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La nutrición es la ciencia que estudia los nutrientes y cómo el cuerpo humano los

usa y absorbe. Con el desarrollo de la ciencia, especialmente el desarrollo de la


bioquímica, la nutrición actual se centra en la secuencia de procesos que
experimentan los nutrientes en el cuerpo. Estos procesos comienzan con la
ingesta de nutrientes hasta que se convierten en energía a través del
metabolismo. Por otro lado, la palabra "salud" propuesta por la Organización
Mundial de la Salud (OMS) la define como un estado de bienestar físico, mental y
social, no solo la ausencia de enfermedad.

Se puede decir que la nutrición de las personas y las poblaciones juega un papel
fundamental en el mantenimiento de una salud adecuada. De hecho, la
alimentación hoy en día no solo se ve como una herramienta para satisfacer el
hambre. Aportan los nutrientes necesarios para la formación, estructura y
reparación de los tejidos; el objetivo fundamental es prevenir enfermedades. Por
tanto, una buena nutrición puede afectar positivamente la calidad de vida de las
personas. Esto se puede lograr a través de una dieta equilibrada y buenos hábitos
alimenticios y ejercicio físico.

Se ha demostrado que una dieta deficiente aumenta el riesgo de enfermedades


crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial,
obesidad y ciertos tipos de cáncer. Constantemente somos tentados con comidas
chatarra, que todos sabemos que muchas son por lo general ricas en azucares,
calorías vacías y grasas poco saludables que no son buenas para nuestro
organismo, carentes de los nutrientes esenciales para nuestro cuerpo.

Todos necesitamos comer ciertos alimentos y nutrientes que contribuyen a nuestra


salud física y mental. El desequilibrio nutricional provocado por la sobrenutrición o
la falta de nutrición afecta a nuestro organismo de diferentes formas y puede
derivar en graves trastornos de salud. Esto debe entenderse antes de sufrir los
riesgos de una mala alimentación y los efectos directos sobre la salud.

El aumento de peso es una de las consecuencias más obvias de una mala


alimentación. Sin embargo, su gravedad no es solo un problema cosmético, pues
la obesidad traerá algunos problemas: aumento del colesterol, aumento de la
presión arterial, la acumulación de grasa en las arterias y la aparición de
problemas cardiovasculares y el aumento de la probabilidad de que nos afecte la
diabetes. La falta de nutrientes esenciales puede provocar problemas físicos y
enfermedades. Este es el caso cuando una dieta deficiente en hierro puede
provocar anemia. Pero el desequilibrio de la química y los minerales también
puede causar fatiga crónica, dolores musculares y calambres.

Tener una buena salud es fundamental para poder realizar las actividades del día
a día con energía. Una alimentación saludable nos ayudará a tener una vida sana.
Las características de una dieta saludable son: segura, diversa, equilibrada,
moderada y sabrosa. En los últimos años, otra característica muy importante es la
sostenibilidad. En otras palabras, la dieta no solo debe ser saludable para
nosotros, sino también para el entorno en el que vivimos.

Una alimentación sana permite por un lado que nuestro organismo funcione con
normalidad, que cubra nuestras necesidades fisiológicas básicas, y por otro,
reduce el riesgo de padecer enfermedades a corto y largo plazo. No se trata de
una relación directa de causa-efecto, pero sí contribuye a aumentar el riesgo de
aparición y desarrollo de dichas enfermedades.

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