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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria


Universidad de las Ciencias de la Salud” Hugo Rafael Chávez Frías.
Posgrado Medicina General Integral.

Facilitador: Participante:

Lillibet. Marín. Gregoria Díaz.

San Juan de los Morros 24 Agosto 2020


Muerte fetal u óbito es el término médico para referirse al hecho de que un feto
muera dentro del útero con un peso mayor de 500 gramos y/o con un desarrollo
gestacional mayor de 20 semanas; es decir, cuando ha alcanzado un desarrollo tal que, en
condiciones óptimas, la vida fuera del útero pudiera haber sido posible. La mayoría de
muertes fetales ocurren en el tercer trimestre de embarazo, y se habla de muerte fetal
precoz cuando ocurre en el segundo trimestre o, de forma más precisa, cuando el peso es
menor de 1000 gramos y/o el desarrollo es menor de 28 semanas.

Se habla de aborto cuando el peso del embrión o feto es menor de 500 gramos y/o


el desarrollo de la gestación es menor de 20 semanas. La mayoría de los abortos ocurren en
el primer trimestre, y se habla de aborto tardío cuando ocurre en el segundo trimestre.

Las complicaciones del embarazo son problemas que aparecen solo durante este.
Pueden afectar a la mujer, al feto o a ambos y presentarse en diferentes momentos del
embarazo. Sin embargo, la mayor parte de las complicaciones del embarazo se pueden
tratar con buenos resultados. La muerte fetal aumenta el riesgo de muerte del feto en
embarazos posteriores.

Si un feto muere cuando el embarazo está avanzado, o al principio pero permanece


en el útero durante semanas, puede aparecer un trastorno de la coagulación que puede
causar una hemorragia grave (llamado coagulación intravascular diseminada).

Síntomas
 Suele ser la falta de movimiento del feto.

Causas

La muerte fetal puede ser consecuencia de un problema en la mujer, la placenta o


el feto. En algunos casos, la causa de la muerte fetal es desconocida.
El feto puede morir cuando la mujer sufre ciertas enfermedades, tales como

 Diabetes mal controlada

 Preeclampsia (un tipo de hipertensión arterial que se desarrolla durante el


embarazo) o eclampsia

 Infección de las membranas que rodean al feto (infección intraamniótica)

 Consumo de sustancias como cocaína, alcohol o tabaco

 Lesiones

 Síndrome del anticuerpo antifosfolípido (un trastorno de la coagulación de la


sangre)

 Trastorno de la tiroides

Algunas veces el feto muere cuando tiene un problema, como

 Anemia

 Una anomalía cromosómica o genética

 Un defecto de nacimiento

 Una infección

Los problemas relacionados con la placenta también pueden causar la muerte del feto.
Estos problemas pueden incluir los siguientes:

 Desprendimiento de placenta (cuando la placenta se desprende de la pared del


útero demasiado pronto)

 Un cordón umbilical prolapsado (cuando el cordón sale por la vagina antes que el
bebé)

 Trastornos que reducen el flujo de sangre (y en consecuencia de oxígeno y


nutrientes) hacia el feto
 Hemorragia

 Vasa previa (cuando las membranas que contienen vasos sanguíneos que conectan
el cordón umbilical con la placenta atraviesan la abertura del cuello uterino o están
cerca de esta)
 Otros problemas relacionados con el cordón umbilical (como un nudo)

La muerte fetal, a su vez, se clasifica como temprana, tardía o a término.

 La muerte fetal temprana ocurre entre las 20 y 27 semanas completas de embarazo.


 La muerte fetal tardía ocurre entre las 28 y 36 semanas completas de embarazo.
 La muerte fetal a término ocurre a partir de las 37 semanas completas de embarazo.

La muerte fetal sin una razón conocida se la llama “muerte fetal sin causa aparente”. La
muerte fetal sin causa aparente tiene más probabilidad de ocurrir cuanto más avanzado esté
el embarazo. Para tratar de comprender por qué el bebé murió antes de nacer, es importante
que se le realice una autopsia y otras pruebas de laboratorio. Los casos de muerte fetal
ocurren en familias de todas las razas, grupos étnicos y niveles de ingreso, y en mujeres de
todas las edades.

Sin embargo, ocurren con mayor frecuencia entre ciertos grupos de personas, que
incluyen a mujeres que:

 Son de raza negra


 Tienen 35 años de edad o más
 Tienen un bajo nivel socioeconómico
 Fuman cigarrillos durante el embarazo
 Tienen ciertas afecciones, como presión arterial alta, diabetes y obesidad
 Tienen embarazos múltiples, como trillizos o cuatrillizos
 Han perdido un embarazo anteriormente.

Diagnostico
Evaluación médica

Pruebas para identificar la causa

Los médicos pueden sospechar que el feto está muerto si deja de moverse, aunque
los movimientos fetales a menudo disminuyen a medida que el feto crece y tiene menos
espacio para hacerlo. Se suelen indicar pruebas para evaluar el feto. Estas pruebas son las
siguientes:

 Una cardiotocografía: se monitoriza la frecuencia cardíaca del feto mientras


permanece inmóvil y mientras se mueve. Para esta prueba, los médicos usan un
dispositivo conectado al abdomen de la mujer.

 Cardiotocografía en reposo

Poco después de que la mujer ingresa en el hospital, el médico u otro profesional


de la salud escucha periódicamente los latidos del corazón del feto usando un tipo
especial de estetoscopio (fetoscopio) o un dispositivo portátil de ecografía Doppler o bien
mediante la monitorización electrocardiográfica del feto, con la que se realiza un
seguimiento continuo. Los médicos monitorizan el corazón del feto para determinar si su
frecuencia cardíaca es normal y, por lo tanto, si el feto está en una situación
de sufrimiento fetal. Ciertos cambios anormales en la frecuencia cardíaca del feto durante
las contracciones pueden indicar que no está recibiendo suficiente oxígeno.

La frecuencia cardíaca del feto se controla de distintos modos:

 Externamente: se fija un dispositivo de ecografía (que transmite y recibe ondas


de ultrasonido) al abdomen de la mujer. O bien se coloca un fetoscopio en el
abdomen de la mujer a intervalos regulares.
 Internamente: se introduce un electrodo (un pequeño sensor redondo unido a un
cable) en la vagina de la parturienta y se ajusta al cuero cabelludo del feto.
Normalmente la modalidad interna suele utilizarse cuando es probable que
sobrevengan problemas durante el parto o cuando no pueden registrarse las señales
del dispositivo externo. Este enfoque solo puede utilizarse después de que las
membranas que contienen el feto se han roto (lo que se suele denominar "romper
aguas").

El uso de un ecógrafo externo o de un electrodo interno para controlar la frecuencia


cardíaca del feto se denomina monitorización fetal electrónica. La monitorización
electrónica se usa para controlar continuamente las contracciones uterinas. Se utiliza
prácticamente en todos los embarazos de alto riesgo y, según los centros o los
profesionales, en todos los embarazos.

 Perfil biofísico: Esta prueba permite a los médicos evaluar la cantidad de líquido
amniótico y controlar los períodos de respiración rítmica, movimiento y tono
muscular del feto.

Durante el perfil biofísico fetal se observa el feto usando métodos ecográficos para
producir imágenes en tiempo real. Después de 30 minutos, los médicos asignan una
puntuación de 0 a 2 a cada uno de los siguientes parámetros:

 Los resultados de la cardiotocografía en reposo (reactiva o no reactiva)


 Cantidad de líquido amniótico
 Presencia o ausencia de un periodo de movimientos respiratorios rítmicos
 Presencia o ausencia de al menos tres movimientos fetales claramente visibles
 Tono muscular del feto, indicado por sus movimientos hacia adelante y hacia atrás,
la posición de los dedos, de las extremidades o del tronco

Es admisible una puntuación hasta 10.

A partir de los resultados el médico puede permitir que el parto siga adelante o
practicar un parto por cesárea inmediatamente.

Durante la primera etapa del parto, la frecuencia cardíaca del feto se controla de
forma periódica mediante un estetoscopio o un ecógrafo o de forma continua mediante un
aparato electrónico. El control de la frecuencia cardíaca del feto es la forma más fácil de
determinar si el feto está recibiendo suficiente oxígeno. Las anomalías de la frecuencia
cardíaca (demasiado rápida o demasiado lenta) y las variaciones (en el tiempo y en
respuesta a las contracciones) pueden indicar un peligro para el feto (sufrimiento fetal). El
ritmo cardíaco de la mujer también se monitorea periódicamente.

Durante la segunda etapa del parto, la frecuencia cardíaca del feto se controla
después de varias contracciones o bien de forma continua si se usa un control electrónico.
Se controla con regularidad la frecuencia cardíaca y la presión arterial de la mujer.
Para intentar identificar la causa, los médicos realizan análisis genéticos y
sanguíneos (como pruebas de detección de infecciones, diabetes, trastornos de la glándula
tiroidea y síndrome de los anticuerpos antifosfolipídicos). Los médicos también
recomiendan examinar el feto para buscar posibles causas como infecciones y anomalías
cromosómicas, y también se estudian la placenta y el útero. A menudo, la causa no puede
determinarse.

Tratamiento

Si es necesario, medicamentos para expulsar el feto y procedimientos para eliminar


cualquier tejido restante en el útero

 Apoyo emocional y asesoramiento


 Si el feto muerto no es expulsado, se puede administrar a la mujer una
prostaglandina (un fármaco similar a las hormonas que estimula las contracciones
del útero), como el misoprostol, para provocar la apertura (dilatación) del cuello
uterino. A continuación y según en qué etapa se encuentre el embarazo, se suele
administrar a la mujer oxitocina, un fármaco que estimula el parto.
 Si algún tejido del feto o de la placenta permanece en el útero, se debe hacer un
legrado por aspiración para retirarlo. En etapas más avanzadas del embarazo (por
ejemplo, después de las 12 a 14 semanas de gestación) se puede llevar a cabo un
procedimiento de dilatación y evacuación (D y E) para extraer el feto muerto. Antes
de dicho procedimiento, los médicos pueden usar sustancias naturales que absorben
los líquidos (tales como tallos de algas marinas) o un medicamento (como
misoprostol) para ayudar a abrir el cuello del útero.

El cuidado de las mujeres que han dado a luz un bebé muerto es el mismo que se brinda por
lo general después del parto (cuidado posparto).

Si aparece coagulación intravascular diseminada, la mujer recibe las transfusiones de


sangre que se requieran.
Los cambios en las mujeres tras una muerte fetal son similares a los que se producen tras un
aborto espontáneo. Habitualmente las mujeres sienten dolor por la pérdida y necesitan
apoyo emocional y a veces terapia.

La posibilidad de que un futuro embarazo termine en muerte fetal depende de la causa.

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