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MATERIAS:

- RECLAMACIÓN CONTRA LIQUIDACIONES TRIBUTARIAS POR DIFERENCIAS


DE IMPUESTO AL VALOR AGREGADO, ACOGIDA.-
- SENTENCIA IMPUGNADA INCURRE EN ERROR DE DERECHO CON
INFLUENCIA EN SU PARTE DISPOSITIVA, AL NEGARSE A DEJAR SIN EFECTO
LIQUIDACIONES QUE NO CUENTAN CON SUSTENTO MATERIAL.-
- FALLO IMPUGNADO HA ASIGNADO ERRÓNEAMENTE FUERZA PROBATORIA
A DECLARACIONES DE FUNCIONARIOS DEL SERVICIO DE IMPUESTOS
INTERNOS, EN CONTRAPOSICIÓN A PRUEBA RENDIDA POR CONTRIBUYENTE
MEDIANTE DOCUMENTOS PÚBLICOS NO OBJETADOS.-
- SENTENCIADORES DEL FONDO HAN INFRINGIDO LEYES REGULADORAS DE
PRUEBA RESPECTO DE DOCUMENTACIÓN ACOMPAÑADA POR
CONTRIBUYENTE, PUES ELLAS TIENEN CALIDAD DE DOCUMENTOS
PÚBLICOS QUE HACEN FE EN SUS DECLARACIONES CONTRA DECLARANTE,
SERVICIO DE IMPUESTOS INTERNOS.-
- FORMA DE INFRACCIÓN A LEYES REGULADORAS DE PRUEBA SE PRODUCE
POR RECHAZAR AQUELLAS QUE LEY ADMITE, SITUACIÓN QUE EN NUESTRO
DERECHO CONSTITUYE CAUSAL DE NULIDAD SUSTANTIVA.-
- ALTERACIÓN DE PRESUPUESTOS FÁCTICOS FIJADOS SOBERANAMENTE
POR JUECES DEL GRADO PUEDE EXCEPCIONALMENTE PRODUCIRSE SI SE
HAN INFRINGIDO LEYES REGULADORAS DE PRUEBA, COMO OCURRE EN
CASO DE AUTOS.-
- CONFORME A MÉRITO DE ANTECEDENTES, CONTRIBUYENTE CUMPLIÓ CON
REQUISITOS LEGALES PARA TENER DERECHO A CRÉDITO FISCAL IVA
RECARGADO POR PERSONAS JURÍDICAS QUE COMERCIARON CON ÉL.-
- CONTRIBUYENTE ACREDITÓ EMISIÓN DE CHEQUE NOMINATIVO POR CADA
FACTURA, QUE DICHO CHEQUE PROVENÍA DE SU CUENTA CORRIENTE
BANCARIA, QUE DICHA CUENTA CORRIENTE ESTABA REGISTRADA EN SU
CONTABILIDAD Y QUE FACTURAS NO ERAN MATERIALMENTE FALSAS,
COMO EXIGE LEY DE IMPUESTO A VENTAS Y SERVICIOS.-
- RECURSO DE CASACIÓN SUSTANTIVO DE SERVICIO DE IMPUESTOS
INTERNOS DEBE SER RECHAZADO, PUES EXCEPCIÓN DE PRESCRIPCIÓN HA
SIDO CORRECTAMENTE ACOGIDA POR FALLO IMPUGNADO.-
- CORRESPONDE A SII ACREDITAR MALICIA EN DECLARACIONES DE
CONTRIBUYENTE PARA CONFIGURAR AMPLIACIÓN DE TÉRMINO DE
PRESCRIPCIÓN DE 3 A 6 AÑOS, SITUACIÓN QUE CONFORME A MÉRITO DE
ANTECEDENTES NO HA OCURRIDO.-
- SENTENCIADORES DEL GRADO HAN DETERMINADO CORRECTAMENTE QUE
PARA CASO DE AUTOS CORRESPONDE PLAZO DE PRESCRIPCIÓN DE 3 AÑOS,
RESULTANDO EXTEMPORÁNEA FISCALIZACIÓN QUE MOTIVÓ
LIQUIDACIONES PRACTICADAS A CONTRIBUYENTE.-
- RECURSO SE CONSTRUYE CONTRA HECHOS DEL PROCESO E INTENTA
MODIFICARLOS PROPONIENDO OTROS QUE A JUICIO DE RECURRENTE
ESTARÍAN PROBADOS, FINALIDAD AJENA A ARBITRIO DE DERECHO
ESTRICTO DEDUCIDO.-
- CASACIÓN DE FONDO IMPLICA REALIZACIÓN DE ESCRUTINIO RESPECTO A
CORRECTA APLICACIÓN DEL DERECHO RESPECTO DE HECHOS TAL Y COMO
HAN SIDO SOBERANAMENTE ESTABLECIDOS POR JUECES DEL FONDO.-
- SUPUESTA INFRACCIÓN DE ARTÍCULO 21 DEL CÓDIGO TRIBUTARIO EN
REALIDAD MANIFIESTA REPROCHE A PROCESO DE PONDERACIÓN DE
PRUEBA APORTADA, QUE DETERMINÓ FALTA DE ANTECEDENTES QUE
ACREDITEN MALICIA DE CONTRIBUYENTE, Y FALTA DE ANTECEDENTES
PARA CALIFICAR CONCURRENCIA DE ELEMENTOS PARA AMPLIAR PLAZO
DE FISCALIZACIÓN DE 3 A 6 AÑOS.-
- BREVE ANÁLISIS DE PRECEPTIVA DEL CÓDIGO TRIBUTARIO QUE REGULA
FORMA, PLAZOS Y CÓMPUTO DE PRESCRIPCIÓN DE FACULTAD
FISCALIZADORA Y DE COBRO DE IMPUESTOS.-

RECURSOS:

RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO TRIBUTARIO (RECHAZADO).-


RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO TRIBUTARIO (ACOGIDO).-

TEXTOS LEGALES:

CÓDIGO TRIBUTARIO, ARTÍCULOS 11, 21, 200 Y 201.-


CÓDIGO CIVIL, ARTÍCULOS 1699 Y 1700.-
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL, ARTÍCULOS 342 Nº 2 Y 785.-
DECRETO LEY Nº 825, LEY SOBRE IMPUESTO A LAS VENTAS Y SERVICIOS,
ARTÍCULO 23 Nº 5.-

JURISPRUDENCIA:

"Que, precisado lo anterior, abordando ahora lo debatido, esto es, si las acciones de
cobro de los impuestos adeudados han prescrito, el artículo 200 del Código Tributario
dispone que "El Servicio podrá liquidar un impuesto, revisar cualquiera deficiencia en su
liquidación y girar los impuestos a que hubiere lugar, dentro del término de tres años
contados desde la expiración del plazo legal en que debió efectuarse el pago", consagrando
la regla general respecto de la facultad del Servicio para revisar, liquidar, reliquidar y girar
los impuestos.

Sin embargo, para el caso de que se trate de impuestos no declarados o cuya declaración
fuere maliciosamente falsa, el mismo artículo en su inciso segundo dispone que este plazo
"será de seis años para la revisión de impuestos sujetos a declaración cuando ésta no se
hubiera presentado o la presentada fuere maliciosamente falsa. Para estos efectos,
constituyen impuestos sujetos a declaración aquellos que deban ser pagados previa
declaración del contribuyente o del responsable del impuesto".

A su turno, y en relación al plazo de prescripción de la acción del Fisco para perseguir


el pago de impuestos, intereses, sanciones y recargos, el Código Tributario dispone que "en
los mismos plazos señalados en el artículo 200, y computados en la misma forma,
prescribirá la acción del Fisco para perseguir el pago de los impuestos, intereses, sanciones
y demás recargos" (artículo 201, inciso primero), que es ejercida por el Fisco a través de la
Tesorería General de la República, organismo recaudador, de acuerdo al procedimiento
desarrollado en el Título V del Libro III del Código Tributario.

Del tenor de esta disposición se puede concluir entonces que el plazo de prescripción de
la acción de cobro del Fisco corre paralelo y al mismo tiempo que el término de
prescripción de la facultad del Servicio para liquidar y girar los impuestos y tiene la misma
extensión, tres o seis años, según el caso, más los aumentos correspondientes que hubieren
afectado a los plazos referidos en el artículo 200 del Código citado. En cuanto a su
cómputo, igualmente comienza a correr desde la expiración del plazo legal en que debió
efectuarse el pago del impuesto de que se trate y se computa en la misma forma,
aumentándose con el término de tres meses desde que se cite al contribuyente y con el de
prórroga de la citación, siendo aplicable también la renovación y aumento de los plazos a
que se refiere el artículo 11° del Código Tributario.

En las circunstancias anotadas, para desvirtuar los hechos de la causa e instalar la


premisa fáctica favorable a las pretensiones del Fisco recurrente, es necesario que la
sentencia en sus fundamentaciones haya incurrido en quebrantamiento de leyes reguladoras
de la prueba, lo que ocurre cuando los sentenciadores invierten el onus probandi, rechazan
las pruebas que la ley admite, aceptan las que la ley rechaza, desconocen el valor probatorio
de las que se produjeron en el proceso cuando la ley les asigna uno determinado de carácter
obligatorio o alteran el orden de precedencia que la ley les diere, situaciones que no se
advierten del examen de los antecedentes.

En efecto, no se logra apreciar la contravención del artículo 21 del Código Tributario,


desde que lo que realmente se reprocha es la valoración que de las probanzas hicieron los
jueces de la instancia al concluir por una parte, que no se señalaron en las liquidaciones
reclamadas antecedentes reales que permitieran establecer con claridad la malicia imputada
por el fiscalizador al contribuyente y por otro lado en la insuficiencia de antecedentes para
efectuar la calificación que autoriza ampliar de tres a seis años el plazo de prescripción.

De lo reflexionado puede inferirse que el recurso de nulidad se construye contra los


hechos del proceso establecidos por los sentenciadores del mérito e intenta variarlos,
proponiendo otros, los que, a juicio del recurrente, estarían acreditados, finalidad, por
cierto, que es ajena a un recurso de casación destinado a invalidar un fallo en los casos
expresamente establecidos por la ley, en el que se analiza la legalidad de una sentencia
realizando un escrutinio respecto de la aplicación correcta del derecho a los hechos como
soberanamente los han dado por probados o asentados los jueces de la instancia.

En consecuencia en concepto de esta Corte, atendidas las circunstancias anotadas, no se


ha infringido por falta de aplicación la norma del artículo 200 inciso 2° del Código
Tributario que autoriza a extender el plazo de tres a seis años cuando se hubiere actuado
con malicia, porque los hechos recién destacados no denotan tal presupuesto. Lo anterior,
porque si bien el Servicio de Impuestos Internos objetó las declaraciones presentadas por el
contribuyente, los jueces del grado descartaron que éste haya actuado de mala fe, ya que las
imputaciones que se le efectuaron decían relación con la omisión de ingresos, en años
tributarios consecutivos, por altos montos y la interposición de una querella, que en la
actualidad se encuentra sobreseída, por lo que forzoso es concluir que cuando se fiscalizó al
reclamante pasados tres años y se emitieron las liquidaciones de que se trata se actuó fuera
de plazo; de lo que deriva que no ha tenido lugar la ya referida infracción por falta de
aplicación del inciso segundo del artículo 200 del Código Tributario; y por el contrario, se
ha aplicado correctamente su inciso primero.

Finalmente cabe recordar que, según reiterada jurisprudencia de esta Corte, al ente
acusador le corresponde acreditar la malicia con que habría obrado el contribuyente, lo cual
de no ocurrir, impide la extensión del término de prescripción." (Corte Suprema,
considerando 5º).

"Que en este punto de la reflexión se hace propicio recordar que el recurso de casación
en el fondo se concibe como orientado, esencialmente, a cautelar la observancia de la ley en
resguardo, in fine, de la eficacia de la garantía constitucional de igualdad de las personas
ante ella. El Tribunal Constitucional de Chile, en sentencia dictada con fecha 1 de febrero
de 1995, en los autos rol N° 205, se refirió a este tema, expresando que "mediante el
recurso de casación en el fondo, el sistema procesal da eficacia al principio de legalidad y
al de igualdad ante la ley, garantizados ambos plenamente por la Constitución Política",
"toda vez que se ha establecido un solo tribunal competente para conocerlo con el objeto de
que éste resuelva si ha existido error de derecho en la sentencia recurrida y si lo hubiere la
anule y restablezca el imperio de la norma violentada".

Dicho arbitrio procesal constituye un medio de impugnación de índole extraordinaria,


que no constituye instancia jurisdiccional, pues no tiene por finalidad inherente revisar las
cuestiones de hecho del pleito ya tramitado, sino antes que ello, se trata de un arbitrio de
derecho, puesto que la resolución del mismo debe limitarse en forma exclusiva a la
detección de la correcta o incorrecta aplicación de la ley en la sentencia que se trata de
invalidar, respetando los hechos que vienen dados en el fallo, que habrán sido fijados
soberanamente por los jueces sentenciadores. En ese sentido, por disposición de la ley, el
examen y consideración de tales hechos y de todos los presupuestos fácticos previos en que
se apoya la decisión que se revisa, escapan al conocimiento del tribunal de casación.

Como se sabe, esa limitación a la actividad jurisdiccional de esta Corte se encuentra


legalmente contemplada en el artículo 785 del código de procedimiento del ramo, en cuanto
dispone que la Corte Suprema, al invalidar una sentencia por casación en el fondo, dictará
acto continuo y sin nueva vista, pero separadamente, la sentencia que zanje el asunto que
haya sido objeto del recurso, de la manera que crea conforme a la ley y al mérito de los
hechos, tal como se han dado por establecidos en el fallo recurrido. No obstante, en forma
excepcional, es posible conseguir la alteración de los hechos asentados por los tribunales de
instancia en caso que la infracción de ley que se denuncia en el recurso responda a la
transgresión de una o más normas reguladoras de la prueba, mas no respecto de alguna de
aquellas que reglan la apreciación de las probanzas que se hubiesen rendido, cuya
aplicación es facultad privativa del juzgador.

Tal como ha señalado esta Corte de manera reiterada, siguiendo la formulación clásica
atribuida en su origen a don Pedro Silva Fernández, ex Presidente de este tribunal, "cabe
entender vulneradas las normas reguladoras de la prueba, principalmente cuando los
sentenciadores invierten el onus probandi, o carga de la prueba, rechazan las pruebas que la
ley admite, aceptan las que la ley rechaza, desconocen el valor probatorio de las que se
produjeron en el proceso cuando la ley les asigna uno determinado de carácter obligatorio o
alteran la precedencia que la ley les diere" (R.D.J., T. 97, secc. 1ª, pág. 132).

En la misma línea, se ha dicho que las leyes reguladoras de la prueba son "normas
fundamentales impuestas por la ley a los falladores en forma ineludible, y que importan
limitaciones concretas de su facultad de apreciación, dirigidas a asegurar una decisión
correcta en el juzgamiento" (R.D.J., T. 98, secc. 1ª, pág. 15)." (Corte Suprema,
considerando 8º).

"Que tal como se dejara asentado en el fundamento séptimo de la presente sentencia, la


vulneración a las leyes reguladoras de la prueba se produce, entre otras circunstancias,
cuando el tribunal llamado a conocer del asunto controvertido rechaza las pruebas que la
ley admite.

En efecto, los documentos asentados en el motivo octavo son, a la luz de lo dispuesto en


los artículos 1699 y 1700 del Código Civil y 342 N° 2 del Código de Procedimiento Civil,
instrumentos públicos pues son copias dadas con los requisitos que las leyes prescriben
para que hagan fe respecto de toda persona o, a lo menos, respecto de aquella contra quien
se pueden hacer valer, en tanto emanaron de competente funcionario que los emite
actuando dentro de su órbita de competencia, razón por la cual hace plena fe en cuanto al
hecho de haberse otorgado y su fecha y respecto de su contenido en contra del declarante,
en este caso el Servicio de Impuestos Internos, por lo que al no otorgársele valor, por parte
de los sentenciadores del grado, importa que estos han incurrido en la infracción a las leyes
reguladoras de la prueba, vicio que en nuestro sistema procesal importa ser una causal de
nulidad." (Corte Suprema, considerando 12º).

"Que de lo anteriormente reseñado se puede concluir que la sentencia impugnada ha


incurrido en el error de derecho que se ha venido analizando, el cual ha tenido influencia
sustancial en lo dispositivo del fallo atacado, toda vez que se ha negado lugar a dejar sin
efecto liquidaciones que no cuentan con un sustento material que las avale, de manera que
las imputaciones efectuadas por el fiscalizador a la contribuyente restan mérito a las
liquidaciones que le fueran practicadas, en contraposición a lo demostrado conforme
instrumentos públicos no objetados, asignando erróneamente una fuerza probatoria a
declaraciones de funcionarios informantes del Servicio de Impuestos Internos, de la que
carecen, de manera que habrá de ser acogido el arbitrio de autos." (Corte Suprema,
considerando 13º).

"Que el legislador tributario ha establecido, en el artículo 23 de la Ley de I.V.A., que


los contribuyentes afectos al pago del impuesto al valor agregado tendrán derecho a un
crédito fiscal contra el débito fiscal determinado por el mismo período tributario.

Ahora, tratándose de crédito recargado o retenido en facturas no fidedignas o falsas o


que no cumplan con los requisitos legales o reglamentarios y en aquellas que hayan sido
otorgadas por personas que resulten no ser contribuyentes de este impuesto, el legislador
sanciona dicha circunstancia negando el derecho al crédito." (Sentencia de Reemplazo,
considerando 6º).
"Que en el caso de autos la administración tributaria calificó como no fidedignas la
facturas emitidas por los contribuyentes "Comercializadora de Excedentes y Servicios
Limitada" y "Las Industrias S.A.", calificación que llevó a denegar el crédito en ellas
recargado." (Sentencia de Reemplazo, considerando 7º).

"Que la norma referida en el motivo 6° contempla la posibilidad para que el


contribuyente, aun cuando el Servicio haya calificado como no fidedigna la factura, pueda
hacer uso del crédito en ellas recargadas, exigiéndole que el pago de la factura se haga con
un cheque nominativo, vale vista nominativo o transferencia electrónica de dinero a nombre
del emisor de la factura, girados contra la cuenta corriente bancaria del respectivo
comprador o beneficiario del servicio.

En el caso de autos, y tal como se dejara establecido en el considerando 5°, la compañía


reclamante pagó las facturas con cheques nominativos, girados contra la cuenta corriente de
la empresa." (Sentencia de Reemplazo, considerando 8º).

"Que, sin embargo, el Servicio de Impuestos Internos objetó los pagos de las facturas
efectuados por Ardimet S.A., caso en el cual, conforme lo dispone el artículo 23 N° 5,
perdería el derecho a crédito fiscal, excepto que se acredite a) La emisión y pago del
cheque, vale vista o transferencia electrónica, mediante el documento original o fotocopia
de los primeros o certificación del banco, según corresponda, con las especificaciones que
determine el Director del Servicio de Impuestos Internos; b) Tener registrada la respectiva
cuenta corriente bancaria en la contabilidad, si está obligado a llevarla, donde se asentarán
los pagos efectuados con cheque, vale vista o transferencia electrónica de dinero; c) Que la
factura cumple con las obligaciones formales establecidas por las leyes y reglamentos; d)
La efectividad material de la operación y de su monto, por los medios de prueba
instrumental o pericial que la ley establece, cuando el Servicio de Impuestos Internos así lo
solicite.

En el caso de autos el contribuyente acreditó que emitió un cheque por cada factura;
que dicho documento provenía de la cuenta corriente que éste mantenía en el Banco de
Chile; que la cuenta corriente se encontraba registrada en la contabilidad de la empresa; y,
que las facturas no eran falsas materialmente." (Sentencia de Reemplazo, considerando 9º).

"Que en consecuencia, cumplió el contribuyente con los requisitos establecidos por el


legislador tributario para poder tener derecho al crédito fiscal recargado en las facturas
emitidas por los contribuyentes "Comercializadora de Excedentes y Servicios Limitada" y
"Las Industrias S.A.", razón por la cual procede acoger su reclamo respecto de las
Liquidaciones N° 1067 a N° 1109, de 23 de octubre de 2007, efecto general que se produce
sin perjuicio de la limitación que hace el contribuyente en su escrito de casación que rola
a..." (Sentencia de Reemplazo, considerando 10º).

MINISTROS:

Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Milton Juica A., Hugo
Dolmestch U., Carlos Künsemüller L., Lamberto Cisternas R., y Carlos Aránguiz Z.
TEXTOS COMPLETOS:

SENTENCIA DE LA CORTE DE APELACIONES:

San Miguel, cinco de mayo de dos mil catorce.

Vistos:

Se reproduce el fallo en alzada con excepción del fundamento 14°, que se elimina.

Y se tiene, en su lugar y además, presente:

Primero: Que a través de la Citación n° 57, de 7 de junio de 2007, notificada el mismo


día, el Servicio de Impuestos Internos comunicó al contribuyente, ARDIMET S.A., que de
la revisión efectuada por el Departamento de Delitos Tributarios, se advirtió que existían
irregularidades en los antecedentes contables y su documentación de respaldo, que
afectaban sus declaraciones de Impuesto al Valor Agregado de la Ley sobre Impuesto a las
Ventas y Servicios, con incidencia en el impuesto de la Ley sobre Impuesto a la Renta,
considerándose que la contabilidad presentada no es fidedigna por no registrar fiel,
cronológicamente y por su verdadero monto las operaciones, ingresos y desembolsos,
inversiones y existencias de bienes relativos a las actividades del contribuyente que
originan las rentas que la ley obliga a declarar y por lo mismo, por tratarse de
irregularidades que pueden ser sancionadas con pena corporal por constituir un ilícito, no se
aplicó lo dispuesto en la Ley n° 18.320.

Segundo: Que el ente fiscalizador ordenó el cobro civil de los impuestos después de
detectada la falsedad de las facturas de proveedores registradas en el Libro de Compras y
Ventas del contribuyente sin que conste que se haya ejercido la acción penal.

Tercero: Que la respuesta dada por el contribuyente a la citación no logró desvirtuar los
cargos que se le formulaban, por cuanto si bien acompañó fotocopias de los cheques
nominativos a nombre del emisor de las facturas, no acreditó la efectividad material de las
operaciones y sus montos a través de otros instrumentos o pericias que permitieran
establecer con certeza la efectividad de ésta, razón por la cual se emitieron las liquidaciones
objeto del reclamo.

Cuarto: Que por el reclamo el contribuyente solicitó por una parte la anulación de la
liquidaciones emitidas -nulidad de derecho público- por vulnerar éstas las disposiciones de
la ley N° 18.320, al haber sido emitidas vencidos los plazos que ella contempla; y, de otra,
que las facturas fueron pagadas con cheques nominativos girados a nombre del emisor,
contra la cuenta corriente bancaria del beneficiario reclamante de autos, que éstos fueron
cobrados a través de una institución bancaria y que las facturas cumplen los requisitos
formales legales.

Quinto: Que las alegaciones del reclamante no fueron atendidas por el ente fiscalizador,
en síntesis, porque se advirtió que en su contabilidad sustentaba parte de sus créditos
fiscales en facturas falsas, es decir se dudó de la efectividad material de las operaciones de
que daban cuenta, sin que aquél las probara acreditando el tipo, cantidad y calidad de los
bienes y servicios, su valor unitario y el valor total de éstos, el transporte de los bienes, su
ingreso a bodega, el detalle de la mercadería de que se trata, su existencia en el inventario,
etc., a través de otros instrumentos y/ o pruebas periciales.

Sexto: Que le corresponde al contribuyente adoptar todas las medidas de resguardo a fin
de respaldar en debida forma sus operaciones, ante el examen a que es sometido por el ente
fiscalizador, y debe hacerlo con anterioridad a efectuar cualquier operación de su giro, de
tal forma tal que pueda gozar del beneficio tributario consistente en el derecho al crédito
fiscal IVA.

Séptimo: Que la prueba aportada por el reclamante, como lo señala el a quo, consiste en
fotocopias de documentación relacionada con los proveedores cuyas facturas fueron
objetadas por el servicio carentes de valor probatorio, y de documentación que se refiere a
operaciones con otros proveedores, pero no acompañó el contribuyente, y es un hecho
establecido en el fallo, el Libro Caja, Bancos e Inventario y Balances, que debía llevar
como contribuyente afecto a renta efectiva, obligado a llevar contabilidad. Entonces, la
documental aportada, no logra alterar lo decidido en cuanto al fondo de las liquidaciones y
su naturaleza. Cuestión distinta es si ellas fueron emitidas dentro de un proceso de
fiscalización ejercido en su oportunidad, como pasa a analizarse.

Octavo: Que en lo tocante al último capítulo de la apelación, interpuesto en forma


subsidiaria a los anteriores, y que se refiere a la prescripción de la acción fiscalizadora, esta
Corte estima aplicable como postula el recurrente lo dispuesto en el inciso primero del
artículo 200 del Código Tributario, conforme al cual la acción fiscalizadora del ente
recaudador debió ejercerse en el plazo de tres años que ella contempla, por cuanto no
consta en autos que las declaraciones de que se trata sean efectivamente "maliciosamente"
falsas, siendo insuficiente la mera declaración al respecto por parte del Servicio de
Impuestos Internos. En consecuencia, la acción fiscalizadora se habría ejercido vencido el
plazo que contempla la norma antes aludida. En efecto, respecto de las liquidaciones por
Impuesto al Valor Agregado, se tiene que ellas corresponden al período junio de 2001 a
mayo de 2004, este último se declara y paga el 12 de junio del mismo año, por lo que el
plazo vencía el 12 de junio de 2007, siendo notificadas las liquidaciones el 24 de octubre de
2007. En lo que hace a las liquidaciones sobre Impuesto Único de la Ley de Renta, la
última de ellas se refiere al año tributario 2004, que se declara el 30 de abril del mismo año;
por ende, el plazo de prescripción se cumplía el 30 de abril de 2007, siendo notificadas esas
liquidaciones el 7 de junio de 2007.

En consecuencia, corresponde dejarlas sin efecto.

Por estas consideraciones, y normas legales citadas, se revoca la sentencia apelada de


cinco de septiembre de dos mil trece, que está escrita a fojas 240, sólo en cuanto se dejan
sin efecto las liquidaciones relativas al Impuesto al Valor Agregado N° 1068 al 1074, 1076
a 1087, 1089 a 1100, 1102 y 1106; y las referidas al artículo 21 de la Ley de Renta, N°
1075, 1088 y 1101, por haberse notificado vencido el plazo de tres años que establece el
artículo 200 del Código Tributario, en su inciso primero.
Acordada contra el voto de la Ministra señora Sylvia Pizarro Barahona, quien fue de
parecer de confirmar en todas sus partes la sentencia apelada, en virtud de sus propios
fundamentos.

Redacción de la Ministra señora Sylvia Pizarro Barahona.

Regístrese y devuélvanse.

Rol N° 2281-2013.-

Pronunciada por las Ministros señora María Teresa Letelier Ramírez, señora Sylvia
Pizarro Barahona y abogado integrante señor Manuel Hazbún Comandari.

SENTENCIA DE LA CORTE SUPREMA:

Santiago, trece de enero de dos mil dieciséis.

Vistos:

En autos Rol N° 13.359-2014 de esta Corte Suprema, referidos a un procedimiento de


reclamación de liquidaciones tributarias iniciado por la contribuyente, Artimed S.A., se
dictó sentencia de primer grado el nueve de agosto de dos mil trece, que rola a fojas 199 y
siguientes, en virtud de la cual se acogió el reclamo dejándose sin efecto la liquidación N°
1067, de mayo de 2001, rechazándose la impugnación formulada respecto de las
liquidaciones N° 1068 a 1109, de 23 de octubre de 2007.

Esta decisión fue recurrida de apelación por la contribuyente a fojas 240, recurso que
fue conocido por una Sala de la Corte de Apelaciones de San Miguel, la que con fecha
cinco de mayo de dos mil catorce la revocó sólo en cuanto deja sin efecto las liquidaciones
relativas al Impuesto al Valor Agregado N° 1068 al 1074, 1076 a 1087, 1089 a 1100, 1102
a 1106 y las referidas al artículo 21 de la Ley de Impuesto a la Renta N° 1075, 1088 y
1101, por haberse notificado dichas liquidaciones vencido el plazo de tres años que
establece el artículo 200 del Código Tributario, en su inciso primero, confirmando en lo
demás la sentencia de primer grado.

A fojas 343 el abogado señor Antonio Navarro Vergara, en representación del Servicio
de Impuestos Internos deduce recurso de casación en el fondo en contra de la sentencia de
2° grado; a su vez don Rodrigo Ugalde Prieto, por el contribuyente, deduce también a fojas
354 recurso de casación en el fondo, los que se ordenó traer en relación a fojas 404.

Considerando:

En cuanto al recurso de casación en el fondo deducido por el Servicio de Impuestos


Internos.

Primero: Que por este recurso de nulidad sustancial se denuncia que la sentencia
recurrida ha incurrido en errores de derecho en la interpretación, aplicación y omisión de
las disposiciones legales contenidas en los artículos 21 y 200 del Código Tributario y 14,
21, 30, 33 N° 1, 54 N° 1 de la Ley de Impuesto a la Renta.

Expone en un primer acápite relativo a los artículos 200 y 21 del Código Tributario, que
al haber el Servicio de Impuestos Internos objetado las facturas por ser falsas en su
concepción ideológica, cuestión que quedó asentada en la sentencia impugnada, el
contribuyente se encontraba obligado a probar la veracidad de sus operaciones, lo que no
hizo.

Agrega que la sentencia recurrida no afirma que las declaraciones de que se trata sean
efectivamente maliciosamente falsas, negando valor a la declaración del Servicio de
Impuestos Internos sobre la materia, razonamiento que constituye una infracción al artículo
21 del Código Tributario, norma que justamente pone de cargo del contribuyente el probar
la veracidad de las declaraciones o la naturaleza de los antecedentes y el monto de las
operaciones que deban servir de cálculo al impuesto.

Refiere el recurrente que el artículo 21 del Código Tributario resulta ser concordante
con lo dispuesto en el inciso 1° del artículo 200 del mismo cuerpo legal, toda vez que para
que el contribuyente lo haga aplicable debe acreditar, previamente, la verdad de sus
declaraciones o la naturaleza de las operaciones que deban servir para el cálculo del
impuesto.

Expuesto lo anterior, el libelo afirma que los sentenciadores del grado se han apartado
del recto sentido del artículo 21 del Código Tributario al invertir el peso de la prueba,
dejándolo de cargo del organismo fiscalizador, cuestión que se produce en el motivo 8° al
negar la facultad del Juez Tributario en orden a establecer la calidad de maliciosa
determinadas declaraciones de impuestos, aplicando criterios propios del derecho penal,
circunstancia que ya ha sido zanjada por la Corte Suprema al sostener que la malicia
tributaria no es equivalente al dolo penal, citando al efecto diversas sentencias.

Refiere que la infracción de ley que se viene denunciando ha influido sustancialmente


en lo dispositivo de la sentencia, toda vez que de no haberse incurrido en ella los
sentenciadores deberían haber concluido que las declaraciones de los impuestos objetados
fueron maliciosamente falsas, que el contribuyente no acreditó lo contrario al tenor de los
dos artículos ya referidos del Código Tributario y en consecuencia el plazo de prescripción
que corresponde es el establecido en el inciso 2° del artículo 200, esto es, seis años,
debiendo entonces haberse confirmado la sentencia en todas sus partes.

En el segundo capítulo se denuncia la infracción a los artículos 14, 21, 30, 33 N° 1, 54


N° 1 de la Ley de Impuesto a la Renta y 19 del Código Civil.

Expone el recurso que como consecuencia de la infracción ya denunciada, los


sentenciadores han dejado sin aplicación el artículo 30 de la Ley de Impuestos a la Renta,
en cuanto señala que la renta bruta de una persona natural o jurídica que explote bienes o
desarrolle actividades afectas al impuesto de esta categoría -primera- en virtud de los
números 1, 3, 4 y 5 del artículo 20, será determinada deduciendo de los ingresos brutos el
costo directo de los bienes y servicios que se requieran para la obtención de dicha renta,
considerándose como costo el valor o precio de adquisición según la respectiva factura.

Agrega que tratándose de facturas falsas y no habiéndose acreditado, al tenor del


artículo 23 N° de la Ley de IVA, la efectividad de las operaciones, el costo o valor no
puede ser descontado para los efectos de determinar la renta bruta, sino que por el
contrario, correspondía reponerlo a la renta imponible, cuestión que no sucede al haberse
aplicado erróneamente el plazo de prescripción de tres años.

Denuncia además que los sentenciadores del grado han dejado de aplicar los artículos
14, 21, 30, 33 N° 1, 54 N° 1 de la Ley de Impuesto a la Renta pues tratándose de retiros y
gastos rechazados, en razón de no haberse acreditado, estos estipendios debieran ingresar al
concepto de renta bruta del impuesto global complementario, quedando gravados como
retiros.

En cuanto al recurso de casación en el fondo deducido por la parte del contribuyente.

Segundo: Que el recurso de nulidad sustancial deducido por el contribuyente, en su


primer acápite, denuncia la infracción al inciso 6 del N° 3 del artículo 19 de la Constitución
Política de la República y al artículo 8 N° 1 de la Convención Americana de Derechos
Humanos.

Expone el recurrente, luego de conceptualizar el debido proceso por medio de citas y


transcripciones de diversas sentencias de esta Corte, que la infracción al mismo se produce
en razón de que su parte no pudo rendir la prueba que le servía de sustento a sus
pretensiones y que ella no fuera examinada y ponderada, circunstancia que se produjo
respecto de los libros de contabilidad de la contribuyente, pues dichos antecedentes fueron
aportados por su parte al Servicio de Impuestos Internos al tiempo de desarrollarse la etapa
administrativa del presente proceso, documentos que no fueron remitidos al tiempo de
proveerse el reclamo que su parte dedujo, como tampoco se remitieron a la Corte de
Apelaciones.

Refiere que los libros de contabilidad son la prueba básica para acreditar la naturaleza
de las partidas objetadas y la efectividad de las operaciones registradas en las facturas
detalladas en las liquidaciones y tanto es así que es su falta en el expediente lo que ha
determinado -en gran parte- el rechazo del reclamo de fondo.

Agrega que en razón de no haberse remitido los antecedentes documentales desde las
dependencias del Servicio de Impuestos Internos es que la misma no fue ponderada y dicha
carencia utilizada para rechazar el reclamo.

Expone el libelo que, sin perjuicio de lo que señalará en el capítulo relacionado a la


infracción al derecho sustantivo, la vulneración del artículo 21 del Código Tributario
importó que no se hiciera la distinción entre gasto necesario y valor o costo de los bienes.

En efecto, afirma que solamente se puede determinar el impuesto único de que se trata
cuando se está frente a ciertos gastos rechazados, que no son sino desembolsos tratados en
el artículo 31 de la Ley de Impuesto a la Renta, que reúnen la calidad de retiros de especies
o cantidades representativas de dinero que no deban imputarse al valor o costo de los bienes
del activo y no cuando se trata de costos, ya que estos están regulados en el artículo 30 al
cual no hace referencia el artículo 21, ambos de la Ley de Impuesto a la Renta.

Refiere que lo anterior adquiere importancia desde que con libros de contabilidad se
demostraba la efectividad de las operaciones y que ellas correspondían a un costo legítimo.

En un segundo acápite se denuncia la infracción a las leyes reguladoras de la prueba y


de los artículos 8 bis N° 6 y 21 del Código Tributario, infracción que se comete desde que
se afirma, por los sentenciadores, que la parte reclamante no acompañó los libros de
contabilidad que se indican en el fallo, en circunstancias que está probado que los mismos
se encuentran en poder del Servicio de Impuestos Internos desde el 26 de mayo de 2004.

Relata que también existe error de derecho cuando, para dar por establecidos hechos, no
se ponderan las pruebas que el contribuyente rinde y cuando se utilizan pruebas que la ley
no admite, como son las que no rolan en el proceso.

Agrega el recurrente que también yerran los sentenciadores al no ponderar prueba que
la ley acepta, situación que se produce respecto de los cheques nominativos con que se
pagaron la mayor parte de las facturas objetadas, documentos que fueron acompañados ante
el Servicio de Impuestos Internos y no agregados al proceso.

Expone que se vulneran las leyes reguladoras de la prueba desde que se ponderan
pruebas que la ley no admite, circunstancia que acaece cuando se valoran las facturas
objetadas, ya que estas no rolan en el expediente, cuestión que quedó debidamente
acreditado con el certificado que en su oportunidad efectuara la Secretaría de la Corte de
Apelaciones de San Miguel, actuación que por lo demás no fue tomada en consideración
por los sentenciadores del grado, a lo que se suma el que no se ponderó correctamente, en
tanto instrumento público, las Resolución Exentas N° 4096, de 25 de agosto de 2000, la N°
07, de 28 de enero de 2003 y la DRE.14.01 N° Ex 1001, 31 de julio de 2003, emitidas por
el Servicio de Impuestos Internos, pues en las dos primera se disponía el cambio de sujeto
total de derecho del IVA en las ventas de chatarra y en la tercera se denegaba la calidad de
agente retenedor del IVA en adquisiciones de chatarra.

Describe, finalmente y en lo que respecta a esta alegación, los documentos que se


encuentran acompañados y en virtud de los cuales se encontraría acreditada la efectividad
de las operaciones que fueran objetadas.

El tercer y último acápite del recurso de nulidad sustancial deducido por la defensa del
contribuyente denuncia la infracción al artículo 1 del D.L. N° 824, específicamente el
artículo 21 incisos 3° en relación con el artículo 30, 31 y 33 N° 1 letra g) del Ley de
Impuesto a la Renta.

Expone que el error se produce al mantenerse un cobro tributario que debió dejarse sin
efecto, como es el del impuesto único del artículo 21 de la Ley de Impuesto a la Renta, por
las razones ya expresadas, a las que se remite.
Tercero: Que para una adecuada comprensión del asunto, conviene precisar que el
Servicio de Impuestos Internos, mediante las liquidaciones N° 1067 a 1109, de 23 de
octubre de 2007 estableció que la empresa ARDIMET S.A. registró en su contabilidad
facturas falsas en los libros de compra y venta, facturas que fueron utilizadas para sustentar
su crédito fiscal IVA.

La contribuyente adujo en su defensa que se trataba de operaciones reales y que había


dado cumplimiento a los requisitos establecidos en los incisos 2 y 3 del N° 5 del artículo 23
del D.L. 825.

Cuarto: Que la sentencia, para decidir como lo hizo, afirmó que "la prueba aportada por
el reclamante, como lo señala el a quo, consiste en fotocopias de documentación
relacionada con los proveedores cuyas facturas fueron objetadas por el Servicio, carentes de
valor probatorio; y de documentación que se refiere a operaciones con otros proveedores;
pero no acompañó el contribuyente, y es un hecho establecido en el fallo, el Libro Caja,
Bancos e Inventario y Balances, que debía llevar como contribuyente afecto a renta
efectiva, obligado a llevar contabilidad. Entonces, la documental aportada, no logra alterar
lo decidido en cuanto al fondo de las liquidaciones y su naturaleza" (motivo séptimo de la
sentencia de segundo grado).

Agregaron los sentenciadores del grado, haciéndose cargo del planteamiento de la


impugnación planteada por el Servicio de Impuestos Internos referente a la prescripción,
que "estima aplicable como postula el recurrente lo dispuesto en el inciso primero del
artículo 200 del Código Tributario, conforme al cual la acción fiscalizadora del ente
recaudador debió ejercerse en el plazo de tres años que ella contempla, por cuanto no
consta en autos que las declaraciones de que se trata sean efectivamente "maliciosamente"
falsas, siendo insuficiente la mera declaración al respecto por parte del Servicio de
Impuestos Internos. En consecuencia, la acción fiscalizadora se habría ejercido vencido el
plazo que contempla la norma antes aludida. En efecto, respecto de las liquidaciones por
Impuesto al Valor Agregado, se tiene que ellas corresponden al período de junio de 2011 a
mayo de 2004, este último se declara y paga el 12 de junio del mismo año, por lo que el
plazo vencía el 12 de junio de 2007, siendo notificadas las liquidaciones el 24 de octubre de
2007. En lo que hace a las liquidaciones sobre Impuesto Único de la Ley de Renta, la
última de ellas se refiere al año tributario 2004, que se declara el 30 de abril del mismo año;
por ende el plazo de prescripción se cumplía el 30 de abril de 2007, siendo notificadas esas
el 7 de junio de 2007".

Quinto: Que, precisado lo anterior, abordando ahora lo debatido, esto es, si las acciones
de cobro de los impuestos adeudados han prescrito, el artículo 200 del Código Tributario
dispone que "El Servicio podrá liquidar un impuesto, revisar cualquiera deficiencia en su
liquidación y girar los impuestos a que hubiere lugar, dentro del término de tres años
contados desde la expiración del plazo legal en que debió efectuarse el pago", consagrando
la regla general respecto de la facultad del Servicio para revisar, liquidar, reliquidar y girar
los impuestos.

Sin embargo, para el caso de que se trate de impuestos no declarados o cuya declaración
fuere maliciosamente falsa, el mismo artículo en su inciso segundo dispone que este plazo
"será de seis años para la revisión de impuestos sujetos a declaración cuando ésta no se
hubiera presentado o la presentada fuere maliciosamente falsa. Para estos efectos,
constituyen impuestos sujetos a declaración aquellos que deban ser pagados previa
declaración del contribuyente o del responsable del impuesto".

A su turno, y en relación al plazo de prescripción de la acción del Fisco para perseguir


el pago de impuestos, intereses, sanciones y recargos, el Código Tributario dispone que "en
los mismos plazos señalados en el artículo 200, y computados en la misma forma,
prescribirá la acción del Fisco para perseguir el pago de los impuestos, intereses, sanciones
y demás recargos" (artículo 201, inciso primero), que es ejercida por el Fisco a través de la
Tesorería General de la República, organismo recaudador, de acuerdo al procedimiento
desarrollado en el Título V del Libro III del Código Tributario.

Del tenor de esta disposición se puede concluir entonces que el plazo de prescripción de
la acción de cobro del Fisco corre paralelo y al mismo tiempo que el término de
prescripción de la facultad del Servicio para liquidar y girar los impuestos y tiene la misma
extensión, tres o seis años, según el caso, más los aumentos correspondientes que hubieren
afectado a los plazos referidos en el artículo 200 del Código citado. En cuanto a su
cómputo, igualmente comienza a correr desde la expiración del plazo legal en que debió
efectuarse el pago del impuesto de que se trate y se computa en la misma forma,
aumentándose con el término de tres meses desde que se cite al contribuyente y con el de
prórroga de la citación, siendo aplicable también la renovación y aumento de los plazos a
que se refiere el artículo 11° del Código Tributario.

En las circunstancias anotadas, para desvirtuar los hechos de la causa e instalar la


premisa fáctica favorable a las pretensiones del Fisco recurrente, es necesario que la
sentencia en sus fundamentaciones haya incurrido en quebrantamiento de leyes reguladoras
de la prueba, lo que ocurre cuando los sentenciadores invierten el onus probandi, rechazan
las pruebas que la ley admite, aceptan las que la ley rechaza, desconocen el valor probatorio
de las que se produjeron en el proceso cuando la ley les asigna uno determinado de carácter
obligatorio o alteran el orden de precedencia que la ley les diere, situaciones que no se
advierten del examen de los antecedentes.

En efecto, no se logra apreciar la contravención del artículo 21 del Código Tributario,


desde que lo que realmente se reprocha es la valoración que de las probanzas hicieron los
jueces de la instancia al concluir por una parte, que no se señalaron en las liquidaciones
reclamadas antecedentes reales que permitieran establecer con claridad la malicia imputada
por el fiscalizador al contribuyente y por otro lado en la insuficiencia de antecedentes para
efectuar la calificación que autoriza ampliar de tres a seis años el plazo de prescripción.

De lo reflexionado puede inferirse que el recurso de nulidad se construye contra los


hechos del proceso establecidos por los sentenciadores del mérito e intenta variarlos,
proponiendo otros, los que, a juicio del recurrente, estarían acreditados, finalidad, por
cierto, que es ajena a un recurso de casación destinado a invalidar un fallo en los casos
expresamente establecidos por la ley, en el que se analiza la legalidad de una sentencia
realizando un escrutinio respecto de la aplicación correcta del derecho a los hechos como
soberanamente los han dado por probados o asentados los jueces de la instancia.

En consecuencia en concepto de esta Corte, atendidas las circunstancias anotadas, no se


ha infringido por falta de aplicación la norma del artículo 200 inciso 2° del Código
Tributario que autoriza a extender el plazo de tres a seis años cuando se hubiere actuado
con malicia, porque los hechos recién destacados no denotan tal presupuesto. Lo anterior,
porque si bien el Servicio de Impuestos Internos objetó las declaraciones presentadas por el
contribuyente, los jueces del grado descartaron que éste haya actuado de mala fe, ya que las
imputaciones que se le efectuaron decían relación con la omisión de ingresos, en años
tributarios consecutivos, por altos montos y la interposición de una querella, que en la
actualidad se encuentra sobreseída, por lo que forzoso es concluir que cuando se fiscalizó al
reclamante pasados tres años y se emitieron las liquidaciones de que se trata se actuó fuera
de plazo; de lo que deriva que no ha tenido lugar la ya referida infracción por falta de
aplicación del inciso segundo del artículo 200 del Código Tributario; y por el contrario, se
ha aplicado correctamente su inciso primero.

Finalmente cabe recordar que, según reiterada jurisprudencia de esta Corte, al ente
acusador le corresponde acreditar la malicia con que habría obrado el contribuyente, lo cual
de no ocurrir, impide la extensión del término de prescripción.

Sexto: Resuelto lo anterior cabe entonces abocarse al análisis del recurso deducido por
el contribuyente, el cual a la luz de los antecedentes que obran en autos se encuentra
circunscrito a la Liquidación N° 1109, que es consecuencia de la aplicación del artículo 21
de le Ley de Renta, ello a consecuencia de la aceptación expresa formulada por el
recurrente a fojas 354.

Séptimo: Que como resulta lógico, a consecuencia de la naturaleza propia del recurso
de casación en el fondo, procede pronunciarse, en primer lugar, acerca de la alegación
vinculada a la infracción de las leyes reguladoras de la prueba.

Octavo: Que en este punto de la reflexión se hace propicio recordar que el recurso de
casación en el fondo se concibe como orientado, esencialmente, a cautelar la observancia
de la ley en resguardo, in fine, de la eficacia de la garantía constitucional de igualdad de las
personas ante ella. El Tribunal Constitucional de Chile, en sentencia dictada con fecha 1 de
febrero de 1995, en los autos rol N° 205, se refirió a este tema, expresando que "mediante
el recurso de casación en el fondo, el sistema procesal da eficacia al principio de legalidad
y al de igualdad ante la ley, garantizados ambos plenamente por la Constitución Política",
"toda vez que se ha establecido un solo tribunal competente para conocerlo con el objeto de
que éste resuelva si ha existido error de derecho en la sentencia recurrida y si lo hubiere la
anule y restablezca el imperio de la norma violentada".

Dicho arbitrio procesal constituye un medio de impugnación de índole extraordinaria,


que no constituye instancia jurisdiccional, pues no tiene por finalidad inherente revisar las
cuestiones de hecho del pleito ya tramitado, sino antes que ello, se trata de un arbitrio de
derecho, puesto que la resolución del mismo debe limitarse en forma exclusiva a la
detección de la correcta o incorrecta aplicación de la ley en la sentencia que se trata de
invalidar, respetando los hechos que vienen dados en el fallo, que habrán sido fijados
soberanamente por los jueces sentenciadores. En ese sentido, por disposición de la ley, el
examen y consideración de tales hechos y de todos los presupuestos fácticos previos en que
se apoya la decisión que se revisa, escapan al conocimiento del tribunal de casación.

Como se sabe, esa limitación a la actividad jurisdiccional de esta Corte se encuentra


legalmente contemplada en el artículo 785 del código de procedimiento del ramo, en cuanto
dispone que la Corte Suprema, al invalidar una sentencia por casación en el fondo, dictará
acto continuo y sin nueva vista, pero separadamente, la sentencia que zanje el asunto que
haya sido objeto del recurso, de la manera que crea conforme a la ley y al mérito de los
hechos, tal como se han dado por establecidos en el fallo recurrido. No obstante, en forma
excepcional, es posible conseguir la alteración de los hechos asentados por los tribunales de
instancia en caso que la infracción de ley que se denuncia en el recurso responda a la
transgresión de una o más normas reguladoras de la prueba, mas no respecto de alguna de
aquellas que reglan la apreciación de las probanzas que se hubiesen rendido, cuya
aplicación es facultad privativa del juzgador.

Tal como ha señalado esta Corte de manera reiterada, siguiendo la formulación clásica
atribuida en su origen a don Pedro Silva Fernández, ex Presidente de este tribunal, "cabe
entender vulneradas las normas reguladoras de la prueba, principalmente cuando los
sentenciadores invierten el onus probandi, o carga de la prueba, rechazan las pruebas que la
ley admite, aceptan las que la ley rechaza, desconocen el valor probatorio de las que se
produjeron en el proceso cuando la ley les asigna uno determinado de carácter obligatorio o
alteran la precedencia que la ley les diere" (R.D.J., T. 97, secc. 1ª, pág. 132).

En la misma línea, se ha dicho que las leyes reguladoras de la prueba son "normas
fundamentales impuestas por la ley a los falladores en forma ineludible, y que importan
limitaciones concretas de su facultad de apreciación, dirigidas a asegurar una decisión
correcta en el juzgamiento" (R.D.J., T. 98, secc. 1ª, pág. 15).

Noveno: Que, en el caso de autos, la recurrente argumenta que la sentencia desconoció


el valor probatorio de la prueba documental que ella aportara en la fase administrativa y
que fuera presentada y recepcionada por el Servicio de Impuestos Internos el día 26 de
mayo de 2004.

Décimo: Que se encuentra agregado, a fojas 122, copia de la Notificación N° 2688-1,


emitida por el Servicio de Impuestos Internos, Folio N° 0092751, de 24 de mayo de 2004,
en el que se deja constancia que el contribuyente acompaña los siguientes antecedentes: "1.
Libros: Caja, Diario Mayor, Inventario y Balance, Remuneraciones, Retenciones, F.U.T.,
Control de existencias y todos los registros que utilice en sus sistema contable y el
respectivo Plan de Cuentas. 2. Libros de Compras y de Ventas. 3. Copias de facturas de
venta, guías de despecho, notas de débito y de crédito emitidas. 4. Boletas de ventas
emitidas. 5. Facturas de proveedores, facturas de compras, guías de despacho, notas de
débito y de crédito recibidas (ejemplares: original y triplicado control tributario). 6.
Declaraciones mensuales de IVA (formulario 29). 7. Declaraciones anuales de Impuesto a
la Renta. 8. Escrituras de constitución de sociedades y representación legal, vigentes y sus
modificaciones si las hubiere. 9. Otros: Resolución Agente Retenedor si las hubiere".
A fojas 126 se encuentra agregado el documento denominado "Registro de Atención al
Contribuyente" Código de atención 1575, emitido por el Servicio de Impuestos Internos el
cual da cuenta de la presentación de Martín Martín Valdés, contador, a fin de retirar
antecedentes, dejándose constancia que "no se devolvió la documentación solicitada en
notificación N° 2688-1, de 24.05.2004 y N° 017958, de 24.01.2005, por cuanto no
acompañó las actas de recepción respectivas (sólo había fotocopias). Revisó los
antecedentes que guardan en poder del SII, firmando el acto de recepción respectiva en
señal de conformidad".

Undécimo: Que los documentos referidos en el motivo anterior resultan ser fotocopias
fiel al original, según consta del timbre del S.I.I. - STGO. SUR que en ellos se estampa, los
cuales por lo demás no fueron objetados por la defensa fiscal.

Duodécimo: Que tal como se dejara asentado en el fundamento séptimo de la presente


sentencia, la vulneración a las leyes reguladoras de la prueba se produce, entre otras
circunstancias, cuando el tribunal llamado a conocer del asunto controvertido rechaza las
pruebas que la ley admite.

En efecto, los documentos asentados en el motivo octavo son, a la luz de lo dispuesto en


los artículos 1699 y 1700 del Código Civil y 342 N° 2 del Código de Procedimiento Civil,
instrumentos públicos pues son copias dadas con los requisitos que las leyes prescriben
para que hagan fe respecto de toda persona o, a lo menos, respecto de aquella contra quien
se pueden hacer valer, en tanto emanaron de competente funcionario que los emite
actuando dentro de su órbita de competencia, razón por la cual hace plena fe en cuanto al
hecho de haberse otorgado y su fecha y respecto de su contenido en contra del declarante,
en este caso el Servicio de Impuestos Internos, por lo que al no otorgársele valor, por parte
de los sentenciadores del grado, importa que estos han incurrido en la infracción a las leyes
reguladoras de la prueba, vicio que en nuestro sistema procesal importa ser una causal de
nulidad.

Décimo tercero: Que de lo anteriormente reseñado se puede concluir que la sentencia


impugnada ha incurrido en el error de derecho que se ha venido analizando, el cual ha
tenido influencia sustancial en lo dispositivo del fallo atacado, toda vez que se ha negado
lugar a dejar sin efecto liquidaciones que no cuentan con un sustento material que las avale,
de manera que las imputaciones efectuadas por el fiscalizador a la contribuyente restan
mérito a las liquidaciones que le fueran practicadas, en contraposición a lo demostrado
conforme instrumentos públicos no objetados, asignando erróneamente una fuerza
probatoria a declaraciones de funcionarios informantes del Servicio de Impuestos Internos,
de la que carecen, de manera que habrá de ser acogido el arbitrio de autos.

Y de conformidad, además, con lo que disponen los artículos 764, 765, 785 y 805 del
Código de Procedimiento Civil, se declara:

Que se rechaza el recurso de casación en el fondo deducido por el Servicio de


Impuestos Internos a fojas 343.

Que se acoge el recurso de casación en el fondo deducido, en lo principal de la


presentación de fojas 354, por el abogado don Rodrigo Ugalde Prieto, en representación de
la contribuyente Artimed S.A. en contra la sentencia de cinco de mayo de dos mil catorce,
escrita a fojas 331 y siguientes, rectificada por las complementarias de nueve y quince de
mayo de dos mil catorce, que se leen a fojas 338 y 342, respectivamente, la que en
consecuencia es nula y se la reemplaza por la que se dicta a continuación, separadamente y
sin nueva vista.

Regístrese.

Redacción a cargo del Ministro señor Dolmestch.

Rol N° 13.359-2014.-

Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Milton Juica A.,
Hugo Dolmestch U., Carlos Künsemüller L., Lamberto Cisternas R., y Carlos Aránguiz Z.

SENTENCIA DE REEMPLAZO:

Santiago, trece de enero de dos mil dieciséis.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 785 del Código de Procedimiento Civil,


se dicta la siguiente sentencia de reemplazo.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción del párrafo segundo del motivo 8°;
de la frase que se inicia "Es importante" y finaliza "es retenedor" del capítulo primero del
fundamento 9°; y de los considerandos 10° a 15°, que se eliminan;

Del fallo de casación que precede, se reiteran sus motivos octavo a décimo.

Y se tiene en su lugar y además, presente:

1° Que la controversia, resuelta la alegación de infracción a la Ley N° 18.320, viene


dada por el rechazo que hace la administración tributaria respecto de los créditos fiscales y
costos de que dan cuenta las facturas impugnadas en las liquidaciones y que fueran emitidas
por los contribuyentes "Comercializadora de Excedentes y Servicios Limitada" y "Las
Industrias S.A.".

2° Que el Servicio de Impuestos Internos calificó como falsas las facturas emitidas por
los contribuyentes "Comercializadora de Excedentes y Servicios Limitada" y "Las
Industrias S.A." y lo hizo en razón de considerar que las operaciones consignadas en las
facturas objetadas corresponden a "operaciones comerciales ficticias o inexistentes ya que
los documentos fueron utilizados para aumentar indebidamente el I.V.A. Crédito Fiscal del
contribuyente fiscalizado".

3° Que el artículo 21 del Código Tributario señala que "Corresponde al contribuyente


probar con los documentos, libros de contabilidad u otros medios que la ley establezca, en
cuanto sean necesarios u obligatorios para él, la verdad de sus declaraciones o la naturaleza
de los antecedentes y monto de las operaciones que deban servir para el cálculo del
impuesto" y agrega que "El Servicio no podrá prescindir de las declaraciones y
antecedentes presentados o producidos por el contribuyente y liquidar otro impuesto que el
que de ellos resulte, a menos que esas declaraciones, documentos, libros o antecedentes no
sean fidedignos".

4° Que el contribuyente, como ha quedado establecido, acompañó en la etapa


administrativa (fojas 122) todos los antecedentes que el Servicio de Impuestos Internos le
requiriera, antecedentes con los cuales intentaba acreditar la efectividad de las operaciones
que le habían sido cuestionadas por la administración, documentación a la cual ha de
adicionarse la acompañada en el primer otrosí de fojas 4, particularmente la singularizada
en los números 1.6, 1.7, 1.8 y 2, referida a las autorizaciones de timbraje de facturas entre
los meses de octubre de 2000 y febrero de 2004 correspondiente a la empresa
Comercializadora de Excedentes y Servicios Ltda.; autorizaciones de timbraje de facturas
de junio de 1999 a noviembre de 2003 correspondiente a la empresa Las Industrias S.A.;
constancia emitida por el Banco de Chile referida a que la cuenta corriente N° 0-51-62-
789920 tiene como titular a la compañía Ardimet S.A.; y copias de los cheques emitidos
por la reclamante en el período que va entre los meses de mayo 2001 a julio de 2004
referidos "Comercializadora de Excedentes y Servicios Limitada" y "Las Industrias S.A.".

5° Que la prueba referida en el motivo precedente permite tener por acreditado que la
parte reclamante, dentro de su giro, mantuvo relaciones comerciales, a lo menos en el
período que va entre mayo de 2001 y julio de 2004, con "Comercializadora de Excedentes
y Servicios Limitada" y "Las Industrias S.A." operaciones por las cuales éstas emitieron
facturas, las que fueron pagadas mediante cheques nominativos.

6° Que el legislador tributario ha establecido, en el artículo 23 de la Ley de I.V.A., que


los contribuyentes afectos al pago del impuesto al valor agregado tendrán derecho a un
crédito fiscal contra el débito fiscal determinado por el mismo período tributario.

Ahora, tratándose de crédito recargado o retenido en facturas no fidedignas o falsas o


que no cumplan con los requisitos legales o reglamentarios y en aquellas que hayan sido
otorgadas por personas que resulten no ser contribuyentes de este impuesto, el legislador
sanciona dicha circunstancia negando el derecho al crédito.

7° Que en el caso de autos la administración tributaria calificó como no fidedignas la


facturas emitidas por los contribuyentes "Comercializadora de Excedentes y Servicios
Limitada" y "Las Industrias S.A.", calificación que llevó a denegar el crédito en ellas
recargado.

8° Que la norma referida en el motivo 6° contempla la posibilidad para que el


contribuyente, aun cuando el Servicio haya calificado como no fidedigna la factura, pueda
hacer uso del crédito en ellas recargadas, exigiéndole que el pago de la factura se haga con
un cheque nominativo, vale vista nominativo o transferencia electrónica de dinero a nombre
del emisor de la factura, girados contra la cuenta corriente bancaria del respectivo
comprador o beneficiario del servicio.

En el caso de autos, y tal como se dejara establecido en el considerando 5°, la compañía


reclamante pagó las facturas con cheques nominativos, girados contra la cuenta corriente de
la empresa.

9° Que, sin embargo, el Servicio de Impuestos Internos objetó los pagos de las facturas
efectuados por Ardimet S.A., caso en el cual, conforme lo dispone el artículo 23 N° 5,
perdería el derecho a crédito fiscal, excepto que se acredite a) La emisión y pago del
cheque, vale vista o transferencia electrónica, mediante el documento original o fotocopia
de los primeros o certificación del banco, según corresponda, con las especificaciones que
determine el Director del Servicio de Impuestos Internos; b) Tener registrada la respectiva
cuenta corriente bancaria en la contabilidad, si está obligado a llevarla, donde se asentarán
los pagos efectuados con cheque, vale vista o transferencia electrónica de dinero; c) Que la
factura cumple con las obligaciones formales establecidas por las leyes y reglamentos; d)
La efectividad material de la operación y de su monto, por los medios de prueba
instrumental o pericial que la ley establece, cuando el Servicio de Impuestos Internos así lo
solicite.

En el caso de autos el contribuyente acreditó que emitió un cheque por cada factura;
que dicho documento provenía de la cuenta corriente que éste mantenía en el Banco de
Chile; que la cuenta corriente se encontraba registrada en la contabilidad de la empresa; y,
que las facturas no eran falsas materialmente.

10° Que en consecuencia, cumplió el contribuyente con los requisitos establecidos por
el legislador tributario para poder tener derecho al crédito fiscal recargado en las facturas
emitidas por los contribuyentes "Comercializadora de Excedentes y Servicios Limitada" y
"Las Industrias S.A.", razón por la cual procede acoger su reclamo respecto de las
Liquidaciones N° 1067 a N° 1109, de 23 de octubre de 2007, efecto general que se produce
sin perjuicio de la limitación que hace el contribuyente en su escrito de casación que rola a
fojas 354.

Atendido lo antes razonado y lo dispuesto en los artículo 170 del Código de


Procedimiento Civil, 21 del Código Tributario y 23 N° 5 de la Ley de Impuesto al Valor
Agregado se resuelve que se revoca la sentencia apelada de nueve de agosto de dos mil
trece, escrita de fojas 199 a 209, en cuanto por su decisión tercera confirma las
Liquidaciones N°s 1068 a 1109, de 23 de octubre de 2007 y se declara que acoge también
en esa parte la reclamación deducida por el contribuyente, las cuales se dejan sin efecto.

Se confirma, en lo demás, la aludida sentencia.

Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Redacción a cargo del Ministro señor Dolmestch.

Rol N° 13.359-2014.-
Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Milton Juica A.,
Hugo Dolmestch U., Carlos Künsemüller L., Lamberto Cisternas R., y Carlos Aránguiz Z.

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