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(2000 A.C. Aprox) Kotosh (Huánuco)
(2000 A.C. Aprox) Kotosh (Huánuco)
Ubicación
Se halla en Kotosh, una pequeña pampa situada a 4 km al oeste de la ciudad
de Huánuco y sobre el margen derecha del río Higueras.
Antigüedad
La antigüedad asignada a este templo o recinto sagrado alcanza a más de
1.800 a.C. en pleno precerámico o arcaico tardío; se dijo en su momento que
era el primer ejemplo de arquitectura religiosa, no solo del Perú, sino de toda
América.
Excavaciones
Durante la Colonia, Kotosh fue conocida como una huaca prehispánica, siendo
expoliada por los buscadores de tesoros. Hasta antes de ser redescubierta en la
década de 1930 tenía la apariencia de un promontorio natural. En 1934 Javier
Pulgar Vidal identificó en la zona fragmentos de cerámica pre-inca. Al año
siguiente fue visitada por el célebre arqueólogo Julio César Tello quien lo
consideró un yacimiento arqueológico de mucha importancia. Tello dedujo
que la cerámica de Kotosh estaba emparentada con la alfarería chavín, lo que
abonaba a favor de su hipótesis de la llegada del hombre de la selva a la sierra.
Kotosh, de acuerdo a este planteamiento, habría sido un eslabón importante en
el surgimiento de la civilización peruana, cuya cultura matriz fue Chavín.
Periodos
Descripción
Kotosh está conformado por una serie de edificios construidos de piedra
canteada con barro, de plantas cuadrangulares y sobre plataformas rellenadas
con tierra de cantos rodados, piedras canteadas y barro. Estos recintos son
relativamente pequeños, de entre 4 y 6 m de largo, aunque también hay de más
de 10 m de largo. Todos carecen de ventanas y probablemente tenían techos
planos. En el interior de cada recinto se aprecia un piso cuadrangular que
consta de dos niveles: uno más bajo, en forma de piso hundido, rodeado por
otro nivel más alto a modo de banqueta. El nivel bajo contiene al centro un
pequeño pozo que servía de fogón, conectado a un pequeño conducto
subterráneo de ventilación. Las paredes internas (y a veces las del piso
hundido) tienen nichos de diversos tamaños, y en algunos casos pinturas
sencillas o relieves en forma de brazos cruzados, como es el caso del Templo
de las Manos Cruzadas.
Sus muros, de 2.4 a 2.8 m, fueron enlucidos con una fina capa de barro color
blanco-crema y engalanados con nichos y hornacinas grandes de forma
trapezoidal. Debajo de dos de estos nichos se descubrieron las famosas manos
cruzadas modeladas en terracota, que los arqueólogos tuvieron sumo cuidado
de no dañarlo. El significado de esta representación es un misterio. Los
investigadores japoneses dijeron que podía significar amistad, acercamiento,
bondad. Otros estudiosos opinan que las manos fueron el elemento
fundamental en el templo, pieza básica de un rito de la que sería la primera
gran religión americana. Es más bien probable que el relieve pudiera ser parte
de una efigie mayor, que ya no se conserva.
Como todos los templos de su tradición, el piso está dividido en dos niveles
con un fogón central en el nivel inferior y un conducto de ventilación
subterráneo, por donde salían los humos, hacia el exterior.
Bibliografía
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obras escogidas de José Antonio del Busto. Lima, Empresa Editora El
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Colección Historia del Perú, editada por la Empresa Editora El Comercio S.A.
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