Está en la página 1de 2

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

Seminario de Filosofía Antigua

Presentado por: Jesús Gabriel Rodríguez M

¿QUÉ TIPO DE COSA ES EL PLACER? LOS CUATRO GÉNEROS

Este texto aborda la clasificación hecha por Sócrates en el diálogo Filebo, en el que explica
a Protarco que para hablar de placer se debe recurrir a cuatro géneros: El limitado, el
ilimitado, la mixtura, y la causa. Este debate está a la vez circundado por el diálogo de la
República, que se encarga de analizar los placeres desde la perspectiva de la justicia.

El primer aspecto para mencionar es la distinción que Sócrates hace en cuanto a los
géneros que constituyen la mejor forma de vivir. Los dos primeros corresponden a lo
limitado e ilimitado, y se definen de esta manera: lo que es igual y susceptible a la medición
es limitado; lo ilimitado es múltiple, de allí que no se debe precisar cantidad alguna, pues
ya no lo sería. El tercer género es la mixtura, es decir, la interacción entre el primero y
segundo (limitado-ilimitado). Sócrates define el cuarto género como la causa universal.
Esta causa está ligada al intelecto, pues según la demostración que expone a Protarco, el
universo existe en virtud del intelecto ordenador, con ello sostiene que este último es una
parte sobresaliente de la vida, pues se ocupó de causarla.

El segundo aspecto es la intención de Sócrates al mencionar que la interacción entre


limitado e ilimitado genera una mixtura, claramente se evidencia que quiere defender la
idea de que la vida es mejor cuando transcurre entre el movimiento y la mezcla de lo
limitado, que es medible, tiene cantidades y fin; y lo ilimitado, que pertenece al plano
cualitativo. Llegada la discusión a este punto, y teniendo en cuenta que se ha propuesto que
lo ilimitado queda sujeto a lo limitado por la aplicación de proporciones y cantidades, es
importante preguntar: ¿bajo qué criterio el intelecto hace la medición y ajusta el desarrollo
de las situaciones de la vida al sistema de cuantificación de la mixtura?
El tercer y último aspecto por mencionar es la supremacía que se le atribuye al intelecto, al
que Sócrates tiene por causa universal. Está dicho que su propósito en el diálogo era
defender esta tesis, y logra ello diciendo en República que, “Por consiguiente, los géneros
de cosas concernientes al servicio del cuerpo participan menos de la verdad y de la realidad
que los géneros concernientes al servicio del alma” (Platón, Rep. 585, d). Siguiendo esta
línea, afirma en Filebo que el intelecto sí está al servicio del alma (Platón, Fil. 30, c), y que
de ello acaece que sea superior al placer, cuando este último se liga a lo limitado.

Para concluir este escrito es necesario revisar lo siguiente: el universo, según Sócrates, es el
proveedor de lo ilimitado y lo limitado, de allí viene el alma, el intelecto y las deidades, de
quienes Sócrates dice, para no caer en impiedad, que Zeus junto con los dioses del olimpo,
incluida Afrodita, diosa de la belleza y el deseo, son los encargados de darle proporción al
alma del hombre y de establecer el orden en la Tierra. Si lo anterior es verosímil, ¿la
conciencia del actuar humano debería, por predeterminación de las deidades sabias, ser la
de vivir la vida mixta propuesta por el filósofo en el diálogo? Y de ser afirmativa la
respuesta a esta pregunta, entonces, cuando el hombre actúa sin mesura, ¿estaría esta
actuación que se evalúa como errada dispuesta y premeditada ya por los dioses?

Referencias bibliográficas
PLATÓN (1992) Filebo. En M.A.Durán (trad), Diálogos VI. Madrid: Gredos.

PLATÓN (1988) República. En C. E. Lan (trad), Diálogos IV. Madrid: Gredos.

También podría gustarte