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PRESENTACION

Nombres y Apellidos Matriculas


Ediandry J. Lopez Torres. 2018-2079
Nicole M. Sanchez. 2018-2097
Risahury M. Marte Ortiz 2018-2102
Lorguens Louiscar. 2018-1612
INDICE

Introducción …………………………………………………………………………………………… 3
Desarrollo ………………………………………………………………………………………………. 4-13
Bibliografía …………………………………………………………………………………………….. 14
Conclusión ……………………………………………………………………………………………… 15
INTRUDUCCION
Los seres humanos necesitamos alimentarnos para crecer, desarrollarnos, cumplir
nuestras funciones vitales cotidianas y mantenernos sanos, todo ello demanda un
aporte energético. El sistema o aparato digestivo nos permite incorporar los
nutrientes necesarios para satisfacer las demandas energéticas y de nutrientes
esenciales, como vitaminas y minerales, al estar implicado en el procesamiento de
los alimentos que ingerimos, de ahí su enorme importancia.
Como otros sistemas del cuerpo, el Aparato digestivo dispone de un diseño
perfecto para cumplir la misión que tiene encomendada, extraer de los alimentos
las materias primas que servirán tanto para producir la energía que necesitamos
en la actividad diaria como para fabricar y generar los elementos que conforman
los distintos órganos y sistemas de nuestro organismo.
El Aparato digestivo es un largo tubo que se extiende desde la boca hasta el ano.
Está dividido en diferentes partes, cada una de las cuales cumple misiones
concretas. Estas partes son el esófago, el estómago, el intestino delgado, el
intestino grueso (o colon) y el ano. Además, hay dos órganos que vierten sus
secreciones al tubo digestivo, el hígado y el páncreas, ambos con un importante
papel en la digestión y absorción de los alimentos.
En este trabajo hemos querido detallar cada uno de los órganos que
complementan el aparato digestivo, ya que consideramos que es uno del sistema
más importante de nuestro cuerpo.

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EL APARATO DIGESTIVO
El aparato digestivo se denomina a veces aparato gastrointestinal, pero ninguna
de estas denominaciones describe completamente las funciones o componentes
del mismo. Los órganos del aparato digestivo también producen factores de
coagulación de la sangre y hormonas que no tienen relación con la digestión,
ayudan a eliminar sustancias tóxicas de la sangre y modifican químicamente
(metabolizan) los fármacos.

La cavidad abdominal es el espacio que contiene los órganos digestivos. Está


limitada por la pared abdominal en la parte anterior (compuesta por capas de
piel, grasa, músculo y tejido conjuntivo), la columna vertebral en la posterior, el
diafragma en la superior y los órganos pélvicos en la inferior. Está recubierta, al
igual que la superficie externa de los órganos digestivos, por una membrana
llamada peritoneo.

Los expertos han reconocido la existencia de una fuerte conexión entre el aparato
digestivo y el cerebro. Por ejemplo, los factores psicológicos influyen mucho en
las contracciones del intestino, la secreción de enzimas digestivas y otras
funciones del aparato digestivo. Incluso la susceptibilidad a infecciones, que
conduce a diversos trastornos digestivos, está fuertemente influenciada por el
cerebro. A su vez, el aparato digestivo tiene influencia sobre el cerebro. Por
ejemplo, las enfermedades de larga duración o recurrentes [como el síndrome del
intestino irritable (ver Síndrome del intestino irritable) o el colon irritable (ver
Colitis ulcerosa), la colitis ulcerosa y otras enfermedades dolorosas] afectan a las
emociones, la conducta y la actividad diaria. Esta asociación de doble sentido se
ha denominado eje cerebro-intestinal.

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Cada bocado de comida que comemos tiene que ser descompuesto en nutrientes
que puedan ser absorbidos por el organismo, por lo que la digestión completa de
la comida tarda horas. En los humanos, la proteína debe ser descompuesta en
aminoácidos, los almidones en azúcares simples y las grasas en ácidos grasos y
glicerol. El agua en nuestros alimentos y bebidas también se absorbe en el
torrente sanguíneo para proporcionar al organismo el líquido que necesita.

El aparato digestivo está formado por el tubo digestivo y los otros órganos
abdominales que juegan un rol importante en la digestión, como el hígado y el
páncreas. El tubo digestivo es el tubo largo de órganos que se extiende desde la
boca al ano, e incluye el esófago, el estómago y los intestinos. El tubo digestivo
del adulto mide unos 30 pies (aproximadamente 9 metros) de largo.

La digestión comienza en la boca, mucho antes de que los alimentos lleguen al


estómago. Cuando vemos, olemos, probamos o incluso imaginamos una
merienda sabrosa, nuestras glándulas salivales, que se encuentran debajo de la
lengua y cerca de la mandíbula inferior, comienzan a producir saliva. Este flujo de
saliva se pone en movimiento por un reflejo del cerebro que se desencadena
cuando percibimos alimentos o pensamos en comer. En respuesta a esta
estimulación sensorial, el cerebro envía impulsos a través de los nervios que
controlan las glándulas salivales, indicándoles que se preparen para una comida.

A medida que los dientes desgarran y cortan los alimentos, la saliva los humedece
para facilitar la deglución. Una enzima digestiva llamada amilasa, que forma parte
de la saliva, comienza a descomponer algunos de los carbohidratos (almidones y
azúcares) en la comida incluso antes de que salgan de la boca.

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La deglución, que se logra por los movimientos musculares en la lengua y la boca,
desplaza los alimentos hacia la garganta, o faringe. La faringe, un pasaje para los
alimentos y el aire, mide unas 5 pulgadas (12,7 centímetros) de largo. Un colgajo
flexible de tejido, denominado epiglotis, se cierra reflexivamente sobre la tráquea
cuando tragamos para impedir el ahogo.

Desde la garganta, los alimentos pasan por un tubo muscular en el pecho que se
denomina esófago. Ondas de contracciones musculares llamadas peristalsis
fuerzan los alimentos hacia abajo, a través del esófago, hasta el estómago.
Normalmente, una persona no es consciente de los movimientos del esófago,
estómago e intestino que tienen lugar a medida que los alimentos pasan a través
del aparato digestivo.

En el extremo del esófago, un anillo muscular denominado esfínter, permite que


los alimentos ingresen al estómago y luego se cierra para impedir que los
alimentos o líquido regresen al esófago. El músculo del estómago revuelve y
mezcla los alimentos con ácidos y enzimas, descomponiéndolos en trozos mucho
más pequeños y digeribles. La digestión que tiene lugar en el estómago, necesita
un ambiente ácido. Las glándulas en el revestimiento del estómago producen
unos 3 cuartos de galón (2,8 litros) de estos jugos digestivos por día.
Algunas sustancias, como el agua, sal, azúcares y alcohol, pueden ser absorbidas
directamente a través de la pared estomacal. La mayoría de las otras sustancias
en los alimentos que ingerimos necesitan mayor digestión y deben pasar al
intestino antes de ser absorbidos. Cuando está vacío, el estómago de un adulto
tiene un volumen de un quinto de una taza (1,6 onzas de líquido), pero puede
expandirse para sostener más de 8 tazas (64 onzas de líquido) de alimentos
después de una gran comida.

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Cuando los alimentos están listos para salir del estómago, han sido procesados en
un líquido espeso denominado quimo. Un tubo muscular del tamaño de una nuez,
ubicado a la salida del estómago y denominado píloro, mantiene el quimo en el
estómago hasta que alcanza la consistencia justa para pasar al intestino delgado.
El quimo es lanzado al intestino delgado, donde continúa la digestión de los
alimentos para que el organismo pueda absorber los nutrientes en el torrente
sanguíneo.
El intestino delgado tiene tres secciones:
el duodeno, la primera sección en forma de C
el yeyuno, la sección media enrollada
el íleon, la sección final que se comunica con el intestino grueso.
La pared interna del intestino delgado está cubierta con millones de proyecciones
microscópicas, en forma de dedos, llamadas vellosidades. Las vellosidades son los
vehículos a través de los cuales el organismo puede absorber los nutrientes.

El hígado (ubicado bajo la caja torácica en la parte superior derecha del


abdomen), la vesícula biliar (oculta debajo del hígado) y el páncreas (debajo del
estómago) no son parte del tubo digestivo, pero son órganos esenciales para la
digestión.

El páncreas produce enzimas que ayudan a digerir proteínas, grasas y


carbohidratos. También produce una sustancia que neutraliza el ácido del
estómago. El hígado produce bilis, que ayuda al cuerpo a absorber grasas. La bilis
se almacena en la vesícula biliar hasta que se la necesita. Estas enzimas y la bilis
se transportan a través de canales especiales (denominados conductos)
directamente al intestino delgado, donde ayudan a descomponer los alimentos. El
hígado también tiene un papel importante en la manipulación y procesamiento
de los nutrientes, que son transportados por la sangre desde el intestino delgado
al hígado.
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Desde el intestino delgado, los alimentos que no fueron digeridos (y parte del
agua) pasan al intestino grueso a través de un anillo muscular que impide que los
alimentos regresen al intestino delgado. Cuando los alimentos llegan al intestino
grueso, el trabajo de absorción de los nutrientes está casi terminado. La principal
función del intestino grueso es eliminar el agua de la materia no digerida y formar
desechos sólidos que pueden ser excretados. El intestino grueso tiene tres partes:

El ciego es una bolsa al comienzo del intestino grueso que une el intestino
delgado al intestino grueso. Esta zona de transición se expande en diámetro,
permitiendo que los alimentos pasen del intestino delgado al grueso. El apéndice,
una bolsa pequeña, hueca, en forma de dedo, que cuelga en el extremo del ciego.
Los médicos creen que el apéndice es un remanente de tiempos antiguos de la
evolución humana. Ya no parece cumplir ninguna función en el proceso digestivo.
El colon se extiende desde el ciego, sube por el lado derecho del abdomen, se
extiende a lo ancho de la parte superior del abdomen y luego baja por el lado
izquierdo del abdomen, conectándose con el recto. El colon tiene tres partes: el
colon ascendente y el colon transverso, que absorben líquidos y sales, y el colon
descendente, que retiene los desechos resultantes. Las bacterias en el colon
ayudan a digerir los restos de productos alimentarios.
El recto es donde se almacenan las heces hasta que salen del aparato digestivo a
través del ano como un movimiento intestinal.

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LAS PARTES Y FUNCIONES DEL APARATO DIGESTIVO.
La boca es la entrada a dos sistemas: el digestivo y el respiratorio. El interior de la
boca está recubierto por membranas mucosas. Cuando está sano, el
revestimiento de la boca (mucosa oral) es de color rosa rojizo. Las encías son de
color rosa más pálido y se ajustan perfectamente alrededor de los dientes.

El paladar se divide en dos partes bien diferenciadas. La parte frontal la forma el


paladar duro y es donde se alojan las crestas alveolares. La parte posterior,
mucho más suave, es lo que llamamos el paladar blando. Las membranas
mucosas que tapizan el interior de la boca continúan por fuera, formando la zona
rosada y brillante de los labios, y son las encargadas de proporcionar la humedad
necesaria. Estas membranas se unen con la piel de la cara en el borde exterior de
los labios. La mucosa de los labios es propensa a la sequedad a pesar de estar
humedecida por la saliva.

Al final de la boca se encuentra una estructura muscular estrecha llamada úvula,


visible cuando decimos «ahh0h». La úvula cuelga de la zona posterior del paladar
blando, que separa la parte posterior de la nariz de la parte posterior de la boca.
Por lo general, la úvula cuelga verticalmente.
La garganta (faringe, ver Garganta) se sitúa por detrás y por debajo de la boca.
Cuando los alimentos y líquidos salen de la boca, descienden a través de la
garganta. La deglución de los alimentos y de los líquidos comienza de manera
voluntaria y continúa de forma automática. Una pequeña lengüeta muscular
(epiglotis) se cierra para evitar que los líquidos y los alimentos bajen por la
tráquea hacia los pulmones. El velo del paladar se eleva para evitar que suban a la
nariz. La úvula, una pequeña solapa unida al velo del paladar, ayuda a evitar que
asciendan los líquidos hacia el interior de la cavidad nasal.

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El esófago es un canal muscular de paredes finas, recubierto en su interior por
membranas mucosas, que conecta la garganta con el estómago. Los alimentos y
líquidos son propulsados a través del esófago no solo por la gravedad sino
también por ondas de contracciones musculares rítmicas, lo que se denomina
peristaltismo. En ambos extremos del esófago existen dos músculos en forma de
anillo (esfínteres esofágicos superior e inferior), que se abren y cierran.
Normalmente, los esfínteres esofágicos impiden que el contenido del estómago El
estómago es un órgano muscular grande, hueco y con forma de alubia, en el que
se distinguen tres regiones o zonas:
Cardias
Cuerpo (fondo)
Antro pilórico
Los alimentos y los líquidos llegan al estómago desde el esófago pasando a través
del esfínter esofágico inferior.
La parte superior del estómago sirve como área de almacenamiento para los
alimentos. Aquí, los cardias y el cuerpo gástrico (fondo) se relajan para acomodar
el alimento que entra en el estómago. A continuación, el antro pilórico (la parte
inferior del estómago) se contrae rítmicamente, mezclando el alimento con ácido
y enzimas (jugos gástricos) y triturándolo en pequeños fragmentos para facilitar
su digestión. Las células que recubren la superficie gástrica secretan tres
sustancias importantes: moco, ácido clorhídrico y el precursor de la pepsina (una
enzima que fracciona las proteínas). El moco recubre las células de la superficie
gástrica para protegerlas de lesiones causadas por el ácido y las enzimas.
Cualquier alteración de esta capa de moco [debida, por ejemplo, a una infección
por la bacteria Helicobacter pylori (ver Infección por Helicobacter pylori), o a la
acción de la aspirina, ácido acetilsalicílico] puede causar lesiones que conduzcan a
una úlcera de estómago (ver Úlcera gastroduodenal). vuelva a pasar al esófago o
a la garganta.

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El duodeno es el primer segmento del intestino delgado, y el estómago vierte el
alimento en su interior. El alimento entra en el duodeno a través del esfínter
pilórico en cantidades que el intestino delgado pueda digerir. Cuando se llena, el
duodeno envía una señal al estómago para detener la evacuación.
El duodeno recibe enzimas pancreáticas del páncreas (ver Páncreas), y bilis del
hígado y de la (ver Hígado) vesícula biliar (ver Vesícula biliar y vías biliares). Estos
fluidos, que llegan al duodeno a través de una abertura denominada esfínter de
Oddi, contribuyen de modo importante en la digestión y la absorción. Las ondas
de contracciones musculares rítmicas (denominadas peristaltismo) también
contribuyen a la digestión y a la absorción removiendo los alimentos y
mezclándolos con las secreciones intestinales.
Las partes del intestino grueso son
Ciego y colon ascendente (derecho)
Colon transverso
Colon descendente (izquierdo)
Colon sigmoide (que está conectado al recto)
El ciego, que se encuentra al principio del colon ascendente, es el punto donde el
intestino delgado se une con el intestino grueso. Desde el ciego se proyecta el
apéndice, una estructura tubular en forma de dedo que no cumple ninguna
función conocida. El intestino grueso secreta moco y es responsable en gran
medida de la absorción del agua de las heces.
El recto es una cavidad que comienza al final del intestino grueso,
inmediatamente a continuación del colon sigmoide, y termina en el ano (ver
Introducción al ano y el recto). Generalmente, el recto está vacío porque las heces
se almacenan más arriba, en el colon descendente. Finalmente, el colon
descendente se llena y las heces pasan al recto, provocando la necesidad de
evacuar el intestino (defecación). Los adultos y los niños mayores pueden
aguantar esta necesidad hasta llegar a un inodoro. Los lactantes y los niños
pequeños carecen del control muscular necesario para retrasar la defecación.
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El ano es la abertura que existe al final del tubo digestivo, por la cual las heces
abandonan el organismo. El ano está formado, en parte, por las capas
superficiales del cuerpo, incluida la piel, y, en parte, por el intestino. Está
recubierto por una prolongación de la piel externa. Un anillo muscular,
denominado esfínter anal, mantiene el ano cerrado hasta que la persona hace
una deposición.
El aparato digestivo, también incluye órganos que están fuera del tubo digestivo.
Como lo son;
El páncreas es un órgano que contiene dos tipos de tejido glandular:
Ácinos pancreáticos
Islotes de Langerhans
Los ácinos producen enzimas digestivas. Los islotes producen hormonas. El
páncreas secreta enzimas digestivas al duodeno y hormonas al torrente
sanguíneo.
Las enzimas digestivas (como la amilasa, la lipasa y la tripsina) son liberadas por
las células de los ácinos y circulan por el interior del conducto pancreático. El
conducto pancreático se une al colédoco en el esfínter de Oddi, por el cual ambos
desembocan en el duodeno. Las enzimas son secretadas normalmente en forma
inactiva; solo se activan cuando alcanzan el tubo digestivo. La amilasa digiere los
carbohidratos, la lipasa digiere las grasas y la tripsina digiere las proteínas. El
páncreas también secreta grandes cantidades de bicarbonato sódico, que protege
el duodeno porque ejerce una acción neutralizadora sobre el ácido procedente
del estómago.
El hígado es un órgano de gran tamaño que realiza múltiples funciones (ver
Hígado); solo algunas de ellas están relacionadas con la digestión.
Los nutrientes que proceden de los alimentos son absorbidos por la pared
intestinal, irrigada por numerosos vasos sanguíneos muy finos (capilares). Los
capilares transportan los nutrientes absorbidos hasta las venas que, a su vez, se
unen a venas mayores y, finalmente, penetran en el hígado formando la vena
porta.
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La sangre procedente de la vena porta se procesa de dos formas:
Se eliminan de la sangre las bacterias y otras partículas extrañas absorbidas desde
el intestino.
Muchos de los nutrientes absorbidos desde el intestino sufren una
descomposición adicional gracias a la cual podrán ser utilizados por el organismo.

El hígado realiza el procesamiento necesario a gran velocidad y conduce la sangre,


cargada de nutrientes, a la circulación general.

La bilis es un líquido espeso y viscoso, de color amarillo verdoso. Se compone de


sales biliares, electrólitos, pigmentos biliares, colesterol y otras grasas. La vesícula
biliar es el saco de almacenamiento que contiene la bilis.

La bilis fluye fuera del hígado por los conductos hepáticos derecho e izquierdo,
que confluyen para formar el conducto hepático común. Este conducto se une
con otro procedente de la vesícula biliar, llamado conducto cístico, para formar la
vía biliar común (colédoco). El conducto pancreático se une al colédoco
justamente en la desembocadura de este en el duodeno a través del esfínter de
Oddi.
Entre comidas, las sales biliares se almacenan en la vesícula biliar y solo una
pequeña cantidad de bilis fluye hacia el intestino. Los alimentos que entran en el
duodeno desencadenan una serie de señales nerviosas y hormonales que causan
la contracción de la vesícula biliar. Como resultado, la bilis llega al duodeno y se
mezcla con los alimentos.

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BIBLIOAGRAFÍA

o https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-
gastrointestinales/biolog%C3%ADa-del-aparato-digestivo/ves%C3%ADcula-
biliar-y-v%C3%ADas-biliares

o http://importancia.de/aparato-digestivo/

o https://kidshealth.org/es/parents/digestive-esp.html

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CONCLUSIÓN
El aparato digestivo es de suma importancia ya que gracias al alimentamos a
todas las partes de nuestro cuerpo ya que transforma los alimentos en sustancias
que pueden ser consumidos por las células de nuestro cuerpo.
Ha pasado cierto tiempo desde nuestra última comida. Comemos hasta sentirnos
satisfechos y luego continuamos con nuestras actividades. Pero durante las
próximas 20 horas, el aparato digestivo trabaja mientras los alimentos que
ingerimos viajan por el organismo.
Los alimentos son la fuente de combustible del organismo. Los nutrientes en los
alimentos brindan a las células la energía y sustancias que necesitan para
funcionar. Pero antes de que la comida pueda hacer alguna de estas cosas, tiene
que ser digerida en pequeños trozos que el organismo pueda absorber y utilizar.
Por esto hemos decidido detallar las funciones del mismo.

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