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Raza, historia y cultura

por Claude Lévi-Strauss


Claude Lévi-Strauss, que participa en la elaboraciôn a menudo invo-
luntaria de una estrategia comûn. Y decimos
maestro indiscutible Iliiia « historia^ numéro y diversidad. La comparaciôn entre el
de la antropologia Nuevo y el Viejo Mundo en la vîspera del descu¬
brimiento ilustra bien esta doble necesidad.
contemporânea, abordô El desarrollo de la humanidad no se cumple con La Europa del Renacimiento era el lugar de
una monotonîa uniforme, sino a través de formas encuentro y de fusion de las mâs diversas
dos veces, a peticiôn
extraordinariamente diversas de sociedades y influencias: las tradiciones griega, romana, ger¬
de la Unesco, el tema civilizaciones. Esta diversidad intelectual, estética mânica y anglosajona; las influencias arabe y
y sociolôgica no esta vinculada por ninguna rela¬ china. La America precolombina no disfrutaba,
del racismo, primero cuantitativamente, de menos contactes cultu¬
cion de causa-efecto a la que existe en el piano
en Raza e historia rales, pues las dos Americas forman juntas un
biolôgico entre ciertos aspectos observables de
vaste hemisferio. Pero mientras las culturas que
los grupos humanes; son paralelas en otro
(1952) y luego en Raza se fecundan mutuamente en el suelo europeo
terreno. Pero, al mismo tiempo, la diversidad cul¬
son preducto de una diferenciacion de varias
y cu/tura (1971). tural se distingue por dos caractères importantes.
decenas de milenios, las de America, cuyo pobla-
En primer lugar, tiene otra dimension. Existen
Présentâmes aqui miento es mâs reciente, han tenido menos
muchas mâs culturas humanas que razas
tiempo para divergir y ofrecen un panorama rela¬
extensos fragmentes humanas, pues las primeras se cuentan por
tivamente mâs homogéneo. Ademâs, aunque no
millares y las segundas por unidades. (...) En
de esos dos textos podamos decir que el nivel cultural de Mexico o
segundo lugar, a la inversa de la diversidad entre
Perù [en 1492] fuera inferior al de Europa (hemos
fundamentales. las razas, que présenta como principal interés el
visto que en ciertos aspectos era incluso supe¬
de su origen histôrico y su distribucién espacial, la
rior), les diverses componentes de esa cultura
diversidad entre las culturas plantea numerosos estaban probablemente peer articulados. (...) Su
problemas, pues cabe preguntarse si constituye organizaciôn poco flexible y escasamente diver-
una ventaja o un inconveniente para la humanidad sificada puede explicar su hundimiento ante un
punado de conquistadores. Y cabe buscar la
Por ûltimo, hay que preguntarse en que con¬ causa profunda en el hecho de que los partici¬
siste esta diversidad, a riesgo de ver los prejuicios pantes en la "coalicion" cultural americana dife-
raciales, apenas desarraigados de su base biolôgica, rîan entre sî menos que los miembros de la "coa¬
renacer en un terreno nuevo. (...) No podemos licion" europea.
pretender haber resuelto el problema de la desi¬ Por consiguiente, no hay una sociedad acu-
gualdad de las razas humanas negândolo, si no se mulativa en sî y para sî. La historia acumulativa no
examina el de la desigualdad o la diversidad es la propiedad de ciertas razas o ciertas culturas
de las culturas humanas que, de hecho si no de que se distinguirîan asî de las demâs. Es el resul¬
derecho, esta en la mente de todos estrechamente tado de la conducta de estas mâs que de su natu¬
ligado a aquél. raleza. Ella explica cierta modalidad de existencia
de las culturas, que no es otra que su manera de
La colaboraciôn de las culturas estât juntas. En este sentido, se puede decir que la
(...) La posibilidad que tiene una cultura de tota- historia acumulativa es la forma de historia carac¬
lizar este complejo conjunto de invenciones de terîstica de estos superorganismos sociales que
todo orden que llamamos civihzaciôn dépende constituyen los grupos de sociedades, mientras la
del numéro y de la diversidad de culturas con las historia estacionaria en caso de que exista
serîa la marca de ese género de vida inferior que
es el de las sociedades solitarias.
La exclusiva fatalidad, la ûnica tara que podrîa
La posibilidad que tiene una cultura de totaiizar este afligir a un grupo humano e impedirle realizarse
plenamente es la de estât solo.
complejo de invenciones que liamamos civilizaclôn dépende dei Observâmes asî cuân torpes e infructuosos
numéro y de ia diversidad de cuituras con las que participa son los intentes de justificar la aportaciôn de razas
y de culturas humanas a la civihzaciôn. Se enu-
en una estrategia comûn.
meran rasgos, se examinan las cuestiones de
La ûnica tara que podria afilgir a un gnipo
humano e impedirle realizarse
plenamente es la de estarsolo.

desorganizaciôn y el hundimiento delpattern de


uno de los grupos, o bien, una sîntesis original,
que consiste en la aparicion de un tercer pattern,
el cual se vuelve irréductible con respecte a los
otros dos. Por otro lado, el problema no consiste
en saber si una sociedad puede beneficiarse o no
del estilo de vida de sus vecinos, sino en que
medida puede llegar a comprenderlos e incluso a
conocerlos. (...)

La civilizaclôn mundial
Por ûltimo, no hay contribuciôn sin beneficiario.
Pues si bien existen culturas concretas que
podemos situar en el espacio y en el tiempo, y de
las que podemos decir que han "contribuido" y
que continûan haciéndolo, ^cuâl es esta "civihza¬
ciôn mundial", supuesta beneficiaria de todas esas
contribuciones? No es una civihzaciôn distinta
de las demâs, que disfrutan todas de un mismo
coeficiente de reahdad. (...) [Es] una nociôn abs-
tracta a la que otorgamos un valor moral o lôgico:
moral, si se trata de un fin que proponemos a las
sociedades existentes; lôgico, si queremos
agrupar en un mismo vocablo los elementos
comunes a las diferentes culturas que el anâhsis
permite distinguir. En ambos casos hay que reco¬
nocer que la nociôn de civilizaclôn mundial es
muy pobre y esquemâtica y que su contenido
intelectual y afectivo carece de densidad. Pre¬
tender evaluar las aportaciones culturales de una
Claude Lévi-Strauss en la historia milenaria, relaciônandolas exclusivamente
sede de la Unesco, en Paris, con el modelo de una civilizaclôn mundial que
origen, se conceden prioridades... Por bien inten- durante su conferencia sobre tiene todavîa una forma hueca, serîa empobre-
cionados que sean, estos esfuerzos son futiles "Raza y cultura" en 1971.
cerlas singularmente, vaciarlas de su contenido y
porque fallan en très aspectos. conservar solo un cuerpo descarnado.
Primero, el mérito de una invencion atribuido (...) La verdadera contribuciôn de las culturas
a una u otra cultura nunca es seguro. (...) En no consiste en el catâlogo de sus invenciones par-
segundo lugar, las aportaciones culturales siempre ticulares, sino en la distancia diferencial que
pueden repartirse en dos grupos. Por un lado, ofrecen entre ellas. El sentimiento de gratitud y
tenemos indicios y adquisiciones aisladas cuya humildad que cada miembro de una determinada
importancia résulta fâcil evaluar y que ofrecen cultura puede y debe manifestât hacia las demâs
ademâs un carâcter limitado. (...) En el polo debe fundarse en una sola convicciôn: que las
opuesto (naturalmente, con una série de formas CLAUDE LEVI-STRAUSS, demâs culturas son diferentes de la suya, en los
intermedias) hay contribuciones que ofrecen un antropôlogo francés, autor de aspectos mâs diverses (...)
carâcter de sistema, es decir, que corresponden a numerosas obras decisivas en la Hemos considerado la nociôn de civihzaciôn
la forma elegida por cada sociedad para expresarse evoluciôn de las ciencias sociales.
mundial como una especie de concepto limite, o
Sus publicaciones mâs
y satisfacer el conjunto de sus aspiraciones como una forma simphficada de designar un pro¬
importantes traducidas al espanoi
humanas. La eriginalidad y la naturaleza irreem- son: Estructuras elementales del
ceso complejo, pues si nuestra demostraciôn es
plazables de esos estilos de vida, o como dicen los parentesco (Paidôs Ibérica, 1991), valida, no hay, no puede haber, "una civilizaclôn"
anglosajones de esos patterns, son innegables, Antropologîa estrucf ural (Paidôs en el sentido absoluto que a menudo damos a este
pero como representan tantas opciones exclu- Ibérica, 1992); Mito y significado término, ya que la civilizaclôn supone la coexis-
sivas es difîcil imaginar cômo una civihzaciôn (Alianza, 1990); Tristes trôpicos tencia de culturas que presentan la mâxima diver¬
(Paidôs Ibérica, 1992). Entre sus
podrîa esperar beneficiarse del estilo de vida de sidad y consiste en esa misma coexistencia. La
obras mâs recientes publicadas
otra, a menos que renunciara a ser ella misma. en francés cabe mencionar
civihzaciôn mundial no es mâs que la coalicion, a
Efectivamente, los intentes de compromise solo Regarder, écouter, ;/re(1993) y escala mundial, de culturas que preservan cada
pueden desembocar en dos resultados: o bien, la Saudades do Brasil (199A). cual su eriginalidad.

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zarse, las culturas consolidan y favorecen otros

Rimi y ^illiir# rasgos, como la resistencia al frîo o al caler (en


sociedades que han debide, de buen grade o per
la fuerza, adaptarse a extrêmes climâticos), las dis¬
posiciones agresivas o contemplativas, la ingenio-
[En 1952] en un opuscule escrito a peticiôn de la sidad técnica, etc. Taies como los captâmes a nivel
Unesco recurrî a la nociôn de coaHciôn para cultural, ninguno de esos rasgos puede vincularse
explicar que las culturas aisladas no podîan esperar claramente a una base genética, pero no se deberîa
crear por sî solas las condiciones de una historia excluir que lo estén a veces de forma parcial y por
verdaderamente acumulativa. Decîa que para ello el efecto médiate de lazes intermediarios. En ese
era précise que diferentes culturas combinaran caso serîa juste decir que cada cultura selecciona
voluntaria o inveluntariamente sus apuestas res- aptitudes genéticas que, por retroacciôn, influyen
pectivas aumentando asî la posibilidad de realizar, sobre la cultura que habîa contribuido previa-
en el gran juego de la historia, las largas séries que mente a su fortalecimiento.
les permiten progresar. Los genetistas formulan
actualmente sobre la evoluciôn biolôgica teorîas Una justificaclôn ideoiôgica
similares a esta al mostrar que un genoma consti¬ Al hacer remontât los comienzos de la huma¬
tuye en realidad un sistema en el que ciertos nidad a un pasado cada vez mâs remote, que
gènes desempeîian un papel regulador y otros actualmente calculâmes en millones de afios, la
ejercen una acciôn concertada sobre un solo antropologîa fîsica retira una de sus principales
carâcter o, al contrario, cuando son varies les bases a las especulaciones racistas, pues le que se
caractères que dependen de un mismo gen. Lo desconoce aumenta asî mucho mâs râpidamente
que es cierte a nivel del genoma individual lo es que el numéro de indicadores disponibles para
también a nivel de una poblaciôn, de modo tal jalonar los itinerarios seguidos per nuestres
que, por la combinaciôn de varies patrimonios lejanos antepasados en el curso de su evoluciôn.
genétices donde se habrîa reconocide hace Los genetistas asestaron un golpe aun mâs
poco un tipo racial , un equilibrie ôptimo se décisive a esas especulaciones al reemplazar la
establezca y aumente sus posibilidades de super¬ nociôn de tipo por la de la poblaciôn, la nociôn de
vivencia. En ese sentido puede afirmarse que en raza por la de patrimonio genétice, y al demostrar
la historia de los pueblos la recomposiciôn gené¬ que un abismo sépara las diferencias hereditarias,
tica desempeiia un papel semejante al de la segûn se las atribuya a la actividad de un solo gen
recomposiciôn cultural en la evoluciôn de las diferencias poco significativas desde el punto
formas de vida, técnicas, conocimientes y creen- de vista racial, ya que probablemente estân dotas
cias por cuyas diferencias se distinguen las socie¬ de un valor adaptative o a la acciôn combinada
dades. (...) de muchos, le que las convierte prâcticamente en
indéterminables.
Naturaleza/cultura: un viejo debate Solo desde hace unes diez anos empezamos a
[Pero] no serîa exagerado insistir en un hecho: si cemprender que discutimos el problema de la
bien la selecciôn permite que las especies relacion ente evoluciôn orgânica y evoluciôn cul¬
vivientes se adapten a un medio natural o resistan tural en termines que Auguste Comte hubiera
mejor a sus transformaciones, cuando se trata del llamado metafîsicos. La evoluciôn humana ne es
hombre este medio déjà de ser esencialmente un subproducto de la evoluciôn biolôgica, pero
natural; extrae sus caracterîsticas distintivas de tampoce es completamente distinta de ella. La
condiciones técnicas, econômicas, sociales y sîntesis entre esas dos actitudes tradicionales es
mentales que, con la intervenciôn de la cultura, ahora posible, siempre que, sin contentarse con
crean para cada grupo humano un entorno parti¬ ideas preconcebidas y con soluciones dogmâticas,
cular. Por ello se puede dar un paso mâs y consi¬ los biôlogos y los etnôlegos temen conciencia de
derar que las relaciones entre la evoluciôn orgâ- la ayuda que pueden prestarse mutuamente y de
nica y la evoluciôn cultural no son solamente de sus respectivas limitaciones.
analogîa, sine también de complementariedad. (...) Esta inadecuaciôn de las respuestas tradicio¬
Posiblemente en los orîgenes de la humanidad nales explica probablemente por que la lucha ide¬
la evoluciôn biolôgica seleccionô rasgos precul- oiôgica contra el racismo ha resultado tan poco
turales, taies como la posiciôn erguida, la habilidad eficaz en el piano practice. Nada indica que los
manual, la sociabilidad, el pensamiento simbolico prejuicios raciales disminuyan, y todo cenduce a
y la aptitud para vocalizar y comunicarse. En pensar que, luego de brèves treguas locales,
cambio, desde que la cultura existe, es ella quien resurgen en otras partes con una intensidad aun
consolida estos rasgos y los propaga; al especiah- mayor. De ahî, el afân de la Unesco de reiniciar
periôdicamente un combate cuyo resultado
parece, por lo menos, incierto.
jPero estâmes tetalmente seguros de que la
forma racial que ha adoptade la intolerancia sea
La civiilzaciôn mundial no es mâs que ia coailciôn, a escaia mundial, resultado exclusive de ideas falsas que algunas
poblaciones mantendrîan sobre la dependencia de
de cuituras que preservan cada cuai su eriginalidad.
la evoluciôn cultural respecte de la evoluciôn
orgânica? .jEsas ideas no proveen simplemente

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Toda creaciôn verdadera implica una
cierta sordera a ia llamada de otros
vaiores y puede iiegar hasta el rechazo.

una justificaciôn ideoiôgica a oposiciones mâs


reaies fundadas en la voluntad de avasallamiento y
en la cerrelaciôn de fuerzas? Ciertamente ése fue
el caso en el pasado. Pero, aun suponiendo que
esa correlaciôn de fuerzas se modificase, jlas dife¬
rencias raciales no continuarîan sirviendo de pre¬
texto a la dificultad cada vez mayor de convivir
que inconscientemente afecta a una humanidad
vîctima de la explosion demogrâfica (...) una
humanidad que comienza a aborrecerse a sî
misma porque una intuiciôn sécréta le advierte
que se ha vuelto demasiado numerosa para que
Claude Lévi-Strauss
cada uno de sus miembros pueda gozar hbre-
en 1988.
mente de esos bienes esenciales que son el proca requière dos condiciones que las socie¬
espacio libre, el agua limpia, el aire puro? dades contemporâneas estân mâs lejos que nunca
Los prejuicios raciales alcanzaron su mayor de cumplir; per una parte, una igualdad relativa,
intensidad en los casos de grupos humanes redu- por otra, una distancia fîsica suficiente.
cidos por otros a un territorio demasiado Obviamente acariciamos la esperanza de que
estrecho, a una porciôn demasiado insuficiente la igualdad y la fraternidad reinen un dîa entre los
de bienes naturales para que su dignidad no se sin- hombres, sin que elle comprometa su diversidad.
tiese herida, tante a sus ojos como a los de sus Pero si la humanidad no se resigna a transfor-
poderosos vecinos. ^Pero la humanidad marse en la consumidora estéril de los ûnicos
moderna, en su conjunto, no tiende a expropiarse valores que supo crear en el pasado, (...) deberâ
a sî misma y, en un planeta que se ha tornade
aceptar que toda creaciôn verdadera implica una
demasiado pequeïio, no censtruye a sus expensas
cierta sordera a la llamada de otros valores,
una situaciôn semejante a la que algunos de sus
pudiendo llegar hasta el rechazo, e incluso a su
représentantes infligieron a las desventuradas
negaciôn. Porque no se puede, a la vez, fundirse
tribus americanas o de Oceanîa? jQué serîa, en en el goce del otro, identificarse con él y seguir
fin, de la lucha ideoiôgica contra los prejuicios siendo diferente. Plenamente lograda, la comuni¬
raciales si se confirmara que siempre y en todas
caciôn intégral con el otro condena en un plazo
partes como le sugieren ciertos expérimentes
mâs o menos brève la eriginalidad de su creaciôn
realizades por psicôlegos basta formar équipes
y de la mîa. Las grandes épocas creadoras fueron
con sujetos de cualquier origen y colocarlos en
aquellas en que hubo un grade de comunicaciôn
una situaciôn de competencia para que se desa-
sufîciente para que interlocutores alejados se esti-
rrolle en cada cual un sentimiento de parcialidad y
mulasen, pero sin que esa comunicaciôn alcanzara
de injusticia frente a sus rivales?
una frecuencia y rapidez taies que eliminara todos
Comunidades mineritarias que aparecen hoy
los obstâculos, indispensables tante entre los indi¬
en muchos puntos del mundo, como los hippies,
viduos como entre los grupos, y facilitara los
no se distinguen del grueso de la poblaciôn por la
intercambios al punto de igualar y cenfundir su
raza, sino por el género de vida, la moralidad, el
diversidad.
peinado y la vestimenta; sin embargo, ^el senti¬
(...) Convencidos de que la evoluciôn cultural
miento de répulsion, a veces de hostilidad, que
y la orgânica son solidarias, [el etnôlogo y el biô-
inspiran en la mayorîa es sustancialmente dife-
logo] tienen la certeza de que el retorno al pasado
rente del odio racial? ^Lograrîamos que la gente
es imposible. Saben también que el camino que
reahzara un verdadero progreso si nos limitâ-
los seres humanos estân recorriendo acumula
ramos a disipar los prejuicios especîficos sobre
tantas tensiones que los actuales odios raciales son
los que esos odios raciales, entendidos en sentido
una pâlida imagen del régimen de intolerancia exa-
estricto, parecen basarse?
cerbada que amenaza con instaurarse maîïana, sin
que sea necesario el pretexto de las diferencias
Ei espejismo dei entendimiento étnicas. Para conjurar esos peHgros, los de hoy y
universal los de un future prôxime, mâs temibles aun,
En todas estas hipôtesis, la contribuciôn del etnô- debemos persuadirnos de que sus causas son l.Texto tomado àeRace et
logo a la soluciôn del problema racial se revelarîa mucho mâs profundas que las que cabe imputât a histoire, Denoël/UNESCO, 1952.
2. Texto tomado de «Race et
irrisoria, y no es seguro que la que pidiéramos a la ignorancia y a los prejuicios: solo podemos
culture», m Revue
los psicôlogos y a los educadores fuese mâs cifrar nuestra esperanza en un cambio del curso
internationale des sciences
fecunda, ya que, como nos enseiia el ejemplo de de la historia, mâs difîcil de obtener que un pro¬ sociales. Vol. XXIII (1971), ii°4,
los pueblos llamados primitives, la tolerancia recî- greso de las ideas. Unesco.

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