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COMENTARIO: EL MONOPOLIO

El monopolio es un tema que afecta muy importantemente a la sociedad, pero que, sin
embargo, como tantos otros temas no es discutido por los ciudadanos. Parece que los únicos
temas que hay que discutir son los que nos imponen los políticos o algunos medios de
comunicación.

El monopolio existe cuando una empresa posee un gran poder de mercado y, por tanto, puede
influir en el precio de un bien.

Esta situación se da siempre en las empresas que prestan el servicio del agua, aunque también
se da de una manera también real y efectiva, aunque no formal, con las empresas de energía
eléctrica y con las empresas de combustible.

Los principales problemas de una situación de monopolio suele ser la ineficiencia en todos los
aspectos de la empresa y por tanto del servicio, ya que para qué aprender a ser más eficientes
si se tiene todo vendido y al precio que se ha solicitado. No le es necesario a la empresa
mejorar la calidad del producto ya que no existe competencia. Si existe una avería, ya se
reparará, no se va a perder ningún cliente. Están todos atados a la empresa mediante contrato
y sin alternativa alguna. Si los clientes protestan, pues que protesten, da igual. En cuanto a los
trabajadores, para qué incentivarlos o formarlos mejor o que participen más en la empresa, si
de todos modos es igual, lo único que importa son los beneficios y quedar bien con los
políticos, porque a falta de regulación, son los que les permiten (probablemente sin ser
conscientes) que puedan seguir así.

Y esto vale tanto para empresas que ejercen el monopolio como son las empresas de aguas,
públicas o privadas, como las que simulan a cárteles como las eléctricas y las proveedoras de
combustible, porque aceptando que podemos cambiarnos de empresas de electricidad o
podemos poner el combustible en la estación de servicio que nos apetezca, la mayoría de las
empresas, las más importantes parece que marcan los precios de manera consensuada y las
empresas de línea blanca da la sensación de que las siguen.

Por tanto, aunque sean varios los actores en cada mercado, no existe una verdadera
competencia entre ellas. Por eso, hay que regular el mercado para que se produzca lo que ha
sucedido con las empresas de telefonía, las cuales, aunque de una manera muy lenta, han
disparado los mecanismos de supervivencia y de competitividad y nos empiezan a hacer la
vida un poco más fácil.

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