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De acuerdo al decálogo de las cualidades éticas de una organización sanitaria

explicado en la asignatura, así como las lecturas recomendadas, considerando que la


organización ya tiene definido el Fin, los medios, los valores, y es capaz de discernir
adecuadamente a la línea que ha destinado; siendo así, es necesario entender la
diversidad y complejidad de los seres humanos, movidos usualmente por emociones o
la racionalización de estas sin permitir una verdadera coherencia en sus vidas
personales, lo cual ya es una utopía pensarlo dentro de la organización. Sin embargo,
la organización sanitaria es un lugar donde se juegan discursos ocupados por cuerpos,
es decir que los discursos enlazan cuerpos que ocupan sitios, diría una filosofa de mi
país: esto es decisivo para los discursos y qué quiere decir el ¿sitio y el lugar? porque
los cuerpos ocupan sitios, cuando estamos sentados cada cual está sentado en su
sitio o es decir en la silla en  la que está sentado, pero no es indiferente a que sitio
van los cuerpos… hay todavía lamentablemente campos de concentración donde van
los cuerpos pero no todos los cuerpos que van a ese sitio se encuentran en el mismo
lugar algunos salen de ahí, otros no...En la misma medida en una organización
sanitaria ejerciendo la labor clínica en cualquier rama, algunos pacientes se quedan
mas tiempos en ese sitio y otros no, depende de eso que el servicio es totalmente
pensado de una ética.

De modo que, siempre será una tarea difícil pensar como alcanzar la integridad, por
ejemplo, como primera cualidad etica de una organización sanitaria. Sin lugar a dudas,
pensando al profesional como científico, generando una inversión significativa en cada
país para lograr investigación y en la propia organización se discuta constantemente
sobre los resultados, en un texto se comentaba sobre la veracidad del científico,
empero, el acto de investigar como hábito dentro de la organización sanitaria prioriza
una mejor vinculación del acto médico en relación a los problemas y dilemas bioéticos.

Cuando hablamos de confianza en la institución en un mundo tecnológico, rápido,


agreste en muchas ciudades grandes en el siglo XXI, desde la rama filosófica y
profunda del psicoanálisis dirá la dificultad por satisfacer la necesidad completa del
sujeto como tarea imposible, sin embargo, aterrizándolo en el accionar dentro de la
organización, la credibilidad es posible cuando el cumplimiento es oportuno y puntual
en la espera de ser atendido. El acercamiento a la particularidad de cada sujeto haría
una verdadera diferencia en la organización sanitaria. Y es que, si esto de la etica en
las organizaciones fuera tan sencillo, no se lo estaría discutiendo hoy por hoy. La
dificultad radica en la complejidad de cada sujeto, sujetos que conformas instituciones.
Inmerso en estas dos cualidades descritas anteriormente, también considero pensar la
institución fuera de los distintos discursos conglomerados que son parte por ejemplo
en un hospital. Reitero pensar a la institución constantemente desde una lógica
diferente sería el mayor reto en las instituciones hoy en día. El sujeto se encuentra un
poco extraviado en medio de estos discursos médicos y hay que recuperarlo.

Entender que toda organización sufre del efecto Mulhmann, Rene Lourau decía que
toda institución mantiene un cadáver en su alacena, una huella de violencia
sacrificada que presidio su nacimiento o, sobre todo, su reconocimiento por las formas
sociales ya existentes e instituidas. Esto significa que el equipo de la organización
estará pensando en cómo enmascarar y maquillar aquello que no pinta bien. Pensar la
institución en sus modos de acción institucional, anti institucional genera el principio de
equivalencia y así como mencionaba Braunstein desde la etica personal donde
identificamos el Rol asignado, rol asumido y rol posible.

Finalmente, en el caso de los psicólogos, al menos, que es mi caso trabajamos con los
efectos subjetivos y no con los diagnósticos. Apuntamos a reintroducir al sujeto
rechazado por el protocolo evaluativo a través del “uno por uno” y del “no para todos
igual”. En la misma línea, estamos liderando procesos diferentes con el equipo médico
justamente para lograr de una manera mas real ese espacio singular a cada paciente
que diferencie del encuentro con otro funcionario del hospital. Pero ese funcionario
debe tener la apertura para reconocer y no olvidar “el cadáver” ese es el reto, no
olvidar que a veces, aunque nos toque esconder, no lo escondemos detrás de un
discurso del amo portador del saber sino, desde un discurso que primero mantiene
una escucha ACTIVA.

Alumno: Camila Olmedo Avilés


Diciembre 2020

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