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¿Sabe usted qué es un transgénico?

En una discusión de nunca acabar todavía existe mucho desconocimiento sobre lo que son
los alimentos genéticamente modificados.

El debate sobre los alimentos modificados genéticamente se reaviva de nuevo, todo por
cuenta del último informe de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de
Estados Unidos que concluyó que los cultivos transgénicos no son nocivos para la
alimentación ni para el medioambiente. A este reporte se sumó la carta firmada por más de
un centenar de premios nobel de medicina, física y química, en la que acusan a Greenpeace
de ser un obstáculo para solucionar el problema del hambre mundial y piden replantear su
posición contraria a los alimentos genéticamente modificados (AGM).

La respuesta de ambientalistas y activistas anti-AGM no se hizo esperar y afirmaron que


estos estudios y opiniones están viciados y sustentados en mentiras. Por un lado, sostienen
que la Academia Nacional de Ciencias tiene un conflicto de intereses ya que muchos de sus
miembros han tenido lazos con las grandes compañías que dominan la producción de
transgénicos. Y por el otro, Greenpeace dijo que las acusaciones de los premios nobel son
falsas, y mantuvo su oposición al uso masivo de transgénicos.
En medio de la discusión, la mayoría no entiende lo que significa la modificación genética.
Según Paul Chavarriaga, investigador del Ciat, no se sabe lo que es un alimento transgénico
y otro mejorado genéticamente, confusión que ha viciado el debate. Por lo general se tiende
a pensar que si algo es mejorado genéticamente entonces es trangénico y por lo tanto malo.
Pero lo cierto es que todos los científicos están de acuerdo es que el hombre lleva milenios
haciendo modificaciones genéticas a animales y vegetales en su proceso de domesticación.

“La modificación genética de un organismo tiene que ver con un cambio que puede ser
heredable a su progenie. Ese proceso es lo que el hombre ha venido haciendo desde hace
10.000 años, con el inicio de la agricultura, y hoy lo tenemos sistematizado gracias a la
ciencia y la tecnología. No toda modificación genética es transgénica, pero esta se
encuentra bajo el paraguas de la transformación genética”, afirma Víctor Núñez,
investigador de Corpoica.

Ahora bien, un transgénico es una modificación genética en la que a un individuo se le


introduce una característica específica mediante genes y a través de técnicas modernas
como la biotecnoloía. Un ejemplo es la transferencia que se le hizo al algodón –que se
cultiva hoy en Colombia– del gen de una bacteria, para que la planta produzca una proteína
tóxica para un gusano que la ataca. Esta técnica, en la que los científicos juegan a ser
dioses, es la que genera rechazo y críticas por una parte de la ciencia y la sociedad. Más, si
detrás de estas creaciones hay patentes, exclusividad de uso, concentración de producción y
un mercado de miles de millones de dólares.

Pero en medio de los miedos y expectativas que este tipo de técnica genera, lo fundamental
para tomar posición en esta discusión es romper la idea de que los cultivos denominados
tradicionales son más naturales que los transgénicos, pues en los dos el hombre las ha
adaptado de una manera u otra. “Todos los alimentos que son consumidos a diario han
tenido sucesivas modificaciones genéticas, ya sea a través de técnicas tradicionales, como
la hibridación, o por biotecnología, como los transgénicos. Y de estos últimos hoy aún son
pocos frente a los ‘tradicionales’”, dice Chavarriaga.

Incluso Núñez afirma que, pese a toda la polémica que hay en torno a si los transgénicos se
deben generalizar o no, hasta ahora no son la gran panacea, pues han traído más beneficios
para la agroindustria que para los consumidores,Y aclara que, por ahora, la modificación
“tradicional de alimentos seguirá siendo la regla”.

Volviendo a los acontecimientos recientes, las posiciones en pro y en contra de los AGM,
lejos de encontrar puntos en común, parecen distanciarse más y recurrir a las
descalificaciones. Esto ha causado que la opinión pública haya tomado partido frente a la
discusión sin tener a mano información veraz y pertinente. Es por eso que ambos bandos,
antes de acusarse el uno al otro, deberían informar sobre lo que son o no son los
transgénicos.
RONI LAMADRID | A pesar de las advertencias realizadas por organizaciones y
personalidades sobre la peligrosa influencia y compra de voluntades en la Asalmblea
Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, el gigante de los transgénicos ha
logrado que la Ley de Semillas (denominada ley Monsanto en Latinoamérica) sea
tratada en el recinto.

Matrizur.org
Tras la desaparición física del Comandante Chavez ( quien siempre se opuso a los cultivos
transgénicos en su tierra) los loobies de la alimentacion conseguirían asi introducirse en el
mercado venezolano con la falsa promesa de solucionar los problemas de producción de
alimentos que experimenta Venezuela como consecuencia de su modelo rentista petrolero y
una guerra económica declarada por las propias empresas nacionales e internacionales
productoras y distribuidoras de alimentos al gobierno del presidente Nicolás Maduro.

La Ley de Semillas encierra peligros y, de aprobarse, se estará abriendo la puerta a


Monsanto y sus ejércitos privados encubiertos como científicos y técnicos en cooperación
agroalimentaria como ocurriera tambien en otros países: se sabe que Monsanto compró al
ejército privado estadounidense ex Blackwater, hoy Amesty (aunque fuera desmentido por
Monsanto) y que opera antes, durante y después de la invasión a un determinado país.

El proyecto de Ley de Semillas o “Ley Monsanto”, será presentado en primera discusión


este próximo 22 de octubre y tiene medidas como las siguientes:

1. Reconocen los derechos de propiedad intelectual sobre la semilla: (artículos 5 y 6) Este


proyecto reconoce como valor al derecho de propiedad intelectual, base fundamental para
la privatización de la semilla. Reconoce los derechos de obtentor: que están controlados por
la Unión de Protección de Obtentores Vegetales (UPOV) que permite los derechos de
exclusividad y cobro de regalías sobre las semillas para investigadores y empresas. Es una
forma de privatización de la naturaleza que atenta contra la soberanía alimentaria.

2 Establecen fuertes regímenes de inspección, fiscalización y supervisión para la semilla


campesina y establece multas (artículos: 56,60, 74 y 75) a un conjunto de prácticas entre las
cuales pueden encontrarse las prácticas tradicionales de intercambio de semillas. La
fiscalización, inspección y multas que establece el proyecto de ley de semillas a la semilla
campesina criminalizan prácticas tradicionales de intercambio de semillas, que son la base
de la soberanía alimentaria.

3 Permite la legalización de semillas genéticamente modificadas (transgénicos) a través de


certificados de inocuidad biológica que puede otorgar el Instituto Nacional de Semillas
según establece el artículo 34. A pesar de que en su artículo 3 dice que se prohíben las
semillas transgénicas, deja abierta la puerta cuando dice que el Instituto Nacional de
Semillas puede otorgar Certificados De Inocuidad Biológica para organismos
genéticamente modificados, es decir transgénicos. En ningún documento legal se habla de
transgénicos, en términos legales se usa el término organismos o semillas genéticamente
modificados, esta confusión genera un vació legal favorable para la legalización de las
semillas transgénicas

4 No define formas claras de participación popular ni controlaría social. Sólo se reconoce al


Instituto Nacional de Semillas como ente rector, pero no se menciona nunca a las comunas
ni el Poder Popular con claridad y cual es su participación en todos los ámbitos que aborda
la ley.
Sin embargo, estas medidas tienen como objetivo encubierto la ocupación de territorio
mediante una supuesta “asistencia técnica” en materia de agroindustria y biotecnologóa,
método empleado por Monsanto en la región para introducir a sus contratistas.

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