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Civilizar 13 (25): 49-66 julio-diciembre de 2013

La formación del Estado brasileño y los usos de su


política exterior a la luz del proceso de construcción
identitaria. La definición de situaciones clave*

The Formation of the Brazilian State and the Uses of


its Foreign Policy in the Light of the Process of Identity
Construction. Definition of Key Situations
Recibido: 14 de marzo de 2013 - Revisado: 28 de junio de 2013 - Aceptado: 13 de octubre de 2013

Gisela Pereyra-Doval**

Resumen
En función de la construcción identitaria, un Estado define situaciones clave.
El objetivo de este artículo es analizar aquellos hitos del proceso de construc-
ción identitaria de Brasil, que hicieron que se diferenciara tempranamente del
resto de los países latinoamericanos. Consecuentemente, lo dividimos en cua-
tro apartados. El primero explica la vertiente diferenciadora de la identidad. El
segundo analiza el proceso de independencia. El tercero marca la diferencia
del proceso de consolidación del espacio nacional, pasando también por parte
del proceso de desarrollo de este espacio. Por último, se describe la opción
brasileña de acercarse a Estados Unidos como centro de referencia, al tiempo *
El artículo es parte de la tesis doc-
toral “La identidad nacional de Brasil
que se alejó del espacio europeo. en su política exterior. El caso de los
gobiernos de Vargas (1930-1945),
Geisel (1974-1979) y Da Silva (2003-
Palabras clave 2010)” financiada por el Consejo de
Brasil, política exterior, identidad, situaciones clave. Investigaciones Científicas y Tecno-
lógicas de Argentina.
**
Doctora en Relaciones internacio-
Abstract nales. Profesora de Relaciones inter-
Depending on its construction of identity, a State defines key situations. The nacionales en la Facultad de Ciencia
Política y Relaciones Internacionales
aim of this paper is to analyze those milestones in the process of identity de la Universidad Nacional de Rosa-
construction in Brazil, which caused its early differentiation from other Latin rio, Rosario, Argentina. Coordinado-
ra general del Programa de Estudios
American countries. Consequently, we divide it into four sections. The first Argentina-Brasil (PEAB). Becaria
explains the differentiating aspect of identity. The second analyzes the process posdoctoral del Consejo de Investi-
of independence. The third makes the difference from consolidation process of gaciones Científicas y Tecnológicas
(Conicet).
the national space, also going through the development process of this space. Correo electrónico:
Finally, the Brazilian option is described as being closer to the United States as gpdoval@gmail.com
Para citar este artículo use: Pereyra-
a reference center while it left the European area. Doval, G. (2013). La formación del
Estado brasileño y los usos de su
política exterior a la luz del proceso
Keywords de construcción identitaria. La defini-
Brazil, foreign policy, identity, key situations. ción de situaciones clave. Revista Ci-
vilizar Ciencias Sociales y Humanas,
13(25), 49-66.
50 Gisela Pereyra Doval

Introducción dual. No obstante, el constructivismo, no solo


le da un lugar importante dentro del análisis de
La evolución de la política exterior bra- la política exterior de los Estados, sino que casi
sileña muestra muchas más continuidades que toda la teoría gira en torno a la identidad de los
rupturas como para poder considerarla una po- mismos.
lítica de Estado, cuasi insensible a los cambios
de gobierno. De este modo, intentamos avanzar De esta forma, se toma el concepto central
buscando explicaciones para esa continuidad, en este artículo –la identidad– en clave construc-
que se toma como un supuesto de partida y, nos tivista, pues desde esta óptica se considera a la
formulamos una serie de preguntas como: ¿esta definición de los términos principales como el
continuidad se relaciona con determinadas par- punto de partida para explorar las opciones me-
ticularidades históricas?, ¿se vincula con la todológicas y explicar las elecciones que hace el
conformación del Estado?, y ¿hay alguna cues- Estado. Abdelal, Herrera, Johnston y McDermott
tión que pueda considerarse el driving force de (2009) entienden a la identidad como una cate-
la misma? A partir de este planteo, se cuestiona goría social que puede manifestarse a través de
sobre la identidad nacional de Brasil: ¿cómo cuatro tipos mutuamente no excluyentes: com-
se construyó esa identidad?, ¿qué elementos la paraciones relacionales, modelos cognitivos,
conformaron?, ¿fue importante para Brasil ser propósitos sociales y normas constitutivas. En
tempranamente un imperio mientras los demás este artículo se toma el primer tipo ideal iden-
Estados latinoamericanos eran Repúblicas?, titario: relational comparisons, el cual distingue
¿cuán relevante fue la herencia de los pensado- la identidad de un grupo referenciándose de un
res portugueses?, y ¿la expansión del país hasta grupo diferente. Así, la identidad se define por
sus actuales dimensiones continentales, o como aquellos elementos que yo poseo y otros no tie-
lo llama Dupas (2006), “país ballena”, ocupó nen. Como expresa Barnett (1999),
un lugar destacado en su conformación identi-
taria? A continuación, se identifican los elemen- An identity is the understanding of oneself
tos identitarios que, a nuestro entender, podrían in relationship to others. Identities, in short,
explicar la continuidad en la política exterior are not personal or psychological, they are
fundamentally social and relational […].
de un Estado y se concluye que determinadas
This relational perspective informs the view
situaciones históricas clave podrían ser deter-
that national and state identities are partly
minantes. formed in relationship to other nations and
states-that the identities of political actors
Para introducirse en este estudio se parte are tied to their relationship to those outside
de una concepción teórico-metodológica cons- the boundaries of the community and the te-
tructivista. El punto nodal de esta teoría es que rritory, respectively (p. 9).
las estructuras sociales se construyen en tanto
los factores sociales tienen más peso que los En este tipo, la causa central del compor-
factores materiales, es decir, las ideas constitu- tamiento deriva de la diferenciación con el otro.
yen el significado de las fuerzas materiales, la Así, la acción, en cierto sentido, es una reacción
acción y, por lo tanto, la misma realidad. Esto y está condicionada por la existencia de otros
es, las acciones significativas son un fenóme- que son distintos. Como se verá, este tipo con-
no social o intersubjetivo influenciado por los cuerda con la identidad por diferenciación, que
intereses sociales e ideacionales. En lo que se es la característica de la definición de situacio-
refiere a la identidad estatal o nacional, como nes clave como elemento identitario.
categoría analítica para interpretar la política
exterior, las variadas teorías de las relaciones El uso de la historia como recurso me-
internacionales plantean este tema como resi- todológico pareció fundamental, pues el cono-

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cimiento del pasado es la piedra angular para atañe al proceso de consolidación del espacio
la comprensión del presente. La importancia de nacional como parte de un proyecto nacional de
trabajar el pasado y el presente procurando la las élites imperiales, pasando también por parte
búsqueda de semejanzas nos provee de justifi- del proceso de desarrollo del espacio nacional.
caciones para demostrar continuidades a través Por último, el anticipado giro americano, des-
de la reinterpretación de la historia. Se hizo hin- cribe la opción brasileña de acercarse a Estados
capié en el análisis de procesos, independiente- Unidos como centro de referencia, al tiempo
mente de lo lejanos que estén en el tiempo, para que se alejaba del espacio europeo y, en parti-
comprender las causas de los comportamientos cular, de Inglaterra; esta opción no fue tomada
políticos presentes. en cuenta por el resto de los países de América
Latina que continuaron estrechamente ligados
Por este motivo, se analiza tres procesos al Viejo Continente.
históricos puntuales que, a nuestro entender,
son los momentos más representativos de la En torno de algunas cuestiones teóri-
construcción identitaria: la independencia bra- cas: la vertiente diferenciadora de la
sileña, la prolongación de la experiencia im- identidad
perial y el anticipado giro americano1. En este
caso, recurrimos a la diferenciación con el res- De las dos grandes vertientes existentes
to de los países latinoamericanos, en estas tres en el estudio de las identidades –la diferen-
situaciones, no mediante la descripción de sus ciadora y la homogeneizadora–, nos centrare-
propios procesos sino a través de la descripción mos en la identidad diferenciadora, que es la
histórica del caso brasileño. Se aclara que no que tiende a afirmar la identidad de un Esta-
se considera que el proceso de construcción do, diferenciándola de otros. Según Recondo
identitaria del Estado brasileño tenga una fe- (1997), la identidad es “considerada por la
cha de cierre, solo nos permitimos tomar tres psicología como el conjunto de circunstancias
situaciones específicas a modo de ejemplo para que distinguen a una persona de las demás”
demostrar la secuencia desde la colonia hasta (p. 97), en este caso, y haciendo una traslación
la independencia, y desde la monarquía hasta del término a conceptualizar, podríamos decir
la República y, así, poder establecer cierta “lí- que la identidad estatal es el conjunto de cir-
nea conductual” en cuanto a la característica de cunstancias que distinguen a un Estado de los
continuidad en su política exterior. demás. Así, acordamos que una nación actúa
sobre la base de normas y reglas que han emer-
gido en determinadas circunstancias históricas
Así, el objetivo de este artículo es anali-
y culturales propias.
zar aquellos hitos del proceso de construcción
identitaria de Brasil, que hicieron que se dife-
Busso y Pignatta (2008) agregan a esta
renciara tempranamente del resto de los países
última idea que:
latinoamericanos. Para ello, lo dividimos en
cuatro apartados: el primero, la vertiente dife-
En el proceso de construcción de la identidad
renciadora de la identidad, que es la que dis-
nacional el Estado tiene un rol fundamental, ya
tingue la identidad de un grupo diferenciándose que él mismo enfatiza ciertos rasgos constituti-
de otro/s grupo/s. El segundo, el proceso de in- vos en función de la identidad que se pretende
dependencia, analiza los motivos por los cua- definir, acentuando los rasgos identitarios que
les Brasil difiere de los países de habla hispana son funcionales a sus objetivos (p. 15).
en cuanto a su proceso de independencia, estos
condicionantes de la diferencia fueron internos Podemos decir que, en este caso, el Esta-
y externos. El tercero, la continuidad de la ex- do fue el encargado de resaltar aquellos rasgos
periencia imperial, marca la distinción en lo que culturales que definen la identidad nacional bra-

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sileña actual; como explica Cuche (2002) para- ña no tiene valor mítico, es decir, no fue signi-
fraseando a Bourdieu: ficativa para la construcción de la nacionalidad,
que se edificó posteriormente por el Estado in-
[…] solo los que disponen de una autoridad dependiente.
legítima, es decir, de la autoridad conferida
por el poder, pueden imponer sus propias de- Como potencia hegemónica, Gran Bretaña
finiciones de ellos mismos y de los otros […]. “dictaba” las nuevas reglas, imponiendo a sus
La autoridad legítima tiene el poder simbólico
aliados acuerdos y tratados que la beneficiaban.
de hacer reconocer como fundadas sus cate-
gorías de representación de la realidad social Como potencia en decadencia, Portugal depen-
[…] (Bourdieu, 1997, p. 112). día de su alianza con Inglaterra para garantizar
la defensa del imperio ultramarino. De esta ma-
Como vimos, la identidad constituye la nera, las bases del sistema colonial se fueron
base y determina los intereses del Estado; así, socavando gradualmente. La progresiva des-
los Estados definen sus intereses en el proce- integración del sistema colonial apuntaba a la
so de definir situaciones. Esta definición de si- emancipación política de la colonia portuguesa
tuaciones se da en consonancia con la idea de en América. Sin embargo, el camino recorrido
que la identificación se produce en una relación y el peculiar modo en que se realizó la inde-
dialéctica con la diferenciación. Como plantea pendencia de Brasil, fueron marcados por los
Cuche (2002), “la identidad es siempre la resul- acontecimientos internacionales de principios
tante de un proceso de identificación dentro de del siglo XIX.
una situación relacional” (p. 110). La determi-
nación de situaciones clave fue un factor que Aliado incondicional de Inglaterra, en
coadyuvó a la construcción de la identidad na- 1807, Portugal se encontraba en amenaza de
cional, y que llevó a Brasil a diferenciarse del invasión de las tropas francesas, en guerra con
resto de los países de América del Sur, delimi- el Reino Unido. Ante la inminente invasión, la
tando sus intereses específicos. Corte optó por trasladarse a su colonia, insta-
lándose en Río de Janeiro, en 1808. La ciudad
Primera situación clave: el proceso de adquiría así un nuevo estatus, el de capital de
independencia todo el Imperio Lusitano. Esto tuvo dos conse-
cuencias importantes, una externa y una inter-
La emancipación política brasileña, for- na. En la externa, se tornó inevitable la apertura
malizada en 1822, se inserta en un cuadro más de los puertos brasileños a otras naciones, lo
amplio de desagregación del sistema colonial que rompía el monopolio metropolitano. En el
portugués, iniciado en el siglo XVIII. En para- ámbito doméstico, cuando la Corte se “mudó”
lelo, la propia colonia experimentaba cambios a Brasil, lo hicieron también sus órganos de go-
que traían consigo la oposición entre los intere- bierno. Asimismo, como factor doméstico, la
ses de los colonos y de la metrópoli. Es decir, formalización de la independencia fue resultado
hubo factores tanto externos como domésticos de las disidencias entre los portugueses, cuyos
que posibilitaron la independencia brasileña. intereses se enraizaban en la colonia, y aquellos
Como veremos, la “lucha” por la independencia que habían permanecido en el reino.
en Brasil fue decisivamente influenciada por los
íntimos lazos que unían a la América portugue- En 1815 los portugueses elevaron a
sa con Europa. Según Manchester (1951), en un Brasil al rango de correino. Brasil, era así in-
análisis completo, la independencia no fue ga- dependiente de Portugal, pero no de los portu-
nada en el campo de batalla sino por medio de gueses. De este modo, surgió el Reino Unido
la diplomacia (p. 80). En consonancia con esto, de Portugal, Brasil y Algarve con capital en Río
podemos agregar que la independencia brasile- de Janeiro, aunque nominalmente los Bragan-

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de construcción identitaria. La definición de situaciones clave

za mantenían la capital en Lisboa. Cinco años ñolas, mientras que en el caso brasileño el ciclo
después sucedía la Revolución de Oporto, cuya minero comenzó en el siglo XVIII proveyen-
principal consecuencia para Brasil fue que a do una mayor integración entre las provincias
Joâo I lo forzaron a retornar a Lisboa, dejando o unidades de la colonia portuguesa. Por otra
como regente a su hijo Pedro, e intacta la buro- parte, según Sunkel y Paz (1993) existían im-
cracia. portantes lazos económicos entre varias de las
unidades del imperio español, en particular,
La reacción de la élite articulada en torno después de las reformas liberales que introdu-
del gobierno de Río de Janeiro fue inmediata. jeron los Borbones durante el siglo XVIII. Los
Propietarios de tierras y traficantes de escla- autores también resaltaron la existencia de con-
vos optaron por lograr la independencia, única flictos económicos entre estas mismas unida-
forma de impedir la recolonización. Pedro I y des, lo que favoreció la fragmentación en lugar
la burocracia portuguesa que permanecía en de la unidad.
la colonia, adhirieron a la emancipación como
modo de resistir a los nuevos vientos liberales La segunda explicación se basa en facto-
que soplaban en la metrópoli. De esta manera, res sociales. Más específicamente, atribuyen a
la independencia del nuevo Estado se declaró la presencia de la esclavitud en Brasil un pode-
en septiembre de 1822. roso incentivo para que las clases dominantes
adoptasen la salida monárquica para evitar la
La emancipación política brasileña no fue, ruptura del orden social, cuya consecuencia hu-
entonces, el resultado de la lucha del conjunto biera sido el colapso de la unidad de la colonia
de la nación alrededor de un proyecto común. (Lima, 1945). Según Murilo de Carvalho (1982),
En primer lugar, se trató de un movimiento res- si bien es cierto que en ningún otro lugar del
tringido a los sectores dominantes en defensa imperio español, con excepción de Cuba, la es-
de sus intereses concretos. La independencia clavitud era tan importante como en Brasil –
trajo consigo apenas un elemento nuevo: la ins- tanto en términos numéricos como en términos
talación de un gobierno en Río de Janeiro con del peso económico del sector– el miedo a una
pretensiones de unificar en su dirección todo te- revuelta esclavista variaba bastante en diferen-
rritorio americano de colonización portuguesa. tes partes de la colonia.

Otro hito de continuidad que Brasil experi- Por otro lado, la explicación es admi-
mentó con respecto a su metrópoli, fue que luego nistrativa. La política española sujeta a los
de la independencia, el país siguió teniendo un Habsburgos, era guiada por una concepción fe-
régimen monárquico, lo que permitió mantener deral de imperio, en contraste con una política
una élite que entendía los asuntos del Estado de portuguesa más centralizada. Una consecuencia
manera tradicional. Por el contrario, el resto de de esta disparidad fue el establecimiento de tre-
Latinoamérica adoptó un modelo presidencialis- ce cortes de justicia (audiencias) en las colonias
ta republicano. Diversos autores han dado múlti- españolas, mientras que en Brasil se establecie-
ples explicaciones con respecto a estas diferen- ron dos. En este punto se resalta que los límites
cias, aquellas pueden ser: económicas, sociales, territoriales definidos por esas cortes, confor-
políticas, administrativas y culturales. maron, en varias instancias, las fronteras de las
futuras naciones independientes.
La primera explicación se basa en fac-
tores económicos. Furtado (1976) argumenta Sin embargo, más allá de que los ar-
que el declive del ciclo minero (siglo XVII) y gumentos presentados pueden ser válidos, la
el consecuente florecimiento de la agricultura, explicación más común se dirige al factor po-
llevó a un aislamiento entre las colonias espa- lítico liso y llano que plantea que el menciona-

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do traslado de la corte portuguesa a Brasil en Segunda situación clave: la continui-


1808, hizo posible que la independencia fuera dad de la experiencia imperial
vista más como una transición que como una
ruptura del sistema monárquico. De esta mane- Como se ha visto, la herencia imperial
ra, revirtieron las tendencias centrífugas entre de Brasil lo diferenció del resto de los países
las provincias, proveyendo la base para la uni- sudamericanos. Así se ha expuesto variados ar-
dad nacional. El segundo argumento, que in- gumentos que explican porqué fue posible para
fluenció también los ya mencionados, es la di- Brasil mantener esta prolongación, mientras
ferencia entre las élites políticas conformadas que para las excolonias españolas no fue así.
en el imperio español y en el portugués. Según Sin embargo, el punto más notable refiere a la
Murillo de Carvalho (1982), las élites brasi- continuidad en la consolidación del espacio te-
leñas al momento de la independencia, tenían rritorial brasileño, base del Estado moderno, en
tres puntos significativos en común: 1) todas contraste con la balcanización que dio lugar a la
recibieron su educación superior en la misma conformación de 17 naciones de habla hispana
casa de estudios: la Universidad de Coimbra; para 1850. Cabe aclarar que la delimitación de
2) la mayoría se entrenó en derecho civil; y 3) un territorio de dominación es parte constitu-
eran principalmente burócratas, especialmente yente del proceso de cohesión interna y de di-
especial, magistrados o jueces. En el caso de ferenciación externa que construye, en parte, la
las élites de los Estados hispanoparlantes, estas identidad nacional de un Estado.
también tenían estudios universitarios, no obs-
tante, no se formaron en la misma universidad, En su introducción a la primera edición
ni en una misma materia, ni tenían experiencia del libro O Brasil nas Naçôes Unidas, el orga-
en asuntos gubernamentales. El Consejo Ultra- nizador Luiz Felipe de Seixas Corrêa (2007),
marino portugués prohibió el establecimiento plantea que existen tres grandes periodos en la
de instituciones de estudios avanzados en sus política exterior brasileña: un momento inicial,
colonias. Esta negación tenía un argumento que denomina delimitación del espacio nacio-
político: mientras que los colonos de las élites nal, y se extiende por tres siglos (comienza con
tuvieran obligación de ir a estudiar a Portugal, el Tratado de Tordesillas de 1594 y culmina con
seguirían teniendo un lazo con la metrópoli y el traspaso de la corte portuguesa a Brasil en
se corría menos riesgo de un brote indepen- 1808); un segundo momento, denominado con-
dentista. Esto no sucedió en las colonias es- solidación del espacio nacional, que correspon-
pañolas, en donde el gobierno colonial alentó de al periodo monárquico y se extiende hasta el
de manera permanente (casi como una política Barón de Río Branco; y una última instancia,
de Estado) el establecimiento de universida- llamada desarrollo del espacio nacional, que se
des locales (Murilo de Carvalho, 1982). Las prolonga hasta la actualidad. El principio de de-
universidades de la España colonial, hicieron fensa del territorio nacional se hará más visible
posible el surgimiento de numerosas élites edu- durante la segunda etapa, la consolidación del
cadas con muy poco contacto entre ellas y con espacio nacional, en donde el Estado logra la
la “Madre Patria”. Cuando comenzó la lucha mencionada consolidación mediante la ocupa-
por la independencia, un bajo porcentaje tenía ción efectiva y la definitiva configuración de
la visión más amplia de la “Gran América”. Al sus fronteras territoriales.
mismo tiempo, en la colonia portuguesa, había
una sola élite, con la misma educación y expe- En parte, la explicación de la no bal-
riencia. La mayor difusión de universidades en canización del territorio brasileño se detallo
las colonias españolas multiplicó también las en el segmento anterior como “logro” de las
posibilidades de competir por el liderazgo y élites. Sin embargo, el gobierno del imperio,
desplegar el conflicto político. continuando la tradición portuguesa, fue fun-

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damental para la consolidación del territorio El contraste que presentaba Brasil unido
nacional. En este sentido, a diferencia del resto frente a la disrupción de sus vecinos sudameri-
de América Latina en donde prevaleció la idea canos, se fijaba como un símbolo de la preten-
de ruptura con el pasado, el gobierno imperial dida superioridad del primero respecto de los
manipuló las creencias populares que se asen- otros. Las características distintivas de Brasil
taban en los mitos fundadores para construir, –la forma de gobierno monárquica, la estabili-
con base en ellos, la prolongación a la que nos dad política, la riqueza en población y recursos,
referimos. Según Murilo de Carvalho (1997), entre otras– eran cruciales para la imagen que el
el mito de origen es un fenómeno universal Estado imperial quería reflejar. Así, la construc-
que busca instaurar una versión de los hechos ción histórico-política de la unidad del territorio
que dará sentido y legitimidad a la situación pasó a ser considerada parte de la herencia im-
vencedora. perial que prevalecería en el tiempo.

Por esto, anterior a la independencia, la En esta época, a pesar de la delimitación


Corona portuguesa actuó a través del mito geo- geográfica heredada, y de las fronteras legiti-
gráfico: el Brasil Isla. El mismo portaba una madas por acuerdos y tratados internacionales,
legitimidad superior, el cual era que la unici- la tarea diplomática estaba lejos de concluirse.
dad del territorio no era fruto de la coloniza- Los litigios fronterizos2 y el derecho de nave-
ción portuguesa sino de la propia naturaleza. Al gación en ríos internacionales fueron el origen
mismo tiempo, los bandeirantes iban amplian- de casi todas las disputas de la diplomacia im-
do los límites conocidos del territorio, operan- perial. La mayoría de los analistas de esta épo-
do casi como vanguardia del poder colonial y ca concuerdan en afirmar que el problema de
estableciendo fortificaciones en el perímetro de la fijación de las fronteras terrestres fue el más
las expediciones. El mito del Brasil Isla fue una difícil que tuvo que enfrentar la diplomacia bra-
idea fuerte durante el gobierno imperial que, al sileña (Busso, & Pignatta, 2008). No obstante,
mismo tiempo, implicaba un programa de ac- la unidad territorial tratada como solución de
ción (Magnoli, 1997). continuidad siguió predominando y, sobre todo,
sirviendo de fundamento doctrinario para la po-
De este modo, los conocimientos en geo- lítica exterior. Según Machado Oliveira (2008),
grafía que poseían los lusos en América y las desde la independencia, la política exterior se
ocupaciones efectivas de los bandeirantes po- orientó por el imperativo de construir la nación
sibilitaron, junto con la brillante actuación de brasileña, lo que en esencia significó moldear
Alexandre de Gusmâo (“el abuelo de la diplo- su territorio.
macia brasileña”, como lo llamó el diplomático
Araújo Jorge), la firma del Tratado de Madrid En Sudamérica, la dinámica de la con-
en 1750, que determinó los límites de las po- tigüidad geográfica esbozaba un sistema en el
sesiones en América desde el principio del uti Cono Sur que exhibía relaciones bilaterales de
possidetis. Como explica Lafer (2002): equilibrio de poder, principalmente entre Brasil
y Argentina, que disputaban el control del área
[…] la herencia portuguesa del Tratado de platina. En este eje de conflicto, la posición de
Madrid estableció una línea de continuidad Uruguay y Paraguay, los transformó en focos de
que el Brasil independiente cultivó ulterior- inestabilidad subregional. Asimismo, el impe-
mente, transformando la idea de límite de la
rio estaba “preocupado” por la posible irradia-
era colonial en la idea de frontera, base de la
vecindad, para de ese modo encaminar el pri- ción de las influencias de la Revolución France-
mer ítem de toda agenda diplomática: el de la sa desde Buenos Aires. Así, de los cuatro tipos
fijación de fronteras, base de la especificidad principales de conflictos fronterizos históricos
de la política exterior (p. 39). que describe Heredia (2007), las principales

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contiendas de la época se insertan claramente del Río de la Plata, que culminaron con la in-
en el cuarto: el producido entre los dominios corporación de la Banda Oriental al Reino de
portugueses y españoles, en donde los trata- Brasil con el nombre de Provincia Cisplatina,
dos internacionales y el derecho internacional en 1821 (Eckert, 2008). En Montevideo, la es-
vigente eran la plataforma de las discusiones y cisión entre Portugal y Brasil se vio como la
disputas. Al mismo tiempo, ya como naciones oportunidad de obtener la autonomía necesaria
soberanas, se aceptaban algunos puntos sobre para recuperar la economía de la región y la
la división territorial, como por ejemplo, que prosperidad del puerto. De este modo, se ins-
la América portuguesa constituiría un territorio taló un gobierno en rebeldía que proclamó la
separado de la América española y que los vi- independencia de la Banda Oriental y requirió
rreinatos más importantes del imperio español su incorporación a las Provincias Unidas del
serían conformados en núcleos de las naciones Río de la Plata. Ante ello, estalló el conflicto
soberanas. Sin embargo, los mayores desacuer- armado entre Brasil y Argentina. Después de
dos surgirían en torno a aquellas unidades ad- tres años de batallas, se restableció la paz a tra-
ministrativas del ex imperio español que tenían vés de la mediación británica y la Convención
menor relevancia en lo económico y lo estraté- de Río de Janeiro (1828), de la cual surgió la
gico, ya que eran generalmente débiles en tér- República Oriental del Uruguay –como Estado
minos de poder y porque se situaban entre dos o tapón3–, cuya independencia sería garantizada
más centros de poder mayores. Por este motivo, por Argentina y Brasil.
se convirtieron en áreas de contención entre sus
vecinos más grandes. Como conclusión, acordamos con
Seckinger (1976) en que, en primer lugar,
Entre los principales conflictos del im- aunque este conflicto involucraba de forma
perio con sus vecinos sudamericanos, cabe re- directa cuestiones territoriales de delimitación
saltar la intervención militar contra Uruguay y de fronteras entre vecinos, indirectamente,
Argentina y los respectivos gobiernos de Uribe cuestiones comerciales, ideológicas y de poder
y Rosas (1825-1828), y la Guerra de la Triple estaban en juego. Asuntos agropecuarios,
Alianza (1864-1869) contra Solano López. Es- uno de los principales puertos, República vs.
tos dos conflictos se debieron esencialmente Monarquía, la percepción de la amenaza al
a la cuestión del sistema de balance de poder equilibrio y la búsqueda de apoyos regionales
y el temprano desarrollo de este sistema en el mediante alianzas (finalmente no conseguidas)
área del Río de la Plata. En el primer caso, la eran los puntos realmente disputados por los
ruptura del orden colonial produjo nuevas enti- beligerantes.
dades políticas que implicaban la construcción
de un nuevo orden político en la región, y las En cuanto al segundo conflicto, la Guerra
provincias, constituidas a partir de ciudades con de la Triple Alianza, que conformó Argentina,
importante pasado colonial a causa de ser cen- Brasil y Uruguay contra Paraguay, como el an-
tros comerciales o políticos significativos, pasa- terior, tampoco revistió motivos puramente terri-
ron a actuar como verdaderos Estados. En este toriales y limítrofes. En un momento inicial, la
sentido, la monarquía portuguesa actuó para defensa de la independencia de Paraguay (reco-
resguardar sus intereses, intentando impedir la nocida por Brasil en 1843) era considerada im-
constitución de Repúblicas independientes y portante por el gobierno imperial como freno al
promover la extensión de su imperio hasta el agrandamiento del territorio de la Confederación
Río de la Plata (Osorio, 2007). Argentina, lo que demostró, además de resque-
mores y desconfianzas, el valor atribuido por el
Así, la monarquía portuguesa sacó ven- imperio al mantenimiento del statu quo territorial
taja de los disturbios internos de las provincias en las Repúblicas vecinas. No obstante, connota-

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ciones ideológicas, diferentes a la Guerra Cispla- navegación por la cuenca del Plata, representaron
tina –ya que en este caso eran civilización frente una ganancia definitiva en el corto plazo. Sin
a barbarie–, estuvieron involucradas, mediante la embargo, a mediano plazo, la forma de gobierno
percepción de las élites argentinas y brasileñas imperial fue declinando. Como plantea Crespo
que veían a Solano López como un exponente (2009), la Guerra de la Triple Alianza ocupó
del despotismo, reacio a realizar transformacio- un lugar central en el ordenamiento estratégico
nes sociales e institucionales, y la percepción pa- definitivo del Cono Sur de América, cerrando
raguaya que desconfiaba de sus vecinos. el largo ciclo posterior a las independencias.
Brasil no quedó fuera de esta interpretación,
La Guerra de la Triple Alianza fue uno de ya que al terminar la contienda, se abrió paso a
los conflictos de mayor repercusión en la histo- progresivos aspectos de su historia. El inicio de
ria sudamericana, por sus grandes movilizacio- la decadencia de la monarquía y de la esclavitud,
nes de recursos humanos, cuantiosas pérdidas y otorgó el giro hacia la República.
complejas aristas, pero básicamente surgió como
consecuencia de las tensiones de poder que ejer- El paso del imperio a la República se dis-
citaban los nuevos Estados en el Cono Sur. tinguió por una característica particular que se-
paró este periodo del anterior, cual es que los
Así, luego de una serie de acontecimien- conflictos no se dirimieron por las armas sino,
tos, en 1865, Argentina, Brasil y Uruguay generalmente, por arbitrajes internacionales.
firmaron el Tratado de la Triple Alianza. En Con la proclamación de la República, Brasil co-
nuestra opinión y en vista de la oposición ar- menzó a “sentirse” latinoamericano. El gobier-
gentina a Solano López, el gobierno imperial no monárquico era la única diferencia tangible
temía que el país vecino apelara a esos moti- con el resto de los países del subcontinente. Por
vos para librar una guerra unilateral y, de ese lo tanto, esto significó una revisión de las rela-
modo, al preverse la posibilidad de ganar, que- ciones con sus vecinos y la emergencia de un
darse con territorio que el gobierno brasileño “espíritu americanista” que terminó con la fase
consideraba propio. También en este caso, el agresiva de la política exterior imperial. En lo
mantenimiento del equilibrio de poder fue el que respecta a las fronteras, la República reci-
argumento utilizado para la entrada en guerra bió del imperio una situación internacional con
de los países miembros de la alianza. Al fina- innumerables puntos litigiosos que debieron
lizar la guerra en 1869, Brasil obtuvo todos negociarse por vía diplomática.
los territorios que deseaba y Paraguay quedó
transformado en un Estado satélite4 (un semi- El desorden interno del gobierno de la Re-
protectorado). La ocupación brasileña perdu- pública en sus primeros años, les dio a otros Es-
ró hasta 1872, haciéndole firmar al gobierno tados la oportunidad para reclamar cuestiones
paraguayo el Tratado de Cotegipe, por el cual pendientes de solución. Entre todos los vecinos,
Brasil ocupaba territorios ancestralmente pa- la Argentina ocupó un lugar en extremo desta-
raguayos y obtenía reparaciones, y diversas cado: “A rivalidade entre o Brasil e a Argentina,
concesiones económicas, entre otras, la liber- definida no Império em termos dos equilíbrios
tad de navegación en los trechos paraguayos de poder no sistema sub-regional platino, adap-
de los ríos platinos. tou-se às novas condiçôes geradas pela confi-
guraçâo do subsistema americano” (Magnoli,
Desde el punto de vista del Estado 1997, p. 224). Empero, en la simbología de la
imperial, la política que siguió en el Río de la instauración de la República, esa rivalidad ya
Plata tuvo resultados positivos. Sobre todo el no se dimitiría por las armas, sino que se consi-
sostenimiento del statu quo y la delimitación de deraría a la Argentina un “país amigo” con al-
las fronteras con la consecuente posibilidad de gunos puntos a solucionar.

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58 Gisela Pereyra Doval

Así, el primer conflicto que tuvo lugar flictos de la década del setenta con Argentina
en el Brasil República fue con Argentina por el por los recursos hídricos del río Paraná –que se
territorio de Misiones en 1892. El mismo fue resolvieron a favor de Brasil cuando se alcanzó
arbitrado por Cleveland y la sentencia arbitral una solución tripartita que compatibilizaría los
fue favorable a Brasil, que se aseguró buena proyectos de Itaipú (entre Brasil y Paraguay)
parte del territorio de los estados de Santa Catarina y Corpus (Argentina), y que se sellaron con el
y Paraná. Esta fue la primera de muchas mi- Tratado Itaipú-Corpus de 1979 firmado por los
siones del Barón de Río Branco, que lo con- presidentes Videla, de Argentina, y Geisel, de
sagrarían, más adelante, como la mayor figura Brasil. Tercero, la negativa a Estados Unidos
de la diplomacia brasileña. Otros conflictos le para instalar personal militar en la zona de la
siguieron a este último, como el litigio contra Triple Frontera.
Francia por límites con la Guyana Francesa en
donde el Barón obtuvo su segunda victoria; y Tercera situación clave: el anticipado
el conflicto por la región de Acre, en disputa giro americano
con Bolivia, que fue distinto por su carácter y
su resolución –el Barón de Río Branco compró De acuerdo con Moniz Bandeira (2003),
el territorio. Para resumir, como no es la finali- Brasil siempre ha comprendido la existencia
dad del artículo enumerar todas las contiendas de dos Américas: aquella del norte, y la del sur,
fronterizas de Brasil, se dira que: “na sua ges- diferentes no tanto por sus orígenes étnicos y
tâo, Rio Branco negociou todas as questôes de de lenguaje, sino, sobre todo, por implicancias
fronteiras pendentes, assinando o acordo com a geopolíticas. Este fue el parámetro desde el cual
Holanda, Guiana Holandesa, com a Colômbia, se orientó su política exterior. Así, la meta estra-
com o Uruguai […]” (Meira De, 1998, p. 62). tégica brasileña consistía en consolidar su po-
sición como interlocutor válido entre Estados
Es fundamental en este punto, volver a Unidos e Hispanoamérica.
resaltar la continuidad de las políticas llevadas
a cabo por Brasil colonia, pasando por el impe- En el curso del siglo XIX, Brasil se abs-
rio hasta alcanzar la República. En este sentido, tuvo de involucrarse con América del Norte,
existieron tres pilares heredados en los cuales se Centroamérica y el Caribe, mientras protegió a
asentó la política exterior: primero, la política Sudamérica como su área de influencia. Desde
de límites, presentada como un legado colonial; los tiempos de la monarquía, Brasil no aspiró a
segundo, la política de equilibrio, para preser- interferir en los “países latinos de Norteaméri-
var el protagonismo brasileño ante los intentos ca”, los cuales se consideraban del área de in-
de unidad hispánicos; por último, la política de fluencia estadounidense. Sin embargo, siempre
intervenciones, que se orientó contra el surgi- deseó tener una relación especial con Estados
miento de liderazgos amenazadores, capaces de Unidos en la misma medida en que Estados
aglutinar a los Estados vecinos o fomentar la Unidos deseara lo mismo con Brasil. En este
inestabilidad interna (Magnoli, 1997). sentido, Brasil comenzó a gestar un vínculo pri-
vilegiado con Estados Unidos que le permitie-
El periodo estudiado termina con la defi- ra acceder a mayores márgenes de autonomía,
nitiva configuración de las fronteras nacionales presuponiendo que el nuevo hegemón tendería
del Estado moderno actual. Sin embargo, cabe a restringir al resto de los países del subconti-
mencionar tres casos más actuales de defensa nente americano. Para esto, intentó alcanzar la
de la soberanía brasileña. Primero, la adhesión condición de interlocutor privilegiado.
a las convenciones sobre derecho del mar –en
donde Brasil continúa luchando para ampliar Así, con respecto al llamado anticipado
su plataforma continental. Segundo, los con- giro americano se puede afirmar que, con el Ba-

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La formación del Estado brasileño y los usos de su política exterior a la luz del proceso 59
de construcción identitaria. La definición de situaciones clave

rón de Río Branco, Brasil comenzó a mirar ha- gobierno imperial el que le propuso a Estados
cia Estados Unidos, sobre todo con la intención Unidos rubricar un nuevo acuerdo comercial a
de abrir un espacio de resistencia a la hegemo- fines de 1880, lo que le fue respondido por el
nía europea preponderante en todo el territorio presidente estadounidense –Cleveland– con un
sudamericano y, así, salir de la tutela británica aumento de la apuesta, proponiéndole una unión
(teniendo en cuenta que Gran Bretaña fue ga- aduanera. A pesar de que la unión aduanera se
rante del Tratado de Independencia brasileña de descartó, pues se temía un efecto adverso en
1822) (Busso, & Pignatta, 2008). Además de la las rentas públicas, la diferencia de trato entre
convicción por parte de los intereses imperia- Gran Bretaña y Estados Unidos fue notable; y,
les, de que Gran Bretaña aparecía como un obs- al mismo tiempo, con este suceso, se popularizó
táculo para la proyección de la influencia del la mencionada idea de que la aproximación con
imperio en el periodo crucial de la formación Estados Unidos ayudaría a Brasil a desprender-
del Estado (Magnoli, 1997). Esta también sería se de la dependencia económica de los grandes
la mejor manera de reafirmarse ante su princi- poderes europeos.
pal rival en la región: Argentina.
Esta fase continuó siendo garantizada por
Sin embargo, hay autores (Altemani de el acercamiento a Estados Unidos, que marcó
Oliveira, 2005; Magnoli, 1997; Moneta, 1973; las directrices de una alianza más estrecha entre
Pinheiro, 2004; Silva, 1990; Smith, 2007) que estos dos Estados, que a pesar de haber comen-
plantean que este giro fue previo al Barón, y zado con el imperio, se consumó recién con el
que en el año 1844, Brasil ya había iniciado una advenimiento de la República. De esta forma,
fase en la cual, aunque mantenía aspectos de el abandono de la monarquía representaba la
dependencia, comenzaba a no firmar o no reno- ruptura definitiva con el orden europeo, y la
var tratados que se consideraban “restrictivos” adopción del sistema republicano simbolizaba
a su soberanía nacional5. La no firma de nuevos la “reconciliación” con América: “no imaginá-
tratados así como la no renovación de tratados rio da época, americanismo e republicanismo
preexistentes representó el acceso brasileño a formavam almas gêmeas, um par geográfico e
una soberanía efectiva. político indissociável” (Magnoli, 1997, p. 205).

En este sentido, la política externa se cir- Otra aclaración vale la pena mencionarse,
cunscribía a resistir la presión británica, no solo también desde el análisis de Magnoli (1997), la
para hacer efectiva la soberanía que Brasil po- cual es que hubo dos procesos similares, pero
seía de hecho, sino también para fortalecer el no iguales que no deben confundirse: una cosa
gobierno. Para fines del siglo XIX, los diplo- fue la sustitución de la polaridad británica por
máticos británicos tenían el mandato de per- la norteamericana, que es un proceso anterior
suadir al gobierno brasileño para que redujera a la República; y otra es la absorción del pa-
las tarifas aduaneras y adoptara medidas para namericanismo como cosmovisión y doctrina
liberalizar el comercio; no obstante, el gobierno diplomática, que es posterior a la proclamación
imperial se rehusó a abrir negociaciones para de la República y constituye la obra principal
firmar un nuevo acuerdo. del Barón de Río Branco.

Con respecto a Estados Unidos, se actuó De esta forma, el Barón de Río Branco
de manera diametralmente opuesta. Estados hizo del estrechamiento de las relaciones con
Unidos y Brasil habían firmado en 1828 un Estados Unidos el factor clave de la políti-
acuerdo que caducó en 1843. Así, el país del ca exterior de Brasil, al darse cuenta de que
norte se convirtió en el mayor mercado receptor el centro del poder mundial se movía hacia
de productos brasileños. Por este motivo, fue el el norte del continente. Uno de los primeros

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logros del Barón que confirmaron este acer- expuesto a ningún riesgo en particular. Pese a
camiento, fue la elevación de la legación de que estuvo involucrado en varios conflictos ar-
Brasil en Estados Unidos al rango de embajada. mados en la región del Río de la Plata, lo hizo
Como plantea Amorim (2010), en esa época, sin causar intervenciones extranjeras. Como
el estatus de embajada era un privilegio con- plantea Moneta (1973), la creciente interven-
cedido solo a las grandes potencias, era una ción norteamericana en los asuntos internos
demostración de la alta jerarquía que el país latinoamericanos que se producirá durante los
en cuestión brindaba; además tenía un efecto años siguientes, elevó rápidamente la tensión
práctico que las legaciones no poseían: el em- en las relaciones entre Estados Unidos e His-
bajador tenía acceso directo al presidente. El panoamérica. Pese a ello, Brasil continuó estre-
mismo año (1905) Estados Unidos abrió en Río chamente alineado con Estados Unidos.
de Janeiro su primera embajada de Sudaméri-
ca, lo que fue un símbolo de la importancia El establecimiento de un eje Washington-
que Estados Unidos le otorgaba a esta nación6. Río de Janeiro se percibía como vital para la ob-
El eje preferencial se consolidó con la visita tención de seguridad extracontinental y regional;
del secretario de Estado norteamericano, Elihu el mantenimiento del statu quo territorial; el be-
Root, a Brasil. Esta fue la primera visita de un neficio de los grupos política y económicamente
secretario de Estado de Estados Unidos a un dominantes y el objetivo de cierto desarrollo ge-
país extranjero, lo que tampoco estuvo despro- neral. Así, la formulación, puesta en práctica, y
visto de simbolismos. mantenimiento de una relación de cooperación
subordinada con los Estados Unidos, constituyó
La “alianza no escrita” entre Estados Unidos una constante de la política exterior brasileña a
y Brasil, se forjó en la percepción del peso re- partir del nacimiento del imperio, que se prolon-
lativo de los dos países dentro del continente. gó en el tiempo (Moneta, 1973).
Esta aproximación se orientó al reforzamiento
que esta alianza brindaba a Brasil en cuanto a su Esta orientación señalada por Río Branco
posición en la región. Así también se compren- permaneció sin cambios durante la Primera
dió la Doctrina Monroe7, con la cual no se espe- Guerra Mundial. Brasil fue el único país latino-
raba que Estados Unidos buscara establecer una americano que participó de la misma. Cuando
esfera de influencia propia, sino que se creía terminó la contienda, la americanización de la
que la misma realmente se disponía a impedir política externa se mantuvo. Sin embargo, y a
injerencias europeas en el continente. De esta pesar de lo expresado en este apartado, no debe
manera, la política brasileña comenzó a articu- considerarse que el pensamiento brasileño fue
larse con el incipiente “control” estadounidense homogéneo en la materia. Con independencia
en América, esto le ofreció a Brasil un cierto de aquellos que expresaron a lo largo de la histo-
grado de autonomía en relación con Estados ria su total oposición al establecimiento de una
Unidos. La diferencia de poderes existentes en- relación dependiente con Estados Unidos, debe
tre ambos Estados sería utilizada por Brasil en destacarse que existieron desacuerdos sobre el
el sentido de intentar emplear el diferencial de grado de cooperación que Brasil debía prestar
poder norteamericano al servicio de los intere- a Estados Unidos entre quienes consideraban
ses brasileños. adecuado el tipo de vinculación materializado.
Es decir, si bien hubo alineamientos ideológi-
Debido al prestigio del Estado, y la esta- cos, en los cuales se estrechaba la relación con
bilidad y orden interno del que disfrutaba –en Estados Unidos por una cuestión de principios,
contraste con la “anarquía” que prevalecía en también hubo alineamientos pragmáticos en
la mayoría de los países latinoamericanos–, donde se consideraron costos-beneficios. De
Brasil conservó su autodeterminación sin estar esta forma, se han fijado determinados mode-

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La formación del Estado brasileño y los usos de su política exterior a la luz del proceso 61
de construcción identitaria. La definición de situaciones clave

los de política exterior con arreglo a fines o a americanista se aplicara con más convicción
valores, en donde la unión con Estados Unidos que interés. El retorno de Vargas a la presiden-
estuvo en el centro de las decisiones. cia en 1951 coincidió con el interés pragmáti-
co, ya que la barganha nacionalista procuraba
El modelo que nos ocupa en este aparta- conjugar el apoyo de Washington con el de-
do es el americanismo. Según Pinheiro (2004), sarrollo económico. De este modo también lo
este se define como “aquele que concebia os entendió Kubitschek, que trató de invertir la
Estados Unidos como eixo da política externa, lógica del comunismo como amenaza princi-
donde a maior aproximaçâo a Washington ele- pal para plantear que la misma provenía del
varia os recursos de poder do país, aumentando subdesarrollo y la miseria.
assim sua capacidade de negociaçâo […]” (p.
64). Al mismo tiempo, como vimos, el ameri- En 1961 se produjo un primer punto de
canismo puede ser ideológico o pragmático. El inflexión dada una serie de acontecimientos
primero está relacionado con una justificación tanto en la arena internacional como al in-
de la alianza con Estados Unidos a partir de fac- terior de Brasil. Cabe resaltar la poca ayuda
tores de orden normativo y de una convergencia económica que brindó Estados Unidos en el
de ideologías entre ambos países. El america- último periodo del americanismo, la relajación
nismo pragmático se justifica a partir de una na- de tensiones entre los dos polos de la Guerra
turaleza instrumental, en donde la alianza con Fría –lo que ampliaba el margen de maniobra
Estados Unidos supondría un mejor aprovecha- para el resto de los países del globo–, el sur-
miento de las oportunidades sistémicas. gimiento de No Alineados, la descolonización
de países afroasiáticos y la Revolución Cuba-
Con respecto a los periodos de aplicación na. En este contexto, surgió un nuevo paradig-
del modelo, el americanismo se extiende des- ma –el universalismo– concebido como una
de principios del siglo XX hasta la gestión de alternativa al anterior, llevado a cabo por los
Quadros en 1961, para ser retomado en 1964, gobiernos de Quadros y Goulart en el marco
durante una década, hasta 1974. Es importan- de la política exterior independiente. En 1964,
te aclarar que durante las fases de globalismo un golpe de Estado, y la consecuente vuelta a un
o universalismo8 no fue necesario enemistarse pensamiento estratégico-militar trajo aparejado
con la potencia del norte para ampliar las rela- la vuelta al americanismo. Castelo Branco pre-
ciones exteriores. tendía suspender cualquier dinamismo en el re-
lacionamiento con el tercer mundo llevado ade-
El primer periodo de americanismo lante por el paradigma precedente (Altemani de
(1902-1945) se basó en el supuesto de que un Oliveira, 2005, p. 115). En un segundo periodo
vínculo especial con Estados Unidos sería el del gobierno militar (1967-1974), si bien se in-
medio más seguro de aumentar los recursos corporó de nuevo el eje norte-sur a la defini-
de poder en el sistema internacional. Este fue ción de políticas, el americanismo se mantuvo
el argumento que se empleó en la participa- como eje preferencial. Finalmente, desde 1974
ción brasileña en las dos guerras mundiales, hasta la actualidad, se retornó al universalismo
además del interés del país de garantizar su como paradigma dominante. Esta fase abarcó
presencia en las posteriores conferencias de el llamado pragmatismo responsable de Gei-
paz, y formar parte de las negociaciones en sel, la diplomacia presidencial comenzada por
la construcción del nuevo orden mundial. De Sarney, la autonomía por la participación de
1946 a 1951, el estrechamiento del margen de Collor de Melo y la etapa de las coaliciones
maniobra internacional producto del comienzo o el institucionalismo pragmático de Da Silva
de la Guerra Fría, y la convergencia ideológica continuado por la actual presidente Dilma
del gobierno de Dutra hizo que el paradigma Rousseff.

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62 Gisela Pereyra Doval

A modo de cierre rado sobre Paraguay hasta 1872, cuando Brasil


pasó a ocupar territorios paraguayos y obtener
Como hemos visto, la definición de si- reparaciones, y diversas concesiones económi-
tuaciones clave se dio en consonancia con la cas. La continuidad de la herencia imperial tam-
idea de que la identificación se produce en una bién se observa ya con el establecimiento de la
relación dialéctica con la diferenciación. Tal República, en donde se siguió con la política de
definición de situaciones clave llevó a Brasil a consolidación del territorio nacional. Prueba de
distinguirse del resto de los países de América del ello son los conflictos territoriales de la época
Sur y, por tanto, este fue un factor que coadyu- (los cuales fueron ganados todos por Brasil).
vó a la construcción de la identidad nacional. Así, las fronteras fueron definitivamente confi-
guradas y afianzadas.
La particularidad del proceso de inde-
pendencia brasileña en relación con el resto de Por último, en cuanto a la ruptura con
los países latinoamericanos fue posible por dos el orden europeo y el anticipado giro ameri-
grandes causas: una externa y otra interna. La cano, podemos decir que los países latinoa-
causa externa tuvo que ver con las guerras na- mericanos carecieron de algo que Brasil tuvo:
poleónicas y el traslado de la corte portuguesa visión de futuro. Mediante la construcción
a Brasil, lo que hizo que la colonia adquiriera de un nexo privilegiado con Estados Unidos,
otro estatus y, en particular, que Río de Janeiro Brasil obtuvo más beneficios a largo plazo que
se convirtiera en la capital de todo el Imperio el resto de los países de la región con su po-
Lusitano. La emancipación política brasileña lítica de acercamiento a Inglaterra. Podemos
fue el resultado de la lucha por defender los in- caracterizar esta relación como de autonomía
tereses concretos de las élites dominantes. Las heterodoxa imperfecta (hemos considerado
causas internas, como vimos, fueron varias: la necesidad de agregar a la categoría clásica
económicas, sociales, políticas, administrativas de Puig [1984] el carácter de imperfecta, en
y culturales. tanto la dimensión temporal de más de un si-
glo revelada en el artículo, admite momentos
En el apartado de la continuidad de la ex- de mayor o menor acercamiento al modelo en
periencia imperial el punto más notable refiere cuestión). Juan Carlos Puig (1984) sostenía
a la continuidad en la consolidación del espacio que la actuación de un Estado en el escenario
territorial brasileño, en contraste con la balca- internacional, describe este tipo de compor-
nización de las naciones de habla hispana. Ya tamiento autonómico cuando logra establecer
antes de la independencia, la Corona portugue- y desplegar un proyecto nacional articulando
sa comenzó la tarea de consolidar el espacio correctamente sus variables políticas internas
territorial, ya sea mediante mitos geográficos – y su diseño de política externa. El rasgo fun-
Brasil Isla– o de ocupaciones efectivas a través damental del modelo radica en la unión con la
de los bandeirantes. Posteriormente, ya como potencia hegemónica, estableciendo con ella
Estado independiente, la monarquía siguió ac- una alianza estratégica con un alto grado de
tuando desde la hipótesis de lograr un equilibrio disciplina. La vinculación permitía alcanzar a
de poder en la región. En este sentido descri- cambio, la diversificación del resto de las rela-
bimos los principales conflictos territoriales –la ciones externas en función del proyecto nacio-
Guerra Cisplatina y la Guerra de la Triple Alian- nal instaurado.
za– y sus consecuencias: en el primer conflicto,
el surgimiento de Uruguay, cuya independencia El acierto temporal en el giro americano
sería garantizada por Argentina y Brasil; y en el en cuanto al resto de la región, la transforma-
segundo, la adquisición por parte de Brasil de ción de su herencia imperial en un proyecto na-
los territorios que deseaba y su semiprotecto- cional acompañando la etapa de consolidación

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La formación del Estado brasileño y los usos de su política exterior a la luz del proceso 63
de construcción identitaria. La definición de situaciones clave

de los Estados nacionales, y el ejercicio de una tiles, y que, por su propia existencia, se cree que
diplomacia de largo plazo en consonancia con puede prevenir el conflicto entre los mismos.
las variables internas, son los tres pilares del
Brasil moderno que le permitirán situarse en un 4
Un Estado satélite es un Estado que, si
lugar privilegiado. bien es en lo nominal independiente y reconoci-
do por otros, en la práctica se encuentra supues-
Notas tamente sujeto al dominio político o ideológico
de alguna potencia.
1
Estos tres momentos históricos son hitos
que no necesariamente se conectan entre sí. Se 5
En armonía con Altemani de Olivei-
escogieron por dos motivos: primero porque son ra (2005): “a oposiçâo à prática de tratados
un parteaguas en la historia de Brasil y segundo internacionais decorria da percepçâo bra-
porque establecen signos de continuidad que es sileira de que esses tratados tendiam a ser
el rasgo que nos interesa resaltar con respecto a perjudiciais aos interesses nacionais, princi-
la política exterior del país. palmente a partir da consideraçâo de que os
acordos em vigência tinham anulado a pos-
2
Es interesante el análisis de Heredia sibilidade de proteçâo da indústria nacional,
(2007) en cuanto a la distinción de cuatro tipos ao mesmo tempo em que abria integralmente
principales de conflictos fronterizos históricos: o mercado nacional aos manufaturados in-
a) el que se cimienta en el principio del derecho gleses” (p. 31).
a la persecución de la felicidad y de la seguridad
nacional, esgrimido por Estados Unidos para 6
Estados Unidos solo tenía embajadas
avanzar sobre territorios mexicanos; b) el en Alemania, Austro-Hungría, Francia, Gran
suscitado entre los países imperiales –Francia, Bretaña, Italia, México y Rusia.
España, Gran Bretaña y Holanda– en tiempos
coloniales por la apropiación de enclaves o
Brasil fue el primer país latinoamericano
7
puntos estratégicos para las comunicaciones
que aceptó la Doctrina Monroe.
o la colocación de sus mercaderías, o por la
explotación de algún producto crítico en su 8
El modelo universalista apunta a la mul-
ámbito natural; c) los conflictos entre países
que heredaron sus espacios de la metrópoli tilateralización de las relaciones de Brasil con
española, y la imprecisión de las divisiones el resto de las naciones.
administrativas coloniales; y d) el producido
entre los dominios portugueses y españoles, en Referencias
donde los tratados internacionales y el derecho
internacional vigente han sido la base de las Abdelal, R., Herrera, Y., Johnston, A., & Mc-
discusiones y disputas. En este último caso, que dermott, R. (Eds.) (2009). Identity as a
es el que nos ocupa, Heredia (2007) asegura que Variable. En Measuring Identity. A guide
“los antecedentes coloniales de los conflictos for social scientists. New York: Cam-
limítrofes entre dominios que pertenecieron a bridge University Press.
Portugal y España [son] los más complicados,
precisamente por estar directamente vinculados Altemani, H. (2005). Política Externa Brasilei-
a los conflictos europeos” (p. 200). ra. Sâo Paulo: Editora Saraiva.

3
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político para designar un país situado por lo Nabuco: o reformador e o diplomata.
general entre dos países previsiblemente hos- Brasilia: FUNAG.

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Civilizar 13 (25): 49-66, julio-diciembre de 2013 ISSN 1657-8953

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