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1- Introduccion

2- Origen y difusión en el mundo


La soja es nativa del norte y centro de China, aproximadamente en el siglo XI AC.
En América fue introducida por Estados Unidos en 1765, sin embargo su gran expansión se
inicio en 1840.En Brasil fue introducida en 1882, pero su difusión se produjo
a principios del siglo XX.
Se siembra entre los meses de Noviembre, Diciembre y Enero. De ella se obtienen aceites y
harinas panificables que son empleadas en productos alimenticios dietéticos. Es
dicotiledónea y posee hojas alternas.
En la Argentina las primeras plantaciones de soja se hicieron en 1862, pero no encontraron
eco en el campo argentino. En 1909 se comenzó a ensayar en distintas escuelas agrícolas
argentinas el cultivo de la soja, pero recién para 1965 se intensificaron los trabajos
de investigación sobre el tema. Si bien los resultados de los ensayos realizados fueron
buenos, el cultivo no logro obtener difusión entre los productores.
En la década del 70 se incremento el cultivo hasta alcanzar en la actualidad un papel
fundamental en la economía argentina ocupando el cuarto lugar en el mundo
como productor de grano, el primer lugar como exportador de aceite de soja y
el segundo en harina de soja. Como consecuencia, la soja es
el producto de exportación de mayor incidencia en el PB agropecuario del país
y el mayor generador de divisas.
3- La importancia de la soja en el complejo oleaginoso
La importancia de la soja deriva fundamentalmente de su estrecha relación con el tema de
los alimentos. A este gran capítulo de la actividad productiva accede a través de su aceite y
de su harina. Hoy representa un alto porcentaje entre las ocho materias primas más
importantes del mundo.
¨Una hectárea de soja puede producir suficiente proteína para alimentar
a una persona por 5.500 días, mientras que la carne producida en la misma
área lo hace por no más de 300 a 600 días¨.
La harina de soja es de aplicación directa al consumo humano como integrante de otros
productos alimenticios o como materia prima para la obtención de proteínas concentradas
o aisladas. El consumo de aceite se relaciona directamente con la dieta humana, en la que
las grasas son un componente esencial por su valor energético-dinámico; el de harinas con
la formulación de alimentos balanceados para la producción de carnes rojas y blancas, que
sigue siendo la aplicación dominante y finalmente, el de la utilización de la harina o de las
proteínas de soja en la alimentación humana con el enriquecimiento de otros alimentos.
Mientras los granos predominantemente oleaginosos dependen casi exclusivamente de
la evolución del precio de los aceites, la soja mantiene una mayor independencia frente a
esas oscilaciones como consecuencia de la importante proporción de harina de alto
contenido proteínico que se obtiene de su industrialización. Pero no puede negarse que, por
la sustituibilidad que caracteriza a las grasas vegetales, la evolución de
cualquier materia prima oleaginosa tiene su influencia en el complejo soja. En lo que hace a
la harina, la alta calidad que se obtiene de esta especie hace algo difícil su sustitución,
aunque la competencia es también severa como consecuencia de la creciente sofisticación
de la industria de alimentos balanceados.
3- Importancia de la soja en argentina
A partir de los últimos años de la década del `70, la producción de soja ha venido creciendo
constantemente en nuestro país. Este importante aumento de producción se ha logrado no
solo con incrementos de superficie sembrada, sino también con rendimientos unitarios que
se escriben entre los más altos del mundo. Esa producción agrícola ha impulsado
el desarrollo de una estructura industrial para la elaboración de aceites y harinas que ha
ganado rápidamente participación en el mercado internacional de estos productos,
localizada en las áreas de producción y equipadas con las más modernas tecnologías a nivel
mundial.
El cultivo de la soja en la economía argentina
Poco conocida a principios de los 70, la soja es hoy la oleaginosa mas difundida del país y,
con sus derivados, el principal producto de exportación argentino.
Argentina figura como el principal exportador de aceite de soja y como segundo proveedor
de los subproductos proteicos del cultivo.
Todo esto se debe al esfuerzo conjunto de entidades publicas y privadas, fortalecidas en su
accionar por el apoyo de la industria aceitera y los sectores comerciales
El gobierno nacional fue participe de este proceso, ya que el 90 % de la producción de la
soja esta destinada a la exportación, fue fundamental la decisión del gobierno de desregular
la actividad portuaria, eliminar retenciones y llevar a cabo el dragado del Rió Paraná, la
principal vía de salida de los productos.
Argentina tiene una larga trayectoria en la producción de oleaginosos, iniciada con los
cultivos de maní y lino. En 1970, en la Argentina, la industrialización de la soja no-tenia
mayor importancia, las fabricas de aceite trabajaban al 50 % de su capacidad productiva y
no aumentaba la producción de soja por falta de porotos de soja.
En 1968 el total de semillas oleaginosas que se elaboraba, correspondía un 76 % a girasol,
14 % a maní, 9 % a algodón y 1 % a soja.
El auge exportador del complejo soja tubo comienzo a mediados de los años 70. La
expansión productiva se vio acompañada por la modernización de la molienda y fue
estimulado por la demanda mundial de soja.
A fines de la década del 70, hubo un aumento en la superficie sembrada y la producción,
comenzó un proceso de expansión agroindustrial. El sector aceitero aumenta 39 veces
el volumen de exportaciones, entre los periodos 70/71- 95/96, mientras que la exportación
de harina de soja aumenta 45 veces en el mismo lapso.
Con respecto al mercado mundial, la participación de la Argentina en el mercado de aceite
de soja paso de 1.75 % en el año 1979, a 31 % en 1989, ocupando de esa manera el primer
lugar en el orden mundial, siguiéndolo en segundo termino EE.UU.
De manera similar, la harina de soja pasa de 2.5 % en 1979, a 22 % en 1989, pasando a
ocupar de esa manera el segundo lugar en el ámbito internacional de este subproducto.
INCORPORACIÓN DE TECNOLOGÍA:
Como parte del impacto de la soja en los sistemas de producción, cabe resaltar su
efecto "catalizador en la incorporación de tecnología". Si bien muchos aspectos del cultivo
se realizaron de acuerdo a conceptos y prácticas tradicionales ( preparación de tierra,
siembra, laboreo postsiembra, cosecha, etc ) otros, particularmente los referidos al uso de
agroquímicos, manejo varietal, calidad de semilla y control de plagas, requirieron un
esfuerzo de aprendizaje por parte de productores y técnicos. Este aprendizaje debe
valorarse como sumamente positivo, ya que significó una capacitación en técnicas de
avanzada, de poca difusión anterior, que fueron transferidas luego a otros cultivos.
4- Cultivo:
El desarrollo de las plantas de soja en un cultivo tiene como objetivo principal el
rendimiento en grano. Desde el inicio de este proceso se plantean para el cultivo
requerimientos ambientales ( agua, luz, nutrientes, temperatura, etc ) y adversidades que
pueden afectarlo ( heladas, granizo, plagas, malezas, enfermedades, etc ).
El manejo del cultivo, tendiente a un buen rendimiento, necesita de
un conocimiento detallado del proceso de desarrollo de sus distintas etapas.
(1)_ Etapa embrionaria:
Esta etapa se extiende desde el comienzo de la germinación hasta que la pequeña planta, ya
emergida, ha desarrollado su primer par de hojas y se independiza de reservas acumuladas
en los cotiledones ( planta autótrofa ).
Necesidad de humedad y temperatura:
La semilla de soja es particularmente exigente en humedad para germinar. La generalidad
de las especies de cultivo extensivo germinan con tensiones de humedad de suelo de hasta
12,5 bares ( cercano a un contenido de humedad del 10% en suelos Franco-limosos a
Franco-arcillosos ); la semilla de soja es incapaz de hacerlo con tensiones mayores de 6,6
bares, lo cual equivale a permitir una imbibición cercana al 50% de humedad en la semilla,
igualmente frente a suelos casi saturados de humedad. La raíz de la soja detiene el
crecimiento con valores superiores a -0,3 bares ( cercano a suelos en capacidad de campo
con un contenido de humedad próximo al 30% ), los microorganismos patógenos se
desarrollan sobre la semilla, mientras que en la raíz crece rápidamente próximo a la
saturación.
Desarrollo y emergencia de la Plántula:
Producida la imbibición, las semillas originalmente casi esféricas se tornan arriñonadas
inclusive las muertas. La radícula es lo primero que emerge desgarrando el tegumento. Al
segundo o tercer día puede extenderse unos, dos a tres centímetros hacia abajo y poco
después emite las primeras ramificaciones. Con estos apoyos de anclaje, el alargamiento del
hipocótilo proyecta a los cotiledones hacia la superficie arrastrados por el gancho
hipocotilar. La oscuridad y la resistencia del suelo determinan la formación del gancho, el
que se endereza recién luego de la emergencia. Este mecanismo presente en las semillas con
vigor, representa las ventajas de una menor resistencia al arrastre de los cotiledones por su
unión, los que protegen a su vez el epicótilo. La luz provoca el enderezamiento del gancho
hipocotilar, promueve la síntesis de clorofila en los tejidos expuestos al sol, incluso los
cotiledones, que se vuelven verdes y quedan horizontales a cada lado del eje comenzando la
expansión de las dos hojas unifoliadas y la primera trifoliar. Si bien los cotiledones forman
clorofila, su contribución fotosintética es baja, siendo muy importante lo que sigue
aportando desde sus reservas a los jóvenes tejidos de la plántula. Los daños de los
cotiledones en esta época ( primera semana después de la emergencia ), retrasan
considerablemente el crecimiento inicial y total de la planta. Luego los cotiledones caen.
El tiempo requerido para el establecimiento de la plántula variará substancialmente en
relación a la temperatura ambiente.
Aspectos críticos de la etapa embrionaria:
 Semilla de alto vigor: podrá desarrollar una plántula aún cuando las condiciones
mencionadas de temperatura y humedad no sean óptimas. También tendrá un
mejor comportamiento ante una excesiva profundidad de siembra o
encostramiento.
 Humedad, temperatura y aireación del suelo: Estos factores están definidos por
la preparación de la cama de siembra, la fecha de siembra y las condiciones
climáticas.
 La profundidad de siembra: influirá también sobre la disponibilidad de
humedad, temperaturas y resistencias que encuentre la plántula para la
emergencia.
 Encostramientos: una compactación superficial dificulta la emergencia de los
cotiledones, tanto más cuando menor sea el vigor de la semilla. Las plantas
presentan en este caso el hipocótilo engrosado.
 Daño en los cotiledones: por plagas o laboreos mecánicos, deben ser evitados ya
que los cotiledones son la principal fuente de energía para la pequeña planta,
incluso durante la primera semana posterior a la emergencia.

(2)_Etapa vegetativa:
Desde que las plantas se autoabastecen con la expansión de la primera hoja trifoliada, y
hasta la floración se desarrolla la etapa vegetativa en la que se construye la fábrica
fotosintética que luego servirá para formar y alimentar las vainas y los granos. La magnitud
del crecimiento vegetativo resulta fundamental para la producción de granos.
Una planta bien desarrollada poseerá:
 Superficie foliar suficiente para lograr la mayor intercepción de luz solar.
 Nudos suficientes como para alojar un elevado número de vainas.
 Un sistema radicular bien desarrollado que le permita absorber nutrientes y
agua para abastecer un alto rendimiento en grano.

Cuando las condiciones ambientales son favorables, rápidamente se expanden las hojas y
cada dos días se forma un nuevo nudo con su correspondiente primordio foliar y yema
axilar. Aproximadamente a los 35 días de la siembra posee cinco hojas trifoliadas
expandidas y alrededor de 19 nudos en el tallo principal. Las ramificaciones de las raíces
comienzan a ocupar los 15 cm. superiores del suelo y allí estarán concentradas la mayor
parte de ellas durante todo el ciclo. El período de crecimiento vegetativo dependerá del
cultivar y del fotoperíodo reinante. Condiciones ambientales favorables de temperatura,
disponibilidad de agua y fertilidad del suelo contribuyen a una mayor tasa de crecimiento.
No obstante, cuando el cultivo alcanza valores de índice de área foliar ( superficie foliar /
superficie del suelo ) entre cinco a ocho, este valor y también el rendimiento en granos se
estabiliza sin sufrir nuevos incrementos. Esto es debido a que las hojas superiores
sombrean a las inferiores en una magnitud tal, que el proceso fotosintético de estas hojas es
insuficiente para compensar la respiración de mantenimiento; por lo cual se desencadenan
los procesos de envejecimientos que conducen al amarillamiento y finalmente caída de la
hoja. Igualmente, frutos no desarrollados, e insuficientemente abastecidos manifiestan
decaimiento y abortan. Un crecimiento excesivo predispone también al vuelco de las
plantas. El vuelco es una barrera para el rendimiento ya que desorganiza completamente la
ubicación de las hojas en el cultivo. La proporción de luz interceptada es menor y además
disminuye la eficiencia fotosintética de cada hoja, consecuentemente la del cultivo. La
compactación de la masa vegetal predispone a las enfermedades. Las pérdidas de chauchas
por la imposibilidad de ser levantadas por las cosechadoras, suelen alcanzar magnitudes
importantes.
(3)_Etapa reproductiva:
Inducción Floral:
Al aparecer las primeras flores el cultivo comienza la etapa reproductiva. Para que esto
pueda ocurrir debe haberse producido previamente el proceso de inducción floral, estímulo
fisiológico que induce a la planta a producir órganos reproductivos. El factor más
importante de inducción es el fotoperíodo, o sea la duración del día o cantidad de horas de
luz en un período de 24 horas. La inducción se produce cuando el fotoperíodo es menor a
un valor dado, variable según el material genético. La inducción floral se produce entonces
cuando los días o el fotoperíodo son menores que el límite superior del cultivar.
Una planta de soja recién establecida cuenta con suficiente superficie foliar para captar el
estímulo fotoperiódico. Si los días son suficientemente cortos para el cultivar, comienza el
período de la inducción floral que requiere un mínimo de alrededor de tres días para que se
complete. Cuando más cortos son los fotoperíodos respecto del límite superior del cultivar,
más rápido es el desarrollo de los órganos reproductivos, es decir la formación de los
pimpollos y las sucesivas transformaciones hasta el fruto maduro.
Con condiciones fotoperiódicas más largas que el límite superior para la inducción floral, la
planta crece vegetativamente formando nuevos nudos con hojas y nuevos brotes, crece en
tamaño. En latitudes altas, superiores a 40º las temperaturas relativamente bajas de la
primavera contribuyen a una baja tasa de desarrollo reproductivo, de modo que aún cuando
se encuentran tempranamente inducidos por los días cortos, la floración se ve demorada.
Senescencia del Cultivo:
Es la última etapa que se extiende desde la madurez fisiológica del grano hasta la madurez
comercial o punto de cosecha.
En ella se produce el amarillamiento y caída de las hojas mientras paralelamente el grano
pierde humedad hasta alcanzar la humedad de cosecha.
Consumo de agua:
El consumo de agua de la soja depende como en la generalidad de los vegetales, del área
foliar y su arquitectura, de la disponibilidad de agua a nivel de las zonas absorventes de las
raíces y de la demanda evaporativa de la atmósfera. Por esta causa los valores del consumo
difieren considerablemente de situación en situación. El agua sale por los estomas de las
hojas luego de evaporarse en su interior. La succión se transmite a través de los conductos
de la planta hasta la raíz. Se ha logrado determinar que el paso más lento del trayecto del
agua, desde el suelo hasta los estomas en las hojas, se encuentra en la corteza de la raíz.
Éste "cuello de botella " en el transporte del agua determina que aún en suelos con alto
contenido de humedad, se observan hojas marchitas en días cálidos y secos, que durante la
noche, cuando disminuye la demanda atmosférica se recupera. No es posible evitar la
transpiración ya que a través de los orificios de los estomas, la planta absorve el anhídrido
carbónico para realizar la fotosíntesis.
Sequía y fotosíntesis:
Uno de los procesos fisiológicos mas tempranamente afectados por un potencial agua
negativo es el crecimiento celular, que requiere turgencia para su expansión. Es por ello, el
lento y pobre crecimiento de los órganos cuando se enfrentan a un periodo de sequía. La
perdida de turgencia foliar se origina por la perdida de turgencia de sus células, incluyendo
las estomáticas y con ello, se produce el cierre de sus poros. Este es un mecanismo de
regulación que posee la planta para evitar la perdida de agua; el cual sin embargo, trae
aparejado paralelamente la disminución de la entrada del anhídrido carbónico para
la fotosíntesis. Recuperada la turgencia y la apertura estomática, la actividad fotosintética
normal se alcanza recién al día siguiente.
Sequia y estado fenologico:
La cantidad de agua consumida y la susceptibilidad a un período de sequía dependen del
estado fenológico o momento del proceso de desarrollo en que se encuentre el cultivo.
El consumo de agua es creciente, tal como lo demuestra un experimento realizado por los
autores con plantas de la variedad halesoy 71, donde el factor determinante del consumo
durante el período vegetativo fue el área foliar.
Período Consumo de agua
( gr. de agua /gr . materia seca)
Estado Vegetativo (50 días desde la emergencia ). 140
Plena Floración ( 98 días desde la emergencia ). 200
Llenado de Granos ( 133 días desde la emergencia ). 265
El efecto de una sequía puede afectar el rendimiento con distintas magnitudes según el
estado fenológico en el que actúa. Algunos investigadores indican por ello como los más
sensibles, a los estados de floración, de formación de frutos y de llenado de las semillas.
Las plantas que se adaptan a una alta disponibilidad de agua durante el período vegetativo,
desarrollan una amplia superficie foliar. Esta situación resulta contraproducente cuando
posteriormente sobreviene un período de sequía, ya que las plantas se verán más
severamente afectadas que si hubieran sufrido restricción en la disponibilidad de agua
desde un principio.
Sequía, precocidad y disponibilidad de nitrógeno:
Los cultivares de ciclo más largo, son menos susceptibles a la diferencia hídrica. Un buen
estado nutritivo de la planta no solo permite un óptimo funcionamiento de sus procesos
fisiológicos, sino también la capacidad para enfrentar en mejores condiciones las
situaciones adversas.

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