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Así se hace la tintura madre de cualquier planta

El método casero más empleado consiste en macerar la planta en alcohol etílico,


generalmente de 86 grados, y realizar después el prensado. Existen procedimientos más
elaborados dentro de la medicina antroposófica y la espagírica (basada en antiguos
métodos alquímicos), que tienen en cuenta los ritmos astronómicos al recoger la planta y
efectuar cada una de las operaciones. En el caso de la espagiria, se incorporan elementos
sólidos que se habían separado durante la elaboración (espagiria significa “separar y unir”).
El alcohol etílico para uso interno se consigue en farmacias, donde se puede pedir que lo
preparen con la graduación adecuada. Cuidado, no se trata del alcohol desnaturalizado
que se utiliza como desinfectante, ya que se le añaden aditivos de sabor desagradable
para que no sea usado como bebida.

Para realizar tinturas de plantas resinosas, como la mirra, el eucalipto o la canela, son
apropiadas graduaciones de 70 a 80. En cambio, las menos resinosas como la albahaca y
el orégano, se realizan con alcohol de 60 a 70 grados. Si disponemos de alcohol de 96
grados, podemos mezclarlo con agua destilada para obtener las graduaciones finales que
nos interesen, según las siguientes proporciones:
• 60 grados: 620 cc de alcohol por 450 cc de agua.
• 70 grados: 680 cc de alcochol por 325 cc de agua.
• 80 grados: 780 cc de alcohol por 200 cc de agua.
Las relaciones entre alcohol y planta suelen ser de un litro por cada 100 g de hojas secas o
250 g de hojas frescas. Hay que tener en cuenta que si se emplean hojas frescas la
graduación de la tintura se reduce en unos 15-20 grados.
El prensado se puede efectuar con una prensa de vino pequeña, pero si no se dispone de
una, se puede recurrir al prensado a mano o a la licuadora, en el caso de que se desee
obtener el zumo de la planta fresca para luego mezclarlo con el alcohol.

Tintura de salvia
En primer lugar es necesario recoger las hojas de salvia (Salvia officinalis),
aproximadamente unos 250 g. Si lo hacemos en el campo, observaremos que la planta no
haya estado expuesta a los humos del tráfico de carretera o a los plaguicidas de los
campos de cultivo. Puede encontrarse en laderas rocosas y en terrenos secos y soleados.
La cosecha se realiza en primavera y principios del verano. Según la tradición, los mejores
momentos son durante la luna nueva o el día antes del solsticio de verano. Deben tomarse
las hojas jóvenes, antes de que la planta florezca.
Las hojas se trocean finamente sobre una superficie de madera, preferiblemente con un
cuchillo cerámico, y se colocan en un recipiente de cristal de boca ancha y tapa de rosca
para cubrirlas holgadamente con alcohol de 70 grados (un litro aproximadamente). Se
cierra el recipiente y se guarda en un lugar oscuro y fresco durante dos semanas. Conviene
agitarlo diariamente.
Una vez cumplido el plazo, se pasa por un filtro de café o una tela fina de algodón o lino.
Los restos retenidos se pueden exprimir fuertemente con las manos. Como recipiente final,
se utiliza una botella de cristal marrón (o varios frasquitos con tapa gotero como los que se
encuentran en las farmacias).
En las botellas hay que pegar una etiqueta donde conste el nombre de la planta y la fecha
de elaboración. Aunque el alcohol es un excelente conservante, no es conveniente
consumir la tintura después de tres años.
Para tomar la tintura de salvia se disuelven de 5 a 10 gotas en dos dedos de agua y se
administra tres veces al día. Con esta disolución se pueden hacer gárgaras para tratar la
afonía. Otras indicaciones, por vía interna, son las inflamaciones orales, los sofocos, los
sudores nocturnos y las molestias digestivas. Las embarazadas y las madres lactantes no
deben tomarla.

Dosis y tratamientos
Aunque la tintura sea de factura doméstica sigue siendo una potente medicina. Por tanto,
se deben consultar las posibles contraindicaciones con medicamentos que se estén
tomando, tomar siempre la dosis adecuada y no mantener el tratamiento más de lo
necesario. Consultar con el médico naturista o, al menos, con una buena guía de plantas
resulta imprescindible.
Respecto a la dosis, lo normal es tomar tres veces al día de 3 a 25 gotas en un poco de
agua, media hora antes de las comidas o una hora después. En cuanto a la duración,
cuando las tinturas se emplean ante afecciones crónicas, no hay que prolongar el
tratamiento más de tres meses. Luego, conviene hacer una pausa de un mínimo de tres
semanas, permaneciendo atento a las reacciones del cuerpo.  En las alteraciones agudas,
como la tos de un resfriado, se deben tomar los remedios hasta que hayan desaparecido
los síntomas.

Indicaciones comunes
• Problemas de riñón y de vejiga: hojas de abedul, cola de caballo, hoja de fresno, vara de
oro y ortiga.
• Alteraciones del sueño y nerviosas: avena, valeriana, pasiflora, melisa y lavanda.
• Dificultades digestivas: melisa, lavanda, salvia y alcachofera.
• Alteraciones cardiovasculares: pasiflora y romero.
• Artritis: hoja de fresno, hoja de abedul, ortiga, romero y hoja de grosellera negra.
• Enfermedades del hígado y la vesícula: diente de león, cardo mariano y hojas de
alcachofera.
• Molestias menstruales: manzanillla, menta, milenrama y hoja de grosellera negra.

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