Al Ritmo Ƒæäde La Vida (Fangoria73)

Al ritmo de la vida Fangoria7
Al Ritmo de la Vida
Autora: fangoria73
Aquella mañana en el estudio, se estaba convirtiendo en un puro desastre. Esther, en

el intento de poner un poco de orden entre los actores, estaba perdiendo la paciencia.
No se ponían de acuerdo a la hora de enfocar sus personajes.
Gabriela, la directora, había conseguido alquilar un amplio local en el centro de Cádiz,

y tras unas reformillas se había convertido en el lugar donde siempre ensayaban las
escenas.
Cinco minutos después de la animada discusión con Raúl, el teléfono de Esther
comenzó a sonar. Lo saco de su bolsillo, y miró aliviada el nombre que se mostraba en
la pantalla. Era Gabriela, su madre.
E.- Mamá, ¿te queda mucho para llegar al estudio?

G.- Lo siento Esther hija, el tráfico esta imposible hoy. Pero ya me queda poquito para
llegar... ¿Tienes algún problema con los chicos?
E.- Alguno que otro. - apartándose del grupo- Como siempre Raúl está dando tormento
con su personaje… pero bueno, a ver si cuando llegues tú, lo puedes convencer de
cómo ha de enfocar a Benedick, ya que como no soy yo la directora, no me quiere
escuchar…
G.- Tranquila cariño, ahora hablaré con él. Le dejaré claro, que en mi ausencia tú estás
al mando.
E.- Tranquila, si me manejo bien con el, solo es que a ratos se pone de un borde...-
suspirando.- Uff ¡¡qué no lo soporto!! Es muy creído y chulo…
G.- Esther, ¿por qué te crees que le di ese papel en la obra? Le viene que ni pintado…
E.- En eso tienes razón, jajaja.- se burlaban las dos.- pero él prefería a Don Pedro, el
Príncipe de Aragón… Por eso no se adapta al de Benedick...
G.- Ese es para Antonio. Es el más adecuado para ese papel, le da la esencia y el
carácter que Don Pedro necesita.
E.- Tú eres la que toma las decisiones, yo ahí no entro…
G.- Bueno Esther, dame cinco minutillos, aparco el coche y entro al estudio.
E.- OK. Te esperamos aquí.- Cerrando el móvil y girando sobre sus talones, se dirigió al
grupo.- Chicos, la jefa ya ha llegado. Vamos a trabajar un rato, ¿no?
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Gabriela había conseguido su fama con el trabajo y el sudor de su frente. Necesito

muchos años de esfuerzo y de duras horas encima de un escenario, que ahora, por fin,
le daban su recompensa.
Desde que se mudaron a Cádiz hacia ya dos años, había formado su propio grupo de
teatro, que ya era uno de los más populares entre el gremio y cuya fama ya era
reconocida por toda España.
Tras una gira de más de 40 actuaciones por toda España con la obra “El sueño de una
noche de verano” de William Shakespeare. Trabajaban nuevamente en una nueva obra
de ese mismo autor, “Mucho ruido y pocas nueces”, desde hacia ya unas semanas.
Esta vez se trataba de un trabajo más relajado, ya que era una gira sólo por Andalucía.
A Esther le pico la vena del teatro desde muy pequeña. Se colaba muchas veces en los
ensayos de su madre y se aprendía de memoria sus gestos, su forma de expresar los
diálogos y con que magia se transformaba en todos sus personajes.
Sin embargo, Héctor, su otro hijo, se había decantado por la hostelería, y ahora poseía
su propio restaurante en San Fernando, que era reconocido como unos de los más
buenos de la zona.
Uno de los motivos de su mudanza a Cádiz, había sido él. Hacia ya más de dos años que
su mujer y su hija de 3 años habían tenido un fatídico accidente con el coche. Un
vehículo no respetó la rotonda y se estampó contra ellas. Alicia, sentada atrás, en su
sillita especial fue la única que se salvó. Ella y su padre, no pudieron recuperarse de
aquella pérdida. Y la pequeña, quedó traumatizada por la imagen de su madre contra
el volante, dejándola sin habla hasta el momento... Por eso decidieron cambiar de
aires y bajar al sur. Gabriela y Esther, se volcaron en ayudarlos, y también dejaron
Madrid, para venir a Cádiz.
El psicólogo le comentó a Héctor que la pequeña necesitaba realizar actividades que la

motivaran a expresar sus sentimientos, actividades con otros niños y niñas que
evitaran que Alicia cayera en un aislamiento total del mundo. Aunque seguía sin decir
palabra dos años después, el doctor no extinguía la esperanza de que la niña volviera a
hablar.
Héctor entró en la academia de bailes de salón, y se dirigió hacia la mujer de
información.
H.- Hola, buenos días. Tenía una cita con la profesora Fernández.
S.- Si, un momento por favor.- descolgó el teléfono y pulsó dos números.- Maca, un
señor pregunta por ti, dice que tenía cita.- afirmando con la cabeza, miraba a Héctor.-
OK. - Volvió a colgar.- Por favor, pase al despacho, segunda puerta a la derecha.
H.- Muchas gracias.
Ando por el pasillo que la mujer le había señalado con la mano y al llegar a la segunda
puerta, tocó dos veces.
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M.- Si, adelante… Está abierta

H.- Buenos días. Soy Héctor García… – pasando al interior de la habitación.
M.- Siéntese por favor. Soy Macarena Fernández. ¿En qué puedo ayudarle?
H.- Quisiera apuntar a mi hija en la academia. Tiene cinco años.
M.- Perfecto. Uno de mis grupos es de 4 a 6 años, podría entrar con ellos sin ningún
problema. Serian tres clases de una hora a la semana.
H.- Muy bien. Una cosilla más. Le comento… Alicia… mi hija… lleva dos años sin decir
una palabra…
M.- ¿Cómo?
H.- Si, verá, mi hija tiene un trauma infantil que le impide hablar… El psicólogo nos
aconsejó que iniciara actividades que la relacionara con otros niños… y por eso estoy
aquí…
M.- Lo siento…
H.- Con esto no le pido que se la trate de manera diferente que al resto… solo es… que
debía de informarla sobre su problema…
M.- De acuerdo…- se puso un poquillo nerviosa.- ¿Para cuándo le viene bien que
empiece? ¿La semana que entra?
H.- Si, perfecto.
M.- OK. Déle los datos a Teresa, la señora de la recepción… y el lunes los espero a las
17h, ¿de acuerdo?
H.- Muy bien. Aquí estaremos.
Después del duro día de ensayo, Esther había llegado a su casa y tras una duchita
rápida comenzaba a preparase algo de cena. Estaba retirando la verdura salteada de la
salten cuando se oyó el timbre de la puerta.
E.- ¡Voy! - dejando el plato sobre la mesa y yendo deprisa hacia la entrada.- ¿Quién
es?- mirando por la mirilla
H.- Somos nosotros, Esther...
E.- Un segundo…- abriendo la puerta.- Eyyyy, mi princesa ha llegado.- echándole los
brazos a la niña.- ¡ven aquí con la tita! - la pequeña se lanzó a su cuello y le dejó un
beso en la mejilla.- Mi princesa… Entrad.
H.- Esther, ¿te la podrías quedar esta noche? Me acaban de llamar del restaurante… y
tengo que ir urgente…
E.- Por mi, encantada. ¿Qué te parece a ti, princesa?- la niña afirmó enérgicamente con
su cabeza.- Pues perfecto, esta noche duermes con la tita. - La niña hizo palmas
riéndose.
H.- ¡Ey, cuando duermes con papá no haces tantas fiestas! ¡Sinvergüenza!
E.- Porque papi es muy feo… ¡¿verdad, Alicia?! – La niña se reía nerviosa y dijo que si
con la cabeza.
H.- ¡Me encanta! ¡Se alían contra mí las dos!- riéndose, le sacaba la legua a las chicas. -
¡Pues hala qué te lleve “tu tita” el lunes a las clases de baile!- burlándose de ambas.
E.- ¡¿La has apuntado ya?!
H.- Si… hablé esta mañana con su profesora… Es muy guapa… y se ve muy simpática…
se llama Macarena Fernández…
E.- Uff… Héctor, Héctor…
H.- Nada, nada, a mi déjate de rollos… Lo decía por ti, hermanita… que llevas mucho
tiempo solita…
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E.- ¡Eh! - pegándole en el brazo – Sola porque quiero, ¡qué lo sepas!- riéndose.-
Además...- su cara se puso muy seria en ese momento.- aún no he superado lo de
Cruz…
H.- Tiempo al tiempo, hermanita… Sabremos salir adelante con todo…- mirando el
reloj.- ¡Dios, se me está haciendo tardísimo! – Le dio un beso a ambas y se despidió de
ellas.- Mañana te recojo enana, te quiero…
E.- Cerrando la puerta.- ¿Papá te ha dado algo de cena, princesa?- le afirmó con un
gesto.- OK. ¿Quieres un vaso de leche, mientras la tita cena?- nuevamente su gesto
afirmativo.- Muy bien, mi niña, vamos a prepararte ese vaso de leche y a poner unos
dibujos en la tele, ¿quieres? ¿Si? Pues venga, ¡vamos!
La mañana siguiente era sábado y la pequeña no tenía que ir al colegio. Héctor las
recogió y fueron al parque los tres juntos. Empezaron a jugar en los columpios.
En ese instante, una moto se para en el semáforo, y los observa atentamente. Maca ve
la tierna escena y reconoce al hombre que estuvo la mañana anterior en su despacho.
Mira detenidamente a la niña y como abraza a su madre. Ambas tienen los mismos
rasgos en la cara, el mismo tono de pelo, y una misma sonrisa que hechizaba con solo
verla… eran realmente preciosas… El semáforo se puso en verde y el coche de atrás
pitó a la hipnotizada Maca, que comenzó la marcha a casa de Laura, sin dejar recordar
la imagen de esas dos caras.
H.- Princesa, papi se tiene que ir a trabajar…- cogiendo a la niña en los brazos
E.- ¿Nos dejas solitas tan pronto?
H.- Me temo que si. Tenemos una mesa reservada para 23 personas y otra para 14,
además el comedor los sábados se llena a tope… y a Víctor, uno de los camareros lo
tenemos enfermo. Se ha tomado una baja de más de dos semanas. Tiene la pierna
escayolada… ¿Os acerco a casa de mamá?
E.- Vale, mamá hace días que no ve a la niña… además quizás nos quedemos a
almorzar con ella y después quizás la lleve a la playa…
¿Te parece bien?
H.- OK, perfecto. Luego te llamo al móvil, para saber donde andáis…Vamos Alicia, dale
la mano a papá, que vamos a cruzar la calle…
L.- ¡Maca! ¡Eeeooo!.- Laura pasaba los dedos por delante de la cara de su amiga.-
¡¿Qué te pasa?!
M.- Nada. ¿Por?
L.- Desde que has llegado, estás muy rarita… ¿en qué piensas?
M.- Perdona Laura… Estaba pensando en una cosa…
L.- No, si eso se nota… ¿Tienes algún problema? ¿Algo marcha mal en la academia?
M.- No, para nada, en la academia todo va bien… Verás, cuando venía para tu casa, me
he parado en un semáforo… y justo al lado había un parque.
L.- ¿Y?
M.- Pues… que estaba un hombre que ayer estuvo en la academia para apuntar a su
hija…
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L.- ¡¿No me digas qué te ha gustado el padre?!

M.- Ja ja, ¡qué chistosa la niña! Es guapo, pero me temo que no es mi tipo.
L.- Mejor, mejor, ¡una belleza como tú, es mejor no tenerla de competencia!
M.- Hala, ¡qué exagerada!
L.- Maquita, “soy andaluza de pura raza”, jajajaja. Andaluza y olé jajajaja.- imitando
acento “guiry”
M.- ¡¡ Hala!! Que fama nos das, Laurita… pero me temo que este guapísimo padre,
tiene una mujer preciosa…
L.- ¡Da igual! Yo no soy celosa…
M.- ¡Mírala ella! Baja Modesto, que sube Laura, jajaja
L.- Sólo soy realista, pequeña. Jajajaja- burlándose.- ¡vaaaa, sigueeee!
M.- Pues eso… que se les veían muy felices a la pequeña y a ella. Estaban jugando en el
tobogán…
L.- ¿Y eso qué tiene de especial, Maca?
M.- No sé… supongo que nada… pero como Héctor, su padre, me comentó que la niña
tenía un problema…
L.- ¿Cómo, un problema?
M.- Si, un trauma infantil… me imaginé una niña triste… y su sonrisa… si hubieras visto
su sonrisa, era tan bella como la de ella…
L.- ¿Cómo la de ella…? ¡Ay, Maquita!, ¡qué yo esa cara me la conozco!
M.- ¡¿Qué dices, loca?! - pegándole en el brazo.- ¡Tira! ¡Qué la cocina está echando
humo!... ¡Al final comemos chino!, jajajaja, ¡verás!
Lunes por la mañana. Ensayo. Después de las aclaraciones de Gabriela el viernes, Raúl,
estaba mucho más suave y parecía que había asimilado perfectamente su papel en la
obra.
G.- ¡A ver, chicos!, ¡atendedme! - daba dos palmadas- Ensayaremos la escena de la

entrada de Don Pedro y su comitiva a Messina…
R.- ¡Genial!
G.- A ver, entrarían al escenario, Antonio (Don Pedro, príncipe de Aragón), Aimé
(Claudio de Florencia), Raúl (Benedick de Padua), Rodolfo (Don Juan, hermanastro de
Don Pedro), Javier (Borachio) y Carlos (Conrado, seguidor de Don Juan)… Les esperan
Rusti (Leonato, gobernador de Messina), Claudia (Hero, hija de Leonato) y Esther
(Beatrice, prima de Hero) y los demás de figurantes que serían los criados de Leonato.
¿OK? Pues empecemos…
Más de dos horas después de duro trabajo, se disponían a tomar un descanso para ir a
desayunar a la cafetería de al lado. Esther y su madre se sentaban en una mesa cerca
de la ventana.
G.- Luís, un café con leche y media de serrano- le comentó al camarero.

E.- A mi, otro café con leche, pero fría, y nada de comer… gracias Luís.
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L.- Marchando.- yendo hacia la barra.- ¡Illo, prepárame dos con leche y media de
serrano!
G.- Dentro de dos horas voy a por Alicia al colegio… Le daré el almuerzo en casa y la
llevaré a las clases de baile. Ensayáis, la escena del encuentro de Beatrice y Benedick, y
les dices a los chicos que hasta las 17.30 se tomen un descanso. Yo llegaré para esa
hora.
E.- ¿Va Héctor a recoger a Alicia después?
G.- No lo sé… me dijo que nos avisaría si se le presentaba algún problema… En todo
caso, tendrías que ir tu a por ella… ¿no te importa, verdad? Esta tarde me esperan
unas cuatro horas con los chicos en el estudio…
E.- Pero, ¿entonces yo no tendría que ir?
G.- Podríais venir después de la academia al estudio… y que Héctor la recogiera allí…
Nosotros empezaríamos por las escenas que Beatrice no aparece… Y si va Héctor a por
la niña a las clases, no hay problema. ¿OK?
L.- Chicas, os traigo vuestro pedido…- ellas se apartaban de la mesa para que les
colocara sus cafés.
G y E.- Gracias…- el ya se alejaba hacia otra mesa.
E.- ¿Crees que Raúl nos dará más problemas con su personaje? No lo termina de
aceptar…
G.- Es lo que hay Esther… además viene perfecto. Porque entre vosotros siempre
saltan chispas cuando os acercáis, y pasa lo mismo entre Benedick y Beatrice... lo vais a
clavar, confía en mi cariño…
E.- Uff. Me parece que esto me va a traer más de un dolor de cabeza…
G.- Jajajaja anda desayuna, que nos tenemos que ir…
Gabriela y Alicia entraban en la academia con quince minutos de adelanto. Se
acercaban a Teresa, a información, para que les explicara donde estaba el aula.
En ese momento, Héctor le llamó al móvil pidiéndole que fueran a recoger a Alicia
después. Trascurridos unos minutos, Maca se acercó a la pareja, y se les presentó:
M.- Buenas tardes.- dándole la mano a Gabriela.- Yo soy Macarena Fernández, la

profesora de baile.
G.- Encantada, yo soy Gabriela, la abuela de Alicia.
M.- Entonces… está chiquitina es Alicia… - ofreciéndole la mano para que le chocara los
cinco. Respuesta que la niña le dio con una amplia sonrisa - encantada, yo soy Maca.
G.- Al final de la clase, vendrá mi hija Esther a por ella…
M.- Muy bien - ¡¿Esther?! Se llama Esther… que precioso nombre…- no hay problema.
Ven, Alicia, te voy a presentar a los demás niños… -introduciéndole en la clase.
Gabriela se quedó en la puerta observando como la niña era llevada al centro del aula
y todos le daban la bienvenida. Maca la colocó al lado de otra alumna que tendría más
o menos la misma edad que Alicia y fue hacia el equipo de música para encenderlo.
Dio varias palmadas y se situó delante del grupo.
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Tomando el móvil, marcó el número de Esther…
E.- Dime mamá…

G.- Tienes que venir tú a por Alicia, ¿vale?
E.- OK. A las 18h me acerco… y luego nos vamos para el estudio.
Esther entró en la academia unos minutillos antes de la hora. Saludó a Teresa y ella le
dijo que pasara hacia la entrada de la clase. Le llegaba el sonido de la música a sus
oídos y se inclinó un poquito para mirar en el interior.
Vio al grupo de niños practicando al son de la música los pasos básicos de salsa… Alicia
estaba en la primera fila y junto a ella, una esbelta mujer, que tomaba las caderas de
Alicia y las hacia moverse a cada paso que daban…
Realmente, Héctor tenía razón, la profesora era preciosa. Realmente preciosa… Sus
movimientos sensuales la hacían más impresionante todavía… El pelo suelto le caía
hacia los hombros… Y su sonrisa derretía a cualquier iceberg…
En ese momento, Macarena la descubrió a través de la pared de espejos… La reconoció

y le dedicó una sonrisa, a la vez que le hacia un gesto con la mano en modo de saludo.
Un escalofrió recorrió el cuerpo de Esther y sólo pudo gesticular un movimiento de

cabeza como respuesta. Se aparto de la puerta y fue a la entrada donde se
encontraban el resto de los padres.
Cinco minutos después, los niños salían corriendo hacia sus padres. Alicia de la mano
de Maca, los seguía detrás. La cara de la niña se iluminó al ver a Esther y marchó
deprisa para abrazarse a su cuello.
E.- Mi princesa… - le dejó un beso en la mejilla - ¿Te lo has pasado bien? - La pequeña
asintió con la cabeza mientras Maca las observaba detenidamente…
M.- Es una niña muy buena… - Esther se giró para mirarla…Mmmmm ¡Es preciosa!-
Buenas, soy Macarena…
E.- Esther. -Dándole la mano… ¡qué guapa, por Dios!...- Yo soy Esther - Bond, James
Bond… seré tonta…
M.- Bueno, Alicia, nos vemos el miércoles, ¿vale? - La niña le sonrió.- ¡Qué sonrisa más
linda, por dios!
E.- Sí...- Como la tuya - sabe como ganarse a la gente… Bueno cariño, vamos, que la
abuela nos está esperando… Encantada, Macarena…
M.- Llámame Maca.
E.- OK, Maca. Pues lo dicho, encantada…
M.- Igualmente.- Dios, como siga más rato aquí, olvidaré que es la madre…mmmm
¡qué cara por Dios!
E.- Nos vemos… - Alicia, vendré siempre a recogerte
M.- OK… - Eso espero
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A Esther se le hizo más de las diez, después del ensayo. Y los chicos decidieron ir a
tomar unas tapillas…cañita va… cañita viene…marcha y sobre todo mucho cachondeo…
Aunque Esther no dejaba de pensar en una persona… en una cara… en una voz… en
una sonrisa.
R.- Esthercita, Esthercita… - Raúl, se le acercaba peligrosamente a la boca…

completamente pasado de vueltas- yo se lo que te pasa a ti conmigo…estas loquita por
mi…
E.- ¡¿Pero que dices Raúl?! ¡¿Se te va la pinza?!
R.- No lo niegues… lo noto en tus ojos…
E.- ¡¿Tu estas tonto, no?!
R.- Venga pequeña… que tu espera tiene su recompensa.
La agarró por la cintura y la pegó fuertemente a su cuerpo, echo la cabeza hacia atrás y
cogió su boca fieramente…introduciendo su lengua dentro de la de ella...
Esther le respondió con un bocado y una patada en… Un rodillazo justo en medio de
sus piernas
E.- ¡No te atrevas jamás a repetirlo!

R.- Aggggg…joder… ¡Estas loca!... te arrepentirás de esto cariño… te lo juro…
E.- ¡No te tengo miedo Raúl!
R.- Pues deberías…
E.- Jamás me dieron miedo los “fantasmas” – al escuchar las voces, Aimé se acercó a
ellos.
A.- Esther, ¿ocurre algo?
E.- Alguien se ha pasado bebiendo… pero tranquilo… no pasa nada… Aimé despídeme
de los chicos, me marcho a casa…
A.- ¿Tan pronto? Sólo es la 1, venga Esther… un poco más…
E.- Lo siento… no sabes las ganas de vomitar que me han entrado ahora mismo…
R.- Te arrepentirás cariño…
Tomando su bolso, salió por la puerta del púb, sin mirar atrás.
En ese instante, en la otra punta de Cádiz, Maca y Laura salían del cine…y se dirigían
hacia donde se encontraba la moto.
L.- Maca… estás muy callada…

M.- Lo… lo siento Laura…
L.- ¡¿Me vas a contar algún día lo que te ocurre?! Aprovecha ahora, que aún me
quedan palomitas… - sentándose en un banco de la acera y metiéndose una de ellas en
la boca.
M.- ¡¿Recuérdame por qué una borde como tú es mi amiga?!
L.- Porque soy genial y además… porque soy la única que te aguanta…aunque te
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recuerdo Maquita, que a borde, tu me ganas…

M.- Cierto, jajaja la aprendiz se le revela a la maestra…
L.- Venga, va, ¡no te enrolles!… Si sabes que al final me lo vas a contar…
M.- ¡Mira la tía!... me encanta…
L.- Maca, ¡suéltalo ya!
M.- Vale, vale… es esa chica…
L.- ¡¿Qué chica?!
M.- ¡¿De verdad qué tu me escuchas cuando te hablo?! La mujer que vi en el parque…
L.- ¿Pero qué me estas contando cariño? ¿Esa mujer no era la madre de una de tus
alumnas?
M.- Sí, de Alicia, una niña preciosa… Esther vino a por ella después de clase…
L.- Mmmmm, Maca no me asustes… no pensaba que te hubiera dado tan fuerte…
M.- Joder… no he dejado de pensar en ella en toda la tarde…
L.- Eso pinta feo, Maca. Si está casada… y con una niña…
M.- Joder… lo sé… por eso no quiero hacer nada… no quiero ni pensar en ella… pero
tiene un brillo en sus ojos… y una sonrisa… mmmmm…
L.- Anda… ¡para!...
M.- ¡¿Ves?!... no lo puedo evitar…
L.- Púes tendrás que aprender… venga, vamos a mi casa, te invito a una copa y
charlamos…
M.- Anda, si vamos…
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El miércoles por la mañana, Héctor se reunió con Esther y su madre en la cafetería

donde ellas estaban desayunando.
G.- Voy un momentos al aseo, chicos. – levantándose de la silla

H.- ¡¿Qué?!- cuando su madre estaba lo suficientemente apartada
E.- ¡¿Qué de qué, Héctor?!
H.- ¿Viste a la profesora? es linda, ¿eh?
E.- ¡Pero serás…! ¿Lo hiciste aposta?
H.- Déjame que piense… Si…ahora que lo pienso, si. Es bonita, ¿verdad?
E.- Muy bonita… pero no debiste hacerlo. Héctor…Yo ya soy mayorcita para mis cosas…
H.- Vamos Esther… si nunca le das una oportunidad a nadie…

E.- Eso es cuenta mía, Héctor…
H.- Bueno, bueno, tampoco es un delito el hacer que os conozcáis…ssshhh, viene
mamá…
G.- Chicos ¿venís hoy a comer a casa? – sentándose de nuevo con ellos.
H.- OK. Por mi no hay problema… luego tengo que acercar a Alicia a la academia…
Esther me estaba diciendo que irá ella a por la niña…
E.- ¡¿Yo he dicho qué?!
H.- Aimmssss ¡qué memoria de pez!… ¿no me has dicho que hoy podías recoger a
Alicia después de comprar unas cosas?
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E.- Ah, si perdón… no te había entendido…

H.- Pues ¡ya está!
E.- Mamá luego nos pasamos por el estudio, ¿vale?
G.- Perfecto…
E.- Pero no voy a almorzar hoy… quiero pasar por mi casa… - tengo que arreglarme…
H.- Je je
E.- Pues hacemos eso…- le dio un pisotón a su hermano para que dejara de burlarse…-
¿nos vamos?
G.- Si…Luís ¿nos traes la cuenta?

L.- ¡Voy!
Cuando terminó el ensayo de esa mañana, Esther decidió ir caminando a casa.

Necesitaba pasear. Sentir el aire en su cara… pensar…
Desde que lo había dejado con Cruz, se había encerrado en si misma… se había
encerrado al amor… cerrándole las puertas a la vida…
Descubrir a Cruz en su despacho, besando a su jefa, había sido una imagen impactante,
que aún no la había podido borrar de su mente… Imagen que se le repitió en
pesadillas, noche tras noche, torturándola hasta casi la locura.
Cuando, encaró a Cruz y lo dejó con ella, sólo alegó en su defensa que “era solo
cuestión de trabajo”. Por un ascenso en la oficina, rompió tres años de relación. Un
precio demasiado caro para Esther…
Ahora sentía miedo. Al ver a Macarena… su sonrisa y su cara despertaban en ella,

sensaciones olvidadas. Apartadas durante meses de su interior.
Pasando bajo el sol de Cádiz, llegó a la Plaza de las flores. Rodeada de kioscos con
puestos de flores de muchos colores, ese era uno de sus sitios preferidos de la ciudad.
Le encantaba pasear por allí y respirar los miles de aromas diferentes.
Se acercó al puesto de un amigo suyo, al que le compraba siempre un ramito de

tulipanes todas las semanas…
E.- ¡Hola Jesús!

J.- ¡Ey illa! Me tenías abandonao estos días…
E.- Lo siento, estamos con una obra nueva y es un jaleo…
J.- Avisa pa´ cuando y vamos a verte mi mujer y yo…
E.- OK. Haré algo mejor… te traeré dos entradas… ¿vale?…
J.- Uff, ¿no será mucha molestia?
E.- Para nada… tu tranquilo… ¿te quedan tulipanes?
J.- Unos pocos me quedan…

E.- Menos mal… - un cuerpo se puso detrás del suyo y comenzó a decir unas suaves
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palabras…
V.- ¡¿Te gustan los tulipanes?!- Esther se giró al escuchar esa voz
E.- Tú… ¡me has asustado!...- Maca, es maca…dios mío
M.- Lo siento, no pretendía…- ¡qué ojos! Mmmmm
E.- ¡¿A ti también te gustan los tulipanes?!- le temblaba la voz
M.- Si, mucho, venia a comprar unos cuantos…
J.- Lo siento, señorita. Ella se lleva los últimos…
M.- No pasa nada, tranquilo.
E.- Espera, te doy la mitad, ¿vale?
M.- No, no pasa nada, mañana compro yo…
E.- Insisto, te llevas la mitad. Cóbrame Jesús… - dándole las monedas al florista y se
giró hacia ella- Toma… - le rozó las suaves y finas manos con sus dedos…
M.- Vale, gracias…
E.- Hasta otro día Jesús…- mmmmm ¡tiene manos de pianista!
J.- Adiós, Esther… - viendo como Maca también se alejaba tras ella.- adiós señorita…
M.- Hasta otra.- poniéndose junto a Esther.- ¡¿Para dónde vas?!
E.- Eh… a mi casa…
M.- ¿Quieres qué te acerque en la moto?, la tengo allí aparcada…- señalándole justo
enfrente…
E.- No sé… me da un pelin de miedo, la verdad…- estar tan pegadita a ti sobre todo…
M.- Vamos Esther…no pasará nada… - dios, ¿qué estoy haciendo?
E.- OK, vamos. Vivo por la Plaza de la catedral…
M.- Sin problema. Toma ponte el casco…- Maca, definitivamente… ¡estás loca!
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La visera del casco abierta, le permitía a Esther que el choque de aire la espabilara y
pudiera respirar. Desde que se había subido a esa moto y se había agarrado a su
cintura, el tiempo se había detenido. El olor de su pelo, le embriagaba demasiado y dio
gracias a Dios de que el aire contra su cara la mantuviera con la mente más o menos
fría…
Por su parte, Maca tenia la piel erizada bajo la camiseta… estaba muy nerviosa por ese
contacto… le quemaba la piel…
M.- ¿Vas bien, Esther?- ¡Dios, me va a dar algo!…

E.- Si, tranquila… - llegaré si no me desmayo antes…
M.- Nos queda poquito, ¿vale?- Es superior a mí… ¡¿en qué estaba pensando?! … En
sentir su tacto… ¡Mala idea Maquita, mala idea!...
Su voz, su forma de expresarse, todo en su conjunto, le parecía a Esther demasiado

peligroso…Era demasiado seductora como para no sucumbir a su encanto. Y una
ráfaga de miedo le subió por su estomago…
E.- Es allí… aparca donde puedas…por favor…

M.- Voy… ¿te viene bien aquí?- apartándose a un hueco entre dos coches estacionados
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E.- Si, perfecto…- bajándose.- gracias por el trayecto…- ¡por favor, qué las piernas me
aguanten!
M.- Gracias a ti, por las flores.- como siga sonriéndome de esa forma... ¡No! Maca,
céntrate…- ¿Y Alicia?
E.- Con Héctor, su padre…
M.- Mmmmm, bueno supongo que esta tarde la veré en clase…
E.- Si. Luego él la acerca y yo la recogeré…
M. OK. Nos vemos luego, entonces… - poniéndose el casco.- hasta luego, Esther...
E.- Hasta luego…
Maca arrancó la moto y desapareció en unos minutos de la vista, antes incluso de que
Esther hubiera podido apartar la mirada de ese cuerpo…
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Se metió en la ducha. Y dejó el agua fría correr por su cuerpo… las gotas se deslizaban
veloces por su cara y rompían contra el volumen de sus pechos, estrellándose después
contra la mampara… Agua, agua fría, justo lo que necesitaba en esos momentos…
agua, que le despejaba los sentidos, los deseos de volverla a ver… agua, que le hacia
volver a la realidad…
Enjabonándose su cuerpo, recorriendo la piel con una suave esponja… recordaba esa
cara… esas finas manos al coger las flores… y las imaginaba acariciando su cuerpo… de
arriba abajo… de abajo arriba… Agua, ¡necesitaba agua!... Se estremecía por el
contraste de la temperatura del líquido al romper contra su cuerpo…
¡¿Por qué el olor de ese pelo se le había grabado en su mente?!, ¡¿Por qué el tacto de
esa cintura le había estremecido tanto?!
Estiró las manos hacia el cristal de la mampara y se apoyo contra él, escondiendo a la
vez su cara entre los húmedos brazos…
E.- ¡Joder! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué me da tanto miedo lo que siento?!... ¡maldita seas
Cruz!... Creaste a una mujer insegura… incapaz de creer de nuevo en el amor… ¡joder!
No es justo…- las lágrimas comenzaron a salir mezclándose con el resto de las gotas…
Cerró el grifo. Abrió la mampara, salió de la ducha tomando su toalla y envolvió su

cuerpo con ella… Caminó despacio hacia el empañado espejo y con la palma de su
mano abrió paso a su imagen…
Sus ojos aún estaban húmedos y rojos por sus lágrimas. El miedo y la inseguridad se
habían adueñado tanto tiempo de su cuerpo… que había preferido la soledad antes
que entregarse de nuevo amar.
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Y ese sentimiento que afloraba de nuevo en su interior la hacía frágil y vulnerable al

mundo. Y todo era por…
E.- Maca…
Maca había colocado los tulipanes en un jarrón de su despacho. Le recordaban a ella y

quería tenerlos cerquita todo el día. Salió de allí preparada para dar su nueva clase.
Con el CD en la mano, llegaba al aula y comenzaba a calentar sus músculos. Tras varios
ejercicios ante el espejo, preparó la mini cadena.
No se le había ido de la mente esa chica en todo el día. ¿Y si Esther no estaba casada
con Héctor? ¿Y si Alicia no fuera su hija? Quizás Esther fuera libre y podría luchar por
ella… Debía averiguarlo…Con tacto… pero lo averiguaría…
Los niños comenzaron a entrar en la clase y a saludar a su profesora…
N.- ¡Seño! ¿Qué nos toca hoy?

M.- Un poquito de salsa…- removiendo divertida el pelo del niño
N.- ¡Joooo, Seño! ¡¿Otra vez salsa?!
M.- ¡Mira mi Paco! Me viene rebelde hoy… jajaja… solo un poquito ¿vale?... bueno
¿luego que quieres hacer?
P.- Bailar un cha-cha-chá seño…
M.- Jajaja…OK. Veremos luego que hacemos… ¿vale?- Miró a la puerta y vio llegar a
Héctor con Alicia. – Ponte en tu sitio Paco que ahora empezamos…
Héctor, le sacaba a Alicia la mochila de los hombros y la colgaba en su percha.
M.- ¡Buenas tardes!- saludando al padre y chocándole los cinco a Alicia.- ¡Hola Ali!
H.- Buenas tardes, profesora Fernández…
M.- Maca, por favor.
H.- OK, Maca. Luego no vendré yo a por Alicia…
M.- Lo sé…- cortándole – Me dijo su mujer que vendría a por ella…
H.- ¡¿Perdón?!
M.- Si, Esther…
H.- Me temo que estás equivocada, Maca. Esther es mi hermana… Yo soy viudo…
M.- ¿Viudo?... lo siento… nunca pensé… es que es usted muy joven… y vi a Esther
como se comporta con la niña… Lo siento, de veras…
H.- Tranquila, Maca. No te disculpes más… Esther es mi hermana pequeña y nos
llevamos muy bien. Además mi madre y ella me ayudan muchísimo con la pequeña…
M.- De verás… que lo siento…
H.- No pasa nada, de verdad…- Se agachó hacia la altura de la niña.- Alicia te dejo con
la seño, ¿vale? Me voy a trabajar, cariño.- Le dejo un beso en la cabeza.
M.- Vamos pequeña.
Que metedura de pata había metido… Esther era su hermana… la tía de Alicia. ¡Dios,
qué tonta!...
M.- Céntrate Maca… deja ya de pensar en ella.- Se acercó de nuevo a la mini cadena y
le dio al play. - ¡¿Y ahora qué piensas hacer, Maquita?!
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Los niños la rodearon para que les explicara lo que iban a practicar. Tras muchos
minutos de bailar y jugar, descasaron unos minutillos. Paco se le volvió a acercar…
P.- Seño, ¿y el cha-cha-chá?

M.- No me he olvidado… ahora que quedan unos minutillos para terminar lo preparo y
lo bailamos
P.- ¿Seño, puedo bailarlo contigo?
M.- Jajaja, ¿y eso, por qué?
P.- ¡Cuestiones de hombres, seño!- Maca miraba con cara de asombro al pequeño de
cinco años.- Me gusta una niña de la clase, y mi papá me ha dicho que la impresione…
M.- Jajaja, ¡pero Paco!...
P.- ¡Jooo, Seño! El cha-cha-chá es lo que mejor bailo… anda… por fi…
M.- Mmmm…Chivame quien es…
P.- Jooo. Mi papá tenía razón…
M.- ¿En qué, Paco?-sabiendo que se arrepentiría de haber preguntado.
P.- Dice que mamá es una cotilla, y que todas las chicas lo son…
M.- ¡Oye!- Dios que corte señores…y por un pequeñajo…- ¡¿no me lo vas a decir?!
P.- Si, me guardas el secreto si, seño…- Maca asintió.- Alicia…la niña nueva
M.- Vaya Paquito…
P.- Shhhhh, no vayas a decir nada…
M.- Prometido. Voy a ponerte ese cha -cha - chá. Jejeje, corre, ponte en tu sitio.
Busco un CD y lo cambio. Llamó a los chicos y atrajo su atención.
M.- Estos últimos cinco minutillos, os vamos a mostrar el ritmo de un cha-cha-chá.
Paco me va a ayudar… ¿Vale, Paco?
P.- ¡Si, seño! – le guiño un ojo.
M.- Vamos. – dándole al play.
Tomo a Paco en la posición inicial y comenzaron a moverse en el centro de la clase. La

verdad, es que ese niño era uno de sus mejores alumnos. En tan solo 5 meses de
práctica bailaba muy bien.
Que el pequeño le hubiera hecho esa confesión, le había hecho mucha gracia. Y
aunque sabía que esas cosas carecían de importancia en niños tan chicos, sabía que no
era nada malo hacer lo que el le había pedido. Por eso había accedido.
Mientras giraba y bailaban los dos, una cabeza se asomó por la puerta. Era Esther.
Maca no la vio porque estaba concentrada en los pasos y en la música.
Pero Esther no pudo evitar sonreír al ver a esa tierna pareja bailar… sus movimientos,
sus caderas hipnotizaban, y la inercia de su mirada bajaba por sus piernas…
La música terminó, y todos empezaron a hacer palmas, como en cada final de clase.
Paco le tiró de la mano hacia abajo y le dijo al oído.
P.- Gracias seño. Un poco más y la tengo en el bote… M.- ¡Anda tira, Paco! Tu madre
esta en la puerta esperando…
P.- ¡Hasta el viernes, seño!
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Levantando la cabeza, descubrió a Esther delante de muchos padres. Alicia, había

llegado hasta ella y la estaba saludando. Se les acercó deprisa antes de que se
marcharan.
M.- ¡Hola Esther! ¿Qué tal todo?- ¡está preciosa!

E.- Hola… bien, aquí recogiendo a la princesa.- Dios se me traba la lengua…
M.- Esther…- ahora o nunca.- ¿haces algo esta noche?- uff, ¡ha sonado muy directo!
¿No?
E.- Eh… no…por ahora, nada.
M.- Salgo con unos amigos a tomar algo y a mover el esqueleto… ¿te apuntas?- dime
que sí…por favor…
E.- No sé… - Maca se le puso a hacer pucheros.- jajaja, vale… ¿a qué hora?
M.- A las once te recojo en el mismo sitio que te dejé está mañana. ¿Vale?
E.- Muy bien. Ahí estaré.
M.- ¡Genial!
19.-
Tras miles de cambios delante del espejo, Esther había tomado por fin una decisión.
Un pantalón largo negro, que se le adaptaba perfectamente a sus piernas,
perfectamente ajustado. Para la parte de arriba, una camiseta roja con un escote
pronunciado, había sido la elección.
Peinado suelto y ligeramente rizado. Con un maquillaje sencillo, pero que le resaltaba
muy bien sus facciones de la cara.
Bajaba en el ascensor completamente nerviosa… Abriendo la puerta del portal, se dio

cuenta que ya no había marcha atrás. Vio a Maca de pie, apoyada en la moto y con el
casco en la mano. Se le acercó poco a poco, ¡estaba increíble!. Llevaba un vaquero y
una camiseta negra que realmente le resaltaban su figura y la hacían sumamente
atractiva.
E.- Eres puntual...- mmmm. ¡Está preciosa!

M.- Sólo en ocasiones…cuando realmente estoy interesada… en llegar a tiempo…- le ha
dado vergüenza… sonríe... ¡qué linda!
E.- Jajaja. ¡Me encanta!… ¡¿nos vamos?!
M.- Claro… Hemos quedado en reunirnos todos en la punta de San Felipe…
E.- Perfecto- Subiéndose a la moto y colocándose el casco.
M.- Tengo muchas ganas de presentarte a Laura, es una de mis mejores amigas…
Esther fue presentada a sus amigos y tras varios minutos, se había convertido en una
más del grupo. Tras muchas risas y muchas copas, decidieron ir a bailar un rato. Y el
lugar elegido fue una disco de bailes latinos.
Esther y Laura estaban pegadas en la barra tomándose dos ron con cola. Y Maca
bailaba una salsa con Rafa, un chico del grupo.
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E.- Bailan genial…- observándolos boquiabierta

L.- Si, hace unos años eran pareja de baile. Pero lo dejaron hace dos años. Rafa es el
director de la academia de baile…
E.- ¡¿Por qué dejaron de bailar juntos?! ¡Son fabulosos!
L.- Rafa se lesionó justo un mes antes de una competición, y no pudieron participar. La
pierna de Rafa no quedó bien. Y abandonó el baile. Ahora sólo lo hace por placer, nada
profesional.
E.- Pero… si apenas se le nota nada.
L.- Bueno si, pero dice que no está bien del todo y no se fía de competir, en los giros y
algunos pasos, fuerzan mucho las piernas… Mira, viene Maca.
M.- ¡¿Qué, sujetando la barra para que no se caiga?! ¡Mira que dos!...¿no pensáis
bailar?
E.- Uff, visto lo visto, mejor me quedo aquí y no hago el ridículo…soy muy patosa…
M.- ¡Anda ya, Esther! Ya será menos… ven… vamos a bailar un rato…
E.- De verás Maca, lo hago fatal.
M.- Bueno pues te enseño algo, ¿vale?
No le dio tiempo a Esther a contestar, la tomó de las manos y la llevó a bailar. Le
enseño los pasos básicos y le susurro al oído…
M.- Ahora déjate llevar…
20.-
Esther estaba entre las manos de Maca. No sabía si eran las vueltas o su aroma, su
tacto y su roce los que la estaban haciendo perder la razón.
La giró colocándose detrás de Esther y pegando su cadera al trasero de ella. Comenzó a

moverse suavemente y notó como una quemazón subía por su estomago hasta su
boca… se estaba volviendo loca… era demasiado para ella. Esos movimientos eran cada
vez más sensuales, más eróticos y estaban dejando a Esther vulnerable en las manos
de su compañera de baile…
La canción estaba llegando a su fin. Maca notaba como su piel también estaba
ardiendo…su pulso era más acelerado y no deseaba soltarla por nada del mundo.
M.- Lo has hecho muy bien Esther.- andaban ya hacia Laura

E.- ¡¿Qué dices?! Jajaja. Si tengo dos pies izquierdos…
M.- Jejeje, un poquito si…
E.- ¡Mírala ella!- se reían.
Estuvieron las tres un rato de bromas y risas, se lo estaban pasando genial. Pero Esther
miró el reloj.
E.- Bueno, chicas, una que se marcha…
M.- ¡¿Ya?!
E.- Si… mañana tengo el día liado…
M.- Bueno, te acompaño.
E.- Pillo un taxi… no hace falta…
M.- ¡Pues va a ser que no!- girándose hacia su amiga.- Nos vamos, despídenos de los
chicos.
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L.- OK. Esther, encantada.

E.- Igualmente…
M.- Mañana te llamo, Laurita.
Salieron de la disco y caminaron unas calles hasta llegar a la moto.
Fueron en silencio hasta la moto y el trayecto hasta casa de Esther fue igual. Al bajarse
de la BMW, Maca también lo hizo, y se apoyó contra ella.
M.- Esther, ¿te lo has pasado bien?

E.- Si. Son muy simpáticos…
M.- Sí, son estupendos. Esther… esto…
E.- Si… dime…- me está poniendo cardiaca
M.- ¿Tienes novio?... Ósea, ¿pareja?
E.- Eh… no... Novio, no… ahora mismo no salgo con nadie, Maca…
M.- ¡Genial!...
E.- ¡¿Qué?!
M.- No, digo yo…que... ¿Cómo puede ser qué una chica tan linda no esté con nadie?...
E.- Pues ya ves… aún no ha llegado la horma de mi zapato…jejeje- ¿está ligando
conmigo?
M.- Espero que la encuentres prontito… y cerca de ti…
E.- ¡¿Y tú?
M.- Jejeje, ¡a mi nadie me quiere!
E.- Venga, no seas tonta… - yo si te quiero, joooo.- alguien habrá por ahí…
M.- Ahora mismo… sólo deseo volverme a enamorar…-mirándola a los ojos…- venga te
acompaño hasta tu puerta…
E.- Vale…- sin bajar la mirada.- es por allí…
M.- Esther…- apoyándola contra la pared- desde que te vi… no sé… no dejo de pensar…
en…- acercándose cada vez mas a su cara.
E.- ¿En que Maca?- casi en un susurro.
M.- En… como sería… besar tus labios…
E.- Pues hazlo…
Maca sonrío… Esther contuvo la respiración ante la mayor proximidad de esa cara, esa
sonrisa, esa boca… su cara se fue poco a poco levantando y los labios estaban cada vez
más cerca… notaba su respiración contra su piel… percibía su olor…
Se fundieron dos bocas, dos lenguas que deseaban saborear dulcemente a la otra…
dos lenguas que fueron intensificando el ritmo, acelerando las caricias… hasta recorrer
por completo cada milímetro de la otra… se estaban deshaciendo en aquellas caricias…
La mano de Maca subió hasta su cuello. Los dedos la acariciaban suavemente,

recorriendo poco a poco hasta introducirse en su pelo. La acercó más hacia ella, y
profundizaron el beso.
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E.- Maca…
M.- Mmmm… -no dejaba de besar su cara.
E.- Yo…
M.- Dime…
E.- Me… tengo que ir…
M.- Mmmmm… vale… - se apartaba de su cara. Y entraba en el portal.- Esther…
¿quieres quedar otro día?
E.- Claro… hasta otra, Maca…
M.- Hasta otra…
A la mañana siguiente, Maca, se encontraba flotando… Aquel “pues hazlo” le resonaba

aún en su mente… resonaban, aquellas dos palabras que le habían dado paso hacia
una boca… hacia un dulce sabor que aún permanecía en sus labios…
Después de darse una ducha y cambiarse. Se fue a la cocina y preparó una cafetera.
Eran las diez y media, y conociendo como conocía a su mejor amiga el timbre de la
puerta no tardaría en sonar.
Para cuando coloco las dos tazas y la leche, Laura ya estaba aporreando la puerta.
L.- ¡Maquita! Soy yo…- Maca iba hacia la puerta y la abría con una amplia sonrisa - ¡Uff!
Por tu cara…anoche te fue muy muy bien… ¡¿me equivoco?!
M.- Para nada…entra que ya tengo el café preparado…
L- ¡¿Cómo sabías qué yo iba a venir esta mañana?!
M.- Fácil… Nos conocemos hace más de diez años… y sé que a cotilla no te gana
nadie…
L.- Vale. Lo reconozco…. – Sentándose y sirviéndose el azúcar- ¡Venga cuenta!
M.- La acompañe a casa y…
L.- ¡¿Y?! .- impaciente
M.- Y hemos quedado para otro día…
L.- ¡Venga ya! ¡¿Sólo eso?! Esa cara me dice que paso algo más…
M.- Bueno… nos dimos un beso…
L.- ¡Lo sabia! Noté como Esther te miraba… ¡genial cariño!... ¿y ahora qué vas hacer?
M.-…
Decidió pasear después de salir del ensayo. Aún se le erizaba la piel ante el recuerdo
de ese beso con Maca.
Marcó el número de una de sus mejores amigas allí en Cádiz.
Conoció a Patricia un mes después de llegar de Madrid, en una prueba para una obra
de Gabriela. Y desde entonces se hicieron inseparables, de hecho, ella fue una de sus
mayores apoyos en su ruptura con Cruz.
Después de la voz preocupante de Esther, quedaron en verse en el parque Genoves,

junto a la cascada.
E.- Patri, gracias por venir, cielo…
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P.- ¿Qué es, cariño?

E.- He conocido a alguien…
P.- ¡Ey! Eso es genial. ¿No?
E.- Pero… creo que me estoy pillando… muy-mucho…
P.- Genial cariño…
E.- Pero, Patri, me da un miedo horrible…
P.- El amor tiene eso, cielo, a veces te hace la persona mas feliz de la tierra, y otras
sufres por el…
E.- Ya pero, desde Cruz…
P.- Esa tía, te hizo mucho daño, no tienen porque pasarte lo mismo con todas, cielo…
te lo he dicho muchísimas veces, la vida sigue…
E.- No siento nada por ella… pero…me duele lo que ella dejo de mí…
P.- Cari, yo siempre vi en ti a una mujer luchadora… Mira lo que has hecho por tu
familia, siempre luchar por ellos… lucha ahora por ti, cielo. Te cerraron la puerta en las
narices, pero se te abren ventanas… Nunca lo olvides…
24.-
Se miró por última vez en el espejo y dio un aprobado a la visión que tenia delante de
ella. Iba a ir a por Alicia a la academia y necesitaba estar “presentable”…
Ese viernes por la tarde, Gabriela, les había dado la tarde libre a todos. Y ella quería
aprovechar para pasarla con la niña, llevarla a dar de comer a los patos y quizás al cine.
Pero necesitaba estar con la personita que más quería en esos momentos.
Faltaban cinco minutos para que los niños salieran de clase de Maca. Pero esta vez no
se acercó a la puerta. Se encontraba muy nerviosa e inquieta y no sabia como iba a
reaccionar ante el reencuentro con esa mujer. De esa bella mujer, que la traía loca
esos días.
Maca, sin embargo, no dejaba de mirar hacia la puerta. No la veía y eso la estaba
poniendo cardiaca. Esos últimos minutos de clase se les estaban haciendo una
eternidad.
Dejó al grupo y se acercó a la puerta y buscó a Esther. Estaba en la entrada, sentada en
información, con tres madres más. Ahí, estaba. Había venido. Sonrió y entro de nuevo
con sus alumnos.
Dos minutos más tarde, el pequeño grupo recogían sus cosas para salir y saludaban a
sus padres.
Maca, se aproximó a Esther. La niña ya estaba abrazada a su tía.
M.- Hola Esther…

E.- Hola…
M.- ¿Todo bien? – la miraba nerviosa
E.- Si, tranquila…
M.- ¿Te gustaría salir conmigo esta noche?
E.- Claro…
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M.- Perfecto. ¿Quedamos para cenar?

E.- Vale
M.- Pues te recojo a las 22, si te parece bien…
E.- De acuerdo, esta noche nos vemos. Vamos princesa…
Héctor había quedado con su hermana en pasar a recoger a la niña para las 21h.
Le dio la cena a la pequeña y fueron a su dormitorio. ¿Ropa? ¿Qué ropa se iba a poner?
E.- Alicia, cariño… ¿me ayudas?- La niña subida en la cama, afirmó con la cabeza.
Esther le fue enseñando prendas a la pequeña y está decía que si o que no con la
cabeza…
E.- Cariño, la tita tiene que ir guapa esta noche… a ver cielo… ¿te gusta esta falda o
este pantalón?.- Señaló al pantalón.- OK. A ver, elegimos la camisa… ¿esta o esta?.-
con las dos prendas en la mano.
La niña se bajo de la cama y fue al armario, señaló una camisa negra.
E.- ¿Esa te gusta más?- la cogío con la mano.- ¡Ey! Está me la regalasteis papá y tú por
mi cumple… Buena elección cariño…- Sonó el portero.- Mira acaba de llegar papi a por
ti. Ven vamos a abrirle.
Le tomó de la mano y fueron hacia la puerta. Minutos después el ascensor llegaba y se

abría la puerta de la que salía su hermano.
H.- Princesa, ven con papá… - la niña se lanzó a su cuello.- ¿Se ha portado bien?
E.- Por supuesto. Mi niña es un encanto.
H.- Hermanita… ¡¿sales está noche?!
E.- ¡Serás cotilla!- la niña dijo que si enérgicamente con la cabeza.- Oye enana, eres
una chivata…
H.- Jajajaja… ¿y quién es la afortunada?
E.- ¡A ti te lo voy a decir…! Jajaja
H.- Se te ve nerviosita… ¿Alicia tu lo sabes?.- nuevamente dijo que si y hizo gestos con
la mano, como si estuviera bailando.- ¿Macarena?
E.- Jem jem, enana, ¡eres una chivata!
H.- Sabía que te iba a gustar…
E.- Pues como no me dejéis que me arregle, no le voy a gustar yo a ella…-mandándoles
al ascensor a los dos.
H.- Vale, vale… por cierto, mañana te llamo hermanita…dale un beso a la tita, cariño.-
Esther se le acercó y le puso la mejilla.
E.- Mañana hablaremos, “pequeña traidora”.-sacándole la lengua a su sobrina
Al salir de la ducha, se aliso el pelo y lo dejo suelto. Fue a su dormitorio y se colocó la
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ropa que habían elegido minutos antes.
Se dirigió al baño y se dio unos pequeños toques de maquillaje en la cara. Le faltaban

solo los tacones y estaría lista.
Daban las diez y cinco cuando bajaba al portal. Maca estaba apoyada en la puerta,
esperando. Abrió la puerta y se giró.
M.- ¡Hala! ¡Estás preciosa!.- Esther se puso roja. Dándole dos besos en la cara.
E.- Y tú…
M.- Te tengo una sorpresa…
E.- ¿Si? ¿Me vas a llevar a cenar a un sitio pijo?
M.- No exactamente, jejeje, ven tengo la moto aparcada allí…
Anduvieron unos quince minutos en moto por las calles de la ciudad. Al llegar a una
amplia avenida, Maca se apartó del tráfico y aplicó un pequeño mando del llavero, que
abrió la puerta de un garaje. Entraron y Maca estacionó justo al lado de un Alfa Romeo
deportivo.
M.- Es mi coche. ¿Te gusta?
E.- Vaya. Está muy bien…
M.- Si, pero prefiero la moto para la ciudad. Ven, es por aquí…- señalando a una salida
de emergencia.
Le abrió la puerta y dejó que pasara hasta llegar a un ascensor. Una vez dentro, pulso
el botón de la última planta.
Maca pegó su cuerpo al pecho de Esther, y la apoyó contra una de las paredes. El pulso
de Esther se aceleró. Su respiración era entrecortada cuando Maca se puso a
milímetros de su boca.
M.- Hace muchísimo rato que deseo hacer esto…
Metió la mano por detrás del cuello de Esther e inclinó su cara hacia arriba… poco a
poco fue aproximando su piel, hasta hundir su lengua en la boca abierta de una
ansiada Esther. Sus lenguas recorrieron todas las profundidades de la otra. Intentaban
quedar saciadas de sabor. Pero el deseo iba en aumento.
El ascensor llegó a su destino y la puerta se abrió lentamente. Las bocas se separaron,

pero las miradas no pudieron hacer lo mismo.
M.- Ven…- le cogió la mano suavemente.- es por aquí…
Entraron a la casa de Maca y encendió las luces de la entrada.

Esther estaba sorprendida de la visión que tenía a su alrededor. Los muebles no eran
excesivamente caros, pero eran de un gusto exquisito y elegante. Era un ático
precioso.
Maca dejó el juego de llaves y su casco en la entrada. Y tomó su bolso y lo colocó en la
percha.
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M.- Trae, podremos tu bolso aquí… ponte cómoda…
Se marchó al salón y cogió una cubitera del mueble bar. Sacó un Moscatel, de Jerez,
por supuesto. Y lo enterró en el hielo.
M.- ¿Quieres ver donde cenaremos?

E.- Claro…
M.- Ven.- le volvió a tomar de la mano.
Abrió la puerta de una enorme terraza y Esther lo agradeció, estaba tan nerviosa que
necesitaba el aire fresco en su cara. Salieron fuera. Las vistas desde aquella altura eran
impresionantes. Las calles de Cádiz cubiertas de miles de luces.
E.- Es precioso…- asomándose a la baranda.

M.- Esther, ¿estás nerviosa? ¿Verdad?
E.- Un poquito…-girándose hacia ella
M.- Tranquila… sólo quiero conocerte…y que me conozcas… ¿vale?...- le acariciaba la
cara con dos dedos.
E.- Mmmm, vale…
Maca estaba siendo realmente encantadora con ella. Se sentía diferente cada vez que
le realizaba una suave caricia… su cuerpo se estremecía con el roce de sus dedos.
La mesa en la que cenarían, situada a un lado de esa terraza, ya había sido

delicadamente decorada por Maca. Con unos tulipanes en el centro y una vela al lado
de ellos.
Salió en busca de la cubitera y la trajo minutos después, colocándola en una mesilla

supletoria de la principal.
Sirvió suavemente el vino y le ofreció una de las copas a Esther.

M.- Espero que esté lo suficientemente frío… y que sea de tu agrado…
E.- Mmmmm… - saboreándolo.- es suave y dulce…- como tú.- está riquísimo…
M.- Me alegra que te guste…
Se dispusieron a comer. Y entre risas y bromas se les paso el rato volando. Pasaron los
entrantes de canapés y brochetas de verdura con pollo. Y ya estaba sirviendo el plato
principal…
M.- Entonces ¿Cuánto tiempo llevas en esto del arte dramático?- No dejaba de mirarle
a los ojos…
E.- A ver tengo 26… pues en serio en serio, unos diez o doce años… pero siempre iba
detrás de mi madre y la observaba actuar, me encantaba mirarla desde los
bastidores… ¿Y tú? ¿Desde cuando bailas?
M.- Desde pequeñita… tendría 5 años, como Ali… llevo 22 años bailando, jejeje…unos
pocos ¿no?
E.- Pues sí… por cierto, el marisco está buenísimo…
M.- Gracias… la receta es de Carmen…la cocinera de mis padres…
E.- ¡¿La cocinera?! ¡Qué categoría! Jajajaja…
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M.- Mis padres, yo no… hace más de 7 años que no me hablo con ellos…
E.- Lo siento…
M.- No te preocupes…supongo que no se tomaron bien que una de sus hijas fuera
lesbiana… me echaron de casa y me vine a la capital… Laura me ayudó muchísimo…me
presentó a Rafa… fuimos pareja de baile un tiempo… ganamos varios títulos y me hice
profesora… hasta hoy.
E.- Wauu que resumen…
M.- Voy a por el postre… ¿vale?... espero que te gusten las fresas con chocolate…
E.- Claro… me encanta todo lo que lleve chocolate…
M.- Es bueno saberlo….
29.-
A medida que los minutos pasaban Esther se sentía muchísimo más relajada con su
acompañante. Al terminar de cenar, fue a sentarse en una hamaca que estaba al fondo
de la terraza.
E.- ¡¿Me caeré?!

M.- Jajaja, no creo, a ver ponte…- la tomó de la cintura y la movió hacia el centro…- Así,
mucho mejor… mantén el equilibrio… es fácil, verás…
E.- Si no me mato antes…- burlándose.- se ve todo el cielo… mmmm… está precioso…
M.- ¿Me haces sitio?
E.- Por supuesto…
Maca se sentó al lado de Esther y dejó que apoyara su cuerpo contra el pecho de ella.
M.- Ven túmbate… se ven mejor las estrellas…- acomodándose las dos en la hamaca…
E.- Ahhh… ¡nos vamos a matar!
M.- Jajaja, Esther no te muevas tanto, jajajaja, tranquila, relájate, anda ven…
La pegó aún más a su cuerpo y pasó las manos por su cintura abrazándola. Le
acariciaba la espalda, suavemente, desde el cuello a su cintura, derritiendo la piel que
quedaba debajo de la yema de sus dedos. Maca hundió su cara en el cuello de Esther y
comenzó a dejar pequeños besos por esa erizada piel. La respiraba y reptando con sus
labios subía hasta su pelo, para besarlo y bajar de nuevo al lóbulo de su oreja.
La mano de Esther tomó autonomía propia sobre pecho de Maca, dibujando amplios
círculos sobre la tela que los cubría. Metió muy despacio los dedos debajo de esa
camiseta y rozó delicadamente el género del sujetador de Maca.
Ésta se activó en ese contacto y levantando ligeramente el cuerpo de Esther, le quitó la

camisa y la lanzó al suelo. Esther hizo lo propio y se quedaron piel contra piel.
El vaivén de la hamaca y la brisa del aire hacían que esos cuerpos se sintieran como en
las nubes. Flotando.
La boca de Esther comenzó a jugar sobre sus pechos. Y su mano hábilmente,

desabrochó aquella molesta prenda... Dios, aquella visión era una maravilla. Fue
bajando poco a poco hacia la tersa piel y cubrió con sus húmedos labios el centro de
ese pecho. Se endureció bajo aquella caricia y la respiración de Maca fue acelerándose
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por momentos.
Sus manos recorrían el cuerpo de Esther. Una apoderándose de uno de sus pechos y
otra llegando al centro de sus piernas. Esther se estremeció al notar la presión de
Maca sobre su pantalón.
Los dedos abrieron los botones e introdujo suavemente su ansiosa mano. La tela de la
prenda íntima estaba ligeramente mojada y Maca sonrío. Separó de la piel la ropa y
reptó con sus dedos buscando el centro de placer… Esther arqueó su espalda y Maca
abrió más sus piernas, recorriendo por completo cada milímetro mojado de Esther.
E.- Maca, ¡por dios!

M.- Shhh, tranquila cariño…
Dos dedos de Maca entraron en Esther y un gemido salió de su garganta. La boca de

Maca subió hasta la de ella y se apoderó de su legua… Sin prisas pero con firmeza, iba
poco a poco penetrándola…
E.- Sigue… un poco más…
Se estaba deshaciendo de tanta excitación. Lo necesitaba ya. Maca lo notó en sus ojos,
en el temblor de su cuerpo. Aceleró el ritmo… un poco más… un poco más… y notó
como sus dedos eran bañados por el mar de Esther.
E.¡Dioooooooooooooooooooooooossssssssssssssssssssssssssssssss!
M.- Tranquila.- besaba su cara dulcemente y retiraba su mano con mucha delicadeza.-
respira cariño, respira…
Pasados unos minutos, abrazadas aún sobre la hamaca, Esther se inclinó hacia el oído
de Maca y le susurro...
E.- Ahora me toca a mi…
Ese movimiento provocó que fueran al suelo.
M.- ¡mierda! Jajaja, ¿estás bien?

E.- Si, si, jajajaja, pero vamos a la cama… oye… ¿aún te queda chocolate?...
M.- Jejeje, si…
E.- Perfecto.
En el camino hacia la cama, entre besos y caricias, la ropa de ambas rodaba por el
suelo.
Tumbo a Maca sobre las sabanas, mientras sus manos la acariciaban de arriba a bajo,
como si quisiera memorizar ese tacto en sus yemas…Con delicadeza volcó un poco de
chocolate sobre el erguido pezón de Maca y antes de que se deslizara hacia abajo,
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llevó su boca hacia el líquido y fue atrapándola con la lengua…
M.- mmmmmm Esther…
Repitió varias veces la misma operación por ambos pechos… y con el chocolate fue
dejando pequeños caminitos por su estomago para después con su lengua recorrerlos
muy despacio… bajo al interior de sus muslos… un poquito más de chocolate y
comenzó a lamer ese trozo de piel…
M.- Esther, por favor…
Apartó el chocolate hacia la mesilla de al lado. Y con sus dedos abrió el centro de
Maca, para chupar lentamente el interior. Poco a poco su lengua recorría todo su ser…
bebía de su ser… notó como la respiración de Maca era cada vez más entrecortada…
subió sus manos hacia las de ella y entrelazaron sus dedos…la lengua bajó poco a poco
hasta penetrar, una y otra vez a la excitada Maca.
Maca estaba derritiéndose entre las caricias. Notaba como no podía aguantar mucho
más, se sentía como su cuerpo temblaba bajo la boca de Esther.
M.- Por favor, Esther, hazme tuya…
Esther sonrío, estaba deseando escuchar esas dos palabras. Dos de sus dedos entraron
dentro de su vagina suavemente y fueron recorriendo todas las paredes de su
interior… levantó las caderas de Maca para poder penetrar mas adentro…
M.- No aguanto más Esther, ¡POR DIOS!
Aceleró el ritmo de la penetración, mientras su lengua no abandonaba su húmedo

centro. Mas rápido tanto con sus dedos como con su lengua… un poco más…
M.- AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!
Se retiró del centro de las piernas y subió para abrázala, porque aún temblaba…
E.- Me parece que te vas a tener que dar una duchita.- sonría y le acariciaba la cara.-
estás pegajosa…
M.- Sí, jajajaja, pero tú conmigo
Después de la ducha, se tumbaron en la cama y en seguida se quedaron dormidas.

Abrazadas y con las piernas entrelazadas, pasaron el resto de la noche.
Los rayos del sol despertaron a la desfallecida Maca, y con una sonrisa, extendió el
brazo hacia su derecha en busca de Esther. Pero no había nadie.
Abrió los ojos para intentar localizarla.
25
3
M.- Esther…
Nadie en la habitación. Y en el hueco de las sabanas donde había dormido Esther,

estaba una nota.
Lo siento, me he tenido que ir…

Te llamaré…un beso
Esther.
No entendía nada. Bueno, al menos ponía un “te llamaré”… esas dos palabras le
resonaban en su mente, una y otra vez…
La semana siguió su curso y Maca seguía esperando esa llamada, que cada día, la creía
menos posible….
Laura notó a su amiga muy decaída e intentaba que se despejara un poco.
M.- Joder, Laura, no lo entiendo… fue una noche increíble…

L.- Tranquila cariño, ya llamará…
M.- Pero si ni siquiera ha aparecido a la academia a recoger a Alicia…
L.- No sé que decirte, cariño…
M.- Nunca pensé que Esther fuera de las de una noche y punto…
L.- Quizás tiene mucho trabajo o algo…
M.- Estaba muy ilusionada con esa chica…
L.- Cariño, pues a otra cosa mariposa… joder… con la de chicas que a ti sobran…
M.- Esta era diferente… me gustaba de veras…
L.- Lo siento, cielo. Anímate, anda….
M.- No puedo… no puedo…
Y seguían pasando los días, sin saber nada de Esther. Preocupada le preguntó a Héctor
si Esther estaba enferma, pero no. Esther estaba perfectamente, trabajando
muchísimo en la obra…
Esa misma tarde, Patricia llegaba a casa de Esther con diez minutos de retraso.
P.- Lo siento cielo. El tráfico está hoy horrible. No encontraba donde aparcar.
E.- No pasa nada, pasa.- apartándose de la puerta. Llevaba una bata puesta.- He
preparado café. Está en la cocina…
P.- ¿Qué te pasa cielo?
E.- La otra noche estuve con esa chica… Maca…- tomando las dos asiento.
P.- Pero eso no es malo, ¿no?
E.- Por la mañana me cague de miedo… y me fui, sin decirle nada… sólo una nota…
P.- ¿Qué dices, Esther? ¡Eso no es propio de ti!
E.- Joder, lo sé… pero…
P.- Pero ¡¿qué?!
E.- Fue demasiado increíble, fue una pasada, no dejo de recordarlo… joder…fue…
P.- ¡¿Te estás oyendo?!
26
3
E.- Joder, soy idiota…

P.- Sí. Un poco-bastante.
E.- Pero Patri, le dije que la llamaría y no lo he hecho…
P.- ¡Pues hazlo!
E.- No creo que quiera saber nada de mi… he sido una imbécil…
P.- Esther, si esa chica te gusta… ¡¡Qué te gusta!! ¡¡¡Arréglalo!!!
E.- Ya no puedo…
P.- ¡Púes lo intentas!
E.- ¿Y si no quiere saber nada de mí?
P.- ¿Y si nunca lo intentas?
E.- OK… la llamaré…
A la mañana siguiente, al llegar al ensayo, Antonio le dijo que su madre la estaba

esperando en el despacho.
Anduvo por el pasillo del estudio y tocó varias a la puerta antes de entrar. Gabriela
estaba hablando por teléfono y le hizo con la mano para que se sentara.
G.- Si… Pues la verdad, te estaría muy agradecida. – Se escuchaba la voz

respondiéndole desde el otro lado.- Entonces, ¿vienes en una hora?...- otra vez la voz.-
Pues muchísimas gracias, ahora nos vemos.- colgaron.
Esther se levantó y fue hasta la cafetera que tenía su madre en el despacho. Tomó dos
tazas y las llenó de su brebaje favorito, añadiéndole después un poco de leche y
azúcar.
E.- Mamá, ¿qué pasa? Te noto preocupada…- ofreciéndole una de las tazas.
G.- Nos hemos quedado sin coreógrafo…
E.- ¡¿Y eso?!
G.- Víctor, que nos ha dejado plantados…
E.- Pero, ¿por qué?
G.- Púes, dice que tiene una obra más importante en Paris…
E.- ¡Yo flipo con la gente!. Siempre ha sido él quien nos ha ayudado en esas escenas…
G.- Pues ya ves, cariño…
E.- ¿Qué vas a hacer ahora?
G.- Lo que acabo de hacer. En una hora vendrá otra persona…
E.- ¡Genial! Creía que no íbamos a representar los dos bailes…
G.- Púes si, lo vamos hacer. Por cierto, Héctor y Ali vendrán luego a casa a comer.
¿Vendrás tú también?
E.- Claro, tengo ganas de verlos… hace días que no se nada.
G.- Creo que Héctor ha encontrado una nueva niñera para Alicia…
E.- Le vendrá bien, nosotras últimamente no tenemos tiempo para nada…- la verdad,
es que no quiero tener tiempo libre para no pensar en Maca.- Bueno mamá, salgo
para ensayar un rato.
G.- Yo ahora voy, cariño. Tengo que hacer una llamada.
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3
En menos de una hora, cómo ya había hablado Gabriela por teléfono, el timbre de la
puerta del estudio sonó y fue Esther la que se dispuso a abrirla.
E.- ¡Tú! ¡¿Qué haces aquí?!.- Su piel palideció en ese instante. Era Maca.
M.- Venir a trabajar… ¿me dejas pasar, Esther?
E.- Cla…claro, pasa.
Maca fue hacia el despacho de Gabriela y tras más de media hora de conversación, la
pareja salió para presentar la nueva coreógrafa al grupo.
G.- Bueno chicos. ¡Un momento de atención! Os presento a la nueva coreógrafa,

Macarena Fernández.
M.- Hola a todos... Empecemos a trabajar.
Sin más presentación, Maca comenzó a ordenar el planteamiento de la escena del

baile. Quienes debían de estar a un lado, quienes al otro. Los pasos que tendrían que
dar cada pareja y en el momento que cada uno debería aparecer.
Desde el otro lado de la sala, Esther la observaba en silencio. Sus movimientos, sus
gestos, sus formas de explicar, todo, la estaban hechizando.
La recordaba entre sus brazos aquella noche, lo delicada y dulce que había sido. Ahora,
sin embargo, esa mujer parecía estar transformada en un ser con mucho más carácter,
que no dejaba por ello, de causarle una atracción impresionante.
Se sentía horrible por su forma de actuar con esa chica. Necesitaba hablar con ella...
explicarle el porque de sus actos.
Maca dio al grupo cinco minutos de descanso y Esther los aprovechó para acercarse a
ella.
E.- Maca…
M.- ¿Tienes algún problema con los pasos?
E.- No, yo…
M.- Pues lo siento, Esther, si no es para hablarme de la coreografía, no me interesa
saber nada más…
E.- Pero… yo…
M.- Lo siento, estoy muy liada con esto…- mirando unos papeles que tenia en la mano-
y si no tienes nada más que decirme… te agradecería que…- le hizo un gesto para que
se fuera.- me dejaras hacer mi trabajo.
E.- OK. Perdona.
A partir de ese momento, los minutos se le hicieron interminables a Esther. Maca ni

siquiera la miraba, ni siquiera cuando le daba una orden, o la cogía para marcarle el
paso. Sin embargo con el resto del grupo, era simpática y agradable.
Sabía que se lo merecía. Pero aquel castigo era demasiado para ella…
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3
Los actores se disponían a salir, pues Maca había dado los ensayos por terminados.
Maca estaba recogiendo sus cosas y Esther nuevamente se le acercó para intentar
darle una explicación.
E.- Maca… quisiera hablar contigo…

M.- Pues lo siento, yo no tengo nada contigo…
E.- ¡¿Y lo de la otra noche?!
M.- ¡¿Qué noche Esther?! ¡¿La que tú resumiste con una simple nota?! ¡Eso soy yo
para ti! ¡Una nota!
E.- Lo siento. Yo… yo…
M.- ¿Tú qué, Esther?
E.- Tenía que irme…
M.- Claro, si yo eso lo entiendo… y ahora me dirás que no tenias saldo, ni monedas
sueltas para la cabina, la línea de tu casa te la han cortado… y que la abuela fuma.¿no?
E.- Joder, Maca… escúchame…
M.- ¿Qué me vas a decir Esther?, ¿Qué no fui solo el polvo de una noche? ¡Pensaba
que eras diferente, joder!
E.- No fuiste un polvo solamente…
M.- ¡Venga ya, Esther! Si hubiera significado algo para ti, no te hubieras marchado así…
y al menos me hubieras llamado…
E.- Yo, lo siento…
M.- Más lo siento yo. Pero si yo soy solo para ti, una nota, tú sólo serás para mi,
trabajo. Ahora, adiós.
En los días sucesivos, se esquivaban, ni palabras, ni miradas, sólo lo imprescindible

para la obra. Y eso cada vez se le hacia más duro a ambas.
Los primeros días para Esther fueron muy duros. Apenas sonreía y deambulaba como
inmersa en sus pensamientos. Se sentía muy culpable y sabía que había perdido a una
mujer increíble por una estupidez. Gabriela y Héctor se percataron de su cambio de
carácter, y aunque intentaron por todos los medios que ella se desahogara, no lo
consiguieron.
El miércoles después de los ensayos, se fue directamente a casa, preparó algo de cena
y se fue a la ducha. Quince minutos más tarde, con el albornoz puesto y una toalla en
el pelo, salía del baño, para abrir la puerta a la que no paraban de tocar
insistentemente.
E.- ¡¿Quién es con tanta prisa?!- asomándose por la mirilla. Era Patricia.
P.- Yo, abre ya, cansina…
E.- ¡Ey! ¿Qué pasa?- dejándola entrar.
P.- ¡¿Qué te pasa a ti, chiquilla?! ¡Me ha llamado tu hermano Héctor!- tomando
asiento en el sofá.- Dice que está preocupado por ti, quería saber si yo sabia lo que
pasaba… ¿por qué no me has llamado para decirme que estabas tan mal?...- al no
tener respuesta por su parte, continúo.- Así que, desembucha…
29
3
E.- No quería molestarte con mis tonterías…

P.- Tontería es lo que acabas de soltar, bonita, ¿para qué están las amigas?
E.- Verás, estoy mal por Maca…
P.- Lo sabía…
E.- Intenté pedirle perdón, pero no me dejo…
P.- ¡¿Y qué querías?! ¡¿Llegar y besar el Santo?!
E.- Joder, ¡No!, pero si vieras lo dolida que está…
P.- ¡Normal!… desapareciste del mapa después de acostarte con ella…
E.- Ella piensa que fue un polvo de una noche…
P.- ¡¿Y no lo fue?!
E.- Joder, ¡No!, me sentí tan completa en sus brazos… con sus besos… que sentí un
pánico horrible….
P.- Esther, tienes que superarlo cariño…
E.- A ver, es que me siento tan poca cosa… como si no mereciera el amor de nadie…
P.- Cariño, quítate esa idea de la cabeza…
E.- Esta chica me hacía sentirme especial de nuevo… y joder… no estoy preparada
aún…
P.- Entonces si no quieres nada con ella… ¿por qué estás así?
E.- Mi niña, siempre analizándome…
P.- Jejeje, eso es lo que tiene ser mi amiga, aguantar mis análisis…
E.- Pues no sé, cielo…
P.- ¿Te lo digo yo?
E.- Me voy a arrepentir seguro… pero… dilo…
P.- Cariño, estás hasta las trancas por ella… te tiene loquita…
E.- ¡Genial! ¿y ahora qué?
P.- Recupérala, pídele perdón, y al menos intenta ganar su amistad…
E.- Pero, no quiere saber nada de mí…
P.- Insiste un poquito más, cariño. Al menos inténtalo y no te quedes con la duda…
E.- Anda, dame un abrazo, por fi… lo necesito…
P.- Ven tonta, uno y los que quieras…
37.-
Maca llegaba a la academia con diez minutos de adelanto. Saludaba a Teresita, que
ocupaba puntual su puesto en recepción, y charlaban un poquito antes de pasar por su
despacho.
T.- Te espera una sorpresita en tu despacho, Maquita…

M.- ¡¿A mí?!
T.- Claro chica, ¿Cuántas Maquitas ves tú por aquí?
M.- ¡¿Y qué es?!- preguntaba nerviosa.
T.- ¡A, no! ¡Tú sabes que yo no soy cotilla!
M.- Vale, vale, eso se lo cuentas a otra… a mí después de tanto tiempo, no me cuela…
T.- ¡Oye, sin pasarse, bonita!… Claro que se lo que es, pero nada más que por eso,
como a mi no me gusta “hablar”, vas a tu despacho y lo descubres tu solita…
M.- ¡Si se ha enfadado y todo!... Anda, tonta, con lo que yo te quiero…
30
3
T.- Si…si, ahora… anda ve…

M.- Voy corriendo.- Maca se aligeraba por el pasillo hacia su despacho.
T.- ¡Maca!- le gritaba desde recepción y ésta se giraba.- ¿ahora me dirás quien te lo
manda?
M.- Jajaja, ¡la que no era cotilla!, ya veremos Teresita, ya veremos…
Al entrar, sonrió, pues sabía perfectamente que ese ramo de tulipanes sólo se lo podía
mandar una persona…
Se acercó despacio a las flores y tomó un sobrecito que se encontraba en el centro. Le

temblaban las manos. Aunque su mente le decía que ese ramo, solo podía ser de una
persona, no quería hacerse ilusiones.
Sólo lo tuvo unos seguidos en los dedos, pero el tiempo se congelo en ese instante.
Saco el papel y miró en primer lugar la firma. ESTHER. Sonrió, y se dispuso a leer esas
líneas.
Los muros que construimos alrededor de nosotros nos protegen contra la tristeza,
pero también impiden que nos llegue la felicidad
¿Me dejaras darte una explicación y pedirte perdón?

Por favor…
Esther.
Maca se marchó ese día a casa con una sonrisa en los labios. Colocó los tulipanes en el
salón y llamó a Laura para invitarla a cenar. Se dio una ducha y lo preparo todo para
cuando su amiga llegara. Cena ligera, pues Laurita era vegetariana.
M.- Tú, puntual, no me lo puedo creer…-abriéndole la puerta

L- ¡Oye! No te pases…Toma, he traído un oloroso de Jerez para la cena… ponla en la
nevera…
M.- No tenias porque…
L.- Jejeje lo sé, pero bueno… cuenta… ¿cuál es el motivo de la cena?
M.- ¡Hala! ¿Por qué tiene que haber un motivo? ¡Eh!
L.- Maca, ¿y esas flores?… - aligerándose hacia el centro de la mesa.- CUENTA…
M.- Son de Esther… venían con esta nota…
L.- ¿Otra nota? Vaya que original…
M.- Esta es diferente… toma, léela…
L.-… Parece, sincera… ¿qué vas a hacer?
M.- No lo sé aún… la veré mañana en el estudio… y no se que voy hacer con ella…
L.- Escúchala, a ver lo que tiene que decirte…
M.- Bueno, veremos a ver… la verdad es que esa chica me trae loca… me gusta
muchísimo Laura…
L.- Lo sé, cariño, por eso tienes que tener cuidado… ¿vale?
M.- Vale… venga vamos a por la cena, que estoy muerta de hambre…
L.- ¡Glotona!...
M.- Jajaja, bastante…
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3
Viernes por la mañana. La actriz se sentía nerviosa al cruzar la puerta del estudio. Se
encontraría con la bailarina esa mañana, pues tenían un nuevo ensayo. Y no sabia
realmente si las flores habían dado resultado… estaba como un flan.
Había sido varias veces rechazada por Maca y sentía que una nueva negativa no la
podría soportar.
La vio apoyada en una mesa, estudiando unos papeles que tenía en las manos. Tenía
su semblante serio, pero no por eso era menos atractiva. Un escalofrío recorrió el
cuerpo de Esther de pies a cabeza. En ese momento, ella levantó la mirada de lo que
tenía entre manos y cruzó la mirada con la actriz.
Nada, ni una sonrisa. Ningún gesto en la cara de Maca que le diera una mínima
esperanza a Esther. Bajo la mirada y siguió su camino hacia el despacho de su madre.
Allí dejaría sus cosas y se prepararía para ensayar.
Las tres horas sucesivas de trabajo, siguieron para Esther igual de frías y duras. La
coreógrafa daba sus explicaciones sobre la escena y parecía como si ella ni siquiera
existiera. Apenas la miraba y le dirigía la palabra.
No aguantó mucho más y se fue al baño. Nada más entrar sus ojos se les llenaron de
lágrimas. Marcó el número de su mejor amiga, y espero a calmarse para dar la
llamada…
P.- ¡Esther! ¿Qué ocurre?

E.- No voy a poder… cari, ni siquiera me mira…
P.- Escúchame cariño…tranquilízate y deja de llorar.
E.- No puedo…
P.- Si, puedes… vamos cariño, tu eres fuerte…
Escuchó varios pasos acercarse por el pasillo. Entró en uno de los aseos individuales,
pues no quería que nadie le viera en ese estado. La puerta se abrió, y entraron dentro.
Esther dejó de hablar con su amiga, se quedó en silencio absoluto.
M.- Esther… se que estás ahí…- pero no obtuvo ninguna respuesta.- por favor, sal,
quiero hablar contigo…
La actriz, se acercaba de nuevo el móvil al oído y susurraba un “ahora te llamo”,

cerrando la llamada como si estuviera hipnotizada. Giraba el pomo de la puerta y salía
colocándose de Maca. Tenía la cara mirando hacia abajo.
M.- Esther, ¿por qué llorabas?- un nudo se le hizo en el estomago.

E.- ¡Qué más da!
M.- Te estoy preguntando…- le levanto la cara con dos de sus dedos.- mírame…
E.- Sé que estás enfadada conmigo…- sus lágrimas amenazaban con volver a salir.-… se
que tienes motivo para estarlo… pero no has querido escucharme… joder… sólo quiero
que me escuches…- giraba de nuevo la cara para que no viera una de sus lágrimas
recorrer su mejilla.
32
3
M.- Ósea que estás así por mí…

E.- ¿Piensas que soy una zorra sin sentimientos, verdad?
M.- Zorra, yo nunca te lo llamé, eso lo has dicho tú…
E.- Vale, pues nada… no hay nada más que hablar…
Fue al lavabo, se aclaró un poco la cara y secándose acto seguido. Se disponía a salir
por la puerta, cuando Maca la agarró por el brazo.
M.- Espera…
E.- ¿No te has vengado de mí lo suficiente?
M.- Esther…
E.- No Maca, ya no puedo más, se que me equivoqué contigo… y lo estoy pagando muy
caro, créeme… por no quiero sufrir más… si no quieres escucharme… me parece muy
bien… pero no me hagas más daño… ya no más…
M.- Esther… escúchame…- estaba a punto de salir por la puerta
E.- ¿Ahora qué?-volviéndose a girar
M.- Perdóname, pero estaba muy dolida… ¿aún quieres hablar conmigo?..
E.- ¿Para qué? Si ya tienes de mí el concepto de una zorra sin sentimientos…
M.- Para hacerme cambiar de idea Esther… Necesito que me digas que no fui solo un
polvo… ¡DIOS!
E.- No, no lo fuiste…
M.- Gracias… ¿querrás darme esa explicación? Por favor…
E.- Si… ven está noche en la cascada del parque de genovés… a las 22h, ¿vale?
M.- Vale…
41.-
Esther estaba nerviosa, andando de un lado para otro, parecía que iba a hacer un surco
en el suelo. Maca llegaba con diez minutos de retraso…
M.- Perdona. El tráfico.- se disculpaba.

E.- Tranquila… ¿paseamos o nos sentamos en un banco?
M.- Como quieras…
E.- Paseemos un rato, por favor, a ver si me calmo…
M.- Vale.- la observaba detenidamente cada gesto…
E.- A ver… lo que te voy a contar… - se encontraba muy nerviosa. Movía las manos de
un lado a otro.- no es que me justifique… pero Maca, yo antes no era así, de veras…
M.- Sigue…
E.- Tuve una relación anterior… con una mujer… ¿vale?, sufrí muchísimo, y ella me hizo
muchísimo daño…
M.- Pero, no entiendo… ¿qué tiene que ver eso conmigo, Esther?
E.- En un principio nada… Sé que ella, no eres tú…
M.- ¿Entonces?
E.- Verás, antes yo era una persona, dulce, cariñosa, confiada… amaba sin miedo…
pero, después de ella, mi mundo se llenó de pesadillas… no quería sentir el amor de
nuevo…y llegaste tú a mi vida… y…
33
3
M.- ¿Y?
E.- Empecé a sentir contigo sentimientos que me dieron pánico…
M.- Esther…
E.- Si… llegaste tú y volviste mi mundo del revés, volví a sentir las mariposas en el
estómago que ya creía extinguidas, fuiste esa brisa de aire que reavivo las llamas de la
hoguera de mis sentimientos que creía apagada desde aquello, aquella en la que me
empeñé en echar calderos de agua, del todo inútiles desde que te conocí…
M.- ¡Dios, Esther! ¿Piensas qué yo no sentí miedo?… si la primera vez que te vi… pensé
que se movía la tierra y eran mis piernas que no me aguantaban… fue ver tu sonrisa y
derretir todo mi ser…
E.- ¿Cuándo me vistes en la academia?
M.- No, la primera vez que vi tu sonrisa, fue en un parque, estabas con Alicia y con
Héctor…
E.- No lo sabia, yo no te vi…
M.- Me dio escalofrío por todo mi cuerpo, y me morí de envidia, pues llegué a pensar
que eras la mujer de Héctor y la madre de Alicia…
E.- No me preguntaste nada…
M.- No me atrevía, pero me gustabas cada vez más y después descubrí que no eras su
esposa…metí la pata con tu hermano…uff, es que soy muy bruta a veces…
E.- Maca, siento mucho el daño que te he causado… supongo que ya no tengo ninguna
posibilidad, ¿no?
M.-…
E.- Por favor…
M.- Me has hecho mucho daño…
E.- Lo sé… pero me he dado cuenta, de que no puedo estar sin ti… Maca, aquella
noche, con tus caricias, tus besos, no los he podido borrar de mi mente…
M.- Ni yo…
E.- ¿Entonces?
M.- De acuerdo, empecemos de nuevo, ¿vale?
E.- ¿En serio?
M.- Jejeje, en serio.- se inclinó para darle un beso en los labios.- ¿te apetece dar una
vuelta y tomar algo?
E.- Mmmm, por supuesto.
M.- Pues vamos…-la tomo de la mano y salieron del parque en dirección a la moto.
Andaban por las calles de Cádiz con la moto hasta llegar a un púb latino. Se sentaron
en la barra y pidieron dos copas.
M.- ¿Estuviste mucho con esa chica?

E.- ¿Con Cruz? Demasiado… unos tres años…
M.- Eso es mucho… ¿y qué pasó?
E.- Fui a su trabajo a recogerla una tarde… y me la encontré en su despacho
enrollándose con su jefa…
M.- Joder… que bien, ¿no?
E.- Si, muy bien…fui cambiada por un ascenso…
M.- Va, no seas tonta…Ahora estás conmigo…Venga, vamos a bailar…
34
3
E.- Estoy contigo, que bien suena eso, jejeje…- Maca tomó su mano y la levantó de su
asiento llevándola a la pista.
Estuvieron más de dos horas bailando. Hasta que los pies de Esther dijeron, “ya no
más”. Y volvían bromeando hacia la barra.
M.- Jajaja, Esther, cariño, lo que te pasa a ti es que las caderas no las mueves…
E.- Oye,- le dio un palo suave en el brazo.- se moverlas en posición horizontal, jajajaja,
tu que te piensas…
M.- Jajaja. De eso no tengo dudas.- se inclinó hacia su boca y le mordió el labio inferior
a la actriz.- pero en la salsa… ¡va a ser qué no!
E.- Bueno, pues en la salsa, me enseñas tú, ¿no eres acaso maestra?
M.- Jejejeje, pues si. Tienes suerte de haber dado conmigo, pequeña, jajajaja, venga
vamos a darte tu primera clase, coge el bolso, nos vamos…
E.- Ey, ¿a dónde?
M.- Es una sorpresa…
Devuelta a la carretera, pero esta vez con un misterio por destino. Tras unos minutos
de viaje, que a Esther se le hicieron eternos, Maca dejo la moto aparcada cerca de un
paseo marítimo.
E.- ¡Estás loca! ¿Qué hacemos aquí?

M.- Jejejeje, pues vamos a darte tu clase de baile…
E.- Pero, ¿Dónde?
M.- Sígueme…- tomando su mano y llevándola hasta la playa…
E.- Maca, ¡¿Qué hacemos en la Caleta?! ¡Son las tres de la mañana!
M.- ¡Tomar el sol, no cariño! Confía en mí. Ven, anda…
Se quitaron los zapatos y anduvieron por la fina arena hasta llegar a la orilla. Maca
levantó los brazos y se quitó la parte de arriba, quedándose con la prenda intima
únicamente.
E.- ¡Dios, estás loca! Jajajaja…
M.- ¿Te lo quitas tú, o yo?
E.- Mmmmm, que me lo quites tú es muy tentador…
M.- Jajajaja, ¡anda payasa!, jajajaja…- le tiro la camiseta a la cara.
E.- ¡Ey! ¡¡¡Me has pillado desprevenida!!! Jajajaja ¡tramposa!- le vuelve a tirar la
prenda.
M.- Mira que eres lentita… - quitándose los zapatos y los pantalones.- Al final voy a
tener que ir yo…
E.- ¡¿Y por qué estás tardando tanto?!
Maca, la miró a los ojos, para ver si estaba hablando en serio.

Esther hizo un gesto afirmativo con la cabeza, y la bailarina comenzó a acercarse
lentamente.
Llegó hasta ella y la besó dulcemente en los labios… le retiró hacia arriba la camiseta,
hasta sacarla de su cabeza, dejándola posteriormente en el suelo. Su cara, bajó hasta
35
3
su sujetador y dejando calidos besos por encima de éste, sus manos se deslizaron por
el estomago de una erizada Esther. Llegaron hasta el inicio del pantalón. Su mano
derecha, agarró el botón y lo desabrochó, la izquierda bajo la cremallera…
M.- ¿Así mejor?- arrodillándose y bajándole el resto del pantalón.

E.- Mucho mejor…
Una vez dejaron la ropa bien doblada en la arena. Se introdujeron poco a

poco en el agua.
E.- ¡¿Aquí me vas a dar mi primera clase?!- Maca, ya estaba dentro y a ella le llegaba el
agua hasta las rodillas.
M.- Si… ¡Vamos Esther, qué está calentita!.- salpicándole en la cara.
E.- ¡Ey! Jajajaja
M.- Venga… - Esther saltó y se hundió en el agua de cabeza. Llegando buceando hasta
donde estaba Maca- jejejeje, ¿preparada para tú clase?
E.- Jejejeje, sí. Dime una cosa, ¿tú has visto mucho “Dirty Dancing”?
M.- Jajajajaja, muchísimas….
Los dos cuerpos estaban hundidos en el agua…sin tocarse. Se puso detrás de ella y las
manos de Maca se posaron en la cadera de la actriz, comenzando a dirigirlas en
pequeñas curvas de derecha a izquierda…
M.- Ves, como las olas, así… movimientos suaves y lentos…

E.- Mmmmm.- notaba el cuerpo de Maca pegado al suyo…
M.- La salsa es sensual… - subiendo las manos lentamente hacia arriba.
E.- Mmmmm…
M.- Muy bien, Esther, así… suave.- Acariciaba la espalda mojada de la actriz.
E.- Maca…- notaba como se estaba derritiendo y que no aguantaría más.
M.- Mmmmm, ¿si?...- sus manos jugaban por su piel.
E.- ¿Po...podrías ponerte aquí delante?
M.- No, lo siento…aquí estoy perfecta.- Tomando posesión de los pechos de Esther.
Sus manos abarcaban la tela mojada de la actriz. Moviendo suavemente los dedos, los
masajeaba. La boca de la bailarina, empezó a besar su columna desde abajo, hasta su
cuello. Una vez allí, inclinó la cabeza de Esther hacia un lado y deslizó su lengua hasta
detrás del oído de ésta. La hizo suya, y un gemido salió de la garganta de la actriz.
Ahora su boca dejaba pequeños besos en todo el lóbulo.
Esther sentía como la humedad invadiendo su sexo, y no era producido precisamente

por el agua. Apoyó su trasero, contra el centro de Maca y comenzó a presionar con
suaves movimientos. Esto, excitó mucho mas a ambas, y sus caricias se convirtieron en
salvajes y más necesarias.
La bailarina levantó el cuerpo de Esther, y lo sentó en sus rodillas flexionadas. Sus

bocas se unieron en profundos besos y sus manos recorrían ansiosas el cuerpo de la
36
3
otra.
Esther se agarró a los glúteos de Maca y tiró de la prenda de las braguitas hacia abajo.
Con uno movimiento de piernas, quedó liberada de esa tela que fue lanzada hacia el
montón de ropa de la orilla.
M.- Ahora faltas tú.- le susurró en el oído.
Levantó la cadera de la actriz y deslizó la prenda intima hasta sacarla de sus pies.
Volvió a lanzarla a la orilla.
Ahora los dos sexos estaban completamente pegados piel con piel. El mar que cubría
los cuerpos se convirtió en cómplice de aquellas caricias.
Nuevamente la actriz se agarró a los glúteos de Maca, necesitaba sentirla al máximo.

Se rozaban, lo necesitaban, una y otra vez… las caderas se encajaban como un perfecto
puzzle. Mágicamente, uno complementario del otro, giraban sobre si mismos,
produciendo más y más placer.
La mano derecha de Maca reptó por el pecho de Esther hasta llegar a los dos centros.
Encajó la mano entre ellos. Sus dedos tomaron posesión del clítoris de la actriz. Con
movimientos suaves de arriba abajo, abarcaban toda la húmeda zona. Con el dorso de
su mano, rozaba también su excitado sexo.
Los movimientos cada vez se hacían más veloces, y la presión del cuerpo de Esther
contra la mano de la bailarina era más fuerte.
E.- Maca.- gemía.- ¡Dios! Macaaa…

M.- Vamos regálamelo, Esther…- Se notaba cada vez más excitada, tanto por el roce,
como por los gemidos de la actriz.
E.- Maca… ¡Voy a llegar!…
M.- Aguanta un poquito… un poco más…- notaba como ella también iba a explotar
En ese momento, los dedos de Maca, aumentaron el ritmo, rozando ambos sexos, más
rápido. Desde sus pies fue subiendo un remolino de fuego, que salió en forma de
gemido por su boca… En ese mismo momento, Esther notaba como los dedos de la
bailarina la subían hasta el cielo.
M.- ¡Diooooooooooooooooooooooooooooosssssss!
E.- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Las respiraciones de ambas eran muy aceleradas y sus cuerpos se habían quedado
completamente relajados. Pero aún permanecían abrazadas. Las entrelazadas pieles
que no deseaban separarse.
Y las bocas de ambas, ya con una respiración más calmada, cubrían de besos el cuello
de la otra.
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3
Salieron del agua empapadas y se vistieron como pudieron. Tomaron de nuevo la moto
y fueron hasta casa de Esther.
E.- Anda loca… vamos a la ducha y te pones este pijama mío…

M.- Jejeje, es de piolín…tranquila, me voy a casa y me cambio allí…
E.- Oye que pasa ¡me gusta piolín!-acercándose a unos milímetros de su boca, le
susurra- Y de eso nada, mi niña no se puede constipar…
M.- ¡¿Qué has dicho?!.- pegándose más aún
E.- Que no te puedes constipar…- dejándole suaves besos
M.- No, lo otro…
E.- ¿Mi niña? ¿No te gusta?
M.- Mmmmm, me encanta… - profundizando más los besos…
E.- Me encanta que te encante… ¿te vienes a la ducha o no?
M.- Claro… con mi niña al fin del mundo…
E.- Jejejeje, ahora mismo, con que me acompañes hasta el final del pasillo, jejeje.- la
volvió a besar con dulzura
Llegaron entre besos y caricias a duras penas al baño. Mucho antes de llegar, la ropa
había desaparecido de esos cuerpos. Tumbadas en la bañera, se enjabonaban la una a
la otra y robaban caricias.
M.- Esther…- pasándole la esponja por los pechos.

E.- Mmmm…
M.- Te estás quedando dormida…
E.- Jejejeje… es que eres muy blandita… ¿nos vamos a la cama?... Ya son más de las 5…
M.- Mmmm… dormir abrazada a ti… despertar contigo… me encantaría…
Dos cuerpos entrelazados se fundieron en el mundo de Morfeo. Maca con una sonrisa
en los labios, abrazada a aquella mujer, y Esther feliz, de que la bailarina por fin la
hubiese escuchado y dado una segunda oportunidad.
Oportunidad que la actriz no pensaba desaprovechar…
46.-
E.- Dormilona…- su cuerpo se colocaba encima de Maca y le repartía besos por su

espalda y por su cuello.
M.- Mmmmm… Mami un poquito más…- imitando la voz de una niña pequeña.
E.- Maca… te he traído el desayuno…- mirando el reloj.- bueno, a estas horas, es más
bien el almuerzo… jejeje… mi niña, que son las dos y media de la tarde ya…
M.- Vale… - incorporándose de la almohada.- umms que rico huele este café…
E.- ¿Cómo lo quieres?
M.- Doble de café, con un poquito de leche y sin azúcar…
E.- ¿El azúcar ya lo pone esa dulce boquita?
M.- Jejejeje… Eso dímelo tú…
E.-…Pues déjame que recuerde…- acercándose peligrosamente a la boca de la
bailarina, sacó su lengua y la pasó por la superficie de sus labios. Maca
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3
inconscientemente los entreabrió, para sentirla mejor.- …Si… son muy dulces… y no
necesitan más azúcar…buenos días mi niña…
M.- Me encantan esos buenos días… ¿no hay más?
E.- Jejejeje… todos los que tu quieras…- repartiéndole miles de besos por la comisura
de la boca. El móvil comenzó a sonar.- ¡Mierda!
M.- Va… no lo cojas…-besándole por el cuello.
E.- Es mi hermano… lo tengo que coger… - besó los labios de Maca y pulsó al botón de
la llamada.- Dime, Héctor…
H.- Esther… ¿Cómo estás cariño?
E.- Bien, bien, tranquilo…
H.- Últimamente… me tienes muy preocupado hermanita…
E.- Lo siento de veras.- notaba como las manos de Maca se introducían debajo de su
pijama y le acariciaba la piel de la espalda.- ehhhh… ¿y mi niña?
H.- Viendo “El rey león dos”
E.- ¿Te ha dicho… te ha dicho algo nuevo el psicólogo?- los dedos de Maca estaban
jugando ahora con sus pezones.
H.- ¿Te ocurre algo, Esther?
E.- ¡Na…da!.- apenas le salía la voz.
H.- Si… me ha recomendado que la niña vaya al pedagogo, al menos dos veces en
semana… necesitan que le estimulen el habla, o si no iniciarla en la lengua de signos…
E.- Entonces, aprenderemos todos, tranquilo, lo que necesites, cuenta conmigo…- la
boca de la bailarina reptaba muy despacio por el cuello de Esther.
H.- Bueno, cariño, a ver cuando te pasas por el restaurante y nos vemos…
E.- Claro, hermanito… ya… ya… me pasaré.
H.- OK, nos vemos. Adiós cielo.
E.- Adiós.- cerrando el móvil. Se colocó encima de Maca y le atrapó las manos.- ¡ahora
te vas a enterar!
Después de más de una hora de pasión entre las sabanas. Se quedaron abrazadas y
regalándose caricias.
E.- Mi niña… ¿qué tienes que hacer hoy?

M.- Puff, supongo que ir por casa, ducharme, cambiarme de ropa… y esas cosas… ¿Por
qué?
E.- Me apetece pasar el resto del día contigo…- besándole el cuello.
M.- Mmmmm y a mí… ¿qué propones?
E.- Almorzar juntas… ver alguna peli… o salir por ahí a pasear… lo que sea pero…
juntas…
M.- Los deseos de mi niña son ordenes… anda vete a la ducha y después vamos a mi
casa…
E.- ¡No tardo!
Varios minutos después salía del aseo, ya vestida. Un pirata blanco y una camiseta roja,
con el pelo recocido en una coleta alta. Fue al dormitorio y Maca no estaba. Pero todo
en la habitación estaba arreglado.
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E.- ¡Maca! ¿Cariño, dónde estás?

M.- ¡En la cocina!
Cruzó el pasillo hasta la cocina, y vio a la bailarina fregando las tazas del desayuno.
E.- ¿Pero, cariño, qué haces?

M.- Tú me has preparado el desayuno… a mi me toca fregar…
E.- ¡Ay, mi tontita!- dándole una palmada en el culo.
M.- Estás muy guapa…- posando un suave beso en los labios.
E.- Gracias…
M.- ¿Ya estás lista, verdad?
E.- Si…
M.- Pues yo también he terminado.- secándose las manos en un paño.- ¿nos vamos?
He estado pensando… necesito que pilles algo de ropa…
E.- ¿Y eso?
M.- Tengo una cosita pensada…jejejeje… necesito que te lleves un pijama, un bikini y
ropa para mañana… ¿vale?
E.- OK.
48.-
Fueron a casa de Maca y mientras esta se duchaba y preparaba algo de ropa, le pidió a
la actriz que preparara unos bocadillos, algo más de comida y cosas para beber.
Una vez todo listo, se montaron en el Alfa Romeo e iniciaron el viaje. Esther estaba
atenta al paisaje, vio como salían de la capital y se dirigían al norte.
M.- ¿Has estado alguna vez en Arcos de la Frontera?

E.- No…
M.- Pues vamos a las afueras del pueblo…
E.- ¿Y eso?
M.- Verás… mi abuela, la madre de mi padre, me dejó una casita a las afueras del
pueblo… cuando mis padres me echaron de casa, ella se enfadó con su hijo y se
dejaron de hablar, y esa casita me la dejó a mí, en vez de a él. Me dijo antes de morir,
que sentía muchísimo que su hijo hubiera cometido esa injusticia conmigo, y que para
ella fuera lo que fuera, siempre sería su nieta, su sangre… que me quería tal cual era…
E.- Que linda tu abuela…

M.- Si, me sentí muy mal cuando falleció, fue la única que me aceptó en mi familia…
E.- Mi niña… lo has tenido que pasar tan mal…
M.- No pasa nada cariño. ¿Tu familia lo sabe?
E.- Si… mi hermano se enteró el primero y después fue mi madre… lo tomaron bien…
no tuve ningún problema de ese tipo…en mi familia siempre hemos estado unidos… y
la homosexualidad, es un tema como otro cualquiera… de hecho, Alicia, siendo tan
pequeña, sabe que su tita le gustan las mujeres… jejeje…es una forma de normalizar el
tema… no me gusta esconderme de nada…
M.- ¡Me encanta esa enana!
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E.- ¿Sabes una cosa? Ella fue la que me ayudo a elegir la ropa para nuestra primera
cita…
M.- Tienes estilista y todo… jajaja…
E.- Si, jajajaja…
Tomaron un desvío a la entrada del pueblo. Y atravesaron un camino de tierra y con

muchos pinos.
M.- Espera aquí. – Bajándose del coche y abriendo el candado de una vieja verja de
hierro.- ya hemos llegado a mi paraíso particular…
E.- ¡Dios, esto es precioso!
La casa tenía una fachada de piedra y una hiedra que cubría gran parte de la parte
delantera. Y unos rosales rojos estaban pegados a la entrada, junto a unas ventanas de
madera.
M.- Me alegro de que te guste… yo me pasaba los veranos aquí con mi abuela cuando
era una niña…
E.- Pues es un sitio precioso…
M.- Le he hecho unas cuantas reformas… ven, vamos a dentro… que seguro que te va a
gustar…
El interior de la casa era aún más encantador. Fueron poco a poco abriendo las
ventanas.
E.- Maca, esta casa es una verdadera maravilla…

M.- Ven, vamos a la parte de arriba… están los dormitorios y podremos poner las
bolsas.
E.- De acuerdo…
El dormitorio principal estaba al subir las escaleras y al fondo estaba un pequeño

cuarto de aseo. Al lado de éste otro dormitorio más pequeño. Y justo enfrente de éste,
había otra puerta…
E.- ¿Y ahí qué hay?

M.- Te lo enseñaré después de que te pongas el bikini…
E.- Mmmm… me encanta esa idea…
M.- Vamos a comer los bocadillos y nos subimos a cambiarnos…
E.- OK.
A la media hora estaban colocándose los bikinis y preparando las toallas.
M.- Ven…- colocándole un pañuelo en los ojos.

E.- Me das miedo…
M.- Jejeje y eso que aún no sabes lo que te espera…
Abrió la puerta y la guió hasta dentro. La dejó de pie, a un lado de la puerta.
M.- Dame unos minutos…
E.- Maca…
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M.- Shhhhhhh, tranquila…
La escuchó moverse por la habitación, como encendía varias veces un mechero y como
le iba llegando un olor a fresa. Minutos después le descubría los ojos
50.-
Al abrir los ojos, la imagen de su alrededor la dejó hipnotizada.
Estaban en una habitación completamente mágica. Todo estaba iluminado por velas. Y
en el centro un spa, semi empotrado, en una tarima de madera, y con varios escalones
del mismo material.
E.- ¡Diooooooooooooooooooooooooooooosssssss!
M.- Esta es un parte de las reformas que te dije…jejeje…
E.- ¡Mi niña es una pija!
M.- ¡Ey! Sólo un poquito…espera que pongo música… lo tiene integrado el la parte de
atrás…- poniendo algo de música de ambiente romántico.
E.- Lo que yo te diga…pija… pija…- la rodeaba con sus brazos por detrás y le dejaba
besitos por toda la espalda.
M.- Mmmmm, vamos al agua… está calentita…
E.- Claro…
El spa tenía 3 plazas, dos asientos individuales y una hamaca. Se introdujeron

lentamente en el agua… cada una ocupó el asiento individual. Estaban bien pegaditas.
Acariciando la piel de la otra…dulcemente, regalándose besos por toda la piel.
E.- Maca…
M.- Mmmmm…-le besaba el cuello
E.- Déjame a mí… por favor…
M.- Mmmmm, vale…
E.- Túmbate en la hamaca…
M.- A sus ordenes, mi niña…
Esther tomó el mando de las caricias en esta ocasión… sus expertas manos se
deslizaron por los pechos de Maca… su boca, se aproximó a los labios de la bailarina y
lentamente pasó su lengua por la comisura de la boca… Maca se estaba deshaciendo
bajo esas caricias.
Suavemente, quitó la parte de abajo del bikini de la bailarina.

Las manos de la actriz iban poco a poco recorriendo todo su cuerpo. El tacto de las
yemas de sus dedos excitaba la piel que estaba bajo el agua. Los gemidos de la
bailarina comenzaban a salir de su garganta. Esther bajó hasta su sexo, con dos de sus
dedos abrió la entrada en busca de su centro. Un tercer dedo acariciaba cada
milímetro de su clítoris. Buscó el centro exacto y comenzó a moverlo lentamente pero
con una mayor presión.
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M.- Es… es…ther…

E.- Ya lo sé, mi amor… - su boca se unió a la de ella en un profundo beso.
El cuerpo de la bailarina temblaba bajo la presión de los dedos de Esther. Los gemidos
cada vez eran más fuertes, más profundos.
Esther subió el cuerpo de su niña a la tarima de madera. Le abrió las piernas, y las
apoyo en sus hombros. Se ayudó de su mano derecha para poder hundir su boca en el
sexo de Maca. La legua hacia pequeños y profundos círculos, presionando suavemente
en el interior.
Los dedos de Maca se entrelazaron en el pelo de su niña. Acariciando dulcemente su

cabeza.
M.- Es… ther…

E.- Tranquila, mi niña…
La mano de Esther fue bajando hasta llegar a ese punto de placer. Dos de sus dedos
entraron dentro de ella, haciendo que la espalda de Maca se arqueara hacia delante…
M.- Mmmmm…mmmmmm…
E.- Así, mi amor…
Las convulsiones eran cada vez más fuertes. La lengua de la actriz necesitaba
permanecer en ese paraíso… beber el néctar de su Diosa. Cada vez tenía más sed de
ese sabor…de esa ambrosia.
El cuerpo de Maca se puso tenso presionando sus dedos. A su boca le llegó un mar que
la inundó de satisfacción. Mientras un gemido era arrancado de la garganta de la
bailarina…
M.- ¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!
Esther se separo de su niña muy despacito, y ésta pasó sus brazos por alrededor de la
espalda de la actriz…
M.- Ha…ha sido… maravilloso… gracias cariño…
E.- Ha sido un verdadero placer…
El domingo se pasaron el día muy tranquilo. Viendo pelis juntas en el sofá, hablando,
bromeando, cosas que en aquel ambiente se volvían mágicas.
A eso de las ocho de la tarde, volvían a la capital en el coche. Maca dejó a Esther en su
casa y se despidieron para el día siguiente, que tocaba ensayo en el estudio.
Esther estaba como entre las nubes. Flotaba de tanta felicidad. Maca la hacia sentirse
viva de nuevo. Esa pasión que le recorría la piel con solo verla, y sobre todo, ese amor
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3
que amenazaba con nacer dentro de ella, con cada sonrisa que su niña le regalaba.
Al subir a casa, tomó el móvil y le mandó un sms a la bailarina.
“Gracias por este fin de semana tan maravilloso.

Ha sido el mejor de mi vida. Mil besos, mi niña”
En menos de cinco minutos le enviaron su respuesta:
“Gracias a ti, cariño. Sabes?

Ahora me siento rara sin dormir a tu lado…
Mil besos…”
Aún era temprano y llamó a Patricia. Necesitaba contárselo a su mejor amiga, y sobre
todo porque debía estar preocupada por ella.
E.- Patri…
P.- Ey… por fin… ¿dónde te metes? Te llamé, me salía sin cobertura…
E.- Lo siento, cielo, te tenía que haber avisado. Siento haberte preocupado…
P.- ¿Dónde has estado?
E.- En la sierra, con Maca…
P.- ¡¿Qué?! ¡CUENTA!
E.- Resumiendo… le pedí disculpas, me escuchó por fin, me perdonó y hemos estado
todo el fin de semana juntas.
P.- Me encanta cariño… ¿eres feliz?
E.- Mucho… Maca, es simplemente, maravillosa…
P.- Lo sabía… Dios, menos mal que a veces me escuchas, cabecita loca…
E.- Mañana en el hueco del descanso, ¿quedamos en la cafetería de Luís?
P.- OK.
E.- Si viene mi niña, te la presento.
P.- Por mí, perfecto.
Todo iba sobre ruedas en el ensayo, quedaba menos de dos semanas para el estreno
en el teatro Falla. Todo, absolutamente todo estaba perfectamente calculado y
estructurado. Pero los nervios se hacían presentes entre los actores, pues siempre el
estreno de una obra imponía.
Esa mañana llegó Esther más temprano de lo habitual, se fue al despacho de su madre
y le ayudó a hacer unas llamadas de última hora. Minutos después llegó la bailarina. Al
no ver a su niña entre los actores, la buscó por los pasillos.
En ese momento, aparecía Esther tras la puerta del despacho y chocaban en el pasillo.
E.- Hola cariño… pensé que ya habías llegado y he salido a saludarte…

M.- Hola princesa… te he echado de menos… necesito besar esa boca para poder
empezar bien la mañana…
E.- Anda mi niña, que zalamera, que es…- Dándole un pico rápido.
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M.- Mmmmm…Me ha sabido a poco. – Hacia gestos de pucheros.

E.- Ven, acompáñame al baño…
M.- Jejejeje. ¡Eso me gusta mucho más!
Al cruzar la entrada del aseo, sin encender ni siquiera la luz, Maca pegó a la actriz
contra la pared y fundió su boca a la de ella en un ardiente beso.
M.- Mmmmm. He echado muchísimo de menos ese sabor…

E.- Y yo cariño…ahora vamos a trabajar…
M.- ¡¿Tenemos qué salir ya?!
E.- Si, cariño…
M.- Bueno, un beso más y salimos.- nuevamente se apoderaba de los labios de Esther,
tomaba en segundos, un baile con su lengua.
E.- Dios cariño, como sigamos así, no te dejo salir del baño en toda la mañana…
M.- Jejejeje. Anda, vamos…- le acariciaba dulcemente la cara, para después salir del
baño por separado.
Tras dos horas de ensayo, les dio diez minutos de descanso. Aprovechando el Kit-kat, la
actriz se acercaba a su niña, que ese momento hablaba con Claudia (la actriz que
interpretada a Hero). La bailarina al ver como Esther se acercaba a ellas, se disculpaba
con Claudia, para dirigirse a su novia.
M.- Dime, cariño…- ya se encontraban a solas.
E.- A eso de las 11 y media, salimos a desayunar todos juntos a la cafetería de al lado…
M.- Mmmmm, vale…
E.- ¿Te vienes con nosotros? Me gustaría presentarte a alguien…
M.- Jejejeje, ¡mi niña me va a presentar en sociedad!
E.- Jejeje. No tonta, no te burles… Quiero presentarte a mi mejor amiga, se llama
Patricia… y la quiero muchísimo…además ella sabe quien eres…
M.- ¡¿Quien soy?! Jajajaja, Macarena Fernández Wilson, nacida en Jerez, y cuyo DNI. es
50.45….
E.- ¡Mira qué eres payasa! Patricia sabe que eres la mujer que me trae loquita estos
días, mujer a la que quiero con locura… y que por suerte… es mi novia.
M.- Mmmmm, ¡¿esa soy yo?! Jejeje. Pues suena muy bien esa definición de mí,
jejejeje… sobre todo eso de que soy la mujer a la que quieres con locura…
E.- Es cierto…
M.- Yo también te quiero, mi niña…
E.- Mmmmm…Te daría un beso… ¡Dios! Esther, contrólate…
M.- Jejejejeje, pues me lo debes, ¡qué lo sepas!- Esther se giraba para volver al ensayo.
Y la bailarina le hizo una caricia en el trasero.- mmmmm…
Pasó una hora más de trabajo y bajaron a desayunar todos juntos. Al entrar estaba
Patricia, en una mesa esperándolas.
P.- ¡Hola chicas!

E.- Hola Patri…mira te presento a Maca…
M.- Hola ¿qué tal?
P.- Bien, bien, con ganas de conocerte ya…
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M.- Jejeje, y yo, ya me ha dicho Esther que eres su mejor amiga…

P.- ¡¿Eso dice?! ¡Es que soy la única que la aguanta!
E.- ¡Oye!
Todas.- Jajajaja.
P.- Cielo, ¿y tu madre? ¿No baja?
E.- Si, dijo que ahora bajaba a tomarse algo. Estaba pendiente de hablar con el director
de un teatro, para cambiar unas fechas…
M.- Debe de ser un lío organizar todo.
E.- Púes sí, es un coñazo, pero bueno, mi madre está acostumbrada a todos estos
“tramites”, lleva muchos años en el gremio…
Varias mesas más a la derecha, Raúl, sentado con Aimé, no apartaba la mirada de ellas.
A.- ¡¿Qué miras con esa cara de pocos amigos?!

R.- Nada…
A.- A ver- Giró la cara hacia la dirección a la que Raúl, estaba mirando.- A Esther.
R.- Parece que se lleva de “puta madre” con la coreógrafa…
A.- Hombre…es normal… no le va a hacer un vacío a la gente nueva…
R.- No me gusta esa tipa…
A.- ¡Anda ya! Lo que te duele en tu orgullo propio es que Esther te rechazase…
R.- Ya caerá… eso no me preocupa… ya la verás pedirme perdón…
A.- Bueno, lo veo un poco difícil, la verdad, Esther, es una mujer de carácter…
R.- De un modo u otro caerá…es igual que todas… se hace la difícil, para crear más
interés y deseo, por parte de los tíos…pero no sabe quien soy yo…
A.- ¡El increíble Hulk!... Vamos tío, pasa de Esther, te ha dejado claro que no quiere
nada contigo…
R.- Ya veremos…
La semana siguió su curso, sin mayor variación. Prácticamente todo se basaba en

ensayos, clases de baile y pasar el máximo del tiempo libre juntas.
A una semana del estreno, el teatro estaba siendo preparado para la noche fechada.
Incluso los ensayos habían sido trasladados al propio escenario.
Entre bastidores los nervios se palpaban en el ambiente. Todo el equipo técnico y de

mantenimiento, estudiaban los focos de iluminación y el sonido.
Maca llegó al teatro para el último ensayo de la coreografía. Como no vio a Esther por
los alrededores fue hacia uno de los camerinos, esperando tener suerte y encontrarla
allí.
Abrió la puerta y encontró a alguien cambiándose detrás de un diván. Esa persona

comenzó a canturrear un intento de una canción de Mecano. Lo que produjo que
Maca sonriera, al reconocer la voz de su novia.
M.- ¡Ole, mi artista!- Dando palmadas, a la vez que se reía.

E.- ¡Ey! .- Sacando la cabecilla por uno de los laterales.- ¡¿desde cuándo estás ahí?!
M.- Desde el “gallo” del “hijooo de la luuuna”.- imitándola.
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E.- ¡No te burles! ¿Tan mal lo hago?

M.- Jejejeje. Un gato maullando canta mejor…
E.- ¡Oye! Pero si serás, si serás…
M.- ¡Tu amorcito!
E.- Eso siempre… pero eres una borde…
M.- Pero me adoras…
La bailarina la tomó de la cintura y pasó su mano por el cuello, atrayéndola hacia su

boca. Esther notó como la respiración de su niña se le rozaba la cara y se estremeció.
Los dedos de Maca, acariciaron su piel, bajando poco a poco hasta rozar sus labios. Un
primer contacto suave y se retiró.
Levantando la mirada hacia los ojos de Esther, sonrío por el gesto de necesidad en su
cara. Volvió a inclinarse hacia ellos, pero esta vez una boca ansiosa la atrapó en el
primer contacto, fundiéndose en un calido y profundo beso.
En ese momento la puerta del camerino se abrió. Raúl, se quedó paralizado ante
aquella visión. Esas dos se estaban besando en mitad del camerino. Esther notó como
las observaban y se separó de se novia.
Vio la cara de Raúl rojo de ira, la miró a los ojos con desprecio y salió de allí dando un
portazo.
M.- ¡¿Quién era?! No me ha dado tiempo a verlo…

E.- Raúl…
M.- Lo siento, cariño…
E.- No pasa nada, mi amor. No me avergüenzo de lo que siento por ti… jamás en mi
vida había sido tan feliz, como lo soy contigo…
M.- Ni yo mi amor… te quiero princesa.- besándole suavemente en los labios.
E.- Y yo a ti…
Aquella noche durmieron juntitas en casa de Maca. Por la mañana, desayunaron

temprano y se marcharon a ensayar.
Por la tarde, Maca tenia clases en la academia y terminaba bastante tarde. Por eso,
Esther quedó en ir a recogerla...
Un pellizquito de tristeza le dolía en el pecho. Ese día, hacían un mes juntas, y Maca no
le había dicho nada al respecto, ni felicidades ni nada.
Sabía que quizás para la bailarina cumplir un mes no suponía ser muy especial, pero
para Esther, esos días junto a ella, ese primer mes con esa mujer que quería tanto… y
sobre todo que para la actriz, había llegado a ser su renacer en la vida, ese primer mes
era muy especial para ella.
Pensó, pasar a comprarle un detalle en la joyería… si, un colgante o una pulserita, algo
especial, para recordarle lo feliz que la hacía…
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Tras pensarlo durante unos minutos, después del ensayo pasó por la joyería, se
decantó, por una pulserita de plata, con adornos de oro blanco.
Le preparó una notita y la coloco en medio de unas rosas color champán… las
mandaría a la academia…
“Ni el chocolate me sabe dulce después de besarte”

Te quiero,
Esther
Para eso de las cinco, le llegaría el ramo de rosas. Pero nada. Maca no la llamó en toda
la tarde... Bueno, al menos se vería a eso de las diez y media.
Ya en casa no dejaba de mirar el móvil. La extrañó muchísimo el comportamiento de

su chica. Ni señal de ella.
Se fue a la ducha y se cambió para ir a ensayar dos horas al teatro. Se llevaría algo de
ropa para cambiarse antes de ir a por su chica.
A eso de las diez y veinte, llegó a la academia. Información estaba a oscuras, igual que
el resto de los pasillos…
E.- ¡¿Maca?!.- Silencio como respuesta…
Tropezó con algo en el suelo. Se agachó a cogerlo. Era un tulipán, un metro más hacia
delante, había otro, y otro, y otro, así dibujando un caminito desde información hasta
el aula de baile.
E.- ¡¿Maca?!- Nuevamente silencio.
Fue recogiendo poco a poco cada flor, hasta llegar, a la puerta del aula, que estaba
cerrada.
E.- ¡¿Cariño, dónde estás?!- Abriendo suavemente la puerta de la clase…

M.- Aquí…
Fue lentamente abriendo la puerta para llegar a esa voz… el caminito de tulipanes
seguía por el suelo, pero ahora, tenia una vela roja en medio de cada flor. Al fondo,
una tela roja en el suelo, con una mesita de unos cincuenta centímetros de alto.
Miró sorprendida por toda la sala. A través de los espejos la vio. Estaba increíblemente
bella. Giró la cabeza hacia ella.
Llegaba un vestido negro, con un pronunciado escote, el pelo recogido hacia atrás, con
varios mechones rizados sueltos, que le caían por el cuello. Era realmente preciosa.
Esther aún tenia la boca abierta cuando Maca se le acercó. Le posó un suave beso en
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los labios y pegó su frente a la de la actriz.
M.- Felicidades, mi amor.- casi en un susurro.

E.- Maca, yo… estoy… fascinada…
M.- Quería que esta noche fuera especial, es nuestro primer mes juntas, de muchos
que vendrán…
E.- Eso espero…
Nuevamente se besaron, pero esta vez fue más apasionado. Profundizaron más
aquella caricia.
M.- Mi niña, ¿te gusta la comida Japonesa?

E.- Mmmmm no sé, nunca la he probado…
M.- Pues, he pedido cena japonesa para esta noche… la acaban de traer… no se como
no te has cruzado con el repartidor, jejejej
E.- Lo tenias todo bien pensado, ¿eh?
M.- Mmmm bueno… solo por ver esa carita de sorpresa y de felicidad ha valido la
pena. ¿no?
E.- Te quiero…
M.- Y yo.
Se dirigieron hacia la mesita y se sentaron en el suelo. Maca destapó los platos y los
sirvió. Un poco de sake (licor japonés) Sushi (pescado crudo), sukiyaki (carne con
verduras rehogadas). No quería que la cena fuera demasiado copiosa.
Entre risas y bromas disfrutaron de la cena con una música suave de fondo.
E.- ¿Cómo has conseguido preparar todo?

M.- Le pedí permiso a Rafa para prepararte la sorpresa,
Teresita se encargo de pedir la comida, y las flores mientras yo daba clases… y mi
compañera Marta, que ya ha vuelto de vacaciones, con la sala, jajaja
E.- Vaya morro…
M.- No se si te lo he dicho cariño… pero me encantaron las rosas y la nota…
E.- Por cierto, tengo algo más…
Tomó su bolso y saco un pequeño paquete con un lazo rojo. Se lo dejó en la mesa…
E.- Espero que te guste…

M.- Cariño… no debiste molestarte más… con las rosas…
E.- Anda.- la cortó.- ábrelo.
Nerviosa desenvolvía el regalo.
M.- Mmmmm, es preciosa. ¿Me la puedes poner?

E.- Claro…- colocándosela en la muñeca.
M.- Cariño, ¿te apetece bailar?
E.- Por supuesto.
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Bailaron varias piezas de baile, entre salsas y cha-cha-chás. Se volvieron a sentar y

Maca abrió una botella de champán que tenía guardada en la pequeña nevera del
despacho de Rafa.
M.- Mi amor, te tengo una sorpresa…

E.- ¡¿Más?!
M.- Si… - colocando la botella de champán en la mesilla.
E.- ¿Y las copas?
M.- Jejeje, no nos harán falta…
E.- ¡¿Qué?!
M.- Ven, anda… ¿confías en mí?
E.- Si.
M.- Pues haz lo que yo te diga…
La llevó al centro y fue a un lado de la sala, tomó dos pañuelos y los acercó hacia ella.
Uno era de color granate, pequeño. Y el otro, verde oscuro, pero mucho más largo,
como si fuera un fular…
La tela granate, la pasó por delante de los ojos de Esther, y le hizo un nudo detrás,
provocando una ceguera instantánea.
Cambio la tela de debajo de la mesa y la colocó delante de los espejos. Pasó el tejido
verde por la barra de baile.
Fue lentamente hacia la actriz, desnudándola, sin prisas, observando detenidamente la

belleza de aquel cuerpo bajo sus dedos.
La llevó a la tela del suelo y la tumbó suavemente, tomando los dos extremos del
pañuelo para amárrale las muñecas a cada lado.
E.- Mi amor… ¿esto?...

M.- Shhhhhhh…
Se separó de aquel cuerpo que tanto deseaba. Acercó la botella de champán y la

destapó, colocándola al otro lado de Esther.
Su ropa también desapareció de su piel, para después tumbarse a su lado y pegarse a

la de ella.
Se sentó a horcajadas sobre la cadera de la actriz, provocando su respuesta inmediata
de levantarla hacia arriba buscándola.
M.- No, no, mi niña…

E.- Maca…
M.- Shhhhhhh… - Su boca se apoderó de la de ella y se fundió en una pasional caricia.
Maca, comenzó a dejar suaves besos por toda la cara de su novia, profundizando suave
la piel. Su boca se dirigió a la oreja derecha, y comenzó a acariciarla suavemente con
su lengua.
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Suspiros de deseo salían de la garganta de la actriz, intentaba llegar a su niña, pero el

pañuelo no le permitía llegar. Se estaba volviendo loca de deseo.
Los labios de la bailarina reptaron por el cuello hasta llegar a su hombro. Los dientes
de Maca presionaron un poco sobre la zona, pero sin hacerle ningún daño, y al cerrar
los labios rozó esa zona con la punta de su lengua, dejándole después un suave beso.
Tomó la botella y vació un poco del frío líquido sobre el cuello de la actriz, cuando llegó
a su hombro, deslizó la lengua por donde el champán había pasado. Se fue al otro lado
del cuello y repitió la misma operación…
A Esther se le erizaba la piel del contraste del frío del champán y la calidez de la caricia
de Maca…
Fue derramando más y más líquido por sus pechos, por los pezones, lamiendo
inmediatamente ese sabor, mezclado con la esencia de la piel.
Nuevamente se hundió en los labios de Esther, para que ella también pudiera beber
del sabor que tenía en su boca.
E.- Mmmmmm que rico...
Volcó un poco más por el centro de su estomago, por el interior de sus muslos, por
cada milímetro de su cuerpo. Fue saboreando todo su ser.
Dos de sus dedos abrieron la superficie del sexo de Esther, y para poder llegar con su
boca al centro de su mujer. La lengua fue desde abajo hacia arriba recorriendo el
húmedo interior. Echó un poquito de bebida sobre él y lo volvió a lamer…
E.- Dios Maca suéltame…por favor… qui… quiero tocarte…
Se fue a su muñeca derecha y soltó el nudo, luego en la izquierda hizo lo mismo.
Una vez liberada, sus manos dieron rienda suelta por toda la piel de su chica… el deseo
era muy grande. Necesitaba sentirla… tumbó a Maca y se sentó encima de sus caderas.
Moviéndolas para sentir su ser.
M.- Espera tengo una idea…
Le pasó el pañuelo por el pecho, pasándolo después por debajo de las axilas, llevó los
extremos a la barra y los pasó por detrás… tomó de nuevo cada punta, y la sujetó con
fuerza.
Se tumbó hacia arriba, mirando a la cara de Esther.

M.- Mi amor, siéntate de nuevo…
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Se colocó a horcajadas sobre la cadera de Maca y está las levantó hacia arriba,
acoplándose por completo a ella.
Con un giro de muñecas Maca dirigía los movimientos del cuerpo de la actriz. Bailando
hacia delante y hacia atrás, los dos cuerpos estaban fundidos en esa rítmica danza.
Sentían más y más la presión de los húmedos sexos.
Se sentían apunto de explotar. Maca dejó caer el cuerpo de Esther sobre su sexo a la
vez que ella subía hacia arriba. Los dos cuerpos subieron al cielo en ese momento.
Explotaron de pasión. Y se inundaron los dos centros relajándose al llegar a ese
enorme orgasmo.
La bailarina fue suavemente soltando el pañuelo y el cuerpo de Esther bajó para

abrazarse al de su novia.
Después de recoger todo, se fueron a pasar el resto de la noche a casa de Esther.

Cayeron rendidas en la cama…
A eso de las diez de la mañana, dos cuerpos abrazados bajo las sabanas, y el teléfono
de Esther comenzó a sonar.
E.- Mmmmm ¿Diga?...

G.- Aún en la cama… ¡Genial, te has dormido!
E.- Dios mamá… ¿qué hora es?
G.- Las diez. Hace media hora que debías de estar aquí…
E.- Dios, voy en seguida…
G.- Tranquila empezamos sin ti. Pero te quiero aquí en menos de una hora.
E.- OK. Me ducho y voy para allá.
G.- ¡Qué pachorra, hija!
E.- Hasta ahora…
Se inclinó hacia su niña, y le pasó los dedos por la cara… estaba tan dormidita… tan
preciosa…
E.- Mi amor… me tengo que ir…- pero Maca seguía profundamente dormida.- Bueno,
Esther a la ducha, ahora la despiertas.
Las gotas de agua rompían contra el cuerpo de la actriz y se deslizaban por la piel. Con
los ojos cerrados se enjabonada el pelo y dejaba caer el liquido templado para
aclararlo. De repente la mampara de la ducha se abrió y unas manos le rodearon la
cintura, atrayendo el cuerpo hacia atrás.
M.- Buenos días amor…-dejándole besos por el cuello

E.- Mmmmm, buenos días…
M.- ¿Por qué te has levantado?
E.- Tu suegra… me ha llamado muy enfadada, hace como una hora que tenia que estar
en el ensayo… me dormí…
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M.- Jejeje, échame la culpa a mí… dile que teníamos mucho que celebrar…
E.- Si, jejejeje claro…
M.- Bueno, pues nos duchamos y te acercó en la moto. Irás más rápido.
E.- OK.
M.- ¿Me dejas algo de ropa?
E.- Si, tengo cosillas en el armario de cuando estaba más delgada, creo que te estará…
M.- Vale… pues termina lenta…
E.- Oye, normalmente nunca te quejas de lo lenta que soy…
M.- Mmmmm.- acariciándole el culo.- y como me apures, llegas al ensayo en dos
horas…
E.- ¡¡No!! ¡Qué tu suegra nos mata!
MY E.- Jajajajaja
Maca tenía que ir a la academia esa mañana y quizás podrían verse en el hueco del
almuerzo.
Cruzaron la ciudad en muy pocos minutos. Adelantando a los coches por los arcenes,
atravesaban todas las colas en menos de dos minutos.
Aparcó la moto en la puerta de atrás del teatro, y se despidió de su niña con un abrazo
y unos besos.
En ese momento, Raúl que había salido a fumarse un cigarro, las vio despedirse.
Maldijo, al certificar sus sospechas, lanzó la colilla y entró dando un portazo.
El ensayo perfecto, como siempre. Solamente notaron como Raúl actuaba un poco
más tenso de lo normal. Gabriela y Esther lo achacaron a los nervios del estreno.
A eso de las dos de la tarde, los actores comenzaban a salir del teatro. Sólo disponían
de tres horas y media para volver al trabajo.
Gabriela había quedado con Héctor en recoger ella a la niña del comedor del colegio,
pues luego la acercaría a las sesiones del logopeda. Había salido del teatro hacia más
de cuarenta minutos.
Esther aún estaba en los camerinos terminándose de cambiar.

Llamó después a Maca para ver si podían quedar, pero ésta no lo cogió. Supuso que
con el jaleo de la academia no lo escuchó.
Se disponía a salir. Los pasillos estaban silenciosos, pues ya no quedaba nadie. Solo el
guarda de seguridad en información. Metió de nuevo el móvil en el bolso, pues luego
probaría a ver si tenía más suerte…
Notó unos pasos detrás de ella. Se giró y no había nadie en el pasillo, pero aceleró el
paso.
Apenas quedaban dos pasillos y un tramo de escaleras para salir a la calle.
De nuevo escuchó ruidos, su paso casi era ya desesperado por los pasillos. Pero los
pasos que escuchaba también eran más fuertes y más rápidos. Notaba los latidos de su
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corazón en la garganta… no le salía la voz, no podía gritar por el miedo.
Unas manos fuertes la agarraron por el bolso y tiraron de ella hacia atrás. Una de las
manos le tapó la boca. Y una voz le susurró en el oído, “si gritas, te mato”.
Esther estaba aterrada. Esa voz, esa fuerza, esas manos eran de un hombre… El miedo
le nublaba la mente, pues creyó reconocer esa voz, pero no conseguía ubicarla donde.
La llevó de nuevo a los camerinos, la lanzó al suelo. Y entonces le vio la cara.
E.- ¡Raúl!
R.- Si, gatita, soy yo… Te dije que serías mía…
E.- ¡Estás loco! ¡Déjame que salga!.- Las lagrimas caían aprisa por sus mejillas. Se puso
encima de ella y le agarró por las muñecas a la altura de su cabeza.- ¡Socorro!.- Éste le
dio un tremendo bofetón.
R.- ¡Qué te calles, zorra!. Claro, no me hiciste caso cuando te advertí… y encima te vas
con esa puta bailarina… No, Esther, eso no está bien… Las mujeres pertenecen a los
hombres...-con dos de sus dedos golpeaba la cabeza de la actriz, mientras le gritaba.-
¡Métete eso en la cabeza, zorrita!... Yo te enseñaré que es lo correcto… Me das asco…
igual que esa putita que tienes por novia… de esa me encargaré después…
E.- ¡No la toques cabrón!.- De nuevo le golpeó la cara, pero esta vez con el puño
cerrado.
R.- Tienes que aprender, a respetar, pequeña…- Un hilo de sangre corría por su piel
desde su boca. Con las manos tiró de la camisa y le arrancó los botones, dejándole el
sujetador al descubierto.- Mmmmm… me encanta este pecho.- agarrándole y
pellizcándole por encima de la tela.- Hubieses disfrutado tanto si hubieras querido por
las buenas… Soy muy buen amante, cariño. Pero de igual forma serás mía.- Le rompió
el botón del pantalón. Y se los comenzó a bajar por las rodillas…
E.- ¡¡So…co…rro!!- Le volvió a tapar la boca. Y le mordió los dedos.
R.- ¡Puta!- levantó de nuevo el puño para golpearle.
En ese instante, Maca entró golpeando la puerta contra la pared, y se abalanzó sobre
Raúl. El guarda de seguridad entró detrás de ella.
M.- ¡Cabrón, suéltala!- le golpeó con el casco de la moto en la cabeza, lanzándolo hacia
un lado.
Maca le dio varias patadas en el estomago y el guarda de seguridad se metió entre los
dos, lo bloqueó en el suelo y le puso las esposas en las muñecas, atrapándoselas detrás
de la espalda.
Maca se agachó para abrazar a su niña y consolarla. Le besaba el pelo, le acariciaba

tiernamente por la cara, borrando sus lágrimas.
M.- Ya mi amor, ya pasó todo… yo estoy contigo… siempre estaré contigo…
Llamaron inmediatamente a la policía y se llevaron a Raúl al calabozo. Maca se encargó

de llevar a Esther al hospital, tenía solo los golpes en la cara y el tremendo susto. Le
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tuvieron que suministrar unos calmantes.
Después, la llevó a testificar. Maca también tuvo que declarar, al igual que el guarda de
seguridad.
Después de estar más de dos horas en la delegación de policía, Maca la llevó a casa
para que descansara.
Gabriela canceló los ensayos de la tarde y fue a verla en cuanto se enteró de todo.
G.- Cariño… mi niña… ¿estás bien?

E.- Si… mamá tranquila, un poco dolorida…
G.- Ese Raúl es un cabrón… ¡dios! Mi niña…- la abrazaba y le besaba la cara…
En ese momento aparecía Maca de la cocina. Le traía una tila a las dos y otra para ella.
M.- Gabriela, le he traído una a usted también… Creo que nos vendrá bien…
G.- Gracias cielo… Toma mi niña, bébete esto que te ha preparado Maca…
E.- No tengo muchas ganas…- su mirada era ausente y perdida en la pared
G.- Vamos cariño, poquito a poco…
M.- Venga Esther…
G.- Menos mal.- miró a Maca.- que llegaste tú…
M.- Si…
G.- Pero… ¿cómo es qué fuiste al teatro? Tu no trabajabas hoy… ¿Te habías dejado
algo?
M.- Bueno… fue… que había quedado con Esther para recogerla…
G.- Me alegro que os hayáis hecho tan amigas… Esther ahora necesita mucha
compañía…
M.- Si… nunca la dejaré sola…
E.- Estoy aquí… parece que habláis de mi como si yo no estuviera…
G.- Perdona hija…
E.- Da igual…uff.- se sujetaba la cabeza contra la mano.
M.- ¿Te duele la cabeza, cari…ño?
G.- ¿Cariño?
M.- Lo siento… se me ha escapado…
E.- No pasa nada… no es el mejor momento, pero… si, mamá, Maca y yo somos pareja
hace más de un mes…
G.- Chicas yo… ¿por qué no me dijiste nada, Esther?
E.- No sé, mamá…supongo que tuve miedo a que las cosas salieran mal, no sé…
M.- Quiero muchísimo a su hija… de verás…
G.- Lo sé, ahora lo leo en vuestros ojos…
Pasaron hablando un rato más y se marchó Gabriela. Al ratito llego Héctor para ver
como se encontraba su hermana y minutos después la dejaron descansar…
62.-
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Esther se encontraba en la cama… inquieta… no paraba de moverse de un lado a otro…

sudaba…
E.- ¡Maca!.- Gritó

M.- Estoy aquí, cariño…- la abrazó.- ya está… sólo fue un sueño…
E.- Estaba aquí… quería…
M.- Shhhhhhh… ya mi amor… no hay nadie… tranquila…
E.- No me dejes sola, por favor…
M.- No, mi amor…
E.- Túmbate a mi lado…
M.- Vale, mi niña…
Su cuerpo se pegó al de la actriz y le pasó los brazos alrededor de su cintura. Los dedos
comenzaron acariciar la espalda y el cuello.
Su niña había estado en peligro. La sensación que tuvo al verla tirada en el suelo,
llorando y con Raúl golpeándola… le había dejado una herida en la boca y un morado
en la piel.
Ese animal… ¡Dios! Si lo tuviera delante… como se había atrevido a hacerle daño a
Esther…
Esther, se pegó más a ella y la abrazó más fuerte. La bailarina le fue dejando pequeños
y suaves besos por la cara y por el pelo.
El cuerpo de la actriz temblaba entre sus brazos. Le susurraba palabras tiernas en el

oído…necesita calmar su dolor
M.- Ya está, mi amor… te quiero tanto mi princesa…- le rozaba los labios con la yema
de sus dedos.- no me separaré de ti… tranquila, mi amor…
Ahora que la tenia entre sus brazos, necesitaba protegerla, cuidar de ella... Nunca
antes había tenido esa sensación de miedo. Y ahora, el miedo a que le hicieran daño a
Esther le parada la respiración…
La quería con todas sus fuerzas… ahora más que nunca se daba cuenta de lo que sentía
por ella.
Unas lágrimas corrían por sus mejillas. Aquel horror que había sentido su niña en su
piel, y ella no había podido hacer nada para evitárselo… ese animal…lo odiaba con
todas sus fuerzas
Por la mañana, Esther seguía abrazada a ella cuando despertó. Se levantó con mucho
cuidado y le preparó algo para desayunar.
En ese momento el teléfono móvil de la actriz comenzó a sonar. Al ver un número

extraño en la pantalla, lo descolgó.
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3
M.- ¿Si?
V.- ¿Es usted Esther García?
M.- No, soy… una amiga, ahora está descansando…
V.- Mire, le llamo de la comisaría. Necesitamos comunicarle algo… dígale que se pase
en cuanto pueda… adiós y gracias.
63.-
E.- ¿La policía ha llamado?

M.- Si, cariño…
E.- ¿Lo habrán soltado?
M.- No creo cariño… venga vístete y nos acercamos a la delegación.
E.- Tengo miedo, Maca…
M.- Tranquila cariño… yo estoy contigo…
Minutos más tarde aparcaban la moto en la puerta de la delegación. Al entrar, Maca

sostenía a Esther por la cintura, su cuerpo temblaba y ella intentaba darle seguridad en
aquella caricia.
Las condujeron hacia el despacho del comisario. Y tomaron asiento.
Esther no paraba de frotarse las manos, nerviosa.
C.- Verá, le hemos llamado… por la denuncia contra el Señor Raúl Lara... A ver… ¿Cómo
se lo explico?... digamos que usted no es su primera víctima…
E.-¡¿Cómo?!
C.- Miré llevábamos detrás de él más de tres meses… siguiéndole la pista. En Madrid se
encuentra su primera víctima, se trata de su ex novia… le dio una tremenda paliza y la
violó. Casi la mata. Se escapó de Madrid y sabíamos que estaba aquí en Cádiz… aquí
también violó a una chica… lo hemos reconocido por el retrato robot, y la hemos
llamado para comprobar nuestras sospechas. Ha venido y a confirmado que fue él…
Usted ha tenido mucha suerte… ese hombre es una calaña…
E.- ¿Qué ocurrirá ahora?
C.- Estará en el calabozo hasta el juicio, supongo que será dentro de un mes… luego si
es declarado culpable, será llevado a prisión…
E.- ¡¿Cómo si es declarado culpable?!
C.- Tranquila, tenemos muchísimas pruebas en su contra… pero primero tiene que
pasar por el tribunal…
E.- Muchas gracias por todo, señor comisario…
C.- Le tendremos informada de cualquier avance en el caso…
E.- Gracias.
64.-
En la puerta de la comisaría, Esther se abrazaba al cuello de su chica…
E.- No he sido la única…

M.- Tranquila mi amor… - acariciándole el pelo.- todo saldrá bien… ahora estamos
juntas…
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3
E.- ¡Dios! Hemos tenido un violador trabajando con nosotras…

M.- Cariño… ahora está en el calabozo… tranquila…
E.- ¿Qué hubiese sido de mi si no llegas en ese momento?.- temblaba.
M.- Venga cariño… no pienses ahora en eso…- le dejaba besos en la frente.
E.- Cariño… - la abrazaba de nuevo.
M.- ¿Dónde quieres que vayamos ahora?
E.- Al estudio. Tengo que ir a ayudar a mi madre… ahora nos hemos quedado sin uno
de los actores principales… ¿qué vamos hacer con la obra?
M.- Tranquila, buscaremos una solución… venga mi niña, vamos…
Partieron las dos juntas en la moto hacia el estudio. Esther agarrada a la cintura de la
bailarina, le temblaban las manos aún. Todo por lo que estaba pasando era superior a
ella, y Maca no iba a permitir que lo pasara sola. La apoyaría en todo.
Entraron en el despacho de Gabriela de la mano. Y las saludo de detrás de la mesa.
G.- ¿Hija como te encuentras?

E.- Mejor… venimos de la comisaría… al parecer, Raúl había violado a dos chicas, antes
de mí.
G.- ¡Dios cariño, qué monstruo!
E.- La policía iba tras él… - se quedo mirando fijamente un jarrón de la mesa del
despacho.
M.- Mi amor, ya está… ya esta entre rejas… no te hará daño…
G.- Claro, Esther, no saldrá de allí… espero que se pudra en la cárcel.
M.- Y yo
E.- Mamá.- queriendo cambiar ya de tema.- ¿qué vamos a hacer con la obra?
G.- La obra da igual cariño. Tú tienes que recuperarte…
E.- ¿Y el trabajo que le hemos dedicado? ¿El tiempo? ¿El esfuerzo? todos mis
compañeros tienen las esperanzas en ese estreno…
G.- ¿De verás quieres hacer la obra?
E.- ¡Si!
G.- Nos hemos quedado sin Benedick… ¿qué haremos? Tendremos que anular el
estreno en el Falla…
E.- Mamá, eso no se puede hacer… tenemos todas las entradas agotadas hace más dos
semanas.
G.- Pues no se me ocurre otra cosa… aunque llamara a actores que conozco, no se
aprenderían el papel a tiempo… quedan cuatro días…
M.- Tengo una idea…
E.- Mi niña llega en su caballo blanco a salvar a la doncella… jajajajaja
M.- Jajajaja, que chistosa… Es una locura pero… ¿Habeis visto Shakespeare in love?
E. - ¡Estás loca!
M.- ¿Y por qué no?
G.- Chicas me he perdido… ¿eso qué es?
E.- Es una película mamá. Dónde una actriz de teatro se hace pasar por hombre para
poder interpretar un papel…
G.- ¡La leche!
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3
E.- jejejeje mamá…

M.- Ya se que parece una locura… pero he estado con vosotros en tantos ensayos que
me sé la obra al dedillo…
E.- ¡Maca es una locura! ¡Eres una mujer!
M.- Para eso hay una solución…
E.- ¡Ey! No me asustes… ¡¿no iras a operarte?!
M.- Jajajaja, pues va a ser que no… estas graciosilla tú, ¿no?
E.- ¡Se hace lo que se puede!
M.- Mira, esta es una idea… yo puedo llamar a un amigo mío, que es la caña en
maquillaje y en transformismo… además solo sería para el estreno, después tenéis más
tiempo de buscar el sustituto
E.- Cariño, es una locura…
M.- Bueno… hacedme una prueba… esta tarde a las 7 vuelvo…
E.- ¿Y la voz?
M.- La cambio…
E.- Jajajaja. Pareces Manolo, el camionero…
M.- MALA.- imitando otra vez la voz de Manolo.- Dame unos minutos… lo llamo y a ver
q me dice…
E.- Mi amor, estás loca… dios, pero como te quiero…
Se apartó de las chicas y marcó un número de móvil. Segundos después, tenía una voz
al otro lado del aparato…
M.- ¡¿Cristal?!... Hola cariño… si, lo sé… hace mucho que no te llamo… si, soy lo peor…
chica… ¿tu estás bien?... ¿Lo has dejado con RiXi?... Lo siento, cielo… ¿te dejo por
otra?... Lo siento… ese tío es un cabrón… Si, quedaremos… de verás cielo… escucha…
no me líes… necesito un favor… te veo en tu casa… si… dentro de media hora… prepara
el maquillaje… necesito ser un hombre…- Se escuchó un tremendo grito al otro lado.-
loca… no me chilles en el oído… Venga ahora te explico… un besitoooo… chao
Girándose sobre sus talones hacia unas asombradas mujeres, dijo:
M.- Pues listo… este chico es un mago del maquillaje… me las piro, luego vengo.- le dio
un rápido beso a su novia en los labios y dos besos a su suegra.- Hasta luego amor,
hasta luego suegra…
G.- Adiós nuera…
E.- Jajajajaja, - la vio marcharse a toda prisa.-¡está como una cabra!
G.- Cariño, te quiere de verás… se le nota… te adora…
E.- Y yo a ella…
G.- ¡Ay mi niña, madre!, me alegro tanto por ti… por fin, se te ve tan feliz…
Cristal, una antigua amiga de la facultad de derecho, compañero de Jero, que pronto
hizo migas con ella. Siempre fue amigo de la familia, hasta que decidió operarse y
cambiarse de sexo. Pasó de Paco a Cristal, y lo rechazaron igual que a Maca. Bueno su
familia se lo perdía, era una bellísima persona…
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3
Inclusive Jero, que decía ser su mejor amigo, lo abandonó en cuanto la gente comenzó
a criticarle. Todos menos ella que se hicieron uña y carne…
M.- ¡Cristal!- dándole dos besos a su amiga.

C.- ¡Chica que mona que estás! Nena, que asco que das… ¡cada día más mona!…
M.- ¡Estás loca!
C.- Perdona bonita, soy una loca… y a mucha honra… mi trabajo me ha costado…
M.- Jejejeje, eres un encanto…
C.- ¡Si, eso me dicen todos!
M.- Anda bicho… ¿me vas a ayudar?
C.- Cuéntame desde el principio…
Maca comenzó a relatarle poco a poco la situación. Su relación con Esther… Aunque,
tenía gran confianza con su amigo, omitió lo del intento de violación a su novia. Por
respeto a su intimidad. Le comentó que Raúl estaba en prisión y que necesitaban un
actor que lo sustituyera…en menos de 4 días…
C.- ¡Dios, es una locura! Nena… estas fatal…

M.- Venga, Cris… eres un mago de la brocha…
C.- Cierto… pero… convertirte en un hombre… espera, tengo hay unas cosas que nos
valdrán… Rixi se dejó unas cosillas…ropa y esas cosas… estaba espichao así que te
valdrá…
M.- Eres una genio…
C.- Si una genio de la lámpara… Anda siéntate ahí…
Casi dos horas tardo en transformarla. Pero estaba completamente irreconocible…

Cristal era realmente una maravilla en el transformismo.
Se miró al espejo varias veces, para poder reconocerse. El pelo, lo llevaba recogido y
sujeto con muchísimos pillapelos.
Llevaba una peluca rubio natural y un bigote con perilla del mismo tono. Las cejas
también se las había engrosado y las facciones de la cara tras el maquillaje daban
aspecto de duras y fuertes. Estaba totalmente irreconocible…
La ropa, fue otro cantar. Tuvo que colocarse varias vendas alrededor del pecho, para
disimular su volumen, he incrementar por la parte de abajo, para darle un aspecto más
rudo y cachas.
Se planto una camisa y un pantalón de pinzas. Un par de calcetines en la entre pierna y

los zapatos de caballero. Un completo “pinchito”
C.- Nena… como no te vayas pronto… te voy a hacer el salto del tigre…arggg…
M.- Jejejejejej, anda para. ¿Seguro que estoy bien?
C.- Estás increíblemente buenorro… anda vete…- Maca se giró y le dio una palmada en
el culo.
M.- ¡Ay!
C.- No lo he podido evitar… “tiarrón”… anda y ve cambiando esa voz…tío bueno…
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3
M.- Hasta luego, Cristal, ha sido un placer volver a verte…

C.- ¡Ay! ¡Cómo sigas así, te violo! ¡Verás!
M.- Jajajaja. Gracias. Luego te cuento…
C.- ¡Pobre de ti como no lo hagas! ¡Y no ligues mucho!
M.- Jajajaja.
Había pasado por el puesto de flores del que Esther era amigo del tendero, y no la
había reconocido. Compró un ramito de rosas rojas, para su niña.
Aparcó la moto dos calles más atrás del estudio. No quería que Esther se diera cuenta
de que había llegado aún.
Se fue a la puerta del estudio y tocó varias veces.
M.- Disculpe, - abría la puerta Gabriela.- me mandan de la floristería “La flor de la

pasión”, ¿Esther García está por ahí?
G.- Si un momento… ¿Quién se las envía?
M.- Lo siento,- jajajaja, no me ha reconocido.- no puedo decirle el remitente…
G.- Esther ven, te buscan…
E.- ¡Voy!
M.- ¿Esther García?
E.- Si soy yo…-mirando detenidamente al extraño repartidor.
M.- Este ramo es para usted…
G.- ¿Te las manda Maca? ¿Lleva tarjeta?
E.- Pregúntaselo a ella, mamá…
G.- ¿Cómo?.
M.- Me firma aquí.- señalado sus labios.
E.- Claro…- besándole dulcemente
G.- ¡Hija! ¡¿Qué haces?!
E.- Mamá, no te has dado cuenta de que es Maca…
G.- ¡Cielo, santo!
M.- Jajajajaja, me parece que la prueba del disfraz la he pasado con mi suegra…
E.- Si, si, con tu suegra, por que lo que es conmigo, cariño… esos ojos no me pueden
engañar…
M.- Sabia que a ti no te podía engañar… jajajaja, pero pasé por el puesto de tu amigo
en la plaza de las flores… y no se dio cuenta una mujer…
E.- ¡Es que estas buenísimo!.- dándole una palmada en el culo.- Creo que me haría
hetero por ti…
M.- ¡No! Ni se te ocurra…
Todas.- Jajajajajaja.
E.- Anda Benedick, vamos a ensayar un rato, a ver como lo haces…
La verdad, es que Maca la sorprendió en su forma de actuar. Las escenas se las conocía
perfectamente y el papel lo bordaba que ni pintado. Tras más de dos horas de ensayo
Gabriela, las dejó un rato a solas, pues se marchó al despacho a terminar con unos
papeles y unas llamadas.
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E.- Mi amor, ¿cómo puede ser que lo clavas tan bien?

M.- Jejejeje. Verás, me da vergüenza confesártelo…
E.- ¡Ey! Va, cuenta…
M.- Estuve varios años estudiando arte dramático, pero lo deje por el baile y por falta
de tiempo… además, cada vez que veía acercarse a Benedick a Beatrice, mmmmm…
me entraba algo por el estomago… que no podía dejar de grabar cada movimiento,
deseando ser yo… la que terminaba besando a mi linda Beatrice…
Esa respuesta le provocó una sonrisa a la actriz, y se fue acercando para besarla. En ese
momento, escucharon un grito de Gabriela, desde el pasillo.
G.- ¡Chicas, corred, venid aquí!
La pareja corrió literalmente por el pasillo y al llegar al despacho bastante asustadas,

Gabriela les hizo un gesto para que tomaran asiento y escucharán lo que decían en la
radio.
Radio.-… Cómo le habíamos adelantado en el sumario de este noticiario, el popular

actor de teatro, Raúl Lara, fue detenido y permanece en el calabozo, por una
acusación de violación… son varias las víctimas de este presunto violador… y en
menos de un mes, será llevado a juicio. Les mantendremos informados sobre todos
nuevos acontecimientos del caso… y ahora, les pasamos con el Tiempo… - Gabriela
apagó el aparato en cuestión.
E.- ¡Genial! La noticia se ha filtrado a los noticieros… ¿y ahora qué vamos a hacer?
G.- Al menos el nombre de las víctimas no parecen que los conozcan, si no, te
agobiarían los periodistas, cariño…
E.- ¡Esta pesadilla parece no tener fin!
M.- Tranquila mi amor… pronto acabará…
G.- Los teléfonos comienzan a sonar… muchos serán los chicos preguntando que
pasará con la obra…¡Dios, qué locura!
M.- Tranquila, Gabriela… reúnalos mañana en el teatro a primera hora y les explicamos
todo…
E.- Pero, cariño, tenemos ya mala publicidad sobre la obra… si alguien filtra a la prensa
que el sustituto de Raúl, es una mujer, se armará más escándalo…
M.- Pues entonces… Mañana les presentaremos al nuevo fichaje del equipo. Pedro,
actor principiante, primo de Maca… Así no sospecharan del parecido físico…
G.- Buena idea… venga, chicas iros a descansar ya… mañana ensayaremos con el resto
del grupo.
E.- Hasta mañana, mamá.
M.- Hasta mañana, Gabriela.
G.- Maca, una cosa más… buen trabajo
M.- ¡Gracias jefa!
Al llegar a casa, Maca se quitó su disfraz de Pedro y se fue a dar una ducha mientras
Esther preparaba algo de cena. Al ratito, aparecía con un finito camisón y el pelo
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mojado recogido en una coleta alta.
M.- Mmmmmm… ¡qué rico huele!

E.- Cariño, tan sólo es una ensalada de pasta y una tortilla de atún…
M.- Mmmmm… pues huele divino… ¿es ese tu móvil es que está sonado en el salón?
E.- Si, ¡voy!
M.- Venga, de mientras pongo la mesa…
Vio a su chica desaparecer rápidamente por la puerta. Tras varios minutos, volvía a
cruzar la entrada de la cocina, con el teléfono en la mano y una sonrisa en la boca.
Maca la observaba detenidamente sentada detrás de la mesa de la cocina.
Le hizo un gesto a Maca con las manos y se sentó sobre sus rodillas, cortando la
conversación. Suavemente le retiraba un mechón de pelo húmedo detrás de la oreja y
le dejaba besos por la zona del cuello.
M.- Mmmmm… mi… amor… ¿quién… era?- las caricias sobre su piel iban erizando su
bello poco a poco…
E.- Tu…-no dejaba de besarla.- señora… suegra…
M.- Mmmmmmmmm… ¿qué…qué… quería?- la estaba deshaciendo con esos besos.
E.- Jeje… ha tenido la brillante… idea… de invitarnos…mañana…mmm… - mordiéndole
el filo de la oreja dulcemente.- a… almorzar… después del ensayo…
M.- Mmmmmm… por… mí… encantada…
E.- Jeje… al parecer… tu suegra… va a presentar a su … querida nuera… al resto de la
familia…
M.- ¡Dios!- Se separó en seco.- ¡¿De cuántas personas estamos hablando?!
E.- Jajajajajaja… tranquila mi amor. Sólo serán Héctor y Alicia.
M.- Me encanta esa niña…
E.- Y seguro…- volvía a besarla de nuevo- que a ella… también le encetará… su… nueva
tita.
M.- Cariño… que bien suena eso… ¿sabes? Laura era mi única familia… y ahora tengo…
hasta sobrinilla y todo…
E.- Lo siento, mi amor… de verás que no entiendo porque…
M.- Shhhhhh… - le puso dos dedos suavemente en la boca.- no pasa nada, ya estoy
acostumbrada… ¿sabes una cosa? … Tengo un regalo para mi padre… dentro de dos
semanas es su cumpleaños… y no se si podré llevárselo…
E.- Tranquila mi niña… seguro que sí. Mañana llamamos a tu madre y le preguntas que
tal están las cosas…
M.- Bueno, no sé… tal vez lo haga…
E.- Mi amor, no te pongas triste…- besándola cariñosamente por todos los lados de la
cara.
M.- Ya, mi niña… ¡¿eso qué suena es tu estomago?!
E.- Jajajajajaja. Si, lo siento…
M.- Jajajaja. ¡Eres una glotona!. Venga pues cenemos y a la camita a dormir, que
mañana nos toca trabajar muy duro…
E.- ¡¿Dormir?! ¡¡Eso no es… - mordiéndole el lóbulo de la oreja.- … lo que tenía
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3
pensado!!
M.- Mmmmm… ¡¿Y qué es lo que tiene mi niña pensado?!
E.- Mmmmmmm… es un secreto… - besándole el cuello muy cálidamente.- un dulce
secreto…
70.-
Nuevamente, por la mañana, Maca volvió a usar su disfraz. Aparcaron la moto en el

parking del teatro, y caminaron juntas hasta el lugar de la reunión.
Esa era la primera vez que Esther volvía a pasar por aquellos pasillos que tanto le
recordaban a su atacador. Temblaba y Maca lo percibió.
M.- Tranquila amor… No te va a pasar nada… Yo estoy contigo, ¿vale?...

E.- No puedo evitar dejar de temblar…
M.- Respira hondo, va mi niña.- la abrazaba y besaba en la frente.- Siempre estaremos
juntas, ya lo verás…
Entraron en el amplio recibidor, justo antes de entrar en el escenario. Allí se
encontraba Gabriela, delante del grupo de actores, explicando la situación y los nuevos
cambios.
G.- Mirad, lo de Raúl, ha sido horrible…además, justo unos días antes del estreno…-
proseguía explicando.- nos ha costado mucho trabajo preparar toda la obra… Casi
optamos por retrasar el estreno en el Falla, pero eso hubiese sido un desastre para
todos… la única solución que encontramos, fue encontrar un sustituto para Benedick,
nos ha sido muy difícil tomar una decisión así, encontrar un actor cualificado, y además
que conociera la obra en sí, parecía prácticamente imposible, pero gracias a Maca, la
coreógrafa, que nos ha facilitado el nombre de un magnífico actor… que accedió a
realizar ayer una pequeña prueba… y la cual pasó con creces…- buscaba a las chicas
con la mirada y le hizo un gesto a Maca para que se le acercara.- ya tenemos un gran
sustituto. Pedro, por favor, acércate… chicos os presento al nuevo fichaje del equipo…
Pedro Wilson.
Se escucharon murmullos de que “es guapo”, “está buenorro” , etc., etc., cosa que
volvió a demostrar el buen trabajo de Cristal sobre la bailarina.
G.- Sí, chicos tiene un gran parecido a Maca, porque son primos…
M.- Sí…soy primo de Maca. Me alegro de pertenecer a vuestro grupo…
G.- ¡Pues demostrémosle a Pedro, lo bien que trabaja mi equipo! ¡A ensayar!.- Dio dos
palmadas y marcharon para el escenario.
Terminaron de ensayar la obra desde principio a fin. Maca, sorprendió muchísimo al

personal, porque se adaptó fácilmente a la obra, y lo bordaba a la perfección.
Se tomaron un descanso de unos minutillos, Esther se iba a acercar a Maca, para
felicitarle por su trabajo y para estar un ratillo con su niña, pero, Claudia, la frenó.
C.- Esther… ¡Pedro está como un tren! ¡Vaya culo, por Dios!
E.- Sí… - verás la pava esta.
C.- ¿Sabes si tiene novia?
E.- No sé… pregúntale a él… ¡Pedro!
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3
C.- ¡Tía, qué haces! ¡Qué corte!

M.- ¿Si?
E.- Aquí… Claudia que se preguntaba si un tío tan buenorro como tú…¡ay!.- le dio un
codazo.- tenía novia…
M.- Jeje, ¡¿novia?!.- miraba a Esther divertida.- Pues sí, lo siento…
C.- Es normal… no creo posible que se te resistan...
M.- Jejeje… gracias por el cumplido… al final voy a tener que creérmelo y todo…
C.- Créetelo, de verás… pero, no hay problema, yo no soy celosa, y guardo muy bien los
secretos…
E.- ¡Joder!- ¡Yo si soy celosa!, al final termino arreándole y todo, verás la tonta esta…
M.- Lo siento, de verás… sólo puedo pertenecer a una mujer…- estaba disfrutando de
la cara de celos de su novia.
C.- ¡Qué suerte tiene tu chica! Ya quedan pocos hombres como tú…
E.- Si… mucha suerte…
M.- Os equivocáis, la suerte es mía de tenerla yo a ella…
C.- Bueno… lo dicho… si algún día estás solo… avísame…
M.- De acuerdo...
Los ojos de Esther, llenos de furia, veían como las caderas de la insinuadora actriz se
alejaban hacia otro grupo.
E.- ¡¿Cómo qué de acuerdo?!
M.- Vamos, Esther… solo estaba siendo educada… además, nunca la llamaría…oye…
¡¿Estás celosa?!.- haciéndole cosquillas en las costillas.
E.- Jajajaja… ¡No! ¡Para!
M.- ¡Estás celosa! ¡Reconócelo!
E.- ¡Vale, vale!... ¡Estoy celosa!... pero paraaaaaaaa, por favor, paraaaaaa…
M.- Jejeje, anda… vamos a ensayar…
Dos horas más tarde partían hacia la casa de Maca. Se ducharía y cambiaria y se
marcharían a casa de Gabriela.
E.- Mi amor, luego toca dormir un mi casa, ¿eh?.- tocando dos veces el portero.
M.- Vale, mandona…
E.- ¡Somos nosotras, mamá!.- dándole un empujón cariñoso a Maca.- ¡Yo no soy
mandona! ¡Pasa!
M.- Jajaja…Lo que ordene, jefa…
Subieron en el ascensor, a pesar de ser un segundo, por tener unos minutillos de

intimidad y poderse repartir unas cuantas caricias antes de llegar…
E.- ¡Ey! Mamá, ya estamos aquí… ¿Dónde andas?

G.- ¡En la cocina, hija!
E.- Ven, cariño, es por aquí…
Al entrar una imagen de una “ama de casa” con delantal y cucharón en la mano, las
esperaba.
M.- ¡Ey! ¡¿Quién eres tú y dónde has metido a mi suegra?!

E.- ¡Payasa!
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3
Todas.- Jajajajajaja
M.- Perdona Gabriela, pero nunca le vi con esa indumentaria, siempre te he visto con
ropa elegante en el estudio…
G.- ¡¿A qué disimulo bien mi doble vida?!
M.- Jajajaja Perfectamente.
E.- ¿Dónde se han metido estos?
G.- En un atasco, le queda media hora…
E.- Vale, pues ponemos la mesa de mientras…
M.- Muy bien, te ayudo.
Minutos más tarde, la mesa estaba servida para 5. Y el resto de los invitados aún no
habían llegado. Aprovecharon para enseñarle las habitaciones a la bailarina.
E.- ¡Este es mi dormitorio! .- dejándole pasar dentro.

M.- ¿Esa enana eres tú? ¡Qué preciosa! Alicia se parece a ti de pequeña…
E.- Ella es más guapa, tiene rasgos de Eva, su madre…
M.- ¿Murió muy joven?
E.- Tenía 29 años…
M.- ¡Joder, qué putada!
E.- Si… mira, me parecen que acaban de llegar… he escuchado la puerta… ¡Ali, en
estamos aquí!
Un trote se escuchó por el pasillo y entró saltando sobre los brazos de su tía.
E.- ¡Mi princesa!- abrazándola y besándola por toda la cara.- Mira, te presento a tu
nueva tita…
Al girar la cara y ver a Maca, un gesto de sorpresa le iluminó a la pequeña. Se puso

hacer palmas como loca y a dar saltitos sobre los brazos de Esther. Le lanzó los brazos
en dirección de su nueva tita, para que ésta la tomara y pudiera darle besos y abrazos.
La niña estaba loca de contenta por la noticia.
Héctor, entraba a la habitación observaba orgulloso la imagen que tenía delante.
H.- Hola Maca. Encantado de tenerte en la familia…ya sabia yo que mi hermanita tenia
buen gusto…- dándole dos besos a su cuñada.
E.- ¡Claro!
H.- Jejejejeje, anda que mamá nos llama para comer…
Al llegar a casa de Esther, esta se fue a la ducha para arreglarse para salir. Habían
decidido salir a cenar fuera e ir al cine.
Cuando la actriz salió de su dormitorio, con un vaquero y una camiseta de tirantes roja
con rayitas blancas, no vio a Maca en el salón. Y comenzó a buscarla por el resto de la
casa.
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3
Salió a la pequeña terraza, que era el único lugar que le quedaba por buscar. Y la
encontró allí, en una butaca de mimbre, con el móvil en las rodillas, la cara echada
hacia a adelante y sus manos tapando su cara.
E.- Mi amor… ¿qué te pasa?...- arrodillándose a su lado.

M.- Cuando volvimos de casa de tu madre… al verte junto a los tuyos… sentí
añoranza…
E.- Mi niña… lo siento…
M.- Y acabo… de hablar con mi madre.
E.- ¿Qué te ha dicho?
M.- Que es mejor que no vaya… mi padre sigue diciendo que ya no tiene hija…
E.- Maca…yo…- levantándole la cara, para poder encontrarle la mirada.
La cara la tenía completamente inundada por las lágrimas. Esther pasó sus dedos
acariciándole las mejillas y quitando el rastro de humedad.
E.- Mi amor, lo siento tanto…

M.- Tú no tienes la culpa, son ellos los que no me aceptan tal cual soy…
E.- Mi niña… no llores más…yo te quiero tal cual eres… y mi familia también te quieren,
Ali te adora, cielo…
M.- Lo sé, tu familia es increíble…
E.- Venga cielo…- le daba besos por toda la cara.- anímate
M.- No quiere ni que se lo envíe por correo…
E.- Ya está, amor, no le des más vueltas… no te merecen…Vamos a salir y a que te
despejes…
M.- Cariño… prefiero no salir…
E.- A no, mi niña… Salimos… va venga.- haciéndole pucheros.
M.- Venga tontita, vamos…
73.-
La velada fue muy romántica. Tomaron algo de cenar en su restaurante preferido, un

italiano bastante popular. Y seguidamente marcharon al cine a ver una película de
comedia romántica, de esas de llorar a moco tendido en pleno final, cuando por fin los
protagonistas terminan besándose y todos contentos.
A eso de las una y media salían del ascensor hacia el ático de Maca. Las manos de
Esther la acariciaban por debajo de la camiseta y con una sonrisa en los labios abría la
puerta.
M.- Ven…
E.- ¿A dónde?
M.- Ya lo verás… cierra los ojos por fi…y dame unos minutos… no mires…
Minutos después, la acercó hacia ella…
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3
M.- Mi amor, abre los ojos…
Una manta estaba sobre el suelo de la terraza, con muchos cojines alrededor.
M.- Ven, túmbate conmigo…- estaba tumbada sobre la tela, mirando las estrellas
E.- Claro…
M.- Cuando estoy mal… o me encuentro muy triste… me tumbo aquí…
E.- Mmmmm- acomodándose sobre el pecho de su niña
M.- Cariño, te tengo que dar las gracias…
E.- ¿Por qué?
M.- Por ser parte de mi vida… gracias a ti, me siento viva de nuevo, querida, amada,
me has enseñado una nueva forma de mirar la vida…
E.- Pero, cariño, si no hubiese sido por ti… jamás me hubiera abierto de nuevo al
amor…
M.- Mi niña…- le besaba dulcemente. Una de sus manos se introducía, debajo de la
camiseta, a la altura del ombligo, y lo acariciaba con la yema de los dedos suavemente.
E.- Mmmmmmm… que rico…

M.- Mi amor, me apetece…-sus labios iban rozando cada milímetro de su cuello.-
hacerte el amor… dulcemente…
E.- Mmmmmmm… ¿a que estás esperando?
M.- Jejeje
Los dedos de una experta Maca recorrían lentamente el camino de piel desde el
ombligo, hasta los pechos de su niña. Rozando la tela, delicadamente, como si en su
gesto, pudiese memorizar cada pliegue de aquella prenda. Poco a poco, la mano fue
investigando toda aquella dura superficie, deslizándose después hacia la parte inferior,
para tirar de aquella prenda intima y dejarlos al descubierto.
La otra mano de la actriz, fue levantando suavemente la camiseta que separaba su piel
contra la de ella. Retirándosela después por la cabeza y dejando el campo de visión
mucho más amplio. Los labios de Maca viajaban por el suave desierto de aquella
cintura y aquel abdomen, subiendo hacia las dos preciosas dunas de aquella mujer, y
saboreando cada milímetro de piel. La boca de la bailarina, dominó cálidamente, un
duro centro, para después su lengua comenzar a bailar un ritmo suave con él.
La mano que le quedaba libre a la bailarina, buscó el otro pezón, y comenzó a rozarle
con las yemas de los dedos, pellizcando suavemente la erguida zona de la actriz.
El cuerpo de Esther comenzaba a tener pequeñas convulsiones de todo el placer que

su niña le estaba regalando. Los ruidos en su garganta tomaron vida, excitando aún
más a la dueña de las caricias.
Los labios de Maca decidieron bajar lentamente hasta su cadera. Besando el filo del
pantalón. Con movimientos lentos y precisos, aquella prenda terminó junto a la
camiseta. Las piernas de Maca se acoplaron contra la cadera de su niña, y una vez
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3
arriba, se fue desnudando lentamente, ante los ansiosos ojos de Esther.
La cadera de la actriz comenzó a buscar con movimientos suaves el centro de Maca,

respondiéndole casi al instante con los mismos roces.
La intensidad de las caricias eran suaves, dulces, demostrándose lo mucho que los
cuerpos se amaban, se necesitaban, aquel baile entre ese puzzle exacto que formaban
las dos caderas, tomaba ritmos propios, intensificando más el placer y el deseo que
sentían la una por la otra.
La humedad de aquellos centros iba en aumento. Maca se incorporó unos minutos,

para eliminar las telas de sus prendas intimas, ya empapadas.
Lentamente, bajó hacia los muslos de Esther, lamiendo delicadamente el interior de
aquellas piernas. El placer iba en aumento, Esther notaba como se deshacía debajo de
aquella cálida boca.
Subiendo fue llegando hacia su pubis, besando primero su superficie, y haciéndose

paso posteriormente hasta su húmedo centro. Fue bebiendo aquel líquido que bañaba
su epicentro. Recorriendo con su lengua toda aquella maravilla de oasis. Bebiendo,
intentando calmar su sed, le llegaron a sus oídos dulces gemidos de su niña.
E.- Maca… yo también… necesito… yo…

M.- shhhhh… tranquila… ya voy.
Comprendiendo aquellas palabras de Esther, se incorporó y fue hacia su cara,

arrodillándose sobre la boca abierta de su niña, encajando el interior de su pubis con la
boca de ella.
M.- Mmmmmmmm… dioooosss…
El cuerpo de Maca, volvió a descender en busca del oasis de su chica. Al llegar al

centro, su lengua comenzó de nuevo a recorrerla.
La boca de Esther aumentaba la presión sobre su sexo, a la vez que aumentaba el

ritmo. Notó como dos de sus dedos se impregnaban de su esencia, para después
penetrarla lentamente.
M.- Ahhhhh…mmmmmm
E.- Mi amor, hazme tuya… lo necesito…
Los dedos de la bailarina repitieron la misma operación, penetrándola al mismo tiempo

que seguía lamiendo.
Notaban como el placer aumentaba con cada caricia. Notaban como estaban a punto
de caer a un abismo de deseo. Se notaban en ese límite de placer y como su cuerpo
comenzaba a convulsionarse para estallar en el más profundo orgasmo.
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3
Primero llegando Esther y en milésimas de segundos su compañera, que tocando el

cielo con sus manos, caía con el cuerpo relajado sobre ella.
Se tumbó a su lado y entrelazaron los dedos de las manos.
M.- Nunca he estado más segura de esto…- comenzaba a decir suavemente.- Te amo.
E.- Y yo a ti, princesa.- respondía emocionada.
Y llegó la hora del gran estreno. Dos horas antes de la función, todos los actores
estaban en sus respectivos camerinos preparándose para el momento.
Se escuchaban pasos acelerados y voces inquietas por los bastidores. Todo el mundo
parecía principiante en esos momentos, pero era normal, por el momento crucial en el
que se encontraban.
Maca, andaba de un lado para otro del camerino, cuando se coló Esther, por una de las
puertas traseras.
M.- ¡Ey! ¡¿Qué haces en el camerino de Pedro?!

E.- ¡colándome de strangiss no me ves!
M.- Ya te veo… ¿no podías estar sin verme?
E.- Pues no… Por cierto, quieres parar ya de moverte…¡vas hacer un agujero en el
suelo!
M.- ¡No lo puedo evitar, joder!
E.- Cariño… ¿te ponías así en los concursos de baile?
M.- No…
E.- ¿Y por qué aquí si?
M.- Mi amor… el teatro no es mi terreno…además, si falló, arriesgo todo vuestro
trabajo… joder…
E.- Mi amor, tranquila, lo haces genial…
M.- ¿De verás?...
E.- Si, cariño, de veras… anda me voy a mi camerino antes de que nos pillen…
M.- ¿Cuánto queda para salir a escena?
E.- Diez minutos.
M.- Joder, joder, joder…
E.- Jejejejeje, anda boba, que lo haces de maravilla…te quiero…
M.- Te quiero
El telón se abrió en el plazo de esos minutos y todo el escenario se cubrió de arte. La

magia de las palabras llenaron aquel teatro, y tras más de una hora y media de una
interpretación colosal, el público se puso de pie con una majestuoso aplauso.
Los actores salieron para saludar y llamaron a la directora, para que acudiera junto a
ellos. El público, al reconocer a la popular actriz y directora, la aclamaron entre mas
aplausos, mientras Aimé, salió para entregarle un ramo de rosas a su jefa.
Dieron las gracias de nuevo todo el grupo junto con Gabriela y se cerró el telón.
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3
La disco estaba repleta de gente joven, bailando en el centro de la pista. Los actores se
adentraban por medio de aquella selva de personas, hasta hacerse de un buen trozo
para bailar.
El grupo había terminado muy cansado, pero las ganas de festejar ese éxito, eran más
fuertes que el propio agotamiento. Fueron todos menos Gabriela, que dijo que una
mujer de su edad no quería romperles la marcha a los chicos. Insistieron, pero
nuevamente la mujer dio una negativa, despidiéndose y arrancando su coche
Todos bailaban, reían, bebían copas, aquel estrés y aquellos nervios por el estreno,
desaparecían en cada paso de baile.
Claudia se acercó a Pedro, para charlar muy pegadita a él. Le sonría y le pedía salir a
bailar con ella.
Pero, le dijo cortésmente que no podía, que Esther, ya se lo había pedido, y dejando a
una Claudia con la boca completamente abierta, tomó de la cintura a su chica, y
empezaron a danzar al son de la canción.
Los amigos se quedaron asombrados a ver como Esther parecía una profesional en sus
manos. Giros, vueltas y pasos de verdaderos expertos.
Estaban sumergidas en ese baile, en ese mundo de miradas cómplices, en ese juego de
caricias en cada paso o en giro.
Los deseos de ambas iban en aumento, rompiendo las barreras de la lógica y de la
verdadera personalidad de Pedro. Un giro más, un paso cortado, la pierna derecha de
Esther que es elevada hacia la cintura de su acompañante de baile y un insinuante roce
entre esas dos partes de los dos cuerpos.
Dos pulsos más acelerados. Dos almas cada vez más compenetradas, más cómplices en
las miradas.
El grupo iba abriendo paso a esa pareja de baile, rodeándolos y mirándolos

sorprendidos…
Pero para ellas aquellas personas nos existían, solo eran conscientes de que las
pulsaciones habían subido hacia las gargantas. Golpeando agitadas por el deseo y el
placer de sentirse libres en aquella pista, en aquella canción que las invadía.
De pronto, casi sin darse cuenta, las bocas se acercaron peligrosamente, apunto de
rozarse, las respiraciones de ambas se juntaron en una, en un pequeño espacio aire
que quedaba entre las dos caras.
De repente, una voz, les llegaba atreves de la música. “Que hijo de puta…claro, con ella
sí”. Maca, giraba la cara sorprendida ante una Claudia muy enfadada, volvía a insultar
a la pareja y salía de la disco como alma que lleva el diablo.
La canción acabó en ese instante y volvieron a la realidad, a aquella pista, a aquella
71
3
disco, rodeadas por sus las miradas atentas de sus compañeros.
Javier.- ¡Joder, tío como bailas! ¡Es una pasada!

M.- Jejeje, mi prima, que me ha dado clases especiales…
J.- ¡Y tanto!
M.- ¿Qué le ha dado a Claudia?
J.- Creo que un ataque de celos en toda regla… tío, como siguas mucho tiempo por
aquí, nos vas a quitar a todas las chicas…
M.- Hala, ¡qué exagerado!
J.- ¡Perdona, chaval, realista, en todo caso!
M.- Bueno, creo que será mejor que me vaya…- haciéndole un gesto a Esther, que se
había quedado detrás de Aimé.
E.- Chicos, yo también me marcho, ¿Pedro me acompañas a coger un taxi?.-
intentando disimular lo evidente.
M.- Claro.
La pareja salió en fila india del local. Todo el grupo, se giró hasta verlos salir.
J.- ¡Esos dos, están liados!
A.- No creo tío… Me parece que Esther es lesbiana…
J.- ¡¿Les?! ¡Que dices! Joder… no tenía ni idea…
A.- Como sigamos así… los hombres nos vamos a comer sólo los mocos…
V.- ¡¿Ah, pero qué tu no te los comías de antes?!- Vilches aparecía con una nueva copa
en la mano detrás de ellos.- Joder, pues disimulas bien, porque pensaba que tenías un
trauma de bebé…
J.- Jajajaja
A.- ¡Hala! ¡Ya apareció el listo!
En el piso de Maca, duchada y con su camisón de tirantas, entraba en el baño, donde

Esther aún se desmaquillaba.
E.- Se han dado cuenta de todo…- retirándose la crema de la cara con un algodón.
M.- No… - la tomaba desde atrás por la cintura y apoyaba su barbilla en el hombro de
su chica.- yo creo que sólo de que Pedro y tú tenéis un rollito raro… Pero no de que
Pedro sea yo…
E.- ¡Dios! Es que esa forma de bailar… me volvía loca…
M.- Jejeje… si lo sé… la uso a cada minuto… bailar es mi especialidad…-tomándola de la
mano y girándola sobre si misma, para quedar frente a frente.
E.-¡¿Si?!... no me había dado cuenta…-besándole dulcemente en la comisura de los
labios.
M.- Mmmmmmm… ¿ y ahora qué?.- viéndola como se alejaba para tomar el pijama y
ponérselo.
E.- ¿Qué de qué?.- metiéndose la camiseta de Piolín.
M.- ¿Qué vamos a hacer con Pedro?
E.- ¡Volverme hetero!- se metía en el dormitorio y andaba hacia la cama
M.- ¡Tonta!.- Le lanzaba uno de los cojines de la cama
E.- Jajajaja, ¡aims, mi niña! Si era una broma…
M.- Joooo, ni en broma.- haciendo pucheros y metiéndose en la cama.
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3
E.- Vale, en serio. No sé, que va a pasar con Pedro…supongo que buscaremos un
sustituto porque tu tampoco podrás dejar tus clases para irte de gira con nosotros…-
pegándose a su cuerpo y abrazándola.
M.- ¡Dios, la gira!, joder, ahora que estamos tan bien juntitas…
E.- Lo siento, cariño.
M.- ¿Cuando os vais?
E.- A ver… dos actuaciones más en Cádiz… dentro de diez días nos vamos a Sevilla…
M.- ¡Genial!
E.- Cariño… sólo serán unos días…
M.- Se me va hacer eterno, Esther…
E.- Y a mi, cariño, y a mi… pero cuando vuelva me tomaré unos días y nos haremos un
viajecito juntas… ¿vale?
M.- Mmmmm… vale, me tocaban el mes que viene, pero espero y nos tomamos esos
días juntas de vacaciones…
E.- Gracias amor…
M.- Venga, Señorita Beatrice, vamos a dormir algo…
E.- Buenas noches, princesa.- besando ligeramente sus labios y apoyándose en el
pecho de Maca…
M.- Buenas noches, mi niña…
A eso de las 10 de la mañana, la sinfonía de Paquito el chocolatero sonaba
estrepitosamente en la mesilla del cuarto.
M.- ¡Esther! Es el tuyo…
E.- Mmmmmmm… tíralo al wáter…
M.- Vale… después lo hago, pero mira primero a ver quién es… no vaga a ser que sea
importante…
E.- Joooo… ya voy escandaloso… shhhh que vas a despertar al bloque entero…-
tomando el móvil en la mano y descolgando.- Diga…señora madre…- con tono
burlesco.- ¡es usted!... no, no hemos mirado el periódico aún… no, nos hemos
levantado todavía…¡¿Qué es lo qué dicen las criticas?!
M.- ¡¿Qué pasa?!.- incorporándose de la cama.
E.- Si, si…-haciéndole un gesto para que se esperara un segundo.- ¡Dios, mamá!
Léemelo de nuevo, para que se lo diga a Maca…-tapándose el micrófono un
momento.- Cari, escucha la crítica... “ El fabuloso grupo de teatro dirigido por Gabriela
Infante… deslumbró anoche sobre… el tablado… del teatro… Falla…con un gran arte
por… parte de todos sus actores… el personaje de Benedick, fue sustituido… a última
hora… por un actor desconocido…pero no por ello… menos brillante… que el… resto…
felicidades… Gabriela Infante… por tu… nuevo… gran éxito…y por supuesto…
felicidades a tu grupo…”
Tras varios minutos más de conversación con la emocionada Gabi, Esther se abrazó a
su chica, para felicitarla y darle las gracias por todo…
E.- Mi amor…- le daba miles de besos, loca de contenta.- sin ti no lo hubiésemos

conseguido…
M.- Me alegra mucho haber servido de ayuda…- le acariciaba la espalda con dos dedos.
73
3
E.- No sé como podré pagarte todo lo que has hecho por nosotros…
M.- Jejeje… ¡tranquila, ya me lo cobraré yo en carnes!
E.- ¡Claro! ¿Cómo lo quieres? ¿Dos kilos de pollo, de ternera y de cerdo?
M.- Jajajajajajajaja… ¡pues va a ser qué no!... yo prefiero carne más fresca…-
haciéndole cosquillas en las costillas.
E.- ¡Ey! Jajajajajaja. ¡Para! ¡Para!
M.- No, no, lo prometido es deuda…
E.- ¡Vale! ¡vale! Jajajajajaja… pero para por fi…
M.- Anda, ven aquí…- colocándose encima de su niña.
E.- Mmmmmmm… Creo que me va a gustar esa forma de pago…
Los dos cuerpos se entregaron a las caricias. Se entrelazaron y se rindieron a una

guerra de besos por toda la piel. El hechizo de aquel amor entró en ese dormitorio… y
las palabras se volvieron caricias, y el silencio se volvió besos…
Pero lejos de aquel cuarto, alguien maldecía por dentro, arrugaba aquel periódico que
tenía entre las manos y juraba venganza. No sabía como, pero se vengaría de aquella
mujer que le había metido entre rejas y arruinado su carrera como actor.
Estaban preparando las cosas para el viaje de Esther, su chica le ayudaba con las
maletas.
El móvil de la bailarina comenzó a sonar. Miró la pantalla y vió “Laurita”, con una
sonrisa en los labios descolgó.
M.- Dime cariño… ¿si?... ostras que guay…espera, que le pregunto a Esther…-tapando
el micro del teléfono- Cariño, dice Laura, que tiene cuatro entradas para un exposición
de arte, y una fiesta privada después, ¿te apetece ir?
E.- Claro. Vamos…
M.- ¿Lauri? Que si, que dice que si… ¿Para quién es la cuarta?... Jajajaja… ¡anda ya!...
bueno, lo intentaré… eso esta un poco complicado…espera a ver…-volviendo a tapar el
teléfono.- ¿Crees qué podría venir Héctor con nosotras?
E.- Jejejejeje, ¿y eso?
M.- No sé… me parece que le he hablado mucho de mi cuñadito a esta loca, y quiere
conocerlo…
E.- Ok, lo llamo ahora y se lo digo.
M.- Lauri… que lo llamamos a ver que dice, ¿ok?... vale… pero que no es seguro…
bueno, cuando sepa algo seguro te aviso… esta noche nos vemos a las 9 en la
exposición… un beso…
E.- Mi amor…- abrazándola por detrás.- ¿qué eso de que le has hablado a Laura de
Héctor?
M.- Mmmmm… la primera vez que te vi en el parque… cuando os vi juntos…me
enamoré de ti al instante. Me preguntó si el padre era guapo y esas cosas… le dije, que
sí, pero que la madre era muchísimo más…
E.- Jejejejeje…
M.- Después le hable de la maravilla de familia política que tenía… de Gabi… de Ali y de
mi cuñadín…
E.- Jajajajajaja…eres un cielo.
74
3
M.- Vosotros más… estoy encantada con vosotros, la verdad…

E.- Y yo contigo…
Comenzaron a darse a besitos y caricias, por todo el cuerpo y sin saber como
terminaron en la cama, tumbadas en horizontal, entre lanzando, las piernas y las
manos, no sabían de quien eran las caricias que se daban en esos momentos, porque
parecían que las dos pieles estaban fusionadas en una…
Al ratito, se levantó y llamó a su hermano. Le pareció bien, hacia mucho tiempo que no
salían a darse una vuelta y le apetecía despejarse. Llamaría a la canguro para esa
noche.
A eso de las nueves menos cuarto, tocaba el portero de Esther, y bajaban para reunirse
con el. Tomaron el coche y este las siguió en el suyo.
Llegaban puntuales a la puerta de la sala de exposiciones, donde Laura ya los estaba
esperando.
79.-
E.- Héctor, te presento a Laura, una amiga de Maca…

H.- Encantado.- dándole dos besos.
L.- Igualmente.- Mmmmm es más guapo de lo que pensaba.
H.- No me dijiste que íbamos a estar tan bien acompañados…
E.- Jejejeje, bueno, se me olvidó…- guiñándole el ojo a Maca.
M.- Chicos, hechas las presentaciones… ¿pasamos dentro?
L.- ¡¿Qué?!.- Mirando aún a Héctor.
M.- Jejeje, ¿qué si pasamos, sorda?
L.- Si, sí… aquí tengo las invitaciones…
M.- ¡Eres una joyita! ¿Quién te las ha conseguido? Es un artista muy conocido y
popular…
L.- Los contactos de mi jefe… y el al final no podía venir… así que…
M.- Me cae bien tu jefe…
L.- A mi, solo a ratos…
Todos.- Jajajaja
H.- Bueno, ¿me permites?.- Tomándola del brazo, se dirigieron juntos hacia la entrada.
L.- Encantada.
E.- ¡Vaya dos!
M.- Parece que han “cuajado”, ¿no?
E.- Jejejejeje, eso parece…
Al entrar a la sala, se encontraron con muchísimas caras famosas y conocidas. Se

notaba la clase del artista en cuestión.
Héctor y Laura se alejaron nada más entrar y a los cinco minutos, los vieron hablando
al fondo, con una copa de champan en la mano cada uno.
75
3
E.- Parece, que ha sido un flechazo…

M.- Me encantan que se lleven así…sería genial que estuvieran juntos.
E.- Pues sí.
M.- Mira, este cuadro, es una maravilla…- Acercándola hacia un cuadro de la izquierda.
Era la cara de una bella mujer, con el pelo ligeramente hacia el rostro y el cuerpo
semidesnudo.- ¿te gusta?
E.- Mmmmm, sí… la expresión de su cara. Habla por si sola, parece estar mirando hacia
alguien al que ama profundamente y se siente feliz por ello…
M.-¡Vaya! ¿Todo eso dice su mirada?¿Y cómo sabes tanto viendo sólo su cara?
E.- Jajajaja, fácil, son tus mismos ojos cuando me miras…
M.- ¡Mírala ella!, así que, ¿así te miró yo?.- Abrazándola por la cintura.
E.- Si… -dándole un beso esporádico en la comisura de los labios.
Alguien se les acercó por detrás y les interrumpieron.
C.- Vaya… Esther, no pensaba, verte por aquí… y tan bien acompañada…
Al escuchar esa voz, un escalofrío le recorrió la espinal dorsal.
E.- Cruz…- girándose para mirarla.- Cuánto tiempo…
C.- Si, mucho…-ignorando a Maca.- No me cogiste ni una llamada…
E.- Todo estaba dicho entre nosotras.- tomando a Maca, por la cintura y dando varios
pasos para alejarse. Para Esther, la conversación ya había terminado.
C.- Espera… no me vas a presentar a tu acompañante.
E.- Claro, perdona mis modales.- mirando a Maca a la cara.- Ella es la mujer de mi
vida… a la que quiero con toda mi alma… ella es, Maca…mi novia…
M.- Encantada Cruz… he oído, maravillas de ti.
A las dos horas abrieron dos puertas contiguas a la sala, donde estaba preparada la
habitación para la fiesta privada.
La música de vals inundaba todo el aforo. Y lujosos adornos enriquecían el ambiente.
E.- Uff, me siento fuera de lugar…

M.- Se a lo que te refieres, esta fiesta es demasiado snob…
E.- Un poquito…
M.- ¿Estás bien?
E.- Si, ¿por qué?
M.- Por Cruz…
E.- Mi amor… no siento nada por ella, es más, estoy completamente segura, de que a
quien amo es a ti…
M.- Gracias, princesa…
Cruz volvía a acercarse a la pareja.
C.- Esther, me gustaría hablar contigo…en privado
E.- De veras, Cruz, no tenemos nada de que hablar… además no tengo nada que
ocultarle a Maca.- Tomándola de la mano
C.- Es que… lo hice por ti…
E.- Jejejejeje, ese chiste es bueno…
C.- Vamos, Esther, es cierto…
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3
E.- Me pusiste los cuernos… ¿por mi? ¿Es eso?
Maca se retiró, apartándose de aquella discusión donde veía que no pintaba nada.
C.- Joder, no es así… se trataba de que iba a ascender… a ganar mas dinero para
nosotras…
E.- ¿Sabes qué? ¡Madura!... antes de hacer nada por nadie… pregúntale al menos, si
está dispuesta a arriesgar una relación por dinero…
C.- Yo te quería…
E.- Pues, lo siento. Perdiste la oportunidad… vete con tu jefa…
C.- Esther…
E.- ¡Maca!… ¿dónde se ha ido Maca?
C.- ¡Y yo qué sé! ¡qué se vaya al infierno!
E.- No Cruz. Ella es el paraíso, mi paraíso, y tú fuiste mi infierno. Gracias a ella he vuelto
a vivir. Por ella renací de las cenizas que tu dejaste… la amo a ella. ¡Qué se te grabe en
la cabeza!, no quiero saber nada de ti…
Se giró a sobre sus talones y la dejo allí con la palabra en la boca. Maca, ¿Dónde estás?.
No la veía por ningún lado. Encontró a Laura bailando con Héctor en la pista, y les
preguntó por ella. La acababan de ver pasar hacia la terraza.
Se fue deprisa, acelerando más sus pasos y cruzó el salón en dos minutos.
Maca, estaba apoyada sobre sus manos, en la barandilla.
Esther, se le acercó muy despacio y paso sus brazos por su cintura. Posando su barbilla
en el hombro de su novia.
E.- Lo siento amor… siento que hayas presenciado esa escena…

M.- No pasa nada…- limpiándose las lágrimas.- no es tu culpa, tu no sabias que estaba
en la fiesta… te quiere… tenia los celos en sus ojos.
E.- Pues yo te quiero a ti… lo siento, por ella. Me perdió hace mucho tiempo. ¿Por qué
te fuiste?
M.- No pintaba nada ahí.
E.- Te equivocas. Eres mi novia y pintas mucho en todo lo que ocurra a mi alrededor…
cariño, no sé como decirte, que eres lo más importante para mí…
M.- Ya lo has hecho…te quiero, princesa.
E.- Y yo, mi vida…-besándola dulcemente.
M.- ¿Quiere bailar la mujer más linda de la fiesta conmigo?
E.- ¿Aquí, en la terraza?
M.- Mmmm, sí… llega el sonido de la música perfectamente…
E.- Vale, sería un honor para mí.
Los minutos corrían en contra para las chicas, ya solo faltaban dos días para su inicio
de la gira.
Para Esther nunca había sido tan duro viajar durante tiempo. Se trataba de más de dos
meses fuera de Cádiz. Y sobre todo, dos meses, alejada de su niña.
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3
Llamó a su chica al móvil, tenía un hueco entre clase y clase, y andaba por el despacho.
Esa noche quedarían para cenar en casa de Esther, pues la actriz quería prepararle una
cena romántica antes de irse.
Y llegó el día de su partida. Todo fue rápido, pues les dolía demasiado la despedida.
Al llegar al hotel, la llamó para que no se preocupara, además, la echaba muchísimo de

menos…
E.- Hola, mi niña…

M.- ¿Qué tal el viaje, princesa?
E.- Tranquilito…acabamos de instalarnos en las habitaciones… Por la mañana al teatro
y a la noche, actuamos…
M.- Mmmmm… estás ajetreada… mi niña, que penica…
E.- Te echo de menos mi niña…
M.- Y yo a ti… mucho…muchísimo…
E.- Lo siento, cari…
M.- Tranquila…es trabajo, mi niña… en unos días nos veremos.
E.- Pero… es muy duro, estar aquí… sola… no me apaño a mirar al otro lado de la cama
y no ver tu rostro…Ese rostro que me da la vida cada vez que me regala una sonrisa…
M.- Mi niña…
E.- Es cierto, te echo muchísimo de menos…
M.- Y yo a ti amor…cariño… no se como decírtelo…
E.- ¡¿Qué ocurre?! ¡¿Le ha pasado algo a Alicia?!
M.- No, no, tranquila… es que ya ha sido fijada el juicio para Raúl…
E.- ¡Dios!
M.- Tranquila… Será el mes que viene… en la primera semana… ha llamado el abogado,
quizás tengas que venir a testificar…
E.- Lo suponía… pero esos días estaré en Córdoba…
M.- Lo siento amor… intentaré hablar con el abogado para que te llame a testificar en
el último momento, así ganarás más tiempo…
E.- Gracias cariño…
M.- Te tengo que dejar, que me llaman al portero…
E.- Buenas noches cariño.
M.- Buenas noches princesa…
82.-
Tres semanas más tarde, Maca andaba como ausente en el trabajo y en todo lo que
hacía. No se concentraba muy bien... La echaba muchísimo en falta…Laura, intentaba
animarla y que se distrajera un poco, pero apenas conseguía su propósito.
Así que, la amiga le propuso una idea, cambiar con Marta, su compañera de la
academia, las clases del viernes, para poder ir a ver a Esther a Granada, que era donde
se encontraba esa semana.
78
3
Animada, llamó a su suegra, para contarle la idea y que le ayudara a darle una sorpresa
a su novia.
G.- Es una idea fantástica… Ven a la actuación del viernes a las 22h. Dejaré una entrada
a tu nombre en taquilla, para las primeras filas. Luego, ven a bastidores y la ves…
M.- Gracias por todo… de verás… muchas gracias.
G.- A ti… si supieras como está Esther… parece un alma en pena… el único ratito que
sonríe es mientras habla contigo al móvil…
M.- A mí me pasa lo mismo…
G.- Vaya par…
M.- Lo sé, Gabriela. Pero es que no lo podemos evitar…
G.- Tranquila, lo entiendo. Es más, ella comparte conmigo dormitorio en el hotel… pero
para ese fin de semana, le diré que no quedaban habitaciones dobles… y que dormirá
sola. ¿Qué te parece la idea?
M.- No se moleste, de verás…
G.- Vamos, ahora me dirás que juegas con mi hija a la oca, en vuestros ratos íntimos…
M.- ¡Pero, suegraaaaa!
G.- ¡Pero, nueraaaaaaaaa!
M.- Jajajajajaja… vale, vale…
G.- Jajajaja… Así me gusta… ahora, volviéndonos serios, ¿qué se sabe del juicio?
M.- Yo tendré que testificar, al igual que el guarda de seguridad… el martes de la
semana que viene…
G.- Comprendo. ¿Cuándo tiene que ir Esther?
M.- Quizás el miércoles o el jueves…
G.- Macarena, cuando vuelvas a Cádiz, llévatela, que se quede contigo en casa, está
muy asustada por enfrentarse de nuevo a ese animal.
M.- Ella no me ha dicho nada… supongo que para no preocuparme, pero yo también se
lo he notado en la voz…
G.- Me tiene preocupada, Maca…
M.- Y a mí
G.- Por las noches no duerme bien, está muy intranquila, se agita… e incluso, a veces
ha gritado, despertándose después…
M.- Mi niña…-casi en un susurro.
G.- Si, pues entonces lo dicho Antonio, los presupuestos de los gastos te los mando por
fax.
M.- ¡¿Esther?!
G.- Sí, claro…- Esther se acercaba a su madre y le daba un beso en la mejilla.- Bueno,
pues en eso quedamos. Un saludo.
M.- ¡Hasta luego, suegris!. Y gracias de nuevo – Colgando
El viernes por la mañana tomó el tren para Granada. Llamó a Gabriela nada más llegar,
para saber dónde estaba su niña exactamente, ya que no quería ser descubierta en el
último minuto. Esther se encontraba en el teatro dando el último ensayo y no llegaría
al hotel hasta después de la actuación, cuatro horas más tarde.
79
3
Gabriela bajó con Maca a recepción y pidieron la llave de Esther. Dejaron la maleta en
su dormitorio y le prepararon la habitación para la sorpresa. Velas por toda la estancia,
sin encender aún, claro está. Dejaron dicho en recepción que les subieran una botella
de champán francés bien fría con dos copas, calculando minutos antes de que las dos
llegaran.
Una hora más tarde, salían hacía el teatro. Gabriela se iba a bastidores y Maca, se daba
una vuelta por los alrededores, esperando que fuera la hora para entrar.
Dos calles más lejos, encontraron un puesto de flores, y le compró un ramo de

tulipanes rojos a su novia. Con una sonrisa en los labios pidió su entrada en taquilla y
tomó asiento. El aforo se llenó en menos de diez minutos.
Las luces se apagaron, abriéndose el telón. El arte de nuevo se apoderó se aquel

tablado. Allí estaba su niña, destacaba su belleza como una flor destaca entre la nieve.
Su voz, sus expresiones, sus gestos estaban transformados, la joven Beatrice, era la
perfección personificada en aquel escenario.
El hombre que estaba sentado al lado de Maca, la miraba sorprendido, pues aquella
mujer con el ramo sobre las rodillas, iba susurrando frase por frase toda la obra,
afirmando con la cabeza, cada vez que terminaba una escena.
Tras un final sublime, las luces se encendieron de pronto, el público al completo se

puso de pie, y comenzaron a aplaudir a los actores que saludaban tras la subida del
telón. Otro éxito más para aquellos brillantes actores.
Maca, aprovechando el bullicio de la gente, se fue colando

hasta llegar hasta bastidores. Un hombre en la puerta, le permitió la entrada, tras
explicarle quien era.
Los actores, salían por los pasillos alegres y entraban en sus camerinos. Vio a Esther
entrar en el del fondo y sonrío. No la había descubierto. Su móvil, comenzó a vibrar.
Miro la pantalla. “Esther”
Se escondió detrás de una columna y tomó la llamada.
M.- Hola cariño…

E.- Hola princesa.
M.- ¿Qué tal la obra?
E.- Ha salido muy bien…
M.- Me alegro cariño.- sonriendo- te he echado de menos…
E.- Y yo mi vida… apenas me concentro…
M.- ¡Ey, eso no puede ser! Tienes que actuar como siempre, brillante...
E.- Pero…
M.- Pero, nada cariño… déjales con la boca abierta… ¿qué haces ahora?
E.- Cambiándome que me marcho al hotel… ¿y tu?
M.- Viendo algo de tele y me iba a la ducha ahora…
E.- Bueno, pues te dejo que te duches…
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3
M.- Vale cariño. Un beso…

E.- No sabes cuanto me gustaría dártelo de verás…
M.- Ya me los darás todos.- Sonriendo.- tranquila amor…- Se acercó a la puerta del
camerino, y tocó dos veces.
E.- Cariño, me llaman, será mi madre… un besito y hasta mañana…
M.- Hasta luego princesa.- Casi en un susurro, colgando seguidamente.
Esther abría la puerta sólo con una bata celeste clarito. En frente de la puerta encontró
a una persona con un ramo en la cara, tapándole el rostro.
E.- ¡¿Y esto?!

M.- Lo siento, pero no podía esperarme para darte todos esos besitos…
E.- ¡Macaaaaaaaaaa!- Abrazándose a su cuello.- ¡Mi niña!- rociándola de besos toda su
cara…
M.- Jeje, ¿me dejas pasar?
Esther la tomo de la cintura y la atrajo hacia dentro, empujando ésta la puerta con su
pie para cerrarla.
Dos cuerpos se abrazaron entre aquellas paredes, demostrándose con caricias y besos
lo mucho que se habían echado de menos. Sobraban las palabras y las explicaciones.
Sólo le importaba que la tenía entre sus brazos.
Al subir a la habitación, Maca le tapó los ojos en la entrada, y la introdujo en el baño

unos minutos, para poder encender las velas y terminar de preparar el champán.
Una vez concluido todos los preparativos, fue en su busca. Colocando sus manos sobre
los ojos para que aún no pudiera ver nada, la condujo hacia la mitad de la habitación.
Poco a poco fue separando los dedos de la visión.
E.- ¡Dios, cariño, esto es increíble!.. ¡¿Pero cómo…?!

M.- Tengo un duendecillo que me ha ayudado a prepararte todo…
E.- Jejejeje… ¡¿mi madre?!
M.- Jejejeje… Si… adoro a mi suegra…
E.- Es un sol.
M.- Anda ven aquí…- tomándola de la cintura, y besándola dulcemente.
E.- Mmmmm… ¡Cuánto he echado de menos esos labios! ¡Y...!.-acariciándole
sexualmente el dorso del pecho.
M.- ¿Y…?
E.- Ese cuerpo…
Pegándola contra la pared, Esther se apoyó contra su cuerpo. Levantó la camisa que la
cubría y la lanzó al suelo, se arrodilló y le desabrochó el pantalón.
Al descubrir la fina prenda negra que cubría el sexo de su chica, posó los húmedos
labios sobre la superficie, bañando de besos ese paraíso que la volvía loca.
Las manos de Maca, descendieron hasta enredarse en el cabello de aquella mujer que
la estaba subiendo con sus caricias hasta el cielo.
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3
Notó como los dientes de Esther bajaban lentamente la prenda al suelo, junto con el
pantalón, y levantando suavemente los pies de su chica, terminó de desnudar toda su
piel.
Las manos de la actriz, ascendían suavemente por las firmes piernas de la bailarina.
Danzando y erizando a su paso el bello de aquella zona.
Se detuvo en la parte trasera de su cuerpo, deslizando las yemas de los dedos por
aquella piel. Un suspiro fue arrancado de la garganta de Maca, provocando una sonrisa
por parte de su chica.
Las manos acudieron hacia delante para unirse a los besos. Levantó la mirada hacia su
cara, envuelta de la excitación que invadía aquel cuerpo.
E.- Mi amor apóyate contra la pared.
Esther levantó la cadera de su chica hacia su boca apoyando las rodillas de su chica
contra sus hombros y con el primer contacto, la lengua comenzó a buscar el elixir que
desbordaba su interior. El dulce sabor invadió su boca abierta, provocándole aquel
contacto mucha más sed de ella.
Los movimientos lentos y suaves, subían y recorrían aquel clítoris, al mismo ritmo que
los gemidos de Maca, salían de su garganta.
Cada milímetro, cada parte de su centro, fue saboreado por aquellas ansiosas caricias.
De arriba a abajo, de abajo a arriba, fue poseyendo el paraíso que se ocultaba entre
aquellas piernas, que deseaba saciar y calmar su sed.
Un escalofrío fue subiendo desde los pies de Maca hacía su pubis. La embriaguez de las
dulces caricias desembocaron el temblor de aquellas piernas que apenas ya la
sostenían y un sonoro grito, salió de la garganta de la bailarina, al tiempo que su sexo
descendía exhausto sobre la boca de Esther.
Dejó caer sobre los brazos de su chica aquel cuerpo relajado, que le pertenecía sólo a
ella…
M.- Te amo…
E.- Y yo a ti, mi amor.
85.-
La mañana siguiente, al despertarse junto a su chica, sonrió por aquella felicidad que le
inundaba. No había sido un sueño. Ella estaba a su lado.
Descendió sus dedos suavemente por la bella cara de su niña. Sentía la necesidad de
acariciar aquella piel. De rozarla y memorizarla con sus caricias.
Aquellos dulces movimientos despertaron una sonrisa de aquel rostro.
M.- Mmmmm… buenos días mi niña…

E.- Lo siento…no pretendía despertarte…-besando la comisura de sus labios.
M.- ¿Dónde tengo que firmar para despertar cada mañana contigo a mi lado?
82
3
E.- Aquí.- Señalando sus labios.

M.- Mmmmm, encantada… - fundiendo las dos bocas en una.- Esther.- Se separó y la
miró a los ojos.- En serio…- casi en un susurro.- estos días apartada de ti… me han
hecho pensar muchísimas cosas… darme cuenta de lo mucho que te quiero y lo mucho
que te necesito…
E.- Y yo a ti, mi niña…
M.- Por eso… quisiera… pedirte…que al volver de la gira… viviéramos juntas.
Un silencio invadió aquellas paredes. Los segundos se volvieron eternos ante la
esperada respuesta.
M.- ¿Qué me contestas? ¿Quieres vivir conmigo?
E.- Maca, yo… Si… si quiero…- saltando de la cama para abrazarla.- pensé que nunca
me lo pedirías…
M.- Pues ya ves…-
Los labios de Maca la besaron fugazmente… una y otra vez…hasta que los cuerpos
abrazados se rindieron de nuevo a las caricias, y fundiéndose con esa cama, se
rindieron a esa creciente pasión que las invadía.
Dos horas más tarde, los estómagos de ambas comenzaban a protestar por la falta de
alimento y tras una duchita rápida, salían del hotel a las calles de Granada para buscar
un sitio donde desayunar a esas horas.
Sentadas en la terraza de una de cafetería, entre bromas y risas, se tomaban unas ricas
tostadas de jamón con unos cafecillos. El móvil de Maca, comenzó a vibrar en su
bolsillo trasero de su vaquero, y un respingo la hizo saltar de la silla, ante las risas de su
novia.
M.- ¿Si?.- Con un dedo amenazaba chistosa a su chica, para que no se burlase más de
ella.- Gabi… Si… anoche maravilloso…
E.- ¡¿Es mi madre?! Oye, ¡¿por qué no me llama a mí?!
M.- Si, está conmigo…estamos desayunando en un café…ya, hemos visto la hora…jejeje
casi es un almuerzo… pero se nos ha hecho muy tarde esta mañana…- su novia le
arreaba en el brazo un palo cariñoso y le quitaba el móvil de las manos.
E.- ¿Mamá?... antes de que te lo cuente la lanzada de tu nuera…- le sacaba la legua a
una Maca partida de risa.- Cuando nos volvamos a Cádiz… vamos a vivir juntas…- un
grito de alegría se escuchó al otro lado del aparato.- ¡Ey, me vas a dejar sorda!... me lo
ha pedido esta mañana… sí, anda luego te lo cuento mejor... Venga, un besito… hasta
luego mami…
M.- ¡Chivata! ¡Anda que has tardado en decírselo!, jajajajaja…
E.- ¿Te ha molestado?
M.- Para nada, cariño…oye, me apetece ver la cuidad, ¿nos damos un paseo antes de ir
al hotel?
E.- ¡Claro, vamos!
El domingo por la mañana, Maca le explicó con mucha delicadeza, la situación del
juicio, y el requerimiento de su presencia para testificar. Su chica se puso nerviosa ante
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3
la idea de volver a ver a su agresor, pero no iba a estar sola, la bailarina la acompañaría
en cada momento.
El lunes por la mañana, a primera hora, las chicas partieron a Cádiz.
Decidieron que esos días los pasarían en casa de Esther, pues necesitaba preparar sus
cosas para irse de nuevo a trabajar.
Las noches para ella, se llenaron de pesadillas, llenas de ansiedad y con el pánico de
cerras los ojos y revivir aquella horrible escena. Se despertaba entre un mar de sudor y
muy exaltada. Maca la abrazaba hasta que sus pulsaciones se hacían normales y volvía
a caer en los brazos de Morfeo.
El martes por la mañana, Laura fue a acompañar a Esther mientras su chica testificaba
en el juicio. No quería que pasara dos veces por la crisis de nervios que le producía
tener que ver a Raúl, por eso maca le pidió que no la acompañara.
El abogado les informó que a la mañana siguiente, tras su declaración, se dictaría la

sentencia sobre él. Aquella noche apenas pegaron ojo.
Esther, cruzaba el pasillo del tribunal, temblándole las piernas. Raúl la miraba con ira
desde el fondo, sentado en el banquillo de los acusados.
Tomó asiento, al lado del juez. Y juró decir la verdad. Tras las preguntas del abogado
acusador, comenzó a relatar aquella dura escena.
A su mente, llegaron las sensaciones vividas aquel día y la visión de su agresor sobre su
cuerpo, golpeándola y intentando forzarla. Los insultos, los gritos. Como intentó
escapar de él. Y como llegó Maca en su ayuda.
Sólo al terminar de relatar todo lo sucedido, se percató de que varias lágrimas le

habían invadido su cara. Buscó entre el público, el apoyo en la mirada de su chica, pero
esta también limpiaba sus lágrimas.
Presentaron los informes del hospital donde Esther había sido atendida, y subió a
testificar el doctor y el psicólogo que la habían atendido tras la agresión.
Al fondo, descubrió las caras de las otras dos víctimas de Raúl, aquellas pobres no
habían tenido tanta suerte como ella.
Tras resaltar todas las pruebas del abogado acusador y defensor. Se tomaron el tiempo
para deliberar.
El juez salió otra vez a la sala y el silencio se hizo entre la gente.
Firmemente, el acusado fue declarado culpable, con una pena de 45 años de cárcel.
Maca abrazó a su chica que aún temblaba de la tensión. Dos policías esposaron a Raúl
a la espalda para sacarlo del tribunal. Pero éste se juró hacia Esther, y le gritó.
R.- ¡Me las pagarás!.- uno de los policías le empujó hacia
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3
delante y le dijo que se callará.
Esther abrazada por su niña, lo siguió con la mirada hasta que desapareció de la
estancia
Salieron aún abrazadas del juzgado, todo había salido bien.

Pero Esther aún tenía un rasgo serio en su cara.
M.- Mi amor, ¿qué ocurre?

E.- Dijo: “me las pagarás”
M.- Tranquila mi niña, no podrá hacerte nada… va ha estar muchos años en la cárcel…
E.- Lo sé… pero no puedo dejar de sentir miedo…
M.- Por eso te lo dijo cariño, para asustarte y que pasaras el resto de tu vida sufriendo
por él…
E.- Puede ser…
G.- ¡Chicas! Estoy aquí…
M.- Mira tu madre está aparcada allí.- dirigiéndose hacia el coche.
G.- Esther, cariño, ¿cómo estás?.- bajándose del coche y abrazándose a su hija.
E.- Bien mamá, tranquila…Le han condenado a 45 años de cárcel…
G.- ¡¿Sólo?! Deberían haber sido muchísimos más…Espero que los cumpla por
completo…
M.- Seguro que sí…
E.- Mamá ¿qué haces aquí?
G.- Quería estar contigo en estos momentos, pero mi avión se retrasó, lo siento
cariño…
E.- No pasa nada… tranquila…Necesito tomar algo, no me encuentro bien…- cayó
desmayada
M.- ¡¡Cariño!!.- sujetándola antes de que cayera al suelo…
G.- ¡¡Esther!!
M.- Gabi, ¿tienes algo de agua en el coche?
G.- ¡Si!
M.- Tráemelo, por favor…-tumbándola suavemente sobre la acera.
En menos de dos minutos, Gabriela traía unos pañuelos de papel y un botellín de agua.
G.- Toma…
M.- Ha sido una lipotimia…seguro que por una bajada de tensión…-mojando el
pañuelo, lo paso por el cuello se su niña, y por su cara y muñecas. Después de puso a
hacerle aire y a darle unos golpecitos en la cara.-Va, mi amor… despierta…
G.- Esther, cariño…
M.- Mira… parece que ya abre los ojos…
E.- ¿qué… me… ha…?
M.- Te has desmayado…
E.- Me encuentro mal…
M.- Venga, vamos que te tomes una coca cola o algo así…
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3
E.- Si… ayúdame a levantarme…

M.- Claro, mi niña. Poco a poco.
La tomaba de la mano, y la sujetaba cuando conseguía ponerse de pie. Se subían al
coche con aire acondicionado a toda potencia y se dirigían hacia una cafetería.
88.-
Aquella tarde, la acercaron al medico, pues Maca estaba muy preocupada. Si, al
parecer, había sido una bajada de tensión, debida a la situación vivida.
A la mañana siguiente, Gabriela y Esther partían de nuevo a la gira. Se despidieron

entre alguna que otra lágrima, pero sabían que pronto estarían juntas de nuevo.
M.- Venga amor, que cuando vengas, buscaremos una casita para las dos, ¿vale?
Con esa frase consiguió robarle una sonrisa a su chica.
Los días fueron difíciles para las dos, cientos de llamadas y de sms al móvil, para aliviar
un poco las distancias que las separaban.
Aquella tarde Maca daría clases al grupito de Alicia, eso al menos la animaba un
poquillo, ver a su niñita linda, era lo mejor de aquel día después de las llamadas de
Esther.
Entraba a clase y al fondo había un barullo increíble. Paco estaba empujando a Carlos,
justo delante de las pechas de sus mochilas. La profesora aceleró el paso y los separó
de los golpes.
M.- ¡Ey! ¿qué pasa aquí?.- agarrándolos por la camiseta y separándolos a cada lado
P.- ¡Fue él!
C.- Mentira… que lo que te pasa es que esa niña te ha vuelto tonto.
P.- ¡No te metas con ella que te arreo de nuevo!
M.- Teresa.- la llamaba a voces.
T.- ¿Si?.- Asomando la cabeza por la puerta
M.- Dile a Marta que se haga cargo de mi clase un momento.
T.- Vale…¿Pasa algo?
M.- No, tranquila, vosotros dos venid conmigo…-Marta entraba en la clase y le
comentaba que tenia que hacer con el grupo.
Ya en el despacho, se apoyo en la mesa, y miraba aquellos dos pequeños de 5 años.
M.- Paco, ¿qué ha pasado?

P.- Carlos se estaba riendo de Alicia… la llamaba el cisne mudito…
C.- Es que no habla nunca…
P.- Pero no por eso tienes que reírte de ella…
M.- A ver… un momento. Carlos, ¿te reíste de Alicia?
C.- Era una broma…
P.- Pero todos los niños se rieron de ella…
M.- ¿por qué no viniste a mi, Paco?
P.- Es mi novia, y la tengo que cuidar yo…
86
3
M.- ¿Ali es tu novia?

P.- Si, me dijo que si el martes pasado en clase…
M.- Vale hacemos una cosa. Paco, pídele disculpas a Carlos por pegarle…la próxima
vez, me lo dices antes de pegarle, ¿vale?
P.- Pero…
M.- Carlos le pedirás disculpas a Alicia…y no te reirás más de ella…
C.- Vale…
M.- Por cierto, estáis los dos castigados. Hale… arreando a la clase…
Al finalizar la clase, los padres fueron a recoger a los alumnos, y Maca tuvo que
informar a los padres de los dos niños del incidente de antes.
Héctor fue a recoger a Alicia a la clase, y se acercó a su cuñada para saludarla.
H.- ¡Ey! ¿Qué tal cuñadita?.- con Alicia ya entre los brazos.
M.- Entretenida con estos niños… Alicia está hecha una rompecorazones…
H.- ¡¿Mi princesa?!
M.- Jejejejeje… si… su caballero andante la ha defendido esta tarde…
H.- Ali, ¡eres una ligona!
M.- Jejeje, ahora, la niña sabe elegir, es el chico es el más guapo de la clase… jejeje…
¡Ey! ¿Y a ti con Laura? ¿todo bien?
H.- Es una maravilla de mujer… nos llevamos genial… anoche fuimos a ver un concierto
de jazz…
M.- ¡¿Laurita, jazz?!
H.- Al principio me dijo que el jazz no era su fuerte… pero luego al escucharlo, le gusto
muchísimo el grupo… es encantadora
M.- Me alegro muchísimo de que os llevéis tan bien…
H.- Gracias por presentarnos, de verás… hace mucho tiempo que no me sentía tan a
gusto con alguien…
M.- Un placer…
H.- Sobre todo mío… Laura es sensacional…
M.- Si, para mi es la única familia que tengo, es como mi hermana…
H.- Pues doblemente cuñada entonces…
M.- ¡¿Eso es qué ya estáis saliendo juntos?!
H.- Si, me dijo que si hace tres días…
M.- ¡¿Y no me lo ha contado?! La mato…
H.- No por Dios… Jajajaja
M.- Jajajajajaja, Ahora que la he encontrado…
M.- Por cierto, ¿sabes algo de Gabi y Esther?...
H.- La obra esta siendo un éxito… han triunfado en Huelva también, calculo que en una
semana están aquí…
M.- Las echo de menos…
H.- Y yo… pero pronto estarán aquí…
M.- A ver si cuando vuelvan, quedamos los cuatro para cenar o algo…
H.- Estaría bien… Esta noche habíamos quedado Laura y yo para cenar, hoy era mi día
libre en el restaurante, pero la niñera no puede venir…
M.- ¡Ey! ¿Podría llevar esta noche a Alicia al cine a ver la última de Disney?
87
3
H.- ¡¿En serio?!

M.- Claro, si Ali quiere, a mi me encantaría…
H.- ¿Tu qué dices enana? ¿Te vas con la tita al cine?.- La niña saltaba de alegría en sus
brazos.- Esta claro que sí…
M.- Pues si queréis después de cenar os pasáis a recogerla por mi casa…
H.- Perfecto cuñadita. ¿Te la acercó a las ocho a la academia?
M.- Mejor, llevadla a mi casa, que tengo allí el coche… a eso de las nueve, ¿vale?
H.- Perfecto, hasta luego. Dale un beso a la tita… que nos vamos ya…
90.-
Acaba de llegar a casa después de tomar un cafecillo por la tarde, con Marta y Teresa.
Se ducharía, llamaría a su niña, algo de televisión y a la camita temprano…si se dormía
prontito, antes llegaría el lunes y su niña llegaría volvería.
Salía del baño con el albornoz verde clarito y la toalla en el pelo. Las agujas del reloj de
la pared marcaban las nueve de la noche. No había cenado, pero no pensaba hacerlo,
quizás sólo tomaría una pieza de fruta en el sofá, delante de una película.
Sonó el timbre de la puerta. ¿Quién sería? ¿Algún vecino pidiendo sal? Pues el portero
no había sonado… Se acercaba a la mirilla, todo estaba oscuro…
Pues no abriría. Estaba sola en casa. Y si no sabía quien era, no se le ocurriría abrir.
Tocaron de nuevo. Volvió a mirar y vio un tulipán.
M.- ¡ESTHER!.- abriendo rápido.

E.- Pensé que no estabas… ¡Hola, mi amor!
M.- ¡¿Qué haces ya aquí?!- abrazándola y rociándola de besos.
E.- Si quieres me voy…
M.- ¡¡NO!!
E.- Jejejejeje… pensaba… ¿me dejas pasar amorcito?
M.- Claro, cariño pasa…
E.- ¡Acabo de llegar de Jaén!
M.- ¿Pero tu no actuabas hoy?
E.- ¡Si!
M.- ¡¿Entonces?!
E.- Pues que nunca te dije a que hora, ¿verdad?
M.- Cierto, jejejeje
E.- Terminamos a las 7 y media… y le dije a mi madre que me pillaba el último avión
para hoy… los demás vuelven mañana…
M.- ¡Mi niña! ¡qué sorpresa!
E.- Claro, cari, de vez en cuando te tengo que sorprender yo…
M.- Jejejejeje, tonta…¿tienes hambre?
E.- Un pelín, para que engañarte…¿ibas a cenar?
M.- Pues no, solo iba a tomar una manzana…pero te preparo algo rápido, ¿vale? ¿un
sándwich de york y otro de paté?
E.- Vale. ¿Nos lo comemos en esa hamaca?
88
3
M.- Jejeje, ¿y eso?

E.- Esta noche hace tres meses de la primera vez que te hice el amor…
M.- ¡Hala! ¿te acuerdas?
E.- No, es coña, pero he quedado bien, ¿eh?
M.- ¡Mala!.- Le tiro el cojín.- Ven vamos a la cocina a prepararte eso…
E.- Cuando me des todos esos besitos que me debes…
M.- ¡¿Que te debo?!... ¿De cuando?
E.- A ver… deja que recuerde… cada vez que hablábamos me decías… un besito mi
amor… pues los he sumado y me debes unos 40 más o menos…
M.- ¡PERO… SI..SERÁS!... ¡SERÁS!...-lanzándole otro a la cojin a la cara.
E.- Tu niña a la que adoras… Jajajaja…. Anda empieza…- poniendo los labios en posición
morritos y señalándolos con el dedo índice.
M.- Anda…¡Ven aquí!
Y tomándola de la cintura, se inclinó hacia esa boca que le volvía loca. Fundiéndose en
una increíble guerra de besos apasionados.
M.- Dormilona…- se inclinaba sobre su cara, para besarla.

E.- Mmmmm… un poquito más… Maca… anda…
M.- Mi niña, ¿no quedamos anoche de pasarnos por la inmobiliaria?
E.- Si…¿Qué hora es?
M.- Las diez y media… mi niña, yo esta tarde tengo clase a las seis…
E.- Vale… voy a darme una ducha…
M.- Así me gusta… - viéndola marchar como un zombi hacia el lavabo.- Oye, ¡¿y mi
beso?!
E.- ¡Voy!.- Despertaba de pronto al oír la palabra “beso”.
M.- Jejeje.- besándola dulcemente. - ¡Eso está mejor!
E.- Me voy a la ducha…
Una hora más tarde caminaban por las calles de la ciudad, en

busca de inmobiliarias…
Tras recorrer dos o tres, fueron una cafetería para tomarse un café, sentándose en la
terraza de la misma, para aprovechar el espléndido sol de esa mañana
M.- ¿te ha gustado alguna?

E.- La de la Calle Acacias, era bonita…
M.- Si… además estaba muy bien de precio…
E.- Luego, llamamos a la agente, y le pedimos ir a verla…
M.- Dentro de dos horas, llega tu madre al aeropuerto… Tenemos que ir a recogerla…
¿no?
E.- Si… además tenemos que ayudarla con el equipaje… la pobre se traía algunas cosas
que no me dieron tiempo a recoger…
M.- Es un sol…
E.- Si, yo la adoro… siempre ha estado al cien por cien ayudándonos en todo, a Héctor
y a mi…
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3
M.- Cariño, ¿y tú padre?

E.- Murió en un accidente de coche, cuando yo tenía sólo tres meses…Héctor tenía un
añito y medio…
M.- Lo siento…
E.- Tranquila, no pasa nada…
M.- ¿Tu madre nunca quiso volver a casarse?
E.- Nunca le conocimos otro amor en su vida… se dedico a nosotros, a sacar a sus hijos
adelante… estuvo mucho tiempo sin actuar… porque éramos muy pequeños… pero,
después nos llevaba con ella al teatro, y la observábamos pasmados… de ahí, mi pasión
por el teatro… siempre quise ser igual que mi madre…
M.- Pues yo nunca…- Su cara se teñía de añoranza
E.- ¡Ey! no te pongas triste…
M.- Mi madre siempre se dedicó a ser un personaje importante de sociedad…
dejándonos a un lado a sus hijos… y mi padre, digamos, que sus vinos eran más sus
hijos que nosotros…
E.- Cariño, nunca te has sentido querida…
M.- Bueno, mi abuela, la que me regalo su casita en el pueblo…Me pasaba los veranos
en su casa, haciendo galletitas, aprendiendo a coser… me encantaba estar con ella…
E.- Mi amor, ahora tienes una familia que te quiere…
M.- Y yo a vosotros, Esther, me habéis dando en este tiempo, mucho más amor, que
mi familia en toda mi vida…
E.- Te quiero, princesa.
M.- Y yo más…
Disfrutaban de unas vacaciones conjuntas. Aprovechando cada momento juntas de

intimidad para demostrarse lo mucho que se querían.
Se decidieron al final por una de las casas y comenzaron con el papeleo para
comprarla. Utilizarían algunos muebles de ambas y el resto los comprarían. En menos
de unas semanas la tendrían perfectamente preparada para el inicio de una vida junas.
Terminando los trámites, se marcharon unos días a la casita del pueblo. Disfrutaban de
los paseos por las calles al atardecer, de muchos baños en el spa y de momentos
íntimos.
A finales de semana, Héctor y Laura, vendrían con Alicia, para pasar con ellas un par de
días.
Al anochecer del viernes, las ruedas de un coche contra el camino de tierra, les hizo
asomarse. Eran ellos.
H.- Guau, esto es precioso…Hola hermanita.- Dándole dos sonoros besos.- ¿Qué tal
todo?
M.- Muy bien… - con una amplia sonrisa.- Hola Laura. ¿Qué tal el viaje? ¿Cansado? .-
Saludándola también.
90
3
L.- Un poquito… pero bien. Con ganas de llegar y de veros.- Se acercaba a Maca y le
daba un abrazo y dos besos.- ¿y vosotras?
M.- Muy bien… Esther ha resultado ser toda una pueblerina, jejejej…
E.- ¡Ey, Héctor! ¡¿Y mi princesa?! ¡Dónde te la has dejado?! .- bromeaba y fingía no ver
a su sobrina.- Pues ya estás yendo a por mi niña linda…
H.- ¡Se me debió olvidar en la gasolinera, cuando repostamos!
E.- ¡¿ Y ahora que voy hacer sin mi princesa?!.- Se tapaba los ojos imitando una triste
llantina.
La niña al verla salía corriendo desde detrás de su padre y se lanzaba a sus brazos.
E.- ¡Pero si estabas escondida!.- La niña reía a carcajadas.- Bicho, me habías asustado.-
haciendo pucheros.- ¡¿Y mi beso?!.- Sin quitar esa sonrisa, la niña le daba un sonoro
saludo en la mejilla.
M.- ¡¿Y el mío, princesa?!.- Corriendo al lado de la pareja
E.- Eso, con tu otra tita del alma… jejeje
La niña se lanzaba al cuello de Maca y la abrazaba.
M.- Oye, princesa ¿y tu Paquillo?.- La niña levantaba los hombros y negaba con la
cabeza.
E.- ¡Ey! ¡¿Quién es ese Paco?!
M.- ¡¿La tita Esther no lo sabe?!.- La niña negaba con la cabeza entre risas.
E.- ¡No es justo, lo sabe Maca y yo no! Jope…
M.- ¡¿Se lo decimos, enana?!- Esta vez contestó afirmativamente.- Bueno…pues Paco,
es el novio de Alicia.
E.- ¡¿El novio?! Mi niña, preciosa, mi enana, ¿con novio?... ¡Dios!
M.- Jejejeje
H.- ¡Ey! El enfadado debía ser yo… mi mocosa de cinco años, me ha hecho suegro,
siendo tan joven…jo
Todos.- Jajajajajaja
H.- ¡Ey, chicas! ¿Preparasteis algo de cena?
E.- No, íbamos a preparar algo ahora…
H.- No hace falta… le pedí a Manu, que me hiciera algo rico para llevar…
M.- ¡Hala! ¡Que enchufes!
H.- Bueno, ser el nuevo socio del dueño… tiene sus ventajas…
E.- ¡¿El socio?!
H.- Ajá…
E.- ¡Dios! ¡¡Felicidades, hermanito!!
M.- ¡Ey, felicidades cuñadín!
H.- Gracias, gracias…
E.- Me alegro muchísimo… Rodolfo, se ve buena gente…
H.- Sí, es muy majo…además la oferta que me hizo, era inmejorable…
E.- Pues me alegro muchísimo…
H.- Firmé hace tres días… las chicas me guardaron el secreto, queríamos daros una
sorpresa…
E.- Jejeje, pues es la mejor noticia que me podías dar…
M.- Chicos…¿pasamos dentro y acomodamos las cosas?
91
3
L.- Muy bien… ¿la habitación del balcón?

M.- Si… para Ali, la que está al lado…
L.- Ok. Vamos.
Al final, Héctor y Maca, se fueron a llevar los bártulos, y Alicia le siguió muy
graciosamente con una mochila que hacia dos veces su cuerpecito.
Esther y Laura se pusieron a calentar la comida y a preparar una ensalada que la

acompañara.
E.- Se os ve muy bien…
L.- Si, tu hermano es fantástico…
E.- Creo que hace mucho tiempo que no lo veía tan feliz.
L.- Yo también lo soy, la verdad es que hace muchísimo que no estaba tan a gusto con
alguien.
E.- Y Ali no ha puesto ninguna pega, ¿verdad?
L.- Es un sol de cría… pero solo, soy Laura la amiga de su padre y de vosotras…
E.- No creo que con la niña tengas problemas, siempre ha sido muy cariñosa…
L.- Eso espero…
E.- Oye… necesito tu ayuda…
L.- Claro, dime…
E.- A ver, necesito la dirección de los padres de Maca en Jerez… y su teléfono…
L.- ¡¿Qué?! ¡¿Te has vuelto loca?!
E.- No… verás…Maca llamó el otro día a su madre… era el cumpleaños de su padre… le
había comprado un regalo… y quería llevárselo…
L.- ¡¿Y Rosario le dijo que no?!
E.- Sí… le dijo que su padre insistía de que él no tenía hijas…
L.- ¡¿Cómo pueden ser tan crueles?! Maca, es su hija, por favor…
E.- La he escuchado muchas veces llorar en el aseo…
L.- Pobrecilla…
E.- Se me parte el alma escucharla…
L.- Lo entiendo…
E.- Es que no puedo entenderlo…
L.- Verás, es que los padres de Maca son muy duros de “mollera”…
E.- Pero por muy duros que sean, Maca es su hija, ¡Dios!
L.- Yo nunca los entendí… Cuando Maca les confesó su orientación sexual, la echaron
prácticamente a la calle, con apenas lo que llevaba puesto…
E.- ¡Dios mío!
L.- Llegó a mi casa destrozada…
E.- Mi niña…
L.- Estuvo varios días en casa y luego fue cuando Rafa le ayudó. Empezó a trabajar en la
academia… y hasta hoy…
E.- Shhhhhh por ahí vienen…
Héctor entraba el primero y detrás pasaban Maca con la niña en brazos.
H.- Jejejejeje... ¿Chicas, prepararon todo?
M.- ¡Es que las niñas valen su peso en oro!
92
3
E.- Tu si que vales, mi niña…- dejándole un dulce beso en los labios.

M.- Mmmmmmm, me encanta…
La semana siguiente, Maca empezaba las clases en la academia. Esther, estaba muy
liada, limpiando y empaquetando las cosas para la mudanza.
Pero, aquella mañana, Maca había ido más temprano a trabajar y la actriz iba
aprovechar aquella situación para ir a Jerez, sin que su novia se enterase…
Tomó su coche, y salió a la carretera diez minutos después de que su niña se marchara.
Estaba nerviosa, ¿qué les iba a decir? ¿Soy la novia de la hija que echaron a la calle?
¿ La novia, de una mujer increíble, que ustedes tacharon por no ser como querían?
Estaba muy indignada con aquellas personas, su chica era una bellísima persona, y no
se merecía aquel rechazo por parte de toda su familia…
Estaba tan enfrascada en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que había llegado
a su destino.
Vio el nombre de la calle y aparcó en el primer hueco que encontró. Bajó del coche
temblando, tomó el paquete, que su novia había preparado para su padre. Camino por
la cera, ausente, buscando el número de la casa.
Cinco minutos más tarde, se plantaba delante de la puerta y tocaba dos veces.
Una mujer alta y con el pelo rubio, le abrió la puerta con una sonrisa.
Mujer.- Hola, ¿en qué puedo ayudarla?

E.- Mi nombre es Esther García… busco al señor Wilson…venía a traerle un paquete…
M.- Es mi marido, estará apunto de llegar a casa… ¿quiere que le firme yo el
resguardo?
E.- No soy de correos señora… esta visita es personal…
M.- No entiendo nada, pero pase a adentro, por favor.- La mujer estaba con cara de
susto.
E.- Gracias.
M.- Mi nombre es Rosario… ¿vienes con noticias de Maca?
E.- Si…
M.- ¡¿Cómo está?!
E.- Está muy bien señora.- Sorprendida y algo descuadrada.
Un señor canoso y con barba entraba por la puerta principal, se acercaba a Rosario y
sin mirarla a la cara, le daba su abrigo, para que lo colgara en la percha.
P.- ¿Quién es usted señorita?
E.- Esther García… Vengo a traerle un paquete…- Una punzada de dolor, le entro en el
pecho, ese era el personaje, que repudiaba a su maravillosa hija…
P.- Si es publicidad o para venderme algo, le aviso de antemano que no pienso
93
3
comprarle nada… Rosario, te tengo dicho que no dejes pasar a ningún vendedor…
E.- Señor, no soy vendedora. – Afirmó con semblante serio.
P.- ¿No será Testigo de Jehová?
E.- No.- le enfado de Esther iba en aumento…
P.- Entonces… ¿Qué es lo que quiere?
E.- Tenga, es para usted…
El hombre tomó el paquete entre sus manos, y con gestos firmes lo abría. La cuerda
cayó al suelo y terminó de abrir la caja…asomandosé al interior…
P.- Esto debe ser una broma…
E.- Para nada…
P.- ¡¿QUÉ COÑO HACE USTED CON ESTO?! ¡FUERA DE MI CASA!
E.- Si deja de gritarme, se lo explicaré todo…
P.- NO SE QUIEN LA MANDA SEÑORITA, PERO NO VOY A ENTRAR EN ESE JUEGO…
R.- Pedro, por favor, tranquilízate…
P.- Rosario,¡ HAZ EL FAVOR DE CALLARTE!
Aquello estaba pasando de castaño a oscuro.
E.- Mire, señor, me importa muy poco como trate a su mujer…pero a mi me trata con
más respeto…
P.- ¡¿QUIÉN SE HA CREIDO QUE ES PARA HABLARME ASÍ?!
E.- La novia de su hija y ahora mismo, le estoy hablando con más respeto del que usted
tiene…
P.- ¡YO NO TENGO NINGUNA HIJA! ¡VAYASE DE MI CASA! ¡¡YA!!
E.- Sí me marcho enseguida… pero antes le diré algo…
P.- NO ME INTERESA LO QUE UNA TIPEJA COMO USTED ME CUENTE…
E.- Yo creo que si… Ese reloj de bolsillo, pertenece a los antepasados de los Wilson…
P.- ¡¿DIGAME ALGO QUE YO NO SEPA?!
E.- La abuela de Maca, se lo dejó en la herencia, pues pesó que usted, su primogénito
no se lo merecía, ahora comprendo el motivo…
P.- ¡ESTO ES EL COLMO!
E.- Como le iba diciendo…- le interrumpió.- Maca, pensó que a pesar de todo… Era
usted el que debía tenerlo… y este era su regalo de cumpleaños…
P.- Esto es irracional…
E.- Porque, pese a toda la mierda que le está echando usted encima a Maca, ella le
sigue considerando su padre, aquel que la llevaba a caballito por los viñedos… Porque,
diga lo que diga, piense lo que piense, Maca sigue siendo su hija. No ha cambiado. Y,
pese a eso, usted se atreve a rechazarla por ser como es, como siempre ha sido.
Maravillosa, única...
P.- NO LE PERMITO…
E.- A mi no me tiene que permitir nada… no estoy bajo su mando…pero, no piense que
soy menos persona que usted por amar a su hija con locura, no piense que los
homosexuales somos menos personas que los “políticamente correctos por la
sociedad”. No señor, su hija el único error que ha cometido es amar sinceramente a
una persona sin avergonzarse por ello… estoy cansada de la gente como usted, que se
dan golpecitos en el pecho por ir todos los domingos a misa, tener una buena esposa,
que le respete el mundo “correcto”, tener un dineral en el banco…no vale de nada
todo eso, sin como persona no vale ni tres pimientos… SOLO SE TRATA DE RESPETO,
94
3
señor, por llamarle de alguna forma… Si se dedicaran más a respetar al de al lado y no

criticarlo por con quien está casado… ¡estoy harta de la gente como usted!... no se
merece sus lágrimas…
P.- ¿Sus lágrimas?
E.- Si, eso dije… sufre por vuestro rechazo… se me parte el alma verla así… no se
merece su cariño, señor Wilson…
P.- ¡YA ESTÁ BIEN! ¡VAYASE DE MI CASA!
E.- ¡Con mucho gusto!
Salió de allí dando un portazo. Esas personas eran horribles… ¿cómo podían hacerles
algo así Maca? ¿a su propia hija?
Al entrar al coche, se derrumbó sobre el volante, aferrándolo con las manos hasta que
sus nudillos emblanquecieron.
Lagrimas de rabia, no dejaban de cesar…
Espero a calmarse un poco, para meter la llave en el contacto y arrancar. Pero unos
golpecitos en el cristal hicieron que girara la cara y parara el motor. Era Rosario.
R.- Esther… por favor… - escuchaba decir desde el otro lado de la ventanilla.
E.- ¿Qué quiere? .- bajó el transparente que las separaba.
R.- Escúchame, por favor… Necesito saber como está mi hija… si es feliz…
E.- Si, lo es…
R.- ¿Por qué dijiste qué lloraba?
E.- Lo hace algunas noches….cuando piensa que yo estoy dormida…sale al baño… y
llora… os echa de menos…creo que el como la trata mi familia, la ha puesto sensible…
R.- ¿La tratan mal?
E.- Todo lo contrario, la quieren, es una mujer maravillosa, y se ha ganado el cariño de
su suegra y de sus cuñados, sobre todo el de mi sobrina…
R.- Gracias… por tratarla bien…
E.- Señora, no hacemos nada especial por quererla, es lo más normal del mundo,
cuando se conoce a esa mujer se la quiere por lo que es, por quien es…
R.- ¡¿Piensas qué yo no la quiero?!
E.- ¿De verás quiere saberlo?
R.- Si, piensas que no la quiero… pero no es cierto… sufro mucho por ella… es mi hija,
Esther, la amo…
E.- ¿Entonces por qué la apartó de su lado? ¿Por no la apoyó cuando más lo
necesitaba?
R.- Por Pedro… Esther, fui una cobarde… Pedro es mi marido… y me amenazó con
hacerme lo mismo que a ella…
E.- Pues yo hubiera preferido estar al lado de ella, en la calle, que no en un castillo
prisionera…
R.- Tienes razón… debí ser más valiente y plantarle cara… me alejó de mi hija… pero no
sabía que hacer…
E.- Tomó la opción más sencilla…
R.- Para nada… no es sencillo que te aparten de un hijo, Esther…
95
3
E.- Su hija ha sufrido muchísimo por esa opción, Rosario…

R.- No me deja ni llamarla, Esther…
E.- Ese hombre es cruel, Rosario… pero usted decidió quedarse a su lado…
R.- No te pido que lo entiendas.- saltándose las lágrimas.- solo, te pido una cosa…
E.- Dígame…
R.- Dile que la quiero con toda mi alma…que siento haberla fallado… y dale esto por
favor.- sacando un paquetico con una nota.- Era su regalo de reyes… pero nunca pude
dárselo…
E.- Lo haré…
R.- Me darías tu número para que pudieras decirme de vez en cuando cómo está…
E.- Claro… se lo escribo aquí…- tomando un papelito de la guantera y un bolígrafo. Dos
minutos después, Rosario guardaba el número en su bolsillo.
R.- Gracias…
E.- Por nada…me tengo que ir, Maca no sabe que vine…
R.- Espero que no se enfade…
E.- No creo… adiós Rosario, cuídese…
Llegó justo a la hora del almuerzo. Marcó el número de su novia y quedó en recogerla
de la academia. La llevaría a comer a un restaurante italiano que le encantaba a la
pareja.
Necesitaba hacerla feliz. Necesitaba ver su sonrisa, aquella sonrisa que le enamoraba…
ver de nuevo el brillo en sus ojos… Su amor, su niña, su cara radiante llevaba días triste
y aunque pretendía que no se le notara, Esther se había percatado…
Maca, salió de las clases y se dirigió hacia donde Esther estaba aparcada.
M.- Hola amor…

E.- Hola mi niña… ¿qué tal la mañana?
M.- Bien, bien, se trataba de una clase y a ayudar a Teresa con el papeleo de las nuevas
matriculas…
E.- Mmmmm… que bien…¿vamos a comer?
M.- Cuando me digas que te ocurre…
E.- No me pasa nada, cariño…
M.- Esos ojos, me dicen que has llorado…
E.- No me creo que sean tan chivatos. Jejeje - intentando bromear
M.- Venga, Esther, cuéntame… ¿Raúl te ha llamado desde la cárcel o algo?
E.- No, mi amor…
M.- Esther, por favor… ¿qué pasa?
E.- Fui a ver a tus padres…
M.- ¡¿Qué?!
E.- Lo siento…
M.- Pero, ¡¿Por qué?!
E.- No soporto verte sufrir, cariño… te oigo llorar algunas noches y se me parte el
alma…
M.- No pensé que me oías…- agachando la mirada avergonzada
E.- Cariño, no te pongas así…
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3
M.- ¡¿Te han hecho algo mis padres?!

E.- No, tranquila…
M.- Mi padre es un hombre difícil…
E.- Lo sé…
M.- ¡¿Te dijo algo malo? ¡ ¡¿Te insultó?!
E.- No, tranquila, no sufras…sólo lo vi un minuto, le di su regalo de cumpleaños y le dije
que era tuyo…
M.- ¡¿Si?! ¡¿Qué te dijo Esther?!
Esther dudaba si contarle la verdad a su niña.
E.- No dijo nada… lo miró y lo guardó, nada más.- mintió de nuevo.
M.- Vaya…
E.- Cariño, tu madre te manda esto…
Sacó el paquetito de la guantera y la nota. Al abrirlo comenzó a llorar.
E.- ¿Qué ocurre cariño?

M.- Son… son…unos pendientes…que eran de mi madre… cuando era pequeña,
siempre… se lo cogía de su joyero…y jugaba con ellos…- sus lagrimas no dejaban de
caer.- me dijo que cuando fuera mayor, serían míos…
E.- Mi niña.- La abrazaba y le acariciaba el pelo.
M.- Voy a leer la nota…
“… estos pendientes siempre fueron tuyos… te los había prometido… mi niña, jamás
dejé de quererte…perdóname”
El llanto fue en aumento… se aferró a los brazos de Esther y buscó su consuelo
Bastante más lejos de allí, uno hombre entre rejas planeaba su venganza. Ya había
trazado un plan y sabía quien le ayudaría a llevarlo a cabo.
Tomaba el teléfono público del pasillo de la cárcel y marcaba el número.
R.- ¿Oscar? Soy Raúl…

O.- ¡Ey! ¿Qué tal te van las cosas?
R.- Bastante mal… necesito que me la devuelvas
O.- Claro, hermano, cuenta conmigo…
R.- No esperaba menos de ti… Oscar…
O.- ¿De qué se trata?
R.- Verás, quiero vengarme de una mujer…
O.- Uff, ¿qué pasó? ¿perdiste tu facilidad con las nenas?
R.- No, me mandó a la trena…
O.- ¡OSTIAS! ¡¿Estás en la cárcel?!
R.- Si, con una pena de 45 años… esa puta me ha metido aquí…
O.- Pero, ¡¿Cómo?!
R.- Se me puso tonta… y difícil… la intente forzar y me pillaron… la cabrona de su
novia…
97
3
O.- ¿Una lesbiana? ¡Chaval, tus gustos han cambiado un poco!

R.- Anda cállate… Esta buenísima la hija de puta… pásate por la trena… trazaremos un
plan… esta cabrona no se me va a escapar…
O.- ¿Qué tienes pensado?
R.- Algo que la haga mucho daño…
O.- ¿Qué sacaré yo de esto?
R.- Mucha pasta…
O.- Venga hombre… ¿como piensas pagarme?…
R.- Tengo bastante ahorrado chaval, mi hermano se encargará de eso…
O.- Necesitaré ayuda…
R.- Busca a gente de tu confianza. Pero dos como máximo.
O.- OK
R.- Si lo haces como te digo… ganarás mucho…
O.- Tienes una foto o algo…
R.- Algo mejor…- recortando todos los recortes de los periódicos que tenía en su
calabozo.- Esa niñata… es bastante popular…
O.- Mucho mejor…
R.- En cuanto al plan…
O.- ¿La quieres matar?
R.- Quién sabe…
O.- Eso te costará caro Raulito, por menos de 6000 € yo no lo hago…
R.- Los tendrás…
Los días pasaban, alguna vez que otra Rosario la llamaba para preguntarle por su hija.
Estaba aislada en aquella cárcel de cristal, sentía pena por aquella mujer…
Su niña seguía ausente, guardó los pendientes como el mayor tesoro de la historia y
apenas volvió a mencionar el tema.
Solo en una ocasión, se dirigió a Esther y le pidió “Si llama mi madre, por favor,
pásamela, me gustaría hablar con ella”
Los días siguieron su curso y la mudanza llegó a su fin. Aquella casa seria su futuro
hogar, se amaban, se necesitaban, y no deseaban que hubiera distancia entre ellas…
El sábado por la mañana, Maca y Esther después de estrenar su nueva cocina con el
desayuno, llamaron a Héctor, recogerían a la niña para ir al parque. Pasarían el día con
ella, y luego a la noche, en plan inauguración oficial, los invitarían a todos a una cena.
Ali, andaba de la mano de las dos chicos, bajo ese maravilloso sol de la tierra de Cádiz.
Se la veía feliz y le dedicaba amplias sonrisas a las dos consentidoras de sus tías.
Se sentaron en un banco de madera que había justo a la carretera. La bailarina un poco

más lejos un puesto de helados. No pudo evitar mimar a sus dos golosas favoritas y fue
a por varios.
La niña y su tía se quedaron a la espera de sus dulces favoritos, chocolate y fresa,

mmmmm, a esas horas y con ese calor les apetecía un motón a ambas.
98
3
Fue muy rápido. Demasiado. Dos cuerpos fuertes, corrieron por detrás del banco,
atrapando cada uno de ellos a las dos chicas. El intento de un grito, por parte de
Esther, quedó ahogado por una gran mano.
E.- MA…
Patadas y saltos, incluso bocados, pero fue imposible escapar de ellos. Miraba a Alicia
asustada, otro animal la tenía atrapada en sus fuertes brazos. Sus ojitos asustados
buscaban a ella y a Maca.
Las llevaban a un furgón aparcado justo al lado…
En ese momento, Maca giró la cara… los helados cayeron al suelo, y salió corriendo
hacia ellas. Las pulsaciones le golpeaban el pecho y la garganta. Corría, solo corría
hacia ellas. Pero llegó tarde, la furgoneta se las llevó. Vio como las metían en el furgón
y salía a toda leche de allí…
Miro la matricula… memorizó los tres primeros números y solo distinguió dos letras…
Cayó al suelo de rodillas… se abrían llevado a sus niñas… y ella no había podido hacer
nada para evitarlo… nada…
M.- ¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!-comenzó a temblar, al

mismo tiempo que sus lágrimas salían.
Varias personas se acercaron y la recogieron del suelo. Uno de ellos asustado, llamó a
la ambulancia, pues Maca había entrado en una crisis de nervios profunda. Otro, que
había presenciado todo, marcó el número de la policía.
En unos minutos, se presentaban dos unidades de urgencias. El médico y la enfermera

atendían a una Maca destrozada, mientras los testigos hablaban con la policía,
relatándole lo sucedido.
Médico.- Tranquila, te hemos puesto un tranquilizante…
M.- Esther…Esther… se han llevado a Esther… y a la princesa…

Médico.- Las encontraran… No te angusties más…
Un policía se les acercó.
P.- ¿Cómo está?

Médico.- Estamos esperando que le haga efecto lo que le hemos puesto…
P.- Señora.- inclinándose hacia ella.- ¿a quién llamamos para informarles de…?
M.- A Héctor…-con la mirada ausente, perdida en el frente.- … y a Gabriela…
P.- De acuerdo, miraré los números de su móvil…
Apenas había pasado una hora de la desaparición de las chicas, cuando Héctor y
Gabriela, llegaron hasta donde estaba Maca. La comisaria.
G.- ¡MACA! ¡¿QUÉ PASÓ?!
M.- Se las llevaron… - mirada ausente, en trance
H.- ¡¿CÓMO?!
99
3
M.- Estaban sentadas en un banco…fui a por unos helados… dos hombres las atraparon
y las metieron un furgón.- Las lágrimas corrían de nuevo por sus mejillas.
G.- ¡¡NO, MIS NIÑAS!!.- Lloraba desconsolada…
H.- ¡¡COMO LE HAYAN HECHO ALGO, LOS MATO!!.- con los ojos llenos de fuego, de
rabia.
M.- Es mi culpa… no debí dejarlas solas..
G.- No…sniff… cariño…sniff… no es tu culpa…
M.- Nunca debí dejarlas solas…sniff…
H.- Maca, no digas tonterías, tu no las secuestraste…
M.- Sniff…Si les pasa algo a las chicas…
G.- ¡NO DIGAS ESO!
M.- ¡Dios, me muero!
G.- ¡AQUÍ NO SE VA A MORIR NADIE! ¡NADIE! ESTAMOS JUNTOS…
H.- Dios, primero se va mi mujer,… y ahora mi pequeña…-Se termino de derrumbar.
Acelero el paso hacia la pared y dio un puñetazo.
G.- ¡HÉCTOR, NO LES HA PASADO NADA! ¡NADA!, ¡¿ME OYES?!
Un policía entraba a la sala de espera de la comisaria donde se encontraban los

familiares.
P.- Tengo una buena noticia… y una mala…

H.-¡¿Qué ocurre?!
P.- Con los números de la matricula que nos ofreció la señorita Wilson y los demás
testigos, marca del coche, etc… Hemos encontrado al propietario…
H.- ¡¿ Y?!
P.- Era robado…
H.-¡¡JODER!!
P.- Estamos haciendo todo lo posible por averiguar más… la verdad es que hubo
muchos testigos… y no iban encapuchados… un fallo por su parte… porque en pleno
día…
G.- Sniff…Gracias, agente…
P.- Tengan fe… si se pusieran en contacto con ustedes avísennos…
G.- Por supuesto, agente…
Los dos secuestradores, amordazaron a las chicas y le taparon los ojos. Escuchaban las
voces de ellos, pero a Esther ninguna le era conocida.
Notaba como el cuerpecito de Alicia temblaba a su lado. Se sentía impotente, pues no

podía ni tocarla, ni consolarla con la voz. Sentía pánico porque le hicieran daño a la
pequeña. Esa era la peor de sus pesadillas
Los minutos se les hacían eternos en aquella inmensa oscuridad. El movimiento del
fogón y el ruido del motor durante tanto tiempo, le indicaron que se marchaban lejos
de la cuidad. Lo que la aterrorizó más…Estaban perdidas.
Los voces de los hombres le llevaban desde adelante del vehículo.
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3
Hombre 1.- Llama al jefe y dile que las tenemos.
Estaban mandados por alguien. Acababa de decir, EL JEFE. Por un hombre. Se estaba
imaginando lo peor. ¿Quién se querría vengar de ella? RAÚL… pero como lo habría
hecho desde la cárcel…
Hombre 2.- Se va a enfadar, la niña no estaba en el plan…

H1.- Es que era la oportunidad perfecta, la otra mujer no estaba con ella…
H2.- Ya pero, no creo que le guste lo de la niña…
H1.- Llevamos más de dos semanas siguiéndolas… y para una vez que estaba sola…no
estaba la buenorra de la profesora… mira que está buena la jodia…
¡Las habían seguido!
H2.- ¡Está como un tren!

H1.- Lastima que el jefe sólo quisiera que raptáramos a ésta, con lo que nos
hubiésemos divertido con la otra tipa…
H3.- ¡Callaos ya! Que no decís nada más que tonterías… Ya hemos llegado.
De repente la furgoneta se paró. Escuchó como los hombres se bajaban por la puerta
de delante y abrían la de atrás, unos pequeños sollozados le indicaron que estaban
bajando a Alicia.
¡Hijos de puta… como le hagáis daño… os mato!
Nada, no podía decir nada, ni defenderé, ni gritar, ni pelear, nada. Aquella impotencia
le quemaba por dentro.
La bajaron a empujones. Anduvieron muchos pasos por un camino de tierra. La

pararon en seco, uno de ellos abrió una puerta de metal que debía de ser enorme, por
el ruido que se escuchó. La empujaron de nuevo hacia dentro, llevaban a Alicia al otro
lado…
Su niña… estaba en esa pesadilla por su culpa… la quería solo a ella…y por llevarla con
ella al parque… por sentarla en el banco…
¡Dios! Ayúdanos, no permitas que le hagan daño a la princesa…
Nuevamente se escuchó como abrían otra puerta, esta vez más pequeña y no de
metal.
Las introdujeron dentro…
H1.- Antes de quitarles la mordaza y el pañuelo de los ojos. Ponte la mascara.

H2.- ¡Voy!
Minutos después…
Los ojos volvieron a tener luz y la boca fue liberada… estaban en una habitación
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3
pequeña… minúscula, Alicia en una esquina, tirada en el suelo, aún maniatada y

amordazada…
E.- ¡HIJOS DE PUTA!¡¿QUÉ LE HABEÍS HECHO?!
El hombre se apresuro hacia Esther y le volvió la cara de un puñetazo. Con el dedo

amenazante le dijo:
H2.- ¡CALLATE! ¡¿QUIERES QUÉ TE PONGA OTRA VEZ LA MORDAZA?!
El hombre se fue hacia la niña y la liberó de sus ataduras.
La pequeña corrió hacia ella y se abrazaron…comenzó a llorar asustada. Esther le

acariciaba los cabellos y le intentaba consolar con besos y palabras bonitas…
Las lágrimas corrían por la cara de la pequeña... las manos de Esther, le acariciaban la
superficie mojada mientras la abrazaba…
Alicia hundió el rostro en el pecho de su tía, temblaba.
E.- Ya mi niña… no te pasará nada…
La niña levantó la cara hacia Esther y le miró fijamente. Los minúsculos dedos subieron
hacia la piel herida. Aquel horrible hombre había herido a su tía.
Rozó la zona húmeda por la sangre, proveniente del labio inferior, que lo tenía partida
por el tremendo golpe que aquel gorila le había dado.
Asustada le mostro a Esther la sangre de sus dedos.
E.- Tranquila cariño, no ha sido nada… no me duele… ¿ves?.- dándose sobre la herida
varias veces y aguantando el dolor.
La niña, le acarició la mejilla, mirándose hipnotizada la mano manchada

A.- La ti…ta.. tene pupa…
E.-¡¡ALICIA!! ¡¿Qué has dicho?!
A.- Tita, ¿te curo… la pupa?
E.- ¡¡Mi princesa habla! ¡¡Habla!!
La tomó entre sus brazos y le beso por toda la cara…
E.- Mi princesa… mi niña… por fin hablas…
A.- Esthe´ tene pupa… ese hombre malo, te ha golpeado…
E.- Tranquila, cariño… ahora más que nunca tenemos que volver con papi…tiene que
escuchar esa voz tan linda que tiene mi niña…
A.- Tita… teno mucha sed…
Los hombres se aceraron a la puerta a observar que hacían…
E.- Shhh… ahora silencio pequeña…

H1.- El animal de mi amigo ¿te hizo sangre?... –con una mascara cubriéndole la cara.-
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3
Perdónale, no sabe tratar a las damas…Jajajajajaja… eso te pasa por idiota…

E.- ¡Asustas a la niña!
H1.- Que pena me da esa cría… sufrirá lo mismo que tú… estamos esperando las
ordenes…
E.- Por favor… tráele agua… tiene mucha sed…
H1.- Está bien, pero no trames nada…
El hombre salió de aquel zulo y se reunió con el resto al otro lado.
Esther escuchaba las voces de los tres desde el otro lado de

la puerta…
H1.- La niña tiene sed…

H2.- Pues dale agua, imbécil
H3.- Callaos un momento, estoy llamando al jefe…
H2.- Espero que no se enfade por lo de la enana…
H3.- ¡Ey! Jefe… la primera parte del plan ha sido perfecta…
R.- Muy bien… ¿seguro que no ha ocurrido nada?
H3.- Bueno…
R.- OSCAR…¡¿TE CREES QUE SOY IDIOTA?! ESTA SALIENDO EN TODOS LOS CANALES…
H3.- Bueno, no ha salido tan mal…
R.- ¡¿POR QUÉ COÑO PILLASTEIS A ALICA?!…
H3.- Es que la buenorra, siempre estaba con ella… y aprovechamos el momento en que
se le alejo un momento…
R.- ¡AL MENOS ESA NIÑA ES MUDA!
H3.- Si, no creo que tengamos problemas con esa niña…
R.- En cuanto a Esther…
H3.- ¡¿Si?!
R.- Pedid un rescate… vamos a disimular algo, no quiero que la policía crea que es una
venganza…
H3.- ¡¿Cuánto?!
R.- Unos 240.000 €… ¿vale?
H3.- De acuerdo…
R.- Nada de juegos sucios, Oscar, te lo aviso…
H3.- Raúl… Hablas conmigo…
Esther se estremeció al escucha ese nombre… Raúl estaba detrás de todo esto, había
cumplido su amenaza…
R.- Una cosa más…

H3.- Si…
R.- Pase lo que pase… Esther morirá…
H3.- Me encargaré de ello personalmente…
R.- Muy bien…
Esther asustada por lo que acababa de oír, intentaba pensar en aluna solución…
¡¡¡¿Cómo escapar de allí?!!! Por lo menos, Alicia tenía que salvar su vida…
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3
En aquel sucio zulo, de apenas 3 metros cuadrados, solo había una ventanilla, y muy
pequeña, pero estaba demasiado arriba…
Tomó una de las cajas de plástico apiladas en un palé… Se asomó un poquito, pues ni
de puntillas podía llegar muy bien… Se veía la autovía al fondo… y un cartelito del
kilometro donde se encontraban…
Si conseguían llegar allí… quizás pudieran avisar desde uno de los teléfonos de S.O.S,
que estaba a solo 4 metros de aquel cartel… ¿pero cómo?
Miró hacia abajo… La nave parecía ser semisubterránea, por eso, la ventana quedaba
tan alta del suelo, por lo tanto sería fácil, lanzarse de la ventana al suelo…
Se bajo de la caja, y corrió hasta Alicia…
E.- Cariño, tienes que escapar…

A.- Y la tita…
E.- La tita después ira…- Pensando que por esa ventana no cabía y que le seria
imposible escapar
A.- Po… me… témelo
E.- Si, cariño… Ahora escúchame… tienes que saltar fuera ¿vale?...
A.- Si…
E.- ¿Ves aquella carretera de allí?
A.- Si…
E.- Pues tienes que correr hasta allí… y andar por el filito… cuidado con los coches
amor…
A.- Coches hacen pupa…
E.- Si, mi princesa… Ten muchísimo cuidado mi niña… ¿ves aquel teléfono naranja?…
A.- Si…
E.- Pulsa el botón… Te saldrá una voz…le dices como te llamas… que unos hombres
malos te secuestraron y que estás en ese kilometro…
A.- ¿Qué número, tita? No se decirlo…
E.- Vale dilos sueltos… 4… 6…7
A.- Ajá…
E.- Viene el hombre a darte el agua… corre… sentémonos donde estábamos y no
hables cariño…- colocó de nuevo la caja donde estaba justo antes de que entrara con
el agua.
Cuando salió el hombre del zulo, prosiguieron con el plan.
E.- Recuerda cariño, que tienes que tener mucho cuidado… yo miraré desde aquí…
A.- Tita, tu vene pronto…
E.- Si, mi niña…
A.- Te quelo, tita Esthe…
E.- Y yo mi princesa.- Varias lágrimas corrían por su cara.
A.- No llole… vengo pronto…
E.- No, cariño, no vengas… tu quédate allí, hasta que los hombres buenos te recojan…
A.- Ven pronto, tita Esthe…
E.- Si, mi princesa…Te quiero muchísimo mi niña…
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3
A.- Yo también te telo…

E.- Anda, corre… antes de que vengan los hombres malos…- la abrazó y le dio un beso
en el pelo.
La tomó en brazos, se subió a la caja y la niña se escabulló de por la ventana. Cayó al
suelo, sin hacerse daño…
E.- ¡Corre, Alicia! ¡Corre!...
En unos minutos llegó a la calzada, anduvo por el andén hasta llegar al teléfono…
Un coche se paró al lado. Una mujer joven se acercó a la niña…Le ayudaría a escapar.
Las dos llamaron desde el S.O.S., aquella mujer les diría exactamente donde se
encontraban…Perfecto…
Aquellos hombres aún no se habían dado cuenta de nada… lo que suponía cierta
ventaja para Alicia… en menos de veinte minutos, que a Esther se le hizo una
eternidad, llegó una unidad de la Guardia civil… tomó a la niña y la metieron en el
coche. Desde allí, la niña les señaló con la mano en su dirección. Vio al guardia tomar la
radio y hablar. Quizás estaba pidiendo refuerzos.
Se despegó de la ventana, la niña ya estaba a salvo. Y quizás pronto ella también

estuviera. Se sentó de nuevo en la esquina, rezando todo lo que sabía.
Uno de los hombres entró en el zulo. Furioso, se abalanzó sobre ella.
H1.- ¡HIJA DE PUTA! ¡¿Y LA NIÑA?!

E.- (silencio)…
El hombre le arreó otro puñetazo.
H1.- ¡ZORRA! CONTESTA… ¡¿Y LA NIÑA?!

E.- (silencio de nuevo)
H1.- ¡CHICOS VENID!... LA NIÑA NO ESTÁ…
Grandes zancadas se escucharon por el pasillo.
H3.- ¡¿QUÉ COÑO HA PASADO?!
H1.- La niña no está…
H3.-¡ ESO YA LO VEO, IMBÉCIL!¡¿QUIÉN VIGILABA?!
H1.- Yo…
H3.- ¡¡¡GILIPOLLAS!!!.- le dio un puñetazo en la mandíbula.- Y TU ZORRA… YA PUEDES
IR CANTANDO…
E.- (silencio)
Sacó un puñal y le amenazó con el en el costado.
H3.- HABLA…
E.- ¡MATAME SI QUIERES CABRÓN, PERO NO DIRÉ NADA!
H2.- Jefe, debió de salir por aquella ventana…
H3.- Es imposible, está muy alta…
H2.- Pues es lo único que se me ocurre…
H3.- No estará lejos… salid a buscadla…
H2 y H1.- OK
H3.- Tu zorra, vas a morir…
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3
Notó como un fuego horrible la quemaba en el costado. Rasgando sus entrañas hasta
llegar al fondo, la respiración se cortó durante segundos. Una gran imagen negra le
nubló los ojos, cayó de rodillas, notando como sacaba el puñal al caer, se retorció del
dolor en el suelo.
Oscar la levantó de nuevo, tomándole del pelo para incorporarla. Esther esperaba con
los ojos cerrados, una segunda puñalada, pero el sonido de un disparo, le hizo mirar a
su atacador. Caía de bruces al suelo, con una herida en la pierna.
El guarda civil que le había disparado, le encañonó la nuca.
G. C.- ¡¡ CÓMO TE MUEVAS TE MATO!!

Otro compañero, pedía una ambulancia por el walkie, se arrodillaba al lado de Esther y
le taponaba la herida con la mano.
G.C.- Aguanta… no cierres los ojos… aguanta…
Héctor y Maca aguardaban en la comisaria alguna noticia del secuestro. Sabían que la
policía y la guardia civil se habían unido en este caso para rastrear una zona más
amplia.
El capitán de la policía se le acercó a la pareja. Con la mirada nerviosa se levantaron del
asiento y se aproximaron al policía a toda prisa.
P.- Las hemos encontrado…

M.- ¡¿Están bien?!
P.- Bueno, verán, recibimos un aviso de que una niña estaba en una de las autovías
principales en dirección a Cádiz. Una mujer la encontró y la puso a salvo. La mujer nos
llamó y una unidad de la guardia civil que estaba cerca de allí, se encargó de la
pequeña. Al parecer, la pequeña le indicó donde estaba su tía. Se pidieron refuerzos…
M.- ¡¿Cómo está Esther?!
P.- No son buenas noticias del todo… Al parecer dos de los secuestradores, al darse
cuenta de que faltaba la niña salieron en su busca, y los apresaron justo es la salida…
Pero el tercer hombre, atacó a Esther antes de que los agentes entraran…
H.- ¡¡DIOS!!
M.- ¡¡NOOOOOOO!!
P.- Tranquilos, la llevan en la ambulancia al hospital, en seguida nos dirán a cual de
ellos…
M.- ¡¡¿Pero qué le han hecho?!!
P.- Siento decirle que tiene una herida de arma blanca en el costado…
M.- ¡¡MI NIÑA, NOOOO!!
P.- Lo siento muchísimo. La niña la traen hacia aquí… deben de estar llegando…
H.- Gracias agente.- Abrazando a su cuñada por detrás para darle ánimos.
Avisaron de prisa a Gabriela, que hacia poco se había ido a darse una ducha a casa.
Tardaría unos minutos en volver.
De repente, un Guarda civil, entró en la sala con la pequeña en brazos. La niña hizo un
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3
gesto de bajarse al ver a su padre, y el agente la dejo suavemente en el suelo.

Con lágrimas en los ojos, padre e hija se corrieron a abrazarse…
H.- Mi niña… - la besaba por toda la cara y la abrazaba fuerte.- ¿estás bien?
A.- Si, papito…
Al escuchar aquellas palabras un ardiente quemazón le subió por la espina dorsal…

¿aquello era real? ¿Si hija le había hablado?
Al miró atónito a la cara… limpiándole las lágrimas con la yemas de sus dedos, le volvió
a preguntar…
H.- ¡¿Qué has dicho?!

A.- Si, papito…- acariciando el pelo de su padre.
Héctor la levanto en el aire, abrazándola y besándola…
H.- ¡¡MI PRINCESA HABLA!! ¡¡MI PRINCESA HABLA!!.- dándole vueltas sobre si
mismo…- ¡¡QUÉ VOZ MAS LINDA TIENE MI PRINCESA!!
A.- Papi…- le dijo al pararla y poniéndose muy triste- unos hombres maloz… pegaron a
la tita… Esthe…
H.- Lo sé mi niña…
Maca se les acercó a la pareja, ya que pensó dejarles un poco de intimidad para el
reencuentro…
A.- ¡TITA MACA!! .- lanzándose a su cuello

M.- Mi princesita…-besándola y limpiándose el rastro húmedo de su cara.- me encanta
esa vocecilla que tienes…
A.- No tés triste tita… a la tita Ethe le están curando la pupa…
P.- Ya sabemos a que hospital le llevaron…-acercándose a los tres familiares.- El
hospital de la Misericordia…
M.- Vamos para ya ahora mismo…
En ese mismo momento, una camilla era bajada de la ambulancia y entraba en el

muelle…
Méd. Ambulancia. - Mujer, 26 años de edad, herida de arma blanca en abdomen

superior, zona intercostal, hemorragia aguda ha perdido mucha sangre y es posible
que tenga perforación en el hígado.
Dra López.- YO ME HAGO CARGO DEL CASO. ¡RÁPIDO AL BOX 1! ENFERMERA RAMÍREZ,
TRAIGA EL ECOGRÁFO…
Enf.- ¡VOY!
Dra López.- ¡RÁPIDO QUÉ LA PERDEMOS! LLAMA A LA DOCTORA SÁNCHEZ,
NECESITARÉ QUE PAULA ENTRE CONMIGO A QUIRÓFANO…
Enf.- ¡VOY!
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3
Los minutos se hicieron eternos para Maca y el resto de la familia que se dirigían al
hospital. Los semáforos en rojo estaban demasiado tiempo parados y parecía que
pillaban todos del mismo color en la ciudad.
Corrían por el muelle y llegaban a la información de urgencias.

Recepcionista.- En estos momentos la están operando. No puedo decirles nada más…
vayan al la planta 2 y esperen en la puerta de quirófanos…
Maca se moría por los nervios, su niña estaba en quirófano… Caminaba de un lado a
otro del pasillo, se apoyó en el cristal de la ventana y sus pensamientos la golpearon
ferozmente en su interior…¿Qué le iba ocurrir? ¿y si…? ¡No! Por Dios, no me la quites…
Suplicaba entre lágrimas…
Gabriela se acercó hacia ella, la abrazó y rompió a llorar apoyada en su hombro…
G.- Se va a salvar… mi niña se va a salvar…

M.- Si, tranquila, Gabriela…
G.- Es tan joven… tan solo tiene 26 años… Dios, no nos la quites…-entre sollozos.
H.- Vamos chicas.- abrazándolas a las dos…- tengan esperanza…
En ese momento el móvil de Héctor vibraba… era Laura, que se había quedado con
Alicia en casa y estaba muy preocupada por su cuñada…
El silencio de aquel pasillo era enloquecedor… nadie salía para informarles y ya

llevaban más de una hora fuera esperando…
El reloj de la pared iba marcando los minutos de la larga espera… ¡¿Por qué no salía
nadie?!
En ese momento las dos doctoras salían de la sala de operaciones y se quitaban las
mascarillas para hablar con los familiares…
Dra. López.- No les voy a engañar… ha sido bastante complicado parar la hemorragia…
109.-
Dra. Sánchez.- Verán… había perdido mucha sangre… y le hemos tenido que poner dos
bolsas de sangre de B- …
G.- Dios…
H.- ¿B-?
Dra. López.- Si, Esther tiene ese grupo sanguíneo…
Dra. Sánchez.- Ha tenido muchísima suerte… al final el hígado no estaba dañado…
M.- ¿La podemos ver?
Dra. López.- Aún no, la hemos pasado a reanimación…
Dra. Sánchez.- Puede tardar unas tres o cuatro horas, si no hay complicaciones… tiene
que salir de los efectos de la anestesia y ver como evoluciona…
Dra. López.- Vayan a abajo y pregunten que habitación le han dado en planta
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3
espérenla allí…
Dra. López.- Se les tendremos informados…
Las doctoras se alejaron por el pasillo. Y Héctor abrazó a su madre que casi se
desmaya…
H.- Ya está mamá… todo lo peor ha pasado ya…

G.- Si, cariño… espero que salga pronto de la Rea.
H.- Maca, ¿te encuentras bien?
M.-si, tranquilo, lleva a Gabriela a la cafetería para que se tome algo… Yo me quedó
aquí esperando a que salga…
H.- ¿Seguro que estas bien? Te noto muy cansada…baja tu con mamá y os tomáis
algo…
M.- No, tranquilo.- con la mirada ausente.- No me apetece nada. Voy abajo a
preguntar
H.- Como quieras…
M.- Vendré en seguida… cualquier cosa te llamo al móvil…
H.- De acuerdo… yo voy a llevar a mi madre entonces, que necesita una tila… ahora te
subo una a ti también, ¿vale?
M.- Vale, gracias…
Una vez sentados en la cafetería… Héctor no paraba de darle vueltas en la cabeza a
algo…
H.- ¿Mamá… Esther tiene el mismo grupo de sangre que yo? ¿Cuál era papá?
G.- Mmmmm creo que la O + ¿Por qué?
H.- No me cuadra mamá…
G.- Cariño… no le des más vueltas…
H.- No, mamá… porque tampoco hemos heredado tu grupo sanguíneo…
G.- HÉCTOR, DEJALO…
H.- Mamá, quiero una explicación…
G.- Vale…
H.- Te escucho…
G.- Está bien… No soy vuestra madre biológica…-con lágrimas en los ojos
Una hora y media mas tarde, la enfermara Ramírez llegaba donde Maca esperaba a su
niña… le susurro al oído que la acompañara,
Enf. - La Dra. López le había pedido que se reuniera con ella en su despacho… tiene
noticias sobre la paciente…¿me acompaña por favor?
M.- Claro…
Tomó el teléfono para avisar a su cuñado, pero en ese momento, Héctor y Gabriela
salían del ascensor y divisaban a Maca andar junto a la joven enfermera. Se reunieron
con ellas en ese mismo pasillo.
M.- La Dra. López, me ha pedido que vaya a su despacho… tiene noticias…
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3
El pasillo de aquel hospital parecía cada vez más y más largo…
Tenía malas vibraciones y se estaba cada vez poniendo más nerviosa, notaba como el
pánico se apoderaba a de su estomago…
La enfermera tocó varias veces la puerta… y espero a la señal para abrir lentamente…
Detrás de aquel escritorio estaba sentada la esbelta doctora, que se levantó

indicándoles que tomaran asiento…
Dra. López.- Verán, al parecer ha surgido unos problemas…

G.- No, por Dios…
Dra. López.- No hemos conseguido que Esther salga de la anestesia… además… tiene
unas decimas considerables de fiebre… creemos con al hacerle las transfusiones de
sangre y las defensas bajas con las que ha salido… su cuerpo está muy frágil y no tiene
fuerzas para despertar…
G.- Noooo…
Maca seguía ausente metida en su mundo de pensamientos, parecía no haber
escuchado el estado en el que se encontraba Esther…
Las manos de Héctor se apoyaron en cada hombro de las mujeres, apretando y dando
animas con aquel gesto.
Con ese contacto Maca, volvió a aquellas cuatro paredes… volvió a escuchar de nuevo
las voces de Gabriela con la doctora.
Dra. – Seguiremos haciendo pruebas… y averiguaremos de que procede esa fiebre que
la debilita…
H.- Pero, ¿de qué puede ser debida?
Dra.- No estamos seguros del todo, el foco de infección aún no lo tenemos claro…una
vez sepamos la causa le pondremos los antibióticos específicos… en cuanto este
despierta y bien, la subiremos a planta…
G.- Por favor, ténganos informados…
Dra.- Por supuesto… Tanto mi compañera, la Dra. Sánchez y yo, les mantendremos
informados de cualquier cambio…
Se levantaron de los asientos y se dirigieron hacia la puerta.
Dra.- Un cosa más.- Se volvieron.- Esther es joven y se le ve muy sana…tengan fe… se
pondrá bien…
G.- Muchas gracias doctora…
Al salir de aquel despacho, Héctor tomó por los brazos a Gabriela, por que casi se
desmaya…
H.- Maca, voy a llevar a mi madre a la habitación para que descanse y se siente…-
Seguía con la mirada perdida.- Maca…- Le acarició el brazo.- ¿estas bien?
M.- Si…-aún sin mirarlo.- Necesito aire… vengo en seguida…
Diciendo esto se alejó por los pasillos de aquella habitación…
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3
Perdida por los pasillos del hospital, con la mirada ausente, manos temblorosas y con
la piel pálida salía por las puertas del hospital…
Tenía la sensación de que el aire no le llegaba a los pulmones. Sentía con aquella
asfixia poco a poco le iba secando los pulmones…sus brazos se cruzaron sobre su torso,
en un intento de calmar ese dolor en el pecho…
Caminaba sin rumbo fijo… paso tras paso intentando calmar esa sensación de ahogo…
Los recuerdos llegaban a su mente en cada paso que daba.

La volvió a ver en aquel puesto de flores, comprando esos tulipanes, volvió a sentir el
olor de su pelo al pegarse a su cuerpo… noto como se derretía de nuevo ante la sonrisa
que le había regalado aquel día junto con aquellos tulipanes…
Como la convenció para llevarla a casa en su moto… como aquel escalofrío le subió por
la espina dorsal al notar sus dedos aferrarse a su cintura… el desconcierto de la
proximidad de su cuerpo… y aquel temblor que le provocó en sus piernas que casi no
le sujetaban en el suelo…
Aquel primer beso… tras aquella frase mágica que aún sentía en sus oídos… “Pues
hazlo” y la sensación que le inundó al sentir su sabor en su boca… la humedad de su
lengua acariciando la suya en un baile completo…en un baile perfecto…
Sintió frío en su alma y sus brazos se aferraron más a su cuerpo… ahora le llegaban
recuerdos de aquella cena en la terraza… de aquella primera vez en la hamaca…
sintiendo como se mecía en el aire dos cuerpos, que recién se conocían, pero ya se
deseaban…en el aire, flotando los deseos, tantos sentimientos de diversos e infinitos
colores, se sintió en la unión de aquella piel, como la paleta de colores de un aurora
boreal
La poseyó debajo de aquel manto de estrellas, se estremecieron dos cuerpos, pues ella
creyó llegar al cielo al sentirse viva de nuevo…
La noche en la playa, tras aquellos pasos al son de las olas, la magia de aquellos dos
cuerpos amándose bajo el agua…
Tenia tanto miedo, pánico, de no volver a ver ese brillo en los ojos, cuando la miraba
llena de amor, llena de deseo… miedo a no sentir el calor de ese refugio que eran sus
brazos, de no probar esa ambrosia que eran sus labios…
En ese momento se dio cuenta de donde le habían llevado sus pasos

inconscientemente…a aquel parque donde la había visto por primera vez… con Alicia
entre los brazos… en aquel cajón de arena… las lágrimas que no había soltado antes,
cayeron sobre la seca arena, momentos antes de que lo hiciera ella misma al sentirse
abandonada por las pocas fuerzas que aun conservaba...
Arrodillada en la arena, con los puños aferraba la tierra, como si con ello pudiera
aferrar los recuerdos donde Esther estaba a su lado…
111
3
M.- Se fuerte mi amor… no te rindas…
Héctor llamó a Maca, al parecer, ya le habían puesto un tratamiento de antibióticos a

su chica, y la fiebre disminuía por momentos… eso era buena señal… además tenia
noticias del grado de coma, al parecer no era tan profundo… y las esperanzas de que
despertaran iban en aumento…
Maca se dirigió de nuevo al hospital, necesitaba verla, tocarla, estar al lado de su
cama… y si la fiebre desaparecía por completo la llevarían a planta. Su niña, estaba
poniéndose mejor…
Al llegar al centro… tomó las escaleras en vez esperar al lento ascensor… las subió a
zancadas, y en dos minutos estaba en la habitación con Héctor y Gabriela…
M.- ¡¿Qué se sabe?!

G.- Posiblemente la suban a planta en unos minutos…
M.- ¡¿Por qué era la fiebre?!
G.- Un virus de quirófano…dieron con el que era exactamente…
H.- Le pusieron el tratamiento y remitió…
M.- Menos mal…
Dos celadores la traían en su cama, y entraban lentamente por la puerta, Esther aun
estaba con los ojos cerrados…
G.- ¡Mi niña!.- Lanzándose al cuello y llenando de besos su cara.
Héctor, también se agacho para besar a su hermana y acariciarle la cara…
H.- Hermanita… nos has dado un susto de muerte…

Maca se acercó con miedo a la cama… se apoyó en el filo, estaba tan quieta, con la
cara tan serena, tan bella… parecía una maravillosa escultura…
Los dedos de la bailarina acariciaron la mano de Esther… subía por el brazo,

lentamente, como si estuviese dibujando un mar de detalles con sus caricias…
Héctor tomó a su madre del brazo, y se la llevó al pasillo…
H.- Maca, cariño, vamos a llamar a Laura y a Ali… dentro de un ratito venimos…
Maca, no contesto, solo hizo un movimiento afirmativo de cabeza… sus ojos no se

apartaban de su cara… las manos subían hacia esa boca… hacia esos ojos cerrados…
M.- Mi amor…tienes que recuperarte pronto… no sabes lo mucho que he sufrido por
pensar que te podía perder… perder al gran amor de mi vida… tus ojos son la luz de
mis días…te necesito tanto… mi amor… quiero estar contigo el resto de mis días…
saber que cada minuto de mi vida, te pertenece… como te pertenece mi alma.- le
acariciaba los cabellos.- jamás he estado tan segura de algo en mi vida… te amo con
112
3
toda mi alma, princesa…- inclino su cara, buscando los labios de su niña, le dejo un
suave beso.
Era de madrugada, Maca se había quedado aquella noche en el hospital con su niña.
Héctor y Gabriela, se habían ido a descansar, para volver al día siguiente con más
fuerzas…
Maca, se fue al pasillo en busca de una máquina de café… necesitaba tomar algo
caliente…
Se sentó en las escaleras de emergencia para tomarse el chocolate que había

seleccionado… el chocolate… una sonrisa le salió en la boca, su niña se volvía loca por
aquella bebida…
Pero un tristeza le cubrió pronto la cara y varias lágrimas descendieron por sus
mejillas…Tiene que despertarse…
Con la mirada perdida en el suelo. No e dio cuenta que alguien se le acercaba y s

sentaba a su lado en los escalones. Le pasó la mano por el hombro. Y volvió la cara
sorprendida, era la Dra. Sánchez.
M.- Doctora…
Dra.- Llámame Paula… ¿tu eres la novia de Esther, verdad?...
M.- Si… me llamo Maca…
Dra.- ¿Por qué estás así?
M.- Tengo mucho miedo de que no se despierte… le hablo y no se si me escucha…
Dra.- No se sabe a ciencia cierta, si los pacientes en coma pueden escuchar… pero te
voy a contar algo… ¿te puedo tutear, no?
M.- Claro, doctora…
Dra.- Paula
M.- Vale, Paula…
P.- Eso esta mejor…
M.- Cuénteme…
P.- Verás…Hace unos años…la que es ahora es mi mujer, Sarah, tuvo un accidente con
un coche… la atropellaron en un paso de peatones…
M.- Vaya…
P- Si…estuvo mucho tiempo en coma… y yo nunca le deje de hablarle… pensé… que no
me oía… pero le dije una cosa que no me había atrevido a decirle… que quería tener un
hijo con ella… y que le pondríamos el nombre que ella quería, si era una niña… días
después se despertó…y me dijo que ella también quería, y que se llamaría Claudia…
Hoy tenemos una niña preciosa de 4 años, que se llama como ella quería…y Sarah y yo
somos muy felices…
M.- Que linda historia…
P.- Estuvo tiempo sin poder trabajar y nos costó muchísimo salir a delante… mucho
tiempo en rehabilitación… sin poder caminar bien…hoy ha vuelto a su puesto de
neuróloga en el hospital, y aunque camina con un bastón, nunca fue un obstáculo,
pues saca la fuerza a diario para luchar por nuestra familia…
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M.- Paula… yo… no se como agradecerte…
P.- No hace falta…te he visto mal… y me has recordado a mi… caminado sonámbula
por los pasillos, llorando por Sarah…Maca…yo no soy nadie para meterme en vuestras
cosas, pero se nota lo mucho que la quieres no te rindas Maca… no la abandones en su
silencio…
M.- Muchas gracias Paula… voy corriendo a su habitación…
P.- Luego me paso a verla…
M.- Gracias…
Héctor llamó a Gabriela después de cenar… No había sacado el tema de su madre

biológica por el delicado estado que estaba su hermana, pero no conseguía quitárselo
de la cabeza…
H.- Mamá… necesito que me cuentes toda la verdad…

G.- Pero… Héctor…- Comenzó a llorar
H.- Tengo 32 años y me acabo de enterar que la mujer que me ha criado no es mi
madre…merezco una explicación… creo yo…
G.- Si, Esther y tu os la merecéis…- entre lágrimas
H.- Pues te escucho…
G.- ¿Quieres…sssniff…que te lo cuente… sniff…por teléfono?
H.- Mamá, necesito saberlo… YA…
G.- Está bien… Verás… sniff… tus padres … se llamaban Encarna y Ernesto…
H.- ¡¿Los conocías?!
G.- Si, … sniff…Encarna era mi hermana…
H.- ¡DIOS!... PERO ¿POR QUÉ…? ¿NOS ABANDONARON?
G.- NO, cariño, os adoraban… sniff...
H.- Entonces…
G.- Os dejaron conmigo esa noche… sniff…tu padre llevó a tu madre al hospital… no se
encontraba bien… os dejaron en mi casa… y comenzó una tormenta…no se sabe muy
bien lo que pasó… pero el coche tuvo un terrible accidente… snniifff…. Ernesto…
H.- Por favor sigue…
G.- Ernesto… snifffff…murió en el acto… vuestra madre varias horas más tarde en el
hospital…
H.- Mis padres…-se le saltaron las lágrimas…
G.- Lo siento mi niño…snifff
H.- ¿Sufrieron… mucho?
G.- Tu padre no se enteró de nada, cariño…sniff… tu madre la trataron e intentaron

aliviarle el dolor… pero no podían hacer nada por ella…me llamaron del hospital… os
dejé con una vecina… y fue a verlos… mi hermana… mi dulce hermana… sniff… no
puedo Héctor…
H.- Tranquila mamá,… por favor… cálmate…
G.- Mi hermana… me dijo… que os cuidará siempre… como si fueseis míos… sniifff… me
hizo prometerle que no os lo diría… pues erais muy pequeños… y no os lo recordarais…
que no sufriríais por su perdida… erais tan pequeñitos… sniff… solo quisimos
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protegeros…
H.- ¿Y por qué de mayores no nos lo dijiste?
G.- Porque os amaba demasiado… y el miedo a perderos… sois mis hijos, Héctor… y
Alicia… mi nieta…os amo muchísimo…
H.- Si, mamá… lo eres… tranquila, por favor…
G.- ¿Lo entiendes?... sniffff…
H.- Si, tranquila, por favor…
Estaba durmiendo, en frente de la cama de Esther, en un sillón…soñando con su niña…

estaban en una casa con jardín, bajo el sol de Cádiz… le llevaba una limonada fresquita
a su niña…vio que tenia en brazos un bebé precioso… el bebé de las dos…era una niña
morena con los ojos marrones… tan linda como la princesa de su mami…
Abrió lentamente los ojos…tenia lágrimas en las mejillas, que se limpió rápidamente y
giró la cara buscando a Esther… allí estaba su niña… tumbada en la cama… tan linda…
Recorrió los pasos que las separaban… sin quitarle la mirada de su cara…
Tomó su mano, se apoyó en un hueco de la cama… su cuerpo esbelto y tibio… sus ojos
cerrados…
M.- Mi amor… Deseo tanto que me escuches…
Sus manos le recorrían la cara…
M.- Acabo de soñar con una imagen maravillosa… Esther… teníamos una hija
preciosa… la tenias en tus brazos… -nuevas lágrimas rodaron por su cara.- Tu sonrisa
volvía a brillar, al igual que tus lindos ojos… te quiero… tanto… mi amor…la niña tenía
tus ojos… era tan linda como tú…
Tomó en mechón de pelo de su frente y lo llevó dulcemente hacia atrás… dejando un

suave beso en el lugar donde se encontraba ese cabello.
M.- Quiero que despiertes… ver tus ojos brillar… escuchar de nuevo tu voz… te
necesito en mi vida… mi amor… mi niña…
Cogió su mano y la acercó a sus labios dejando una caricia dulce en su piel.
M.-Mi niña… necesito…sentir como tus brazos me sujetan por la cintura…como tus
labios se posaban en mi cuello…
Los ojos mojados no pudieron retener más el llanto desconsolado, Esther parecía no
escuchar ni una de sus palabras…
M.- Mi amor… me encantaba como me sonreías al despertar cada mañana… eres mi

razón de ser...
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Gotas de lluvia comenzaron a golpear el frio cristal de la ventana.
M.- Mi amor… tienes que luchar… saca las fuerzas que hay en tu interior… mi amor…
lucha… por favor…mi niña… despierta… te prometo que si despiertas te trataré como a
esa princesa que eres…
Maca guarda silencio… es imposible… su niña no la escucha…Va a la ventana… la

ciudad esta llena de miles de luces, como si el cielo lleno de estrellas se tratara… pasó
sus manos por sus brazos… y se abrazó buscando consuelo…todo lo que había pasado
parecía un horrible pesadilla… necesitaba que volviera el tiempo atrás…
Apoyó su frente en el transparente vidrio. ..
M.- Mi princesa… por favor…
Se escucha un suave murmullo desde el otro lado de la habitación.
E.- ¿Me… llevarás el… desayuno… a la cama?
El corazón se le quedó congelado. ¿Acaba de escuchar…? Se gira sobre sus talones y

mira la cara de la mujer que ama más que a su vida…
E.- ¿Nuestra… hija… no se podría… llamar…Gemma?
Corrió hasta su cama… la abrazó y besó toda la cara…
M.- Mi niña… mi princesa… ¡has vuelto!... Te amo tanto…

E.- Y yo a ti, mi niña…
Meses mas tarde, Esther estaba recuperándose entre mimos de Maca y Gabriela, en la
terraza de su nueva casa.
Maca fue a por unas limonadas para las chicas.
G.-Cariño… tengo que confesarte algo…

E.- Dime mami.
G.- De eso se trata… yo no soy…vuestra madre…
E.- ¡¿Cómo?!
G.- Verás, soy tu tía…- poco a poco comenzó a relatarle la verdad de su historia…-
Héctor, lo sabe… lo descubrió cuando tu necesitaste sangre.- Sus lágrimas caían.
En ese momento, Maca llegaba con los vasos de refresco y al ver la situación, se paró a
distancia y se quedó en silencio.
G.- ¿Podrás perdonarme?
E.- Sshhh. Tú siempre serás mi madre…
G.- Gracias hija, gracias…-abrazándola.
Con una sonrisa, Maca entró en la terraza nuevamente, no sabia el motivo de esas
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lágrimas, pero no quería verlas separadas.

M.- ¡Ey chicas, aquí tenéis vuestras bebidas!.- ignorando esas caras.-Voy a ir a la
cocina, queda poco para que vengan a Héctor y Laura con la niña…este va a ser el
cumpleaños más especial que había tenido en muchos años…
E.- Mi vida…-el gesto de Maca se puso serio.- ¿Estás bien, princesa?
M.- Si cariño, si…me voy a la cocina.
Esther la siguió hasta allí y la abrazó por la cintura.
E.- Cielo, vamos, no te pongas triste…

M.- No, si no estoy triste…-limpiándose las lagrimas.
E.- No soporto verte sufrir… mi amor…-la giraba y abrazaba dulcemente.
En ese momento, la puerta sonó. Maca se lavó la cara y fue abrir la puerta. No quería
que Héctor y las chicas la vieran así.
Pero al abrir la entrada, no eran ellos. Eran sus padres. Rosario, se echaba a sus brazos
y abrazaba a una congelada Maca. Las lágrimas de las dos caían, mientras una mirada
vidriosa las observaba desde atrás. Pedro, se acercó a su hija, y se fundieron en otro
abrazo.
P.- Hija, he sido… un necio…perdóname…

M.- Papá… yo… no tengo nada que perdonar…
Esther desde atrás, no podía retener las lágrimas que caían por sus mejillas. Rosario se
le acercó y dándole un beso en la cara le dijo:
R.- Gracias por todo lo que has hecho por nosotros…nuera

Pedro las miró y repitió.
P.- Muchísimas gracias, Esther…
E.- De nada suegro… daría mi vida por su hija.
P.- Lo sé…
6 años mas tarde…
La luz del sol penetraba por la ventana hasta llegar a los dos cuerpos abrazados. La luz
comenzó acariciar los ojos de Esther, que fue poco abriéndolos. Maca la observaba en
silencio, a lo que ella respondió con una sonrisa…
E.- ¿Qué haces cielo?

M.- Dale las gracias a la vida por tenerte a mi lado…
E.- Mmmm… la suerte fue mía…
M.- En eso estás equivocada… tengo la esposa mas linda de la historia…
E.- Tontita…- rozaba con su dedo los labios de Maca.- ¿desde cuando me observabas?
M.- Desde que escuché ruiditos en la cocina…
E.- ¿Y eso?
M.- Creo que un duendecito nos está preparando el desayuno…
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E.- ¿Ya está levantada?... ¡qué temprano!

M.- La niña ha salido madrugadora como su mami…
E.- Si, lo ha sacado todo de su mami… hasta en lo preciosa.
Maca se acercó para besar los labios de Esther, cuando el sonido de la puerta del
dormitorio se escuchó. Una personita rubia cruzaba rápidamente la habitación para
saltar en la cama y colarse debajo de las sabanas.
E.- Ey Maca… ¿Quién se ha colado en la cama?
Una risita se escuchaba tras las sabanas.
M.- Creo que una ratita chiquitina…

E.- ¿Y cómo podemos hacer para que salga?
M.- No sé, no sé… ¿qué tal con un ataque de cosquillas?
E.- Me parece bien… vamos mami… empieza…
En menos de unos segundos, entre risas y grititos se escucho una vocecilla que decía...
“¡¡me rindo, me rindo!!”
E.- ¡Ey, pero si no era una ratita! ¡¿Quién eres tú?!.- destapando a la pequeña de cinco
años.
G.- Mamita zoy yoooo… ¡¿no me conoces?!.- agarrándose al cuello de Esther y dándole
besitos.
M.- Mamita, claro… es nuestra princesa… nuestra niña…Ey Gemi ¿para tu mami no hay
beso de buenos días?
G.- Claro mami…- abrazándola y dándole un besazo en la cara.- Mamos…mamos a la
cosina…os tengo una sorpreza…
Se levantaron y fueron llevadas a la cocina agarradas de la mano de Gemma. Un rico

desayuno las esperaba. Cola-cao y galletillas. Y una flor en un vaso con agua, en mitad
de la mesa, robada de una de las macetillas de la terraza.
M.- ¡Qué lindo princesa!

E.- Muchas gracias mi niña…-dándole un beso en la frente.
M.- ¿Ves como tengo razón?
E.- ¿De qué?.- La niña salía hacia la mesa y se sentaba delante de su tazón de cola-cao.
M.- Que soy la mujer mas afortunada del mundo. Os tengo a vosotras en mi vida…
E.- Te amo.
M.- Y yo princesa.
FIN …
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Al Ritmo Ƒæäde La Vida (Fangoria73)

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Al ritmo de la vida Fangoria7

Aquella mañana en el estudio, se estaba convirtiendo en un puro desastre. Esther, en

Gabriela, la directora, había conseguido alquilar un amplio local en el centro de Cádiz,

E.- Mamá, ¿te queda mucho para llegar al estudio?

Gabriela había conseguido su fama con el trabajo y el sudor de su frente. Necesito

El psicólogo le comentó a Héctor que la pequeña necesitaba realizar actividades que la

M.- Si, adelante… Está abierta

L.- ¡¿No me digas qué te ha gustado el padre?!

G.- ¡A ver, chicos!, ¡atendedme! - daba dos palmadas- Ensayaremos la escena de la

G.- Luís, un café con leche y media de serrano- le comentó al camarero.

M.- Buenas tardes.- dándole la mano a Gabriela.- Yo soy Macarena Fernández, la

Tomando el móvil, marcó el número de Esther…

E.- Dime mamá…

En ese momento, Macarena la descubrió a través de la pared de espejos… La reconoció

Un escalofrió recorrió el cuerpo de Esther y sólo pudo gesticular un movimiento de

R.- Esthercita, Esthercita… - Raúl, se le acercaba peligrosamente a la boca…

E.- ¡No te atrevas jamás a repetirlo!

L.- Maca… estás muy callada…

recuerdo Maquita, que a borde, tu me ganas…

El miércoles por la mañana, Héctor se reunió con Esther y su madre en la cafetería

G.- Voy un momentos al aseo, chicos. – levantándose de la silla

H.- Vamos Esther… si nunca le das una oportunidad a nadie…

E.- Ah, si perdón… no te había entendido…

G.- Si…Luís ¿nos traes la cuenta?

Cuando terminó el ensayo de esa mañana, Esther decidió ir caminando a casa.

Ahora sentía miedo. Al ver a Macarena… su sonrisa y su cara despertaban en ella,

Se acercó al puesto de un amigo suyo, al que le compraba siempre un ramito de

E.- ¡Hola Jesús!

J.- Unos pocos me quedan…

M.- ¿Vas bien, Esther?- ¡Dios, me va a dar algo!…

Su voz, su forma de expresarse, todo en su conjunto, le parecía a Esther demasiado

E.- Es allí… aparca donde puedas…por favor…

Cerró el grifo. Abrió la mampara, salió de la ducha tomando su toalla y envolvió su

Y ese sentimiento que afloraba de nuevo en su interior la hacía frágil y vulnerable al

Maca había colocado los tulipanes en un jarrón de su despacho. Le recordaban a ella y

N.- ¡Seño! ¿Qué nos toca hoy?

P.- Seño, ¿y el cha-cha-chá?

Tomo a Paco en la posición inicial y comenzaron a moverse en el centro de la clase. La

Levantando la cabeza, descubrió a Esther delante de muchos padres. Alicia, había

M.- ¡Hola Esther! ¿Qué tal todo?- ¡está preciosa!

Bajaba en el ascensor completamente nerviosa… Abriendo la puerta del portal, se dio

E.- Eres puntual...- mmmm. ¡Está preciosa!

E.- Bailan genial…- observándolos boquiabierta

La giró colocándose detrás de Esther y pegando su cadera al trasero de ella. Comenzó a

M.- Lo has hecho muy bien Esther.- andaban ya hacia Laura

L.- OK. Esther, encantada.

Salieron de la disco y caminaron unas calles hasta llegar a la moto.

M.- Esther, ¿te lo has pasado bien?

La mano de Maca subió hasta su cuello. Los dedos la acariciaban suavemente,

A la mañana siguiente, Maca, se encontraba flotando… Aquel “pues hazlo” le resonaba

Después de la voz preocupante de Esther, quedaron en verse en el parque Genoves,

E.- Patri, gracias por venir, cielo…

P.- ¿Qué es, cariño?

M.- Hola Esther…

M.- Perfecto. ¿Quedamos para cenar?

La niña se bajo de la cama y fue al armario, señaló una camisa negra.

Le tomó de la mano y fueron hacia la puerta. Minutos después el ascensor llegaba y se

Al salir de la ducha, se aliso el pelo y lo dejo suelto. Fue a su dormitorio y se colocó la

ropa que habían elegido minutos antes.

Se dirigió al baño y se dio unos pequeños toques de maquillaje en la cara. Le faltaban

M.- Hace muchísimo rato que deseo hacer esto…

El ascensor llegó a su destino y la puerta se abrió lentamente. Las bocas se separaron,

M.- Ven…- le cogió la mano suavemente.- es por aquí…