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Universidad Bautista
Han pasado ya 8 años desde que El Eterno y Poderoso Dios me arrancó de los brazos
de la muerte. Nací en un hogar católico, fue tradición cada domingo y días especiales en
esta religión, asistir a las interminables misas y talvez por ello quedo en lo profundo de
mi corazón grabado que la religión católica era aburrida, mentirosa, y de locos, pues
nunca estuve de acuerdo con las imágenes y siempre discutía con mis progenitores el por
servicio a las personas de mayor edad. Siempre estuve segura de estudiar mi carrera en
salud y hoy, me he dado cuenta que a través de ella Dios se ha glorificado en mi vida y en
Mi primera experiencia con Dios fue a los 2 años de edad, residía en la ciudad de
Buga y todas las mañanas por el frente de mi casa pasaba una persona anciana, yo, salía
corriendo a decirles a mis padres que necesitaba dinero para darle, cada vez que lo hacía,
sentía un a ternura inexplicable de esa persona hacia mí, recuerdo que solo quería pasar
mucho tiempo mirándolo desde mi ventana. Transcurrieron muchos años para tener mi
segunda experiencia con Dios, fuerte y definitiva, más adelante ahondare en este tema.
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años más tarde se intentaron cristalizar. Siempre pensaba que con dinero se “curaba
“todo; que mentira más diabólica, y lo que es peor aún, me sostuvo durante todo ese
tiempo.
y de otras corrientes, nueva era, feng shui, entre otras. No me había llamado la atención
ninguna, pero siempre quería saber más de ese “faltante “en mi vida, entonces me
más presión a esa meta frustrada de dormir, descansar o motivarme por algo.
En el año 2009, tengo mi segunda experiencia con Dios, en ese tiempo donde tocar
fondo ya no era suficiente, donde el enemigo, intentó con todas sus armas que yo no
saliera del mundo, oscuro, sórdido, embaucador en el que me encontraba, un mundo que
crea dependencia, adictivo y que sólo con la ayuda del único que vive y reina, Dios, se
puede salir.
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muerta, pues el sí sabía del propósito de mi Padre Eterno en mi vida; si, el enemigo sabía
lo que yo desconocía, un sello, un fuego, una pasión por Dios, que estaban muy pero muy
dormidos y que empezaron a despertar, justo el día, en el que Él, toco a la puerta de mi
Tenía, conocidos y talvez dos o tres amigos, yo me entretenía en las noches de soledad
e insomnio, clasificándolos como cercanos y lejanos… ¡que aburridas eran mis largas
noches! Pensaba que no necesitaba de esos conocidos – amigos pues mi orgullo y altivez
Pero cuando Dios ha decidido algo, no hay marcha atrás. ÈL, me quería en sus filas, en su
Fuè así como después de tocar más que fondo, intentar suicidarme y querer recurrir a
alguien pero no tenerlo por aquello de cercanos y muy lejanos, no había más remedio que
levantar el auricular de mi teléfono y recurrir a una intensa “un poco menos lejana y un
poco más cercana “cristiana, aquellas de las que se huye cuando estas bajo la influencia
del mundo. Ella, que había sido novia de mi hermano años atrás, estaba orando por la
suscrita durante cinco años; cada semana, durante cinco años dejaba en mi apartamento
un libro llamado Aposento Alto, que obviamente no leí y que lo acumulaba por
vergüenza con ella. Esta dama “intensa”, me llamaba cada día, cada miércoles, cada
domingo, cada viernes en la noche…..en fin, todos los días de los 365 que tiene el año, a
invitarme a una reunión cristina, yo, obviamente, le enumeraba las mil y una excusas para
no asistir, recuerden que ya venían mi mente y en mi corazón, marcada con las reuniones
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religiosas, largas, tediosas y regañonas….a esa dama la llame desesperadamente para que
A mis cuarenta años, Dios me rescata, con todo su ejército celestial, se la juega
nuevamente por mí con todo. Comienza a trabajar en mí, con cincel unas veces, otras,
con martillo, otras con pluma, otras con Su Soplo, otras con quebrada total de la
a enseñarme a amar a Mi Abba Papa con pasión y a depender en todo y para todo de ÈL.
Hoy, a mis 48 años, vivo feliz, tranquila, en paz, con una familia que nunca perdió las
esperanzas de ver a su primogénita, servirle a Dios. Pero, lo más valioso: Vivo para ÊL,
y, obtuve MI LIBERTAD.
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