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Mauricio Claver-Carone, el polémico

lobista cubano-estadounidense que el


gobierno de Trump catapultó a la
presidencia del BID
FUENTE DE LA IMAGEN,EPA
Mauricio Claver-Carone es el primer estadounidense en presidir el BID.
El anuncio de este sábado de la elección de de Mauricio Claver-Carone
como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) rompe una
tradición de más de seis décadas.
Este abogado de raíces cubanas, nacido en Miami y criado en Madrid, es el
primer estadounidense en encabezar esta institución desde que se fundó en
1959.
En una votación a puerta cerrada y por internet, los gobernadores eligieron a
Claver-Carone, el único candidato que quedaba en carrera y que actualmente
es asesor del presidente estadounidense Donald Trump, para un mandato de 5
años que comenzará el próximo 1 de octubre, informó el BID en un
comunicado.
Aunque la designación de Claver-Carone contó con el apoyo de una clara
mayoría de los países del continente, también es el resultado de
una dura campaña marcada por el áspero intercambio de críticas entre el
nuevo presidente del BID y los gobiernos que adversaban su candidatura.

Y es que el BID, que se dedica a financiar grandes proyectos de desarrollo económico,


social e institucional en América Latina y el Caribe, siempre había sido presidido por
un latinoamericano.

o que estuvo siempre en el centro de la disputa, la ruptura de ese pacto no


escrito entre los miembros del BID, según el cual el presidente de esa
institución debe ser un latinoamericano y el vicepresidente, un estadounidense.
Pero ¿quién es Mauricio Claver-Carone y por qué su elección ha sido tan
polémica?

Un anticastrista de línea dura


Claver-Carone tiene una amplia experiencia profesional tanto en funciones de
gobierno como en el área del cabildeo, desde donde ha buscado influir en la
formación de políticas públicas en materia internacional con énfasis en América
Latina y, en especial, hacia Cuba.

FUENTE DE LA
Claver-Carone fue un duro crítico del acercamiento de Obama hacia Cuba.
Durante el gobierno de George W. Bush, trabajó en el Departamento del
Tesoro de EE.UU. y, tras la victoria electoral de Donald Trump, volvió a
integrarse al gobierno inicialmente como miembro del equipo de transición.
Vinculado al senador republicano por Florida Marco Rubio, Claver-Carone es
visto como parte de un grupo de cuatro altos funcionarios de línea
dura que han influido tanto en la reversión de la política de apertura hacia
Cuba iniciada por Barack Obama como en la aplicación de sanciones en contra
del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Los otros tres son: el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos
Trujillo; el director alterno por EE.UU. ante el BID, Eliot Pedrosa; y Tomás
Regalado, el exdirector de radiotelevisión Martí.
Luego de pasar un lapso breve como representante de Estados Unidos ante el
Fondo Monetario Internacional, Claver-Carone fue nombrado como
responsable de temas del hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad
Nacional y asesor especial de Trump en esta materia.

FUENTE DE LA IMAGEN,
Claver-Carone es considerado como uno de los artífices de la política de sanciones
contra el gobierno de Nicolás Maduro,
Desde esa posición le ha correspondido coordinar la política de la Casa Blanca
hacia América Latina con los departamentos de Estado y del Tesoro, entre
otros.
Así, se le considera como uno de los artífices de la política de presión contra el
gobierno de Maduro en Venezuela.
Granma, el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba, le acusó
recientemente de estar "al frente de las acciones abiertas y encubiertas" de
Washington contra Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia y Ecuador.
Cuando no ha estado en funciones de gobierno, Claver-Carone se ha dedicado
a hacer cabildeo en Washington como director de un grupo de presión llamado
US-Cuba Democracy PAC, cuyo objetivo es influir en las políticas de
Washington con miras a lograr una transición incondicional de la isla hacia la
democracia y hacia el libre mercado.
En los círculos conservadores destacó como autor de un influyente blog
llamado Capitol Hills Cubans, desde donde criticaba duramente el
acercamiento del gobierno de Barack Obama a La Habana.
También fue anfitrión del programa de radio "From Washington al Mundo", en
el que entrevistaba a personalidades estadounidenses y extranjeras sobre
temas de política internacional.
Además fue profesor de la Facultad de Derecho de la Catholic University of
America y del Centro de Derecho de la George Washington University.

Una candidatura polémica


El anuncio de la postulación de Claver-Carone para presidir el BID, ocurrido en
junio pasado, tomó por sorpresa a la región y pronto se convirtió en motivo de
polémica.
Los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo
(México), Felipe González (España), Ricardo Lagos (Chile), Juan Manuel
Santos (Colombia) y Julio María Sanguinetti (Uruguay) emitieron una
declaración conjunta en la que calificaron la postulación como una "agresión a
la dignidad latinoamericana".
"Estados Unidos, sin consulta ni debate en los organismos pertinentes del BID,
lanzó su candidatura pasando por encima de acuerdos y normas", dijeron al
acusar a Trump de buscar "imponer a su candidato por encima del consenso
histórico".
En términos similares se expresó la expresidenta de Costa Rica Laura
Chinchilla, al anunciar que retiraba su candidatura para presidir este banco
regional.
Chinchilla divulgó una declaración en la que hace mención a la regla no escrita
según la cual la presidencia del organismo siempre sería ocupada por un
latinoamericano o caribeño y cuestionó la decisión de Estados Unidos de
presentar un candidato propio "sin que previamente mediaran procesos
de consulta", señalando que se trata de "una señal preocupante" para la
gobernanza que debe regir en el BID.

La postulación de Claver-Carone, no obstante, pronto logró sumar apoyos y ya


en agosto, el gobierno de Iván Duque en Colombia divulgó una lista de 17
países del continente que respaldaban al candidato estadounidense.
Entre los primeros en expresar su conformidad estuvieron los gobiernos de
Brasil, Uruguay y Paraguay para desconsuelo de Argentina que hasta esta
semana había mantenido la candidatura de Gustavo Béliz.
"Eso es una muestra de la desarticulación que tenemos en este momento
frente a cuestiones externas del Mercosur. Hubiéramos preferido que en
algunos casos nuestros vecinos nos consultaran", se lamentó el ministro de
Exteriores de Argentina, Felipe Solá.
Los gobiernos de Argentina, Chile, México y Costa Rica estuvieron
abogando por posponer la elección hasta marzo de 2021, con el argumento
de que se podía esperar a que pase la pandemia para hacer una elección
presencial.
El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep
Borrell, también se manifestó a favor de una postergación de la votación.
Estados Unidos, sin embargo, se opuso radicalmente a esta posibilidad al
señalar que en este contexto no tiene sentido dejar al BID acéfalo durante
medio año.

Detrás de una y otra postura, algunos analistas ven como trasfondo las
elecciones presidenciales estadounidenses.
Desde esa perspectiva, el gobierno de Trump estaría intentando
garantizarse este importante cargo antes de los comicios en noviembre,
mientras que quienes le adversan estarían buscando una postergación ante la
posibilidad de que el candidato del Partido Demócrata, Joe Biden, resulte
electo en noviembre para sustituir a Trump en la Casa Blanca.
El equipo de campaña de Biden ha dicho que el candidato de Trumo para
presidir el BID es "polarizante", "excesivamente ideologizado" y no está
cualificado para el puesto.
Claver-Carone atacó con dureza a quienes abogaban por postergar la elección.
"La posición de Chile, México y Argentina básicamente es minoritaria, por lo
cual no nos preocupa en el sentido de que si fuese esto un partido de fútbol
estuviéramos ganando -bueno, le agregaría Costa Rica- 17 a 4. Obviamente,
en un partido de fútbol, si uno está ganando 17 a 4, va bien.
Desafortunadamente, en vez de la otra propuesta, querer terminar el
partido, quieren robarse el balón y salir corriendo de la
cancha. Obviamente así no se juegan los partidos", apuntó en una conferencia
de prensa telefónica en agosto.

Promesas y castigos
Aunque algunos analistas atribuyen el respaldo obtenido por Claver-Carone al
poder de coerción de Estados Unidos, hay elementos que apuntan a un
esfuerzo negociador por parte de Washington.
De acuerdo con The New York Times, parte de los apoyos recabados se
consiguieron ofreciéndole a Brasil la vicepresidencia del BID, así como un alto
cargo para algún funcionario de Jamaica.
Además hay muchos gobiernos en la región -como los de Colombia y Bolivia,
entre otros- que se encuentran políticamente alineados con Trump y que tienen
perspectivas favorables acerca de la posibilidad de recibir recursos del BID.

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