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07 TEXTO Kant Schleierm
07 TEXTO Kant Schleierm
Textos de Kant1
1. Propensión
Por propensión (propensio) entiendo el fundamento sujetivo de la posibilidad de una inclinación
(apetito habitual, concupiscentia) en tanto ésta es contingente para la humanidad en general. Se
distingue de una disposición en que ciertamente puede ser innata, pero se está autorizado a no
representarla (cuando es buena) como adquirida o (cuando es mala) como contraída por el hombre
mismo. Pero aquí se trata sólo de la propensión al mal propiamente tal, esto es: al mal moral; lo cual
puesto que es posible sólo como determinación del libre albedrío... (Kant: 38)
2. Mal radical
La tesis “el hombre es malo” no puede querer decir, según lo que precede, otra cosa que: el hombre se
da cuenta de la ley moral y, sin embargo, ha admitido en su máxima la desviación ocasional respecto a
ella (Kant: 41) ... Podremos, pues, llamar a esta propensión una propensión natural al mal, y, puesto
que, sin embargo, ha de ser siempre de suyo culpable, podremos llamarla a ella misma un mal radical
innato (pero no por ello menos contraído por nosotros mismos) en la naturaleza humana (Kant: 42).
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Razón (a partir de meros principios a priori) y por lo tanto ha de hacer abstracción de toda
experiencia. Desde este punto de vista puedo también hacer una segunda prueba, a saber: partir de
alguna revelación tenida por tal y, haciendo abstracción de la Religión racional pura (en tanto que
constituye un sistema consistente por sí), poner la revelación, como sistema histórico, en conceptos
morales sólo fragmentariamente y ver si este sistema no remite al mismo sistema racional puro de la
Religión, que sería consistente por sí mismo –ciertamente no en una mira teorética (en lo cual debe ser
incluida también la mira técnico-práctica del método de enseñanza como tecnología), pero sí en una
mira moral-práctica– y suficiente para una Religión propiamente tal, la cual, en cuanto concepto
racional a priori (que permanece tras la eliminación de todo elemento empírico), sólo tiene lugar en
este respecto. (Prólogo a la segunda edición, p. 26 y 27).
Textos de Schleiermacher2
1. Religión cuerpo maternal
La religión fue el cuerpo maternal, en cuya sagrada oscuridad se alimentó mi vida juvenil y se preparó
para el mundo, que todavía constituía para ella una realidad no descifrada; en la religión ha respirado
mi espíritu antes de que él hubiera hallado sus objetos externos, la experiencia y la ciencia; ella me
ayudó cuando comencé a examinar la fe paterna y a purificar el corazón de los desechos del pasado;
ella permaneció en pie para mí cuando Dios y la inmortalidad se esfumaron ante los ojos vacilantes;
ella me condujo a la vida activa; ella me ha enseñado a mantenerme a mí mismo, como algo sagrado,
con mis virtudes y mis defectos, en mi existencia indivisa, y sólo mediante ella he realizado el
aprendizaje de la amistad y del amor (Schleiermacher: 11-12).
2. La esencia de la religión
En su esencia, [la religión] no es pensamiento ni acción, sino contemplación intuitiva y sentimiento.
Ella quiere contemplar intuitivamente el universo, ella quiere espiarlo píamente en las manifestaciones
y los actos que le son propios; ella quiere abandonarse, en la pasividad del niño... Ella es lo opuesto de
la metafísica y de la moral. Las dos otras no ven en el universo sino al hombre como centro de todas
las conexiones, como condición de toda existencia y causa de todo devenir. Ella quiere ver al Infinito
en el hombre no menos que en cualquier otro ser particular y finito (Primer Discurso).
3. ¿Sagrada escritura?
No tiene religión quien cree en una escritura sagrada, sino el que no necesita ninguna e incluso él
mismo sería capaz de hacer una (Discurso: 79-80).
4. Dios e inmortalidad
Esta es mi forma de pensar acerca de estos temas. Dios no es todo en la religión, sino uno de los
elementos, y el Universo es más; tampoco podéis creer en él arbitrariamente o porque lo queréis
utilizar como consuelo y ayuda, sino porque debéis. La inmortalidad no ha de constituir ningún deseo
si ella no ha sido previamente una tarea que vosotros habéis realizado. En medio de la finitud, hacerse
uno con lo Infinito y ser eterno en un instante: tal es la inmortalidad de la religión (Schleiermacher:
86).
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Todos los textos: Sobre la religión, Madrid: Tecnos, 1990.