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LA POLÍTICA LEGISLATIVA IMPERIAL SOBRE LOS CULTOS

TRADICIONALES DE LOS SIGLOS IV Y V D. C.*

Esteban Moreno Resano


Universidad de Zaragoza

RESUMEN: La política legislativa imperial sobre los cultos tradicionales a lo largo de los siglos IV y V es un campo
de trabajo relativamente reciente para la investigación histórica española. Los primeros trabajos datan de la década
de los años setenta. A lo largo de las siguientes décadas, las contribuciones de otros autores han consolidado esta
línea de investigación. Actualmente, se está desarrollando un programa de trabajo sobre la política legislativa sobre
los cultos tradicionales de los príncipes cristianos, de Constantino a Teodosio II, inscrito dentro de la sucesión de
proyectos dirigidos por Victoria Escribano Paño en la Universidad de Zaragoza.

PALABRAS CLAVE: Antigüedad tardía, Cultos tradicionales, Constantino y sus sucesores, Valentiniano I, Va-
lente.

THE LEGISLATIVE IMPERIAL POLICY ON HEATHEN CULTS FROM


THE IVth. TO THE Vth. CENTURIES

SUMMARY: The Legislative Imperial Policy on Heathen Cults during the IVth. and Vth. Centuries is a relatively
recent studying field for the Spanish historical research. The first works date from the Seventies. During the next
decades, the contributions of other authors have consolidated this research line. At present, is being developed a
research program on the legislative policy on heathen cults of the Christian emperors, from Constantine to Theo-
dosius II, inscribed in the succession of projects directed by Victoria Escribano Paño at the University of Zaragoza.
 
KEY WORDS: Late Antiquity, Heathen cults, Constantine and his successors, Valentinian I, Valens.

La política imperial sobre los cultos tradicionales durante los siglos IV y V d. C., en todos sus
aspectos, es un campo de trabajo apenas frecuentado por los investigadores españoles hasta fechas
recientes. Los primeros estudios datan de comienzos de los años setenta y se deben a J. M. Alonso
Núñez y J. Arce Martínez1. A sus contribuciones se suman las de M.ª Victoria Escribano Paño y San-
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tiago Montero Herrero a finales de los años ochenta, y las de María Pérez Medina, Carles Buenacasa
Pérez, Begoña Enjuto Sánchez, Juan Antonio Jiménez Sánchez y Esteban Moreno Resano a lo largo
de las dos siguientes décadas2. Actualmente se está desarrollando un programa de investigación sobre

* Este trabajo forma parte del proyecto de investigación HAR2008-4355/HIST, dirigido por la Dra. M.ª V. Escribano
Paño (Universidad de Zaragoza), financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (FECYT) y del Grupo Hiberus,
dirigido por el Dr. F. Marco Simón. Ha sido realizado en el departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de
Cantabria gracias a la concesión de un contrato de investigación dentro del subprograma Juan de la Cierva (Ministerio
de Ciencia e Innovación).
1 ALONSO NÚÑEZ, J. M. (1972): 55-60; ARCE MARTÍNEZ, J. (1975): 201-215; ID (1976): 217-218.
2 ESCRIBANO PAÑO, M.ª V. (1988); MONTERO HERRERO, S. (1989); ID (1991); PÉREZ MEDINA, M.ª (1995):
339-346; ID (1996): 229-239; BUENACASA PÉREZ, C. (1997a): 229-240; ID (1997b): 25-50; ID (2000): 509-529;
ENJUTO SÁNCHEZ, B. (2000): 407-423; ESCRIBANO PAÑO, M.ª V. (2002): 85-94; ENJUTO SÁNCHEZ,
210 Esteban Moreno Resano

la política legislativa de los príncipes cristianos, por título Constantino y los cultos tradicionales5.
desde Constantino a Teodosio II, dentro de los Trata de explicar la política legislativa de Cons-
sucesivos proyectos de investigación dirigidos tantino en relación con los usos religiosos de ca-
por la Dra. M.ª Victoria Escribano Paño en la rácter consuetudinario que se practicaban en el
Universidad de Zaragoza. El objetivo principal imperio a partir de fuentes normativas. A par-
de este conjunto de proyectos es el estudio de la tir del análisis histórico detallado de cada una
política imperial romana sobre cuestiones reli- de las disposiciones constantinianas referidas a
giosas a lo largo de los siglos IV y V d. C. a par- los cultos tradicionales, en sus distintas formas,
tir del Codex Theodosianus, en particular, de su el autor concluye defendiendo que Constantino
libro XVI3. procuró con sus intervenciones normativas ade-
El programa se ha desarrollado en tres fases cuar la observancia de los cultos tradicionales a
sucesivas. La primera, correspondiente a la in- la nueva realidad institucional del Imperio ro-
vestigación predoctoral, ha sido realizada entre mano cristiano. Constantino era cristiano: reco-
2002 y 2005 en la Universidad de Zaragoza. Su nocía en términos legales el cristianismo como
objetivo era el análisis de la política legislativa de sanctissima religio6. Protegió a la Iglesia, al tiem-
Constantino sobre los cultos tradicionales. La po que intervino en sus querellas internas. Pero
segunda fase ha sido dedicada a la política legis- la política de concesión de privilegios a la Iglesia
lativa de los sucesores de Constantino sobre las no alteró, en lo fundamental, el estatuto jurídi-
mismas cuestiones. Ha sido llevada a cabo entre co de los cultos tradicionales, que continuaron
2006 y 2008 en el Istituto Patristico Augustinia- siendo una religión cívica y pública. Esto no
num (Pontificia Università Lateranense) gracias significó que el emperador no realizara inter-
a la concesión de una beca postdoctoral de in- venciones restrictivas, pero éstas nunca fueron
vestigación del entonces Ministerio de Educa- prohibitivas en términos generales. De hecho,
ción y Ciencia4. La tercera fase está actualmente los supuestos en los que Constantino estableció
en curso, y se está elaborando en la Universidad restricciones a la observancia de cultos tradicio-
de Cantabria en aplicación de un contrato de in- nales se pueden resumir en tres: la lesión (iniu-
vestigación Juan de la Cierva desde 2008. Los re- ria) de los derechos concedidos a los cristianos,
sultados de dicho programa de investigación han la peligrosidad pública de ciertas prácticas y la
dado lugar a la publicación de dos monografías y inmoralidad de algunos cultos, por lo general,
una serie de artículos que desarrollan algunos as- de origen oriental, a la que acompañaba el riesgo
pectos particulares de la misma línea de estudio, de pervertir las costumbres de los habitantes del
como son los cultos tradicionales orientales y el imperio. Para evitar casos de iniuria, Constanti-
calendario civil en la política constantiniana. no promulgó normas que impedían imponer a
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La primera de las monografías correspon- los cristianos la observancia de ritos tradiciona-


de a los contenidos de la tesis doctoral y lleva les o su sufragio7. Por razones de peligrosidad,

B. (2003): 159-176; BELTRÁN, E. y JIMÉNEZ SÁNCHEZ, J. A. (2005): 287-314; JIMÉNEZ SÁNCHEZ, J.


A. (2006); ENJUTO SÁNCHEZ, B. (2007): 603-613; MORENO RESANO, E. (2007a) y (2007b); JIMÉNEZ
SÁNCHEZ, J. A. (2008): 89-165; MORENO RESANO, E. (2008); (2009a); (2009b); (2010a) y (2010b).
3 A propósito de ellos, remito al artículo de la Dra. M.ª Victoria Escribano Paño publicado en este mismo número.
4 Rf. EX2006-1452.
5 MORENO RESANO, E. (2007a). La tesis fue elaborada gracias a la concesión de una beca predoctoral de investiga-
ción del Gobierno de Aragón, de la que el autor fue beneficiario entre 2002 y 2005.
6 El término sanctissima religio aparece, por ejemplo, en el rescripto de Orcisto, del año 331. Cf. CIL III, Supl. I, 7000
(=DESSAU, 6091).
7 CIL III, Supl. I, 7000 (=DESSAU, 6091); CTh. 16.2,5 (323). Cf. MORENO RESANO, E. (2007a): pp. 149-179.
La política legislativa imperial sobre los cultos tradicionales de los siglos iv y v d. C. 211

Constantino prohibió la celebración de sacrifi- de religión pública de características bien defi-


cios y de las interpretaciones de harúspices en nidas. De acuerdo con concepciones histórico-
horas nocturnas o en altares privados, además filosóficas varronianas, Constantino pretendía
de la magia maléfica8. Y, por último, las inter- restaurar la religión pública romana a su forma
dicciones de celebrar sacrificios dedicados a los originaria, prescindiendo de usos considerados
numina imperiales y de ciertos ritos orientales extraños, como el sacrificio sangriento, ciertas
de tradición semítica responden a razones de ín- formas de adivinación y ritos de ascendencia
dole moral9. Estas intervenciones nunca fueron griega u oriental. La relegación de ciertos ritos,
programáticas, pues casi siempre fueron reali- como el sacrificio, fue reparada con la potencia-
zadas a instancias de partes, aunque solían ajus- ción de otros, como los ludi, ofrendas incruen-
tarse a los términos fijados en los precedentes tas y la munificencia sagrada12.
normativos existentes. De hecho, la legislación Dentro de la línea de investigación de la pri-
constantiniana sobre los cultos tradicionales es mera monografía, se han dedicado otros traba-
muy conservadora en sus términos, a diferencia jos a otros aspectos de la política constantiniana
de la relativa a cuestiones eclesiásticas, que cubre sobre los cultos tradicionales. En concreto, se
un campo de derecho hasta entonces inexistente han realizado varios estudios sobre la política
en la jurisprudencia romana. religiosa de Constantino y de Licinio durante el
En general, se puede afirmar que Constan- período que media entre sus dos enfrentamien-
tino potenció aquellos aspectos de la religión tos civiles (314/315-323/324) y sobre la polí-
tradicional que le convenían para reforzar la tica religiosa de Constantino en las provincias
institución del principado, lo que venía a ser, en orientales después de que pasaran a estar bajo
definitiva, su poder. De ahí que el culto imperial su autoridad en 324. Uno de los trabajos ana-
fuera promovido con la sanción de nuevas feriae liza propiamente la política religiosa de Licinio
y mediante la autorización de la consagración y otro la constitución de Constantino conocida
de nuevos templos en honor de la familia Fla- como «Ley del Domingo» o, más propiamen-
via, como refiere el rescripto de Hispellum (ac- te, «del Dies Solis»13. Ambos destacan la fun-
tual Spello, en Umbría)10. Por la misma razón, ción propagandística de la legislación religiosa
Constantino estableció severas restricciones imperial en los años de enfrentamiento civil
con relación a todo lo que pudiera resultar po- entre Constantino y Licinio. Constantino se
tencialmente peligroso para el ejercicio del po- presentaba como adalid de la tradición religiosa
der, sobre todo, la adivinación y la magia, dentro romana, en tanto que Licinio promovía en sus
de las cuales establece una nítida diferencia en- provincias el sincretismo cultual helenístico14.
tre las formas permitidas y las prohibidas11. En La ley constantiniana «del Dies Solis» del año
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su conjunto, y a pesar de su escasa uniformidad, 321 (que nada tiene que ver con la solemnidad
las provisiones constantinianas sobre cultos tra- cristiana del Domingo) parece responder pre-
dicionales coinciden en establecer un modelo cisamente al propósito de hacer un alarde de

8 CTh. 9.16,1 (= CI., 9.18,3); CTh. 9.16,2 (319); MORENO RESANO, E. (2007a): 149-176.
9 CIL XI, 5265 (=DESSAU 705); EUSEB. CAES., Vita Const. 3.52-53. Cf. MORENO RESANO, E. (2007a): 176-
179, 334-343.
10 CIL XI, 5265 (=DESSAU 705); MORENO RESANO, E. (2007a): 275-302.
11 CTh. 9.16,3 (318). Cf. MORENO RESANO, E. (2007a): 303-327.
12 Ibid.: 176-178.
13 MORENO RESANO, E. (2009a): 187-206.
14 ID. (2008): 167-207.
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tradición romana frente a la política religiosa peregrinación neoplatónica de Nicágoras, Cons-


liciniana15. Del mismo modo, vencido Licinio tantino se presentaba como favorecedor de los
en 324, Constantino impuso restricciones a al- provinciales orientales, pero, sobre todo, de una
gunos cultos orientales famosos en la Antigüe- religiosidad tradicional civilizada, helénica, vin-
dad, pero difícilmente conciliables con el mos culada al estudio de la filosofía.
maiorum romano. De este modo se explica, en La segunda de las monografías, actualmente
concreto, la prohibición de ritos como los cele- en curso de publicación, contiene los resultados
brados en el templo de Mambré, en Palestina16. del programa de investigación postdoctoral. La
El aspecto más interesante es que, al tiempo que obra analiza la política legislativa sobre los cul-
Constantino prohibía algunos cultos tradicio- tos tradicionales de los sucesores de Constan-
nales en Oriente, fomentaba la cristianización tino, Constantino II (337-340), Constancio II
de algunos territorios, particularmente, de Pa- (337-361) y Constante (337-350)19. Siguiendo
lestina, mediante las donaciones a la Iglesia de la misma metodología que la primera monogra-
antiguos solares templarios y la financiación de fía, se trata ésta de un pormenorizado estudio de
la construcción de basílicas en los lugares más la legislación sobre los cultos tradicionales de los
santos para el cristianismo: el Santo Sepulcro y sucesores de Constantino, prestando singular
el Monte de los Olivos de Jerusalén y la gruta de atención al contexto histórico en el que fueron
la Natividad en Belén17. elaboradas cada una de sus medidas y en su apli-
Pero así como Constantino estableció medi- cación. La gran aportación de este trabajo a la
das de carácter restrictivo con relación a los cul- investigación moderna, con relación a los estu-
tos orientales de tradición semítica y promovía dios hasta ahora existentes, es el haber advertido
la consolidación institucional del cristianismo, que cada uno de los sucesores de Constantino si-
también alentó otras prácticas y corrientes reli- guió una política religiosa diferente en cada par-
giosas, como es el caso del neoplatonismo griego. te del imperio. Constante legisló en Occidente
Así se demuestra en un artículo dedicado al aná- con independencia de las medidas que adopta-
lisis de la doble inscripción que hizo grabar Ni- ra su hermano Constancio II en Oriente. Pero
cágoras de Atenas, diaduco de los misterios eleu- cuando Constancio II se hizo con las provincias
sinos, en el año 326, en una pared de las tumbas occidentales, continuó proveyendo de normas
reales de Tebas18. Según indica la segunda y más distintas en Oriente y Occidente. La primera
larga inscripción, la visita de Nicágoras al monu- apreciación es que, en tanto que en Occidente
mento tebano, lugar venerado por los neoplató- la legislación sobre cultos tradicionales es abun-
nicos, había sido sufragada por Constantino. Por dante, en Oriente es prácticamente inexisten-
tanto, la represión de algunos cultos en Oriente, te. Constante llegó a promulgar la prohibición
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considerados bárbaros, después de 324 fue si- general del sacrificio sangriento en Occidente,
multánea al fomento de otras formas religiosas además de proveer abundantes normas en mate-
helenísticas. Con medidas como el sufragio de la ria de derecho sepulcral20. Después de la defini-

15 ID. (2009a): 187-206.


16 ID. (2007b): 457-477; ID (2009b): 75-88.
17 ID. (2007b): 457-477.
18 SEG, XXXVII, 1987, n.º 1649. Cf. MORENO RESANO, E. (2010b).
19 ID. (2010a).
20 CTh. 16.10,2 (341) (prohibición del sacrificio); CTh. 9.17,1 (=CI., 9.19,2) (340); CTh. 9.17,2 pr.-3 (349) (derecho
sepulcral).
La política legislativa imperial sobre los cultos tradicionales de los siglos iv y v d. C. 213

tiva derrota de Magnencio en 353, Constancio de los auspicios, fueron demasiado rigoristas, te-
II, dueño también de Occidente, confirmó las niendo en cuenta que el cristianismo no era to-
medidas de Constante, adoptó otras similares davía la religión de la mayoría de los ciudadanos,
en materia de derecho sepulcral, al tiempo que y provocaron, como se sabe, la reacción religiosa
llegó a establecer severas prohibiciones con re- de Juliano25. De todos modos, el énfasis termi-
lación a la idolatría, incluyendo el acceso a los nológico con el que fueron redactadas dichas le-
templos con fines rituales, a la adivinación y la yes contrasta con su escasa aplicación, en la ma-
magia21. Sin embargo, no adoptó medidas seme- yor parte de casos, por el escaso celo o preocu-
jantes en Oriente. Es más, a través de distintas pación de los propios magistrados encargados
fuentes, se puede constatar que no pocas medi- de ejecutarlas. En el caso del sacrificio, en varios
das constantinianas no se aplicaban en Oriente casos son magistrados o altos funcionarios im-
en época de Constancio II22. En cierto modo, la periales los responsables de su infracción26.
ausencia de legislación sobre cultos tradiciona- De todos modos, a pesar de su carácter res-
les en Oriente parece confirmar la opinión de trictivo, tampoco se trataba de una legislación
Amiano de que Constancio II no tenía interés únicamente prohibitiva, pues fomentaba el culto
en gobernar esa parte del imperio23. La única ex- imperial en forma de ludi, la dedicación de ins-
cepción a este respecto es la legislación sobre los cripciones y de estatuas. Tampoco los colegios
ludi de Constancio II, numerosa en ambas par- sacerdotales quedaron privados de privilegios,
tes del imperio24. Los sucesores de Constantino pues, más bien, les fueron confirmados e incluso
legislaron en relación con los cultos tradiciona- incrementados, como en el caso de las Vestales27.
les de forma semejante a su padre y predecesor: Los cultos tradicionales siguieron siendo la reli-
no constituía para ellos el eje de su política, pero gión pública y oficial del imperio, pero reducida
siguieron ciertas líneas de intervención legislati- a su mínima expresión. Constante y Constancio
va que adquiría forma normativa sólo a instan- II quizá la entendieran como un valioso vestigio
cias de partes. Además, su propósito venía a ser institucional, emblema de la continuidad entre
el mismo: adecuar las instituciones religiosas ro- la Roma republicana, el imperio de Augusto y el
manas a un imperio cada vez más cristianizado. imperio de los príncipes cristianos.
Algunas medidas, como la prohibición general Como se ha indicado, actualmente se está
del sacrificio y la acriminación de todas las for- desarrollando un programa de investigación so-
mas de adivinación conocidas, con la excepción bre la política legislativa sobre los cultos tradi-

21 CTh. 9.17,3; CTh. 9.17,4 (=CI., 9.19,4) (357) (sobre derecho sepulcral); CTh. 16.10,5 (353); CTh. 16.10,6 (356)
(sobre los sacrificios); CTh. 16.10,4 (=CI., 1.11,1) (356) (prohibición del acceso a los templos); CTh. 9.42,2 (356);
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CTh. 9.16,4 (Breu., 9.13,2; CI., 9.18,5); CTh. 9.16,5 (=CI., 9.18,6 [357]); CTh. 9.42,4; CTh. 9.16,6 (=CI. 9.18,7)
(358) (sobre adivinación y magia).
22 El oráculo de Egeas, en Cilicia, clausurado por orden de Constantino, volvió a funcionar en época de Constancio II
(cf. Inscr. Gr., IV (1928), n.º 438). También se reanudó la celebración del mercado anual en Mambré (Palestina), pro-
hibido por Constantino (EUSEB. HIERON., Onomasticon 84 (7,18).
23 AMM. MARC., XV 2.2.
24 Las leyes sobre ludi en Oriente eran CTh. 6.4,5-6 (340); CTh. 6.4,12; CTh. 6.4,13 pr.-4 (361), y en Occidente: CTh.
6.4,4 (353); CTh. 6.4,7 (354); CTh. 15.12,2 (357). Cf. CTh. 6.4,14; CTh. 6.4,15 (359).
25 CTh. 9.42,2 (356); CTh. 9.16,4 (Breu., 9.13,2; CI., 9.18,5); CTh. 9.16,5 (=CI., 9.18,6 [357]); CTh. 9.42,4; CTh.
9.16,6 (=CI., 9.18,7) (358).
26 Según narra Amiano Marcelino (XIX 10.4), fue el propio prefecto de la ciudad de Roma, Tértulo, quien dispuso la
celebración de un sacrificio en honor de Cástor y Pólux en Ostia para propiciar la llegada al puerto de las naves fru-
mentarias en el año 359. Se trató, no obstante, de una medida excepcional, forzada por la necesidad, que no alteraba el
vigor de las normas imperiales.
27 Expositio totius mundi et gentium, LV.
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cionales de Valentiniano I y Valente (364-375 publicados por el momento han dado a cono-
d. C.) gracias a un contrato de investigación cer que la política imperial sobre estas cuestio-
dentro del subprograma «Juan de la Cierva en nes fue mucho más compleja que un conjunto
la Universidad de Cantabria». La legislación de de medidas represivas o favorecedoras de deter-
Valentiniano I y Valente, de idénticas caracterís- minados usos rituales. Detrás de ella subyacía
ticas formales y conceptuales a la de sus prede- un concepto de autoridad imperial, que hacía
cesores, supone un intento de procurar una nor- del príncipe el árbitro supremo en materia de
mativa sobre los cultos tradicionales equilibrada religión, por encima de las propias tradiciones
entre el favor a la Iglesia y el respeto a la religión (consuetudines), que, hasta entonces, habían re-
consuetudinaria romana, alejada tanto de la ri- gulado los cultos públicos. El carisma cristiano
gidez de los sucesores de Constantino como de reforzaba la autoridad de los emperadores, pero
la anacrónica reacción de Juliano. Al igual que la continuidad de las tradiciones religiosas,
sus predecesores, desarrollaron dos políticas dis- aunque sujetas a nuevas regulaciones, también
tintas en cada parte del imperio. De nuevo, la confería legitimidad institucional al principado
legislación sobre cultos tradicionales conserva- tardío. Pero los planteamientos políticos con-
da se trata de una legislación esencialmente oc- trastaban en muchas ocasiones con la ineficacia
cidental. No dudaron en declarar el cristianismo legislativa. La aplicación de las normas depen-
uerus cultus y pagani a los observantes de los cul- día de las autoridades locales, que ejecutaban o
tos tradicionales, pero no introdujeron medidas dejaban sin efecto las normas, según sus posi-
innovadoras como prohibiciones del sacrificio, bilidades o conveniencia. Paradójicamente, la
que habían provocado la reacción julianea28. Iglesia, cuyo peso se hará cada vez más deter-
También reiteraron las prohibiciones de la adi- minante entre las instituciones a lo largo de los
vinación y de la magia que habían promulgado siglos IV y V, no siempre desempeñó un papel
sus predecesores29. Al mismo tiempo, regulan la decisorio a propósito de la regulación de los
celebración de ludi, que casi siempre se realiza- cultos tradicionales. Éstos, como cultos públi-
ban en honor de los numina imperiales30. cos, eran considerados competencia exclusiva
Como balance conclusivo de esta contri- de las autoridades civiles. Sólo la constitución
bución, se puede indicar que las investigacio- Cunctos populos de 380 plantearía la necesidad
nes hasta la fecha realizadas han logrado llevar de revisar la relación entre el imperio y los cul-
a cabo un estudio programático y sistemático tos tradicionales31.
de la legislación imperial sobre los cultos tradi- Por lo que refiere a las nuevas perspectivas, se
cionales en los siglos IV y V d. C. Este trabajo debe señalar que se cuenta con un campo de es-
ha sido realizado conforme a una metodología tudio amplio y prometedor, por la diversidad de
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bien definida, que ha hallado en los textos le- fuentes (legales, literarias, epigráficas y arqueo-
gales, analizados siempre en consideración de lógicas) y por la complejidad de los problemas
otro tipo de fuentes, un instrumento privilegia- historiográficos que plantea, tanto conceptuales
do de conocimiento histórico. Los resultados como puramente factuales. Entre los problemas

28 CTh. 13.1,5 (=CI., 1.4,1) (364); CTh. 16.2,8 (370).


29 CTh. 9.16,7 (=Br., 9.13,3) (364); CI., 9.18,8 (365); CTh. 9.38,4 (368); CTh. 9.38,3 (369); CTh. 9.16,8 (370 o 373);
CTh. 9.16,9 (371); CTh. 9.16,10 (371).
30 CTh. 6.4,18 (365); CTh. 6.4,17 (368); CTh. 6.4,19 (372); CTh. 6.4,20 (372); CTh. 6.4,21 (372); CTh. 15.5,1 (372);
CTh. 6.4,22 (373); CTh. 6.4,23 (373); CTh. 6.4,24 (376); CTh. 15.7,1 (367); CTh. 15.7,2 (371); CTh. 15.7,3
(376).
31 CTh. 16.1,2 (380).
La política legislativa imperial sobre los cultos tradicionales de los siglos iv y v d. C. 215

conceptuales se puede contar la propia noción interpretación de las noticias aportadas por las
de «cultos tradicionales», así como las de «pa- distintas fuentes. Por lo tanto, conclusiones par-
ganismo», «imperio tardío» e «imperio cris- ciales a parte, la investigación sobre estas mate-
tiano», «religión» y «magia», «religión pú- rias está abierta y procura como resultados tra-
blica» y «religión oficial» y «persecución» bajos de indiscutible calidad, como demuestra
y «tolerancia». Entre los problemas factuales, su excelente acogida en publicaciones y eventos
se debe mencionar la fijación de cronologías e académicos internacionales.

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BIBLIOGRAFÍA

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