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Revista Antropologías del Sur Año 7 N°13 2020 Págs.

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Teoría marxista del Estado y sus usos


en la antropología
MATIAS CALDERÓN*

Introducción llamado como “estallido social”, pero con el


pasar de días, semanas y meses, se figura
Desde inicios de la década del 2000, el neolibe- como una movilización social que cuestiona las
ralismo se viene impugnando con fuerza en varios bases del neoliberalismo (incluso ha obligado
países de América del Sur. No solo ha existido un a la apertura de un proceso constituyente). En
cuestionamiento retórico, sino que se han estable- este contexto, el Ejecutivo ha desplegado abier-
cido gobiernos que sustentados en fuerzas
tamente todas las herramientas del Estado,
sociales y políticas de distinto tipo, han llegado al
buscando el control y represión de los manifes-
poder estatal e impulsado -más allá de las diferen-
tantes para asegurar el sostenimiento de este
cias y resultados- proyectos de su superación1. Lo
orden y la desactivación de las movilizaciones.
cual implica no solo una disputa por el poder en la
Las acciones violentas y masivas que ha impul-
gestión del Estado, sino que conlleva una trans-
sado el Estado, han conducido a que se hayan
formación de este y de sus articulaciones con la
denunciado graves violaciones a los derechos
sociedad (Ouviña & Thwaites, 2018).
humanos, constatadas en diversos informes
Chile, a pesar de ser uno de los países donde de organismos nacionales e internacionales2.
el neoliberalismo se había profundizado a Junto con ello y, en gran medida, los principales
niveles máximos, con notorias consecuencias medios de comunicación, han servido como
en la desigualdad y precarización de la vida de dispositivos de difusión de discursos e imagina-
la población, no presentaba fuerzas sociales rios que buscan deslegitimar la movilización y
y políticas articuladas con un fin equivalente. sustentar el orden neoliberal.
No obstante la existencia de movilizaciones
En este escenario, cabe preguntarse cuál es
sectoriales y territoriales que cuestionaban los
el papel que podemos cumplir los científicos
efectos del modelo, no se había configurado en
sociales en general y los antropólogos en parti-
una fuerza similar (Gaudichaud, 2015).
cular. Creemos que hay dos frentes igualmente
Sin entrar en los detalles de los aconte- importantes. Por un lado, impulsar acciones
cimientos y su complejidad, desde el 18 de políticas directas, por ejemplo, apoyo y partici-
octubre de 2019 en Chile, se experimenta un pación en movilizaciones, asambleas, cabildos,
amplio proceso de movilización social contra hacer difusión, etc. Son aspectos fundamen-
la vida bajo el neoliberalismo. En un primer tales para el éxito del proceso. Por otro, quizás
momento adquirió forma de lo que ha sido menos visible en el corto plazo, recuperar,

* Dr. (c) en Antropología. Programa de Doctorado en Antropología y Arqueología, Universidad Católica del Norte, San Pedro
de Atacama, Chile. Correo-e: matias.calderon@alumnos.ucn.cl; mcalderonseguel@gmail.com
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elaborar y difundir perspectivas teóricas que El Estado para Marx y Engels


puedan apoyar la reflexión crítica, la elabora-
ción de propuestas y la práctica. Las reflexiones de los fundadores del
marxismo respecto del Estado las podemos
Este escrito forma parte del segundo tipo de encontrar en diversos textos y cartas, sin
aportes. La teoría marxista se ha dedicado embargo, un libro fundamental es El origen
a analizar el rol del Estado en el capitalismo y de la familia, la propiedad privada y el Estado
en las formaciones que presentan las clases (Engels, s/f).
sociales, es decir, que se configuran de forma
estructuralmente desigual. Son herramientas Los planteamientos que proponen abren
teóricas relevantes de revisar en este momento, focos de análisis en distintas direcciones
ya que actualmente está en disputa la forma que sobre el origen y la naturaleza del Estado, nos
queremos darle al país, al Estado y su relación interesa en este escrito dar cuenta del núcleo
con la sociedad, para las décadas siguientes. de sus ideas.
Por ende, las reflexiones teóricas acá presen-
Corriendo el riesgo simplificador de toda
tadas son un aporte para entender el compor-
síntesis, podemos señalar que el centro de sus
tamiento estatal y pensar en los caminos que
concepciones es que el Estado como estruc-
deberían seguirse en un proyecto transformador.
tura política es una elaboración de la propia
No obstante, en este documento, no se efectúan
sociedad, la cual se configura una vez que (o
análisis de la coyuntura política concreta.
a la vez que) la división social del trabajo ha
Esta revisión no tiene pretensiones de avanzado hasta tal punto que ya se ha presen-
exhaustividad, sino que es una aproximación tado la separación entre clases sociales que,
general a autores claves de la reflexión marxista por una parte, controlan los medios de produc-
sobre el Estado, a algunos de sus textos más ción sin efectuar trabajo inmediato en ellos y,
importantes y al uso de estas orientaciones por otro lado, los productores directos. A partir
en la antropología social. No hay espacio para de las relaciones sociales de producción que
profundizar en los distintos planteamientos ni en conlleva esta división social, se ha presentado
las variaciones de los autores a lo largo de su históricamente una apropiación del excedente
vida. Es un preludio que invita a que quienes se del trabajo por parte de los controladores o
sientan convocados/as puedan profundizarlos. propietarios de los medios de producción por
sobre los productores directos; esto es una
En lo que sigue, revisamos las tesis centrales relación de explotación. Si bien la separación
de Marx y Engels, seguimos con Lenin y Gramsci entre productores directos y medios de produc-
para el marxismo de las primeras décadas del ción, como también los mecanismos de explo-
siglo XX, luego exploramos en el marxismo estruc- tación, no son exclusividad del capitalismo, sí
tural de la segunda mitad del siglo XX, señalamos llegan a su condición máxima en este modo de
algunos acercamientos antropológicos al tema, producción mediante el establecimiento de la
y más adelante, exponemos algunas aproxima- propiedad privada capitalista. La estructura de
ciones disciplinares desde Latinoamérica, para relaciones sociales que configura la propiedad
concluir con reflexiones finales. privada, teniendo como base la explotación
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del trabajo, implican un conflicto (abierto o Primera mitad del siglo XX: Lenin y Gramsci
solapado) entre clases sociales, tanto por el
excedente del trabajo como por los medios de En relación al tema desarrollado en este
producción (Marx & Engels, 1999). ensayo, dos intelectuales y políticos marxistas
de máxima importancia durante la primera mitad
El Estado como estructura política produ- del siglo XX son Lenin y Gramsci. El aporte de
cida y controlada por las clases dominantes, ellos respecto la teorización del Estado es de
cumple un papel central en el mantenimiento nuestro interés ya que sientan las bases de
y reproducción de la situación de explotación; reflexiones posteriores que emergieron dentro
sostiene el orden social procurando impedir que del marxismo y en la antropología. En Lenin
el conflicto de clases se exprese abiertamente. tenemos un análisis que se centra en la dimen-
Para ello cuenta con agentes especializados sión represiva/coercitiva del Estado, mientras
(burocracia administrativa, punitiva y policial), la que con Gramsci - sin negar lo anterior- centra
capacidad y el monopolio legal de la fuerza, la el foco de su análisis en los aspectos ideoló-
concentración del poder institucionalizado, entre gicos relacionados a su poder.
otros mecanismos. De esta manera sostiene y
reproduce las estructuras económico-sociales El principal escrito de Lenin sobre estas
de una sociedad dividida que descansa en la materias es El Estado y la Revolución (Lenin,
explotación del trabajo. Es así como no es un 1970), libro terminado al cierre de la primera
ente neutral o conciliador, sino que es funcional fase de la Revolución Rusa en agosto de 1917
a las clases dominantes y a la sociedad que a (previo a la toma del poder bolchevique en
ellos beneficia, es por lo tanto un Estado clasista octubre). Es un documento donde se proble-
(Engels, s/f). matiza teóricamente la cuestión del Estado
pensando en una política práctica para la
Junto con lo anterior, el Estado despliega revolución, tanto la que se vive a nivel interno
sus mecanismos de coerción (legales y por la como en Europa Occidental. A su vez, polemiza
fuerza) en la expansión territorial de la sociedad con corrientes marxistas democrático-bur-
capitalista, a través de lo que Marx (1999) guesas y nacionalistas. Es decir, con quienes,
denominó como la acumulación originaria o por un lado, niegan la necesidad de una revolu-
primitiva. Son procedimientos violentos susten- ción para la construcción del socialismo (soste-
tados por el Estado que tienden a despojar a los niendo exclusivamente la vía electoral) y, por el
productores directos de los medios de produc- otro, apoyan a sus Estados (burgueses) en la
ción, mediante el uso de la fuerza por parte de Primera Guerra Mundial, en vez de impulsar el
sus aparatos represivos, como en la legitima- internacionalismo proletario (v.g. Kautsky).
ción de un cuerpo normativo que así lo permite.
Ejemplos históricos de ello son el despojo de A partir de una revisión acuciosa de distintos
los campesinos en los países centrales y de los textos de Marx y Engels, Lenin (1970) sostiene
pueblos indígenas en general en las colonias. el carácter y origen clasista del Estado y su
papel como organismo de represión y legiti-
midad de las clases dominantes sobre las
clases subordinadas.
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El Estado es producto y manifestación del carácter irre- por Lenin (1970), Gramsci (2006) sostiene que
conciliable de las contradicciones de clase. El Estado
el Estado y su acción no debe buscarse exclu-
surge en el sitio, en el momento y en el grado en que
las contradicciones de clase no pueden, objetivamente,
sivamente en las instituciones propiamente
conciliarse […Es el] órgano de dominación de clase, un estatales, como son su burocracia, las fuerzas
órgano de opresión de una clase por otra, es la crea- armadas y policiales, la escuela pública, entre
ción del “orden” que legaliza y afianza esta opresión
otros. Sino que junto con ellos, el Estado se
(Lenin, 1970, p. 7).
expresa, a la vez que reproduce a la sociedad
de clases mediante una serie de instituciones
El autor pone énfasis en la dimensión violenta y organizaciones formalmente privadas o de la
del Estado buscando justificar teóricamente sociedad civil, pero que en el fondo son parte
la política práctica que se debiera seguir para del Estado.
superar el capitalismo. Concluye que, consi-
derando la naturaleza clasista del Estado y de Imbricada a esta reflexión, señala que el
los mecanismos coercitivos que ejecuta para Estado no opera solo a partir de la fuerza (o
sostener, reproducir y legitimar la dominación la posibilidad de la misma), para dominar a las
entre clases, la única manera en que las clases clases subalternas, sino que también a través
oprimidas pueden controlarlo para destruir su sistemas de ideas que legitiman y dan sentido
carácter burgués, es a través de una revolu- a los diversos actores, y a la sociedad toda,
ción. La abolición del Estado solo podrá ser respecto el orden social existente. Es en torno
posible cuando no existan las clases sociales y a estos aspectos que se usa el concepto de
las relaciones de explotación económica. Es por hegemonía (de extendido uso posterior, como
ello que el proceso combina los mecanismos revisaremos ). En la elaboración y reproducción
políticos revolucionarios con la construcción de de estos sistemas de ideas hegemónicos, los
bases económicas que lo hagan posible. organismos estatales de la sociedad civil juegan
un papel central. Junto con las instituciones
Finalmente, critica tanto a quienes cuestionan formalmente estatales que cumplen funciones
la posibilidad de una destrucción relativamente positivas (v.g. escuela pública) y negativas/
rápida del Estado burgués (marxistas gradua-
represivas (v.g. tribunales y cárcel), en la
listas), como a quienes proponen la destruc-
producción y reproducción de las ideas que
ción inmediata de toda la estructura del Estado
sostienen valóricamente el sistema dominante,
(anarquistas). Para Lenin (1970), la toma revolu-
existe una red de organizaciones e instituciones
cionaria del Estado implica la destrucción de su
que, en conjunto a lo anterior, configuran la
carácter burgués y la constitución de un Estado
cultura legitimadora del orden actual (asocia-
proletario que usa su fuerza para construir
ciones políticas, sindicales, gremiales, iglesia,
la nueva sociedad. Empero, no es posible
la prensa, entre otros). Además del Estado
suprimir de modo inmediato la estructura estatal
formal, existen “muchas otras iniciativas y activi-
sin antes sentar las bases económicas que lo
dades pretendidamente privadas que forman
harían posible.
[igualmente] el aparato de la hegemonía política
Asumiendo el carácter clasista del Estado y cultural de las clases dominantes” (Gramsci,
y sin negar la dimensión coercitiva enfatizada 2006, p. 151).
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Estas ideologías articulan (imponen) cierto y cambio social (Pérez, 2008). Tres autores
consenso valórico, tanto de dominantes como vinculados a esta aproximación son Althusser,
dominados. Se configura en los últimos cierta Poulantzas y Laclau.
“voluntad de conformismo” con la sociedad y su
condición de opresión (Gramsci, 2006, p. 152). Uno de sus ámbitos de interés ha sido lo
Sin embargo, este proceso no está exento de político en general, pero especialmente el
lucha y disputa en las distintas instituciones del rol del Estado y su relación con los campos
Estado, tanto políticas-gubernamentales, como económicos e ideológicos, abordando su
de la sociedad civil. funcionamiento en general y en el capitalismo
en particular. Se observa un claro enlace
Para Gramsci, “por ‘Estado’ debe entenderse con los planteamientos de Lenin y Gramsci,
no solo el aparato gubernamental sino también vistos en la sección anterior. Tanto Althusser,
el aparato ‘privado’ de ‘hegemonía’ o sociedad Poulantzas y Laclau, con sus especificidades,
civil” (Gramsci, 2006, p. 153). Es por ello que, examinan al Estado como una institución que
“en este sentido se podría decir que el Estado es simultáneamente coercitiva y articuladora
es igual a la sociedad política más la sociedad de sistemas de ideas que buscan legitimar y
civil, es decir, la hegemonía reforzada por la reproducir el orden dominante.
coerción” (Gramsci, 2006, p. 155).
Althusser (2008) plantea que todo modo de
En lo que respecta a la proyección política producción y su formación social concreta,
de estas reflexiones, se desprende que todos al mismo tiempo que produce bienes y servi-
los campos estatales –gubernamentales y cios, debe reproducir a las fuerzas productivas
de la sociedad civil- y, específicamente los (medios de producción y fuerza de trabajo) y
sistemas de ideas que sostienen una situación a las relaciones sociales de producción. La
de dominación, son terrenos constantes de la reproducción de la fuerza de trabajo y de las
lucha de clases. relaciones sociales de producción implica no
solo aspectos materiales y técnicos, sino que “al
mismo tiempo, la reproducción de su sumisión
Segunda mitad del siglo XX: marxismo a las reglas del orden establecido, es decir una
estructural reproducción de su sumisión a la ideología
dominante por parte de los agentes de la explo-
Dentro de las interpretaciones del marxismo tación y la represión” (Althusser, 2008, p. 119):
desarrolladas durante la segunda mitad del la burguesía y el Estado.
siglo XX, una de las influyentes (y criticadas),
fue el marxismo estructural. Fue nominado de Comienza destacando al Estado como fuerza
esta forma ya que su principal preocupación es represiva y disciplinadora que está al servicio de
analizar el funcionamiento de las estructuras la clase dominante, lo cual es su “función funda-
sociales (económicas, políticas e ideológicas), mental” (Althusser, 2008, p. 122). Este debe
sus relaciones y contradicciones, sin tener en ser el punto de partida de la teoría marxista
consideración prioritaria al sujeto (prácticas del Estado, sin embargo, para avanzar de este
y sentidos) como agente de la reproducción nivel teórico descriptivo, profundiza en las insti-
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tuciones que no son formalmente del Estado objeto sino también lugar de la lucha de clases”
pero que sí son parte de él ya que cumplen (Althusser, 2008, p. 128).
funciones de reproducción ideológica3. De esta
manera, toda teoría y análisis del Estado, junto Althusser se propone la elaboración de una
con la distinción entre poder de Estado (conser- teoría general del Estado y de una teoría general
vación o toma del poder estatal) y los aparatos de la ideología. Busca caracterizar teóricamente
represivos del Estado, debe considerar a los sus aspectos y funcionamientos más allá de las
aparatos ideológicos de Estado. especificidades que pueden adquirir en algún
modo de producción particular. En general, se
Los aparatos represivos de Estado son concibe a la ideología como el “sistema de ideas,
el gobierno, la administración, el ejército, la de representaciones, que domina el espíritu de
policía, los tribunales, las prisiones, y toda un hombre o un grupo social” (Althusser, 2008,
institución que opera a través de la fuerza y p. 136). Plantea que las ideologías (en plural)
o la posibilidad del uso de ella. Por su parte, tienen historia propia determinada en última
los aparatos ideológicos de Estado implican la instancia por la lucha de clases, mientras que la
producción, transmisión, internalización y repro- ideología en general es a-histórica u omnihistó-
ducción de los sistemas simbólicos funcionales rica en cuanto tiene estructura y funcionamiento
a las clases dominantes. Implican una plura- propio, inmutable más allá del contenido. Para
lidad de organizaciones e instituciones, donde el autor, los aspectos básicos de la ideología
gran parte de ellas no son formalmente parte en general son, en primer lugar, que esta
del Estado, pero cumplen un papel central en representa la relación imaginaria de los indivi-
la construcción de hegemonía. Tendríamos, de duos con sus condiciones reales de existencia,
esta manera, aparatos ideológicos de Estado de segundo, que la ideología tiene una existencia
tipo religioso, educacional, políticos (partidos), material expresada en sus aparatos y su ejecu-
sindicales, de información (medios), culturales ción, al igual que en los actos prácticos de los
(artes, deportes y literatura), familiar (posee sujetos, y en tercer término, que “la ideología
múltiples funciones) y jurídico (el derecho es solo existe por el sujeto y para los sujetos. […]
parte tanto de los aparatos represivos y de los sólo existe ideología para los sujetos concretos
aparatos ideológicos de Estado). y esta destinación de la ideología es posible
solamente por el sujeto: es decir por la categoría
Si la unidad de los aparatos represivos está de sujeto y su funcionamiento” (Althusser, 2008,
en su capacidad coercitiva y en su pertenencia p. 144).
formal al Estado, la unidad de la pluralidad de
los aparatos ideológicos está en los sistemas Poulantzas (1979), en su última obra Estado,
de ideas. Tanto los aparatos represivos como poder y socialismo, diferenciándose de Althusser
los ideológicos son aspectos de la totalidad (2008), no usa la conceptualización de Marx
estatal y operan articulados: “ninguna clase (2008) que distingue entre base o estructura
puede tener en sus manos el poder de Estado económica y la superestructura político-ideo-
en forma duradera sin ejercer al mismo tiempo lógica4. Para él, el uso de esta tipología tiene
su hegemonía sobre y en los Aparatos Ideoló- el riesgo de suponer la existencia de dominios
gicos de Estado. […estos] pueden no solo ser autónomos, que aunque relacionados, operan
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con sus propias reglas, ajenos a las dinámicas La principal tesis que sostiene Poulantzas
de otros campos sociales y del cambio histó- (1979) es que en el capitalismo, la agudización
rico. Asumiendo la preponderancia en última de la separación entre los medios de produc-
instancia de la esfera económica, lo político y lo ción y los productores directos (llegando en
ideológico ha estado, aunque de distinto modo, lo general a su disociación plena) da lugar a
siempre presente –constituyendo y siendo una “separación relativa” del espacio econó-
constituido- por lo económico, y viceversa. mico (producción y acumulación) con la esfera
Hay presencia de las relaciones políticas e Estatal. Esta es la forma específica del Estado
ideológicas en el seno de las relaciones de en el capitalismo, condición que lo recorre –
producción, puesto que estas se traducen en con transformaciones- en sus distintos ciclos
poderes de clase, los cuales están articulados a y fases. La teorización no puede separarse de
relaciones políticas e ideológicas que los consa- las transformaciones del objeto a lo largo del
gran y legitiman; no es una relación de exterio- capitalismo en el marco de las dinámicas de
ridad/temporalidad de afectación posterior, sino luchas de clases específicas. Por lo tanto, la
que están presentes desde su constitución. Las teoría del Estado capitalista debe poder abordar
relaciones de explotación son a la vez procesos las distintas “formas del Estado según los
de reproducción de la dominación y subordina- estadios y fases del capitalismo (Estado liberal,
ción político-ideológica, como también, de lucha Estado intervencionista etc.), distinción de estas
de clases. formas y de las formas del Estado de excepción
(fascismos, dictaduras militares, bonapartimos),
Las relaciones de producción, de explotación y de
extracción del plustrabajo […], no ha[n] constituido
formas de régimen en los diversos países
nunca, ni en los otros modos de producción (precapita- concretos” (Poulantzas, 1979, p. 23).
listas), ni en el capitalismo, un nivel hermético y cerrado,
autorreproducible y en posesión de sus propias “leyes” En lo que respecta al Estado capitalista,
de funcionamiento interno. Lo político-estatal (y lo Poulantzas (1979) concuerda en que este no
mismo sucede en el caso de la ideología) estuvo siem- se limita a la represión, sino que tiene un papel
pre, aunque bajo formas diversas, constitutivamente
clave en la producción, organización y repro-
presente en las relaciones de producción y, por consi-
guiente, en su reproducción. (Poulantzas, 1979, p. 12). ducción de las relaciones de dominación y de la
ideología hegemónica (a través de instituciones
formalmente e informalmente estatales), sin
Igualmente, Poulantzas (1979) es enfático al embargo, la dinámica estatal no se circunscribe
señalar que no se puede teorizar ni la economía, al binomio represión e ideología que vimos con
ni el Estado, ni la ideología, de forma abstracta Althusser (2008). La distinción entre aparatos
y a-histórica. Si bien pueden existir princi- de represión y aparatos ideológicos de Estado
pios generales, como los formulados por Marx es útil con fines descriptivos, sin embargo,
(2008) para la economía, la teorización precisa sigue asumiendo solo una acción “negativa”
debe corresponder siempre a su forma en cada del Estado a través de la represión o subordi-
modo de producción y sus variaciones. Es por nación ideológica. Sin embargo, las comple-
ello que el propósito de este autor en este libro jidades del poder estatal y su acción práctica
es contribuir a la teoría del Estado en el modo y material, nos muestra como en muchísimas
de producción capitalista. ocasiones impulsa acciones “positivas” sobre
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las clases subalternas (en beneficio de ellas). Relacionado a los últimos temas de
Expresando de esta manera una dimensión Poulantzas (1979), el punto de partida del libro
material de la dominación, generando consenso en general y del análisis del populismo en parti-
y lealtad -hegemonías de clase-, incluso si cular, es una crítica a lo que Laclau (1986) llama
estas medidas son concesiones impuestas el “reduccionismo de clases” dentro de la teoría
por la lucha de clases. Estas reflexiones están marxista. En la mirada reduccionista, todas “las
orientadas a explicar las peculiaridades del contradicciones son vistas como un sistema
Estado capitalista de las democracias liberales, jerárquico que puede ser reducido, directa o
bajo sus formas más o menos benefactoras. Es indirectamente, a una contradicción de clase.
así que, además de los aparatos represivos e En consecuencia, todo elemento o contradic-
ideológicos, debemos considerar los aparatos ción a los niveles político e ideológico tiene una
económicos de Estado. pertenencia de clases” (Laclau, 1986, p. 6). De
acuerdo al autor, este reduccionismo dificulta
Junto con lo anterior, se plantea que no todo la explicación de la variedad histórica de las
poder se reduce a lo estatal. Los procesos luchas sociales, de las ideologías burguesas y
económicos y las relaciones de clase se confi- de las disputas por la hegemonía.
guran en redes de dominación y resistencia que
desbordan al Estado, aunque este conserve un En consideración al tema de este ensayo, no
lugar protagónico (primacía). Además de ello, profundizaremos en el análisis del populismo
nos señala que existen relaciones de poder y propiamente tal, sino que más bien en las tesis
luchas que desbordan a las clases sociales, lo principales que se plantean para el estudio de lo
cual quiere decir que su fundamento no está político-ideológico.
en la división social del trabajo (en la explota-
ción económica), sino en otras relaciones de Usando los conceptos de base y superes-
dominación que se dan en el capitalismo. Lo tructura de modo ilustrativo, señala que es
cual no implica que estén al margen de las fundamental distinguir las determinaciones de
clases sociales. clases de las superestructuras y las formas de
existencia de las clases en ellas.
La división en clases no es el terreno exhaustivo de
constitución de todo poder, aunque en las socieda- Afirmar la determinación de clase de las superestruc-
des de clase todo poder revista una significación de turas no significa establecer la forma en que dicha
clase. […] Pero incluso si esas relaciones de poder determinación se ejerce. [Si las clases son] polos de
desbordan a las relaciones de clase […] los aparatos relaciones de producción antagónicas […], en cuanto
del Estado no se mantienen al margen de ellas […] a tales, no tienen ninguna forma de existencia necesaria
fin de asignarles una pertinencia de clase y de situar- a los niveles ideológicos y políticos (Laclau, 1986, pp.
las en la trama de los poderes de clase (Poulantzas, 184-185).
1979, p. 45-46).

El planteamiento central es que el carácter


Laclau (1986), en su teorización respecto al de clase de una ideología no está en su conte-
populismo, proporciona elementos adicionales nido (discurso explícito), sino que en su forma,
que permiten avanzar en la complejización de la cual se revela en su principio de articulación
lo político y del Estado en el capitalismo. específico, es decir con qué otros componentes
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ideológicos se articula, qué interpelaciones cruzamiento de una acumulación de contra-


realiza en los sujetos y que acciones políticas dicciones, no todas las cuales son de clase”
conllevan en ellos (sostenedoras o impugna- (Laclau, 1986, p. 190). De todas formas, como
doras del orden dominante). se indicó, estas contradicciones no clasistas se
articulan de distinta forma a ideologías de clase.
La articulación implica y requiere de conte- La clase que logra articular las contradicciones
nidos no clasistas (ej. Nacionalismo), siendo no clasistas con sus intereses e ideologías de
esta la materia sobre la cual opera –a través de clase es la que consigue la hegemonía.
las articulaciones- la práctica ideológica clasista.
La ideología dominante interpela a miembros Volviendo al punto de partida, respecto al
de la misma clase (o bloque) en el poder pero carácter de clase de las ideologías a partir de
también a los dominados. Esta dominación se las formas de articulación y no del contenido,
concreta en la absorción y neutralización de “es posible afirmar la pertenencia de clase de un
los contenidos ideológicos en los cuales se movimiento o una ideología y, al mismo tiempo,
puede expresar antagonismo y resistencia a afirmar el carácter no clasista de algunas de
la dominación. La construcción y ejercicio de las interpelaciones que constituyen esta última”
hegemonía de las clases dominantes implica (Laclau, 1986, p. 191).
“eliminar el antagonismo y transformarlo en
simple diferencia” (Laclau, 1986, p. 188). Nos parece que de los distintos puntos
planteados a lo largo de este acápite respecto
Por otro lado, una fuerza política-social el Estado, lo político e ideológico, y sus formas
puede articular los contenidos no clasistas, complejas de estructuración y expresión,
con elementos que interpelen a las clases se desprenden una serie de problemáticas
subalternas a la movilización y configurar relevantes para una antropología de lo político
una energía de transformación, explicitando que se interese en analizar a las clases sociales,
la situación de antagonismo y propiciando la la movilización social, el Estado, el poder, las
resistencia. Es por ello que el discurso propia- ideologías y las subjetividades.
mente tal no define el carácter de clase de una
ideología y movimiento, sino que su principio de
articulación y sus consecuencias para la lucha
social. “No es en la presencia de determinados Estado y marxismo en la antropología
contenidos en un discurso, sino en el principio
articulatorio que los unifica, donde debemos Si bien desde los preámbulos de la antro-
buscar el carácter de clase de una política y de pología como disciplina existen indicios de
la ideología” (Laclau, 1986, p. 189). estudios sobre las distintas formas de gobierno
e instituciones políticas de las “otras” socie-
De lo anterior se desprende que las clases y los dades, el estudio antropológico de “lo político”5
grupos sociales (o movimientos e identidades) se formaliza a mediados del siglo XX (Balandier,
empíricamente observables en un momento 2005). A lo largo de su desarrollo, la influencia
determinado, no tienen por qué coincidir. “Los de la teoría marxista sin ser desbordante, tiene
individuos son los soportes y puntos de entre- cierta presencia.
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Si bien no es posible catalogarlos como que cobró existencia, desde sus primeras
marxistas, dos antropólogos pioneros en el expresiones hasta la actualidad, en múltiples
estudio de lo político son Balandier (2005) y variantes. No obstante, todos poseen rasgos
Gluckman (2009). En ambos casos, no existe comunes, definidos por las funciones que
una vinculación directa o necesaria del Estado cumple en las sociedades donde está presente.
con la división y conflictos de clases sociales. Sobre ello, indica que el Estado existe en socie-
Sin embargo, vale la pena referirlos ya que dades de gran población y con presencia de
son antropólogos políticos clásicos que, en diversas clases sociales, asociaciones y grupos
momentos donde en la antropología se solía étnicos. Estos conglomerados tienen desigual-
enfatizar en las tendencias al equilibrio de la dades en la distribución de la riqueza y las
sociedad y sus estructuras, ellos relevan el funciones económicas. El Estado, mediante
conflicto como una cuestión central. Junto con sus mecanismos, busca la integración social
lo anterior, ilustran dos formas de estudio que de estas sociedades de carácter heterogéneo y
toman forma posteriormente en la antropología desigual, bajo un poder centralizado.
de influencia marxista: una mirada que privi-
legia el análisis de estructuras y sus compo- La integración se realiza mediante mecanismos
nentes (Balandier, 2005) y otra de los procesos, positivos y negativos. Los positivos se sustentan
acciones y situaciones (Gluckman, 2009). en fuerzas y emociones sociales como “el amor,
la lealtad, la dependencia recíproca, la fe religiosa,
la tradición y la fuerza de la costumbre” (Krader,
1972, p. 23). Tres mecanismos positivos de
El análisis estructural del Estado integración operan hacia adentro de la sociedad.
Son la expresión ritual y formal de la unidad de la
En la antropología marxista (o influenciada
sociedad (y de esta con el Estado), una ideología
por ella), que analiza al Estado y sus dinámicas
donde la sociedad y el Estado se glorifican, y el
estructurales, se usan datos etnográficos e
mantenimiento de la paz interna. A su vez, hay
históricos para reflexionar sobre el origen y
mecanismos de integración positivos que operan
papel del Estado en sociedades pre-capita-
hacia afuera, como son la protección de sus
listas, en los factores que impulsan la trans-
límites fronterizos y a través del establecimiento
formación de los sistemas de gobierno (dando
de relaciones extranjeras que aparezcan benefi-
origen o no al Estado), y en las relaciones entre
ciosas. Por otro lado, la integración negativa
los componentes estructurales de la sociedad
implica mecanismos coercitivos para eliminar las
en sus procesos de cambio6.
acciones que se visualizan como perturbadoras o
Uno de los primeros acercamientos en rupturistas con ese orden social, como la trans-
esta línea está en Krader (1972). Se plantea gresión de la legalidad y la rebelión. La eficacia de
que no existe un origen único del Estado, ya los mecanismos positivos se basa en la concor-
que este órgano surgió en distintos espacios dancia de los órdenes morales de la sociedad y
en momentos y condiciones diferentes (por los que promueven y orientan a los agentes del
conquista, desarrollo interno de una sociedad o Estado. A mayor disociación, grupos y mayorías
ambas a la vez). A su vez, que no es posible de la sociedad se pueden poner en acción contra
referir a una sola forma de Estado, puesto ese orden social y por ende, ese Estado.
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Friedman (1977), quién parte de un posicio- las características de las sociedades con y sin
namiento marxista explícito, se preocupa por Estado, y sus formas de gobierno específico.
el cambio social, indagando en el surgimiento En las sociedades sin Estado, los individuos
del Estado (y otras formas de gobierno) y la trabajan exclusivamente para sus familias, ellos
transición entre modos de producción. Plantea mismos y para los bienes colectivos del grupo
que el análisis de la reproducción y transforma- inmediato. No hay un ente externo que le pueda
ción social no debe disociar el análisis estruc- exigir la entrega de trabajo o productos hacia
tural del histórico. Su dinámica depende de las afuera de estas esferas. Por su parte, en la
relaciones y contradicciones intersistémicas sociedad con Estado, se trabaja o cultiva para
que se presentan en una formación social en otros sin existencia de vínculos recíprocos. A su
su totalidad7. vez, está dividida entre una elite que concentra
el poder, con autoridad estable, funcionarios
Cuestiona el materialismo economicista, de dedicación exclusiva, constante y con la
señalando que los componentes estructurales capacidad de coacción de la fuerza de trabajo.
no se relacionan mediante vínculos unidireccio-
nales, sino que se transforman entre ellos. Sin Para entender el rol del Estado es funda-
embargo, las variantes están determinadas, en mental destacar que es una sociedad dividida
última instancia, por la situación y cambio de entre quienes trabajan y quienes no trabajan
las condiciones de producción. Estas generan directamente, como también, entre gobernantes
limitantes a “las posibilidades de variación de y gobernados. Esto implica un acceso desigual
las relaciones de producción y de toda la estruc- al producto del trabajo social, como también, al
tura social” (Friedman, 1977, p. 234).El modo poder. Para Krader y Rossi (1982), el Estado
concreto en que esto acontece será variable solo existe (o emerge) donde se presenta la
históricamente. Él estudia una región y grupo división entre trabajadores directos y no traba-
étnico particular (los kachin en Alta Birmania), jadores que se apropian de parte del trabajo
dando cuenta de cómo el funcionamiento o producto ajeno. Es el principio organizativo
del sistema social en conjunto (condiciones que surge en estas sociedades y asegura la
ecológicas, tecnología, relaciones de produc- existencia de la sociedad en esos términos
ción, parentesco, organización social, rituales, mediante distintos mecanismos de control, los
religión, entre otros), puede impulsar diferentes cuales a su vez, aseguran la persistencia del
formas de transformación en el tiempo. En este propio Estado.
caso, dependiendo de la evolución o degra-
dación de las condiciones de producción, las
cuales se configuran a partir de la incidencia de Estado, actores y prácticas
distintas partes del sistema social, este puede
variar hacia la verticalización mediante la consti- A continuación revisaremos a antropólogos
tución de clases sociales y Estado, o hacia una y antropólogas que poseen una influencia
estructura de clanes acéfalos. marxista y, estudian el Estado priorizando una
mirada en actores, prácticas y situaciones. En
Krader y Rossi (1982), a partir de distintos términos generales, se observa que el Estado
materiales antropológicos e históricos, abordan ha dejado de ser un foco de análisis como tal y,
232 | Matías Calderón — Teoría marxista del Estado y sus usos en la antropología

pasa a ser parte de una dimensión del poder que la Dependencia, ya que su internalización en la
se estudia en conjunto a sus aspectos prácticos antropología permitió visibilizar cómo dinámicas
y cotidianos. Igualmente, se ha enfatizado el globales de economía-política se expresan en
rol de fuerzas sociales más amplias en estas espacios locales. No obstante, hace una crítica
dinámicas, como el colonialismo, la expansión a los estudios de este tipo que se expresaron
capitalista, entre otros. en interpretaciones unidireccionales desde lo
general a lo local.
Jean y John Comaroff (1991) asumen una
antropología histórica entendida como un Gledhill (2000) propone una antropología
análisis de dinámicas económicas, políticos histórica atenta a los contextos, que imbrique
procesos sociales de distintos niveles, sin omitir
y socio-culturales que imbrican como un todo
las relaciones económicas, políticas y simbó-
procesos estructurales, acciones y represen-
licas macro, pero que a su vez, no reduzca
taciones, las cuales deben considerar distintas
lo local a lo general. Estas interrelaciones y
escalas de lo social. De este modo, los casos
dinámicas de transformación se expresan
de estudios expresan procesos más amplios
de múltiples formas y a través de distintas
como pueden ser el Estado colonial, pos-colo-
dimensiones, de este modo, la antropología
nialismo o el colonialismo interno. Los contextos
política que promueve debe abocarse a dar
macro, como la formación estatal, son inelu-
cuenta de relaciones de poder y sus formas
dible para entender el nivel local, sin embargo,
de representación en distintas sociedades
las dinámicas micro tienen también un devenir
(incluidas la propia) y en diversas esferas de
propio donde incluso existen espacios de
acción social. Así, el Estado, debe ser un ente
autonomía respecto lo general. En este sentido,
analizado dentro de un conjunto mayor de
tanto las formas de opresión como las resisten-
aspectos generales y locales que configuran lo
cias, se expresan de múltiples formas e incluso político. Más que una antropología del Estado,
se sobreponen. A veces de manera explícita y su propuesta es sobre una antropología de lo
nítida, mientras que otras, de forma encubierta, político que lo incluya, integrando dinámicas
cotidiana y de alcance situacional. de dominación y resistencia que consideren lo
Gledhill (2000) cuestiona el etnocentrismo cotidiano y lo estructural.
de la teoría y reflexión antropológica, como Por su parte, Crehan (2004) propone una
también, la ausencia de contextos históricos y conceptualización que asume la cultura inexo-
procesos sociales mayores a lo local que sitúen rablemente vinculada a la noción de clases
a los estudios etnográficos y a la propia antro- sociales, entendiendo a la primera como el modo
pología en redes políticas más amplias. En en que se viven o experimentan las realidades
muchos casos, ha existido una invisibilización de clase, en cuanto prácticas, percepciones,
de las relaciones coloniales, por ende, de las identidades y relaciones de poder. No existe un
formas que adquiere el Estado y los efectos que esquema predefinido que permita establecer de
genera, en las poblaciones estudiadas tradi- antemano cómo se expresan en un momento
cionalmente por la disciplina. A partir de esta histórico concreto, cuestionando la dicotomía
crítica, rescata perspectivas como el análisis base/superestructura, de ahí la importancia de
del sistema mundo de Wallerstein y la Teoría de la investigación y el trabajo etnográfico. Los
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procesos que analiza la antropología a escala de las relaciones de dominación y explotación


etnográfica están inmersos en realidades existentes en la región.
más amplias que sin lugar a duda inciden en
sus configuraciones, de igual forma, la escala Díaz-Polanco (2005) circunscribe sus reflexio-
micro puede estar incidiendo en cambios o nes dentro de los debates por la autonomía, la
ajustes de los niveles más amplios; el cómo de autodeterminación, la plurinacionalidad y el
estos procesos es la pregunta que solo puede multiculturalismo respecto la conformación de
responderse adentrándose en esas realidades. los Estados de la región, que se han presen-
Para analizar el poder en determinado espacio tado en América Latina por los levantamientos
es necesario conocer las redes económicas y y movilizaciones indígenas durante las últimas
políticas generales (como el Estado) y a su vez décadas. Expone los desafíos que lo anterior
presenta para la configuración y ejercicio de
cómo los sujetos viven y denotan esos flujos en
los Estados del continente. Es en este contexto
su propio espacio, y la manera que inciden en
donde para profundizar la democracia, el reco-
las trenzas de poder local.
nocimiento efectivo (con poder), critica las
corrientes político-ideológicas del liberalismo
Aproximaciones sobre y desde Latinoamérica conservador que se opone a este proyecto, y
también al relativismo absoluto (responsable
Para finalizar este ensayo, revisaremos de esencialismos etnicistas), desde donde se
algunas propuestas sobre/desde América pronuncian a una autonomía aislacionista. Tanto
Latina respecto lo político y el Estado en la el liberalismo extremo y el relativismo extremo
región, influenciadas por la teoría marxista. En forman dos aspectos de una misma unidad. Se
este caso también distinguimos dos grandes producen y refuerzan uno al otro.
aproximaciones, por un lado, aquellas que
priorizan una mirada estructural centrada en El autor señala que los desafíos para el
la naturaleza, conformación y funcionamiento marxismo y movimientos progresistas es
del Estado Latinoamericano, y, por el otro lado, superar el economicismo e integrar estas
aproximaciones que apuntan hacia el actor, sus problemáticas como parte estructurante de sus
prácticas cotidianas y sistemas simbólicos. análisis y propuestas políticas. Todo proyecto
y proceso de transformación del Estado, debe
En el primer tipo de aproximaciones referi- combinar la lucha por la redistribución (clases)
remos escritos que reflexionan sobre la confor- con la lucha contra la dominación cultural y el
mación del Estado-nación latinoamericano reconocimiento. Aquí se critica al multicultura-
en relación a la presencia, reconocimiento lismo liberal, donde los problemas de discrimi-
y participación de los pueblos indígenas en nación y exclusión cultural han desplazado los
estas conformaciones estatales. A su vez, problemas de la desigualdad socioeconómicas.
relacionan estas temáticas con las dinámicas “El punto es, y siempre ha sido, cómo lograr
políticas contemporáneas en el sentido que es reconocimiento e impulsar la igualdad simul-
una cuestión central para todo proyecto político táneamente, como partes del mismo proceso”
(partidario, de movimientos sociales, intelec- (Díaz-Polanco, 2005, p. 61).
tual, etc.) que se sitúe desde la transformación
234 | Matías Calderón — Teoría marxista del Estado y sus usos en la antropología

González Casanova (2006; 2009) también que son causa de las desigualdades (González
efectúa reflexiones con una alta orientación Casanova, 2009).
para la práctica política. El foco de su análisis
es cómo en los países latinoamericanos se En los estudios para Latinoamérica referentes
constituyen condiciones de neocolonialismo a las dimensiones cotidianas del el Estado,
que se caracterizan por la existencia de un existe un debate respecto al concepto de
colonialismo interno, esto es del bloque en el hegemonía. Sin entrar en su detalle, para
poder (clases sociales y grupos culturales), que todos, la hegemonía no implica exclusiva-
domina y subordina no solo desde lo econó- mente consenso o dominación ideológica; se
mico sino también desde lo cultural. Esta situa- comprende como un proceso de lucha por los
ción no solo ocurre con los gobiernos conser- significados que implica aspectos prácticos y
vadores, sino que gobiernos de izquierda materiales. En su conformación, son centrales
controlados por corrientes reduccionistas de los contextos históricos, espaciales y sociocul-
clase o economicistas, también lo ponen en turales que le da forma concreta a las dinámicas
práctica. Desde la izquierda. de la hegemonía.

Casi todos los líderes e ideólogos dieron prioridad a Además de lo anterior, no poseen solo
la lucha contra el imperialismo y a la lucha de clases
una aproximación hacia la cotidianidad de lo
como base para rechazar la lucha de las etnias, sin
que estas pudieran romper las barreras epistemoló- político, sino que ha existido una profundización
gicas y tácticas que llevaban a desconocer sus espe- de estas perspectivas avanzando a dar cuenta
cificidades. Así, el problema del colonialismo interno de aspectos cotidianos en la formación de los
se expresó de manera fragmentaria y dispersa en el
Estados como tal. Los grupos subalternos con
pensamiento marxista y revolucionario (González
Casanova, 2006, p. 415).
sus prácticas y significaciones, de resistencia
cotidiana y formal (pero invisibilizada), producen
también al Estado. De igual modo, se proble-
Las relaciones capitalistas, la explotación, matiza respecto las complejidades y contradic-
operan también dentro de los propios pueblos ciones ideológicas y prácticas de los proyectos
indígenas, entre algunos de sus integrantes de las clases dominantes respecto el Estado
para beneficio de colonizadores o elites neoco- y la sociedad en general. En este sentido, el
loniales. Esto es indígenas dominados por Estado no es solo una estructura que se impone
indígenas para beneficio propio y de terceros. y funciona, sino que se está constantemente
A su vez, entre clases subalternas, la condición reproduciendo y transformando en función de
india es factor de diferencia y discriminación; prácticas de grupos dominantes y dominados.
lo cual dificulta la acción política unificada. Es
por ello que la lucha por la autonomía indígena Mallon (2003), a partir del análisis del rol del
está imbricada con la lucha de clases y de los campesinado en conflictos nacionales e interna-
Estados que buscan romper posición subor- cionales en dos Estados republicanos en forma-
dinada en la división internacional del trabajo, ción en el siglo XIX (México y Perú), cuestiona
y de la profundización democrática. Debe la noción de que el nacionalismo es exclusi-
existir una articulación de las luchas, en caso vamente un fenómeno burgués. En los casos
contrario, no se transformarán las condiciones estudiados emerge un nacionalismo campesino
Revista Antropologías del Sur Año 7 N°13 2020 Págs. 221 - 238 | 235

que se configura a partir de las concepciones ción es una realidad gran parte del tiempo.
y prácticas que ellos van desarrollando en los En ello es fundamental la hegemonía. La cual
conflictos. Tienen una participación activa, concibe no solo como imposición, consenso y
material e intelectualmente, en la formación del disputa, sino que también implica -sin negar
Estado, que está en permanente negociación y la coerción- cierta “complicidad consciente
disputa con los proyectos y prácticas de otros […]. Es el cinismo, no la incorporación ideoló-
grupos y clases del Estado en gestación (tanto gica, la que hace que este sistema funcione”
subalternos como dominantes). La concepción (Sayer, 2002, pp. 234-235). Ocurre por diversas
de un Estado-nación unitario y homogéneo es cuestiones, entre ellas, porque las acciones del
un fenómeno posterior, cuando determinadas Estado, a la vez que oprimen, también otorgan
elites logran el control del grueso del poder poder a ciertas fracciones de los grupos subal-
estatal y consiguen que se acepte (por unos) y ternos, lo cual no siempre es parte del proyecto
se imponga (a otros) esta visión. original. El desenvolvimiento del poder estatal y
las resistencias son procesos contradictorios y
Roseberry (2002) propone que el concepto entrelazados.
de hegemonía no se utilice para entender los
momentos de consenso ideológico, sino más
bien los procesos de lucha. De este modo, la
Reflexiones finales
hegemonía no da forma a una ideología común,
sino más bien “un marco material y significativo Luego recorrer la conexión entre marxismo,
para vivir a través de órdenes sociales carac- Estado y antropología, encontramos distintos
terizados por la dominación, hablar de ellos y puntos de convergencia y diferencia. Desde
actuar sobre ellos” (Roseberry, 2002, p. 220). Lenin y Gramsci se abren dos líneas comple-
Respecto el Estado, se sostiene que los grupos mentarias de reflexión: por un lado, el Estado
subalternos, en sus relaciones y disputas entre desde un ángulo estructural con mayor foco en
ellos y con las elites, producen y transforman al la coerción explícita, y por el otro, en las distintas
Estado como institución y sus prácticas. cuestiones relativas a los sistemas simbólicos y
cotidianos fundidos con el Estado, su domina-
Para finalizar, Sayer (2002) critica las grandes
ción y resistencias. Lo que nos parece claro,
abstracciones teóricas sobre el Estado, las que
es que una reflexión que se proponga la acción
considera una proyección del propio proyecto política, no puede prescindir de ninguno de
estatal al darle una unidad y coherencia que no estos aspectos.
existe en las prácticas concretas del ejercicio
de su dominación. Del mismo modo que es Retornando al presente en Chile, de las
una ficción la existencia del Estado como una acciones represivas y generalizadas del Estado
totalidad homogénea y cohesionada, lo es para aplacar la protesta social (con violaciones
la existencia de una “cultura popular” como a los derechos humanos), llama la atención que
espacio regular y congruente de resisten- sea el principal dispositivo usado. Vimos como
cias. Junto con ello, plantea que, a pesar de todo orden desigual se sustenta en la coerción,
la existencia de episodios periódicos de resis- pero que se haya constituido en el principal
tencia a situaciones de opresión, la domina- instrumento, expresa la fragilidad ideológica del
236 | Matías Calderón — Teoría marxista del Estado y sus usos en la antropología

neoliberalismo chileno para sostenerse en un actores que pudieran dotar de sentido “hacia
contexto democrático. Ya no existe una disputa adelante”, a la movilización social. Estos son
hegemónica más o menos equivalente, sino nítidamente políticos, en cuanto implican
que el neoliberalismo ha perdido legitimidad una disputa de poder, pero sin anclaje parti-
en parte mayoritaria de la población. La acción dario. Los ejemplos son múltiples y ameritan
represiva como se ha expresado, solo ha un tratamiento detallado, pero van desde la
agudizado esta situación, en vez de contrarres- creación de héroes populares, la destrucción
tarla. Las acciones discursivas para oponerse a de monumentos y esculturas que representan
la movilización, como las estrategias del miedo determinados poderes, la producción material
al caos, la violencia, salto al vacío por proceso del espacio público con sinfines de rayados,
constitucional, crisis económica, etc., no han pinturas, murales e intervenciones, cambio de
articulado referentes simbólicos aceptados nombre de calles y plazas, entre otros9.
por la ciudadanía, aunque debe reconocerse
que han servido para aglutinar a los actores Para finalizar, es importante reiterar que las
políticos y sociales (minoritarios) que defienden perspectivas planteadas en este ensayo tienen
el orden neoliberal. vigencia en el momento actual. Evidentemente,
no se trata de tomar los postulados y aplicarlos
La pérdida de hegemonía del neolibera- como dogma, sino más bien, usarlos crítica-
lismo no ha sido de un día para otro, aunque mente y de modo criterioso como referentes para
así se nos presentó como fenómeno de escala
comprender y actuar en las luchas del presente.
nacional, sino que se sustenta en un malestar
acumulado por décadas a partir de las condi-
ciones materiales de existencia, marcadas por
la desigualdad y precariedad de la vida8. Agradecimientos

Por otro lado, la paulatina pérdida de legiti- A CONICYT-PFCHA/Doctorado Nacional 2019


midad del neoliberalismo no se acompañó de - folio 21190475 por financiar mis estudios de
un proceso de construcción político e ideoló- doctorado. También a Marina Weinberg, quien
gica que se le opusiera como proyecto político orientó la selección bibliográfica para la elabo-
general. Es por ello que, una de las caracte- ración de una primera versión de este ensayo.
rísticas de la rebelión chilena es una flore- Y finalmente, al revisor/a anónimo/a por sus
ciente producción de símbolos, prácticas y valiosas sugerencias.
Revista Antropologías del Sur Año 7 N°13 2020 Págs. 221 - 238 | 237

Notas
1
Una revisión general sobre el neoliberalismo en Harvey (2007). orientación estructural sobre la relación entre el poder y la cultura,
Sobre Latinoamérica consultar la cuantiosa producción de CLACSO no obstante, no es profundizado en este ensayo debido a que no se
en https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/inicio.php. específica en el Estado, sino más bien, en las articulaciones entre
2
https://ciperchile.cl/2019/12/20/el-nunca-mas-que-nunca-fue- estas dimensiones en un sentido más general. Esto comprende
analisis-de-los-cuatro-informes-sobre-derechos-humanos-tras-el- al Estado, pero las reflexiones y propuestas sobrepasan a esta
18-o/. institución y su papel.
3
Reconoce el papel de Gramsci en las reflexiones que van en 7
Sigue el esquema clásico del conocido Prólogo (Marx, 2008),
esta línea, sin embargo, señala que sus planteamientos no están reconociendo varios niveles funcionales dentro de una formación
sistematizados como cuerpo teórico. social (fuerzas de producción, relaciones sociales de producción
4
Poulantzas desarrolla parte importante de su obra en sintonía con y superestructura). Expone un modelo abstracto de las formas de
el estructuralismo de Althusser, sin embargo, en el libro que usamos funcionamiento, relación, contradicción y determinación de estos
en este ensayo, se aleja de su influencia y cuestiona algunas de componentes, y como a partir de ello se desarrolla la reproducción
sus proposiciones claves (Duhalde, 2008). Para sus planteamientos y transformación social.
anteriores se puede revisar, entre otros, Poulantzas(2007). 8
https://www.celag.org/chile-y-la-cronica-de-un-estallido-
5
A grandes rasgos considera sistemas de gobierno, formas de anunciado/.
organización social, relaciones de poder, conflictos y resistencias, 9
http://www.laizquierdadiario.cl/Patrimonio-y-Memoria-otro-
ritualidades, performances y sistemas de significados relacionados. frente-del-estallido-social. https://mundo.sputniknews.com/america-
6
Wolf (2001), autor de influencia marxista, hace un análisis de latina/201912161089664049-los-heroes-del-estallido-social-en-chile/.

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