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Iosif Timifoevich dejó los albaranes bajo la mesa y miró de reojo la tablilla digital que colgaba en la pared.

Algo debió chocarle y, entonces, volvió a sacar los albaranes y otra vez miró a la tablilla digital. Se acarició
la perilla blanca y se tocó las lentes. Luego afirmó con la cabeza y murmuró alguna palabra mentalmente,
antes de dirigirse hacia un ordenador en la esquina de la sala. Allí inspeccionó el escritorio y seleccionó un
documento.

' [ ARCHIVO NÚMERO 4/4/126, e3, DOCTOR IVAN VASILIEVICH IKANIEV]

[ El paciente muestra cierta agitación ante nuestra entrevista. Dice una y otra vez que todo ha sido idea de su mujer y
que solo por eso está dispuesto, aunque con condiciones que no ha aclarado, a colaborar. A lo largo de la entrevista, se
mostró concentrado y al mismo tiempo abstraído. Lo que sigue es la conversación literal que reproduce el archivo de
grabación HH8 con fecha [ X-C-CCXX], incluyendo mis notas al margen. Los subrayados son míos; el material
analizado viene adherido a la carpeta general que se puede consultar en el Centro de Datos del Hospital de
Especializaciones de Moscú, archivo XC667.]

[ DR. I.V.I.]- Siéntese, señor Teikovski, y dígame cómo se encuentra, qué sentimientos o pensamientos le
vienen ahora mismo a la cabeza.

[ D.T.]- No creo que sea buena idea, doctor. No tengo ahora mismo buenos pensamientos aquí dentro ( se
toca la cabeza con los dedos). Ya sabe por qué estoy aquí.

[ DR. I.V.I.]- Intente concentrarse en lo que más le angustia. ¿Qué palabra le viene a la cabeza cuando
piensa en el objeto que le produce esta angustia?

[ D.T.]- (Se concentra). Creo que no es una palabra, o por lo menos, no es solo una palabra...hay más cosas, es
como una imagen, me parece.

[DR. I.V.I.]- Bien, intente concentrarse entonces en esa imagen, señor Teikovski. Intente describírmela.

[ D.T.] ( Se agita molesto en la silla). No siempre es la misma imagen, pero hay una en particular que me
produce gran molestia...aunque si lo pienso bien, no es solo la imagen lo que me produce angustia, sino
también el olor, el olor que la acompaña....es...es un olor a podrido,¿me entiende? La imagen huele a
podrido.

[ DR. I.V.I.] Entiendo perfectamente. Pero por favor, concéntrese e intente describirme exactamente en
qué consiste esa imagen.
[ D.T.] -Creo que es una casa, una casa sobre la que se han pintado muchos garabatos de colores oscuros y
rojos como los que hacen los niños, creo que el problema es que no puedo ver [ tose], no puedo ver cómo es
la casa, aunque está claro que detrás hay una casa, de eso estoy seguro, y todo huele muy mal, huele como
si uno se acercara al camión de la basura y...

[ DR. I.V.I.] -Y este olor es parecido al que le ha venido a usted obsesionando los últimos días, ¿verdad?

[D.T.]- En efecto, se trata del mismo olor, como a pescado podrido; no me lo puedo quitar de la cabeza. Mi
mujer, claro, dice que estoy loco, y yo quiero creerla, porque eso sería preferible a, [ se queda un momento
callado], huele verdaderamente mal, y yo creí en un primer momento que se trataba de un problema de las
tuberías, pero aparentemente está todo en perfecto estado.

[ DR.I.V.I.]- Pero usted cree que este olor está relacionado con los ronquidos que emite la casa, según usted
me ha contado antes.

[ D.T.] (Piensa antes de contestar; nervioso). Creo que sí, definitivamente sí...al menos, es lo único que encaja
en la teoría.

[ DR. I.V.I.]-¿Qué teoría, señor Teikovski?

[ D.T.]- Bueno, la teoría...quiero decir, hay dos posibilidades, ¿no es cierto? O bien yo estoy loco, o bien...o
bien pasa algo más...

[ DR. I.V.I.]- ¿Y qué pasa, señor Teikovski? ¿Qué es lo que puede estar pasando?

[ D.T.] - Quiero dejar claro que es posible que yo sufra algún tipo de trastorno. A fin de cuentas, me han
echado del trabajo y no paso por un buen momento. Quiero ser sincero en esto. [ Hace un gesto raro con la
cabeza]. Si el loco afirma su locura, entonces se libra de estar loco, ¿no es verdad?

[ DR. I.V.I.] -Olvídese de su locura,señor Teikovski; y no, todo eso que dice es simplemente falso. Me
interesa que me diga todo lo que piensa, porque de ese modo podré ayudarle con una mayor eficacia. Eso
lo entiende, ¿verdad? No intente ocultar nada, le aseguro que todo será mucho mejor, y a mí me será más
fácil brindarle apoyo a usted, si dice lo que siente, aunque le cause repugnancia o angustia.
[ D.T.]- (nervioso)- Es fácil decirlo; estoy seguro de que para usted no sería fácil si tuviera sin embargo que
estar en mi lugar, si tuviera que hablar de lo que le causa asco o repugnancia o miedo.

[ DR. I.V.I.]- Y tiene razón, señor Teikovski; me resultaría muy desagradable tener que hablar de lo que me
causa angustia o repugnancia, pero si supiera que eso me va a ayudar de alguna forma, no dudaría en
hacerlo.

[ D.T.] (se frota las manos con ansiedad)- Ya he hablado de esto, no es nada nuevo...la casa, el olor...bueno,
yo...yo empecé a escuchar estos ronquidos, ¿no?

[ DR. I.V.I.]- Hace una semana exactamente, señor Teikovski.

[ D.T.]- Una semana,sí...bueno, creo que en el segundo día empecé a notar ese olor nauseabundo...y como
sabe, intenté buscar una explicación científica, yo soy de ciencias, ¿sabe? Toda la vida he trabajado con
números...el caso es que me he dado por vencido, creo que en todo esto hay otra cosa, otra cosa de la que
no se puede hablar porque...bueno, porque creerán que estoy loco si hablo de ello, y eso tampoco es
bueno....

[ DR. I.V.I.] -Quiero que tenga en cuenta, señor Teikovski, que en ningún momento nadie va a juzgar su
sensatez o su locura; que no se trata de esto. Usted no está aquí para que alguien determine si está cuerdo
o no; usted está aquí, sentado conmigo, en este gabinete, para que yo como doctor le ayude, para que
juntos podamos vencer su angustia. Cuénteme. Qué teoría tiene sobre todos estos extraños fenómenos.

[D.T.]- (suspira profundamente). Está bien, está bien, lo intentaré. (Me mira con cierta desconfianza). Veamos,
como le dije, deseché rápidamente las teorías científicas; la casa está en perfecto estado,como
probablemente le haya dicho mi mujer...no hay grietas ni nada por el estilo, las tuberías están
perfectamente...bueno, ya lo sabe. Así que, en fin, me concentré simplemente en los fenómenos,
¿entiende?, intenté abandonar cualquier teoría para simplemente fijarme en los fenómenos, y de ese modo
me di cuenta, poco a poco, de que ante mí tenía un hecho indubitable, ¿entiende?, la casa, o algo a través
de la casa, roncaba, de eso no había duda, y también olía mal, muy mal, de eso tampoco había duda. La casa
no podía ser, joder, no podía ser, estaba en perfecto estado, ¿cuántas veces lo hemos dicho ya? Si la casa no
ronca, joder, si la casa no ronca, ¡joder!, pero algo que ronca es algo vivo, ¿no? Algo que ronca y huele mal
es algo vivo pero jodido, algo que ronca pero cuyo ronquido es como moribundo, como el gemido de un
enfermo terminal, ¡joder! Vaya mierda, tío... (muy nervioso)
[ DR I.V.I.] -Cálmese, señor Teikovski. (Decido llamar por el timbre a Sonia para que trajese un vaso de agua a la
habitación). Nadie más que usted y yo estamos aquí, no hay...

[ D. T.]- Vaya mierda (solloza). Míreme, joder, usted quiere saber lo que pienso, ¿no? Arde en deseo de
saberlo...

[ DR I.V.I.]- Solo para ayudarle, señor...

[ D.T.]- Usted y esa jungla de miserables patólogos que solo quieren sacar mi dinero, a mi me la trae muy
floja, señor mío, que usted....

[ DR. I.V.I.]- Señor Teikovski...

[ D.T.] (desesperado)- Si, quiere saberlo, le pone cachondo saberlo, pues lo va a saber, sí señor, lo va a saber
todo el jodido hospital y la secretaria esa maciza que tiene usted ahí afuera, quiere saber lo que pienso, sí,
lo quiere saber, ¿sabe lo que pienso? Creo que ya lo sabe, esto es lo grave, tal vez todos los sepamos, pero
que más da que el mundo se esté pudriendo y yo pueda oler el proceso de su putrefacción, eso es lo jodido
y eso es lo que está pasando, que todo, (gritando) todo lo que nos rodea se está pudriendo como una puta
verdura echada a perder en la nevera, y el ronquido ése qué se cree usted que es,(sic), sino el lamento de un
animal moribundo, que todo se va a pique y a usted solo le interesan mis estúpidos pensamientos, todo se
está pudriendo, joder, también aquí huele a podrido, usted huele a podrido, usted es un asqueroso cadáver,
y yo también, entérese bien, es lo que quería saber, ¿no? Estamos todos bien jodidos, eso es lo que pienso, y
bien, ahora ya sí, pueden llamar a los loqueros y ponerme la jodida camisa de fuerza, que me importa
cuatro mierdas, he dicho todo lo que tenía que decir, joder, se acabó, dadme una pastilla que quiero dormir
un siglo. (manos temblorosas; Sonia entra y le ofrece el vaso de agua que él rechaza. Se suspende la sesión y se envía
el informe al CIT-Ver análisis del material en la carpeta adjunta y fichero XC667).'

Iosif Timifoevich cerró el archivo tras anotar algo en una minúscula libreta. Luego abrió la persiana,a
través de la cual penetraron unos rayos de luz tan luminosos como débiles; suspiró y encendió la máquina
de hacer café. Luego se sentó en su despacho e hizo una llamada telefónica.

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