EL CULTIVO Y MEJORAMIENTO
DE LA PRODUCCIÓN
DE AJO EN CUBA
El ajo es un cultivo muy sensible a las condiciones del medio
y su época de desarrollo es muy limitada en el año. En Cuba
es gravemente afectado por plagas y enfermedades, como
el hongo Alternaria porri, los trips, ácaros y las afectaciones
provocadas por los altos niveles de ozono en la atmósfera,
enfermedad conocida como mancha blanca que afecta
considerablemente a este cultivo.
En las condiciones edafoclimáticas de Cuba, los clones
más utilizados, como Criollo y Vietnamita, reportan ren-
dimientos entre 4 y 9 t-1, ha con un valor medio de 6 t-1ha;
algunos productores obtienen rendimientos superiores de
11 t-1 ha, en años con condiciones más favorables.
En el INIFAT se desarrollan, hace varios años, investiga-
ciones con el objetivo de mejorar la producción de ajo en
el país; en distintas etapas, se ha considerado la adaptación
de clones a clima tropical, la tolerancia a enfermedades, el
incremento de los rendimientos y el mejoramiento de la
calidad, con el objetivo de resolver diferentes problemas
que se confrontan en la producción comercial. El mayor
énfasis se ha puesto, en el mejoramiento de la fitotecnia del
cultivo, para favorecer su comportamiento en las condiciones
de producción.
Requerimientos del cultivo
Para cultivar el ajo y obtener buenas producciones, es
conveniente conocer determinados detalles acerca de la
fisiología y ecología de esta especie. Durante su desarrollo
,ocurren varios estadios o etapas como: la brotación, el
crecimiento, la inducción del bulbo y el desarrollo de éste
hasta la cosecha y post- maduración.
El éxito de la producción, dependerá de la calidad de las
semillas, éstas se categorizan, según las normas de calidad
establecidas para ello.
Los clones deben de estar bien definidos y adaptados
al medio, los provenientes de latitudes más altas que la de
Cuba (19-230 LN), normalmente, no se aclimatan y requieren
trabajos de adaptación y mejora, los que mejor se adaptan,
a las condiciones de Cuba son los que inducen el desarrollo
del bulbo a 11 horas luz, en cuyo momento debe estar fina-
lizando el estadio de mayor crecimiento, que ocurre entre
los 45 y 75 días de la siembra. De este modo, se aprovechan
mejor los recursos acumulados.
La utilización de los dientes, clasificados por tamaño o
peso define que se logre una buena densidad poblacional,
los dientes que tienen más de 5 mm de diámetro o los que
pesan más de 0,5 gramos son, generalmente, capaces de
vencer el estadio de brotación, fijarse al suelo y continuar el
desarrollo. El crecimiento inicial, es más rápido en aquellos de
mayor tamaño por tener mas nutrientes disponibles durante
los primeros 15 a 20 días.
18
Laura Muñoz de Con
O.B. ACTAF, Instituto
de Investigaciones
Fundamentales en
Agricultura Tropical (INIFAT)
Independientemente del tamaño, los dientes de un bulbo
tienen la misma información genética y todos son capaces de
desarrollar bulbos normales si vencen el estadio de brotación
y continúan el desarrollo.
Para lograr una mejor uniformidad en la plantación, los
dientes se separan, según el peso, en tres grupos: 0,5-0,7
gramos, 0,71-0,99 gramos y mayores de 1 g. Para la siembra,
se utilizan densidades poblacionales mayores de 50, 40 y 30
gramos por metro cuadrado, respectivamente.
El ajo que, se cosecha para semilla entra en un estadio de
post-maduración, durante el cual no brota por 6 a 7 meses,
se conoce que los dientes están aptos para brotar en pocos
días cuando se le da un corte longitudinal y el embrión se ha
extendido en un 70% o más de la longitud del diente.
La fertilización debe aplicarse, entre los 10 y 15 días
antes del estadio de mayor crecimiento, la aplicación de
fertilizantes, después de los 50 días, inhibe los estadios de
inducción y desarrollo del bulbo, lo que afecta la fisiología
normal de las plantas e impide el desarrollo de los dientes
interiores del bulbo.
En las condiciones de Cuba, es fundamental que los
clones que se utilicen posean un grado determinado de
tolerancia o resistencia a enfermedades, como la inducida
por el hongo Alternaria porri (Ell.Cif.) y la mancha blanca, que
provocan graves daños en el follaje y no permiten mantener
un área foliar sana en el estadio de inducción del bulbo.
En clones susceptibles a estas enfermedades, como el
Criollo y el Vietnamita, los productores plantean que es
necesario hacer numerosos tratamientos fitosanitarios, más
de 30 en 125 días de cultivo, para poder lograr rendimientos
aceptables. Pero cuando, la dosis de estos productos está por
encima del nivel de tolerancia de las plantas, se producen
desecamientos y pérdidas de hojas y para restaurar el follaje,
es necesario aplicar fertilizantes en momentos que no son
los más adecuados.
Este cultivo, admite gran variedad de suelos, aunque
prefiere los francos arenosos o los francos arcillosos, con
buen drenaje, pH entre 6.5 y 7.0 y con contenidos de materia
orgánica superior a 1,5. Es sensible a condiciones salinas y
en la preparación del suelo, éste debe quedar bien mullido
y con buena nivelación.
En cuanto a las exigencias nutricionales, se considera
que la mayor reacción es al nitrógeno, es eficiente al uso del
fósforo, mientras que su respuesta al potasio es débil.
Este cultivo, para crecer tiene un periodo muy limita-
do y no compite con las hierbas indeseables; si durante el
ciclo vegetativo, se produce estrés hídrico, resulta difícil la
recuperación. Debe mantenerse la humedad, en el rango de
humedad productiva durante todo el ciclo, excepto los 15 a
20 días anteriores a la cosecha. Es importante evitar el estrés
hídrico desde la etapa de siembra hasta la diferenciación de
los dientes.
 De las distancias de plantación y la densidad poblacional,
dependen los rendimientos y el tamaño de los bulbos que se
obtengan. En otros países productores, se considera que la
distancia entre surcos puede reducirse hasta 20 cm, el área
vital varía entre 125 y 200 cm2 y la densidad poblacional
debe ser superior a 30 plantas-1m2.
En Cuba, se utiliza mayormente la distancia entre sur-
cos de 0,90 m con doble hilera a 0,30 m y 4 a 5 cm entre
plantas, con la que se obtienen densidades, entre 44 y 54
plantas/m2, lo cual está dentro de los limites recomendados
en la bibliografía internacional.
La época de plantación es un factor determinante sobre
los rendimientos. Su desarrollo depende, en gran medida, de
la interacción con la temperatura y el fotoperíodo. Beneficia
su crecimiento, la combinación de bajas temperaturas con
días más cortos, mientras que el desarrollo del bulbo se
favorece cuando los días se hacen más largos y las tempe-
raturas aumentan.
La tabla 1, expone las variaciones de la temperatura
entre los meses desde septiembre hasta abril y las horas
luz de los días 10 y 15 de cada mes. Cuando la plantación
se realiza entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre, el
estadio de mayor crecimiento se ubicará en los meses del
año en que la temperatura es más baja, etapa en la que las
plantas desarrollan mayor número de hojas y éstas son más
largas y anchas. Al final del período las horas luz aumentan
y las temperaturas son más altas, condiciones éstas que son
favorables para el desarrollo del bulbo.

TABLA 1. Influencia de las temperaturas y las horas luz sobre los estadios de mayor crecimiento, inducción y desarrollo del bulbo

MESES SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR

Mínima 22.9 21.3 18.7 16.8 15.4 15.8 17.1 18.6
TEMPERATURA
Media 27.6 26.2 24.0 22.2 21.0 21.9 23.0 24.5
(ºC) *
Máxima 32.2 31.2 29.2 27.6 26.8 28.0 28.9 30.5
                                   
sep-15                                
oct-01                                
oct-15                                
nov-01                                
nov-15                                
dic-01                                
dic-15                                
                                   
DÍA 1 12.7 12.0 11.4 10.9 10.9 11.3 11.8 12.5
HORAS LUZ *
DÍA 15 12.4 11.8 11.2 10.9 11.0 11.5 12.1 12.7

LEYENDA   Fecha de plantación

1/2010
  Brote y crecimiento inicial lento

  Estadio de mayor crecimiento

  Período de temperaturas favorables para el crecimiento

  Período de horas luz favorables para la inducción del tallo

  Inicio del fotoperíodo optimo para la inducción

del bulbo en época normal de plantación
* Datos del Instituto de Meteorología
En plantaciones tempranas, el área foliar receptiva al fotoperíodo se demora, como consecuencia del crecimiento a más
alta temperatura; en época tardía se adelanta durante el crecimiento inicial y se interrumpe por el fotoperíodo antes de
vencer el estadio de mayor crecimiento (Tabla 1). En la tabla 2, se aprecia la diferencia en el rendimiento entre las distintas
épocas de plantación. En las plantaciones tempranas, las condiciones climáticas se presentan inversas a los requerimientos
de esta especie. En las tardías, las condiciones de temperatura son más favorables para el crecimiento, pero el fotoperíodo
le acorta el ciclo.

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 TABLA 2. Características de los clones

Tolerancia
Peso
Área foliar afectada Rendimiento por épocas Diámetro Almace-
del
% de 4 cm ó namiento Materia
diente.
Clones Ciclo(días) mayor. a los 6 seca
Mancha Valor
Alternaria Normal Tardía meses (%)
blanca Temprana (t/ha) (%) medio
(grado) (t-1ha) (t-1ha) (%)
(grado) (g)

6-15 1-10
Tropical -1 125-130 5.3 12.0-13.0 80 1.1 68 36
1 1
6-15 1-10
Tropical-3 125-130 5.0 11.0-12.0 8.0 70 1.1 84 37
1 1
6-15 1-10
Tropical-3-1 130 12.0-13.0 85 1.3 68 36
1 1
6-15 1.-10
Tropical-3-5 130 11.0-12.0 90 1.0 87 40
1 1
6-15 1-10
Tropical 14-2 125-130 5.7 9.0-10.0 75 1.5 81 36
1 1
6-15 1-10
Tropical 15-5 135 11.0-12.0 80 1.6 80 37
1 1
6-15 1-10
Tropical 15-7 135 12.0-13.0 7.8 85 1.3 75 36
1 1
6-15 1-10
Tropical-22 120-130 9.0-10 9.3 75 1.6 77 37
1 1
51-75 >75
Criollo 120-125 1.7 8.0-9.0 1.5 55 0.5 65 32
4 5
>75 >75
Vietnamita 115-120 2.2 6.0-8.0 3.0 65 0.7 61 35
5 5

La cosecha se debe realizar, cuando el secado natural,

que se inicia por las puntas de las hojas alcanza la mitad de
éstas, o cuando el falso tallo se dobla o pierde la rigidez.
Para el almacenamiento del ajo, se requiere que éstos
estén secos, en este proceso las mayores pérdidas se deben a
los ataques de Ephestia cautella (Walk.) Lasioderma serricorne
(F.) y Aceria tulipae Keifer.

Tolerancia a enfermedades en condiciones

de campo Clones de ajo mejorados y adaptados a las condiciones de Cuba
Como resultado de las investigaciones se ha logrado
obtener los clones Tropical 1,3,(3-1), (3-5),(14-2), (15-5),
(15-7) y 22 que tienen grado 1 de tolerancia al hongo Alterna-
ría porri (Ell..Cif.), en el estadio de inducción del bulbo, (entre
6-15% del área foliar afectada) y a la mancha blanca se ha
registrado grado 1 de tolerancia (entre 1-10% de afectación
foliar). Todo ello tiene un efecto importante sobre los ren-
dimientos, al obtener mayor área foliar sana en el momento
de aprovechar las reservas elaboradas. Además, permite Clones de ajo tolerantes a enfermedades, derecha, control susceptible
disminuir los tratamientos fitosanitarios que normalmente
se aplican en la producción (Tabla 2).

Tamaño de los bulbos y peso de los dientes

Al incrementar el tamaño de los bulbos y el peso de los
dientes se favorecen los rendimientos. En este aspecto, los
clones (3-5), (3-1) y (15-7), se destacan por desarrollar más
del 80% de bulbos con más de 4 cm de diámetro (Tabla 2).
Los clones (15-5), 22, y (14-2) desarrollan valores medios en
peso de los dientes de 1.5 gramos o más (Tabla-2). Clones cubanos en pruebas ecológico-zonales

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Materia seca y almacenamiento
El contenido de materia seca es uno de los factores,
que más influye sobre las condiciones de un clon para el al-
macenamiento; aunque también pueden determinar otros
factores como la fitotecnia, la maduración, el momento
de la cosecha, el secado, el beneficio y las condiciones
de almacenamiento.
Los clones (3-5), 3, (14-2) y (15-5) almacenados durante
6 meses mantuvieron más del 80% de su material (Tabla
2). El clon (3-5) acumuló el 40% de materia seca, aspecto
éste que lo hace factible y económico, para su utilización
en la industria. (Tabla 2).
Extensión del período de plantación
De acuerdo a los datos climáticos, se determinó que
la época más favorable para realizar las plantaciones se
limita a un período de 1 mes, entre mediados de octubre
y noviembre (Tabla 1). En plantaciones más tempranas
o en las más tardías, los rendimientos disminuyen como
consecuencia de la interacción temperatura-fotoperío-
do (Tabla 2). En época temprana (segunda quincena de
septiembre y primera quincena de octubre), los clones
más eficientes fueron 1, (14-2) y 3 y en épocas tardías,
los clones 22, 3 y (15-7).
Incremento de los rendimientos
La obtención de clones con alto grado de tolerancia
a enfermedades, permite la reducción de las pérdidas de
área foliar y las aplicaciones de productos químicos, lo
cual favorece el desarrollo normal del cultivo.
En época temprana, se pueden obtener rendimientos
entre 4 y 6 t-1ha, en ciclos de 120 a 125 días, con los clones
1, (14-2) y 3, que resultan superiores a los que se obtienen
con los clones susceptibles Criollos y Vietnamitas, 1,7 y
2,2 t-1 ha, respectivamente. En época tardía, los rendimien-
tos oscilan entre 8 y 10 t-1ha en ciclos de 120 a 125 días
con los clones 22,3, y (15-7), superiores a rendimientos
de los clones susceptibles (1 y 3 t-1 ha).
En las plantaciones, entre mediados de octubre y
mediados de noviembre, todos los clones incrementan
los rendimientos, debido a que sus estadios de desarrollo
se ajustan bien con la interacción temperatura -fotope-
ríodo.
Los clones 1, (3-1) y (15-7) alcanzan rendimientos entre
12 y 13 t-1ha con potenciales superiores a 15 t-1ha en ciclo
entre 130 y135 días y los clones Criollos y Vietnamitas
rinden entre 6 y 9 t-1ha en ciclos entre 115 y 125 días con
un tratamiento fitosanitario intensivo y no muestran un
potencial productivo superior a 10 t-1ha por la susceptibi-
lidad a las enfermedades.
Son también autores de este trabajo: Lérida Almaguel, María
Benítez, Guillermo Brito, Idalia Cáceres, Juan José Castellanos,
Sahilí Fraga, José F. Gil, Manuel López, Antonio Prats
II Seminario Nacional
“Manejo ecológico del suelo”
en saludo al
Día Mundial del Suelo
Rosa Orellana Gallego. O.B. ACTAF, INIFAT
En el Salón Baraguá, del majestuoso Capitolio, sede de
la Academia de Ciencias de Cuba, bajo el co-auspicio de
la Sociedad Cubana de la Ciencia del Suelo y la Asocia-
ción Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF),
se celebró el viernes 4 de diciembre del año 2009, el
II Seminario Nacional “Manejo ecológico del suelo”, en
saludo al Día Mundial del Suelo. Las palabras inaugurales
fueron pronunciadas por el Presidente de la Academia
de Ciencias de Cuba (ACC) Dr. Ismael Clark.
En esta segunda ocasión, la actividad estuvo de-
dicada a la física de suelos y fueron tres mujeres las
expositoras magistrales: la Dra. Rosa Orellana Gallego
(INIFAT), la Dra. Teresa López Seija (IIRD) y la Dra.
Maria Elena Ruiz (UNAH), quienes disertaron sobre los
siguientes temas, respectivamente:
• De la agroquímica a la física agronómica, un
cambio de paradigma necesario en la agricultura
sostenible
• La física en la relación suelo-agua
• Estudios de avanzada de la física de suelos
Luego de las tres presentaciones, prosiguió un
debate ameno y profundo, en el que los participantes,
procedentes de Ciudad de La Habana y La Habana,
y también de Matanzas, Cienfuegos y de la lejana
1/2010
Las Tunas, se pronunciaron casi unánimemente por
la necesidad de consolidar los programas de estudio
de la ciencia del suelo en las universidades del país,
además de incentivar la preparación vocacional ha-
cia especialidades agrarias en los diferentes niveles
educativos.
Hubo intervenciones interesantes, como la de la
Ing. Dunia Cintra, presidenta de la ACTAF del municipio
Guanabacoa, en Ciudad de La Habana, quién profundi-
zó la formación de los nuevos agrónomos en el país.
En las conclusiones, que realizó la Dra. Orellana,
presidenta de la Comisión de Conservación de Suelos
de la SCCS y miembro de la Junta Provincial de la ACTAF
de Ciudad de La Habana, se llamó a la integración de
saberes, como vía para alcanzar el bienestar humano.
Todos los participantes instaron a una próxima
reunión, volver a encontrarnos en el III Seminario Na-
cional previsto para el 5 de diciembre del 2010.
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