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Cuestión 84.

Art. 1: si el alma conoce intelectualmente los cuerpos (¿Puede el alma conocer


intelectualmente los cuerpos?)

Platón se desvió de la verdad, porque consideró que la forma de la realidad (esencia) está en el
entendimiento de un modo universal, inmaterial e inmóvil y que, por lo tanto, subsisten por sí
mismas de modo inmaterial e inmóvil (plantea la existencia de las Ideas o formas subsistentes
en el mundo inteligible).

Tomás de Aquino afirma que no es así. El entendimiento percibe las especies de los cuerpos
materiales y móviles, inmaterial e inmóvilmente, según su propia naturaleza, pues lo recibido
está en quien lo recibe según conforme al modo de éste. Por lo tanto, hay que concluir que el
alma conoce lo corporal por el entendimiento con un conocimiento inmaterial, universal y
necesario

Art. 2: si el alma conoce en virtud de su propia esencia los seres corporales (¿Conoce el alma
los seres corpóreos en virtud de su propia esencia?):

Los antiguos filósofos naturalistas, por estimar que lo conocido era corporal y material,
sostuvieron que la esencia de las cosas también está materialmente en el alma que lo conoce.
Pero esto no es así. Nuestro entendimiento conoce todas las cosas por su esencia, pero las
posee a todas inmaterialmente.

Art. 3: si el alma conoce las cosas mediante especies que le son innatas por naturaleza
(¿Posee el alma las especies o conceptos de manera innata y conoce a través de ellas?):

En contra del planteo de Platón que dice que el alma posee ideas innatas de las esencias del
mundo inteligible pero que se lo olvidó al encarnarse en un cuerpo, Tomás plantea que el
entendimiento, por el que el alma conoce, no posee especies inteligibles innatas, sino que
originariamente está en potencia hacia todas estas especies. Esto se demuestra porque
cuando falta algún sentido, falta el conocimiento de lo que dicho sentido percibe. Ejemplo: El
ciego de nacimiento no conoce los colores. Esto no sucedería si en el alma hubieran sido
infundidas por naturaleza las razones de todo lo inteligible. En el conocimiento sensible: la
potencia pasa al acto por medio de las acciones de las cualidades sensibles sobre el sentido, y
en el intelectivo: el alma está en potencia tanto con respecto a las imágenes, principio de
sensación, como a las semejanzas, principio de intelección. Pasa al acto gracias al
entendimiento agente. Por lo tanto, hay que afirmar que el alma no conoce lo corporal a
través de las especies innatas.

Art. 4: si las especies son infundidas por alguna sustancia separada del alma (Si el
entendimiento agente es una sustancia separada de nuestro propio entendimiento y si es
esa sustancia la que infunde en nosotros las especies o conceptos):

Algunos sostuvieron que las especies inteligibles de nuestro entendimiento proceden de


algunas formas o sustancias separadas. Platón sostuvo que las formas de las realidades
sensibles subsisten por sí mismas sin materia. Ejemplo: La forma del hombre, que él llamaba el
hombre en sí, y la forma o idea de caballo, que llamaba caballo en sí. O Avicena, que decía que
existe un entendimiento agente separado, independiente del ser humano y que es el que hace
pasar a nuestro entendimiento pasivo al acto. Pero si esto fuera así el alma podría recibir del
entendimiento agente las especies de los objetos sensibles que pertenecen a un sentido que
no posee. De ser así, un ciego de nacimiento podría tener conocimiento de los colores, lo cual
es evidentemente falso. Por lo tanto, hay que afirmar que las especies inteligibles por las que
nuestra alma conoce, no provienen de algunas formas separadas sino de un proceso
abstractivo.

Art. 6: si el conocimiento intelectual proviene de las cosas sensibles(¿Es necesario el


conocimiento sensible para adquirir un conocimiento intelectual?):

Si, es necesario. Somos un compuesto sustancial, no podemos conocer algo sin primero partir
de los sentidos. Y no sólo eso, sino que, en el presente estado de vida, durante el que se
encuentra unido a un cuerpo pasible, no puede entender en acto algo sin recurrir a las
imágenes. Esto se comprueba si observamos que, impedido el acto de la imaginación por la
lesión de un órgano, como sucede en los dementes, o impedida la facultad de la memoria,
como sucede en los que se encuentran en estado de letargo, el hombre no puede entender en
acto ni siquiera aquellas cosas cuyo conocimiento ya había adquirido.

Cuestión 86

Art. 1: Si nuestra inteligencia conoce de manera directa los singulares (la inteligencia ¿puede
conocer de manera directa los singulares): No. Directamente conoce por las especies
inteligibles lo universal. Indirectamente, lo singular representado en las imágenes.

Art.3: Si la inteligencia conoce las cosas contingentes:

Dijimos que el objeto directo y necesario del entendimiento es lo universal, y el de los sentidos
es lo singular, que indirectamente es también de algún modo objeto del entendimiento, como
dijimos anteriormente. Así, pues, las realidades contingentes, en cuanto contingentes, son
conocidas directamente por los sentidos e indirectamente por el entendimiento. En cambio,
las nociones universales y necesarias de dichas realidades contingentes son conocidas por el
entendimiento.

Art. 4: Si el intelecto puede conocer las cosas futuras (¿Podemos conocer el futuro, lo que va
a pasar?):

Al hablar en general del conocimiento de lo futuro, hay que tener presente que puede ser
conocido de dos maneras. Una, en sí mismo. Otra, en sus causas. En sí mismo el futuro es
incognoscible, es imposible conocer el futuro porque NO ES y el no ser no puede ser conocido.
En sus causas, nosotros también podemos conocer lo futuro, y si está de modo que haya de
producirse necesariamente, lo conoceremos con certeza científica. Por ejemplo podemos
predecir con anticipación la llegada de un eclipse. Y si en la mayoría de los casos ha de
producirse, podemos conocerlo por conjeturas, más o menos ciertas, según la mayor o menor
tendencia de la causa a producir sus efectos.

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