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BIOGRAFIAS
BIOGRAFIAS
Alberto Masferrer, ensayista, libre pensador. Como escritor, su obra se caracterizaba principalmente
por temas sociales, requiriendo un mínimo de derechos para cada persona, dignificando al ser
humano a través del uso de palabras principalmente duras, causando conflicto en el comportamiento
socialmente aceptable. Ocasionalmente usó el seudónimo "Lutrin
Ejerció la docencia en Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Chile y Argentina, siendo
bautizado como «maestro y director de multitudes» por Claudia Lars.2
Como escritor, su obra se caracterizó fundamentalmente por tratar temas sociales, 9 exigiendo un
mínimo de derechos para cada persona, dignificando al ser humano a través del uso de palabras
fundamentalmente duras, polemizando sobre las costumbres socialmente aceptadas. 10 Utilizó
ocasionalmente el seudónimo "Lutrin".4
Roque Dalton
Alberto Masferrer
CLAUDIA LARS
Margarita del Carmen Brannon Vega, conocida por su seudónimo Claudia Lars (Armenia, 20 de
diciembre de 1899-San Salvador, 22 de julio de 1974), fue una poetisa salvadoreña. Su obra es considerada de
un depurado lirismo y destaca por su dominio de la métrica
Busto de Claudia Lars En Armenia, Sonsonate. Claudia Lars (1899-1974), fue escritora, periodista, editora,
locutora, traductora y exiliada política.
Sus padres fueron el ingeniero estadounidense de origen irlandés Peter Patrick Brannon y la salvadoreña
Manuela Vega Zelayandía. Durante su infancia fue amiga de Consuelo Suncín, quien se casaría con Antoine de
Saint-Exupéry. Inició su educación en su propio hogar, a cargo de la educadora Mercedes Mendoza, y
posteriormente estudió en el Colegio de La Asunción de la ciudad de Santa Ana. En su adolescencia, y gracias
al general Juan José Cañas, logró que un cuadernillo de poemas de su autoría fuera publicado con el
nombre Tristes mirajes. No se conserva ninguna copia del mismo.2 Asimismo, inició una relación sentimental
con el poeta nicaragüense Salomón de la Selva en 1919, pero sus padres rompieron la relación3 y enviaron a la
joven a Estados Unidos, donde conoció a Le Roy Beers, su primer esposo. En el país enseñó castellano en la
Escuela Berlitz de Brooklyn.
Viajes y publicaciones
Carmen Brannon Vega, mejor conocida como Claudia Lars. Lars impregnó el amor en su obra poética con
delicadeza y perfección lírica. Sus obras han alcanzado a situarse junto a las de Gabriela Mistral y Juana de
Ibarborou, con quienes sostuvo una buena Amistad.
Claudia Lars regresó a El Salvador junto a su esposo en 1927 al haber sido nombrado el señor Beers cónsul de
Estados Unidos, y ese mismo año la escritora dio a luz a su único hijo, Leroy Beers Brannon. Al mismo tiempo,
departió con los intelectuales de la época, entre ellos Salarrué, Alberto Guerra Trigueros, Serafín
Quiteño y Alberto Masferrer. En 1933 comenzó a usar el seudónimo Claudia Lars.5 Publicó el libro Estrellas en
el Pozo en 1934 y también participó en programas líricos radiofónicos para público infantil. De igual manera,
colaboró en la Página de los niños de El Diario de Hoy.
A inicios de la siguiente década, Claudia Lars obtuvo el segundo lugar de los Juegos Florales de la Feria
Novembrina en Guatemala, realizado en 1941, gracias a su obra Sonetos del arcángel. También serían
publicadas algunas de sus creaciones como La casa de vidrio (Santiago de Chile, 1942), Romances de Norte y
Sur (1946), Sonetos y Ciudad bajo mi voz (1947), ganadora del certamen conmemorativo del IV Centenario del
título de Ciudad de San Salvador. En estos años, Lars, como agregada cultural de la embajada de El Salvador,
partió hacia Guatemala en 1948, donde conoció a su segundo esposo, Carlos Samayoa Chinchilla, de quien se
divorciaría en 1967. Antes de contraer nupcias, trabajó empacando duraznos en Estados Unidos, traduciendo
historietas para Walt Disney y colaborando para periódicos antifascistas salvadoreños.
1973 Esta tarde, el rector de la UCA, el jesuita Luis Achaerandio, le entrega un doctorado honoris causa a la
escritora Claudia Lars en su propia casa de habitación, porque yace postrada por un cáncer termina
Valero Lecha claudia lars circa 1950
De regreso a El Salvador, trabajó en el Departamento Editorial del Ministerio de Cultura (actual Dirección de
Publicaciones e Impresos) donde dirigió la revista Cultura. Publicaciones de esta época fueron: Donde llegan
los pasos (1953), Escuela de pájaros (1955), Fábula de una verdad (1959) y las memorias Tierra de infancia.
FRANCISCO GAVIDIA
Francisco Antonio Gavidia Guandique (San Miguel, 29 de diciembre de 1863 - San Salvador, 22
de septiembre de 1955) fue
un escritor, educador, historiador, politólogo, orador, traductor y periodista salvadoreño. Su vasta
obra alcanzó dimensiones enciclopédicas, y se le conoce por ser el orientador de Rubén Darío para
adaptar el verso alejandrino a la métrica castellana además de incursionar en el cuento, poesía,
teatro y ensayos.
Hijo de Francisco Antonio Gavidia y de Eloisa Guandique de Gavidia, nació en el municipio de
Cacahuatique, hoy Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, El Salvador. Debido al extravío de
la partida de nacimiento original, hubo un debate sobre el año de su nacimiento. De acuerdo a Hugo
Lindo, el año de 1865 se eligió debido a que existían indicios que soportaban esta teoría, pero
existen otros datos que acercan el año a 1863.2De hecho, de acuerdo a un Decreto de la Asamblea
Legislativa de El Salvador, se reconoce esta última como la fecha de su nacimiento.
Debido a la muerte de su madre, cuando contaba con 8 años de edad, Francisco Gavidia se trasladó
a la finca de su padre ubicada en el norte del departamento de San Miguel, en el actual municipio
de Ciudad Barrios.3 En 1880 obtuvo el grado de Bachiller en Ciencias y Letras, y luego se trasladó a
San Salvador donde ingresó a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de El Salvador. Sin
embargo, dejó la carrera después de un año, para convertirse en un autodidacta. 4Para 1882, era
miembro del grupo literario La Juventud, y ya entonces mostraba un fuerte interés por los versos
franceses. Fue en ese mismo año, de acuerdo a numerosas fuentes, que conoció a Rubén Darío.
Ambos desarrollaron una fuerte amistad hasta el punto que en 1890, Gavidia fue padrino de bodas
de Darío.
Un sinnúmero de libros en español y francés pasaron por sus manos. A fin de recuperarse de la
enfermedad provocada por el exceso de trabajo y el cansancio mental producto de su intensa
actividad intelectual, fue enviado a París por orden del presidente Rafael Zaldívar.64 Gavidia poseía
un amplio acervo cultural y se menciona que dominaba a la perfección el alemán, francés, inglés,
italiano, portugués, hebreo, latín y el griego, además del maya-quiché, lengua para la que llegó a
desarrollar una gramática con el objeto de popularizar el idioma. Desarrolló también un idioma,
llamado «Salvador», que buscaba se universalizara, pero recibió muy poco apoyo por parte de los
intelectuales de su época, a pesar de todo, Gavidia publicó algunos poemas en «Idioma Salvador»,
entre los que se destacan Los Argonautas y A Marconi.7
El año 1887 contrajo matrimonio con la hija del periodista Carlos Bonilla. Un año después, fundó el
periódico El semanario noticioso, que salía cada jueves, así como la Academia de Ciencias y Bellas
Artes de San Salvador. Tras el derrocamiento del general Francisco Menéndez, Gavidia se exiló del
país, y continuó su actividad periodística en Costa Rica, donde fue director de La Prensa Libre entre
1891 y 1892; y posteriormente en Guatemala trabajó como coredactor de El bien público de la ciudad
de Quetzaltenango.
Cuando retornó a El Salvador, fungió como redactor del Diario Oficial (1894), Director de Educación
Pública Primaria (1896), y Ministro de Instrucción Pública (1898). En 1895 fundó el Partido
Parlamentarista, y también se desempeñó como catedrático de la Escuela Normal de Señoritas, del
Instituto Nacional de Varones, y la Universidad de El Salvador. En 1904 fundó la revista Los Andes,
de la que solo llegaron a verse cuatro números.8De 1906 a 1919, ocupó el cargo de Director titular de
la Biblioteca Nacional. En 1912, se convirtió en miembro del Ateneo de El Salvador.
CLAUDIA LARS
FRANCISCO GAVIDIA
ALFREDO ESPINO
HUGO LINDO
SALASAR ARRUE
Salvador Efraín Salazar Arrué,1 más conocido por su seudónimo Salarrué (Sonzacate,222 de
octubre de 1899 - Los Planes de Renderos, San Salvador, 27 de noviembre de 1975) fue un
artista salvadoreño. Trabajó en el campo de la literatura y las artes plásticas, pero ha sido su obra
narrativa la más conocida de sus creaciones, entre las que destacan Cuentos de barro y Cuentos de
cipotes.
Sus dotes artísticos se revelaron desde muy joven. Estudió pintura en los Estados Unidos, donde
conoció el libro costumbrista El libro del trópico de Arturo Ambrogi, que le animó a retornar a su país
para dedicarse por entero al arte. A partir de los años 1930, y aunque prefería mantenerse alejado
de la política, trabajó cercano a los regímenes militares en turno para promover las políticas
culturales de la época. Desde el año 1946 fungió como agregado cultural de El Salvador en los
Estados Unidos.
Retornó a El Salvador en 1958, y poco después terminó su producción literaria, aunque los libros
publicados en años anteriores continuaron reimprimiéndose. En sus años postreros ganó
reconocimientos por su obra, pese a que subsistía modestamente en su casa ubicada en Los Planes
de Renderos. Falleció de cáncer, sumido en la pobreza.
Salarrué fue creyente de la Teosofía, una doctrina que influenció su producción artística. Ha sido
considerado uno de los precursores de la nueva narrativa latinoamericana,3 y el narrador más
importante en la historia de El Salvador.
En el siglo XIX, el pedagogo de origen vasco, Alejandro de Arrué y Jiménez, quien había trabajado
en varios países hispanoamericanos, desposó en Guatemala a la señorita Lucía Gómez, oriunda
de Sensuntepeque, El Salvador. El matrimonio Arrué Gómez procreó varios hijos, entre ellos Luz y
María Teresa. Ambas tenían vocación literaria; pero fue Luz, después de Miranda (ya cuando la
familia residía en El Salvador) quien logró que el periodista Román Mayorga Rivas la incluyera en la
antología de poesía Guirnalda salvadoreña.5
Por su parte, María Teresa contrajo matrimonio con Joaquín Salazar Angulo, un incipiente músico de
honorable familia. Sin embargo, la relación no prosperó por diversas circunstancias, por lo que la
joven madre debió mantener sola a sus hijos Joaquín y Luis Salvador Efraín, quien nació en una
finca familiar ubicada en el cantón El Mojón que se convertiría en parte de la zona urbana del
municipio de Sonzacate, en Sonsonate.6 En los años siguientes, los Salazar Arrué vivieron con
apuros económicos, aunque recibían el apoyo de familiares cercanos, ya que su respetable
ascendencia les favorecía.5
La infancia de Luis Salvador transcurrió en medio del esplendor de la naturaleza tropical de
Sonsonate. Aunque tímido y alejado de los juegos bruscos, se distinguía por su habilidad para
inventar historias.5Cuando tenía ocho años, los problemas de dinero obligaron a su madre a
mudarse, por lo que el jovencito alternó su domicilio entre San Salvador y Santa Tecla donde vivió en
la residencia de sus primos Núñez Arrué, entre los que se encontraba Toño Salazar, futuro
caricaturista de renombre. Por su parte, su madre trabajaba como costurera y llegó a tener una
academia de corte y confección.
SALASAR ARRUE