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Revista Ciencia Jurídica y Política. Volumen 4, Numero 7
Revista Ciencia Jurídica y Política. Volumen 4, Numero 7
REVISTA
CIENCIA JURÍDICA Y POLÍTICA
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE NICARAGUA
https://portalderevistas.upoli.edu.ni/index.php/revista-cjyp
ISSN 2410- 2768
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de
la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los
contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Universidad Politécnica
de Nicaragua (UPOLI).
Revista Ciencias Jurídicas y Políticas se encuentra bajo una licencia Creative Commons
Atribución- No Comercial Internacional 4.0
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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE NICARAGUA
Ricardo Pérez
Vicerrector General
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REVISTA
CIENCIA JURÍDICA Y POLÍTICA
CONSEJO CIENTÍFICO EDITORIAL
Gonzalo Salerno
(Universidad Nacional de Catamarca-Argentina)
Augusto Valenzuela
(Universidad del Istmo-Guatemala)
Gabriel Álvarez
(Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-León)
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EQUIPO EDITORIAL
DIRECTOR
EDITOR
COMITÉ DE REDACCIÓN
TRADUCCIONES
Centro de Idiomas
Universidad Politécnica de Nicaragua
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
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Presentación
Ricardo Pérez
Vicerrector Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI)
Contacto: vrgeneral@upoli.edu.ni
La publicación de los 7 números de la Revista CJP destaca el interés del equipo editorial,
de mantener viva su contribución a los saberes jurídicos-políticos, divulgando artículos
científicos de pertinencia, actualidad y de avanzada, en los nuevos contextos en el que país y
el mundo experimentan cambios.
El abordaje de los artículos que nos presentan los académicos Miguel, Polaino-Orts
(España), Cristian Rivas-Castillo y Lisbeth Velázquez Cruz (Nicaragua), Lenin Ramírez
Matus y Arturo Enrique Jasso Rodríguez (México), Jessica Alexandra Flores País
(Nicaragua) y el académico Oscar Castillo Guido con la presentación del editorial;
representan el enjundioso labor que significa escribir artículos completos, didácticos y
escritos con buen estilo científico, que despiertan el interés de la lectura, de un público
exigente, a como lo es, la comunidad jurídica nacional e internacional.
Sea pues, esta edición número 7, un aporte particular para estudiantes, juristas, académicos
y politólogos que, en su diario vivir personal y profesional, dedican en sus espacios
respectivos, la tarea de actualizarse, innovarse y la de reaprender en sus conocimientos.
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Contenido
Editorial:
Los retos de la enseñanza de la criminología en Nicaragua ............................................. 8
The challenges of teaching criminology in Nicaragua
Óscar, Castillo Guido, Decano de la ECPJ-UPOLI
Artículos:
Persona y Persona Jurídica ............................................................................................... 13
Person and legal person.
Miguel, Polaino-Orts, Universidad de Sevilla
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Editorial
Por otra parte, la crítica sobre este tema es entendida como un ataque al modelo de
seguridad del país. Las cárceles siguen siendo espacios cerrados a la investigación
criminológica y los datos oficiales son difíciles, cuando no imposibles, de conseguir. El
avance hacia el cambio en estos años de democracia ha sido lento y no exento de dificultades
en esta materia. Dentro del propio sistema, se ignora la figura del criminólogo como
profesional, de igual forma no existe preocupación sobre la formación de este profesionista
por parte de las facultades de derecho y de las ciencias sociales.
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personas profesionales formadas con un enfoque criminológico, que tengan como función
principal asumir el tratamiento victimológico adecuado.
Por otra parte, también es importante señalar que una agravante de la ausencia del perfil
profesional del criminólogo se manifiesta cuando en la empresa privada carece de estrategias
y políticas en sus organizaciones, en materia de seguridad empresarial, prevención del delito
y asesoría permanentes de expertos en la configuración de sistemas seguros de control,
prevención y seguimiento. A pesar de que existen empresas de seguridad, estás no son más
que entidades de prestación de servicios de vigilancia y monitoreo y no de prevención, todo
esto por carecer de personal calificado en la materia.
Así mismo, se debe exigir formación criminológica cuando el ejercicio de otra profesión
como la del abogado, se desarrolle sobre cuestiones relacionadas con la criminalidad. En
estos casos, la persona que realiza el trabajo como tal, deberá además tener amplia formación
en criminología, o por lo menos deberá tenerse en cuenta dicha preparación en los
conocimientos propios de la criminología. Incluso se podría ir ideando una doble titulación,
en criminología y el de derecho, tal a como sucede en Europa.3
Bajo este panorama, no es difícil concluir, en una primera aproximación, que deberá
requerirse formación criminológica, en aquellos ámbitos que tengan que ver con el núcleo
del fenómeno criminal: sus sujetos, delincuente – víctima; el delito, como hecho social; y el
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https://www.google.com/search?q=dobles+titulaciones+en+europa&oq=dobles+titulaciones+en+europa&aqs=chrome..6
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sistema penal, como el complejo instrumento para hacerle frente, y en el que deben incluirse
todos aquellos mecanismos de gestión y resolución de conflictos, alternativos a la punición,
como la mediación. En este ámbito deben determinarse los espacios en los que debe exigirse
la formación criminológica. Así como los espacios en los que se debe requerir la colaboración
o por lo menos un informe preceptivo de un criminólogo.
Dentro de este núcleo, una segunda zona de reflexión la constituye todo el ámbito de la
prevención, zona que se constituye desde el ámbito de la seguridad pública y privada. Cabe
pensar que, por ejemplo, las personas encargadas de la seguridad pública tanto en los
gobiernos centrales, los gobiernos locales y regionales, así como de las empresas u otras
instituciones privadas, deben contar con esa formación.
Finalmente, a estos retos que se perfilan desde el punto de vista profesional, debemos
añadir los retos desde el punto de vista formativo. A pesar de la evolución democrática en
Centroamérica, la Universidad, paradójicamente, aparece, en determinados aspectos, como
un foco de resistencia a esos avances. Esto comporta que las titulaciones no siempre se
desarrollen y planifiquen según las necesidades y requerimientos de las titulaciones, sino en
consideración a factores como distribución de poderes entre los departamentos, las plantillas,
la carga docente, etc.
4Baratta, Alessandro (1986). Criminología crítica y crítica del derecho penal: introducción a la sociología jurídico-penal.
Siglo XXI.
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Generar condiciones: Reconocer de una vez por toda la criminología como área de
conocimiento, permitiendo de esa forma que profesores con diversa formación básica
(derecho, psicología, sociología, educación, trabajo social, etc.), puedan concurrir en una
facultad, precisamente porque se dedican a la docencia e investigación en criminología. Lo
que permite integrar verdaderos equipos multidisciplinares de trabajo. Evitando con esto, que
la formación en criminología se convierta en una parcela del poder y se vea finalmente
determinada por intereses internos, ajenos a la propia formación.
Profesionalizar el sistema. Con todas las reservas y los cuidados que requiere el tema del
control profesionalizado, conviene abandonar la idea de que el sistema penal y los espacios
que lo rodean, pueden ser ocupados por voluntarios o por aquel personal excedente según
cada lugar y momento.
Reforma de planes de estudios. Tan necesarios como oportunos de cara a contar con
profesionales más dedicados a los problemas sociales, particularmente a los de la
criminalidad, los derechos humanos y la justicia penal efectiva.
Para nuestra Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UPOLI, el reto queda asumido.
5http://www.csuca.org/docsscsuca/libros/ANALISISCOMPARATIVOYPROPOSITIVOPARALAARMONIZACION.pdf
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Artículos
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Persona y Persona Jurídica
Person and legal person
Miguel, Polaino-Orts1
Universidad de Sevilla
RESUMEN
El presente artículo es producto de una revisión bibliográfica, cuyo objetivo consistió en analizar los
conceptos de persona y personas jurídicas. Se aplicó el método de análisis, con un enfoque cualitativo, diseño
no experimental, bajo un nivel documental-bibliográfico transversal. Tras la revisión documental se encontró
que: Persona no es igual al individuo, debido a que la persona es como el Derecho, es un producto de la cultura
y no de la naturaleza, además, la persona es un concepto normativo. Se concluye que el concepto de persona es
el punto de partida de todo el sistema jurídico-penal, así como, que persona es sinónimo de libertad y que la
conceptualización de esta se debe de dar desde lo social y normativo.
ABSTRAC
This article is the product of a bibliographic review, the main objective was to analyze the concepts of
person and legal person. We used the analysis method, with a qualitative approach, non-experimental design,
at cross-sectional documentary-bibliographic level. After the documentary review we found that: Person is not
equal to the individual, because the person is like law, is a product of culture and not of nature, in addition, the
person is a normative concept. We conclude that the concept of person is the starting point of the entire legal-
penal system, as well as that person is synonymous of freedom and the conceptualization must be given from
the social and normative.
1ProfesorTitular de la Universidad de Sevilla, España. Departamento de Derecho Penal y Ciencias Criminales de la Facultad
de Derecho. Docente Honorario de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UPOLI. Miembro Correspondiente
de la Academia Nicaragüense de las Ciencias Jurídicas y Políticas. Jurista, Autor e Investigador. (mpolaino@us.es)
Polaino-Orts, M
1. Introducción
Desde esta óptica, la noción de persona constituye el fundamento sobre el que se asienta
todo el sistema jurídico y social, incluido el sistema de responsabilidad jurídico-penal.
Instituciones como el bien jurídico, la imputación (con todos sus principios: riesgo permitido,
confianza, imputación a la víctima, prohibición de regreso), el concepto de acción o la noción
de culpabilidad únicamente pueden definirse sobre la base del concepto jurídico-penal de
persona. Lo mismo sucede con el concepto de libertad y, para ser más exactos, de
autodeterminación (Polaino-Orts,2012). La persona es sinónimo de libertad en la medida en
que únicamente en ese caldo de cultivo de libertad se posibilita el desarrollo de las
dimensiones de la personalidad. Pero, al mismo tiempo, persona es libertad en tanto que
requiere, para ser persona, de una capacidad de autodeterminación personal que funda a su
vez las bases de la convivencia social (Polaino-Orts, 2013). Por ello, para esclarecer la noción
jurídico-penal de libertad (en el sentido de autodeterminación), es preciso partir del concepto
jurídico de persona. Para Gúnter Kakobs (2008) la persona no es un ente aislado -un
“individuo -, sino un concepto social y, además también, un concepto normativo. Ello quiere
decir que la persona no puede definirse al margen de la Sociedad (la Sociedad es
comunicación interpersonal) como tampoco puede definirse al margen de la norma
(“Sociedades acuerdo normativo”). Veamos más detenidamente estos postulados.
2. Fundamento Teórico
Persona e individuo
Por un lado, decimos que la persona no es igual al individuo (Pérez del Valle, 2004), sino
que debe distinguirse de él. La filosofía idealista hegeliana ha incidido en esa idea: el
concepto de persona no es identificable con el concepto de ser humano, sino que se mueven
en planos distintos. Esa distinción de planos también se evidencia en el más relevante
producto normativo de la Revolución francesa: la Déclaration des droits de l’homme et du
citoyen (1789), cuya intitulación ya alude por separado al “hombre” y al “ciudadano” y, en
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Persona y Persona Jurídica
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Polaino-Orts, M
Además de una construcción social, la persona es, en efecto, un concepto normativo. Ello
quiere decir que no puede definirse el concepto de persona al margen del concepto de norma,
sino que éste es presupuesto y elemento fundamental de aquél. La norma, como hemos visto,
es el compendio de expectativas sociales, un elemento aglutinador de los derechos de los
ciudadanos. Pero también es un mecanismo dinamizador de las conductas de los ciudadanos:
aquél que quiere cumplir sus derechos y sus obligaciones adecua su comportamiento a la
norma (se comporta como un sujeto respetuoso con la norma: esto es, actúa como un
ciudadano y ejerce, con su comportamiento, civilidad, civismo) y aquél que infringe la norma
(defraudando la expectativa que la Sociedad depositó en él como ciudadano) no sólo se
comporta como un sujeto socialmente incívico (esto es: como lo contrario que un ciudadano)
sino que, además, impide que la norma pueda amparar a los demás en su efecto protector.
Que la persona sea un concepto normativo significa que los seres humanos se encuentran
en el mundo social en función de portadores de un rol (Gúnther, 2001) y en función de su rol
a cada sujeto le corresponden una serie de derechos y de deberes. Derechos y deberes
conforman el aspecto material del rol, su contenido que le da cuerpo. La orientación en
función de ese rol define al sujeto como persona, pues -por un lado- satisface la expectativa
social que se ha depositado en ese sujeto como titular de su rol y -por otro- significa que
cumple sus derechos y, sobre todo, sus deberes, posibilitando de ese modo que el
cumplimiento y el disfrute de los derechos por parte de los demás. En tal sentido, las personas
quedan integradas en el sistema social, dentro del cual desempeñan una función que
coadyuva al mantenimiento en la estructura social. La integración de la persona en el mundo
social se posibilita en tanto que el sujeto cumple sus derechos y sus deberes (esto es: en tanto
adecua su comportamiento a la norma, y -por tanto- cumple su rol y satisface sus expectativas
sociales. En definitiva, persona (en el sentido de persona en Derecho: “Rechtsperson”) es el
sujeto destinatario de derechos y deberes que -por regla general- cumple la norma,
posibilitando de ese modo que los demás ciudadanos se vean, a su vez, protegidos en sus
derechos por la tutela normativa.
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Persona y Persona Jurídica
El tránsito del ser humano (individuo) a persona (social) representa el tránsito del estado
de naturaleza al mundo social, y tiene lugar cuando el sujeto es visto como “el destino de
expectativas normativas”, esto es, cuando participa de la estructura social, es titular de
derechos y deberes, “dispone de la competencia de enjuiciar de modo vinculante la estructura
de lo social, precisamente, el Derecho”, y adecua en lo general su comportamiento a la norma,
respetándose a sí mismo como persona y respetando a su vez a los demás como personas en
Derecho. La persona es, pues, el ser humano mediado por lo normativo, por lo social: el
sujeto que protege y posibilita la norma y -por ello- se protege a sí mismo y protege y
posibilita la personalidad de los demás.
Que el sujeto sea destinatario de normas y se le defina como portador de un rol y como
persona (persona en Derecho) es, en definitiva, punto de partida para la definición y la
protección de los derechos de los ciudadanos y el primero de ellos: la libertad. Las normas
se dirigen a personas, las acciones y omisiones son cometidas por personas, los derechos y
deberes son poseídos por personas, etc. Normas, acciones, omisiones, derechos, deberes…
son conceptos jurídicos que exigen un sujeto con personalidad jurídica. Desde esta
perspectiva, las nociones de individuo y de persona no son propiamente sinónimos, sino
conceptos que se refieren a planos diferentes: individuo sería equivalente a ser humano, esto
es: un sujeto que se halla en el mundo natural, mientras que la persona, en tanto titular de
derechos y de obligaciones, viviría necesariamente en el mundo social, donde se desarrollan
las relaciones jurídicas entre personas en Derecho. Las personas son, pues, “un centro de
imputación de las relaciones jurídicas” (De Cossío, 1991).
punto de su reducción al máximo jurídico permisible. (No otra, es, por cierto, la idea
de la caput y de la capitis deminutio del Derecho romano). En este punto me quiero
detener un poco más a continuación.
Más modernamente este modelo fue, por ejemplo, defendido en la historia de la Filosofía
por Johann Gottlieb FICHTE en su obra Grundlage des Naturrechts nach Prinzipien der
Wissenschaftslehre (“Fundamentos del Derecho natural según principios de la teoría de la
Ciencia”), aparecida en el año 1796, en la que aborda la problemática de la lesión del contrato
o pacto social que habilita a la persona para vivir en Sociedad. A juicio de FICHTE (1960),
“quien lesiona el contrato ciudadano en un punto donde en el contrato se contaba con su
prudencia, sea voluntariamente o por imprevisión, pierde estrictamente de ese modo todos
sus derechos como ciudadano y como ser humano, y queda completamente privado de
derechos”. La postura de FICHTE ahonda en la línea rousseauniana. El pacto social presenta
una virtud absolutamente constitutiva. El ciudadano adquiere todo su estatus personal por
obra y gracia del contrato social. Únicamente ese pacto social tiene la virtualidad de proteger
la personalidad en Derecho. El pacto genera, pues, libertad y seguridad, y la existencia de ese
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Persona y Persona Jurídica
contrato social es el único fundamento firme sobre el que se puede construir una relación
jurídica entre las personas. En este contexto, considera FICHTE que “todos los derechos de
que dispone el ciudadano los tiene únicamente bajo la condición de que los derechos de los
restantes ciudadanos son protegidos ante él (scil. el pacto social)”. Si esto no fuera así, es
decir, si un sujeto pusiera en riesgo a los demás ciudadanos, “ya sea por su voluntad
manifiestamente antijurídica, ya por su imprudencia, entonces el contrato queda aniquilado”,
y -como consecuencia de ello- decae el Derecho, esto es, “ya no tiene lugar más la relación
jurídica fundada por el contrato social entre él y el resto de los ciudadanos”.
Frente a la contundente tesis de FICHTE (la pena de toda infracción del pacto es la muerte
civil: la privación íntegra de todos los derechos) y a sus argumentos en pro del contrato social,
añade el autor una antítesis, que viene a establecer una vía de escape, una excepción que -
como apunta Gracia Martin ( 2005) - es introducida por FICHTE para atemperar el rigor de la
exclusión por infringir el pacto social: esa excepción viene constituida por el “contrato de
expiación”, “purgamiento” o “penitencia” (Abbüßungsvertrag), que -como decimos- supone
un correctivo a la exclusión social y a la muerte civil que la exclusión del pacto significa
(Gúnter, 2006).
individuo”. El contenido del contrato es, según FICHTE, el siguiente: “todos les prometen a
todos que ellos, hasta donde ello sea compatible con la seguridad, no quieren ser excluidos
por el Estado debido a sus delitos, sino que les sea permitido purgar esa pena de otra manera”.
Por lo demás el contrato de expiación se condiciona al hecho de que otra forma de cumplir
la pena sea más favorable para el mantenimiento de la seguridad del Estado para los
ciudadanos.
Al margen de los problemas jurídicos que plantea la articulación de tan atípico contrato
(ante todo, la paradoja: ¿cómo puede formalizarse un contrato jurídico, con efectos sociales,
con quien ha sido excluido totalmente del contrato social, esto es, con quien carece totalmente
de derechos y no es reconocido como sujeto idóneo de entablar relación jurídica alguna?
(Gúnter, 2006) ; pero también: ¿no se atiende en absoluto a la gravedad de la infracción?), en
este trabajo nos interesa la excepción a la posibilidad de redención de la pena de exclusión
social. A juicio de FICHTE, hay un infractor que queda excluido del contrato de expiación: el
asesino.
esto es: a hallar el motivo jurídico -la ratio- que determine dicha minoración personal. A este
respecto, y a la vista de la base empírica que nos ofrece la descripción típica de los tipos
penales, JAKOBS, más de tres décadas atrás, de Derecho penal del ciudadano y de Derecho
penal del enemigo, como dos polos opuestos en los que el primero se refiere al delincuente
que infringe la norma y recibe una pena (aminorándose de tal modo una porción de su
personalidad) y el segundo al empleo de un plus de aseguramiento normativo y hetero
administrativo que es necesario aplicar al delincuente para el que no basta el tratamiento
coactivo usual sino uno de mayor intensidad. Este último estatus se corresponde, en términos
jurídico-penales, con el concepto de enemigo, que se halla en la base del concepto de Derecho
penal del enemigo y que supone la mayor pérdida de personalidad por parte del sujeto que,
con su comportamiento personal, da muestras de incapacidad de gestión, haciéndose acreedor
a una más intensa hetero administración personal por parte del Derecho.
En definitiva, las nociones de persona y de enemigo son, desde este punto de vista, polos
opuestos: una es la contrapartida del otro, uno es el contrapunto del otro, de suerte que sus
contenidos materiales se exigen tanto como se repelen: persona (en Derecho) es quien,
ejerciendo cotidianamente civilidad, facilita el respeto de la personalidad ajena; enemigo es
quien, desprestigiando la norma mediante el ejercicio del desdoro normativo, impide que los
demás sean personas en Derecho y ejerzan pacíficamente sus derechos.
Persona y rol social
Los seres humanos se encuentran en el mundo social, como ya hemos dicho, en función
de portadores de un rol (Gúnter, 1994). Sobre la base de ese rol, a cada sujeto le corresponde
administrar un determinado segmento de la realidad. Así, por ejemplo, hay sujetos a los que,
en función de su posición en el mundo social, les corresponde desempeñar el rol de taxista,
de magistrado, de panadero, de bombero, de padre de familia, de conductor de autobuses
municipales o de obrero de la construcción. No en balde, según Ramos Chaparro (1995) el
origen etimológico del concepto de persona lo identificaba precisamente con la “máscara”,
de donde ha surgido un “influjo taumatúrgico” que ese sentido etimológico “ha ejercido sobre
los juristas” (Hernández Gil, 1966). Eso significa que el rol es algo así -digámoslo trivial,
pero gráficamente- como la etiqueta colocado en la solapa de cada sujeto, que le identifica
socialmente y le indica su posición en el mundo social. Éste, el mundo social, es un ente
colectivo gestionado por un grupo limitado, pero numeroso de personas. Pero cada sujeto
individual no gestiona el mundo social in toto, en su integridad, sino una parcela muy limitada
de la realidad: así, el taxista no responde de que se dicten sentencias injustas, ni el panadero
es responsable de que los autobuses municipales funcionen irregularmente y lleguen tarde a
sus destinos.
El punto de partida en el mundo social es, pues, el reconocimiento del rol de cada uno: de
la posición que cada sujeto ocupa en la realidad. Esto es: saber qué función desempeña cada
persona en la vida, o -para decirlo gráficamente- determinar qué etiqueta tiene colocada en
la solapa. Y, sobre la base de ese reconocimiento, ya podremos saber a quién hemos de
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Polaino-Orts, M
responsabilizar del hecho de que se dicten sentencias injustas o de la eventualidad de que los
autobuses municipales funcionen irregularmente. No de lo primero no responsabilizaremos
al taxista, sino precisamente al magistrado a quien correspondía administrar ese rol social
conforme a las expectativas sociales (esto es, conforme a lo que se esperaba de él como
magistrado) y de segundo no haremos responsable al panadero sino al funcionario municipal
(delegado del alcalde, gerente de urbanismo o de transportes) que tenga a su cargo la gestión
de esa parcela de la realidad. En resumen: el rol social que cada uno desempeña nos da la
medida de su responsabilidad en la gestión de cada parcela social.
Pero cabe preguntarse: ¿Qué se espera (socialmente) del magistrado como magistrado?
¿O qué aguardamos del rol de gerente de transportes o urbanismo en tanto gestor de la línea
municipal de autobuses? Pues aguardamos que hagan bien su trabajo. Y ¿qué es hacer bien
su trabajo? Muy sencillo: cumplir con las expectativas sociales, o sea, cumplir con lo que
socialmente se espera de él: que dicten sentencias justas, que nos den judicialmente la razón
cuando la tenemos, que los autobuses (colectivos) sean limpios, seguros, puntuales, etc….
De lo anterior se desprende una idea básica: el rol identifica a cada sujeto en el mundo
social, sí, pero también sirve para que los demás ciudadanos sepan a qué atenerse. Eso
significa que el rol social no es algo que sólo sirve para el titular del mismo, sino que sirve
también para los demás. Porque sabiendo el rol que desempeña, por ejemplo, el magistrado,
puedo saber cuándo he de reclamarle el incumplimiento de su rol (si, por ejemplo, me
perjudica injustamente en una resolución judicial) o cuando se le ha de retribuir
correctamente el correcto ejercicio de su función judicial (por ejemplo, aumentando mi
confianza en la Administración de Justicia, cuando resuelve en mi favor, asistiéndome el
derecho sobre una cosa).
Conforme a este esquema básico de interrelación social, el rol que en sí no es más que una
máscara (aspecto formal: esa “etiqueta en la solapa” de que hablábamos antes), se rellena de
una lista, de un haz de derechos y de deberes, esto es, se rellena de un contenido (aspecto
material), de manera que el rol (la etiqueta, lo formal) sin el contenido es un papel mojado,
no es nada, es un nullum social. Veamos algunos ejemplos donde podremos observar que, en
efecto, a cada rol social se le atribuye una serie de derechos y de obligaciones:
El ciudadano que desempeñe el rol de taxista dispondrá, por ejemplo, del derecho
municipal a cobrar el correspondiente precio por transportar a un viajero de un sitio X a un
sitio Y, y –a su vez- tendrá la obligación de pagar las tasas municipales correspondientes al
ejercicio de tal labor, etc. Al que ostente el rol de bombero, por ejemplo, se le vinculará la
obligación de proceder de la manera más expedita en caso de incendio para procurar extinguir
los mismos, rescatar a las personas que se hallen en los inmuebles, etc., y –al propio tiempo-
dispondrán del derecho a ver reconocida su labor con la gratificación dineraria y honorífica
que prevea la autoridad competente. Al rol de padre se le atribuyen, por su parte, una serie
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Persona y Persona Jurídica
El rol -esa “etiqueta en la solapa”- identifica, por tanto, a cada sujeto en la Sociedad, pero
además da la medida para la propia responsabilidad. ¿Por qué es ello así? Pues porque cada
rol fija o determina un ámbito o esfera de competencia personal, un ámbito en el que cada
sujeto es gestor: se trata de ese segmento de la realidad que cada uno ha de gestionar, de
acuerdo a su rol. Si lo hace correctamente, entonces afianza las expectativas sociales; pero
si administra incorrectamente ese sector de la Sociedad, entonces ésta se lo demanda, para
decirlo parafraseando la conocida fórmula sacramental: “Si lo hicieres, que Dios te lo premie;
y si no, que Dios te lo demande”. Con el rol social sucede igual: Su se cumple el rol, la
Sociedad te premia con la confianza de los demás; si lo incumples, la Sociedad te lo demanda
imputándote una responsabilidad por la gestión incorrecta del segmento social asociado al
rol en cuestión.
¿Qué significa todo eso? Pues significa que el rol (aspecto formal) más su contenido de
derechos y deberes (aspecto material) definen en la Sociedad determinadas esferas de
competencias personal, esto es, ámbitos cuya gestión se concede a quienes ostenten un
determinado rol (y, por tanto, a personas a quienes obligan determinados deberes y asisten
determinados derechos). Por ejemplo: podríamos decir, de manera genérica, que el Estado
de garante de la vida de sus ciudadanos, y -por ello- ha de velar por su seguridad, ha de
procurar carreteras fiables, semáforos que funcionen correctamente, etc. Pero si un bebé
muere por inanición ¿a quién se responsabiliza de esa muerte? ¿al Estado? No, o no
necesariamente. ¿Por qué? Pues porque el Estado delega el deber de protección de ese menor
a una esfera de competencia ajena, concretamente: a aquellos sujetos en quienes recaiga el
rol de padre (o de madre). El rol de progenitor, el rol de padre o de madre, delimita -por tanto-
una esfera de competencia personal: un ámbito que queda definido por la relación
paternofilial, de manera que en aquel en quien recaiga el rol ha de cumplir sus obligaciones
(y puede gozar sus derechos) para evitar que su gestión -la gestión de la que él es competente-
desemboque en un curso lesivo. Si gestiona el ámbito de la realidad correctamente, o sea, si
ejerce con acierto el rol de padre, entonces la Sociedad se lo premia (es un “buen padre de
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Polaino-Orts, M
En resumen: el rol define la posición que cada sujeto cumple en el mundo social, y además
pinta, delimita, da la medida de su propia esfera de competencia. En función de los deberes
y derechos que definan un rol, el titular de este será responsable o no de una gestión adecuada
al rol o infractora de él, porque en esa esfera el titular del rol viene a obligado a hacer algo
(incumbencia), esto es, ostenta la competencia para gestionar un determinado ámbito de
organización
Hasta ahora hemos dicho que a cada sujeto corresponde una función en la Sociedad, y que
esa posición viene determinada por su rol, por el rol que desempeña cada sujeto en el mundo.
De este planteamiento se podría extraer una consecuencia errónea, a saber: que a cada sujeto
le corresponde un solo rol. Nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que, por lo general, las
personas desempeñan en el mundo dos o más roles simultáneamente, o -al menos- que cada
sujeto tiene dos o tres máscaras que pueden usar indistintamente, dos o tres etiquetas que
pueden ponerse sobre la solapa una junto a la otra. Por ejemplo, nada impide que el
magistrado sea al mismo tiempo magistrado y padre de familia, o que en un sujeto concurran
el rol de taxista y el de presidente de su comunidad de vecinos, o que otro sujeto sea al tiempo
dueño del colectivo, conductor del mismo y tributado a la Hacienda pública.
- El rol común es aquel que afecta a todo sujeto en la Sociedad: así, puede
citarse el rol de pagar a hacienda, o el rol de socorrer a quien se halla desamparado y
en situación de peligro, pudiendo hacerlo sin riesgo propio ni de tercero. Se trata de
24
Persona y Persona Jurídica
El rol común asiste a todo el mundo. El rol específico a determinadas personas. Pero a
aquellas personas a quienes incumbe un rol específico, no por ello dejan de tener su rol
común. Otra cosa es cómo se sancione la infracción del rol por parte de ese sujeto. En
ocasiones, a efectos de la “demanda social”, esto es, de la retribución o castigo por infracción
del rol, el rol especial prima sobre el general porque normalmente aquél ya incluye o
presupone a éste: por ejemplo, el padre de familia que no alimenta al hijo menor que fallece
a resultas de su inanición, no responde por un delito de omisión del deber de socorro (a pesar
de que el hijo se hallaba desamparado y en situación de peligro), sino responde por un delito
que engloba a esa infracción de solidaridad mínima: el homicidio del niño, es decir: responde
(por omisión del deber de garante) como si hubiera causado la muerte del niño activamente,
tirándolo por el balcón o clavándole un puñal en el pecho.
Cuando un ciudadano cumple con todas sus obligaciones fiscales, paga religiosamente sus
impuestos a la Hacienda Pública, mantiene toda su documentación en regla, etc. está
indicando que su comportamiento no difiere en nada del que se espera de él. Su actitud, pues,
no difiere en nada de la expectativa asociada al rol de ciudadano, de “persona en Derecho”
(Rechtsperson). El ciudadano que cumple su rol y respeta la norma se está respetando a sí
mismo como ser social, y al tiempo muestra su fidelidad y respeto a los demás como personas
en Derecho. El rol, que es algo normativo y no arbitrario, es la más oficial representación de
las expectativas sociales. En el rol se condensan y se hace efectiva la institucionalización de
las expectativas sociales establecidas en la norma, conforme a un parámetro de división social
en función de los diversos ámbitos de competencia. El sujeto que, adecuando su
comportamiento a su rol, cumple la norma está comunicando el mensaje de que, en lo que a
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Polaino-Orts, M
Pero además el rol tiene un efecto directo sobre el propio titular: la creación de un ámbito
de libertad donde el titular puede sentirse seguro, porque le inmuniza y le blinda frente a la
imputación de lesiones de ámbitos de organización ajenos. Por ello, el ejercicio del rol es una
garantía para quien lo ejerce, porque se está situando de parte de la norma, afianzando con
ello las expectativas sociales y fungiendo como referente para la orientación normativa. Así,
el magistrado ha de adecuar su comportamiento al rol de magistrado, que se integra de una
serie de derechos y de obligaciones que definen su posición en el mundo social: en esencia,
debe aplicar la norma a un caso de la realidad y resolver ese supuesto con criterios de justicia.
Si cumple con su rol, dictando una sentencia justa, no sólo afianza la expectativa que se tenía
depositada en él como actor de la justicia, sino que posibilita que los demás ciudadanos y la
Sociedad en su conjunto le sigan estimando como ser fiel a la norma y en quien se puede
seguir confiando para la Administración de Justicia. Y el cumplimiento del rol por parte del
magistrado (dictar una sentencia justa) le proporciona un espacio de libertad personal en el
que se ve libre frente a una eventual imputación ajena al mismo (por ejemplo, por
prevaricación). El ejercicio del rol, pues, le blinda al titular frente a cualquier intento de
desaprobar su gestión como titular de ese rol.
Esa idea es acorde con que el rol delimita un determinado ámbito de competencia. Esto
es: en función de los derechos y deberes de cada uno, se crea en cada ciudadano un ámbito
en el que puede ejercer libremente sus derechos sin sufrir agresión injusta por parte de nadie,
pero, también, se crea un ámbito en el que ha de gestionar también sus obligaciones de
manera correcta, esto es, adecuada a un rol, si quiere seguir gozando del calificativo de
persona en Derecho
De lo dicho hasta ahora queda una cosa clara. La personalidad jurídica -la personalidad
en Derecho- no depende de los condicionantes físicos externos, ni de los internos o
psicológico, del sujeto, de si es hombre o mujer, alto o bajo, feo o guapo. Tampoco de si es
una persona física o una persona jurídica. Lo relevante es, por tanto, que sea destinatario de
26
Persona y Persona Jurídica
normas jurídicas, titular de derechos y de obligaciones, y sea -por tanto- capaz de albergar
responsabilidad (también penal) por la infracción de los deberes inherentes a su rol.
La teoría de la ficción legal o de la persona ficta, que propiamente hunde sus raíces en la
Edad Media y que fue reelaborada en el siglo XIX por SAVIGNY (1840), considera que la
persona jurídica no es sino una mera suma de individuos, de suerte que no existe una
personalidad jurídico-real propia de la persona jurídica (sólo la persona individual la tiene),
siendo la de aquella una voluntad puramente ficticia.
Frente a ellas se erigen las llamadas teorías realistas, para las que las personas colectivas
son sujetos de derechos, al reunir los requisitos y condiciones para actuar con relevancia en
el Derecho, y ello no por una creación artificial de la ley sino por virtud de su propia
naturaleza y constitución. Dentro de este grupo de doctrinas se reconocen varias
subformulaciones: unitarias, orgánicas o formalistas. La tesis del “principio de unidad”,
propugnada por ZITELMANN, resalta la característica de la unidad en la pluralidad personal.
La “tesis orgánica”, sostenida por GIERKE (1868), postula que la persona jurídica es una
persona real colectiva, mientras que la “tesis formalista”, sustentada por FERRARA, entiende
que el Derecho configura formalmente un fenómeno empírico bajo la configuración de
persona jurídica. En definitiva, aunque con una argumentación diferente estas teorías arriban
a un mismo destino: el reconocimiento de que la existencia real de la persona jurídica, que el
Ordenamiento se limita a reconocer; la realidad previa de la persona jurídica es una realidad
social; la constatación de esa realidad es el dato que fundamenta su reconocimiento jurídico;
la realidad social y jurídica de la persona jurídica es independiente de la de cada uno de sus
miembros integrantes (Antón Oneca, 1949).
27
Polaino-Orts, M
delitos de organización. Es más, ambos elementos son per se neutrales, esto es: en sí carecen
de un sentido delictivo. El asociarse con otros es, por lo general, ejercicio de un derecho
fundamental (el de asociación) reconocido por la Constitución. Si se pregunta por qué razón
asociarse con otros para ser miembro de un partido político, de un club de fútbol o de un
centro cultural es ejercicio legítimo del derecho fundamental de asociación y, sin embargo,
asociarse con otros para conformar una organización delictiva no sólo no es ejercicio de un
derecho fundamental sino que además constituye un delito, la respuesta intuitiva sería: “claro,
porque en los primeros casos apoyar a un partido político, alentar a un club de fútbol o
fomentar la lectura son buenos fines, pero pretender cometer delitos son fines rechazables en
la Sociedad”. Sin embargo, esta explicación es incorrecta. Porque ese segundo elemento -la
finalidad- es un pensamiento y los pensamientos no delinquen (cogitationis poenam nemo
patitur). Entonces, si el delito de organización consiste en la suma de dos elementos neutrales
(la organización, que es un derecho fundamental, y una finalidad, que es un pensamiento)
¿cómo explicar que constituya un delito? Pues muy sencillo: porque ese acto deviene
delictivo no tanto por el propósito delictivo con que se reúnen los sujetos, cuanto, por la
conformación de una empresa criminal, esto es, de un grupo socialmente desestabilizador
que ya genera, de facto, una conmoción de las bases del Estado. Ahí, en la lesión actual de la
seguridad cognitiva-normativa, esto es, en el peligro ya concretado en lesión que hic et nunc
la organización representa, es donde se halla el contenido de injusto del delito de
organización.
Desde ese punto de vista, la organización penal constituye un sistema asocial y constituido
de injusto, como lo llama LAMPE (1995), un sistema penalmente antijurídico que es
disfuncional respecto de la estructura social, y cuyo injusto no cabe explicar de manera
derivada en relación con el injusto de los delitos-fin (delitos que la organización criminal
pretende cometer o aun cometa) sino que tiene una autonomía y una substantividad propia
(Silva Sánchez, 2004). Los aportes de cada miembro no han de verse como algo naturalísimo,
sino como algo (dis)funcional, esto es, como algo constitutivo. Desde ese punto de vista, cada
miembro es la organización criminal y es visto más como foco de peligro que como
ciudadano que ejerce sus derechos y cumple sus obligaciones.
Pues bien, la estructura del delito de organización presenta un paralelismo estructural con
la empresa delincuente, con la persona jurídica socialmente desestabilizadora. También aquí
se sanciona, como allí, una personalidad diferente a la suma de los miembros (personas
físicas) que la integran.
3. Método
Diseño
El enfoque investigativo de la presente investigación es cualitativo, de acuerdo con
Hernández, Batista y Fernández (2014) “Utiliza la recolección y análisis de los datos para
30
Persona y Persona Jurídica
Instrumentos
Para la construcción del marco teórico-conceptual del tema Persona y Personas Jurídicas,
se consultaron un total de veinticinco referencias bibliográficas utilizándose como
instrumento las ideas, argumentos y proyectos que fueron interpretados desde una
perspectiva analítica y crítica.
Procedimiento
Con relación a la comprensión del problema de la investigación se recopilan fuentes
secundarias de documentos académicos. En el marco de referencia se definen los conceptos
básicos relativos a las personas y personas jurídicas. Una vez recopilada y analizada la
información se construye el documento objeto de este trabajo. Por último, se realizan las
recomendaciones y conclusiones conforme a los objetivos trazados (Lechuga, 2018, p. 196).
4. Conclusiones
Referencias
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32
Persona y Persona Jurídica
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33
Rankings Universitarios: Calidad de las instituciones de educación superior
nicaragüenses
University Rankings: Quality of Nicaraguan higher education institutions
Cristian Rivas-Castillo1
Universidad Autónoma de Nuevo León
Lisbeth Velásquez Cruz2
Universidad Autónoma de Nicaragua
RESUMEN
El presente artículo es producto de una revisión bibliográfica, cuyo objetivo consistió en Mostrar la calidad de las
universidades nicaragüenses según su posicionamiento en los principales rankings universitarios que se encargan de
evaluar la calidad de las universidades, para conocer la realidad de las Instituciones de educación superior de
Nicaragua. Se aplico el método de análisis, con un enfoque cualitativo, diseño no experimental, bajo un nivel
documental-bibliográfico transversal. Tras la revisión documental se observó que: según las clasificaciones emitidas
por el World Universities Rankings (QS), Webometrics y Scimago Institutions Rankings (SIR), no todas las
instituciones de educación superior nicaragüenses son evaluadas por estos sistemas de medición, así como, que las
instituciones evaluadas se posicionan en los últimos puestos. En el presente capitulo se abordará de manera general.
Se concluye que existe una debilidad en la calidad de las instituciones de educación superior nicaragüenses, debido
a su posicionamiento en los rankings que evalúan la calidad de estas, también, se concluye que la investigación es un
factor determinante en la evaluación de la calidad del sistema educativo nicaragüense.
Palabras clave Calidad Universitaria, Docencia, Evaluación, Extensión, Instituciones de educación superior,
Investigación, Rankings.
ABSTRACT
This article is the product of a bibliographic review, and the main objective was to show the quality of Nicaraguan
universities according to their positioning in the main university rankings that are responsible for evaluating the
quality of the universities, in order to know about the reality of Nicaragua's higher education institutions. We used
the analysis method, with a qualitative approach, non-experimental design, at cross-sectional documentary-
bibliographic level. After the documentary review, we noted that according to the rankings given by the World
Universities Rankings (QS) Wobometrics and Scomago Institutions Rankings (SIR), not all Nicaraguan higher
educations are evaluated by these measurement systems, as well as, the institutions evaluated are positioned in the
latter positions. This chapter will be addressed in general way. It conclude that there is a weakness in the quality of
Nicaraguan higher education institutions, due to its positioning in the rankings that evaluate the quality of these, we
concluded that research is a determining factor in the evaluation of quality of Nicaraguan education system.
Key words: University Quality, Teaching, Evaluation, Extension, Higher Education Institutions, Research,
Rankings
1Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Maestrante en Relaciones Internacionales
por la Universidad Autónoma de Nuevo León, México, Docente Investigador. Correo (Castillocris25@yahoo.com), registro
ORCID: HTTPS://ORCID.ORG/0000-0001-6827-1462
2Licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Magister en Derecho Procesal Civil por la
Facultad de Humanidades y Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Candidata a Doctora
En Métodos Alternos de Solución de Conflicto por la Universidad Autónoma de Nuevo león, México. Correo (
lilly1212@hotmail.com), registro ORCID: HTTPS://ORCID.ORG/0000-0003-2488-2653
Rivas-Castillo, C & Velásquez Cruz, L
1. Introducción
Es a partir de ese año que este tipo de clasificaciones se han multiplicado y sobre todo han
alcanzado un impacto relevante en los foros internacionales y nacionales acerca de la
evaluación de las universidades. Actualmente existen 18 rankings de evaluaciones
universitarias a nivel mundial, y un número mayor de clasificaciones tanto nacionales como
regionales.
2. Fundamento Teórico
Educación en Nicaragua
35
Rankings Universitarios: Calidad de las instituciones
Este artículo, se centrará en las Universidades reguladas por el CNU. Este Consejo se
encuentra conformado por diez Instituciones de Educación Superior (IES), siendo así que el
CNU ha acreditado a 59 instituciones en todo el país (incluyendo las que conforman el
Consejo). Entre las IES autorizadas se encuentran: como miembros del CNU hay 4
Instituciones Públicas, 5 Universidades privadas y un Centro de Educación Técnico Superior.
Mientras que los 49 restantes son instituciones privadas acreditadas por el CNU.
Calidad universitaria
Por otro lado, Tunnermann (2008) indica que el concepto de calidad es como el concepto
de belleza, todos sabemos o percibimos lo que es, pero encontramos difícil definirla, en este
mismo sentido Bautista Arríen (1995) señala que la calidad de la educación superior es una
especie de utopía, estas aproximaciones conceptuales de la calidad revelan la dificultad de
poder tener un solo concepto o una sola visión de este tema.
En otro sentido, señala Águila Cabrera (2005) es la calidad como respuesta a los
requerimientos del medio, la cual se basa en una definición de prima pertinencia, pero trae el
peligro de que la calidad se tome solamente sobre la base de lo que se requiere, haciendo que
las instituciones abandonen su misión universitaria.
36
Rivas-Castillo, C & Velásquez Cruz, L
Por lo tanto, los sistemas universitarios están conformados por tres procesos básicos:
docencia, investigación y extensión, la evaluación de la calidad de estos sistemas es mucho
más compleja que la de otros niveles del sistema educativo, debido a que la educación en las
universidades es multifuncional.
Rankings universitarios
Los rankings universitarios tienen como objetivo establecer un orden jerárquico de las
instituciones de educación superior, basados en parámetros e indicadores que midan la
calidad de la educación universitaria (Albornoz & Osorio, 2017) en este sentido Perez-
Esparrells & Gómez-Sancho (2010) establece que los rankings tratan de establecer
comparaciones entre universidades según criterios de calidad.
especializados (Barsky, 2014), las clasificaciones por países son aquellas que se centran en
el desempeño de las universidades en su contexto nacional, los rankings globales, que suelen
conocerse como mundiales o internacionales, realizan una cobertura más amplia debido a
que estudian comparativamente a universidades de todo el mundo (Aguillo, 2012).
Criterios Conceptos
Reputación Académica Evalúa las percepciones de académicos
de todo el mundo con respecto a la calidad
de la enseñanza y la investigación en las
mejores universidades.
Reputación del Empleador Pide a los empresarios que identifiquen
las instituciones de las cuales obtienen los
graduados más competentes, innovadores
y eficaces.
Proporción de profesores por alumno Un mayor número de docentes por
alumnos es un indicador indirecto del
compromiso de las instituciones con la
enseñanza de alta calidad.
Personal con doctorado Evalúa la calidad de la capacitación del
personal académico, detectando la
proporción de ellos que han alcanzado el
nivel más alto de educación en su área de
especialización.
38
Rivas-Castillo, C & Velásquez Cruz, L
La reputación académica es la ponderación más alta que tiene este ranking, a la cual se le
asigna un valor equivalente al 40% del total, este indicador recopila las opiniones de los
expertos de más de 80,000 personas en el espacio de educación superior sobre la calidad de
la enseñanza y la investigación en las universidades del mundo. La reputación del empleador
representa el 10% de la puntación total, este se basa en una encuesta que se realiza a
empleadores a nivel mundial, el cual tiene como propósito identificar a las universidades que
producen los mejores graduados para el mercado laboral.
Por otro lado, se evalúa la investigación siendo que esta es una de la misión más
importante que tienen las universidades, es por tal razón que el ranking mide la calidad de la
39
Rankings Universitarios: Calidad de las instituciones
investigación institucional utilizando su métrica de citas por facultad, las cuales se calculan
tomando en cuenta el número de citas recibida por todos los documentos producidos por una
institución en un periodo de cinco años por el número de miembros de la facultad de esa
institución, los documentos se extraen de la base de datos Scopus, es decir, los documentos
estudiados solo podrán ser aquellos que las universidades o sus investigadores publiquen en
esta prestigiosa plataforma, este indicador tiene una ponderación del 20%.
Para este estudio se analizó el ranking correspondiente a la región latinoamericana del año
2019, donde se evaluaron un total de 391 instituciones de educación superior, ocupando el
primer lugar de la región la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC), en el caso de
Nicaragua, solo fueron evaluadas tres universidades siendo estas, la Universidad
Centroamericana (UCA), Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua)
y la Universidad Nacional de Ingeniera (UNI).
En este sentido, se observó que en los últimos 3 años solo estas instituciones
nicaragüenses antes mencionadas han sido tomadas en cuenta para ser evaluadas, siendo que
son las únicas que cumplen con los indicadores que establece el QS para poder ser
clasificadas, aunque sus puntuaciones las sitúan en los últimos puestos del ranking
correspondiente a la región latinoamericana.
40
Rivas-Castillo, C & Velásquez Cruz, L
Webometrics
Tabla 2: Webometrics
INDICADORES CONCEPTO
Tamaño (S) Número de páginas obtenidas a partir
de 4 motores de búsqueda: Google,
Yahoo!. Live search y exalead.
Visibilidad (v) Número total de enlaces externos
recibidos.
Scholar (Sc) Google académico provee el número
de artículos y citaciones de cada dominio
académico.
Fuente: elaboración propia (2019).
42
Rivas-Castillo, C & Velásquez Cruz, L
43
Rankings Universitarios: Calidad de las instituciones
Se realizó un análisis de las clasificaciones emitidas desde el año 2009 hasta la actualidad,
con la finalidad de conocer la realidad de las instituciones de educación superior de
Nicaragua, con lo cual se logró apreciar la ausencia de estas instituciones en el SIR, esto
debido a que este instrumento de medición de la calidad universitaria en su aspecto de la
investigación toma como parámetro las publicaciones que las Instituciones de educación
superior realizan en la plataforma Scopus en un periodo de cinco años.
Scopus es una base de datos bibliográfica, en la cual se colocan documentos de las áreas
de ciencia, tecnología, medicina, ciencias sociales, artes y humanidades, es decir, es la
plataforma de mayor prestigio y calidad dentro de la comunidad científica, para conocer la
actividad de investigación de las universidades nicaragüenses se hizo una búsqueda
exhaustiva de los documentos publicados por estos centros de enseñanza, en lo cual se puede
constatar la poca actividad en investigación de las instituciones de educación superior del
país centroamericano.
Esto no significa que en Nicaragua no se realiza investigación de calidad, sino, que esta
actividad está siendo realizada por Universidades y centros de investigación extranjeros,
como se puede observar en la imagen 1:
3.- MÉTODO
Diseño
Instrumentos
Para la construcción del marco teórico-conceptual de la temática “Rankings universitarios:
Calidad y posicionamiento de las instituciones de educación superior nicaragüenses”, se
consultaron un total de diecinueve referencias bibliográficas utilizándose como instrumento
las ideas, argumentos y proyectos que fueron interpretados desde una perspectiva analítica y
crítica.
Procedimiento
Con relación a la comprensión del problema de la investigación se recopilan fuentes
secundarias de documentos académicos. En el marco de referencia se definen los conceptos
básicos relativos a la calidad universitaria y rankings de universidades. Una vez recopilada y
analizada la información se construye el documento objeto de este trabajo. Por último, se
45
Rankings Universitarios: Calidad de las instituciones
3. Conclusiones
Para conocer el grado de calidad que posee cada institución de educación superior, se ha
recurrido en los últimos años a los rankings universitarios, los cuales se encargan de evaluar
el desempeño de las IES y emitir clasificaciones que le permiten a la sociedad, a los Estados
y a las propias Universidades conocer la realidad del desempeño de sus funciones
académicas, estos rankings dan oportunidad a proponer mejoras a los sistemas de educación
superior de los países.
En este artículo se analizaron tres rankings universitarios, cada uno evalúa un sistema
específico de la calidad universitaria, el QS mide la función docencia, Webometrics la
función extensión y el SIR la función investigación. En este sentido, en el Rankings QS, se
encontraron tres universidades de Nicaragua las cuales se sitúan en las últimas posiciones de
las instituciones de educación superior de Latinoamérica que fueron evaluadas, en el
Rankings Webometrics se posicionan un total de cuarenta y dos universidades nicaragüense
teniendo una puntación baja respecto a sus homologas de la región, y en el Rankings SIR, el
cual evalúa la función investigación que realizan las universidades, se pudo observar la
ausencia de los centros de enseñanza de Nicaragua.
46
Rivas-Castillo, C & Velásquez Cruz, L
Referencias
47
Rankings Universitarios: Calidad de las instituciones
48
El arbitraje internacional de inversión en materia energética del ius imperii al ius
gestionis
International energy investment arbitration del ius imperii al ius gestionis
RESUMEN
El presente trabajo es un estudio de carácter cualitativo con diseño no experimental, que tiene como objetivo
analizar el arbitraje de inversión en materia energética a nivel internacional con especial referencia a México y
otros países latinoamericanos, a partir de la revisión de la literatura se encontró que la reforma energética de
2013 a la constitución y las leyes federales, estableció expresamente mecanismos alternos de solución de
controversias como instrumentos para resolver el incumplimiento de contratos en el ámbito de hidrocarburos,
de ahí que el arbitraje sea una herramienta donde las partes puedan acudir cuando el estado actúe como un
particular en las relaciones que haya contraído con un inversionista, de manera que, al ser este una figura
innovadora en el campo energético internacional hace que los países latinoamericanos y los inversionistas la
consideren como una nueva solución alterna preferente al sistema de justicia tradicional por vía administrativa.
Palabras clave: arbitraje internacional, contratos, estado, hidrocarburos, inversionista
ABSTRACT
This paper is a qualitative study with a non-experimental design, and the main objective is analyze
international energy investment arbitration with special reference to Mexico and other Latin American
countries, based on the literature review we founded that the 2013 energy reform to the constitution and federal
laws, established alternative mechanisms to solve conflicts as instruments for resolving the breach of contract
in the hydrocarbons field, hence arbitration could be a tool where parties involved can go when the state acts as
an individual in the relationships that it has contracted with an investor, it is consider as a new preferential
alternative solution to the traditional justice system by administrative route.
.
Keywords: International arbitration, contracts, state, hydrocarbons, investor
1
Estudiante de la maestría en métodos de solución de conflictos y derechos humanos, Universidad Juárez Autónoma de
Tabasco, leninmatus@hotmail.com
2
Profesor Investigador y Estudiante del doctorado en métodos de solución de conflictos y derechos humanos, Universidad
Juárez Autónoma de Tabasco, artjasso753 @gmail.com
Ramirez-Matus, L & Jasso Rodriguez, A
1. Introducción
El presente estudio tiene como objetivo analizar uno de los mecanismos alternos de
solución de controversias más importantes en el mundo como es el arbitraje, el cual ha
existido desde tiempos antiguos para dirimir controversias de distintos tipos. En ese sentido,
desde la antigüedad el arbitraje ya era utilizado, tal como Zappala (2010) menciona era el
único procedimiento judicial de arreglo, que se reflejaba desde las culturas antiguas hasta el
medioevo, incluso hasta la revolución francesa. Posteriormente, Fernández, Sánchez y
Ortega señalan (2011) que el arbitraje internacional parte de la práctica anglo-norteamericana
que se desarrolló, después de la independencia de Estados Unidos de Norteamérica con el
tratado Jay, y ulteriormente tras la guerra de secesión en el célebre arbitraje de Alabama de
1872.
Por ende, el presente documento pretende demostrar como México y los países
latinoamericanos han llevado a cabo el ejercicio de esta solución alterna en el ámbito
internacional energético, y de qué manera el ius imperii ha sido desplazado paulatinamente
por el ius gestionis tanto en la legislación interna de cada país como en la práctica de los
inversionistas en materia energética y el Estado a nivel internacional, en razón de la
efectividad que el arbitraje les asegura a los contratistas extranjeros.
50
El arbitraje internacional de inversión en materia…
Como García (2008) indica la distinción de lo que conoce como los actos de imperio y los
actos de gestión, parten de la costumbre jurídico-romana en el derecho administrativo. En
ese sentido, para los romanos los actos del ius imperii quedaban bajo la regulación del
derecho administrativo, mientras que los actos de gestión, quedaban bajo el régimen de
derecho privado.
Por otra parte, Espugles (2018) menciona que la creciente participación de los particulares
en las actividades comerciales internacionales originó un aumento de relaciones con los
estados, y consecuentemente, la multiplicación de actores no estatales en el ámbito
internacional que actúan con aquellos, de manera que, también incrementó el número de
controversias entre los mismos. Por ende, el autor de referencia menciona:
El Estado tiene un papel peculiar puesto que juega como Estado soberano y sujeto
internacional, a la vez que como actor crecientemente activo en el comercio internacional.
En este último caso, el Estado se equipará con el resto de sujetos participantes, en
condiciones de igualdad (espugles, 2018, p.205).
De los anteriores razonamientos doctrinales, se puede deducir que el estado deja de ser un
ente público, un órgano cuyos actos de autoridad dejan de tener efectos debido a que empieza
a ser sujeto a reglamentaciones de carácter privado, en el presente caso, sus relaciones
comerciales originan que se someta bajo la normatividad comercial, de forma que, cuando
llevan a cabo negociaciones con inversionistas extranjeros es lógico que sus actos o los
puntos de acuerdo que se establezcan se fundamenten en la misma norma comercial que
prevé los supuestos que se presenten en las contrataciones de esta naturaleza.
De ahí que el estado, o las personas públicas de jerarquía diversa adscritas a él, suscriban
contratos arbitrales dando lugar a la delimitación de estas contrataciones, las cuales no se
elabora en función de un servicio público sino en el caso de la naturaleza de la actividad
51
Ramirez-Matus, L & Jasso Rodriguez, A
contemplada, los modos de gestión de los servicios públicos, el objetivo que se persigue, y
el régimen jurídico al que están apegados los actos comerciales (Merino, 2009).
No obstante, para ver cómo se desarrolla esta solución alterna en el ámbito internacional,
es interesante analizar lo que ha mencionado la doctrina especializada respecto al arbitraje
de carácter inversionista y su especialidad en el campo energético, cuyo auge ha sido
sumamente contundente dentro de la solución de disputas entre los extranjeros y los países.
52
El arbitraje internacional de inversión en materia…
Sin embargo, dentro del ámbito del arbitraje inversionista, se encuentran otros tribunales
arbitrales que se apegan a las reglas de la CNUDMI y de igual manera, se encargan de
resolver diferencias entre los inversionistas y el estado como la Corte de Arbitraje de la
Cámara de Comercio Internacional de París, la Corte de Arbitraje Internacional de Londres,
el Instituto de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo y la Corte
Permanente de Arbitraje de la Haya. Asimismo, se han creado diversos tratados
internacionales como el Tratado Libre de América del Norte y tratados bilaterales de
Inversión (Bits por sus siglas en inglés) que regulan estos procedimientos, empero, en el caso
de México, se han firmado Acuerdos para la promoción y protección recíproca de las
inversiones y los tratados que contienen capítulos de Inversión.
En ese orden de ideas, la competencia del tribunal del arbitral ante el cual se sometará el
conflicto dependerá de la manifestación de voluntad por parte del estado receptor, o bien, de
lo que estipule su legislación interna o en Acuerdo de Inversión (AIILS de los más de 3000
existentes) que vincula a un estado con el estado del que es nacional el inversionista,
consecuentemente, este aceptara el acuerdo de inversión que se suscribió. En esa tesitura, los
53
Ramirez-Matus, L & Jasso Rodriguez, A
Acuerdos de Inversión son acuerdos bilaterales donde las partes recíprocamente asumen una
serie de protección y promoción de las inversiones realizada por los inversionistas de la parte
contratante, “asimismo, se incluyen principios de protección que incluye el tratamiento justo
y equitativo, la plena protección y seguridad, el principio de no discriminación, la cláusula
de la nación más favorecida, la protección del inversor frente a la expropiación” (Fernández,
2016, p. 50)
De igual manera, dentro del ámbito energético se han resuelto disputas entre los
inversionistas y los países, ya que en un momento dado, estos pueden presentar un conflicto
que necesita resolverse a través de un arbitraje internacional, de ahí que esta sea una nueva
rama del derecho internacional público que se denomina Derecho Internacional de la
Inversión Energética (International Energy Investment Law), del cual se han creado diversos
tratados Internacionales en esta materia, como el tratado de la Carta de Energía, el cual refleja
un enfoque regulatorio en las relaciones de Inversión.
Por ende, los conflictos que se originen en el ámbito energético, pueden someterse al
arbitraje internacional, en razón de que sus resoluciones no forman parte de las facultades
exclusivas del poder judicial, ya que como Marmolejo (2018) señala el estado no actúa en su
carácter de autoridad (ius imperii) sino como un particular en una relación contractual de
hidrocarburos (ius gestionis), además, la naturaleza del acto reclamado es de carácter
mercantil que tiene como objetivo la exploración y extracción del petróleo ó hidrocarburos,
práctica que se considera muy riesgosa y que genera perplejidad para el inversionista
extranjero, dado que las sumas que se invierten son sumamente multimillonarias sin recibir
nada a cambio, asimismo, se pueden aparecer perdidas de riesgos y económicos y financieros
en tales actividades, además se utiliza alta tecnología de frágil ingeniería, se pueden generar
cambios climáticos, geológicos, ecológicos, de ahí que el inversionista tengan la opción de
acudir a los mecanismos alternos de solución de controversias, en especial referencia al
arbitraje dado que este herramienta genera claridad en las inversiones.
En efecto, las obligaciones que se contraen en el sector energético son de carácter privado,
las cuales al incumplirse se someten ante un panel arbitral especializado en esta materia, de
forma que, dentro del arbitraje se resuelven las cláusulas que se incumplieron en el contrato
energético, sin embargo, existe la posibilidad de que el conflicto también se someta
54
El arbitraje internacional de inversión en materia…
Por otro lado, a partir de la reforma energética en 2013 en México, es posible llevar a cabo
conflictos en el sector energético a través del arbitraje internacional, dado que a causa de este
cambio legislativo y constitucional, se modificaron diversos preceptos, principalmente el
artículo 27 constitucional, y en cuanto a la legislación federal, se modificaron algunos
artículos de la ley de Petróleos Mexicanos, la ley de Comisión Federal de Electricidad, y la
ley de Hidrocarburos, los cuales señalan expresamente cuando es susceptible de someter un
conflicto por incumplimiento del contrato a través del arbitraje (ius gestioniis), o bien, cuando
se puede ejercer el ius imperii, es decir, la rescisión administrativa de un contrato por parte
de los órganos que integran el estado.
Artículo 80.- Todos los actos que se desarrollen dentro del procedimiento de
contratación que se regula en el presente Capítulo, hasta el momento del fallo, inclusive,
serán de naturaleza administrativa. Una vez firmado el contrato, éste y todos los actos o
aspectos que deriven del mismo serán de naturaleza privada y se regirán por la
legislación mercantil o común aplicable.
En ese orden de ideas, Petróleos Mexicanos hasta antes de la firma de los contratos por
obras y servicios, podrá rescindir administrativamente los contratos que se hayan signado
con los inversionistas, por ende, hace susceptible que se impugne dicha decisión a través del
juicio de nulidad ante los tribunales correspondientes. Sin embargo, cuando se rige por la
legislación privada se puede resolver por medio de los mecanismos alternos de solución de
controversias como es el caso del arbitraje, ya que como se mencionó en párrafos anteriores
el estado actúa como un particular que contrae obligaciones con un inversionista. En ese tenor
el artículo 81 de la ley de la materia ya prevé que los conflictos de esta naturaleza se resuelvan
a través de las soluciones alternas, si así lo establecieron en los contratos petroleros, no
obstante, se podrán resolver de igual manera si así lo consideran las partes en las instancias
del Poder Judicial de la Federación.
De manera que, la ley de hidrocarburos hace mención expresa del ius imperii del estado,
y su situación de particular frente a un inversionista con el que contrajo obligaciones
contractuales en el ámbito energético. En esa tesitura, la ley mencionada, prevé expresamente
cuando el estado puede representar su investidura de autoridad ante este tipo de relaciones
contractuales, es decir, en qué casos puede llevar a cabo la rescisión administrativa de un
contracto energético (ius imperii). Por ende, el ejecutivo federal, a través de la Comisión
Nacional de Hidrocarburos, rescindirá los contratos administrativos de conformidad con el
artículo 20 en los siguientes casos: a) que en el plazo de 180 días el contratista no inicie o
suspenda las actividades previstas para el plan de exploración o el desarrollo de la extracción,
sin causa justificada ni autorización de la Comisión Nacional de Hidrocarburos; b) que el
contratista no cumpla con los requisitos mínimos sin causa justificada; c) cuando el
contratista ceda parcial o totalmente la operación o bien, los derechos que se encuentran
estipulados en el contrato de exploración y extracción; d) que se presente un accidente grave
causado por dolo o culpa del contratista, como el daño a las instalaciones, fatalidad y perdida
de producción; e) que el contratista por más de una ocasión de manera dolosa, o bien,
injustificada remita en sus informes información falsa, incompleta, o los oculte a las
secretarías del poder ejecutivo como la Secretaría de Energía, la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público, o a la Comisión Nacional de Hidrocarburos; f) que el contratista no ejecute
una resolución de un órgano jurisdiccional; g) finalmente, que el contratista no haga algún
pago al estado o la entrega de hidrocarburos de acuerdo a lo estipulado en el contratos de
extracción y exploración.
Sin embargo, el ius gestionis se hace presente dentro del artículo 21 de la Ley Nacional
de Hidrocarburos, donde las partes tanto el estado como el inversionista pueden someter sus
conflictos al arbitraje, cuyos contratos de exploración y extracción pueden someterse a los
mecanismos alternativos de solución de conflictos de conformidad con el título IV del Código
de Comercio y los tratados internacionales de los cuales el estado mexicano sea parte, pero
ni la comisión nacional de hidrocarburos ni los contratistas podrán aplicar leyes extranjeras.
En ese tenor, dentro de los casos más emblemáticos en el sector energético por parte de
países latinoamericanos que se hayan sometido a un arbitraje internacional se encuentra el
caso de Occidental Petroleum Corporation y Occidental Exploration y Production Company
c. Ecuador (caso CIADI nº.ARB/06/11), donde se le impuso al estado receptor una condena
pecuniaria cerca de 1800 millones de Dólares.
57
Ramirez-Matus, L & Jasso Rodriguez, A
En ese sentido, lo interesante de este caso es que en las resoluciones se utilizan los
principios de las contrataciones entre las partes, como el principio de trato justo equitativo,
además la consideración en el exceso de las expropiaciones, como consecuencia, estos
criterios hacen que los árbitros se basen en estos principios rectores para resolver el caso
aludido.
Con respecto a la resolución emitida por el Comité, para efectos de saber en que se basó
unos de los principios más importantes que se alegan por los inversionistas en el arbitraje
internacional como es el principio de trato justo y equitativo se transcribe lo siguiente de los
argumentos vertidos por el Comité: ““la estabilidad del entorno jurídico y empresarial es
un elemento esencial del trato justo y equitativo.” Adicionalmente, sostuvo que este estándar
“es inseparable de la estabilidad y la previsibilidad”. Según el Tribunal, el marco jurídico
existente al tiempo de la inversión no requiere ser congelado, “pues éste siempre puede
evolucionar y ser adaptado a los cambios de las circunstancias”, pero no puede
“eliminarse…por completo cuando se han asumido compromisos específicos en sentido
contrario.”
Del mismo modo cuando el gobierno argentino alega que se encuentra en un estado de
necesidad, el tribunal internacional de arbitraje mencionó que este argumento se debe basar
conforme las normas consuetudinarias en el derecho internacional lo que resultó que el
tribunal argentino no construyera motivos suficientes de que es un estado de necesidad, o
bien, un estado de emergencia-
Por ende, a partir del estudio de estos casos, se puede concluir que el tribunal arbitral
internacional de carácter ad hoc resuelve tanto los intereses de los inversores y el estado,
valoración que va dirigida hacia los principios generales del derecho dentro un caso, además
su función es más imparcial, debido a su carácter internacional, y resuelve conforme a
derecho, ya que su función se basa en resolver de acuerdo a las circunstancias, los principios,
y las nociones de derecho internacional.
5. Metodología
Método
El presente trabajo tiene un enfoque de carácter cualitativo, dado que busca
encontrar que tanto es el grado de importancia del arbitraje internacional tanto para los países
e inversionistas, asimismo, la experiencia que ha tenido México y los países latinoamericanos
en el ámbito energético, por ende se pretende demostrar que la justicia tradicional como la
vía administrativa que es el medio más común para nulificar recisiones administrativas de
contratos de hidrocarburos, es un medio no tan eficaz como el arbitraje internacional, dado
que este último resuelve conforme a los principios de equidad y justicia, ya que si se resuelve
por la vía tradicional representa una desventaja para los inversionistas, por no ser nacionales
de dichos estados.
Diseño
La presente investigación se basó en un diseño cualitativo no experimental, que fue
producto de una exhaustiva revisión bibliográfica respecto a los temas de arbitraje
internacional para inversionistas y estados cuando se presentan conflictos por
incumplimiento de contratos en el ámbito energético. Por ende, como señala Sampieri: El
enfoque cualitativo se selecciona cuando el propósito es examinar la forma en que los
individuos perciben y experimentan los fenómenos que los rodean, profundizando en sus
puntos de vista, interpretaciones y significados. (p.358) De igual manera Sampieri menciona:
El diseño no experimental podría definirse como la investigación que se realiza sin
manipular deliberadamente variables. Es decir, se trata de estudios en los que no hacemos
variar en forma intencional las variables independientes para ver su efecto sobre otras
59
Ramirez-Matus, L & Jasso Rodriguez, A
Instrumentos
En la presente investigación se consultaron 2 revistas especializadas, 1 nota periodística,
y 13 libros especializados en la materia, que arrojaran opiniones, asimismo, el análisis de
cómo ha sido el desarrollo del arbitraje inversionista energético en el contexto
latinoamericano.
No obstante, se consulto la legislación de federal como la de petróleos mexicanos y la de
hidrocarburos, para llevar a cabo el análisis de los preceptos que establecen el arbitraje como
un mecanismo de solución de controversias.
Procedimiento
En una primera etapa se lleva a cabo la revisión bibliográfica del tema de inversión
energética y su participación ante los tribunales internacionales de arbitraje, asimismo, se
hace una revisión de los conceptos de ius imperii e ius gestionis, de donde parte la teoría de
como un órgano actúa con carácter privado y con carácter público, de ahí que cuando sea de
carácter privado los conflictos que se originen con un inversionista puedan someterse ante el
panel arbitral internacional
60
El arbitraje internacional de inversión en materia…
6. Resultados
Tabla 1
Concentrado de Casos de arbitraje internacional, 2019
Inversionista vs Tribunal de Principio
Estado Arbitraje Argumento sustentado
Internacional
Occidental CIADI Los Principio de
petroleum inversionistas no trato justo y
Corporation cumplieron con la equitativo
vs Ecuador autorización Medida
administrativa equivalente a la
para transmitir sus expropiación
derechos, pero el
estado no llevó a
cabo un trato justo
equitativo, además
expropio sus
bienes
CMS Gas CIADI A pesar de que Principio de
Transmission c. los argumentos no trato justo
Argentina eran suficientes el equitativo
tribunal le
concedió la razón a Estado de
CMS Gas necesidad o Estado
Transmission dado de Emergencia
que las tarifas se
podían adaptar a
las circunstancias
económicas del
país
61
Ramirez-Matus, L & Jasso Rodriguez, A
Por ende, los argumentos en los laudos van enfocados conforme a los principios generales
del derecho que se violentan, dependiendo de las circunstancias del caso concreto que se
presenten ante los tribunales de arbitraje internacional.
7. Conclusiones
En ese sentido, el principio que comúnmente sustentan los inversores ante los tribunales
de arbitraje internacional es el principio relativo al trato justo y equitativo. De ahí que los
tribunales arbitrales resuelvan las diferencias en base a las normas consuetudinarias y los
principios generales del derecho, y los inversores busquen sus soluciones a través de esta vía
alterna voluntariamente.
Sin embargo, a partir de la reforma energética en México, las diferencias que se susciten
después de la firma del contrato de hidrocarburos es posible someterlos ante los tribunales
62
El arbitraje internacional de inversión en materia…
Por ende, el estado deja a un lado su ius imperii para someterse a un nuevo mecanismo de
solución de controversias como el arbitraje, donde el ius gestionis se encuentra presente para
la solución de conflictos ante el arbitraje internacional.
Referencias
63
Ramirez-Matus, L & Jasso Rodriguez, A
64
Tutela penal nicaragüense de la Propiedad Industrial con énfasis en el delito de fraude
sobre patente, modelo de utilidad o diseño industrial
Nicaraguan Criminal protection of the Industrial property, with emphasis on the crime of
patent fraud, utility model or industrial design
RESUMEN
El artículo se centró en analizar un mecanismo de tutela, desde la norma jurídico penal sustantiva, con la
que cuentan los titulares de bienes inmateriales, particularmente, los titulares de patentes de invención, modelos
de utilidad y de diseños industriales, como medida coercitiva de mayor rigurosidad para perseguir y castigar
a los infractores de sus derechos exclusivos con penas que incluye la privación de libertad, para ello se utilizó
en la elaboración de este trabajo investigativo el método teórico-documental a través de instrumentos como la
exploración y análisis documental de una serie de fuentes primarias y secundarias del conocimiento, mediante
lo cual se evidenció por un lado que los delitos contra la Propiedad Industrial presentan características similares
que son perfectamente deducibles del propio precepto normativo y por otro lado, se determinó la protección de
la Propiedad Industrial desde la norma jurídico penal sustantiva, como una herramienta a conocer y aplicar por
los titulares de Derechos de Propiedad Industrial en la resolución de sus controversias en esta materia.
ABSTRACT
The article was focused on analyzing a mechanism of guardianship, from the substantive criminal legal rule,
which has holders of intangible property, particular holders of patents of inventions, utility models and
industrial designs, such as more rigorous coercive measures to prosecute and punish violators of their exclusive
rights with penalties including privation of freedom, to do this research it was used theoretical and documentary
method by mean of explorations and documentary analysis of primary and secondary sources of knowledge,
through it was evidenced in one hand crime against industrial property have similar characteristics and are
perfectly deductible from the very normative provision and on the other hand, the protection of Industrial
Property was determined from the substantive criminal legal rule, as a tool to be known and applied by the
holders of Industrial Property Rights in the resolution of their disputes in this matter.
1
Abogada y Notaria Pública de la República de Nicaragua. Docente de Derecho de Propiedad Intelectual y Propiedad
Industrial en UPOLI Managua. Licenciada en Comunicación Social por la UCA-Managua (2012). Licenciada en Derecho
por la UNAN-León (2015). Master en Derecho Penal y Derecho Procesal Penal por la UNAN-León (2019)
Tutela penal nicaragüense de la Propiedad Industrial
1. Introducción
De tal manera que, para constituir tales bienes inmateriales como Propiedad Industrial
mediante el acto de registro, en principio debemos entender qué es el Derecho de Propiedad
Industrial.
La Propiedad Industrial es el conjunto de derechos que sirven para proteger
a las personas físicas o morales que desean reservar sus creaciones (patentes,
modelos de utilidad, diseños industriales), distinguir sus productos o servicios
de otros de su misma especie o clase (marcas, denominaciones de origen),
proteger la originalidad de sus avisos comercial conservar la privacidad de sus
secretos industriales o comerciales, distinguir la identidad de sus
establecimientos comerciales respecto de otros dedicados al mismo giro,
proteger el procedimiento para la obtención de nuevas variedades vegetales y
de biotecnología, y que les proporcione también derecho a enajenar dichos
bienes inmateriales y a perseguir a los que infrinjan tales derechos ante las
autoridades competentes. (Viñamata, 2007, p. 181 y s)
Por tanto, la Propiedad Industrial que es una de las ramas que conforman la Propiedad
Intelectual no podría considerarse bajo ese título en tanto no sea protegida por la entidad
correspondiente a la luz de un vasto marco jurídico sobre la materia, en ese sentido Sherwood
(1995) manifiesta: “Cuando los productos de la mente reciben protección pública, se puede
usar apropiadamente el concepto de propiedad intelectual. Constituye en algún sentido
equívoco hablar de omitir proteger la propiedad intelectual. Si no hay protección, no hay
propiedad intelectual” (p.24).
66
Flores Páiz, J
2
Hasta la fecha se han efectuado algunas reformas y adiciones parciales a las leyes y reglamentos en
mención.
67
Tutela penal nicaragüense de la Propiedad Industrial
Por su parte la doctrina española refiere que “el fin industrial o el destino a la explotación
o introducción en el comercio, ámbito o tráfico mercantil de los elementos u objetos
amparados por derechos de propiedad industrial resulta, pues, condición de la intervención
penal tanto como los es de la tutela mercantil y administrativa” (Tirado, 2016, p.12).
2.2) Previa inscripción registral del título: La protección penal se otorga únicamente a
los títulos de Propiedad Industrial debidamente inscritos en el registro de la Propiedad
Intelectual RPI dependencia del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio MIFIC-
Nicaragua conforme a lo establecido en la ley de la materia. A como Mapelli (2001) refiere
respecto a lo dispuesto en la legislación penal española sobre esta materia: “no existirían
delitos contra la propiedad industrial ni su protección penal sin el requisito registral que le
confiere ese carácter” (p. 126).
2.3) Conocimiento del Registro por parte del infractor (sujeto activo): Este requisito
exige que el autor del delito actúe con conocimiento del registro del título de Propiedad
Industrial lo cual podríamos suponerlo de dos maneras: primero, por la publicidad que se
deriva del propio acto del registro, y segundo, por lo descrito en las conductas típicas que
indican el conocimiento, y el dolo o voluntad, por parte del sujeto activo al realizar los actos
prohibidos en la norma penal […]. (Flores, 2019, p.24)
2.4) Falta de autorización del titular del Derecho registrado: Los tipos penales
relativos a la Propiedad Industrial refieren uniformemente y de manera literal que quien
realice los actos o conductas típicas sin autorización escrita del titular del derecho comete el
ilícito penal, de tal manera que si existiese autorización por parte del propietario entonces la
conducta sería atípica. (Flores, 2019, pp.24-26)
3. Análisis de los elementos del delito art. 252 cp fraude sobre patente, modelo de
utilidad o diseño industrial
básica: Acción, Tipicidad, Antijuricidad y Culpabilidad, “El delito será, pues, la acción
típica, antijurídica y culpable” (p. 163). Sin embargo algunos autores añaden un quinto
elemento: la punibilidad.
3.1.1 El bien jurídico protegido en el tipo penal base de esta investigación es el Derecho
de uso o explotación exclusiva de la Patente de invención, modelo de utilidad o diseño
industrial por parte del titular registral por un tiempo determinado, lo cual se corresponde
con la doctrina mayoritaria española, así como con lo establecido en el precepto legal del
CP/2008 que literalmente cita que cometerá este delito: “quien sin autorización escrita del
titular del Derecho realice cualquiera de los siguientes actos […]”. Es deducible que el
legislador pretende proteger el derecho exclusivo del propietario de este bien inmaterial, y
por ende prohibir a terceros el uso de su patente de invención, modelo de utilidad o diseño
industrial.
este acto o conducta el sujeto activo lesiona el bien jurídico protegido con el solo hecho de
dar la apariencia de determinado(s) producto(s) como un producto que ha sido debidamente
patentado, protegido por modelo de utilidad o diseño industrial.
Por la acción o conducta realizada, al igual que el inciso anterior, se trata de un delito de
mera conducta activa que no exige un resultado distinto de la propia conducta, y que lesiona
el bien jurídico protegido con la realización del acto de invocar ante tercera persona sin ser
titular de una patente, modelo de utilidad o diseño industrial o sin gozar ya de estos
privilegios, como si disfrutara de tal titularidad y privilegios.
Cabe precisar que la conducta o acción típica para ser penalmente relevante requiere la
producción de un resultado surgiendo así la problemática acerca de la relación causal entre
acción y resultado, y relación de imputación objetiva entre el resultado y la acción, y siendo
que se enmarco a este tipo penal como un delito de mera actividad es necesario comprender
respecto de la determinación de la relación de causalidad, a como lo ha manifestado
Gimbernat (1991) quien señala:
Respecto a las fases externas de la realización del hecho típico cabe detallar que en el
delito que se analiza no se tipifica la fase preparatoria (actos preparatorios punibles: La
conspiración, la proposición y la provocación para delinquir establecidos en el art. 31 y 32
CP) ya que se ciñe al sistema de numerus clausus en el que se ha establecido, por regla
general, que estos actos preparatorios sólo serán sancionados en los casos especiales
expresamente previsto en la ley. Por tanto, interesa conocer la fase ejecutiva compuesta por
actos ejecutivos en la que el sujeto da inicio a la ejecución o realización del correspondiente
delito, de forma que practica alguno o todos los actos de la conducta típica respectiva.
Del análisis de las conductas típicas que conforman el delito de Fraude sobre patente,
modelo de utilidad o diseño industrial, y siendo que es un delito de mera conducta activa, se
trata de un tipo penal en el que la consumación existe desde el momento en que se realiza la
actividad o conducta típica. Al respecto Orts y González (2004) refieren: “En los delitos de
mera actividad y de omisión propia, la consumación existe desde el momento que se realiza
toda la conducta o se deja de hacer la conducta prescrita, sin necesidad evidentemente de
exigir un resultado, pues éste no lo requiere el tipo” (p. 93).
Sin embargo, se plantea si en el delito que nos ocupa aplican las fases anteriores a la
consumación conocidas como formas imperfectas de ejecución, ya que una vez comenzada
la ejecución del hecho delictivo, éste puede quedar en fase de tentativa (tentativa inacabada)
o frustración (tentativa acabada) si no se realizan todos los actos ejecutivos necesarios. Tales
formas imperfectas de ejecución se encuentran reguladas en el art. 28 CP: “… b) Hay
frustración cuando la persona, con la voluntad de realizar un delito, practica todos los actos
de ejecución que objetivamente deberían producir el resultado, y sin embargo éste no se
produce por causas independientes o ajenas a la voluntad del sujeto, c) Hay tentativa cuando
el sujeto, con la voluntad de realizar un delito, da principio a su ejecución directamente por
hechos exteriores, pero sólo ejecuta parte de los actos que objetivamente pueden producir
la consumación, por cualquier causa que no sea el propio y voluntario desistimiento”.
Sobre este punto Canizales (2016) afirma: “no se concibe la tentativa o frustración en los
delitos imprudentes o en aquellos delitos que con un solo acto se consuman” (p. 112). Sin
embargo, agrega la posibilidad de considerar un delito a nivel de tentativa cuando el delito
pueda ser ejecutado por conductas fraccionadas, lo que implica que el delito no signifique
una única actividad, y que permita que la ejecución se pueda realizar en varios actos
(Canizales, 2016).
71
Tutela penal nicaragüense de la Propiedad Industrial
Por su parte, Luzón (2017) coincide con el planteamiento antes expuesto al aseverar que
en los delitos de mera conducta no cabe la frustración (tentativa acabada), puesto que en
cuanto se lleva a cabo toda la actividad ya se ha consumado el delito, sin embargo difiere
respecto a la tentativa (inacabada), ya que según el jurista español en los delitos de mera
actividad si cabe, y no sólo en los compuestos de varios actos, sino también en los de un solo
acto. Luzón (2017) refiere: “...la tentativa comienza ya cuando el autor se dispone
inmediatamente a realizar el primer acto típico” (p. 227).
Tomándose en consideración los planteamientos antes mencionados se puede concluir que
en el delito que se analiza no caben las formas imperfectas de ejecución de tentativa y
frustración, ya que el delito se consuma con la realización de un solo acto o conducta típica.
3.1.3. Los sujetos del delito: El sujeto activo (autor material o intelectual) en este delito
puede ser cualquier persona natural o jurídica, puesto que es un delito común que no requiere
cualificación en el autor. Por otro lado, el sujeto pasivo es el titular del bien jurídico
protegido, es decir, el titular registral o propietario de la patente de invención, modelo de
utilidad o diseño industrial que puede ser una persona natural o jurídica.
En cualquiera de las conductas típicas que componen este delito pueden intervenir uno o
varios sujetos (pluralidad de sujetos), por lo que es necesario determinar la contribución de
cada uno de ellos en la acción o conducta típica, de tal manera, que para tal fin primero se
debe diferenciar entre autores y partícipes tomando como punto de partida lo establecido en
nuestro CP, en los artículos mencionados en el párrafo que antecede, y el planteamiento de
la Teoría del dominio del hecho, que es la Teoría que acoge nuestro sistema penal
nicaragüense.
De acuerdo con esta teoría, autor de un delito es aquel sujeto que tenga el
dominio del hecho, aquel que pueda decidir los aspectos esenciales de la
ejecución del hecho. Se abandona el criterio objetivo formal para adoptar un
criterio material que explique más satisfactoriamente los distintos supuestos
de autoría y participación. De acuerdo con esta teoría, el control del hecho se
3
Art. 41 CP: Son penalmente responsables de los delitos y faltas los autores y los partícipes. Autores pueden
ser directos, intelectuales, coautores o mediatos. Y son partícipes los inductores, cooperadores necesarios,
cómplices […]
72
Flores Páiz, J
3.1.4 El objeto material o inmaterial: es la cosa mueble o inmueble sobre la que recae la
conducta o acción típica, sería la invención patentada que puede consistir en un nuevo
producto o en un nuevo mecanismo o procedimiento, asimismo el modelo de utilidad o diseño
industrial este último comprende los dibujos y modelos industriales.
73
Tutela penal nicaragüense de la Propiedad Industrial
3.1.5 El delito de Fraude sobre patente, modelo de utilidad o diseño industrial con
elementos normativos del tipo: tomando como base diferenciadora los conceptos de Ley
penal en blanco y tipos con elementos normativos, de los cuales en el primer caso algunos
autores coinciden que son normas penales estructuralmente incompletas que contienen las
consecuencias jurídicas, no así todo o parte del presupuesto o supuesto de hecho, el cual debe
completarse mediante otra norma extrapenal a la que se remiten (Luzón, 2017) (Orts y
González, 2004), y en el segundo caso, autores como Luzón (2007) refiere: “que en los
elementos normativos del tipo hay una remisión parcial interpretativa a una norma
extrapenal, o sea para interpretar mediante ésta el alcance de un elemento típico que ya ha
establecido la propia ley penal” (p.20), de ello se puede concluir que al igual que en la
legislación penal española, y a como Díaz y García Conlledo (2009) en su estudio de los
delitos contra la propiedad intelectual e industrial precisa:
“es preferible decir que los tipos que nos ocupan están plagados de
elementos con una gran carga normativa y coincidentes con los que recoge
la legislación sobre propiedad intelectual e industrial (empezando por el
propio concepto de obra literaria, artística o científica, patente o modelo de
utilidad, modelo o dibujo industrial o artístico, topografía de un producto
semiconductor […]” ( p. 98).
3.2.1 Delito puramente doloso: El delito objeto de este estudio presenta únicamente el
elemento subjetivo denominado en la doctrina jurídico penal como Dolo, ya que el legislador
no estableció en el precepto que se analiza la modalidad imprudente, por tanto, en este punto
se rige bajo el sistema que acoge el código penal nicaragüense de numerus clausus, lo cual
se encuentra establecido en el art. 22 CP: “Delitos y faltas dolosas e imprudentes: cuando la
ley tipifica una conducta lo hace a título de dolo, salvo que expresamente establezca la
responsabilidad por imprudencia”.
Por otro lado, si se toma en cuenta la doctrina mayoritaria respecto a la legislación penal
española coincidente en que los delitos contra la Propiedad Industrial en general son
exclusivamente dolosos y no permiten la incriminación a título de imprudencia, ello por la
finalidad comercial o industrial de estos delitos, y en especial porque el CP español al igual
74
Flores Páiz, J
3.2.2 Modalidad en dolo directo: Existe dolo directo cuando de forma consciente y
querida, la intención del sujeto se dirige directamente al resultado propuesto, bien como un
fin o bien asumiendo el resultado como una consecuencia necesaria del acto. (Orts y
González, 2004, p. 120), y existiría el dolo eventual cuando el autor se representa como
probables las consecuencias de su comportamiento y, no obstante, decide actuar
asumiendolas. (Orts y González, 2004, p. 120), por tanto, en base a tales referencias, el delito
objeto de este estudio requiere dolo directo ya que en las conductas típicas descritas se
evidencia la intencionalidad, además del conocimiento técnico o sobre la materia de parte del
sujeto activo, puesto que, haciendo énfasis en el primer inciso, no se puede hacer parecer
como producto patentado (aquél que no lo esté) sin que el sujeto conozca todo lo relativo a
la patente de invención, título que es otorgado por el Estado mediante un procedimiento
complejo, exigente y detallado de registro en la instancia correspondiente y respecto a lo
dispuesto en la ley especial de la materia; lo mismo ocurre con los productos protegidos por
modelo de utilidad o el diseño industrial.
Por otra parte, el segundo inciso supone dos modalidades: 1) el sujeto activo sin serlo
aparente ser propietario legítimo de cualquiera de esos títulos, 2) el sujeto activo aparente
seguir siendo titular de tales Derechos cuando ya no gozaré de ellos, en consecuencia, las dos
modalidades indican que el sujeto activo tiene pleno conocimiento de la importancia de la
registrabilidad, y de los Derechos y privilegios que este acto le otorga al titular. (Flores,
2019, p. 26)
3.2.3 Error de tipo y error de prohibición: (Exclusión del dolo): Sí cabe la posibilidad del
error en el delito objeto de este estudio, ya sea error de tipo o error de prohibición; el primero,
implica el desconocimiento, por parte del sujeto activo, de los elementos objetivos del tipo
penal y la ausencia de voluntad de lesionar el bien jurídico protegido y el segundo,
denominado error de prohibición, en el cual sí existe el dolo en la conducta con relación al
tipo penal, pero actúa erróneamente en relación a la antijuricidad de la conducta, ya que el
sujeto activo cree que su actuar es lícito y permitido por la ley o ni siquiera se plantea la
licitud o ilicitud de su conducta. (Canizalez, 2016, pp.98 y 106)
Sin embargo considero que es más probable que se diera el primero, y menos probable el
segundo, debido al conocimiento del registro por parte del sujeto activo, así como la cualidad
notoria de ser personas que se dedican a la industria o comercio.
75
Tutela penal nicaragüense de la Propiedad Industrial
Será atípica la conducta cuando no reúne todas y cada una de las características, requisitos
o elementos exigidos en la norma penal y que hemos venido estudiando en este apartado
respecto a la estructura y contenido del delito de Fraude sobre patente, modelo de utilidad o
diseño industrial, por tanto, la conducta realizada debe encajar o subsumirse a todo lo descrito
en la norma. Por ejemplo, será atípica una conducta de Fraude sobre una patente de invención
si el titular o los cotitulares de ese título de Propiedad Industrial autorice o conceda, de
manera escrita, a tercera persona una licencia de uso.
Entiéndase entonces que las conductas típicas antes analizadas del delito Fraude sobre
patente, modelo de utilidad o diseño industrial además de típicas, son antijurídicas, puesto
que lesionan un bien jurídico protegido por la norma jurídico penal que es el Derecho de uso
o explotación exclusiva de la Patente de invención, modelo de utilidad o diseño industrial
por parte del titular registral, y por ende son contrarias al Derecho, sin embargo, pueden
ocurrir causas de justificación que excluyen tal antijuricidad. El Jurisconsulto Luzón (2017)
explica:
Para determinar la culpabilidad de una persona por la comisión de una conducta típica, y
antijurídica tenemos que establecer lo siguiente: “… primero su imputabilidad; después
atribuirle el hecho bien como doloso o en su defecto como imprudente4; y por último,
comprobar que le era exigible actuar conforme a Derecho” (Orts y González, 2004, p. 125).
Si falta alguna de estas tres etapas entonces no existirá culpabilidad, y por ende no podrá
imponerse pena alguna.
Por tanto, es necesario analizar si en la comisión de las conductas típicas del delito que
nos ocupa existen causas de inimputabilidad que excluya la imputabilidad y en consecuencia
la culpabilidad del autor, entre ellas podemos mencionar: Las anomalías o alteraciones
psíquicas; estado de intoxicación plena; alteraciones en la percepción y minoría de edad
establecidas en el art. 33 y 34 numeral 1, 2 y 3 del CP.
En la siguiente etapa de análisis resulta necesario determinar una exclusión del dolo por
error de tipo o error de prohibición, y el caso fortuito. El error ya fue abordado en el apartado
III numeral 3.2.3 de la investigación. Cabe reiterar, que a mi consideración es improbable un
caso fortuito y un error de prohibición en el delito de Fraude sobre patente, modelo de utilidad
y diseños industriales.
4
Véase Apartado III numeral 3.2 de este documento.
77
Tutela penal nicaragüense de la Propiedad Industrial
En definitiva, del análisis total de las conductas típicas del delito objeto de este estudio y
los supuestos de causas de inculpabilidad, difícilmente podemos aplicar tales supuestos a este
delito precisamente por su naturaleza puramente dolosa, excepto en el caso de darse un error
de tipo, o tratarse de una minoría de edad en el autor, por ejemplo.
En tal sentido, el delito que se analiza, como el resto de delitos contra la Propiedad
Industrial, presenta una penalidad mixta alternativa combinada con una cumulativa: “será
sancionado con noventa a trescientos días multas o prisión de uno a dos años e inhabilitación
especial por el mismo período para ejercer cargo, profesión, oficio, industria o comercio
relacionado con la conducta delictiva…”.
Cabe mencionar entre las reglas especiales de aplicación de la pena la posibilidad del
Concurso de delitos. En el delito “Fraude sobre patente, modelo de utilidad o diseño
industrial” podría concurrir en concurso medial con el delito de estafa cuando el sujeto activo
al realizar una de las conductas típicas descritas en el tipo penal que nos ocupa viola otro
precepto legal, y esa infracción es un medio necesario para cometer otra infracción, por ende,
lesiona más de un bien jurídico tutelado que en el caso de la estafa sería el patrimonio.
A modo de ejemplo, “X” ofrece a “Y” una cantidad de productos para la salud simulando
que su invención le pertenece y ha sido formalmente patentado, con el objetivo de engañar y
venderle a “Y” tales productos. En este supuesto, se cometen dos delitos, el fraude sobre
patente puesto que “X” ofrece un producto aparentando que ha sido patentado, y el delito de
estafa, al engañar y venderle a “Y” haciéndole creer que son productos con determinadas
características y requerimientos legales para su distribución.
78
Flores Páiz, J
4. Conclusiones
Referencias
Nicaragua, Asamblea Nacional (2000). Ley No. 354, Ley de Patentes de Invención, Modelo
de utilidad y Diseños Industriales.
Nicaragua, Asamblea Nacional (2008). Ley No. 641, Código Penal.
Bendaña Guerrero, G. (1999). Curso de Derecho de Propiedad Industrial. Managua,
Nicaragua: Hispamer.
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Mapelli Caffarena, B. (2001). Consideraciones en torno a los delitos contra la Propiedad
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información y del conocimiento, ISSN 1578-8202, (Nº. 1), pp. 111-132.
Mestre Delgado, E. (2016). “Tema 13. Delitos contra el patrimonio y contra el orden
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derecho penal ( p. 464-486 ). Madrid, España: Dykinson.
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Argentina: Heliasta.
Viñamata Paschkes, C. (2007). La Propiedad Intelectual (4 ed.). México, D.F: Trilla
80
Directrices Editoriales
Guidelines of the journal
Nuestra Revista Ciencia Jurídica y Política (CJP) es un espacio abierto en el cual diferentes
autores de la sociedad pueden publicar sus trabajos con una perspectiva crítica y de calidad
enfocados en nuestros lineamientos que se ciñen a las ciencias jurídicas y políticas. Buscamos
a treves de nuestras publicaciones la defunción del conocimiento crítico como una
contribución a la comunidad académica-científica nacional e internacional.
Visión:
Ser una revista de calidad, pertinente, generadora del saber científico jurídico y político,
indexada a nivel internacional en las principales bases de datos, logrando difundir a nivel
nacional e internacional a traves de sus artículos, el conocimiento actual, basados en sus
líneas y políticas de investigación.
Características y objetivos
La Revista CJP es una publicación científica, destinada al estudio de todas las disciplinas
relacionadas con las esferas de las ciencias jurídicas y políticas, partiendo de una perspectiva
teórica y práctica. Contiene trabajos inéditos, elaborados por especialistas nacionales y
extranjeros, cabe destacar que estas investigaciones antes de ser publicadas son sometidas a
un proceso de revisión por parte de pares arbitrales que cuenta con un alto grado de
rigurosidad científica, fundamentada en las suscritas directrices editoriales.
Líneas de investigación
Las líneas de investigación del ECJP-UPOLI, son las guías orientadoras del quehacer de esta
unidad académica. A continuación se insertan las líneas temáticas del ECJP que deberán ser
tomadas en cuenta por las autoras y autores interesados en enviar sus aportes a la revista CJP.
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Ciencias Jurídicas Ciencias Políticas
Derechos Humanos Participación Política y Ciudadana
Métodos Alternos de Resolución Alterna de Políticas y Gestión Publica
Conflictos
Derecho Público y Social Democracia
Derecho Privado Medio Ambiente
a) Editorial: Se trata de una reflexión breve basada en una temática relacionada a las
líneas temáticas de la revista con una extensión mínima de 600 palabras y máxima de
800.
Se aceptarán trabajos originales e inéditos escritos sobre todas las disciplinas objeto de la
revista. El idioma oficial de CJP es el español. Se considerarán inéditos aquellos trabajos que
ya hayan sido publicados en otros idiomas y se traduzcan por primera vez al español. Los
autores deberán informar si de manera previa o simultánea han sometido sus colaboraciones
a otra revista, así como informar si tal colaboración fue aceptada primero en otra publicación.
83
Concejos y miembros de la revista
Concejo científico editorial: Este consejo está compuesto por miembros honoríficos en el
ámbito de las ciencias jurídicas y políticas, entre ellos se encuentran docentes e
investigadores de índole nacional e internacional que poseen una larga y reconocida
trayectoria en el área académica y científica. Este es el máximo órgano a nivel jerárquico de
la revista, su principal función es asesorar permanentemente todo lo relacionado al
funcionamiento de la misma.
Editor: Es el encargado de coordinar y aplicar todas las gestiones operativas que constituyen
el proceso de publicación de la revista en conjunto con los actores técnicos, estas funciones
están encaminadas en:
84
Comité de redacción: Son las personas encargadas de colaborar en cualquier tarea
encaminada a la adecuación del número en cuestiones de forma, citación y ortografía, apoyan
directamente al editor en la gestión de ratificar el número antes de su publicación.
Da inicio cuando el autor o autora envían el artículo y su hoja de vida a la revista CJP a traves
de la plataforma Open Journal Sistems (OJS) o al contacto del director o editor, de lo cual el
autor recibirá un acuse del recibido por parte de la plataforma o los funcionarios ya
mencionados. Posteriormente que ya se encuentre notificado el recibido sobre la postulación
del artículo, se dará inicio a las fases de revisión que consisten en:
Revisión editorial previa: Esta revisión podrá ser realizada por el editor o los coeditores
bajo el visto bueno del director de la revista. Los criterios a evaluar estarán enfocados en:
En el caso de que el artículo postulado no cumpla con ninguno de los criterios de evaluación
referidos, el editor notificara al autor sobre la no aceptación del mismo, en caso contrario el
artículo pasara automáticamente a la siguiente etapa. Todo este proceso deberá ser realizado
por los autores del comité editorial en el plazo de 72 horas, mismo que podrá ser extendido
por disposición del director en casos excepcionales.
Revisión por pares: En esta fase se procede a la evaluación del artículo bajo la siguiente
metodología: Primero el editor remitirá el artículo bajo el anonimato, esto significa que dos
árbitros o más evaluaran el trabajo bajo la técnica del doble ciego. Esta evaluación no deberá
de exceder el plazo de 15 días y deberá de estar fundamentada de acuerdo al instrumento de
85
evaluación que el editor proporcione y por consiguiente en las directrices editoriales. En el
caso de que la evaluación sea positiva, negativa o incluya modificaciones para la aceptación,
los árbitros remitirán los resultados al editor quien tendrá la tarea de comunicar los hallazgos
detectados a los autores.
Revisión editorial posterior: En esta etapa el editor revisara si el autor cumplió con las
observaciones sugeridas por los pares arbitrales, dado el cumplimiento de lo anterior se
procederá a notificar la aceptación del artículo y se adjuntara la constancia del mismo, de
igual forma se le notificara al autor la tentativa fecha y el numero en que se publicara su obra.
Traducción: El comité editorial remite los títulos, resúmenes y palabras claves al Centro de
idiomas de la UPOLI, con la finalidad de corroborar o modificar la información enviada por
los autores en cuanto a la traducción al inglés de los acápites mencionados.
Diagramación: Se trata del proceso estético del número que será publicado en cuanto a su
entrega física y su publicación en la plataforma Open Journal Sistems (OJS).
Revisión final (Editorial): En esta etapa se ratifica por parte del Director y el editor la
revisión final del número y dictaminan que está apto para ser publicado.
Derechos: El envío del original supone que el autor cede a CJP los derechos de reproducción
una vez admitida su publicación.
Política de acceso abierto: Esta revista proporciona un acceso abierto a su contenido, basado
en el principio de que ofrecer al público un acceso libre a las investigaciones ayuda a un
mayor intercambio global del conocimiento.
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Lista preliminar para la preparación de envíos
Como parte del proceso de envíos, los autores/as están obligados a comprobar que su envío
cumpla todos los elementos que se muestran a continuación. Se devolverán a los autores/as
aquellos envíos que no cumplan estas directrices.
Revista Ciencia Jurídica y Política, es una publicación semestral editada por la Universidad
Politécnica de Nicaragua (UPOLI), a través de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas
dentro del Programa de Investigación Jurídica-Política. Sur Villa Rubén Darío, Aptdo. 3595,
Managua, Nicaragua. Tel (505) 22499231. www.upoli.edu.ni y derecho@upoli.edu.ni.
Director: Oscar Castillo Guido. Editor: Roberto Guerrero
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Revista Ciencia Jurídica y Política, Año 4, No. 7, Enero- Junio 2018, es una publicación semestral editada por la
Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI), a través de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas dentro del
Programa de Investigación Jurídica-Política.
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