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MANEJO DE ARVENSES

EDWARD ALBERTO SILVA VILLAMIZAR


CODIGO:

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS
INGENIERIA AGORNOMICA
PAMPLONA
2020
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCION............................................................................................................................3
ASPECTOS GENERALES DE LAS ARVENSES ........................................................................4
CONCEPTO DE ARVENSES .....................................................................................................4
GENERALIDADES DE LAS ARVENSES ................................................................................5
CARACTERÍSTICAS BIOLÓGICAS E IMPORTANCIA DE LAS ARVENSES ....................7
MANEJO DE ARVENSES ..............................................................................................................9
¿CONTROL O MANEJO? .........................................................................................................9
MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS (MIP) ..........................................................................9
MÉTODOS DE CONTROL DE MALEZAS ...............................................................................11
CONTROL QUÍMICO DE MALEZAS ...................................................................................12
CONTROL BIOLÓGICO DE ARVENSES .............................................................................14
PRINCIPALES MALEZAS EN COLOMBIA ............................................................................15
CONCLUSIONES ..........................................................................................................................20
BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................................21

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INTRODUCCION

Los arvenses son consideradas plantas que no poseen un valor económico en el


mercado, pero en contraste estas plantas ocasionan perdidas económicas debido a que este
tipo de plantas generan competencia con las plantas de los cultivos reduciendo de manera
significativa la calidad y cantidad de productos dentro de los cultivos lo anteriormente
mencionado demuestra la importancia de realizar el control a este tipo de plantas o
comúnmente llamadas malas hierbas. Las mencionadas plantas arvenses, son especies que
invaden los cultivos, cuyo nombre viene dado precisamente del latín arvensis, que representa
campo en el sentido agrícola. De modo que cuando se discuta de pérdidas o daños engloba
de mejor manera la noción de malezas o el de malas arvenses, pero cuando se pretenda
discutir de manejo, la manera adecuada de referirse a estas es utilizando el termino de
arvenses, dentro de la perspectiva agro ecológica opta precisar el concepto de las arvenses
como aquellas plantas que germinan de forma espontánea en los cultivos sin tener en cuenta
las características perjudiciales que puedan presentar (Álvarez Puente, 2005).

Al referirnos de las arvenses podemos hablar de cómo se empezaron a considerar


como malezas, lo que nos lleva a un ejemplo, como es el caso de la avena la cual fue
inicialmente considerada una maleza que se generaba en los trigales hasta que esta se hizo
tan abundante que el ser humano se dio cuenta de que, en lugar de eliminarla, era mejor
cultivarla (Salinas, 2012).

En resumidas cuentas, lo anteriormente mencionado muestra que las arvenses


constituyen uno de las dificultades más grandes de la agricultura mundial, debido a que su
acción invasora proporciona su competitividad con los cultivos, de la misma manera que
logran comportarse como hospederas de plagas y enfermedades. Por este motivo, se deben
ejecutar modelos de manejo que reduzcan su interrupción con el cultivo y, de esta manera,
impedir el aumento desmedido en los costos de producción. No obstante, las arvenses se
manifiestan dentro del agroecosistema, un papel mucho más significativo de lo que hasta hoy
se conoce. Un ejemplo confirmado es que ellas se despliegan en áreas sometidas a barbecho
y se usan para evitar la erosión del suelo y reciclar sus nutrientes y minerales (Cock, 1996).
Igualmente se ha afianzado la imagen de que este tipo de plantas se usan como reservorio de

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organismos benéficos para el control general de plagas; por ello el concepto de arvenses es
relativo y antropocéntrico, pero de algún modo forma una categoría absoluta (Altieri &
Whitcomb, 1979).

ASPECTOS GENERALES DE LAS ARVENSES

CONCEPTO DE ARVENSES

Las plantas las cuales no son objeto de cultivo poseen diversos nombres vulgares,
malas hierbas, manigua, arvenses, bejucos, plantas adventicias, epifitos, parásitas, yerbas
invasoras, etc., sin que ninguno albergue la totalidad de las plantas en los cultivos (Acuña ,
1974). Se conceptúa como arvenses a todas las plantas superiores, que por crecer junto o
sobre plantas cultivadas, trastornan o impiden el desarrollo normal, aumenta los costos en el
cultivo y reducen sus rendimientos o la calidad

Las arvenses son plantas a las cuales siempre se las ha considerado malezas o malas
yerbas; sin embargo, estudios recientes han detectado que, algunas especies se usan como
alimento humano, forraje y como cobertura del suelo y, otras como cultivo asociado. Por
tanto, se puede hacer un buen manejo y permitir su desarrollo mientras no afecte
considerablemente la productividad del cultivo (Torres, 2004).

En las estructuras agrícolas se hallan diferentes especies de plantas como elementos


del agroecosistema. Las que se conceptúan como malezas o arvenses interfiere con los
intereses económicos del ser humano (Cousens & Mortimer, 1995).

Sin embargo, las arvenses se especifican en dependencia de la idea que se asuma, a


saber (DAUNS, 2005):

 Antropocéntricas o malherbológicas: plantas no deseadas que crecen. Poseen un


mecanismo intrínseco muy alto. Un ejemplo son los agricultores los cuales llaman
arvenses a las plantas que obstaculizan con el cultivo. La Sociedad Europea de
Malherbología precisa arvense como cualquier planta o vegetación que dificultan con
los objetivos o necesidades del hombre.

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 Ecológicas: las arvenses deben puntualizarse teniendo en cuenta las propiedades
biológicas que las diferencian. Ellas están preparadas para colonizar y mantenerse, en
un terreno a pesar de las transformaciones que en este sucedan. Estas son “organismos
no deseados que se desarrollan bien en hábitats alterados por el hombre” (Harlan,
1982). De la misma manera han sido conceptualizadas como “plantas que se
desarrollan siempre de manera dominante en contextos marcadamente alteradas por
el hombre y que implican ser no deseables por él, en un lugar y momento
determinado” (Poreja, 1988) ; mientras otros las definen como “plantas que son
pioneras en el caso específico de sucesión suplente, que ocurren en los campos
cíclicamente sometidos a laboreo” (Blanco & Leyva, 2007).

GENERALIDADES DE LAS ARVENSES

Normalmente, las especies calificadas en la actualidad como arvenses, han acarreado


a los agricultores a la destrucción indeleble de la flora herbácea y arbustiva de manera
indiscriminada, sin calcular beneficios y consecuencias. El argumento de las arvenses sitúa
al agricultor hacia su manejo racional, es decir, el conocimiento de las arvenses benéficas, a
las que se les ha llamado “buenazas” en contraposición a su significado negativo (Restrepo ,
1994). Con el manejo apropiado de arvenses, se obtiene además la protección de los suelos
frente a la erosión, la regulación de las aguas de escorrentía, la conservación de la
biodiversidad genética y la disminución de los costos de los desyerbes hasta un 85 % (Altieri
& Whitcomb, 1979).

El valor de una arvense está explícito indudablemente por el discernimiento de su


observador; estas percepciones poseen gran predominio en las actividades humanas
encaminadas hacia su manejo (Radosevich, Holt, & Ghersa, 1997). En otro orden de cosas,
se ha señalado que, a partir del punto de vista antropocéntrico, las arvenses se consideran
plantas que entorpecen de una forma u otra en las actividades del hombre; sin embargo,
biológicamente estas poseen un valor inapreciable por formar el eslabón esencial de todo
ecosistema. Dentro de la vegetación silvestre o nativa, se considera maleza (arvense) a
aquella planta que en determinado momento dado consigue obstaculizar ya sea
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alelopáticamente o por competitividad por agua, nutrientes, CO2 , O2 y espacio con un
cultivo, perturbando económicamente el sistema productivo (Gómez & Rivera, 1995).

(Pitty, 1997), indica que las arvenses son significativas porque poseen efectos
negativos sobre las actividades del ser humano y por los costos en los que se incide en su
manejo para conservar las poblaciones a un nivel que no disminuya el rendimiento del
cultivo, no entorpezcan con las actividades de los humanos ni originen disgusto a la vista. El
mismo autor enumera algunos aspectos negativos:

 Costos por manejo.


 Obstaculizan y retrasan las labores agrícolas.
 Son hospederas de plagas y enfermedades.
 Disminuyen el rendimiento de los cultivos.
 Reducen la calidad del producto.
 Envenenan a los animales.
 Originan problemas de salud al hombre.
 Reducen el valor de la tierra.

Entre los aspectos positivos de las malezas o arvense Pitty, (1997) menciona las
siguientes:

 Favorecen a la conservación del suelo.


 Son fuente de alimento como lo son algunas gramíneas y leguminosas.
 Se aprovechan como medicinas.
 Aumentan la cantidad de material genético.
 Desarrollan la estabilidad del agro ecosistema.
 Son fuente de materia prima para la fabricación de fertilizantes orgánicos.

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CARACTERÍSTICAS BIOLÓGICAS E IMPORTANCIA DE LAS ARVENSES

El desarrollo de una flora indeseable consigue ser inducido por la composición de


procesos ecológicos y de evolución. Es efectivamente factible que una especie se transforme
en arvense como consecuencia de los cambios del hábitat, ya que el proceso de selección es
fundamentalmente una alteración ecológica. Al nivel de escalas ecológicas de tiempo, se
logra diferenciar la pre-adaptación y la inmigración, procesos ambos dominantes en la
presencia de las arvenses en el hábitat. La aparición de especies resistentes a los herbicidas
y la determinación de especies dentro del taxón correspondiente es un buen ejemplo de la
escala de tiempo (Labrada, Caseley, & Parker , 1994).

Las arvenses poseen una serie de peculiaridades que hacen que consigan competir
con cultivos económicos (Mortimer, 1990):

 Facilidad De Dispersión: su estructura le consiente dispersarse muy fácilmente, en


algunos casos por el viento, los animales (ganchos, sustancias adherentes), el agua
(se dispersan por flotación) o al recoger la cosecha.

 Capacidad De Persistencia: es una ventaja de las arvenses. Debido a esto son unA
dificultad, pues varias poseen elevada capacidad de originar semillas (más de 100.000
semillas cada planta).

 Viabilidad De Las Semillas: otra característica es el largo período de viabilidad de


las semillas (pueden germinar hasta 10 años después de la producción). Los rizomas
y bulbos pueden ser viables mucho tiempo (en latencia permanecen hasta 40 años).

 Germinación: suelen tener germinación escalonada, a lo extenso del año o en años


sucesivos. Algunas no germinan no solo cuando las condiciones son apropiadas;
cuando hay buenas condiciones germinan unas pocas, y al trascurrir de los días otras
pocas. De la totalidad de las semillas que hay en el suelo no germinan todas, el mismo
año y siempre habrá una reserva en el suelo.

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 Plasticidad: generalmente poseen una dominante plasticidad fisiológica. Están
preparados para desarrollarse en condiciones muy adversas. También tienen alta
plasticidad genética. Esto permite adaptarse fácilmente a circunstancias nuevas.
 Competencia: las arvenses pueden poseer adaptaciones que admiten contender más
fácilmente. Una de las particularidades es su elevada densidad. A mayor número de
plantas, en el cultivo, mayor ventaja competitiva.

 Germinación Sincronizada: otra particularidad es la germinación sincronizada. Las


arvenses con germinación al mismo tiempo que el cultivo, serán las más adecuadas a
él.

 Vigor: el vigor es significativo, pues suelen poseer elevado vigor y rápido desarrollo
inicial, sobre todo las perennes.

 Morfología Y Fisiología: la morfología y fisiología de la planta intervienen en la


competencia. Si el desarrollo radicular es exuberante, son más competitivas por
ocupar antes el espacio subterráneo. Las de mayor altura y superficie foliar son más
competitivas, porque logran sombrear, fácilmente, el cultivo. Las plantas C-4 son más
eficientes fotosintéticamente, por lo que son más competitivas frente a cultivos. Las
arvenses consiguen producir toxinas que inhiben el desarrollo de los cultivos. Las
plantas enredaderas son muy competitivas, por enrollarse a la hoja.

 Capacidad De Rebrote: la capacidad de rebrote beneficia la competencia. Los


rizomas y estolones son transcendentales, porque las plantas con reservas en el suelo
crecen con gran vigor.

Al examinar la importancia de la relación arvense-suelo, algunos esbozan que el


comportamiento ecológico-fisiológico de las arvenses se utilizan por su valor indicador de
las cualidades del suelo, como son el contenido en fosfato, potasio, nitrógeno y humus
(Ortega & Robles, 1986). El pH del suelo es substancial en la distribución de tales plantas,

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pues unas se desarrollan mejor sobre los suelos ácidos, otras en los alcalinos y algunas
resultan indiferentes; por ello resultan invasoras y de distribución casi cosmopolita

MANEJO DE ARVENSES

¿CONTROL O MANEJO?

Resulta más actual el uso del término "manejo" en lugar de "control". En ocasiones
se ha estimado que "control de malezas" involucra destruir o erradicar tal vegetación. De
hecho, es poca el contraste en el significado básico de los dos términos y ambos son usados
equitativamente en este volumen. Ninguno de los dos significa "aniquilar" y es poco
significativo cual término sea utilizado. Lo importante es estar al tanto que es innecesario
eliminar totalmente la población de malezas, ya que lo fundamental es regularla o manejarla
a un nivel tal que su daño económico sea reducido (Labrada, Caseley, & Parker , 1994).

Ilustración 1. identificación y recolección de las especies arvenses

MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS (MIP)

El manejo integrado de plagas ha sido determinado como " el método de manejo de


plagas, que, en el contenido de la asociación del medio y la dinámica poblacional de las
plagas, emplea todas las técnicas y métodos apropiados de forma simultánea, conservando
las poblaciones nocivas a niveles por debajo de aquéllos ocasionales de daño económico".

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Desde su admisión, el MIP se ha transformado en la base de todas las acciones de protección
vegetal de la FAO, ya que el mismo ayuda claramente al desarrollo de una agricultura
sostenible. El estímulo para el desarrollo y admisión del MIP ha sido fruto de las secuelas
alarmantes del uso indistinto de plaguicidas, que ha generado un impacto negativo sobre el
ambiente, la salud de los agricultores y consumidores, los costos de producción, el balance
ecológico de las poblaciones de plagas y resistencia de las mismas a los plaguicidas en uso
(FAO, 2006).

El MIP logra percibirse en tres niveles, donde el objeto de control (a) es una sola
especie de plaga, (b) un rango de insectos o malezas y (c) una composición completa de todos
estos organismos perjudiciales. El concepto de MIP posee su origen en la entomología, que
se ha vuelto en programas de control cultural y biológico, plantas hospederas invulnerables,
prácticas agrícolas adecuadas y uso racional de plaguicidas, que a la postre se ha justificado
superior en el plano económico y sostenible que el uso creciente de plaguicidas (Cock, 1996).

Los compendios del MIP no han existido todavía aplicados de modo sistemática al
manejo de malezas, pero estos son completamente válidos para este fin. Los métodos
habituales ya se asientan en la integración de una complejidad de métodos culturales y físicos.
El uso extendido de estos métodos, colectivamente con la aplicación moderada de herbicidas,
ha confirmado ventajas en balance al uso excesivo de herbicidas. Esta moderna práctica
consigue ocasionar desequilibrios indeseables de la flora y provocar la predominancia de
poblaciones de especies perennes u otras resistentes a los herbicidas en uso (FAO, 2006).

Para el desarrollo del MIP se solicitan instrucciones básicas y el adelanto de investigaciones


a nivel de campo, con lo cual se consigue un conocimiento más cabal de la influencia de los
factores bióticos y abióticos que regularizan el procedimiento de las plagas o malezas. Estas
instrucciones también proporcionan la predicción de los efectos de las habilidades de
combate que se acojan en un cultivo determinado. La investigación debe cambiar su enfoque
a fin de extender las bases de esta disciplina para así satisfacer las necesidades del agricultor
(Labrada, Caseley, & Parker , 1994).

Los conocimientos básicos para un manejo de malezas adecuado son:

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1. Identificación de las malezas y su nivel de infestación.
2. Biología y ecología de las especies de malezas predominantes.
3. El efecto competitivo y los umbrales económicos de las especies de malezas
predominantes.
4. Métodos de control técnicamente efectivos, económicamente viables y seguros para
el ambiente.

MÉTODOS DE CONTROL DE MALEZAS

Según la SEMINIS concurren diversas técnicas para la inspección de las malezas o para
reducir su infestación a un determinado nivel, entre estos:

1. Métodos preventivos, que encierran los ordenamientos de cuarentena para notificar


la entrada de una maleza exótica en el país o en un territorio particular.
2. Métodos físicos: arranque manual, escarda con azada, corte con machete u otra
herramienta y labores de cultivo.
3. Métodos culturales: rotación de cultivos, preparación del terreno, uso de diversidades
competitivas, distancia de siembra o plantación, cultivos intercalados o policultivo,
cobertura viva de cultivos, acolchado y manejo de agua.
4. Control químico a través del uso de herbicidas.
5. Control biológico a través del uso de enemigos naturales específicos para el control
de especies de malezas.
6. Otros métodos no convencionales, p.ej. la solarización del suelo (SEMINIS, 2019).

Ninguna de estas técnicas debe ser perdido de vista en un procedimiento agrícola de


producción, debido a que los semejantes consiguen resultar efectivos técnica y
económicamente a los pequeños agricultores. Incluso el arranque manual, considerado
adecuadamente como labor pesada y penosa, es una práctica vital complementaria, aun
cuando los herbicidas sean usados, ya que esto previene el acrecentamiento de poblaciones
resistentes o tolerantes de las malezas. Esta práctica es asimismo la más oportuna en áreas,
donde el nivel de infestación de malezas es bajo y se necesita la prevención del aumento del
banco de semillas de malezas en el suelo ( Mamani, 2018).

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Ilustración 2. Conteo de malezas con uso de un marco cuadrado

CONTROL QUÍMICO DE MALEZAS

Un espacio exclusivo es demandado para encontrarse el tópico sobre el control


químico de malezas y el uso de herbicidas. Es verdaderamente cierto que el éxito en la
agricultura de los países desarrollados en las actuales décadas se debe en gran mesura al uso
de los herbicidas. En el contexto del agricultor de los países en desarrollo, sin embargo,
aplaza mucho de las de los países desarrollados. Los pequeños agricultores de los países
pobres no ostentan el poder económico que les asienta adquirir herbicidas y los equipos
precisos para su estudio, no destituida la compra de una simple mochila de aspersión.
Igualmente, en muchos países en desarrollo, el nivel cultural de los agricultores es
fuertemente bajo, lo que concibe con dificultad el proceso de instrucción en el uso apropiado
de herbicidas y en las formas de impedir los efectos subsiguientes indeseables que estos
efectos químicos logren causar, sobre todo cuando se emplean con dosis superiores a las
habitualmente recomendadas. Esto en ocasiones se traslada en problemas de fitotoxicidad
sobre los cultivos de interés, efectos residuales en el suelo y afectaciones directas a la salud
del agricultor (FAO, 2006).

Estas consideraciones no constantemente han sido tomadas en cuenta por los


promotores del control químico de malezas. Simplemente se ha supuesto que el mismo éxito
acogido con una determinada cantidad de un herbicida en la agricultura de los países
desarrollados, se podrá alcanzar al nivel de la pequeña finca en los países en desarrollo.
Alström , 1990 ha acentuado los riesgos de transferencia del éxito de la utilización del

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enfoque de método químico único de control de malezas de los países desarrollados a los de
mínimo desarrollo. Este autor asimismo agregó que el control químico es sólo viable
practicarlo en grandes haciendas de los países del tercer mundo, que tienen una mejor
posición económica. Alström plantea la inclusión del uso de los herbicidas como elemento
menor de los esquemas de intervención de malezas en la agricultura de los países cálidos, de
pequeños agricultores, y sólo disponible para problemas específicos y no como práctica
habitual (Alström , 1990).

Otra consideración, que considera ser una inquietud poco realista, es que la utilización
de herbicidas en los países en desarrollo logrará incitar un aumento de la desocupación. Esto
consigue ser indiscutible en regiones con grandes haciendas agrícolas, donde se utiliza una
fuerza de trabajo fundamental, pero no para la vasta mayoría de los pequeños agricultores,
cuyas familias realicen gran parte de su tiempo laboral en ordenamientos de desyerbe, que
podría ser útil en otras actividades (Labrada, Weed Management- a component of IPM,
1992).

En conclusión, es muy dificultoso concretar cuando los herbicidas logren ser


empleados al nivel de la pequeña finca. Una primitiva consideración puede ser que la
recomendación de uso de un herbicida en la pequeña finca corresponderá estar establecida
en los resultados de eficacia de la técnica económica originarios de la estimación previa a
nivel de campo ejecutada por personal técnico oficial. Estas consecuencias, simultáneamente
con los datos toxicológicos contribuidos por el productor del herbicida, suministrarán la
información suficiente para el registro oficial del herbicida en el país. Las investigaciones
técnicas oportuna debe surgir visiblemente expuesta en la etiqueta del envase, seguramente
con ayuda de pictogramas ventajosos para el agricultor analfabeto. Del mismo modo podrá
ser dada por medio de capacitación llevada a cabo por los extensionistas agrícolas. Como
Akobundu (1989) indicó, una decisión de uso de un plaguicida debe estar fundamentada en
muchas consideraciones, una de ellas debe ser que el plaguicida tenga la aprobación como la
opción de control más positiva económicamente para el agricultor, así como que su
utilización no inducirá efectos secundarios indeseables en el medio (Akobundu, 1987).

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CONTROL BIOLÓGICO DE ARVENSES

El Control biológico implica la utilización de poblaciones de enemigos naturales para


disminuir poblaciones de plagas y malezas a menores densidades, de manera temporal o
permanentemente. En algunos casos, las poblaciones de enemigos naturales son manejadas
para producir un cambio estable en las redes alimenticias que envuelven a la plaga. En otros
casos no se aguarda que los enemigos naturales se multipliquen por lo que sólo los individuos
liberados tienen algún efecto. Algunas orientaciones del control biológico son planteadas
para fortificar las densidades de enemigos naturales al optimizar sus condiciones de vida
(Van Driesche & Reardon, 2007).

El control biológico de malezas, implica la elección, adquisición y establecimiento de


herbívoros especialistas o Fitopatógenos en un ambiente nuevo. Los espacios son
comúnmente inoculados con unos pocos individuos y la vigilancia obedece a la suficiencia
del agente para aumentar y conseguir niveles críticos de población. Estas poblaciones, una
vez se instauran, llegan a ser sostenibles por sí mismas, ocasionando daño a la maleza, luego
se disipan a nuevos sitios contagiados con la maleza, y por último logran un equilibrio con
ella a largo plazo. El control exitoso consigue originar cambios dramáticos en la vegetación
(Van Driesche & Reardon, 2007).

Los insectos que se nutren de plantas y los fitopatógenos perturban la reproducción


de la planta, su destreza competitiva, la tasa de desarrollo, el reclutamiento de plántulas y
muchos otros aspectos de la biología de la maleza. El discernimiento de la fisiología, la
ecología de la planta, la ciencia de las malezas, la taxonomía vegetal, la filogenética y otros
campos de la botánica, son significativos para los programas de control biológico de malezas.
Los resultados de los agentes de control biológico alcanzan a poseer un impacto tenue que se
almacena en largos períodos de tiempo, haciendo difícil la evaluación, principalmente si una
línea base de investigación de la planta bien determinada no está disponible. Como
consiguiente, los datos de la pre liberación con periodicidad son indagados para instituir el
estatus de la población de la maleza, antes de efectuar el control biológico (Moreno , 2015).

Este control es suficientemente específico, debido a que con su práctica se consigue


prescindir de una especie de maleza. Su utilización consigue trascender de beneficio cuando
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predomina una explícita especie de maleza. El control biológico es habitualmente realizable
desde el punto de vista económico, sobre todo si el agente puede ser multiplicado localmente
para su liberación posterior (FAO, 2006).

PRINCIPALES MALEZAS EN COLOMBIA

De acuerdo con reconocimientos realizados por diferentes entidades y a través de


exámenes en diferentes zonas de Colombia, se han encontrado como sobresalientes las
especies de malezas que se citan en la Tabla 1. Algunas de las especies de malezas que han
aparecido como nuevos problemas, se citan en la tabla 2. (COMALFI, 1990).

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Altitud Nombre Científico Nombre Común
(m.n.s)
Más de 2000 POACEAE (Liliopsida)
Avena fatua Avena negra
Bromus catharticus Cebadilla, maicillo
Loliumsp Ballico, Ray-grass
Poa annua Pasto azul
Pennisetum clandestinum Kikuyo
MAGNOLIOPSIDA
(Dicotiledoneas)
Amaranthus hybridus Bledo
Spergula arvenisis Miona
Lamiunamplexicaule Mosquera
Stellaria media Pajarera
Chenopodiumpetiolare Cenizo
Galinsogaspp. Guasca
Seneciovulgaris Senecio
Veronicapérsica Golondrina, azulina
Sonchusoleraceus Cerraja
Capsellabursa-pastoris Bolsa del pastor
Brassica rapa Nabo
Lepidiumbipinnatifidum Mastuerzo
Raphanusraphanistrum Rábano siIvestre
Malva parviflora Malva morada
Urocarpidiumlimense Malva blanca
Saliva mutissi Yerba de las
almorranas
Polygonumsegetum Gualola
Rumexcrispus Lengua de vaca
Rumexacetosella Sangre de toro
Urticaurens Ortiga
1200 a 200 POACEAE (Liliopsida)
Cynodondactylon Pasto argentina
Digitariaspp. Guarda rocío
Eleusine indica Pata de Gallina

Leptochloaspp. Paja mona


Panicummaximun Pasto guinea
Paspalumvirgatum Maciega
Setariaspp. Rabo de zorro
Sorghumhalepense Pasto Johnson
CYPERACEAS (Liliopsida)

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Cyperusesculentus Cotadera
Cyperaluzulae Cortadera
Cyperusrotundus Coquito
Rynchospera nervosa (Dichromenaciliata} Estrellita
MAGNOLIOPSIDA
(Dicotiledoneas)
Amaranthusretroflexus Bledo
Ipomoeaspp. Batatilla
Drymaria cordata Primaria
Ageratumconyzoides Manrubio
Bidens pilosa Amor seco
Emilia spp. Berlitas
Cucumismelo Meloncillo
Acalyphavirgtntca Gusanillo
Chamaecysespp. (Euphorbia} Yerba de sapo
Mimosa púdica Dormidera
Macroptiliumlatyroides (Phaseoluslatyroides) Frijolillo
Boerhaaviaspp. Rodilla de pollo
Physalisangulata Uchuva
Sida spp. Escoba
Menos de MAGNOLIOPSIDA
1200 (Dicotiledoneas)
Acanthospermunhispidum Cizaña
Amaranthusdubius Bledo
Amaranthusviridis Bledo Blanco
Achyranthesaspersa Cadillo
Boerhaavia erecta Cadillo legaña
Senna tora [Cassia tora) Chilinchil
Corchorusorinocensis Espadilla
Desmodíumtortuosum Amor seco
Eclipta alta Botón blanco
Chamaecysespp. (Euphorbiaspp.) Canchalangua, leche-
leche,
Heliotropiumíndícum Rabo de alacrán
Ipomea spp. Campanita, baratilla

Kallstroemiamaxima Atarraya
Macfadiena ungís-catí Uña de gato
Ludwigiaspp. Palo de agua
Phyllanthusniruri Balsilla, Viernes Santo
Portulacaoleracea Verdolaga
Sida rhombifolia Escoba negra
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Sida acuta Escoba
Tribuluscistoides Mancatigre
Cleomespp. Plantanito
POACEAE (Liliopsida)
Oryza sativa L Arroz rojo
Cenchrusbrownii Cadillo carretón
Cenchrusechinatus Cadillo carretón
Cynodondactylon Pasto Argentina
Digitariaspp. Guardarocío
Echinochloacolonum Liendrepuerco
Eleusine indica Grama de horqueta
Leptochloaspp. Paja mona
Panicummaximun Pasto india
Panicumspp. Varias especies
Setariasp. Lava frascos
Rottboelliacochinchinensis (R. exaltata) Caminadora
Urochloa (Brachiaria) decumbens Braquiaria
CYPERACEAS (Liliopsida)
Cyperuscompressus paja de pisco
Torulinium (Cyperus) [erax Cortadora
Mariscus (Cyperus) flavus Cortadera
Cyperusrotundus Coquito morado
Cyperusesculentus coquito amarillo
Fimbristilisannua Barba de indio

Tabla 2. Especies de malezas exóticas reportadas en Colombia para 1991 (Comalfi,


1991).

Nombre Científico Cultivo


Biotipos de Arroz
Echinochloacolonum
Biotipos de Oriza sativa Arroz
(Arroz

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rojo)
Luziolasubintegra Arroz
Eragrostiscurvula Arroz
Parteniumhysterophorus Frutales de clima cálido (e.g.
Maracuyá)
Paspalumpilosum Arroz
Panicumpilosum Cultivos anuales de clima
cálido
Julocrotonargenteus Algodón
Paspalumhydrophyllum Arroz
Cleomespp, Algodón
Paspalumhirtum Arroz

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CONCLUSIONES

El manejo de arvenses es de vital importancia debido a que controlando todas estas


especies alcanzamos una optimización en la producción del cultivo debido a que estos no
solo generarían una competencia sino además elevarían los costos de la producción total
tratando de eliminarlos o erradicarlos, de esta manera se logran desarrollar los cultivos
haciendo eficientes y sostenibles, existen diversos métodos tecnificados para el manejo
aunque actualmente solo se usa el control químico por lo tanto, los agricultores también
pueden aprender otras técnicas de control de plagas, útiles cuando corren peligro los cultivos.
Entre éstas está la eliminación y destrucción manual de los insectos, la reproducción de
insectos depredadores benéficos, colocar trampas para las plagas, y alternar y diversificar los
cultivos. También se promueve la utilización de variedades de plantas resistentes a las plagas.
Como último recurso se aplican cantidades limitadas de una variedad restringida de
insecticidas contra cierto tipo de plagas.

El desconocimiento de una correcta identificación de las malezas debido a la falta de


conocimiento técnico genera problemas en los cultivos no solo en temas de costos sino en
contraparte por el desconocimiento de controles biológicos o diferentes soluciones que se le
pueden dar al manejo de este tipo de plantas poco beneficiosas.

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BIBLIOGRAFIA

Acuña , G. (1974). Plantas indeseables en los cultivos cubanos. Academia de las Ciencias en
Cuba, 90.
Akobundu, I. (1987). Weed Science in the Tropics-Principles and Practices. John Wiley &
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Altieri , M., & Whitcomb, W. (1979). The potential use of weeds in the manipulation of
beneficial insects [agents in natural crop pest control]. HortScience, 14, 12-18.
Álvarez Puente, R. (2005). MANEJO DE ARVENSES PARA CAFETALES DE CUBA.
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