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Tubos de descarga conteniendo gases nobles, excitados eléctricamente, mostrando la
luz emitida
Los gases nobles son un grupo de elementos químicos con propiedades muy similares:
por ejemplo, bajo condiciones normales, son gases monoatómicos inodoros, incoloros
y presentan una reactividad química muy baja. Se sitúan en el grupo 18 (VIIIA)1de
la tabla periódica (anteriormente llamado grupo 0). Los siete gases son helio (He),
neón (Ne), argón (Ar), kriptón (Kr), xenón (Xe), el radiactivo radón (Rn)1 y el
sintético oganesón (Og).
Las propiedades de los gases nobles pueden ser explicadas por las teorías modernas
de la estructura atómica: a su capa electrónica de electrones valentes se la
considera completa,2 dándoles poca tendencia a participar en reacciones químicas,
por lo que solo unos pocos compuestos de gases nobles han sido preparados hasta
2008. El xenón reacciona de manera espontánea con el flúor (debido a la alta
electronegatividad de este), y a partir de los compuestos resultantes se han
alcanzado otros. También se han aislado algunos compuestos con kriptón. Los puntos
de fusión y de ebullición de cada gas noble están muy próximos, difiriendo en menos
de 10 °C; consecuentemente, solo son líquidos en un rango muy pequeño de
temperaturas.
El neón, argón, kriptón y xenón se obtienen del aire3 usando los métodos de
licuefacción y destilación fraccionada.4 El helio es típicamente separado del gas
natural y el radón se aísla normalmente a partir del decaimiento radioactivo de
compuestos disueltos del radio. Los gases nobles tienen muchas aplicaciones
importantes en industrias como iluminación, soldadura y exploración espacial. La
combinación helio-oxígeno-nitrógeno (trimix) se emplea para respirar en inmersiones
de profundidad para evitar que los buzos sufran el efecto narcótico del nitrógeno.
Después de verse los riesgos causados por la inflamabilidad del hidrógeno, este fue
reemplazado por helio en los dirigibles y globos aerostáticos.
Índice
1 Historia
2 Propiedades físicas y atómicas
3 Propiedades químicas
3.1 Compuestos
4 Abundancia y producción
5 Usos
6 Color de descarga
7 Véase también
8 Fuentes
8.1 Notas y referencias
8.2 Bibliografía
9 Enlaces externos
Historia
Gas noble es una traducción del nombre alemán Edelgas, usado por primera vez en
1898 por Hugo Erdmann,5 para indicar su extremadamente bajo nivel de reactividad.
El nombre hace una analogía con el término «metales nobles», como el oro, asociado
con riqueza y nobleza, y que tiene también una baja reactividad. También se ha dado
a los gases nobles el nombre gases inertes, pero esta etiqueta ha sido desaprobada
a medida que los gases nobles se han ido conociendo más.6 Gases raros es otro
término que se ha utilizado,7 pero también es incorrecto porque el argón conforma
una parte bastante considerable (0,94 % por volumen, 1,3 % por masa) de la
atmósfera terrestre.8
El helio fue detectado por primera vez en el Sol debido a sus características de
líneas espectrales.
Pierre Janssen y Joseph Norman Lockyer fueron los primeros en descubrir un gas
noble el 18 de agosto de 1868 cuando examinaban la cromosfera del Sol, y lo
llamaron helio a partir de la palabra griega para el Sol, ἥλιος (helios).9
Anteriormente, en 1784, el químico y físico inglés Henry Cavendish había
descubierto que el aire contenía una pequeña proporción de una sustancia menos
reactiva que el nitrógeno.10 Un siglo más tarde, en 1895, lord Rayleigh descubrió
que las muestras de nitrógeno del aire son de diferente densidad que las del
nitrógeno como consecuencia de reacciones químicas. En colaboración con William
Ramsay, científico del University College de Londres, Lord Rayleigh postuló que el
nitrógeno extraído del aire se encontraba mezclado con otro gas y ejecutó un
experimento que consiguió aislar exitosamente un nuevo elemento: el argón, palabra
derivada del griego ἀργός (argós), "inactivo".10 A partir de este descubrimiento,
notaron que faltaba una clase completa de gases en la tabla periódica. Durante su
búsqueda del argón, Ramsay también consiguió aislar el helio por primera vez, al
calentar cleveíta, un mineral. En 1902, después de aceptar la evidencia de la
existencia de los elementos helio y argón, Dmitri Mendeléyev incluyó estos gases
nobles como Grupo 0 en su clasificación de elementos, que posteriormente se
convertiría en la tabla periódica.11
Los gases nobles cuentan con fuerzas intermoleculares muy débiles y, por lo tanto,
tienen puntos de fusión y de ebullición muy bajos. Todos ellos son gases
monoatómicos bajo condiciones estándar, incluyendo aquellos que tienen masas
atómicas mayores que algunos elementos que se encuentran normalmente en estado
sólido. El helio tiene varias propiedades únicas con respecto a otros elementos:
tanto su punto de ebullición como el de fusión son menores que los de cualquier
otra sustancia conocida; es el único elemento conocido que presenta superfluidez;
de la misma manera no puede ser solidificado por enfriamiento bajo condiciones
estándar, sino que se convierte en sólido bajo una presión de 25 atm (2500 kPa; 370
psi) y 0,95 K (−272,20 °C; −457.960 °F).28 Los gases nobles hasta el xenón tienen
múltiples isótopos estables. El radón no tiene isótopos estables; su isótopo de
mayor duración tiene un periodo de semidesintegración de 3,8 días que puede formar
helio y polonio.13
Las propiedades físicas macroscópicas de los gases nobles están determinadas por
las débiles fuerzas de Van der Waals que se dan entre átomos. Las fuerzas de
atracción aumentan con el tamaño del átomo como un resultado del incremento en la
polarizabilidad y el descenso del potencial de ionización. Esto lleva a tendencias
grupales sistemáticas. Por ejemplo, a medida que se baja en los grupos de la tabla
periódica, el radio atómico y las fuerzas interatómicas aumentan. De igual forma,
se adquieren mayores puntos de fusión y de ebullición, entalpía de vaporización y
solubilidad. El aumento de densidad se debe al incremento en masa atómica.29
Los gases nobles se comportan como gases ideales bajo condiciones normales de
presión y temperatura, pero sus tendencias anormales a la ley de los gases ideales
proporcionan claves importantes para el estudio de las fuerzas e interacciones
moleculares. El potencial de Lennard-Jones, usado frecuentemente para modelar
fuerzas intermoleculares, fue deducido en 1924 por John Lennard-Jones a partir de
datos experimentales del argón antes de que el desarrollo de la mecánica cuántica
proporcionara las herramientas necesarias para entender las fuerzas
intermoleculares a partir de primeros principios.31 El análisis teórico de estas
fuerzas se volvió viable debido a que los gases nobles son monoatómicos, y por
tanto isótropos (independientes de la dirección).
Propiedades químicas
Tabla de gases con respectivas capas de electrones Z Elemento Electrones por
capa
2 helio 2
10 neón 2, 8
18 argón 2, 8, 8
36 kriptón 2, 8, 18, 8
54 xenón 2, 8, 18, 18, 8
86 radón 2, 8, 18, 32, 18, 8
En los seis primeros periodos de la tabla periódica, los gases nobles son
exactamente los miembros del grupo 18 (8A) de la tabla (anteriormente conocido como
grupo 0). Sin embargo, esto ya no es cierto en el séptimo periodo (debido a efectos
relativistas): el siguiente miembro del grupo 18, el oganesson, probablemente no es
tan gas noble.32 En cambio, el miembro del grupo 14 Flerovio presenta propiedades
similares a las de los gases nobles.33
En 1933, Linus Pauling argumentó que los gases nobles más pesados podían formar
compuestos con el flúor y el oxígeno. De igual forma, arguyó la existencia del
hexafluoruro de kriptón (KrF6) y el hexafluoruro de xenón (XeF6), y especuló que el
XeF8 podría existir como compuesto inestable, sugiriendo también que el ácido
xénico (H2XeO4) podía formar sales de perxenato.3839 Se ha demostrado que estas
predicciones eran generalmente precisas, salvo que actualmente se cree que el XeF8
es termodinámica y cinéticamente inestable.40 Los compuestos de xenón son los más
numerosos de los compuestos de gas noble que se han formado.41 La mayoría de ellos
tienen el átomo de xenón en el estado de oxidación +2, +4, +6 o +8 unido a átomos
muy electronegativos como el flúor o el oxígeno, como en el fluoruro de xenón
(XeF2), el tetrafluoruro de xenón (XeF4nmnvb), el hexafluoruro de xenón (XeF6), el
tetraóxido de xenón (XeO4) y el perxenato de sodio (Na4XeO6). Algunos de estos
compuestos han sido utilizados en la síntesis química como agentes oxidantes; el
XeF2, en particular, está disponible comercialmente y se puede utilizar como agente
fluorador.42 En 2007, se habían identificado unos quinientos compuestos de xenón
unidos a otros elementos, incluyendo compuestos organoxenones (unidos con carbono),
así como xenón unido a nitrógeno, cloro, oro, mercurio y al propio xenón.37 También
se han observado compuestos de xenón unido a boro, hidrógeno, bromo, yodo, berilio,
azufre, titanio, cobre y plata, pero solo a temperaturas bajas en matrices de gases
nobles, o en jet streams de gases nobles.37
En teoría, el radón es más reactivo que el xenón, y por tanto debería formar
enlaces químicos más fácilmente que el xenón. Sin embargo, debido a la gran
radiactividad y la corta semivida de los isótopos del radón, en la práctica solo se
han formado unos pocos fluoruros y óxidos de radón.43 El kriptón es menos reactivo
que el xenón, pero se han observado diversos compuestos con el kriptón en el estado
de oxidación +2.37 El difluoruro de kriptón es el más notable y fácil de
caracterizar. También se han caracterizado compuestos en que el kriptón forma un
enlace único con nitrógeno y oxígeno,44 pero solo son estables por debajo de −60 °C
y −90 °C, respectivamente. Se han observado átomos de kriptón unidos químicamente a
otros no metales (hidrógeno, cloro, carbono), así como algunos metales de
transición tardíos (cobre, plata, oro), pero solo o bien a temperaturas bajas.37 Se
utilizaron condiciones similares para obtener los primeros pocos compuestos de
argón en el 2000, como el fluorohidruro de argón (HArF), y algunos unidos a los
metales de transición tardíos.37 En 2007 no se conocían moléculas neutras estables
con átomos de helio o neón con enlaces covalentes.37
Los gases nobles, incluyendo el helio, pueden formar iones moleculares estables en
fase gaseosa. El más simple es el hidrohelio, HeH+, descubierto en 1925.45 Al estar
compuesto por los dos elementos más abundantes del universo, el hidrógeno y el
helio, se cree que se da naturalmente en el medio interestelar, aunque aún no ha
sido detectado.46 Además de estos iones, hay muchos excímeros neutros conocidos de
estos gases. Hay compuestos como ArF y KrF que solo son estables cuando se
encuentran en un estado electrónico excitado, y algunos de ellos se emplean en los
láseres de excímeros.
Además de los compuestos en que un átomo de gas noble está implicado en un enlace
covalente, los gases nobles también forman compuestos no covalentes. Los clatratos,
descritos por primera vez en 1949,47 consisten en un átomo de gas noble atrapado
dentro de cavidades de la estructura cristalina de determinadas sustancias
orgánicas e inorgánicas. La condición esencial para que se formen es que los átomos
invitados (los del gas noble) deben tener el tamaño adecuado para encajar en las
cavidades de la estructura cristalina del huésped. Por ejemplo, el argón, el
kriptón y el xenón forman clatratos con la hidroquinona, pero el helio y el neón
no, pues son demasiado pequeños o tienen una polarizabilidad insuficiente para ser
retenidos.48 El neón, el argón, el kriptón y el xenón también forman hidratos de
clatratos; esto quiere decir que los gases nobles quedan atrapados dentro de la
capa de helio de dichos compuestos.49
Los gases nobles pueden formar compuestos fulerenos endoédricos, en los que el
átomo de gas noble está atrapado dentro de una molécula de fullereno. En 1993, se
descubrió que cuando se expone C60, una molécula esférica compuesta de 60 átomos de
carbono, gases nobles a una presión elevada, se pueden formar complejos como He@C60
(@ indica que He se encuentra contenido dentro de C60, pero que no está unido
covalentemente).50 En 2008 se obtuvieron complejos endohédricos con helio, neón,
argón, kriptón y xenón.51 Estos compuestos se utilizan en el estudio de la
estructura y la reactividad de los fulerenos mediante la resonancia magnética
nuclear del átomo de gas noble.52
Los gases nobles tienen un punto de ebullición y de fusión muy bajos, lo que los
hace útiles como refrigerantes criogénicos.66 En particular, el helio líquido, que
hierve a 4,2 K, se utiliza para imanes superconductores, como los que se emplean
para la imagen por resonancia magnética y la resonancia magnética nuclear.67 El
neón líquido, aunque no llega a temperaturas tan bajas como el helio líquido,
también tiene aplicaciones en la criogenia, pues tiene una capacidad de
refrigeración más de 40 veces superior a la del helio líquido y más de tres veces
superior a la del hidrógeno líquido.64
Helio
Neón
Kriptón
Xenón