mi Dios, pues, suplirá
todo lo que os falta conforme a sus riquezas en eloria
en Cristo Jesús. Pablo lo puede llamar mi Dios, p~rque
LA VIDA EN CRISTO 85
10 ha probado durante su vida y lo tiene como Protec-
tor y Padre; la relación con él es íntima. Dios satisfará
todas las necesidades, sean espirituales, o materiales.
No hay nada demasiado grande o demasiado pequeño
en nuestra vida para que Dios no se interese en ello.
Fíjese en que Pablo dice todo lo que os falta. Dios no nos
dará todo lo que deseemos; sino todo lo que necesita-
mos. y es muy importante que dejemos a Dios la inter-
pretación de nuestras necesidades. Nosotros no sabe-
mos interpretarlas. Es posible que nosotros estemos
convencidos de que necesitamos determinada cosa,
cuando Dios sabe perfectamente que sería malo para
nosotros tenerla. No podemos conocer el futuro, como
Dios lo conoce, y puede ser que lo que nos parece con-
veniente hoy sea contraproducente mañana. Recono-
ciendo la limitación de nuestra comprensión de lo que
Dios está realizando en y a través de nuestra vida, de-
bemos vivir en perfecta confianza de que él sabe de
qué cosas tenemos necesidad, y que él las suplirá. Y las
suplirá conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Je-
sús. Todos los recursos del cielo y de la tierra están dis-
ponibles a Dios, y mediante Jesucristo están disponi-
bles a nosotros (1 Corintios 3:21-23). En gloria puede
referirse a la gloria venidera, o puede referirse a la
magnificencia de las riquezas que ya están disponibles.
Me inclino a la segunda interpretación. De sus recursos
gloriosos, y conforme a ellos, Dios nos satisfará ahora
y en la edad venidera. Si un millonario da un peso a la
ofrenda, no está dando conforme a sus riquezas. Pero
Dios cuidará de nosotros de acuerdo' a su inestimable
riqueza.
Al contemplar la bondad del Dios que como un
Padre cuida de los suvos, Pablo es conmovido a una
doxología: Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los
siglos. Amén.
 LA VIDA EN CRISTO 87
86 EL GOZO DE

SALUDOS Y BENDICION, 4:21-23 se sentará sobre este trono. El evang~lio v.a progre~
sando hacia arriba desde la~ clases mfer;l.Ores. ASI
Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos fue en Corinto y Roma, y ast es hoy en ~Ia. Es du-
que están conmigo os saludan. Todos los santos os salu-
dan y especialmente los de la casa de César. La gracia doso que Nerón hubiera oído de Pablo aun, porque
de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. es posible que su caso fuera descartado por la1?so
Amén. de tiempo. Pero este prisionero des~onocIdo qUIen
plantó el evangelio en la casa de Cesar ha g~nado
Es probable que aquí Pablo toma la pluma de su más fama y poder eternales que todos los Cesar~s
secretario para terminar con su propio puño y letra su en conjunto. Nerón ha de suicidarse poco ~espues
mensaje a los filipenses. Según 2 Tesalonicenses 3:17, de la ejecución de Pablo. La est~~lla de.Neron, des-
esto es su costumbre, "el signo en toda carta mía". Las cendió, mas la de Pablo ascendió, y sIgue en as-
palabras en Cristo Jesús van con el verbo saludad. Así
que Pablo está diciendo: "Saludad en Cristo Jesús a to- censo.
dos los santos." Cristo, quien vive tanto en Pablo como Al fin viene la bendición, como en t?das las ~ar­
en los creyentes de Fílipos, es el vínculo que les une y tas del Apóstol. La gracia de nuestro Senor Jesucristo
en que el Apóstol les saluda. Fíjese en que saluda a to- sea con todos vosotros. Su último deseo para ellos es
dos los santos, o más exactamente "a cada uno de los
santos". No deja fuera a ninguno a pesar de gue hay
gracia el favor inmerecido de Dios que ennoblece
enriq~ece la vida. Esta. gracia viene a los hombres e
le
aquellos en la congregación que por su actitud pertur- nuestro Señor Jesucristo.
ban el compañerismo. Con todo son santos, es decir,
el verdadero pueblo de Dios. Los hermanos que están
conmigo dice Pablo, os saludan. ¿Quiénes serán estos
hermanos? No podemos estar seguros, pero serían los
que acompañaban a Pablo en Roma durante su prisión
y le ayudaban personalmente. En seguida aumenta el
círculo de los que están incluidos en el saludo con las
palabras: Todos los santos os saludan. Toda la iglesia
de Roma se une a él en saludar a los filipenses, pero
especialmente los de la casa de César. Esta última fra-
se no es una referencia a la familia del emperador, sino
a personas conectadas con el establecimiento imperial,
muy extenso por cierto, incluyendo siervos (sean es-
clavos o libertos), soldados y funcionarios varios. ¡En
la casa de César hay discípulos de Cristal Dice el doc-
tor A. T. Robertson:
El cristianismo ha comenzado a socavar el trono de
los Césares. Algún día no muy lejano un cristiano
88 EL GOZO DE

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