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finde 2020

En la raíz

En la raíz encuentro el amor. La raíz, en el tallo


En mi sentir encuentro el sentido. En el sentir y en los sentidos

Piel y sangre, tierra y casa. Fuerte tronco, fuerte rama


Fuerte rama, fuerte rama. Corazón, savia y corteza. Nuevo brote, nuevas alas. Nuevas alas, nuevas alas

En la semilla comienza la vida. La semilla, flor de la vida


En la semilla comienza la vida. Es la semilla, la flor de la vida

Piel y sangre, tierra y casa. Fuerte tronco, fuerte rama


Fuerte rama, fuerte rama. Corazón, savia y corteza
Nuevo brote, nuevas alas. Nuevas alas, nuevas alas

Nuestro Fruto
Volveran trayendo sus ofrendas
Ante el trono celestial
Volveran con gozo y alabanza
A quien por siempre reinara
Llenos de agradecimiento
Hoy venimos a rendirte adoracion
Nuestro fruto ofrecemos
Y con gozo lo entregamos hoy
Nuestra ofrenda agradable
La rendimos en adoracion

El Dios de la vida

Somos un nuevo pueblo


gestando un mundo distinto,
los que en el amor creemos
los que en el amor vivimos.
Llevamos este tesoro en vasijas de barro. Es un mensaje del cielo
y nadie podrá callarlo ¡Y proclamamos un nuevo día, porque la muerte ha sido vencida! Y anunciamos esta Buena Noticia: hemos sido salvados Por el
Dios de la Vida!

En el medio de la noche, encendemos una luz en el nombre de Jesús

Sembradores del desierto, buenas nuevas anunciamos


a extranjeros en el mundo que no entienden nuestro canto.
Y aunque a veces nos cansamos, nunca nos desalentamos,
porque somos peregrinos y es el amor nuestro camino.
¡Y renunciamos a la mentira, vamos trabajando por la justicia,
y rechazamos toda idolatría, ¡sólo creemos en el Dios de la Vida!
COMENZASTE A HACERTE PAN

Comenzaste a hacerte pan en Belén, sol pequeñito en nuestra noche


Aprendiste en Nazareth de ellos dos el gesto manso de la entrega
Pibe que en Jerusalén te entregaste de una vez a las cosas de tu padre
Debe tu cuerpo crecer para poderse ofrecer como pan a nuestro hambre
Mi cuerpo es esto, mi sangre es esta, que por ustedes doy
Coman y beban, crean y vivan, que para siempre soy, soy Yo, soy Yo

Se multiplicó tu amor se partió todos saciados y aún sobraba


Se mostró tu intimidad eres Pan que solo vive por donarse. Noche de Jerusalén, Cristo Pan entrégate eres Tú nuestro cordero. Cena, huerto, beso y
cruz, y tu entrega Pan Jesús, fue más fuerte que el madero.

Vida en abundancia
Los lirios del campo y las aves del cielo,
no se preocupan por que están en mis manos.
Tené confianza en mí, acá estoy junto a vos.
Amá lo que sos y tus circunstancias,
estoy con vos, con tu cruz en mi espalda.
Todo terminará bien
yo hago nuevas todas las cosas.

Yo vengo a traerte vida, Vida en abundancia,


en abundancia.
Yo soy el camino, la verdad y la vida,
Vida en abundancia, en abundancia.

No hice al hombre para que esté solo, caminen juntos como hermanos.
Sopórtense mutuamente, ámense unos a otros. La felicidad de la vida eterna empieza conmigo en la tierra, sentite vivo:
¡la fiesta del reino comienza acá!

No hay paredes
Quiero llevarte a todo lugar conmigo quiero que entre la gente seas conocido. Yo de vos no me avergüenzo, sos mi Dios. Quiero llevar tu voz por todo
camino, y de tu amor hablar con desconocidos. Al lugar donde trabajo, a la escuela y donde viajo, te quiero llevar…
Fuera del templo y la religión, por todo pueblo y toda región. Entre las gentes que vagan hoy, sin rumbo fijo, sin dirección. Entre las plazas de mi
ciudad, en donde hay tanta necesidad. Por todas partes te llevaré pues no hay paredes que te puedan esconder.
Quiero que en todas partes estés conmigo, en mis conversaciones con mis amigos. Quiero que vos seas el centro de atención. Quiero que seas el punto
de referencia, y caminar consciente de tu presencia, al hacer un comentario, en mis pláticas a diario vos tenés que estar…

María de Nazareth
Dulce muchacha humilde de Palestina, a vos para ser Madre Dios te eligió, y cuando desde el Cielo te mandó un ángel para pedir tu consentimiento
vos le dijiste: "su esclava soy".

Por eso voy a darte mi corazón, y cantando repetiré tu nombre


María de Nazareth.

Fue tu materna espera luz de esperanza, hasta que el gurisito nació en Belén, y vinieron los pobres y peregrinos para adorarlo y El sonreía,
Dios con nosotros, el Emmanuel.

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