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Tales economías se especializarían en producir y exportar productos intensivos en tecnología, mientras que

aquellas de menor desarrollo industrial y tecnológico pasarían a adquirirlos en el comercio internacional y a


adaptar la transferencia de tecnología incorporada en los mismos. Por lo tanto, esta es una forma de
internacionalización que obedece a la propia dinámica del mercado, y cuya valoración y comparación se
realiza a través de los indicadores convencionales de importaciones y exportaciones de mercancías. El
gráfico 1 describe la evolución seguida en las últimas dos décadas por las exportaciones de bienes
manufacturados con alto componente de tecnología, como los equipos eléctricos y electrónicos, los
instrumentos de precisión, los productos químicos y farmacéuticos. Se puede apreciar que el grupo de
países de renta media muestra un comportamiento positivo, llegando el valor de este indicador a ser de casi
un 20%, tendencia en la que no acompañan América Latina y el Caribe ( alc).

En el ámbito de la colaboración científica, frente al notable crecimiento de los flujos internacionales de


comercio o de inversión, es más modesta la producción científica que resulta de la colaboración interna-
cional en ciencia. De hecho, el ascenso de las publicaciones en coautoría no permite afirmar que se esté
asistiendo a una verdadera globalización científica, siendo más bien el resultado de la evolución individual
de las disciplinas del conocimiento (Hennemann, Rybski y Liefner, 2012). No obstante, la colaboración
internacional en ciencia aumenta el acceso a más y diversos recursos, siendo la movilidad internacional un
aspecto que ha recibido una atención creciente en las décadas recientes (Archibugi y Filipetti, 2015;
Flanagan, 2015), habida cuenta de los beneficios de red que puede generar la circulación internacional de
cerebros y la transformación de ideas en conocimiento productivo.

Los indicadores disponibles revelan que la coinvención o patentes de propiedad de agentes de más de un
país es menor que la colaboración en ciencia.

Algunos indicadores permiten corroborar la creciente importancia de los procesos de colaboración científica
y técnica. Entre 1990 y 2008, se duplicó el número de alianzas estratégicas o joint ventures,2 siendo los
sectores industriales, materiales y de alta tecnología los que han tenido una mayor participación en tales
formas colaborativas (marc, 2009). Por otra parte, es evidente la creciente importancia de la colaboración
científica: entre 2005 y 2015, la tasa de colaboración basada en la coautoría de artículos con autores de
múltiples países ha crecido significativamente en China, Estados Unidos, España, Reino Unido y Costa Rica
(gráfico 3). También ha sido espectacular el crecimiento alcanzado desde finales de los años noventa en la
proporción de patentes resultado de la invención en cooperación con socios externos.
Notar que crecen los PD y los países de America Latina se estancan (con excepción de
Costa Rica).

La evidencia demuestra que las emn son responsables de la mayor parte del gasto en i+d empresarial3 y, por
lo tanto, sus decisiones de localización condicionan la distribución geográfica mundial de la i+d. En este
sentido, los potenciales efectos positivos sobre la capacidad innovadora del país o del territorio receptor, así
como su mayor y más ventajosa integración en las redes productivas globales, vienen a justificar los esfuer-
zos nacionales de atracción de los centros de i+d de las emn, tal como se señala en Cantwell y Piscitello
(2002). Dos cambios han acompañado la creciente internacionalización de la i+d: por un lado, la mayor
relevancia de las actividades de i+d de alcance global, frente a las estrictamente ligadas a la adaptación del
producto o proceso al contexto local; y, por otro, la nueva distribución geográfica en la que se aprecia el
posicionamiento y la mayor importancia los países asiáticos (Carlsson, 2006; Edler, 2008).

Al tiempo, la colaboración en i+d con otras empresas, así como con universidades y centros públicos de i+d,
se ha vuelto un elemento cada vez más importante en las estrategias de innovación de las empresas, a lo
que acompaña el concepto de innovación abierta (Chesbrough, 2003). También este proceso es aplicable al
caso específico de las filiales de empresas multinacionales que realizan actividades de i+d en países distintos
del de la matriz. De hecho, la posibilidad de acceder a conocimiento externo mediante la colaboración con
centros de excelencia internacionales se confirma como uno de los factores explicativos de la internacio-
nalización de la i+d empresarial (ocde, 2011).

A este respecto, aunque las empresas subsidiarias en el extranjero estén orientadas básicamente a la
producción, es habitual que igualmente acometan actividades tecnológicas de adaptación a los
requerimientos del mercado local, así como las vinculadas al propio funcionamiento de los establecimientos.
En el estudio de los determinantes de la internacionalización de la i+d, los aspectos relacionados con la
transferencia de tecnología han ocupado un lugar central, 5 entendiéndose como aquel proceso directo que,
con carácter internacional, tiene lugar en el interior de la emn, esto es, entre la casa matriz y las filiales y, por
otro, el que tiene lugar de forma indirecta, entre las empresas subsidiarias extranjeras y las empresas
nacionales. A los determinantes y los efectos de tales procesos dedicaremos los dos siguientes apartados.

cuando la tecnología se eleva a factor explicativo fundamental del proceso de internacionalización, las
perspectivas analíticas se orientan o bien a la comprensión de las estrategias empresariales para organizar la
generación internacional de capacidades tecnológicas según la estructura de la industria o bien a una
aproximación de corte más institucional, centrada en los efectos tecnológicos de la ied en las economías
locales.

De hecho, las actividades innovadoras de las empresas extranjeras pueden tener un efecto positivo directo
en el sni del país huésped porque contribuyen a los resultados tecnológicos agregados y a su internacio-
nalización (Cantwell y Molero, 2003).

La combinación de ventajas de propiedad y de localización contribuyó a alentar nuevas líneas de


investigación acerca de los efectos externos de la ied en las economías huéspedes, tales como, en primer lugar,
el aumento de la competencia. A este respecto, el establecimiento de una emn, que es relativamente más
eficiente que las empresas domésticas, introduce un nuevo elemento de competencia en la industria local. Por
su parte, con el objetivo de evitar la pérdida de cuotas de mercado, las empresas domésticas se verán
inducidas a la actualización de sus capacidades productivas y tecnológicas.
Otra explicación acerca de los efectos en las economías locales es aquella que se centra en las relaciones
interindustriales. Más allá del incremento de la competencia, Markusen y Venables (1999) desarrollan un
modelo de equilibrio parcial en el que se considera la posibilidad de que las emn impulsen el desarrollo de la
industria local. El argumento central es que las empresas extranjeras se convierten en complementarias de la
industria local, y no necesariamente en sustitutas, por su capacidad para la generación de relaciones “aguas
arriba” y “aguas abajo” con las empresas locales. El incremento de la demanda de bienes intermedios
motivado por la presencia de las emn puede intensificar las economías de escala, generando efectos positivos
sobre la reducción de costes y el aumento de beneficios.
En cuanto a la transferencia internacional de tecnología, hay que tener en cuenta la que tiene lugar en el
interior de las empresas, entre la casa matriz y las filiales, cuyo aspecto fundamental es el grado de no vedad
que incorpora la tecnología que desarrollan las empresas filiales y, en segundo lugar, la que es posteriormente
transferida al país de origen (Mansfield y Romeo, 1980). Una concepción dinámica del problema resulta
necesaria si se atiende a los resultados de los estudios de caso de tecnologías desarrolladas por filiales de
Estados Unidos de América en el extranjero, que señalan cómo la transferencia de tecnología entre filial y
matriz se da en un lapso que en promedio es de cuatro años en los países desarrollados, que es aún superior y
puede llegar a ser casi el doble en los países en desarrollo.
Junto a la transferencia de tecnología, la imitación y la mejora de eficiencia de las empresas locales también
se han destacado entre los efectos que pueden generar la presencia de emn en las economías locales. La
realización de mayores esfuerzos conducentes a la innovación por parte de las empresas locales, les
concedería también una mayor capacidad de absorción de los potenciales efectos positivos de derrame –o
spillovers– motivados por la presencia de capital extranjero.

uno de los trabajos pioneros que integra un análisis multivariante de la probabilidad de transferir tecnología
al entorno local sobre la muestra de empresas innovadoras en Bélgica, confirmaba que es más probable que
las empresas extranjeras cuenten con una base de i+d y obtengan la tecnología a partir de fuentes
internacionales (Veugelers y Cassiman, 2001), y que es menos probable que las empresas extranjeras
transfieran la tecnología a las locales. De ahí que un aspecto muy relevante es la pertenencia de las
empresas locales a redes internacionales, lo que vendría a facilitar su acceso a la tecnología internacional. La
intensidad y alcance de los efectos generados por las emn dependen en buena medida, por lo tanto, de las
capacidades tecnológicas locales.

Si bien se ha argumentado que las cgv son clave en el desarrollo de los países de renta media, al permitir
incrementar sus exportaciones (unctad, 2013), el proceso de inserción en las fases más sofisticadas y las
posibilidades de escalamiento de tipo funcional requieren de una transformación de la estructura productiva
local en que el papel del Estado resulta crucial en los países periféricos y, en especial, en América Latina
(Soares et al., 2015; Benavente, 2016; Schteingart et al., 2017). El hecho es que la inserción en la cgv podría
dar lugar a un desplazamiento de proveedores locales a favor de proveedores extranjeros, con un efecto
negativo en el crecimiento económico ….

la adopción de las tic puede transformar de manera significativa las competencias centrales de las empresas,
modificar la capacidad de atracción de los contextos locales y reconfigurar la cadena global de valor,
teniendo un impacto directo en las ventajas competitivas de las empresas, los países y las redes de
producción global (Alcácer, Cantwell y Piscitello, 2016).

Figura XXX: Número de fusiones y adquisiciones en el sector de tecnología médica a nivel


mundial

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