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INDICE

 ¿Qué entendemos cuando nos referimos a la Otredad?


 ¿Cómo miramos lo "Otro"?
 ¿Cómo percibimos la otredad expresada en la arquitectura?
 Obra antigua: Templo de Todai-ji
 Obra Contemporánea: House in Japan
 Variables: naturaleza y materialidad
 Naturaleza como forma de habitar
 El hombre y la naturaleza
 Análisis de obras en relación a la naturaleza

 Análisis de obras en relación a la materialidad
 Conclusión
 Bibliografía

¿Qué entendemos cuando nos referimos a la Otredad?


Cuando hablamos de Otredad nos referimos al reconocimiento de Otro, como individuo
diferente, el cual no forma parte de la comunidad propia. Lo relacionamos con aquel
“Otro” que quiere apropiarse de lo “Nuestro”. Ese Otro que no encaja, que es diferente e
incluso molesto. Nos hace cuestionar acerca de nuestros propios pilares, ideas, juicios,
entre otras cosas, y es ahí, cuando más tenemos que estar agradecidos de que exista ese
Otro.
Si bien lo relacionamos con todo lo que se haya más allá de nuestros límites, nos
redefinimos y definimos a través de la existencia del Otro. Comprendemos el mundo a
través del lenguaje del Otro. Esto es así, porque incluso provenimos de un Otro, ya sea
nuestra madre, padre, cultura, costumbres, etc., construimos lo que somos en base a un
Otro.
Existe un “entre”, entre lo propio y lo ajeno, entre el Yo y el Otro. Gracias a ese “entre”
existe un espacio de diálogo, y desde ese lugar cuestionamos y pensamos al otro o a
nosotros mimos.

¿Cómo miramos lo "Otro"?


Miramos lo “Otro” como una amenaza en lo desconocido, como un sujeto inferior,
distinto, como si lo único cierto e ideal sea lo que nosotros conocemos. Tenemos que
entender que tanto el “Yo” como el “Otro” son sujetos sociales que conviven y se
relacionan, si uno no está, la otra parte deja de tener sentido.
En toda sociedad conviven grupos diferenciados, cuyas identidades son distintas, ya sea
su cultura, historia, género, costumbres, etc. Aceptar que existen y reconocerlas no
implica discriminación o racismo, es necesario que nosotros aceptemos y convivíamos
con esas diferencias, ya que el Otro es fundamental para el desarrollo social de una
sociedad, debemos reconocer al Otro y debemos reconocernos con el Otro. En cambio,
si las negamos y las rechazamos, ahí estamos presente a la negación del derecho a ser
diferente.
La identidad juega un papel fundamental, ya que uno no debe conformarse con quien
es, sino que debe aventurarse y explorar nuevos caminos, ir en busca de lo que no es,
pero que en un futuro puede llegar a ser. Esto se da a partir de la interacción y la
vinculación con los Otros, en un medio social que permita la diversidad.

¿Por qué hablamos de Japón como una otredad?


Desde nuestra mirada como Occidentales, solemos hablar de Japón como un Otro,
como un sujeto diferente y lejano a nosotros. Si bien hay bastantes diferencias entre
una cultura oriental y occidental, muchas veces lo diferente lo relacionamos como algo
molesto y que no encaja en nuestras cosmovisiones. Por lo cual, al vernos diferentes,
tendemos a dejar de lado sus pilares y nos enfocamos en uno mismo, en la "única"
historia y visón de la realidad.
 
Ahora bien, la otredad no debe ser relacionada con una connotación negativa, sino que
debe ser aceptada y reconocida, con el objetivo de lograr una relación directa entre el
"Yo" y el "Otro", entre el "Occidental" y el "Oriental".

 
 
¿Cómo percibimos la otredad expresada en la arquitectura?
Cuando hablamos de otredad, y la relacionamos con la arquitectura, podemos notar
grandes diferencias entre las dos culturas, Occidente y Oriente. Incluso, se puede notar
como una misma cultura ha evolucionado y cambiado algunas de sus tradiciones para
poder adaptarse en una nueva sociedad contemporánea.
 
Antiguamente, Japón valoraba los templos y todo lo relacionaba a la religión y
espiritualidad. Algunos de estos templos hoy en día siguen estando y son un hito
importante, pero paralelamente ciudades evolucionaron e incorporaron nuevas
tecnologías y métodos de construcción, con el objetivo de modernizarse, destacarse y
marcando una gran diferencia en relación con otras culturas.
Esta noción de otredad la notamos desde que nacemos, a medida que vamos creciendo,
adquirimos nuevos conceptos a partir de relacionarse con Otros. Y esto es lo que pasaba
en Japón, fueron interactuando con otros e incorporaron ciertas costumbres y culturas
ajenas a ella, y así fueron evolucionando arquitectónicamente.
 
Como vimos anteriormente, todo lo que no somos uno es Otredad. Hay Otredades que
prefieren una casa tranquila en el medio de la naturaleza, mientras que hay Otros que
prefieren una casa en el centro de la ciudad. Por lo cual, está bueno que exista
diferentes estilos arquitectónicos, y a su vez diferentes arquitectos que puedan
satisfacer las necesidades de ese Otro.
 
En respuesta a esta dinámica de cambio, surgen en la arquitectura dos tendencias, por
un lado, una que quiere compatibilizar la arquitectura tradicional japonesa con la
arquitectura moderna y por otro, una arquitectura que recibe y desarrolla los conceptos
arquitectónicos occidentales predominantes.
A continuación, vamos a ver dos Obras, una antigua que se trata del Templo de Todai-
ji, y otra contemporánea que es la House in Japan; ambas están situadas en Japón,
pero la contemporánea fue construida por un arquitecto Occidental. Cada una tiene una
forma de habitar diferente, tanto por sus costumbres como por sus tradiciones.
VARIABLES:
- Naturaleza, entorno. Como se relaciona esa naturaleza con las obras.
- Materialidad, tradiciones. La contraposición de la materialidad en la Obra de
Foster con el Templo de Todai-ji.

Naturaleza como forma de habitar


Cuando hablamos de naturaleza y la relacionamos con la arquitectura, somos nosotros
mimos quienes la controlamos y aplicamos un orden. La tradición japonesa se la
vincula con el amor y el respeto por la naturaleza, se busca una conexión espiritual y
divina. El hombre no domina, sino que es un elemento mas con la cual se relaciona.
El habitar implica una percepción sensorial del espacio, en donde aspectos como el
juego de luz y la sombra, la relación del espacio y el tiempo, la vinculación entre el
exterior y el interior, la naturaleza, el sonido, los aromas del ambiente, los materiales,
juegan un papel fundamental en la composición del espacio y en la creación de un
“sentido de lugar”.

Los japoneses siempre han manifestado gran admiración y respeto por el paso del
tiempo, por la huella que va dejando en el espacio y los cambios que va produciendo a
su alrededor. La casa y el entorno conforman una unidad, creando una atmósfera de
lugar que se manifiesta desde la vivienda hasta la ciudad. Se genera una relación directa
de la arquitectura con su entorno, con el sitio, con la naturaleza que lo rodea.  

La forma en que los japoneses ven el interior y el exterior del espacio doméstico es otro
aspecto importante del diseño tradicional. En lugar de verlos como dos entornos
diferentes, los ven como complementarios.

En todos los aspectos del habitar japonés hay una notable tendencia a la simplicidad y
la moderación. La belleza se encuentra en lo ordinario, lo imperfecto, y lo cotidiano.

El hombre y la naturaleza

En Japón, el hombre y la naturaleza están situados en un mismo nivel, lo que fue


determinando un modo particular de relacionarse con el tiempo y la naturaleza, donde
los mismos son tomados en cuenta como elementos principales en el espacio
doméstico, reflejado en su forma de habitar.

El habitar en Japón está asociado a las relaciones entre el hombre y el espacio que
habita. El mismo está estrechamente vinculado a la cultura de cada país, región o
continente donde se habite. En la cultura oriental el habitar está íntimamente ligado
con la idea de “conciencia de lugar”.

Nos relacionamos con el “Otro” a partir de la cultura japonesa, la aceptamos, la vivimos


y la reconocemos como tal. El hombre se adapta, tanto a sus costumbres como a su
tradición, y convivimos y aprendemos de ella.
 
"El espacio japonés es dado por la naturaleza. Mientras que la cultura occidental ha
colocado al hombre por encima de la naturaleza (cristianismo), la japonesa sitúa al
hombre y a la naturaleza en un mismo plano, humaniza la naturaleza y naturaliza al
hombre. La arquitectura japonesa se encuentra con la naturaleza sin mediación alguna,
ya que no existe diferencia entre ambas. Por su parte, en el Occidente la arquitectura
siempre conlleva la ruptura y la separación de la naturaleza" Kenzo Tange
 

Análisis de Obras
- Templo Todai-ji
- Cho en Dai House, Norman Foster

En ambas obras, se puede apreciar un contacto con la naturaleza y una estrecha


vinculación con el entorno que la rodea. La naturaleza no está enfrentada al hombre, y
el entorno no tiene que ser conquistado por éste. El hombre pierde protagonismo frente
a la naturaleza en favor de una armonización con ella. El papel del hombre ya no es el
de controlar y conquistar el mundo natural, sino que pasa a ser un elemento mas de
éste.

Si nos adentramos al Templo de Todai-ji, ubicado en el Parque de Nara, es un parque


público situado en el centro de la ciudad de Nara, Japón. Él mismo es el hogar de
centenares de ciervos que pasean libremente, se consideran mensajeros de dios y son
designados como tesoros naturales.

Ya desde un primer lugar podemos notar como el Templo de Todai-ji se relaciona con la
naturaleza al estar rodeado de ciervos. Se puede apreciar esa conexión espiritual y
natural de las personas al circular por el entorno, y que luego se profundiza dentro del
Templo, gracias a que su interior es tan magnifico como el exterior. En cuanto a la
estructura del Templo de Todai-ji, se aprecia una curvatura de la gran cubierta, los
cuales buscaban simplemente encajar exteriormente con la naturaleza.

Los jardines que se encuentran allí, que antes eran privados, hoy en día son mostrados
al público. Estos jardines hacen uso de los edificios de los templos como elementos
adjuntos de sus paisajes. Es el lugar en donde se encuentran reunidos todos los
simbolismos de la arquitectura tradicional japonesa. No es un simple patio o jardín
donde se cultivan árboles y flores, sino que es un espacio de contemplación y
meditación, donde la conexión con la naturaleza se materializa y toma contacto directo
con el habitante.

En la Obra contemporánea de Foster, también podemos notar la presencia de estos


jardines, que, si bien son de otra escala, ambos están vinculados a espacios en donde lo
principal es lograr esa conexión con la naturaleza. En Japón, se apunta al máximo
aprovechamiento del espacio, donde la principal premisa es generar una atmósfera de
lugar, vinculando constantemente el usuario con la naturaleza y su entorno. Foster
logra esto, a través de los patios y con la incorporación de terrazas con vistas hacia el
exterior.

Además, Foster se aleja de la tradición japonesa ya que rechaza el uso de los materiales
naturales como la madera, material con estrecha vinculación al entorno y naturaleza. Se
puede apreciar una contrarrestación con el Templo de Todai-ji, el cual es el templo más
grande construido en madera.

Foster para lograr vincularse con la naturaleza, materializa la vivienda de acero y


vidrio, generando visuales y conexiones hacia el entorno, que en este caso se trata de
vistas hacia el mar. La conexión con la naturaleza es de forma explícita, tal como lo
predica la arquitectura japonesa tradicional. La naturaleza forma parte del espacio
doméstico y se vincula directamente con el habitar. Se la incorpora en la vivienda como
un nuevo elemento del diseño, la cual puede ser percibida ya sea por la vista, el aroma o
el tacto.
Materialidad, tradiciones.

Obra: Casa Cho en Dai.


Kawana, Japón 1994.

La casa Kawana nace de la fusión de las creencias japonesas sobre el amor y el respeto


por la naturaleza y la arquitectura occidental basada en acero y vidrio. Esta vivienda
pretende ser la representación de la arquitectura tradicional japonesa con un diseño
ubicado en un contexto moderno.
En todos los aspectos del habitar japonés hay una notable tendencia a la simplicidad y
la moderación. Su habitar se resume a grandes rasgos en dos aspectos que tienen que
ver con su forma de percibir, la naturaleza, la estética y el todo: lo diagramático y lo
atmosférico.

En respuesta a esta dinámica de cambio, surgen en la arquitectura dos tendencias, por


un lado, una que quiere compatibilizar la arquitectura tradicional japonesa con la
arquitectura moderna y por otro, una arquitectura que recibe y desarrolla los conceptos
arquitectónicos occidentales predominantes.

“La casa combina influencias arquitectónicas de Oriente y Occidente,


pero también se puede leer como una respuesta muy contextual a su
espectacular emplazamiento, abriendo el interior a la luz y a unas vistas
increíbles.”…
Norman Foster, fundador y presidente ejecutivo

Materialidad:

Partiendo de las tradiciones y de la arquitectura japonesa; tratar de conservar


principios como tener una planta libre, y que mantuviese un vínculo con la naturaleza
desde el interior de la casa. Para esto se pensó en materiales simples y nobles, cuales
cumplan sus principios para habitar de una manera pacífica y natural.
El espíritu ilustrado e intrépido de Foster y su equipo, ha encabezado una investigación
intensa y expansiva, un intento de concebir una arquitectura humana arraigada y
desmaterializada de acero y vidrio. En tradiciones esenciales de Oriente y Occidente.

El paisaje de la obra circundante combina elementos nuevos con características


existentes, linternas de piedra, algunas que datan del siglo VIII, están colocadas
alrededor de la casa y una pequeña casa de té de finales del período Edo, traída de la
prefectura de Shimane, completa la composición general, con un austero jardín que
combina plantas sensibles a los cambios estacionales con arena, rocas y agua. El mismo
da cuenta de una idolatría por la naturaleza, que tiene distintas matrices religiosas,
tanto primitivas, sintoístas y budistas.
El amor japonés por la armonía y el respeto por la naturaleza y el refinamiento
occidental de una arquitectura desmaterializada de acero y vidrio. "
En la arquitectura tradicional japonesa no es habitual permitir el paso de excesiva luz
dentro de las viviendas, pero en este caso se hace una excepción debido a que su diseño
intenta acercarse más a lo contemporáneo y solo evocar a lo antiguo. La casa en gran
parte es de superficie acristalada y puertas correderas para poder gozar del paisaje visto
desde su interior. Por si este revestimiento de cristal fuese poco, además encontramos
en el techo de la casa una cubierta completamente de vidrio.

El tratamiento material de las fachadas -vidrio y metal- y la relación de llenos y vanos,


materializan el proyecto como una “caja liviana”.

Las fachadas de vidrio están en su mayor parte, pero todas las hojas están sobre rieles y
pueden deslizarse, como paneles shoji, y una franja estrecha de ventanas altas recorre
el edificio.
La casa fue diseñada con inspiración de arquitectos de la época como Mies van der
Rohe, y la famosa Casa Farnsworth, la cual tiene características similares cubierta
plana, estructura de acero ligero pintada en blanco, levantada aproximadamente a un
metro del suelo, con una plataforma en el medio.
Aunque la influencia es obvia, también existen diferencias importantes. Por ejemplo,
los pilares de la estructura son redondeados, en lugar de perfiles en H, y el voladizo de
la plataforma se apoya lateralmente, en lugar de en los extremos. Las vigas de la
plataforma son ahusadas, lo que además de ser estructuralmente expresivo les da un
vago aire japonés, pero la terraza de madera es muy gruesa y su estructura de soporte
no es visible.
Algunas características comunes:

Lo simple y la facilidad como valor.


La simplicidad formal implica mayor disponibilidad espacial y mínima especialización
funcional. La facilidad procesual en el proyecto produce arquitectura sin sufrimiento.
Réplica de la cultura oriental.

Espacio y superficie.
Concibe el espacio continuo y al mismo tiempo en constante cambio.
Utiliza la idea de muro como pantalla, como superficie carente de profundidad que con
el acabado fue transformándose llegando a imágenes de levedad, desembocando en el
tema de la inmaterialidad que domina toda su obra, diseñando una forma así una
morfología continua para aplicarla en el habitar contemporáneo.

Carácter secundario.
Conjuga simultáneamente la eficiencia en el más prosaico realismo, claridad y
simplicidad constructiva más allá de las altas tecnologías; y por otro lado, el más etéreo
divagar, alejándose de la grosería de la materia y la forma.

Pieles.
Se prolonga y funde en la naturaleza, se indefine el límite entre interior-exterior. Ya no
se puede usar la pared gruesa y pesada para protegernos del espacio exterior, el límite
es un sensor muy agudo que detecta el flujo . La membrana debe ser flexible y suave,
como nuestra piel, que nos permita intercambiar información con el mundo exterior.

Construcción de flujos.
La materialización del espacio fluido representa el punto culminante de su obra.
Foster hace de esta obra una armonía entre el espíritu oriental y la modernidad del
occidental.

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