Está en la página 1de 2

Raíces enredadas.

¿Nunca se han sentido perdidos en todo lo que saben y todo lo que han vivido? Me
explico, cada uno de nosotros ha pasado tanto tiempo en Dios, escuchando predicas
de muchos autores, leyendo su Palabra por completo o casi por completo, yendo de
guía a cientos de encuentro, viendo a Dios transformando vidas, escuchando
testimonios de muchos, ver tantos milagros de cosas que humanamente son
imposibles, siendo usado por Dios mismo como instrumento para llevar su Palabra,
tocado por Dios por horas llorando, riendo, hablando en lenguas, recibiendo
revelaciones increíbles, además con discernimiento de quien es bueno y malo en la
iglesia, manifestando además fluidamente los dones del Espíritu Santo al punto de que
muchos hasta te han dicho “Wuao, Dios te usó tremendamente” y sin embargo, a pesar
de haber vivido todo eso sentir, que no sabes dónde estás, no sabes que exactamente
qué hacer y hasta pareciera que todo el conocimiento que tienes no sirve de nada.

En Romanos 2:21-24 dice:

Pero, ¿cómo pueden enseñar a otros, si ustedes mismos no aprenden primero? ¿Cómo
pueden enseñar que no se debe robar, si ustedes mismos roban?  22  Dicen que todos
deben ser fieles en el matrimonio, pero ustedes mismos son infieles. Odian a los ídolos,
pero roban en los templos de esos ídolos.  23  Están orgullosos de tener la Biblia, pero no la
obedecen, y son una vergüenza para Dios. 24  Tiene razón la Biblia cuando dice: «La gente
de otros países habla mal de Dios, por culpa de ustedes mismos.»

Esta porción de la Palabra me llevó a pensar: “¿Aprender primero que? ¿No son
esas cosas las más básicas del evangelio? Y es ahí, donde me di cuenta que,
olvidé se me enredaron las raíces, y entonces pensé ¿Por qué hago todo lo que
hago? Y me di cuenta que la respuesta fue tan sencilla que parece algo bobo,
que simplemente es todo por Jesús; para hacerlo sonreír, para agradarle, para
poder devolverle todo aquello que me dio y de donde me sacó, para que otros
lo conozcan y puedan ser tan felices, tanto Jesús al ver a un hijo regresar, como
al nuevo creyente, por conocer a la persona más maravillosa, simplemente eso.
Aprendemos tanto, se nos enredan las raíces, y olvidamos lo importante, que no
es solamente hacer, hacer y hacer, sino, hacerlo feliz a él a través de lo que
hacemos, de lo que nos manda y de lo que le agrada, confiando que él está
fielmente ayudándonos a caminar y solo debemos creer para avanzar.

¿Cómo enseñaremos a otros si no aprendemos Primero a mantener nuestras


raíces firmes? Dios nos lo mostró en un sueño, así que es tiempo de
desenredarnos y volver a lo importante, así lo que estamos construyendo nos se
nos caerá una y otra vez, sino más bien iremos de gloria en gloria para alabanza
de su nombre

LP.

También podría gustarte