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RELATORIA UNIDAD DOS: MONTESSORI-DEWEY

Presentado por:

Cuan Moncayo Cristian Camilo - 1923629

Ramírez Cruz Catalina-1924194

Dirigido a:

Lic. Elizabeth Florez Ibarra

Universidad del Valle

Facultad de Humanidades - Departamento de Geografía

Programa de Licenciatura en Ciencias Sociales

Santiago de Cali

29/10/2020
La presente relatoría se divide en cuatro momentos:

-Momento n°1: Presentación.

-Momento n°2: Exposición.

-Momento n°3: Debate.

-Momento n°4: Conversatorio.

MOMENTO N°1:

En este primer momento empieza la profesora Elizabeth Flórez a hablarnos acerca de los

planteamientos que dio María Montessori sobre la educación de los niños, donde nos cuenta

que esta pedagoga afirma que los infantes inician su educación desde el minuto uno en que

nace, sin embargo, la profesora continúa afirmando que el conocimiento existe desde la

preconcepción, momento en el que varios compañeros cuentan experiencias cercanas que

han tenido con familiares embarazadas y la reacción que han tenido los bebés dentro del

útero a distintos estímulos externos. 

De ahí, continuamos evidenciando que lo que Montessori afirmaba era verdad, ya

que los niños son activos en el aprendizaje desde antes de las edades que consideramos que

ellos deberían entrar a una escuela y esto lo notamos con un ejemplo que nos dio la

compañera Melanie Posada, ella nos cuenta que tiene primos que viven en Holanda, y que

ellos, a su corta edad ya son capaces de hablar varios idiomas a la perfección, por esto es

que podemos concluir en este aspecto que los niños si aprenden desde antes de lo

establecido por las leyes educativas.


Otro de los puntos que entraron a discusión fue el sistema educativo y su papel en la

formación del niño, ya que está no ve al infante como un sujeto activo y participativo que

viene ya con conocimientos previos antes de empezar su etapa escolar, y que tampoco es

educado para la sociedad, sino que ven al niño como un frasco vacío al que hay que llenar

de conocimientos y preparar para la sociedad, pero, a su vez, los centros educativos no lo

preparan activamente en esta sino que funcionan como una burbuja que los aleja de todo lo

que sucede a su alrededor para prepararlos en términos de conocimientos en ciencias o

lenguas y, una vez fuera, no salen preparados para enfrentar las problemáticas que les

imponga la sociedad.

Hablamos de los miedos que surgen en los seres humanos, llegamos a este tema

luego de exponer lo que plantea Montessori acerca de dejar al niño ser, no sobreprotegerlo

para que él mismo experimente y, de igual forma, evitar que haya daños a la mente del

niño; algunos de nuestros compañeros compartieron sus miedos y anécdotas relacionados a

estos, a su vez, empiezan a surgir dudas acerca de los miedos: ¿son aprendidos o vienen con

nosotros? ¿Podemos desarrollar miedo por experiencias ajenas? ¿Podemos desarrollar

miedo a algo después de haber estado acostumbrado a ello? A estas dudas la respuesta que

nos brinda nuestra docente es que muchos de los miedos vienen precisamente de la

infancia, especialmente de los primeros años de vida donde la mente es una esponja y

absorbe todo aprendizaje sea bueno o malo, además, que el ser humano necesita de la

experimentación para poder, en este caso, desarrollar un miedo a algún objeto, lugar,

persona o representación. Necesitamos haber experimentado o vivido algún momento

traumático con alguno de estos para adquirir ese miedo, y que necesitamos enfrentarlos

para poder dejar de sentir eso.


MOMENTO N°2:

El grupo conformado por Miguel Ángel Fonseca, HeidY Florido y Juan Fernando Zamora,

inician la exposición con una pequeña biografía de María Montessori y el contexto en el

que vivió.

El método Montessori es un método desarrollado por ella en donde existe  la

premisa de que todo niño puede aprender con la pedagogía correcta, las limitaciones

cognitivas no existen, donde también, es un aprendizaje basado en la experimentación.

María divide su teoría en distintas etapas

La primera etapa, llamada La mente absorbente se desarrolla en el período

comprendido entre los 0 y 6 años de vida, es la etapa en donde los niños aprenden sin

esforzarse, aprenden viviendo experiencias; está a su vez se divide en dos fases: la mente

inconsciente, que va desde los 0 hasta los 3 años donde los niños conocen el mundo que los

rodea pero no están consciente de decir "estoy aprendiendo"  ya que no tiene la mente

desarrollada como para tener conciencia de esto, en esta fase el niño desarrolla lo más

importante para él que es el lenguaje, este es absorbido por la madre o la figura que paterna

que tenga, además también de su acento. La siguiente fase se denomina la mente

consciente, el niño comienza a ser consciente de lo que está viviendo, empieza a saber lo

que provocan sus movimientos y su mano se convierte en la herramienta con la cual

descubrirá el mundo, en esta etapa es considerada la etapa de exploración de los niños,

donde muchas veces los padres pecan en sobreprotegerlo del mundo exterior, cosa que

Montessori no aconseja ya que puede causar un daño a la hora de aprender, por el contrario,

sugiere que el niño mantenga esa libertad de explorar el mundo que lo rodea bajo una
supervisión, que no le diga que hacer sino que lo deje experimentar para que pueda

aprender.

 Para este momento, el método Montessori sugiere aplicar aprendizaje por medio

del juego, este debe ubicarse en un lugar tranquilo, silencioso y sin distracciones para que

el infante pueda concentrarse en lo que está haciendo, a su vez, los juguetes deben ser

figuras sencillas pero con los que los niños puedan aprender mientras están jugando, éstos

también debe tener distintas texturas con las que los niños puedan diferenciarlas y sentir a

través de sus manos, y colores primarios llamativos para que estimule su visión y relacione

figuras, formas, texturas y colores. Es un método bastante bueno y correcto para aplicarlo

en los niños, sin embargo, requiere de mucha atención por parte de los padres, que se

encuentren  involucrados activamente en la crianza y aprendizaje de sus hijos.

MOMENTO N°3: 

El debate inicia con la siguiente pregunta: “¿El corregir, castigar o reprender al infante

por comportamientos o actitudes que los padres o mayores consideren erróneos, es

arremeter contra su proceso de aprendizaje?”, la cual va dirigida al grupo de debate que

defiende el método Montessori; la compañera Heidy Florido responde que considera que no

necesariamente es ‘arruinar’ el método de aprendizaje debido a que, se supone, el niño está

aprendiendo y las correcciones no siempre son castigos físicos sino también la privación de

sus disfrutes buscando que entienda que si hace algo “malo” corre el riesgo de perder estos.

El compañero Miguel Ángel Fonseca aporta y busca complementar la respuesta de


la compañera Heidy Florido comentando que María Montessori en su método plantea que

precisamente los padres y/o acompañantes son figuras que tienen como fin evaluar y

corregir comportamientos erróneos que se vean en el niño teniendo como fin el

reorientarlo. 

La compañera Manuela Díaz refuta en cuanto a esta respuesta planteando casos

hipotéticos en los que el niño venga de un ambiente familiar un tanto pesado y el cómo una

libertad como la que plantea Montessori en su método puede tener un buen desenlace en

situaciones como esta si los padres y/o acompañantes precisamente generan dichos

ambientes o no tienen toda la capacidad general para propiciar el acompañamiento.

Tomando parte del desarrollo de la primera pregunta nos inclinamos a que si bien es cierto

el hecho de que no necesariamente los castigos propiciados son violentos y que, en cambio,

estos suelen servir como correctivos, es importante reconocer que dichos castigos en una

realidad como la de Latinoamérica pueden ser mal aplicados e incluso provocar daños tanto

físicos como psicológicos en el niño. En cuanto a la libertad y el acompañamiento por parte

de los padres y/o acudientes, Montessori enfatiza mucho en que este debe ser al 100% por

parte de ellos, ya que el estar involucrados genera un mejor desarrollo de su método en el

niño y esto es totalmente cierto, pero enfrentándonos a la realidad, es bastante complejo dar

paso a esto debido a las muchas responsabilidades que presentan -por ejemplo- los padres

en su cotidianidad (entiéndase esto por trabajo, quehaceres y demás); claro está que por

fuerza mayor estas se deben priorizar para así brindarle al niño tan proclamada educación

de calidad que tristemente este sistema tiene oligopolizada. 

Se da paso al segundo tema a abordar en el debate y es “El acceso y cómo se lleva a

cabo el método, ya sea en aulas educativas o en los hogares”, a lo cual el compañero

Cristian Camilo Cuan de antesala comenta que si bien el contexto en el que el método y su
fin en la educación se desarrollan justo en una guerra mundial dando paso a que las cargas

familiares se recostaran en la mujer puesto que el hombre debía ir a la guerra, esto daba pie

a que una de las partes estuviera totalmente involucrada con la educación del niño, pero que

el buscar aplicar este método en la actualidad resulta ser mucho más complicado sobretodo

en las clases medias y bajas debido al ejercicio actual de las maternidades y paternidades en

las cuales la mayoría de las veces recae la responsabilidad completa en solo una de las

partes.

Refuta el compañero Miguel Ángel Fonseca basándose en que dicho método es

implementado como estado en diferentes países Europeos entre guerras y con esto da paso a

que a su criterio -basado en el positivismo- este método puede tener cabida en la actualidad,

ya que ni el método, ni los factores que este abarca son muy complejos a la hora de llevar a

cabo. 

El compañero David Ortiz refuta lo que desarrolló anteriormente el compañero

Miguel Ángel Fonseca, manifestando que en realidad no es tan fácil implementar el método

Montessori basado en un artículo de un periódico español que habla acerca de una

institución que aplica dicho método y llegan a concluir que no cualquiera puede aplicarlo y

que, de hecho, se debe tener la preparación pertinente y los materiales necesarios para que

sea bien ejecutado.

La compañera Heidy Florido y el compañero Juan Fernando Zamora le refutan al

compañero David Ortiz recalcando dos puntos:

1. Que el método puede implementarse bien con escasos recursos y que todo es

cuestión de “abrir la mente” para así darle paso al desarrollo pertinente de este.

Pone como ejemplo los listados de útiles escolares de las escuelas públicas en los

que suelen pedir herramientas didácticas en los grados menores.


2. Que es claro que para todo se necesita preparación y, de ser necesaria una puntual,

se toma con el fin de darle un buen futuro al niño. 

Del mismo modo, la compañera Manuela Díaz y el compañero Cristian Cuan

refutan a los dos compañeros anteriores enfatizando en dos puntos:

1. El hecho de que Montessori migró a otros países europeos buscando implementar su

método, ya que en Italia dejaron de brindar apoyo económico y este empezaba a ser

disfuncional, refutando así el punto de la compañera Heidy. 

2. Trayendo a colación la diferencia entre los contextos europeo y latinoamericano en

cuanto a la implementación del método partiendo de la desigualdad social. 

La compañera Elizabeth Villota plantea una pregunta bastante importante y es:

“¿Realmente, para Montessori, la educación debe darla el estado? No solo en cuanto a

recursos sino a la creación de métodos e influencia en los conocimientos de los niños, si

realmente la educación debería depender del estado en ese aspecto.” 

Antes de responder esta pregunta, el moderador Juan Pablo Ibarra da el espacio para

más intervenciones en las que, entre tanto, el compañero Francisco Madrid busca reafirmar

que el método sí puede aplicarse en cualquier contexto debido a que Montessori en sus

planes de trabajo con su método busca usar materiales didácticos no muy costosos para así

darle paso al ejercicio de este; el compañero David Ortiz interviene refutando la afirmación

anterior del compañero Francisco Madrid basándose en que a la hora de la implementación

del método todo es más complicado dado que no es para solo un día sino que se trata de la

constancia de este como sistema educativo y  que su sostenibilidad a ese nivel es complejo

porque no son unas cuantas personas, como se da en las escuelas privadas sino que es para

la gran mayoría que tiene como única posibilidad de acceso a la educación la escuela

pública.
Frente a esta discusión planteada, concordamos con la intervención hecha por el

compañero David Ortiz; en efecto, es muy importante tener claro que la educación es algo

que debe brindarse con la mejor calidad posible teniendo en cuenta las exigencias del

método que decida impartirse al/los estudiantes y que darle un desarrollo incompleto tanto

en la formación como en los implementos requeridos va reflejar una afectación social en un

futuro; para la muestra un botón, la educación superior pública en Colombia presenta un

déficit enorme en cuanto a implementos debido al mediocre presupuesto destinado a esta,

como resultado tenemos una baja tasa de ingreso a los diferentes campos laborales frente a

las competencias que, en este caso, serían las universidades privadas. 

La compañera Marisol Martínez interviene y da a conocer que en el método

Montessori moderno los niños tienen un acompañamiento entre dos y tres personas en el

aula siendo este un grupo de aproximadamente 20 niños; a partir de lo anterior, la

compañera hace la comparación con el sistema de educación pública colombiana en la cual

en un aula de promedio 40 estudiantes solamente hay un docente para realizar el debido

acompañamiento, a lo cual reafirma que es muy poco posible lograr la implementación del

método Montessori en un aula como la descrita anteriormente y finaliza con que lo ideal

sería entonces reestructurar la escuela. 

El compañero Juan Fernando Zamora refuta acerca de lo que la compañera Catalina

Ramírez había refutado al compañero Miguel Ángel Fonseca, en lo cual la compañera

Catalina Ramírez comenta que de no saber manejar debidamente el método Montessori

podría llegar a tergiversarse y así desencadenar un libertinaje; retomando, el compañero

refuta que el método está muy bien desarrollado por Montessori y que tiene unos límites

fijos sin caer en el control del niño y plantea un ejemplo con la vestimenta del niño y la
libertad que se le da en cuanto a escoger sus prendas, pero sin tener como opción el salir

desnudo o sin camisa a la calle. 

Cuando la compañera Catalina Ramírez tiene la palabra de nuevo, refuta lo que el

compañero Juan Fernando Zamora había contestado antes y hace hincapié en el ejemplo

dado por él llevándolo a la realidad de las escuelas Montessori en las cuales no se dan parte

de las libertades que él plantea como ejemplo. A su vez, entra a refutar lo que la compañera

Heidy Florido había mencionado un par de intervenciones atrás acerca del acceso total a la

educación manifestándole que se recae en el punto del privilegio; a las escuelas basadas en

el método Montessori al día de hoy sólo acceden quienes tienen la capacidad económica

para costearse una y, retomando lo que también plantea el compañero David Ortiz, al salir

la persona formada con este método y ser de las pocas con acceso a esta en una sociedad

tercermundista y desigual tienden a tener ciertos choques con las personas que viven una

academia basada en el método tradicional. A esto añade que ese choque también se puede

dar si en la academia se pasa de un método a otro de manera abrupta, por ejemplo, pasar de

una escuela Montessori a un niño entre los 6-8 años en la cual tiene un acompañamiento

bastante integral (docente, auxiliar y psicología) de manera cotidiana a una escuela con

educación tradicional en la cual sólo existe un acompañamiento y no suele estar disponible

todo el tiempo debido a la sobrepoblación en el aula; este último punto también da paso a

plantear el hecho de que al ser espacios con sobrepoblación estudiantil y sin apoyos, al

docente se le suele dificultar el desarrollar un método en específico y, de hecho, esto da

paso a la realidad que se vive y es ‘si pasan unos cuantos está bien, quiere decir que lo

tradicional está dando resultado’, cuando la realidad es otra, la realidad es que al irse por lo

más manejable al trabajar se están atropellando diferentes procesos educativos entre los

cuales puede estar el del niño que viene trabajando basado en Montessori.
MOMENTO N°4:

Este último momento del eje tiene como fin darle cierre a la unidad a partir de ciertos

cuestionamientos que surgen, como lo es la aplicabilidad del método Montessori. 

Se da inicio con las siguientes preguntas: “¿Cuál es la dificultad de aplicar el

método Montessori en Colombia? ¿Es pertinente o no?”

El compañero Danny Ceballos es el primero en responder y argumenta que el

problema principal se genera debido al sistema educativo que rige en Colombia, el cual está

basado en un modelo estadounidense de los ‘50s donde los niños llegan, se sientan,

escuchan y responden basado en lo que diga el docente, siendo arremetidos con malas

calificaciones o poniendo en tela de duda lo que dicen cuando deciden salirse del tema

impuesto por el docente. Esto da pie a resaltar que no hay un fundamento real en lo que son

las necesidades educativas de los niños, las capacidades reales de los docentes o la

formulación de un proyecto de sistema educativo propio y, por lo tanto, no se puede

implementar el método Montessori. Concordamos con la respuesta del compañero Danny

Ceballos puesto que tiene muchísima razón en lo que desarrolla; si bien es cierto que el

método Montessori es un método intachable, el llevarlo a cabo en un sistema tan obsoleto

como el nuestro sería totalmente impertinente, ya que nuestro sistema educativo no brinda

lo requerido para el desarrollo íntegro del método y, sin los recursos necesarios, lo que se

hace realmente es tergiversar y dañar el método.

El compañero Jimmy Castrillón opina que no se puede desarrollar el método

Montessori gracias a la corrupción en este país y resalta que los recursos, en cuestión

económica, están, pero la asignación adecuada de estos es deficiente debido a la desviación

de estos para otros fines. También tiene en cuenta que no hay un compromiso del estado
para analizar cuáles serían las mejores opciones para la educación en Colombia sino que

sólo se impone un plan de estudio sin analizar en realidad en qué contexto está.

Al igual que el compañero Jimmy Castrillón, el compañero Francisco Madrid apoya

lo planteado anteriormente y argumenta que el llevar a cabo el método Montessori no

solamente implicaría una mayor cantidad de recursos sino una transformación de cómo se

implementa. También plantea que se debería hacer una reestructuración tanto de los

planteles como del personal docente para que este método funcione; de este modo sí se

podría aplicar en un contexto como lo es el colombiano, dando un buen uso a los recursos

y, en la tarea del docente, este debería buscar alternativas para salir de la cotidianidad y no

abarcar todos los aspectos de una teoría porque resultaría muy difícil en su aplicación sino

tomar ciertos aspectos que puedan contribuir al estudiante a mejorar. 

La compañera Valentina García plantea que el mejor método para la infancia es el

de Montessori  siempre y cuando este sea pensado y planeado por el profesor en aras de

sacar al niño del cubo en el que vive gracias -en parte- a la educación rígida brindada por el

estado. 

En un recogido general de opiniones se recalca mucho que las razones por las cuales

no se puede llevar a cabo de manera apropiada el método Montessori son el estado, los

colegios y los docentes, dando a entender que una reestructuración del sistema educativo

tradicional sería bien recibida para así darle paso a métodos más modernos y flexibles.
En conclusión, resaltamos que la implementación de X o Y método pedagógico

debe buscar fundamentar un pensamiento más crítico y formativo en el niño, desarrollando

hábitos donde tenga como fin la mejoría de sí mismo y, así mismo, la mejoría de su

sociedad. Como docentes debemos brindar una formación íntegra al niño enseñándole

-entre tanto- que tiene una responsabilidad frente a sus acciones, las consecuencias de estas

y que de igual manera debe validar a los demás y ser validado. A su vez, es importante

también resaltar que para mantener un equilibrio, el acoger los aspectos de cada método

educativo que se consideren apropiados debido a que consideramos que con la armonía

pertinente entre estos se puede obtener óptimos resultados, ampliando así las posibilidades

de los diversos aprendizajes que  pueden obtener tanto el docente como el estudiante en

estos espacios.
BIBLIOGRAFÍA:

-MONTESSORI, M (2004), La mente absorbente del niño, México, Diana, S.A de CV.

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