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Este documento ofrece instrucciones para evocar espíritus, incluyendo una maldición larga para usar cuando un espíritu se niegue a manifestarse. La maldición amenaza al espíritu con arrojarlo al abismo y al lago de fuego, maldiciéndolo con la corte celestial, el sol, la luna y las estrellas. El evocador debe quemar el sello del espíritu en el fuego para forzar su aparición, apagando el fuego y ofreciendo perfume una vez que el espíritu llegue.
Este documento ofrece instrucciones para evocar espíritus, incluyendo una maldición larga para usar cuando un espíritu se niegue a manifestarse. La maldición amenaza al espíritu con arrojarlo al abismo y al lago de fuego, maldiciéndolo con la corte celestial, el sol, la luna y las estrellas. El evocador debe quemar el sello del espíritu en el fuego para forzar su aparición, apagando el fuego y ofreciendo perfume una vez que el espíritu llegue.
Este documento ofrece instrucciones para evocar espíritus, incluyendo una maldición larga para usar cuando un espíritu se niegue a manifestarse. La maldición amenaza al espíritu con arrojarlo al abismo y al lago de fuego, maldiciéndolo con la corte celestial, el sol, la luna y las estrellas. El evocador debe quemar el sello del espíritu en el fuego para forzar su aparición, apagando el fuego y ofreciendo perfume una vez que el espíritu llegue.
MANIFESTARSE A TU LLAMADO. Cuando pronuncies las conjuraciones una y otra vez, y el espíritu se rehúse a aparecer frente a ti, pronuncia la siguiente sentencia que atormenta a todos los demonios. Ahora, ¡Oh espíritu!, pernicioso y desobediente, que no apareces ante mí para contestar las cosas que deseo de ti, y que no me has satisfecho, yo, por el poder, el nombre y la dignidad del Omnipresente e Inmortal Señor Dios de los Ejércitos Jehová Tetragrammaton, el único creador de los Cielos y la Tierra, y el Infierno y todo lo que contiene, que es el maravilloso administrador de todas las cosas visibles e invisibles, te maldigo, y te privo de tu oficio, alegría y lugar, y te arrojo a las profundidades del abismo, para que permanezcas allí hasta el día del Juicio, al lago de fuego y azufre que está reservado a todos los espíritus rebeldes, desobedientes, obstinados y perniciosos como tú. ¡Que toda la corte celestial te maldiga! ¡Que el Sol, la Luna y todas las estrellas te maldigan! ¡Que la Luz y todas las huestes celestiales te arrojen al fuego inextinguible y a los tormentos impronunciables! Y así como tu nombre y sello ligados en esta caja encadenada son quemados en sustancias pestilentes y sulfurosas y consumidos en este fuego material, así, por el nombre Iehovah y por el poder y dignidad de estos tres nombres, Tetragrammaton, Anaphaxeton y Primeumaton, yo te arrojo, malvado y desobediente espíritu, al lago de fuego que está reservado a los espíritus condenados y malditos para que permanezcan allí hasta el día del Juicio, y nunca más sean recordados delante de Dios, que vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos en el mundo por medio del fuego. El evocador debe poner entonces el sello del espíritu dentro de la caja en el fuego y el espíritu llegará, pero tan pronto llegue apague el fuego donde está la caja y ponga un perfume dulce y dele la bienvenida al espíritu.